República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA Magistrado ponente SL4397-2015 Radicación n.° 42505 Acta 11 Bogotá, D. C., quince (15) de abril de dos mil quince (2015). Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por TATIANA MARÍA WILCHES MUTO, contra la sentencia proferida por la Sala Séptima de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el 27 de febrero de 2009, en el proceso que instauró la recurrente contra la EMPRESA DISTRITAL DE TELECOMUNICACIONES DE BARRANQUILLA ESP EN LIQUIDACIÓN y a BARRANQUILLA TELECOMUNICACIONES S.A. ESP. I. ANTECEDENTES 1 Radicación n.° 42505 Tatiana María Wilches Muto llamó a juicio a las sociedades Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla ESP en Liquidación, en adelante la EDT de Barranquilla, y a Barranquilla Telecomunicaciones S.A. ESP, en adelante BATELSA, con el fin de que se declarara que el despido de que fue objeto el 25 de mayo de 2004, fue colectivo y sin justa causa, y no produjo ningún efecto, por no haber sido autorizado en forma previa por el Ministerio de la Protección Social; que el 23 de mayo del mismo año sucedió una sustitución patronal de la primera a la segunda de la demandadas; y que el contrato de trabajo indefinido suscrito entre ella y la primera de las accionadas se encuentra vigente, y a cargo de la segunda demandada. Como consecuencia de lo anterior, solicitó que se condenara a las demandadas, así: Como pretensiones principales solicitó, primero condenar a las dos demandadas, y en forma solidaria, a pagarle los salarios, primas de servicios, de navidad, de vacaciones, de antigüedad, de alimentación, los auxilios, y las bonificaciones que se causaron desde el 25 de mayo de 2004, con los incrementos anuales desde el 1º de septiembre de 2004 y de cada uno de años subsiguientes conforme al IPC del año inmediatamente anterior, y las cotizaciones a Salud y Pensiones; segundo, al pago de las diferencias salariales, primas de servicios, vacaciones, navidad y de antigüedad causadas entre el 1º de marzo de 2002 y el 24 de mayo de 2004, debido a la vulneración del principio de «a trabajo igual, igual salario»; y tercero al pago de 2 Radicación n.° 42505 los intereses moratorios, más las costas del juicio, incluyendo las agencias en derecho. Como pretensiones subsidiarias de la primera principal condenatoria, peticionó condena exclusivamente en contra de BATELSA, a reintegrarla al cargo que desempeñaba o a otro de igual o superior jerarquía; al pago de los salarios, primas de servicio, de vacaciones, de navidad, de antigüedad, de alimentación, los auxilios, bonificaciones entre el despido y el reintegro, con los aumentos anuales que se produzcan por la variación del IPC después del 1º de septiembre de 2004, junto con la cotizaciones a Salud y Pensiones, sin solución de continuidad. Como subsidiaria de la primera pretensión principal y de la primera pretensión subsidiaria, ambas condenatorias, solicitó que se condene en forma solidaria a ambas demandadas al pago de la pensión proporcional de jubilación convencional, a partir del 13 de junio de 2004, cuando cumplió 47 años de edad, indexada entre la fecha del retiro y la fecha de reconocimiento de la pensión. Como subsidiaria de la primera pretensión principal, y de las primera y segunda pretensión subsidiaria, las tres de naturaleza condenatoria, solicitó que se condene en forma solidaria a las accionadas al pago de la indemnización plena de perjuicios causado por el despido sin justa causa, equivalente al valor de las mesadas pensionales por concepto de pensión de jubilación que hubiere devengado 3 Radicación n.° 42505 de no haber sido despedida, desde el 13 de junio de 2014 hasta su vida probable, o en su defecto una suma superior a 4000 gramos oro. Como pretensión subsidiaria de la primera pretensión principal y de la primera pretensión subsidiaria, ambas condenatorias, requirió que se condene en forma solidaria a las demandadas, al pago del reajuste de la indemnización por despido sin justa causa, de las cesantías e intereses, debidamente indexados; en su defecto, impele condenar a ambas demandadas al pago de la suma de $1.020.000 por concepto de indemnización por el no suministro de uniformes de trabajo o el pago a cargo de las demandadas de la indemnización moratoria. Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que la EDT de Barranquilla es una empresa industrial y comercial del Distrito, y sus servidores tienen el carácter de trabajadores oficiales; que la citada entidad está en liquidación, conforme a la Resolución No. 001621 del 21 de mayo de 2004 emitida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, en tanto que BATELSA es una empresa de servicios público mixta, regida por el derecho privado; y que entre ambas sociedades se suscribió un contrato de arrendamiento de un establecimiento de comercio, en donde EDT de Barranquilla actuó como arrendador y BATELSA como arrendatario, para que ésta prestara los servicios de telefonía y suplementarios en la citada ciudad, el cual comenzó a regir desde el 23 de mayo de 2004, por lo que a partir de la misma fecha se produjo 4 Radicación n.° 42505 una sustitución patronal de la EDT de Barranquilla a BATELSA, en donde se mantuvo la misma unidad de explotación económica, cambiando solo el titular de la misma. Manifestó que prestó servicios laborales, primero a la EDT de Barranquilla, y luego a favor de BATELSA, sin solución de continuidad, entre el 17 de junio de 1987 y el 21 de julio de 2004, en el cargo de auxiliar II; que la EDT de Barranquilla, entre el 1º de marzo de 2002 y el 24 de mayo de 2004, le pagó un salario básico inferior al que le sufragó a los señores Nereida Cera Rodríguez, Judith Vélez de Quintero y Ricardo Betancourt Martínez, a pesar de que todos realizaban la misma labor, en las mismas condiciones de jornada de trabajo y grado de eficiencia. Expresó que su contrato de trabajo estuvo vigente hasta el 21 de julio de 2004, y el servicio de BATELSA inició el 23 de mayo del mismo año, por lo que se alcanzó a establecer una relación laboral entre ella y ésta compañía, dado que el contrato de trabajo se prolongó sin solución de continuidad. Sin embargo señaló, que la EDT de Barranquilla la despidió en desarrollo de la orden de disolución y liquidación de la misma, y con pago de la indemnización prevista en el artículo 19 de la convención colectiva de trabajo, en adelante CCT, cuando ya se había hecho efectiva la sustitución patronal, y por ende sin que ésta tuviese facultad para ello porque ya no era su empleador, hecho que sumado al despido de más del 80% de los trabajadores de la misma, lo convierte en colectivo, y 5 Radicación n.° 42505 además sin previa autorización del Ministerio de la Protección Social. Informó que el despido le causó graves perjuicios por concepto de daño emergente, tanto que si no prospera la pretensión de que el contrato de trabajo continuó vigente, perderá el derecho a la pensión proporcional de jubilación prevista en el artículo 42 de la CCT, a partir de la fecha de cumplimiento de los 47 años de edad. Indicó que es afiliada al Sindicato de Trabajadores de la EDT de Barranquilla, organización que suscribió una CCT con vigencia hasta el 31 de agosto de 1999, la que se viene prorrogando en forma automática desde el 1ro de septiembre de ese mismo año, por lo que dicho acuerdo colectivo se encuentra vigente. Que la CCT prevé en su cláusula 6 además de la naturaleza jurídica de la EDT de Barranquilla y de la clase de trabajadores que tiene, la figura de la sustitución patronal en los casos de «transferencia de bienes y servicios al sector privado o a otras entidades estatales (…) o de división o fragmentación o cualquier otro fenómeno de desmembración que afecte la actual estructura de la Empresa Distrital de Telecomunicaciones y sus establecimientos»; en la cláusula 15 la estabilidad laboral de sus trabajadores, y que el despido colectivo no produce efectos cuando se haga sin el previo permiso del Ministerio del Trabajo y de la Seguridad Social; la acción de reintegro en los eventos de despido sin justa causa cuando el trabajador tiene más de 7½ años de servicio continuo; y la pensión especial de jubilación proporcional en el artículo 42, con 10 o más años 6 Radicación n.° 42505 de servicios en la empresa y 47 años de edad para el caso de las mujeres. Comentó que la EDT de Barranquilla le liquidó en forma errada la indemnización por despido sin justa causa, por cuanto tomó 55 días de salario correspondiente a la proporcionalidad de un año de servicios cuando debió ser 60 días de salario, conforme a la cláusula 19 de la CCT; que además le quedó adeudando 3 dotaciones de uniforme, las diferencias de salario y su incidencia en las primas de servicios, navidad, vacaciones, cesantías e intereses y en la indemnización por despido sin justa causa. Por último señaló que nació el 13 de junio de 1967, por lo que el mismo día y mes del año 2014 cumplió 47 años de edad. Al dar respuesta a la demanda, BATELSA, se opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos, negó algunos y expresó que no le constaban otros. Como razones de la defensa expuso que entre la accionante y ellos nunca existió una relación de trabajo ni contrato alguno; que son independiente de la EDT de Barranquilla, y lo único que existe entre ambos es que ellos tomaron en arriendo un establecimiento de comercio de la segunda de las sociedades del cual solo forman parte algunos activos fijos y otros circulantes prestación del directamente servicio de relacionados telefonía pública con la básica conmutada y servicios suplementarios, convenio del que las partes excluyeron laborales o expresamente pensionales y cualesquiera contratos de pasivos trabajo del arrendador, por lo que nunca se presentó el fenómeno de 7 Radicación n.° 42505 sustitución patronal alegada; indicó que en su organización no se ha suscrito y por ende no rige ninguna CCT, y que el único trabajador de la misma es su gerente. En su defensa propuso las excepciones de mérito de inexistencia de vínculo laboral con BATELSA, inexistencia de obligaciones, carencia de acción, inexistencia de solidaridad y de sustitución patronal entre las demandadas, y la de prescripción. La EDT de Barraquilla igualmente se opuso a las pretensiones de la demanda. En cuanto a los hechos aceptó el referido a su naturaleza jurídica y el estado de liquidación en que se encontraba; el extremo inicial de la relación laboral con la accionante, y aclaró que el extremo final fue el 23 de mayo de 2004; la existencia de una CCT precisando que las misma se aplica exclusivamente a trabajadores y no a extrabajadores. Acerca de los demás hechos indicó que no le constaba o que no eran ciertos. Como razones de la defensa manifestó que entre ellos y BATELSA nunca se dio una sustitución patronal como lo pregona la actora. Propuso las excepciones de mérito de prescripción, inexistencia de la obligación frente a la sustitución patronal, inexistencia de sustitución patronal, buena fe de la demandada, prescripción de cualquier aspiración a reintegro, inexistencia del derecho a la pensión convencional, incompatibilidad de la pensión con el estado de despido indemnizado y compensación, y compartibilidad pensional. 8 Radicación n.° 42505 Durante el decurso del proceso, mediante sentencia CC T-768/2005, la Corte Constitucional concedió el amparo a las personas que fueron desvinculadas de la EDT de Barranquilla derivado de la orden de disolución y liquidación de la misma, y que durante el trámite de la acción de tutela alegaron la condición de madre cabeza de familia o de discapacitados, para que previa notificación a las mismas por parte de la accionada del contenido de esa providencia, pudieran solicitar su reintegro si lo estimaban oportuno, demostrando alguna de las dos calidades mencionadas, evento en el cual debía hacerse efectivo el mismo junto con el pago de los emolumentos laborales pertinentes entre la fecha de retiro y hasta el fin de la existencia jurídica de la EDT de Barranquilla. Mediante la resolución No. 78 del 15 de noviembre de 2005, de la EDT de Barranquilla (folios 480 a 490), el citado reintegro se ordenó a favor de la accionada, al demostrar ser madre cabeza de familia, la que se hizo efectivo el 16 de noviembre de 2005 en el cargo de Asistente de la Liquidación, junto con el pago de los derechos laborales entre el 21 de julio de 2004, fecha del despido, y el 15 de noviembre de 2005, por concepto de salarios y demás emolumentos dejados de percibir entre las fechas mencionadas, quedando la actora a deber la suma de $41.412.169,39 correspondiente al valor de la indemnización por despido que se le había sufragado, vinculación laboral que se mantuvo, sin solución de continuidad, hasta el 15 de diciembre de 2006, debido a que en la misma fecha, mediante la Resolución EDT 095, culminó la existencia jurídica del mencionado ente, y los 9 Radicación n.° 42505 pasivos pensionales fueron asumidos por la Dirección Distrital de Liquidaciones de Barranquilla. En forma adicional, también durante el desarrollo del proceso judicial, sobrevino la liquidación de BATELSA, efectiva mediante escritura pública No. 531 del 1º de diciembre de 2007, registrada en la Cámara de Comercio de Barranquilla el 12 de diciembre del mismo año (folio 540). II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Juzgado Segundo Laboral de Descongestión del Circuito de Barranquilla, al que le correspondió el trámite de la primera instancia, mediante fallo del 30 de abril de 2008 (fls. 543 a 560), resolvió condenar a la EDT de Barranquilla a pagar a la actora $22.671,50 pesos por concepto de diferencia de indemnización convencional, debidamente indexada, y la absolvió de los restantes cargos promovidos en su contra. Así mismo exoneró a BATELSA de todas las pretensiones. A continuación negó la declaración pretendida de sustitución patronal, y declaró probada de oficio la excepción de petición antes de tiempo, por lo que en consecuencia absolvió a la EDT de Barranquilla de la petición relacionada con el reconocimiento y pago de la pensión proporcional de jubilación. III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA La Sala Séptima de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, ante la 10 Radicación n.° 42505 apelación formulada por la parte demandante, mediante fallo del 27 de febrero de 2009 resolvió confirmar la sentencia de primera instancia. En lo que interesa al recurso extraordinario, sobre la pensión proporcional de jubilación consagrada en el artículo 42 de la CCT vigente «para el periodo 1 de septiembre de 1997 al 31 de agosto de 1999», luego de transcribir el texto del mismo, expresó lo siguiente: Pues bien, la demandada funda su defensa arguyendo que la pensión convencional objeto nuclear del litigio solo se reconoce a quienes tengan una vinculación laboral vigente con la empresa, haciendo énfasis que esta normativa no cobija a los exempleados de esa entidad. Conviene precisar que entre las partes litigantes existió un vínculo laboral entre el lapso comprendido entre el 17 de junio de 1987 al 21 de julio de 2004, extremos temporales que devienen de las pruebas documentales contentivas de la liquidación de prestaciones sociales, visibles a folios 27 a 28 del expediente. Entre tanto, del contexto de la norma convencional atrás transcrita su enunciado es de una literalidad clara (…) Así las cosas al interpretar la cláusula materia de análisis se considera que la locución “Los empleados que presten o hayan prestado …”, estampada en la cláusula convencional objeto nuclear de la petición, a nuestro juicio, no se hace distinción, ni se fija condición alguna para que se cause el derecho a la pensión proporcional, y solo se exige el cumplimiento de la prestación de servicios en los lapsos allí fijados y las edades para los hombres y mujeres, bajo ese entendido es predicable que estamos frente a una norma convencional que es absolutamente clara, no es ambigua, tampoco tiene un alcance restringido. (…) Ahora bien, adentrándonos al asunto de la pensión especial convencional se observa que en autos se arrimó el registro civil de nacimiento de la demandante visible a folio 118, mediante el cual se infiere sin lugar a dudas que la demandante nació el 13 de junio de 1967, a su vez, se pone de manifiesto que aquella cumple los cuarenta y siete años de edad el 13 de junio de 2014, es de advertir que la situación del derecho a la pensión 11 Radicación n.° 42505 convencional materia de análisis, se encuentra proscrito por cumplirse el presupuesto de la edad a posteriori de la calenda 31 de julio de 2.010, según lo reglado por el parágrafo transitorio 3º del Acto Legislativo No. 01 de 2005, por el cual se adiciona el artículo 48 de la Constitución Política (…). Así las cosas, razonando de esa guisa y prohijando la norma constitucional aludida llegamos a la conclusión insoslayable que la pensión especial convencional deprecada se encuentra sujeta al cumplimiento de la expectativa de la edad que es un elemento configurativo del derecho a disfrutarla, y, desde luego, no estamos frente a un derecho adquirido (…) En conclusión, en este caso especial que nos ocupa la atención no cabe condena a futuro por ser incierto el cumplimiento de la edad que es un presupuesto constitutivo del derecho y se encuentra prohibido por el transcrito parágrafo transitorio Constitucional, las anteriores razones son suficientes para rectificar tesis sostenida en asunto similar, en tal virtud, resulta impróspera esta petición. En este orden de ideas, se impone la confirmación de la sentencia materia de esta apelación. IV. RECURSO DE CASACIÓN Interpuesto por la parte accionante, concedido por el Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver. V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN Pretende la recurrente que la Corte case la sentencia recurrida, «en cuanto absolvió a la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla S.A. ESP de pagar a la demandante, cuando ésta cumpla los 47 años de edad, la pensión restringida de jubilación prevista en el literal b) del artículo 42 de la convención colectiva firmada por dicha empresa con el sindicato SINTRATEL el 23 de octubre de 1997», para que, en sede de instancia, revoque el fallo de primer grado «en cuanto hace con dicha absolución», para que en su lugar, previa la declaración de que el reintegro efectuado en cumplimiento de la 12 Radicación n.° 42505 sentencia T-768 de 2005, por ser de carácter precario y temporal, no alcanzó a satisfacer las peticiones primera y segunda principal de la demanda, de manera que se «condene solidariamente a las demandadas a pagarle a la demandante dicha pensión convencional restringida proporcional de jubilación ». En forma subsidiaria solicitó que si llegare a considerar que el reintegro precario de la demandante a partir del 16 de noviembre de 2005 satisfizo las peticiones primera y segunda de la demanda, «en sede de instancia revoque el fallo de primer grado en cuanto absolvió de pagar la pensión restringida convencional de jubilación y en su lugar se abstenga de resolver sobre ésta pretensión dada su naturaleza subsidiaria de las dos primeras pretensiones de la demanda que se dan por satisfechas.» Con tal propósito formuló un solo cargo por la causal primera de casación laboral, y que mereció réplica por ambas demandadas, se procede a resolver. VI. CARGO ÚNICO Textualmente lo presenta así: Por la vía indirecta se acusa el fallo del tribunal por aplicación indebida de los artículos 467, 468, 471, 473, 476 y 478 del Código Sustantivo del Trabajo, el último subrogado por el artículo 38 del Decreto Legislativo 2351 de 1965; artículos 4, 5, 6, 7, 8, 16, 38 y 40 del Decreto 2351 de 1965; lo cual se llevó a la infracción de los artículos 13, 39, 53 y 55 de la Carta Política; así como el parágrafo transitorio 3 del Acto Legislativo Nº 01 de 2005, por el cual se adiciona el artículo 48 de la Constitución Política; 1494, 1518, 1530, 1531, 1536, 1538, 1540, 1541, 1542, 1602 y 1618 del Código Civil; artículo 5, 8, 11 y 36 de la Ley 6ª de 1945; 19, 52, 53 y 54 del DR 2127 de 1945; 60, 61 y 145 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social; 174 y 177 del Código de Procedimiento Civil; violaciones legales originadas en errores evidentes de hecho, los que a su vez derivaron de la apreciación equivocada de las pruebas y piezas procesales (…). 13 Radicación n.° 42505 Señaló como errores evidentes de hecho en que incurrió el juez colegiado, los siguientes: 1) Dar por demostrado, sin estarlo, que la Resolución Nº SSPD 001621 del 21 de mayo de 2004 fue publicada. 2) No dar por demostrado, estándolo, que el establecimiento de comercio de propiedad se (sic) la Empresa Distrital de Comunicaciones de Barranquilla, que le fue arrendado a Barranquilla de Comunicaciones S.A. – BATELSA – continuó cumpliendo el objeto social. 3) No dar por demostrado, estándolo, que el contrato de trabajo de la demandante la empleadora estaba obligada por acuerdo colectivo a dar aplicación a los artículos 2º, 5º, 6º, 7º, 8º, 16 y 40 del decreto 2351 de 1965. 4) No dar por demostrado, estándolo, que la sociedad denominada “Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla” cobró a los usuarios de sus servicios hasta el 13 de abril de 2004; y a partir del 14 de abril de 2004 fue la sociedad denominada “Barranquilla telecomunicaciones S.A. ESP” la que cobró a los mismos usuarios por los mismos servicios. 5) No dar por demostrado, estándolo, que la demandante fue despedida sin justa causa después del 23 de mayo de 2004, de la unidad de explotación económica que en dicha fecha prestaba el servicio de telecomunicaciones en Barranquilla. 6) No dar por demostrado, estándolo, que cuando la sociedad denominada “Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla” dejó de prestar el servicio de telecomunicaciones en todo el distrito de Barranquilla en el mes de mayo de 2004, el mismo servicio se continuó prestando, sin solución de continuidad y en la misma unidad de explotación económica por la sociedad denominada “Barranquilla Telecomunicaciones S.A. ESP”. 7) No dar por demostrado, estándolo, que la demandante tiene derecho a la pensión proporcional consagrada en el artículo 42 de la convención colectiva de trabajo firmada el 23 de octubre de 1997 entre Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla ESP, y el Sindicato de Trabajadores SINTRATEL, por no haber terminado el contrato de trabajo por despido con justa causa. 8) No dar por demostrado, estándolo, que la obligación contraída por el empleador en la norma convencional aludida en el numeral anterior se estipuló cuando la demandante era trabajadora de la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla, llevaba más de diez años a su servicio y era beneficiaria de la contratación colectiva; y que dicha convención aún se encontraba vigente en el momento de la terminación del contrato de trabajo de la actora, sin justa causa. 14 Radicación n.° 42505 9) No dar por demostrado, estándolo, que el literal b) de la norma convencional aludida en los numerales que anteceden, no limita o condiciona el derecho a la pensión allí consagrado a que, en el momento de cumplir la edad allí requerida el beneficiario se encuentre al servicio de la empresa. 10) No dar por demostrado, estándolo, que la intención de las partes que formaron la convención colectiva aludida en los numerales que anteceden, fue la de que el trabajador beneficiario de la misma, que cumpla el requisito del tiempo de servicio, adquiere y no pierde el derecho a la pensión consagrada en el artículo 42 por el hecho de retirarse o que sea retirado de la empresa antes de cumplir la edad exigida, salvo que el retiro se produzca mediante despido con justa causa, caso en el cual “se pierden” tales derechos especiales de jubilación. 11) No dar por demostrado, estándolo, que la Empresa Distrital de telecomunicaciones de Barranquilla S.A. ESP, ha interpretado que el derecho a la pensión de jubilación especial consagrado en el artículo 42 convencional aludido en los numerales que anteceden se adquiere aun cuando la edad de los 50 o 47, según se trate de hombre o mujer, se cumpla después de que el trabajador se retire de la empresa. 12) (sic) 13) No dar por demostrado, estándolo, que conforme a la convención colectiva de trabajo las demandadas incurrieron en despido colectivo de trabajadores. 14) No dar por demostrado, estándolo, que las demandadas estaban obligadas por convención colectiva de trabajo a cumplir lo previsto en la ley para las entidades particulares en caso de despido colectivo de trabajadores. 15) No dar por demostrado, estándolo, que en el despido intempestivo de la demandante y demás trabajadores que laboraban en el establecimiento de comercio de propiedad de la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla que le fue arrendado a Barranquilla Telecomunicaciones S.A. ESP, se birlaron los derechos constituciones (sic) de la demandante a su estabilidad laboral, a la contratación colectiva y a la asociación sindical. 16) No dar por demostrado, estándolo, que la pensión que reclama la demandante es la consagrada en el literal b) del artículo 42 de la convención colectiva aludida en los numerales que anteceden y se trata de una pensión restringida de jubilación, por haber laborado más de diez (10) años y menos de veinte (20) al servicio de la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla y no haber sido despedida con justa causa. 17) No dar por demostrado, estándolo, que desde la creación de la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla, mediante el Acuerdo Municipal 003 de 1967, se previó en el artículo 13 de este último, que el municipio de Barranquilla asumiría la totalidad del pasivo y demás 15 Radicación n.° 42505 obligaciones a cargo de dicha entidad en el momento de la terminación o liquidación de ésta. 18) No dar por demostrado, estándolo, que aun cuando la demandante fue reincorporada al trabajo en el transcurso del presente proceso, ello sólo ocurrió de forma temporal: “hasta el 23 de mayo de 2006 o eventualmente hasta tanto se de la existencia jurídica de la EDT que puede ser antes de la mencionada fecha…”, dándose por terminado el contrato nuevamente el 15 de diciembre de 2006, por decisión unilateral de la demandada aduciendo “terminación de contrato por disolución de la empresa”. 19) No dar por demostrado, estándolo, que el reintegro temporal, ocurrido del 15 de diciembre de 2005 al 15 de diciembre de 1006 (sic), debido a su precariedad no tuvo el mérito suficiente para satisfacer las peticiones primera y segunda de la demanda. Acusó como pruebas erróneamente valoradas, todas las que conforman el acervo probatorio, las cuales son: 1. La Resolución Nº SSPD 001621 del 21 de mayo de 2004 a folios 235 a 237. 2. Las respuestas a la demanda de folios 167 a 178 y 186 a 201. 3. Registro Civil de nacimiento a folio 118. 4. Convención colectiva de trabajo que obra a fls 62 a 97, firmada el 23 de octubre de 1997 entre la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla S.A. “ESP” y el Sindicato de Trabajadores ‘SINTRATEL’, depositada el 27 de octubre de 1997, folio 98. 5. Carta de despido a folio 26. 6. Contrato de arrendamiento a folios 99 a 110. 7. Certificación sobre la calidad de sindicalizada de la demandante a fl 29 8. Documentos de folios 119 a 128. 9. Comunicado de prensa de folios 129 a 131, mediante el cual Barranquilla de Telecomunicaciones BATELSA informó a la ciudadanía de Barranquilla la continuidad en la prestación del servicio público que venía prestándose por Empresa Distrital de Telecomunicaciones S.A. ESP. En liquidación. 10. Resolución 280 del 24 de noviembre de 2000 (folios 111 a 113), mediante la cual la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barranquilla ESPO reconoce la pensión proporcional del literal b) del artículo 42 de la convención colectiva del 23 de octubre de 1997 al señor MANUEL JOSÉ SALTARÍN quien se había desvinculado por renuncia voluntaria del 30 de julio de 1989. Y Resolución Nº 091 del 6 de abril de 2004 a folios 91 a 94. 11. Documentos de folios 20 a 25 y 33 a 34, mediante los cuales la demandante hizo las reclamaciones administrativas pertinentes. 16 Radicación n.° 42505 12. Documentos de folios 30 y 31 según los cuales la Empresa Distrital de Telecomunicaciones de Barraquilla cobró el servicio de teléfono hasta el 13 de abril de 2004 y Barranquilla de Telecomunicaciones cobró el mismo servicio desde el 14 de abril de 2004. 13. Liquidación definitiva de la actora a folios 21, 28, 202, 203. 14. Certificados de existencia y representación de las demandadas a folios 149, 150 a 152 y 155 a 157. 15. Acuerdo 038 del 23 de diciembre de 1996 del Consejo Distrital de Barranquilla, a folios 143 a 148. 16. Contrato de arrendamiento entre Promociones y Construcciones del Caribe Ltda. & Cia. SCA y Barranquilla Telecomunicaciones S.A. (FLS 276 a 291). 17. Liquidación del contrato con fecha 15 de diciembre de 2006, a folios 526 a 527. 18. Resolución Nº 78 del 15 de noviembre de 2005 de la EDT En liquidación, a folios 516 a 521. 19. Documento que relaciona los cargos de la demandante a folio 524. 20. Certificación de folio 525 relacionada con la vinculación laboral de la demandante. 21. Carta de despido del 15 de diciembre de 2006 a folio 528. Como sustentación del cargo expresó que si el Tribunal hubiera analizado correctamente la CCT, y en particular el artículo 6º relacionado con la figura de la sustitución patronal, con el contrato de arrendamiento celebrado entre los dos demandados, los documentos visibles a folios 30, 31, 119 a 120, 121 a 131, y la carta de despido, «no podía menos que inferir que en el contrato de trabajo de la demandante y conforme al artículo 6º de la convención colectiva, la sustitución patronal se operó “de pleno derecho”.» Luego de relatar los hechos acaecidos en mayo de 2004, relacionados con la toma de las instalaciones de la empresa por parte de la fuerza pública, a instancia de la misma compañía, para evacuar a todo el personal de la EDT de Barranquilla que laboraba, evitar el acceso de los que entraban a turno, y sellar todas las instalaciones, según 17 Radicación n.° 42505 consta en varios documentos supuestamente mal valorados por el Ad quem, indicó que con ello se presentó un despido colectivo de trabajo que no fue previamente autorizado por el Ministerio del Trabajo y de la Seguridad Social, por lo que el mismo devino ineficaz, y operó el derecho de los trabajadores a sus salarios conforme al artículo 140 del CST; además que la EDT de Barranquilla, y especialmente su actividad como prestadora de servicios de telecomunicaciones no se liquidó en forma definitiva, sino que continuó prestando los mismos servicios pero a través de otra entidad, BATELSA. Al mismo tiempo resaltó que la Resolución Nº SSDP 001621 de 2004, a través del cual se ordenó la liquidación de la EDT de Barranquilla, no tiene constancia de haberse publicado, y sin embargo se le dio vigor, y con todo, contrario a lo estimado por el juez de segunda instancia, por sí sola no demuestra que dicha demandada podía proceder a la supresión de los cargos existentes en la planta, sin recurrir al trámite de previa autorización del Ministerio de la Protección Social. Acerca de la pensión restringida de jubilación convencional señaló que el Tribunal también incurrió en error cuando estimó que el requisito de edad debió cumplirse antes del 31 de julio de 2010, cuando por disposición del A.L. Nº 1 de 2005 perderían vigencia las reglas de carácter pensional contenida en convenciones colectivas de trabajo, o que el derecho a la misma prestación se obtiene con el cumplimiento de los requisitos de tiempo de servicios y de edad estando al servicio de la demandada, ya que si se hubiese analizado correctamente 18 Radicación n.° 42505 los artículos 3, 42 y 43 de la CCT, como pensión restringida de jubilación convencional que es, el juez colegiado «habría concluido, sin lugar a equivoco, que el derecho estipulado en el literal b del artículo 42 se adquiere desde el momento en el cual el trabajador cumple diez (10) años de servicio, y sólo es exigible cuando cumpla los cincuenta (50) años de edad por tratarse de un varón, o los cuarenta y siete (47) cuando se trata de una mujer», para concluir que el derecho a la pensión restringida de jubilación convencional se adquiería cuando se cumplía el tiempo mínimo de servicios, y su disfrute se daba a partir del cumplimiento de la edad, salvo que el retiro del trabajador se hubiese originado por justa causa, por lo que dicho derecho ya adquirido no podía perderse por virtud del A.L. No. 1 de 2005. Al respecto citó la sentencia CSJ SL, 30 oct. 2007, rad. 31544, sobre la cual solicita de la Corte «que nuevamente proceda a examinar, con el presente caso, la interpretación efectuada por el Tribunal al artículo 42 de la convención colectiva en referencia; porque es evidente que la hermenéutica del ad quem no es razonable y si vulnera derechos constitucionales fundamentales como el derecho a la igualdad, el derecho de asociación y el derecho a la negociación colectiva.» y así alinearse a la sentencia CSJ SL, 4 jun. 2008, rad. 33475, que reitera las del 8 ag. 1995, rad. 7465; del 9 jul. 1999, rad. 11798; y del 24 en. 2002, rad. 16784 Cerró manifestando que No obstante que el fallo impugnado no hace mención a la sentencia de la Corte Constitucional que, luego del despido de la demandante del 22 de julio de 2004, dispuso su reintegro dada su condición de madre cabeza de familia; este reintegro se operó de manera temporal, mientras que se llevaba a efecto la 19 Radicación n.° 42505 liquidación de la entidad y duró hasta el 15 de diciembre de 2006, como aparece a folios 517 a 521, 525 a 527 y 480 a 487 del expediente. Fue un reintegro tan precario que no tiene el mérito suficiente como para satisfacer las pretensiones primera y segunda de la demanda toda vez que éstas se proponían un reintegro en las condiciones que tenía la demandante el 22 de julio de 2004, de manera indefinida, lo cual no se cumplió con la acción de tutela. Sin embargo, es del caso observar que aun con este período adicional la demandante no alcanzó a cumplir los 20 años de servicios y su derecho a la pensión proporcional del literal b) del artículo 42 de la convención colectiva quedó incólume si se tiene en cuenta que, igualmente, el contrato terminó definitivamente el 15 de diciembre de 2006 sin justa causa, como puede verse a folio 528 a 529. VII. RÉPLICA La EDT de Barranquilla, en su réplica denunció tanto errores de técnica como de fondo en la demanda de casación. Respecto de lo primero, en cuanto a la proposición jurídica manifestó que no se listaron las normas que regulan las relaciones laborales de los servidores públicos del orden territorial, dada la naturaleza jurídica de la demandada; que brillan por su ausencia las normas reguladoras de la indemnización laboral; plantea un hecho nuevo, consistente en que la demandada impidió el ingreso de trabajadores a las áreas de trabajo; y no indicó con claridad, precisión y esmero las pruebas erróneamente apreciadas o no valoradas. Se refiere a un segundo cargo, inexistente en la sustentación del recurso de casación, y concluye que «para que la actora fuera acreedora a la pensión convencional, debía haber cumplido los requisitos de edad y tiempo de servicios durante la 20 Radicación n.° 42505 vigencia del contrato de trabajo; pues si las partes firmantes de la convención colectiva de trabajo hubiesen querido crear derechos para extrabajadores los hubieran pactado.» Adicionalmente manifestó que el régimen convencional de pensiones expiró el 31 de julio de 2010, conforme al Acto Legislativo No. 1 de 2005, y la actora cumplió el requisito el 13 de junio de 2014, lo que constituye una razón más para la improsperidad del cargo. Por su lado la sociedad BATELSA expresó su interés en cuanto a que no se case la sentencia del Tribunal, por lo siguiente: 1) en el alcance de la impugnación se pretende que se case la sentencia en cuanto absolvió a la demandada a pagar la pensión restringida convencional de jubilación, para que en sede de instancia se revoque tal absolución, y subsidiariamente se persigue la misma pretensión, para luego solicitar que se abstenga de resolver de dicha pretensión; 2) así mismo en la sustentación del recurso de casación se solicita se case la sentencia en relación con la EDT de Barranquilla, «situación que huelga concluir que respecto de BATELSA S.A. no se pretende la casación de la sentencia recurrida»; y 3) Explica además que en el expediente no se dan los elementos necesarios para la declaración de sustitución patronal, pues las dos empresas demandadas son independientes entre sí, no hubo continuidad de la empresa en tanto que la EDT de Barranquilla cesó en el desarrollo de su objeto social, y la demandante nunca laboró para BATELSA. 21 Radicación n.° 42505 VIII. CONSIDERACIONES La regla de técnica denominada Limitaciones del recurso de casación por razón de las posibilidades del juez de segunda instancia, formulada en la sentencia CSJ SL, 28 may. 1956, GJ LXXV, Nos 2181-2182, pág. 265-268, y luego, entre otras, en las providencias CSJ SL, 23 abr. 1985, rad. 10977; 28 feb. 2008, rad. 29224; y la del 30 sep. 2008, rad. 32618, e íntimamente relacionado con el del interés para recurrir en casación, indica que el petitum de la demanda de casación no debe incluir pretensiones a las cuales se renunció en forma expresa o tácita. El artículo 57 de la Ley 2 de 1984, impone a quien interponga el recurso de apelación, la carga procesal de sustentar y precisar el alcance del mismo, abordando los temas sobre los cuales pretende que la providencia de primera instancia sea revocada, modificada o adicionada, de tal manera que el Tribunal no pueda enmendar la providencia en la parte que no fue objeto del recurso. Esta limitación se complementa con lo estatuido en el artículo 66A del CPT y SS, adicionado por el artículo 35 de la Ley 712 de 2001, en conjunto con la sentencias CC C-968/03 y C-70/10, que le exige al Tribunal en sus providencias estar en consonancia con las materias objeto del recurso de apelación, en el entendido de que estas incluyen siempre los derechos laborales mínimos irrenunciables del trabajador. La regla implica no solo la demarcación de la competencia del Tribunal a los motivos de desacuerdo del recurrente 22 Radicación n.° 42505 respecto a la sentencia de primera instancia, sino además afecta el interés jurídico para recurrir en casación. La limitación a que venimos haciendo referencia encuentra su razón de ser en la circunstancia de que quien puede lo más, puede los menos, es decir si la propia norma procesal permite el desistimiento integral del recurso de apelación interpuesto, con mayor razón el recurrente puede restringir los alcances de la impugnación que formula. En la misma línea se tiene también la regla de derecho tantum devolutum quantum appelatum, es decir sólo se conoce en apelación aquello que se apela, por lo que lo no impugnado en la alzada se tiene como consentido así le sea esto perjudicial, o con otras letras, es devuelto como fue apelado, esto es que el Tribunal puede resolver el recurso en la medida de los agravios expresados. Esta regla de las limitaciones del recurso de casación por razón de las posibilidades del Tribunal, tiene algunas excepciones, entre ellas la que se derivan del grado jurisdiccional de consulta, en donde el juez de la alzada debe revisar todas las materias que soportan la decisión de primera instancia; también en tratándose de los derechos mínimos e irrenunciables del trabajador en la medida en que el juez colegiado debe tenerlos siempre como objeto de estudio; en igual forma cuando se emite providencia complementaria, en donde la apelación formulada contra la primera incluye la que resuelve la complementación, salvo si esta comprende aspectos no definidos en aquella, evento 23 Radicación n.° 42505 en el cual se hace necesario también recurrir en alzada este nuevo aspecto. En el caso que nos ocupa, la demanda de casación presentada por la demandante desconoce el principio de las limitaciones del recurso de casación por las posibilidades del Tribunal de apelaciones, por cuanto ésta no apeló la sentencia del A quo para que el Ad quem se pronunciara acerca de la pretensión subsidiaria de que se condenara a las demandadas al pago de la pensión proporcional de jubilación convencional. En efecto, cuando la parte demandante apeló la sentencia de primera instancia, para que fuera revocada, señaló como alcance de la impugnación, lo siguiente: Recurro ante la Sala Laboral del Tribunal Superior de Barranquilla, para que REVOQUE la sentencia de primera instancia y CONDENE A BATELSA a reintegrar a la actora al cargo que desempeñaba al momento del despido, o a otro de igual o superior categoría y remuneración; pagarle los salarios, primas, auxilios y demás formas de remuneración que deje de percibir entre el despido y el reintegro con los incrementos convencionales; pagar a la respectiva administradora de seguridad social en pensiones y salud, las cotizaciones que se han causado en ese mismo lapso y decretar la no solución de continuidad. Solicito al Tribunal que condene a la tercera pretensión del libelo. En subsidio del reintegro solicito que se condene a las demandadas y a la Dirección Distrital de Liquidaciones a las pretensiones previstas en los numerales 6, 7 y 8 del petitum. Igualmente a la Indexación. La tercera pretensión de la demanda originaria del proceso, se refiere a la solicitud para que se condene «a las demandadas a pagar solidariamente a la demandante las diferencias de salarios y primas de servicio, de vacaciones, de navidad y de 24 Radicación n.° 42505 antigüedad que se han producido en perjuicio de mi mandante, entre el 1ro de marzo de 2002 y el 24 de mayo de 2004, debido a la vulneración del principio “a trabajo igual, igual salario”». Las pretensiones previstas en los numerales 6, 7 y 8 del petitum, hacen referencia a lo siguiente: Sexto.- De manera subsidiaria a las pretensiones de los dos primeros numerales, las demandadas deberán pagar solidariamente a mi mandante las sumas de dinero que se demuestre en el proceso más la indexación por concepto de reajuste de la indemnización por despido sin justa causa, del auxilio de cesantías definitivas y sus intereses. Séptimo.- Las demandadas, deberán pagar, en subsidio de las peticiones de los primeros numerales, la suma de $1.020.000,oo por concepto de indemnización por el no suministro de uniformes de trabajo. Octavo.- De manera subsidiaria a las peticiones de los dos primeros numerales, las demandadas deberán pagar la indemnización moratoria. Los dos primeros numerales de la demanda inicial se refieren, como se expresó al inicio, el primero a la condena a ambas demandadas, en forma solidaria, al reconocimiento y pago de los salarios, prestaciones sociales legales y extralegales que se causen desde el 25 de mayo de 2004, con los incrementos convencionales anuales desde el 1ro de septiembre de 2004, y las cotizaciones a salud y pensiones sin solución de continuidad; y el segundo, en subsidio de la anterior pretensión, condena exclusiva en contra de BATELSA al reintegro de la actora al cargo, sin solución de continuidad, y al pago de los emolumentos laborales que le correspondan entre el despido y el reintegro, con los reajustes anuales convencionales desde el 1º de septiembre de 2004, y el pago de los aportes a salud y pensiones del mismo periodo. 25 Radicación n.° 42505 En los términos anteriores, el apelante determinó el limite o frontera material de la alzada, a los cuales debió ceñirse el Tribunal al decidir, claro está, siempre respetando los derechos ciertos e indiscutibles de los trabajadores que nunca pueden desconocerse en providencia judicial alguna, lo cual se encuentra en línea con la sentencia CSJ SL, 7 jul. 2009, Rad. 32960, en donde se señaló: (…) Con todo, dado que la posición de la Corte en materia de la competencia del ad quem en lo referente al recurso ordinario de apelación es otra en la actualidad, diferente de la aludida por la recurrente, cabe precisar que ella es la siguiente: “Sobre el tema del principio de consonancia de la sentencia de segunda instancia con la materia de la apelación, planteado en el primer cargo, ha dicho esta Sala: “Para la Sala yerra el Tribunal al asumir competencia funcional completa de revisión de la totalidad del objeto del litigio, desbordando la que le corresponde según las reglas que gobiernan el recurso de apelación en la jurisdicción laboral, que son precisas en circunscribirla a las materias respecto de las cuales el apelante o los apelantes hayan manifestado inconformidad y cumplido con la carga procesal de fundamentar sus reparos. La Sala ha asentado la tesis según la cual: “Con la expedición de la Ley 712 de 2001, varió sustancialmente la situación, pues de acuerdo con el nuevo texto, es a las partes a quienes les corresponde delimitar expresamente las materias a que se contrae expresamente el recurso de apelación, en tanto reza la norma: “Principio de consonancia: La sentencia de segunda instancia, así como la decisión de autos apelados, deberá estar en consonancia con las materias objeto del recurso de apelación. “… “Del mismo modo, si es deber del apelante limitar el recurso de apelación a determinados y especiales temas, sobre los cuales sólo se podrá pronunciar la segunda 26 Radicación n.° 42505 instancia, es obligación suya manifestarse respecto a todas las pretensiones de la demanda, sean estas autónomas o condicionadas respecto de las otras, de las que discrepe”. Sentencia de 23 de mayo de 2006, radicación 26225. La exigencia legal de sustentación del recurso de apelación responde a la esencia de una segunda instancia, que por regla general se acciona por iniciativa de alguna de las partes y en razón a la inconformidad con decisiones del juez A quo. Tiene carácter excepcional la actuación oficiosa del Ad quem de la jurisdicción laboral, la que la ley confina a los restrictivos eventos en que procede el grado de consulta. Ciertamente la segunda instancia es una garantía de debido proceso para las partes y no una tutela oficiosa de control funcional del superior sobre el inferior. La sustentación no es una formalidad sino una exigencia de racionalidad de la demanda de justicia, de fijar los puntos que distancian al recurrente de la decisión del juez y las razones por las cuales esa decisión debe ser revocada. (“...”) Bajo la preceptiva del artículo 57 de la Ley 2ª de 1984, la tesis de la Sala consideraba que el juez de alzada no podía dejar de estudiar puntos verdaderamente consecuenciales del rebatido, alegando falta de sustentación, pues se había de entender que ellos quedaban comprendidos en la oposición por una inclusión implícita; postura que se ha de recoger a la luz de la nueva normativa, la del artículo 35 de la Ley 712 de 2002, pues, como se indicó, las argumentaciones explícitas del juez sobre pretensiones deben ser confrontadas en la sustentación del recurso con razones igualmente expresas. (…) De manera que en el presente caso y conforme a las materias objeto de apelación por la parte demandante, quedó por fuera del debate judicial la pensión proporcional de jubilación convencional que inicialmente reclamaba la actora, tanto que la misma parte se conformó con la 27 Radicación n.° 42505 decisión que sobre el particular adoptó el A quo ya que no la incluyó en el alcance de la alzada. Ahora bien, es claro de que en las alegaciones que formuló el apoderado de la parte demandante y recurrente, durante el trámite de la segunda instancia, en donde además de reiterar el alcance de la impugnación del recurso de apelación descrito, adicionó y sustentó la solicitud para que se estudiara la petición de la pensión proporcional de jubilación convencional, oponiéndose a la declaración de petición antes de tiempo que efectuó el A quo. Al respecto, vale la pena aclarar que las alegaciones, entendidas como las razones conclusivas que expone el apoderado judicial de cada parte, que sirven de fundamento al derecho de su cliente e impugnar las del adversario, realmente conforma un informe oral que presentan los litigantes en donde hacen un análisis de los hechos a la luz de las pruebas producidas, para defender su historia incluidas en la demanda, en la contestación, en la reconvención, en las excepciones, y en la sustentación de los recursos, en donde busca apoyar la veracidad de los hechos narrados concordándolos con los hechos probados, de manera que en las mismas no se pueden proponer nuevas pretensiones, como tampoco incluir hechos nuevos ni desbordar las materias objeto de los recursos, y para el caso de las apelaciones, incluyen además el desarrollo de los argumentos expuestos ante el juez de primera instancia. Acerca de éste tópico se pronunció la sentencia CSJ SL2136-2014 (rad. 42505), en los siguientes términos: 28 Radicación n.° 42505 En criterio mayoritario de la Sala, por no haber propuesto la recurrente en la alzada controversia alguna sobre la liquidación de la mesada pensional, conforme a los parámetros fijados por el juzgado, no era de cargo del Tribunal acometer oficiosamente su estudio, dadas las restricciones competenciales y cargas procesales a que aluden los artículos 57 de la Ley 2ª de 1984 y 66 A del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social. Igualmente ha considerado la jurisprudencia de la Sala que al tenor de los anunciados preceptos, como de los artículos 66 y 82 del mismo Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, la oportunidad para formular las alegaciones ante el Tribunal no es una nueva para adicionar materias al objeto de la alzada, dado que, ésta es preclusiva en atención a los términos del artículo 66 en cita. Lo dicho, por cuanto, en este caso, y revisado minuciosamente el expediente, fue ante el juez de la alzada que por primera vez la recurrente se refirió a la liquidación de la pensión que efectuara el juzgado, pero, sin embargo, sin entrar a discutir los factores salariales, los porcentajes o las equivalencias salariales que, ahora sí, minuciosamente refiere en el cargo. Entonces, la parte demandante declinó o renunció a su posición sobre la pensión proporcional de jubilación convencional, y de paso se autocercenó la posibilidad de invocar el mismo argumento en sede de casación, y consecuentemente limitó la competencia de esta Corte para pronunciarse sobre el punto, cuando se abstuvo de apelar la decisión del juez de primera instancia sobre esta materia, y en su lugar enfocar su ataque en la alzada a otros temas no menos importantes en el conflicto jurídico planteado. Luego, hizo mal el apoderado de la parte demandante al incluir y sustentar en las alegaciones de segunda instancia la petición de la pensión proporcional de jubilación convencional, pues desbordó el marco que él mismo señaló al sustentar la alzada, y además los límites de las alegaciones, por lo que dicha inclusión no debió atenderse por el Ad quem. 29 Radicación n.° 42505 Con todo, y como se informó en los antecedentes, el juez de apelaciones, sin competencia para ello, y desquiciando el principio de consonancia entre el marco de la apelación y la decisión de segunda instancia, erró al no advertir el desbordamiento que efectuó el apoderado de la parte recurrente en las alegaciones de segunda instancia, y consecuentemente al pronunciarse sobre la petición de la pensión proporcional de jubilación convencional, circunstancia que no habilita al recurrente en casación para sustentar el recurso extraordinario con base en el petitum no incluido en el alcance inicial de la apelación, ni a la Corte para estudiar el punto. Por otro lado, y en gracia de discusión, el Tribunal al confirmar la absolución por la pensión proporcional de jubilación convencional, se cimentó en dos consideraciones, la primera indicando que «que no cabe condena a futuro por ser incierto el cumplimiento de la edad que es un presupuesto constitutivo del derecho», y la segunda que «se encuentra prohibido por el transcrito parágrafo [3] transitorio constitucional [Acto Legislativo No. 1 de 2005, por cumplirse el presupuesto de la edad a posteriori de la calenda 31 de julio de 2.010]», las que no fueron objeto de reparo específico en la sustentación del recurso extraordinario y de haberlo hecho la segunda solo podía ser encaminada por la vía directa por tratarse de un punto de derecho. Adicionalmente, el censor planteó como alcance subsidiario del recurso extraordinario, de que si «se llegare a considerar que el reintegro precario de la demandante a partir del 16 30 Radicación n.° 42505 de noviembre de 2005, satisfizo las peticiones primera y segunda de la demanda, en sede de instancia revoque el fallo de primer grado en cuanto absolvió de pagar la pensión restringida convencional de jubilación y en su lugar se abstenga de resolver sobre ésta pretensión dada su naturaleza subsidiaria de las dos primeras pretensiones de la demanda que se dan por satisfechas». Para ello acusó la sentencia de segunda instancia de no dar por demostrado, estándolo, que el reintegro de la actora a la EDT de Barranquilla fue temporal hasta el 15 de diciembre de 2006, cuando se terminó el contrato de trabajo por decisión unilateral de la empleadora, y por ende no satisfizo las peticiones primera y segunda de la demanda, relacionadas, como se expuso, de manera principal al pago por parte de las demandadas de salarios y prestaciones legales y extralegales desde el 25 de mayo de 2004, con los incrementos anuales a partir del 1º de septiembre de 2004, junto con las cotizaciones a Salud y Pensiones, porque el despido del demandante no produjo efecto; y de manera subsidiaria el reintegro al cargo pero en BATELSA, sin solución de continuidad, y el pago de los emolumentos laborales entre el retiro y el reintegro, incluido los aportes a la seguridad social. Además señaló como pruebas erróneamente apreciadas la liquidación del contrato con fecha 15 de diciembre de 2006 (folios 526 y 527) y la Resolución No. 78 del 15 de noviembre de 2005 de la EDT de Barranquilla en Liquidación (folios 516 a 521). Al respecto, el Ad quem no se refirió al reintegro de que fue objeto la accionante en cumplimiento de una acción 31 Radicación n.° 42505 de tutela, a través del cual se le restableció el contrato de trabajo sin solución de continuidad y con el pago de los emolumentos laborales entre en retiro y el reintegro, contrato de trabajo que estuvo vigente hasta el 15 de diciembre de 2006 (folios 480 a 491, y 526 a 529), como tampoco apreció los documentos visibles a folios 516 a 521 y 526 a 527, por lo que el Tribunal no pudo incurrir en los errores 18 y 19 que se le endilgan en el cargo, ya que ni hizo pronunciamiento fáctico alguno al respecto como tampoco apreciación probatoria de los documentos señalados. Por el contrario determinó que los extremos temporales laborales que ataron a las partes, el accionante con la EDT de Barranquilla, estuvieron vigentes entre el 17 de junio de 1987 y el 21 de julio de 2004, y en contra de esta afirmación el censor no formuló ataque alguno en el recurso extraordinario. Con todo, acertó el censor cuando insistió en que el reintegro de que fue objeto la accionante a la EDT de Barranquilla, sin solución de continuidad, con el pago de los emolumentos laborales entre la fecha de retiro, 21 de julio de 2004, y la fecha de reintegro, 15 de noviembre de 2005, vinculación laboral que se extendió hasta que la sociedad mencionada fue liquidada definitivamente, 15 de diciembre de 2006, fue temporal o precario, por lo que no satisfizo las pretensiones primera principal de la demanda, como tampoco la primera subsidiaria, referida la inicial a la continuidad del contrato de trabajo con la EDT de Barranquilla, y aún después de su liquidación, bajo la égida de BATELSA, por ocurrir el fenómeno de la sustitución 32 Radicación n.° 42505 patronal; y la segunda al reintegro directamente a BATELSA, sin solución de continuidad. Sin embargo, dicha situación no es imputable al juez colegiado, sino que fue derivado de la liquidación y cierre definitivo de la EDT de Barranquilla. Por todo lo expresado, el cargo no resulta próspero. Las costas en el recurso extraordinario estarán a cargo de la parte recurrente y demandante, y a favor de la demandada, para lo cual se señala como agencias en derecho la suma de $3.250.000. IX. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia dictada el veintisiete (27) de febrero de dos mil nueve (2009) por la Sala Séptima de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, dentro del proceso ordinario laboral seguido por TATIANA MARÍA WILCHES MUTO contra la EMPRESA DISTRITAL BARRANQUILLA DE TELECOMUNICACIONES ESP EN LIQUIDACIÓN DE y de BARRANQUILLA TELECOMUNICACIONES S.A. ESP. Costas como se indicó en la motiva. 33 Radicación n.° 42505 Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el expediente al tribunal de origen. CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO Presidenta de Sala JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS 34