“Análisis Económico de la Demanda de Bienes Adictivos con

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Universidad Austral de Chile
Escuela de Ingeniería Comercial
Seminario de Grado
“Análisis Económico de la Demanda de Bienes
Adictivos con aplicación al consumo de Tabaco”
Tesina presentada como requisito para optar
al Grado de Licenciado en Administración.
Profesores Responsables:
Jaime Astete A.
Horacio Sanhueza B.
Profesor Patrocinante:
Víctor Jacques Parraguez.
Makarena Jara Arroyo.
Daniela Triviño Ojeda
Valdivia – Chile
2009
ÍNDICE.
RESUMEN.
1. INTRODUCCIÓN............................................................................................................... 1
2. MARCO DE REFERENCIA DEL ESTUDIO................................................................. 3
3. MATERIAL Y MÉTODO DE INVESTIGACIÓN......................................................... 5
3.1 MATERIAL......................................................................................................................... 5
3.2 MÉTODO DE INVESTIGACIÓN ......................................................................................... 5
4. DESARROLLO DEL PROBLEMA................................................................................. 6
4.1 EFECTOS SOCIALES DE UN CONSUMO ADICTIVO…………………………….6
4.2 EFECTOS ECONÓMICOS DE UN CONSUMO ADICTIVO………….................. 9
4.3 ANÁLISIS DE LA DEMANDA DE BIENES ADICTIVOS………………………....12
4.3.1. Enfoque de preferencias Miopes.................................................................................. 13
4.3.2 Enfoque de preferencias Racional…………………………..……………………….14
4.3.2.1 Modelo de consumo racional propuesto por Becker y Murphy……………..……....14
4.3.2.2Comportamiento dinámico de la Ecuación……………………………………..…….17
4.3.2.3 Explicación y conclusión del Modelo…………............................................ 21
5. CONCLUSIÓNES ............................................................................................................ 24
6. BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................... 28
7.ANEXOS ............................................................................................................................ 31
Resumen
El presente trabajo tiene por finalidad analizar los distintos
postulados relacionados con el consumo adictivo, enfocándose
en el modelo de adicción racional, cuyo principal exponente es
Gary Becker. Además de esto y, entendiendo que una adicción
tiene importantes consecuencias económicas y sociales, se
analizarán los efectos de éstas con una aplicación al consumo de
tabaco.
La investigación está basada en el análisis y estudio de
fuentes secundarias relacionadas con el tema, con la finalidad de
encontrar en forma teórica los efectos que tiene el consumo
adictivo en la demanda de bienes.
Se desarrollará el modelo de adicción racional propuesto por
Becker y Murphy (1988), que permitirá conocer de manera más
concreta el modelo racional de la demanda de bienes adictivos,
considerando que el consumidor presenta un comportamiento y
elección racional al momento de realizar su decisión de
consumo.
Este trabajo mostrará el comportamiento de consumo que
posee un adicto, colocando como un factor relevante al momento
de iniciar una adicción la valoración subjetiva del riesgo,
demostrando con esto que es necesario una mayor regulación e
información respecto de bienes adictivos como el tabaco.
1
1.- Introducción
Desde ya hace algunos años el tema de la adicción se ha puesto en el tapete
y para quedarse, sin embargo las investigaciones acerca de este tópico son
bastante recientes.
El consumo adictivo abre un nuevo debate en el análisis económico, ya que
claramente su consumo no responde de igual manera que un bien no adictivo. Al
respecto se puede mencionar que la valoración subjetiva del riesgo marca un punto
de discusión importante.
Por muchos años el consumo adictivo fue considerado un comportamiento
irracional por no seguir la ley básica de la economía, es decir, una relación inversa
entre precio y cantidad demandada. Sin embargo, algunos autores como Gary S.
Becker y Kevin M. Murphy (1988)- uno de los principales exponentes de la
materia- señalan que la adicción del consumidor es el resultado de un
comportamiento racional, es decir, se asume que las consecuencias futuras del
consumo pasado y presente son tomadas en cuenta o se tiene claridad de ellas en el
proceso de la maximización intertemporal de la utilidad y que las preferencias son
estables en el tiempo. De lo anterior se desprende que el riesgo implícito debe o al
menos debería influir en el consumo.
Teniendo presente estos aspectos económicos se puede, analizar el
postulado de la demanda de los bienes adictivos desarrollada por dichos autores, lo
que llevará a tener una nueva mirada acerca del consumo de bienes, facilitando el
análisis y comprensión del consumo adictivo.
Portillo y Antoñanzas (2003) señalan que en un consumo adictivo la
valoración subjetiva del riesgo a la vez, corresponde a una falla de mercado
apuntando básicamente a 2 aspectos:
2
1.- La información imperfecta con la que cuenta el consumidor respecto a
los riesgos reales asociados al consumo del bien.
2.- Las externalidades que se producen respecto a los riesgos asociados para
la salud del consumidor y como esto afecta el presupuesto público del gobierno, ya
que es una carga extra para el sistema de salud y un problema para quienes no
consumen.
Las fallas previamente explicadas, llevan a la necesidad de que exista
mayor regulación respecto al tema. Lo anterior aplicado al consumo de tabaco,
supone que las políticas informativas deberían ser capaces de aumentar la
percepción del riesgo en los consumidores. Al dejar en claro que efectivamente el
consumo de sustancias adictivas como el tabaco corresponden a fallas de mercado
(más allá del riesgo implícito para los consumidores tanto activos como pasivos),
se pretende también hacer hincapié en la necesidad de aumentar la regulación de
dichos bienes, ya que si bien toda persona “tiene el derecho y libertad” a destruirse
como quiera, se debe tener en consideración que el hombre al vivir en sociedad
está obligado a interactuar con los demás y la intervención estatal se justifica
cuando las libertades de unos significan restringir las de los otros los otros. Por
otro lado, se estima que las personas adictas a sustancias o conductas específicas
no son libres, porque éstas no son capaces de controlar su hábito, si no que el
hábito las controla a ellas.(Giddens s/f).
3
2.-Marco de referencia
Para una mayor comprensión del tema desarrollado en esta tesina será necesario
entender correctamente algunos conceptos claves que forman parte fundamental del
contenido de ésta.
Primeramente necesitamos entender el concepto de demanda, que es definida
como “la cantidad de bienes y/o servicios que los compradores o consumidores están
dispuestos a adquirir para satisfacer sus necesidades, los cuales además, tienen la
capacidad de pago para realizar la transacción a un precio determinado y en un lugar
establecido.” (Thompson 2006).
De acuerdo a lo anterior las personas demandan bienes y servicios, sin embargo,
y para el fin de de la presente, lo que interesa saber y tener en consideración son los
bienes de consumo, que son cosas y/o mercancías que se intercambian y tienen alguna
demanda por parte de personas (u organizaciones) que consideran que reciben un
beneficio o utilidad al obtenerlos. (anónimo s/f).
Sin embargo, en algunos casos, la relación de las personas con su entorno –que,
responde a una necesidad y conducta inherente al ser humano- afectada por una serie de
variables sociales, económicas o simplemente porque algunos son mas vulnerables que
otros, se transforma en una conducta adictiva, que son conductas que, se caracterizan
por la capacidad que tienen para producir gratificación inmediata o alivio de algún
malestar. Por lo anterior, es fácil que terminen por generar dependencia, es decir, un
patrón de comportamiento desadaptativo, que conducen a un deterioro global de la
persona. (Crespo y O´Ferral s/f)
4
La dependencia que genera o produce un comportamiento adictivo en la mayoría
de los casos se transforma en una adicción. Las adicciones son definidas como “un
patrón de conducta persistente, caracterizada por: el deseo o la necesidad de continuar
una determinada actividad que se sitúa fuera del control voluntario; una tendencia a
incrementar la frecuencia o la cantidad de actividad con el paso del tiempo; la
dependencia psicológica de los efectos placenteros de la actividad; y un efecto negativo
sobre el individuo y la sociedad.”(anónimo s/f).
En referencia a lo anterior, surge el concepto que los economistas llaman
Descuento Hiperbólico, que en parte, explican las conductas y/o hábitos
autodestructivos como las adicciones. Del descuento hiperbólico es importante
mencionar que es un factor influyente en prácticamente todos los aspectos de la vida y
señala que, en general, las personas no suelen considerar las consecuencias futuras en las
tomas de decisiones presentes, es decir, prefieren los beneficios inmediatos, sin mediar
en los resultados de ello.(Giddens s/f)
5
3.-Material y Método de investigación
3.1.-Material
La base de la revisión bibliográfica de la presente tesina es obtenida mediante
fuentes secundarias, analizando estudios relacionados con los efectos económicos que
provocan el consumo adictivo. Los temas abarcaron diferentes áreas del consumo
adictivo pero principalmente fueron centrados en el ámbito social y económico. Las
fuentes consistieron en ensayos de universidades, publicaciones de revistas e
investigadores independientes.
3.2.-Método de investigación
El desarrollo de esta tesina esta basado en revisión bibliográfica de temas
referidos al consumo adictivo en general, impactos económicos del consumo del tabaco
en la economía, curvas de demandas de bienes adictivos entre otros. Se realiza una
investigación de tipo descriptiva y de análisis lógico, basado en la síntesis de la
bibliografía revisada, con el objetivo final de lograr comprender el consumo adictivo y
las consecuencias económicas del consumo del tabaco.
6
4.-Desarrollo del Problema:
4.1.-Efectos sociales de un consumo adictivo.
El consumo adictivo depende del comportamiento del consumidor,
Goedder (1996) “Las preferencias, que se suponen son estables, no se refieren a los
bienes y servicios de mercado, (…) sino a los objetos subyacentes de elección. Dichas
preferencias subyacentes se definen para los aspectos fundamentales de la vida, tales
como la salud, el prestigio, el placer sensual, la benevolencia o la envidia; aspectos que
no siempre tienen una relación estable con respecto a los bienes y servicios del mercado.
La suposición de la existencia de unas preferencias estables proporciona una base
estable para generar predicciones con respecto a las respuestas a diversos cambios, al
igual que evita que los análisis sucumban en la tradición de postular sencillamente el
cambio de preferencia para “explicar” todas las aparentes contradicciones a las
predicciones.
Desde mi punto de vista, las suposiciones combinadas de la maximización de la
conducta, el equilibrio de mercado y las preferencia estables, de ser utilizadas
continuamente, conforman el centro o corazón del enfoque económico”.
En algunas investigaciones se hace énfasis en que las personas tienen patrones de
preferencias, las que determinan el consumo, si bien, los gustos con respecto a algo
específico están en continuo cambio, estos conservan los patrones preferencias a través
del tiempo. Autores como Correa (2008) en su articulo “preferencias y consumo” se
refiere a este mismo tema, proponiendo el término de “preferencias dinámicas”, las
cuales son el resultados de las interacciones con el mercado, estas se ven influenciadas
por la imitación, educación o de cualquier otra forma de transmisión cultural dinámica.
A pesar de que ambos autores tienen una percepción sobre el tema distinta, coinciden en
que las preferencias tienen directa relación entre políticas públicas y desempeño de las
preferencias.
7
Las preferencias y el consumo están directamente relacionadas con el entorno
que nos rodea. Al interior de un país las instituciones encargadas de la regulación de las
preferencias afectan el consumo, ya que las políticas públicas cambian los resultados de
las interacciones del mercado y por lo tanto afecta la evolución del perfil de las futuras
preferencias. Esto no implica que el diseño de una política pública óptima sea suficiente
para considerar la posible reacción de los individuos a la política. (Correa 2008)
Cambiar el estilo de vida de las personas y como conseguirlo son las dos
preocupaciones más importantes que tiene la política pública actual y tratar de buscar
una solución de la forma más rápida y eficaz posible. En este sentido se pueden
encontrar una variedad de términos que aplica la política, uno de ellos es el “bienestar
tradicional” el que consiste en gran parte a ocuparse de las consecuencias de los
problemas cuando ya habían ocurrido. Sin embargo, ya no solo son necesarias estas
intervenciones sino más bien se necesita ser más intervencionistas, atacar el problema
apenas se esta generando,
esta modalidad de acción ha tenido una infinidad de
problemas ya que es necesario conocer hasta que punto se puede aplicar este tipo de
políticas sin afectar la libertad de acción de cada individuo. (Giddens S/F)
Giddens (S/F)
además señala que “algunos tipos de comportamientos
autodestructivos, más que ser una manera de expresar la libertad, la imitan. Las personas
adictas a una sustancia o conducta especifica no son libres, por que no controlan su
hábito, si no que su hábito las controla a ellas.” Esto nos da la posibilidad de aplicar la
política para poder regular estos hábitos, la mayoría de las personas son más
influenciadas a cambiar sus hábitos de conducta cuando este mismo hábito lo modifican
personas por las que sienten respeto, o cuando estos actos se vuelven deshonrosos, o lo
que comúnmente
consumidos.
se aplica, los aumentos en las tarifas y precios de los bienes
8
La política de salud busca la creación de una conciencia mayor por parte de los
consumidores, para mejorar la salud de la población, este método también tiene tanto
características sociológicas como psicológicas para tener un mayor conocimiento acerca
de las causas y situaciones en las que se desarrollan estos fenómenos.
En la búsqueda de un factor que influya directamente y prácticamente en nuestro
estilo de vida, los economistas llegan al descubrimiento del “descuento hiperbólico”.
Esto quiere decir que las consecuencias futuras ya sean buenas o malas, no suelen contar
mucho en nuestras decisiones actuales. Esto ayuda a entender lo difícil que es crear una
política efectiva para la modificación del estilo de vida de las personas. Tal vez sea
necesaria una catástrofe, la muerte de un ser querido, para que la gente comience a
prestar conciencia de la debida acción que debe tener.
Sin embargo en este mismo sentido algunos autores analizan la elección del
consumidor como resultado de un comportamiento racional, donde las consecuencias
futuras del consumo pasado y presente son tenidas en cuenta en el proceso de
maximización intertemporal de la utilidad. De acuerdo a estos autores, el consumidor no
es un ser irracional, muy por el contrario, en este caso el consumidor es totalmente
racional y consiente de las consecuencias futuras que tendrá su consumo actual, este
enfoque será desarrollado mas adelante con mayor claridad y más detalles.
En un contexto social, el consumo de tabaco no es considerado un problema, sin
embargo en la última década, el constante aumento del movimiento antitabaco, es el que
afecta a la sociedad, las políticas públicas que intentan controlar el tabaquismo no solo
tratan de advertir e informar acerca de los peligros del consumo de tabaco, hoy en día,
las nuevas leyes prohíben el consumo de tabaco a menores de edad o restringen el
consumo en determinados lugares. Estas medidas limitan la libertad de las personas
provocando que ya no solo sea un problema a nivel individual sino más bien a nivel de
sociedad.
9
4.2.-Efectos económicos de un consumo adictivo
Analizar los costos que le brinda una determinada sustancia a una persona en
comparación con los beneficios del consumo sería la actitud lógica en una elección
racional de consumo, como por ejemplo al tener que decidir si fumar o no hacerlo. El
consumo de una sustancia provoca la sensación de relajo, placer y satisfacción en el
consumidor, sin embargo, los agentes deberían tender a dejarla, al percatarse de las
consecuencias de su consumo, pero sabido es que la realidad es otra.
La valoración subjetiva del riesgo al iniciar el consumo de una sustancia adictiva
ciertamente es tema de discusión. En el caso del tabaco la Dra. Victoria Binda (2009)
señala que “los reportes actuales dan cuenta que cerca del 90% de los fumadores adultos
fumaron su primer cigarrillo antes de los 18 años y el 60% antes de los 14. La
importancia de estas cifras radica en el hecho que el predictor más importante para
tabaquismo en la adultez es, efectivamente, fumar durante adolescencia”. Lo anterior
demuestra que las personas al iniciar algún consumo de sustancias adictivas no imaginan
que se volverán adictas a él, por lo mismo no son conscientes de los riesgos que esto
implica para ellos.
Una correcta información, podría marcar un punto de inflexión en el consumo del
tabaco, los consumidores no disponen de información respecto de los reales riesgos. Por
otro lado, el costo social de una adicción es enorme, implica un mayor desembolso del
gobierno en el ámbito de la salud y el humo representa un riesgo para los fumadores
pasivos. De hecho en Chile según datos de Hunter (2007) se estima que 4 millones 779
mil 653 personas sufren de tabaquismo, fumando en promedio 8 cigarrillos diarios y que
el Estado gasta cada año 1.140 millones de dólares por tratar a pacientes con infarto,
cáncer de pulmón o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero lo que se recauda
por impuesto es apenas 650 millones de dólares. Otras consecuencias del consumo de
tabaco, radican en el costo implícito de la limpieza de espacios públicos y los
potenciales incendios causados por los cigarros y fumadores irresponsables. Al respecto
10
se puede decir que estos dos puntos corresponden a fallas de mercado: Información
asimétrica y externalidades.
Respecto de las externalidades es importante señalar, tal como lo plantean López
y Viudes de Velasco (2008), que para establecer los costos y/o beneficios sociales reales
aplicables al tabaco se debe establecer y tener en consideración la contrapartida de flujos
realizados a lo largo de la vida de los fumadores. Así por ejemplo, señalan que si bien al
empezar el consumo de tabaco se recauda o abonan impuestos asociados a dicho bien,
los costos o desembolso del gobierno en salud ante una eventual enfermedad relacionada
con el fumar se materializan años después. Por ello se hace necesario “descontar” estos
flujos y expresarlos en términos de unidades monetarias descontadas a un mismo
momento en el tiempo y de esta forma saber realmente que es mayor, si el desembolso
asociado al consumo de tabaco o la recaudación que se produce por el consumo de él. A
pesar de esto, y aunque el resultado de los descuentos de flujos den un saldo “positivo”
en relación a un fumador activo, los riesgos para el individuo no fumador sobrepasan
con creces esta “utilidad”.
Para Portillo y Antoñanzas (2003) “El consumo de tabaco y de otras sustancias
tóxico-adictivas constituye, en nuestra sociedad, un comportamiento de vida que, con
independencia de su legalidad y de la propia aceptación social, provoca importantes
alteraciones de la salud que no se limitan al sujeto que las consume.”
El que existan fallas en el mercado del tabaco, es un indicio de que es un
mercado que necesita una mayor regulación estatal. Una correcta política informativa
debería ser capaz de disminuir el consumo, al menos en los consumidores jóvenes que
aún no sufren una fuerte adicción. Giddens (s/f) plantea la intervención del estado en las
materias que son perjudiciales para las personas señalando que “…Varios de los grandes
problemas que afrontamos serán imposibles de resolver mientras los políticos no
pueden, de una u otra forma, convencer a la gente para que cambie sus hábitos de vida”
11
En competencia perfecta, se supone que los consumidores disponen de perfecta
información de los bienes que demandan. En el caso del tabaco, su consumo es dañino
para la salud, pero la poca claridad respecto a los riesgos asociados a él, implica que en
este mercado existe asimetría de información.
Las estadísticas demuestran que el consumo de tabaco es la primera causa de
muerte evitable a nivel mundial y que causa mas defunciones que los accidentes
automovilísticos, sin embargo, un estudio de la Universidad de la Sabana referente al
tabaco indica que “La mayoría de los fumadores solo mencionan el cáncer de pulmón
como enfermedad ocasionada por el consumo de tabaco, y consideran que su propia
posibilidad de llegar a padecer una enfermedad relacionada con el tabaquismo es menor,
igual o levemente superior a la de una "persona común". Distando mucho de la
percepción de los consumidores, el consumo de tabaco puede causar una serie de
enfermedades que van desde cardiopatías, cáncer de pulmón, gangrena hasta la
contribución a la impotencia sexual.(El Mercurio de Antofagasta 2009)
Dentro del análisis económico de un consumo adictivo existen dos características
fundamentales que presenta el bien consumido, la primera es “en el hecho de que el
consumo presente del bien adictivo influye en las elecciones futuras del consumidor –
como consecuencia de los efectos refuerzo y tolerancia- y, el segundo es, en que
frecuentemente, el control del propio consumo, esto es, su regulación o cesación, plantea
cierta dificultad al individuo -por la presencia de costes de ajuste o efecto abstinencia-,
lo que podría generar comportamientos inconscientes.”(Portillo y Antoñanzas 2001).
12
4.3.-Análisis de la demanda de bienes adictivos.-
La demanda de bienes adictivos tiene distintos enfoques, siendo los más
reconocidos los de adicción miope y adicción racional.
En el cuadro presentado en el anexo, se resume los diferentes enfoques que tiene
el consumo adictivo de las personas, los que se ven influenciados por un ambiente de
incertidumbre. Estos modelos incorporan la habilidad del consumidor para producir el
“bien transformado a adictivo”, que depende de la educación y experiencia del
individuo, medida esta última en función de los consumos realizados en periodos
anteriores.
Según los autores que exponen en el cuadro, no hay una sola forma de abordar un
consumo adictivo, puede que se considere que el consumidor tenga comportamientos
miopes, es decir, que los efectos futuros de la adicción no son considerados por el
individuo. Por otro lado se desarrolla otro tipo de enfoque que analiza el
comportamiento del consumidor bajo el efecto de la racionalidad en la elección
intertemporal o a través del tiempo, el que a diferencia del enfoque miope, trata el corto
y largo plazo como partes de un plan consistente de maximización de utilidad. También
desde este enfoque, el agente maximizador principal es tener en cuenta la
interdependencia que existe entre el consumo pasado y futuro de este tipo de bienes
cuando realiza sus elecciones de consumo presente.
Otro enfoque desarrollado es el modelo de racionalidad limitada, en el cual se
establece que el comportamiento del individuo está sujeto a preferencias estables pero
no constantes en el tiempo, dejando la posibilidad de que este pueda generar
inconsistencias en la elección intertemporal del consumidor, esto es producido por la
discrepancia entre lo que el consumidor desea hacer y lo que considerar que debería
hacer.
13
A continuación se desarrollaran los diferentes modelos económicos, sin embargo
este trabajo se enfocará en el análisis de un consumo racional por parte del consumidor,
se desarrollará con más énfasis esta propuesta económica.
4.3.1Enfoque de preferencias miopes:
El supuesto fundamental es que los gustos y preferencias del individuo son
determinadas exógenamente y, por lo tanto, se toman como dadas. De este modo, el
enfoque tradicional plantea que los individuos realizan las elecciones de consumo a
partir de la maximización de la utilidad con preferencias miopes dependen, en cada
momento, de los bienes y servicios que consumen en este periodo. Esto nos lleva a
considerar el análisis bajo el supuesto de que las preferencias son independientes del
consumo pasado y futuro del individuo. (Portillo y Antoñanzas 2001)
La mayor parte de los autores que desarrollan este enfoque, expusieron modelos
que incluyen diferentes procesos de formación de hábitos en la elección intertemporal
del agente maximizador. Si bien las preferencias son dadas y aceptables en el corto
plazo, estas no se consideran validas para el largo plazo. En el modelo de adicción
miope, las preferencias de los consumidores incluyes los hábitos de ellos.
Portillo y Antoñanzas (2001) señalan que “las razones que explican la variación
de las preferencias del consumidor en el tiempo, son de dos tipos: un primer tipo, que
obedece a mejoras en la información disponible –por un mayor conocimiento de las
características de los bienes, de sus efectos sobre la salud, etc., derivado del proceso de
aprendizaje a partir de la experiencia o de la publicidad; y, un segundo tipo, que tiene su
origen en el consumo que el individuo ha realizado en el pasado, es decir, en la
formación de hábitos.”
14
Una formulación habitual del proceso de formación de hábitos postula un
comportamiento miope del consumidor, esto se refiere a la ausencia de previsión del
individuo acerca de los efectos del futuro provenientes del consumo de bienes que
generan adicción. Cabe destacar que en general los individuos son conscientes de que su
consumo actual podrá alterar sus preferencias futuras y, en consecuencia, tendrán en
cuenta este hecho en la elección que realicen.
4.3.2Enfoque de preferencias racional.
4.3.2.1Modelo de consumo racional propuesto por Becker y Murphy (1988)
Se plantea que la utilidad de un individuo en cualquier momento, depende del
consumo de dos bienes, c e y. Estos bienes se distinguen por el supuesto de que la
utilidad actual depende del consumo pasado de C, pero no de Y, como se muestra en la
siguiente ecuación:
Para la mayoría de la discusión se asume que u es una función fuertemente
cóncava de y, c, y s. El consumo pasado de C afecta a la utilidad actual, a través de un
proceso llamado "aprender haciendo", y se resume en la población de "capital de
consumo" (S). Aunque las formulaciones más generales pueden ser fácilmente
manipuladas, una función simple es la inversión aprobada para el presente:
15
Donde s corresponde a la tasa de cambio en el tiempo, y, s, c es la inversión bruta en
"aprendizaje". La tasa de depreciación instantánea δ es la medida exógena de la tasa de
desaparición de los efectos físicos y mentales del consumo pasado de c, y D(t)
representa el gasto endógeno de depreciación o apreciación. Con una longitud de vida
igual a T y una tasa constante de preferencias en el tiempo, σ, la función de utilidad
sería:
La utilidad es separable en el tiempo y, c, y S, pero no en Y y C, debido a que sus
utilidades marginales dependen de los valores pasados de c, los que son medidos por S.
Una persona racional maximiza su utilidad cuando esta sujeto a una restricción de sus
gastos. Si Ao es el valor inicial de los activos, la tasa de interés (r) es constante en el
tiempo, las ganancias en el tiempo t son una función cóncava del stock de capital de
consumo en t, w (S), y si también los mercados de capital son perfectos, entonces la
ecuación de presupuesto sería:
Donde el numerario (y) tiene un precio constante en el tiempo. Una persona maximiza su
utilidad en la ecuación (3) estando sujetos a esta restricción presupuestaria en la
16
ecuación de inversión (2). El valor (en términos de utilidad) de la solución óptima, V(Ao,
So, W, P), da la utilidad máxima que pueda obtenerse para activos iniciales Ao, y stock
inicial de capital. Así pues, la función de los ingresos de UL (S), y la estructura de
precios p(t), son funciones cóncavas. Puesto que u(.) y w(S). V (AO, So, p) son cóncava
en Ao y So. Si k=dV/dAo, entonces por concavidad dp/dAo <= 0. Los caminos óptimos
de y(t) y C(t) están determinados por la primera orden de condiciones. Si dejamos que
luego:
La expresión a(t) representa la utilidad de descuento monetaria, o el beneficio de
un consumo adicional de C a través del efecto de las existencias futuras. Mide el precio
sombra de una unidad adicional de acciones. Una persona racional reconoce que el
consumo nocivo de un bien (uss ws < 0) tiene efectos adversos sobre la utilidad y
beneficios futuros, mientas que el consumo de un bien beneficioso (uss ws > 0) tiene
efectos positivos sobre la utilidad y beneficios futuros. La sombra, o total, del precio de
c(t), IIc (t), es igual a la suma de su precio de mercado y el valor monetario del costo
17
futuro o el beneficio del consumo. El componente de población de todos los precios son
de forma endógena determinados por el camino óptimo, sin embargo, también se puede
decir que para ayudar a determinar la ruta óptima es necesario afectar el costo de C.
Evidentemente, si el consumo futuro se mantiene fijo, el valor absoluto de a(t) es menor
que la tasa de depreciación de consumo en el pasado δ y la tasa de preferencia por el
presente σ son mayores. Esto sugiere que el consumo de c nocivos es mayor, y el
consumo de un beneficioso c es más pequeño, cuando δ y σ son mayores. Veremos que
el δ y el σ también son importantes para determinar si C es adictivo. Como se desprende
de la segunda condición de primer orden, la óptima de los gastos de depreciación
endógenos (D) para reducir el volumen del capital es más grande, o el gasto óptimo en
apreciación endógena para aumentar el stock es menor, cuando el valor marginal de la
acciones, a(t), es más pequeño. Este valor disminuye a medida que los aumentos en las
existencias desde la función de valor es cóncava en S. Por lo tanto, los individuos toman
medidas para depreciar el stock más rápidamente cuando es más grande.
4.3.2.2 Comportamiento dinámico de la ecuación
Las condiciones de primer orden (5) determinan el nivel de consumo inicial de C,
Co, en función del stock de capital inicial de consumo, So. Los precios p (t), y la utilidad
marginal de la riqueza µ. Para simplificar la discusión de la dinámica, primero se asume
una vida infinita (T=x), una tasa de preferencia de tiempo igual a la tasa de interés (a =
r), y depreciaciones no endógenas (D (t) = 0). Dado que µ se mantiene constante en el
tiempo, para las relaciones entre Co y So que son para determinado µ y ϸ, también la
relación
con
el
tiempo
entre
C
y S
para
estos
valores
de
µ
y ϸ.
Para analizar el comportamiento dinámico de C y S, cerca de un estado de
equilibrio, este puede tomar aproximaciones lineales a las condiciones de primer orden o
asumir utilidad cuadrática y los beneficios que tienen las funciones lineales de primer
orden. Si la función de utilidad u es cuadrática en C, Y, y S, si los ingresos son de
18
segundo grado en S, y si, P(t) = Pc para todo t, entonces la función de valor es también
de segundo grado o cuadrática. Mediante la optimización y con su condición de primer
orden, se obtiene una función que es de segundo grado sólo en C (t) y S (t):
Donde los coeficientes αs, y αss dependen de los coeficientes de ambas utilidades y las
funciones de ganancias. Sabemos que αss < 0 y αcc < 0 por la concavidad de las
funciones U y W. Entonces el problema de optimización trata únicamente de C (t) y S(t):
Donde K es una constante que depende de Ao, ϸ, µ, y que son los coeficientes de la
función de utilidad cuadrática. La maximización se sujeta a la ecuación (2) con h = 0 y a
la condición de transversalidad de:
19
Con:
Esta es una ecuación diferencial de segundo orden S (t), con dos raíces dadas por:
El término bajo el radical es positivo porque esencialmente es una forma cuadrática en
σ+ δ6 y 2:
La artillera de la función F cóncavo es definida como negativa. Por lo tanto
las dos raíces de (12) son reales. Por otra parte, la raiz más grande excede σ/2 y pueden
ser ignorados con un horizonte infinito, de lo contrario, [C (t)2 podrían crecer
eventualmente a un ritmo más rápido que σ, lo que violaría la transversalidad de la
condición en la ecuación (8). La trayectoria óptima del capital social se determina a
partir de la condición inicial y la raíz más pequeña sola:
20
Si el estado de equilibrio, S *, es estable, S crece con el tiempo a S* si So <S* y
disminuye con el tiempo para S* si So >S*. La ecuación (14) muestra que S* es
estable si y sólo si B> 0, porque entonces λ1<0. La ecuación (14) también implica que
La pendiente entre C y S aumenta a medida que aumenta λ1, y que llega a un valor
máximo cuando λ1= σ/2, es decir, cuando σ 2+ 4B = 0. Dada la definición de λ1 en la
ecuación (14) y de B en la ecuación (11), la ecuación (15) implica que C y S están
positivamente relacionados (λ1> - δ), negativa relacionados (λ1, <- δ), o no vinculados
(λ1 = - δ), como:
Dado que "no relacionado" significa que el consumo pasado de C no tiene ningún
efecto sobre su consumo actual, el comportamiento sería el mismo que cuando las
preferencias son aditivamente separables en el tiempo en C y en Y, a pesar de que la
función de utilidad es no separables en S y C. Si el comportamiento es separables en el
tiempo de manera efectiva no sólo dependerá de la utilidad del ejercicio corriente y los
ingresos de las funciones, sino también en el tiempo de las preferencias y de la tasa de
depreciación de consumo en el pasado.
21
La línea s1s1 en la figura 1 tiene un lugar estable el estado en δS*1= c*1, mientras
que la línea de s0s0 tiene un estado de constante inestabilidad en δS*0= c*0. Las flechas
indican que las desviaciones de S*1 causa un retorno a S*1 a lo largo de la trayectoria
lineal s1s1. Las desviaciones de S*0 causa mas desviaciones en la misma dirección a lo
largo
del
camino
lineal
s0s0.
Gráfico Nº 1: Comportamiento dinámico del Stock de Capital(S) y Consumo(C).
Fuente: Becker y Murphy (1988)
4.3.2.3Explicación y conclusión del Modelo.
El modelo de adicción racional planteado por Gary Becker y Kevin Murphy en
“A theory of Rational Addiction” (1988) considera que los consumidores tienen en
cuenta los efectos futuros del consumo actual y pasado en el proceso de determinación
de la cantidad a demandar y maximización de la utilidad, asumiendo a la vez que las
preferencias son estables en el tiempo. El carácter estable de las preferencias hace
referencia a que las personas tienden a seguir el mismo patrón de consumo en el tiempo,
22
por ejemplo, a una persona que le guste o se relaje con la música siempre disfrutará de
ella, variando quizás simplemente el estilo que escuche, pero prefiriéndola por sobre
otros elementos que pueden relajar los demás como la televisión o una película.
En este sentido, Pinilla (2003) supone que los individuos que consumen una
mercancía adictiva no se arrepienten de sus elecciones pasadas, pues al momento de la
toma de decisiones acerca de su consumo poseen información completa acerca de sus
consecuencias, pudiendo considerarse Adictos Felices, es decir, con total conocimiento
de las consecuencias. Becker, en contrapartida, argumenta
que aunque su modelo
solamente “asume que adictos son racionales y maximizan utilidad, no estarían felices si
su adición nace de eventos estresantes, como muerte o divorcio, que disminuyen
utilidad. Entonces, el modelo muestra que la gente se vuelve adicta precisamente porque
están infelices. Sin embargo, estarían mas infelices si fueron prevenidos de consumir el
bien adictivo.”
El modelo de adicción racional une el consumo actual con una expectativa de
consumo que tiene el adicto, tratándolos como complementarios. O sea, alguien es más
adicto si anticipa que eventos en el futuro aumentaran su consumo. Lo que significa “el
comportamiento actual y futuro son parte de un plan consistente de maximizar utilidad”.
Por otro lado, a lo largo del tiempo el hábito o conducta adictiva se llega a tratar
como el consumo de un bien normal o inferior, entendiendo por esto, que el consumo de
un bien inferior, a diferencia de un bien normal, aumenta a medida que se incrementan
los ingresos.
Al tratarse de bienes muy dañinos, como el alcohol o drogas, su efecto negativo
se hace mayor usualmente en la gente con mayor ingreso. Becker y Murphy (1988)
explican esto diciendo que el trabajo que alguien quien trabaja realizando aseo o un
mesero que es drogadicto, sufre menos que el trabajo que tiene que hacer un doctor o un
piloto que sea adicto.
23
Entonce el consumo de alguna sustancia adictiva corresponde para unos al de un bien
más inferior a través del tiempo, y para el otro un bien normal.
En el modelo de adicción racional se hace alusión al término “cold turkey”, que
se refiere básicamente a un intento rápido y fuerte de dejar una adicción. En donde la
perdida de utilidad de corto plazo producto del término de un consumo, aumenta cuando
una adicción es más fuerte. Sin embargo, en su estudió Becker y Murphy demostraron
que personas racionales utilizan Cold turkey para terminar una adicción aunque el dolor
es considerable. “Su comportamiento es racional porque intercambian un dolor de corto
plazo por una ganancia más grande en el futuro. Voluntades débiles y pobre autocontrol
no son necesarios para explicar porque adiciones al licor, cigarro y heroína necesitan
parar abruptamente. Un adicto racional podría postergar el termino de su adicción
mientras busca un modo de disminuir este dolor a corto plazo que acompaña parar
COLD TURKEY.” Pero a pesar del doloroso proceso de desintoxicación, se argumenta
que bajo racionalidad las personas buscan actividades recreativas que los ayudan a
mitigarlo, a pesar de esto, los fracasos en la búsqueda de la mejor forma de evitar el
dolor es inevitable.
Finalmente hay que tener claro que racional en el análisis propuesto por Becker y
Murphy (1988) significa que el usuario tratar de obtener utilidad a través del tiempo. Un
bien es adictivo si el consumo histórico influye en forma que aumenta el consumo
actual. Por otro lado, el estado estable de consumo se transforma en inestable cuando el
grado de adicción es alto, o sea existe alta complementariedad entre el consumo actual
con el histórico. Todo esto sin olvidar o entendiendo que los bienes adictivos son muy
adictivos porque involucran interacción con el usuario, por eso heroína o el tabaco son
mucho mas adictivos que un chaleco o un pantalón. Así, las personas que no descuentan
el futuro o lo consideran en las decisiones de consumo presente tienden a ser más
vulnerables a una adicción.
24
Conclusiones:
El objetivo de ésta investigación fue encontrar a través de recolección
bibliográfica los distintos modelos de adicción y establecer los efectos económicos de
ésta, todo esto entendiendo que la economía es una rama de las ciencias sociales, por lo
que el análisis también abarco los efectos que se producen en la sociedad ante un
consumo adictivo.
Así, el consumo adictivo, que por muchos años fue considerado como un
comportamiento irracional, debido a que no se ajusta a la ley básica de economía, es
decir, la inversa relación entre precio y consumo. Sin embargo, en épocas más recientes
y gracias al aporte de diferentes autores, siendo uno de los más importantes el
economista estadounidense Gary Becker, del consumo adictivo se han diseñado
diferentes enfoques, tales como el miope, de racionalidad limitada y por último el más
destacado y analizado detenidamente en la presente, el de adicción racional. El concepto
de racional hace alusión a la toma de decisiones de consumo considerando las
consecuencias futuras del comportamiento presente, considerando que las preferencias
son estables en el tiempo.
El consumo adictivo es un problema que no solo afecta al individuo
internamente, sino que también es un problema a nivel de sociedad, esto ha llevado a que
las entidades encargadas de la regulación del consumo adictivo interfieran con
regulaciones al consumo, en referencia al tabaco, en el caso de Chile se ha regulado el
consumo aplicando diferentes leyes que prohíben el consumo en determinados lugares,
restringen el consumo dentro de restaurantes obligándolos a tener ambientes separados,
entre otras leyes. Estas medidas restringen la libertad de las personas y también sus
decisiones de consumo. La finalidad de estas regulaciones son que las personas tengan
hábitos de vida más saludables, lo cual es una de las preocupaciones que tiene la política
pública actual, y que busca atacar el problema antes de que se genere uno mayor.
También fue considerado que las preferencias y consumo son influenciadas por el
25
entorno que las rodea, por lo tanto, si existen regulaciones externas que incentiven al
consumidor a tener mas conciencia de su consumo, este generará tanto un bienestar
personal y social.
Como ya se ha señalado, el consumo adictivo no solo tiene consecuencias en el
consumidor, los efectos abarcan a la sociedad en general. Al respecto se pudo establecer
los costos económicos para la sociedad de una adicción. El análisis se basó en el
consumo de tabaco, concluyendo que la valoración subjetiva del riesgo por parte del
consumidor responde falta de información de los riesgos reales que tiene para él el
consumo de una sustancia adictiva como el tabaco. Por su parte, la falta de información
o información asimétrica, corresponde a una de las 2 fallas de mercado presente en el
mercado del tabaco, la otra son las externalidades presentes en él.
Las externalidades vienen dadas por los costos implícitos para la sociedad. Así,
por ejemplo, el consumo de tabaco representa un desembolso del gobierno mayor a
salud por la serie de enfermedades asociadas a el, las cuales no solo afectan a los
fumadores activos, si no también a los pasivos. Pero esto no es todo, el humo del tabaco
representa una amenaza medioambiental, y las colillas de cigarro un gasto extra la
limpieza pública.
Sin embargo, los impuestos que se recaudan por el tabaco generan un ingreso
para el estado, por lo tanto, se concluyó que al analizar el costo real de una adicción se
deben descontar los flujos monetarios expresados en una mismo momento de tiempo, es
decir, a la recaudación del gobierno se le deben restar los desembolsos que se generan
asociados al tabaco, como una enfermedad.
Del modelo de adicción racional, se pudo concluir que este es un buen
referente predictivo cuando
aumentar el consumo actual.
los aumentos en el consumo en el pasado tienden a
26
Del modelo de adicción racional, se pudo concluir que este es un buen
referente predictivo cuando
los aumentos en el consumo en el pasado tienden a
aumentar el consumo actual. Del modelo, se logra también concluir que el estado
constante del consumo se transforma en inestable a medida que la adicción se hace más
intensiva, es decir, cuando la relación entre el consumo pasado y fuerte es fuerte. De este
modo, la interacción del usuario o consumidor con el bien es el punto de partida básica
de una adicción. La pregunta lógica que entonces había que plantearse era el porque no
todos los individuos se vuelven adictos a las sustancias, encontrando por respuesta que
aquellos que descuentan el futuro son más propensos a ello, pudiendo también afectar
situaciones estresantes y los precios de los bienes al momento de empezar el consumo.
Los cambios permanentes en los precios de los productos o sustancias adictivas
pueden tener un efecto a corto plazo en su consumo, lo cual
podría ser
la base de quienes piensan que los adictos no responden a cambios en los precios.
También en el largo plazo la demanda tiene un comportamiento más elástico que la
demanda de bienes adictivos. La predicción de un aumento en los precios provoca una
disminución en el consumo actual de los bienes adictivos, ya que su consumo en
diferentes periodos de tiempo son complementarios. Esto quiere decir que los cambios
en el precio de un bien adictivo tienes efectos menores en el consumo actual
27
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os+y+que+el+Estado+gasta+cada+a%C3%B1o+1.140+millones+de+d%C3
%B3lares+por+tratar+a+pacientes+con+infarto,+c%C3%A1ncer+de+pulm
%C3%B3n+o+enfermedad+pulmonar+obstructiva+cr%C3%B3nica,+pero+
lo+que+se+recauda+por+impuesto+es+apenas+650+millones+de+d%C3%
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30
ANEXO I
(1)Formación de Hábitos ‘Miope’.
Características básicas: estructura de
preferencias endógenas; total ausencia de previsión de los efectos futuros derivados del
consumo presente; problema de elección: maximización de la
utilidad de un periodo. Autores principales: Houthakker et al. (1970), Pollak
(1970, 1978), Phlips (1972) y Spinnewyn (1981).
(2)Racionalidad Limitada. Características básicas: estructura de preferencias
estables y constantes; previsión limitada de los efectos futuros derivados del consumo
presente; problema de elección: maximización de la utilidad de un periodo. Autores
principales: Young (1983) y Suranovic et al. (1999).
(3)Racionalidad Limitada. Características básicas: estructura de
preferencias
competitivas, esto es, estables y no constantes; problema de elección: maximización de
31
la utilidad de un periodo; inconsistencias en la elección por conflictos en las preferencias
del consumidor a corto y largo plazo. Autores principales: Strotz (1956), Winston (1980)
y Pashardes (1986).
(4)Formación de Hábitos Racional. Características básicas: estructura de
preferencias endógenas; previsión de los efectos futuros derivados del consumo presente
mediante la especificación del proceso de formación de hábitos; problema de elección:
maximización intertemporal de la utilidad del consumidor. Autores principales: Boyer
(1983) y Iannaccone (1984, 1986).
(5)Modelo y Teoría de Adicción Racional. Características básicas: estructura de
preferencias estables y constantes; previsión total de los efectos futuros derivados del
consumo presente; problema de elección: maximización intertemporal de la utilidad del
consumidor. Autores principales: Stigler y Becker (1977), y Becker y Murphy (1988) y
Chaloupka (1991).
Fuente: Portillo, F y Antoñanzas, F. 2001. Análisis de los comportamientos adictivos no saludables:
Principales propuestas teóricas por Fabiola Portillo, Fernando Antoñanzas. FEDEA
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