Consejo Consultivo de Aragón DICTAMEN Nº 9 / 2014 Materia sometida a dictamen: Reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración derivada de la asistencia sanitaria prestada por el Servicio Aragonés de Salud. ANTECEDENTES Primero.- Con fecha 22 de noviembre de 2011 por “X” se presentó escrito, indicando como domicilio a efectos de notificaciones el de la abogada …, formulando reclamación por daños derivados de la calificada como incorrecta asistencia sanitaria que le fue prestada por el Servicio Aragonés de Salud, por lo que reclama una cantidad de 330.687,07 euros. De dicho escrito extraemos los siguientes párrafos: “PRIMERO: (...) (...) la reclamante fue diagnosticada en el año 1998, con apenas 25 años de edad, de ‘esófago de Barret’ y ‘estenosis esofágica’. Dicha dolencia le fue diagnosticada por un atragantamiento casual con un guisante, por el que tuvo que ser asistida en el Servicio de Urgencias del Hospital Clínico. (...) en ese mismo momento ya se hace constar la existencia de ‘estenosis esofágica a 30 cm. de arcada dental superior que impide el paso del endoscopio de adultos siendo preciso el uso de endoscopio infantil. Desde la citada fecha, la reclamante se fue sometiendo a revisiones periódicas de su dolencia, pese a no haber tenido nunca con posterioridad episodios similares a los del ‘guisante’, y sin incidencia alguna hasta el pasado día 26 de abril de 2007. (...) (...) resultan evidentes al menos dos hechos: el primero es que la estenosis que venía padeciendo la dicente no había requerido hasta la fecha más tratamiento que la revisión, y el segundo y más importante, que ésta impedía el paso de endoscopios que no fueran pediátricos de unos 6 mm de grosor. SEGUNDO: En el mes de febrero de 2007, la reclamante acudió a una de sus revisiones habituales, en la que el especialista que la trataba (...) consideró necesaria la realización de una endoscopia de control de la estenosis, para lo que solicitó la realización de la citada prueba a la unidad de endoscopias del mismo centro (...) siendo realizada por el Dr. … en fecha 22 de febrero de 2007, previa la firma por la paciente del correspondiente consentimiento informado (si bien se firma 1 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGON autorización para una endoscopia y no para una dilatación, desconociendo la reclamante que finalmente se le iba a practicar una dilatación). El Dr. …, hace constar en su informe que encuentra a 30 cm ‘una estenosis infranqueable’ y decide practicar una dilatación con balón neumático de 15 mm pese a la estrechez del esófago de la paciente. La consecuencia fue ‘se produce una laceración que sangra moderadamente’. (...) TERCERO: Tras la realización de la endoscopia de fecha 22 de febrero de 2007, el Dr. … consideró conveniente realizar nueva endoscopia de control y de conformidad con el criterio del especialista, se pidió con carácter preferente (...) la realización de una gastroscopia (...). En fecha 26 de abril de 2007, (...) se remite a la reclamante a la Unidad de Endoscopias para la realización de la endoscopia decidiendo el Dr. … en ese momento la realización de una nueva dilatación esofágica con balón neumático. (...) A su llegada a la Unidad, la paciente recordando la ‘laceración’ producida en su anterior experiencia, lo primero que advirtió al Dr. … fue que tuviera mucho cuidado y que recordara la necesidad de utilizar endoscopio pediátrico, por el tamaño de la estenosis, espetándole éste un seco ‘Ya sabemos lo que tenemos que hacer’. (...) El Dr. … no sólo no obtuvo el preceptivo consentimiento informado para la práctica de la dilatación que efectuó sino que ni tan siquiera informó someramente a la paciente de que le iba a realizar una dilatación, que iba a utilizar un endoscopio de adulto y mucho menos el riesgo inherente y las opciones de la paciente (...). (...) Así, en fecha 26 de abril de 2007, el mismo Doctor (...) realiza dilatación esofágica haciendo constar en su informe (...) que pese a la laceración sangrante que había provocado en su actuación de tan sólo dos meses antes, ha resultado ser el primer especialista en casi diez años que ha conseguido que la estenosis permita el ‘paso de gastroscopio de adultos’ e incluso pese a la extraordinaria estrechez detectada en todo su historial médico anterior consigue realizar una sesión de dilatación con balón de 18 mm ‘sin incidencias’, esto es, tres veces más del último grosor indicado para el endoscopio por un especialista anterior. El Doctor …, lejos de ‘extrañarse’ de su triunfo, envió a la paciente a su casa, todavía bajo los efectos de la sedación y sin haberla sometido a la más mínima revisión post-dilatación, por si pudiera advertirse la posibilidad de algún tipo de complicación dado el riesgo que entrañaba la prueba realizada, ni tan siquiera mantuvo una entrevista con su paciente a fin de preguntarle cómo se encontraba. (...) La reclamante salió del Hospital Clínico (...), sintiendo dolor inmediatamente después de la práctica de la prueba pese a lo cual la enfermera la envió a su casa sin examen alguno. Apenas transcurrida una hora ingirió, tal y como le habían advertido, un zumo y una tortilla francesa, desconociendo que había salido del hospital clínico con el esófago completamente perforado (concretamente con 13 cm. de perforación), y que cualquier alimento que entrara por su boca podía provocarle la muerte al introducirse en el organismo a través de la perforación del esófago, provocando una septicemia generalizada (como así ocurrió). Apenas transcurridos unos minutos desde la ingesta y dado el estado en el que había sido dado de alta, la reclamante comenzó a sentir unos dolores insoportables que alarmaron a su padre hasta tal punto que llamó a una ambulancia (...). 2 Consejo Consultivo de Aragón Ingresada por el Servicio de Urgencias, inmediatamente se detecta la existencia de una perforación esofágica tras dilatación, habiéndole producido peritonitis, neumomediastinitis aguda, derrame pericárdico, lesiones en cuerdas vocales y tráquea y posteriormente derrame pleural bilateral, siendo ingresada de urgencia a las 13,05 h (...), sin embargo, pese a la evidencia de la dolencia y la extrema gravedad y urgencia de la intervención no es operada (...) hasta las 16,40 h, con grave riesgo para su vida, y permaneciendo ingresada en UCI hasta el 22 de mayo de 2007 (...). (...) Finalmente, en fecha 31 de mayo de 2007 se le da el alta hospitalaria, continuando el control ambulatorio de las lesiones sufridas (...) CUARTO: (...) Dada la mala evolución de la sutura del esófago, en fecha 19 de octubre de 2009, la dicente fue intervenida en la Unidad de Cirugía Esofagogástrica del Hospital Miguel Servet, practicándole una esofagectomía transhiatal y una anastomosis esófago-gástrica a nivel cervical (...). Tras las intervenciones, al margen de las lesiones psicológicas y la grave afectación a su vida cotidiana la dicente presenta una extrema delgadez y una debilidad muy acentuada por sufrir vómitos y diarreas de forma permanente, presión mecánica sobre el corazón al ingerir mínimamente alimento. Al carecer de esófago está totalmente alterada la mecánica y la fisiología de la digestión. En fecha 5 de septiembre de 2011, la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social, resolvió reconocer a la reclamante en situación de Incapacidad Permanente absoluta para todo trabajo u oficio (...).” Solicita una indemnización total de 330.687,07 euros por los días de ingreso hospitalario, días impeditivos y no impeditivos, puntos de secuelas, factor de corrección e incapacidad permanente absoluta. Acompañan al escrito los siguientes documentos: • Diversos documentos de la Historia Clínica de la paciente. • Resolución por la que se reconoce la Incapacidad Permanente Absoluta. • Informe pericial de valoración del daño corporal. Segundo.- Por escritos de fecha 7 de diciembre de 2011, el Secretario General Técnico del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia comunica a la correduría de seguros Aon, Gil y Carvajal, S.A. y a la aseguradora Zurich España, S.A. la entrada de la reclamación de responsabilidad patrimonial. Mediante escrito de fecha 9 de diciembre de 2011, se requiere a la abogada de la reclamante para que proceda a subsanar su reclamación. Mediante notas interiores de fecha 13 de diciembre de 2011, se solicita la remisión de la historia clínica de la paciente a la Gerencia del Sector de Zaragoza II y a la Gerencia del Sector III, requiriendo además el envío del Parte de Reclamación del Seguro y los informes de los servicios correspondientes. 3 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGON Tercero.- Mediante oficio de fecha 13 de diciembre de 2011, se comunica a la reclamantes la entrada y la incoación de la tramitación se su reclamación de responsabilidad patrimonial. Cuarto.- Por nota interior de fecha 9 de enero de 2012, el Gerente del Sector de Zaragoza II remite la Historia Clínica de la paciente y el informe del Jefe de Sección de Cirugía General y Digestivo, en el que manifiesta lo siguiente: “Esta paciente presentaba una estenosis larga de esófago distal con esófago de Barret con ectopia y hernia hiatal. Como estaban contraindicadas nuevas dilataciones, dados los antecedentes y la longitud de la estenosis esofágica, se intervino quirúrgicamente con fecha 19/10/09 practicándole esofagectomía con transposición de tubo gástrico a nivel cervical. Respecto a las opiniones que se me piden, en primer lugar si la estenosis no permite pasar el endoscopio para dilatar o en la mucosa de esófago de Barret aparece displasia severa está indicada la esofagectomía. Respecto a la segunda pregunta, efectivamente las dilataciones neumáticas pueden evitar, si son efectivas, la cirugía. Lógicamente todas las actuaciones tienen su riesgo. La tercera cuestión respecto a la iatrogenia sufrida (perforación) sí que influyó en la necesidad de que la cirugía de urgencia fuese precoz (las guías quirúrgicas nos dicen que hay que realizarse en las primeras 12 horas de la perforación), ya que en caso contrario la morbimortalidad aumenta considerablemente. En cuanto a la cuarta consideración, la lesión esofágica favoreció las complicaciones postquirúrgicas inmediatas pero la enferma ya presentaba una estenosis esofágica previa (aunque no tan larga) sobre un esófago de Barret.” El 16 de enero de 2012, se remite la historia clínica de la paciente en el Hospital Lozano Blesa. El 2 de febrero de 2012, el Subdirector del Hospital Lozano Blesa remite informe emitido por el Jefe de Sección de Aparato Digestivo, en el que expresa que: “(...) a) Si en su opinión, estaba científicamente justificada la dilatación neumática practicada en 2005. La respuesta es sí. La paciente presentaba una estenosis péptica, larga, asociada a hernia de hiato y esófago de Barret. En estos casos la primera aproximación terapéutica es la dilatación endoscópica hasta que se consigue un calibre suficiente estimado entre 14 y 18 mms para permitir el paso del bolo alimenticio sin disfagia y con mínimo riesgo de impactación. Esta actuación está avalada por las guías de práctica clínica (...). Es proceder habitual programar dilataciones endoscópicas hasta conseguir el paso adecuado, especialmente si se observa respuesta positiva. Hay que recordar que esta paciente había sufrido varios episodios de impactación. Los síntomas de reflujo (pirosis, ardor, etc) estaban siendo controlados con inhibidores de bomba de protones. b) Si en su opinión estaban científicamente justificadas las dos dilataciones sucesivamente practicadas en 2007, considerando la previa evolución asintomática de la paciente. 4 Consejo Consultivo de Aragón La respuesta es también sí y siguen siendo válidas las consideraciones de la respuesta anterior. El informe de la endoscopia claramente señala que la estenosis es infranqueable con el endoscopio. Es bien conocido que con esas condiciones la deglución de alimentos está seriamente comprometida. La referencia a la ausencia de síntomas, en modo alguno presupone que la paciente llevaba una alimentación estándar. La aparición de laceraciones y sangrado tras una dilatación NO es una complicación sino la consecuencia lógica de una dilatación efectiva. Las sesiones de dilatación se espacian para dar tiempo a la cicatrización de la laceración y evaluar el resultado final, en términos de calibre, de la sesión previa. Ello determina si es precisa una nueva sesión. El margen entre la dilatación terapéutica y la perforación es estrecho por lo que las sesiones se realizan con bujías o balones de forma progresiva a fin de que los tejidos del esófago vayan cediendo. Lo normal es que tras una dilatación se gane en diámetro de la luz esofágica, pero ésta suele ceder al poco tiempo. Es por ello que las dilataciones deben repetirse hasta que se considera que el paciente no precisa más por persistir la mejoría en sucesivas exploraciones. c) Si se dieron factores predisponentes o sobrevenidos durante el procedimiento que pudieron favorecer la iatrogenia. Según consta en el informe de la endoscopia, durante la misma no se advirtieron incidencias. Hay que hacer señalar que la paciente salió de la unidad asintomática y recuperada de la sedación. De hecho, la paciente así lo manifestó a una de las enfermeras de la unidad. d) Si había otras alternativas de tratamiento para la enfermedad que padecía la paciente (esófago de Barret). El esófago de Barret era un problema menor en esta paciente y es consecuencia de la enfermedad de base, el reflujo gastroesofágico, que es también la causa de la estenosis, que era la patología dominante y que se estaba tratando endoscópicamente. El tratamiento endoscópico es la primera opción de tratamiento de las estenosis benignas de esófago y sólo se plantea la cirugía cuando se fracasa la endoscopia o se complica como ocurrió eventualmente en este caso. En los últimos años se admite, antes de plantear la cirugía y cuando han fracasado las dilataciones, la implantación endoscópica de una prótesis expandible en esófago que realiza las funciones de dilatación durante unas semanas. Posteriormente se retira por endoscopia. Los resultados son muy limitados por lo que la cirugía sigue siendo la mejor opción si fracasan las dilataciones. e) Si previamente a la realización de alguno de los 3 procedimientos de dilatación (2005 y 2007), se informó a la paciente de forma verbal y/o escrita sobre la posibilidad de sufrir una lesión esofágica como consecuencia del procedimiento. En caso de información verbal, interesa conocer el contenido. Este punto quedó suficientemente aclarado y documentado por los forenses en las diligencias del Juzgado de Instrucción nº 4 de Zaragoza (...). En este sentido, quiero resaltar que en la Unidad de Endoscopia Digestiva no se realizan procedimientos programados sin el consentimiento informado debidamente firmado por el paciente, en cuyo texto queda claramente explicitado la posibilidad de complicaciones que incluyen hemorragia y perforación. Esta información se refuerza mediante explicación oral del procedimiento.” Quinto.- Por nota interior de fecha 13 de febrero de 2012, se solicita a la Dirección General de Servicios Jurídicos que remita la documentación relativa a las diligencias previas mencionadas en el expediente. El 23 de febrero de 2013, desde la Dirección General de Servicios Jurídicos se comunica que no consta la personación de la Comunidad Autónoma o el Servicio Aragonés de Salud en las mencionadas diligencias, por lo que se carece de documentación al respecto. 5 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGON Sexto.- Mediante oficio de fecha 29 de febrero de 2012 se requiere a la abogada de la reclamante que aporte al procedimiento la documentación relativa a las diligencias penales. La documentación requerida es aportada mediante la presentación de escrito al efecto de fecha 7 de marzo de 2012. Séptimo.- Obra en el expediente el Informe de la Inspección Médica, elaborado por el Doctor … de fecha 13 de marzo de 2012, en el que señala lo siguiente: “(...) 6. JUICIO CRÍTICO En el caso analizado, el esofagograma y fibrogastroscopia habían puesto de manifiesto la existencia de un stop completo ampuliforme a nivel del tercio medio-inferior del esófago con contracciones adinámicas marcadas y con dilatación esofágica superior, todo ello como consecuencia de una obstrucción aguda motivada por patología crónica (enfermedad de Barret, ectopia, hernia hiatal y reflujo gastroesofágico) y tal y como confirmó la endoscopia, dicha estenosis, situada a 30 cms de la arcada dental superior, impedía el paso del esofagoscopio de adultos. La enfermedad de Barret estenosante es la transformación metaplásica del epitelio del esófago (considerada precancerosa) que se acompaña de importante estrechamiento de la luz esofágica como consecuencia de la fibrosis cicatricial. Esta enfermedad exige controles endoscópicos periódicos y tratamiento dilatador, que está indicado como línea de actuación preferente, puesto que su efectividad puede retrasar e incluso evitar la extirpación del esófago (esofaguectomía), operación que queda reservada a los casos en los que existe malignización (cáncer) o fracaso de la técnica dilatadora (imposibilidad para deglutir sin problemas a pesar del tratamiento). La justificación del tratamiento dilatador queda en este caso reflejada en una historia clínica con episodios de atragantamiento y necesidad de ingerir líquidos para poder deglutir e incluso de ingreso hospitalario por atragantamiento con persistencia de cuerpo extraño en el esófago (un guisante ocluía completamente la luz esofágica). En 2005 la paciente presentaba una estenosis péptica larga cuya aproximación terapéutica era la dilatación hasta conseguir un calibre suficiente (normalmente 17-18 cms) que permitiese asegurar el paso del bolo alimenticio sin disfagia ni riesgo de impactación (detención alimenticia, que esta paciente ya había sufrido). En ese momento se consiguió una dilatación de 15 mms. En la enfermedad que padecía la paciente, la dilatación alcanzada suele retroceder con el tiempo (recurrencia de la estenosis), siendo éste el motivo que justifica repetir las dilataciones con calibre progresivamente creciente. Por tanto, si en la endoscopia siguiente se observa un retorno del tono muscular estará indicado efectuar dilataciones progresivas. En 2007 se comprobó la recurrencia, lo que suponía un riesgo de disfagia a corto plazo, por lo que se indicó dilatación múltiple, en cuya primera sesión se consiguió recuperar los 15 mms del año 2005 sin complicaciones (sólo presentó laceración superficial que no contraindica sucesivas dilataciones siempre que estas se espacien para permitir la cicatrización, tal como se hizo en este caso), efectuando la segunda dilatación el 26-04-07, en la que se alcanzó un diámetro de 18 mms sin reportarse ninguna queja ni síntoma anormal durante el procedimiento. Las estenosis no se deben dilatar más allá de los 20 mms, considerando que un resultado es satisfactorio si se obtiene una dilatación de 17-18 mms. Por tanto, los procedimientos efectuados el 22-2-07 y el 26-4-07 estaban correctamente indicados, como así lo reconoce el auto de archivo de diligencias emitido por la Audiencia Provincial, Fundamento de Derecho Primero: ‘se han practicado en las diligencias sumariales una pericia objetiva e imparcial por médicos forenses, quienes llegan a la conclusión de que la praxis médica realizada es conforme a la lex artis’. 6 Consejo Consultivo de Aragón En la actualidad, más de la mitad de las perforaciones esofágicas (50-70%), se deben a procedimientos médicos. La mortalidad de la perforación traumática de esófago varía ampliamente según autores en función de los tipos de lesiones y el tratamiento posible en cada una de ellas. La mayor mortalidad (68%) se produce en las perforaciones del esófago torácico cuando su diagnóstico se retrasa más de 24 horas (en el caso analizado, el diagnóstico de la lesión esofágica se efectuó precozmente, así como el tratamiento quirúrgico que la misma requería). En cuanto a la información recibida sobre el riesgo de lesión, constan dos consentimientos fechados el 22-2-07 y el 22-3-07 en los que se indica como posible complicación, entre otras, la perforación, que puede requerir ingreso hospitalario e incluso cirugía urgente. En el auto judicial, Fundamentos de Derecho se indica: ‘A ello debe añadirse la existencia de dos consentimientos informados en donde consta que la recurrente tuvo conocimiento de los posibles efectos adversos de la técnica médica en ella realizada’. Tanto la intervención quirúrgica efectuada el 26-04-07 como las complicaciones inmediatas tras dicha intervención (síndrome de Distress respiratorio del adulto, necesidad de intubación prolongada, de nutrición parenteral, de toracocentesis evacuadota y de transfusiones ) resultan achacables a la lesión iatrógena (así lo indica el Jefe de la Unidad de Cirugía Esofagogástrica). Por último, la esofaguectomía practicada el 19-10-09 estaba justificada por la imposibilidad de continuar con el tratamiento conservador, debido a la fibrosis deparada por la propia enfermedad e incrementada por la cicatriza de la perforación. Como consecuencia de esta segunda intervención de esofaguectomía sufrió las siguientes complicaciones: derrame pleural y fístula cervical, así como las secuelas digestivas que padece la paciente. 7. CONCLUSIONES No puede negarse la relación de causa a efecto entre el procedimiento de dilatación neumática del esófago efectuado el 26-4-07 y la necesidad de someterse a intervención quirúrgica urgente para la sutura de una lesión esofágica (desgarro lineal) de causa iatrógena, que se complicó con Síndrome de Distress respiratorio del Adulto, derrame pericárdico y pleural bilateral, necesidad de intubación prolongada, nutrición parenteral, toracocentesis evacuadora y transfusiones. La esofaguectomía que sufrió 2 años después fue consecuencia de la estenosis, deparada en parte por la propia enfermedad y en parte por la fibrosis secundaria al desgarro, lo que justificó el tratamiento quirúrgico corrector (esofaguectomía). No se han demostrado vulneraciones de la lex artis en los procedimientos empleados para el manejo de este caso, siendo la perforación esofágica un riesgo inherente al tratamiento con dilatación neumática múltiple, técnica científicamente recomendada para evitar la recurrencia de disfagia a corto plazo, recurrencia que tiene lugar cuando sólo se efectúa una sesión de dilatación. La bibliografía recomienda un tiempo de espera entre las dilataciones y por este motivo, la segunda sesión se efectuó meses después de lograrse la dilatación subóptima (15 mms), respetando por tanto el ‘tempus’ de espera antes de intentar alcanzar el resultado óptimo (18 mms). Del riesgo de perforación fue oportunamente informada la paciente, así como de la posibilidad de requerir cirugía en caso de darse complicaciones como la sucedida, cuyo precoz diagnóstico y tratamiento urgente permitió reparar directamente la lesión, a pesar de lo cual, posteriormente apareció nuevamente estenosis. Este hecho y la carga psicológica que conllevaría el tratamiento dilatador (por el antecedente iatrógeno sufrido) justificó optar por la esofaguectomía, con las secuelas enunciadas en el informe del médico forense, que no resultan achacables a mala praxis.” Este informe es remitido a la correduría de seguros Aon, Gil y Carvajal, S.A. 7 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGON Octavo.- Obra en el expediente dictamen médico de la Asesoría Médica Dictamed I & I, S.L., de fecha 19 de junio de 2012, elaborado por especialistas en aparato digestivo, en el que se expresan las siguientes conclusiones: “1. La paciente (...), que había sufrido varios episodios de disfagia-impactación alimentaria, fue diagnosticada correctamente de estenosis esofágica secundaria a reflujo gastroesofágico, hernia hiatal y Barret, siendo remitida a consulta de Digestivo, siendo seguida mediante consulta y gastroscopias periódicas. 2. Pese a que la paciente no presentaba mucha sintomatología, la historia de impactación alimentaria y el escaso calibre de la estenosis, de menos de 9 mm, hacían aconsejable la dilatación de la estenosis, como ya se realizó hasta 15 mm en 2005. 3. Tras una nueva dilatación hasta 15 mm, en febrero de 2007, el Dr. … trata de conseguir 2 meses después la resolución de la estenosis tras observar que el calibre había mejorado, aunque no lo suficiente y realiza nueva dilatación hasta un calibre teórico de 18 mm. La paciente había firmado el consentimiento, donde se hace referencia a una eventual dilatación. 4. Se produjo una perforación esofágica con mediastinitos y peritonitis secundarios; que requirió una intervención de urgencias, confirmando los hallazgos y una posterior, programada a los 2 años de la primera. La perforación es una complicación infrecuente pero posible. 5. Por tanto, a la vista de la documentación analizada, el proceder diagnóstico y terapéutico del S. Aragonés de Salud se ajustó a la lex artis, ofertando al paciente los procedimientos terapéuticos adecuados a los datos clínicos, pese a lo cual no se pudo evitar que se produjese una complicación desgraciada e infrecuente.” Noveno.- Mediante oficio de fecha 2 de julio de 2012, se comunica a la abogada de la reclamante la apertura del trámite de audiencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 11 del RD 429/1993, de 26 de marzo. El 13 de julio de 2012, la abogada se persona en la Unidad de Responsabilidad Sanitaria del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, retirando copia íntegra del expediente. El 24 de julio de 2012, la abogada presenta escrito de alegaciones, reafirmando las posturas mantenidas en el escrito inicial de reclamación. El 2 de octubre de 2013, la abogada solicita que se agilice la resolución del procedimiento. Décimo.- Consta en el expediente la propuesta de resolución de fecha 28 de noviembre de 2013, por la que se propone desestimar la reclamación, por entender que la asistencia sanitaria prestada a la paciente fue conforme a la lex artis. Undécimo.- El Consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia solicitó del Consejo Consultivo de Aragón dictamen preceptivo, mediante escrito de fecha 3 de diciembre de 2013, registrado de entrada el día 10 de diciembre de 2013, adjuntando 8 Consejo Consultivo de Aragón borrador de la Orden resolutoria, original del expediente administrativo y relación índice de los documentos que lo conforman. CONSIDERACIONES JURIDICAS I El dictamen solicitado entra dentro de las competencias del Consejo Consultivo de Aragón tal y como se regula en el artículo 15.10 de la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón, que dispone la necesidad de consulta preceptiva al Consejo en el supuesto de “reclamaciones administrativas de indemnización de daños y perjuicios de cuantía superior a 6.000 euros”. Ello significa, dada la cuantía de la indemnización solicitada en este caso, el carácter preceptivo del Dictamen que se emite por este Consejo. En función de lo preceptuado en los artículos 19 y 20 de la misma Ley 1/2009, resulta competente la Comisión para la emisión del dictamen. II El Consejo Consultivo ha de pronunciarse acerca de si, a la vista del expediente tramitado por el órgano competente de la Administración Autonómica, procede o no estimar la reclamación de indemnización económica presentada en relación con daños ocasionados, según se alega, por la prestación deficiente de la asistencia sanitaria, debiendo concretar específicamente, por mandato del art. 12.2 del Reglamento aprobado por R.D. 429/1993, de 26 de marzo, la existencia o no de relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión producida, con valoración, en su caso, del daño causado y la cuantía y modo de la indemnización, considerando los criterios legales de aplicación. Por lo que se refiere a la normativa aplicable, ha de recordarse que en el Derecho español vigente la institución de la responsabilidad patrimonial de la Administración, constitucionalizada en el art. 106.2 de la Constitución, atribuye a los particulares derecho a ser indemnizados de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, y se cumplan los demás requisitos dispuestos por el ordenamiento jurídico (art. 139 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común). Los requisitos para que sea declarada la responsabilidad patrimonial de la Administración, según reiterada y pacífica formulación doctrinal y jurisprudencial del régimen de Derecho Positivo sobre la materia, pueden resumirse del siguiente modo: 1º) la efectiva realización del daño o perjuicio evaluable económicamente e individualizado en relación con una persona o grupo de personas; 2º) que el daño o lesión sufrido por el reclamante sea 9 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGON consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación directa de causa a efecto sin intervención extraña que pueda influir en el nexo causal; 3º) que el daño o perjuicio no se hubiera producido por fuerza mayor; y 4º) que no haya prescrito el derecho a reclamar (cuyo plazo se fija legalmente en un año, computado desde la producción del hecho o acto que motive la indemnización o desde la manifestación de su efecto lesivo). III En el supuesto que nos ocupa, la reclamación se ha presentado dentro del plazo para ello y ha sido dirigida a la Administración Pública competente por persona que ostenta suficiente legitimación al efecto. IV En cuanto al fondo del asunto y siguiendo nuestra doctrina consolidada y la jurisprudencia sobre la materia a la que también nos hemos referido repetidamente, no cabe duda de que en el ámbito de la sanidad la producción de responsabilidad administrativa no siempre está ligada a un fracaso en la actuación de los medios personales y materiales de la Administración, dado que en la sanidad asistencial el éxito no puede garantizarse nunca, sino que la responsabilidad se vincula a una utilización conforme a los principios de buena práctica médica (lex artis ad hoc) de dichos medios personales y materiales. A esos efectos conviene recordar, en primer lugar, que el Consejo de Estado (Dictámenes 166 y 692/1999, de 11 y 25 de marzo, entre otros) y la Comisión Jurídica Asesora, antecesora de este Consejo Consultivo de Aragón (Dictamen 132/2003, de 23 de septiembre, Dictamen 178/2003, de 2 de diciembre, entre otros) vienen sustentando de forme reiterada y con palabras semejantes a las que reproducimos a continuación que: “para apreciar la existencia de responsabilidad patrimonial es preciso acudir a parámetros como la ‘lex artis’, de modo que tan sólo en caso de una infracción de esta ley cabrá imputar a la Administración de la cual dependen los servicios sanitarios la responsabilidad por los perjuicios causados. En el caso de que no se infrinja la ‘lex artis’, ha de concluirse que tales perjuicios no son imputables a la Administración y han de ser soportados por el particular sin que generen, en modo alguno, el derecho a percibir una indemnización”. Al mismo tiempo el Tribunal Supremo tiene declarado que según el artículo 141.1 de la LPAC sólo serán indemnizables las lesiones producidas al particular provenientes de daños que éste no tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley, pues lo contrario convertiría a las Administraciones Públicas en aseguradoras universales de todos los riesgos sociales, lo que no resulta acorde con el significado de la responsabilidad extracontractual aunque sea objetiva o por resultado (Vid. Sentencia del Tribunal Supremo de 10 de febrero de 2001). 10 Consejo Consultivo de Aragón V Tras lo expuesto, se considera que puede ya plantearse si la asistencia sanitaria prestada a la reclamante fue la adecuada, de modo que pueda considerarse que se está ante unos hechos que no constituyen un daño antijurídico conforme a la propia definición legal de éste recogida en el artículo 141.1 de la LPAC, y si fueron suficientes los medios con los que aquella asistencia fue dispensada, dentro de los disponibles. Para llegar a una conclusión sobre el fondo se considera necesario analizar y valorar los hechos acreditados en el expediente y, de forma especial, los informes emitidos dado el carácter técnico que los mismos tienen, que este Consejo Consultivo, por su carácter, no puede confrontar con criterios propios de esta naturaleza. La reclamante sostiene que no se le prestó la asistencia sanitaria debida: así, se le practicó endoscopia con endoscopio de adultos, siendo que padecía una estenosis esofágica que sólo permitía el paso de endoscopio infantil; se le sometió a dilatación esofágica sin su consentimiento (no se le informó de que en las endoscopias de febrero y abril del 2007 se le iba a practicar una dilatación); en la primera de las dilataciones citadas se le produjo una laceración y en la segunda una perforación del esófago que motivó una intervención quirúrgica de urgencia y, tiempo después, una esofaguectomía, causándole diversas secuelas. Aporta, como apoyo de sus argumentos, un informe pericial elaborado por un especialista en valoración del daño corporal, que afirma que la paciente recibió una mala asistencia médica, ya que, hasta el año 2007, las endoscopias digestivas que se le practicaron tuvieron que realizarse con endoscopio infantil (ante la imposibilidad de hacerlas con el de adultos), y, además, en la dilatación con balón neumático practicada en abril de 2007 no se siguieron los protocolos de actuación clínica. En primer lugar, debemos destacar que la paciente fue debidamente informada de la técnica que se iba a practicar; así, existen dos documentos de consentimiento informado debidamente firmados por ella, en los que consta la realización de la endoscopia, la posibilidad de dilatación y sus posibles complicaciones, entre las que se encuentra la perforación del esófago. Por otra parte, las dos dilataciones controvertidas, estaban debidamente programadas y así consta en la historia clínica. En segundo lugar, y en contra de lo manifestado por el especialista en valoración del daño corporal, todos los informes incorporados al expediente (los facultativos intervinientes, la inspección médica, los médicos forenses que intervinieron el procedimiento penal y los especialistas en aparato digestivo consultados por la aseguradora) consideran que la dilatación de la estenosis de la reclamante estaba indicada para evitar las posibles complicaciones. Así se hizo en el año 2005 y, posteriormente, en dos sesiones en febrero y abril de 2007. Igualmente, todos los informantes mencionados consideran que las dilataciones fueron realizadas de acuerdo con la lex artis ad hoc y que la complicación que desgraciadamente sufrió la reclamante y que le produjo las secuelas actuales está recogida en el consentimiento informado firmado por ella y, a pesar de ser infrecuente, es posible que se produzca. 11 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGON Por tanto, una valoración conjunta de las pruebas que obran en el expediente, reseñadas en los antecedentes, que se acaban de reproducir parcialmente o de citar, lleva a este Consejo a estimar que no se ha acreditado la existencia de una mala o inadecuada praxis que permita concluir que no fue observada la lex artis ad hoc, ni que los medios utilizados y los tratamientos dispensados a la paciente fueran inadecuados o insuficientes, por lo que falta el nexo de causalidad necesario para que la pretensión de responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria formulada pueda prosperar. En mérito a lo expuesto, el Consejo Consultivo de Aragón formula el siguiente DICTAMEN: Que, en conformidad con la propuesta de resolución, procede desestimar la reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración por la incorrecta asistencia sanitaria prestada a “X”. En Zaragoza, a veintiuno de enero de dos mil catorce. 12