AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. Número de registro: 17431 Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: Tomo XVII, Febrero de 2003 Página: 837 AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. CONSIDERANDO: SÉPTIMO. Por razón de técnica jurídica, se procede al examen de los agravios expresados por la autoridad judicial recurrente en contra de la parte de la sentencia que concedió el amparo a los quejosos, los que resultan infundados en parte, e inoperantes en otra, de acuerdo con las siguientes consideraciones. Lo anterior es así, porque para conceder la protección constitucional solicitada respecto del delito de secuestro, previsto y sancionado por el artículo 141, fracción II, del Código Penal para el Estado, la Jueza de Distrito se apoyó en el material probatorio que cita, examina y valora en la sentencia recurrida, y válidamente consideró que las pruebas y los argumentos que sustentan el acto reclamado son insuficientes para acreditar que al privar de la libertad al ofendido, los sujetos activos tuvieran la pretensión de causarle daño o perjuicio, ya que además de que no existe prueba que así lo demuestre, la alteración en la salud que presentó el ofendido constituyó un medio para cometer el secuestro, ya que opuso resistencia en el momento en que fue privado de su libertad, por lo que dicha conducta no fue desplegada con la expresa pretensión de causar daño o perjuicio al secuestrado. La anterior conclusión es legal, habida cuenta que la juzgadora federal apreció el acto reclamado tal como apareció probado ante la autoridad responsable, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 78 de la Ley de Amparo, mientras que la autoridad responsable pretendió justificar la hipótesis del artículo 141, fracción II, del Código Penal para el Estado, con base en que: "... independientemente por (sic) lo declarado por el señor ... de que fue golpeado en la cara con una pistola por parte de uno de los agresores y secuestradores, contamos con el certificado médico que ya presentó el ofendido y, aún más, en el dictamen pericial desahogado por el perito en materia de balística, dictaminó que la pistola de nueve milímetros y demás características que constan en actuaciones y que es la misma que ocuparon los secuestradores, contenía huellas de sangre; porque a criterio del suscrito se considera que queda demostrada plenamente la corporeidad material del ilícito de secuestro contemplado en el artículo 141, fracciones I y II del Código Penal vigente en el Estado, al haberse reunido los elementos materiales que lo constituyen.". Contrariamente a lo expuesto por el Juez recurrente, con las anteriores consideraciones no se -1- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. comprueba la hipótesis consistente en que los sujetos activos tuvieran la pretensión de causar daño o perjuicio al secuestrado, con independencia de que se tratara de causar un daño patrimonial, sino lo que se demuestra es que ante su resistencia a ser privado de la libertad, que era la finalidad que los sujetos activos pretendían para obtener el rescate, utilizaron la violencia y le causaron lesiones para llevar a cabo el secuestro; en esas condiciones, procede desestimar los argumentos que se hacen valer sobre este aspecto, al ser infundados, pues, como se dijo, las pruebas existentes en autos ponen en evidencia que los acusados tenían la intención de realizar el secuestro con el fin de obtener un rescate, en perjuicio patrimonial del ofendido, y si bien es cierto que para lograr su cometido lo golpearon en la frente con una pistola, ocasionándole las lesiones que se hicieron constar en el certificado médico emitido por el perito legista y en la fe ministerial de lesiones de dieciséis de febrero de dos mil dos, también lo es que utilizaron la violencia como medio comisivo del delito de secuestro, con el fin de obtener un rescate, y no precisamente para causarle lesiones al secuestrado, de modo que no se actualiza la hipótesis prevista por el artículo 141, fracción II, del Código Penal para el Estado, cuyo núcleo no requiere que se acredite la existencia de alteraciones en la salud del secuestrado, sino sólo la pretensión de causarle daño o perjuicio, que no se demostró en el caso; de modo que dichas lesiones deben ser consideradas en forma independiente del tipo penal de secuestro, de acuerdo con las pruebas existentes en el sumario penal, en los términos y para los efectos señalados por la Jueza de Distrito en la sentencia recurrida. El Juez revisionista aduce que el auto de formal prisión dictado en contra de los inculpados por el delito de lesiones, previsto y sancionado por el artículo 114, fracción III, del Código Penal para el Estado, no es violatorio de garantías en perjuicio de los quejosos, pues para su dictado se basó en el certificado médico expedido el dieciséis de febrero de dos mil dos por el médico legista, en el que hizo constar que presentó escoriaciones y herida en la región supraciliar que interesó piel y tejido, así como en la fe ministerial de lesiones en la que se dio fe de la existencia de escoriaciones y equimosis en región supraciliar derecha y hematoma, razones por las que consideró aplicable la fracción III del artículo 114 del Código Penal para el Estado. Por su parte, para conceder la protección constitucional respecto de tal delito, la Jueza de Distrito partió de la base de que la autoridad responsable adujo que "dichos elementos se encuentran debidamente probados en actuaciones, a través de: 1) La fe ministerial de lesiones practicada por el personal actuante de ésta representación social al agraviado ... de fecha dieciséis de febrero de dos mil dos; 2) El certificado de lesiones practicado por el médico legista adscrito a esta agencia del Ministerio Público investigador, de fecha dieciséis de febrero del mismo año, a través del oficio número 088, por tanto, se establece que existió una alteración en la salud del pasivo ... misma que fue producida por una causa externa.". La juzgadora federal consideró que con dichos medios de prueba no se acreditó que la alteración causada en la salud del ofendido, sea de aquellas que dejan cicatriz perpetua y notable en la cara, ya que las pruebas en cuestión no hacen referencia a dicha circunstancia, ni existe en autos diverso elemento de prueba que lo acredite. En esas condiciones, los agravios del revisionista son insuficientes para revocar la determinación de -2- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. la Jueza de Distrito, pues no contienen los razonamientos lógico-jurídicos encaminados a combatir las consideraciones que sustentan la concesión del amparo, consistentes en que ninguna de las pruebas referidas por la autoridad responsable establecen que las lesiones sufridas por el agraviado le dejen cicatriz perpetua y notable en la cara, sin que sea procedente suplir la deficiencia de la queja porque la ley no la permite en beneficio de la autoridad recurrente. En este aspecto compartimos el criterio sustentado por el Tribunal Colegiado del Sexto Circuito en la tesis jurisprudencial 681, publicada en la página 564 del Tomo II, Materia Penal, Séptima Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, y es aplicable el sustentado por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de jurisprudencia 38, publicada en la página 25 del Tomo VI, Materia Común, Séptima Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, que dicen: "REVISIÓN PENAL. ES DE ESTRICTO DERECHO SI LA AUTORIDAD RESPONSABLE LA HACE VALER. El recurso de revisión interpuesto por la autoridad responsable, aun cuando derive de un juicio de naturaleza penal, es de estricto derecho, por no estarse dentro de ninguno de los supuestos, que de conformidad con el artículo 76, párrafo tercero, de la Ley de Amparo, permiten suplir la deficiencia de la queja; en consecuencia, los agravios de dicha autoridad deben combatir expresa y directamente todas y cada una de las violaciones a las leyes de fondo y forma en que se hubiese incurrido en el fallo impugnado, sin que el Tribunal Colegiado pueda subsanar ninguna irregularidad o deficiencia de esos agravios." "AGRAVIOS INSUFICIENTES. Cuando en los agravios aducidos por la recurrente no se precisan argumentos tendientes a demostrar la ilegalidad de la sentencia, ni se atacan los fundamentos legales y consideraciones en que se sustenta el sentido del fallo, se impone confirmarlo en sus términos por la insuficiencia de los propios agravios." En otro aspecto, la autoridad recurrente aduce que le causa agravios la parte de la sentencia que declaró la inconstitucionalidad del auto de formal prisión dictado en contra de ... por el delito de encubrimiento por favorecimiento, previsto y sancionado por el artículo 281 del Código Penal para el Estado, pues respecto del primer indiciado, la Jueza de Distrito argumentó que no existe señalamiento directo en su contra y, en relación con el segundo, dijo que la acreditación del delito se basó en el hecho de que tenía conocimiento de quiénes eran los autores intelectuales y materiales del secuestro, pues comentó con algunas personas que el sujeto pasivo tenía mucho dinero y andaba solo, que tal hipótesis se actualiza porque ... en una forma u otra, ayudó a ... para que llevara a cabo el secuestro, pues en forma voluntaria le proporcionó su número de cuenta bancaria y, como tenían cierta amistad, es posible que haya tenido conocimiento del secuestro; luego entonces, ocultó a la autoridad los hechos que conocía, impidiendo la investigación, pues no es creíble que no supiera cómo lo obtuvieron, -3- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. ya que cuando era trasladado en helicóptero, reconoció la voz de ... como la de la persona a la que anteriormente vendió un vehículo, de modo que existía cierto conocimiento y amistad entre ellos, y puede entenderse que tenía conocimiento de los hechos delictivos. Los anteriores argumentos son infundados porque para conceder la protección constitucional solicitada, la juzgadora federal se apoyó en el material probatorio que cita, examina y valora en la sentencia recurrida, por lo que determinó que no son aptos ni suficientes para acreditar la existencia de los elementos del tipo penal del delito de encubrimiento por favorecimiento, previsto y sancionado por el artículo 281 del Código Penal para el Estado, cuya comisión se atribuye a ... toda vez que con ellos no se demuestra que dichos inculpados, después de la ejecución del secuestro y sin haber participado en éste, hubiesen ayudado en cualquier forma a sus coinculpados a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta, u ocultaren, alteraren, destruyeren o hicieren desaparecer los rastros, pruebas o instrumentos del delito, o que aseguraren para los inculpados el producto o provecho del mismo. Lo anterior se encuentra ajustado a derecho, pues como correctamente lo estimó la Jueza Federal, los hechos demostrados en la causa penal en relación con ... permiten acreditar, sin lugar a dudas, que sí proporcionó voluntariamente a ... su número de cuenta bancaria para que la utilizara e hiciera un depósito, pues de otra manera no se explica cómo ... obtuvo dicho número, ni cómo pensaba retirar el dinero una vez hecho el depósito; sin embargo, tales hechos son insuficientes para demostrar, sin lugar a dudas, que ... tuviera conocimiento de que el dinero a depositar provendría del pago de un rescate por secuestro, ya que no existe ninguna prueba que conduzca a esa conclusión, en la inteligencia de que si bien es cierto que ... negó haber proporcionado su número de cuenta, ello es lógico y se explica porque fue trasladado de su domicilio sito en la calle Salto del Agua número 446, colonia Revolución y Benito Juárez, de Netzahualcóyotl, Estado de México, a la ciudad de Ozuluama, Veracruz, por agentes de la Policía Judicial o Ministerial, por ser el titular de la cuenta en cuestión; máxime que su cliente ... afirmó que dicho inculpado ignoraba lo relacionado con el secuestro, a pesar de que sabía que fue quien guió las investigaciones hasta su persona, al reconocer su voz en las grabaciones; además, el hecho de que entre ... existiera una relación de vendedor a comprador, no significa necesariamente que el primero supiera el origen del dinero que se pretendía depositar, por lo que al no existir señalamiento directo en contra de ... ni confesión de su parte, no se configura la prueba circunstancial para tener por acreditados los elementos típicos del delito de encubrimiento por favorecimiento, ni la probable responsabilidad de ... En esas condiciones, procede desestimar por ser infundados, los agravios en que la autoridad recurrente aduce que en una forma u otra ... ayudó a ... para que llevara a cabo el secuestro, al proporcionarle voluntariamente su número de cuenta bancaria, y como tenían cierta amistad, es posible que haya tenido conocimiento del secuestro; luego entonces, ocultó a la autoridad los hechos que conocía, impidiendo la investigación, pues no es creíble que no supiera cómo obtuvieron el número de cuenta, ya que cuando era trasladado en helicóptero, reconoció la -4- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. voz de ... como la de la persona a la que había vendido un vehículo, de modo que existía cierto conocimiento y amistad entre ellos, y puede entenderse que tenía conocimiento de los hechos delictivos, pues tales hechos no actualizan el delito de encubrimiento por favorecimiento, que se refiere a circunstancias acontecidas después de la ejecución del delito y sin haber participado en él, de donde se sigue que si la autoridad judicial responsable sostiene que ... de una forma u otra ayudó a ... para que llevara a cabo el secuestro de ... ello implicaría participación en los términos señalados por el artículo 28, fracción VI, del Código Penal para el Estado, hipótesis que proscribe al encubrimiento, ya que la autoría y la participación no coexisten con este último delito. En relación con ... el Juez recurrente alega que la sentencia impugnada le causa agravios, porque afirma que es indudable que dicho inculpado tenía conocimiento de la comisión de los hechos delictivos, al decir que sabía quiénes eran los autores intelectuales y materiales del secuestro, lo que mencionaron en igual forma ... al decir que el sujeto pasivo era una persona que tenía mucho dinero; que ... se enteró posteriormente que lo habían secuestrado, pero no lo puso en conocimiento de la autoridad porque había comentado con diversas personas que el agraviado tenía mucho dinero, por lo que es indudable que sin haber participado en el delito ... ocultó lo que había comentado con diversas personas y pudo dar lugar a que los acusados se pusieran de acuerdo para realizar el secuestro, ocultando datos que podrían impedir la comisión del ilícito si los hubiese puesto en conocimiento de la autoridad. Los anteriores agravios son infundados, ya que de la interpretación jurídica del artículo 281 del Código Penal para el Estado, se concluye que para que se actualice, es necesario que exista la prestación de auxilio o la cooperación de cualquier especie de las que señala dicho precepto legal, consistentes en que el encubridor realice alguna conducta o acto de naturaleza positiva que se manifieste en la realidad exterior, con el fin de que el inculpado eluda las investigaciones de la autoridad, por lo que no basta la conducta pasiva desplegada por el inculpado, hoy quejoso, consistente en no denunciar el hecho delictuoso del que tuvo conocimiento después de que hizo el comentario de que el ofendido tenía mucho dinero. De modo que, si en el caso no se acreditó en autos que ... a quien se imputa la comisión del delito de encubrimiento por favorecimiento, hubiese ocultado, alterado, destruido o desaparecido los rastros, pruebas o instrumentos del delito, es claro que no se acreditaron los elementos materiales del delito, pues no se justificó que el activo en cuestión haya tenido la dañada intención de cometer dicho ilícito, ni mucho menos que existiera un nexo causal entre la conducta atribuida a quienes llevaron a cabo el secuestro y la desplegada por el aquí quejoso. En esas condiciones, fue correcto que la Jueza de Distrito concluyera que con las pruebas relacionadas por la autoridad responsable, tampoco se puede integrar la prueba circunstancial, ni es posible afirmar, sin lugar a dudas, que ... tuviera pleno conocimiento de quiénes fueron las personas que cometieron el secuestro, ni que al no denunciarlos haya cometido el delito de encubrimiento por favorecimiento que se le atribuye. Es aplicable en este aspecto, el criterio sustentado por la Primera Sala de la Suprema Corte de -5- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. Justicia de la Nación, en la tesis 285, publicada en la página 150, del tomo relativo a Precedentes Relevantes, Materia Penal, Séptima Época, que dice: "ENCUBRIMIENTO, REQUISITOS PARA LA INTEGRACIÓN DEL DELITO DE. Para que se configure el delito de encubrimiento, no basta que el imputado tenga conocimiento de que se va a cometer un hecho delictuoso, omitiendo el deber legal de impedir su consumación, sino que tal conocimiento debe fundarse en datos reales, perceptibles, y no en el simple enunciado de una conducta futura de la que se haga confidente a una persona, pero que no tiene para ésta ningún viso de probabilidad en cuanto a su realización." De acuerdo con las anteriores consideraciones, no asiste razón al Juez recurrente, cuando argumenta que el auto de formal prisión se encuentra ajustado a derecho, porque como ya se dijo, los datos arrojados por la averiguación previa son insuficientes para tener por comprobados el cuerpo del delito y la probable responsabilidad de los acusados por el delito de encubrimiento por favorecimiento, con independencia de que la ley no exija que se tengan pruebas claras para establecer su culpabilidad. Por último, el Juez revisionista alega que la sentencia impugnada es incongruente, porque después de valorar los argumentos esgrimidos por los quejosos, les negó la protección constitucional en el primer resolutivo y, en el resolutivo segundo, les concede el amparo. Los anteriores alegatos son infundados, pues de la lectura de la sentencia sujeta a revisión, se constata que fue dictada en estricto cumplimiento de lo dispuesto por los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo, ya que la juzgadora de distrito fijó en forma clara y precisa los actos reclamados y apreció en forma adecuada las pruebas conducentes para tenerlos por demostrados; también señaló los fundamentos legales en que se apoyó para declarar su constitucionalidad e inconstitucionalidad, respectivamente, con base en la relación y valoración de las pruebas que le sirvieron de sustento para emitirla, es decir, apreció los actos reclamados tal como aparecieron probados ante la autoridad responsable, por lo que al concluir que el acto reclamado por ... dictado en su contra por el delito de secuestro previsto por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, cumple con los requisitos que exige el artículo 19 constitucional, válidamente les negó la protección constitucional y, por otra parte, también fue correcto que les concediera el amparo a ... por los delitos de secuestro y lesiones, previstos y sancionados por los artículos 141, fracción II, 113 y 114, fracción III, del Código Penal para el Estado y, a ... por el delito de encubrimiento por favorecimiento, previsto y sancionado por el artículo 281 del citado código. En consecuencia, al resultar inoperantes, por insuficientes e infundados, los agravios analizados, procede confirmar la sentencia en la parte que se revisa y conceder la protección constitucional solicitada para los efectos precisados por la Jueza de Distrito. OCTAVO. Los agravios que expresaron los quejosos, hoy recurrentes, en contra de la parte -6- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. de la sentencia que les negó la protección constitucional, resultan infundados, sin que se esté en el caso de suplirlos en alguna deficiencia, en términos de lo dispuesto por el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, por no advertirse motivo manifiesto para ello, según se desprende del estudio integral del asunto. En efecto, contrario a lo que alegan ... la sentencia que les negó el amparo y protección de la Justicia de la Unión se encuentra ajustada a lo dispuesto por los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo, y no les causa agravio alguno que deba repararse por este Tribunal Colegiado, ya que la Jueza de Distrito fijó en forma clara y precisa los actos reclamados, y apreció en forma adecuada las pruebas conducentes para tenerlos por demostrados; también señaló los fundamentos legales en que se apoyó para declarar su constitucionalidad, con base en la correcta valoración de las pruebas que sirvieron de sustento al Juez responsable para emitir el acto reclamado, es decir, apreció dicho acto como apareció probado ante la autoridad responsable, por lo que al cumplir con los requisitos exigidos por el artículo 19 constitucional, válidamente negó la protección constitucional solicitada por los quejosos. Lo anterior es así, porque para negar el amparo y protección de la Justicia de la Unión en contra del auto de formal prisión dictado en contra de ... por considerarlos probables responsables en la comisión del delito de secuestro, previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, en agravio de ... la juzgadora federal sostuvo, básicamente, que tanto los elementos que integran el cuerpo del delito, como la probable responsabilidad de los inculpados en su comisión, se acreditaron con el material probatorio que obra en la causa penal 40/2002 que cita, examina y valora adecuadamente en la sentencia recurrida, que ha quedado transcrita en el tercer considerando de esta ejecutoria, lo que hace innecesaria su reiteración; determinación que es legal, pues el auto de formal prisión reclamado cumple con los requisitos de forma y fondo que exigen los artículos 19 constitucional y 164 del Código de Procedimientos Penales para el Estado, ya que los hechos demostrados con esos elementos de convicción, adminiculados de manera lógica y natural, revelan en forma clara y objetiva que el catorce de febrero de dos mil dos, varias personas, entre las que participaron los inconformes, privaron de su libertad a ... cuando se encontraba en el rancho Tres Hermanos, del Municipio de Tantima, Veracruz, con la finalidad de obtener rescate, por lo que se configuraron los elementos materiales del delito de secuestro, ya que es incuestionable la existencia de acciones ilícitas llevadas a cabo por varias personas, entre las que coparticiparon ... consistentes en haber privado de su libertad al sujeto pasivo, con el fin de obtener rescate, con lo que se acredita la afectación del bien tutelado por la norma penal consistente en la libertad personal del ofendido; que su realización es de naturaleza dolosa, pues conociendo las circunstancias que integran la descripción legal, los aquí quejosos quisieron y aceptaron la realización de los hechos ilícitos hasta sus últimas consecuencias, al haber coparticipado en su ejecución, por lo que sus conductas encuadran en lo dispuesto por el artículo 28, fracciones III y VI, del Código Penal para el Estado; también aparecen demostrados el resultado y la atribuibilidad de dichas acciones ilícitas, entre otros, a ... en las -7- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. circunstancias de tiempo, modo y lugar que se justifican en autos, sin que esté comprobada en su favor ninguna causa que los exima de responsabilidad o que extinga la acción penal. Ahora bien, esos medios probatorios revelan que los inconformes son las personas que probablemente coparticiparon en la ejecución de las conductas antijurídicas que se les reprochan, pues ello se evidencia con: 1) El reporte vía fax enviado al agente del Ministerio Público investigador de Ozuluama, Veracruz, por Noé Hernández Santa Rosa, jefe de grupo de agentes de la Policía Ministerial de Naranjos, Veracruz, en donde informa que ... notificó que su padre ... fue secuestrado a las diecinueve horas del catorce de febrero de dos mil dos, cuando iba acompañado por su chofer Alberto Valdez Martínez (foja 19); 2) La declaración ministerial rendida el quince de febrero de dos mil dos por Alberto Valdez Martínez, quien dijo que es chofer de ... por lo que el día anterior conducía una camioneta de su propiedad, cuando salieron del rancho "Tres Hermanos", del Municipio de Tantima, Veracruz, y al llegar a un guarda ganado ubicado en la última división del rancho, estaba estacionada una camioneta marca Ford, color blanco, que les impedía el paso, y estaban dos individuos afuera; que uno se acercó a preguntarles si traían cables para pasar corriente, que les dijo que iba a buscarlos y se bajó de la camioneta para buscar atrás del asiento, y no los encontró, aunque sabía que sí los llevaban; que el individuo le preguntó "si sabía algo de camionetas" y le contestó que no; que le dijo que se metiera a su camioneta para que la arrancara, pero le dijo que iba ver la batería, pues podría traer algún cable roto; que al llegar al lugar donde estaba la camioneta se asomó para ver la batería, percatándose de que abajo del vehículo estaban acostados dos individuos más del sexo masculino, tirados sobre el guarda ganado, sin que dijera nada, pero sospechando algo, quiso caminar hacia la camioneta de su patrón, cuando los dos primeros individuos lo quisieron agarrar por atrás, pues lo rodearon con sus brazos, sólo que de un codazo se zafó y echó a correr rumbo al rancho y ... se quedó en la camioneta que estaba en el sitio donde fueron interceptados, pero ya se había bajado de la misma; que cuando corría escuchó dos disparos de arma de fuego; que alcanzó al trabajador Francisco Avilés Pérez quien conducía un tractor del rancho, a quien le comentó lo que había sucedido y se fueron rápidamente para el rancho; que una vez que llegó habló con el encargado del rancho, quien es su hermano Andrés Barrera, y éste se comunicó por radio a Naranjos y habló con ... hijo del agraviado; que de los dos individuos que lo interceptaron uno era de complexión delgada, "altito", color moreno, cara delgada, rasurado de barba y bigote, y fue el que habló con el declarante, por lo que le notó acento como del rumbo de Poza Rica, Veracruz; que el otro era medio "chaparrón", color "blanquito", gordo, sin barba, ni bigote; que a los dos que estaban tirados en el guarda ganado no los podía describir, aunque vio que estaban boca arriba e inmediatamente sospechó que era un asalto. Asimismo, al contestar las preguntas que le hizo el agente del Ministerio Público, entre otras cosas, dijo que salieron del rancho como a las dieciocho horas con veinte minutos, y cuando llegaron al lugar donde los interceptaron eran como las seis y media de la tarde, pues ya había oscurecido y llevaba las luces encendidas; que ... le ordenó que buscara los cables que le pidió uno de los individuos; que cuando salió corriendo, uno de esos sujetos ayudó al otro -8- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. para agarrar al agraviado y cuando iba como a cien metros escuchó dos disparos de arma de fuego, y luego escuchó que arrancaron la camioneta y salieron rápido; que después de haber informado de los hechos a su hermano, ambos regresaron al lugar donde dejó estacionada la camioneta de su patrón y se fueron a Naranjos a las oficinas de ... que no sabe si su patrón tenía amantes ni enemigos, ni tampoco si prestaba dinero o si tenía deudas por ganado, que no gastaba mucho dinero, pues es una persona que cuidaba lo suyo; que sólo conoce a algunos amigos de su patrón; que el rancho que tiene es de mil setecientas hectáreas y maneja como ochocientas cabezas de ganado; que en los dieciséis años que tiene de trabajar para él, nunca había tenido un problema similar (fojas 19 vuelta, 23 a 27); 3) La diligencia ministerial de inspección ocular llevada a cabo en el rancho Tres Hermanos, Municipio de Tantima, Veracruz, en las que se especificaron las características de dicho predio rústico, así como las del lugar donde fueron interceptados por los secuestradores; el dictamen de inspección pericial y secuencia fotográfica a cargo del arquitecto Roberto Rendón Hernández, perito de la Dirección Regional de Servicios Periciales en Ozuluama, Veracruz (foja 29); 4) El oficio 124 de quince de febrero de dos mil dos, signado por el jefe de grupo de agentes de la Policía Ministerial del Estado, Noé Hernández Santa Rosa, quien informó al agente del Ministerio Público investigador que al iniciar las indagaciones se trasladaron al domicilio de ... que es el lugar donde se están recibiendo las llamadas telefónicas mediante las cuales los secuestradores piden la cantidad de diez millones de pesos a cambio de la libertad de ... donde se entrevistaron con el licenciado Luis Mario Villasana Cano, quien les indicó que desde el día anterior se encarga de contestar el teléfono ... que está acondicionado con grabadora portátil, tipo reportero e identificador de llamadas; que las llamadas recibidas corresponden a los teléfonos celulares ... que al escuchar las grabaciones identificó la voz de la persona que responde al nombre de Jesús David Alejandre Hernández, con quien la familia ... ha tenido problemas judiciales; que iniciaron la búsqueda del negocio en donde se vendieron los teléfonos celulares, y en Naranjos, Veracruz, encontraron la tienda Comunicaciones Telcel donde se entrevistaron con la encargada Adriana Elizabeth Cruz Torres, quien les informó que el día anterior se presentaron tres hombres a quienes les vendió los números telefónicos antes indicados; que dichas personas le indicaron que los aparatos quedaran a nombre de Juan Pacheco Gómez (fojas 49 y 50); 5) La declaración ministerial rendida el quince de febrero de dos mil dos por Adriana Elizabeth Cruz Torres, quien corroboró lo expuesto por Noé Hernández Santa Rosa, jefe de grupo de agentes de la Policía Ministerial del Estado, en relación con la venta de los teléfonos celulares folios ... de donde salían las llamadas de los secuestradores (fojas 51 y 58); 6) Los tres retratos hablados (fojas 55 a 57); 7) La declaración ministerial rendida el quince de febrero de dos mil dos por el licenciado Luis Mario Villasana Cano, quien dijo que aproximadamente a las dieciocho horas con cincuenta y cinco minutos del catorce de febrero de ese año, fue con el ingeniero ... a las oficinas de Chapopotillo, donde escucharon gritos alarmados en el radio que se utiliza para la comunicación entre los miembros de la compañía, pues uno de los empleados del rancho Tres Hermanos avisaba del secuestro del señor ... padre de ... por lo que se trasladaron a las oficinas de la Policía Ministerial para dar parte y solicitar la movilización policiaca al lugar -9- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. de los hechos; que posteriormente por el radio se escuchó un mensaje para ... en el que solicitaban su presencia en su casa, porque la sirvienta había recibido una llamada telefónica buscando a alguno de los patrones; que se dirigieron a la casa de ... donde hizo una llamada al número telefónico ... que apareció en el identificador de llamadas cuando llamaron para anunciar el secuestro del padre de ... dijeron que se abstuvieran de notificar a las autoridades, y le anunciaron llamadas futuras; que por la confianza que le tienen acordaron que en lo sucesivo él contestaría ese tipo de llamadas, que recibió una del teléfono celular ... y escuchó una voz distorsionada en forma intencional que quedó en la grabadora tipo reportero; que al día siguiente recibieron varias llamadas de un teléfono que sólo se distingue del anterior en el último dígito, esto es, con el 51; que al investigar, lograron saber que esos teléfonos celulares habían sido activados en Naranjos, Veracruz; el dieciséis de febrero de dos mil dos, Luis Mario Villasana Cano amplió su declaración ministerial y dijo que como a las siete horas con cuarenta y cinco minutos de ese día, le comunicaron por radio que ... acababa de llegar a su domicilio en compañía de José Soria, amigo de la familia, quien dijo que aproximadamente a las siete horas con veinte minutos manejaba su vehículo por la carretera nacional, rumbo al norte, procedente de Ozuluama, Veracruz, y al pasar por la entrada denominada "El Veinticuatro" que conduce a Chinampa de Gorostiza, Veracruz, un menor que le acompañaba le indicó que ahí estaba el señor que buscaban, por lo que volteó y reconoció al señor ... que estaba parado a la entrada del lugar conocido como "La Gallera", a quien auxilió y lo trasladó hasta su domicilio; que al entrevistarse con el agraviado le dijo que durante el cautiverio no le dieron agua, ni alimentos, por lo que estaba sumamente alterado de sus nervios y débil, presentaba un golpe con escoriación y equimosis fuerte en el parietal derecho que le afectó la zona ocular y que le fue causado por uno de los secuestradores con una pistola al momento de los hechos; que el agraviado le comentó que reconoció a uno de sus captores como el hijo de un sujeto de nombre Valente Sobrevilla (fojas 59 a 62); 8) La declaración ministerial rendida el dieciséis de febrero de dos mil dos por José Hilario Soria Rodríguez, quien dijo que como a las siete horas con veinte o treinta minutos de ese día, a la altura del kilómetro y medio de la línea conocida como "El Águila", cerca de una gallera, vio parado al señor ... por lo que dio la vuelta a su vehículo para auxiliarlo y lo trasladó hasta su domicilio, pues sabía que había sido secuestrado; que en el camino el agraviado le dijo que se encontraba muy débil, pues no había probado agua, ni alimentos (foja 66); 9) La declaración ministerial rendida el dieciséis de febrero de dos mil dos por Jesús David Alejandre Hernández, quien dijo que con anterioridad fue denunciado por la sociedad de producción rural "Chapopotillo" por el delito de abigeato por lo que se radicó la causa penal 119/2001; que el licenciado Luis Mario Villasana Cano lo agredió físicamente, de forma deliberada, para perjudicarlo en su situación y se le revocara la libertad bajo fianza de que gozaba; que Villasana Cano es abogado de la familia ... quienes son dueños de la persona moral que acaba de mencionar; que su cuñado Francisco Alfredo Sánchez Gómez habló por teléfono a su casa, para decirle que había vigilancia de agentes judiciales en las esquinas de la calle Durango donde vive, por lo que le habló al licenciado Nemesio para que investigara si había algo en contra suya; que dicho profesionista le comentó después que no existía nada en su contra, que se trataba del -10- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. secuestro de ... hechos en los cuales no tuvo nada que ver (fojas 70 a 72); 10) La declaración ministerial rendida el diecisiete de febrero de dos mil dos por ... quien corroboró lo declarado por su chofer Alberto Valdez Martínez y agregó que le impidieron correr, pues lo agarraron por atrás y le pegaron con una pistola en el ojo derecho; que después le vendaron los ojos, lo subieron a la camioneta y se lo llevaron con rumbo desconocido; que después de hora y media de camino tipo terracería, lo bajaron y lo introdujeron en una milpa, donde lo tuvieron sentado como una hora, y ahí le quitaron la venda; que estuvo sentado toda la noche y una persona lo estuvo cuidando a quien le pidió que lo llevaran a Ozuluama, pues quería que lo curaran; que le pusieron papel de baño con cinta canela en la herida; que como los sujetos se comunicaron a su domicilio a las dos de la madrugada y le pusieron un teléfono celular para que dijera que se encontraba bien, y que quitaran los retenes de policía que estaban en la carretera; que ese día habló con ... esposa de su hijo ... y el viernes por la mañana lo levantaron y se dio cuenta de que estaban en una huerta de naranjos; que como a las cuatro de la tarde de ese mismo día, nuevamente le pusieron el teléfono celular y habló con su familia, comunicándose con el licenciado Villasana a quien le dijo que entregaran el dinero para que todo eso acabara, insistiéndole los sujetos en que les dijera que quitaran los retenes; que como a las seis de la tarde los secuestradores le dijeron que lo llevarían a un cuarto, pues así lo había ordenado el jefe de ellos; que como a las nueve o diez de la noche lo dejaron y ya no los volvió a ver, y como a las tres de la mañana empezó a llamarlos y les decía "Sobrevilla, Sobrevilla, sáquenme de aquí y nadie aparecía.", por lo que esperó a que amaneciera y al darse cuenta que estaba solo se alejó del lugar y llegó a la carretera en donde lo levantó José Soria, quien lo llevó hasta su domicilio. Al contestar las preguntas del agente del Ministerio Público, dijo que reconoció a un muchacho que se apellida Sobrevilla, como uno de sus secuestradores; que de los retratos hablados que se le ponen a la vista identifica el marcado con el número uno, como el sujeto de apellido Sobrevilla, que en un principio no se acordaba, pero le preguntó si era hijo de Valente Sobrevilla, y al final lo aceptó y le dijo que su papá se encontraba mal de salud (fojas 72 y 73); 11) El dictamen definitivo de lesiones suscrito por el perito médico forense Hugo Alejandro Cabrera Rodríguez, en el que hizo constar que ... presenta lesiones que no ponen en riesgo la vida y tardan en sanar menos de quince días (foja 74); 12) Las actas que contienen la transcripción de las grabaciones telefónicas provenientes de los teléfonos celulares ... (fojas 81 a 86); 13) La declaración ministerial rendida el diecisiete de febrero de dos mil dos por Carlos Valdez Martínez, quien dijo que es hermano de Alberto Valdez Martínez, chofer de ... que un día antes su amigo Daniel Delgado le platicó que habían secuestrado a ese señor y le explicó que su hermano andaba de chofer; por lo que se dirigió a Naranjos para platicarle al ingeniero ... lo que intentó decirle dos años atrás, pero como había sido su empleado y salieron mal, el ingeniero estaba molesto y le respondió que él no hablaba con jodidos; que le quería comentar que cuando trabajaba en su negocio le apareció un papel donde le proponían quemar la oficina, pero que antes lo habían buscado dos personas para preguntarle si daban ganado a medias y les dijo que sí; que le preguntaron si no había ido al negocio un señor llamado ... y les dijo que no; que no conocía a esas personas, pero que tienen rasgos como de la gente de ahí de Naranjos; que no recuerda cuánto -11- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. tiempo había transcurrido de cuando discutió con ... porque quería regresar a trabajar con los patrones ... que le dijo que por qué no secuestraban al ingeniero ... y le contestó que no dijera "pendejadas" pues el ingeniero le había prestado dos mil pesos a quien gracias a Dios le podía pedir dinero a la hora que quisiera y no tenía necesidad de hacer lo que le estaba proponiendo; que cuando le llegó el papel donde le proponían quemar la casa, le ofrecieron como recompensa un millón de pesos; que el papel decía lo siguiente: "Oyes Carlos, mira, te proponemos de la cantidad que nosotros pidamos por el secuestro del ingeniero ... darte la cantidad de un millón de pesos, necesitamos que tú quemes la oficina de ellos porque tú tienes confianza con ellos."; documento que no tenía nombre ni firma, y después lo quemó pues le dio miedo; que lo comenta hasta esta fecha ante el Ministerio Público para ver si el ingeniero ... ahora sí lo escuchaba, y fue él quien le aconsejó que rindiera declaración pues lo consideraba importante (foja 88); 14) La diligencia de la fe ministerial de lesiones en la que se certifican las alteraciones sufridas en la salud personal de ... (fojas 88 vuelta y 90); 15) La declaración ministerial rendida el dieciocho de febrero de dos mil dos por Francisco Manuel Sobrevilla Díaz, quien dijo, entre otras cosas, que el viernes quince de febrero de ese año se enteró del secuestro del señor ... con el que no tiene amistad; que es hijo de Hilario Sobrevilla Morales; que no tiene teléfono celular y que usa el de su patrón Carlos Molina del Ángel que trae en su camioneta, y es marca Motorola (fojas 90 vuelta y 93); 16) La declaración ministerial rendida el dieciocho de febrero de dos mil dos por Luis Enrique Sobrevilla Jiménez quien, entre otras cosas, dijo que se enteró del secuestro de ... en la mañana del quince de febrero de ese año; que ese día se levantó como a las seis de la mañana y fue con su padre a embarcar unas vacas para llevarlas al rastro de Naranjos, Veracruz, pues tienen el embarcadero ahí en la casa y contestó las preguntas que le formuló el agente del Ministerio Público del conocimiento (fojas 97 vuelta y 98); 17) La declaración ministerial rendida el dieciocho de febrero de dos mil dos, por Edgardo Sobrevilla Valdez, quien dijo que es ajeno a los hechos que se investigan y que nunca ha tenido problemas con ... (fojas 98 vuelta y 99); 18) Los oficios 100 y 101, signados por el agente del Ministerio Público investigador al subprocurador regional de Justicia en la Zona Norte del Estado, en el que solicitó el análisis pericial de dos cintas que contienen las grabaciones de las llamadas telefónicas que se hicieron para negociar el rescate de ... en las que al parecer se reconoció la voz de Jesús David Alejandre Hernández, así como las realizadas después de que fue liberado, en las que el secuestrador solicitó la cantidad de ciento cincuenta mil pesos y proporcionó la cuenta ... de Banamex, para que se hiciera el depósito, así como la grabación de la voz de Jesús David Alejandre Hernández, realizada durante su arraigo en un hotel de Ozuluama, con el fin de verificar si le resulta responsabilidad en el caso (fojas 103 y 104); 19) El oficio 130 de veinte de febrero de dos mil dos, signado por Noé Hernández Santa Rosa, jefe de grupo de la Policía Ministerial del Estado, quien informa al agente del Ministerio Público que en el domicilio de ... se recibió una llamada telefónica del teléfono identificado con el número ... utilizado por los secuestradores, que exigían que se les depositaran ciento cincuenta mil pesos por haber dejado en libertad a ... en la cuenta ... de Banamex, a nombre de ... que se estableció contacto con la institución bancaria, quien informó que la cuenta corresponde a una tarjeta de crédito -12- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. de ... con domicilio en Salto del Agua 446, colonia Evolución de Ciudad Netzahualcóyotl, Estado de México; que en la investigación realizada obtuvieron información en el sentido de que, además de que los secuestradores llamaban a la familia del agraviado, también se comunicaron al número telefónico registrado a nombre de Sergio González Cuervo, quien fue reconocido, sin temor a equivocarse, por Adriana Elizabeth Cruz Torres, encargada de la oficina de Telcel, como una de las personas que acudió al negocio a comprar los celulares (fojas 106 y 107); 20) La declaración ministerial de veinte de febrero de dos mil dos, rendida por Sergio González Cuervo, en calidad de presentado, quien relató las actividades que realiza en forma cotidiana y dijo que es ajeno a los hechos que se investigan; que no tiene teléfono celular y que en el domicilio de sus padres tienen teléfono en donde también su hermano Juan Gerardo González Cuervo recibe llamadas; que no ha ido a ningún negocio de venta de teléfonos celulares; que de los hechos se enteró cuando regresó de Poza Rica, Veracruz, a donde fue en un autobús ADO, pues ese día fue a visitar a su padre quien está internado en el hospital, postura que sostuvo al declarar al día siguiente en su calidad de detenido (fojas 114 a 116, 120 vuelta, 122 a 124); 21) La diligencia ministerial de confrontación practicada el veintiuno de febrero de dos mil dos, entre Sergio González Cuervo y Adriana Elizabeth González Cruz, en la que lo reconoció como uno de los individuos que se presentaron en el negocio de teléfonos celulares del que es la encargada, y se quedó parado junto a la puerta mientras los otros adquirieron teléfonos celulares que utilizaron los secuestradores para pedir el rescate (foja 117); 22) La declaración ministerial rendida el veintidós de febrero de dos mil dos por Juan Gerardo González Cuervo, quien relató las actividades que realiza cotidianamente y, entre otras cosas, dijo es ajeno a los hechos que se investigan y que el día en que sucedieron estuvo en compañía de su familia; que como a las cuatro de la tarde del quince de febrero sonó el teléfono y le dijeron "que si era la casa del señor ... y contestó que no, que era la casa de la familia González, llamada que se repitió como a los diez minutos siguientes, que era una voz masculina y que no avisó a ninguna autoridad acerca de esas llamadas que recibió, aunque ya tenía conocimiento del secuestro porque a los diez minutos salió con su familia para Poza Rica, Veracruz (fojas 140 vuelta, 141, 143 a 148); 23) La declaración ministerial rendida el veintitrés de febrero de dos mil dos por ... quien dijo que el día de los hechos se encontraba en el rancho "Santa Anita", que se ubica cerca de la comunidad "Cervantes", arreglando algunos animales vacunos cuando le hablaron por radio del rancho "Tres Hermanos" y le comunicaron del secuestro de su padre ... que en compañía de Rogelio Silva Merinos se dirigió al rancho donde ocurrió el secuestro y en el camino se encontraron una patrulla de seguridad pública conducida por el comandante Isidro Simbrón, a quien le preguntó que si ya tenía conocimiento del secuestro de su padre y le dijo que sí; que unos señores les informaron que habían visto pasar una camioneta chica, cabina y media, que iba muy aprisa y se fueron rumbo a Naranjos, por lo que se dirigieron hacia allá; que ya habían instalado un retén en el camino cuando le hablaron por radio de su domicilio para que fuera, porque una persona estaba hablando por teléfono en el sentido de que le urgía hablar con sus patrones; que ya estando en su domicilio, donde tiene identificador de llamadas, apareció registrado el número ... al que marcó y le contestó -13- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. una persona de voz ronca quien le preguntó que si ya sabía que tenían en su poder a su padre, a lo que contestó que sí; que la persona en cuestión le dijo que se trataba de dinero, que no le avisara a la policía ni a otra autoridad y que le juntara diez millones de pesos, sin que lograra reconocer dicha voz; que le contestó que no tenía ese dinero, que le indicó que lo juntara y que más tarde le hablaría; que al día siguiente realizó una llamada al teléfono que apareció en el localizador por lo que acordó con su hermano el ingeniero ... que fuera el licenciado Luis Mario Villasana Cano quien se hiciera cargo de las negociaciones por ser el abogado de la familia; que tiene conocimiento de que al parecer han identificado a uno de los secuestradores de su padre, como uno de los vaqueros que trabajó con la señora Rosa Pérez; que es el del retrato hablado número uno, quien tiene su casa junto al predio donde tuvieron secuestrado a su padre (fojas 161 vuelta y 164); 24) Las declaraciones ministeriales rendidas el veintitrés de febrero de dos mil dos por ... y Alberto Valdez Martínez, quienes al tener a la vista tres secuencias fotográficas que corresponden a Jesús David Alejandre Hernández, Sergio González Cuervo y Juan Gerardo González Cuervo, dijeron que no los identifican como las personas que secuestraron al primero de los declarantes (fojas 164 vuelta y 165); 25) La declaración ministerial rendida el veinticuatro de febrero de dos mil dos por Dominga González Sosa, quien relató las actividades que realizaron ella y su esposo el día en que ocurrió el secuestro, dijo que es ajena a los hechos que se investigan y que está segura que su esposo Sergio González Cuervo tampoco está involucrado en tales hechos (fojas 166 vuelta, 168 a 170); 26) La declaración ministerial rendida el veinticuatro de febrero de dos mil dos por Natividad Maldonado Ávalos, quien dijo que la esposa de Juan Gerardo González Cuervo le dijo que el quince de febrero iban a ir a Poza Rica a ver a su hijo Cruz González Maldonado, quien está internado en el hospital; que se fueron como a las cuatro de la tarde y ella se quedó allá; a preguntas que le formuló la representación social dijo que no tenía conocimiento del secuestro de ... y que tampoco sabe el motivo por el que se encuentran detenidos Sergio y Juan Gerardo, de apellidos González Cuervo (fojas 182); 27) Las declaraciones ministeriales rendidas el veinticuatro de febrero por Lilia Cuervo Zaleta, Nilda Ethel González Cuervo y Sergio de Jesús González González, quienes dieron respuesta al interrogatorio que les formuló la representación social (fojas 182 vuelta, 184, 187 vuelta y 189); 28) Las fotografías de David Alejandre Hernández, Juan Gerardo González Cuervo y Sergio González Cuervo, así como cuatro retratos hablados (fojas 190 a 194); 29) El oficio 454 signado por el primer comandante regional de la Zona Norte, dirigido al agente del Ministerio Público, en el que le informó que se entrevistó con Eliud Díaz Hernández, jefe de terminal de Autobuses de Oriente ADO, quien verificó el sistema de cómputo y en las listas de pasajeros del catorce de febrero no aparece Sergio González Cuervo y anexó la lista de pasajeros que se le proporcionó (fojas 204); 30) La declaración ministerial rendida el veinticinco de febrero de dos mil dos por Rosa Pérez Mar, quien dijo que es propietaria de una parcela ubicada en el Municipio de Chinampa, Veracruz, y a preguntas que le formuló el Ministerio Público contestó que sí supo del secuestro de ... que el día de los hechos no observó gente extraña en su parcela; que no reconoce a ninguna de las personas que aparecen en los retratos hablados que le pusieron a la vista; que la ropa que se le pone a la vista es de -14- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. su propiedad pues la ocupa para trabajar en la parcela; que cuando se dio cuenta de que su ropa no estaba, fue al Ministerio Público de Naranjos, pero no vio a personas extrañas que supuestamente pasaron por ahí y que son las que llevaron a cabo el secuestro; que ha tenido dos ayudantes, uno que ya murió y otro llamado José, y al parecer está en Reynosa (fojas 219 vuelta a 221); 31) Con las declaraciones ministeriales rendidas por Jorge Pérez Mar, quien dijo que la ropa que le pusieron a la vista es de su hermana Rosa, pues la ocupa para trabajar; que la parcela donde apareció el señor secuestrado no es de su propiedad, sino de su hermano Javier; que de su casa a esa parcela hay una distancia de cuatrocientos metros; que no vio personas ni vehículos extraños; que no sabe por qué llevaron a ... al solar de su hermano; Raymunda Pérez Casanova, quien es hija de Jorge Pérez Mar, relató las actividades que realizó el día en que ocurrió el secuestro y, entre otras cosas, dijo que ese día no pasó por la parcela de su tío Javier; Aracely López González, quien es esposa de Juan Gerardo González Cuervo y, entre otras cosas, relató las actividades que realizó junto con su familia el día del secuestro; que como a las cinco de la tarde del quince de febrero salieron a Poza Rica, pues les tocaba cuidar a su suegro y de ahí se fueron a Veracruz, Veracruz, pues trasladaron a su suegro para allá; y, Julio Bandala González, quien dijo que el quince de febrero Juan Gerardo González Cuervo llegó a su estética y le cortó el cabello y le comentó del secuestro de ... pues él se enteró por el periódico (fojas 221 vuelta a 224, 226 a 228); 32) Las declaraciones ministeriales rendidas por Dalila Arnulfa Cayetano Martínez, directora del jardín de niños "Virginia Aguilar" en donde Juan Gerardo González Cuervo labora los lunes, miércoles y viernes, quien confirmó que éste asistió a laborar el catorce de febrero y solicitó permiso para faltar algunos días por enfermedad de su padre; Blanca Azucena Rodríguez Salvador, directora del jardín de niños "Federico Froebel", donde labora Juan Gerardo González Cuervo los martes y jueves, quien dijo que éste faltó a sus labores los días diez y quince de enero, siete, diecinueve y veintiuno de febrero; Xóchitl Eréndira Ostos Delgado, secretaria general del Sindicato de Educación Física del SNTE, quien confirmó haber recibido solicitud para autorizar la inasistencia de Juan Gerardo González Cuervo del dieciocho al veintidós de febrero; Hermenegildo Sobrevilla Hernández, quien relató las actividades que realizó el día catorce de febrero y siguientes, y contestó el interrogatorio que le formuló el agente del Ministerio Público, quien no fue reconocido por el secuestrado ni por su chofer; Emma Ignacia Basilio Campillo, quien dijo haber recibido la visita de Juan Gerardo González Cuervo en su casa el quince de febrero a las diecisiete horas, quien le comentó que iba de salida para Veracruz; Leonel Manzanares Ramos, poligrafista de la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado, quien se entrevistó con el arraigado Jesús David Alejandre Hernández y, una vez que le explicó el motivo de su presencia, le solicitó autorización para aplicarle el polígrafo, quien se negó rotundamente a aceptar que se lo aplicara; y ... persona a la que pertenece la cuenta del banco Banamex de la Ciudad de México, en la que debía hacerse el depósito del dinero solicitado por los secuestradores, quien dice que es vendedor en una distribuidora Volkswagen en esa ciudad; que su teléfono celular es el ... que un agente de la policía lo puso a escuchar una cinta grabada en la que reconoció la voz de uno de sus clientes al que le vendió una camioneta -15- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. Pointer en noviembre o diciembre de dos mil uno, quien siempre iba acompañado de otra persona del sexo masculino; que se llama ... y no le preguntó de dónde era, pero es moreno, de bigote, cabello chino, como de treinta y cinco años, con acento costeño; que las características de dicha persona coinciden con el retrato hablado número uno y las de su acompañante coinciden con el retrato número dos; se recibieron vía fax, copias de la factura del vehículo adquirido por ... de la tarjeta de crédito del declarante y de su tarjeta de presentación como ejecutivo de ventas de Dizar, Sociedad Anónima de Capital Variable (fojas 244, 246, 250 vuelta, 255, 257, 262 a 263, 266, 268 a 272); 33) La diligencia relativa a la certificación de objetos afectos a la averiguación previa (foja 255 vuelta); 34) La certificación ministerial de veintiocho de febrero de dos mil dos donde se asienta que ... y Alberto Valdez Martínez no reconocieron a Hermenegildo Sobrevilla Hernández como participante del secuestro (foja 263 vuelta); 35) La declaración ministerial rendida el uno de marzo de dos mil dos por Norma Luz Sánchez Gómez, esposa de Jesús David Alejandre Hernández, quien respondió al interrogatorio que le formuló la representación social (fojas 282 a 284); 36) La declaración ministerial rendida el uno de marzo de dos mil dos por Natividad Pérez Icante, quien dijo que trabaja en la casa de la señora Norma Luz Sánchez Gómez y que por la mañana del día de los hechos su patrón llevó a una de sus hijas al kinder, y una vez que regresó ya no salió de dicho lugar (fojas 284 vuelta y 285); 37) El oficio 107 de dos de marzo de dos mil dos, signado por Rafael Baizábal Arenas, jefe de grupo de la Policía Ministerial del Estado, quien le informó al agente del Ministerio Público, que en investigación del secuestro en agravio del señor ... se trasladaron al ejido "La Mesa" del Municipio de Chinampa, Veracruz, lugar donde mantuvieron secuestrado y de donde liberaron al secuestrado ... que se entrevistaron con el matrimonio formado por Sinecio del Ángel Aquino y Margarita Cruz Cárdenas, quienes informaron que el quince de febrero de ese año fueron como de costumbre a cortar leña a la parcela y vieron que una persona del sexo masculino estaba acostada bajo un árbol de naranjo, quien al escucharlos se sentó, sin que le dieran importancia, y continuaron con la recolección de leña; que cuando voltearon hacia el mismo lugar, dicho individuo ya no se encontraba; que desconocían los hechos hasta que apareció el señor ... y se enteraron que lo tuvieron en esa parcela (foja 286); 38) Las declaraciones ministeriales rendidas el dos de marzo de dos mil dos por Margarita Cruz Cárdenas y Sinecio del Ángel Aquino quienes corroboraron lo expuesto por el jefe de grupo en el oficio 107 de esa misma fecha (fojas 291 a 295); 39) La declaración ministerial rendida el seis de marzo de dos mil dos por Francisco Javier Martínez Barón, quien negó haber participado en los hechos que se investigan y respondió a las preguntas que le formuló el agente del Ministerio Público del conocimiento (fojas 316 y 317); 40) El oficio 164 de seis de marzo de dos mil dos, firmado por Noé Hernández Santa Rosa, jefe de grupo de agentes de la Policía Ministerial del Estado quien hizo del conocimiento del agente del Ministerio Público, que se trasladaron al rancho "El Bejuco" del Municipio de Ozuluama, Veracruz, donde se entrevistaron con el señor ... padre de ... quien radica en el Estado de México y se dedica a la venta y reparación de sinfonolas; que tiene otro hijo de nombre ... quien trabaja con ... y que durante febrero de ese año ambos estuvieron en el rancho a bordo de una camioneta Pointer, -16- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. color gris, modelo reciente (foja 329); 41) La declaración en ampliación ante el Ministerio Público de Margarita Cruz Cárdenas, quien el siete de marzo de dos mil dos manifestó que la persona que vio como a cincuenta metros cuando andaba recogiendo leña, es la misma que aparece en la fotografía que le enseñaron y lo identificó como el sujeto que el día quince de febrero por la tarde estaba debajo de un árbol de mandarina en el solar del señor Javier Pérez Mar (fojas 336 y 341); 42) El oficio 167 de siete de marzo de dos mil dos signado por Noé Hernández Santa Rosa, jefe de grupo de agentes de la Policía Ministerial del Estado quien hizo del conocimiento del Ministerio Público, que al continuar con las investigaciones se entrevistaron de nueva cuenta con Margarita Cruz Cárdenas, a quien le mostraron las fotografías de ... y Vicente Mendoza Flores, identificando al primero como la persona que vio en la parcela cuando andaba recogiendo leña (foja 337); 43) Dos fotografías que corresponden a ... y Vicente Mendoza Flores, respectivamente (foja 338); 44) La declaración ministerial rendida en ampliación por Sinecio del Ángel Aquino, quien dijo que de las fotos que se le ponen a la vista, la marcada con el número uno corresponde a la persona que estaba el quince de febrero de dos mil dos debajo de un árbol de mandarina en la parcela de Javier Pérez Mar (foja 341); 45) La declaración ministerial rendida el ocho de marzo de dos mil dos por ... padre de ... de apellidos ... de los cuales este último vive en México donde se dedica a vender sinfonolas; que vio a sus hijos por última vez en Ozuluama, Veracruz, durante febrero de dos mil dos; que llegaron durante la noche en un carro gris y en la mañana siguiente se fueron; que estaba en su casa cuando a ... le hablaron a su teléfono celular porque estaban fallando unas máquinas; que le parece que sus hijos volvieron como a los quince días en el mismo mes de febrero y se retiraron al día siguiente; que el vehículo es de ... que sus hijos ya no volvieron sino hasta el siete de marzo de dos mil dos de lo que se percató, pues al ir a Naranjos vio el coche de ... en el exterior de un hotel, por lo que pasó, preguntó y vio a sus hijos acostados en un cuarto; que ... es empleado de ... que él no sabe nada del secuestro de ... (fojas 345 y 346); 46) El oficio 174 de ocho de marzo de dos mil dos mediante el cual Noé Hernández Santa Rosa, jefe de grupo de agentes de la Policía Ministerial del Estado deja a ... a disposición del órgano investigador (fojas 347); 47) El certificado médico firmado por el legista Fernando Raúl Hernández Pinto, quien hizo constar que ... no presentó huellas de violencia física ni mental (foja 349); 48) La declaración ministerial rendida el ocho de marzo de dos mil dos por ... quien dijo que en diciembre de dos mil uno ... le comentaron un chisme referente a que le habían robado al señor ... varias cabezas de ganado, quien era muy rico y había metido a la cárcel a los culpables; que andaba con ... porque compró una camioneta; que ... se fue a Oaxaca y después se interesó por el asunto, y dos meses después le hablaron por teléfono, y ... le dijo: "Oiga pensamos secuestrar al señor, no se le va a hacer nada, se le va a tratar bien y si no salen las cosas lo dejamos y ya ..."; que después ... le habló para decirle que lo apoyaría un conocido y la primera llamada la recibió en su teléfono celular ... que después trabajó normalmente y ... le volvió a llamar dos días antes del secuestro para decirle que le iba a dar los datos que ... le había proporcionado; que le respondió que sí y que tales datos se referían al conocimiento de Naranjos y el lugar donde comprarían un celular; que ellos no conocían a ... pero ... les platicó que iba a diario al rancho y por las tardes se -17- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. regresaba a su casa, pues vive en Naranjos; que el día del secuestro andaba por ese lugar, pues vino de México a realizar una operación y quedó de verse en la orilla de la ciudad, sobre la carretera a Naranjos, ya que se conocen sus coches; que ... llegó en la camioneta que le vendió y le comentó que le andaba fallando; que ... acudió a la cita junto con ... a quien vio en una ocasión en Oaxaca y le dijeron que se fueran rápido a comprar los teléfonos celulares porque si no, no iban a estar cargados, por lo que los llevó a una tienda frente a Banamex donde pidieron los teléfonos, y él los esperó en la camioneta; que compraron dos celulares sin saber los números; una vez que comieron les deseó suerte y se fueron diciéndole que iban a ver si secuestraban al señor ... que ese mismo día dieron una vuelta por la entrada de la carretera y fueron a preguntar por el rancho Tres Hermanos, pues no sabían el nombre ni datos especiales; que ... se llevaron los celulares y ambos portaban una pistola en la chamarra o en el asiento de la camioneta; que les deseó suerte y les dijo que se hablarían después y ellos se comunicaron al siguiente domingo como a las siete u ocho de la noche, y le dijeron que estaban en México, pues no habían hecho nada, que ellos estaban bien y que al señor no le habían provocado ningún daño; que al secuestrado lo dejaron a la orilla de la carretera; que fueron hasta su domicilio donde platicaron muy leve, porque no quería que su esposa se enterara; que después de eso ... se fueron a Oaxaca; que a los ocho días volvió a ver sólo a ... porque le pidió que le emplacara su camioneta; que ... todavía traía un celular de los que compraron en Naranjos; que no sabe cuánto iban a pedir por el rescate, pero cree que pidieron diez millones de pesos y les ofrecieron cuarenta mil pesos; que nunca hablaron sobre el monto de lo que le correspondería a él del secuestro, pues no tiene necesidad; que el día del secuestro únicamente sólo les dijo que preguntaran por el rancho Tres Hermanos; que la camioneta en que fueron a comprar los celulares es una color crema, con franja roja y la sigue teniendo ... que un día antes del secuestro, el declarante llegó de México con su hermano ... al rancho de su papá, pero él no se enteró de nada, pues lo mandaba a hacer otras cosas; que el mismo día del secuestro salió para Tantoyuca con su hermano y el sábado dieciséis regresó a Naranjos, y de ahí a México; que el quince de febrero regresó a Naranjos para tratar lo de una sinfonola y siempre lo acompañó su hermano, y andaban a bordo de su vehículo; a preguntas que le hizo el Ministerio Público, dio las características físicas de ... y dijo que vive en la calle Ixtepec, zona habitacional "El Rosario" de Oaxaca, Oaxaca, a quien conoció desde hace siete años, porque también se dedica a la venta de sinfonolas; que ... es moreno, flaco, pelo lacio, como de un metro sesenta centímetros de estatura, de treinta años de edad, se rasura el bigote y no tiene señas particulares, que no sabe su domicilio pues es más amigo de ... que suyo y tiene poco tiempo de conocerlo; que a ... lo conoce desde que estaba "chavo", siempre lo ha tratado con respeto y lo describió físicamente; que cuando ... llegaron a Naranjos no vieron a ... que no conoce ni tiene ninguna relación con ... ni con ninguno de sus hijos, ni persona cercana a ellos; que entre todos planearon el secuestro de ... la idea de cobrar diez millones de pesos fue de todos ellos, o sea, de ... y él; que no hablaron de cuánto le correspondería, pues no sabían cuánto iban a pagar; que ... se comunicaron con la familia del secuestrado en el número de teléfono de su familia que les proporcionó "el viejito", pues así se lo platicaron ... que su hermano ... es su ayudante y viven en el mismo domicilio; que -18- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. nunca ha visto ni tratado a Sergio y Juan Gerardo, de apellidos González Cuervo, ni a Jesús David Alejandre Hernández; que después ... le dijeron que habían dejado en libertad a ... y ... habló después a la casa de éste, y le reconocieron la voz, pues ... les prometió entregarles ciento treinta mil pesos si lo dejaban en libertad y no le hacían nada; que esa llamada se hizo al siguiente lunes sin recordar el día exacto, pero no se habló de las condiciones en que la familia entregaría ese dinero, pero que uno de ellos les iba a decir cómo y cuándo, en una ocasión manejaron una tarjeta de crédito o cuenta bancaria donde les depositarían el dinero, que lo involucraron a él, y volvió a prestar el servicio, así como al señor ... quien le vendió un carro en la agencia Dizar, a quien le pidió que le prestara su número de cuenta, pues le dijo que no quería manejar la suya porque tenía un problema legal con una sinfonola, y como le creyó le hizo el favor y le proporcionó su número de cuenta de Banamex, y ... se la pasó al señor que contestaba el teléfono en la familia ... pero que ... es ajeno a los hechos, pues nunca preguntó nada y no le iba a tocar; que lo trató como en tres ocasiones, por el carro que compró; que una vez convivió con él en una cantina, junto con su hermano ... que además de la pistola que ... traían el día de los hechos, compraron cinta canela en Naranjos, Veracruz; que en los hechos sólo participaron ... y él, nadie más; que llamó a casa de la familia de ... y se identificó como ‘Pedro’, pero "... me mandaron a la fregada, que yo no era, entonces los comuniqué con ... quien se identificaba como ‘Pedro’ y a él sí le reconocieron la voz, y ... no sé con qué nombre se identificaba, y en esa ocasión que yo me identifiqué como ‘Pedro’ fue cuando les di el número de cuenta, ya que después ... entabló plática por vario (sic) tiempo con ... se identificaron bien lo que vivieron en el momento y esa fue la única vez que hablé a la casa de la familia ... que ... tiene acento de costeño y únicamente hablé una vez a la familia ... y me mandaron ‘por un tubo’, que ... pueden ser localizados en Oaxaca, Oaxaca, ya que ahí tienen a su familia, asimismo, quiero manifestar que yo le entré para ayudar a ... ya que económicamente yo no tengo broncas y yo lo vi relativamente como un paso de información, y yo no pensé en el riesgo, porque yo tengo mucho que perder ..." (fojas 353 a 358); 49) La fe ministerial de lesiones, donde se asienta que ... presenta dolor en el brazo izquierdo y edema en la región orbitaria izquierda (foja 358 vuelta); 50) La declaración ministerial rendida el ocho de marzo de dos mil dos por ... quien dijo que es ajeno a los hechos que se investigan y contestó las preguntas que le hizo el Ministerio Público (fojas 370 a 372); 51) La diligencia ministerial de inspección ocular con carácter de reconstrucción de hechos llevada a cabo en el kilómetro 60+500, carretera nacional, frente al taller denominado "Los Muros" y la terminal de autobuses "Serranos", de acuerdo con la declaración ministerial rendida por ... en donde dijo que lo esperaban ... y dictamen de inspección pericial y secuencia fotográfica (fojas 389 a 391 y 403); 52) La diligencia ministerial de confrontación practicada el nueve de marzo de dos mil dos, en la que ... tocó con su mano derecha a ... y lo identificó como una de las personas que durante el tiempo del secuestro lo estuvo cuidando, y diligencia pericial con secuencia fotográfica (foja 403); 53) La declaración ministerial rendida el nueve de marzo de dos mil dos por ... quien dijo que conoce al agraviado, pues le ha servido como intermediario en la compraventa de ganado vacuno y como chofer; que es ajeno a los hechos y contestó a las preguntas que le hizo el Ministerio Público investigador (fojas 409 a 412); 54) El oficio -19- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. 125 de diez de marzo de dos mil dos, mediante el cual el jefe de grupo de la Policía Ministerial del Estado, Rafael Baizábal Arenas dejó a disposición del Ministerio Público a ... (foja 425); 55) El certificado médico signado por el doctor Fernando Raúl Hernández Pinto, quien hizo constar que ... no presenta huellas de violencia física ni trastornos mentales (foja 426); 56) La declaración ministerial rendida el once de marzo de dos mil dos por ... quien dijo que se dedica a la venta y reparación de sinfonolas; que hace como diez años conoció a ... en unos cursos modernos que se imparten en México; que a finales de enero o a principios de febrero de dos mil dos, fue la primera vez que estuvo en Naranjos, Veracruz; que acompañó a ... y en el trayecto le platicó que había un señor que tenía mucho dinero y había pensado en secuestrarlo para cobrar un rescate, sin recordar si le dijo el nombre del señor; que le dijo que era muy peligroso, pero aquel le dijo que era algo fácil, por lo que le respondió que lo iba a pensar; que le preguntó sobre la seguridad y el riesgo que había, y le contestó que el señor era muy rico y pensaba pedir diez millones de pesos por el rescate; que cuando regresaron a México se comunicaban por teléfono por cuestiones de trabajo y le preguntaba qué había pensado, y le confirmó que sí iba a participar, y ... le preguntó si había otra persona que quisiera participar, por lo que invitó a ... quien estudió derecho y vive en Oaxaca; que le comentó a ... lo del secuestro y le dijo que pedirían diez millones de pesos por el rescate, pues el señor era ganadero, tenía dinero y había posibilidad; que quedaban de verse con ... en algún negocio con motivo de la reparación de sinfonolas, a quien además le dijo que en caso de que hubiera problemas no perjudicarían al señor ... que decidieron trasladarse por la mañana del trece de febrero en su camioneta, previa llamada que un día antes le hizo a ... para avisarle que ya iban en camino, quedando de verse en Naranjos, Veracruz, en el hotel que está sobre la carretera; que cuando llegaron a dicho lugar buscó a ... en la carretera poco antes de llegar a Cerro Azul, donde le enseñó el arma que portaba y ... lo acompañaba; que platicaron y fueron a ubicar el lugar donde tiene su rancho el señor ... que el trece de febrero llegaron como a las cuatro de la tarde y ... ya había terminado su trabajo, por lo que hicieron una parada para comer en una fonda antes de llegar a Naranjos; que ... y su hermano ... les dijeron cómo entrar al rancho, fueron antes de que anocheciera y ubicaron el lugar donde detendrían al agraviado, se regresaron al hotel y ... se fue a su rancho, y él y ... se quedaron hospedados, quedando de verse al día siguiente durante la mañana; que después del mediodía compraron los celulares en el lugar que les indicó ... y luego compraron cinta canela; que salieron para el rancho, acordaron que si todo salía bien se repartirían los diez millones de pesos en partes iguales; que fingirían una descompostura de la camioneta y ubicaron la posición en que se iban a esconder debajo del puente, lo que hicieron; que salieron del hotel como a las cinco de la tarde al rancho y cuando llegó la camioneta de ... le dijo al chofer que si le pasaba corriente, y el chofer de ... le preguntó qué le pasaba, se bajó a buscar los cables, y cuando el chofer se acercó a la camioneta, vio hacia abajo y se dio cuenta que estaban ahí, y salió corriendo e intentó agarrarlo, pero no lo logró; que en ese momento el señor ... ya se encontraba abajo de su camioneta y al ver que su chofer corrió, él intentó hacer lo mismo, pero se cayó, por lo que se le acercó y le dijo que cooperara, que no le iban a hacer nada; que ... salieron del escondite y ... gritó "avísale a la gente" y uno de ellos le dijo que se callara; -20- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. que no sabe si cuando el señor se cayó se lesionó o si alguien le pegó, pues no se enteró quien llevaba la pistola; que arriba de la camioneta el ... preguntaba por qué le hacían eso, si era hombre de bien; que salieron con el secuestrado a la carretera rumbo a una casa abandonada, en la cabina iban ... y a su lado ... y atrás iban ... que en el camino le preguntaron al señor por el número de teléfono de su hijo y el nombre de la persona con quien pudieran hablar, y dijo que con ... que en el camino se encontraron una patrulla de policía, pero no se dio cuenta de nada; que rumbo a Naranjos se bajaron a la orilla de la carretera en un camino de terracería, con una bolsa donde llevaban la cinta canela y la lámpara, acordaron que ... iban a negociar en tanto que ... y él se quedarían con ... que caminaron por un sembradío de maíz hasta llegar a un naranjal y habían previsto que si las cosas salían bien llevarían a ... hasta la casita, pero como no salieron, se metieron al sembradío y en el naranjal se pararon; que ... le habló al celular y le pidió que se comunicara con ... y le pasara a ... que marcó y contestó una señora a quien le preguntó que si sabía quién hablaba y le dijo que sí, le pidió que le pasara al señor ... quien no estaba, pero que le pusiera al teléfono a ... quien le dijo a la señora que estaba bien y que entregaran el dinero que estaban pidiendo; que una vez que colgó el teléfono platicó con ... quien le dijo que le dolía una pierna y le sangraba la cara a la altura de un ojo, le preguntó qué le había pasado y contestó que no sabía, que le dio papel de baño para que se pusiera en la herida; que marcó otra vez a casa del secuestrado y al parecer contestó ... quien pidió que trataran bien a ... que no le hicieran daño y estaban reuniendo el dinero; que al día siguiente que marcó le preguntaron que si era "Pedro" y dijo que no, y esa persona le dijo que lo iba a llamar "Juan"; que se comunicó con ... y le dijo que iba a ir guardar la camioneta en Tantoyuca, como lo habían previsto; que él también platicaba con la familia de ... pero no se lo decía; que toda la noche del catorce de febrero se quedaron en el naranjal y cuando amaneció caminaron más adentro, donde está un jacal, pues no sabían si por ahí pasaba gente; que el quince de febrero habló con la familia de ... y después ... le habló para decirle que tuviera cuidado con los retenes y le preguntó si ya le habían entregado el dinero; que más tarde ... le habló para decirle que la cosa estaba muy difícil porque había muchos retenes; que como a las siete de la noche le dijo que no se iba a cobrar y que dejaran a ... porque había muchos retenes, por lo que en ese momento acordaron que lo dejarían ir; que como era mucha la presión, en la noche encaminaron a ... y lo dejaron rumbo a la carretera, siguieron la brecha que sale a Naranjos, llegaron a un hotel y se hospedaron; que como a las siete de la mañana del día dieciséis, salieron a bordo de un camión rumbo a Poza Rica, pero como demoraba mucho tomaron un taxi que los condujo a Potrero donde se separó de ... y se fueron a México en diferentes autobuses; que acordaron verse en un parque de Poza Rica donde coincidió con ... ahí compró una mochila para guardar sus cosas y salieron para México, y durmieron en la casa de ... a quien le habló a su celular particular; después los tres comentaron que todo había salido mal, pero él les dijo que llamaran a la casa de la familia del secuestrado y aceptaron, por lo que ... lo hizo y pidió ciento treinta mil pesos; que tenían la camioneta en Tantoyuca y ... y el declarante fueron el domingo a buscarla, y ... se quedaron en México y volvieron a hablar con la familia el lunes, y les dijeron que sólo tenían ciento treinta mil pesos, pero se los querían entregar personalmente, con lo que no estaban de -21- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. acuerdo y no recuerda quién comentó que lo depositaran en una cuenta bancaria, pero no supo de qué persona se trata ni el número de cuenta; que ... se fue primero a Oaxaca y luego él después de legalizar su camioneta a nombre de Ernesto, un conocido de ... que se llevó el teléfono celular que compraron en Naranjos y lo tiene apagado en su casa; a partir de ahí siguió con su trabajo y se encontró a ... en sus actividades, y el ocho de marzo le habló Martha Soriano Martínez para decirle que su esposo ... estaba detenido en el Estado de Veracruz y le preguntó si sabía el motivo, y le dijo que no, aunque sí sabía; que ella le dio el teléfono del licenciado Trinidad Obando, que es de México, con quien se comunicó a la casa de Martha, quien le dijo que iba a dar un teléfono para que le informara lo que estaba pasando. A preguntas que le hizo el Ministerio Público, entre otras cosas, contestó que en el secuestro de ... únicamente participaron ... y él; que la idea fue de ... ; que tiene como tres o cuatro años de conocer a ... que únicamente ... y su hermano ... conocían a ... por ser de la región; que la pistola que utilizaron en el secuestro la escondió al pie de un mangal y la tapó con basura, pues no quería portarla en caso de que lo revisaran (fojas 438 a 444); 57) La fe ministerial donde se hizo constar que ... no presenta huellas de lesiones (foja 444 vuelta); 58) El certificado médico signado por el legista Fernando Raúl Hernández Pinto, quien hizo constar que a ... no se le aprecian huellas de violencia física ni trastorno mental (foja 445); 59) La declaración ministerial rendida el diez de marzo de dos mil dos por ... quien relató los hechos en los mismos términos en que lo hizo el coacusado ... y confesó que fue invitado por ... para participar; que intervino por necesidad; que aceptó la invitación en Oaxaca, de donde salieron a bordo de la camioneta de aquél y al llegar a Naranjos, Veracruz, se encontraron con dos personas más que también participaron en los hechos, con quienes finiquitaron los detalles para realizarlos; y, al referirse a los detalles de la forma en que realizaron el secuestro, coincidió con lo declarado por ... para llamar la atención y detener el vehículo donde viajaba ... hasta llevárselo con la finalidad de pedir la cantidad de diez millones de pesos a cambio de su libertad (fojas 454 vuelta a 457); 60) El certificado signado por el médico legista Fernando Raúl Hernández Pinto, quien hizo constar que ... no presenta huellas de violencia ni trastorno mental (foja 461); 61) La diligencia ministerial de traslado y reconstrucción de hechos practicada en el rancho "Tres Hermanos" del Municipio de Tantima, Veracruz, donde los inculpados ... relataron la forma en que participaron en los hechos en que secuestraron al señor ... dictamen y secuencia fotográfica (fojas 480 a 483); 62) El certificado signado por el legista Hugo Alejandro Carrera Rodríguez, quien después de examinar al agraviado ... hizo constar que presenta lesiones que ponen en riesgo la vida, tardan en sanar más de quince días, por requerir tratamiento psicológico, y presenta cicatriz en cara, visible y perpetua (foja 542); 63) La declaración ministerial rendida el quince de marzo de dos mil dos por Carlos Valdez Martínez, quien dijo que de las fotografías que se le pusieron a la vista identifica la que corresponde a ... como quien le dijo que está de parte de los "jodidos" y que a los ricos hay que darles en la "madre"; si quieres vamos a secuestrar a ... (foja 548); 64) La certificación ministerial de objetos afectos a la averiguación previa (fojas 569 vuelta y 570); 65) El dictamen de balística y dactiloscopía, suscrito por Roberto de la Cruz Ponce, perito de la Dirección Regional de Servicios Periciales, quien determinó que el -22- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. arma de fuego, motivo de dictamen, está en malas condiciones de funcionamiento y no ha sido accionada (fojas 571 y 572); 66) Las declaraciones rendidas en formal preparatoria por ... quienes no ratificaron sus declaraciones ministeriales, con base en que fueron objeto de presiones, torturas, intimidación y amenazas, por parte de los policías aprehensores (fojas 690 a 697); 67) Con la declaración preparatoria de ... quien ratificó su declaración ministerial (fojas 697 vuelta y 698); 68) Con las declaraciones judiciales de ... y Carlos Valdez Martínez, quienes ratificaron sus declaraciones ministeriales (fojas 699 y 700); 69) Con la declaración preparatoria de ... quien ratificó su declaración ministerial. La justipreciación de los anteriores medios de prueba que sirvieron de base para que la autoridad responsable tuviera por acreditada la materialidad del delito de secuestro, llevan a este órgano colegiado a convenir con la Jueza de Distrito en que hasta el momento procesal en que se actúa, tienen fuerza convictiva suficiente para justificar la probable responsabilidad penal de ... en su comisión, al quedar evidenciado que, previa concertación con sus coacusados, participaron en la ejecución de los hechos delictivos que se le reprochan, ya que prestaron ayuda en forma dolosa para llevar a cabo el ilícito de secuestro, con lo que se afectó la libertad del ofendido, lo que se corrobora con sus confesiones, así como con la de su coinculpado ... rendidas ante el agente del Ministerio Público investigador en las que aceptaron haber coparticipado en la ejecución de dicho ilícito, en él conjuntamente se pusieron de acuerdo para privar de la libertad a ... con el fin de obtener un rescate, pues a cambio de liberarlo exigieron a su familia la entrega de diez millones de pesos y, al momento de interceptarlo, uno de los copartícipes le causó alteraciones en la salud; que si bien no obtuvieron su objetivo de recibir el rescate, porque se establecieron retenes policiacos para localizar a la víctima, lo que los obligó a dejarla en libertad, también lo es que después insistieron ante los familiares del ofendido para exigir que entregaran ciento treinta mil pesos; confesiones que adquieren pleno valor probatorio, toda vez que se refieren a hechos propios materia de la imputación; fueron hechas en forma voluntaria por personas mayores de dieciséis años, en pleno uso de sus facultades mentales, ante el agente del Ministerio Público investigador y en presencia de los licenciados Rodrigo A. Constantino Chávez, Donato Hernández Hernández y José Juan Cruz Hernández a quienes designaron como sus abogados defensores, además de que se corroboran con las imputaciones que entre sí se hacen los propios inculpados, hoy quejosos ... y por el diverso coinculpado ... quienes relataron detalladamente las circunstancias de modo, tiempo y lugar en las que planearon y ejecutaron el secuestro de ... lo que también fue aceptado por ... Las anteriores confesiones también se robustecen con la denuncia presentada por ... con la declaración del testigo presencial de cargo Alberto Valdez Martínez, quien conducía el vehículo interceptado por los activos para privar de la libertad al sujeto pasivo; con la diligencia ministerial de reconstrucción de hechos llevada a cabo en el lugar donde acontecieron, de la que se constata que los sujetos activos precisaron la parte de los hechos en que intervinieron en el momento en que privaron de la libertad al agraviado, quien sin dudas ni reticencias, señaló e identificó plenamente a ... como uno de los autores del secuestro cometido en su agravio y con el certificado médico donde se -23- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. describen las lesiones sufridas por dicho agraviado. Material de prueba que valorado en conjunto y adminiculado entre sí, en su enlace lógico y natural, tiene eficacia probatoria plena para integrar el cuerpo del delito de secuestro y para demostrar la probable responsabilidad de ... quienes se ubicaron en las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que ocurrieron los hechos ilícitos que se les reprochan, por lo que hasta el momento procesal en que se actúa, sus confesiones son aptas y suficientes para acreditar los elementos típicos del delito de secuestro y su probable responsabilidad. Es aplicable al caso concreto, el criterio sustentado por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis de jurisprudencia 105, publicada en la página 73, del Tomo II, Materia Penal, Sexta Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, que dice: "CONFESIÓN, VALOR DE LA. Conforme a la técnica que rige la apreciación de las pruebas en el procedimiento penal, la confesión del imputado como reconocimiento de su propia culpabilidad derivada de hechos propios, tiene el valor de un indicio, y alcanza el rango de prueba plena cuando no está desvirtuada ni es inverosímil y sí corroborada por otros elementos de convicción." No es óbice para arribar a la anterior determinación, el hecho consistente en que al declarar en formal preparatoria ... así como el diverso coinculpado ... se hubiesen retractado de sus declaraciones ministeriales, alegando que las hicieron por haber sido coaccionados físicamente por los policías aprehensores, pues tal circunstancia no desvirtúa las pruebas que justifican su probable responsabilidad en la comisión del delito de secuestro en agravio de ... en la medida en que no aportaron elemento de convicción alguno para apoyar dicha retractación, por lo que sólo constituye una coartada defensiva no acreditada y sí contradicha, máxime que durante la etapa de la averiguación previa se recabaron los certificados médicos signados por el perito médico forense Fernando Raúl Hernández Pinto, de la Dirección Regional de Servicios Periciales del Estado, en los que se certificó que al examinar a los aquí quejosos, no se les apreciaron huellas de violencia física ni trastornos mentales. En esa tesitura, los inconformes no justificaron su aserto en el sentido de que fueron objeto de violencia por parte de sus captores, ni mucho menos demostraron que la agresión de que se quejan provino del agente del Ministerio Público ante quien declararon, de modo que fue correcto que no se otorgara eficacia probatoria a esas retractaciones, para hacer perder espontaneidad a su confesión inicial rendida ante el órgano investigador, por lo que merece por haber sido rendida ante dicha institución investigadora con las formalidades de ley. Son aplicables en esta parte, los criterios sustentados por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en las tesis de jurisprudencia 103 y 104, publicadas en la página 72 del Tomo II, Materia Penal, Sexta Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, que dicen: -24- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. "CONFESIÓN. PRIMERAS DECLARACIONES DEL REO. De acuerdo con el principio procesal de inmediación procesal y salvo la legal procedencia de la retractación confesional, las primeras declaraciones del acusado, producidas sin tiempo suficiente de aleccionamiento o reflexiones defensivas, deben prevalecer sobre las posteriores." "CONFESIÓN, RETRACTACIÓN DE LA. Para que la retractación de la confesión anterior del inculpado tenga eficacia legal, precisa estar fundada en datos y pruebas aptas y bastantes para justificarla jurídicamente." También es aplicable al caso, el criterio sustentado por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis publicada en la página 1581 del Tomo LXXXVI, Quinta Época, del Semanario Judicial de la Federación, que dice: "RETRACTACIÓN DEL REO (DECLARACIONES ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO). La diligencia inicial de confesión del reo rendida ante el agente del Ministerio Público, tiene valor legal, por ser éste un auxiliar de la administración de justicia, y aunque posteriormente haya modificado su declaración inicial, si no da razón fundada de su modificativa, ni menos aún se encuentra corroborada por constancias procesales, ésta debe desecharse." Los inconformes presentaron los escritos de expresión de agravios de veintidós y veintitrés de agosto de dos mil dos, ante la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito, con residencia en Tuxpan, Veracruz, en los que aducen que al dictar la sentencia recurrida, la Jueza de Distrito infringió las garantías individuales que tutelan los artículos 14 y 16 constitucionales, así como el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, alegatos que devienen inoperantes, sólo en ese aspecto, en la medida en que al conocer de los juicios de amparo, los Jueces de Distrito ejercen la función de control constitucional y dictan resoluciones de cumplimiento obligatorio, y obran para hacer cumplir esas determinaciones según su criterio y bajo su estricta responsabilidad, por lo que si bien a juicio de las partes pueden infringir derechos subjetivos públicos y en contra de esas decisiones procede el recurso de revisión, que no es un medio de control constitucional autónomo a través del cual pueda analizarse la violación de los artículos fundamentales que consagran las garantías individuales, sino que es un procedimiento de segunda instancia que tiende a asegurar un óptimo ejercicio de la función judicial en el que el tribunal de alzada vuelve a examinar los motivos y fundamentos que el Juez de Distrito tomó en cuenta para emitir su resolución, limitándose a los agravios expuestos. Por consiguiente, no deben analizarse los agravios consistentes en que la juzgadora federal vulneró el contenido de los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal al conocer de un juicio de amparo, por la naturaleza del medio de defensa y por la función de control constitucional que el Juez de Distrito ejerce, ya que si así se hiciera, se trataría en forma extralógica al Juez del conocimiento como otra autoridad responsable y se desnaturalizaría la única vía establecida para elevar las reclamaciones de -25- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. inconstitucionalidad de actos autoritarios, que es el juicio de amparo, es decir, se ejercería un control constitucional sobre otro control constitucional. Resulta aplicable en este aspecto, el criterio sustentado por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de jurisprudencia por contradicción 14/94, publicada en las páginas 28 y 29 del Tomo VI, Materia Común, Novena Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19172000, con el rubro: "AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON LOS QUE SOSTIENEN QUE LOS JUZGADORES DE AMPARO VIOLAN GARANTÍAS INDIVIDUALES, SOLAMENTE EN ESE ASPECTO.". Asimismo, la inoperancia de los alegatos surge ante la circunstancia de que no es jurídico afirmar que al conocer y resolver los juicios de garantías, el Juez de Distrito infrinja preceptos legales del orden común, porque al hacerlo, su actuación se rige fundamentalmente por los preceptos del título segundo de la Ley de Amparo, a la que debe ajustar su proceder, así como a las disposiciones del Código Federal de Procedimientos Civiles, norma de aplicación supletoria en términos del artículo 2o. de la ley citada en primer lugar. Es aplicable en este otro aspecto, el criterio que se comparte, sustentado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, en la tesis de jurisprudencia VII.1o.C. J/5, publicada en la página 950 del Tomo VII, enero de 1998, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación, que dice: "AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON CUANDO SE IMPUTA AL JUEZ DE DISTRITO VIOLACIÓN A DISPOSICIONES DEL ORDEN COMÚN.". En el primer agravio hecho valer en el escrito de veintidós de agosto, que se reitera en el segundo y tercer agravios del escrito de veintitrés de agosto, ambos de dos mil dos, los quejosos alegan que no existen pruebas contundentes para acreditar que pretendían obtener algún rescate, ya que las grabaciones a que alude la Jueza de Distrito, no es material idóneo ni suficiente para justificar que la voz de dichas grabaciones correspondía a la de los inconformes, porque para que tuvieran valor era necesaria una confrontación u otra prueba parecida en la que los sujetos activos, de viva voz, repitieran las palabras contenidas en las grabaciones, porque la juzgadora federal no advirtió que, previamente a que los activos fueran detenidos, la Policía Ministerial aprehendió a otras personas a quienes les atribuían la misma voz y la comisión del mismo delito, que la autoridad investigadora asociada con el Juez responsable, mantuvieron arraigados a otras personas, por lo que ante la falta de una prueba calificada, dichas grabaciones no son suficientes para tener por acreditado que se pretendía obtener rescate en el delito de secuestro. Los anteriores agravios resultan infundados, ya que al declarar ministerialmente, tanto ... como ... aceptaron que pedirían diez millones de pesos por el rescate del agraviado, que inclusive acordaron que el primero de ellos y el diverso coinculpado ... serían los encargados de comunicarse con la familia del secuestrado, de ese modo, es claro que trataban de obtener rescate, elemento que requiere el delito de secuestro, previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, lo que quedó justificado con las confesiones ministeriales de los sujetos activos, de manera que el solo hecho de que no se hubiese desahogado alguna otra prueba con -26- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. el objeto de identificar las voces contenidas en las grabaciones, es insuficiente para desvirtuar sus confesiones, así como tampoco afecta a la defensa de los inculpados, el hecho de que se hubiera detenido a otras personas y que por mandato judicial hubieran sido arraigadas porque se les imputaba la comisión de las llamadas telefónicas que constan en las grabaciones, ya que tales diligencias realizadas durante la etapa de averiguación previa, fueron llevadas a cabo por el representante social en su carácter de autoridad investigadora con base en las facultades de investigación y persecución de los delitos que le es propia, por lo que el desahogo de dichas diligencias no causa daño o perjuicio a los inculpados, ahora quejosos, porque la integración de la averiguación previa es de orden público; en esas condiciones, en ese aspecto, el auto de formal prisión reclamado se encuentra ajustado a derecho, como lo estimó la Juzgadora Federal. En el segundo agravio del escrito presentado el veintidós de agosto de dos mil dos, que los recurrentes reiteran en los incisos primero, segundo, tercero y cuarto del presentado el veintitrés de ese mes y año, los inconformes alegan que fue indebido que la juzgadora federal les negara el amparo respecto de la hipótesis prevista por el último párrafo del artículo 141, en relación con el 13, fracción VI, del Código Penal para el Estado, con base en que causaron daño a la víctima del secuestro al golpearlo en la frente, con lo que se configuró el delito de lesiones, por lo que es incierto que se acreditara que los inculpados tuvieron la intención de privar de la libertad al ofendido para obtener rescate y, además, causarle un daño o perjuicio, pues la alteración en su salud sólo constituyó un medio para cometer el secuestro, al haber opuesto resistencia al momento de privársele de la libertad, de manera que, si el secuestrado fue liberado dentro de los tres días siguientes a la privación de su libertad sin haberle causado daño, como lo manifestó la víctima, con ello se actualizó la citada hipótesis atenuante que les daría derecho a obtener el beneficio de la libertad provisional. Los anteriores alegatos resultan infundados, pues como ya ha quedado establecido en apartados precedentes, la probable responsabilidad de ... en la comisión del delito de secuestro, previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, quedó evidenciada, entre otros datos de convicción, con sus confesiones y con la de su coinculpado ... rendidas ante el agente del Ministerio Público investigador, en las que admitieron que, previa concertación, coparticiparon en la ejecución de los hechos delictivos que se les reprochan, ya que prestaron ayuda en forma dolosa para llevar a cabo el ilícito de secuestro en agravio de ... con el fin de obtener un rescate, pues a cambio de liberarlo exigieron a su familia la entrega de diez millones de pesos, y si bien es cierto que se justificó que el agraviado fue puesto en libertad dentro de los tres días siguientes al en que fue secuestrado, también lo es que, al momento de interceptarlo, uno de los copartícipes le causó alteraciones en la salud como se demostró con la fe ministerial de lesiones y con los certificados médicos de los exámenes practicados al agraviado, conducta ilícita que además de integrar en forma autónoma el delito de lesiones, puso en evidencia que los inculpados utilizaron la violencia para lograr su designio delictuoso encaminado a ejecutar el delito de secuestro, de modo que al haber causado alteraciones en la salud del agraviado, ello constituye el daño causado que impide que se actualice la hipótesis -27- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. atenuante que alegan los quejosos en su favor, a que se refiere el último párrafo del artículo 141 del Código Penal para el Estado, que establece: "Si el secuestrador pone espontáneamente en libertad a la víctima dentro de los tres días siguientes a la consumación del delito, sin causarle daño, se le impondrán de seis meses a dos años de prisión y multa hasta de cuarenta veces el salario mínimo.". A mayor abundamiento, la atenuante a que alude el párrafo del precepto legal transcrito requiere que el o los secuestradores pongan espontáneamente en libertad a la víctima dentro de los tres días siguientes a su consumación, requisito que tampoco se cumple en el caso que se analiza, pues el Diccionario de la Lengua Española define como espontáneo, la acción que se realiza en forma voluntaria o de propio impulso, de manera que si de acuerdo con los datos de convicción que obran en el sumario penal, se constata que los inculpados decidieron liberar a ... debido a que se percataron de que las corporaciones policiacas del Estado tenían conocimiento del secuestro del ofendido y establecieron diversos retenes en la carretera para lograr su liberación, lo anterior se acredita con la declaración ministerial de ... quien dijo que después de que secuestraron al ofendido, el quince de febrero de dos mil dos habló con la familia de ... y después ... le llamó para decirle que tuviera cuidado con los retenes, y le preguntó si ya le habían entregado el dinero; que más tarde ... volvió a hablarle para decirle que la cosa estaba muy difícil porque había muchos retenes, y como a las siete de la noche le dijo que no se iba a cobrar y que dejaran ir a ... porque había muchos retenes, por lo que en ese momento acordaron que lo dejarían ir; que como era mucha la presión, en la noche encaminaron a ... y lo dejaron rumbo a la carretera, siguieron la brecha que sale a Naranjos, llegaron a un hotel y se hospedaron. Por las anteriores razones, tampoco se actualiza la hipótesis atenuante que alegan los quejosos en su favor, por lo que fue correcto que la Jueza de Distrito declarara infundados los conceptos de violación correspondientes, ni son aplicables al caso los criterios que se invocan con los rubros: "PLAGIO O SECUESTRO Y LESIONES. AUTONOMÍA DE LOS DELITOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA)." y "SECUESTRO O PLAGIO, ATENUANTE EN EL DELITO DE, Y NO TIPO AUTÓNOMO (ARTÍCULO 285 DEL CÓDIGO PENAL DE NAYARIT).", aunque son respetables no tienen aplicación al caso concreto, pues se refieren a situaciones y legislaciones diferentes a las que son materia de análisis en el presente caso. En consecuencia, procede desestimar los agravios que se analizan al resultar infundados, ya que el auto de formal prisión dictado en contra de los inculpados, ahora recurrentes, por el delito de secuestro, previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, cumple con las exigencias establecidas en el artículo 19 constitucional. En el primero, segundo, tercero y cuarto agravios hechos valer en el segundo escrito de expresión de agravios, los recurrentes alegan que en la sentencia recurrida la Jueza de Distrito omitió aplicar supletoriamente el artículo 222 del Código Federal de Procedimientos Civiles en materia de resoluciones, que señala que las sentencias deben contener los requisitos comunes a toda resolución judicial, ya que, en el caso, no se refirió a las manifestaciones que alegaron en el escrito inicial de demanda, relacionadas con las contradicciones en que, en su -28- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. opinión, incurrieron el agraviado ... y el testigo presencial Alberto Valdez Martínez, que son las únicas personas que vieron a los secuestradores y conocen la verdad de los hechos, consistentes en que el primero no pudo haber visto las características de la camioneta que describió; que a pesar de haber estado cerca de los secuestradores, no oyó ningún disparo; que sólo reconoció a un sujeto de apellido Sobrevilla, apellido distinto a los de los quejosos; que uno de los agresores le dijo que no le iban a hacer nada; que la privación de la libertad de que fue objeto no duró ni setenta y dos horas. Los anteriores alegatos resultan infundados, pues el artículo 2o. de la Ley de Amparo establece que el juicio de amparo se sustanciará y decidirá con arreglo a las formas y procedimientos que se determinan en dicha ley, y sólo a falta de disposición expresa se estará a las prevenciones del Código Federal de Procedimientos Civiles. En esas condiciones, no asiste razón a los recurrentes, pues al dictar la sentencia recurrida la Jueza de Distrito lo hizo con estricto apego a lo dispuesto por el artículo 77 de la Ley de Amparo, que establece los requisitos que debe contener toda sentencia de amparo, consistentes en la fijación en forma clara y precisa de los actos reclamados y la apreciación de las pruebas conducentes para tenerlos por demostrados, también señaló los fundamentos legales en que se apoyó para declarar su constitucionalidad, con base en la correcta valoración de las pruebas que sirvieron de sustento a la autoridad responsable para emitir el acto reclamado; asimismo, contiene los puntos resolutivos, en los que concretó con claridad y precisión los actos por los que negó y concedió la protección constitucional, por lo que es inexacto que en ese aspecto opere la supletoriedad del Código Federal de Procedimientos Civiles, pues la ley especial aplicable al juicio de amparo prevé expresamente dichos requisitos, por lo que la Jueza a quo no estaba obligada a tomar en cuenta lo dispuesto por el artículo 222 del Código Federal de Procedimientos Civiles. Es aplicable en este aspecto, el criterio sustentado por la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis publicada en la página 79, Segunda Parte, del Informe de Labores de 1988, que dice: "AMPARO. APLICACIÓN SUPLETORIA DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 2o. de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el juicio de amparo se sustanciará y decidirá con arreglo a las formas y procedimientos que se determinan en el libro primero, ajustándose en materia agraria, a las prevenciones específicas a que se refiere el libro segundo, de la misma ley. A falta de disposición expresa, se estará a las prevenciones del Código Federal de Procedimientos Civiles. La aplicación supletoria del Código Federal de Procedimientos Civiles en los juicios de amparo debe entenderse con la limitación que prescribe el precepto antes transcrito; es decir, sólo cuando en la Ley de Amparo no exista disposición expresa respecto de aquellas instituciones establecidas por dicho ordenamiento, no reglamentadas, o reglamentadas deficientemente, en tal forma que no permita su aplicación adecuada, a condición de que las normas de la ley de enjuiciamiento civil invocada no pugnen con las de la citada Ley -29- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales." Ahora bien, no tienen razón los recurrentes cuando señalan que la Jueza de Distrito no tomó en cuenta las contradicciones antes resumidas, toda vez que de la lectura del auto de formal prisión que los sujeta a proceso por su probable responsabilidad en la comisión del delito de secuestro, no se sustenta únicamente en las declaraciones del agraviado y del testigo presencial Alberto Valdez Martínez, sino en el cúmulo de pruebas que los incriminan que fueron relacionadas y adecuadamente valoradas por la juzgadora federal, entre las que destacan las confesiones ministeriales de ... y del coacusado ... quienes confesaron su coparticipación en la ejecución de los hechos delictivos y relataron detalladamente las circunstancias de tiempo, forma y lugar en que los llevaron a cabo, por lo que, en tratándose de un auto de formal prisión, no se requiere que se tengan pruebas completamente claras que establezcan de modo indudable la culpabilidad de los acusados, sino sólo que los datos que arroja la averiguación previa sean bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable su responsabilidad, requisitos de fondo y forma que quedaron justificados, por lo que las supuestas contradicciones que se alegan son insuficientes para desvirtuarlas, por lo que procede desestimar dichos alegatos. En el mismo agravio se alega que la juzgadora federal no se pronunció respecto de las violaciones al procedimiento que hicieron valer en el escrito inicial de demanda, consistentes en que las firmas del agente del Ministerio Público fueron imitadas y que el secretario de Acuerdos del juzgado responsable rindió declaración en la averiguación previa, por lo que debió de excusarse para actuar en la causa penal de donde emana el acto reclamado, pues no se puede ser Juez y parte. Dichos agravios también son infundados, ya que de la sentencia recurrida se aprecia que la Jueza de Distrito estudió y válidamente desestimó los conceptos de violación relativos al declararlos infundados, con base en que el oficio que contiene la firma del Ministerio Público que pudiera considerarse diferente a la del funcionario que integró la averiguación previa, se refiere al acuerdo de diecinueve de febrero de dos mil dos, cuyo contenido no se relaciona con el desahogo de alguna prueba relacionada con los quejosos, ni trae aparejada la existencia de algún medio de convicción tendiente a desvirtuar los elementos de prueba en los que se fundó el acto reclamado, además que la afirmación dogmática de que se trata de firmas diferentes es inatendible, ya que no existe prueba alguna que la demuestre, y en cuanto a la excusa del secretario del juzgado, estimó que es innecesaria, pues la resolución reclamada fue dictada por el titular del juzgado que conoce del proceso y el citado funcionario sólo da fe de la existencia de dichas actuaciones. Los quejosos aducen que la juzgadora federal no tomó en cuenta que estuvieron detenidos por más tiempo que el señalado por la ley, ya que consta que fueron detenidos el veintiocho de febrero de dos mil dos, presentados ante el agente del Ministerio Público el nueve de marzo y puestos a disposición del Juez responsable hasta el veinte de marzo de ese año, en que se determinó el ejercicio de la acción penal. Los anteriores alegatos resultan infundados, -30- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. pues a fojas 468, 475 y 512, obran los acuerdos de once y doce de marzo de dos mil dos, mediante los cuales el Juez responsable, a petición del agente del Ministerio Público, decretó el arraigo domiciliario de ... por el plazo de quince días, a cuyo vencimiento se ejerció acción penal en su contra; en esas condiciones, es incierto que su detención haya sido ilegal y la consignación se hubiera hecho sin respetar los términos que marca la ley, por lo que el solo hecho de que hubieran estado sujetos a arraigo durante el lapso autorizado por la autoridad judicial no conlleva a presumir la existencia de coacción moral alegada al rendir su declaración ministerial, ni mucho menos que hayan sido objeto de tortura, pues como ya se determinó, tal circunstancia no fue acreditada con prueba fehaciente. En ese orden de ideas, el criterio que se hace valer con el rubro: "CONFESIÓN. CARECE DE VALOR PROBATORIO POR SÍ SOLA CUANDO EL ACUSADO ESTUVO DETENIDO DURANTE CINCO DÍAS, O MÁS, SIN SER PUESTO A DISPOSICIÓN DEL JUEZ RESPECTIVO, PUES ELLO HACE PRESUMIR COACCIÓN MORAL EN EL RENDIMIENTO DE SU DECLARACIÓN.", aunque respetable, no tiene aplicación al caso concreto, ya que la prolongación de la estadía de los quejosos a disposición del Ministerio Público, tuvo su fundamento legal en un mandato judicial, como lo es el arraigo que se decretó a petición del órgano investigador. Los inconformes alegan que la sentencia que les negó el amparo con base en la transcripción de las pruebas en que se apoyó el Juez responsable para dictar el acto reclamado, consistentes en las declaraciones ministeriales de las personas que intervinieron en la averiguación previa, la inspección ocular, confrontación, traslado y reconstrucción de hechos, dictámenes periciales, fe ministerial de lesiones, es ilegal porque no las analizó en forma pormenorizada y les da valor probatorio pleno, sin que dichas pruebas cumplan las formalidades esenciales del procedimiento a que se refieren los artículos 79, 88, 190, 197, 215 y 218 del Código Federal de Procedimientos Civiles que se transcriben. Asimismo, señalan que la Jueza Federal no tomó en cuenta que en las declaraciones ministeriales de los testigos y el agraviado, no los señalan como responsables de los delitos de secuestro y lesiones que se les imputan, pues en su estudio dijo que dichas declaraciones se corroboran con lo depuesto por Adriana Elizabeth Cruz Torres, Luis Mario Villasana Cano, José Hilario Sosa Rodríguez, Andrés Avelino Pérez Silva, Margarita Cruz Cárdenas, Sinecio del Ángel Aquino y Carlos Valdez Martínez, cuando son contrarias y contradictorias, por lo que con dichos elementos no se puede afirmar que están acreditados los citados delitos ni su probable responsabilidad, pues no los identifican ni señalan como las personas que intervinieron en los ilícitos, ni tampoco en la diligencia de reconstrucción de hechos; que debió aplicarse el principio de inmediatez procesal a la declaración inicial del agraviado, en la que dijo que sólo reconoció a uno de sus captores de apellido Sobrevilla; que si bien en la diligencia de confrontación el agraviado reconoció a ... como uno de sus captores, también lo es que al desahogar dicha prueba no se cumplieron las formalidades de ley; que la determinación de considerar que el Juez de la causa valoró correctamente el material probatorio que obra en autos para acreditar el delito de secuestro previsto por el artículo 141, fracción I, del Código Penal, es ilegal, pues -31- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. con las declaraciones de las personas antes citadas no se acredita su responsabilidad; enseguida, los recurrentes analizan cada una de dichas testimoniales, la inspección ocular, los dictámenes periciales rendidos por el arquitecto Roberto Rendón Hernández, las facturas de dos teléfonos celulares, las conversaciones telefónicas grabadas, lo anterior con el fin de concluir que, en forma aislada e individual, no son suficientes para demostrar la integración de los delitos ni su probable responsabilidad, con base en que no los señalan expresamente como responsables. Los alegatos antes sintetizados, que se estudian en conjunto por su estrecha vinculación, resultan infundados, ya que al realizar el estudio de la constitucionalidad del acto reclamado, la Jueza de Distrito no incurrió en las irregularidades que se le atribuyen, en la medida en que no estaba obligada a analizar si las pruebas en que se apoya fueron desahogadas con base en lo dispuesto por los preceptos del Código Federal de Procedimientos Civiles que citan los recurrentes, relativos a las pruebas y al arbitrio de que gozan los juzgadores para valorarlas; lo anterior es así ya que el artículo 78 de la Ley de Amparo establece que en las sentencias que se dicten en los juicios de amparo, el acto reclamado se apreciará tal como aparezca probado ante la autoridad responsable, que en el caso consiste en el auto de formal prisión dictado en contra de los recurrentes por el delito de secuestro, previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, de donde resulta, sin lugar a dudas, que dicho acto debe apreciarse tal y como se probó ante el Juez responsable, ya que las pruebas fueron aportadas y desahogadas en la etapa de averiguación previa y no durante el trámite del procedimiento del juicio de garantías, por lo que la Jueza de Distrito no tenía por qué acudir a la reglamentación de las pruebas a que se refieren los indicados artículos del Código Federal de Procedimientos Civiles, sino únicamente le correspondía analizar si la valoración de las probanzas llevadas a cabo por el Juez responsable, en uso del arbitrio judicial relativo a la valoración de las pruebas contenido en el artículo 269 del Código de Procedimientos Penales para el Estado, fue correctamente ejercido por la autoridad responsable, por lo que debe convenirse con la Jueza Federal que el acto reclamado cumple con los requisitos de forma y fondo que establece el artículo 19 constitucional, por lo que válidamente determinó en la sentencia recurrida negar la protección constitucional solicitada en contra de la parte del auto de formal prisión dictado en contra de los ahora quejosos, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de secuestro, previsto por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, porque las pruebas relacionadas y valoradas por dicho juzgador responsable, con base en las reglas que, para la valoración de las pruebas y la acreditación del cuerpo del delito, establece el Código de Procedimientos Penales para el Estado, son aptas y suficientes para demostrar el cuerpo del delito y la probable responsabilidad de los acusados, de modo que no se aprecia que al proceder de esa manera, la autoridad responsable haya incurrido en desacato del principio regulador de la valoración de las pruebas ni del arbitrio judicial a que se refiere el artículo 269 del Código de Procedimientos Penales para el Estado, al que dio debido cumplimiento, ya que no alteró los hechos, ni infringió las reglas fundamentales de la lógica, ni del raciocinio, ni las -32- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. disposiciones que norman el arbitrio judicial sobre el valor de las pruebas, pues si bien es cierto que las probanzas que mencionan los recurrentes en forma individual y aislada tienen el valor de indicios, también lo es que adminiculadas en su enlace lógico y natural, integran la prueba circunstancial con valor probatorio suficiente para justificar la probable responsabilidad penal de los acusados en la comisión del delito que se les reprocha, máxime que el acto reclamado se funda en las confesiones ministeriales de ... y del también inculpado ... rendidas ante el órgano investigador, en las que aceptaron haber coparticipado en la ejecución de dicho ilícito en el que conjuntamente se pusieron de acuerdo para privar de su libertad a ... con el fin de obtener un rescate, pues a cambio de liberarlo exigieron diez millones de pesos, y al momento de interceptarlo, uno de los copartícipes causó alteraciones en la salud del ofendido; que si bien no lograron su objetivo fue porque se establecieron retenes policiacos para localizar a la víctima que los obligó a dejarla en libertad y después insistieron ante los familiares del agraviado para exigir la entrega de ciento treinta mil pesos; confesiones que adquieren pleno valor probatorio, toda vez que se refieren a hechos propios de la materia de la imputación, fueron hechas en forma voluntaria por personas mayores de dieciséis años en pleno uso de sus facultades mentales, ante el agente del Ministerio Público investigador y en presencia de los licenciados Rodrigo A. Constantino Chávez, Donato Hernández Hernández y José Juan Cruz Hernández, a quienes designaron como sus abogados defensores, confesiones que se corroboran con la valoración conjunta y adminiculadas con la denuncia presentada por el agraviado, con la declaración del testigo presencial de cargo Alberto Valdez Martínez, quien conducía el vehículo interceptado por los activos para privar de la libertad al ofendido, con la diligencia ministerial de reconstrucción de hechos llevada a cabo en el lugar donde acontecieron, donde los sujetos activos precisaron la parte de los hechos en que intervinieron en el momento en que privaron de la libertad a ... quien sin dudas ni reticencias señaló e identificó a ... como uno de los autores de su secuestro y con el certificado médico donde se describen las lesiones sufridas por dicho agraviado. Material de prueba que valorado en conjunto y adminiculado entre sí en su enlace lógico y natural, en contra de lo que se alega, tiene eficacia probatoria plena para integrar el cuerpo del delito de secuestro y demostrar la probable responsabilidad de ... por lo que hasta el momento procesal en que se actúa, sus confesiones son aptas y suficientes para acreditar los elementos típicos del delito de secuestro y su probable responsabilidad. En este aspecto compartimos el criterio sustentado por la anterior integración de este órgano colegiado, en la tesis de jurisprudencia 657, publicada en las páginas 539 y 540 del Tomo II, Materia Penal, Octava Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19172000, que dice: "PRUEBAS EN MATERIA PENAL, APRECIACIÓN DE LAS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ). En el Estado de Veracruz existe el artículo 269 del código adjetivo penal, en el que en el capítulo relativo al valor de la prueba, a diferencia de otros códigos de sistema mixto, se adhiere a la escuela procesalista pura, del completo arbitrio -33- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. judicial, con la única obligación para los sentenciadores de dejar cuenta de su proceder para acatar las normas constitucionales de motivación y fundamentación, por lo que si al valorar las pruebas no se alteran los hechos ni se infringen las disposiciones que norman el ejercicio sobre el valor de las mismas o las reglas fundamentales de la lógica, los tribunales constitucionales no pueden válidamente sustituirse al juzgador natural en la apreciación de dichas pruebas." No es óbice para arribar a la anterior determinación, el alegato en que se sostiene que, al declarar en formal preparatoria, los quejosos se hubiesen retractado de sus declaraciones ministeriales, alegando que las hicieron porque fueron coaccionados físicamente por los policías aprehensores y aportaron la certificación del secretario del juzgado responsable en la que se hicieron constar alteraciones en su salud personal, pues tal circunstancia no desvirtúa las pruebas que justifican su probable responsabilidad en la comisión del delito que se les reprocha, pues como ya se dijo, no aportaron elemento de convicción idóneo para apoyar su retractación, por lo que sólo constituye una argumentación defensiva no acreditada y sí contradicha con los certificados médicos del perito médico forense Fernando Raúl Hernández Pinto, de la Dirección Regional de Servicios Periciales del Estado, que se recabaron durante la etapa de la averiguación previa, en los que se concluyó que al examinar a los inculpados, aquí quejosos, no se les apreciaron huellas de violencia física ni trastornos mentales. En esas condiciones, los inconformes no justificaron su aserto en el sentido de que fueron objeto de violencia por parte de sus captores, ni mucho menos que la agresión de que se quejan provino del agente del Ministerio Público ante quien declararon; de modo que fue correcto que la juzgadora federal no otorgara eficacia probatoria a esas retractaciones para hacer perder espontaneidad a su confesión inicial rendida ante el órgano investigador, por lo que merece validez probatoria por haber sido rendida ante dicha institución investigadora con las formalidades de ley, por lo que es aplicable al caso la tesis que invocó la Jueza a quo para apoyar su conclusión, con el rubro: "CONFESIÓN. DEBE COMPROBARSE LA COACCIÓN QUE EL QUEJOSO DICE SUFRIÓ PARA EMITIRLA, DE LO CONTRARIO, SU RETRACTACIÓN CARECE DE VALOR PROBATORIO.". Los promoventes del amparo alegan que les agravia la consideración de la Jueza de Distrito en la que estimó que el acto reclamado se encuentra debidamente fundado y motivado. Dicho alegato es infundado, ya que como válidamente lo sostuvo la Jueza de Distrito, el auto de formal prisión reclamado cumple cabalmente las garantías individuales tuteladas por el artículo 16 constitucional, pues el Juez responsable relacionó los elementos probatorios allegados durante la averiguación previa, realizó el juicio valorativo y expresó los razonamientos lógico-jurídicos que lo llevaron a la convicción de que los hechos delictuosos desplegados por los procesados, se adecuan a las hipótesis que prevén los preceptos de la ley que tipifican esos hechos, por lo que no puede sostenerse válidamente que el indiciado quede en estado de indefensión, pues no ignora cuáles son esos motivos y fundamentos. En esas condiciones, si el acto reclamado contiene los citados requisitos constitucionales, pues se -34- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. citaron los preceptos legales en los cuales se funda, las pruebas que justifican los elementos materiales del delito de secuestro previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado, y aquellas con las que se justifica la probable responsabilidad de los inconformes en su comisión, no puede afirmarse que carezca de fundamentación y motivación, en términos del artículo 16 de la Constitución Federal. En esas condiciones, el criterio que se hace valer con el rubro: "ORDEN DE APREHENSIÓN. FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. ASPECTOS QUE DEBE COMPRENDER.", fue cabalmente acatada por el Juez responsable, como correctamente lo determinó la Jueza Federal, pues como ya se dijo y ahora se reitera, contiene la relación de los elementos de convicción que arrojó la averiguación previa, así como la ponderación de cada uno de ellos y luego establece con qué pruebas se acreditan los elementos del tipo penal y con cuáles se justifica la probable responsabilidad de los acusados en su comisión. En este aspecto compartimos el criterio sustentado por la anterior integración de este Tribunal Colegiado en la tesis VII.1o.P.108 P, publicada en las páginas 804 y 805 del Tomo X, septiembre de 1999, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice: "FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, CASO EN EL QUE NO PUEDE HABLARSE DE FALTA DE, EN EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN.-Cuando el Juez del proceso penal externa un juicio valorativo sobre la eficacia de los elementos probatorios recabados en el sumario, así como de los presupuestos que integran el cuerpo del delito que se reprocha a los quejosos, en forma que no deja dudas sobre los hechos que le fueron imputados y se invoca el precepto de ley que tipifica esos hechos, no puede válidamente sostenerse que el auto de formal prisión carezca de motivación y fundamentación, porque en las condiciones apuntadas tampoco puede establecerse que los quejosos queden en estado de indefensión por ignorar cuáles son los motivos y fundamentos que dieron lugar para sujetarlos a la traba de la formal prisión." Los inconformes sostienen que la juzgadora federal nada dijo en relación con los criterios que se le propusieron, alegato que es infundado, pues de la lectura integral del escrito inicial de demanda no se advierte que se haya hecho valer en apoyo de los conceptos de violación, jurisprudencia o ejecutoria alguna. Los recurrentes alegan que el dicho de ... es insuficiente para demostrar la probable responsabilidad de ... en la comisión del delito de secuestro. Este argumento también es infundado, el acto reclamado no se funda únicamente en dicho testimonio, sino en que el propio ... confesó ministerialmente su coparticipación en la comisión de los hechos delictivos que se le reprochan. Por otro lado, aducen que el resultado de la diligencia de confrontación donde el agraviado señaló e identificó a ... como uno de sus secuestradores, no es suficiente para acreditar la probable responsabilidad en la comisión del secuestro que se les imputa, -35- AMPARO EN REVISIÓN 328/2002. alegato que deviene infundado, pues además de tal señalamiento, obra el que en contra del nombrado ... hizo el coacusado ... quien ante el Ministerio Público señaló que todos ellos (entre los que mencionó a ...) se pusieron de acuerdo en la forma en que llevarían a cabo el secuestro de ... en mérito de lo anterior, resulta incierto que en contra de tales quejosos únicamente exista la diligencia de confrontación, pues como ha quedado establecido, el acto reclamado se sustenta en las confesiones ministeriales de ... y el también coacusado ... pruebas que fueron debidamente analizadas por la Jueza de Distrito, que la llevaron a declarar la constitucionalidad del acto reclamado. En consecuencia, al haber resultado infundados los agravios analizados, procede confirmar la sentencia que se revisa y conceder y negar la protección constitucional solicitada, negativa que se hace extensiva a los actos de ejecución por emanar de un acto constitucional. Por lo expuesto, fundado y con apoyo, además, en los artículos 90 de la Ley de Amparo, 35 y 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se resuelve: PRIMERO.-Se confirma la sentencia recurrida. SEGUNDO.-La Justicia de la Unión no ampara ni protege a ... en contra del acto consistente en el auto de formal prisión dictado por el delito de secuestro previsto y sancionado por el artículo 141, fracción I, del Código Penal para el Estado. TERCERO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a ... en los términos señalados por la Jueza de Distrito. Notifíquese como corresponda; háganse las anotaciones en los libros de gobierno; con testimonio de la presente resolución, devuélvanse los autos a su lugar de origen y, en su oportunidad, archívese este expediente como asunto concluido. Así, por unanimidad de votos de los Magistrados Heriberto Sánchez Vargas, Sofía Virgen Avendaño y Gilberto González Bozziere, lo resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. -36-