PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN SEMANA SANTA SAGRADO TRIDUO PASCUAL LIBRO PARA LA ASAMBLEA JUEVES SANTO MISA EN LA CENA DEL SEÑOR La liturgia del Jueves Santo es una invitación a profundizar concretamente en el misterio de la Pasión de Cristo, ya que quien desee seguirle tiene que sentarse a su mesa y, con máximo recogimiento, ser espectador de todo lo que aconteció 'en la noche en que iban a entregarlo'. Y por otro lado, el mismo Señor Jesús nos da un testimonio idóneo de la vocación al servicio del mundo y de la Iglesia que tenemos todos los fieles cuando decide lavarle los pies a sus discípulos. RITOS INICIALES CANTO DE ENTRADA /En ti, en ti, en ti, Señor, hemos puesto nuestra fe/ Ni en las armas ni en la guerra sino en ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. Ni en la fuerza ni en la ciencia sino en ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. Ni tampoco en nosotros sino en ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. Entre crisis de esperanza sólo en ti, Señor, hemos puesto nuestra fe. 2 Servidores de los hombres porque sólo en ti, hemos puesto nuestra fe. Alegrando las tristezas porque sólo en ti, hemos puesto nuestra fe. Pregoneros de la vida porque sólo en ti, hemos puesto nuestra fe. Sembradores de esperanza porque sólo en ti, hemos puesto nuestra fe. Antífona de entrada Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en Él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección. Él nos ha salvado y nos ha liberado (Cfr. Gal 6,14) TEN PIEDAD Jesús, Santo de Dios, Verbo hecho carne por amor al pecador. //Kyrie, Christe, Kyrie eleison// Jesús, nuestro perdón Rey ultrajado por amor al pecador. Jesús, nuestro Señor, Gloria humillada por amor al pecador. 3 GLORIA Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Amén. 4 Oración Colecta l congregarnos, oh Dios, para celebrar esta sacratísima Cena, en la cual tu Unigénito, cuando iba a entregarse a la muerte, encomendó a la Iglesia el sacrificio nuevo y eterno y el banquete de su amor, concédenos, te rogamos, que por la celebración de tan sagrado misterio obtengamos la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. A R/ Amén. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Lectura del libro del Éxodo 12, 1-8. 11-14 En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: —«Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: “El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. 5 Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis; cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta del Señor, ley perpetua para todas las generaciones.”» Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor 6 SALMO RESPONSORIAL 115 El Cáliz que bendecimos Es la bebida de la Sangre del Señor El pan que compartimos Es la comida de la Pascua del Señor Cómo pagaré al Señor Todo el bien que me ha hecho Alzaré la copa de la Salvación Invocando su nombre R/ Siempre cumpliré al Señor El voto de mi entrega Invocando tu nombre ofreceré Señor Esta ofrenda de alabanza R/ Amo al Señor porque escucha El clamor de mi súplica En angustia y tristeza invoqué al Señor Y escucho mi plegaria R/ SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 23-26 Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: —«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.». 7 Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: —«Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R/ Gloria y honor a Ti, Señor Jesús. Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—: que os améis unos a otros, como yo os he amado. (Jn 13, 34) EVANGELIO. S/ El Señor esté con ustedes R/ Y con tu espíritu S/ Lectura del santo evangelio según san Juan (13, 1-15) R/ Gloria a ti, Señor Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. 8 Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: —«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?» Jesús le replicó: —«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo: —«No me lavarás los pies jamás.» Jesús le contestó: —«Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.» Simón Pedro le dijo: —«Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.» Jesús le dijo: —«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.» Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo poso otra vez y les dijo: —«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.» Palabra del Señor R/ Gloria a ti, Señor, Jesús (Todos en pie cantan y hacen venia a la Sagrada Escritura) 9 //Yo creo en la Palabra de Dios// yo creo en la Palabra de mi Señor. Lavatorio de los pies Antífona Después de levantare de la cena, Jesús echó agua en la jarra y se puso a lavar los pies a los discípulos. Este fue el ejemplo que les dejó (Cfr Jn 13,4.5.15) OS ELEGÍ No me elegisteis vosotros, fui yo quien os elegí. /Vosotros sois mis amigos, seréis mis testigos, viviréis en mi/ No muchos ricos ni poderosos, escoge Dios para evangelizar, fuertes y sabios son confundidos, por la flaqueza y la necedad. Por qué teméis, hombres de poca fe, si Yo conozco a quienes elegí, os aseguro que haréis mis obras y aun mayores, si creéis en mi. Al que me sigue vive como Yo, gana su vida quien la pierda por mí. daréis un fruto que permanezca, si como el trigo os queréis podrir. 10 Oración universal Sacerdote: En este día cuando recordamos el memorial de su pasión; y recordamos el mandato del amor, oremos, hermanos a Dios nuestro Padre. Diciendo: R/: TE ROGAMOS ÓYENOS Por la Iglesia santa de Dios, para que guiada por nuestro Papa Francisco, alcance la unidad y el amor. Por los Obispos, Presbíteros y Diáconos para que permaneciendo fieles al Señor, realicen su ministerio en la fe y en el amor. Por cuantos se preparan al sacerdocio para que perseveren en su vocación y aumente el número de los ministros del pueblo santo. Por todos los hombres para que desaparezcan las guerras y vivamos todos en paz y en concordia. Por los enfermos, los pobres y los afligidos, para que encuentren en nuestro amor ayuda y consuelo. Por quienes estamos aquí reunidos, para que celebrando la fe, vivamos unidos en la caridad y en el amor. 11 Sacerdote: Dios, Padre de bondad, que nos amaste hasta entregarnos a tu Hijo; escucha la oración de tu pueblo y concédenos Misericordiosamente los auxilios temporales y eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA Presentación de las Ofrendas En este momento se presenta Pan, Vino, la ofrenda que las familias han traído para compartir con los más pobres y la colecta de la Comunidad. FIESTA DEL BANQUETE /Fiesta del banquete, mesa del Señor Pan de Eucaristía, sangre de redención/ Este pan que nos das por manjar Es el pan de unidad y de fraternidad. Hacia ti vamos hoy a tu altar Tú nos das la ilusión en nuestro caminar. Escuche tu voz en caminar Conocí al Señor en la fracción del pan. Pan de vida eterna, cuerpo del Señor Cáliz de la alianza, fuente de salvación. 12 PANIS ANGELICUS Panis angelicus fit panis hominum; Dat panis coelicus figuris terminum: O res mirabilis! manducat Dominum Pauper, servus, et humilis. Pan de los Ángeles, se convierte en pan de los hombres; El Pan del cielo termina con todas las prefiguraciones: ¡Oh cosa admirable! Consume a tu Señor el pobre, siervo y humilde. Te trina Deitas unaque poscimus: Sic nos tu visita, sicut te colimus; Per tuas semitas duc nos quo tendimus, Ad lucem quam inhabitas. Amen. Rogamos a Ti, Dios, Uno en Tres, Que así vengas a nosotros, como a ti te damos culto. Por tus caminos guíanos adonde anhelamos, a la luz en la que moras. Amén. El celebrante se va al centro del altar y, de cara al pueblo, dice: Oremos, hermanos, para que nuestro sacrificio, unido al sacrificio de Cristo sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El pueblo responde: - El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. 13 Oración sobre las ofrendas C oncédenos, Señor, participar dignamente de estos misterios, pues cada vez que celebramos el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén. Prefacio El sacrificio y el sacramento de Cristo S. El Señor esté con ustedes R. Y con tu espíritu. S. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. S. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, Señor nuestro. Quien como verdadero y eterno sacerdote. al instituir el sacrificio de la eterna alianza, se ofreció a Ti como primera víctima de salvación, y nos mandó perpetuar esta ofrenda en conmemoración suya. 14 Su Carne, inmolada por nosotros, es alimento que nos fortalece; su Sangre, derramada por nosotros, es bebida que nos purifica. Por eso, con los ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con todos los coros celestiales cantamos sin cesar, el himno de tu gloria: Todos: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo. Llenos están, el cielo y la tierra de tu gloria, Hosanna. //Hosanna, hosanna, hosanna en el cielo// Bendito el que viene en nombre del Señor, hosanna en el cielo. Plegaria Eucarística I Él quiso que, como en su última Cena, sus discípulos nos reuniéramos y nos acordáramos de Él bendiciendo el pan y el vino: "Hagan esto en memoria mía" (Lc 22,19). Consagración Jesucristo Sacerdote, sirviéndose de las palabras de la Consagración pronunciadas por el sacerdote, convierte el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre. A continuación muestra al pueblo 15 la Hostia consagrada y el Cáliz, y lo adora con un signo de reverencia. El celebrante dice: Este es el sacramento de nuestra fe. Cristo nos redimió El pueblo responde cantando: - Cada vez que comemos de este pan, de este pan, y bebemos de este cáliz, de este Cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, oh Señor, oh Señor, hasta que vuelvas. Doxología Al finalizar esta parte, el sacerdote toma la patena, con la Hostia consagrada, y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice: Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: - /Amén, amén, amén/ 16 Rito de la Comunión PADRE NUESTRO Pater Noster, qui es in caelis, sanctificétur nomen Tuum, adveniat Regnum Tuum, fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie, et dimitte nobis débita nostra, sicut et nos dimittímus debitóribus nostris; et ne nos indúcas in tentationem, sed libera nos a malo. Antífona de comunión Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Esta copa es la nueva alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía. (1 Cor. 11,24-25) Cantos de Comunión NO SOY DIGNO //No soy digno de que entres tú en mi casa// /Pero dime una palabra tuya y yo me sanaré/ /Solo dime una palabra tuya y yo me sanaré/ /Solo dame un aliento tuyo y yo tendré vida/ /Solo dame un aliento tuyo y yo daré vida/ 17 //Solo dame una mirada tuya y yo podré ver// /Solo dame una sonrisa tuya y yo podré reír/ /Solo dame una sonrisa tuya y yo haré reír/ /Solo dame una caricia tuya y yo acariciaré Solo dame una caricia tuya y yo acariciaré/ (Hablado) Señor, tú me conoces, tú conoces mi vida... tú sabes que no merezco que vengas a mi... pero solo dame una palabra tuya.. y yo... yo creeré en tí. /Pero dime una palabra tuya y eso bastará/ Solo dime una palabra tuya y eso bastará solo dame una palabra tuya y eso bastará solo dime una palabra tuya y eso bastará EUCARISTÍA Pan transformado en el Cuerpo de Cristo Vino transformado en la Sangre del Señor. /Eucaristía milagro de Amor Eucaristía presencia del Señor/ Cristo nos dice tomen y coman, Esto es mi Cuerpo que ha sido entregado. Cristo en persona nos viene a liberar De nuestro egoísmo y la división fatal. 18 Con este pan tenemos vida eterna, Cristo nos invita a la gran Resurrección. Este alimento renueva nuestras fuerzas, Para caminar a la gran liberación. En la familia de todos los cristianos Cristo quiere unirnos en la paz y en el amor. Pan que nos da entusiasmo y valentía Para predicar tu evangelio a todo el mundo AVE VERUM Ave verum corpus natum de Maria virgine; Vere passum, immolatum in cruce pro homine. Cujus latus perforatum fluxit aqua et sanguine. Esto nobis praegustatum mortis examine. O Jesús dulcis, O Jesu pie! O Jesu fili Mariae Salve verdadero Cuerpo nacido de María virgen, verdaderamente atormentado e inmolado en la cruz por el hombre. De su costado traspasado vertió agua y sangre. Haz que te gustemos en el trance de la muerte. Oh Jesús dulce, Oh Jesús piadoso, Oh Jesús, hijo de María! 19 Oración después de la comunión C oncédenos, Dios Todopoderoso, que de la misma manera como nos alimentas en la Cena , en esta vida, podamos ser saciados también en la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén. PROCESION DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO OH BUEN JESÚS Acto de fe ¡Oh, buen Jesús! Yo creo firmemente que por mi bien estás en el altar, que das tu cuerpo y sangre juntamente //al alma fiel en celestial manjar// Acto de humildad Indigno soy, confieso avergonzado, de recibir la santa Comunión; Jesús que ves mi nada y mi pecado, //prepara Tú mi pobre corazón// Acto de dolor Pequé Señor, ingrato te he ofendido; infiel te fui, confieso mi maldad; me pesa ya; perdón, Señor, te pido, //eres mi Dios, apelo a tu bondad// 20 Acto de esperanza Espero en Ti, piadoso Jesús mío; oigo tu voz que dice “ven a mí”, porque eres fiel, por eso en Ti confío; //todo Señor, espérolo de Ti// Acto de amor ¡Oh, buen pastor, amable y fino amante! Mi corazón se abraza en santo ardor; si te olvidé, hoy juro que constante //he de vivir tan sólo de tu amor// Acto de deseo Dulce maná y celestial comida, gozo y salud de quien te come bien; ven sin tardar, mi Dios, mi luz, mi vida, //desciende a mí, hasta mi pecho ven// 21 Al llegar la procesión al lugar de la reserva, el sacerdote, deposita el copón en el tabernáculo, cuya puerta permanece abierta. Después de cantar el Tantum ergo se cierra la puerta y después de unos momentos de adoración en silencio, el sacerdote y los ministros, hacen genuflexión y se retiran a la sacristía. TANTUM ERGO Tantum ergo Sacraméntum, Venerémur cérnui: Et antíquum documentum Novo cedat rítui; Præstet fides suppleméntum Sénsuum deféctui. Genitori Genitóque, Laus et iubilátio; Salus, honor, virtus quoque, Sit et benedíctio; Procedénti ab utróque Compar sit laudátio. Amén. A tan alto Sacramento veneremos reverentes y el antiguo orden litúrgico ceda el paso al nuevo Rito. La fe añada lo que falta al defecto de los sentidos. Al Engendrador y al Engendrado -el Padre y el HijoAlabanza, alegría, salud, honor, fuerza y bendición. Y al que procede de ambos -el Espíritu Santovaya una alabanza igual. Amén. La tarde del Jueves Santo sume al cristiano en una profunda reflexión sobre los dones que Cristo dejó a la Iglesia: La Eucaristía, el sacerdocio, el mandamiento nuevo. Para un mayor aprovechamiento en esta interiorización se sugiere la lectura de los siguientes textos bíblicos: Juan 6; 13-14; 17; 1Cor 11,23-26; 13; Mateo 22, 34-40; 25, 31-46 22 *ANEXO Rito de la Paz Presidente: Después del Padrenuestro se hace esta invitación. Hermanos y hermanas en el Señor, antes de comulgar con Cristo, es necesario que estemos en comunión con los demás, especialmente con los miembros de nuestra familia. Padre de familia: Quiero reconciliarme con mi esposa: por las veces en que he evadido mis compromisos como esposo; por el tiempo que no le he dedicado cuando necesita mi compañía; y por haber olvidado aquellos detalles que, como mujer, espera de mí. Quiero reconciliarme con mis hijos: por haberles negado algunas veces el afecto a que tienen derecho; por no compartir lo suficiente mi experiencia como hombre maduro; y por las veces en que no he sido un modelo digno de imitarse. Quiero ser, con la ayuda de Dios, un esposo y padre profundamente comprometido con esta gran vocación a la que el mismo Señor me ha llamado, a ejemplo de san José. Madre de familia: Deseo reconciliarme con mi esposo: por las veces en que he sido posesiva, por no haber sido siempre comprensiva, por exigir a menudo cosas que no son 23 fáciles de dar para él como hombre y como persona distinta a mí. Deseo reconciliarme con mis hijos: por pretender hacer de ellos y de su vida sólo lo que yo creo que deben ser; por sobreprotegerlos, omitiendo algunas veces una oportuna corrección y por no haber sido siempre un testimonio para ellos. Ruego hoy a María, modelo de madre y esposa, para que me conceda un corazón como el suyo, para hacer de mi familia un recinto de paz y amor. Palabras del hijo(a): Con todos los hijos e hijas de nuestra comunidad, quiero pedir perdón a nuestros padres: por desafiar su autoridad; por dejar de lado mis compromisos, incumpliendo mis deberes en el hogar y olvidando la colaboración oportuna en él; por desechar sus sabios consejos; y por distanciarme de ellos, sin tener en cuenta que en ellos tendré siempre un apoyo seguro. Con mis hermanos: por las veces en que he sido egoísta; por no tener algunas veces palabras amables con ellos; y por no compartir más de mi tiempo cuando me necesitan. Pido a Jesús, que también fue niño y joven, haga de los hijos e hijas, hombres y mujeres que vivan según el corazón de Dios. 24 Sacerdote: Señor, concede a esta comunidad parroquial de la Purísima Concepción, un corazón generoso, capaz de amar sin medida, de compartir, de comprender, de perdonar y de servir. Démonos fraternalmente la paz. ORACIÓN DE LA FAMILIA Que ninguna familia comience en cualquier de repente, Que ninguna familia se acabe por falta de amor. La pareja sea el uno del otro de cuerpo y de mente y que nada en el mundo separe un hogar soñador. Que ninguna familia se albergue debajo de un puente y que nadie interfiera en la vida, en la paz de los dos. Y que nadie los haga vivir sin ningún horizonte y que puedan vivir sin temer lo que venga después. La familia comience sabiendo por qué y donde va y que el hombre retrate la gracia de ser un papá. La mujer sea cielo y ternura y afecto y calor y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor. Bendecid oh Señor las familias, Amén. Bendecid oh Señor la mía también. Que marido y mujer tengan fuerza de amar sin medida y que nadie se vaya a dormir sin buscar el perdón. Que en la cuna los niños aprendan el don de la vida, la familia celebre el milagro del beso y el pan. Que marido y mujer de rodillas contemplen sus hijos, que por ellos encuentren la fuerza para continuar. Y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar. 25 Oración por la Familia Haz, Señor, que en nuestra casa, cuando se hable, siempre nos miremos a los ojos y busquemos crecer juntos; que nadie esté sólo, ni en la indiferencia o el aburrimiento; que los problemas de los otros no sean desconocidos o ignorados, que pueda entrar quien tiene necesidad y sea bienvenido. Señor, que en nuestra casa sea importante el trabajo, pero no más importante que la alegría; que la comida sea el momento de alegría y de conversación; que el descanso sea paz del corazón y del cuerpo; que la riqueza mayor sea estar juntos. Señor, que en nuestra casa el más débil sea el centro de la atención; que el más pequeño y el más viejo sean los más queridos; que el mañana no nos dé miedo, porque Dios siempre está cerca; que cada gesto esté lleno de significado; que te demos gracias por todo lo que la vida nos ofrece y tu amor nos da. Señor, que nuestra casa sea el lugar de acogida como la casa de Marta, María y Lázaro en Betania. Amén. 26 VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR El Viernes Santo es el día de pasión y muerte del Señor y del ayuno pascual como signo exterior de nuestra participación en su sacrificio. Este no es día de llanto ni de luto, sino de amorosa y gozosa contemplación del sacrificio redentor del que brotó la salvación. Cristo no es un vencido sino un vencedor, un sacerdote que consuma su ofrenda, que libera y reconcilia, por eso es nuestra alegría. VIA CRUCIS Oración para Comenzar Señor Jesús; tú, inocente, fuiste acusado; fuiste juzgado; santo fuiste condenado. Hijo del hombre, fuiste torturado, crucificado y maltratado; Hijo de Dios, fuiste blasfemado y negado; Rey, fuiste elevado en la cruz. Tú, la vida, sufriste una muerte, y muerto resucitaste a la vida. Tú, Señor, tomas como hecho a Ti lo bueno y lo malo que hacemos a otros. 27 Venimos a pedirte perdón por lo que te hemos hecho sufrir a Ti y a nuestros hermanos, y proponernos remediarlo. Te ofrecemos nuestros sufrimientos y los de todos los hombres y mujeres, para la salvación del mundo. Amén. PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR /Perdona a tu pueblo, Señor, Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor/ /No estés eternamente enojado/ Perdónale, Señor. Por tus profundas llagas tan crueles, por tus salivas y por tus hieles; perdónale, Señor. Por las heridas de pies y manos por los azotes tan inhumanos; perdónale, Señor. Por los tres clavos que te clavaron y las espinas que te punzaron, perdónale, Señor. Por las tres horas de tu agonía, en que por madre diste a María, perdónale, Señor. 28 I ESTACION: JESUS ES CONDENADO A MUERTE V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Por mí, Señor, inclinas el cuello a la sentencia; que a tanto la clemencia pudo llegar de Dios. Oye el pregón, Oh Madre, llevado por el viento y al doloroso acento ven del Amado en pos. DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA Dice el malvado: "Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar...Él se gloría de poseer el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor...Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará". R/ LÍBRANOS, JESÚS. De nuestras cobardías... De juzgar a los demás... De negarte en nuestras vidas... 29 V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! II ESTACION: JESUS CARGA CON LA CRUZ V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Esconde, justo Padre, la espada de tu ira, y al monte humilde mira, subir el dulce bien. Y Tú, Señora, gime, cual tórtola inocente; que tu gemir clemente le amansará también. DEL PROFETA ISAÍAS "Él creció como un retoño en su presencia... Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos Y cargaba con nuestras dolencias, Y nosotros lo considerábamos herido por Dios y humillado". R/ PERDÓN, SEÑOR. Por mis pecados, que pesan sobre tus hombros... Porque te rechazamos en nuestras vidas... Por la indiferencia que cierra nuestros corazones... 30 V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! III ESTACION: JESUS CAE POR PRIMERA VEZ V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Oh pecador ingrato, ves a tu Dios caído, ven a llorar herido de contrición aquí Levántame a tus brazos ¡oh bondadoso Padre! Ve de la tierra Madre, llanto correr por mí. DEL PROFETA ISAÍAS "Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él Y por sus heridas fuimos sanados". R/ MISERICORDIA, SEÑOR, MISERICORDIA Por el pecado que aflige a toda la humanidad... Por la sangre inocente que se derrama cada día... Por el odio que destruye los hogares... V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! 31 IV ESTACION: JESUS SE ENCUENTRA CON SU MADRE V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Cercadla, Serafines, no acabe en desaliento, no muera en el tormento, la Rosa Virginal. ¡Oh acero riguroso!, deja su pecho amante, vuélvete a mí cortante, que soy el criminal. DEL PROFETA ISAÍAS "El Señor me llamó desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre... Él me dijo: 'Tú eres mi Servidor, Israel, por ti yo me glorificaré'. Pero yo dije: 'En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza'. Sin embargo mi derecho está junto al Señor y mi retribución junto a mi Dios". R/ ¡SANA NUESTRAS HERIDAS! Por los rechazos sufridos en la existencia cotidiana... Por rechazar a los demás a causa de las diferencias... Por el consuelo que María significó en el camino del dolor... V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! 32 V ESTACION: SIMON DE CIRENE AYUDA A JESUS V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Toma la cruz preciosa, me está el deber clamando, tan generoso cuando delante va el Señor. Voy a seguir constante, las huellas de mi Dueño, manténgame el empeño, Señor, a tu favor. DE LA PRIMERA CARTA DE PEDRO "Él no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en su boca. Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente. Él llevó sobre la Cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados". R/ ¡AYÚDANOS, JESÚS! Porque siendo Dios, te dejaste auxiliar... Porque siendo hombre, experimentaste la fatiga... Porque quisiste necesitar de la ayuda del Cirineo... V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! 33 NO LE CONOCÉIS /Con vosotros está y no le conocéis. Con vosotros está, Su nombre es el Señor/ Su nombre es el Señor y pasa hambre, y clama por la boca del hambriento; y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar temprano al templo. Su Nombre es el Señor y sed soporta, y está en quien de justicia está sediento; y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar temprano al templo. Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor hiela sus huesos; y muchos que lo ven pasan de largo, seguros y al calor de su dinero. Su nombre es el Señor y enfermo vive, y su agonía es la del enfermo; y muchos que lo saben no hacen caso, tal vez no frecuentan mucho el templo 34 VI ESTACIÓN: LA VERONICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESUS V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Tu imagen, Padre mío, ensangrentada y viva mi corazón reciba, sellado con la fe. ¡Oh Reina! de tu mano imprímela en mi alma, y a la gloriosa palma, contigo subiré. DEL PROFETA ISAÍAS "Sí, mi Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande. Así como muchos quedaron horrorizados a causa de él, Porque estaba tan desfigurado Que su aspecto no era el de un hombre Y su apariencia no era más la de un ser humano, Así también él asombrará a muchas naciones, Y ante él los reyes cerrarán la boca, Porque verán lo que nunca se les había contado Y comprenderán algo que nunca habían oído". R/ ¡MUÉSTRANOS TU ROSTRO! Jesús, para que el consuelo se haga presente en los momentos de dolor... Jesús, para que la fortaleza se haga presente en los momentos de tentación... Jesús, para que el perdón disipe nuestros rencores y resentimientos... 35 V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! VII ESTACIÓN: JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Yace el Divino dueño, segunda vez postrado. Deteste yo el pecado, deshecho en contrición. Oh Virgen, pide amante, que borre tanta ofensa. Misericordia inmensa pródiga de perdón. DEL PROFETA ISAÍAS "Todos andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros... A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí la falta de ellos." R/ ¡LLÉNANOS DE TU AMOR! En los momentos de desánimo... En los momentos en que el sufrimiento se hace presente... En los momentos de oscuridad en el camino de la fe... 36 V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! VIII ESTACIÓN: JESUS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALEN V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Matronas doloridas que al Justo lamentáis. ¿Por qué si os lamentáis, la causa no llorar? Y pues la cruz le dimos todos los delincuentes, broten los ojos fuentes, de angustia y de pesar. DEL SALMO 22 "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?... Tú, Señor, me sacaste del seno materno, Me confiaste al regazo de mi madre; A ti fui entregado desde mi nacimiento, desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios. No te quedes lejos, porque acecha el peligro y no hay nadie para socorrerme... Pero tú, Señor, no te quedes lejos; tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme". R/ FORTALECE NUESTRA ESPERANZA. Por los padres que han perdido a sus hijos... Por quienes se esclavizan, siendo víctimas de las drogas... Cuando perdemos las ganas de seguir viviendo... 37 V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! IX ESTACION: JESUS CAE POR TERCERA VEZ V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Al suelo derribado, tercera vez el fuerte, nos alza de la muerte A la inmortal salud. Mortales: ¿qué otro exceso pedimos de clemencia? No más indiferencia, no más ingratitud. DEL PROFETA ISAÍAS "Al ser maltratado se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca. Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo. Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca". 38 R/ NADA NOS PUEDE FALTAR. Si te dejamos ser nuestro Buen Pastor... Si tú eres el Pan de Vida... Si tú eres la Luz del Mundo... V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! X ESTACIÓN: JESUS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo Tú bañas, Rey de la gloria, los cielos en dulzura, ¿quién te afligió hermosura, dándote amarga hiel?. Retorno a tal fineza, la gratitud pedía; cese ya Madre mía, de ser mi pecho infiel. DEL SALMO 22 "Yo puedo contar todos mis huesos; ellos me miran con aire de triunfo, se reparten entre sí mi ropa y sortean mi túnica... Todos los confines de la tierra se acordarán y volverán al Señor; todas las familias de los pueblos se postrarán en su presencia". 39 R/ ¡DANOS TU GRACIA! Para que unamos nuestras humillaciones a la humillación de tu despojo... Para que no nos cansemos de hacer el bien... Para que vivamos y defendamos la dignidad de todos los hombres... V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! XI ESTACIÓN: JESUS ES CLAVADO EN LA CRUZ V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo El manantial divino de sangre está corriendo, ven pecador gimiendo, ven a lavarte aquí. Misericordia imploro, al pie del leño santo. Virgen, mi ruego y llanto, acepte Dios por ti. DEL SALMO 22 "Soy como agua que se derrama y todos mis huesos están dislocados; mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mi interior; mi garganta está seca como una teja y la lengua se me pega al paladar. Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores; 40 taladran mis manos y mis pies y me hunden en el polvo de la muerte". R/ CRISTO DOLIENTE, ¡CÚRANOS! Por tu cabeza coronada de espinas... Por las heridas de la flagelación... Por los clavos que traspasan tus manos y tus pies... V: Por tu Sangre derramada con amor. R: ¡Sálvame, sáname Señor! ADORACIÓN DE LAS CINCO LLAGAS ADORO la llaga Santísima de tu mano derecha pidiéndote que sean inmaculadas las manos del sacerdote que te elevan en la consagración, distribuyen en la Eucaristía y dispensan la gracia bendiciendo y absolviendo. ADORO la llaga Santísima de tu mano izquierda pidiéndote que sean inmaculados los labios del sacerdote que se entreabren para hacerte bajar del Cielo, que besan el ara del altar en que te inmolas, que reciben el contacto de tu sangre preciosísima, y que cuantas palabras pronuncien sean divinas y divinicen. ADORO la llaga Santísima de tu pie derecho pidiéndote que los pies de tus sacerdotes sean incansables buscando tus almas y tu gloria con sacrificio de amor hasta su total inmolación. 41 ADORO la llaga Santísima de tu pie izquierdo, pidiéndote que sean inmaculados los ojos de tus sacerdotes que tan de cerca contemplan en su Misa tu infinita blancura, Jesús-Hostia. Que la modestia y recogimiento de su mirada predique a las almas en silencio, pureza, amor divino, santidad. ADORO la llaga Santísima de tu Corazón Sagrado, pidiéndote que el corazón sacerdotal, viva abismado en el tuyo con todo su amor. Que el Corazón sacerdotal encuentre todo en tu corazón Divino y que tu amantísimo Corazón y el Corazón del Papa Francisco tengan el consuelo de reposar en la fidelidad, en la santidad, en el amor y obediencia de sus queridos sacerdotes. PARA TERMINAR R/ ¡VEN, JESÚS, RESUCITADO! Desde tu gloria celestial... Desde el Amor de tu Padre... Por la acción del Espíritu Santo... Para disipar nuestras tinieblas... Para cicatrizar nuestras heridas... Para que nos sanes de nuestras dolencias... Para que nos asistas en la aflicción... Para que caminemos confiados hacia la Casa del Padre... 42 VIERNES SANTO CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR Hoy no se celebra la Eucaristía. El altar luce sin mantel, sin cruz, sin velas ni adornos. Recordamos la muerte de Jesús. Los ministros se postran en el suelo ante el altar al comienzo de la ceremonia. Son la imagen de la humanidad hundida y oprimida, y al tiempo penitente que implora perdón por sus pecados. Van vestidos de rojo, el color de los mártires: de Jesús, el primer testigo del amor del Padre y de todos aquellos que, como él, dieron y siguen dando su vida por proclamar la liberación que Dios nos ofrece. Oración (No se dice Oremos) cuérdate de tus misericordias, Señor, y santifica con protección constate a tus siervos, por quienes Cristo, tu Hijo, instituyó, al derramar su sangre, el misterio pascual. Que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén A LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Lectura del Libro de Isaías (52,13-53,12) Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán 43 la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. ¿Quién creyó nuestro anuncio?, ¿a quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros, despreciado y desestimado. Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malvados, y una tumba con los malhechores, aunque no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca. El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación; verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, 44 porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores. Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor SALMO RESPONSORIAL 30 R/ A tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu. A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tu, que eres justo, ponme a salvo. A tus manos encomiendo mi espíritu. R/ Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto de mis conocidos; me ven por la calle, y escapan de mí. R/ Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano están mis azares; líbrame de los enemigos que me persiguen. R/ Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor. R/ 45 SEGUNDA LECTURA Lectura de la carta a los Hebreos (4, 14-16; 5, 7-9) Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna. Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr Flp 2, 8-9) Gloria, Gloria, Gloria, Gloria. /A Jesús, el Señor, al cordero de Dios, al nombre sobre todo nombre/ 46 EVANGELIO Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 18, 1—19,42 Se lee la historia de la pasión del Señor según san Juan entre varios lectores. Permanecemos atentos y en pie. Después de una homilía breve se concluye la liturgia de la Palabra con la oración universal. Oración Universal I. Por la santa Iglesia Oremos, queridos hermanos, por la santa Iglesia: que Dios le conceda la paz y la unidad, la proteja en toda la tierra y nos permita vivir en calma y serenidad para glorificarlo como Padre todopoderoso. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, que en Cristo revelaste tu gloria a todas las naciones, conserva la obra de tu amor, para que tu Iglesia, extendida por el universo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu Nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. D II. Por el Papa Oremos también por nuestro santo Padre, el Papa Francisco, llamado por Dios, nuestro Señor, al orden episcopal: que Él lo asista y proteja en bien de su Iglesia, para gobernar al pueblo santo de Dios. (Oración en silencio) 47 Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, que, en tu sabiduría todo lo diriges, atiende bondadoso nuestras súplicas y protege con tu amor a nuestro Papa Francisco, para que el pueblo cristiano, que Tú gobiernas bajo el cayado de este pastor, crezca en méritos y progrese en la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. D III. Por el pueblo de Dios y sus ministros Oremos también por nuestro Arzobispo Ricardo Tobón, pastor de la Iglesia de Medellín., y por los obispos auxiliares Edgar, Hugo y Elkin; también por los presbíteros y diáconos que colaboran con ellos en el servicio al pueblo de Dios. Y encomendemos también a todos los que en la Iglesia se esfuerzan por construir el Reino de Jesús. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, cuyo Espíritu santifica y gobierna todo el cuerpo de la Iglesia, escucha las súplicas que te dirigimos por tus ministros y haz que, con el don de tu gracia, te sirvamos en todas las cosas con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. D 48 IV. Por los catecúmenos Oremos también por los catecúmenos; que Dios nuestro Señor los ilumine interiormente, les abra con amor las puertas de la Iglesia, y así encuentren, en el bautismo, el perdón de sus pecados y la incorporación plena a Cristo. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, que fecundas sin cesar a tu Iglesia con nuevos hijos; aumenta la fe y la sabiduría en los catecúmenos, para que, al renacer en la fuente bautismal, los cuentes entre tus hijos adoptivos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. D V. Por la unidad de los cristianos Oremos también por todos nuestros hermanos que creen en Cristo, aunque no se profesan católicos; para que Dios, nuestro Señor, reúna y conserve en su única Iglesia a quienes procuran vivir en la verdad. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, que congregas a los dispersos y conservas a los que congregaste, mira con bondad la grey de tu Hijo, para que, a los consagrados por un solo Bautismo, los conserve unidos la integridad de la fe y los una el vínculo de la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén D 49 VI. Por los judíos Oremos también por los judíos, a quienes Dios, nuestro Señor, habló primero, para que se acreciente en ellos el amor de su Nombre y la fidelidad a su alianza. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia, escucha con piedad las súplicas de tu Iglesia, para que el pueblo de la Antigua Alianza, logre alcanzar la plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén D VII. Por quienes no creen en Cristo Oremos igualmente por quienes no creen en Cristo, aunque profesan alguna religión, para que iluminados por el Espíritu Santo, encuentren también ellos el camino de la salvación. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, concede que quienes no creen en Cristo, que, caminando en tu presencia con sinceridad de corazón, encuentren la verdad y por el continuo crecimiento en el amor y por el deseo de conocer más plenamente el misterio de tu vida, seamos más perfectos testigos de tu caridad en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén D 50 VIII. Por quienes no creen en Dios Oremos también por quienes no reconocen a Dios, lo niegan o son indiferentes o agnósticos, para que buscando con sinceridad lo que es recto puedan llegar hasta él. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que deseándote te busquen, y para que al encontrarte descansen en Ti; concédenos que, en medio de las dificultades de este mundo al ver los signos de tu amor y el testimonio de las buenas obras de los creyentes, todos los hombres se alegren al confesarte como único Dios verdadero y Padre de todos.. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén D IX. Por los gobernantes Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, especialmente los de nuestro país, para que Dios, nuestro Señor, según sus designios, los guíe en sus pensamientos y en sus decisiones hacia la paz y libertad de todos los hombres; que trabajen decididamente al servicio de una vida más digna para todos, una distribución más inteligente de las riquezas, y una justicia transparente y eficaz. (Oración en silencio) 51 Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están los corazones de los hombres y el derecho de los pueblos, asiste con bondad a nuestros gobernantes, para que, promuevan en toda la tierra, con tu ayuda, la prosperidad de los pueblos, la libertad religiosa, y una paz duradera. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén D X. Por los que sufren Oremos finalmente, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de toda falsedad, del hambre y de la miseria. Oremos por los que sufren los horrores de la guerra, de las dictaduras crueles, de la tortura, de la persecución y de la violencia. Oremos también por los perseguidos y encarcelados, y por los que son tratados injustamente por los hombres; por las víctimas del racismo, por los enfermos, por los moribundos. (Oración en silencio) Prosigue el sacerdote, con las manos extendidas: ios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fortaleza de los que sufren; escucha las súplicas de los que te invocan en cualquier tribulación, para que todos experimenten en sus necesidades la alegría de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén D 52 ADORACIÓN DE LA SANTA CRUZ Presentación de la santa Cruz V. Este es el árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo R. Vamos a adorarlo. Adoración de la santa Cruz El sacerdote invita a adorar la santa Cruz sosteniéndola elevada durante algunos momentos para que todos los fieles la adoren en silencio. Luego se hace el canto: POSTRADO ANTE LA CRUZ Postrado ante la cruz en la que has muerto y a la que yo también te he condenado, sólo puedo decirte que lo siento, sólo puedo decirte yo te amo. Y te pido perdón por mis errores. Y te pido perdón por mis pecados. /Perdóname, Señor, hoy me arrepiento. Perdóname, mi Dios crucificado/ Yo he cargado de espinas tu cabeza, cuando he vuelto la espalda a mis hermanos. Yo he llenado tu cuerpo de tormentos Cuando a algún semejante he despreciado. Y yo clavo en la cruz tus manos y tus pies. Siempre que a mis amigos yo defraudo. 53 Yo he colmado tu faz de sufrimientos, cuando he visto injusticias y he callado. Yo he sembrado tu alma de amargura al fingir siempre ser un buen cristiano. Yo atravieso tu pecho con la lanza siempre que espero amor y yo no amo. SAGRADA COMUNIÓN ORACIÓN DEL POBRE Vengo ante ti, mi Señor, reconociendo mi culpa; con la fe puesta en tu amor, que tú me das como a un hijo. Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria, despojado de mis cosas, quiero llenarme de ti. Que tu Espíritu, Señor, abrace todo mi ser, /Hazme dócil a tu voz, Transforma mi vida entera/ Puesto en tus manos, Señor; Siento que soy pobre y débil, mas tú me quieres así, yo te bendigo y te alabo. Padre: en mi debilidad Tú me das la fortaleza, Amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón. Dos ministros acompañan al Santísimo Sacramento con cirios encendidos que luego colocan sobre el al altar. El sacerdote, con las manos juntas, dice en alta voz: 54 Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue él solo: Líbranos de todos los males, Padre, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Junta las manos. El pueblo concluye la oración, aclamando: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto: Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre no sea para mí un motivo de juicio y 55 condenación, sino que, por tu bondad, sirva para defensa de mi alma y mi cuerpo y sea remedio de salvación. El sacerdote hace genuflexión, toma una hostia consagrada y, sosteniéndola un poco elevado sobre el copón lo muestra al pueblo, diciendo: Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Y, juntamente con el pueblo, añade: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. LÁVAME CON TU SANGRE Lávame con tu sangre, sana mis heridas, vuelve, escucha mi voz y háblame. Renovar quiero mi entrega, sentir ese amor primero, y decirte que te quiero y conversar. ¡Escúchame! Sentir de nuevo un viento cálido, verme en tus brazos sonreír, entregarte todos mis problemas, volver a ser feliz, ¡Escúchame! 56 Muéstrame tu Palabra, siembra en mi semilla nueva, que quiero ser un fruto de su amor. Líbrame de peligros, guíame por nueva senda, que siento cansancio al caminar. Escúchame. Dame tu pan, tu vino, alimenta mi alma enferma, que vive en anhelos de verdad. Dame tú de esa agua que me da la vida eterna y dime que siempre me amarás. Escúchame. NUEVA GENERACIÓN Yo vengo del sur y del norte del este y oeste, de todo lugar. Caminos y vidas recorro, llevando socorro, queriendo ayudar. Mensaje de paz en mi canto, y cruzo montañas y voy hasta el fin, el mundo no me satisface, lo que busco es paz, lo que quiero es vivir. /Al pecho llevo una cruz y en mi corazón lo que dice Jesús/ Yo sé que no tengo la edad, ni la madurez de quien ya vivió. Más sé que es de mi propiedad buscar la verdad, gritar con mi voz. El mundo va herido y cansado, de un negro pasado, de guerras sin fin, hoy teme la bomba que hizo y la fe que deshizo y espera por mí. 57 Yo quiero dejar mi recado, no tengo pasado, pero tengo amor. El mismo de un Crucificado, que quiso dejarnos un mundo mejor. Yo digo a los indiferentes que soy de la gente que cree en la cruz y creo en la fuerza del hombre que sigue el camino de Cristo Jesús Oración después de la comunión D ios todopoderoso y eterno, tú que nos restauraste por la bienaventurada muerte y resurrección de tu Cristo, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que vivamos siempre en tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. Para despedir al pueblo, el sacerdote, de pie, mirando hacia el pueblo y con las manos extendidas sobre él, dice la siguiente oración: Oración sobre el pueblo S eñor, te rogamos que descienda una copiosa bendición sobre tu pueblo, que ha celebrado la muerte de tu Hijo, en la esperanza de su Resurrección; venga sobre él tu perdón, concédele tu consuelo, auméntale la fe y reafírmalo por la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. Y todos se retiran en silencio. 58 VIERNES SANTO SIETE PALABRAS Y SANTO SEPULCRO CLAMAMOS Hay momentos en la vida en que queremos ver atrás es preciso pedir ayuda para poder continuar. /Y clamamos al nombre de Jesús y clamamos al nombre de Jesús y clamamos al nombre de, al nombre de Jesús él es nuestra ayuda al llevar la cruz/ ORACIÓN PARA COMENZAR Al Calvario hay que llegar porque Cristo, nuestra Luz, hoy también nos quiere hablar desde el ara de la Cruz. ¡Virgen de dolores y Madre mía! Que, como Tú, acompañe yo siempre a tu Hijo en vida, redención y muerte. Y después de glorificado en la tierra, le glorifique por toda la eternidad, junto a Él y junto a Ti. Te lo pido por tu aflicción y martirio, al pie de la Cruz. Asísteme siempre especialmente en este último momento del combate cristiano que abrirá la eternidad feliz, en compañía de tu Hijo. Así sea. 59 PRIMERA PALABRA “PADRE PERDÓNALOS POR QUE NO SABEN LO QUE HACEN” DEL EVANGELIO DE SAN LUCAS (23,33-34) “Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen». Se repartieron sus vestidos, echando a suertes”. Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús UNA VEZ MÁS REZARÉ Una vez más rezaré de rodillas me pondré de seguro una vez más Él me perdona. Le diré que lucho en vano que pequé, pues soy humano de seguro una vez más Él me perdona. /Para Dios que conoció la tentación, del amigo la traición, yo no dudo me perdonas Dios amigo/ Dios Amor. Yo vi sufrir a mi hermano Cuando bastaba la mano de seguro también eso Él me perdona. Murió pobre y desahuciado y yo con los brazos cruzados de seguro también eso Él me perdona. 60 Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la cruz para pagar con tu sacrificio la deuda de mis pecados, y abriste tus divinos labios para alcanzarme el perdón de la divina justicia: ten misericordia de todos los hombres que están agonizando y de mí cuando me halle en igual caso: y por los méritos de tu preciosísima Sangre derramada para mi salvación, dame un dolor tan intenso de mis pecados, que expire con él en el regazo de tu infinita misericordia. Amén. SEGUNDA PALABRA “HOY ESTARAS CONMIGO EN EL PARAISO” DEL EVANGELIO DE SAN LUCAS (23,39-43) “Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino». Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso»”. Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús 61 TUYO SOY Yo no soy nada y del polvo nací, pero Tú me amas y moriste por mí. Ante la cruz sólo puedo exclamar: Tuyo soy, tuyo soy. Toma mis manos, te pido, Toma mis labios, te amo, Toma mi vida, oh Padre, Tuyo soy, tuyo soy. Cuando de rodillas te miro, oh Jesús, veo tu grandeza y mi pequeñez. ¿Qué puedo darte yo? Sólo mi ser. Tuyo soy, tuyo soy. Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y con tanta generosidad correspondiste a la fe del buen ladrón, cuando en medio de tu humillación redentora te reconoció por Hijo de Dios, hasta llegar a asegurarle que aquel mismo día estaría contigo en el Paraíso: ten piedad de mí y por los méritos de tu sangre preciosísima, no permitas que me aparte de ti y pueda entregarme a construir en la tierra tu Reino, tu Paraíso y alcanzar el premio de tu eterna compañía. Amén. 62 TERCERA PALABRA “MUJER HE AHÍ A TU HIJO, HIJO HE AHÍ A TU MADRE” DEL EVANGELIO DE SAN JUAN (19,25-27) “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofas, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús DIARIO DE MARÍA Te miro a los ojos y entre tanto llanto parece mentira que te hayan clavado. Que seas el pequeño al que he acunado, y que se dormía tan pronto en mis brazos, el que se reía al mirar el cielo y cuando rezaba se ponía serio. Sobre este madero veo aquel pequeño que entre los doctores hablaba en el templo, que cuando pregunté, respondió con calma que de los asuntos de Dios, se encargaba. Ese mismo niño, el que está en la cruz, el Rey de los hombres, se llama Jesús. 63 Ese mismo hombre ya no era un niño cuando en esa boda le pedí más vino. Que dio de comer a un millar de gente y a pobres y enfermos los miró de frente. Rió con aquellos a quienes más quiso, y lloró en silencio, al morir su amigo. Ya cae la tarde, se nublan los cielos, pronto volverás a tu Padre Eterno. Duérmete pequeño, duérmete mi niño, que yo te he entregado todo mi cariño. Como en Nazareth, aquella mañana, ¡He aquí tu sierva, he aquí tu esclava! Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y, olvidándote de tus tormentos, me dejaste con amor y comprensión a tu Madre dolorosa, para que en su compañía acudiera yo siempre a Ti con mayor confianza: por el eterno martirio de tu madre amantísima, aviva en mi corazón la capacidad de compasión hacia quien sufre y de imitar a María quien esperó contra toda esperanza. Amén. 64 CUARTA PALABRA “DIOS MIO, DIOS MIO ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?” DEL EVANGELIO DE SAN MARCOS (15,33-34) “Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.cA la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», que quiere decir- «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»” Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús PARA QUÉ ME SIRVE Para qué me sirve ganar el mundo entero Ganar el mundo entero, si te pierdo a ti Para qué me sirve, ganar el mundo entero Si te pierdo a ti, si te pierdo a ti De nada me sirve, de nada me sirve Ganar el mundo entero, si te pierdo a ti Para que me sirve, ganar el mundo entero Si pierdo la paz, si pierdo la paz Para que me sirve, ganar el mundo entero Si pierdo la paz, si pierdo la paz De nada me sirve, de nada me sirve Ganar el mundo entero, si pierdo la paz Para que me sirve, ganar el mundo entero Si pierdo mi libertad, si pierdo mi libertad Para qué me sirve, ganar el mundo entero Si pierdo mi libertad, si pierdo mi libertad 65 De nada me sirve, de nada me sirve De nada me sirve, si pierdo mi libertad (Hablado) Para qué me sirven tantas cosas Tantas idas y vueltas De que me sirve todo el dinero del mundo Todo el placer, todo el poder, todo el éxito Si me pierdo a mí mismo Si no logro encontrarte, Señor. De qué me sirve ganar el mundo entero Si pierdo la alegría, si pierdo la alegría Para qué me sirve, si te pierdo a ti Si te pierdo a ti, de nada me sirve De nada me sirve, si te pierdo a ti Si te pierdo a ti, de nada me sirve De nada me sirve, ganar el mundo entero Si te pierdo a ti, de nada me sirve De nada me sirve De nada me sirve De nada me sirve Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y tormento tras tormento, además de tantos dolores en el cuerpo, sufriste con invencible paciencia la más profunda aflicción interior, el abandono de tu eterno Padre; concédeme que sufra con paciencia todos los sufrimientos, soledades y contradicciones de una vida en tu servicio, para compartir contigo tu triunfo eterno. Amén 66 QUINTA PALABRA “TENGO SED” DEL EVANGELIO DE SAN JUAN (19,28) “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: «Tengo sed».” Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús NO HAY PAREDES Quiero llevarte a todo lugar conmigo quiero que entre la gente seas conocido yo de ti no me avergüenzo eres mi Dios quiero llevar tu voz por todo camino y de tu amor hablar con desconocidos al lugar donde trabajo a la escuela y donde viajo te quiero llevar... Fuera del templo y la religión por todo pueblo y toda región entre las gentes que vagan hoy sin rumbo fijo sin dirección entre las plazas de mi ciudad en donde hay tanta necesidad por todas partes te llevaré pues no hay paredes que te puedan esconder Quiero que en todas partes estés conmigo en mis conversaciones con mis amigos 67 quiero que tú seas el centro de atención quiero que seas el punto de referencia y caminar consiente de tu presencia al hacer un comentario en mis platicas a diario tú debes estar Mi amigo siempre tu serás conmigo siempre tu estarás conmigo yo te llevaré a cualquier lugar. Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz, y no contento con tantos oprobios y tormentos, deseaste padecer más para que todos los hombres se salven, ya que sólo así quedará saciada en tu divino Corazón la sed de almas; concédeme tal deseo de caridad y amor que unido a ti y a la Iglesia pueda ayudarte a apagar la sed, que tantos hombres y mujeres, tienen de ti. Amén. SEXTA PALABRA “TODO ESTA CUMPLIDO” DEL EVANGELIO DE SAN JUAN (19,29-20) “Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu.” Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús 68 TE ALABO EN VERDAD Aun en la tormenta aun cuando arrecie el mar te alabo, te alabo en verdad Aun lejos de los míos aun en mi soledad te alabo, te alabo en verdad /Pues solo a ti te tengo pues Tú eres mi heredad te alabo, te alabo en verdad/ Aun sin muchas palabras aunque no sé alabar te alabo, te alabo en verdad Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz, y desde su altura de amor y de verdad proclamaste que ya estaba concluida la obra de la redención, haz que en mi entrega a la obra salvadora de Dios en el mundo, cumpla mi misión sobre la tierra, y al final de mi vida, haber podido entregarlo todo por Ti. Amén. SÉPTIMA PALABRA “PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU” 69 DEL EVANGELIO DE SAN LUCAS (23, 44-46) “Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.” Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor, Jesús Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz, y aceptaste la voluntad de tu eterno Padre, resignando en sus manos tu espíritu, para inclinar después la cabeza y morir; concédeme que te ofrezca con amor el sacrificio de mi vida en reparación de mis pecados y faltas y una perfecta conformidad con tu divina voluntad para vivir y morir como mejor te agrade, siempre mi alma en tus manos. Amén. REFLEXIÓN DURANTE LA PROCESIÓN A mi lado, Señor, hay quien dice: “¡No hay Dios!” Mis ojos han visto hombres que se ríen y mofan de ti. Yo sé de hombres y mujeres, Señor, que pasan de largo ante ti. Yo sé de jóvenes, Señor, que nunca te buscaron, ni se inquietan por dar a sus vidas un sentido de trascendencia. Sus vidas gritan, claman: “¡Dios no existe; no lo he visto!” 70 Señor, siento que mienten cuando niegan tu existencia, pues he visto sus vidas manejadas por mil “dioses” falsos; he visto cómo el ídolo del dinero les asfixia y esclaviza; cómo el ídolo del placer les domina y lanza en la basura; he visto cómo el ídolo de la droga los lleva hasta la muerte; he visto cómo el ídolo del juego les hace vivir de sorpresa en sorpresa; he visto cómo la violencia les lleva a matar todo lo que tocan; he visto cómo lo superficial, de lo vacío les lleva hasta el hastío. Y dicen con mentira: “No hay Dios”; y dicen que “no necesitan de Dios”. Señor cuando tú faltas en nuestras vidas nos volvemos salvajes; cuando el hombre prescinde de ti su conducta se hace insoportable; cuando el hombre se aparta de tu ley se sume en la ley de los sin ley; cuando el hombre se aleja de ti en su vida aparecen los ídolos – tiranos. Sin ti, Señor, la libertad se vuelve libertinaje; sin ti, Señor, el amor se vuelve egoísmo insaciable y demoledor; sin ti, Señor, el corazón se hincha de soberbia y prepotencia; sin ti, Señor, los otros se convierten en enemigos que hay que abatir. Cuando tú faltas del corazón del hombre, la vida se vuelve absurda; cuando dejas de ser tú el principio que anima la existencia, el comportamiento del hombre se hace ley de selva. Cuando el corazón no te ama, cuando la vida no cuenta contigo; cuando el hombre deja de ser religioso, abierto 71 a ti, el hombre, Señor, vive sin normas, sin leyes, sin respeto. Señor, sin tu presencia el mal que nos rodea se hace ley; sin tu presencia no cuenta el hombre, sino el poder y más poder; sin tu presencia el corazón se entrampa, se mete en juego sucio; sin tu presencia todo está permitido con tal que el egoísmo crezca. Donde está el odio y la venganza, Señor, allí no estás tú; donde están la suciedad y la lujuria desenfrenadas, allí no estás tú; donde está el orgullo, la soberbia y la prepotencia, allí no estás tú; Señor, donde está la mentira y la calumnia, allí no estás tú; donde está el miedo y la opresión, allí no estás tú. Señor, “no hay Dios” cuando dejamos de querer; no existes en nuestras vidas, cuando nos damos al orgullo; te haces extraño cuando el egoísmo es la ley de convivencia; “no hay Dios” cuando el rencor y la envidia habitan nuestra vida. Señor, mira todas estas fallas en las que te seguimos matando.... mira lo que es el hombre cuando faltas tú. Danos, Señor, capacidad de amar y perdonar a nuestro hermano; danos capacidad de vivir compartiendo con el que necesita; danos capacidad de acoger y comprender al hombre solo; entonces, con nuestra vida, diremos: ¡DIOS EXISTE: ES AMOR! 72 SÁBADO SANTO LA SOLEDAD DE MARÍA VIA MATRIS La Santísima Virgen vuelve desde el Sepulcro a su casa, Via Crucis Desandado DEDICATORIA A MARÍA Déjanos seguir contigo desde el sepulcro al cenáculo el camino doloroso de tu soledad u llanto. Desahoga, Madre nuestra tu corazón angustiado rosa de siete puñales por nuestros siete pecados. Repite el diálogo interno con tu hijo bienamado, muerto a los ojos del mundo y, para ti, descansando. De tu voz aprenderemos la fe, la esperanza, el cántico triunfal de amor renacido tras las tinieblas del sábado. (Después de cada estación se reza un ave María) XIV Estación: Jesús fue puesto en el Sepulcro Detrás de la losa, queda tu corazón destrozado semilla de amor eterno, dormido y siempre velando. Cómo me duele dejarte. Te quisiera en mi regazo y estar contigo en tu sueño, que mi ansiedad hace largo. Sé que pronto te veré glorioso resucitado, y mi fe es el arco iris en la lluvia de mi llanto. Para aquellos, Hijo Mío, que el dolor embarcaron, tu sepulcro sé la estrella que los lleve a puerto salvos. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. 73 XIII Estación: Jesús fue puesto en mis brazos Aquí estuviste, Hijo mío, como la flor de su tallo. Flor deshojada, sangrienta en el dolor de mis brazos. Aquí cubrieron de mirra -¡ay, recuerdo de los Magos!-, la púrpura de tus llagas, llagas que en mí se han quedado. Fina sábana de nieve veló tu cuerpo adorado, y tu faz, mi sol, mi espejo se ocultó tras un sudario. Benditos los que adivinan, tras la llaga del hermano, tu divino rostro vivo que espera amor y cuidado. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. XII Estación: Mi Jesús murió en la Cruz Aquí, la Cruz... Aquí el grito: "¡Todo está consumado...!" la tiniebla, el terremoto y la lanza perforando tu corazón y mi pecho con el mismo hierro insano. Aquí me entregaste al hombre verdugo por el pecado, como hijo pequeñito nacido de sangre y llanto, hijo tan distinto a ti, pero, en mi carne, tu hermano. Que las penas de su cruz ¡hay tantos hombres ingratos! no olviden que soy su Madre y que mucho me costaron. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. XI Estación: Mi recuerdo de los clavos Sobre la roca tendieron la cruz para desclavarlo. Yo les rogaba: -¡Por Dios, no le lastimen las manos! 74 ... Y estaban duras y frías, ellas que hicieron milagros y, tantas veces, filiales, con amor me acariciaron. Manos de mi Dios, heridas y, como sus pies, de mármol. Manos y pies de mi Niño, por obediencia entregados. Que si dejaron la cruz es por ir apresurados a quitarte, pecador, de tus miserias los clavos. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. X Estación: Cuando desnudaron a Jesús Sobre esta Piedra, a los dados, la militar compañía se jugó la blanca túnica por mis desvelos tejida. Del lino de mis amores virginales parecía, pero quedó con su sangre lumbre de azotes, teñida. Lo vi desnudo, inocente, mientras la plebe reía. Total entrega de Dios por su criatura caída. ¡Ay, si el pecado del mundo despojado, en carne viva, penitente se cubriera con la vergüenza divina...! Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. IX Estación: Cuando vi caer a Jesús por tercera vez. Dejadme besar la tierra, porque, al llegar al Calvario, también besó mi Niño tercera vez derribado. ¡Era tan dura la carga y tan cruel el populacho! Era llevar en los hombros lo más terrible: el pecado. Y cayó, cayó de bruces... Yo vi sus divinos labios, en un beso doloroso, de polvo y sangre manchados. 75 Polvo del hombre, miseria y sangre de Dios, juntando en ósculo de perdón el cielo y el mundo ingrato. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. VIII Estación: Cuando Jesús consoló a las mujeres Y se fueron las mujeres que por mi Jesús lloraron. Las calles huelen a miedo bajo el cielo encapotado. Si en el leño verde el fuego del furor rompió en estragos, ¿qué será en el leño seco por la plaga del pecado? ¿Mujeres que lloren? ¡No! Faltan en el mundo llantos viriles que reconozcan las voces que claudicaron. ¡Hombres del mundo, llorad mientras dura el Viernes santo, porque sintáis el consuelo de Cristo resucitado! Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. VII Estación: Donde Jesús cayó por segunda vez El crepúsculo se apaga y, en la callejuela angosta, como en conciencia culpable, se han dad cita las sombras. Aquí tropezó Jesús - ¡las almas son tan tortuosas! y, segunda vez, la tierra probó el sabor de las rosas. Que el Amor es insistente cuando en verdad se enamora y dos veces, traicionado una y otra vez perdona.Por alzar a los caídos, Jesús probó la derrota y a mí me nombró refugio de los que, caídos, lloran. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. 76 VI Estación: Cuando una mujer piadosa enjugó el rostro de Jesús En esta tarde de llanto, en mi soledad más sola, es una luz de esperanza recordar a la Verónica. El rostro que fue mi espejo, mi sol, se ocultaba en sombras de sangre, sudor, salivas, polvo y divina congoja. Una mujer, como yo, valiente rompió la tropa y enjugó la faz amada con la nieve de su toca. Pintado en sangre quedó el rostro que me enamora y, pintado en mis pupilas, el llanto no me lo borra. Hacia cualquiera que miro, la semejanza me asombra: todos los rostros del mundo se le parecen ahora. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. V Estación: Mi gratitud al Cirineo A Simón el Cirineo detuvieron los soldados. Sudor y polvo traía como ofrenda de los campos. Mi Jesús era gavilla redentora de cansancio, y del peso de su cruz tuvo a bien participarnos. Simón recibió el madero, primeramente con asco. Poquito a poco, el camino le floreció de entusiasmo. Porque ir junto a mi Hijo en el sufrimiento humano, es hallar al fin la gloria, es a Él y a mí encontrarnos. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. 77 IV Estación: Cuando me encontré con Él Era difícil seguir de cerca a Jesús atado. Unidos al dolor, lejos en el cuerpo estábamos. Pero mi amor maternal se atrevió entre el populacho y pude mirar..., mirarme en los ojos de mi amado. Vivo aún de esa mirada, que retuvo el viril llanto por no doblar la agonía deshojada en mi regazo. Mirada firme de amor, que sellara el holocausto de nuestros dos corazones por ti, que estás escuchando. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. III Estación: Cuando mi Jesús cayó por primera vez ¡Mirad si queda en el suelo alguna gota de sangre! La recogerá la copa de mis besos maternales. Porque, al salir del Pretorio alguien se atrevió a empujarle y cayó, Varón de burlas, absolviendo a los culpables. ¡Mirad si quedó en el suelo alguna gota de sangre! ¡Estaba tan malherido...! ¡El madero era tan grande...! ¡que nadie ponga tropiezos a quien su miseria cargue por este mundo de cruces dolorosas y ambulantes! Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. 78 II Estación: Cuando Jesús recibió la Cruz Sobre sus hombros pusieron el leño de la victoria. Él, carpintero, sabía de maderas olorosas. Y la levantó triunfante, como levanta a su esposa el amante enamorado en la noche de sus bodas. ¡Aborrecerla o amarla? En esta vía dolorosa, la cruz se clavó por siempre en mi corazón, muy honda. Cruz de Jesús y del hombre, divina cruz redentora, ligero yugo amoroso, ¡puente que lleva a la Gloria! Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. I Estación: Cuando condenaron a muerte a Jesús Anda suelto en la ciudad un silencioso homicida. Mi hijo pagó el rescate con su corona de espinas y, por que nada faltara, ofreció vida por vida. Pilato quiso lavar con agua su cobardía y su nombre, para siempre, se quedará como estigma de quien, por temor al mundo, al mismo Dios crucifica. Ahora, frente al Pretorio, la plaza duerme vacía. Un agrio remordimiento en las conciencias vigila. - ¡Resucitará? ...Preguntan. Sólo yo sufro tranquila. Sólo yo... Mis compañeras, las dulces, fieles Marías, quieren llevar al sepulcro, el domingo, aceite y mirra. Yo seré, en el mundo a oscuras, la sola luz encendida. Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores 79 ÚLTIMO DESEO Déjanos seguir contigo por el Vía Crucis, Señora, de nuestra vida doliente, sin tu amor más angustiosa. Podemos ser los Pilatos; los Cirineos, las Verónicas, los ladrones, los soldados, los fariseos, las llorosas, mujeres, el populacho voluble como las olas; podremos ser Judas, Pedro... Tú sabes bien nuestra historia. Mas, eres dulce refugio, Madre de Misericordia. Déjanos seguir contigo fieles hoy y hasta la hora sorpresiva de la muerte. ¡Amén Madre Dolorosa! ¡Amén por esa alegría que ya te anuncia la aurora! Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores. Dios te salve, Reina y madre de misericordia... DOLOROSA Dolorosa de pie Junto a la cruz, /Tú conoces nuestras penas, Penas de un pueblo que sufre/ Dolor de los cuerpos que sufren enfermos, El hambre de gentes que no tienen pan, Pobreza de muchos sin libro en las manos, La pena del triste que está en soledad. El llanto de aquellos que suman fracasos, Tragedia de niños que ignoran reír, El drama del hombre que fue marginado, Cansancio de brazos en lucha sin fin. 80 SÁBADO SANTO VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA Según antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor (Ex 12,42). Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc. 12,35-37), deben asemejarse a los criados que, con las lámparas encendidas en sus manos, esperan el retorno de su señor, para que cuando llegue les encuentre en vela y los invite a sentarse a su mesa. PRIMERA PARTE BENDICIÓN DEL FUEGO Y PREPARACIÓN DEL CIRIO El sacerdote saluda al pueblo del modo acostumbrado: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amén. Bendice el fuego con las manos extendidas. Oremos ios nuestro, que por medio de tu Hijo comunicas el fuego de tu luz a los que creen en ti, santifica por este fuego nuevo, y concédenos que, gracias a estas fiestas pascuales, seamos de tal manera inflamados en deseos celestiales, que podamos llegar con un corazón puro a las fiestas de la luz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. D 81 Concluida la bendición del fuego nuevo, un ministro acerca el cirio pascual ante el sacerdote. Mientras tanto se dice: 1. Cristo ayer y hoy, (Marca la línea vertical de la cruz) 2. Principio y fin, (Marca la línea horizontal de la cruz) 3. Alfa (Marca la letra alfa en la parte superior de la cruz) 4. Y omega. (Marca la letra omega en la parte inferior de la cruz) 5. Suyo es e l tiempo (Marca en el ángulo superior izquierdo la primera cifra del año actual) 6. Y la eternidad. (Marca en el ángulo superior derecho la segunda cifra del año actual ) 7. A él la gloria y el poder, (Marca en el ángulo inferior izquierdo la tercera cifra) 8. Por los siglos de los siglos. Amén. (Marca en el ángulo inferior derecho la última cifra del año actual) Acabada la inscripción de la cruz y de los otros signos, el sacerdote puede fijar en el cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, mientras dice: 82 1. Por sus santas llagas 2. gloriosas 3. nos proteja 4. y nos guarde 5. Jesucristo nuestro Señor. Amén. 1 4 2 3 El sacerdote canta en tres oportunidades: V. Luz de Cristo. R. /Demos gracias al Señor, demos gracias, demos gracias al Señor/ Pregón Pascual P. Exulten los coros de los ángeles exulte la asamblea celeste, y un himno de gloria aclame el triunfo del Señor resucitado. Alégrese la tierra inundada por la nueva luz; el esplendor del rey destruyó las tinieblas, Bis A destruyó las tinieblas, las tinieblas del mundo Que se alegre nuestra Madre la Iglesia resplandeciente de la gloria de su Señor y que en este lugar resuene unánime la aclamación de un pueblo en fiesta. El Señor esté con ustedes, A. Y CON TU ESPÍRITU. 83 5 P. Levantemos el corazón, A. LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR. P. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. A. ES JUSTO Y NECESARIO. | (Bis) P. Realmente es justo y necesario, exaltar con el canto la alegría del espíritu, y elevar un himno al Padre Todopoderoso y a su único Hijo, Jesucristo. Él ha pagado por todos al eterno Padre la deuda de Adán, y con su sangre, derramada por amor, ha cancelado la condena antigua del pecado. Esta es la Pascua en que se inmola el Cordero. Esta es la noche en que fueron liberados nuestros padres de Egipto. Esta es la noche que nos salva de la oscuridad del mal. Esta es la noche en que Cristo ha vencido la muerte y del infierno retorna victorioso. P. ¡Oh admirable condescendencia de tu amor! 84 Bis A ¡Oh incomparable ternura y caridad! por rescatar al esclavo has sacrificado al Hijo. Sin el pecado de Adán Cristo no nos habría rescatado. ¡Oh feliz culpa! que mereció tan grande redentor, ¡Oh feliz culpa! ¡Oh noche maravillosa, en que despojaste al Faraón y enriqueciste a Israel! ¡Oh noche maravillosa, tú sola conociste la hora en que Cristo resucitó! ¡Oh noche que destruyes el pecado y lavas todas nuestras culpas! ¡Oh noche realmente gloriosa que reconcilias al hombre con su Dios! Esta es la noche en que Cristo ha vencido la muerte y del infierno retorna victorioso. En esta noche acepta, Padre Santo, este sacrificio de alabanza que la Iglesia te ofrece por medio de sus ministros, en la liturgia solemne de este cirio que es signo de la nueva luz. 85 Bis A Te rogamos, Señor, que este cirio ofrecido en honor de tu nombre brille radiante; llegue hasta Ti como perfume suave, se confunda con las estrellas del cielo; lo encuentre el lucero de la mañana, esa estrella que no conoce el ocaso; que es Cristo tu Hijo, resucitado, resucitado de la muerte. Amén, amén, amén. Bis A SEGUNDA PARTE LITURGIA DE LA PALABRA Se apagan los cirios y todos se sientan. Antes de empezar las lecturas, el sacerdote exhorta a los fieles con éstas palabras: Hermanos: Después de haber comenzado solemnemente esta Vigilia Pascual, escuchemos ahora con atención la Palabra de Dios. Meditemos cómo Dios obró grandes maravillas de salvación a favor de su pueblo y cómo, en la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo como Redentor. Oremos para que nuestro Dios lleve a su plenitud la redención, por el Misterio Pascual. 86 PRIMERA LECTURA Lectura del libro del Génesis 1, 1—2, 2 Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tinieb1a. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: —«Que exista la luz.» Y la luz existió. Y vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla; llamó Dios a la luz «Día»; a la tiniebla, «Noche». Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero. Y dijo Dios: —«Que exista una bóveda entre las aguas, que separe aguas de aguas.» E hizo Dios una bóveda y separó las aguas de debajo de la bóveda de las aguas de encima de la bóveda. Y así fue. Y llamó Dios a la bóveda «Cielo». Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo. Y dijo Dios: —«Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo sitio, y que aparezcan los continentes.» Y así fue. Y llamó Dios a los continentes «Tierra», y a la masa de las aguas la llamó «Mar». Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: —«Verdee la tierra hierba verde que engendre semilla, y árboles frutales que den fruto según su especie y que lleven semilla sobre la tierra.» Y así fue. La tierra brotó hierba verde que engendraba semilla según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla según su especie. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero. Y dijo Dios: —«Que existan lumbreras en la bóveda del cielo, para separar el día de la noche, para señalar las 87 fiestas, los días y los años; y sirvan de lumbreras en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra.» Y así fue. E hizo Dios dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche, y las estrellas. Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la noche, para separar la luz de la tinieb1a. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto. Y dijo Dios: —«Pululen las aguas un pulular de vivientes, y pájaros vuelen sobre la tierra frente a la bóveda del cielo.» Y creó Dios los cetáceos y los vivientes que se deslizan y que el agua hizo pulular según sus especies, y las aves aladas según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: —«Creced, multiplicaos, llenad las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra.» Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto. Y dijo Dios: —«Produzca la tierra vivientes según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras según sus especies.» Y así fue. E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales domésticos según sus especies y los reptiles según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: —«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra.» Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: —«Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.» 88 Y dijo Dios: —«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento.» Y así fue. Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto. Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos. Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día séptimo de todo el trabajo que había hecho. Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor SALMO RESPONSORIAL 103 R/ Oh Señor, envía tu Espíritu, y renueva la faz de la tierra. Oh Señor, que mi alma te bendiga, oh Dios, tú eres grande; vestido de esplendor y belleza. R/ Sobre el agua construyes tus moradas, oh Dios, en las alturas; y en alas del viento tú caminas. R/ Es el viento quien lleva tus mensajes, oh Dios, por los espacios; y tienes un esclavo en el fuego. R/ 89 Con los frutos que vienen de la tierra, oh Dios, nos alimentas; tú haces germinar el pan nuestro. R/ Oremos h Dios, que maravillosamente creaste al hombre, y más admirablemente aún lo redimiste, perseverar en tal disposición de espíritu que merezcamos alcanzar las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. O SEGUNDA LECTURA Lectura del libro del Éxodo 14, 15—15, 1 En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: —«¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros. Sabrán los egipcios que yo soy el Señor, cuando me haya cubierto de gloria a costa del Faraón, de sus carros y de sus guerreros.» Se puso en marcha el ángel del Señor, que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa, y transcurrió toda la noche sin que los 90 ejércitos pudieran trabar contacto. Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar, y se dividieron las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda. Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos del Faraón y los carros con sus guerreros. Mientras velaban al amanecer, miró el Señor al campamento egipcio, desde la columna de fuego y nube, y sembró el pánico en el campamento egipcio. Trabó las ruedas de sus carros y las hizo avanzar pesadamente. Y dijo Egipto: —«Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor contra Egipto.» Dijo el Señor a Moisés: —«Extiende tu mano sobre el mar, y vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes.» Y extendió Moisés su mano sobre el mar; y al amanecer volvía el mar a su curso de siempre. Los egipcios, huyendo, iban a su encuentro, y el Señor derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejército del Faraón, que lo había seguido por el mar. Ni uno solo se salvó. Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar; las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda. 91 Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios muertos, en la orilla del mar. Israel vio la mano grande del Señor obrando contra los egipcios, y el pueblo temió al Señor, y creyó en el Señor y en Moisés, su siervo. Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este canto al Señor: SALMO RESPONSORIAL Ex 15 /Pues tu glorioso eres, Señor, y tu nombre es digno de alabar. Haz mi corazón puro y santo ante ti, yo te adoro con todo mi corazón/. Yo te adoro, Señor, con todo mi ser, yo con salmos te alabaré. Yo te adoro, Señor, con todo mi ser, todo el día te alabaré. Pues tu glorioso... /Yo te amo (2), yo confío en ti (2). Yo te amo (2), en la roca me refugiaré/. /Cantaré al Señor por siempre, su diestra es todo poder/. /Ha echado a la mar, quien los perseguía, jinete y caballo ha echado a la mar/. Echó a la mar los carros del faraón, oh, oh, oh, oh. Hey, hey. La, la, la.... 92 /Mi Padre es Dios y yo le exalto, mi Padre es Dios y le exaltaré/. Echó a la mar los carros del faraón, oh, oh, oh, oh. Hey, hey. La, la, la.... Pues tu glorioso... Oremos h Dios, cuyas antiguas maravillas vemos brillar también en nuestros tiempos, pues de la misma manera como manifestabas tu poder al librar a un solo pueblo de la persecución del Faraón, hoy obras la salvación de todas las naciones haciéndolas renacer por la aguas del Bautismo; concede al mundo entero contarse entre los hijos de Abrahán y participar de la dignidad del pueblo elegido. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. O TERCERA LECTURA Lectura del libro de Baruc 3, 9-15. 32—4, 4 Escucha, Israel, mandatos de vida; presta oído para aprender prudencia. ¿A qué se debe, Israel, que estés aún en país enemigo, que envejezcas en tierra extranjera, que estés contaminado entre los muertos, y te cuenten con los habitantes del abismo? Es que abandonaste la fuente de la sabiduría. Si hubieras seguido el camino de Dios, habitarías en paz para siempre. Aprende dónde se encuentra la prudencia, 93 el valor y la inteligencia; así aprenderás dónde se encuentra la vida larga, la luz de los ojos y la paz. ¿Quién encontró su puesto o entró en sus almacenes? El que todo lo sabe la conoce, la examina y la penetra. El que creó la tierra para siempre y la llenó de animales cuadrúpedos; el que manda a la luz, y ella va, la llama, y le obedece temblando; a los astros que velan gozosos en sus puestos de guardia, los llama, y responden: «Presentes», y brillan gozosos para su Creador. Él es nuestro Dios, y no hay otro frente a él; investigó el camino de la inteligencia y se lo enseñó a su hijo, Jacob, a su amado, Israel. Después apareció en el mundo y vivió entre los hombres. Es el libro de los mandatos de Dios, la ley de validez eterna: los que la guardan vivirán; los que la abandonen morirán. Vuélvete, Jacob, a recibirla, camina a la claridad de su resplandor; no entregues a otros tu gloria, ni tu dignidad a un pueblo extranjero. ¡Dichosos nosotros, Israel, que conocemos lo que agrada al Señor! Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor SALMO RESPONSORIAL 18 R/ Señor, tú tienes palabras de vida eterna. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/ 94 Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R/ La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/ Más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila. R/ Oremos h Dios, que haces crecer continuamente, con hijos llamados de todas las naciones, a tu Iglesia, concede siempre la seguridad de tu protección a quienes purificaste con las aguas del Bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. Estando todos de pie, se encienden los cirios del altar mientras el sacerdote entona el Gloria, que todos prosiguen; mientras tanto, de acuerdo con las costumbres del lugar, se tocan las campanas. O Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, 95 Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Amén. Oremos ios nuestro, que haces resplandecer esta noche santa con la gloria del Señor resucitado, aviva en tu Iglesia el espíritu filial para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R. Amén. D 96 EPÍSTOLA Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 3-11 Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya. Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado. Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor Terminada la lectura del Apóstol, todos se ponen de pie y el sacerdote entona solemnemente, tres veces, elevando gradualmente la voz, el Aleluya, que todos repiten. 97 SALMO RESPONSORIAL 117 R/ Aleluya, aleluya, aleluya Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. R/ La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R/ La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. R/ ALELUYA /Cada mañana al despertar y por la noche al descansar agradezco tus bondades a mi vida por todo lo que me permites disfrutar / // Aleluya / agradecido estoy por tu bondad / 98 EVANGELIO Lectura del santo evangelio según san Mateo 28,1-10 En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: "Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: Ha resucitado, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis". Mirad, os lo he anunciado. Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro: impresionadas y llenas de alegría corrieron a anunciarlo a sus discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "Alegraos". Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: "No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán". Palabra del Señor R/ Gloria a ti, Señor, Jesús 99 TERCERA PARTE LITURGIA BAUTISMAL Letanías Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad Señor, ten piedad. Santa María, Madre de Dios, R/ Ruega por nosotros. San Miguel R/ Santos ángeles de Dios R/ Rueguen por nosotros. San Juan Bautista R/ San José R/ Santos Pedro y Pablo R/ Rueguen por nosotros. San Andrés R/ San Juan R/ Santa María Magdalena R/ San Esteban R/ San Ignacio de Antioquía R/ San Lorenzo R/ Santas Perpetua y Felicidad R/ Rueguen por nosotros. Santa Inés R/ San Gregorio Magno R/ San Agustín R/ San Atanasio R/ San Basilio R/ San Martín de Tours R/ 100 San Benito R/ Santos Francisco y Domingo R/ Rueguen por nosotros. San Francisco Javier R/ San Juan María Vianney R/ Santa Catalina de Siena R/ Santa Teresa de Jesús R/ Beato Juan Pablo II R/ Santa Laura Montoya R/ Beato Mariano de Jesús Eusse R/ Beato Jesús Antonio Gómez R/ Santa Gertrudis R/ Todos los santos y santas de Dios R/ Rueguen por nosotros. Muéstrate propicio, R/Líbranos, Señor. De todo mal, R/ De todo pecado, R/ De la muerte eterna, R/ Por tu Encarnación, R/ Por tu Muerte y Resurrección, R/ Por la efusión del Espíritu Santo, R/ Nosotros, que somos pecadores, R/ Te rogamos, óyenos Para que por la gracia del Bautismo concedas a estos elegidos renacer a la nueva vida: R/ Te rogamos, óyenos Jesús, Hijo del Dios vivo. R/ Te rogamos, óyenos Cristo, óyenos. R/Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. R/Cristo, escúchanos. 101 El sacerdote dice la siguiente oración, con las manos juntas: ios todopoderoso y eterno, que tu piedad inmensa se haga presente en estos Sacramentos; y, a fin de que nuevos pueblos sean regenerados, envía el espíritu de adopción para que, por tu poder, se realice plenamente el misterio confiado a nuestro humilde servicio. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén. D Bendición del agua bautismal Luego el sacerdote, con las manos extendidas, bendice el agua bautismal con la siguiente oración: Oh Dios, que con tu poder invisible realizas obras admirables por medio de los signos sacramentales, y de diversos modos te has servido de tu creatura, el agua, para que significara la gracia del bautismo. Oh Dios, cuyo Espíritu, en los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces recibieran el poder de santificar. Oh Dios, que en las aguas torrenciales del diluvio, prefiguraste el nuevo nacimiento de la humanidad, para que la acción misteriosa de una misma agua pusiera al pecado y diera origen a la santidad. Oh Dios, que hiciste atravesar el mar Rojo, con los pies secos, a los hijos de Abrahán para que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón fuera imagen de la familia de los bautizados. 102 Oh Dios, cuyo hijo, bautizado por Juan en las aguas del Jordán fue ungido por el Espíritu Santo; clavado en la cruz vertió de su costado sangre y agua y después de su resurrección mandó a sus discípulos: “Vayan y hagan discípulos de los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”: Mira, ahora, el rostro de tu Iglesia y abre para ella la fuente de Bautismo. Reciba esta agua por el Espíritu Santo, la gracia de tu Unigénito, para que el hombre creado a tu imagen, purificado de su antiguo pecado por el sacramento del bautismo, renazca a una vida por el agua y por el Espíritu Santo. El Sacerdote introduce el cirio pascual tres veces en el agua, y dice: Te pedimos, Señor, por mediación de tu Hijo que el poder del Espíritu Santo, por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente; Y, manteniendo el cirio pascual dentro del agua, prosigue: Que quienes por el bautismo son sepultados con Cristo en su muerte, resuciten a la vida con El. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. R. Amén. Después de la bendición por parte del sacerdote, saca el cirio del agua y el pueblo canta la siguiente aclamación: 103 Un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo, un solo Dios y Padre Renovación de los compromisos bautismales Todos de pie, con los cirios encendidos, renuevan los compromisos de la fe bautismal. Sacerdote: Amados hermanos: Por el misterio pascual fuimos sepultados con Cristo para que caminemos con Él en vida nueva. Por eso, terminado el ejercicio de la cuaresma, renovemos los compromisos del santo Bautismo, con los cuales, en otro tiempo, renunciamos a Satanás y a sus obras y prometimos servir fielmente a Dios en la santa Iglesia católica. Por lo cual: Sacerdote: ¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios? Todos: Sí, renuncio. Sacerdote: ¿Renuncian a todas las seducciones del mal para que el pecado no los esclavice? Sí, renuncio. 104 Sacerdote: ¿Renuncian a Satanás autor y príncipe del pecado? Todos: Sí, renuncio. Sacerdote: ¿Creen en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Todos: Sí, creo. Sacerdote: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de la Virgen María, padeció y fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? Todos: Sí, creo. Sacerdote: ¿Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la Vida eterna? Todos: Sí, creo. Sacerdote: Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo, y nos concedió la remisión de todos los pecados, nos proteja con su gracia hasta la visa eterna, en el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Todos: Amén. 105 Rito del bautismo El sacerdote derrama agua sobre la cabeza tres veces: N., YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO. CRISMACIÓN: El celebrante ora y unge después la cabeza del bautizado con el Santo Crisma. Al participar el neófito -el recién bautizado- de esa unción de Cristo, se convierte en profeta, sacerdote y rey del nuevo pueblo de Dios, la Iglesia; es decir: poseedor del sacerdocio común. IMPOSICIÓN DEL VESTIDO BLANCO: La imposición de la vestidura blanca es signo: a) de la nueva criatura en que se ha convertido el bautizado, b) de su configuración con Cristo c) de la dignidad del cristiano; d) también de la incorruptibilidad del cuerpo, pues al igual que la Transfiguración profetizó la Resurrección de Jesucristo, la vestidura blanca anuncia la futura resurrección. ENTREGA DEL CIRIO: El bautizado es testigo del Resucitado; y, los padres y padrinos se comprometen a ser educadores de la fe. Aspersión con el agua bendita El sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita mientras todos cantan: 106 VAMOS A BENDECIR /Vamos a bendecir al Señor, nosotros los hijos de Dios/ /Alzad vuestras manos, batidlas a Él y decidle que sólo Él es fiel./ BAUTÍZAME Bautízame, Señor, con tu Espíritu (4) Y déjame sentir el fuego de tu amor aquí en mi corazón, Señor (2) YO SIENTO UN GOZO Yo siento un gozo en mi alma, gozo en mi alma, gozo en mi alma y en mi ser, aleluya, gloria a Dios. Son como ríos de agua viva, ríos de agua viva, ríos de agua viva en mi ser. /Vamos cantando con todo su poder/ Dad gloria a Dios, gloria Dios, gloria a Él. Vamos cantando con todo su poder ORACION UNIVERSAL. Sacerdote: Queridos hermanos llenos de alegría y gozo porque Cristo ha resucitado en nuestros corazones y conscientes de que quien nos ha creado y nos llama a la vida eterna no nos negará lo que necesitamos en esta vida, le presentamos nuestras súplicas diciendo: R/: DIOS DE LA VIDA, ESCÚCHANOS. 107 Padre Bueno, que con la resurrección de Jesús has vencido las fuerzas del mal destruyendo el pecado y la muerte, concede a tu Iglesia, guiada por el Papa Francisco, ser misionera, y transmisora de la paz, la libertad y la valentía para anunciar el Evangelio a todos los pueblos. R/ Padre de Misericordia, que con la resurrección de Jesús nos has dado una vida nueva, concede a todos los pueblos el progreso y la justicia para que vivan con dignidad y canten tus alabanzas. R/ Padre Bueno, que con la resurrección de Jesús nos has mostrado que la fraternidad y el amor pueden más que la fuerza y la violencia, concede a todos los gobernantes sentido de amor por los más necesitados y que ellos sean portadores del Evangelio vivo. R/ Padre Amado, que con la resurrección de Jesús has dado una vida nueva a todos nosotros que somos hijos tuyos, concede a nuestra comunidad permanecer firme en la fe, alegre en la esperanza y constante en el amor. R/ Sacerdote: Te pedimos, Padre Bueno, que acojas con bondad todas nuestras necesidades y súplicas en esta noche grande y santa, en la cual Tú has vencido la Muerte, y llena de 108 gozo y de luz para todos nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. CUARTA PARTE LITURGIA DE LA EUCARISTÍA El pan y el vino son llevados al altar por los padres y padrinos de los neófitos. DAME TU VIDA No basta solo con cantar, no basta solo con decir, no es suficiente sólo con querer hacer, es necesario morir. No basta sólo con soñar, no basta sólo con pedir, no es suficiente sólo con querer tener, es necesario morir. /Dame tu vida, esa clase de vida que sabes dar. Dame tu vida, yo quiero vivir sólo para Ti. Dame tu vida, resucítame en Ti. Yo quiero vivir sólo para Ti/ Oración sobre las ofrendas Sacerdote: 109 E scucha, Señor, la oración de tu pueblo y acepta sus ofrendas para que los misterios pascuales que hoy hemos comenzado, con tu ayuda, sean remedio para la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén. Prefacio pascual I V. El Señor esté con ustedes R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en esta santísima noche cuando celebramos a Cristo, inmolado como nuestra Pascua. Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida. Por eso, el mundo entero desborda de alegría con esta abundante efusión de gozo pascual, y también las Virtudes del cielo y las Potestades angélicas cantan sin cesar el himno de tu gloria: 110 Todos: /Santo, santo, santo es el Señor, santo, santo, santo es nuestro Dios/ Con tu fuerza y tu presencia, todo lo llenas de vida, valles, ríos y montañas cantan plenos de alegría. Caminando codo a codo con tu pueblo que camina, entre lamentos y luchas, con esperanza nos guías, entre anhelos e ilusiones hacia el Reino de justicia. /Santo, santo, santo es el Señor, santo, santo, santo es nuestro Dios/ Consagración El pueblo responde cantando: - Cada vez que comemos de este pan, de este pan, y bebemos de este cáliz, de este Cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, oh Señor, oh Señor, hasta que vuelvas. Doxología Al finalizar esta parte, el sacerdote toma la patena, con la Hostia consagrada, y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice: 111 Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: - /Amén, amén, amén/ Rito de la Comunión ALELUYA AL CORDERO Aleluya, aleluya, aleluya (3). El cordero de Dios viene ya. El perdona el pecado del mundo (3). El cordero de Dios viene ya. El concede la paz a los hombres (3) El cordero de Dios viene ya. Antífona de comunión Cristo, nuestra víctima pascual, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, esta fiesta con los panes sin levadura de la pureza y la verdad. Aleluya. (1 Cor. 5,7-8) Cantos de Comunión EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ El león de la tribu de Judá Jesús rompió las cadenas y nos liberó Él es nuestra antorcha de victoria. Nuestra fortaleza en tiempo de flaqueza, una torre en tiempo de guerra. Oh! La esperanza de Israel (bis). 112 /Resucitó, oh, oh. Resucitó, oh, oh. Resucitó, oh, oh. Aleluya/ /Venció la muerte con poder, venció la muerte con poder, Venció la muerte con poder, se levantó/ /Sale el pecado cuando canta al pueblo, sale el pecado cuando cae el fuego Sale el pecado porque no soporta la alabanza al Rey./ /A Cristo Rey, tres veces santo/, Mi vida y canto son sólo para Él /Resucitó, oh, oh. Resucitó, oh, oh. Resucitó, oh, oh. Aleluya/ MI DIOS ESTÁ VIVO /Mi Dios está vivo, Él no está muerto/ Lo siento en mis manos, lo siento en mis pies, lo siento en mi alma, lo siento en todo mi ser. Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua, oh, oh, oh, oh, hay que nacer del Espíritu de Dios. /Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua, y del Espíritu de Dios hay que nacer del Señor/ 113 /Jesús resucitó... alábalo que vive/ /Alábalo, alábalo, alábalo que vive/ HAS CAMBIADO /Has cambiado mi lamento en baile, me ceñiste todo de alegría. / Por tanto a Ti cantaré, Gloria mía, Gloria mía, Y sólo a Ti danzaré, Gloria mía, Gloria mía /Oh Adonai, oh Adonai, Tú eres el Dios del universo, Señor de la creación/ Oración después de la comunión I nfunde, Señor, en nosotros el Espíritu de tu caridad, y, ya que nos has saciado con los sacramentos pascuales, haz que seamos concordes en el mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén. Solemne saludo a nuestra Señora REGINA COELI Regina coeli, laetare, alleluia: quia quem meruisti portare, alleluia: resurrexit, sicut dixit, 114 Alégrate, Reina del cielo; aleluya Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya Ha resucitado, según dijo; aleluya Ruega por nosotros a Dios; aleluya. alleluia; ora pro nobis Deum, alleluia. Bendición solemne Dios todopoderoso los bendiga en esta solemnidad de Pascua y que su misericordia los proteja de todo pecado. R. Amén. Y, ya que por la Resurrección de su Unigénito los hizo renacer para la vida eterna, los colme con los premios de la inmortalidad. R. Amén. Para que así como al terminar los días de la Pasión del Señor celebran ustedes con gozo la fiesta de la Pascua, puedan participar un día, con su ayuda, en el festín de las alegrías eternas. R. Amén. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. R. Amén En la despedida, el sacerdote dice: V. Pueden ir en paz, aleluya, aleluya. 115 R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya. DOMINGO DE PASCUA RITOS INICIALES CANTO DE ENTRADA MI DIOS ESTÁ VIVO /Mi Dios está vivo, Él no está muerto/ Lo siento en mis manos, lo siento en mis pies, lo siento en mi alma, lo siento en todo mi ser. Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua, oh, oh, oh, oh, hay que nacer del Espíritu de Dios. /Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua, y del Espíritu de Dios hay que nacer del Señor/ /Jesús resucitó... alábalo que vive/ /Alábalo, alábalo, alábalo que vive/ Antífona de entrada 116 Ha resucitado y viviré contigo; has puesto tu mano sobre mí, tu sabiduría ha sido maravillosa. Aleluya. (Salmo 138,18.5-6) ASPERSIÓN Bautízame, Señor, con tu Espíritu (4) /Y déjame sentir el fuego de tu amor aquí en mi corazón, Señor/ GLORIA Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; 117 porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Amén. Oración Colecta (Sólo el Sacerdote) h Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos abriste en este día las puertas de la eternidad, concede a todos los que celebramos su gloriosa resurrección que, por la nueva vida que tu Espíritu nos comunica, lleguemos también nosotros a resucitar a la luz de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. O R/ Amén. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 34-43 En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa 118 empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Natzaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no ha todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados". Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor SALMO RESPONSORIAL 117 R/ Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Aleluya, aleluya. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R. La piedra que desecharon los arquitectos, es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, 119 ha sido un milagro patente. R. SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,1-4 Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y nuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. Palabra de Dios R/ Te alabamos, Señor SECUENCIA Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua. Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza. Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta. «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; 120 allí veréis los suyos la gloria de la Pascua.» Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda. Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa. ALELUYA Los que tienen y nunca se olvidan que a otros les falta. los que nunca usaron la fuerza sino la razón los que dan una mano y ayudan a los que han caído esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios. /Aleluya, aleluya por esa gente que vive y que siente en su vida el amor/ Los que ponen en todas las cosas amor y justicia. los que nunca sembraron odio, tampoco el dolor. los que dan y no piensan jamás en su recompensa. Esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios. Los que son generosos y dan de su pan un pedazo. los que siempre trabajan pensando en un mundo mejor. los que se han liberado de todas sus ambiciones Esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios. 121 EVANGELIO. Lectura del santo evangelio según san Juan (20, 1-9) R/ Gloria a ti, Señor El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y le dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto." Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no había entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor R/ Gloria a ti, Señor, Jesús (Todos en pie cantan y hacen venia a la Sagrada Escritura) /Yo creo en la Palabra de Dios, yo creo en la Palabra de Dios, yo creo en la Palabra de mi Señor/ 122 ORACION UNIVERSAL. Sacerdote: Oremos con confianza porque el Señor Resucitado está entre nosotros para presentar al Padre nuestras oraciones. R/ Te lo pedimos por Cristo resucitado. Que la Iglesia se deje guiar por el Espíritu Santo en la celebración de la Resurrección de Jesús. Oremos. R/ Por nuestra patria y los gobernantes, para que nos conduzcan por el camino de la unidad y de la paz. Oremos. R/ Por la unidad de las familias, por los que no tienen trabajo, por los que están pasando diversos problemas: para que le des tu consuelo y muevas nuestros corazones para ayudar a los más pobres, débiles y sufrientes. Oremos. R/ Para que sepamos agradecer la obra evangelizadora de la Iglesia y de nuestra Parroquia; que los agentes de pastoral, den un alegre testimonio de la Resurrección y vivan con sencillez y espíritu de entrega. Oremos. R/ Sacerdote: Padre Bueno, recibe estas oraciones que te presentamos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA 123 Oración sobre las ofrendas R Ebosantes con la alegría de las Pascua te ofrecemos, Señor, este sacrificio, del cual tan maravillosamente renace y se alimenta tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén. Prefacio pascual I V. El Señor esté con ustedes R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en esta día cuando celebramos a Cristo, inmolado como nuestra Pascua. Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida. Por eso, el mundo entero desborda de alegría con esta abundante efusión de gozo pascual, y también las Virtudes del cielo y las Potestades angélicas cantan sin cesar el himno de tu gloria: 124 Todos: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo. Santo es el Señor. /Hosanna, en el cielo, hosanna en la tierra Bendito el que viene en nombre del Señor/ Consagración El pueblo responde cantando: - Cada vez que comemos de este pan, de este pan, y bebemos de este cáliz, de este Cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, oh Señor, oh Señor, hasta que vuelvas. Doxología Al finalizar esta parte, el sacerdote toma la patena, con la Hostia consagrada, y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice: Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: - /Amén, amén, amén/ Rito de la Comunión ALELUYA AL CORDERO Aleluya, aleluya, aleluya (3). El cordero de Dios viene ya. 125 El perdona el pecado del mundo (3). El cordero de Dios viene ya. El concede la paz a los hombres (3) El cordero de Dios viene ya. Antífona de comunión Cristo, nuestra pascua, ha sido inmolado. Aleluya. Así pues celebremos con panes ázimos de sinceridad y de verdad. Aleluya. (1 Cor. 5,7-8) Canto de Comunión HAS CAMBIADO /Has cambiado mi lamento en baile, me ceñiste todo de alegría. / Por tanto a Ti cantaré, Gloria mía, Gloria mía, Y sólo a Ti danzaré, Gloria mía, Gloria mía /Oh Adonai, oh Adonai, Tú eres el Dios del universo, Señor de la creación/ Oración después de la comunión P roteja, oh Dios, a tu Iglesia con misericordia perpetua, para que, renovada por los misterios pascuales, llegue a la claridad de la resurrección.. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén. Alégrate, Reina del cielo; 126 aleluya Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya REGINA COELI Regina coeli, laetare, alleluia: quia quem meruisti portare, alleluia: resurrexit, sicut dixit, alleluia; ora pro nobis Deum, alleluia. 127