FORMAS CERÁMICAS E INTERACCIÓN REGIONAL DURANTE LOS PERÍODOS INTERMEDIO TARDÍO Y TARDÍO EN EL VALLE DE LLUTA Calogero M. Santoro V., Álvaro Romero G. y B. Mariela Santos V. Publicado en: SEGUNDAS JORNADAS DE ARTE Y ARQUEQLOGIA, pp. 15-40. editado por J. Berenguer, L. Cornejo, F. Gallardo y C. Sinclaire, pp. 15-40. Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -2- Resumen Este artículo aborda la problemática de interacción cultural y su expresión en los patrones de organización social y los fenómenos de etnicidad e identidad cultural entre poblaciones del Intermedio Tardío y Tardío (aprox. 1.000 dC. a 1.500 dC.). El estudio se basa en análisis cuantitativos de la variación espacial y temporal de una muestra de fragmentería cerámica proveniente de cuatro asentamientos investigados estratigráficamente en el curso inferior del valle de Lluta, zona de Arica. Se presenta una tipología de formas cerámicas basada en fragmentos de bordes y estándar de pastas derivado del análisis de más de 10,000 fragmentos de cerámica decorada y no decorada y su relación a las estilos decorativos conocidos para la zona. Seguidamente, se presentan los resultados de los análisis cuantitativos para evaluar las variaciones espaciales y temporales de los tipos de formas, pastas y estilos cerámicos. 1. INTRODUCCIÓN El estudio taxonómico de formas y estilos es uno de los procedimientos clásicos de la arqueología especialmente para la reconstrucción de secuencias culturales y la búsqueda de indicadores de procesos de cambio en un área determinada (ver Willey 1991 para una revisión sobre el tema contrastando diferentes corrientes teóricas; también Earle 1990). En los Andes y, en la zona de Arica en particular, los análisis estilísticos han sido claves para la definición de secuencias culturales, que ahora nos sirven de base para evaluar aspectos referentes a la organización social y posible filiación étnica de las comunidades que habitaron en la sección baja costera del valle de Lluta. Este estudio, sin embargo, no pretende descubrir los valores simbólicos e iconográficos plasmados en estilos y formas cerámicas. Por el contrario, nuestro análisis de tendencia más bien positivista intenta reconstruir patrones de organización sociocultural y de interacción social basado en la distribución espacial y temporal de estilos, formas y tipos de pasta cerámica. Estimamos que la evaluación cuantitativa de este tipo de indicadores arqueológicos nos permite enfrentar la reconstrucción de los sistemas de organización social donde la distribución de artefactos u objetos de origen local o importado, o elaborados con materiales exóticos fueron claves en la reproducción y evolución de los sistemas sociales. El uso de estos objetos, su variación en la distribución espacial y temporal y los contextos en los que se encuentran pueden servirnos para reconstruir los mecanismos de Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -3- organización social. La distribución espacial de estilos puede dar luces respecto del área de interacción de una sociedad, como así también de los mecanismos internos de acceso a estos bienes y su relación con los mecanismos de poder basados en diferenciaciones de estatus (en el caso de sociedades estratificadas) o prestigio social (en el caso de sistemas igualitarios), de acuerdo a los términos de Johnson y Earle (1987). También la verificación de preferencias por ciertos estilos, formas y tecnologías específicas para la manufactura y uso de ciertos artefactos puede ser útil para entender aspectos relacionados con la etnicidad y la identidad cultural de grupos sociales, que compartiendo espacios comunes --como el valle de Lluta--, establecieron relaciones de intercambio, de dependencia política, económica, etc. Dicho de otro modo, estimamos que análisis cuantitativos de aspectos formales y estilísticos de la cultura material representan una línea posible de evidencias para evaluar los procesos de evolución social de comunidades como las que habitaron los valles bajos costeros del extremo norte de Chile. Prehistoria Tardía Del Valle De Lluta Las evidencias evaluadas hasta 1995 en el valle de Lluta -conformadas por un conjunto de testimonios contextuales, estratigráficos y arquitectónicos (Santoro 1995)--, permitieron visualizar el siguiente panorama respecto de la organización social y filiación étnica de las poblaciones estudiadas: Durante el período Intermedio Tardío (ca. 1000 a 1400 dC) hay una intensa ocupación y explotación agrícola en el sector bajo costero del valle. Para ese entonces existían dos grandes núcleos poblacionales, uno enclavado en la ribera norte, Molle Pampa Medio y otro en la ribera sur, Vila Vila Sur y, en menor medida, Vila Vila Norte. Según nuestras excavaciones de muestreo Molle Pampa Este fue ocupado con menor intensidad en aquel momento y pudo ser un área periférica de Molle Pampa Medio. Molle Pampa Este, sin embargo, surge como un importante núcleo poblacional en el período Tardío (ca. 1400 a 1500 dC), donde destacan dos plataformas con muros perimetrales de piedra (Figura 1). Período Intermedio Tardío: Las evidencias arquitectónicas; de contactos con el exterior, como la puna, la selva transcordillerana y la costa más al norte y el acceso a recursos agrícolas y marinos no muestran diferencias sustanciales entre los núcleos poblacionales de Molle Pampa y Vila Vila en el Intermedio Tardío. Ambas localidades presentan unidades de pequeños montículos ovalados conteniendo uno o más recintos habitacionales rectangulares de caña, totora, postes de madera que sirvieron, probablemente, de residencia a una o más unidades domésticas. En las aldeas Molle Pampa Medio y Vila Vila Sur se constató una distribución Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -4- igualitaria en el acceso a objetos importados tales como: plumas de aves selváticas, obsidiana, azufre, khoa (Muña sp., Girault 1987: 371-375) entre las unidades domésticas excavadas. Tampoco hay señas de profundas diferenciaciones en las actividades productivas o acceso diferenciado a productos de subsistencia tales como el maíz, semillas de molle, pescados, mariscos, etc. Estas poblaciones del Intermedio Tardío, tampoco muestran evidencias de trabajo especializado o la mantención de especialistas para la fabricación de objetos finamente elaborados (carencia de unidades domésticas asociadas a instrumentos especializados, para la fabricación de objetos de cerámica, tejidos, madera, etc. o de distribución diferenciada de este tipo de objetos). La homogeneidad de los contextos domésticos excavados, en términos de elementos vinculados a la subsistencia, tecnología, prestigio o estatus evidencian que las poblaciones del Intermedio Tardío que habitaron el valle bajo costero de Lluta poseían una estructura social más bien igualitaria. Si existieron distinciones sociales éstas no estuvieron marcadas por acceso diferenciado a los recursos económicos y bienes de prestigio a nivel de las unidades domésticas (Santoro 1995). Por otro lado, un análisis general de los patrones estilísticos no mostró evidencias de que estas poblaciones formaran parte de grupos étnicos distintos. Dicho de otro modo, en contraste a lo reportado para el valle de Chillón donde la distribución de los grupos étnicos referidos en la documentación etnohistórica coincide con la distribución espacial de distintos estilos cerámicos (Dillehay 1979: 28); en el valle de Lluta no hay evidencia de un fenómeno de este tipo. Más aún, se concluyó (Santoro 1995) que los estilos cerámicos clásicos del Intermedio Tardío y Tardío no son indicadores confiables de etnicidad. La homogénea distribución de los estilos sugieren que estos objetos formaban parte de un conjunto mayor de artefactos importados o producidos localmente requeridos para la reproducción social y actividades de diversa índole desarrolladas por los habitantes de las comunidades del sector costero del valle de Lluta durante el Intermedio Tardío (Santoro 1995). Período Tardío: En el período Tardío tampoco hay evidencia de estratificación social. Por el contrario, la llegada de influencias incaicas no formó parte de un proceso coercitivo de transformación de las comunidades locales hacia una organización política estratificada, con un aparato burocrático o institucional propio de una provincia del Estado. Las evidencias arqueológicas del valle de Lluta, demuestran a nivel de las unidades domésticas una continuación de la forma igualitaria de organización social, a pesar que se constataron cambios en las actividades domésticas y productivas, como lo fue por ejemplo, un incremento Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -5- importante de la hilandería con respecto al Intermedio Tardío (Santoro 1995). Desde el punto de vista demográfico en el período Tardío hubo cambios importantes respecto del período anterior, la población se concentró en Molle Pampa Este, un sitio caracterizado por sus estructuras rectangulares de caña semejantes a las de los sitios del período Intermedio Tardío. Un rasgo particular que puede ser asociado al Tawantinsuyu son dos plataformas artificiales de gran tamaño en medio de las habitaciones domésticas. Estas plataformas están delimitadas por muros de piedra de altura considerable (más de 2 m) relativamente bien conservados. Estos muros que contrastan con la arquitectura doméstica parecen delimitar un espacio público, donde todavía no tenemos evidencias que puedan dar cuenta de un uso burocrático o estatal de estos recintos, como ocurre con los recintos perimetrales compuestos (RPC) que conforman tambos o kallankas1 (Raffino 1981, Hyslop 1990). Así la ausencia de una arquitectura propiamente burocrática en Molle Pampa Este y la inexistencia de mayores diferencias entre las unidades domésticas del período Tardío --de Molle Pampa Este y Vila Vila Norte-- en su acceso a recursos económicos locales y bienes de procedencia foránea (cuzqueños o altiplánicos) sugieren que no hubo una estratificación social propia de un Estado o la llegada de colonias de poblaciones altiplánicas. Con la evidencia disponible hasta ahora se puede señalar que la llegada del Estado Inca a esta zona fue de manera indirecta. Su mayor influencia se ha constatado a través de la reorganización de las redes de interacción e intercambio que vinculaban al valle de Lluta con entidades altiplánicas incorporadas formalmente al Tawantinsuyu (Llagostera 1976). Estas nuevas redes de intercambio introdujeron una mayor cantidad de nuevos tipos de objetos importados (por ejemplo, cerámica Inca y Saxamar, objetos de metal, plumas de suri, quipu, semillas de Mucuna elíptica, conchas de mullu o Spondylous, ver Santoro 1995: 297 y Figura 8.5) estos objetos reemplazaron, en parte, la amplia variedad de bienes importados durante el período Intermedio Tardío (por ejemplo, plumas de flamenco, pigmentos de colores, vidrio volcánico, azufre, mica, chuñ'u, khoa, semillas de wayruru, plumas de aves tropicales, millu, ver Santoro 1995: 297). Esta reconversión del sistema, que incorporó objetos manufacturados bajo los mecanismos de producción y distribución del Estado, no significó un acceso diferenciado a estos bienes indicadores de divisiones sociales. Para evaluar la validez de estas conclusiones decidimos realizar un análisis más detallado de la cerámica considerando no sólo los aspectos estilísticos decorativos sino también, las formas de los tiestos y los tipos de Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -6- pastas empleados en la fabricación de piezas decoradas y no decoradas. El análisis taxonómico evaluado espacial y temporalmente permitió confirmar el panorama respecto de la estructura social imperante en el Intermedio Tardío y Tardío. Avances más importantes se lograron en la discusión de los aspectos de etnicidad e identidad cultural; tema que ha concitado la atención de arqueólogos, etnohistoriadores y antropólogos sociales, sin que se haya logrado definir con claridad correlatos arqueológicos para una reconstrucción de los posibles mapas étnicos de la prehistoria tardía y el efecto de la interacción de estos grupos en su organización política y económica. Hasta aquí las proposiciones y resultados de la investigación acerca de la interacción regional en el valle de Lluta durante los períodos Intermedio Tardío y Tardío hasta el año 1995. 2. ANTECEDENTES DE LA MUESTRA El presente estudio es una continuación de la investigación arqueológica en cuatro sitios del curso bajo del valle de Lluta entre 1991 y 1995 (Santoro 1995). El valle de Lluta, ubicado en el extremo más septentrional de Chile, corre en su tramo costero (últimos 60 km) de este a oeste, señalando un relativamente amplio sector agrícola, de limitada potencialidad económica, debido principalmente a la calidad salobre y al alto contenido de boro de sus aguas y suelos (Díaz et al. 1958; Schull et al. 1990). Los principales sitios arqueológicos en este tramo se localizan en las terrazas bajas o en las empinadas pendientes que limitan el valle, donde se incluyen las localidades de Molle Pampa y Vila Vila. Estos sitios están bastante expuestos a la irradiación solar, a la erosión y dinámica eólica y, en menor medida, a la erosión aluvial. En la localidad de Molle Pampa se reconocen tres sitios habitacionales y cinco sitios funerarios; en Vila Vila dos sitios habitacionales y dos cementerios (Santoro 1995). Cuatro sitios habitacionales fueron investigados subsuperficialmente: Molle Pampa Este (MPE), Molle Pampa Medio (MPM), Vila Vila Norte (VVN) y Vila Vila Sur (VVS). Estos sitios se encuentran relativamente cercanos entre sí y se ubican en ambas laderas del valle (Molle Pampa al norte y Vila Vila al sur) a unos 30 km. de la costa (Figura 1). Esta franja agrícola se ve favorecida por la mayor disponibilidad de agua que mejora la calidad de los acuíferos que bajan de la alta cordillera. La importancia económica y social de esta franja como nodo de interacción regional se evidencia en el camino que atraviesa el valle al oeste de Molle Pampa y que correspondería a una de las rutas reales del Inca que conectaban la costa de Arica con la región Caranga (Vázquez de Espinosa 1942 [1620]). Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -7- Los sitios se caracterizan por montículos ovalados formados por la acumulación de deshechos domésticos pre y post ocupacionales que cubrieron los restos abatidos y desmantelados de estructuras domésticas de arquitectura simple. Los montículos se distribuyen en forma más bien desordenada acomodándose a la geografía del lugar. Una serie de ellos, en cada sitio, fueron seleccionados al azar y/o arbitrariamente de acuerdo a la calidad de la conservación superficial de los elementos arquitectónicos y domésticos y excavados estratigráficamente (Santoro 1995). Las excavaciones revelaron que las estructuras fueron construidas con caña, totora y postes de madera y cumplieron funciones, principalmente, domésticas. Se demostró que estos montículos corresponden a una superposición de más de un recinto habitacional. Sospechamos, sin embargo, que las estructuras habitacionales se expandían principalmente en forma horizontal a través del tiempo (Santoro 1995). Molle Pampa Este es el sitio de mayor tamaño y complejidad arquitectónica. Posee 110 montículos (que suman unos 9000 m²), tres sectores funerarios y dos plataformas artificiales (de unos 2300 m² en total), probablemente utilizadas como espacios públicos. El tamaño promedio de los montículos habitacionales es de 110 m² (Santoro 1995). Molle Pampa Medio se compone por un único cementerio y 47 montículos, cuyas áreas en promedio alcanzan los 88 m². Vila Vila es un amplio conjunto arqueológico dividido por un corral de construcción post-hispana en un sector Norte (Vila Vila Norte) y otro Sur (Vila Vila Sur), con sus correspondientes áreas habitacionales y funerarias. Vila Vila en total posee 69 unidades monticulares con un promedio de 57 m² (Santoro 1995). Los sitios fueron separados cronológicamente sobre la base de la distribución estratigráfica de los estilos decorativos reconocidos para la zona y luego contrastados con otros aspectos contextuales, como rasgos económicos y sociales (Santoro 1995). La estratigrafía de cada recinto excavado evidenció una o dos ocupaciones. Una parte de estas ocupaciones conforman contextos con predominancia de cerámica de la Cultura Arica y ausencia de cerámica Saxamar e Inca, superpuestos por otros contextos con predominancia de cerámica altiplánica e incaica, pero sin desplazar completamente la cerámica de la Cultura Arica. Así, cada contexto estratigráfico pudo ser asignado al período Intermedio Tardío o al período Tardío (Santoro 1995). Esta identificación, sin embargo, no pretende ser cronológicamente excluyente y deja abierta la posibilidad que ambos contextos sean, en algunos casos, expresiones socioculturales distintas pero contemporáneas. Sobre la posición cronológica tentativa de los poblados, podemos señalar que los cuatro fueron ocupados con intensidades diferentes Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -8- durante el período Intermedio Tardío, resaltando Molle Pampa Medio y Vila Vila Sur como los núcleos más extensos. En el período Tardío, aparentemente sólo Molle Pampa Este y Vila Vila Norte fueron ocupados, presentando el primero una notable mayor concentración de recintos asociados al Tardío. 3. CARACTERÍSTICAS DE LA MUESTRA La muestra inicial sumó un total de 13460 fragmentos cerámicos rescatados en las excavaciones descritas anteriormente. De tal cantidad un 6.3 % presenta decoración y otro 6.4 % corresponde a fragmentos de bordes. Este material corresponde al 100% de los fragmentos reconocidos en los harneros. Todo el material excavado fue tamizado y se recolectó la totalidad de los artefactos identificados. Esta muestra proviene de un total de 68.03 m3 excavados correspondientes a 168.89 m². La muestra disponible de formas clasificadas tiene ciertos problemas derivados de la posible representación desigual de las distintas formas. Una escudilla, por ejemplo, convertida en fragmentos tendrá probabilísticamente mayor cantidad de bordes posibles de ser recolectados, que una olla o botella en similares condiciones de muestreo. Por esta razón las comparaciones de proporciones de formas entre y dentro de los sitios se realizó entre formas iguales y no entre formas distintas. Aún así, es posible que variaciones en el tamaño de un mismo tipo de tiesto puedan provocar alteraciones a nuestros análisis estadísticos. Estos deberán ajustarse cuando se incluya la variable diámetro de la boca, obtenido de la proyección de los fragmentos de bordes analizados. 4. ANÁLISIS CERAMOLÓGICO Diseños Del universo de 858 fragmentos de fragmentos de borde, 218 presentan decoración. A éstos se sumaron los fragmentos de cuerpos de decorados, completando un universo de 844 fragmentos. Para la identificación de categorías decorativas se utilizaron las clásicas definiciones establecidas para la zona de Arica (Dauelsberg 1961; Schiappacasse et al. 1989), estas son: Gentilar, Pocoma, San Miguel, Saxamar, Inca, Negro sobre Rojo, y una categoría de fragmentos sin diseño. Las mayores dificultades se presentaron con los fragmentos con diseños Negro sobre Rojo, dado que tal categoría incluye una gran variedad de tratamientos y colores de superficie y estilos decorativos, entre los que se incluye el estilo Chilpe --de acuerdo a la definición de Schiappacasse, Castro y Niemeyer (1989: 200, Figura 9). Por otro lado, las categorías Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta -9- Pocoma y San Miguel, y Saxamar e Inca se sumaron para los análisis estadísticos. Pastas Las pastas cerámicas fueron clasificadas de acuerdo a criterios macroscópicos como el tratamiento de la superficie, tamaño y naturaleza de los componentes de la pasta, dureza, (Santos et al. Ms). La metodología macroscópica no incluyó análisis petrográficos para distinguir diferencias estructurales de tipos más específicos de pastas. Sin duda las categorías de éstandares de pasta encierran una amplia variabilidad de componentes con rasgos comunes que los distinguen como una unidad. De acuerdo a la observación macroscópica estos criterios ceramológicos se definieron seis categorías de estándares de pasta (Santos et al. Ms): Estándar 100, corresponde a una cerámica reducida de antiplástico mediano a grueso; estándar 2002, de cocción oxidante, pasta de excelente calidad y antiplástico muy fino, casi indistinguible a simple vista; estándar 300, de cocción incompleta, de pasta burda irregular y antiplástico grueso; estándar 400-5003, de cocción incompleta, de pasta regular compacta y antiplástico de tamaño mediano; estándar 600, de cocción reductora y antiplástico fino. Formas La investigación de contextos domésticos con el fin de resolver aspectos de la vida socio-política requiere la determinación de los componentes étnicos, sociales o de especialización artesanal y la definición y/o cuantificación de las actividades realizadas en las unidades domésticas evaluadas a través del espacio y el tiempo. La cerámica puede entregar respuestas a esta problemática al definir la función doméstica de una parte de los fragmentos rescatados. La etnografía de sociedades con cerámica ha permitido observar que existe un conjunto más o menos finito de funciones domésticas asociadas a piezas cerámicas, como por ejemplo, almacenaje de sólidos, líquidos, preparación de comidas y consumo de diversos alimentos (Cf. Rice 1987: 237 y ss., y Tabla 7.2). A su vez, los arqueólogos han podido identificar al interior de sociedades específicas un conjunto también más o menos finito de formas cerámicas que cumplen con tales funciones domésticas. Se presenta a continuación la primera taxonomía de formas cerámicas del extremo norte de Chile para los desarrollos culturales postTiwanaku. Esta clasificación tiene la particularidad de basarse en fragmentos diagnósticos provenientes de contextos domésticos --como fragmentos de bases, bordes, asas y otros apéndices. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 10 - La tarea de clasificación de formas cerámicas, realizado por Mariela Santos (Santos Ms), comenzó verificando los diámetros y determinando los perfiles de los fragmentos de bordes y bases. Luego tal registro fue comparado con las formas cerámicas existentes en la colección del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa correspondientes a contextos funerarios del valle de Azapa. Se utilizó así la basta información de cementerios para resolver problemas de interacción regional trasladando parte de la información funeraria al contexto doméstico. Con esta colección de referencia se pudo contrastar las características de bases y bordes de los fragmentos e inferir las formas y dimensiones de sus respectivos cuerpos, definiendo así ocho categorías morfo-funcionales mayores. Una vez identificadas las categorías morfo-funcionales mayores nos abocamos a la asignación de las funciones que estas representaban, lo que se basó en la relación entre algunas medidas específicas de los fragmentos y piezas completas de referencia --tales como el diámetro de la boca y cuello, el diámetro mayor de la vasija y la altura total del tiesto y del cuello (Rice 1987). Además se comparó con ejemplos etnográficos (Gundermann y González 1989) y arqueológicos (Chacama Ms). Las categorías mayores de formas fueron divididas a su vez en variantes. Éstas se basaron en las variaciones de los fragmentos de bordes en aspectos tales como el diámetro, forma y dirección de la boca, el cuello y los labios. Estas variantes corresponden, en algunos casos, a detalles muy particulares y quizás poco significativos que se explicarían como variaciones solamente técnicas --podrían corresponder, por ejemplo, a exigencias impuestas por la calidad de la pasta o por el propio artesano que agregó o sintetizó ciertos rasgos particulares. Además, es necesario considerar la calidad artesanal de estos tiestos, ya que ninguna de ellas fue realizada con moldes. En la Tabla 1 se presentan las categorías mayores de formas, su función principal y el posible contexto de uso: Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 11 - Tabla 1: Principales funciones y contextos de uso de las formas cerámicas. FORMA CERÁMICA FUNCIÓN PRINCIPAL CONTEXTO DE USO - Olla. - Preparación y cocción de alimentos. - Doméstico. - Vaso. - Consumo de líquidos. - Doméstico. - Puco. - Consumo de alimentos. - Doméstico y ritual. - Jarro globular. - Almacenamiento y transporte de sólidos. - Doméstico y ritual. - Jarro globular. - Contención, almacenamiento y transporte de líquidos. - Doméstico y ritual. - Jarro. - Contención de líquidos. - Doméstico y ritual. - "Coco". - Contención y almacenamiento de líquidos. - Ritual. - Escudilla. - Aríbalo. Los dos niveles de nuestra taxonomía de formas cerámicas -categorías y variantes-- se describen a continuación: OLLA: Vasija de cuerpo esférico, ovoide vertical, troncocónico normal. Posee, generalmente, base convexa o plana, un cuello corto y ancho. Preferentemente no tiene asas y --si las posee-- éstas se ubican al borde de la boca. Se le ha adscrito una función de preparación y cocción de alimentos, debido a evidentes muestras de haber estado sometidas al fuego. Esta forma cerámica sería la única que participa exclusivamente en un contexto doméstico (ver Tabla 1). Las superficies interior y exterior de la olla son frecuentemente alisadas. La mayoría no posee decoración; escasos ejemplares poseen decoración Negro sobre Rojo --específicamente del estilo Chilpe-- en su cara interior. Sus pastas más frecuentes corresponden a los estándares 400-500 y 300 y se han reconocido cuatro variantes formales: OLLA I: (Figura 2, A) Olla sin cuello, con borde directo lo que sugiere que su cuerpo sigue la misma línea o curvatura del borde. El diámetro de la boca es cercano a los 186 mm. No posee decoración. OLLA II: (Figura 2, B) Olla con cuello corto y borde evertido. El diámetro máximo de la pieza se encuentra en la mitad del cuerpo. La base convexa sigue la curvatura del cuerpo y el diámetro de la boca en promedio es de 127 mm. El tipo II concentra las pocas ollas decoradas en estilo Chilpe. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 12 - OLLA III: (Figura 2, C) Olla con cuello largo y borde evertido. Esto da la impresión que su largo es mayor que su ancho. El diámetro de la boca en promedio alcanza los 142 mm. No poseen decoración. OLLA IV: (Figura 2, D) Ollas con cuello angosto restringido y borde evertido. Se trata de vasijas que sugieren la forma de los llamados jarros globulares, pero que por su tamaño más pequeño fueron adscritos a la categoría de olla. Su boca tiene medidas cercanas a los 120 mm. PUCO4: Posee cuerpo semi-esférico, de base plana o redondeada. Los bordes son frecuentemente irrestrictos y algunos poseen acanaladura anular bajo el labio. Su altura suele ser mayor a 40 mm y hasta 65 mm. La mayoría de los pucos están decorados en su cara interior: Durante el período Intermedio Tardío son exclusivamente de diseños Negro sobre Rojo y, durante el período Tardío se suman los diseños Saxamar e Inca. La pasta con que se fabrican los pucos puede ser de estándar 200 ó 400-500. En general, esta forma difiere bastante de los pucos del período Medio, de paredes frecuentemente rectas o curvas. Esta nueva forma se asocia a diseños y pastas de la sierra --estilo Chilpe-- (Santos et al. Ms) que en el Intermedio Tardío irrumpe en los contextos domésticos que colonizan este sector del valle de Lluta. Esto es importante de destacar, ya que en Azapa tal asociación no se encuentra en contextos domésticos (Santoro y Muñoz 1981: 157-158). Su frecuencia en contextos funerarios en los valles de Arica es escasa. Por otro lado, existen datos etnohistóricos que nos hablan de rituales de reciprocidad asimétrica entre el Inca y los ayllus locales constituidos a través de ceremonias sociales donde se consumían alimentos y se bebía chicha de maíz (Murra 1978: 176-177). Además los datos etnográficos de grupos aymarás nos hablan de usos ceremoniales para piezas de forma semejante a los pucos arqueológicos (Gundermann y González 1989: 60, Figura 40) . Finalmente, la reiterada calidad en las terminaciones de superficie y decoración de pucos nos hacen pensar que éstos además de utilizarse, en contextos domésticos, como contenedores de comida se usaron en contextos rituales no funerarios. Se han reconocido dos variantes estilísticas: PUCO I: (Figura 3, A) Puco de borde directo o levemente modificados, de paredes con una considerable divergencia y base recta. Su tipo de decoración más frecuente es Saxamar. Su boca mide unos 120 mm. PUCO II: (Figura 3, B) Puco con borde levemente evertido. De paredes rectas o curvas. Su decoración más frecuente es Negro sobre Rojo. Suelen ser un poco más pequeños que los pucos I, con una altura cercana a los 38 mm y una boca de 115 mm de diámetro. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 13 - JARRO: Tiesto de cuerpo esférico, elipsoide en posición horizontal y vertical, cuello estrecho, alto, recto y evertido y de base plana. Usualmente, poseen un asa cinta en arco, desde el borde hasta el hombro de la vasija. Estos jarros cuando presentan decoración son casi exclusivamente en estilo Gentilar, de estándares de pasta 200 ó 400-500. Los jarros sirvieron, en general, para contener y servir líquidos. Es posible, dada la gran diferencia entre sus variantes de formas, que este tiesto se usó en una amplia gama de escenarios sociales desde contextos domésticos hasta ceremoniales dentro y fuera de los recintos habitacionales. Se han reconocido tres variantes formales: JARRO I: (Figura 4, A) Jarros con bordes directos --siguen la línea o curva del cuello--, cuello evertido o levemente recto y, cuerpo globular ovoide, como los típicos jarros Gentilar encontrados en contextos funerarios. El diámetro de la boca fluctúa entre 100 a 130 mm. JARRO II: (Figura 4, B) Jarro con cuello corto y boca relativamente ancha. Si bien la forma sugiere una semejanza a la olla II, este jarro es mucho más pequeño, de boca con un diámetro de entre 90 y 130 mm y, además, presenta frecuentemente una rica decoración Gentilar. JARRO III: (Figura 4, C) Jarro de cuello angosto y bordes directos y rectos. Son piezas que generalmente tienen una medida mayor en el largo que en su ancho, es decir, sugieren un cuerpo cónico. El diámetro de la boca es cercano a los 60 mm. JARRO GLOBULAR: El nombre de jarro globular es impreciso, pues en la categoría jarro, anteriormente descrita, también existen piezas que pueden denominarse jarros globulares. La característica principal de esta forma es su gran tamaño --alcanzando los 600 mm de altura-- y su base convexa apuntada. El cuerpo es ovoide invertido con cuello alto evertido que nace en el punto de inflexión del cuerpo. El diámetro del borde es grande. Habitualmente poseen dos asas planas en arco ubicadas a la altura del diámetro máximo, dispuestas verticalmente. Hemos reconocido dos variantes de acuerdo a una importante diferencia morfo-funcional: GLOBULAR I: (Figura 3, C) Jarro de cuello ancho, paredes evertidas y borde directo o levemente divergente. Creemos que este jarro globular fue usado específicamente para contener alimentos sólidos --tales como granos de maíz o mazorcas enteras. La forma del cuello pudo servir como embudo para introducir o vaciar el alimento. Su boca tiene como promedio 175 mm. El diámetro de la base del cuello puede reducirse hasta un 50 a 60% con respecto al borde de la pieza. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 14 - GLOBULAR II: (Figura 3, D) Jarro de cuello más angosto que el anterior, con paredes rectas y borde directo. A diferencia del Globular I, este jarro parece que fue utilizado para almacenar líquidos, ya que su boca angosta y alta retarda la evaporación y hace más fácil su sellado. Su boca tiene como promedio 90 mm. ESCUDILLA: Pieza bastante baja --generalmente con una altura menor a 35 mm--, de cuerpo semi-esférico y elipsoide horizontal. Su base es plana y generalmente ancha. A veces esta forma posee un apéndice que se prolonga transversalmente al borde, como un simple mamelón o figura zoomorfa. Suele aparecer en el período Tardío y su función debe ser similar a los pucos del Intermedio Tardío, es decir, para consumo de alimentos en contextos rituales y domésticos. Aunque la presencia de apéndices zoomorfos o protúberos horadados puede ser una forma útil para clasificarlos formalmente, sólo hemos considerado la forma de sus bordes: ESCUDILLA I: (Figura 5, A) El borde de esta pieza es directo siguiendo el ángulo divergente de las paredes. Puede o no tener apéndices o protúberos. El diámetro de su boca es de 175 mm aproximadamente. ESCUDILLA II: (Figura 5, B) El borde de esta pieza es levemente evertido, las paredes del cuerpo que son divergentes toman un rumbo paralelo en el borde. El diámetro en la boca es cercano a los 145 mm. ARÍBALOS: (Figura 5, C, D, y E) Tiesto de innegable asociación incaica. Representa al Tawantinsuyu a todo lo largo y ancho del radio de interacción del imperio. Es una pieza de cuerpo cilíndrico restricto, de cuello angosto, cuyo borde se evierte al máximo formando una plataforma. La base es apuntada. Las asas cinta están pegadas verticalmente en el tercio inferior del cuerpo. Además, en el borde del cuello se aplican unos círculos con orificios y en el punto de inflexión del cuello y cuerpo en la parte anterior se ubica un pequeño protúbero. Posiblemente, tuvo múltiples funciones: Hyslop señala que los aríbalos sirvieron para transportar y elaborar chicha (1990:295), mientras que, Morris y Thompson sugieren que fueron usados para almacenar maíz, de acuerdo a lo observado en colcas de Huánuco Pampa (1985: 333). Además existe en la colección de referencia del Museo San Miguel de Azapa una gran variedad de tamaños, desde pequeñas miniaturas hasta aríbalos de grandes dimensiones. VASOS: Existen pocos ejemplares de este tipo y son de difícil adscripción a piezas completas de la colección de referencia. Es claro, eso sí, que no se trata de los típicos keros del período Medio, sino más bien de piezas de cuerpo troncocónico normal e invertido, de boca ancha y, a veces, posee Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 15 - acanaladura anular bajo el labio. Los escasos vasos registrados en los sitios de Lluta hacen pensar que la función de consumo de líquidos se cumplió además con keros y vasos de madera, comunes en contextos funerarios desde el período Medio (Espoueys 1974). En los contextos domésticos de Lluta pueden estar sub-representados debido quizás a que keros y vasos de madera rotos fueron desechados y reutilizados como combustible en los fogones de cocina. "COCOS" O MATES CERÁMICOS: (Figura 4, D) De cuerpo ovoide invertido, de base convexa apuntada, boca restringida y diminuta --algo mayor a los 10 mm. Su tamaño es pequeño, con una altura aproximada de 75 mm. La baja representatividad de cocos y miniaturas en contextos domésticos nos hace pensar que tuvieron un uso principalmente ritual y funerario; no se consideraron en este análisis. 5. COMPORTAMIENTO ESTADÍSTICO DE LAS FORMAS CERÁMICAS La comparación estadística entre las proporciones de los distintas formas reconocidas según sitio y período considera distintos rangos de confiabilidad estadística (80%, 90% y 95% de confiabilidad) calculados sobre el error estándar de cada proporción. De esta manera, para cada universo de análisis (unidad doméstica, sitio, período) se calcularon las proporciones de las distintas categorías de formas --sobre la base de la totalidad de artefactos del universo-- a las que se aplicaron los test de confiabilidad basada en el error estándar (Santoro 1995). Distribución espacial En primer lugar aplicamos estos análisis para observar el comportamiento de todas las categorías mayores de formas cerámicas en los sitios que fueron ocupados durante el período Intermedio Tardío. Las formas cerámicas de puco y jarro son las que muestran interesantes variaciones horizontales o sincrónicas. En contraste, los jarros globulares, ollas y vasos, se distribuyen de manera más o menos homogénea a través de los sitios del Intermedio Tardío, ya sea como categorías generales o divididas por diseño o estándar de pasta. Escudillas y aríbalos no se presentan en este período5. Comparando Molle Pampa Medio y Vila Vila Norte y Sur, ocupados en el Intermedio Tardío, como una sola unidad se observan diferencias significativas en todas las categorías graficadas en la Figura 6 y descritas en la Tabla 2. Entre los Vila Vila, Vila Vila Sur es el sitio que presenta las - 16 - Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta diferencias más marcadas con respecto a Molle Pampa Medio. Vila Vila Norte, en cambio, presenta diferencias más moderadas (ver figura 6). Tabla 2: Frecuencia y proporción de pucos durante el período Intermedio Tardío. PUCOS MPM PIT VVS PIT VVN PIT MPE PIT TOTAL PIT N % N % N % N % N % Sin Diseño 22 8.6 25 25.0 13 14.5 8 32.0 68 14.4 Negro Sobre Rojo 37 14.4 19 19.0 11 12.2 3 12.0 70 14.8 E-400-500 27 10.5 32 32.0 17 18.9 6 24.0 82 17.4 E-200 28 10.9 4 4.0 4 4.5 0 0.0 36 7.6 E-300 0 0.0 6 6.0 2 2.2 1 4.0 9 1.9 E-600 4 1.6 0 0.0 0 0.0 1 4.0 5 1.0 Otros Estándares 0 0.0 2 2.0 1 1.1 3 12.0 6 1.3 59 23.0 44 44.0 24 26.7 11 44.0 138 29.2 257 100.0 100 100.0 90 100.0 25 100.0 472 100.0 TOTAL DE PUCOS TOTAL DE BORDES Los habitantes de Vila Vila, proporcionalmente, tienen una mayor presencia de pucos sin decoración (Figura 6, A) y pucos de estándar 400500 (Figura 6, C) con respecto a Molle Pampa Medio. Pucos de estándar 300 son casi exclusivos de los Vila Vila (Figura 6. E). En contraste, pucos de estándar 200 son mayoritarios en Molle Pampa Medio (Figura 6, D) y pucos de pasta estándar 600 son casi exclusivos de Molle Pampa Medio (Figura 6, F). La única categoría donde no se notan diferencias estadísticamente significativas es la de pucos Negro sobre Rojo (Figura 6, B). Los jarros (ver Tabla 3 y Figura 7) como forma general, tienen una significativa mayor abundancia en Molle Pampa Medio (Figura 7, F), que en los sitios de Vila Vila. Los jarros sin decoración presentan, igualmente, una mayor proporción en Molle Pampa Medio (Figura 7, A). Este patrón también se repite con los jarros con decoración Gentilar (Figura 7, B). Los jarros fabricados con estándar 400-500 también presentan una proporción mayor, estadísticamente significativa, en Molle Pampa Medio (Figura 7, C). Los pocos jarros fabricados con estándar 200 se concentran Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 17 - exclusivamente en Molle Pampa Medio (Figura 7, D). Jarros estándar 300 no presentan diferencias significativas entre los sitios (Figura 7, E). Estos datos permiten señalar que durante el Intermedio Tardío, Molle Pampa Medio y los sitios de Vila Vila --ocupados posiblemente en la misma época-- mostraban preferencias diferenciadas en el uso de ciertas categorías de tiestos cerámicos, expresado en tipos de forma y la calidad de sus pastas. Los habitantes de Molle Pampa Medio usaron en general una menor cantidad de pucos (Figura 6, A), dándole preferencia a aquellos con pastas de mejor calidad (estándar 200). Preferencias muchos más marcadas mostraron los Molle Pampa Medio respecto de los jarros, constituyendo una forma característica de este sitio. Los Vila Vila, por su parte, prefirieron los pucos por sobre otras alternativas de tiestos, pero fabricados, mayoritariamente, con pastas más burdas (estándar 400-500). Ambas comunidades, sin embargo, no muestran diferencias significativas en sus preferencias por pucos con decoración negro sobre rojo. La excepción es el sitio Vila Vila Sur, que considerado en forma separada, presenta una evidente mayor proporción de tiestos con este tipo de diseño (Figura 6, B). - 18 - Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta Tabla 3: Frecuencia y proporción de jarros durante el período Intermedio Tardío. JARROS MPM PIT VVS PIT VVN PIT MPE PIT TOTAL PIT N % N % N % N % N % Sin Diseño 16 6.2 4 4.0 2 2.2 2 8.0 24 5.1 Gentilar 9 3.5 1 1.0 1 1.1 1 4.0 12 2.5 Otros Diseños 4 1.6 0 0.0 1 1.1 0 0.0 5 1.1 E-400-500 19 7.4 3 3.0 3 3.3 2 8.0 27 5.7 E-200 5 1.9 0 0.0 0 0.0 1 4.0 6 1.3 E-300 4 1.6 1 1.0 1 1.1 0 0.0 6 1.3 Otros Estándares 1 0.4 1 1.0 0 0.0 0 0.0 2 0.4 TOTAL DE JARROS 29 11.3 5 5.0 4 4.4 3 12.0 41 8.7 TOTAL DE BORDES 257 100.0 100 100.0 90 100.0 25 100.0 472 100.0 Distribución temporal Un segundo análisis estadístico se aplicó a las formas cerámicas asociadas a estándares de pasta y diseños, esta vez agrupadas por períodos. Las formas cerámicas de puco y jarros globulares presentan comportamientos relevantes. Los pucos (ver Tabla 4 y Figura 8, H) como forma general no presentan diferencias significativas en sus proporciones durante los períodos Intermedio Tardío y Tardío. Pero podemos observar diferencias importantes si el total de pucos lo dividimos según estándar de pasta y diseño. Los pucos sin diseño tienen similar proporción en ambos períodos (Figura 8, A), pero los pucos Negro sobre Rojo de estándar 400-500 son significativamente más abundantes en el período Intermedio Tardío (Figura 8, D). Patrón inverso sucede con los pucos con decoración Saxamar e Inca fabricados de estándar 200 que son exclusivos del período Tardío (Figura 8, E). - 19 - Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta Tabla 4: Frecuencia y proporción de pucos según períodos. PUCOS P.I.T. N P.T. % N TOTAL % N % Sin Diseño 68 14.4 51 13.2 119 13.8 Negro Sobre Rojo 70 14.8 25 6.5 95 11.1 Saxamar/Inca 0 0.0 43 11.1 43 5.0 E-400-500 82 17.4 28 7.3 110 12.8 E-200 36 7.6 78 20.2 114 13.3 E-300 9 1.9 5 1.3 14 1.6 E-600 5 1.0 4 1.0 9 1.0 Otros Estándares 6 1.3 4 1.0 10 1.2 TOTAL DE PUCOS 138 29.2 119 30.8 257 29.9 TOTAL DE BORDES 472 100.0 386 100.0 858 100.0 La proporción de jarros globulares en el período Intermedio Tardío es significativamente mayor --estadísticamente-- que en el período Tardío (ver Tabla 5 y Figura 9, G). Esta diferenciación se mantiene en las categorías de jarros globulares sin diseño (Figura 9, A), jarros de estándar 400-500 (Figura 9, C), 300 (Figura 9, D) y 100 (Figura 9, E). Jarros con decoración Pocoma y Gentilar, en cambio, no decrecen tan significativamente entre el Intermedio Tardío y el Tardío (Figura 9, B). Es destacable que el jarro globular de estándar 600, correspondiente a una pasta fina y de cocción reductora, no cambia sustancialmente su proporción de un período a otro (Figura 9, F). Por otro lado, ollas, vasos y cocos, no presentan diferencias significativas en sus proporciones entre un período y otro como categoría general. La olla más común en ambos períodos fue la fabricada en pasta medianamente burda (estándar 400/500) y, preferentemente, sin decoración. Sin embargo, es importante hacer notar que las ollas de pasta más fina (estándares 200 y 600) aumentan significativamente en el Tardío, mientras que las pocas ollas fabricadas en la pasta más burda (estándar 300) disminuyen. Además, los jarros Gentilar y de pasta fina (estándar 200) disminuyen su presencia en el Tardío. Por último, las escudillas y aríbalos aparecen exclusivamente en los contextos tardíos. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 20 - Tabla 5: Frecuencia y proporción de jarros globulares según períodos. JARROS GLOBULARES P.I.T. N P.T. % N TOTAL % N % Sin Diseño 73 15.5 30 7.6 103 12.0 Pocoma/San Miguel 13 2.7 6 1.5 19 2.2 Otros Diseños 1 0.2 0 0.0 1 0.1 E-400-500 51 10.8 24 6.1 75 8.7 E-300 26 5.5 7 1.8 33 3.8 E-100 7 1.5 0 0.0 7 0.8 E-600 3 0.6 4 1.0 7 0.8 Otros Estándares 0 0.0 1 0.2 1 0.1 TOTAL DE GLOBULARES 87 18.4 36 9.1 123 14.3 TOTAL DE BORDES 472 100.0 396 100.0 858 100.0 6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El Período Intermedio Tardío Los análisis realizados combinando los aspectos estilísticos y técnicos de la cerámica han demostrado que existirían diferencias y similitudes significativas en la distribución espacial de las variables cerámicas durante el Intermedio Tardío. El uso continuado o diferencial de distintos tipos de tiestos representan patrones culturales contrastados que sirven de base para avanzar en la discusión de la identidad cultural y organización social de las comunidades que habitaron el valle de Lluta en la prehistoria tardía. Continuidad cultural a nivel sincrónico u horizontal se observa entre ciertos tipos de formas, decoración y pastas que presentan similares proporciones entre los sitios del Intermedio Tardío. Este es el caso de las ollas, jarros globulares y pucos decorados exclusivamente en Negro sobre Rojo. Para el caso de las ollas y jarros globulares --formas eminentemente domésticas y de pastas de origen principalmente local-- estas similitudes parecen demostrar patrones comunes en las actividades domésticas. Es Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 21 - posible que las comunidades de Molle Pampa Medio, Vila Vila Norte y Vila Vila Sur formaran parte de una misma tradición cultural reflejado en hábitos y comportamientos de la vida cotidiana (por ejemplo, uso común de ollas y jarros globulares) y en tradiciones rituales similares (por ejemplo, uso común de pucos decorados). Consecuentemente, estos datos hablan en favor de comunidades que compartían un mismo sistema cultural, reflejado no sólo en actividades domésticas, sino también rituales. En contraste, fenómenos de discontinuidad cultural sincrónica se observan entre los pucos de distintas pastas sin decoración y los jarros de distintas pastas, con decoración Gentilar y sin decoración. En general, los pucos sin decoración son proporcionalmente más abundantes en los sitios de Vila Vila que en Molle Pampa Medio. Por otro lado, importantes diferencias existen en los tipos de pasta usados para construir los pucos. Exclusivos de Molle Pampa Medio son los pucos de pasta fina y reducida (estándar 600), mientras que pucos de pasta muy fina (estándar 200) se presentan con una significativa mayor proporción. En contraste, Vila Vila tiene exclusividad de pucos fabricados con la pasta más burda y gruesa (estándar 300) y una notable mayor proporción de pucos con una pasta burda (estándar 400-500). Pensamos que las piezas de estándares 200, 600 y parte del 400-500 caracterizados por un grano fino (450-500) a muy fino (200; ver nota 3) serían importados, ya que las pastas locales tienen una consistencia más gruesa y arenosa, efecto de que las arcillas de los valles costeros provienen de depósitos geológicos secundarios. Consecuentemente, estimamos que los pucos con o sin decoración son en su mayoría importados y, posiblemente, fabricados en distintos lugares de la sierra y adquiridos a través de distintas redes de intercambio. No obstante la diferenciada distribución espacial de los pucos con distintas pastas, no estamos aún en condiciones de distinguir grupos étnicos distintos (Santoro 1995), que representen una situación de archipiélagos verticales al modo definido por Murra (1972), o un sistema de doble domicilio o control multiecológico descentralizado como ocurre con los Laymi, al norte de Potosí (Harris 1985: 317). En tales casos la identificación de distintos grupos étnicos se evidencia por una serie de visibles marcadores culturales. De esta manera, la incorporación de bienes importados, como los pucos Negro sobre Rojo de pasta fina en Molle Pampa Medio y pucos Negro sobre Rojo de pasta no tan fina en Vila Vila, podría corresponder a lo que Salomon (1985: 515) describe como un mecanismo de complementariedad descentralizado que permitía el acceso a una variedad de recursos a través de múltiples alianzas entre grupos productores de distintos pisos ecológicos vinculados ceremonialmente. Se Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 22 - señala que éste es un mecanismo particular de los Andes Centro Sur, representado por la institución del caravaneo (Browman 1974, en Salomon 1985; Núñez y Dillehay 19956). En este caso, gente de la puna movilizaba, por medios propios, sus productos a otros pisos ecológicos para intercambiarlos con unidades domésticas específicas con las que se establecían relaciones de intercambio preferencial sancionadas ceremonialmente. Otro mecanismo de intercambio corresponde al surgimiento de especialistas mercaderes no productores, likina y wasaq’epi, que no sería el caso del valle de Lluta (Salomon 1985: 515). Tampoco creemos que se desarrolló un trueque abierto manejado por "traficantes o vendedores de productos a través de una amplia red de 'conocidos'" (Hidalgo et al. 1988: 13). Si este hubiera sido el caso no tendríamos patrones diferenciados en la distribución de objetos importados como los tiestos de ciertos estándares de pasta. Por el contrario, el traficante no discriminaba mayormente a sus clientes e intercambiaba sus productos en un contexto social no ritualizado. Entrando en el terreno de las conjeturas, podemos imaginar que a través de este sistema de intercambio en alianzas ritualizadas, comunidades como Molle Pampa Medio y Vila Vila habrían establecido nexos de intercambio preferenciales con grupos o familias ubicadas en la sierra y/o altiplano, materializado en un flujo constante de gentes y bienes que incluyó artefactos como los pucos. En este contexto, la incorporación de miembros de una comunidad en la comunidad opuesta a través de vínculos matrimoniales o relaciones sociales de producción ayudaron a crear y mantener los lazos y las alianzas intercomunales. El desenvolvimiento de estas relaciones pudo estar sancionado también por ciertos sentimientos de identidad, sin que ello halla resultado, necesariamente, en la definición de marcadores étnicos de gran visibilidad. En un plano más especulativo se podría sugerir que las comunidades de Molle Pampa Medio y Vila Vila y sus homólogos en la o las regiones alto andinas aunque no formaban una estructura política mayor, pudieron ser parte de una macro etnía que compartía una serie de rasgos y patrones culturales comunes, a los que se agregaban particularidades locales de comunidades políticamente independientes como las del valle de Lluta. Las comunidades de Vila Vila y Molle Pampa, durante el Intermedio Tardío, compartían una serie de patrones culturales comunes de origen local (por ejemplo, patrón de asentamiento, sistema de subsistencia, estructura social igualitaria) en los que se insertaban un conjunto discreto de rasgos diferenciales, de origen foráneo. La conjunción de estos rasgos armaba la trama cultural y social de cada una de estas comunidades, Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 23 - incluyendo aspectos que definían su propia identidad, cuyas expresiones materiales tratamos de develar a través de estos análisis estilísticos. La distribución espacial de tiestos de pasta y construcción fina -sean estos importados o locales-- nos sirve para discutir algunos aspectos de la organización social en el valle de Lluta durante el Intermedio Tardío. En el sector de Molle Pampa Medio se concentran en proporciones mayores al sector de Vila Vila pucos y jarros elaborados con pastas de excelente calidad (estándar 200 y 600) y jarros decorados finamente de estilo Gentilar. Esto podría estar relacionado a un germen incipiente de diferenciación social basados en el prestigio, en la medida que Molle Pampa Medio concentraba los núcleos de población con mayor competencia social interna expresada en la adquisición y manufactura de piezas cerámicas más finas, aparejado a una mayor dinámica en las acciones de pérdida y obtención de prestigio, propias de una sociedad preestratificada, como la Cultura Arica. En Vila Vila, en cambio, como comunidad más pequeña, la competencia interna por prestigio social habría sido menos notoria. Las diferencias contextuales reseñadas, sin embargo, demuestran más bien, en ambos casos, un sistema de organización social igualitario (Santoro 1995). Una hipótesis alternativa para explicar las preferencias estilísticas en ambos sitios podría relacionarse con los mecanismos o patrones de reproducción de estas comunidades. Una visión más holística de estas comunidades podría resumirse como sigue: Ambas participaron o accedieron a distintas esferas de interacción con comunidades de la sierra, vale decir formaban parte de circuitos de interacción con comunidades homólogas distintas, sin que ello significara que pertenecían a etnías o sistemas culturales opuestos, considerando que sus diferencias culturales son más bien puntuales. Para ellos se acentuaban ciertos rasgos y comportamientos siguiendo el dictamen de las preferencias internas, requeridos para asegurar la reproducción y evolución de la comunidad como grupo social. En resumen, las comunidades del Intermedio Tardío, como Molle Pampa Medio, Vila Vila Norte y Vila Vila Sur formaron parte de una misma matriz cultural, pero se diferenciaron entre si a través de una serie de rasgos que tenían que ver con su definición como comunidad y su relación con el mundo exterior. El Período Tardío Luego del análisis sincrónico, podemos discutir los procesos de cambio y continuidad a nivel diacrónico, relacionadas con la influencia incaica en el valle de Lluta. Fenómenos de continuidad cultural --donde las proporciones de artefactos diagnósticos se mantienen en rangos Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 24 - similares a través del tiempo -- se observan en el comportamiento de las formas generales de ollas de pasta de origen local de estándar 400-500, pucos y jarros sin decoración. Esto indicando que las preferencias y necesidades sociales en el uso común de estos tipos de tiestos no cambiaron de un período a otro. Dado que tales objetos son de uso más bien doméstico, podemos argumentar, de la misma manera como lo hicimos cuando comparamos los sitios del Intermedio Tardío, que las comunidades del período Tardío siguieron compartiendo una misma tradición cultural reflejado en una serie de hábitos y comportamientos de la vida cotidiana. La discontinuidad cultural entre el Intermedio Tardío y el Tardío se detecta en una serie de cambios estilísticos y técnicos de la cerámica expresados en variaciones notables en la proporciones de dichos artefactos entre un período y otro. Las transformaciones más significativas serían las siguientes: Declina la presencia de pucos con decoración Negro sobre Rojo de pasta burda (estándar 400/500). Aparecen y se vuelven mayoritarios los pucos de decoración Saxamar de pasta muy fina (estándar 200). Disminuyen los jarros globulares en general y en casi todas las categorías de pastas. Una excepción son los especímenes decorados de jarros globulares --que son exclusivamente de estilos Pocoma y San Miguel-cuyas proporciones no cambian significativamente. Las ollas fabricadas con pastas más finas (estándares 600 y 200) aumentan en forma significativa en el Tardío. Los pucos muestran una trayectoria interesante, en la medida que se estandarizan en dos tipos. Uno, de aparición exclusivamente tardía, hecho de pasta muy fina, decorados con diseños evidentemente altiplánicos (estilo Saxamar o Collao). Sugerimos, a modo de hipótesis, que este puco fue fabricado y transportado desde regiones altiplánicas, como la región Caranga (?) y, posiblemente, se corresponda con el Puco Tipo I. El otro tipo de puco es de pasta burda y presenta decoración Negro sobre Rojo; habría sido fabricado y traído desde sectores de la sierra de Arica y posiblemente se corresponda con la variedad de Puco Tipo II . El incremento de las ollas de pastas finas desplazando a las ollas de pastas más burdas es interesante de analizar. Por la calidad de su pasta, es posible que este tiesto halla sido traído desde el altiplano. También la preponderancia de pucos de estilo Saxamar, un típico estilo del Tardío de origen altiplánico, sobre pucos Negro sobre Rojo, un estilo más bien de origen serrano, pueden ser el reflejo de alteraciones en las redes de intercambio. La mayoritaria presencia de estos artefactos en el Tardío y su distribución homogénea en las unidades domésticas de Molle Pampa Este podría ser interpretado como una expresión de cambios ocurridos en las Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 25 - redes de intercambio, que trajeron nuevos patrones culturales materializados en ítemes como los mencionados. Por su parte la disminución en casi todas las categorías de jarros globulares podría ser entendida como un cambio en los sentimientos de etnicidad en las poblaciones locales del valle de Lluta, o la intromisión de agentes externos. Curiosamente, sin embargo, los jarros globulares decorados Pocoma y San Miguel, quizás el más evidente rasgo de pertenencia étnica, no cambian significativamente de un período a otro. El comportamiento de los jarros decorados puede ser interpretado como evidencia de continuidad de las poblaciones locales y sus patrones culturales más íntimos desde el Intermedio Tardío al Tardío, a pesar de la intromisión o aceptación de nuevos ítemes como las ollas de pasta fina y los pucos con decoración Saxamar y la discontinuidad de tiestos tradicionalmente usados en contextos domésticos y rituales como los pucos negro sobre rojo. En contraposición a lo anterior, se puede argumentar que la presencia de ollas importadas de pasta fina, la preponderancia del estilo Saxamar sobre el Negro sobre Rojo y la drástica disminución en el uso de los jarros, un tiesto de aplicación doméstica muy común en el Intermedio Tardío; más que una alteración de las redes de intercambio podría indicar procesos más drásticos de penetración cultural a través del asentamiento de pequeños núcleos poblacionales, provenientes del altiplano (ver Stanish 1992). Estas unidades domésticas habrían incluido en su bagaje doméstico el uso de ollas de pasta fina, pucos con decoración Saxamar, pero no así los típicos jarros y los pucos negro sobre rojo usados en el ceno de las unidades domésticas de origen local. La evidencia de los jarros decorados Pocoma y San Miguel, sin embargo, representan una evidencia más bien negativa a esta hipótesis alternativa. Consecuentemente, analizaremos más en detalle la hipótesis de alteración de las redes de interacción durante el Tardío. Estas redes, manejadas a nivel doméstico durante el Intermedio Tardío, son teóricamente variables y dinámicas, sujetas a los vínculos y decisiones personales o de las unidades domésticas agrupadas en comunidades. Estimamos que, durante el Tardío, coexistieron dos tipos principales de redes de interacción. La primera derivada del período anterior se caracterizaba por circuitos centralizados entre los valle bajos y la sierra. La segunda red de tráfico, establecida con mayor preponderancia durante el Tardío, integraba circuitos entre los valles bajos y el altiplano. Las transformaciones en las redes de intercambio, visualizados en los cambios de estilos en la cerámica, posiblemente se deriven de las Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 26 - alteraciones políticas y administrativas ejercidas por el Inca en la región altiplánica y no a la imposición de un aparato estatal instalado directamente en el valle de Lluta. Las implicancias de estas transformaciones en la evolución de las sociedades locales se pueden interpretar como sigue. Si coincidimos con Aldenderfer y Stanish (1993) en que la arquitectura doméstica sirve como un lenguaje social y una expresión fuerte y recurrente de sentimientos de pertenencia étnica, al menos en el área Centro Sur Andina, podemos señalar que no existe un cambio evidente en los sentimientos étnicos de las comunidades del valle de Lluta. Por el contrario, a pesar de la influencia externa, mantuvieron similares características constructivas y de ocupación del espacio que sus antecesores. A su vez, no hay cambios evidentes en los rasgos decorativos más sensibles para representar ciertos niveles de identidad cultural (jarros globulares con decoración Pocoma, San Miguel y Gentilar). Es decir, no se desplazan completamente los diseños y las formas cerámicas propias de la Cultura Arica y, tampoco, se amalgaman con diseños y estructuras decorativas y formales cusqueñas o altiplánicas. Los cambios estilísticos visualizados en el puco del Tardío tampoco deben ser entendidos como sentimientos étnicos que se contraen (Negro sobre Rojo) o expanden (Saxamar). Puesto que el puco, desde el Intermedio Tardío, consistió en una forma utilizada en contextos domésticos --e hipotéticamente contextos rituales no funerarios-- de origen y fabricación no local. Estos pucos formaban parte de los ítemes importados, usados en la reproducción de ciertos aspectos de la sociedad y fueron reemplazados por pucos con decoración Saxamar, probablemente dentro de los mismos contextos sociales. Cambios en este tipo de elementos, pueden tener más relación con las variaciones en los patrones que unificaban el lenguaje de las élites (Schortman 1989, Earle 1990) pan-andinas de aquel momento, cuya influencia se hacía sentir en regiones periféricas como el valle de Lluta. Esta unificación a través de objetos seleccionados, posiblemente, no determinaba sentimientos étnicos o estilísticos particulares en las comunidades locales; a lo sumo las élites centrales determinaban los objetos que se traficaban por medio del control de la producción de ellos y su tráfico. Mientras tanto la comunidad local integraba estos elementos de acuerdo a sus propias prioridades sociales. Esto pudo incluir procesos de acercamiento cultural hacia las élites dominantes y pérdida de su propia identidad; lo que no parece ser el caso de las comunidades del valle de Lluta. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 27 - 7. NOTAS 1. Esperamos que el análisis de materiales provenientes de recientes excavaciones en una de las plataformas (R-3), ayuden a aclarar nuestras dudas. 2. En análisis posteriores este conjunto pudo ser dividido en dos éstandares distintos (210 y 220), uno mucho más fino que el otro (Santos et al. Ms). 3. Este estándar agrupa lo que en la actual etapa de la investigación diferenciamos como estándar 400 y estándar 500, que difieren en las proporciones de ciertos tipos de antiplástico (ver Santos et al. Ms). A modo de hipótesis estimamos que: el estándar 400 -de consistencia arenosa, con inclusiones negras y cuarzos y que logra tonos rosados y naranjas mediante una cocción oxidante completa-- proviene de depósitos locales, de valles bajos; mientras que el estándar 500 --de arenas con inclusiones preferentemente de cuarzo y que obtiene colores café claro, amarillo pálido y naranja con una cocción oxidante completa-- corresponde a depósitos más lejanos, quizás ubicados en la sierra próxima de Arica. 4. Este término se ha usado sistemáticamente para designar este tipo de forma en la arqueología de Arica. Sin embargo, es inapropiado ya que en el idioma aymará la palabra puco se usa para designar otras formas cerámicas: Según Bertonio, el vocablo aymará phuccu significa olla (1984 [1612]: 170). Actualmente la palabra p'uk'o se usa para nominar a las ollas entre las poblaciones aymarás del norte de Chile (Gundermann y González 1989: 60, figura 45). Además existe una palabra en español que designa mejor a la forma definida arqueológicamente como "puco": Según el diccionario de la Real Academia Española escudilla significa: "Vasija ancha y de forma de una media esfera que se usa comúnmente para servir en ella sopa y el caldo" (1982: 567). 5. Esto se debe, como se dijo anteriormente, a que la división entre estratos Intermedio Tardío y Tardío se realizó a través de la presencia o ausencia de cerámica claramente de asociación tardía, como aríbalos, decoración cuzqueña y diseños Saxamar. 6. Ver Romero 1995 para una discusión de otros mecanismos de complementariedad documentados para los Valles Occidentales, donde el caravaneo sería sólo uno más en tiempos post-hispanos y hasta ahora no habría tenido una propuesta de carácter arqueológico específica para la zona. Formas cerámicas e interacción regional en el valle de Lluta – www.uta.cl/masma/yuta - 28 - 8. BIBLIOGRAFÍA ALDENDERFER, M. Y CH. 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WILLEY, GORDON 1991 Horizontal integration and regional diversity: an alternative process in the rise of civilizations. American Antiquity 56: 197-215. FIGURA 1: Mapa del sector costero del valle de Lluta (según Keller 1946: plano 1). FIGURA 2: A) Olla Tipo I; B) Olla Tipo II; C) Olla Tipo III; D) Olla Tipo IV. FIGURA 3: A) Puco Tipo I; B) Puco Tipo II; C) Jarro Globular Tipo I; D) Jarro Globular Tipo II. FIGURA 4: A) Jarro Tipo I; B) Jarro Tipo II; C) Jarro Tipo III; D) “Coco” O Mate Cerámico. FIGURA 5: A) Escudilla Tipo I; B) Escudilla Tipo II; C) Borde de aríbalo ; D) Cuerpo de aribalo; D) Fragmento decorado de aríbalo. FIGURA 6: Proporciones de pucos con y sin decoración y de distintos estándares de pasta, en sitios del periodo Intermedio Tardío (MPM= Molle Pampa Medio; VVS= Vila Vila Sur; VVN= Vila Vila Norte; VVPIT= suma de Vila Vila Sur y Vila Vila Norte). FIGURA 7: Proporciones de jarros con y sin decoración y de distintos estándares de pasta, en sitios del periodo Intermedio Tardío (MPM= Molle Pampa Medio; VVS= Vila Vila Sur; VVN= Vila Vila Norte; VVPIT= suma de Vila Vila Sur y Vila Vila Norte). FIGURA 8: Proporciones de pucos con y sin decoración y de distintos estándares de pasta, en dos periodos cronológicos (PIT= Periodo Intermedio Tardío; PT= Periodo Tardío). FIGURA 9: Proporciones de jarros globulares con y sin decoración y de distintos estándares de pasta, en dos periodos cronológicos (PIT= Periodo Intermedio Tardío; PT= Periodo Tardío).