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CONGRESO FORESTAL ESPAÑOL - Lourizán 1.993. Ponencias y comunicaciones. Tomo IV
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EL IMPACTO SOCIAL DE LA POLITICA DE REPOBLACION FORESTAL
DE POSTGUERRA. DOS EJEMPLOS MUNICIPALES EN
'-LA SIERRA DE SEGURA (JAEN)
J. D. Sanchez Martinez
*&
E. Araque Jimenez
* Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas.
** Facultad de Humanidades.
**
Campus Universitario de Jaén. JAEN (España)
Campus Universitario de Jaén. JAEN (España)
Resumen
Se analizan las implicaciones sociales de la política de repoblación forestal que se
ensaya en nuestro país después de los años cuarenta. Para ello se han elegido dos municipios
de la Sierra de Segura (NE de la provincia de Jaén) donde la trascendencia de los trabajos
de repoblación es máxima. Tras evaluar las repercusiones sobre la actividad ganadera y los
sistemas de propiedad se estudian los efectos sobre el mercado de trapajo local y el papel de
la repoblación forestal en la prevención de algunos desastres naturales propios de este ámbito
mediterráneo.
p.e: Repoblación forestal, Repercusión social, Región mediterránea, Jaén
Abstract
This paper is an analysis of the social import of the policy of reafforestation in th~
40s from the study of two municipalities in Sierra de Segura (NE of the province of Jaén);
where such policy has an utmost importance. It is al so a survey of the effects on cattle'
raising, property systems, locallabour market and the preventive role of afforestation against
sorne natural disasters usual in the area:
K. W.: Afforestation, Mediterranean basin, Jaen, Social import
INTRODUCCION
La política de repoblación forestal que se implanta en nuestro país al finalizar la
guerra civil, ha suscitado una gran controversia entre los especialistas que vienen dedicandose.
a su análisis desde hace ya algunos años. Una buena parte de las críticas que se han
formulado hasta el presente se centran en la falta de criterios ecológicos y en la preponderan- .
cia de fines puramente productivistas en el diseño y la ejecución de esta forma de·
intervención territorial. Las implicaciones sociales de la política repobladora de postguerra,
por el contrario, han sido mucho menos valoradas hasta el momento y ello a pesar de la
reconocida trascendencia que tiene la intervención en aquellos ámbitos espaciales donde se
implanta con más fuerza.
Con el fin de contribuir a paliar esa deficiencia, en esta comunicación nos
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proponemos analizar sucintamente las repercusiones que tiene la política de repoblación
forestal sobre la sociedad rural de los años cuarenta y cincuenta. Para ello hemos
seleccionado do~ municipios de la provincia de Jaén que podemos considerar paradigmáticos
en muchos sentidos: Segura de la Sierra y Santiago de la Espada-Pontones, ambos en la
comarca de la Sierra de Segura, en el extremo nororiental de la provincia de Jaén (ARAQUE
JIMÉNEZ, 1989). Situados en uno de los nudos hidrográficos más importantes de la
Península Ibérica, los trabajos de repoblación forestal se. inician en ambos términos
inmediatamente después de acabar la contienda. La propiedad mayoritariamente pública de
los numerosos montes que integran ambos municipios, así como el alarmante estado de
desforestación que se aprecia en numerosos enclaves de los mismos y repercuten de lleno en
los grandes embalses hidraúlicos del Tranco y de la Fuensanta, son los elementos
determinantes de una actuación realizada por vía de urgencia que se encuentra respaldada
legalmente desde el Estado a través de una amplia normativa y que obtiene todo el apoyo
económico de los organismos encargados de la ejecución de la política forestal.
USOS Y SISTEMAS DE PROPIEDAD
_ Por encima de cualquier otra consideración, los trabajos de repoblación forestal
implican una restricción sustancial de usos del territorio y una revisión de los sistemas de
pf<?piedad imperantes en las zonas afectadas. En el caso que nos ocupa, al menos, cualquiera
de las "Memorias" que preceden al inicio de esos trabajos dejan claro cada uno de estos
hechos. Por tal razón la intervención repobladora no va a estar exenta de una fuerte
conflictividad social que enfrenta a determinados colectivos rurales con decisiones, a veces
férreas, impuestas desde fuera.
En el caso de la ganadería, cuyo modelo de uso del suelo es el más afectado por la
política de repoblación, el acotamiento de algunas grandes zonas pastables ubicadas en los
montes del estado se traduce en una alteración sustancial del sistema de explotación extensivo
que caracteriza tradicionalmente a esta actividad. Mientras que los ganados transhumantes
no encllentran ningún tipo de restricción en las zonas de invernada, situadas generalmente
en la porción oriental de la Sierra Morena jiennense, en su área segureña de origen sucede
todo Ío contrario desde el inicio de las tareas de repoblación. Ese es uno de los motivos más
recurrentes de las quejas expresadas por los ganaderos, que llegan a imputar, a veces con
cierta ligereza, la drástica reducción de la cabaña ovina y caprina de estos términos
municipales a la intervención repobladora.
Hemos puesto de relieve en otro lugar (ARAQUE JIMENEZ, 1990), y queremos
dejarlo claro desde este momento, que la reducción del censo ganadero que afecta
puntualmente a estos dos municipios no puede desligarse de la crisis general que soporta la
ganadería extensiva de nuestro país en esos mismos momentos (GODOY LÓPEZ, 1979).
Razones de muy diversa índole, ádemás de la ya apuntada, inciden en la propagación de un
fenómeno que tiene particular resonancia en ámbitos como el nuestro en el que la ganadería
se había convertÍdo duránte mucho tiempo en un pilar fundamental de la economía agraria.
Ahora bien, con ser esto cieno, no podemos dejar de referimos aquí a algunas
deficiencias en la articulación del proceso repoblador cuya incidencia social es innegable y
están en el origen de la protesta ganadera.
- En prÍmer lugar este colectivo critica la excesiva celeridad con que se llevan a cabo
los trabajos de repoblación forestal. Existe, según los ganáderos, una evidente falta de
planificación derivada de este hecho que puede concreta:r:.se en los dos siguientes aspectos.
Por un lado, los pastaderos que se han ido cerrando al ganado no se han compesado
territorialmente con la apertura de otros nuevos en los que aparentemente no existía ninguna
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razón para que permanecieran vedados. Por otro lado, salvo excepciones puntuales que
afectan a porciones muy concretas de algún monte (ALLUE ANDRADE, 1961), la
plantación de arbolado no se ha visto secundada por una labor de repoblación y mejora de
pastizales que hubiera posibilitado la ampliación de la carga ganadera por unidad de
superficie en los montes abiertos al pastoreo
La rapidez que se imprime a los trabajos de repoblación provoca, en segundo lugar,
un ,adelanto excesivo de las labores de acotamiento del terreno sobre las de repoblación. En
algunas grandes zonas pastables (piensese que estamos en presencia de montes con una
amplia extensión superficial y en los cuales existen posibilidades de alimentación para
rebaños de varios miles de cabezas) este hecho genera fuertes críticas que se acrecientan en
los momentos más adversos desde el punto de vista climático. La escasez de pastos que se
produce en los años de escasa pluviometría lleva a los ganaderos a pedir con insistencia que
se abran al pastoreo las zonas vedadas en las que aún no se han iniciado los trabajos de
repoblación ante el negro porvenir que aguarda a la ganadería. El acotamiento resulta
especialmente conflictivo cuando afecta a teinadas y abrevaderos utilizados secularmente por
los ganados y pastores de ambos ténninos y a los cuales se impide el acceso aun en aquellas
épocas del año en que la nieve hace acto de presencia en las porciones más elevadas de los
montes.
Finalmente la critica ganadera se dirige contra el impacto negativo que p'ara el futuro
del sector resulta de la nueva distribución de zonas pastables. El aislamiento de pequeñas
areas pastables en el interior de las grandes masas de arbolado conseguidas mediante
repoblación, impide su uso racional por parte de los rebaños más numerosos y rentables
desde el punto de vista económico. La excesiva fragmentación de la propiedad ganadera,
herencia histórica que ya empieza a ser considerada anacrónica en los años cincuenta debido
a su escasa rentabilidad, pretende suplantarse ahora por otro tipo de propiedad conformada
a partir de la posesión de un mayor número de animales y gobernada por criterios
estrictamente empresariales. La viabilidad de este nuevo' proyecto encuentra serias
dificultades, sin embargo, en la conformación de las zonas pastables resultantes tras la
repoblación, cuya exigüidad territorial no permite la carga de los grandes rebaños de un
mismo propietario y obliga a este a realizar gastos económicos y perdidas de tiempo poco
recomendables para una gestión económica más eficaz de su empresa.
Por otro lado, la actuación repobladora se configurá desde el primer momento como
un mecanismo eficaz de saneamiento de la propiedad pública en unos ámbitos donde las
roturaciones arbitrarias son muy frecuentes. La necesidad de intervenir territorialmente una
vez se ha resuelto el complicado problema jurídico que plantean los numerosos enclavados
existentes en el interior de los montes públicos, confiere a la política de repoblación forestal
una nueva vertiente conflictiva al multiplicarse los focos de protesta de quienes se ven
abocados al abandono de las tierra públicas. Máxime en estos municipios donde los
poseedores venían usufructuando las pequeñas parcelas de monte desde tiempo inmemorial
y se creían con el derecho de propiedad sobre las mismas. En estos casos la protesta no tiene
otro significado que el del estricto deseo de supervivencia dado que para muchos de esos
roturadores la pequeña plantanción agrícola localizada en el interior del monte constituye su
único medio de vida.
La situación se complica al máximo en aquellos casos en los que el desahucio de los
roturadores se preduce con antelación al deslinde legal del monte en que se hallan
'enclavados. Las protestas arrecian entonces· porque se niega a' muchos de los afectados la
posibilidad de demostrar, entre o~ras cosas, la posesión ininterrumpida, quieta y pacífica de
sus predios y con ello cualquier intento futuro de acceso a la propiedad de la parcela en
litigio.
¡
,
474
Además de la erradicación de las roturaciones, los decretos en los que se establece
la "necesidad y urgencia" de la intervención repobladora en ambos términos también afectan
de lleno a la propiedad privada legalmente constituida. Los propietarios de cualquier tipo de
predio rústico en la zona de intervención quedan obligados a la repoblación de sus fincas bien
con sus propios medios, bien mediante el consorcio con el Patrimonio Forestal del Estado.
Como alternativa, la legislación oferta la opción de venta aunque en unas condiciones
extremadamente duras para el propietario ya que todas las decisiones sobre precios y plazos
de pago recaen sobre el Consejo del P.F.E. En cualquier casó la no asunción de ninguna de
estas vías de reconversión de la propiedad privada se traduce en el inicio inmediato de un
expediente de expropiación.
A medida que pasan los años y la agudización de la conflictividad social se hace más
intensa (demora en los pagos por expropiación, intensificación de la política intervencionista
sob~e montes sin deslindar, etc.), el Gobierno Civil de la provincia se ve obligado a mediar
en el conflicto para tratar de dulcificar en parte las duras condiciones impuestas por la
Administración forestal en el proceso de repoblación y saneamiento de la propiedad pública.
En este sentido, uno de los primeros pasos que se da, aunque ya entrados en los años
sesenta, consiste en el establecimiento de una comisión a la que se encarga el estudio de la
capacidad de carga de los montes de la Sierra de Segura, en la cual están integrados todos
los agentes políticos y sociales afectados. Asimismo desde el Gobierno Civil se insta al
Patrimonio Forestal del Estado a la creación de nuevas masas de pastizales y a la mejora de
la infraestructura ganadera existente en los montes de su pertenencia. Además, otras
recomendaciones que sería largo de enumerar, recogen la práctica totalidad de las
reivindicaciones formuladas desde antiguo por los ganaderos, lo que denota, que duda cabe,
una mayor sensibilización del gobierno provincial hacia la alarmante situación social que
padecen una parte importante de los vecinos de las sierras orientales jiennenses.
Por lo que respecta al conflicto abierto entre propietarios y poseedores de fincas
rústicas con la Administración forestal, la mediación gubernamental se traduce, por una
parte, en la articulación de una fórmula más equitativa en la valoración de los predios
reconocidos a propietarios privados (oferta del propietario, contrapropuesta de la Administración y valoración final de un perito imparcial) y, por otra, en la imposición al Patrimonio
Forestal del Estado de indemnizar o intercambiar por otras aquellas fincas no reconocidas
a sus poseedores.
MERCADO DE TRABAJO Y PREVENCION DE DESASTRES NATURALES
De la misma forma que la intervención repobladora ha suscitado profundas críticas
desde el lado ganadero y por parte de los propietarios privados y roturadores enclavados en
los montes, todo son alabanzas cuando se evalua su papel en la recuperación del mercado de
trabajo local y se comprueban sus beneficiosos efectos en la defensa de las poblaciones y los
campos cultivados contra las avenidas torrenciales. Una valoración que podemos hacer
extensiva al conjunto del territorio español tal y como lo demuestran los numerosos estudios
sobre el particular (CHAUVELIER, 1990; PANIAGUA MAZORRA, 1991).
Analizada desde una perspectiva laboral, la política de repoblación forestal no cabe
duda que representa la mayor fuente de empleo y generación de rentas que han tenido estos
municipios en su historia más reciente. Un informe realizado a comienzos de los años sesenta
y referido exclusivamente al municipio de Santiago de la Espada pone de manifiesto este
hecho con toda claridad: "desde el año 1952 en este término municipal no se conoce el paro
en la época de trabajos del Patrimonio Forestal del Estado, repercutiendo en cambio los
jornales de repoblación en una notable mejoría del nivel de vida de los obreros como lo
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prueban las adquisiciones por su parte de receptores de radio, relojes, canadienses, etc .. "
(Informe ... ,1961).
Para valorar en su justa medida el acontecimiento que resaltan los ediles de este
. municipio serrano hay que partir de la base de que ninguna otra acción podía tener un efecto
más esperado que la eliminación del desempleo. Téngase en cuenta·que tanto en este como
en otro muchos municipios del medio rural jiennense el desempleo podía afectar habitualmente al 80 o 90 % de la población activa agraria y que tal situación se extendía durante la
mayor parte del año. Unic-amente las recolecciones del cereal y del olivo podían considerarse
épocas de plena ocupación. En este contexto, por tanto, la repoblacíon forestal ejerce un
papel social de suma importancia ya que genera un volúmen de empleo lo suficientemente
amplio como para que puedan ocuparse la totalidad de los activos agrarios de los municipios
afectados y además tenga que recurrirse a desempleados de zonas próximas (GONZÁLEZ
LÓPEZ, 1946). Por otro lado, todos los datos confirman que los salarios medios de los
trabajadores empleados en las labores de repoblación suelen ser muy superiores a los
establecidos oficialmente, lo que constituye otro factor más de esa mejora en los niveles de
vida que se aprecia durante los años que dura la intervención territorial. Desde luego no se
trata de una revalorización gratuita sino que responde a la penosidad que llevan implicitas
muchas de esas labores y a la necesidad de ganar para esta causa a una población
tremendamente díscola pero empobrecida.
.
Un segundo aspecto sobre el que nos interesa llamar la atención por sus beneficiosos
efectos sociales, es el del papel activo que desempeña la repoblación forestal en la prevención
de desastres naturales tan frecuentes en esta zona mediterránea como el de las avenidas
torrenciales. Con excesiva frecuencia los fuertes temporales de lluvia que se producen en
estos ámbitos serranos se han saldado con desastres socioeconómicos de cierta importancia.
No hablemos ya de las trágicas consecuencias históricas de las avenidas fluviales en toda la
cuenca del rio Segura. En 1952, por ejemplo, los arrastres provocados por un temporal de
lluvias llegan a colapsar el centro mismo del núcleo urbano de Santiago de la Espada,' en el
cual los depósitos procedentes de los montes localizados en sus inmediaciones alcanzan una
altura de 3 metros sobre el nivel, del suelo. En las cuencas de inundación de los distintos ríos
que surcan el término suele suceder exactamente igual después de un aguacero de cierta
intensidad, si bien sus efectos son aún más perniciosos pues arrastran unas cosechas que
constituyen en muchos casos la única base de la subsistencia del campesinado.
Este tipo de fenómenos tan reiterativos se van a combatir al máximo a partir de la
intervención repobladora que no solo comporta en esta zona la plantación de arbolado sino
también la construcción de numerosos diques para la contención de an:astres. Una medida
que, desde luego, tiene efectos inmediatos sobre los núcleos urbanos más próximos a los
cursos de agua pero que también resulta tremendamente positiva de cara a la prevención de
los procesos de colmatación de los vasos de los grandes embalses de la~ cabeceras del
Guadalquivir y Segura
CONCLUSIONES
La aplicación de los mecanismos implícitos en la política de repoblación forestal en
casos como los que nos ocupan, se realiza sin haber estudiado previamente las condiciones
territoriales en que se encuentra la zona afectada y, desde luego, sin ofertar ningún tipo de~
alternativas viables que den soluciones precisas al cúmulo de problemas que plantea un
cambio brusco en la utilización del suelo como el que aquí se produce. Parece claro pues que
los intereses políticos del régimen, ciftados en el cumplimiento exhaustivo de las previsiones
repobladoras efectuadas en el mismo instante de su afianzamiento, prevalecen, al menos en
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estos dos municipios de la Sierra de Segura, sobre cualquier otra consideración. De ahí el
surgimiento de múltiples focos de conflictividad en un medio rural aislado, sometido, como
el resto del país, a unas condiciones -políticas muy poco apropiadas para este tipo de
escaramuzas.
Es así como se acelera la presión demográfica que desde comienzos de siglo soportan
estos municipios. Mientras que la población crece a un buen ritmo, aún después de finalizada
la guerra civil (el máximo demográfico se alcanza a comienzos de la década de los
cincuenta), el volumen de recursos movilizables inicia su descenso en esos momentos. Tan
solo la generación coyuntural de empleo que traen aparejados los trabajos de repoblación
forestal en sus inicios logran contener la emigración masiva de serranos. A medida que
transcurren los años, sin embargo, las necesidades de mano de obra descienden y no queda
otra salida que el éxodo rural si quiere asegurarse la supervivencia de la familia campesina.
En una primera fase, a comienzos de los años sesenta, parte del excedente
demográfico se controla y dirige desde los poderes públicos hacia algunos de los múltiples
poblad9s de colonización que surgen en el Valle del Guadalquivir al amparo del Plan Jaén.
Desde mediados de esa década, no obstante, todas las previsiones se desbordan. La
emigración alcanza entonces un carácter masivo y situa a estos dos muniCipios entre los más
afectados por la despoblación en una provincia que alcanza el triste record de ser la primera
en volumen de emigrantes de todo el estado español.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido realizado con la financiación de la DIRECCION GENERAL DE
INVESTIGACION CIENTIFICA y TECNICA (DGCYT) otorgada al Proyecto PS91-0116.
BIBLIOGRAFIA.
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ARAQUE nMENEZ, E. (1989). La Sierra de Segura: crisis y perspectivas de futuro de
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de Granada.
CHAUVELIER, F. (1990). La repoblación forestal en la provincia de Huesca y sus impactos
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GODOY LOPEZ, L. (1979). La ganadería andaluza. Granada. Publicaciones del Instituto
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Geográficos 202: 51-88.
REPRESENTANTES DEL AYUNTAMIENTO DE SANTIAGO DE LA ESPADA (1961).
Informe sobre dificultades existentes entre el Patrimonio Forestal del Estado y el
vecindario de este término municipal y sus posibles soluciones. Oiciembre. Original
mecanografiado.
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