Once Anos de Dictadura en Cuba

3h
MARZO
AflO VIII. N? 135
1970
ADHIHISTIACION:
BIDAOCION:
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BOULKVABD
PABIS
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H AUS8 M AN K
APABTADO
(FBANCIA)
CABAÇAS
11.S4S
( T I S I I D I L A )
EDICION ESPECIAL PABA AMBBICA LATINA DEL BOLETIN DE LA ASOCIACION DE ESTÚDIOS
E INFOBMACIONES POLÍTICAS INTBBNACIONALES (B.E.I.P.I.) DE PABIS
SUMARIO
ONCE Anos de Dictadura en Cuba
1
LAS RELACIONES Moscú - La Habana
7
DECLARACIONES de Leoncio Basbaum
16
EL BALANCE DE LA PACIFICACION
(Hoja Especial para Venezuela, N ? 49 en pág. 18)
Once Anos de Dictadura en Cuba
EN EL tiempo en que no babía hecho todavia su profesión de fe "marxistaleninista" y en ei que, por ei contrario,
negaba querer instalar ei comunismo en
Cuba, Fidel Castro se babía definido como un "humanista", partidário de Ia justicia social. En un "slogan" que ha llegado a ser célebre, babía recalcado su
voluntad de conciliar ei progreso social
con Ias libertades políticas e individuales.
Había declarado, en efecto: "Ni pan sin
libertad, ni libertad sin pan".
SEVERAS RESTRICCIONES
EN ESTA fórmula que suscribían con
entusiasmo, los cubanos no podían ver ei
anuncio de una realidad mucho más dura
todavia que los mismos términos de esta
alternativa. Después de once anos de régi-
men castrista no han obtenido ni pan ni libertad.
Cuba es hoy ei único país en ei mundo
donde todos los gêneros han sido racionados
sucesivamente, en razón de Ia penúria generalizada. A Ias restricciones iniciales que ei
régimen había instaurado y de Ias que había
prometido Ia supresión a medida de los
"progresos" de Ia revolución, se han anadido durante estos últimos anos nuevas medidas restrictivas sobre los productos todavia libres. Después de Ia carne, Ias matérias
grasas, Ias legumbres, los productos lecheros, los productos de equipo y de vestuário,
después dei racionamiento de los médios
energéticos como Ia electricidad y ei carburante, Ias propias riquezas dei país como ei
azúcar y ei tabaco han sido desviadas dei
consumo interior y son objeto de restricciones.
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EL JUICIO DE RENE DUMONT
La penúria es tan impresionante que ei
Sr. René Dumont, profesor en ei Instituto
Nacional de Agronomia, que había seguido
con gran interés y simpatia los esfuerzos dei
gobierno cubano, no ha podido evitar ei expresar su decepción ai regreso de una estância de seis semanas en Cuba, donde había
sido invitado personal de Fidel Castro.
En un reciente artículo (1) relata Ias
inconsecuencias de Ia política agrícola cubana. Expone Ias insuficiências de Ia producción de cultivos de víveres, insuficiências que
se han agravado más, puesto que, subraya
él, "desde mayo de 1969, no ha habido casi
ninguna distribución de frutas y verduras en
La Habana". Después, senalando que los cubanos están obligados por todas partes a hacer "colas interminables", concluye que "ei
racionamiento de los artículos de consumo es
muy severo y Ias tiendas están casi vacías".
Estas manifestaciones dei Sr. René Dumont tienen su valor. Bien es verdad que Ia
espantosa condición de Ia producción agrícola y de abastecimiento en Cuba es muy
conocida; pero es importante que sea publicamente enunciada por un amigo de Ia
revolución cubana, contradiciendo así Ias proclamas siempre optimistas dei Primer Ministro cubano.
PAN Y LIBERTAD
Así, no solo Fidel Castro no ha sabido
dar ei "pan" que había prometido, sino que,
además, ha sometido a Ias restricciones más
draconianas todos los productos que tradicionalmente eran de venta libre.
No habiendo podido cumplir sus compromisos sobre Ia mejora dei pueblo cubano,
^el Primer Ministro ha restablecido o, por
Io menos, salvaguardado Ias libertades políticas conforme a su programa, anunciado en
Sierra Maestra?
Este programa había seducido legitimamente a los cubanos y contribuído a Ia victoria dei castrismo en Ia medida en que prometia ei restablecimiento de Ia Constitución
de 1940, una de Ias más democráticas, que
(1)
"Le Monde", 9 de diciembre de 1969.
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Batista no había respetado al instaurar su
poder por un golpe de fuerza; en Ia medida
también en que anunciaba verdaderas elecciones libres en un próximo plazo; en Ia medida, en fin, en que anunciaba un estricto
respeto de todas Ias libertades garantizadas
por Ia Constitución.
LA CONSTITUCIÓN SUPRIMIDA
El mismo dia de Ia marcha de Batista,
ei 1 ? de enero de 1959, esta Constitución,
por cuyo restablecimiento se había batido toda
Ia oposición contra Batista (castrista y no
castrista) fue, en efecto, restablecida solemnemente. Pero no habían pasado dos semanas
cuando ya Ias enmiendas concernientes a Ias
garantias fundamentales Ia vaciaban de Io
esencial de su sustância. Además, poço tiempo después, ei 7 de febrero de 1959, era
pura y simplemente derogada. Y ei país vive
desde entonces sin regias constitucionales, gobernado solamente por Ias decisiones sin apelacióri de Fidel Castro.
Una "ley fundamental" sustituyó a Ia
derogada Constitución, pero ha sido enmendada constantemente. Como Io decía sin humorismo ei Primer Ministro cubano: "No tenemos que violar Ia ley, porque somos nosotros quienes hacemos Ia ley".
Fidel Castro había, sin embargo, prometido redactar una nueva Constitución. Fue
anunciada primero para mayo de 1961. Más
tarde, en octubre de 1965, fue encargada de
redactarla una comisión dirigida por Blas Roca, ex-líder dei Partido Socialista Popular
(comunista), integrado al nuevo Partido Comunista Cubano. Pero esta Constitución todavia no ha visto Ia luz.
^ELECCIONES? ««PARA QUE?
é«
En Io que concierne a Ias elecciones democráticas anunciadas no se ha hablado nunca. Después de Ia caída de Batista, ei 2 de
enero de 1959, Castro hizo una declaración
solemne: "No tengo intención de tomar ei
poder, díjo. Queremos solamente asegurar Ia
libertad dei pueblo".
Sin embargo, tomo ei poder completamente; y a propósito de Ias elecciones, ei 28
de febrero de 1959 formulaba esta singular
afirmación:
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19 7 0
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"No seria correcto organizar elecciones
ahora, dijo, pues obtendríamos una mayoría
aplastante. Es, por consiguiente, conforme a
los intereses dei país que Ias elecciones no
sean organizadas hasta que los partidos políticos se hayan desarrollado plenamente y
sus programas hayan sido claramente definidos".
Algunos meses más tarde lanzaba ei célebre apóstrofe: "({Elecciones? <;Para que?"
Para qué, en efecto, puesto que todos los
partidos y formaciones políticas han sido sucesivãmente suprimidos: ei Partido dei pueblo cubano, ia organización Triple A, ei Partido Revolucionário Cubano, ei Grupo Montecristi, ei Movimiento Democrata Cristiano,
etcétera.
Solo quedaban ei propio partido de Fidel Castro (ei Movimiento dei 26 de Júlio),
y ei Partido Comunista (llamado antes ei
Partido Socialista Popular) que debían fundirse para formar ei Partido Comunista Cubano, donde los antiguos comunistas eran
mantenidos en tutela por los castristas. Es ei
único partido político de Cuba.
LA PRENSA AMORDAZADA
No solo Ias libertades políticas han sido
suprimidas. La libertad de prensa también
fue abolida, Ia mayor parte de los periódicos fueron confiscados, con excepción de los
órganos dei Partido Comunista. En Ia ciudad
de La Habana existían trece diários antes de
Ia instauración dei régimen castrista: "Información", "El Diário de Ia Marina", "El Mundo", "La Manana", "El Crisol", "Hoy" (órgano dei Partido Socialista Popular), "Excelsior", "Avance", "Prensa Libre", "El País",
"Alerta", "Pueblo" y "El Diário Nacional".
Ninguno ha subsistido; hasta ei órgano
de los comunistas dei P.S.P., que ha sido
absorbido por ei diário dei nuevo Partido
Comunista castrista: "Granma".
De estos trece títulos, uno había sido
recogido por ei poder: "El Mundo", con un
equipo de redacción dependiente dei gobierno. Pero desde Ia primavera pasada, "El Mundo" ha sido también suprimido y fundido con
ei diário dei P. C. Cubano: "Granma", de
manera que este último es ei único diário
matinal que existe. Otro diário dei Partido
es difundido
belde".
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3
por Ia tarde: "Tuventud Re-
ATENTADOS A LAS LIBERTADES
RELIGIOSAS
La libertad religiosa' está mantenida en
apariencia en Ia medida en que existen ofícios religiosos así como Ia posibilidad de administrar los sacramentos. Pero Ia Iglesia ha
sido sometida a una fuerte presión de Ias
autoridades, llegando a intervenciones brutales. Han sido cerradas numerosas parroquias.
300 sacerdotes y 3.000 religiosas, aproximadamente, han tenido que abandonar ei país.
Las sectas religiosas de origen norteamericano particularmente, son objeto de verdaderas
persecuciones por parte dei régimen, especialmente los Testigos de Jehova.
De una manera general, los católicos y
protestantes practicantes están excluídos de
Ia vida política oficial y dificilmente encuentran un empleo en Ia administración.
LA C.T.C. . . .
A pesar de los "slogans" según los cuales ei régimen cubano "socialista" glorifica a
los trabajadores, son los obreros, como en todos los países socialistas, los más perjudicados por las restricciones de las libertades.
Ante todo, porque ya no existe Ia libertad de asociación. Solo los sindicatos controlados por ei Estado e integrados en Ia Confederación de Trabajadores Cubanos (C.T.C.)
tienen una vida legal. Por otra parte, muchos sindicatos han desaparecido desde 1959.
Sus líderes están hoy en prisión o en ei exilio.
Las elecciones sindicales fueron abolidas
en noviembre de 1961 y en agosto de 1966
ei número de sindicatos adherentes a Ia C.T.C.
ha sido reducido de 25 a 14.
En estas condiciones, los trabajadores cubanos, cuyo sindicalismo antes de 1958 era uno
de los más potentes de América Latina y que
habían obtenido una de las legislaciones más
avanzadas, no solo dei continente sino dei
mundo, ya no tienen posibilidad de defender
sus derechos o de emitir reivindicaciones.
Las discusiones individuales están prohibidas pues van en contra dei "interés colectivo". Y Ia huelga es ilegal.
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4A7, P»0)(é\,O.
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. . .AL SERVICIO DEL ESTADO
Según ei líder de Ia C.G.T., ei sindicalismo debe "defender los intereses dei Estado revolucionário" (2). Ahora bien, ei Estado, que ha nacionalizado Ia casi totalidad
de Ia producción agrícola e industrial y Ia totalidad dei comercio, es prácticamente ei único patrono de los asalariados cubanos. Por
consiguiente, estos pertenecen a sindicatos que
tienden a estimular su producción, a incitarlos a participar en los trabajos agrícolas:
Ia recolección de Ia cana de azúcar o ei cordón de La Habana (vasta zona que rodea ia
capital donde se practican importantes cultivos) y a dar ai Estado revolucionário horas
de trabajo "voluntário", no retribuídas.
Actualmente —mientras que ei gobierno
moviliza todas ias energias para alcanzar Ia
producción de 10 millones de toneladas de
azúcar, Ia C.G.T. es uno de los primeros
organismos a entrar en acción. Ha creado
3.318 "Comitês de Lucha" cuyo objetivo es
castigar ei ausentismo para llegar a "Ia completa eliminación de esta práctica nociva". Por
otra parte, en numerosas manifestaciones organizadas en todas Ias regiones dei país, Ia
C.G.T. hace campana sobre "Ia importância de mantener Ia vigilância" durante Ia recolección azucarera.
EL LIBRO DE TRABAJO
Por una nueva ley promulgada a princípios de septiembre, Ia ley 1225, ei trabajador cubano acaba de ser objeto de nuevas coacciones que le privan de Ia libre elección de su empleo y le someten, en su trabajo, a un control policíaco análogo ai que
fue establecido en Ia Unión Soviética y los
países comunistas.
Se trata dei "libro de trabajo" que debe
permitir ai Estado "una utilización más racional de los recursos humanos" decidiendo
Ia "distribución y redistribución de los em(2) La declaración es de Miguel Martin, exMinistro de Trabajo, entonces Secretario General
de Ia C.T.C. (citada en Granma dei 28 de junio
de 1968). Otras numerosas declaraciones han sido
hechas en este sentido y han establecido perfectanaente ei papel dei sindicalismo ai servido dei
Estado.
(=£1, 4 C L . 4 / , U , p . 4
M A R Z O
1 9 7 0
pleos" ( 3 ) . Como este "libro de trabajo"
debe llevarse ai dia "actualizado con Ias notas pertinentes" (3), llega a ser, como en
los países comunistas, un médio de ejercer
un control permanente sobre ei espíritu revolucionário de cada trabajador.
LAS MATANZAS DE 1959
Habiendo suprimido todas Ias libertades
fundamentales, ei gobierno cubano dispone
de médios policíacos y de una justicia, dependiendo enteramente dei poder, para reprimir toda veleidad de resistência.
En matéria de represión, Fidel Castro se
mostro particularmente violento, en ei momento de Ia toma dei poder, procediendo a
una sangrienta depuración, con numerosas ejecuciones sin juicio o después de un juicio
sumario de tribunales revolucionários. En
Santiago, en un solo dia, Raul Castro, ei
hermano de Fidel, hizo pasar por Ias armas
a 71 militares.
No se ha sabido nunca exactamente ei
número de víctimas. Fidel Castro anuncio en
Ia primavera de 1959 que los tribunales revolucionários habían pronunciado 608 condenas a muerte. Suponiendo que este número
fuera exacto en aquella época, no tenía cuenta, sin embargo, de todas Ias ejecuciones sumarias, de todas Ias liquidaciones de cuentas,
ni, desde luego, de todas Ias ejecuciones que
han tenido lugar en los diez anos siguientes.
La represión fue tan sangrienta que ei
Núncio apostólico en La Habana y seis embajadores extranjeros se decidieron a pedir
moderación ai gobierno. Hasta companeros
de Castro como Camilo Cienfuegos (que desapareció misteriosamente algunos meses más
tarde) protestaron contra una depuración que
estimaban demasiado sangrienta. Monsenor
Pérez Serantes, Arzobispo de Santiago de Cuba, que personalmente había salvado Ia vida
de Fidel Castro después de su ataque contra
ei cuartel Moncada, en 1953, tomo Ia iniciativa de predicar Ia moderación. El diário "Revolución" que, sin embargo, en aquella época
era ei órgano dei partido castrista, ei Movimiento dei 26 de Júlio, lanzó también una
llamada para que cesara ei bano de sangre.
Pero en vano.
(3)
Exposición de los motivos de Ia ley 1225.
3?)
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Además de Ias ejecuciones hubo varias
decenas de millares de cubanos detenidos.
LA REPRESION CONTINUA
La importância de Ia represión ha disminuido desde hace once anos, pero no ha cesado nunca y su rigor continua siendo ei mismo. Por no citar más que un ejemplo reciente, en este último mes de diciembre de
1969, hace algunas semanas, han sido ejecutados cinco cubanos, condenados por ei Tribunal Revolucionário de Santiago. El primero, Alberto Alfredo Mustelier Nuevo, fue pasado por Ias armas ei 7 de diciembre; los
otros cuatro (4) ai dia siguiente, después
de un rápido juicio.
Para ia vigilância de Ia población y ei
mantenimiento dei orden, Ias fuerzas de policia, que dependen dei Ministério dei Interior y ei Ejército, que depende dei Ministério de Ias Fuerzas Armadas, disponen de poderes y prerrogativas muy amplias. Se ha
podido ver como, encargado de velar sobre
los "intereses de Ia Revolución", ei Ejército
se había puesto a dirigir Ia campana cultural
contra los escritores cuya obra era estimada
"contrarrevolucionaria".
Además de Ia policia y ei ejército, ei régimen dispone de otras organizaciones. Para
encuadrar ia población y detectar toda oposición, ha creado los C.D.R., Comitês de Defensa de Ia Revolución, que funcionan en los
barrios y en los lugares de trabajo.
Como ei critério según ei cual todos los
actos de los cubanos son juzgados teniendo
en cuenta "ei interés de Ia revolución", hay
lugar para Ias más arbitrarias interpretaciones, tanto más que no existe ninguna justicia
independiente.
LOS PRISIONEROS CUBANOS
En enero de 1967 Castro admitió que
había 20.000 prisioneros políticos en Cuba.
Las estimaciones más razonables, establecidas por una serie de datos, dejan pensar que
hay más: 35.000 aproximadamente. Ninguno
de ellos tiene Ia posibilidad de recibir Ia vi(4) Amando Mosqueda Fernández, Angel Castillo Cabrera, Francisco Cid Crespo y Manuel Rodríguez Pineda.
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—
5
sita de periodistas extranjeros, como sucede
en otros países de América Latina para los
guerrilleros encarcelados. El gobierno venezolano admitió que un representante de Ia
Agencia soviética Tass fuera recibido en prisión por los líderes comunistas detenidos por
participación en una insurrección armada.
Héctor Béjar, uno de los jefes guerrilleros
peruanos, detenido en 1965, fue autorizado
a tener una entrevista con ei representante
de un periódico chileno pro-castrista, en
1968. En cuanto a Regis Debray, las facilidades concedidas por ei gobierno boliviano
han permitido que sea realizada una gran
publicidad escrita, fotográfica y televisada sobre su cautiverio.
En Cuba no hay nada semejante. Desde
su encarcelamiento, hace diez anos, no ha habido nunca ninguna noticia sobre ei comandante Huber Matos Benítez, que fue uno de
los companeros de lucha de Fidel Castro,
que había ofrecido Ia dimisión de sus funciones porque desaprobaba Ia orientación comunista dei régimen y, por este hecho, fue
condenado, en diciembre de 1959, a veinte
anos de prisión.
UNA "JUSTICIA" PARCIAL
Las prácticas de ia justicia cubana no
tienen nada que ver, evidentemente, con ia
justicia como se concibe en los países democráticos.
Ante todo, ha sido suprimido ei habeas
corpus. Además, si un cubano es acusado
por las fuerzas de Ia seguridad, no tiene ningún médio de defenderse ante los tribunales.
Existen muchos procesos ante los tribunales. Pero las personalidades políticas dei
régimen pueden intervenir en ellos directamente para influenciar o dictar ei veredicto.
Fidel Castro ha dado ei ejemplo participando
personalmente en ei juicio de los casos más
célebres (Huber Matos, Marcos Rodríguez).
El viejo líder comunista, Aníbal Escalante, fue juzgado con sus companeros a comienzos de 1968, acusado de hacer una "minifracción" en ei Partido Comunista, pero ello
fue después de un pre-juicio dei Comitê Central dei Partido Comunista donde ei papel
de fiscal fue tenido por Raul Castro, hermano de Fidel, y ei de uno de los principales
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6
•
—
testigos de acusación por uno de los más antiguos camaradas comunistas de Escalante,
Carlos Rafael Rodríguez.
LOS TRIBUNALES REVOLUCIONÁRIOS
Aunque existe una doble jurisdicción con
tribunales ordinários (donde, por otra parte, los jueces no pueden tener ninguna independência frente ai poder) y tribunales revolucionários, es ante estos que son sometidos Ia mayor parte de los delitos.
Los tribunales revolucionários tienen, en
efecto, en sus atribuciones, juzgar los delitos
contra ei Estado. Ahora bien, en Cuba todo
puede Uegar a ser muy facilmente delito
contra ei Estado, es decir contra Ia revolución. El "delito" de opinión es evidentemente, pasible dei Tribunal Revolucionário; pero
otros delitos comunes Io son también. Después de un coloquio sobre ei orden público,
celebrado en marzo de 1969, ei Ministro
dei Interior decidió que los robôs ya no serían juzgados por los tribunales ordinários
sino por los revolucionários.
LOS TRIBUNALES POPULARES
Por otra parte, desde 1968 ha sido areada una nueva jurisdicción para los delitos menores, como los pequenos fraudes, Ia destilación clandestina de alcohol, etc. Estos son
los "Tribunales Populares", cuyos jueces no
son magistrados sino cubanos propuestos a
estas funciones por los Comitês de Defensa
de Ia Revolución en función de su espíritu
revolucionário, cuya candidatura debe ser
aprobada por los Comitês regionales dei Partido Comunista.
En cambio, no existe ningún tribunal ante ei cual un ciudadano pueda defender sus
derechos contra los abusos de Ia administración. No existe tampoco ningún recurso confra ei Partido Comunista.
Es así que cuando Fidel Castro decidió,
en 1968, suprimir Ia propiedad privada de
todos los pequenos comércios de detalle y los
puestos de Ias calles, hubo más de 50.000
de estos pequenos Crainqueville cuyos bienes
fueron confiscados. Fidel Castro decidió después que, según su fe revolucionaria, podían
concedérseles indemnizaciones. El Partido
Comunista tenía poder para juzgarlos, pero
sin recurso para los interesados.
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EXÍLIO
Un número importante de cubanos se ha
expatriado por falta total de libertad y de
garantias, mucho más que por razones de penúria. Vuelos regulares entre Varadero (aeropuerto de La Habana) y Miami (Florida)
transportan los cubanos que desean abandonar su país, a costa de abandonar todo Io
que poseen y después de una larga espera.
(Más de 150.000 esperan todavia su vez).
Este exilio, regularmente negociado, está
prohibido a Ias categorias de cubanos juzgados indispensables a Ia vida dei país, especialmente a los jóvenes en edad de llevar
Ias armas. Cada dia también, por estratagemas siempre peligrosas, huyen cubanos, sea
por tierra, en dirección de Ia base norteamericana de Guantánamo (cuyo acceso está, sin
embargo, cuidadosamente vigilado), sea por
mar en embarcaciones de fortuna, por Io cual
muchos no llegan a Ia Florida a causa de Ias
tempestades o de patrullas de guardacostas
que tiran sobre los fugitivos.
En Europa se ignora generalmente los
millares de hazanas individuales de estos exilados que llena Ia crônica diária de Miami,
donde están instalados centros de acogida especiales.
Una fuga particularmente insólita ha retenido, sin embargo, Ia atención este ver ano
cuando en Madrid, a Ia llegada de un DC-8
de Ia Companía Ibéria viniendo de La Habana. se descubrió un joven cubano helado,
llamado Ramírez Socarrás. Había viajado,
clandestinamente, en ei tren de aterrizaje dei
avión, con 40 grados bajo cero.
Esta aventura es excepcional, pero ei flujo de los exilados es constante. Hoy, ei 10
por ciento de Ia población cubana vive en
exilio.
DESPUES DE HABER LE1DO
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R e l a c i o n e s M o s c ú - La H a b a n a
A COMIENZOS dei mes de noviembre último, en ei momento en que una
delegación cubana, dirigida por Germán
Amado Blanco, se encontraba en Moscú
para negociar ei protocolo de acuerdo comercial para 1970-1971, La Habana recibía con gran brillantez ai mariscai Andrei A. Gretchko, Ministro de ia Defensa de Ia URSS, acompanado de una delegación militar soviética de alto rango.
Esta solemne visita ilustra ei acercamiento sovieto-cubano que, después de
dieciocho meses, ha sucedido a un largo
período de tensión. El mariscai Gretchko
es Ia más importante personalidad soviética recibida en Cuba después de Ia visita
de Kosiguine, de paso por La Habana, en
1967, con ocasión de su encuentro con ei
"Presidente Johnson en Glasboro.
El Sr. Kosiguine fue recibido friamente por ei líder de Ia revolución cubana.
El mariscai Gretchko, por ei contrario,
ha tenido una acogida de Ias más afectuosas y de Ias más calurosas. Las relaciones
cubano - soviéticas han tomado un nuevo
curso.
EN VERDAD, Ias relaciones entre Mosm y La Habana han conocido siempre diversas vicisitudes: fases críticas, hasta crisis,
y períodos de acercamiento. En este período aniversário de Ia revolución cubana en
que en las dos capitales se canta Ia amistad
sovieto-cubana, se comprenderá mejor Ia naturaleza exacta de los lazos existentes entre
los dos países comunistas analizando sus
fluctuaciones desde ei origen dei castrismo.
COMUNISTAS CONTRA EL CASTRISMO
Fidel Castro se aduenó dei poder en
Cuba sin Ia ayuda de Ia Unión Soviética y
hasta sin una colaboración dei Partido Comunista de Cuba (llamado entonces ei Partido Socialista Popular). Esta es una originalidad. No se encuentra ningún otro ejemplo semejante en ei conjunto de los países
comunistas. Ello explica que ei líder cubano
haya manifestado siempre su resistência ante
las múltiples tentativas hechas por los co-
munistas locales, como por Ia Unión Soviética, para hacer de Cuba un satélite dócil.
El 26 de julio de .1953, cuando lanzó
su frustrado ataque contra ei cuartel Moncada de Santiago de Cuba, Fidel Castro fue
criticado por ei Partido Socialista Popular
que le trato de "aventurero" y de "putschista". Cuando, desde su exilio en México en
1955-56 preparaba Ia invasión de Cuba, no
recibió tampoco ningún apoyo de los comunistas cubanos o mexicanos. Cuando, después de un desastroso desembarco, un punado de combatientes pudieron ganar sanos
y salvos Ia Sierra Maestra, ningún comunista
vino a traerles ayuda. Cuando, en fin, para
precipitar Ia caída de Batista, Castro lanzó
Ia orden de huelga general para ei 9 de abril
de 1958, los comunistas no quisieron seguir
sus instrucciones. Por ei contrario, se dedicaron a sabotear Ia huelga incitando a reanudar ei trabajo a los que habían cesado.
Es solo durante ei verano de 1958, cuando se vio que Fidel Castro tenía probabilidades de ganar su combate, que ei Partido
Socialista Popular envio cerca dei líder guerrillero a uno de los miembros más eminentes de su buró político, Carlos Rafael Rodríguez. Este fue ai cuartel general de Castro, pero no saco nada de su conversación
pues ei jefe de Ia guerrilla desconfiaba de Ia
tardia decisión de los comunistas de apoyar
su acción.
Todas las fuerzas de oposición a Batista
formaron, en julio de 1958, un "Frente Cívico" y firmaron un pacto de unidad de acción en Ia lucha. Diez partidos y grupos políticos formaban parte. Pero en él no figuraba ei Partido Comunista.
En agosto de 1958, sintiendo su aislamiento y Ia posición poço cômoda en que podia encontrarse en caso de victoria castrista,
ei Partido Socialista Popular quiso organizar
un frente de oposición. Fidel Castro se enfado. Denuncio abiertamente ei juego comunista y critico con severidad Ia actitud de
los dirigentes dei partido: Juan Marinello,
ei presidente, un ex-ministro dei primer gobierno Batista (como, por otra parte, Carlos
Rafael Rodríguez), Blas Roca, secretario ge-
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8
•
•
neral, y a todos los otros principales líderes:
vivían apaciblemente en La Habana mientras
que todos los opositores estaban perseguidos ( 1 ) .
EL P.S.P. SE UNE A LA VICTORIA
En ei otono, sin embargo, pareciendo
inminente Ia caída de Batista, Carlos Rafael
Rodríguez partió ai maquis de Castro y un
pequeno núcleo de militantes, mandado por
Torres, se incorporo a los maquis no castristas dei Escambray.
En fin, en los últimos momentos, ei 31
de diciembre, Ia víspera de Ia marcha de
Batista, ei partido llamó a sus militantes y
a Ia clase obrera para tomar Ias armas y
unirse a los rebeldes. Fidel Castro se enfado de nuevo y advirtió a sus tropas contra
estas infiltraciones de última hora. Hasta hubo incidentes entre castristas y comunistas
durante Ias manifestaciones de Ia liberación
de La Habana. Los hombres de Castro debieron oponerse por Ia fuerza a Ia ocupación, por los comunistas, de vários locales
de Ia capital.
Una vez decidida Ia victoria de Castro,
los comunistas cubanos decidieron, ei 6 de
enero de 1959, en una reunión de su Comitê Central, dar ai nuevo gobierno "todo
ei sostén y Ia cooperación necesarios".
Así, no habiendo tomado parte alguna
en Ia lucha contra Batista, y hasta habiéndose
opuesto a Fidel Castro y a su acción, los
comunistas cambiaron de posición con Ia intención de participar en los frutos de Ia victoria.
CRECIENTE INFLUENCIA
A pesar de este apoyo comunista, ei líder de Ia revolución no cesó durante todo ei
ano 1959 de afirmarse no-comunista. Pero,
por sus métodos autoritários y una depuración no solo de todos los adversários sino
también de todas Ias formaciones políticas
dei Frente Cívico que criticaban sus métodos, muy pronto se encontro con un solo
(1) Con excepción de Aníbal Escalante, director de "Hoy", diário comunista, ningún dirigente
comunista fue detenido ni inquietado bajo Batista.
Cuando ei 1? de enero de 1959, a Ia victoria de
Castro, fueron liberados los prisioneros, no se encontraron comunistas.
=
,ACL..4/tf.,p.8
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sostén: ei dei Partido Comunista (a excepción dei de su propio Movimiento dei 26
de Júlio). De ias diez formaciones dei Frente Cívico, muy pronto no quedaron más que
ei Movimiento dei 26 de Júlio y ei Directorio Revolucionário de Estudiantes. En cuanto ai Partido Comunista, que no había formado parte dei Frente Cívico, gozaba de un
creciente crédito por su docilidad ante todas
Ias decisiones de Fidel Castro.
Así comenzó Ia rápida progresión de los
comunistas en los resortes dei aparato dei
Estado, progresión acelerada a medida que
todo opositor a esta comunicación era considerado por ei Primer Ministro cubano como un opositor personal v sancionado como
tal.
LA URSS ENTRA EN ESCENA
La Unión Soviética no podia ver sin interés Ias radicales transformaciones políticas
que tenían lugar en Cuba. Sobre ei plan interior, una reforma agraria que, quemando
Ia etapa de Ia distribución de Ias tierras, llegaba a Ia colectivización; una serie de nacionalizaciones draconianas; una total depuración de los elementos opuestos ai comunismo; una participación cada vez más activa dei Partido Socialista Popular en Ia vida
política. Sobre el plan extranjero, una creciente tensión con los Estados Unidos.
Por ello, el 11 de agosto de 1959 Ia
URSS realizo un tratado comercial, primera
etapa para el establecimiento de relaciones
más estrechas. El 4 de febrero de 1960, el
vicepresidente dei Consejo Soviético, Anastasio Mikoyan, fue a La Habana para inaugurar una exposición soviética y firmar un doble tratado comercial y de asistencia: un crédito de cien millones de dólares. Três meses
más tarde, el 7 de mayo, eran restablecidas
Ias relaciones diplomáticas entre Cuba y Ia
URSS.
Cuando en este ano 1960 Ias relaciones
con los Estados Unidos no cesaban de deteriorarse, se reforzaban con el campo soviético: Bulgária, Rumania, Corea dei Norte, Mongólia Exterior, Albânia, Hungria, China anudaron sucesivamente relaciones diplomáticas.
El 9 de julio Kruschev declaro que Ia
Unión Soviética defenderia Cuba con cohetes si surgia un conflicto entre Castro y los
am MJ,^\Q
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Estados Unidos. Esta promesa fue confirmada poço después durante un viaje de Raul
Castro a Moscú.
Confiado en este apoyo, ei régimen cubano endureció su actitud respecto a los Estados Unidos y en dos etapas sucesivas, ei
6 de agosto y ei 25 de octubre, confisco todos
los bienes norteamericanos. El 3 de enero
de 1961 fueron rotas Ias relaciones diplomáticas entre los dos países.
CUBA SOCIALISTA
En 1961, cuando este viraje brutal de
Ia política cubana hacía depender ei país cada
vez más dei comercio y de Ia ayuda soviéticos, Fidel Castro definia, por Ia primera
vez, su régimen como comunista. El 15 de
abril (dos dias antes de Ia tentativa consagrada ai fracaso de los exilados cubanos para
derribarle) anuncio ei caracter "socialista"
de su revolución. Y ei 1° de diciembre se
proclamaba "marxista-leninista".
En este importante discurso en Ia televisión, en ei que hizo esta profesión de fe
"marxista-leninista", Fidel Castro declaro además que "una revolución no podia avanzar
sin una organización revolucionaria fuerte y
disciplinada", anunciando así Ia aceleración
dei proceso que estaba en curso para Ia creación de un partido único.
FORMACION DEL PARTIDO ÚNICO
Existían en Cuba, en efecto, después de
Ia liquidación de Ias formaciones políticas democráticas, três partidos o movimientos de
importância desigual y de desigual fuerza que
sostenían Ia revolución cubana. El más importante era ei Movimiento dei 26 de Júlio,
Ia organización de Fidel Castro o, a Io menos,
Io que quedaba después de Ia marcha o Ia
expulsión de los castristas de primera hora
hostiles a Ia comunización de Cuba. El más
débil era ei Directorio Revolucionário dei 13
de Marzo, organización de estudiantes revolucionários cuyo nombre recordaba ei ataque
frustrado contra Batista en ei palácio presidencial ei 13 de marzo de 1957. El Directorio Revolucionário dei 13 de Marzo había
tenido numerosas dificultades con Fidel Castro, a quien se había opuesto hasta por Ia
fuerza en el momento de Ia liberación de
La Habana. Después había acabado por unir-
X^.O- € S l , A C L . 4/42,p.3
••
9
se. Uno de sus líderes, Faure Chaumont, se
vio confiar el puesto de embajador de Cuba
en Moscú.
Había, en fin, el Partido Socialista Popular, partido comunista, menos numeroso
que el Movimiento dei 26 de Júlio, pero disponiendo, como todos los partidos comunistas, de una organización y una estructura infinitamente más sólidas.
Estas três organizaciones se habían ya
reunido en julio de 1961 para formar Ias
Organizaciones Revolucionárias Integradas
(O.R.I.), prelúdio dei nuevo partido único
que contaba formar Castro y que desemboco
más tarde sobre el Partido Unificado de Ia
Revolución Socialista (P.U.R.S.) después,
en octubre de 1965, en Ia creación dei Partido Comunista Cubano (P.C.C.).
CONFLICTO DE INFLUENCIA
A Ia formación de Ias O.R.I., Ia tarea de
organización fue confiada a uno de los líderes dei Partido Comunista, uno de los más
expertos en ias disciplinas y ias prácticas
sólidamente experimentadas en Ia mayor parte de los países comunistas dei mundo: Aníbal Escalante, viejo militante enteramente
afecto a Moscú.
Habiendo conseguido apoderarse de Ia
organización dei partido único, los comunistas dei P.S.P. creían poder dominaria habilmente. La tarea les parecia más fácil porque
Castro había aceptado su proposición de instituir una verdadera dirección colegial con
poder igual entre los miembros de Ias três
organizaciones pre-existentes: el Movimiento
dei 26 de Julio, el Directorio Revolucionário
dei 13 de marzo y el Partido Socialista Popular.
REACCION DE CASTRO: SEPARACION
DE ESCALANTE
El 9 de marzo de 1962 quedaba constituída esta dirección colegial, pero Castro
permanecia vigilante y muy pronto se apercibió que, a pesar de su propia popularidad,
muy superior a Ia de ninguno de los miembros de los que le permanecían fieles, estaba
expuesto a ser desbordada por Ias prácticas
de "organización" de Aníbal Escalante. Dos
semanas después de su constitución, el 23
de marzo de 1962, fue suprimida Ia dirección
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10
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colegial y reemplazada por una secretaria de
seis miembros solamente, presidida por él
mismo. Y como reprochaba a los comunistas
su "sectarismo" no les dio más que una
plaza (sobre seis), ocupada por ei ex-secretario general Blas Roca.
Escalante era así desplazado. Três dias
más tarde era acusado publicamente de haber
querido hacer de Ias O.R.I. una "organización personal" y haber hecho así prueba de
"sectarismo y dogmatismo". Escalante partió
a exilarse en Moscú. Pero a pesar de Ias esperanzas que habían podido poner en su tentativa de unir más estrechamente Cuba a Ia
Unión Soviética, los dirigentes dei Kremlin
no le defendieron. Por ei contrario, Pravda,
dei 11 de abril de 1962, recogía contra él
Ias acusaciones de "sectarismo y dogmatismo", sosteniendo así a Fidel Castro.
No habiendo podido hacer trabajar sus
fieles contra Castro, Ia URSS, ai defenderle,
trataba de dominarle por otra via: Ia dei sostén econômico que, haciendo depender a Cuba enteramente de Rusia daba a esta médios
de presión. El 14 de mayo de 1962, un nuevo tratado aumentaba considerablemente Ia
dependência econômica de Cuba frente a Ia
URSS.
Las relaciones cubano-soviéticas tomaban
así un aspecto diferente de las que existían
en ei interior dei país entre comunistas y
castristas. En Cuba, Castro continuaba siendo ei dueno y los comunistas debían inclinarse, incorporarse. En ei exterior, Castro
tenía en Ia Unión Soviética un protector dei
que dependia enteramente. Si los contratos
comerciales y Ia asistencia de Ia URSS eran
suprimidos, se hundiría ei régimen cubano.
LA CRISIS DE LOS COHETES
Las relaciones cubano - soviéticas fueron
puestas a dura prueba a finales de este ano
1962 con Ia crisis de los cohetes. Cuando ei
Presidente Kennedy tuvo ia certidumbre de
que los soviets entregaban e instalaban misiles en Cuba reaccionó con energia, decidió,
ei 22 de octubre, detener los barcos soviéticos que transportaban los cohetes ofensivos.
Finalmente, aunque en todas las conversaciones anteriores los soviéticos habían negado estas entregas de cohetes a Cuba, ellos
aceptaron ei 28 de octubre Ia retirada de los
dichos cohetes, Io que, evidentemente, era
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MARZO
1970
reconocer que los habían suministrado. La
aceptación emanaba directamenté de Kruschev
en respuesta a Ia demanda norteamericana.
Este asunto provoco una verdadera crisis en las relaciones entre Cuba y Ia Unión
Soviética. Fidel Castro expresó su descontento por dos razones: 1) Kruschev no le había consultado para decidir esta retirada, ni
siquiera avisado, Io que exacerbaba ei resentimiento dei líder cubano consciente de su
total dependência en los acontecimientos decisivos; 2) Para atenuar su responsabilidad
en este asunto, ei líder soviético argüía que
Ia URSS había consentido en entregar estos
cohetes a petición expresa de Cuba, mientras
que ei líder cubano respondia que no era
así. Afirmaba, por ei contrario, que los cohetes habían sido suministrados e instalados
en Cuba como consecuencia de una decisión
tomada en común por los gobiernos cubano
y soviético.
CRISIS INTERIOR
El asunto de los cohetes provoco también una crisis en ei interior dei campo revolucionário cubano. Los miembros dei antiguo partido socialista popular, siempre fieles a Moscú, estimaron con Carlos Rafael Rodríguez, que Io expresó claramente, que Ia
retirada soviética ante Ia orden norteamericana había sido una prudente decisión. Muchos revolucionários castristas, por ei contrario, juzgaron Ia actitud de Ia URSS escandalosa y vieron en ella una traición, Ia prueba
de que Cuba no podia contar con Ia Unión
Soviética para su defensa. Uno de los más
exasperados fue Che Guevara, que expresó
su descontento a Fidel Castro. Y como este,
después de sus protestas, quiso evitar que
se envenenaran las relaciones con una Unión
Soviética de Ia que economicamente necesitaba, resultó un enfriamiento en las relaciones entre Castro y Guevara, que se agravo
durante los meses que siguieron hasta Ia separación entre los dos hombres.
APACIGUAMIENTO
SOVIETO-CUBANO
Por su parte, Ia Unión Soviética queria
calmar Ia irritación cubana y envio a Anastasio Mikoyan a La Habana (2 de noviembre),
Este no consiguió apaciguar a los dirigentes
cubanos, cuyas declaraciones en este mes de
£P> 4A), ^ l O ^ . O - E S I , ^CL.4/WL,p.H
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noviembre testimonian Ias divergências que
les oponían a los soviéticos. Se negaban a
admitir Ia tesis de Moscú según Ia cual Ia
retirada de los cohetes había servido a Ia
causa de Ia paz. Se negaban también a conceder ningún valor a Ia promesa de no agresión de los Estados Unidos que, sin embargo, había sido juzgada suficiente por los soviéticos.
La URSS multiplico Ias atenciones para
halagar a Castro. Invitado por ei Kremlin,
fue por primera vez a Moscú en abril-mayo
de 1963. Cuba fue reconocida entonces como
un país dei "campo socialista" en una declaración común de Kruschev y Castro, Io
que, hasta entonces, se había negado a hacer
Ia Unión Soviética. El premier soviético saludó en Castro a un "héroe popular" y en
Cuba "ei primer país socialista dei continente
americano". En Ia parada dei 1 ? de mayo,
ei jefe cubano tuvo derecho a una plaza de
honor, ai lado de Kruschev. Además, ante
Ias crecientes dificultades econômicas de Cuba, Moscú aceptó pagar ei azúcar 20 por dento por encima dei curso fijado anteriormente. La URSS concedió también a Castro una
asistencia econômica más fuerte y le prometió una ayuda militar.
En pago, Castro aceptaba Ia línea política de los soviets sobre Ia "coexistência pacífica". Esto fue solamente en apariencia, pues
cuando Washington y Moscú propusieron ei
tratado de no proliferación nuclear y fue sometido a los otros países para Ia firma, Cuba
se nego a firmarlo.
La URSS continuo, no obstante, tratando con cuidado a Castro. La acogida que recibió en Moscú en ei segundo viaje que realizo, en enero de 1964, así Io testimonia.
La Unión Soviética estaba entonces en plena
crisis con Ia China comunista y deseaba atraerse a su campo ai ardiente Castro por sus afinidades, que temia frente a Ia "línea china"
y por Ia influencia todavia muy importante,
de que gozaba en los médios revolucionários
dei continente.
LA GUERRILLA
Castro proponía a sus fieles y admiradores de América Latina ei ejemplo cubano como tipo de método para conquistar y ejercer ei poder. De ahí sus tentativas, desde
1959, para organizar Ias guerrillas en Ia ma-
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ii
yor parte de los países latinoamericanos.
Ahora bien, aunque sus precisiones se han
revelado errôneas en ei caso preciso de Cuba,
los soviéticos y sus fieles de los partidos comunistas continúan estando persuadidos —con
razón, por otra parte—r de que ei êxito cubano no tiene valor de ejemplo. Por ello
los comunistas latino-americanos no son favorables a Ia lucha armada y Io son menos
porque esta forma de acción entorpece Ia
política de "coexistência" defendida por
Moscú.
Los comunistas venezolanos, colombianos,
guatemaltecos se vieron, sin embargo, en Ia
necesidad de participar en estas guerrillas
cuando fueron organizadas por los castristas.
De una parte porque no querían estar separados de un movimiento de tipo revolucionário; de otra porque pretendían llegar a
controladas; en fin, porque los partidos comunistas de América Latina, sin excepción,
estaban entonces sacudidos por Ias repercusiones de Ia crisis chino-soviética. Abstenerse
de entrar en Ias guerrillas, era aislarse favorecer un acercamiento entre maoístas y castristas y perder toda influencia.
Han sido precisos vários anos de ásperas dificultades a los comunistas pro-soviéticos para eliminar los partidários de Ia línea
china depurándolos o provocando Ias escisiones que debían desembarazar los partidos
comunistas de toda influencia maoísta. Esto
ha sido largo, difícil, pero los partidários de
Moscú, guiados por Ia URSS, han acabado
por ganar ei combate.
CASTRO Y LA DIRECCION DEL
TERCER MUNDO
En toda esta batalla, Ia URSS no consiguió hacer de Castro un aliado incondicional. Pero Ia lucha común en Ias guerrillas
de castristas y comunistas impidió no obstante ai líder cubano, sostenido, economicamente por Moscú, hacerse ei aliado de los
chinos. Cuba afectaba entonces mantenerse
alejado de Ia lucha entre los dos rivales dei
comunismo, y deploraria. Esta actitud de
neutralidad ya era un êxito para Ia URSS,
que tenía derecho a temer una colisión abierta de los chinos y los cubanos contra ella.
Esta política de "neutralidad" se manifesto con Ia presencia de Cuba en Ia Conferência de los no alineados en El Cairo, en
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octubre de 1964, como en Ia actitud adoptada por Castro denunciando publicamente Ias
"querellas bizantinas" dei comunismo (especialmente en un gran discurso dei 13 de marzo de 1965).
Por esta política "ai margen" de Ia querella chino-soviética Castro trataba de jugar
ei papel de líder de los países dei Tercer
Mundo. No estaba en conflicto con Moscú,
pero queria quitarse Ia marca cada vez más.
Consecuencia de esta actitud: en ei interior
de Cuba mismo restringió ei papel de los
viejos comunistas cuando creó, ei 3 de octubre de 1965, ei nuevo Partido Comunista
Cubano (P.C.C.). Representaban ei 40 por
ciento dei Directorio Nacional dei Partido
Unificado de Ia Revolución Socialista (P.U.
R.S.), etapa posterior a Ias O.R.I. (Organizaciones Revolucionárias Integradas) y anterior ai P.C.C. En ei nuevo partido no formaban más que 18 por ciento dei Comitê
Central y ninguno íiguraba en ei Buró Político.
LA TRICONTINENTAL
En esta tentativa de tomar Ia dirección
de los movimientos revolucionários dei Tercer Mundo se inscribe Ia organización y ei
desarrollo en La Habana, en enero de 1966,
de Ia Conferência Tricontinental que fijó en
Ia misma Habana ei domicilio de Ia Organización de Solidaridad de los Pueblos de Ásia,
África y América Latina (O.S.P.A.A.A.L.).
El "Comitê para Ayuda y Asistenda a los
Movimientos de liberadón Nacional" fue fijado también en Ia capital cubana.
Habiendo resuelto así su conflicto con los
mantenedores de Ia línea china en América
Latina, Ia Unión Soviética se encontraba en
adelante con un nuevo concurrente para Ia
dirección de Ia revolución en ei Tercer Mundo. Los representantes de Ia URSS en Ia orgahizadón de Ia Conferenda Tricontinental
consiguieron marcar puntos consiguiendo que
numerosas organizaciones pro-chinas no figuren en ella y que Fidel Castro denuncie publicamente en Ia tribuna a los más virulentos
adversários de Moscú: Ia China comunista
y los trotskistas.
Pero Ias dedsiones tomadas y ei tono de
Ias resoluciones llevaban, no obstante, muy
claramente Ia marca castrista. Era, en términos violentos, una apologia de Ia lucha armada y una exhortación a ponerla en práctica.
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Y más todavia: Ia promesa de un sostén a
los combatientes en lucha.
Por táctica política, Ia URSS, por Ia voz
de su delegado, partidpó en el entusiasmo
guerrillero de Ia Tricontinental. Pero como
los países latinoamericanos reaccionaron duramente ante Ias dedsiones de Ia Conferência
y como algunos requerían personalmente a
Moscú para que se explicara, Ia Unión Soviética declaro que el delegado soviético no
representaba más que a si mismo y no a su
país (aunque se trata de un líder de alto
rango dei Partido Comunista Soviético).
LA CRISIS CASTRO-COMUNISTA
Esta reculada de Ia URSS fue muy mal
tomada por Castro. Y desde esta fecha comenzó una profunda crisis entre Cuba y Ia
Unión Soviética. El motivo continuaba siendo
Ia divergenda sobre Ia revolución: lucha armada o lucha política. La Habana predicaba
Ia violenda como único médio para tomar el
poder. Moscú (y sus fieles de los partidos
comunistas latinoamericanos) estimaba cada
vez más que Ia lucha armada era inoportuna.
De hecho, en los maquis de Guatemala
y Venezuela, los comunistas comenzaron a
abandonar Ia lucha. Poço antes no estaban
presentes en los dei Peru.
Fidel Castro, que había manifestado ya
alguna impaciência ante los múltiples casos
de reticência de los comunistas, estalló en
su discurso dei 13 de marzo de 1967 contra
el Partido Comunista Venezolano, acusado
de traidón por haber tratado de césar el combate. Este respondió en seguida contra Ia acción "innoble" de Castro. Durante meses, el
líder cubano no cesó de distribuir injuriosos
epítetos contra los comunistas de Ia línea
moscovita.
Pero estos, imperturbablemente, continuaron abandonando Ia guerrilla cuando no era
sistematicamente denunciada como una política "aventurera" y "ultra-izquierdista".
El conflicto tomo un aspecto particularmente agudo en julio-agosto de 1967, cuando Fidel Castro había convocado en La Habana Ia Conferenda para Ia creación de Ia
Organizadón Latinoamericana de Solidaridad
(O.L.A.S.), organización encargada especialmente de crear y sostener Ias guerrillas en
América Latina.
El líder cubano creyó que el momento
BP>
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era particularmente bien venido para no tratar con miramiento a los comunistas, pues en
Ia aventura boliviana de "Che" Guevara, a
Ia que dio un activo sostén en hombres y
médios materiales, veia ei prelúdio de una
guerrilla generalÍ2ada.
Pero los comunistas permanecían en sus
reservas o su hostilidad. No quisieron conceder ningún concurso a Guevara en Ia guerrilla boliviana y cuando este murió y fueron destruídas Ias esperanzas castristas de levantar Ias guerrillas por todas partes, redoblaron sus ataques contra los "aventureros".
El hundimiento de Ia guerrilla boliviana
de "Che", que consagro ei agudo fracaso de
ia política castrista, fue interpretado por ei
jefe de Ia revolución cubana como una traición de los comunistas. Y desde entonces,
multiplico sus invectivas.
LA CRISIS URSS-CASTRO
Como Ia Unión Soviética estaba visiblemente detrás de todos estos partidos comunistas rebeldes a Ia guerrilla castrista, hostiles a Ia teoria dei "foco" revolucionário, Fidel Castro culpo directamente a Moscú. Denuncio vigorosamente Ia política de "coexistência pacífica". Se encolerizó cuando supo
que Ia URSS se disponía a conceder una
ayuda econômica ai Chile dei Presidente Frei
(que Castro había ya acusado como su peor
enemigo por haber querido hacer una "revolución en Ia libertad") después de haber concedido ya ayudas al Brasil, a Colômbia. . .
Reprochó a Ia URSS ei llegar a ser en matéria econômica cada vez más "semejante a
los países capitalistas", faltar de "solidaridad
socialista", etc.
Durante Ias fiestas dei Cincuentenario de
Ia Revolución de Octubre, en 1967, Fidel
Castro se nego a ir a Moscú. El presidente
Dorticós, que debía reemplazarle, no fue tampoco. Finalmente es un oscuro ministro —ni
siquiera miembro dei Buró Político dei Partido Comunista— Machado Ventura, quien
represento a Cuba. Los soviéticos se vengaron de Ia injuria no concediéndole Ia palabra
en Ia sesión inaugural (cuando todos los
otros representantes de partidos comunistas
habían hablado).
Respuesta cubana: ei embajador de Cuba
en Moscú, Garcia Peláez, boicoteó Ia gran
recepción ofrecida por los soviéticos.
AKl^ioX^.O.SSI^CL.^/^
= ~
13
Como esta crisis aguda tenía que crear
movimientos entre los viejos comunistas cubanos tradicionalmente fieles a Moscú, Fidel Castro procedió, en enero de 1968, a
una depuración, seguida de proceso, de estos comunistas cuyo líder era Aníbal Escalante. La URSS misma fue acusada de ingerências en los asuntos cubanos.
Castro declaro abiertamente, dos meses
más tarde, que Ia Unión Soviética ejercía una
presión econômica sobre Cuba. Y se nego a
enviar delegados a Ia Conferência Econômica de Budapest.
En resumen, Ias relaciones entre Cuba y
Ia URSS eran muy malas en este ano 1968
como consecuencia de una grave tensión que
duraba dos anos.
APRUEBA LA INVASION DE
CHECOSLOVAQUIA
De repente, dos dias después de Ia brutal
irrupción dei Ejército Rojo en Checoslovaquia,
Fidel Castro tomo Ia palabra (ei 23 de
agosto de 1968) para aprobar Ia agresión
soviética. Curioso cambio en ei mismo momento en que los comunistas más ortodoxos,
los más fieles a Moscú estaban quebrantados
por esta incalificable violación de Ia soberania de Checoslovaquia, que algunos hasta no
dudaron en desaprobar o condenar.
Esto debía ser ei principio de una nueva fase en Ias relaciones cubano-soviéticas.
,-A qué fue debido este radical cambio
de actitud? Entre los numerosos cubanos que
han abandonado sus funciones oficiales durante ei ano 1969, dos diplomáticos, que
"han escogido ia libertad", Io atribuyen a
presiones soviéticas. Según Agustín Sánchez
González, diplomático cubano en puesto en
Ginebra (2), que rompió recientemente con
Castro, Ia URSS exigió que ei líder cubano
tomara una posición política más favorable
a Moscú, sin Io cual serían ejercidas represálias econômicas contra Cuba. Otro diplomático, en puesto en Paris (3), Orlando Castro Hidalgo, que rompió en Ia primavera pasada, entre otras revelaciones que han resultado
exactas, había ya hablado de un pacto en forma condicionando ei sostén econômico de Ia
(2) Consejero de Embajada y encargado de negócios de Ia Delegación Permanente de Cuba anulas Naciones Unidas.
(3) Agente de los servidos de espionaje.
£,?> AAi. íVo X1.0.e6I.ACU.4/a2 f p.A4
14
—
URSS a Cuba a una política más flexible de
Castro frente a Ia Unión Soviética.
Semejante hipótesis es más que posible: verosímil, puesto que Fidel Castro había reconocido hace menos de dos anos Ias presiones econômicas de Ia Unión Soviética. Es tanto más verosímil puesto que Ia aprobación
de Ia agresión soviética en Checoslovaquia
por el líder cubano no es un hecho aislado.
Es solamente el principio de una serie de
acontecimientos que traducen indiscutiblemente un estrechamiento de relaciones entre
Moscú y La Habana.
C. R. RODRIGUEZ EN LA CONFERÊNCIA DE MOSCU
Poço después de los acontecimientos de
Checoslovaquia, numerosas misiones diplomáticas y militares cubanas han ido a Ia capital
soviética.
Mientras que en 1968 Cuba se había negado a participar en Ia Conferência comunista de Budapest, La Habana anuncio, el
31 de mayo de 1969, su intención de enviar una delegación a Ia Conferência de los
partidos comunistas en Ia capital soviética,
dei 5 ai 17 de junio.
Sin duda, esta delegación no se componía, en principio, más que de observadores;
pero de hecho era dirigida por un importante personaje dei régimen, Carlos Rafael Rodríguez, ministro sin cartera, uno de los viejos militantes dei Partido Socialista Popular
que ha hecho más por llevar a los comunistas de Cuba a sostener activamente Ia política castrista. Además, aunque teoricamente
"observador", Carlos Rafael Rodríguez intervino oficialmente en los debates de Ia Conferência de Moscú.
' Sin duda no se puede hablar aún de un
alineamiento total de Ias tesis castristas sobre Ias de Moscú. En esta Conferência de los
partidos comunistas Carlos Rafael Rodríguez
tuvo que subrayar el mantenimiento de Ias
tesis castristas. Se complació en poner de relieve que Cuba no podia estar de acuerdo
con Ia parte dei documento de Ia Conferência relativo al papel de vanguardia de los
partidos comunistas en los movimientos de liberación nacional, pues, dijo, no pueden pretender esta plaza más que si se colocan efec-
—
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tivamente en Ia vanguardia "por Ia lucha y
el ejemplo". En esto se encuentra Ia idea
querida dei castrismo, pero expresada con
menos vehemencia que en otro tiempo.
Insistió también porque Ia noción de
"coexistência pacífica" no sea un obstáculo
al derecho de los "pueblos oprimidos" por
su propia liberación o por su lucha contra
"Ia agresión imperialista". Es una reserva fundamental que demuestra que el castrismo coloca esta lucha en primer lugar. Pero ahí
también los propósitos de Carlos Rafael Rodríguez fueron bastante matizados, desembarazados de todo caracter agresivo, de todo
espíritu polemico. Y si estas importantes reservas fueron claramente enunciadas, el principio de Ia "coexistência pacífica" no fue puesto en causa en todos los casos, Io que no sucedió durante los anos precedentes.
ESTRECHAMIENTO DE LAS
RELACIONES
Otro signo de deshielo y hasta de estrechamiento de Ias relaciones cubano-soviéticas: por primera vez, una fuerza naval de Ia
URSS anclaba en el puerto de La Habana a
finales de julio, después de ejercicios en el
Atlântico. Y como esta manifestación, calificada de "fraternal" por Ia prensa cubana,
coincidia con Ias fiestas de Ia revolución cubana (16 aniversário dei 26 de julio), se
pudo ver a 760 oficiales y soldados soviéticos, bajo Ia dirección dei almirante Stepan
Sokolan, cortar Ia cana de azúcar al lado
de los oficiales cubanos.
Menos espectacular, pero más importante
todavia, es el acuerdo tomado entre Castro
y los dirigentes dei Kremlin para el envio
a Cuba de 5.000 técnicos soviéticos, aproximadamente, destinados a ayudar a Ia economia cubana desfalleciente: una economia cuya
dependência frente a Ia URSS no hace más
que crecer, puesto que actualmente Cuba tiene una deuda que excede de dos mil millones de dólares frente a su "protector" y se
encuentra tributaria, por un 70 por ciento
de su comercio exterior, de Ia URSS y de los
países comunistas.
Entre los otros signos de acuerdo se puede observar también los mútuos mensajes mucho más calurosos con ocasión de Ias fiestas
rituales revolucionárias (el 26 de julio y el
\° de enero para Cuba, Ia revolución de Oc-
3P> A*t,
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1 9 7 0
•
tubre para los soviéticos), así como una suspensión total de Ias polêmicas en Ia prensa
de los dos países. No solo Ia prensa cubana
no ataca a Ia URSS, sino que también ha cesado prácticamente toda campana contra los
partidos comunistas de América Latina (que
hace menos de dos anos eran todavia duramente maltratados). Asimismo, Ias Uamadas
a Ia guerrilla, a Ia subversión, Ias referencias a Ia O.L.A.S. han casi desaparecido o
están muy atenuadas en los discursos públicos de los funcionários cubanos o en Ia prensa de La Habana. El cambio es tan visible
que ei líder guerrillero de Venezuela, Douglas Bravo, jefe de Ias fuerzas armadas de
liberación nacional, acaba de reprochar a Castro el haberse alineado a Ias posiciones soviéticas, querer "unicamente reforzar su economia" y "haber suspendido toda ayuda a
los movimientos revolucionários".
EL MARISCAL GRETCHKO EN
LA HABANA
La visita dei mariscai Gretchko a comienzos de noviembre ha venido a confirmar esta
nueva fase de Ias relaciones cubano-soviéticas. Sobre el fondo de Ias conversaciones,
nada ha transpirado oficialmente; pero es muy
probable que Ia estância de un mariscai soviético de Ia más alta categoria, ministro de
Ia Defensa de Ia URSS, el hombre que en
agosto de 1968 mando desde Dresde Ias tropas de invasión de Checoslovaquia, acompanado de una importante delegación de oficiales superiores, no tenga solamente un caracter simbólico. Esta visita y Ias largas conversaciones dei mariscai Gretchko con los dirigentes cubanos, efectuadas algunos dias después de Ia apertura de Ias conversaciones
ruso-norteamericanas de Helsinki, tenían probablemente como fin llevar a Cuba un mínimun de garantias militares, en caso de agresión, contra el compromiso cubano de frenar sus intervenciones en el continente americano ( 4 ) .
(4) Ha sido concluído un acuerdo militar por
el cual Ia URSS asegura Ia instrucción y el entrenamiento de Ias fuerzas castristas, suministra cohetes de tipo "Frog", renueva el equipo en carros
T 54-55 por T 62 con armamento de cânones de
115, y se asegura dos nuevas bases navales en
Cuba: en Cienfuegos y en Santiago.
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••
•• -
.ACL.^/IX,
1 5
LOS PROGRESOS SOVIÉTICOS
De estos diez anos de relaciones cubanosoviéticas, aparece que el caracter particular
dei castrismo —triunfante en Cuba sin sostén comunista— y que. el propio caracter de
Castro, celoso de sus prerrogativas y de su
independência, gozando además, sobre todo
en los primeros anos, de una fuerte audiência
en los médios revolucionários latino-americanos, apenas permitían a Ia Unión Soviética
imponer sus opiniones tan facilmente como
hubiera podido hacerlo a sus satélites directos de Ia Europa Oriental. Y sin embargo,
en este estrechamiento de los lazos entre La
Habana y Moscú, a pesar de Ias veleidades
y hasta de Ias manifestaciones de independência de Cuba, ^cómo no ver que Ia URSS
ha ganado mucho más que Cuba?
La influencia soviética era muy débil en
América Latina a comienzos de Ia revolución
cubana. Rusia no tenía entonces relaciones
diplomáticas más que con três países dei continente y, prácticamente, ninguna influencia
comercial y econômica. Sus partidos comunistas, con raras excepciones, no tenían ninguna
audiência. Los comunistas más intransigentes,
seducidos por el maoísmo, les amenazan desde el interior. El prestigio castrista polarizaba, en el exterior, hacia el ejemplo cubano
una masa de nuevos revolucionários (juventud, intelectuales, médios burgueses) que escapaban totalmente a Ia influencia de los
aparatos comunistas unidos a Moscú.
Ahora bien, por una política fluctuante,
hecha de compromisos y de tensiones, según
Ias oportunidades. Ia URSS ha alejado totalmente todo peligro "chino" en sus partidos
comunistas, y contribuyendo ai fracaso de Ias
guerrillas (ineluctable de todas maneras) ha
zapado progresivamente Ias ambiciones —y
hasta el crédito— dei castrismo.
El resultado de estos pacientes esfuerzos
es ya muy visible. Mientras que el "maoísmo" no ha sido más que un fuego de paja,
que el influyente castrismo de sus comienzos
declino en Ia opinión pública y ha fracasado
completamente en sus empresas de guerrilla.
Ia Unión Soviética ha progresado en Ia via
de Ia penetración por Ia "coexistência pacífica". Hoy mantiene relaciones diplomáticas con
casi todos los países de América dei Sur.
Sus misiones comerciales y técnicas están pre-
BP> A*J, Pl>0 *°i.O. £ 2 1 , /?CL.4-/U,f>.M
M A R Z O
DECLARACIONES
DE LEONCIO
1 9 7 0
BASBAUM
Historiador Marxista y Ex-Miembro dei Partido Comunista Brasileiro
CON ocasión de Ia aparición póstuma dei libro de memórias de Leoncio
Basbaum, muerto hace poço tiempo, ei
"Jornal do Brasil" (27-4-69) publico un
extracto dei volumen que analiza toda Ia
existência dei PCB desde 1922.
LEONCIO Basbaum, nacido en 1907, militó en ei PCB desde su fundación y se retiro
en 1957, después de 35 anos de participación
política efectiva. En su obra "Uma vida em
seis tempes" (Una vida en seis tiempos) expone Ia historia dei PCB desde 1922 hasta
1957. Antes de su muerte había hecho una
observación, interesante: "Lo mejor que los
comunistas brasileiros pueden hacer, ahora, es
declarar publicamente Ia disolución dei PCB
con todas sus ramificaciones y sus disidencias". Un partido que no ha llegado ai poder después de 40 anos de vida y que continua predicando Ias mismas soluciones rebasadas, ei mismo lenguaje, pleno de consignas
irritantes, demuestra que ha errado ei camino en su doctrina y en sus métodos". . .
La misma admonición se encuentra en ei
texto de sus memórias: "No hay ni porvenir
ni esperanza para Ias fuerzas de izquierda; han
cometido errores y se han subdividido, de tal
sentes en diversas capitales. Y ha concedido
ayudas econômicas a vários Estados.
De esta larga y sorda rivalidad, ha salido/ indiscutiblemente, vencedora. Hasta ei
mismo "rebelde" Castro ha debido cambiar
una parte de su libertad bajo Ia presión econômica soviética.
La mejora de Ias relaciones cubano-soviéticas no es ei resultado dei acuerdo "fraternal" proclamado oficialmente, sino ei resultado de un compromiso: Fidel Castro ha puesto sordina a sus campanas anticomunistas
como precio de una ayuda soviética y de una
promesa de defensa militar, sin Ias cuales
se hundiría su régimen.
forma que se hacen más dano a ellas mismas
que ai régimen que pretenden combatir".
Sus Memórias no quieren ser un libro de
historia dei PCB sino solamente ei resultado
de Ias experiências dei autor, quien, por otra
parte, Ias confunde con Ia propia vida dei
partido.
"No son solamente dichas organizaciones
de izquierda brasilenas Ias que han hecho bancarrota. Todos los partidos comunistas de
América Latina, con excepción, quizá, dei grupo chileno, han fracasado. Porque han perdido ei contacto con Ia realidad. Sus dirigentes
transformaron en dogma Ia teoria aplicada
y aplicable a Ias circunstancias de hace 30
ó 40 a n o s . . .
"Creen que alejarse de lo que dijeron
Marx y Lenin es revisionismo, antimarxismo.
Cada vez que este gênero de revolucionários
debe dar una idea, se apresuran a releer a
Marx y Lenin o hasta Mao Tse-tung.
"Ignoran simplemente que algunas de Ias
ensenanzas marxistas son propias ai momento
revolucionário de comienzos dei siglo e inaplicables ahora. Quieren traer ai Brasil soluciones aplicadas en URSS y en China o en
Cuba.
"En lo que conderne a Ia Unión Soviética
y China, el choque entre estos dos países demuestra que Ia unidad comunista universal
prevista por Marx no puede ser posible y que
todo lo que dice no debe ser tomado como
dogma, como lo hacen nuestros pobres comunistas cegados por el fanatismo".
Hablando de Carlos Prestes, dice:
"Prestes es un hombre acabado. Es Ia negación absoluta de toda sensibilidad política...
Ha cometido demasiados errores. Su primer
error fue haber aceptado Ia función de Secretario General dei PCB en 1945. Este error
fue también el dei partido. Por su naturaleza,
hubiera debido tratar de ser un dirigente popular.
"En 1945, en calidad de Secretario Ge
neral, recomendo una política de austeridad,
BP> Akl,
M A R Z O
1 9 7 0
= = = = = = = = =
de paz y de tranquilidad, Io que es absurdo
para un dirigente revolucionário. Además, a
menudo, se ha callado cuando era preciso hablar y ha hablado cuando era preciso callarse.
"Más recientemente ha habido ei caso de
los "carnets".. . Ha sido una idiotez. Faltas
de este gênero son Ias que han hecho descender ei PCB ahí donde se encuentra.
"Hoy, Prestes no puede hacer más errores. No puede cometer más porque ei Partido
ya no hace nada y él ya no tiene necesidad de
tomar iniciativas.
"En ei Partido, algunos quieren que Prestes abandone Ia función de secretario; otros
piensan que hay que darle un cargo honorífico "como presidente o algo semejante". Pero
él, está ahí, muriéndose con ei partido.
Desde otro punto de vista, Leoncio Basbaum revela que "ei PCB tuvo su mejor período en 1946, cuando llegó a más de 200.000
miembros. Hoy, no queda dei antiguo PCB
más que ei recuerdo. Llevado desde 1934 por
gentes inhábiles y por aventureros, está en
quiebra. A partir de 1943 oscilo entre un
izquierdismo desesperado y un oportunismo
electoral...
"La creación dei partido comunista dei
Brasil (PCdB) por João Amazonas, Maurice
Grabois y Pedro Pomar ha debilitado todavia
más ei PCB.
"Después de ia Conferência OLAS en
1967, Carlos Marighella formo ei PCB revolucionário, que se basa sobre métodos experimentados por Ia revolución cubana.
"Estas organizaciones se han dividido ya
y tienden a dividirse todavia más en existências precárias y provisionales. El número de
miembros dei PCB es de 10.000 aproximadamente; ei PCdB debe tener alrededor de
5.000; y ei PCBR 3/4.000 solamente.
"Estas subdivisiones son efímeras e ineficaces. Se forman bajo Ia orientación de los
descontentos en los partidos de origen. Un
grupo se separa, cree que sabe cuál es ei mejor camino para Ia revolución y se organiza
en pequeno núcleo. Todos se atacan mutuamente y se critican entre ellos en lugar de
luchar juntos por Io que tienen de común.
"Se pierden en largos análisis y críticas,
todas marcadas por Ia ridícula inclinación dei
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*
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detalle, todas liadas a ia lucha dei marxismoleninismo o dei maoísmo, sin saber distinguir
lo esencial de lo circunstancial, sin capacidad
para adaptar a Ia realidad Ia doctrina que admiran. Y todo ello en una jerga lamentable,
que demuestra claramente un origen dogmático y fanático, que fatiga y aleja ei pueblo
que quieren convertir y emocionar.
"Lo que les marca a todos es ei dogmatismo. Es lo que me ha alejado de ellos. No
tienen ni porvenir ni esperanzas.
"Todos estos grupos, con excepción dei
PCB, tienen como punto Ia necesidad de Ia
guerrilla para su ascensión al poder. Pero nuestros guerrilleros cometen un error fundamental cuando creen que Ias guerrillas pueden resolver los problemas brasilenos.
"La guerrilla es un médio dei que dispone
un partido revolucionário para llegar al Poder, pero sin retaguardia política, ninguna
guerrilla puede producir ningún efecto. Un
ejemplo claro es lo que se ha producido en
Bolívia.
"Otro ejemplo es Ia insistência en afirmar
Ia hegemonia dei proletariado. Todo lo que se
ha organizado está basado sobre Ia prioridad
dei proletariado como clase capaz de llevar Ia
revolución al poder. Están en un error. El
proletariado ha perdido, en muchos países, su
conciencia de clase y Ia noción de sus derechos... Hoy, ei proletariado es una simple
abstracción poética, un dogma teórico... Ya no
es todo, ni aun lo principal... La "dictadura
dei proletariado" no funciona ya como un arma de agitación política. En los países subdesarrollados, de África..., ya no hay proletariado".
Al final dei libro, Leoncio Basbaum revela que en 1968 había sido invitado a volver
al partido: "Cuatro veces me fue renovada
Ia invitación, pero yo no estaba interesado.
Ya no valia Ia pena...".
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MARZO
18
MARZO DE 1970
1970
HOJA ESPECIAL PARA VENEZUELA
No. 4 9
Denuncia y Crítica Analítica de Ias Tácticas y Planes de los
Comunistas Venezolanos
EL
BALANCE
DE LA PACIFICACION
En nuestra edición dei mes de abril de
1969 este servido informativo hizo un análisis bajo ei título de "La libertad de los
liberticidas", tratando ei tema de Ia política
de pacificación iniciada por ei Gobierno venezolano, que entonces acababa de ascender
ai poder.
Hoy, un ano después de Ia iniciación de
esa política, creemos justo y necesario repetir
ei análisis de Ia misma, contemplando retrospectivamente Ias actuaciones de Ias fuerzas
de extrema izquierda revolucionaria durante
los últimos 12 meses.
ÊXITO RELATIVO
El programa de pacificación realizado por
ei Gobierno dei Presidente Caldera puede considerarse como un êxito relativo. No se han
logrado todos los objetivos propuestos, puesto
que aún quedan pequenos grupos guerrilleros
operando en Ias montanas; pero una buena
parte de estos han depuesto su actitud beligerante y puede afirmarse, sin caer en exageraciones, que se ha logrado Ia dispersión
y ei desarme de Ia mayor parte de Ia guerrilla.
Una simple ojeada permite apreciar los
câmbios operados durante ei afio en ei panorama.
LAS GUERRILLAS DEL MIR
Un ano atrás Ias guerrillas dei MIR tenían coherencia como grupo de operaciones
bajo ei mando de Carlos Betancourt en Ias
montanas de Oriente. Hoy ei MIR sufre una
escisión en três grupos de jefatura diversa:
a)
ei ala ortodoxa bajo Ia jefatura de
Simón Sáez Mérida, con tan escasa fuerza
para lograr sus propósitos que puede considerar se como un sector moribundo;
b) Ia juventud dei MIR bajo ei comando de Júlio Escalona, separado dei grupo
guerrillero de Betancourt, a quien sustrajo Ia
mitad de sus efectivos;
c) ei grupo original de Betancourt, operando aún, con una fuerza de 15 hombres.
Sin embargo, no se puede decir que este
proceso sea exclusivamente ei resultado de
Ia política de pacificación dei Gobierno, puesto que con anterioridad ya habían comenzado
a aparecer diferencias en Ia jefatura que se
proyectaban a los cuadros médios y a Ia periferia dei MIR. Pero ei programa de pacificación agudizó estas diferencias y provoco los
rompimientos finales. El MIR está hoy tan
fragmentado que ninguno de sus três sectores
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MARZO
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1970
puede considerarse como una fuerza efectiva
en ei campo de Ia lucha armada ( 1 ) .
LAS GUERRILLAS DEL FALN
Similar situación confrontan ias FALN
de Douglas Bravo. Aunque se habían presentado düerencias en los cuadros de esta fuerza durante los últimos anos, estas se tornaron
profundas e irreversibles a Io largo de 1969.
Las FALN de Bravo están actualmente
divididas en cuatro grupos guerrilleros:
a) El grupo comandado directamente
por Douglas Bravo, quien actualmente no está
en las montanas sino posiblemente en Ia ciudad de Caracas donde discute las posibilidades de acogerse a Ia pacificación.
b) El grupo de Luben Petkoff, cuyo
jefe está ausente de Venezuela, quizás en Cuba o en alguno de los países trás Ia cortina
de hierro.
c) El grupo dei campesino Magoya,
cuyo nombre es Eligio Sivada, realizando algunas operaciones aisladas de poça efectividad.
d) El grupo bajo ei comando de un guerrillero cubano llamado Antônio, escaso en
hombres y en armas.
Cada uno de estos grupos, a su vez, sufre confrontaciones internas y una gran parte
de los elementos que los integraban en ei
pasado, cuando ofrecían un frente unido, han
(1) En carta incautada por las fuerzas de seguridad dei Estado, firmada por ei comandante
guerrillero Carlos Betancourt, (a) Comandante Camilo, dirigida a Fidel Castro, este expresa concretamente cuál es Ia situación dei MIR cuando dice:
"Quiero aprovechar Ia presente con plena autoridad en esta crisis donde se juega ei destino como
destacamento de Ia revolución venezolana, porque
en esta crisis se discute inclusive Ia vigência dei
MIR como partido revolucionário".
"Las divergências que hoy están planteadas en
ei seno dei partido, son de un profundo contenido
antagônico donde las posiciones que se toman de
uno y otro lado son de tal magnitud que en ese
dilema se juega Ia propia suerte de Ia organización".
"Nosotros —concluye Betancourt— consideramos
que ei MIR de Simón Sáez Mérida, ei burocrático
de Américo Martin, ia legalidad burguesa de Pérez
Marcano y ei vacilante y oportunista de Júlio Escalona, no son ei MIR que nació en 1960. Los
burocratas han destruído Ia base organizativa dei
MIR convirtiéndolo en un partido fosilizado que
ya ha perdido ei mensaje y que ya ha sido colocado
en un plano secundário dei desarrollo histórico y
social y es necesario comprender esa realidad".
(Tomado de "El Universal". 7-3-70).
19
regresado a las ciudades transformándose en
delincuentes comunes. Hasta qué punto esos
elementos, hoy dia convertidos en miembros
dei hampa común, han cesado de tener intención política en Ia realización de sus actividades delictivas, es asunto que preocupa a
toda Ia colectividad venezolana y es pregunta que se formula a menudo sin obtener una
respuesta suficientemente clara sobre ei particular.
Lo cierto es que ai ofrecer ei Gobierno
una amnistía para todo aquel que depusiera
su actitud de agresividad y de lucha armada,
elimino toda posibilidad para que Ia protesta
armada tuviese alguna razón legítima de ser,
con lo cual los guerrilleros pertinaces quedaron convertidos en simples bandoleros.
LAS GUERRILLAS DEL P.C.V.
El P.C.V. ya había aceptado Ia eventualidad de pacificación antes de que esta fuese
un programa puesto en práctica por ei Gobierno. El P.C.V. deseaba Ia legalidad y había negociado con Copei ei desmantelamiento de su guerrilla a cambio de su rehabilitación.
El abandono de Ia lucha armada había
sido, por otra parte, una política seguida por
ei P.C.V. durante los últimos 3 anos, aun
cuando continuaban manteniendo núcleos guerrilleros en ei campo que estaban Ia mayor
parte dei tiempo inactivos y mantenían, de
igual forma, planes para ia insurrección urbana.
El P.C.V. desea que Ia pacificación funcione con ei mayor de los êxitos, aun cuando Ia
dialéctica comunista exige que sus portavoces
continúen expresando, a través de las páginas
de "Tribuna Popular", ei concepto de que Ia
participación que ofrece ei Gobierno es una
trampa. Pero en Ia realidad ei sector ortodoxo
dei P.C.V. que detenta Ia jefatura dei mismo,
se manifiesta a veces desilusionado de que Ia
pacificación no haya alcanzado un radio todavia más amplio. Ellos desearían que todos los
grupos guerrilleros hubiesen bajado de las
montanas ya que en esas circunstancias todos los prisioneros políticos habrían sido puestos en libertad, no tanto para reiniciar con
ellos planes de insurrección como para utilizados en metódicas actividades de infiltración.
Porque ei plan máximo dei P.C.V. en Ia actualidad es Ia infiltración a todos los niveles,
en todos los sectores y dentro de todas las
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20
=
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instituciones dei gobierno democrático con do
ble finalidad:
a) menoscabar Ias bases dei sistema;
b) ampliar Ia base política dei Partido,
desastrosamente golpeado en ei pasado y por
ello extremadamente débil en ei presente.
El P.C.V. ha decidido renunciar a Ia pretensión de realizar Ia revolución violenta en
Venezuela. Ha reconocido que esa revolución
no puede efectuarse sin ei gran soporte de
Ias masas populares que no controla. Por ello,
todos sus planes están encaminados a conquistar esas masas en los anos venideros para
poder regresar a Ia concepción de insurrección
armada sobre una base popular amplia y sólida.
LOS RIESGOS DE LA PACIFICACION
Este es, precisamente, ei gran riesgo que
corre ei país bajo ia política de pacificación,
pues si ei P.C.V. logra ampliar y fortalecer
sus bases e infiltrar Ias instituciones dei Gobierno y de Ia sociedad democrática, estará
listo para retomar en un futuro próximo ei
camino de ia revolución violenta y esta vez
si, con grandes posibilidades de êxito ( 2 ) .
Por ello, Ia reanudación de Ias relaciones diplomáticas y comerciales de Venezuela
con Ia URSS será un factor favorable en alto
grado para los planes de los comunistas crioIlos que están siguiendo ei esquema descrito ( 3 ) . De abi ei alto grado de peligrosidad
que involucra ei restablecimiento de dichas
(2) "La penetración extremista en ei MEP se
produce de Ia misma manera en que Ias infiltra
ciones llegan a tener cabida en cualquier tipo de
organización sindical, cultural, política, etc, de una
manera progresiva. Siendo los más simpáticos, los
más activistas, los que realizan ei trabajo sin poner
peros de ninguna naturaleza para ir adquiriendo confianza de Ia militancia, de Ia dirigencia, y luego poder
trabajar en Ia forma en que se les ha instruído. Esa
penetración comenzó en Ia misma campana electoral
e internamente Ia denuncie; y con motivo dei mitin
dei Silencio ei doctor Prieto, ei doctor Lander, ei
doctor Paz deben de saber cuántos esfuerzos y cuántas calentazones de cabeza y cuántas rabias pasé para
evitar que boinas rojas y banderas con ei gallo fuesen los que adornasen aquella Concentración".
(Declaraciones dei Diputado Rubén Charlita Munoz en ei Foro celebrado en Ia Redacción de "El
Mundo", ei 9-3-70).
(3) "POMPEYO
TA DE PRAGA.—La
zolano a Ias posiciones
dio muy simple: Ia
MARQUEZ EN LA REVISsupeditación dei P. C. venede Moscú se mide por un méfrecuencáa o Ia ausência de
= = = = = = = =
.O.e£i,ACL.4-/Urt-M
MARZO
1970
relaciones, razón por Ia cual amplios sectores
dei país Ias objetan con argumentos legítimos
y muy sólidos.
Otro riesgo no menos grave por sus temibles efectos sociales, es ei de Ia amnistía
para los ejecutores de delitos políticos claramente comprobados, por cuanto esta posición contribuye a crear un concepto confuso
sobre ei delito estableciendo medidas especiales de excepción para juzgarlo, Io cual siénta
un precedente que puede provocar repercusiones muy graves en Ia juventud dei país.
artículos sobre ei comunismo en ese país publicados por Ia revista de Praga "Problemas de Ia Paz y dei
Socialismo". En ei pasado, pasaba todo un ano
sin que esta revista, publicada en Praga pero dirigida por un equipo soviético, publicase una sola
línea sobre ei P. C. Venezolano.
Pero esta situación ha cambiado en los últimos
tiempos, puesto que no solo se publican artículos,
sino asimismo entrevistas especiales con los jefes
comunistas venezolanos, honor excepcional otorgado por los soviéticos a los "partidos hermanos"
considerados importantes y fieles.
En ei último número de 1968, Teodoro Petkoff
fue entrevistado para explicar Ia actitud dei P.C.V.
en vísperas de Ias elecáones.
Y en ei último número de 1969, Pompeyo Márquez tuvo un honor aún mayor: se le entrevisto
para que explicara ei sentido y Ia importância para
ei conjunto dei movimiento comunista iatinoamericano de Ia Conferência Mundial de Partidos Comunistas celebrada en Moscú en junio de 1969.
Declaro desde ei principio que "Ias conclusiones de Ia Conferência de Moscú son una preciosa
contribución a Ia lucha de nuestros pueblos".
Los documentos de Ia Conferência "proponen
una plataforma concreta de lucha contra Ia dominación americana" y Márquez ha senalado particularmente Ia aparición en esta lucha de dos nuevas
fuerzas en América Latina: por una parte, Ias comentes revolucionárias en Ias Iglesias brasilena, argentina, colombiana y peruana, y, por otra, comentes análogas en Ias fuerzas armadas de ciertos países, sobre todo en ei Peru, "donde ei gobierno de
los militares en ei poder procede a transformaciociones antiimperialistas y democráticas".
Las decisiones de Ia Conferência de Moscú, discutidas y aprobadas por una reunión especial dei
Comitê Central dei P C de Venezuela, deben servir, según Márquez, de base a futuras acciones en
este país y para Ia elaboración de los documentos
esenciales dei IV Congreso de este partido.
Sostenido por Moscú, Márquez se pronuncio asimismo en favor de una nueva Conferência de los
partidos comunistas de América Latina, ai mismo
tiempo que prometió una acción masiva de los comunistas venezolanos en Ia campana con motivo dei
centenário dei nacimiento de Lenin, que es ei 22
de abril de este ano".
(Tomado de Ia Hoja "I.P.S.". 10-2-70. N? 95).