Entre la legitimidad internacional y la garantía de la seguridad

Anuncio
Entre la legitimidad internacional y la
garantía de la seguridad nacional
estadounidense
*Diana Victoria Carvajal Arroyave
En la actualidad, el gobierno de los Estados
Unidos afronta un importante número de
críticas desde diversos sectores de la
opinión pública de todo el mundo. Luego
de su posesión como presidente en su
primer periodo al frente del poder
ejecutivo estadounidense, los ojos de
millones de personas en todas las latitudes
se han mantenido atentos a evaluar la
gestión de Obama cuyas promesas de
campaña prendieron una luz de esperanza
en el cambio del enfoque de gobierno
hasta entonces sostenido por su
predecesor George Bush.
Hasta nuestros días, es posible afirmar que
el Presidente Obama no sólo ha incumplido
algunas de sus promesas de campaña con
mayor impacto en la opinión pública como
el cierre de la base de Guantánamo, sino
que también ha iniciado una cruzada
diplomática por muchos cuestionada al no
distar mucho del modus operandi que
podría haber utilizado en su lugar el ex
Presidente Bush, con el fin de garantizar el
retorno al país de el ex agente de
inteligencia
estadounidense
Edward
Snowder. La información pública por
Snowder a través de Internet, ha permitido
evidenciar impresionantes datos que
ponen en tela de juicio la legitimidad de la
política de seguridad nacional del país
norteamericano, cuyos métodos de
obtención de información en tareas de
inteligencia sobrepasan los límites de
acciones que podrían ser moralmente
aceptables.
Sin embargo, en medio de la coyuntura
internacional con la que está teniendo que
lidiar el Presidente Obama atravesada por
un ambiente muy convulsionado (si se
suma a todo esto la situación que se vive
en países como Egipto), lo que se
desprende de fondo es que más allá de la
preocupación por la “defensa” de la
legitimidad del régimen estadounidense, el
gobierno de Obama debe estar
particularmente preocupado ahora por
definir cuáles son los principales ajustes
que se deben hacer en su política de
seguridad nacional, con el fin de impedir el
surgimiento de nuevos “Snowder” que
pongan en jaque la legitimidad de los
medios de gobernabilidad del país con
mayor peso en el sistema internacional
contemporáneo.
Curiosamente, mientras que esa discusión
debe estar teniendo lugar con gran fuerza
al interior de los Estados Unidos, la
mayoría de la opinión pública en el mundo
se ha enfocado en descalificar moralmente
una y otra vez al gobierno estadounidense
por sus acciones. Al mismo tiempo, se
sigue cuestionando el hecho del que el
Presidente Obama insista en la necesidad
de que Snowden retorne al país para ser
juzgado por los canales legales que
corresponden y de acuerdo a la gravedad
de los delitos cometidos por filtración de
información clasificada.
Sin embargo, las reacciones de la opinión
pública internacional son completamente
previsibles. Lo que está ocurriendo en la
actualidad es un caso ejemplar de los retos
que implica el acceso a información
difícilmente restringible a través del
Internet. No en vano, muchos expertos en
el tema se atreven a calificar el internet
como un medio realmente democrático en
el que difícilmente es posible que se ejerza
un control único sobre las preferencias de
los usuarios. Las posibilidades de acceder a
diferentes formas de información son las
que permiten un ejercicio crítico de las
instancias de poder institucionales en
todos los países. La situación particular de
Snowden, en todo caso, representa un caso
extremo de filtración de información
clasificada, algunos de cuyos métodos de
recolección estás también garantizados por
la circulación de información a través de las
redes virtuales.
¿Habría sido posible de alguna manera
haber impedido la filtración de información
como la publicada por Snowden? E
independientemente de que hubiese o no
sido posible, y dada la gravedad de la
información develada, ¿se podría justifica
de alguna manera el hecho de que se haya
dado la infiltración en medios públicos de
dicha información?
Como resultado de uno de los hechos más
recientes en este tema, a decir, la
información revelada por el diario brasilero
O Globo acerca de las labores de espionaje
de Estados Unidos en Latinoamerica
(particularmente en Brasil, Colombia y
México), podría argumentarse que la
información publicada por Snowder se
justifica en tanto ha permitido sacar a la luz
pública
hechos
supremamente
cuestionables que deben ser corregidos lo
antes posible. La indignación que ha
generado en muchos sectores la
información develada por O Globo en
Brasil, ha constituido un elemento más
para alimentar el debate y las críticas a la
legitimidad del gobierno de Estados
Unidos. Sin embargo, sería interesante
preguntar también a los mandatarios de
algunos de los países víctimas de las
acciones de espionaje, cuál sería su
posición si la infiltración de la información
se hubiese dado al interior de sus propias
instituciones de inteligencia. ¿No habrían
hecho acaso una cruzada diplomática
similar a la del gobierno de Obama con tal
de garantizar que el culpable fuese juzgado
en su país y con sus leyes por infringir
compromisos asumidos en su propio
Estado?
No cabe duda de que Snowden ha jugado
un rol invaluable al sacar a la luz
información que corrobora que las
acciones del país con mayor influencia en
el mundo son altamente cuestionables. El
Presidente Obama se ha caracterizado para
muchos por ser una figura que representa
la recuperación del carácter “moralmente
ejemplarizante” de los Estados Unidos. Sin
embargo, su cruzada por la captura de
Snowden sin enfrentar ante el mundo de
manera crítica lo que la figura misma de
Snowder representa actualmente, ha
hecho que la imagen del Presidente haya
caído significativamente. Las críticas deben
seguirse dando. Ello no implica, sin
embargo, que se deje de lado la discusión
que debería estar surgiendo con más
fuerza como consecuencia de todo esta
coyuntura, como debería ser los aspectos
que deberían considerarse en un proceso
de reforma de de la política de seguridad
de los Estados Unidos .
* Politóloga y joven investigadora del Centro de
Estudios Políticos e Internacionales (CEPI)
Descargar