Juicio No - Corte Nacional de Justicia

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Juicio No. 144-2012 SDP
Juicio No. 144-2012 Resolución No. 55-2012
Actor: Miguel Altamirano Martínez Demandado: Johnny Altamirano Sisalima
Juicio No. 144-2012
CONJUEZA NACIONAL PONENTE:DRA. ROSA ÁLVAREZ ULLOA
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA – SALA ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. Quito.12 de abril de 2012. Las 11h15’.
VISTOS.- Practicado el resorteo de causas e integrado legalmente este Tribunal, conocemos el proceso, en
nuestras calidades de Jueza y Conjuezas de la Sala de la Familia, Niñez y Adolescencia, conforme a las
excusas presentadas por la Jueza Dra. María del Carmen Espinoza Valdiviezoy por el Juez Dr. Eduardo
Bermúdez Coronel, las que han sido debidamente aceptadas.
1.- ANTECEDENTES.- Sube el proceso en virtud del recurso de casación que interpone el actor Miguel
Ángel Altamirano Martínez contra la sentencia dictada por la Primera Sala Especializada de lo Civil de la
Corte Provincial de Justicia del Azuay (fs. 12y 12vta. del cuaderno de segunda instancia), de fecha 14 de
abril de 2011, a las 17h58, la que revoca el fallo dictado por elJuezDécimo Quinto de lo Civil de Cuenca (fs.
29vta. y30 del cuaderno de primera instancia) y declara sin lugar la demanda. Al no encontrarse conforme
con lo resuelto,el actor ha interpuesto recurso de casación que ha sido admitido por la Sala de lo Civil,
Mercantil y Familia de la Corte Nacional de Justicia con fecha 15 de noviembre de 2011, a las 11h45. Para
resolver se considera:
2.- COMPETENCIA.- La competencia de esta Sala está asegurada en virtud de que la Jueza yConjuezas
Nacionales que suscribimos hemos sido debidamente designados por el Consejo de la Judicatura de
Transición mediante Resoluciones No. 004-2012 de 25 de enero de 2012 yNo. 013-2012 de 24 de febrero
del 2012,respectivamente,habiendo sido designados para integrar esta Sala Especializada, por lo que
avocamos conocimiento conforme a lo establecido en el Art. 184.1 de la Constitución de la República, Art.
189.1 del Código Orgánico de la Función Judicial y Art. 1 de la Ley de Casación.
3.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- 3.1.- El demandado alega en su escrito de casación, en lo esencial,
que las normas de derecho que se han infringido son: de la Constitución Política del Estado el Art. 169 y
del Código de Procedimiento Civil los Arts. 18 y 121.
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3.2.- Las causales en las cualesfunda este recurso de casación son:“PRIMERA (1ra.) del Art. 3 de la LEY DE
CASACIÓN, es decir: Existe en la sentencia impugnada falta de aplicación del Artículo 169 de la Constitución
Política del Estado, y de los Artículos 18 y 121 del Código de Procedimiento Civil; falta que fue determinante en la
parte dispositiva de la sentencia que ahora impugno”; y, “TERCERA (3ra.) Del Art. 3 de la Ley de Casación, esto es:
Existe en la sentencia impugnada falta de aplicación de los preceptos jurídicos: Artículos 118 y 121del Código de
Procedimiento Civil, aplicables a la valoración de la prueba, que condujeron a la no aplicación de las normas de
derecho en la sentencia.”
4.- CONSIDERACIONES ACERCA DEL RECURSO DE CASACIÓN.- La casación es un medio de impugnación
extraordinario y supremo cuyo objetivo fundamental es atacar la sentencia para invalidarla o anularla por
los vicios de fondo y forma de los que puede adolecer; proceso que se verifica a través de un
cotejamiento riguroso y técnico de la sentencia con el ordenamiento jurídico vigente, para encontrar la
procedencia o no de las causales invocadas. Actividad jurisdiccional confiada al más alto Tribunal de
Justicia Ordinaria, que en el ejercicio de control de constitucionalidad y legalidad, lo que busca es
garantizar la defensa del derecho objetivo en aras de la seguridad jurídica, pilar fundamental en el que se
cimenta el Estado Constitucional de derechos y justicia; la igualdad de los ciudadanos ante la ley, así como
la unificación de la jurisprudencia a través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados
en fallos de triple reiteración.
5.- ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO EN RELACIÓN A LAS IMPUGNACIONES PRESENTADAS.5.1. INFRACCIONES DE NORMAS CONSTITUCIONALES.- La alegación de que se han vulnerado
disposiciones constitucionales reviste especial gravedad, pues la Constitución de la República se halla en
la cúspide del ordenamiento jurídico y su desconocimiento implicaría que las actuaciones que la
contravienen carecen de valor; ahora bien, es preciso señalar que con frecuencia los recurrentes
acostumbran invocar violaciones a las normas constitucionales sin determinar con claridad cómo es que
se ha cometido tal vicio, por lo que es necesario reiterar que no se puede, sin más, citarlas como
fundamento de la insatisfacción que provoca una resolución judicial; si a todo juzgador se le exige, en su
calidad de funcionario público, sujetar sus decisiones al texto constitucional, también es preciso requerir a
los justiciables que respeten esas normas. En el presente caso, el recurrente transcribe la norma
constitucional, Art. 169, sin referirse expresamente, a los errores en la subsunción de la situación fáctica a
dicha norma invocada y tampoco explica cómo podía haber cambiado la resolución, del Tribunal ad-quem
en caso de que hubiese aplicado esta norma. Sin embargo, no está por demás manifestar que el examen
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de ADN practicado entre el señor Miguel Ángel Altamirano Martínez y el menor Johnny Santiago
Altamirano Sisalema, no consta que se lo haya hecho dentro del proceso de impugnación de paternidad
instaurado en el Juzgado Décimo Quinto de lo Civil de Cuenca, tampoco se lo ha realizado como diligencia
previa ante juez competente, con conocimiento de la parte contraria, con lo que se violan directamente
por parte del actor las disposiciones constitucionales contenidas en los artículos 35, 44, 76 numeral 4 y
numeral 7, literales a) y c), 82 y 169. El hecho de que el Tribunal de último nivel no haya fallado de
conformidad con las pretensiones del actor, no significa en forma alguna que se hayan conculcado al
recurrente sus derechos constitucionales, por lo que es necesario indicar que no se puede, sin más, alegar
que se han infringido normas constitucionales, con el único fundamento de la insatisfacción que provoca
una resolución judicial que no declara con lugar una determinada pretensión. Se rechaza, por lo tanto, el
fundamento identificada por el casacionista como FUNDAMENTO II.
5.2.CAUSAL TERCERA.- Atendiendo al orden lógico en que deben ser analizadas las causales de casación
previstas en el Art. 3 de la Ley de la materia, es preciso, en el caso que nos ocupa, empezar con el análisis
de los cargos formulados por el recurrente con sustento en la causal tercera. Esta causal se refiere a lo
que en doctrina se denomina violación indirecta de la norma sustantiva, debiendo para su procedencia
cumplirse, necesariamente, con los siguientes requisitos concurrentes: 1. Identificación de manera precisa
del medio de prueba que a criterio del recurrente ha sido erróneamente valorado en la sentencia; 2.
Determinación de la norma procesal sobre valoración de la prueba que a su juicio se ha infringido; 3.
Demostración, con lógica jurídica, de la forma en que se ha violado la norma sobre valoración de la
prueba; y, 4. Identificación de la norma sustantiva o material que ha sido aplicada erróneamente o no ha
sido aplicada como consecuencia del error cometido al realizar la valoración de la prueba. En tal virtud,
cuando se fundamenta el recurso de casación en la causal 3ª. del Art. 3 de la Ley de Casación, es
obligación del recurrente señalar en forma clara, concreta y precisa cómo cada una de las normas
invocadas que contengan preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba, ha sido vulnerada y
por lo tanto ha incurrido en la causal invocada, y, cuál es la norma sustantiva que ha sido violada
indirectamente al aplicarse equivocadamente o no aplicarse en el fallo, a efecto de que el Tribunal pueda
fiscalizar la valoración realizada por la Corte Provincial. Es necesario recordar que la valoración de la
prueba es una facultad exclusiva y excluyente del juez de instancia como consecuencia de su
independencia, sin que el Tribunal de Casación tenga la facultad de revocarla, salvo en el caso de que la
valoración sea contraria a la razón, a las leyes, a la justicia. Así lo ha expresado en varios fallos la Primera
Sala de lo Civil y Mercantil de la Ex Corte Suprema de Justicia, (“Resoluciones No. 202-2002, publicada en el R.
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O. No. 710, de 22 de noviembre del 2002; No. 172-2002, publicado en el R. O. No. 666 de 19 de septiembre del
2002; y No. 224-2003, publicada en el R. O. No. 193 de octubre de 2003" G. J. No. 15 S. XVII pp.5007).De la lectura
y análisis de los cargos formulados por elrecurrente, se observa que lo que en realidad pretende es que el
Tribunal de valor a la prueba de ADN presentada con la demanda, esta valoración está vedada para la
Corte de Casación, pues el recurso supremo y extraordinario de casación no es una tercera instancia y no
está en la órbita de sus facultades jurisdiccionales revalorar la prueba, ni juzgar los motivos que formaron
la convicción del Tribunal de última instancia, a menos de que se justifique que la resolución a la que éste
ha arribado es absurda o arbitraria, lo que no ha sido debidamente sustentado en la especie. El recurrente
alega falta de aplicación de los Arts. 118 y 121 del Código de Procedimiento Civil. Señala que de
conformidad con estos artículos si los juzgadores consideraban que debía realizarse nuevamente el
examen de ADN, estaban plenamente facultados para disponer su práctica, sin necesidad de petición de
parte, sabiendo que lo que interesa es LA VERDAD. Y que por el Art. 121 del mismo cuerpo legal se
establece el valor probatorio que tienen las pruebas que han sido obtenidas, y en base a esta disposición
legal, SE CONVALIDA EL EXAMEN DE ADN practicado por una profesional en la materia. Señala el
recurrente que el Tribunal de última instancia dejó de valorar el examen de ADN realizado a su tiempo en
un laboratorio y por una profesional en la materia y que fue introducido con la demanda y reproducido en
la etapa procesal correspondiente; que a pesar del resultado de este examen -que determinó que el
demandado no es hijo biológico del actor-, con lo que inaplica las reglas invocadas y desecha la demanda.
Al respecto, se considera que a pesar de que es cierto que el artículo 280 del Código de Procedimiento
Civil establece que es obligación de jueces y tribunales suplir las omisiones de derecho en que incurran las
partes; esta facultad, no implica que el Juez esté autorizado a suplir las falencias en la actuación misma de
los litigantes.Por tanto, bien hizo el Tribunal de segundo nivel al dejar de apreciar el examen de ADN al
que hace referencia el recurrente, el que conforme deja establecido con toda claridad y con toda
pertinencia por cierto, que es completamente inútil, por tratarse de un medio de prueba ineficaz, por no
haber sido pedido, ordenado y actuado conforme lo exige la Ley. Surgiendo, inclusive elinterrogante ¿por
qué el actor Miguel Ángel Altamirano si tenía la seguridad de que no ser el padre del niño Johnny Santiago
Altamirano Sisalema, no solicitó la práctica del examen de ADN en la etapa probatoria, cumpliendo
estrictas normas procesales?Más aún si consideramos que en jurisprudencia existen fallos de triple
reiteración en el sentido de que las resoluciones judiciales dictadas en los juicios de filiación en los que no
conste haberse practicado la prueba de ADN en legal y debida forma no causan autoridad de cosa
juzgada sustancial (Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Tomo 1, Septiembre 2004, págs. 313 y
siguientes).Se desecha, por tanto, el cargo sustentado en la causal tercera del artículo 3 de la Ley de
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Casación.
5.3. CAUSAL PRIMERA: La causal primera establecida en la Ley de Casación vigente se refiere a los vicios
por erroresin iudicando, por violación de las normas sustantivas aplicables para resolver las cuestiones
objeto del proceso, no es materia de casación cualquier error de derecho, sino únicamente aquellos que
por su trascendencia tengan influencia decisiva en el fallo, así un fallo de la Ex Sala de lo Civil y Comercial
de la Ex Corte Suprema de Justicia declaró “para fines de casación, el error de derecho debe ser protuberante,
como doctrinariamente se exige, ostensible para el sentido común” (G.J. S.XVI, No. 4,Rossova vs. Fundación amigos
del Ecuador, p. 894). El recurrente en su escrito de interposición del recurso alega falta de aplicación de
normas de derecho en la sentencia, que son determinantes en su parte resolutiva y a más del Art. 169 de
la Constitución ya indicado anteriormente, alega falta de aplicación del Art. 18 del Código de
Procedimiento Civil que dice: “La jurisdicción legal nace por elección o nombramiento hecho conforme a la
Constitución o la ley; y la convencional por compromiso”; del Art. 121 del mismo cuerpo de leyes, que
manifiesta: “Art. 121.- Las pruebas consisten en confesión de parte, instrumentos públicos o privados,
declaraciones de testigos, inspección judicial y dictamen de peritos o de intérpretes. Se admitirá también como
medios de prueba las grabaciones magnetofónicas, las radiografías, las fotografías, las cintas cinematográficas,
los documentos obtenidos por medios técnicos, electrónicos, informáticos, telemáticos o de nueva tecnología; así
como también los exámenes morfológicos, sanguíneos o de otra naturaleza técnica o científica. La parte que los
presente deberá suministrar al juzgado en el día y hora señalados por el juez los aparatos o elementos necesarios
para que pueda apreciarse el valor de los registros y reproducirse los sonidos o figuras. Estos medios de prueba
serán apreciados con libre criterio judicial según las circunstancias en que hayan sido producidos. Se considerarán
como copias las reproducciones del original, debidamente certificadas que se hicieren por cualquier
sistema”.Según el recurrente, el juzgador dejó de aplicar dichasnormas, lo que hasido determinante de la
parte dispositiva de la sentencia impugnada,pero no cumple con el requisito de determinar en forma
sucinta, cómo la posible causal en relación a cada artículo mencionado, ha influido en la parte dispositiva
de la sentencia; inclusive revisado el contenido del Art. 18del Código de Procedimiento Civil se encuentra
que es ajena al asunto controvertido. Existe además contradicción en la fundamentación del recurrente,
quien alega falta de aplicación del Art. 121 del Código de Procedimiento Civil, con fundamento tanto en la
causal primera como en la causal tercera del Art. 3 de la Ley de Casación, lo que impide que prospere el
recurso, ya que las diferentes causales corresponden a motivos distintos, autónomos e independientes,
que no pueden conjugarse para sustentar un mismo cargo.
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6. DECISIÓN EN SENTENCIA.- Por las consideraciones que anteceden, este Tribunal de la Sala
Especializada de la Familia, Niñez y Adolescencia de la Corte Nacional de Justicia, ADMINISTRANDO
JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION
Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, no casa la sentencia pronunciada por la Primera Sala Especializada de lo
Civil de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, y por tanto desecha el recurso de casación interpuesto
por Miguel Ángel Altamirano Martínez. Se conmina al abogado defensor del recurrente a respetar el
principio de buena fe y lealtad procesal, conforme lo estipula el Art. 26 en relación con el Art. 330
numeral 2) del Código Orgánico de la Función Judicial. Sin costas.Actúe la Dra. Patricia Velasco Mesías,
como Secretaria Relatora encargada en virtud de la Acción de Personal No. 384 DNP de 8 de febrero de
2012.- Notifíquese y devuélvase.F) Dra. Rosa Álvarez Ulloa, CONJUEZA NACIONAL, Dra. Rocío Salgado
Carpio, JUEZA NACIONAL, Dra. Janeth Santamaría Acurio, CONJUEZA NACIONAL, que certifica. F) Dra.
Patricia Velasco Mesías, SECRETARIA RELATORA (E).
CERTIFICO:
Que las cuatro (4) copias que anteceden son tomadas de sus actuaciones originales constantes en el juicio
No. 144-2012 SDP (Resolución No. 55-2012) que sigue MIGUEL ALTAMIRANO MARTÍNEZ contra JOHNNY
ALTAMIRANO SISALIMA. La razón que antecede no contiene enmendaduras ni borrones.- Quito, 14 de
mayo de 2012.
Dra. Patricia Velasco Mesías
SECRETARIA RELATORA ( E )
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