14 V I DA EL NORTE z Domingo 7 de Septiembre del 2014 PERFILES E HISTORIAS Editora: Rosa Linda González [email protected] y a recuperar su salud”. Entre las socias se encuentra Martha Gallegos de Perales, quien a sus 73 años lleva un control férreo de la diabetes que padece desde hace 3 décadas, las mismas que tiene de llevar el sistema de QuitaKilos. “La gente cree que ser diabético es sinónimo de que te mutilen una pierna o de quedar ciego, pero la diferencia es la forma de comer. Yo pesaba 83 kilos, perdí 20, y Esperancita ha tenido mucho qué ver porque no deja que me salga del camino”. maría Luisa medeLLín 3 Velia de la Cruz elnorte.com/quitakilos Su misión: cuidar el peso y la salud primer niño que llegó a la meta de su peso cuando usted daba conferencias hace 30 años, en el Hospital San José’, y a mí me dio mucho gusto porque su vida cambió y sigue delgado”. 1 De Esperanza hay mucho qué contar. Fue la novena de los 11 hijos de Federico Rodríguez y Virginia González, quien murió cuando la pequeña apenas tenía 3 años. Sin embargo, no hay tristeza en sus recuerdos infantiles porque su padre se esmeró en disiparla. “En casa siempre había fiesta. Mis hermanos y yo fuimos de carácter alegre, y crecimos sin dejarnos abatir por las dificultades de la vida, como nos enseñó papá”. Ella es afable y sus ojos almendrados se vuelven un guiño cuando ríe. Narra que después de primaria estudió comercio y trabajó ocho años en una compañía de seguros, hasta que una intensa necesidad espiritual la encaminó hacia la orden Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús. Iba a cumplir 25 años y permaneció 18 en la congregación, pero un problema congénito de columna la obligó a abandonar los hábitos. “Entonces el trabajo era continuo: fregar pisos de rodillas, preparar la comida; quehaceres y oraciones sin descanso. Creo que nunca antes había apreciado los minutos”, reflexiona. Durante su estancia en el convento también reunió y copió todos los escritos de la fundadora, Concepción Cabrera de Armida, lo cual la enorgullece, ya que con ese material los Misioneros del Espíritu Santo, congregación hermana de las Obras de la Cruz, han realizado numerosas publicaciones. “Yo le escribí a la madre superiora, de la orden en general, que el doctor me indicaba no hacer esfuerzo físico, que lo mío no era opera- Sacan eL eStRéS z Mejorar los hábitos alimenticios de las personas, con el sistema que creó, ha sido un propósito de vida para Esperanza Rodríguez. ble por el riesgo que implicaba. Ella respondió que a lo mejor Dios tenía para mí otro camino”. Con 42 años, a Esperanza no le resultaba fácil conseguir un empleo, y menos que éste no complicara su salud. Además, no contaba con respaldo económico, ya que al unirse a la orden entregó como dote lo que recibió del patrimonio familiar que le tocaba. “Pero el Señor me allanó los caminos y me dio el mil por uno, no sólo en lo material, sino por la satisfacción de hacer el bien a los demás”, afirma extendiendo los brazos. Uno de sus hermanos le sugirió abrir una casa de asistencia porque su hija vendría a estudiar aquí. En aquel tiempo para los padres era muy importante que las estudiantes foráneas no vivieran solas. “Las mamás me veían como figura de respeto, y en un momento tenía ocupadas todas las habitaciones. A veces yo debía dormir en el sofá cama de la sala por no decir que no a una nueva inquilina. “Contraté una empleada doméstica y cuando, ocasionalmente, no había, las chicas se repartían los deberes. Eran muy correctas, a las 10 y media de la noche era lo más tarde que llegaban. Me hubiera “Te relajas, te olvidas de todos los problemas y estás en las nubes bailando”, dijo ayer Carlos González, de 17 años, de El Obispo, al terminar la presentación de “Danza para la Convivencia” en la ESMDM. Unos 20 jóvenes de escuelas públicas de San Pedro participaron en el proyecto del Consejo Británico en México, con la idea de que Imelda Robles la danza sea un medio de paz. Teresa González 2 Esperanza se levanta. Sus pasos son cortos. Se le ve levemente encorvada, pero no menos dinámica. Retoma ahora las vivencias de su faceta empresarial. Su intención, dice, fue crear un sistema para que las familias cambiaran de hábitos alimenticios y que las recetas se elaboraran en casa, pero la gerente de una compañía de cosméticos le pidió que le preparara los platillos porque no tenía tiempo; otras señoras se enteraron y le solicitaron lo mismo. “Fue un boom. Tuve que dejar las conferencias para organizar el departamento de comidas. Incluí tamales, chiles rellenos, pollo en mole, nieve, lo que a la gente le gusta, nada más que dentro del sistema, bajos en grasas y cuidando las porciones”, detalla Esperanza, de piel blanca y charla a raudales. “Tenía una empleada que me ayudaba y comía en la casa; bajó 40 kilos”. Eligió luego a las primeras instructoras entre quienes más redujeron y se mantuvieron en su peso. Una de ellas es María Candelaria Reyes, conocida desde hace 37 años como Cande, la de QuitaKilos, quien comparte que fue obesa desde niña y eso se acentuó al casarse y ser madre de dos hijos, porque cargaba con 42 kilos de más. Hoy sería difícil creerlo porque luce esbelta y se esmera en su arreglo. “Antes, todo me dolía y no dormía bien. Me sentía cansada, pero en 11 meses llegué a mi peso ideal y descubrí otra vida gracias a la persistencia de Esperanza, que nos motiva a estar saludables, a que si queremos, podemos. “Es un ejemplo a seguir. Tiene carácter y, a la vez, alegría y buen trato. Nos ha transmitido el amor por servir a los demás”. Cande comparte que su esposo se salvó de morir tras un infarto, porque siguió el plan de alimentación que le propuso y ahora está sano y delgado. Al término de su charla ante una veintena de personas, en su mayoría mujeres, platica que si los socios dejan de acudir les llama para saber el porqué y los anima a regresar. Un señor le dijo que había estado de vacaciones e iría a la siguiente sesión, pero en broma le reclamó que la institución se las arruinara porque en la playa pensaba: “Aquella señora ha de estar llena de colesterol”. “Aquél se va a morir de un infarto”, y quería tener volantes para repartirlos y alertarlos. Blanca Cuéllar, otra de las instructoras pioneras, menciona que ella llegó con problemas de salud y autoestima severos, tras haber intentado muchas dietas sin éxito, y en seis meses bajó 23 kilos. “Me recibió Esperanza y me hizo sentir comprometida y acogida. Con su experiencia y consejos me impactó desde el primer momento y hasta hoy sigue siendo mi ídolo”, afirma conmovida. “Me siento feliz por la oportunidad de ayudar a tanta gente a realizar su propósito de bajar de peso Bailarán por la paz Niños, jóvenes y adultos se reunirán hoy en San Pedro de Pinta para bailar al unísono por la paz en Medio Oriente, a través de Salam MX. eL nOrTe / staff z El movimiento consiste en un baile por la paz, ajeno a cualquier bandera, creencia o religión. elnorte.com/convivencia muerto si, como se acostumbra hoy, apenas salieran a esa hora, ja, ja, ja. Sigo reuniéndome con algunas. Son parte de mi familia”. Esperanza Rodríguez es fundadora del sistema de QuitaKilos y hace casi cuatro décadas combate la obesidad Desde la prepa, Lucy, la sobrina de Esperanza, la acompañaba a todas partes. Le ayudaba a pesar a la gente, a inscribirla, a entregar los manuales y lo que se requería. Eso le ayudó a decidirse por la licenciatura en Nutrición y egresó entre las primeras generaciones. Hoy, Lucía Aldape de Esqueda es la gerente general de la empresa, y bajo su mirada y conocimientos el sistema se actualiza y expande constantemente. “Nunca pensé que fuera a crecer tanto”, afirma mientras acomoda su cabello castaño. “Ya tenemos franquicias en varias partes de México y el Valle de Texas. Para abrir una, el personal debe venir a capacitarse, igual que nuestros equipos locales”. Alta y delgada, añade que al principio, su tía pensó hacerse cargo de la dirección en otras ciudades, pero era una tarea titánica, así que decidieron asesorarse y establecer las franquicias. “Mi tía es muy activa y de memoria envidiable. Con el ánimo que la caracteriza convive casi a diario con instructoras, cocineras, choferes. Checa los reportes, se interesa en los temas de las conferencias y cómo se imparten. No deja de emprender cosas nuevas. Hasta hace unos 10 años manejaba, pero un problema ocular se lo impidió”. Hay quienes piensan que la empresa tiene relación con otra de origen norteamericano del mismo ramo; no es así. Algo de lo que más entusiasma a Esperanza son los grupos de niños, porque, jugando, aprenden a alimentarse de forma balanceada y es una enseñanza de por vida. Comparte el caso de Diego, de 9 años, quien ingresó al programa a finales del 2013 y ha eliminado 11 kilos. “Él no quería ir, pero al ver que otro amiguito estaba ahí y había adelgazado, nos dijo: ‘Si él pudo, yo también’. Ahora dice que le gusta, porque no se queda con hambre y no se cansa cuando juega futbol”. Aunque también puede destacar logros impresionantes entre los adultos, como el de Casandra Quiroz, de Brownsville, Texas, quien perdió 140.5 kilos, el mayor peso que una persona ha bajado en la historia de la organización, o el de Arnoldo Hernández, quien llegó en ambulancia porque el doctor le detectó problemas de columna, pero no podía operarlo debido a su obesidad. “Venía de mal humor”, recuerda Esperanza. “Con él estaban dos enfermeras y su esposa, y dijeron que el doctor le pidió bajar 55 kilos para practicarle la cirugía. Muy a su pesar, Arnoldo se quedó y con disciplina alcanzó su meta, evitó la operación y ahora corre maratones”. Más en serio que en broma, Esperanza asegura que la obesidad no se hereda, lo que se hereda es la cazuela. “La gente se preocupa por una buena educación, un patrimonio, y descuidan los cimientos: la alimentación, la salud, y en esto último he tenido mucho qué ver. “No cabe duda, los caminos de Dios son misteriosos, el destino de todas maneras me llevó a hacer el bien”. z Se espera que hoy, a las 12:00 horas, la comunidad en general e integrantes de la comunidad judía de Monterrey se reúnan, vestidos de blanco, en la Rotonda de los Duendes, ubicada entre Calzada San Pedro y Calzada del Valle. z El baile se realizará también en el Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México, y en ciudades del mundo como San Diego, Londres, Dallas, Los Cabos, Cancún, Guatemala, Haifa, entre otras. Nirit Wilk, organizadora de este movimiento gestado en la Ciudad de México Salam es una palabra en árabe que quiere decir paz y también hola, igual que Shalom en hebreo, pero ya Salam se ha convertido en Salam MX, que es un movimiento por la paz en Oriente, que surgió de una idea pero que se ha hecho muy grande”. AP Si convencí a 11 muchachas de comer verduras, puedo convencer a cualquiera”, se repetía Esperanza Rodríguez cuando se decidió a fundar una organización para mejorar los hábitos alimenticios de las familias y combatir la obesidad. Todo comenzó cuando asistía en su casa a chicas de otros estados que venían a estudiar aquí, pero un día se atiborraban de chocolates y al otro no querían comer nada. Preocupada por su bienestar, se las ingenió para presentar los menús de forma atractiva y camuflar los vegetales. Hizo un aderezo al que le licuaba la ensalada, cremas con mezclas de verduras, postres de frutas sin azúcar ni harinas, y para ello tomó clases de nutrición en una época en que no era común. “Poco a poco les empezaron a gustar los alimentos, y al regresar a su casa en vacaciones, las mamás me llamaban y me pedían las recetas porque batallaban para que sus hijas comieran de todo”, cuenta Esperanza, menuda y de cabello blanco. “Veían que estaban delgadas, saludables, y que hasta yo bajé 25 kilos que traía de más, y me preguntaban: ‘¿Cómo le hiciste?’. Entonces, pensé que debía compartir la fórmula”, exclama con el entusiasmo de sus 87 años muy bien llevados. En la sala de su hogar, de muebles sobrios, cuadros religiosos y una gran escultura de la Virgen de Guadalupe, “la patrona”, como la llama, cuenta que las mismas jóvenes, en una lluvia de ideas, seleccionaron el nombre de QuitaKilos para la naciente empresa, y luego ella se dirigió a las oficinas de Hacienda, en San Pedro, donde se dio de alta sin contratiempos. Ríe al acordarse que le temblaban las piernas cuando el 5 de noviembre de 1975 ofreció su primera conferencia ante 29 personas preocupadas por su peso, pero le interesaba tanto inculcar una cultura alimenticia saludable –balanceada y minuciosa en la cantidad de las porciones–, que le sorprendió la facilidad con la que brotaban sus palabras. Pronto, los grupos se multiplicaron, y no tuvo más remedio que anunciar a sus inquilinas el cierre de la casa para concentrarse en su nueva actividad y formar un equipo especializado de colaboradores. El endocrinólogo Jorge Siller, hermano de una de las chicas de la pensión, aceptó unirse. También Aureliano García, director de la carrera en Química y Farmacobiología de una universidad local, que otra de las jóvenes había cursado. Los anuncios en el periódico reproducían el eslogan “QuitaKilos, adelgace comiendo”, y ante la copiosa respuesta, fue necesario rentar ciertos días los auditorios del Hospital San José y Muguerza, un salón de fiestas en la colonia Anáhuac y un local en el centro. “No me daba abasto con las conferencias, y me mudé de la casa de asistencia que rentaba en la Colonia Del Valle, a otra que se construyó en Bosques del Valle, pero era un problema el estacionamiento y los vecinos se molestaban con toda razón”. Por eso cambió las reuniones a la zona Tec y abrió una cafetería que cerraría después. Con el tiempo instaló otras dos y logró tender una cadena de 12 locales en el área metropolitana, donde los asistentes en conjunto reducen casi 6 mil kilos mensuales, según sus registros. “Esto creció tan rápido que hace poco fui a uno de los centros, y en la plática –pues no me reconoció a la primera porque como dice el ranchero: uno se va ‘desfaicionando’–, un hombre me dijo: ‘Soy Germán, el Renueva con ÓpeRa de La LOS ÁNGELES. Plácido Domingo renovó su contrato como director general de la Ópera de Los Ángeles hasta la temporada 2018-2019. El tenor de 73 años, participa en “La Traviata’’, de Verdi, en su 26 actuación con la compañía. AP