informe permuta policía local

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INFORME 5.02.2016
RECIBIDO SOLICITUD DE INFORME JURÍDICO SOBRE PERMUTAS ENTRE POLICÍAS
LOCALES; ESTA
ESTA ASESORIA JURÍDICA PONE DE MANIFIESTO:
MANIFIESTO:
La figura de la permuta ha permanecido dentro de nuestro ordenamiento, como
la hermana menor de los procedimientos de provisión. Esta cualidad la ha
privado, en la mayoría de los casos, de una regulación concienzuda, ya que, al
depender en última instancia de la voluntad de la Administración, con
independencia de su obligación de motivar su actuación, ha sido esta la que
en función de criterios, unas veces laxos y otros rígidos, al amparo del
concepto tantas veces abusado de las “necesidades de servicio”, ha
determinado su concesión.
En lo que respecta a dicha figura dentro de la Administración Local en general,
y de su personal de los servicios de seguridad, regulados de forma coincidente
ambos, nos dice el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el
que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado
Público en su artículo tercero sobre el Personal funcionario de las Entidades
Locales: El personal funcionario de las entidades locales se rige por la
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legislación estatal que resulte de aplicación, de la que forma parte este Estatuto
y por la legislación de las comunidades autónomas, con respeto a la autonomía
local. Asimismo dice la norma: Los Cuerpos de Policía Local se rigen también
por este Estatuto y por la legislación de las comunidades autónomas, excepto
en lo establecido para ellos en la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.”
A su vez, el artículo 78 de la mentada norma, entre los principios y
procedimientos de provisión de puestos de trabajo del personal funcionario de
carrera, contempla la Permuta en términos generales, como instrumento. Al
mismo tiempo, la Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo de Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad a la que se refiere el art. 3.2 del EBEP en cuanto a la aplicación
normativa de los miembros de los Cuerpos de Policía Local, no regula los
procedimientos de provisión de puestos de trabajo, y por lo tanto la permuta;
como tampoco la contempla la legislación de la Comunidad Autónoma
Andaluza, la Ley 13/2001, de 11 de diciembre, de Coordinación de las Policías
Locales.
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Ante esta falta de regulación específica de la permuta tanto a nivel Estatutario
como Autonómico, debemos acudir a la normativa especial recogida en el
Reglamento de Funcionarios de la Administración Local, aprobado por Decreto
de 30 de mayo de 1952, el cual en su artículo 98 regula específicamente la
misma para los funcionarios de la Administración Local, estableciendo: Los
funcionarios podrán permutar los cargos que desempeñen en propiedad,
siembre que no hayan cumplido sesenta años, pertenezcan al mismo grupo o
categoría, y las plazas sean de idéntica clase. Asimismo, previene la norma
que: La aprobación de permutas corresponderá a la Autoridad u órgano
competente para otorgarlos nombramientos. Cuando lo fuera el Director
general de Administración Local, será preceptivo el informe previo de las
Corporaciones afectadas. Y finalmente: En ningún caso, las permutas
lesionarán derechos de otros funcionarios pertenecientes a los respectivos
escalafones.
Esta norma resulta en principio de aplicación en virtud de la regla de norma
especial, y vemos como en ella se cumple el aforismo jurídico que reza:
“adonde la norma no distingue no cabe distinguir”.
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No obstante, el Decreto 315/1964, de 7 de febrero, por el que se aprueba el
Texto articulado de la Ley de Funcionarios Civiles del Estado, continua vigente
en alguno de sus artículos, entre ellos su artículo 62, sobre Permutas, el cual
nos indica: El Subsecretario, en su Departamento, y el Vicepresidente de la
Comisión Superior de Personal, si se trata de Ministerios distintos, podrán
autorizar excepcionalmente permutas de destinos entre funcionarios en activo o
en excedencia especial siempre que concurran las siguientes circunstancias:
a. Que los puestos de trabajo en que sirvan sean de igual naturaleza y
corresponda idéntica forma de provisión.
b. Que los funcionarios que pretendan la permuta cuenten, respectivamente,
con un número de años de servicio que no difiera entre sí en más de cinco.
c. Que se emita informe previo de los Jefes de los solicitantes o de los
Subsecretarios respectivos.
2. En el plazo de diez años, a partir de la concesión de una permuta, no podrá
autorizarse otra a cualquiera de los interesados.
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3. No podrá autorizarse permuta entre funcionarios cuando a alguno de ellos le
falten menos de diez años para cumplir la edad de jubilación forzosa.
4. Serán anuladas las permutas si en los dos años siguientes a la fecha en que
tenga lugar se produce la jubilación voluntaria de alguno de los permutantes.
En primer lugar, caso de que esta norma fuera la aplicable, uno de los
requisitos exigidos por el artículo para realizar las permutas, es que la
diferencia de años de servicio entre los permutantes no debe ser de más de
cinco años, es decir debe ser inferior a cinco años, y no de más de cinco años,
lo que, en cualquier caso significa un impedimento.
En segundo lugar, deberíamos preguntarnos si esta norma es o no aplicable,
partiendo del principio básico relativo a todas las Administraciones Públicas
establecido en el artículo 103 de la CE, por el cual, las Administraciones se
encuentran sometidas al principio de legalidad, lo que implica que estas solo
pueden realizar o llevar acabo lo que la Ley le permite hacer.
Para responder a esta pregunta debemos examinar el carácter supletorio de la
Ley de Funcionarios Civiles del Estado en el caso que nos ocupa, para lo cual
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resulta conveniente exponer lo referido por el artículo 92 de la Ley de Bases de
Régimen Local, 7/1985: Los funcionarios al servicio de la Administración local
se rigen, en lo no dispuesto en esta Ley, por la Ley 7/2007,(vale lo dicho para
el RDL 5/2015, que regula el actual EBEP), del Estatuto Básico del Empleado
Público, por la restante legislación del Estado en materia de función pública, así
como por la legislación de las Comunidades Autónomas, en los términos del
artículo 149.1.18.ª (de la cual resulta la legislación estatal supletoria).
Dicha redacción “no contradice en principio” a la del artículo 3 del RDL 5/2015,
EBEP, sobre personal funcionario de las Entidades Locales, (toda vez que Ley
de Bases 7/1985, es una Ley Estatal), la cual se expresa en los siguientes
términos: El personal funcionario de las entidades locales se rige por la
legislación estatal que resulte de aplicación, de la que forma parte este Estatuto
y por la legislación de las comunidades autónomas, con respeto a la autonomía
local. Redacción que ha dado lugar a serios problemas de inseguridad jurídica,
cuando se intenta responder a la pregunta sobre la primacía del EBEP o de la
legislación Estatal específica a la que hace referencia el artículo, la cual nos
llevaría a introducirnos en un debate teórico, que estimo, no viene al caso.
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No obstante, podríamos afirmar que toda la legislación Estatal resulta en
principio supletoria de la legislación que regula las Entidades locales, por el
simple hecho de que esta proviene del Estado, y en aquellos supuestos en los
que la misma corresponda a la de las Comunidades Autónomas, la Ley Estatal
resulta también supletoria en virtud del mandato Constitucional.
Llegados a este punto, solo nos quedaría responder a la pregunta de que si la
Ley de Funcionarios del Estado del 64 ha de ser de aplicación directa si no
hubiera ninguna norma que regulara la permuta en las Entidades Locales;
supletoria para el caso de que dicha regulación fuera incompleta; o no resultar
aplicable.
En cuanto a su aplicación directa queda excluida, al existir ya una regulación
específica; el Reglamento de Funcionarios de la Administración Local,
aprobado por Decreto de 30 de mayo de 1952, el cual en su artículo 98 regula
específicamente la permuta para los funcionarios de la Administración Local.
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En relación a su carácter supletorio debemos tener en cuenta la Sentencia del
Tribunal Constitucional Pleno, S 16-1-2003,
nº 1/2003, BOE 43/2003, de 19
de febrero de 2003, rec. 2987/1995; en la que se hace alusión a la STC
37/2002, de 14 de febrero EDJ 2002/3379, la cual viene a establecer en lo que
aquí nos interesa que: el artículo 62 de la Ley de Funcionarios Civiles del
Estado, debe entenderse aplicable a los funcionarios de la Administración
General del Estado, y será supletorio para aquellas Administraciones que no
regulen la permuta en su normativa, lo cual no es el caso de la Administración
Local, de la que ya vimos, dispone del Decreto de 30 de mayo de 1952, como
norma reguladora de la figura.
Dicha conclusión encuentra a su vez apoyo en un oficio remitido por el
Ministerio de las Administraciones Públicas a través de su Dirección General
para la Administración Local con referencia MG/SG/324-PEL/2003 de fecha 23
de Octubre de 2.003 sobre la permuta en una Administración Local, en
contestación a una consulta realizada por el Servicio de Recursos Humanos de
la Diputación de Albacete, en el cual se afirma que: la Permuta entre
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funcionarios de la Administración Local se encuentra regulada en el art. 98 del
Reglamento de Funcionarios de la Administración Local de 1952, ya que dicho
precepto debe entenderse vigente porque ni ha sido derogado expresamente
por una norma posterior, ni esta forma de provisión ha sido nuevamente
regulada en el ámbito del régimen local.
Y a mayor abundamiento en la diferente regulación sobre un mismo supuesto
que establece uno u otro precepto, ya que en el artículo el art. 98 del mentado
Reglamento del 1952 se dice expresamente que: los funcionarios podrán
permutar los cargos que desempeñen en propiedad, siembre que no hayan
cumplido sesenta años; mientras que en el artículo 62 de la LFCE del 64, se
recoge lo siguiente: No podrá autorizarse permuta entre funcionarios cuando a
alguno de ellos le falten menos de diez años para cumplir la edad de jubilación
forzosa. Por lo que, aplicando esta norma, no podrían permutar los funcionarios
que hayan alcanzado en el mejor de los casos la edad de 56 años.
Observándose entonces la diferente regulación recogida en las dos, por lo que
la segunda nunca podrá suplir a la primera, a no ser que se adoptan diferentes
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soluciones para un mismo caso, lo cual convertiría la actuación en
incongruente.
Finalmente, al no resultar la mentada norma del 64 de aplicación directa, ni tan
siquiera supletoria, debe entenderse que no resulta de aplicación.
Es todo lo que pone de manifiesto esta Asesoría sobre el tema solicitado, sin
perjuicio de cualquier otra opinión fundada en mejor Derecho.
En Sevilla a 6 de febrero de 2.016
ASESORÍA JURÍDICA FSP/UGTFSP/UGT-ANDALUCIA.
ANDALUCIA.-
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