licenciado en psicología

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“VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE UN INSTRUMENTO PARA
MEDIR FACTORES DE RIESGO PARA ANOREXIA Y
BULIMIA”
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA
Presenta
Melissa Isabel Corona Lara
Ciudad Obregón, Sonora;
Junio, 2013
ii
AGRADECIMIENTOS
A Dios Por haberme permitido llegar hasta este punto de mi vida y haberme dado
salud para lograr mis objetivos, así como la fortaleza de nunca rendirme y salir
adelante en estos 4 años de formación.
A mis padres, por todo su apoyo durante este camino, por los valores que me han
inculcado, por brindarme la oportunidad de tener una buena educación en el
transcurso de mi vida. Y por ser un gran ejemplo a seguir.
A Mirsha Alicia Sotelo Castillo, le agradezco la confianza y el apoyo en la
realización de esta tesis, la oportunidad de trabajar juntas y de adquirir nuevos
conocimientos, como también la dedicación de tiempo durante el desarrollo de
este trabajo.
A Irma Concepción Lugo Suárez, por todo el apoyo brindado a lo largo de la
carrera, por su tiempo, amistad y por los conocimientos transmitidos.
A Graciela Castro, responsable del Sistema de Egresos Hospitalarios, Samantha
González, Yamilette Verdugo, al departamento de estadísticas de la U.M.F 1 de
Cd. Obregón, a las instituciones de salud y educativas por su contribución para
este trabajo.
A mis maestros que formaron parte de mi formación durante estos 4 años, a
quienes les debo gran parte de mis conocimientos, su enseñanza, brindando
herramientas necesarias, las cuales nos forman como profesionales competentes.
A mis amigos y a aquellos compañeros de la carrera que se convirtieron en
amigos; en cada uno de ustedes hay una persona especial, por los aprendizajes,
el apoyo, la confianza y los buenos momentos que me han dejado cada uno, por
estar siempre allí en el momento y tiempo exactos.
iii
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS .............................................................................................. ii
ÍNDICE .................................................................................................................... iii
CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN................................................................................ 1
1.1 Antecedentes ................................................................................................. 2
1.2 Planteamiento del problema .......................................................................... 9
1.3 Justificación ................................................................................................. 19
1.4 Objetivos ...................................................................................................... 21
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO .......................................................................... 23
2.1 Adolescencia ................................................................................................ 23
2.1.1 Cambios físicos en la pubertad .............................................................. 24
2.1.1.1 imagen corporal ............................................................................... 27
2.1.1.1.1 Dimensiones clínicas de los trastornos de la imagen corporal .. 28
2.1.2 Cognición ............................................................................................... 30
2.1.2.1 Cognición práctica: pensamiento crítico y toma de decisiones ........ 30
2.1.2.2 Cognición social .............................................................................. 32
2.1.3 Autoestima ............................................................................................. 33
2.1.4 Identidad ................................................................................................ 35
2.1.5 Relaciones familiares ............................................................................. 38
2.1.5.1 Estilos de crianza ............................................................................ 39
2.1.5.2 Conflictos entre padres y el adolescente ......................................... 41
2.1.6 Amigos y pares ...................................................................................... 42
2.1.6.1 Intimidad en las amistades .............................................................. 43
2.1.6.2 Influencia de los amigos y presión de los pares .............................. 44
2.2 Trastornos alimentarios ................................................................................ 45
iv
2.2.1 Anorexia nerviosa .................................................................................. 45
2.2.1.1 Características diagnósticas ............................................................ 46
2.2.1.2 Subtipos de Anorexia....................................................................... 48
2.2.2 Bulimia nerviosa..................................................................................... 49
2.2.2.1 Características diagnósticas ............................................................ 49
2.2.2.2 Subtipos de bulimia ......................................................................... 52
2.2.3 Factores o dimensiones ......................................................................... 52
2.3 Medición en Psicología ................................................................................ 54
2.3.1 Instrumentos de medición ...................................................................... 54
2.3.1.3 Fases para construir un instrumento de medición ........................... 55
2.3.1.1 Escalas de medición ........................................................................ 55
2.3.1.2 Requisitos para un instrumento de medición ................................... 57
2.3.1.2.1 Confiabilidad.............................................................................. 58
2.3.1.2.2 Validez ...................................................................................... 60
2.3.1.2.3 Objetividad ................................................................................ 63
CAPÍTULO III METODOLOGÍA ............................................................................. 64
3.1 Participantes ................................................................................................ 64
3.2 Instrumento .................................................................................................. 65
3.3 Procedimiento .............................................................................................. 65
CAPÍTULO IV RESULTADOS ............................................................................... 66
4.1 Confiabilidad ................................................................................................ 66
4.2 Validez ......................................................................................................... 67
CAPÍTULO V DISCUSIÓN .................................................................................... 72
5.1 Conclusiones................................................................................................ 73
5.2 Recomendaciones ....................................................................................... 74
v
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
APÉNDICES
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
Los trastornos de la conducta alimentaria (T.C.A.) constituyen en la actualidad un
problema importante de salud, debido a la eventual gravedad con que pueden
evolucionar algunos casos y a la necesidad de un tratamiento especializado y
multidisciplinar. La delgadez se ha convertido para algunas mujeres, cada vez más
jóvenes, en un hábito del cual no pueden desligarse.
La anorexia y la bulimia nerviosa corresponden a un trastorno de alimentación,
que perturba a los adolescentes y jóvenes del mundo moderno. Es por ello que el
presente trabajo muestra la elaboración de un instrumento el cual mida factores de
riesgos en dichos trastornos de la alimentación. Para poder así intervenir ante esta
situación que se va expandiendo día con día.
2
1.1 Antecedentes
Actualmente en los países occidentales y en las clases sociales donde el alimento
está al alcance de la mayor parte de su población, el valor a la imagen corporal
denota en la delgadez; el problema de la insatisfacción corporal ha alcanzado
estados críticos, por consecuencia, aparecen la anorexia y la bulimia (Salazar,
2007). La delgadez en la imagen corporal, es un hecho aceptado dentro de la
sociedad, reforzado y publicitado.
Cuando el propósito es obtener una imagen delgada, la persona se somete a una
estricta dieta; esta dieta se ha convertido en un hecho normativo dentro de las
clases sociales (León, Gómez-Peresmitré y Platas, 2008). Ya que desgraciada y
erróneamente, se relaciona la delgadez con el éxito social y esto es algo que
vemos frecuentemente en niñas y adolescentes tan claramente al “etiquetar” a las
personas con sobrepeso y hacer burla de ellas. Así también, se relaciona con el
autoestima y la aceptación social (Guirado y Ballester, 2005).
La anorexia nerviosa es definida como el dejar de comer de manera voluntaria, lo
que origina una pérdida excesiva de peso (Asociación Psiquiátrica Americana
[APA], 2004). Esta enfermedad, que se caracteriza por un temor mórbido a
engordar y se acompaña de una distorsión de la imagen corporal y amenorrea, se
clasifica en anorexia restrictiva y compulsiva. Entre los síntomas se encuentran,
además de los ya mencionados, la preocupación excesiva por la imagen corporal,
la motivación para adelgazar, el control de lo que se come y otras conductas
compensatorias.
La bulimia, a su vez, ha sido definida como la ingesta excesiva en un tiempo
menor al que cualquier persona ingeriría la misma cantidad, seguida de
sentimientos de culpa que preceden a periodos prolongados de ayuno y otras
conductas compensatorias, todo ello con la finalidad de perder peso. La APA
(2004) señala que estos comportamientos deben ocurrir por lo menos dos veces
3
por semana durante los últimos tres meses, y al mismo tiempo clasifica a dicho
trastorno como purgativo y no purgativo.
De acuerdo con Rivarola (2003) en los países occidentales la imagen corporal de
la mujer que tiene poca satisfacción con su cuerpo o que tiene mucho control
sobre su peso, es afectada a tal riesgo de poder ser un factor para desarrollar
algún trastorno alimentario. Gómez (2001) considera como factores de riesgo
aquellos que aumentan la probabilidad de que se altere la salud y se desencadene
alguna enfermedad. También se les denomina así, porque tienen un efecto
negativo en la salud del individuo provocando un desequilibrio ya que hacen al
organismo vulnerable facilitando la aparición de la enfermedad. Las personas más
vulnerables a estos factores de riesgo las cuales están relacionados con los
trastornos de la conducta alimentaria, quienes se encuentran mas vulnerables son
los púberes, ya que a esta edad se encuentran en una etapa en la cual se
presentan ciertos cambios corporales y además están en la búsqueda de
identidad, así como el cumplir con las normas establecidas por aquellos a quienes
admiran y esperan de ellos determinadas conductas (padres, maestros, etc.).
Según Bustos (2011) los medios de comunicación, tanto impresos como
electrónicos, han fomentado desde hace varias décadas el culto a la belleza y a la
delgadez como modelo a seguir, sobre todo por las mujeres, con el objeto de
obtener aceptación, estatus, amor, reconocimiento, entre otras cosas. Desde el
feminismo y la perspectiva de género se ha hecho amplia referencia a estas
situaciones en términos de que históricamente ha habido una dictadura sobre el
cuerpo de las mujeres y cómo los medios contribuyen de manera importante en la
reproducción de estos estereotipos de género, al establecer patrones específicos
de belleza y cuerpo como un ideal a alcanzar, colocando a las mujeres en una
espiral de consumo de productos presentados como muy atractivos y milagrosos,
utilizando distintas estrategias de mercadotecnia, pues sólo de esa manera serán
valoradas y reconocidas.
4
Esto se observa de una forma todavía más incrementada en la publicidad. Todo
ello tiene una incidencia en la insatisfacción de la imagen corporal, representando
un factor de riesgo que puede derivar en trastornos de la conducta alimentaria
como la anorexia y la bulimia. El factor de riesgo es todavía mayor cuando se
observa una relación entre un nivel alto de insatisfacción con la imagen corporal y
la aprobación de las imágenes estereotipadas de mujeres y/u hombres en la
publicidad.
En la mayoría de los pacientes con trastornos alimentarios, existen rasgos como la
preocupación y el miedo extremo a padecer o ser obeso, a ser etiquetado o
marcado por la sociedad; son personas vulnerables a las críticas y es por eso que
temen ser estereotipados. Lo que se relaciona con lo que Guirado y Ballester
(2005) concluyeron, sobre los tres factores que aparecen frecuentemente en los
adolescentes
que
presentan
trastornos
alimentarios,
los
cuales
son
la
insatisfacción por el propio cuerpo, restricción de alimentos y percepción de
sobrepeso.
Así también, Merino, Pombo y Godas (2001) concuerdan con tales afirmaciones,
puesto que suponen que la insatisfacción corporal, ligada al fuerte deseo por
adelgazar, la restricción de comida, son factores importantes en los trastornos
alimentarios. Pero adjuntan otro factor que han considerado de igual manera
importante, que es la influencia de los pares y amigos, y de la propia familia.
Día a día es más evidente que los púberes están adquiriendo la preocupación de
los adultos con relación a los alimentos, la obsesión por un peso bajo y la
tendencia a querer alcanzar una figura delgada idealizada. Esta ansiedad se
traduce cada vez más en conductas de riesgo que pueden generar consecuencias
físicas, biológicas y psicológicas. Las chicas son en mayor medida que los
varones, quienes se sienten insatisfechas con su cuerpo y apariencia física, se
auto perciben obesas y desean estar más delgadas de lo que en realidad están
(Merino, Pombo y Godas, 2001).
5
La etapa de la adolescencia es un cambio que va desde la dependencia de la
niñez a la independencia de la adultez; y entre espacios están los fenómenos de
cambios físicos, psicológicos y biológicos (Salazar, 2007).
El cuerpo del adolescente es sometido a cambios radicales, en los que se incluyen
(en las mujeres) el aumento de masa grasa, el ensanchamiento de las caderas, es
decir, el cuerpo toma una forma más curvilínea que cuando eran niñas. Su
alimentación también cambia de manera considerable, necesitan más calorías
energéticas, debido, a la necesidad que tiene el cuerpo para desarrollarse.
Otros cambios, importantes, aunque menos visibles como es el caso del cambio
físico citado arriba, son los emocionales. En donde la mujer juega un papel muy
determinado por la cultura donde se desarrolla. La niña crece en un periodo
relativamente corto, como consecuencia los cambios físicos afectarán emocional y
moralmente a su persona, la sociedad influye directa e indirectamente, pues el
estereotipo de mujer varia de un lugar geográfico al otro. En lugares, el cuerpo de
la mujer es valorado desde una perspectiva reproductiva, sexual, comercial entre
otros (Mora, Muñoz y Villareal, 2001).
Saucedo y Unikel (2010) mencionan que los adolescentes son los más expuestos
a presentar este tipo de conductas, así también han encontrado que niñas de 9 a
12 años se están viendo actualmente afectadas. Ya se supone, que cuanto más
jóvenes son los sujetos, mayor vulnerabilidad y tendencia a las alteraciones de la
imagen corporal pueden presentar. Es decir, que en la medida en que el sujeto
tiene menor edad, habrá mayor rigidez sobre lo que es la imagen corporal, por lo
que habrá mayor necesidad de realizar ejercicio físico (Benedito, Perpiñá, Botella
y Baños, 2003). Ya que cuando son personas jóvenes lo más sencillo a
percepción de ellos mismos, es controlar lo que comen y hay en cierta medida
más persistencia en lograr dicho propósito.
6
Plaza (2010) menciona que aunque las causas de todo esto son múltiples, se ha
probado la influencia de los medios de comunicación y factores socioculturales
sobre los trastornos alimentarios. Por ejemplo, los mensajes de los medios
destacan principalmente la belleza y la delgadez como signo de prestigio y éxito
social para las mujeres y esto ocurre de manera insistente.
Para Raich (2004) se vive en una sociedad donde la belleza dejo de ser una
característica
sumamente
subjetiva
para
pasar
a
ser
un
negocio
perturbadoramente elevado. Invariablemente muchos millones de dólares son
invertidos para mejorar la imagen física de las personas, es por eso, que cada vez
más las personas se preocupan mucho mas por su aspecto físico hasta llegar a
parámetros perturbadores como es el caso de los jóvenes. Así mismo, la presión
por ser bello en estos tiempos, por tener una imagen ideal, deseable y necesitada,
lleva a la desesperada decisión de ser esbelto. Son las mujeres las principales
consumidoras
en
esta
industria,
y
ocasionalmente,
las
más
afectadas
emocionalmente; es por eso, que son las que tienen una mayor probabilidad a
padecer algún trastorno alimentario.
La cultura de la industria, como los productos light y la cosmética, han hecho que
las adolescentes desvíen su atención hacia el culto del cuerpo y a pensar que su
identidad y valor social dependan más de su atractivo físico que de su
personalidad y sus valores, lo que sin duda alguna, acarrea consecuencias tanto
para la salud física como para la salud mental (Cortez, Díaz, Mejía y Mesa, 2003).
Por otra parte Facchini (2006) comenta que las conductas relacionadas con la
imagen corporal se encuentran fuertemente influidas por el aprendizaje y el medio
sociocultural y a veces es difícil diferenciar lo que es moda, costumbre o patología.
Plaza (2010) señala que las mujeres aprenden a ver sus propios cuerpos desde la
perspectiva de un observador externo. Lo cual lleva a exigirse aun mas en cuanto
a la imagen corporal se refiere.
7
Según López, Prado, Montilla, Molina, Da Silva y Arteaga (2008) la imagen
corporal hoy constituye la base de muchos estudios desde el punto de vista
sociológico en virtud de que la percepción de la misma es uno de los factores de
riesgo asociado a los trastornos de la conducta alimentaria. Dichos trastornos ya
no constituyen solamente un problema de salud pública en los países
desarrollados, sino también en aquellos donde su perfil de salud está
caracterizado por altos niveles de pobreza.
En este sentido, se torna importante intentar percibir cómo se constituye la imagen
corporal en el vínculo madre-hija y qué factores que se asocian a una propensión
a padecer un trastorno de la conducta alimentaria influyen sobre ella y la
relevancia que puede adquirir el entorno y su relación con la prevención.
Hablando un poco más sobre el vínculo madre e hija a menudo a las niñas se les
transmite el mandato que ser delgada hará una diferencia crucial en sus vidas.
Muchas de sus madres debieron crecer con la cruda realidad que dice que la vida
es mucho más dura si se es obesa, por lo que es entendible que de cierta manera
intenten mejorar el camino a sus hijas.
Se dicen que existen madres que son hipercríticas respecto de sus propios
cuerpos frecuentemente también lo son del de sus hijas, las que a su vez suelen
presentar una imagen corporal pobre, desvalorizada y un deseo de ser más
delgadas. Así también hay factores externos, como lo son una separación, alguna
experiencia sexual adversa en la infancia, los cuales pueden afectar a la persona
emocionalmente, y puede llegar a necesitar ser aceptada por la sociedad;
teniendo pensamientos erróneos, y queriendo lograr tal objetivo teniendo una
buena imagen corporal (Sabine y Treasure, 2009).
Por el contrario, hablando de consecuencias que servirán para la identificación de
la problemática, según Guirado y Ballester (2005), mencionan que se presentan
comportamientos no saludables como lo son la dificultad para dormir debido a
8
pensamientos y preocupaciones relacionados por la alimentación o el propio
cuerpo, ausentismo escolar, tristeza al herir los sentimientos de los demás, querer
cambiar cosas que no le generan satisfacción propia, enfado y mayor consumo de
alcohol, por mencionar algunas.
En lo que respecta a la investigación acerca de los TCA se han empleado
diferentes cuestionarios autoaplicables, como lo es el cuestionario de conductas
alimentarias de riesgo, elaborado por Unikel, Bojórquez y Carreño en el 2004 en
México, el cual es un cuestionario elaborado con base en los criterios diagnósticos
del DSM-IV. Consta de 11 preguntas sobre preocupación por engordar, práctica
de atracones, sensación de falta de control al comer y conductas alimentarias de
tipo restrictivo (dietas, ayunos, ejercicio y uso de pastillas para bajar de peso) y
purgativo (vómito autoinducido, uso de laxantes y de diuréticos), en los tres meses
previos a la aplicación del instrumento. La versión original contaba con tres
opciones de respuesta; sin embargo, se agregó una opción más para incrementar
la variabilidad en las respuestas de los sujetos; y la mayor puntuación en el
cuestionario corresponde a mayor cantidad de anomalías en la conducta
alimentaria.
El Cuestionario de Actitudes ante la Alimentación (Eating Attitudes Test) (EAT) fue
diseñado para la evaluación de las actitudes alimentarias anómalas, en especial
las relacionadas con el miedo a ganar peso, el impulso de adelgazar y la
presencia de patrones alimentarios restrictivos. Su intención era diseñar un
instrumento fácil de administrar y corregir y que resultara sensible a los cambios
sintomáticos a lo largo del tiempo. Es una herramienta autoaplicada de 40 ítems,
cada ítem se valora en una escala Likert de 6 puntos, que van desde nunca a
siempre, es un cuestionario válido y fiable que ha sido ampliamente utilizado para
la evaluación de los TCA (Garner y Garfinkel, 1979).
El denominado Children's Eating Attitudes Test (ChEAT), es una versión para
niños del Eating Attitud Test (EAT), el cual es empleado para medir una variedad
9
de actitudes y conductas asociadas con anorexia y bulimia nerviosa. Este
instrumento incluye una escala de 26 reactivos que miden dieta restringida,
preocupación por la comida y purga.
Otro instrumento dirigido a púberes, aplicado a población mexicana con un
instrumento autoaplicable denominado
Factores de Riesgo Asociados a
Trastornos Alimentarios en Púberes - Hombres (FRATAP-H) y Factores de Riesgo
Asociados a Trastornos Alimentarios en Púberes - Mujeres (FRATAP-M), el cual
midiera conductas alimentarias y aspectos socioculturales, con la finalidad de ser
utilizado como prueba en este tipo de población. Este instrumento proviene de una
modificación de dos cuestionarios, el EFRATA (Escala de Factores de Riesgo
Asociados a Trastornos Alimentarios) y el CIMEC (Cuestionario de Influencias
sobre el Modelo Estético Corporal); ambos validados en mujeres hispanas,
específicamente mexicanas y españolas, respectivamente. Empleados para medir
factores de riesgo asociados a trastornos de la conducta alimentaria.
La versión final de dicho instrumento, en su modalidad para hombres y para
mujeres, quedó formado por: 19 reactivos del EFRATA; 4 sobre madurez sexual; y
12 para medir los factores socioculturales. La calificación de las respuestas se
distribuyó en cuatro categorías: 1 (nunca); 2 (pocas veces); 3 (muchas veces); 4
(siempre). Se añadieron 8 reactivos para recopilar información sobre aspectos
sociodemográficos.
1.2 Planteamiento del problema
Según Romero, Campollo, Castro, Cruz y Vásquez (2006), el exceso de grasa
corporal que caracteriza a niños y adolescentes con obesidad se debe a la
presencia de factores genéticos y ambientales, resultando de la ingestión de
energía que excede el gasto calórico y los requerimientos para el crecimiento
durante un periodo prolongado de tiempo. Se cree erróneamente, que la obesidad
10
es solo cuestión de alimentación, cuando en ocasiones, en realidad existen
muchos otros factores que intervienen para que se dé el fenómeno del sobrepeso.
En el presente trabajo se planteó la inquietud de abordar el tema sobre factores de
riesgo que puedan desencadenar algún trastorno alimenticio por el evidente
crecimiento de la aparición de los mismos en poblaciones cada vez más jóvenes;
como es el caso de los púberos. Debido a ciertos factores que se abordaran más
adelante, los púberes deciden formar parte del grupo de personas que se
preocupan constantemente por su peso, adhieren dietas muy estrictas para no
caer en sobre peso o subir de peso, imitan modas gracias a la explotación de los
medios de comunicación sobre sus mentes, por simple moda entre sus pares o
por la burla y bromas de los mismos.
Uno de los factores que influyen en los púberes con relación con su peso es el de
la presión social, este fenómeno encuadra más hacia las mujeres que hacia los
hombres. Para González y Ortiz (2009) la presión social como riesgo para los
Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), es una constante preocupación y
miedo por subir de peso lo cual provoca mayor insatisfacción con la imagen
corporal en las mujeres, así como mucho temor a engordar, sentimiento de baja
autoestima y valoración de su cuerpo.
Cuando se habla de adolescentes y presión social, son las adolescentes quienes
se encuentran más vulnerables, a que el grupo subestime sus dimensiones
corporales, y que se sienta insatisfecha con su propio cuerpo y apariencia, por lo
que desee perder peso, y se someta a una dieta restrictiva con el fin de disminuir
su peso y cuerpo. La insatisfacción corporal es un rasgo común dentro de una
sociedad que como la nuestra glorifica la belleza entendida como “delgadez”
(Merino, Pombo y Godas, 2001). Así también, como menciona Plaza (2010) en su
investigación, la presión social sobre las mujeres, sus cuerpos y su apariencia
hace que se enfrenten ante la exigencia de ser juzgadas por su aspecto físico. Por
lo que claramente se ven obligadas a tener un peso bajo y un cuerpo modelo.
11
Autores como Ruiz, Vázquez, Mancilla y Trujillo (2010) aseguran mediante un
estudio con padres e hijos con este tipo de problemática, que la percepción de los
amigos y familiares favorecen a la interiorización del modelo de la delgadez,
porque para ellas es común tener amigos preocupados por su peso y figura
corporal, que llevan a cabo ejercicio o dietas para adelgazar. De esta forma se
reafirma la importancia del contexto social que rodea a las adolescentes.
El modelo de cuerpo o la imagen corporal delgada, es otro factor que debemos
tomar en cuenta; en la etapa de la pubertad, la persona en esa búsqueda de
identidad puede llegar a imitar conductas y comportamientos poco o no
apropiados para su salud y autoestima. Tal es el caso que plantea Salazar (2008)
sobre el cuerpo delgado de la época, como modelo a seguir en la sociedad
moderna. La belleza está integrada por la delgadez en el cuerpo, quien posee una
figura adecuada o delgada, es una persona feliz o con buena autoestima, en
cambio, una persona no delgada es una persona que posiblemente será apartada
del modelo “ideal de la belleza” y padezca una baja autoestima.
Como mencionan Cortez, Díaz, Mejía y Mesa (2003) los medios de comunicación
influyen en la imagen corporal y el deseo de cambiar de peso en mujeres jóvenes
y niñas; lo cual se debe a que las personas se ven sumergidas en un mundo de
imágenes de modelos anormalmente delgadas que dicen representar el cuerpo
ideal. Las jóvenes inexpertas, buscan imitar tal modelo y empiezan con dietas, y a
perder peso, cuando esto ocurre, empieza la insatisfacción corporal y después
viene la presencia de un desorden alimenticio mucho mayor.
Otro factor que ha impulsado este interés por el peso ha sido el Internet, y el uso
de los web sites relacionados con los desórdenes alimenticios como lo son
“PROANA Y PROMIA” (promotores de anorexia y bulimia) quienes dan consejo a
las jóvenes de utilizar el ayuno extremo y el uso de purgantes y laxantes,
orillándolas aun mas a caer en un trastorno de la conducta alimentaria.
12
Plaza (2010) dice también que las revistas actuales para jóvenes adolescentes, se
basan en lo que psicológicamente ellas necesitan. Ya que las mujeres de la edad
comprendida en la adolescencia están en busca de su propia identidad, las
revistas para ellas se basan en eso, y en que la delgadez se configura en un
medio para conseguir autoestima y aceptación social.
Sin embargo otros autores como Madrid, Pombo y Godás (2001) afirman que la
autopercepción es un factor relevante. Quienes se autoperciben con sobrepeso y
que sienten insatisfacción hacia su cuerpo y apariencia física, tienden a someterse
a dietas estrictas o restringidas para poder perder peso; es por eso, que las
personas que se perciben a sí mismas con sobrepeso presentan mayor riesgo de
padecer algún trastorno de la conducta alimentaria que las personas con
sobrepeso. Además, con independencia del peso, cuanto más insatisfecha se
siente una persona con su cuerpo y apariencia externa, tanto más obesa se
percibe, mayor es su historia de dieta y su deseo de adelgazar (Benedito, Perpiñá,
Botella y Baños, 2003).
En lo que respecta a las estadísticas sobre la problemática a trabajar, Espido
(2004) señala que sobre todo después de la década de los 60 se han
incrementado los casos de anorexia y bulimia nerviosa. Por otra parte, señala que
20% de las personas que padecen anorexia en todo el mundo mueren a
consecuencia de la misma, y que una de cada tres mujeres está a dieta de
manera permanente.
Según Ibarra (2009) considera que la anorexia y bulimia afectan preferentemente
a adolescentes del sexo femenino, con una relación entre hombres y mujeres de
1-10. Su incidencia ha aumentado en los últimos 20 años en el mundo occidental,
pasando de ser anualmente de 0.37 a 6.3, por cada 100 mil habitantes. Según
recientes estadísticas, el 90% de quienes padecen anorexia y bulimia son mujeres
entre los 14 y 25 años de edad; el 10% restante son niños, niñas y mujeres
maduras.
13
En España, Rivas, Bersabé y Castro (2001) realizaron un estudio con 1,555
adolescentes, demostrando que un alto porcentaje (27.5%) de esta población
padece trastornos alimentarios, en una relación que va de cuatro mujeres por cada
hombre. Específicamente para la anorexia, el porcentaje fue de .5% en hombres y
de 3.9% en mujeres, mientras que para la bulimia nerviosa los porcentajes son 0.6
y 0.2%, respectivamente.
En los últimos estudios epidemiológicos realizados en España se han obtenido
resultados similares a los de otros países desarrollados, con una prevalencia
media de trastornos de la conducta alimentaria en la población femenina de entre
12 y 21 años del 4.5% (0.4% de anorexia nerviosa, 0.9% de bulimia nerviosa y
3.2% de trastornos de la conducta alimentaria no especificada). Estos trastornos
constituyen un relevante problema de salud pública, ya que se han convertido en
una causa de enfermedad crónica en los adolescentes (Ibarra, 2009).
Por su parte, Garandillas, Zorrilla, Sepúlveda y Muñoz (2004), en un estudio
realizado en Madrid con 1,534 alumnas adolescentes, reportaron que 3.4%
mostraba un trastorno de la conducta alimentaria; la prevalencia de anorexia fue
de 0.6%, de bulimia 0.6% y de casos incompletos 2.1%.
Distintos estudios epidemiológicos señalan que entre un 2% y un 4% de mujeres
jóvenes padecen TCA. En España la prevalencia del trastorno se sitúa entre un
3.3% y un 5.5% en adolescentes de 12 a 20 años (Raich, 2008).
En España los últimos estudios realizados coinciden en señalar una tasa de
prevalencia de casos de TCA en población adolescente de alrededor del 4.1% –
4.5% En Estados Unidos la anorexia nerviosa supone ya la tercera enfermedad
crónica más frecuente entre mujeres adolescentes, después de la obesidad y el
asma. La prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria es la más alta
entre las detectadas por trastornos psiquiátricos. La anorexia se sitúa en torno al
0,3%, la bulimia en el 0,8% de la población femenina de entre 12 y 21 años. La
14
magnitud del problema es evidente, pues está afectando, en mayor o menor
medida, al menos a una de cada diez chicas adolescentes. Los TCA están
vinculados de forma rotunda al sexo femenino y a la adolescencia. Solo entre el 5
– 10 % de los afectados son hombres y en éstos se da con más frecuencia la
bulimia o el síndrome por atracón que la anorexia nerviosa, aunque también entre
ellas es superior la prevalencia de bulimia.
En el caso de la bulimia el inicio suele darse algo más tarde, entre los 18 y 25
años, aunque se está adelantando la edad de aparición y la enfermedad se
manifiesta con más frecuencia entre los 24 y los 40 ya que, al no ser el deterioro
físico tan severo como en la anorexia, el cuadro clínico pasa desapercibido
durante años (Adeslas, 2012).
En México y España distintos investigadores han realizado estudios para
determinar la prevalencia de la población que se encuentra en riesgo de padecer
algún TCA, todos ellos buscando las relaciones existentes entre los TCA y
diversas variables como el sexo, la edad, el IMC y la percepción corporal.
La información sobre la prevalencia y incidencia de los trastornos de la conducta
alimentaria (TCA) en México son escasos. Datos con los que se cuenta
mencionan que para la Ciudad de México, 0.9% de los hombres y 2.8% de las
mujeres sufren de estos padecimientos. Entre las principales causas registradas
como determinantes de los TCA se encuentran las socioculturales y las familiares
y, dentro de la perspectiva individual, el anhelo de delgadez y la insatisfacción del
propio cuerpo, por lo que la práctica de dietas restrictivas suelen ser antecedentes
constantes, así como la obesidad (Pérez, Vega y Romero, 2007).
Un estudio realizado por Pamies, Quiles y Bernabé (2011) buscó estimar el
porcentaje de adolescentes que presentaban conductas alimentarias de riesgo
(CAR) para el desarrollo de un trastorno de conducta alimentaria (TCA); la
muestra estuvo constituida por 2,142 adolescentes (47.2% chicos y 52.8% chicas),
15
estudiantes de todos los centros educativos de secundaria de la provincia de
Alicante, España. Para obtener el IIMC, todos los participantes fueron pesados y
medidos. El proceso de cribado se realizó a través del EAT-40 adaptado a la
población española, tomando el punto de corte de >30 para saber el porcentaje de
adolescentes que presentaba CAR.
Por otra parte Unikel, Saucedo, Villatoro y Fleiz (2002), realizaron una
investigación para conocer la relación entre el IMC y la práctica de CAR en
adolescentes mexicanos; la muestra seleccionada para este trabajo estuvo
constituida por hombres (N= 3,640) y mujeres (N= 3,957) de 13 a 18 años, la cual
se dividió en dos grupos de edad de acuerdo con dos de las etapas de la
adolescencia: adolescencia temprana (entre los 13 y 15 años) y adolescencia
media (entre los 16 y los 18 años). El instrumento utilizado para medir las CAR fue
elaborado específicamente para este estudio, con base en los criterios
diagnósticos que propone el DSM-IV para los TCA. Al analizar los resultados del
estudio se encontró que tanto el grupo de hombres como el de mujeres,
clasificados en la categoría de "sobrepeso", presentaron mayores porcentajes de
CAR.
Los métodos que utilizan los adolescentes con mayor frecuencia para bajar de
peso, sin importar la categoría del IMC a la que pertenezcan, es el ejercicio. En el
grupo de mujeres se pudo observar claramente que el porcentaje que sigue un
método para bajar de peso se incrementa cuando aumenta su IMC, y los que más
practican son las dietas y los ayunos. Las mujeres obesas o con sobrepeso del
grupo de 16 a 18 años se ayudan con pastillas o diuréticos para bajar de peso. Es
interesante observar que la preocupación por engordar, los atracones y la
sensación de no poder controlar su manera de comer, se incrementa con la edad y
con el aumento del IMC. Sólo recurrió al vómito autoinducido, a los laxantes y a
los enemas, un mínimo porcentaje de ambos grupos de edad.
16
El análisis comparativo de uno y otro sexo por grupo de edad mostró diferencias
estadísticamente significativas únicamente respecto a los atracones en el grupo de
hombres. Al llevar a cabo un análisis de varianza de dos factores (IMC y edad), los
resultados mostraron que el número de indicadores clínicos se incrementa a
medida que aumenta el peso corporal, con diferencias estadísticamente
significativas, pero no influye la edad.
En las mujeres se observa la misma tendencia que en los varones, si bien en los
sujetos de 13 a 15 años con sobrepeso y obesidad, el porcentaje de los que
reportaron con más frecuencia practicar un solo indicador de riesgo (32% y 46.3%,
respectivamente) fue similar al porcentaje de los sujetos entre 16 y 18 años
(31.6% y 43.5%). Al incrementarse la edad aumentan los porcentajes del número
de los indicadores clínicos en ambas categorías de peso, aunque estas diferencias
no son estadísticamente significativas al comparar los grupos de edad, pero sí lo
son para las categorías del IMC.
En Latinoamérica, en particular en México, los estudios estadísticos y
epidemiológicos son pocos, pues carecemos de la información sobre la incidencia
de los trastornos de la conducta alimentaria, aunque diversos grupos investigan
ese fenómeno. Según datos del Instituto Nacional de Nutrición, en muchos países
la frecuencia de la bulimia es mayor que la de la anorexia nerviosa. Hablando de
características, los anoréxicos llegan a perder al menos 15% de su peso corporal y
en casos extremos, hasta 60%, lo que puede ser mortal.
Según Casanueva, Kaufer-Horwitz, Pérez-Lizaur y Arroyo (2008) menciona que en
las mujeres jóvenes se han encontrado prevalencias de 0.9% para anorexia
nerviosa y de 1% para bulimia nerviosa. En donde de igual manera se menciona
que en México, la encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, llevada a cabo
en población de entre 18 y 65 años de edad, informó la presencia de bulimia
nerviosa en alguna ocasión en la vida en 1.8% de las mujeres y en 0.6% de los
hombres, mientras que no se encontraron casos de anorexia nerviosa.
17
Palma (2007), investigadora clínica del Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias
Médicas "Salvador Zubirán" de la Secretaría de Salud (SSA), comenta que la
anorexia y la bulimia existen desde la antigüedad, pero hasta ahora se les ha
estudiado, tipificado y definido. Por desgracia, en lo que respecta a México y en
general en América Latina se carece de información estadística sobre el impacto
en la población de estos trastornos alimenticios, que afecta más a los jóvenes que
es la muestra a la que estudiaremos, a partir de los factores de riesgo que se
mostraran más adelante; y en ocasiones a adultos jóvenes de hasta 35 o 40 años.
En diversas investigaciones mexicanas se ha demostrado, que la preocupación
por el peso y la imagen corporal, así como modificaciones drásticas en el patrón
alimentario, están presentes en la pubertad.
En una de estas investigaciones, en una muestra de 962 mujeres de 9 a 13 años,
se detectaron factores de riesgo asociados con el desarrollo de trastornos de la
alimentación. Se mostró que casi la mitad de las púberes estaban insatisfechas
con su imagen corporal. Asimismo, se confirmó que en edades de 11 a 13 años,
ya está presente, en una proporción mayoritaria (94%) la aceptación del
estereotipo social de la cultura de la delgadez, centrado en la idea de que un
cuerpo delgado es el determinante del atractivo de la mujer. También se encontró
que las tres cuartas partes de la muestra respondieron estar preocupadas por su
peso corporal, no obstante que muchas de ellas eran de peso normal o incluso de
peso bajo (Gómez, 1999). En esta publicación se ha recabado información de que
en México se han llevado a cabo diversos estudios para detectar dichas
manifestaciones conductuales. Los hallazgos en muestras representativas de
estudiantes de entre 12 y 24 años de edad han indicado que 1.1% de varones y
5% del estado de Morelos y 3.4% de varones y 9.6% de mujeres en la ciudad de
México refieren dichas conductas.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) en el 2012 la
proporción de adolescentes que participó (21 519 adolescentes) y que estaban en
riesgo de tener un trastorno de la conducta alimentaria, fue de 1.3% (1.9% en el
18
sexo femenino y 0.8% en el masculino). Esta proporción fue medio punto
porcentual más alta (0.9 y 0.4 puntos porcentuales para el sexo femenino y
masculino, respectivamente) que la registrada en la ENSANUT 2006. Así mismos
cuadro detecto que las conductas alimentarias de riesgo más frecuentes en
adolescentes mexicanos fueron: preocupación por engordar, comer demasiado y
perder el control sobre lo que se come. En las adolescentes, la principal conducta
de riesgo fue la preocupación por engordar (19.7%). En los varones, la conducta
de riesgo más frecuente fue hacer ejercicio para perder peso (12.7%).
Según registros de la Dirección General de información en Salud (2009) en
Sonora, el en 2004 se registraron 5 casos de anorexia nerviosa y 1 caso de
bulimia nerviosa. Mientras que en el 2005 se registraron 3 casos de anorexia
nerviosa y 2 casos de Bulimia nerviosa.
En la región según datos de la Unidad Médico Familiar (IMSS) de ciudad Obregón
en el 2012 se registró un total de 5 casos de bulimia en sujetos de sexo femenino,
de los cuales 2 fueron manifestados en un rango de edad de 15 a 19 años y 3
casos en un rango de edad de 20 a 29 años. Mientras que en ese mismo año se
registraron un total de 41 casos de anorexia, siendo 21 casos en sujetos
masculinos y 20 casos en femeninos. En lo que respecta a los casos masculinos,
se registran 8 casos en un rango de edad de 1 a 4 años, 7 casos de 5 a 9 años, 5
casos de 10 a 14 años y 1 caso en edad de 70 y más. En el sexo femenino se
detectaron 2 casos de 1 a 4 años, 4 casos de 10 a 14 años, 3 de 15 a 19 años,
1de 20 a 29 años y 1 caso de 30 a 39 años. Se enfatiza que a inicio de este año
los casos de TCA registrados van en aumento, a comparación del 2012, ya que se
consideraban que casos de TCA eran escasos en el estado, ya que se cuentan
con mayores estadísticas en base a problemas de obesidad.
Los datos que se presentan de los casos detectados como anorexia son para
niños pequeños que suele suceder como parte de un proceso de enfermedad, sin
embargo otra parte de estas estadísticas señalan especialmente en el caso de las
19
mujeres de entre 10 a 29 años,
lo que coincide con otros estudios de este
margen de edad y de sexo femenino como las más afectadas. En este esquema y
aún cuando existan varios instrumentos para medir los TCA, se plantea la
sensibilidad para la población sonorense y las características propias de esta
región con respecto a sus estereotipos de belleza y las presiones colectivas con
respecto a lo adecuado en una mujer y lo aceptado para los sonorenses.
Además, la detección de los trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes
es aún un proceso en desarrollo más que un capitulo resuelto, especialmente si se
busca tener datos oportunos que permitan una detección temprana. Hasta el
momento la detección de posibles casos en TCA en niños y adolescentes ha
llevado al inicial desarrollo de instrumentos de evaluación dirigidos a los pacientes
de distintas edades.
Según Becerra (2008) existen pocos estudios sobre la detección y diagnóstico de
los TCA debido a varios motivos; la escasa conciencia de los profesionales ante
estos problemas, la falta de tiempo real por la gran presión asistencial que impide
profundizar en la atención integral de las personas afectadas y en la realización de
actividades preventivas, la baja asistencia de adolescentes a las consultas de
atención primaria y su falta de conciencia de enfermedad.
1.3 Justificación
Unikel, Bojorquez y Carreño (2004) señalan que a partir de estudios se puede
demostrar que población más afectada con los TCA son los púberes ya que se
encuentran en una etapa crucial de su desarrollo físico, mental y social, lo cual
convierte a la detección temprana de casos en una tarea por demás importante.
A pesar de que ya se cuenta con muchas aportaciones dirigidas hacia este campo,
quedan todavía muchas áreas por explorar y una de ellas es el desarrollo de
instrumentos construidos a partir de la información que nuestras poblaciones
20
pueden aportar. Es por ello que surge la necesidad de contar con instrumentos
válidos los cuales permitan de manera cuantitativa detectar y generar un buen
diagnostico en los púberes el riesgo de desarrollar un trastorno alimentario, lo cual
permitirá diseñar intervenciones preventivas de forma más oportuna dirigidas al
área de la salud.
Existen una gama de instrumentos y entrevistas que pueden utilizarse para los
TCA pero como se puede apreciar en los antecedentes estos son instrumentos los
cuales han sido estandarizados y adaptados ya que han sido elaborados en otros
país ajenos al nuestro así como la aplicación de cuestionarios a niños o jóvenes
siendo instrumentos para edades más avanzadas.
En el estado la Secretaría de Salud del estado de Sonora, a través de las
Unidades de Consulta Externa, hace una búsqueda intencionada de diferentes
enfermedades o pacientes en riesgo de tenerlas, entre ellas, trastornos en la
conducta alimentaria. Ellos utilizan un cuestionario de conductas alimentarias de
riesgo (Unikel-Santoncini C, Bojórquez-Chapela I, Carreño-García S., 2004), el
cual está dirigido a adolescentes de 10 a 19 años, de los cuales se sospecha un
riesgo de trastorno en la conducta alimentaria.
Aunque algunos de los instrumentos mencionados han sido validados, resulta
evidente que no es recomendable emplearlos en púberes, ya que ellos tienen otro
nivel de comprensión, y de habilidades cognoscitivas, además de que en esta
etapa comienza a haber una mayor preocupación por la apariencia y el peso
corporal. Debe señalarse, que ninguno de ellos considera aspectos socioculturales
como factores de riesgo asociados a los trastornos alimentarios, ni tampoco la
conducta alimentaria normal, la cual debería ser un factor protector dentro del
contexto de estas patologías y ninguno de ellos ha sido validado en México.
La conducta de comer se encuentra afectada por las ideas asociadas con la figura
ideal delgada promovida por los medios (televisión, revistas de moda, y
21
espectáculos, etc.) las grandes compañías de productos para adelgazar, los
gimnasios, los libros de dietas, entre otros; las actrices, cantantes y conductoras
que aparecen con mayor frecuencia en estos espacios, refuerzan la idea de que
tener una figura esbelta es necesario para ser atractiva. En la industria del
adelgazamiento, los más beneficiados han sido los empresarios, dueños de
clínicas y programas de pérdida de peso, clubes de ejercicio y salud, negocios
relacionados con la venta y oferta de supresores de apetito, cirugía estética y
remedios antiobesidad, cuyas ganancias son millonarias (Braguinsky, 1996).
Dado impacto de los trastornos de la conducta alimentaria en el sector salud,
psicológico y social es importante contar con instrumentos adecuados para su
detección, con fines tanto clínicos como epidemiológicos. En México, por razones
principalmente de recursos, son pocas las encuestas que logran tener una
verdadera representatividad nacional. Siendo los TCA una enfermedad poco
reconocida como problema de salud pública, es improbable que se consiga apoyo
para intervenir en este tipo de situación.
1.4 Objetivos
Objetivo General:
 La presente investigación tiene como objetivo la construcción de un
instrumento válido y confiable que permita identificar factores riesgo para
desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia.
Objetivos Específicos:
 Construcción de un instrumento para medir factores de riesgo para anorexia
y bulimia.
 Determinar el nivel de confiabilidad según el índice de consistencia interna
Alfa de Cronbach.
22
 Determinar la validez de contenido a través de la técnica de juicio de
expertos.
 Determinar la validez de constructo mediante el análisis factorial.
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
En este apartado se presenta la revisión de la literatura que fundamenta el
presente trabajo, describiendo aspectos tanto de las características de los
adolescentes, de los trastornos alimenticios a estudiar así como también los tipos
de validez y confiabilidad.
2.1 Adolescencia
Es la transición del desarrollo entre la niñez y la edad adulta que implica
importantes cambios físicos, cognoscitivos y psicosociales. Se considera que la
adolescencia comienza con la pubertad, que es el proceso que conduce a la
madurez sexual o fertilidad. La adolescencia ofrece oportunidades para el
crecimiento, no solo en las dimensiones físicas sino también en la competencia
cognoscitiva y social, la autonomía, la autoestima y la intimidad.
24
Este periodo también supone grandes riesgos. Algunos jóvenes tienen dificultades
para manejar demasiados cambios a la vez y pueden necesitar ayuda para
superar los peligros a lo largo del camino; es una época en que aumenta la
divergencia entre la mayoría de los jóvenes, quienes se dirigen a una adultez
satisfactoria y productiva y una importante minoría que enfrentará problemas
importantes.
2.1.1 Cambios físicos en la pubertad
La adolescencia constituye, en nuestros tiempos, un periodo de la vida donde con
mayor intensidad que en otros, se aprecia la interacción entre las tendencias del
individuo y las metas socialmente disponibles. Durante la pubertad aparecen
ciertas diferencias en cuanto a tamaño, forma, composición y desarrollo funcional
en muchas estructuras y sistemas del cuerpo.
El sistema endocrino está conformado por glándulas localizadas en distintas
partes del cuerpo humano. Dichas glándulas se encargan de liberar en el torrente
sanguíneo sustancias químicas conocidas como hormonas. Las hormonas
modifican el desarrollo y funcionamiento del cuerpo (Arnett, 2008).
El hipotálamo puede afectar profundamente funciones del cuerpo como la
motivación fisiológica y psicológica, así como el funcionamiento en áreas como
comer, beber, el placer, entre otros. El hipotálamo se encarga de estimular y
regular la producción de las hormonas en otras glándulas. Al inicio de la pubertad,
el hipotálamo comienza a incrementar regularmente la producción de la hormona
liberadora de gonadotropina (GnRH). Este incremento comienza en la niñez
media, y es a causa de un incremento de grasa corporal en el cuerpo.
La hipófisis produce y libera hormonas llamadas gonadotropinas; la hormona
estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH). La función principal
de estas dos hormonas es la de producir gametos en hombres y mujeres. Estas
25
dos hormonas estimulan a las ganadas, incrementando así, su número de
hormonas sexuales. Existen dos hormonas sexuales: estrógenos y andrógenos.
Para el desarrollo de la persona en la pubertad el estrógeno más importante es el
estradiol y el andrógeno más importante es la testosterona; ya que son los
responsables de la mayoría de los cambios físicos que se observan durante la
pubertad.
Uno de los cambios más notables gracias a la producción de hormonas sexuales
es el estirón del crecimiento adolescente. Las niñas son quienes se estiran con
mayor rapidez, esto tiene que ver con otro aspecto, el que las niñas maduran dos
años más temprano que los niños.
Durante la adolescencia temprana las niñas suelen ser más altas que los niños,
pero esto también indica que las niñas son las de menor estatura durante la etapa
de la adolescencia, ya que el estirón marca el final de su crecimiento físico.
Durante el estirón, ocurre un fenómeno conocido como asincronía, esto quiere
decir que son las extremidades las que crecen primero; la frente se hace más alta
y más ancha, la boca se ensancha, los labios se hacen más llenos y el mentón, las
orejas y la nariz se hacen más prominentes (Arnett, 2008).
Los niveles de grasa corporal aumentan durante la pubertad, pero dicho cambio
afecta más a las niñas que a los niños, ya que la testosterona produce
incrementos en el crecimiento muscular. Es también en la pubertad donde se
presentan otras diferencias sexuales de la forma corporal; en las niñas aparece el
ensanchamiento de las caderas y en los niños el ensanchamiento de la espalda y
hombros.
Según Arnett (2008) además de los cambios de crecimiento y el funcionamiento
físico, otros cambios de mucha importancia se hacen presentes en la etapa de la
pubertad: las características sexuales primarias y las características sexuales
secundarias. Las premisas de las características sexuales primarias son el
26
desarrollo de los gametos tanto en hombres como en mujeres, y el crecimiento de
los órganos sexuales. Mientras en las características sexuales secundarias, los
cambios corporales se relacionan con las hormonas sexuales, más no
directamente, como es el crecimiento del vello en ciertas áreas del cuerpo, el
crecimiento de los senos, etc.
Las características sexuales primarias se refieren a la constitución de los órganos
sexuales involucrados en la copulación y la reproducción. Dichos órganos nos
presentaron durante la niñez un desarrollo menor que en los otros sistemas de
órganos. En la pubertad, se produce el crecimiento del útero, la vagina, el clítoris y
los labios genitales mayores y menores. En las muchachas, los ciclos menstruales
pueden ser irregulares a lo largo del primer año, y estar acompañados de un
intervalo de esterilidad púberal que dura tres o más años. La capacidad de
procreación no es simultánea con la menarquía, ya que esta es apenas la fase
inicial del proceso de maduración sexual. Sin embargo, la capacidad de procrear
hijos aparece antes de que el crecimiento físico se haya completado, por lo cual el
embarazo en adolescentes se considera una situación de riesgo tanto para la
salud de la madre como del hijo si no hay un cuidado prenatal adecuado.
El crecimiento hormonal durante la pubertad hace posible el incremento de los
gametos (óvulos y espermatozoides); éstos maduran de distinta forma en ambos
sexos, en las niñas aparece el fenómeno de la menarquía (prime periodo
menstrual)
y
en
los
niños
la
espermarquia
(primera
producción
de
espermatozoides). Los cambios físicos en los órganos sexuales diferencian entre
mujeres y hombres.
En el caso de las mujeres los órganos sexuales externos son la vulva (labios
mayores, labios menores y clítoris); incrementan de peso y de tamaño los ovarios,
el útero alcanza una longitud de 7.62 centímetros, de igual manera, la vagina
incrementa también su longitud y su color se hace más profundo. En los hombres
el crecimiento de sus órganos sexuales se ve reflejado en el pene y los testículos;
27
el pene en su forma madura incrementa de 7.62 a 10.16 centímetros, y en su
forma tumescente tiene una longitud de 13.97 a 15.24 centímetros y un diámetro
de 3.81 centímetros. Así mismo, los testículos incrementan en promedio 2.5 veces
su longitud y 8.5 veces su peso.
Tanto en hombres como en mujeres las características sexuales secundarias
modifican su aspecto físico. Hay cambios que ocurren de una manera
relativamente similar como el crecimiento del vello en áreas del cuerpo como el
bigote, axilas, área púbica, piernas, en la espalda y/o pecho (en el caso de los
hombres). Experimentan cambios en la piel y en los huesos; la piel se vuelve
áspera en muslos y antebrazos, se vuelve más grasa a causa de las glándulas
sudoríparas de la piel, lo que puede producir el acné y un olor corporal más fuerte.
Tanto en hombres como mujeres los huesos se tornan más fuertes y densos. El
tono de voz se profundiza ya que las cuerdas vocales se alargan. En mujeres y en
hombres hay desarrollo de los senos, aunque es en las mujeres donde se muestra
con mayor profundidad este cambio; el crecimiento de los senos pasa por una
serie de etapas de desarrollo previsibles (Arnett, 2008).
2.1.1.1 imagen corporal
La imagen corporal es un constructo teórico multidimensional, sería la
representación mental del propio cuerpo, incluyendo el modo en el que la persona
piensa, siente, percibe y actúa respecto al mismo. La definición previa, útil desde
la perspectiva de la evaluación e intervención terapéutica en los trastornos de la
imagen corporal, estima que las dimensiones de la imagen corporal pueden
dividirse en perceptivas, cognitivo-afectivas y conductuales.
Muchos argumentan que la alteración en el peso o la forma corporal es una
característica específica del trastorno de anorexia, existe una negación a su bajo
peso corporal en las personas jóvenes, las cuales perciben su cuerpo como más
grande, ancho o gordo de lo que en realidad es. Las personas que padecen
28
anorexia reportan esta evaluación distorsionada de su tamaño y forma de cuerpo,
no es raro que las personas jóvenes que no son anoréxicas subestimen el tamaño
de su cuerpo y expresen una falta de satisfacción de su cuerpo o su peso
(Coleman, Hendry y Kloep, 2008).
El componente perceptivo se refiere a la exactitud con la que percibimos el
tamaño global del cuerpo y/o sus partes; mientras que el cognitivo-afectivo alude a
sentimientos y pensamientos relativos al mismo. La dimensión conductual hace
referencia a comportamientos favorecidos por el desarrollo de las otras dos
dimensiones.
Los cambios corporales de la pubertad suelen llevar asociados una imagen
corporal negativa y distorsionada; observándose que conductas de restricción de
la alimentación, insatisfacción corporal e ideas de peso deseado por debajo del
real son factores frecuentes en la mayoría de la población adolescente (López y
Valle, 2008)
Aunque la insatisfacción con la imagen corporal es un fenómeno extenso entre las
mujeres jóvenes, se ha descubierto que las mujeres con anorexia y bulimia están
mucho más insatisfechas con la talla y forma de su cuerpo que las demás
(Coleman, Hendry y Kloep, 2008).
2.1.1.1.1 Dimensiones clínicas de los trastornos de la imagen corporal
Las dimensiones de la imagen corporal son perceptivas, cognitivas, emocionales y
conductuales (López y Valle, 2008).
 Perceptivas:
Esta dimensión hace referencia a la precisión con que se percibe el tamaño
corporal en sus partes o totalidad. Con frecuencia las personas con trastorno
alimentario tienden a exagerar, deformar o distorsionar la amplitud de sus medidas
29
corporales, no tratándose de una alteración de la percepción visual, ya que
perciben con mayor exactitud los cuerpos y siluetas de las personas que les
rodean. Es la imagen que tienen de su cuerpo la que deforman, distorsionan o
exageran.
 Cognitivas:
Esta dimensión hace referencia a pensamientos, creencias e ideas sobre el propio
cuerpo. El modelo cognitivo refleja que las cogniciones de la persona determinan
como siente y actúa. Según este criterio las emociones no surgen de los sucesos,
sino de los pensamientos acerca de ellos.
En el ámbito las alteraciones de la imagen corporal, según el modelo cognitivo, el
problema no es el cuerpo sino la forma de pensar sobre él y eso explica el hecho
de que personas con cuerpos similares no presenten el mismo nivel de alteración
de la imagen corporal.
 Emocionales:
Las personas con alteraciones de la imagen corporal pueden padecer un amplio
abanico de reacciones emocionales derivadas de la observación del propio cuerpo
o de los pensamientos sobre el mismo. Sentimientos como la tristeza, ansiedad,
enfado, vergüenza o frustración. El trastorno de la imagen corporal se ha descrito
a veces como fobia al propio cuerpo.
 Conductuales:
Las personas con alteración de la imagen corporal pueden organizar su vida con
conductas centradas en la preocupación corporal. Pueden realizar conductas
como mirarse en exceso al espejo, medirse o pesarse con frecuencia, comparar
insistentemente su cuerpo con el de los demás, solicitar a los demás información
sobre su defecto y/o camuflar su aspecto mediante ropajes que lo disimulen.
En otras ocasiones realizan conductas de evitación como no acudir a reuniones
sociales donde pueden ser objeto de observación o verse obligados a tomar
30
alimentos que no desean por su temor a engordar. Las conductas de ejercicio
excesivo o dieta desmedida también pueden considerase conductas de evitación
para eludir un cuerpo “en teoría” demasiado grueso. La mayor parte de estas
conductas intentan conseguir bienestar, pero terminan cursando con ansiedad e
incidiendo en la perpetuación de la alteración de la imagen corporal.
2.1.2 Cognición
El concepto se refiere a las funciones, procesos y estados mentales de agentes
inteligentes, con un enfoque particular en procesos tales como comprensión,
inferencia, toma de decisiones, planificación y aprendizaje. Es frecuentemente
utilizado para significar el acto de conocer, o conocimiento, y puede ser definido,
en un sentido cultural o social, como el desarrollo emergente de conocimiento
dentro de un grupo que culmina con la sinergia del pensamiento y la acción
(Capra, 1998).
2.1.2.1 Cognición práctica: pensamiento crítico y toma de decisiones
El pensamiento crítico según Arnett (2008) se define como aquel pensamiento que
no solo implica memorizar la información, sino analizarla, hacer juicios sobre lo
que significa, relacionarla con otra información y considerar porque es válida o
inválida.
En diversas culturas se han sometido ante la pregunta de si los adolescentes
pueden o tienen la capacidad de tomar decisiones importantes como practicarse el
aborto, los anticonceptivos, someterse a tratamientos médicos, entre otros. Una
explicación ante esta pregunta la da la teoría conductual de la decisión, la cual
consta de los siguientes puntos: 1) identificación de las opciones; 2) identificación
de consecuencias para cada opción; 3) evaluación de la conveniencia para cada
consecuencia anteriormente consultada; 4) evaluación de probabilidades en
cuanto a consecuencias; y 5) integración de toda la información (Arnett, 2008).
31
Una teoría reciente la cual habla sobre el procesamiento doble; la toma de
decisiones de los adolescentes se basa en dos sistemas cognitivos distintos, uno
que es analítico y que utiliza el razonamiento de las operaciones formales, y el
otro es heurístico, en otras palabras, se basa en factores intuitivos.
Los adolescentes pueden verse implicados en la siguiente elección: salir a un
centro comercial por la tarde o ir a una fiesta no supervisada donde los riesgos de
beber alcohol y riesgos sexuales toman lugar. De acuerdo con la Teoría
Procesamiento Doble (FTT) (fuzzy-trace theory) tal análisis puede descubrir
cientos de posibles beneficios y riesgos en esta situación, como lo son el
inclinarse hacia un trastorno de la conducta alimentaria, el dejar de comer o no, el
hacer o no hacer ejercicio (Jacobs y Klancynski, 2005).
Este es el tipo de pensamiento que corresponde a la lógica de toma de decisiones
racionales, es el tipo de razonamiento que los niños y adolescentes se basan en la
mayoría de la hora de tomar decisiones. Así mismo, muchos adolescentes en
diversas culturas prefieren tener un mayor grado de diversión que no tener
diversión; además lo que es considerado como diversión varía con la edad, por
ejemplo de jugar con juguetes a beber en fiestas. Dependiendo de la elección de
cada individuo con respecto a lo que a cada uno le satisface hacer (Reyna, Adam,
Poirier, LeCroy, y Brainerd, 2005).
Esta forma el pensamiento es más intuitivo, y se basa en las reacciones
emocionales y señales que en deliberativa cálculo. Conforme los jóvenes van
creciendo y van adquiriendo mayor experiencia de vida, la gente cada vez más
utilizar este segundo camino "basado en el quid" de la toma de decisiones
(Reyna, 2004).
32
2.1.2.2 Cognición social
Se conoce como cognición social al término que se utiliza para designar la forma
de pensar acerca de otros individuos y de las relaciones e instituciones sociales.
La cognición social está formada por dos aspectos cognitivos: la toma de
perspectiva y el egocentrismo adolescente.
Durante la niñez los niños creen que los temas que hablan sobre ellos interesan a
los demás, y muy rara vez se preguntan si pudiera ser de otra manera. Conforme
los niños pasan a la adolescencia mejoran su toma de perspectiva, que se define
como la capacidad para entender los pensamientos y sentimientos de los demás.
Para muchos adultos este sigue siendo un reto, sin embargo para la mayoría de
las personas, al crecer, incrementan esta capacidad. Para la pre adolescencia (de
los ocho años a los 10), la mayoría de los niños pueden entender que los demás
tienen un punto de vista distinto al suyo, así mismo, se dan cuenta de que tomar la
perspectiva de otra persona puede ser de ayuda para comprender las intenciones
y acciones de los demás (Arnett, 2008).
La teoría de Selman (1980) la cognición social se desarrolla con mayor amplitud
en la adolescencia tardía; toma de perspectiva del sistema social y convencional
es lo que significa que los adolescentes se dan cuenta de que sus perspectivas
sociales y las de los demás son influidas no solo por sus interacciones entre sí,
sino también por sus papeles en la sociedad. Para los adolescentes, poseer la
capacidad de tomar la perspectiva de los demás, es de ayuda para así, tener
conciencia de cómo agradan o desagradan a los otros las cosas que dicen y que
hacen. También, la toma de perspectiva está relacionada con la forma en que los
adolescentes tratan a las demás personas.
En la etapa de la adolescencia, el desarrollo cognitivo incluye el desarrollo de la
metacognición que es el pensamiento sobre el pensamiento, sin embargo, cuando
estas habilidades empiezan a aumentar en grado e intensidad, a los adolescentes
33
se les puede dificultar distinguir acerca de sus propios pensamientos de lo que
piensan de los pensamientos de otros, resulta ser un tipo de egocentrismo
adolescente. El cual está compuesto por dos aspectos teóricos: la audiencia
imaginaria y la fábula personal. La audiencia imaginaria se denomina como la
escasa capacidad de los adolescentes para distinguir entre lo que piensan acerca
de si mismos y lo que piensan sobre los pensamientos de las demás personas. A
causa de la exageración en que los demás piensan mucho en ellos, imaginan una
audiencia embelesada ante su apariencia o comportamiento. La fábula personal
es creada sobre la audiencia imaginaria; es la creencia o el pensamiento que
tienen los adolescentes en la singularidad de sus experiencias y de su destino
personal (Arnett, 2008).
2.1.3 Autoestima
La autoestima se refiere al sentido general que tiene la persona de valía y
bienestar; desde la imagen personal hasta el concepto personal y autopercepción.
La autoestima disminuye considerablemente en la adolescencia temprana, pero
después aumenta en la adolescencia tardía y en la adultez emergente. Existen
varias explicaciones al respecto, una de ellas es que gracias
a la audiencia
imaginaria los adolescentes piensan que los demás tienen toda su atención en su
aspecto, en su conducta, en sus acciones y que por ello serán juzgados
severamente. La autoestima aumenta en la adolescencia tardía y en la adultez
temprana conforme disminuye la importancia que le dan a las evaluaciones de los
pares (Arnett, 2008).
La autoestima estable es la opinión constante y perdurable que tiene el individuo
de su valor y bienestar como ser humano. Las personas con una autoestima
estable alta se evalúan de forma positiva a pesar de dificultades que se le
presenten durante el día. Pero las personas con una autoestima estable baja
evalúan su persona de manera negativa a pesar de haber tenido días muy
buenos. En cambio la autoestima fluctuante es el sentido cambiante que tienen las
34
personas sobre su bienestar cuando responden a diferentes pensamientos,
experiencias e interacciones en el trascurso del día.
Las jóvenes adolescentes le dan un mayor peso a la apariencia física como base
de su autoestima que los muchachos. Durante la adolescencia las muchachas
tienen una imagen corporal más negativa que los hombres y pueden ser mas
criticas en su aspecto físico; se encuentran menos satisfechas con su cuerpo que
los muchachos, la mayoría de ellas creen que están muy gordas y tienen
sobrepeso, por lo tanto han intentado hacer dieta.
El atractivo físico como fuente de autoestima significa que cuando una persona
llega a la adolescencia enfrenta evaluaciones de otros como una posible pareja
romántica o sexual y es sobre todo, en el caso de las muchachas donde el
atractivo físico es el criterio principal para dicha evaluación. Los factores más
importantes que influyen en la autoestima del adolescente son: la aceptación y la
aprobación de los padres y los pares; la aprobación de los adultos ajenos a la
familia, como los maestros, contribuye también a la autoestima (Arnett, 2008).
Los padres de familia son importantes. Los niños y los adolescentes tendrán una
opinión positiva de sí mismos cuando sus padres son afectuosos y se interesan
por ellos. En todo el mundo, los niños muestran mayor autoestima cuando la
familia vive en armonía y sus padres les muestran cariño. Si un padre siempre le
ayuda a su hija a hacer la tarea y gustoso la lleva a las lecciones de piano, está
diciéndole eres importante para mí. La disciplina de los padres de familia también
se relaciona con la autoestima. Los niños con una gran autoestima tienen padres
que no temen fijar reglas, pero que al mismo tiempo están dispuestos a discutir las
reglas y la disciplina con sus hijos. Los que no las fijan están en realidad
diciéndoles que no les interesan: no los aprecian lo bastante para tomarse la
molestia de crear reglas y hacerlas cumplir. Los padres que se niegan a discutir la
35
disciplina con un hijo le indican la falta de interés que tienen en la opinan de un
niño o joven (Papalia, Olds y Felman, 2005).
Los adolescentes pasan gran parte de su vida en la escuela; así que cabe suponer
que las experiencias allí influyan en su autoestima. En general, será mayor cuando
ponen mucho empeño, cuando se llevan bien con sus pares y evitan problemas
disciplinarios.
Será
también
mayor
cuando
participen
en
actividades
extraescolares: música, consejo estudiantil, deportes y clubes. Por último, la
autoestima mejora cuando el ambiente general de la escuela es propicio: cuando
los alumnos están convencidos de que los profesores se preocupan por ellos y los
escuchan. También las calificaciones son importantes, pero afectan a la
autoestima en las materias (matemáticas o español) no la autoestima global.
2.1.4 Identidad
Los adolescentes son capaces de considerarse en abstracto, en tercera persona,
es durante la adolescencia y adultez emergente donde se exploran aspectos
diversos de la identidad, lo que culmina en compromiso que ponen las bases de la
vida adulta (Arnett, 2008).
En la teoría de Erikson (1950) sobre el desarrollo humano cada época se
caracteriza por un problema o crisis a resolver. Cada problema presenta un
camino favorable y otro no tan favorable. Cada etapa tiene un problema central y
es en la adolescencia donde el problema central es la identidad frente a la
confusión de identidad; el camino favorable establece un sentido en la persona
firme y claro, sobre quien es uno y cuál es su lugar a ocupar en el mundo. Pero si
la persona se va por el camino no saludable, cae en una confusión de identidad lo
que incapacita a la persona para formar una identidad estable y segura. En la
formación de la identidad es necesario que el adolescente reflexione sobre cuáles
son los rasgos, habilidades e intereses que posee, así como también examinar
36
cuidadosamente las opciones de vida disponibles en su cultura, probar varias
posibilidades y al final comprometerse. La identidad está formada por ciertos
aspectos: el amor (relaciones personales), el trabajo (ocupación) y la ideología
(ideas y valores).
Erikson planteó otro proceso clave que contribuye a la formación de la identidad,
es la exploración de varias opciones posibles de vida. La adolescencia incluye a
menudo una moratoria psicosocial, considerada como un periodo en que se
posponen las responsabilidades adultas mientras los adolescentes prueban varios
yo posibles. Sin embargo si el desarrollo en cualquiera de las etapas anteriores ha
sido inusualmente conflictivo, la confusión de identidad podría ser el resultado del
desarrollo en el adolescente.
La confusión de la identidad puede ser la causa de una incapacidad para evaluar
todas las opciones y las posibles elecciones en el individuo; esta confusión de
identidad llevada al extremo puede ocasionar en el adolescente una identidad
negativa. Los adolescentes con personalidad negativa pueden rechazar la extensa
gama de posibilidades aceptables para el amor, trabajo e ideologías que les ofrece
la sociedad en donde viven, en cambio adoptan deliberadamente lo que su
sociedad considera como inaceptable, raro, despreciable e incluso, en el peor de
los casos, ofensivo. En la etapa de las operaciones formales se valen del
razonamiento hipotético para experimentar varios yos y conocer mejor varias
identidades posibles. Gracias a sus habilidades cognoscitivas avanzadas se
imaginan desempeñando diversos papeles. Gran parte de sus pruebas y de sus
experimentos están orientados a las carreras. Algunos adolescentes sueñan con
llegar a ser estrellas de rock, otros deportistas profesionales, miembros de alguna
asociación altruista o novelistas de éxito. Algunas pruebas tienen una orientación
romántica. Los adolescentes se enamoran e imaginan que conviven con el ser
querido. Y, a veces, la exploración se centra en creencias religiosas y políticas.
Ensayan varias identidades como uno conduciría varios modelos de automóvil
37
antes de decidirse por uno. Empiezan a descubrir quienes son imaginando el
futuro (Papalia, Olds y Felman, 2005).
En su intento de lograr una identidad, pasan por las etapas o estados de difusión
(donde el adolescente se siente abrumado por la tarea de obtener una identidad y
hace poco por realizarla), exclusión (el estado del adolescente lo determinan los
adultos, no una exploración personal), moratoria (el adolescente examina varias
opciones pero todavía no encuentra uno que le satisfaga) y logro (el adolescente
ya exploró varias opciones y deliberadamente eligió una identidad especifica).
Para Arnett, (2008) los adolescentes no alcanzan al mismo tiempo el estado de
logro de todos los aspectos de la identidad. Al alcanzar el estado de logro, termina
el periodo de la experimentación activa y el individuo posee ya un sentido bien
definido del yo. En la búsqueda de su identidad, el adolescente manifiesta varias
modalidades específicas de razonamiento. Tiene una orientación muy egocéntrica,
es decir, simplemente le interesan mucho más sus sentimientos y sus
experiencias que los de la gente. Además en su búsqueda de identidad, muchos
se equivocan al suponer que son el centro del pensamiento de los demás. Muchos
adolescentes creen que son actores cuya representación es observada
constantemente por sus compañeros. Este fenómeno recibe el nombre de
audiencia imaginaria.
A medida que avanza a la consecución de una identidad, el egocentrismo, la
audiencia imaginaria, las fabulas personales y las ilusiones de invulnerabilidad van
haciéndose menos frecuentes. Para obtener la identidad, los padres de familia
influyen. Cuando estimulan la discusión y reconocen la autonomía de sus hijos, a
éstos les será más fácil alcanzar el estatus de logro. Se sienten impulsados a
realizar experimentos personales para alcanzar su identidad por el contrario
cuando los padres de familia establecen reglas sin justificarlas y las imponen sin
dar explicaciones, los hijos tenderán a permanecer en el estado de exclusión. No
sienten deseos de experimentar por su cuenta, sus padres simplemente les dicen
que identidad adoptar. En general habrá más probabilidades de que establezcan
38
una identidad bien definida en una atmósfera familiar donde los padres alientan a
sus hijos para que exploren alternativas por su cuenta, sin presionarlos ni
indicarles una orientación explícita.
2.1.5 Relaciones familiares
Desde hace mucho tiempo, existe la creencia de que los hijos ofrecen una gran
cantidad de satisfacciones mientras son niños, pero que al llegar a la edad de la
adolescencia se hacen más ingratos, difíciles, conflictivos y donde antes había
adhesión y admiración, ahora hay distanciamiento y crítica. Así, se ven las
relaciones familiares durante esta etapa como un desequilibrio, y se describe al
adolescente como deprimido, irritable, reservado, no cooperativo y peleador.
La importancia de la familia no disminuye durante la adolescencia, al contrario,
durante esta etapa de la vida, la familia desempeña un papel central en aspectos
tan como lo es el bienestar emocional y psicológico de los hijos adolescentes. La
calidad de las relaciones familiares es crucial para determinar la competencia y
confianza con la que el adolescente afronta el periodo de transición de la infancia
a la edad adulta.
Las relaciones familiares influyen en cómo los jóvenes negocian las principales
tareas de la adolescencia (como la formación de identidad propia), en el grado de
implicación en problemas de comportamiento y/o consumo de drogas y en la
habilidad para establecer relaciones de amistad y de pareja (Arnett, 2008).
Aunque los adolescentes muestran un interés importante por entablar nuevas
relaciones con otras personas ajenas al contexto familiar, los padres siguen
jugando un papel crítico en su desarrollo. Sin embargo, si la interacción entre
padres e hijos no es adecuada y positiva, pueden aparecer problemas que
desestabilizarán la dinámica familiar. Y es que las formas de funcionamiento y
39
organización familiar válidas hasta el momento, es decir, el sistema familiar debe
reorganizarse y adaptarse a la nueva situación con hijos adolescentes.
Además de los padres, en la familia existen otras personas susceptibles de
proporcionar apoyo a los adolescentes. No podemos olvidar que, dentro de la
familia, también son fundamentales las relaciones que se establecen entre
hermanos y con miembros de la familia extensa. Estas relaciones suponen para
muchos niños y adolescentes otra importante fuente de apoyo y ayuda.
Hablar de las relaciones entre hermanos en la adolescencia es un tema complejo
porque se trata de relaciones caracterizadas por una continua paradoja amor-odio.
Más allá de las dificultades, las relaciones con iguales más íntimas, duraderas y
constantes puesto que duran más tiempo que la mayoría de las amistades de los
adolescentes. Con el tiempo, las relaciones con hermanos trascienden a la muerte
de los padres y en algunas ocasiones la formación de parejas.
Las peleas entre hermanos a esta edad son muy frecuentes y normales. El que no
deriven en conflictos duraderos y no resueltos, que minen el lazo afectivo entre los
hermanos, depende de cómo los padres lleven la situación (Arnett, 2008).
2.1.5.1 Estilos de crianza
El estilo de crianza de los padres afecta considerablemente a los adolescentes;
los adolescentes no solo se ven afectados por sus padres sino que también los
afectan. Anteriormente se conoce como efectos recíprocos o bidireccionales entre
padres e hijos. Puede que un adolescente sea agresivo y por ende estimula una
crianza autoritaria porque es posible que los padres intentando comportarse con
autoridad observen que su hijo ignora sus explicaciones de las reglas siendo así,
la sensibilidad de ambos padres se ve afectada de modo que disminuye
considerablemente para hacer paso a la exigencia.
40
El estilo de crianza puede hacer una diferencia. En contraste los padres
autoritarios les dicen a los adolescentes que no discutan o cuestionen a los
adultos y que “sabrán mas cuando crezcan”. Los padres permisivos no parecen
preocuparse por las calificaciones, no establecen reglas acerca de ver televisión,
no se ocupan de las funciones escolares y tampoco ayudan a sus hijos con la
tarea ni la supervisan.
Los estilos de crianza juegan un papel importante en el desarrollo del adolescente;
la calidad de las relaciones entre padres e hijo y los efectos de la crianza. Los
estilos de crianza se refieren a las prácticas de los padres en relación con sus
hijos y los efectos de esas prácticas. Se destacan dos dimensiones: la exigencia y
la sensibilidad. La exigencia es la medida en que los padres establecen reglas y
expectativas de conducta y exigen obediencia por parte de sus hijos. La
sensibilidad de los padres se refiere al grado en que reaccionan a las necesidades
de sus hijos y la manera en que les expresan amor, calidez e interés. Se han
combinado esas dos dimensiones para describir diferentes estilos de crianza.
Los padres con autoridad (competentes) son aquellos que muestran un grado
elevado de exigencia y sensibilidad, es decir, fijan reglas y expectativas claras
para con sus hijos, además, establecen con claridad las consecuencias si sus
hijos no obedecen, y de ser necesario las cumplen. Una primacía de los padres
con autoridad es que explican a sus hijos las razones de sus reglas y expectativas
y se pone a discusión los temas de la disciplina, que en algunas ocasiones da
lugar a la negociación y al compromiso. Se ha encontrado que los beneficios de la
crianza bajo un modelo de autoridad continúan durante la adolescencia. Los
padres con autoridad instan a los adolescentes a mirar hacia ambos lados de los
problemas, admiten que en ocasiones lo hijos sabe más que los padres y dan la
bienvenida a su participación en las decisiones familiares (Arnett, 2008).
En cambio, los padres autoritarios son muy exigentes pero poco sensibles en
cuanto al trato con sus hijos; exigen obediencia a los hijos e imparten el castigo si
desobedecen sin excepción. Una característica predominante en este estilo de
41
crianza es que los padres no permiten el diálogo; esperan que sus órdenes sean
seguidas sin discutir ni disentir. Los padres autoritarios demuestran un apego a
hacia sus hijos pobre emocionalmente y que incluso, puede llegar a ser hostil.
El estilo de crianza correspondiente a los padres permisivos posee un alto grado
de sensibilidad, pero un grado menor de exigencia.
Al contrario de los padres autoritarios los padres permisivos tienen pocas
expectativas claras en cuanto a la conducta de sus hijos y rara vez los corrigen. La
creencia visible es que sus hijos necesitan un amor incondicional, al mismo tiempo
consideran que la disciplina y el control perjudica las tendencias saludables de los
hijos a ser personas creativas y a expresarse libremente. En otras palabras,
brindan amor y calidez a los hijos brindándoles mucha libertad para hacer lo que
ellos gusten.
Los padres no comprometidos tienen un nivel bajo de exigencia y de sensibilidad;
intentan reducir al máximo su dedicación y su tiempo a la crianza de los hijos.
Exigen poco a los hijos, corrigiendo su conducta rara vez, no ponen límites
estables en cuanto a lo que se puede y no se puede hacer. Al contrario de los
padres permisivos, los padres no comprometidos expresan poco amor o interés
por sus hijos y puede parecer que tienen poco apego emocional hacia ellos
(Arnett, 2008).
2.1.5.2 Conflictos entre padres y el adolescente
A pesar de que niños establezcan un apego hacia sus padres, en el curso de la
vida familiar no todo está exento de conflictos internos; parece ser algo exclusivo
en familias con adolescentes. Por algunas razones, la adolescencia puede ser una
época difícil para la relación con los padres. Anna Freud (1946) afirmó que los
adolescentes no podrían tener un desarrollo normal sin pasar por esta turbulencia
en la relación con sus padres. Sin embargo, puede que esto no sea verdad, pues
muchas veces padres y adolescentes coinciden en aspectos importantes sobre la
42
visión de la vida, sintiendo mucho amor y respeto mutuo. Otra explicación sobre el
conflicto entre padres y adolescentes es que éstos comienzan durante la
adolescencia durando un tiempo y disminuyendo en la adolescencia tardía.
Algunas de las razones por las que los padres y adolescentes pudieran tener
conflictos son los cambios biológicos y cognoscitivos de la adolescencia. Siendo lo
biológico significado de crecimiento físico y fuerza, que probablemente haga que
para los padres sea más difícil la imposición de su autoridad ante una presencia
física mayor. Otro factor es que en la adolescencia surgen los temas sexuales a
causa de la maduración sexual, lo que en la infancia no sucedía. En cuanto a lo
cognoscitivo, los adolescentes, gracias a sus capacidades para el pensamiento
abstracto y complejo, argumentan mejor que los preadolescentes dificultando a los
padres imponerse con rapidez en las discusiones con sus hijos (Arnett, 2008).
2.1.6 Amigos y pares
Los pares difieren de los amigos en que son solo personas que tienen en común
ciertos aspectos o atributos de su estatus. Para los adolescentes, los pares son
los compañeros de clase, los miembros de la comunidad y/o compañeros de
trabajo de la misma edad. En cambio, los amigos son personas con las que se
establece una relación mutua y valorada. Los amigos suelen ser pares en el
sentido de que pueden tener su misma edad.
Las adolescentes, en su proceso de crecimiento y cambio, se perciben a sí
mismos tal como si una imaginaria audiencia de pares pudiese verlos. Es frente a
esos espejos que ensayan las nuevas partes de su identidad e inserción social.
Los grupos de iguales adquieren gran importancia en el proceso de elaboración de
la identidad durante la adolescencia.
Con sus iguales pueden probar sus nacientes recursos y alcanzar posiciones que
satisfagan la creciente búsqueda de autonomía. Para la púber, será informativo
43
saber cómo responden sus compañeros a las demandas de sus respectivos
padres. Los valores y normas de conducta del grupo a que se incorpore le
permiten tener la oportunidad de analizar las actitudes y creencias que ha
alcanzado hasta ese momento. Los intereses de cada persona joven lo llevaran a
unirse a diferentes grupos. Así, habrá quienes cultiven el deporte, las artes, la
política, el estudio o la afirmación sexual (Papalia, Olds y Felman, 2005).
2.1.6.1 Intimidad en las amistades
La característica principal de los amigos en la adolescencia es el grado de
intimidad es decir, el grado en que dos personas comparten conocimientos,
creencias, opiniones, sentimientos y emociones personales. Los amigos en la
adolescencia se confían lo que piensan y de lo que se hablan, se ayudan
mutuamente en situaciones problemáticas, como conflictos con los padres,
maestros y pares. La necesidad de intimidad de los adolescentes hacia sus
amigos se intensifica en esta etapa más que en la preadolescencia. Lo que hace
posible este cambio es la toma de perspectiva que el niño va adquiriendo
conforme se va acercando a la etapa de la preadolescencia; los compañeros
promueven
aun
más
la
toma
de
perspectiva,
cuando
comparten
sus
pensamientos.
Además, los adolescentes poseen una mayor probabilidad que los niños as
jóvenes de exponer información intima y personal a sus amigos. Algunas
características que buscan los adolescentes en los pares para formar amistades
son: personas que los entiendan, alguien que pueda compartir sus problemas,
alguien que los escuchará, personas que los ayuden. Los adolescentes confirman
que la amistad debe poseer confianza y lealtad como los atributos más
importantes.
El desarrollo cognoscitivo durante la adolescencia da mayor importancia a la
intimidad. El pensamiento abstracto y complejo ayuda al adolescente a entender
44
mejor sus relaciones con los demás, es decir, su cognición social. Así mismo,
toman conciencia de las complejas redes de alianza y rivalidades que pueden
existir en las relaciones humanas, y que los amigos son los únicos en los que
pueden hablar de todo. Considerablemente otro tema que abordan los amigos a
través de la intimidad es lo referente a la maduración sexual: cambios en el
cuerpo, primeros besos, primeros romances, etcétera. Son temas que muy
difícilmente pueden hablar abiertamente con sus padres. El género también influye
en la intimidad en las amistades; es probable que sean las muchachas las que
mantengan un mayor número de amistades y las que pasen mayor tiempo con
ellas que los varones. Son ellas quienes asignan calificaciones altas de afecto a
sus amistades como amabilidad, cuidado en comparación con la forma en que los
muchachos califican sus amistades (Papalia, Olds y Felmand, 2005).
2.1.6.2 Influencia de los amigos y presión de los pares
La influencia de los amigos es un término más preciso para referirse a la presión
de los pares. Los amigos pueden tener una influencia significativa en los
adolescentes, pero los efectos del grupo entero de pares son débiles. La influencia
de los amigos es importante en el desarrollo del adolescente porque desalienta las
conductas arriesgadas y apoya emocionalmente a los adolescentes en
acontecimientos estresantes de la vida. Tanto la influencia negativa como la
positiva aumentan en la adolescencia temprana alcanzando su punto máximo en
la adolescencia media y disminuyendo en la adolescencia tardía.
Un factor que posiblemente aumente la conducta de riesgo en los adolescentes
(beber alcohol, drogadicción, conductas sexuales riesgosas, delincuencia, etc.) es
que busquen amigos con características y gustos similares al de ellos; pudiendo
alentar esto el egocentrismo, el adolescente exagera las similitudes entre ellos y
sus amigos en relación con las que en verdad existen, lo cual pudiera
correlacionar las conductas de riesgo que declaran para sí mismos y sus amigos.
Tanto la selección como la influencia contribuyen a las semejanzas de la conducta
45
de riesgo entre los amigos adolescentes. Los amigos adolescentes no solo
influyen para favorecer conductas de riesgo, sino no para desalentar dichas
conductas; todo depende de quienes sean los amigos, y que algunos
adolescentes se opongan con firmeza a las conductas de riesgo.
Sullivan (1953) menciona que hay cuatro tipos de apoyo que pueden
proporcionarse los amigos en la adolescencia: a) el apoyo informativo que es el
consejo y orientación en la solución de problemas; b) apoyo instrumental es la
ayuda en diversos tipos de tareas; c) el apoyo de compañerismo es ser capaz de
confiar uno en el otro como compañeros de actividades sociales y d) el apoyo a la
estima se refiere al apoyo que brindan los amigos adolescentes cuando se
proporcionan felicitaciones cuando tienen éxito y ánimos cuando fracasan.
2.2 Trastornos alimentarios
Los trastornos alimenticios, comer en exceso y la falta extrema de alimento son
más comunes en las sociedades industrializadas donde la comida es abundante y
el atractivo se equipara con la delgadez. Es una enfermedad causada por la
ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico,
relacionada con la alteración de los hábitos alimenticios comunes.
2.2.1 Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa se caracteriza por la negativa a mantener un preso corporal
superior al peso mínimo correspondiente a la edad y estatura personal; un miedo
intenso a volverse obeso, así como una distorsión de la imagen corporal. Aquellos
con anorexia nerviosa se pesan repetidamente y consumen solamente pequeñas
cantidades de alimentos bajos en calorías. Los trastornos de la conducta
alimentaria poseen componentes emocionales y sociales que repercuten en la
forma de concretarse el trastorno (Sue, Sue y Sue, 2010).
46
La anorexia nerviosa se refleja más en mujeres adolescentes en países de
occidente. El síntoma que prevalece con mayor frecuencia es la malnutrición,
responsable del resto de las alteraciones en el cuerpo como la amenorrea.
Algunos síntomas físicos de la anorexia nerviosa son los siguientes: reducción de
las constantes vitales: hipotensión, hipotermia, bradicardia, pérdida de peso y
líquidos, deterioro del esmalte e inflamación de las glándulas salivares, ojos
hundidos, piel seca y pelo débil, estreñimiento, disminución de ruidos intestinales,
amenorrea y sequedad vaginal en chicas, callos en el dorso de la mano por roce
con los incisivos al vomitar, entre otros (APA, 2002).
2.2.1.1 Características diagnósticas
Aquellos factores que indican un peor pronóstico son: larga duración de la
enfermedad, el peso mínimo muy por debajo de lo normal, dificultades sociales,
anomalías de la personalidad previas, relaciones conflictivas con la familia y
existencia de tratamientos anteriores. El curso de la anorexia nerviosa a largo
plazo se caracteriza principalmente por lo siguiente: un tercio de las pacientes
aproximadamente se recupera totalmente, otro tercio continúa con síntomas
residuales y el otro tercio se mantiene con síntomas crónico o han muerto.
Las características esenciales de la anorexia nerviosa consisten en el rechazo a
mantener un peso corporal mínimo normal, en un miedo intenso a ganar peso y en
una alteración significativa de la percepción de la forma o tamaño del cuerpo.
Además, las mujeres afectas de este trastorno, aunque hayan pasado la
menarquía, sufren amenorrea. La persona con este trastorno mantiene un peso
corporal por debajo del nivel normal mínimo para su edad y su talla. Si la anorexia
nerviosa se inicia en la niñez o en las primeras etapas de la adolescencia, en lugar
de pérdida puede haber falta de aumento de peso (p. ej., mientras que el sujeto
crece en altura). Generalmente, la pérdida de peso se consigue mediante una
disminución de la ingesta total. A pesar de que los individuos empiezan por excluir
47
de su dieta todos los alimentos con alto contenido calórico, la mayoría de ellos
acaban con una dieta muy restringida, limitada a unos pocos alimentos (APA,
2002).
Existen otras formas de perder peso como la utilización de purgas (por ejemplo
vómitos provocados y uso inadecuado de laxantes y diuréticos) o el ejercicio
excesivo. Las personas con este trastorno tienen un miedo intenso a ganar peso
o a convertirse en obesas. Este miedo generalmente no desaparece aunque el
individuo pierda peso y, de hecho, va aumentando aunque el peso vaya
disminuyendo.
Existe una alteración de la percepción del peso y de la silueta corporal. Algunas
personas se encuentran obesas, mientras que otras se dan cuenta de que están
delgadas, pero continúan estando preocupadas porque algunas partes de su
cuerpo (especialmente el abdomen, las nalgas y los muslos) les parecen
demasiado voluminosas. Pueden emplear una amplia variedad de técnicas para
estimar el tamaño y el peso de su cuerpo, como son el pesarse constantemente
en una báscula, la medida de las diferentes partes del cuerpo de manera obsesiva
o el mirarse repetidamente al espejo para observar las zonas consideradas
voluminosas. El nivel de autoestima de las personas que sufren este trastorno
depende en gran medida de la forma y el peso del cuerpo. Consideran un logro
perder peso y un signo de extraordinaria autodisciplina; en cambio, ven el
aumento de peso como un fracaso inaceptable de su autocontrol. Algunas
personas son conscientes de su delgadez, pero niegan que ésta pueda tener
implicaciones clínicas graves.
La amenorrea es consecuencia generalmente de la pérdida de peso, pero en una
minoría de casos la precede. En las niñas prepuberales la anorexia nerviosa
puede retrasar la aparición de la menarquía. Muy a menudo los familiares de la
paciente la llevan al médico cuando se dan cuenta de su acentuada pérdida de
peso (o cuando observan que no gana peso).
48
Si la paciente decide buscar ayuda médica, es debido al malestar somático y
psicológico que le ocasiona el comer tan poco. Es raro que una mujer con
anorexia nerviosa se queje de pérdida de peso. Normalmente, las personas con
este trastorno tienen escasa conciencia de su alteración, la niegan y pueden
explicar historias poco creíbles. Por esta razón es necesario obtener información
de los padres o de otras fuentes con el fin de evaluar el grado de pérdida de peso
y otras características de la enfermedad (APA, 2002).
Los estudios sobre prevalencia realizados entre chicas adolescentes y jóvenes
adultas han revelado un porcentaje del 0.5-1 % para los cuadros clínicos que
cumplen todos los criterios diagnósticos de anorexia nerviosa. Es más frecuente
encontrar a individuos que no presentan el trastorno completo. Existen pocos
datos referentes a la prevalencia de este trastorno en individuos varones. En los
últimos años la incidencia de esta enfermedad parece haber aumentado.
2.2.1.2 Subtipos de Anorexia
A continuación se presentan los subtipos en lo que respecta a la anorexia nerviosa
(APA, 2002).
Tipo restrictivo
Este subtipo describe cuadros clínicos en los que la pérdida de peso se consigue
haciendo dieta, ayunando o realizando ejercicio intenso. Durante los episodios de
anorexia nerviosa, estos individuos no recurren a atracones ni a purgas. Según
Apfeldorfer (2004) menciona que en este tipo de anorexia la persona no exhibe ni
episodios de hiperfagias incontroladas ni comportamientos compensatorios para
prevenir el aumento de peso.
Tipo purgativo
Este subtipo se utiliza cuando el individuo recurre regularmente a atracones o
purgas (o ambos). La mayoría de los individuos que pasan por los episodios de
49
atracones también recurren a purgas, provocándose el vómito o utilizando
diuréticos, laxantes o enemas de una manera excesiva. Existen algunos casos
incluidos en este subtipo que no presentan atracones, pero que suelen recurrir a
purgas, incluso después de ingerir pequeñas cantidades de comida. Parece ser
que la mayoría de las personas pertenecientes a este subtipo recurren a
conductas de esta clase al menos semanalmente, pero no hay suficiente
información para poder determinar una frecuencia mínima.
2.2.2 Bulimia nerviosa
Es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por episodios
recurrentes de atracones, las personas que padecen de bulimia nerviosa tiene
similitud con las pacientes con anorexia nerviosa: intenso miedo a engordar,
conductas compensatorias inadecuadas y la distribución del trastorno por sexo. La
principal diferencia es que las pacientes con bulimia nerviosa suelen mantener un
peso casi normal y que periódicamente recurren a los atracones. En ocasiones
puede predecirse por uno o varios episodios de anorexia nerviosa, con un
intervalo entre ambos trastornos que puede oscilar entre meses y años, o bien por
medio de periodos en que el paciente estuvo sometido a una dieta sumamente
estricta provocándole una sensación intensa de hambre que no puede controlar y
que da lugar al desencadenamiento de los atracones. Algunos de los síntomas
físicos que aparecen en este trastorno son: cara hinchada por hipertrofia de
glándulas salivares, alteraciones del equilibrio electrolítico, arritmias, callos en el
dorso de la mano, caries y erosión del esmalte dentales, distensión abdominal,
ulceraciones en boca y/o esófago, entre otros (Sue, Sue y Sue, 2010).
2.2.2.1 Características diagnósticas
Existen algunas variables que predicen un peor diagnóstico: provenir de un cuadro
de anorexia nerviosa, severidad del trastorno bulímico, altas puntuaciones en
50
impulsividad, abuso de sustancias, mayor frecuencia de conducta autolesiva y una
historia familiar de alcoholismo y /o depresión.
Las características esenciales de la bulimia nerviosa consisten en atracones y en
métodos compensatorios inapropiados para evitar la ganancia de peso. Además,
la autoevaluación de los individuos con esta enfermedad se encuentra
excesivamente influida por la silueta y el peso corporales. Para poder realizar el
diagnóstico, los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas deben
producirse. Al menos un promedio de dos veces a la semana durante un período
de 3 meses. Se define atracón como el consumo a lo largo de un período corto de
tiempo de una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de los
individuos comerían. El clínico debe tener en cuenta el contexto en que se
produce el atracón lo que se calificaría como consumo excesivo en una comida
habitual puede considerarse normal si se produce en una celebración o en un
aniversario. Un período corto de tiempo significa aquí un período de tiempo
limitado, generalmente inferior a 2 horas. Los atracones no tienen por qué
producirse en un solo lugar; por ejemplo, un individuo puede empezar en un
restaurante y continuar después en su casa. No se considera atracón el ir picando
pequeñas cantidades de comida a lo largo del día (APA, 2002).
Los individuos con este trastorno se sienten generalmente muy avergonzados de
su conducta e intentan ocultar los síntomas. Los atracones se realizan por lo
normal a escondidas o lo más disimuladamente posible. Los episodios pueden o
no haberse planeado con anterioridad y se caracterizan (aunque no siempre) por
una rápida ingesta del alimento. Los atracones pueden durar hasta que el
individuo ya no pueda más, incluso hasta que llegue a sentir dolor por la plenitud.
Los estados de ánimo dismórficos, las situaciones interpersonales estresantes, el
hambre intensa secundaria a una dieta severa o los sentimientos relacionados con
el peso, la silueta y los alimentos pueden desencadenar este tipo de conducta.
51
Los atracones se acompañan también de sensación de falta de control. El
individuo puede estar en un estado de excitación cuando se atraca de comida,
especialmente en el inicio de la enfermedad. Algunos enfermos describen
síntomas de naturaleza disociativa durante o después de los atracones.
Otra característica esencial de este trastorno la constituyen las conductas
compensatorias inapropiadas para evitar la ganancia de peso. Muchos individuos
usan diversos métodos para intentar compensar los atracones; el más habitual es
la provocación del vómito. Los individuos con este trastorno pueden estar sin
comer uno o más días, o realizar ejercicio físico intenso, en un intento por
compensar el alimento ingerido durante los atracones. Se puede considerar
excesivo el ejercicio que interfiere de manera significativa las actividades
importantes, cuando se produce a horas poco habituales, en lugares poco
apropiados, o cuando el individuo continúa realizándolo a pesar de estar lesionado
o presentar alguna enfermedad (APA, 2002).
La prevalencia de la bulimia nerviosa entre las adolescentes y jóvenes adultas es
aproximadamente del 1-3 %. Entre los varones la prevalencia es diez veces
menor. La preocupación por la imagen corporal, la percepción que uno tiene de la
propia apariencia, a menudo empieza en la niñez intermedia o antes, pero se
acentúa en la adolescencia. En algunos casos, conduce a esfuerzos obsesivos por
controlar el peso. Este patrón es más común entre las muchachas que entre los
chicos y es poco probable que esté relacionado con problemas reales de peso.
Debido al incremento normal en las muchachas de grasa corporal durante la
pubertad, muchas, en especial aquellas que están avanzadas en el desarrollo de
la pubertad, se sienten insatisfechas con su apariencia, con lo cual refleja el
énfasis cultural en los atributos físicos de las mujeres y esta imagen corporal
puede dar lugar a problemas alimenticios.
52
2.2.2.2 Subtipos de bulimia
Se muestra a continuación los subtipos en lo que respecta a bulimia nerviosa.
Tipo purgativo
Este subtipo describe cuadros clínicos en los que el enfermo se ha provocado el
vómito y ha hecho un mal uso de laxantes, diuréticos y enemas durante el
episodio.
Tipo no purgativo
Este subtipo describe cuadros clínicos en los que el enfermo ha empleado otras
técnicas compensatorias inapropiadas, como ayunar o practicar ejercicio intenso,
pero no se ha provocado el vómito ni ha hecho un mal uso de laxantes, diuréticos
o enemas durante el episodio. En las mujeres con bulimia nerviosa se presentan a
menudo irregularidades menstruales y amenorrea; no está del todo claro si estas
alteraciones se relacionan con fluctuaciones de peso, déficit nutritivo o estrés
emocional. Los individuos que toman exceso de laxantes de manera crónica (para
estimular la motilidad intestinal) pueden acabar presentando dependencia a este
tipo de fármacos. Los desequilibrios electrolíticos producto de las purgas llegan a
veces a ser de la suficiente importancia como para constituir un problema médico
grave.
2.2.3 Factores o dimensiones
Cuando una persona tiene trastornos de la conducta alimentaria puede ser debido
a varias dimensiones como lo son (Sue, Sue y Sue, 2010):
Dimensión biológica
Las influencias genéticas pueden contribuir en los trastornos de la conducta
alimentaria, ocurren más comúnmente en parientes femeninos.
53
La influencia genética puede implicar neurotransmisores o estructuras cerebrales,
como el hipotálamo, que están involucrados en las conductas alimentarias.
Dimensión psicológica
Algunos factores psicológicos que pueden favorecer la presencia de anorexia
nerviosa son: insatisfacción con su imagen corporal (relacionada con los rápidos
cambios puberales y que determina a su nivel de autoestima), perturbación en la
conciencia interoceptiva, irritabilidad y descontrol emocional (que les lleva a
intentar aumentar su sentimiento de autocontrol y de éxito a través de una dieta
restrictiva, y así al principio consiguen la silueta corporal deseada por la sociedad,
aunque luego vayan más allá). También se ha podido hallar una mayor presencia
de acontecimientos vitales estresantes sufridos con anterioridad al inicio del
trastorno (cambio de domicilio, salir del hogar familiar para ir a estudiar fuera,
desengaño amoroso, etc.).
En cuanto a la bulimia nerviosa prevalece una personalidad con características de
impulsividad o falta de autocontrol. También se ha intentado ver la bulimia como
una adicción, en el que la sustancia de abuso ante la que se pierde el autocontrol
es la comida. Desde una perspectiva conductual, se intenta dar una explicación a
los atracones por medio de la presencia de ciertos indicios externos de comida en
sujetos emocionalmente inestables que además no poseen una adecuada
percepción de los indicios internos de hambre y/o saciedad. Otros factores
predisponentes son la tendencia a engordar y a hacer dieta en personas en las
que además coexiste un trastorno afectivo.
Dimensión social
La anorexia nerviosa se da con mayor incidencia en países con sociedades
desarrolladas, y es en éstas donde existe un culto por la delgadez; quizá sea este
el factor que mejor explique los demás factores que llevan a una chica a tomar una
54
dieta estricta. Para poder ser aceptados como miembros en esta clase de
sociedades, el individuo requiere estar en extrema delgadez. Dentro de la bulimia
nerviosa algunos patrones familiares como el favorecer la alimentación a través de
la comida rápida individual, a la hora de estar en familia en la mesa y puede ser
considerado como un momento que favorece la comunicación y la observación por
parte de la familia de posibles hábitos irregulares en los hijos.
Dimensión sociocultural
Las mujeres toman conciencia de su figura y peso corporal a través de la
socialización. En el entorno actual las mujeres son sexualizadas mediante la
televisión, videos musicales, letras musicales, revistas y publicidad. Visten a las
mujeres con ropa reveladora y son despersonalizadas.
2.3 Medición en Psicología
La medición es aquel proceso mediante el cual se pueden probar hipótesis y
teorías. La medición puede ser muy útil, por ejemplo se pueden medir objetos
(mesas, gente, libros, etc.), propiedades propias de un ser humano (peso,
estatura, inteligencia, etc.). Una de las principales funciones de la medición es la
de asignar números o numerales a los objetos. Los numerales son símbolos como
I, II, III, etc. Para que la medición tenga sentido debe estar respaldado con la
correspondencia entre lo empírico y lo que es real.
2.3.1 Instrumentos de medición
Según Amon (1982) señala que un instrumento de medición es aquel que registra
datos observables que representan verdaderamente los conceptos o las variables
que el investigador tiene en mente.
55
Es el recurso que utiliza el investigador para registrar información o datos sobre
las variables que tiene en mente. En toda investigación aplicamos un instrumento
para medir las variables contenidas en las hipótesis (y cuando no hay hipótesis,
simplemente para medir las variables de interés). Esa medición es efectiva cuando
el instrumento de recolección de los datos realmente representa a las variables
que tenemos en mente. Si no es así nuestra medición es deficiente y por lo tanto
la investigación no es digna de tomarse en cuenta.
2.3.1.3 Fases para construir un instrumento de medición
Según Hernández, Fernández y Baptista (2003) numera algunos pasos para la
elaboración de un instrumento de medición.
1. Listar las variables que se pretenden medir u observar.
2. Revisar su definición conceptual y comprender su significado.
3. Revisar cómo han sido definidas operacionalmente las variables.
4. Elegir el instrumento o los instrumentos (ya desarrollados) que hayan
sido favorecidos por la comparación y adaptarlos al contexto de la
investigación.
5. Indicar el nivel de medición de cada ítem y, por ende, el de las variables.
6. Indicar como se habrán de codificar los datos en cada ítem y variable.
7. Una vez que se indica el nivel de medición de cada variable e ítem, y que
se determina su codificación, se procede a aplicar una “prueba piloto” del
instrumento de medición.
8. Sobre la base de la prueba piloto, el instrumento de medición preliminar
se modifica, ajusta y mejora, entonces estaremos en condiciones de
aplicarlo.
2.3.1.1 Escalas de medición
En la medición existe lo que se conoce como niveles de medición; una escala se
puede definir como un instrumento de medición (velocímetro, termómetro), que
56
está formado por dos tipos de datos: cualitativos (no métricos) y cuantitativos
(métricos). Algunos
datos no métricos pueden ser atributos, características y
propiedades para identificar a un sujeto, mientras que los datos métricos sirven
para medir o identificar las posibles diferencias del sujeto, en cantidad y en grado.
Las escalas que corresponden a los datos cualitativos están nominal y ordinal, las
escalas que abarcan los datos cuantitativos son de intervalo y de razón.
Se conoce como escala nominal a aquella en donde se asignan número u otros
símbolos para colocar objetos u observaciones dentro de una clasificación. Los
datos que contiene son únicamente número de ocurrencia en cada categoría de la
variable sujeto de estudio. La característica principal de esta escala de medición
es que las propiedades de los objetos de una categoría son iguales a los de las
otras. El único indicador cuantificable dentro de esta escala es que se puede
contar el número de casos en cada categoría.
En una escala ordinal existe la esencia de la escala nominal, solo que en la ordinal
es posible el postulado de transitividad justificada (a=b, b=c, a=c). Es en este nivel
donde se pueden exhibir relaciones, ya sea en mayor o menor grado.
Las escalas de intervalo nos muestran la distancia que hay entre un punto y otro, y
cuál es la medida o el grado que hay entre cada punto. Por ejemplo, podemos
decir que Carlos es más alto que Rafael, y además podemos decir cuánto más
alto es Carlos de Rafael (15 centímetros). Algunas variables que se pueden medir
con este tipo de escala son: la estatura, el tiempo, la temperatura, el ingreso o la
inteligencia. Una característica obvia en esta escala es que es una unidad de
medición común y constante que asigna números reales a todos los pares de
objetos en una serie ordenada.
Las escalas de razón no solo incluyen las características de las escalas ordinal,
nominal e intervalar, sino que en este caso el concepto de cero es absoluto.
Hernández, Fernández y Baptista (2003) hablan sobre los niveles de medición en
los cuales se debe de categorizar cada ítem, estos son:
57
1. Nivel de medición nominal que dice que este nivel hay dos o más
categorías del ítem o variable. Las categorías en este nivel o tienen orden
ni jerarquía. Lo que se mide se coloca en una u otra categorías, es decir,
que solo indica que son diferentes respecto a una o más características.
Las categorías únicamente reflejan diferencias en la variable.
2. Nivel de medición ordinal se define como el nivel en el cual hay varias
categorías, pero además éstas mantienen un orden de mayor a menor. Las
etiquetas o los símbolos de las categorías sí indican jerarquía.
3. En el Nivel de medición por intervalos dice que además del orden o la
jerarquía entre categorías, se establecen intervalos iguales en la medición.
Las distancias entre categorías son las mismas a lo largo de toda la escala.
Hay intervalo constante, una unidad de medida.
4. Nivel de medición de razón, en este nivel, además de tenerse todas las
características del nivel de intervalos (intervalos iguales entre
las
categorías, y aplicación de operaciones aritméticas básicas y sus
derivaciones), el cero es real y es absoluto (no arbitrario). Cero absoluto
implica que hay un punto en la escala donde no existe la propiedad.
2.3.1.2 Requisitos para un instrumento de medición
Un buen instrumento de medición deber ser correcto, que indique lo que interesa
medir con facilidad y eficiencia. Para la buena evaluación de un instrumento es
necesario contar con estas características:
 Validez: grado en que una prueba está midiendo lo que en realidad
se desea medir.
 Confiabilidad: exactitud y precisión de los procedimientos de
medición.
58
 Factibilidad: factores que determinan la posibilidad de la realización,
como por ejemplo: económicos, conveniencia, y grado en que los
instrumentos de medición sean interpretables.
Hernández, Fernández y Baptista (2003) hacen referencia a que toda medición o
instrumento de recolección de datos debe reunir dos requisitos esenciales,
confiabilidad y validez.
2.3.1.2.1 Confiabilidad
Se dice que una medición es confiable de acuerdo con el grado en que puede
ofrecer resultados consistentes; la confiabilidad es el grado en el cual una
medición contiene errores variables. Estas diferencias entre observaciones o entre
mediciones, pueden ocurrir durante cualquier momento de la medición, y varían
para una unidad dada del análisis al ser medidas más de una vez por el mismo
instrumento.
En otras palabras, se refiere al grado en que la aplicación repetida del
instrumento, al mismo sujeto u objeto produce resultados iguales. Se determina
mediante diversas técnicas.
Algunas formas importantes de aumentar la confiabilidad son:
1) Aumentar el número de reactivos u observaciones.
2) Elimine los reactivos poco claros.
3) Estandarice las condiciones en las que se administra la prueba.
4) Modere la facilidad y dificultad de las pruebas.
5) Minimice los defectos de sucesos externos.
6) Estandarice las instrucciones.
7) Mantenga procedimientos de calificación coherentes.
59
Namakforoosh (2005) definió métodos principales para estimar la confiabilidad:
El método de prueba-contraprueba corresponde más a la definición conceptual de
confiabilidad. Se aplica un instrumento de medición de un grupo de personas en
dos ocasiones diferentes y se calcula la correlación entre dos series de
observaciones. Al coeficiente obtenido en este método se le conoce como
confiabilidad estimada.
Un segundo método mencionado por el mismo autor es el método de formas
paralelas por el cual se aplica a un grupo de personas dos formas diferentes de
instrumentos de medición y las dos series de puntuaciones se relacionan para
obtener la confiabilidad estimada.
La confiabilidad de un instrumento de medición se refiere al grado en que su
aplicación repetida al mismo sujeto u objeto produce resultados iguales. La
confiabilidad de un instrumento de medición se determina mediante diversas
técnicas.
Para Hernández, Fernández y Baptista (2003) existen procedimientos para
calcular la confiabilidad de un instrumento de medición los definieron de la
siguiente forma:
1.
Medida de estabilidad (Confiabilidad por test-retest) que menciona que en
este procedimiento un mismo instrumento de medición (o ítems o
indicadores) se aplica dos o más veces a un mismo grupo de personas,
después de cierto periodo. Si la correlación entre los resultados de las
diferentes aplicaciones es altamente positiva, el instrumento se considera
confiable.
2.
Método de formas alternativas o paralelas en este procedimiento no se
administra el mismo instrumento de medición, sino do o más versiones
60
equivalentes de éste. Las versiones son similares en contenido,
instrucciones, duración y otras características. Las versiones (casi siempre
dos) se administran a un mismo grupo de personas dentro de un periodo
relativamente corto. El instrumento es confiable si la correlación entre
ambas administraciones es positiva de manera significativa.
3.
En el método de mitades partidas (Split-halves) explica que los
procedimientos anteriores (medida de estabilidad y método de formas
alternas) requieren cuando menos dos administraciones de la medición en
el mismo grupo de individuos. En cambio, el método de mitades partidas
requiere sólo una aplicación de la medición.
4.
El Coeficiente alfa de Cronbach desarrollado por J.L Cronbach requiere
una sola administración del instrumento de medición y produce valores
que oscilan entre 0 y 1. Su ventaja reside en que no es necesario dividir
dos mitades a los ítems del instrumento de medición: simplemente se
aplica la medición y se calcula el coeficiente.
5.
Coeficiente KR-20 es un coeficiente para estimar la confiabilidad de una
medición, cuta interpretación es la misma que la del coeficiente alfa.
2.3.1.2.2 Validez
Se pueden mencionar dos tipos de validez: interna y externa. Como validez
externa se entiende aquella que se refiere a la generalización de conceptos
encontrados en una investigación. La validez interna, en cambio, es aquella que
tiene como habilidad medir lo que se ha propuesto. Otra forma de clasificar a la
validez es a través de tres tipos: validez de contenido, validez con base en
criterios externos y validez de construcciones hipotéticas (constructos).
61
Se refiere al grado en que un instrumento realmente mide la variable que pretende
medir. La validez es una cuestión más complicada que debe alcanzarse en todo
instrumento de medición que se aplica. La validez es un concepto del cual pueden
tenerse diferentes tipos de evidencia.
De Contenido
Se refiere al grado en que un instrumento refleja un dominio específico de
contenido de lo que se mide. Es el grado en el que la medición representa al
concepto o variable medida. El dominio de contenido de una variable normalmente
es definido o establecido por la literatura.
Existen dos variedades dentro de este tipo de validez de contenido: validez
superficial y validez muestral. La primera hace referencia a la evaluación subjetiva
del investigador y del instrumento de medición. Una desventaja de este tipo de
validez es que se debe confiar totalmente en el juicio subjetivo a ausencia de
reglas aplicables para evaluar instrumentos de medición. La validez muestral se
refiere a que el instrumento contenga una muestra representativa del universo de
la materia de interés.
Hernández, Fernández y Baptista (2003) mencionan que es complejo obtener la
validez de contenido, primero, es necesario revisar cómo ha sido medida la
variable por otros investigadores, y con base en dicha revisión, elaborar un
universo de ítems posibles para medir la variable y sus dimensiones. Después, se
consulta a investigadores familiarizados con la variable para ver si el universo es
exhaustivo.
Los ítems se seleccionan bajo una cuidadosa evaluación, si la variable está
compuesta por diversas dimensiones o facetas, se extrae una muestra
probabilística de ítems, ya sea al azar o estratificada. Se administran los ítems, se
correlacionan las puntuaciones de los ítems entre sí y se hacen estimaciones
estadísticas para ver si la muestra es representativa. Para calcular la validez de
contenido son necesarios varios coeficientes.
62
De Criterio
La validez de criterio establece la validez de un instrumento de medición al
compararla con algún criterio externo que pretende medir lo mismo. El principio de
la validez de criterio es sencillo: si diferentes instrumentos o criterios miden el
mismo concepto o variable, deben arrojar resultados similares.
La validez con base en criterios externo tiene como finalidad la puntuación de
una prueba a escala, con una o más unidades o criterios externos. Una manera de
evaluar este tipo de validez es mediante la validez predictiva. La validez predictiva
es la correlación entre los resultados de una medición dada y de un criterio
externo. Los resultados se someten a un proceso de comparación entre el
instrumento de medición y la otra forma de evaluación. El coeficiente de
correlación entre estos dos instrumentos de medición se conoce como coeficiente
de validez.
De Constructo
La validez de constructo es aquella validez que implica relacionar un instrumento
de medición con un marco teórico para determinar si el instrumento está ligado a
los conceptos y a las consideraciones teóricas. Se dice que hay validez de
constructo cuando las medidas de la escala se relacionan con un marco teórico.
Es probablemente la más importante, sobre todo desde una perspectiva científica,
y se refiere a que tan exitosamente un instrumento representa y mide un concepto
teórico.
A esta validez le concierne en particular el significado del instrumento, esto es,
qué está midiendo y cómo opera para medirlo. Parte del grado en el que las
mediciones del concepto proporcionadas por el instrumento se relacionan de
manera consistente con otras mediciones de otros conceptos, de acuerdo con
modelos e hipótesis derivadas teóricamente. A tales conceptos se les denomina
constructos. Incluye tres etapas: a) Se establece y especifica la relación teórica
entre los conceptos, b) se correlacionan los conceptos y se analiza
63
cuidadosamente la correlación; c) se interpreta la evidencia empírica de acuerdo
con el nivel que clarifica la validez de constructor de una medición en particular.
2.3.1.2.3 Objetividad
Se trata de un concepto difícil de lograr, particularmente en el caso de las ciencias
sociales. En ciertas ocasiones se alcanza mediante el consenso. La objetividad
aumento, al reducirse la incertidumbre. En un instrumento de medición, la
objetividad, se refiere al grado en que éste es permeable a la influencia de los
sesgos y tendencias del investigador o investigadores que lo administran, califican
e interpretan. La objetividad se refuerza mediante la estandarización en la
aplicación de instrumentos (mismas instrucciones y condiciones para todos los
participantes) y en la evaluación de los resultados; así como, al emplear personal
capacitado y experimentado en el instrumento.
Según Cegarra (2004) esta característica permite conocer lo que es perteneciente
o relativo al objeto en sí y no a nuestro modo de pensar o sentir. La objetividad es
indispensable para poder juzgar adecuadamente los resultados de la investigación
y su discusión, sin dejarse llevar por lo que se esperaba o deseaba.
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
El presente apartado corresponde a la metodología seguida de la investigación. La
cual es una investigación de tipo cuantitativa donde primeramente se describirán
los participantes, seguido de las características de las medidas utilizadas para
recabar la información, el procedimiento utilizado.
3.1 Participantes
En esta investigación participaron 200 jóvenes de sexo femenino con un rango de
edad de los 11 hasta los 16 años; con una media de 13.3, la muestra fue
seleccionada aleatoriamente de escuelas primarias (21%) y secundarias (79%) de
la ciudad.
65
3.2 Instrumento
A partir de la revisión teórica se construyó un instrumento que mide factores
de riesgo de Anorexia y Bulimia (FRAB), el cual se conformó inicialmente por
90 reactivos con una escala tipo Likert, las opciones de respuesta van desde
totalmente en desacuerdo hasta totalmente de acuerdo, todos con orientación
negativa. Los reactivos se distribuyeron en 3 dimensiones: 1) psicológica 2)
social y 3) conductual.
3.3 Procedimiento
En el presente apartado se dará a conocer el procedimiento que se siguió:
primero se realizó la búsqueda de literatura la cual brindo el fundamento
necesario para la creación de instrumento, después de realizar la creación del
instrumento fue necesario que contará con la validez de criterio la cual fue a
partir de la validación por expertos quienes fueron dos maestras del área de
investigación y clínica, y una nutrióloga.
Posteriormente, fue necesaria la autorización a las diferentes escuelas
participantes para poder realizar la aplicación del instrumento. Una vez
obtenida la autorización, se procedió a la aplicación del instrumento, para
luego realizar la captura de datos en el paquete estadístico SPSS versión 15,
obtener los análisis de confiabilidad a través del cálculo de Alfa de Cronbach y
de validez de constructo por medio del análisis factorial.
CAPÍTULO IV
RESULTADOS
El presente apartado corresponde a los resultados obtenidos en la
investigación. Se describirá la confiabilidad, la validez obtenida, así como
también la validez de contenido y validez de constructo.
4.1 Confiabilidad
Para calcular la confiabilidad del instrumento se empleó el análisis de
consistencia interna de las respuestas de los reactivos, para lo que se
determinó la consistencia mediante el Alfa de Cronbach, la cual arrojó un
valor inicial de .965, indicando una alta confiabilidad.
67
Luego de haber eliminado, los ítems numero 4, 9, 15, 31, 45, 76 y 88, por
presentar baja correlación con la escala total, la confiabilidad del instrume nto
quedo en .967 con un total de 83 ítems.
4.2 Validez
Utilizando el juicio de expertos se buscó establecer la validez de contenido del
instrumento. Los expertos se mostraron de acuerdo en que la información
incluida era completa y adecuada, así como en la claridad de los ítems, e
hicieron comentarios sobre el número de reactivos, pues se consideró amplio.
Sin embargo, se hicieron modificaciones en algunos reactivos, con el objetivo
de adecuar el lenguaje utilizado por los participantes (véase apéndice 3, 4 y
5).
Para determinar la validez de constructo se analizó la estructura interna
sometiendo los 83 reactivos a un análisis factorial, se rotaron los reactivos
bajo el método Varimax y se excluyeron los reactivos con un peso factorial
menor a .40. Se obtuvo un KMO de .884; los reactivos se agruparon en ocho
factores, los cuales arrojan una varianza total acumulada del 52.733. Se
eliminaron 19 reactivos por poseer un peso factorial debajo de .40 que era lo
mínimo requerido (1, 2, 8, 13, 17, 18, 26, 27, 32, 48, 50, 54, 57, 67, 72, 79,
80, 82, 90). Una vez más se calculó la confiabilidad del instrumento sin los 26
reactivos eliminados, lo cual los arrojo un alfa de Cronbach de .960.
A continuación se presentan las propiedades psicométricas de cada uno d e
los componentes.
El primer componente se refiere a la actitud irracional que se tiene con
respecto a su cuerpo, está compuesto por 12 reactivos y aporta el 10.33% a
la varianza total explicada, el peso factorial de los reactivos estuvo entre .71 y
.40. Se obtuvo una confiabilidad de alfa de Cronbach de .911 (véase Tabla 1).
68
Tabla 1. Peso factorial de reactivos en el factor 1: Actitudes irracionales
Reactivo
Peso Factorial
P81 Para mí es un logro perder peso
.712
P84 Siento culpa después de comer
.681
P71 Siento que fracaso cuando subo de peso
.663
P43 Me da miedo ser gorda
.649
P60 Cuando me miro al espejo, me siento insatisfecha con mi cuerpo
.614
P5 Debo verme delgada para sentirme bien conmigo misma
.607
P65 Siento que mi físico posee más defectos que características buenas
.582
P59 Como goma de mascar para que se me calme el hambre
.489
P58 Me han dicho que estoy muy delgada cuando me siento con mucho peso
.488
P47 Si tengo el cuerpo delgado soy una persona feliz
.475
P85 Me desprecio a mi misma porque como mucho
.473
P62 Entre más horas de ejercicio haga más bonita seré
.401
El segundo componente explica pensamientos irracionales tales como miedo
intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, inutilidad personal, entre otros.
Está constituido por 13 reactivos aportando el 8.40% de la varianza total explicada
donde el peso factorial de los reactivos abarca desde .61 a .40. Con una
confiabilidad de Alfa de Cronbach de .883 (véase la Tabla 2).
Tabla 2. Peso factorial de reactivos en el factor 2: Pensamientos irracionales
Reactivo
P12 En cuanto más delgada sea mejor persona seré
P53 Cuando me invitan a comer invento alguna excusa para no ir
P10 La mujer debe tener un cuerpo delgado para llamar la atención
P23 Me gusta pesarme varias veces al día
P11 Me da miedo que los demás me vean comer
P52 Si hay comida en alguna reunión, doy algún pretexto para irme
P22 El desayuno ayuda a que mi cuerpo suba de peso
P24 Debo tener un bonito cuerpo para poder comprarme ropa de moda
P66 La delgadez determina lo saludable que soy
P20 La ropa bonita está hecha para mujeres delgadas
P35 Dejar de comer por las mañanas es parte de mi alimentación diaria
P42 Cuando siento que he comido de más, busco alguna manera de
compensarla
P36 Prefiero hacer mis ejercicios físicos que las tareas escolares
Peso Factorial
.619
.613
.600
.588
.560
.557
.525
.507
.502
.452
.442
.425
.407
El tercer componente explica el factor de la autoestima siendo inestable al
momento de formar relaciones interpersonales y afectivas, así como también
relacionar su autoestima con su forma corporal y peso. Está formado por 11 ítems
69
aportando el 7.78% de la varianza total explicada con un peso factorial entre .59.40. El tercer componente arrojo un Alfa de Cronbach de .850 (véase la Tabla 3).
Tabla 3. Peso factorial de reactivos en el factor 3: Autoestima
Reactivo
P86 Me da pena hablar en grupos
P89 Detesto gran parte de mi persona
P39 Me da vergüenza alzar la mano en clase para participar
P44 Me siento inútil al hacer actividades escolares
P40 Prefiero guardar mis emociones que mostrarlas
P38 En la mayoría de mis tareas fracaso por ser inútil
P28 Prefiero dejar de hacer cosas porque soy poco útil
P29 Hablo muy poco con mis compañeros
P16 Si fallo en mis metas me siento fracasada
P41 Mi mamá me puso a dieta porque me dice bajar de peso
P33 Mi mamá hace comentarios negativos hacia mi aspecto físico
Peso Factorial
.597
.570
.559
.553
.553
.531
.512
.500
.475
.420
.401
El cuarto componente explica las influencias de los medios de comunicación como
las revistas, principalmente dirigidas al público joven, debido a que su contenido
expresa la demanda de una figura delgada ocasionando en la persona el riesgo de
perjudicar su salud ya sea realizando dietas intensivas o ejercicios rigurosos. Está
compuesto por 8 ítems y aporta el 6.60% a la varianza total explicada, el peso
factorial de los reactivos se encuentra entre .61 y .44. El cuarto componente arrojo
un Alfa de Cronbach de .812 (véase la Tabla 4).
Tabla 4. Peso factorial de reactivos en el factor 4: Influencia de medios de
comunicación
Reactivo
P55 Me han servido las dietas de las revistas
P19 Me gustan las dietas que vienen en las revistas
P56 Me impongo dietas y cueste lo que cueste las debo cumplir
P34 Aprendo dietas de las revistas que leo
P77 Siento que hacer ejercicio en la noche ayuda a bajar de peso
P25 Realizo ejercicio físico cuando estoy sola
P87 Tengo que ser la mejor en la escuela
P73 De ninguna manera dejo de hacer ejercicio
Peso Factorial
.614
.581
.578
.555
.547
.457
.456
.448
En el quinto componente se explica el autocontrol el cual se manifiesta a través de
conductas tales como valerse de los alimentos para manejar la ansiedad y el
estrés, baja tolerancia a la frustración, impulsividad, ocasionando un alto riesgo de
70
que la persona presente atracones. Este factor está compuesto por 7 reactivos
aportando 6.28% de la varianza total explicada, con un peso factorial que oscila
entre .72 - .45. El Alfa de Cronbach que arrojó este componente es de .781 (véase
la Tabla 5).
Tabla 5. Peso factorial de reactivos en el factor 5: Autocontrol
Reactivo
P83 Cuando estoy irritada como más de lo normal
P69 Normalmente puedo comer mucho aunque me sienta muy llena
P74 Puedo comer sin parar durante casi dos horas
P64 Tengo la habilidad de comer incluso cuando sienta que es imposible
continuar
P49 Cuando como mucho me siento tan feliz que es difícil detenerme
P46 Pocas personas me conocen
P37 Cuando me preocupo, como más
Peso Factorial
.721
.717
.701
.590
.506
.466
.455
En lo que respecta al sexto componente explica la tendencia a la comparación que
se tiene en base a sus compañeras o lo que ven en los medios y como se siente
ellas mismas al no recibir la misma aprobación. Está constituido por 4 reactivos
aportando el 4.45% de la varianza total explicada donde el peso factorial de los
reactivos abarca desde .61 a .50. Este sexto factor arrojó un Alfa de Cronbach de
.654 (véase la Tabla 6).
Tabla 6. Peso factorial de reactivos en el factor 6: Tendencia a la comparación
Reactivo
P14 Me gustaría el cuerpo delgado de las artistas que aparecen en
televisión
P3 Tomo decisiones para agradarles a los demás
P21 Me siento mal cuando le dicen piropos a mis amigas y a mí no
P6 Necesito la aprobación de otros para sentirme bien
Peso Factorial
.613
.581
.504
.504
El séptimo componente se refiere a las conductas que pueden presentar un
riesgo en la salud de la persona y que son influidas por integrantes de la
familia principalmente por la madre y por los amigos o los pares, está
compuesto por 5 reactivos y aporta el 4.52% a la varianza total explicada, el
peso factorial de los reactivos oscilo entre .62 y .40. Se obtuvo una
confiabilidad de alfa de Cronbach de .685 (véase Tabla 7).
71
Tabla 7. Peso factorial de reactivos en el factor 7: Conductas influidas por la
familia y los pares
Reactivo
P51 En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen que coma
P63 Mis amigos critican mi peso
P61 Mis amigos me han comentado que debo bajar de peso
P30 Me gustaría ser otra persona
P68 Mi mamá realiza algún tipo de dieta para mantener su peso
Peso Factorial
.628
.553
.530
.438
.409
El octavo componente explica los rasgos de la personalidad que pudiesen estar
presentes en individuos con una autoexigencia elevada, hipercontrol, introversión,
timidez y en general características obsesivas y de perfeccionismo. Este
componente está conformado por 4 reactivos aportando 3.83 % de la varianza
total explicada, con un peso factorial de .69 a .50. Este factor oscilo un Alfa de
Cronbach de .710 (véase tabla 8).
Tabla 8. Peso factorial de reactivos en el factor 8: Rasgos de la personalidad
Reactivo
P70 Si veo algo desacomodado lo muevo hasta que quede perfectamente en su
lugar
P75 Utilizo mucho tiempo acomodando mi habitación hasta que quede perfecto
P7 Las cosas me deben salir siempre bien para sentirme útil
P78 Hago a un lado la comida para hacer mis tareas escolares
Peso Factorial
.692
.618
.505
.501
CAPÍTULO V
DISCUSIÓN
El principal aporte de este estudio, es proporcionar un instrumento válido y breve,
el cual pueda ser utilizado en jóvenes el cual permita medir factores de riesgo
asociados a los trastornos de la conducta alimentaria. Se puede apreciar que el
trabajo de investigación cumple los objetivos generales como específicos que se
plantearon.
El instrumento quedó conformado por 64 reactivos dividido en 8 factores y con una
confiabilidad de .960 y una varianza explicada de 52.73%, a lo que se atribuye que
dicho instrumento tiene alta confiabilidad y posee validez de contenido y de
constructo.
73
5.1 Conclusiones
El instrumento tiene la finalidad de dar a conocer si la persona que responda la
escala tiene tendencia a desarrollar un trastorno de conducta alimentaria, tales
como anorexia o bulimia. Con el fin de poder detectar y prevenir a tiempo estas
problemáticas, ya que el instrumento se basa en componentes los cuales son
aspectos dentro de los TCA como lo son actitudes irracionales, pensamientos
irracionales, autoestima, influencia de medios de comunicación, autocontrol,
tendencia a la comparación, conductas influidas por la familia y los pares y
rasgos de la personalidad. Dimensiones ligadas a los factores de riesgo en
anorexia y bulimia.
Existen variedad de instrumentos que abordan diferentes aspectos de los
trastornos alimenticios, se considera importante la actualización y/o elaboración de
nuevos instrumentos ya que existen en versiones extranjeras los cuales van desde
los años de 1979 hasta el 2009. En México se estandarizan estos instrumentos;
pero aun así no significa que posea una validez y confiablidad similar debido a las
diferencias cognitivas, y socioculturales de cada país. De ahí la importancia de
contar con un instrumento diseñado especialmente para una edad especifica y con
estandarización en nuestra región.
En lo que respecta a México existen algunos instrumentos que se encargan de
medir y/o detectar el riesgo de trastornos alimenticios, similar al instrumento que
se presenta en cuestión; como lo es el cuestionario de conductas alimentarias de
riesgo (2004), el cual es un instrumento de 10 reactivos, de 3 dimensiones el cual
posee una confiabilidad de 0.83, mientras que por otra parte también se encuentra
el instrumento Factores de riesgo asociados a trastornos de la conducta
alimentaria (2009), el cual cuenta con una división elaborada para hombres como
para mujeres, compuesto de 5 dimensiones el cual que posee una confiabilidad
de 0.75 y 0.83 respectivamente. Estos instrumentos abordan aspectos de manera
más básica y con una cantidad de reactivos menor, también es importante resaltar
74
el año de elaboración de estos instrumentos ya que uno de ellos puede
considerarse ya obsoleto, en 9 años han existidos cambios significativos en lo que
respecta a la de forma de vida del 2004 hasta ahora. Las dimensiones biológicas,
psicológicas, sociales y socioculturales se tornan diferente con el paso del tiempo.
En lo que respecta a la confiabilidad los instrumentos a comparar poseen una
confiabilidad aceptable, mientras que FRAB se puede ubicar con una confiabilidad
elevada lo cual hace que sea un instrumento apto para arrojar datos consistentes
de lo que se quiere medir.
5.2 Recomendaciones
Algunas recomendaciones para investigaciones posteriores son la aplicación de
las escalas con los factores específicos de la investigación en cuestión, y así se
podrán obtener resultados confiables y válidos para el tema de investigación
relacionado con la óptima detección de trastornos de la conducta alimentaria.
Así mismo, se propone la aplicación del Instrumento FRAB simultáneamente con
la obtención de los pesos y medidas de los participantes de la investigación para
realizar con ello un análisis de los resultados de la Escala de Factores de Riesgo
para Anorexia y Bulimia, y su relación con el índice de masa corporal. Como las
investigaciones de Unikel, Saucedo, Villatoro y Fleiz (2002) y Pamies, Quiles y
Bernabé (2011), los cuales realizaron la aplicación de ciertos instrumentos, así
como el IMC de los participantes para una detección de datos complementaria.
Es importante mencionar que se puede generar mejoras a este trabajo de
investigación, ya que se recomienda la aplicación futura a una muestra más
grande para mejores resultados de KMO y varianza. O tomar la opción de reducir
el número de reactivos del instrumento para facilitar su aplicación a la población
dirigida. Así como el incremento de las propiedades psicométricas.
75
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82
APÉNDICE 1
FRAB
(Escala para Factores de Riesgo de Anorexia y Bulimia)
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
Me cuesta trabajo distinguir mis emociones
La mayor parte del tiempo estoy triste
Tomo decisiones para agradarles a los demás
Me gusta estar mucho tiempo viendo televisión
Debo verme delgada para sentirme bien conmigo misma
Necesito la aprobación de otros para sentirme bien
Las cosas me deben salir siempre bien para ser útil
Me cuesta trabajo hacer amigos
En mi casa me dejan ver televisión por muchas horas
La mujer debe tener un cuerpo delgado para llamar la atención
Me da miedo que los demás me vean comer
En cuanto más delgada sea mejor persona seré
Todo lo que haga debe salir perfecto
Me gustaría el cuerpo delgado de las artistas que aparecen en la televisión
Usualmente veo televisión comiendo comida chatarra
Si fallo en mis metas me siento fracasada
Me cuesta trabajo identificar si realmente siento hambre
Debo estar comiendo algo para poder ver televisión a gusto
Me gustan las dietas que vienen en las revistas
La ropa bonita está hecha para mujeres delgadas
Me siento mal cuando le dicen “piropos” a mis amigas y a mi no
El desayuno ayuda a que mi cuerpo suba de peso
Me gusta pesarme varias veces al día
Debo tener un bonito cuerpo para poder comprarme ropa de moda
Realizo ejercicio físico cuando estoy sola
Entre más comida ingiero, mejor me sentiré
Creo que ser muy delgada es ser una persona sana
Prefiero dejar de hacer cosas porque soy poco útil
Hablo muy poco con mis compañeros
Me gustaría ser otra persona
Yo tengo el poder de controlar todo lo que me pase
Llaman mi atención los anuncios de televisión respecto a productos para adelgazar
Mi mamá me hace comentarios negativos hacia mi aspecto físico
Aprendo dietas de las revistas que leo
Dejar de comer por las mañanas es parte de mi alimentación diaria
Prefiero hacer mis ejercicios físicos que las tareas escolares
Totalmente de
acuerdo
De acuerdo
Ni en acuerdo
ni en
desacuerdo
En
desacuerdo
Instrucciones: En el siguiente test ELIJE la opción que consideres se asocie mas a ti
en cada una de las oraciones siguientes; no hay respuestas correctas o incorrectas, se
te pide la mayor sinceridad posible.
Totalmente en
desacuerdo
Edad:
___________años
Escuela:
_________________
Grado:________
Esta escala tiene como objetivo la elaboración de un instrumento válido y confiable que permita
identificar factores riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria como
anorexia y bulimia.
83
Me da miedo ser gorda
Me siento inútil al hacer actividades escolares
Me cuesta acercarme a platicar con extraños
Pocas personas me conocen
Si tengo el cuerpo delgado soy una persona feliz
Aunque tenga alguna parte de mi cuerpo herida o lastimada, sigo haciendo ejercicio
Cuando como mucho me siento tan feliz que es difícil detenerme
Me interesan los artículos o programas de radio o tv relacionados con el control de la
obesidad y manejo de dietas
En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen que coma
Si hay comida en alguna reunión, doy algún pretexto para irme
Cuando me invitan a comer invento alguna excusa para no ir
Es más importante sacar una excelente calificación que comer bien
Me han servido las dietas de las revistas
Me impongo dietas y cueste lo que cueste las debo cumplir
Cuando voy a pesarme, comparo los resultados de varias balanzas para estar más segura
Me han dicho que estoy muy delgada cuando me siento con mucho peso
Como goma de mascar para que se me calme el hambre
Cuando me miro al espejo, me siento insatisfecha con mi cuerpo
Mis amigos me han comentado que debo bajar de peso
Entre más horas de ejercicio haga más bonita seré
Mis amigos critican mi peso
Tengo la habilidad de comer incluso cuando sienta que es imposible continuar
Siento que mi físico posee más defectos que características buenas
La delgadez determina lo saludable que soy
En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen que coma
Mi mamá realiza algún tipo de dieta para mantener su peso
Normalmente puedo comer mucho aunque me sienta muy llena
Si veo algo desacomodado lo muevo hasta que quede perfectamente en su lugar
Siento que fracaso cuando subo de peso
Gasto mucho tiempo limpiando mis manos
De ninguna manera dejo de hacer ejercicio
Puedo comer sin parar durante casi dos horas
Utilizo mucho tiempo acomodando mi habitación hasta que quede perfecta
Puedo ser una persona perfecta
Siento que hacer ejercicio en la noche ayuda a bajar de peso
Hago a un lado la comida para hacer mis tareas escolares
Me da miedo que mi maestro me deje responsabilidades
Gastar tiempo comiendo interrumpe mis labores
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
Totalmente de
acuerdo
43
44
45
46
47
48
49
50
De acuerdo
Ítems
Ni en acuerdo
ni en
desacuerdo
#
En desacuerdo
Cuando me preocupo, como más
En la mayoría de mis tareas fracaso por ser inútil
Me da vergüenza alzar la mano en clase para participar
Prefiero guardar mis emociones que mostrarlas
Mi mamá me puso a dieta porque me dice que debo bajar de peso
Cuando siento que he comido de más, busco alguna manera de compensarlo
Totalmente en
desacuerdo
37
38
39
40
41
42
84
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
Para mí es un logro perder peso
Mi mamá me obliga a comer menos
Cuando estoy irritada como más de lo normal
Siento Culpa después de comer
Me desprecio a mi misma porque como mucho
Me da pena hablar en grupos
Tengo que ser la mejor en la escuela
Creo que tengo la capacidad de ser la mejor en mi clase
Detesto gran parte de mi persona
Si estoy enferma de ninguna manera dejo de hacer ejercicio
APÉNDICE 2
85
FACTORES DE RIESGO DE ANOREXIA Y BULIMIA
Son los indicadores psicológicos, conductuales y sociales, a través de los cuales se pueden identificar síntomas proclives a la manifestación de los trastornos alimentarios,
esencialmente Anorexia y Bulimia.
DIMENSIONES
INDICADORES
ITEMS
Codificación
Distorsión de la imagen:
60 Cuando me miro al espejo, me siento insatisfecha con mi cuerpo (4) Muy de acuerdo
Psicológicos:
(3) De acuerdo
Abarca los factores que - insatisfacción con su imagen corporal (relacionada 65 Siento que mi físico posee más defectos que atributos
(2) Ni de acuerdo ni en
provienen de la persona con los rápidos cambios puberales y que determina 58 Me han dicho que estoy muy delgada cuando me sientes con
propia, ya sea, de la a su nivel de autoestima)
mucho peso
desacuerdo
12 En cuanto más delgada sea mejor persona seré
(1) En desacuerdo
percepción que tiene de -preocupación por su imagen corporal
(0) Muy en desacuerdo
su imagen, de sus - la tendencia a engordar y a hacer dieta en 5 Debo verme bonita para sentirme bien conmigo misma
pensamientos
que personas en las que además coexiste un trastorno 37 Cuando me preocupo, como más
83 Cuando estoy irritada como demasiado
conllevan
a
sus afectivo
acciones.
-El sentimiento de logro y autocontrol gira alrededor 16 Si fallo en mis metas me siento fracasada
del peso ideal, el cual se convierte en sinónimo de 84 Siento culpa después de comer
85 Me desprecio a mi misma porque como mucho
“valía personal”.
Autocontrol:
49 Cuando como mucho me siento tan feliz que es difícil
-valerse de los alimentos para manejar el estrés o la detenerme
1 Me cuesta trabajo distinguir mis emociones
ansiedad
- perturbación en la conciencia interoceptiva, 17 Me cuesta trabajo identificar si realmente siento hambre
56 Me propongo dietas y cueste lo que cueste las debo cumplir
irritabilidad y descontrol emocional
6 Necesito la aprobación de otros para sentirme bien
- impulsividad o falta de autocontrol
3 Tomo decisiones para agradarles a los demás
- extrema ansiedad
43 Me da miedo ser gorda
-baja tolerancia a la frustración.
81 Para mí es un logro perder peso
- Los atracones pueden reducir la disforia de
71 Siento que fracaso cuando subo de peso
manera transitoria, pero a continuación suelen
provocar sentimientos de autodesprecio y estado de 27 Creo que ser muy delgada es ser una persona sana
66 La delgadez determina lo saludable que soy
ánimo depresivo.
44 Me siento inútil al hacer actividades escolares
- El individuo puede estar en un estado de
28 Prefiero dejar de hacer cosas porque soy poco útil
excitación cuando se atraca de comida,
7 Las cosas me deben salir siempre bien para ser útil
especialmente en el inicio de la enfermedad.
Pensamientos irracionales:
38 En la mayoría de mis tareas fracaso por ser inútil
- una baja conciencia interoceptiva (incapacidad de 8 Me cuesta trabajo hacer amigos
interpretar de forma precisa la activación emocional 29 Hablo muy poco con mis compañeros
39 Me da vergüenza alzar la mano en clase para participar
y las claves internas del apetito)
- sensación grave y generalizada de inutilidad 79 Me da miedo que mi maestro me deje responsabilidades
45 Me cuesta acercarme a platicar con extraños
personal
- una actitud distorsionada e implacable en lo que 86 Me da pena hablar en grupos
40 Prefiero guardar mis emociones que mostrarlas
se refiere a la conducta ingestiva
-pensamientos erróneos, como que todo cuanto no 46 Pocas personas me conocen
sea triunfar es fracasar, para sentirse bien debe ser 87 Tengo que ser la mejor en mi escuela
la primera en todo, necesita la aprobación y la 80 Gastar tiempo comiendo interrumpe mis labores
86
aceptación social.
-Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en
obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
-Consideran un logro perder peso y un signo de
extraordinaria autodisciplina; en cambio, ven el
aumento de peso como un fracaso inaceptable de
su autocontrol.
-Algunas personas son conscientes de su delgadez,
pero niegan que ésta pueda tener implicaciones
clínicas graves.
Autoestima:
-antisocial, inestabilidad de las relaciones
interpersonales y afectividad.
-buscan metas muy elevadas, tienen buenos
resultados académicos, gracias a su dedicación, lo
que favorece a la etiqueta de “inteligente” pero la
malnutrición disminuye el rendimiento intelectual.
- El nivel de autoestima de las personas que sufren
este trastorno depende en gran medida de la forma
y el peso del cuerpo
Social:
Abarca la influencia que
viene de lo exterior, que
esta fuera del control del
individuo, como medios
masivos
de
comunicación, así como
personas allegadas o
significativas en la vida
del afectado.
Rasgos de la personalidad:
- autoexigencia elevada
- rasgos de personalidad obsesivos, perfeccionismo
y rigidez o impulsividad.
-introversión, timidez
-persona enferma se satisface en el autocontrol, en
el híper control.
Influencias de los medios de comunicación:
-mujeres sexualizadas mediante la televisión,
videos musicales, letras musicales, revistas y
publicidad
Influencias familiares:
- las madres de las niñas con alteraciones en la
conducta alimentaria veían a sus hijas menos
atractivas y era más probable que pensaran que
sus hijas deberían perder peso
-la mayor accesibilidad a comidas tipo aperitivos
altos en grasa, hidratos de carbono y sal, fácilmente
consumibles cuando se está frente al televisor, que
se asocian con unos intentos de dietas irregulares
54 Es más importante sacar una excelente calificación que comer
bien
88 Creo que tengo la capacidad de ser la mejor en mi clase
78 Hago a un lado la comida para hacer mis tareas escolares
47 Si tengo el cuerpo delgado soy una persona feliz
30 Me gustaría ser otra persona
89 Detesto gran parte de mi persona
2 La mayor parte del tiempo estoy triste
13 Todo lo que haga debe salir perfecto
72 Gasto mucho tiempo limpiando mis manos
75 Utilizo mucho tiempo acomodando mi habitación hasta que
quede perfecta
70 Si veo algo desacomodado lo muevo hasta que quede
perfectamente en su lugar
31 Yo tengo el poder de controlar todo lo que me pase
76 Puedo ser una persona perfecta
32 Llaman mi atención los anuncios de televisión respecto a
productos para adelgazar
50 Me interesan los artículos o programas de radio o tv
relacionados con el control de la obesidad y manejo de dietas
14 Me gustaría el cuerpo delgado de las artistas que aparecen en la
televisión
33 Mi mamá me hace comentarios negativos hacia mi aspecto físico
41 Mi mamá me puso a dieta porque me dice que debo bajar de
peso
82 Mi mamá me obliga a comer menos
67 En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen que coma
51 En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen que coma
4 Me gusta estar mucho tiempo viendo televisión
87
entre los adolescentes que posteriormente
favorecen los atracones
-patrones de interacción entre los padres
controladores
-las madres que hacen dieta trasmiten mensajes de
lo importante que es la delgadez para las hijas
-familias conflictivas, desorganizadas, poco unidas,
inestables son las que propician al trastorno
alimentario.
Influencias de los pares:
- requieren una extrema delgadez para ser
aceptados
-presión entre los pares por bajar de peso
- historia de burlas, criticas o comparaciones
descalificadoras acerca de la apariencia física
15 Usualmente veo televisión comiendo comida chatarra
18 Debo estar comiendo algo para poder ver televisión agusto
9 En mi casa me dejan ver televisión por muchas horas
19 Me gustan las dietas que vienen en las revistas
34 Aprendo dietas de las revistas que leo
55 Me han servido las dietas de las revistas
68 Mi mamá realiza algún tipo de dieta para mantener su peso
61 Mis amigos me han comentado que debo bajar de peso
10 La mujer debe tener un cuerpo delgado para llamar la atención
20 La ropa bonita está hecha para mujeres delgadas
24 Debo tener un bonito cuerpo para poder comprarme ropa de
moda
63 Mis amigos critican mi peso
21 Me siento mal cuando le dicen “piropos” a mis amigas y a mi no
Estereotipos:
-visten a las mujeres con ropa reveladora y son
despersonalizadas
- un gran énfasis en el culto a la delgadez
-el hecho de no recibir “piropos” en las calles, pues
son las mujeres las que reciben voces de
admiración mas sexuadas y en algunos casos
soeces.
Conductual:
Actitudes y conductas
que presente la persona
en relación a la ingesta
de
comida,
desde
evitarla hasta realizar
cualquier
tipo
de
purgación.
-Gradualmente,
se van alejando del estudio
durante su tiempo libre, así como de otras
actividades, y relaciones importantes.
-conductas compensatorias inapropiadas purgativas
como vomitar o tomar laxantes, que son las que
empeoran definitivamente su estado fisiológico.
-ejercicio excesivo con episodios nocturnos.
- Ayunar periódicamente, en ocasiones durante
varios días.
- Evitar concurrir a reuniones donde pueda verse
obligado a comer, recurriendo a todo tipo de
excusas, a veces ridículas.
- Abuso de edulcorantes; consumo indiscriminado
de goma de mascar sin azúcar.
- provocándose el vómito o utilizando diuréticos,
42 Cuando siento que he comido de más, busco alguna manera de
compensarlo
77 Siento que hacer ejercicio en la noche ayuda a bajar de peso
25 Realizo ejercicio físico cuando estoy sola
62 Entre más horas de ejercicio haga más bonita seré
22 El desayuno ayuda a que mi cuerpo suba de peso
35 Dejar de comer por las mañanas es parte de mi alimentación
diaria
53 Cuando me invitan a comer invento alguna excusa para no ir
11 Me da miedo que los demás me vean comer
52 Si hay comida en alguna reunión, doy algún pretexto para irme
59 Como goma de mascar para que se me calme el hambre
23 Me gusta pesarme varias veces al día
57 Cuando voy a pesarme, comparo los resultados de varias
balanzas para estar más segura
88
laxantes o enemas de una manera excesiva.
- Pesarse varias veces al día, desnudo y con
balanzas exactas. Tener balanza propia,
comparando con otras.
- los atracones se caracterizan más por una
cantidad anormal de comida ingerida que por un
ansia de comer un alimento determinado, como los
hidratos de carbono.
- Los atracones se realizan por lo normal a
escondidas
- Los atracones pueden durar hasta que el individuo
ya no pueda más, incluso hasta que llegue a sentir
dolor por la plenitud
-pueden estar sin comer uno o más días, o realizar
ejercicio físico intenso, en un intento por compensar
el alimento ingerido durante los atracones.
-ejercicio que interfiere de manera significativa las
actividades importantes, cuando se produce a horas
poco habituales, en lugares poco apropiados, o
cuando el individuo continúa realizándolo a pesar
de estar lesionado o presentar alguna enfermedad.
26 entre más comida ingiero, mejor me sentiré
74 Puedo comer sin parar durante casi dos horas
69 Normalmente puedo comer mucho aunque me sienta muy llena
36 Prefiero hacer mis ejercicios físicos que las tareas escolares
48 Aunque tenga alguna parte de mi cuerpo herida o lastimada,
sigo haciendo ejercicio
90 Si estoy enferma de ninguna manera dejo de hacer ejercicio
73 De ninguna manera dejo de hacer ejercicio
64 Tengo la habilidad de comer incluso cuando sienta que es
imposible continuar
89
APÉNDICE 3
90
APÉNDICE 4
91
APÉNDICE 5
92
APÉNDICE 6
Matriz de componentes rotados
P81 Para mí es un logro perder peso
P84 Siento culpa después de comer
P71 Siento que fracaso cuando subo de peso
P43 Me da miedo ser gorda
P60 Cuando me miro al espejo, me siento insatisfecha con
mi cuerpo
P5 Debo verme delgada para sentirme bien conmigo misma
P65 Siento que mi físico posee más defectos que
características buenas
P59 Como goma de mascar para que se me calme el
hambre
P58 Me han dicho que estoy muy delgada cuando me
siento con mucho peso
P47 Si tengo el cuerpo delgado soy una persona feliz
P85 Me desprecio a mi misma porque como mucho
P62 Entre más horas de ejercicio haga más bonita seré
P12 En cuanto más delgada sea mejor persona seré
P53 Cuando me invitan a comer invento alguna excusa para
no ir
P10 La mujer debe tener un cuerpo delgado para llamar la
atención
P23 Me gusta pesarme varias veces al día
P11 Me da miedo que los demás me vean comer
P52 Si hay comida en alguna reunión, doy algún pretexto
para irme
P22 El desayuno ayuda a que mi cuerpo suba de peso
P24 Debo tener un bonito cuerpo para poder comprarme
ropa de moda
P66 La delgadez determina lo saludable que soy
P20 La ropa bonita está hecha para mujeres delgadas
P35 Dejar de comer por las mañanas es parte de mi
alimentación diaria
P42 Cuando siento que he comido de más, busco alguna
manera de compensarla
P36 Prefiero hacer mis ejercicios físicos que las tareas
escolares
P86 Me da pena hablar en grupos
P89 Detesto gran parte de mi persona
P39 Me da vergüenza alzar la mano en clase para participar
P44 Me siento inútil al hacer actividades escolares
P40 Prefiero guardar mis emociones que mostrarlas
P38 En la mayoría de mis tareas fracaso por ser inútil
P28 Prefiero dejar de hacer cosas porque soy poco útil
P29 Hablo muy poco con mis compañeros
P16 Si fallo en mis metas me siento fracasada
P41 Mi mamá me puso a dieta porque me dice bajar de
peso
P33 Mi mamá hace comentarios negativos hacia mi aspecto
físico
P55 Me han servido las dietas de las revistas
P19 Me gustan las dietas que vienen en las revistas
P56 Me impongo dietas y cueste lo que cueste las debo
1
.712
.681
.663
.649
2
3
Componente
4
5
.614
.607
.582
.489
.488
.475
.473
.401
.619
.613
.600
.588
.560
.557
.525
.507
.502
.452
.442
.425
.407
.597
.570
.559
.553
.553
.531
.512
.500
.475
.420
.401
.614
.581
.578
6
7
8
93
cumplir
P34 Aprendo dietas de las revistas que leo
P77 Siento que hacer ejercicio en la noche ayuda a bajar de
peso
P25 Realizo ejercicio físico cuando estoy sola
P87 Tengo que ser la mejor en la escuela
P73 De ninguna manera dejo de hacer ejercicio
P83 Cuando estoy irritada como más de lo normal
P69 Normalmente puedo comer mucho aunque me sienta
muy llena
P74 Puedo comer sin parar durante casi dos horas
P64 Tengo la habilidad de comer incluso cuando sienta que
es imposible continuar
P49 Cuando como mucho me siento tan feliz que es difícil
detenerme
P46 Pocas personas me conocen
P37 Cuando me preocupo, como más
P14 Me gustaría el cuerpo delgado de las artistas que
aparecen en televisión
P3 Tomo decisiones para agradarles a los demás
P21 Me siento mal cuando le dicen piropos a mis amigas y
a mí no
P6 Necesito la aprobación de otros para sentirme bien
P51 En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen
que coma
P63 Mis amigos critican mi peso
P61 Mis amigos me han comentado que debo bajar de peso
P30 Me gustaría ser otra persona
P68 Mi mamá realiza algún tipo de dieta para mantener su
peso
P70 Si veo algo desacomodado lo muevo hasta que quede
perfectamente en su lugar
P75 Utilizo mucho tiempo acomodando mi habitación hasta
que quede perfecto
P7 Las cosas me deben salir siempre bien para sentirme útil
P78 Hago a un lado la comida para hacer mis tareas
escolares
.555
.547
.457
.456
.448
.721
.717
.701
.590
.506
.466
.455
.613
.581
.504
.504
.628
.553
.530
.438
.409
.692
.618
.505
.501
94
APÉNDICE 7
FRAB
(Escala para Factores de Riesgo de Anorexia y Bulimia)
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
Tomo decisiones para agradarles a los demás
Debo verme delgada para sentirme bien conmigo misma
Necesito la aprobación de otros para sentirme bien
Las cosas me deben salir siempre bien para ser útil
La mujer debe tener un cuerpo delgado para llamar la atención
Me da miedo que los demás me vean comer
En cuanto más delgada sea mejor persona seré
Me gustaría el cuerpo delgado de las artistas que aparecen en la televisión
Si fallo en mis metas me siento fracasada
Me gustan las dietas que vienen en las revistas
La ropa bonita está hecha para mujeres delgadas
Me siento mal cuando le dicen “piropos” a mis amigas y a mi no
El desayuno ayuda a que mi cuerpo suba de peso
Me gusta pesarme varias veces al día
Debo tener un bonito cuerpo para poder comprarme ropa de moda
Realizo ejercicio físico cuando estoy sola
Prefiero dejar de hacer cosas porque soy poco útil
Hablo muy poco con mis compañeros
Me gustaría ser otra persona
Mi mamá me hace comentarios negativos hacia mi aspecto físico
Aprendo dietas de las revistas que leo
Dejar de comer por las mañanas es parte de mi alimentación diaria
Prefiero hacer mis ejercicios físicos que las tareas escolares
Cuando me preocupo, como más
En la mayoría de mis tareas fracaso por ser inútil
Me da vergüenza alzar la mano en clase para participar
Prefiero guardar mis emociones que mostrarlas
Mi mamá me puso a dieta porque me dice que debo bajar de peso
Cuando siento que he comido de más, busco alguna manera de compensarlo
Me da miedo ser gorda
Me siento inútil al hacer actividades escolares
Pocas personas me conocen
Si tengo el cuerpo delgado soy una persona feliz
Cuando como mucho me siento tan feliz que es difícil detenerme
En mi casa debo comer únicamente lo que me dicen que coma
Si hay comida en alguna reunión, doy algún pretexto para irme
Cuando me invitan a comer invento alguna excusa para no ir
Me han servido las dietas de las revistas
Totalmente de
acuerdo
De acuerdo
Ni en acuerdo
ni en
desacuerdo
En
desacuerdo
Instrucciones: En el siguiente test ELIJE la opción que consideres se asocie mas a ti en cada
una de las oraciones siguientes; no hay respuestas correctas o incorrectas, se te pide la mayor
sinceridad posible.
Totalmente en
desacuerdo
Edad:
___________años
Escuela:
_________________
Grado:________
Esta escala tiene como objetivo la elaboración de un instrumento válido y confiable que permita
identificar factores riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria como anorexia y
bulimia.
95
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
Mis amigos me han comentado que debo bajar de peso
Entre más horas de ejercicio haga más bonita seré
Mis amigos critican mi peso
Tengo la habilidad de comer incluso cuando sienta que es imposible continuar
Siento que mi físico posee más defectos que características buenas
La delgadez determina lo saludable que soy
Mi mamá realiza algún tipo de dieta para mantener su peso
Normalmente puedo comer mucho aunque me sienta muy llena
Si veo algo desacomodado lo muevo hasta que quede perfectamente en su lugar
Siento que fracaso cuando subo de peso
De ninguna manera dejo de hacer ejercicio
Puedo comer sin parar durante casi dos horas
Utilizo mucho tiempo acomodando mi habitación hasta que quede perfecta
Siento que hacer ejercicio en la noche ayuda a bajar de peso
Hago a un lado la comida para hacer mis tareas escolares
Para mí es un logro perder peso
Cuando estoy irritada como más de lo normal
Siento Culpa después de comer
Me desprecio a mi misma porque como mucho
Me da pena hablar en grupos
Tengo que ser la mejor en la escuela
Detesto gran parte de mi persona
Totalmente
de acuerdo
De acuerdo
Ni en
acuerdo ni
en
desacuerdo
Ítems
En
desacuerdo
#
Me impongo dietas y cueste lo que cueste las debo cumplir
Me han dicho que estoy muy delgada cuando me siento con mucho peso
Como goma de mascar para que se me calme el hambre
Cuando me miro al espejo, me siento insatisfecha con mi cuerpo
Totalmente
en
desacuerdo
39
40
41
42
Descargar