fiAGETA MUSICAL - Hemeroteca Digital

Anuncio
AdmÍDistracíoB, cátie dé E^arteros, nom. 3 .
23 it Setiembre de i8SS.
Aflo 1.
Precio* de lusoricion.
Precio» de •luoricion.
RS. YN.
NllM.
U.
MADRID: Al periódico, por un mes
Por tres meses
Por seis Ídem
Por cada sección de música
£ii PKOVINCUS: Al periódico, por tres meses.
Por seis
Por cada sección de música
nm
16
30
2
20
38
2
RS. TM.
SimuEsTRAiiuivo: Al periódico, por seis
meses
•
40
Por e»da seockn de música
5
EK ULTBAIIAR : Al periódico, por seis meses.
40
Por cada sección de música
4
Cada número vale dos reales.—El periódico salí
todos los domingos.
fiAGETA MUSICAL
DE MADRID,
REDACTADA POR UNA SOCIEDAD DC ARTISTAS, BAJO LA DIRECCIÓN
DE
D. HILARIÓN ESLAVA.
• i«q> gnnwoBP-^^^'g
8ttllIASIO._'De%iiga de las proporciones »rm6iiiets, por í. Pnct y
suficiente para el fin que Vds. se proponen, pueAlvarei.—Visitas á la Esposicion universal de Paiis, por A. de La Fage.
de tal vez implicar duda de si tiene ó no razón el
—Sección biográfica, D. JoséLldon, Fr. Pedro Carrera y Lanchares y
Fr. Joaquín Asiain.—Apantes pan la historia musical de España, por
espresado señor en lo que dice, á mi entender,
H. Eslava.—Paris, Correspondencia de la GACETA MUSICAL.—Crónica de
sin haberlo meditado suficientemente.
Madrid.—Crónica de Provincias y del Estranjero.—Anaincios.
Yo .estoy persuadido, no solamente de ^ue las
razones y proporciones de los números son apUcaInseríamos á CMitinuacion el siguiente articulo bles á la música (cosa que parece increíble que
que desde Pars nos diiáge nueí^o patstioular nadie la ponga en duda), sino de que á la foramigo y corresponsal, el Sr. D. José P«nez y Al- mación Ae «sta, ÍAI «ual la poseemos en el dia,
varez, dejando para otra ocasión los trabajos que cooperaron juntos el oído y las matemáticas; de
ya teníamos preparados, asi acerca de la cues- tal majoera, que si aquel no laibiese sida en altion particular de que trata d Sr. Pérez en el gunos casos ayudado por estas.^ no Rubiera popresente artíeuJo, comorespeoto de la parte prác- dido dársele á nuestra música la estension y vatica del Ourso completo de nmsica teórico-práctka
riedad que tiene, £acilitánfÍQsg.,f^ al mismo tiemdel SP.-de Prellezo.
po jiacte de la.ejecueioninusi(^l y del estudio de
la con^sitíoQ; lo cual ^VÜ^, á^atfir de demosBefensa de las pcoporciones arnénieas.
trar con Ja mayor claridad .que me sea posible,
para que se halle al alcance de quien no sea matemático, por cuya causa no me serviré, al esSeñores redactores de la GACETA MUSICAL DE MADRID.plicarlo, mas .^jue de la .aritnkética y .muy poco
Muy señores mios y de todo mi aprecio: El de la geometría, en esta forma:
prospecto del método de sdfeo por el señ&r de
Los músicos que tocan instrumentos de cuerda
Pi-ellezo, que copian "Vds. en el ném. 29 de su saben, al menos prácticamente, que la mitad de
muy apreciatte periádíco, dice en «u segundo cada una produce la 8.* superior de su totafidad;
párrafo que las proporciones de los nümeros sonque dos ¿terceras partes de la misma producen la
inaplicables á la música; y Vds., teniendo que 5.* justa superior; cuatro quintas partes la 3.*
ocuparse de otras machas cosas del comunicado mayor, etc., etc.: de manera que la gravedad
de dicho señor, que defiende al espresado pros- de las notas se halla en razón directa del largo
pecto, se contentan, en la úftinaa de las notas de la cuerda, y en razón inversa la elevación de
con que le contestan, de hacer ver que tal aser- las mÍHiaas,- es decir, que mtaitras mas se achica
ción no tiene su verdadero lugar, tratándose tan la cuerda, sin variar el grado de tensión á que
solo de un método de solfeo, lo cual, si bien es se halla, mas elevado es el sonido que resulta y
m
Gaceta Mesical
mas grave mientras mayor es el largo de la mis- I perior; si ~producen la 4.* justa, la razón de
ma, siempre sin variar la espresada tensión (1).
4
La cuerda, para producir los sonidos, hace
este intervalo será -5-, tres vibraciones de la nounos movimientos á que se les llama vibraciones,
ta inferior por cuatro de la superior, etc., etc.
cuyo número, en el mismo espacio de tiempo,
Bajo este concepto, resulta que las consonanse halla también en razón inversa del largo de la
cias calculadas con arreglo á las partes de la
espresada cuerda, porque esta se separa mas ó
cuerda que las producen, son:
menos al vibrar de su centro de reposo, con arre1 2
3
4
5
3 5
glo á la mayor ó menor elasticidad que tiene, la
2
3
4
5
6 5
8
cual por el contrario se halla en razón directa del
5."
4."
3."
3.^
6.*
6.''
8."
largo de la cuerda.
justa Ídem mayor menor mayor menor
Es decir, que si calculamos la cuerda A, A
y que invirtiendo las cifras, se halla la razón de
._
E --_
las vibraciones en esta forma:
2 do 3 sol _4^fa _3^mi 6 mib 5 la 8 la b
A«f^
:^A
1 do, 2 do, 3 do, 4 do, 5 do 3 do 5 do
8.* 5.* 4." 3." 3." 6."
6."
justa
Ídem
mayor
menor
mayor
menor
en su totalidad, veremos que naturalmente tiene
Aunque todos estos intervalos, escepto la 8.*,
doble elasticidad que su mitad D A; de manera
soportan,
sin que se resienta mucho el oido, una
que al moverse para llegar á B C, gasta doble
ligera variación, no cabe duda de que como son
tiempo el total de la cuerda que su mitad D A
mas agradables es cuando se componen de las
para llegar á E F; con lo que se prueba que las
proporciones exactas que dejo indicadas, cosa
vibraciones de la mitad son doble mas numerosas
que
se halla suficientemente probada por infinique las del total en el mismo espacio de tiempo;
tas
esperiencias
antiguas y modernas, y que cualy siguiendo la misma proporción en todas las dequiera puede verificarlas por si mismo, si en ello
más fracciones de la cuerda, resulla, como dejo
tiene
duda.
dicho, el número de vibraciones en razón inversa
Siguiendo este sistema de medir el largo de las
del largo de la misma y directa de la elevación de
cuerdas,
se han hallado las mas de las proporlos sonidos.
ciones que constituyen las disonancias que simulEsta es una verdad que nadie la pone en
táneamente usamos en ciertos acordes de nuestra
duda, si bien hasta la fecha no creo que se haya
música, sin que todavía esté todo el mundo conforesplicado del modo que yo lo hago: de manera
me respecto del valor de algunas de ellas, ni soque, sin detenerme mas, puedo continuar dibre
el punto de demarcación en que fijamente
ciendo, que á fuerza de asiduos trabajos sobre el
concluyen las consonancias y tienen su principio
monocordio, llegaron los antiguos á establecer
las disonancias; cosas de que no me ocupo en
las razones de las consonancias, y hallaron que
este lugar, porque con lo dicho creo tener ya sula mitad de la cuerda produce la 8.* de su total;
ficientemente
probado, contra lo que avanza el
y como que las vibraciones se hallan en razón
señor de Prellezo, que las razones y proporciones
inversa del largo, dijeron: pues si -5- produce la de los números son aplicables á la música.
8.'', la razón de este intervalo será —; es decir, Ahora me queda que probar que han cooperado juntos á la formación de nuestra música el oido
que la nota grave dará una vibración, mientras
y las matemáticas; es decir, nuestros sentidos y
la superior hará dos; y siguiendo el mismo orden
nuestra razón, para lo que tendré que hacer las
2
de cosas, continuaron diciendo: si-^ producen consideraciones históricas siguientes:
3
Parece indudable que al empezar el hombre á
la h.^ justa, la razón de este intervalo será-^, dos usar de la palabra, empezó también á cantar,
vibraciones de la nota inferior por tres de la suséase á imitación de los pájaros, ó por propia
inspiración, á causa de que todos tenemos en
(1) Todo lo que se esplica por las cuerdas es aplinuestras gargantas y pulmones el completo mecable á cualquier cuerpo sonoro, por cuya razón, para
canismo de un instrumento musical (1) mas ó
mayor claridad, continuaré concretándome aquí á las
-~-
^;:::;í--------
¿ivisione? de un» cnerda, que supongo siempre sin Tañar de tensión, y del mismo peso y espesor en to^as ios
partes.
(1) Véase la Enciclopedia, tomo 17, páginas 428
y 429.
de ladrid.
menos perfecto, pero siempre capaz de producir
á nuestro alvedrío sonidos de mayor ó menor elevación, para espresar con ellos los sentimientos
mas recónditos de nuestra alma, que son de
imposible esplicacion á toda la elocuencia humana.
El habla se ha ido perfeccionando poco á poco
auxiliada de la gramática y de la lógica, de manera que se ha llegado á poder razonar clara y
elegantemente con ella; y la música se ha perfeccionado del mismo modo con el auxilio del oido
y de las matemáticas, contribuyendo estas al menos tanto como aquel para la formación de nuestra música, cosa que no podrá poner en duda
nadie que lo reflexione detenidamente.
¿Qué hubiera sido de las escalas é intervalos
hallados en las diferentes edades par los hombres mas sabios de la música, si no los hubiesen
dejado exactamente consignados en sus escritos,
midiendo para ello el largo de las cuerdas?...
Al morir cada músico eminente de la antigüedad
se hubieran estinguido con él todos sus descubrimientos armónicos con la misma prontitud que se
destemplaban los instrumentos de que se hablan
servido, porque tampoco les hubiera sido posible
fabricar, sin el auxilio de la geometría , los de
notas fijas que marcan por sí mismos los intervalos, sin ser necesario hasta cierto punto templarlos al efecto, tales como el laúd, para el cual
es preciso medir la distancia de unos trastes á
otros, calculando la proporción que guardan entre sí; la flauta, para la cual se tiene que medir
la distancia y calcular la proporción y tamaño de
sus ahujeros, tomando en consideración las mayores ó menores dimensiones de todo el instrumento, y varios otros que me seria largo de
nombrar.
Bajo este concepto, no pudiendo cada músico,
al hacer sus esperiencias acústicas, meditar sobre
las ya efectuadas por sus antecesores, séase para
rectificarlas ó para tomarlas como punto de partida , caso de parecerle del todo admisibles, le
hubiese sido imposible hacer rápidos progresos á nuestra música: mas digo, se hallaría todavía en la mas imperfecta infancia, porque cada
músico §e hubiera casi tenido que concretar á sus
propios descubrimientos, sin otra guia, para saber lo que sus antecesores hablan hecho, que
una vaga é incorrecta tradición, basada tan solo
en el oido, el cual no es siempre suficiente juez
para decidir todas las materias musicales, como
varaos á ver al tratar del temperamento.
Por estas causas, los mejores músicos anti-
I
guos se dedicaron á inspeccionar sobre el monocordio las razones de los intervalos que les dejaron sus antecesores , y trataron cada uno por
su parte de dar algún paso para mejorar la música, dejando cuidadosa y exactamente consignados en sus escritos sus descubrimientos ó sus
ideas, para lo que se valieron de las proporciones
de los números, como el solo y verdadero medio
de ser entendidos indubitablemente por la posteridad.
No se crea, por lo que llevo dicho, que todo
lo que la música debe á las matemáticas es tan
solo el saber de cuántas partes del cuerpo sonoro
se forma cada intervalo, y la proporción que
guardan entre sí las vibraciones de sus notas;
no... La misión musical délas matemáticas ha
sido mas interesante y grandiosa.
Pitágoras, ó sus discípulos, multiplicaron la
5.* justa once veces por ella misma, y manifestaron que, lejos de hallarse con esta operación la
7.* octava de la nota de donde se partió, se encuentra un sonido -„.' • mas alto que ella; es
524,288
^
decir, que partiendo, por ejemplo, de do natural,
no se puede llegar, si se procede por quintas
exactas, á un si sostenido que sea unísono de la
7.* octava del primer sonido , lo cual para
mayor claridad lo manifiesto á continuación:
3 V
., 3 — "9 ..
3
27 y 3 _ 81 Y 3 _ 243 y
V
2"^^-~r^'2"
8
2 ~ 16
^ 3 _ 729 y 3 _ 2,187 V 3 _ 6,561
2 ~
2 ~
128
2 ~ 256
19,683 _ 3 _ _ 59,049 V 3 _ 177,147 y 3 _
512'
2 ~ ' 1,024
2 ~
2,048
2 ~
_ 531.441
4,096
128
Dividiendo ahora el producto por do —-—, 7
1
octava de do 1
se halla la dicha diferencia
531,441
128
de la 7. réplica do ——
524,288
.,
531,441
ntdo
en esta forma:
4,096
531,441
128
531,441
1
4,096
524,288
al sí soste-
Si se multiplica la 4.* justa once veces por
ella misma, se obtiene á la 5.* octava un re bb
mas bajo que el do natural de la misma cantidad
531,441
u- ,. •
,
, ,
^24 283'' raulliphcacion que no hago en este lugar, porque cualquiera podrá efectuarla si en lo
dicho tiene duda.
Esta operación de Pitágoras ó de sus discípulos es, á mi entender, la mas transcendental
de cuantas se han efectuado en la música, porque ha sido el punto de partida de asiduos traba-
168
Gaceta losieal
jos y numerosas esperiencias, que todos los múácos inteligentes han hecho para llegar á un
d sostenido— do natural, á un re bb— do natural, etc., etc. (1), sin que se resienta el oido notablemente de la inexactitud de los intervalos, ó
para efectuarlos todos exactos y modular á los
tonos mas lejanos, escollo de que nadie ha podido
salir.
Las sucesiones de todos los demás intervalos
de la música presentan iguales ó parecidas dificultades que las de las 5.* y 4.* justas, no pudiéndose con ninguna de ellas volver á la misma
nota de que se partió; porque si multiplicamos
la 5.* mayor dos veces por ella misma y dividimos
después el producto por la 8.*, llegaremos á un
evitablemente el equilibrio al cuerpo. Sin embargo, po.
dría sacarse partido de esta invención. Además de esto,
supóngase á un músico tal como se encuentran á veces,
empezar por una escala ejecutada en la viola; después,
cuando está agotada la estcnsion, hacer girar el instrumento sobre el botón apoyado en el pecho, prolongando la escala hasta las notas mas altas de la prima, volviendo á bajar en seguida practicando la misma maniobra para tocar de nuevo la viola. Óigasele hacer alternativamente acordes en el uno y en la otra; véasele tratar en piazicato una parte de y'ióla. debajo de la que eapresa con el arco de su violin; luego, en un andante,
pasar sutilmente el arco por debajo, sin volver la tapa,
y tocar algunas notas, algún paso característico; considéresele, en fin, teniendo Tos aros en posición horizontal
y ejecutando arpegios rápidamente y sin interrupción
de la viola al violin y del violin á la viola. A la verdad
seria maravilloso; el músico que se hiciera oir con semejantes condiciones, obtendría indudablemente un ^ran
éxito, y para que encontrase mayor número de testigos
de sus habilidades, le aconsejaria yo que las ejerciera,
no en una (sala de conciertos, sino en una plaza pública.
Entre los espositores de instrumentos de arco que
sin aplicación de ideas nuevas presentan productos de
128
alto mérito, debe distinguirse á Mr. Bernardcl (Esposiá sostenido .^ mas bajo que el do natural, co- cion, núm. 9,453), que en sus imitaciones parece dar la
preferencia á Magini, hábil fabricante de Brescia, ei
mo se puede ver á continuación:
cual á principios del siglo XYII intentó luchar contra la
25 ^ 5
125
2
128
escuela de Gremona. Ha espuesto también una copia de
un contrabajo de Amati, hecha con el mayor esmero,
16
4 - 64 1
125
según el bello instrumento de este autor que posee
Si multiplicamos la 3." menor tres veces por Mr. Gouffé. Acerca de esto haré observar que en esto»
últimos tiempos se han fabricado un gran número de
ella misma, dividiendo luego el producto por la contrabajos, y que muchos de ellos parecen construidos
no por fabricantes, sino por carpint^os. Sin embargo,
8.*, llegaremos á un re bb -^r-raaiS alto que el desde que el contrabajo de cuatro cuerdas está casi g e neralmente en uso, este instrumento debe ejecutar en la
orquesta una multitud de pasos que abandonaba antedo natural, de la manera siguiente:
riormente al violoncello, ó que simplificaba, conservan216 y 6 _ 1,296 . 2 _
6 ^ 6 _ 3 36
6 y„ 66 _
do solamente las notas que podía espresar sin dificultad; su confección exige, pues, mucha mas atención que
125
5 —
625 • 1 —
anteriormente. Sin embargo, aquí, como en los demás
_ 1,296 _ 648
instrumentos de arco, se les da la preferencia á los antiguos. Solo se conocen un pequeñísimo número de con— 1,250 ~ 625
trabajos de los célebres fabricantes italianos; pero los
que se fabricaron en Paris en los últimos años del reiY si se multiplican las sestas partes, como dejo nado de Luis XV, sobre todo los de Fleury, adquieren
cada día mas valor y soportan perfectamente la modifihecho con las terceras, se obtendrán iguales re- cación de las cuatro cuerdas, aunque en un principio no
estaban destinados á recibir sino tres. En la época en
sultados.
que Fleury confeccionó cuatro contrabajos por cuenta
ae la casa real, fué solamente cuando se estendió su uso
Paris 5 de setiembre de 1855.
en Francia; hasta entonces la ópera solo había poseido
JOSÉ PÉREZ y ALVAREZ.
uno, cuya introducción en la orquesta tuvo efecto hacia
el año de 1700, y fué tocado largo tiempo por el célebre
(Se continuará.)
violinista y compositor Miguel Monteclair. Se ha creído
equivocadamente que se trataba aquí de un bajo de viola, es decir, de un violoncello, porque los autores condicen positivamente que producía al soniCoarta visita á la Esposicion universal de Paris. temporáneos
do délos dies y seis pies. No hace mas de veinte y cinco
años que ha sido admitido en Francia el contrabajo de
cuatro cuerdas, asi como la afinación por cuartas; en
(CONTINUACIÓN DEL MÚMERO ANTERIOR.)
Italia no se usan todavía mas que tres cuerdas afinadas
en cuartas, y la tercera cuerda no es torcida. Creo tanEsta relación existiría tal vez mejor en el violin-viola
to mas útil llamar la atención sobre este último punto,
de Mr. Nicolás hijo, de Mirecourt (Esp., nütn. 9,467),
si este instrumento no tuviera trazas de ser una verda - cuanto que estos contrabajos producen generalmente
mucho efecto. Seria difícil en lo sucesivo privarse
dera farsa, instrumento digno de caer en manos de_ alen Francia de la cuerda mí, que da al instrumento cingún saltimbanqui musical echándola de Paganini de
co grados cromáticos mas en la parte baja; pero no
nuevo género. El instrumento tiene dos tapas, y puede
debe olvidarse que la cuerda que da el mi es dematener fondo ó no tenerlo; en otros términos, es un viosiado corta para semejante grado, y que todos los melin que puede tocarse por los dos lados; tiene un solo
dios que se han empleado para remediar este defecto no
mango con dos mástiles, dos puentes, dos veces cuatro
hacen sino disimularlo, pero jamás lo corrigen enteracuerdas, etc. Solamente que son tales las disposiciones,
mente. En vano se tuerce esta cuerda con particular
las cuerdas, q ue vienen á tener por un lado el largo que reesmero; en vano se emplean para cubrirla cuerdas cuyo
quiere una viola, y por el otro el que exige un violin. El
metal sea distinto, con el fin de compensar el efecto so espesor del instrumento alendo doble, los aros resultan
noro; no se hace siempre mas que engruesar la cuerda
ser de una altura enorme; y si elejecutante quisiera colosin alargarla; este inconveniente es el mismo que existe
car debajo de su barba una caia como esta, correría pelien los pianos verticales. A propósito de las modificaciogro de caerse de espaldas, deoiendo el peso de la cabeza,
nes que ha recibido el contrabajo en Francia en estos
necesariamente inclinado hacia atrás, hacer perder inúltimos tiempos, hay una que no debe j>asarse en silencio, y es la del puente, cuya forma, cambiada según las
(1) Las dos=quieren decir igual, asi ea_ este caso
indicaciones de nuestro escótente contrabajo, Mr. Goufcomo en todos los que se presentaren de la misma espe- fé, ha sido adoptada por los mejores fabricantes. De
cie, deberá leerse H sostenido igwü do natural, etc.
ai9
it ladríd.
estos nuevos puentes se fabrican muchos en Mirecourt.
Mirecourt es casi la única ciudad de Francia donde se
confeccionan todavía guitarras. La guitarra, esta antigua compañera de las reuniones alegres ó sentimentales, este instrumento sin pretensión, sm ostentación, que
no importuna á los vecinos, que se podia llevar cómodamente consigo, que era el instrumento de aquellos que
no hablan estudiado ninguno, en el cual se acompañaba
inocentemente sin saber la armonía, y lo que es maa
singular aun, sin pretender saberla; la guitarra ya no
existe, ha perecido con la romanza y la canzoneta, tales como las componían hace treinta años , es decir, con esas piezas mas ó menos felices, mas ó menos
nuevas, pero siempre melódicas, y tan distintas de las
romanzas afectadas y pedantes del día, que se asemejan, con la mayor frecuencia á recitados mal hechos;
tan distintas también de las triviales y chavacanas canzonetas de ahora, cuya música es de tan mal gusto como la letra es de mal género. La guitarra era demasiado sencill a, demasiado enemiga del estrépito y del
desorden, para acompañar las piezas de esta clase; ha
tenido que callarse, y la música de nuestros dias , que
admite un número tan reducido de instrumentos, se ha
visto privada también de este. Ya no existe sino en
nuestros recuerdos, en nuestro sentimiento y en algunas fábricas de Mirecourt, que han remitido á la Bsposicion guitarras cuyas tapas están muy adornadas, no
siempre sin embargo con tanto gusto como se hubiera
deseado.
La guitarra me recuerda que he descubierto en un
rincón un violoncello cuyo mástil estaba acompañado
de tonos ó trastes. Tengo la esperanza de que nadie,
ni aun el mas endeble aficionado se atreverá a mostrarse partidario de una barbarie semejaate. Lo que conviene á la guitarra, instrumento punteado cuyo círculo
musical es sumamente limitado, no puede convenir al
violoncello, instrumento de arco cuyo dominio es de los
mas estensos.
Al hablar de los instrumentos de arco, seria censurable olvidarse de Mr. Maucotel (Esp. núm. 9,485), que
ha fabricado algunos muy notables; dudo, sin embargo,
que guste á todo el mundo el barniz demasiado encarnado, según mi opinión, que ha dado á uno de los violoncellos espuestos por é l ; tal vez con los años cambiará este barniz para tomar un tono mas negro, y se
le habrá dado quizás este color con esta intención.
Este es lugar de notar, por último, los grandes progresos que ha hecho la fabricación de los instrumento!
de arco en Francia desde 1815, es decir, desde hace cuarenta años, tanto por la calidad como por la cantidad.
Entre los instrumentos fabricados en Mirecourt como de
pacotilla, se encuentran á veces algunos muy buenos, por
mas que hayan sido confeccionados y aun ajustados casi
sin principios ciertos, sino únicamente por la práctica
del oficio: su gran ventaja coasiste en que se dan á precios muy bajos.
En cuanto á los instrumentos trabajadoj con mas esmero por los buenos fabricantes de Éaris y do algunas
ciudades de provincia, pocas personas dudan de que un
fogran número de ellos no lleguen á ser un dia instrumenA>.de autor, y tan estimados como los Stradivarj, los
mati, losGuarnerj, los Magini ¿Por qué cálculos de interés ó por qué debilidad censurable se privan nuestros
fabricantes en el porvenir de una fama ala cual tendrían
derecho? ^Por qué, imitando sus célebres antecesores,
pretenden hacer creer que los instrumentos fabricados
por ellos son de esos antiguos padres de la fabricación,
y se adjudican de este modo á si mismos una especie de
título de incapacidad, justamente en el momento en que
reciben medallas, menciones honoríficas, y lo que mas
significativo es todavía, pedidos? ¿Cuál es mas ridiculo,
decidme, el aficionado que compra un violin de nuestro»
fabricantes, creyéndolo un stradivario, ó el fabricante
que se priva voluntariamente de la honra de haber sido
capaz de igualarlo, que quiere que sea Cremona siempre superior en fabricación á Paris, que deteriora él
mismo su barniz, apenas seco, frota el fondo con esencias para quitar una parte de aquel y hacer aparecer el
color de la madera, que rasca con un cortaplumas el
borde de la tapa cerca de las f, clava la üfta del dedo
pulgar en la parte superior del puente, etc., y todo esto
para que no se crea que él es el autor de ua iastrumeato que es tal vez su obra maestra, y que mas adelante
lo será también para todos los inteligentes?
Esta miserable pusiiaaimidad, es'ce espíritu de super-
chería inspirado por la codicia y el menosprecio del a r '
te, es tan peculiar á nuestro siglo, que hasta Mirecourt»
pais de la pacotilla, quiere también darse el gran tono
de la falsificación. Se ven en la Esposicion instrumentos
procedentes de esa ciudad, á los que les han enmugrecido el centro de la^ tapas lo mejor, que han podido, para darles una apariencia de vejez; á fa verdad, la operación está hecha con poca esperiencia.
Bn cuanto á mí, mi hahecho recordar aquel fabricante que queriendo también hacer pasar sus instrumentos
por antiguos, señalaba el lugar de la barba en todos sus
violoncellos, olvidando que la barba no era en manera
alguna auxiliarla de este instrumento.
ADHIEH DB L A F A G I .
SECCIÓN BIOaRAFICA.
Notioiu biogrifioat de D . Joié Lid on, de Fr. Pedro Cañe
ra y Lanchare» y de Fr. J o aqain A>iain.
D. José Lidon, organista de la Real Capilla y después maestro de la misma en la segunda mitad del siglo XVIII, compuso numerosas y escelentes obras para
órgano, que sin embargo de no haberlas dado á la prensa, andaban manuscritas entre las manos de todos los
buenos organistas de su tiempo: entre ellas se encuentran seis fugas de sobresaliente mérito, compuestas sobre cantos de los himnos JIW morís íteiío, Quem térra,
Verbum supernum, O gloriosa Virginun, Pange lingua y
Sacris solemnniis. Compuso también un tratado de fuga
ó paso, que ha estado en gran estima, por el profundo
saber y claridad con que trata esta importante materia,
la mas principal entonces para los que se dedicaban á
la difícil profesión del órgano. D. Pedro Aranaz, maestro de capilla de la catedral de Cuenca, y uno de los
compositores mas sabios de aquel tiempo, hace mención
en su tratado de contrapunto y composición de otra
obra de Lidon, llamándola Precioso mamtscrito de modulaciones, de la que no he visto ejemplar alguno.
Entre los muchos y buenos discípulos que tuvo, fué
uno de ellos el padre maestro Fr. Pedro Carrera y
Lanchares, orp^anistadel Carmen Calzado de esta corte,
el cual, al publicar en 1792 su salmodia ó juego de versos, ma nifestó la gloria que le cabia en deber su ins •
truccion á tan distinguido maestro. La larga vida que
disfrutó, su continuo estudio, el mérito de sus obras y
sus numerosos discípulos, le alcanzaron una grande y
sólida reputación como organista, como maestro de enseñanza y como compositor.
El padre Carrera, de quien llevo hecha mención, y
Fr. Joaquín Asiain, organista del monasterio de San
Gerónimo de esta corte, figuraron también en primera
.línea. El primero publicó además de la Salmodia citada, otra obra como suplemento de aquella con el lítulo
de Adiciones, conteniendo ambas un total de 152 versos. El segundo escribió mucho, y entre las obras que
compuso se halla un gran número de sonatas de ofertorio, un juego de versos largos para dias clásicos, y nueve versos de 8." tono para la Nona de la Ascensión; y
aunque no dio á la prensa ninguna de ellas, no por eso
fueron menos estimadas por los profesores inteligentes.
Ambos autores escribieron mucho mejor en el género
fugado, ó libremente sobre cantollano, que cuando lo
hacían sin sujeccion á uno y otro; pero esta desigualdad
se notí en casi todas las obras de los organistas de aquel
tiempo. Sin embargo, preciso es confesar que Asiain
aparece por sus producciones hombre de mayor genio,
de mejor gusto y de superior dominio en el manejo del
teclado. Mi ilustre antecesor, D. Mariano Rodríguez de
Ledesma, que á su mérito como compositor reunía muy
buen criterio en el arte, decía, hablando de los organistas de aquella época, que el P. Asiain tocaba co« tal
elegancia y gusto, que iba delante de todos sos contemporáneos en medio siglo.
Además de los organistas de quieae» acabo de dar
noticias, hubo en el mismo siglo XVUI otros vanos que
gozaron de muy buena reputación. Par» no defraudar su
merecida fama , me contentaré con poner aqui sus ape •
llidos, como se encuentran citados en varias obras y
manuscritos, y que son loaeiguienfes: Brocarte, Espona, Ferrer, Loniida, Mbarren, Eguiguren, Pueyo, ÜsBtarroz, Palomar, Murguüt,Vigaray y Sabatán.
HILARIÓN ESLAVA.
m
Gaceta losieal
animado en la canciort de Lindoro, la dijo con tal precisión y exactitud, que arrancó repetidos aplausos de un
público que ya estaba, por decirlo asi, un poco predispuesto contra él.
Las capillas de música se establecieron en las catedraLos espectadores entusiasmados le hicieron repetir la
les de España en el siglo XVI. En su primera mitad se
dicha canción de Lindoro colmándolo de mjrecidos
organizaron las de Toledo, Sevilla, Burgos, Santiago y
aplausos; de manera que, animado con esto el Sr. Bettialgunas otras, y las demás en el resto del mismo siglo.
ni, continuó cantando muy bien todo el resto de la funEstas capillas no constaban entonces mas que del maesción, y podemos decir francamente que nos gustó mutro, del organista y de las voces de las cuatro cuerdas.
cho su voz clara y agradable y la exactitud con que
Los ministriles, esto es, los que teñian las chirimías, los
hace todas las notas aun en los pasajes mas precipi bajoncillos y bajones, no aparecen en las capillas hastados.
ta el siglo XVII ó fines del anterior.
El Sr. Biíttíni no tiene una voz de mucho volumen,
No se crea, por lo que acabamos.'de decir, que no hubo
pero es un tenor ligero que se adapta muy bien á todo
música en nuestras iglesias hasta el siglo XVl, porque
lo que sea dulce y espresivo , por lo que le aconsejamos
aunque no con el nombre de capilla, es indudable que
que se anims para producirse en esta capital, á causa
había en muchas de nuestras iglesias una porción de
de que tiene cualidades muy apreciables para los verprofesores de música á quienes llamaban cantores, y que
daderos conocedores, siendo la principal de ellas la de
est03 ejecutaban obras de música concertada.
cantar siempre afinado, cosa que desgraciadamente no
Son muchas las pruebas que tenemos de esto; pero la
hacen en el día muchos cantantes que gozan de repu •
principal es que desde muctio antes del siglo XVI vetacion.
mos cantores españoles esparcidos por diferentes igleEn la Sonámbula hizo el papel de Amina nuestra comsias de Italia, especialmente en la capilla pontificia. Ninpatriota la Sra. Anglés Fortuni, la cual se puede d e gún pais de Europa producía en aquella época tiples falcir que fué verdaderamente la reina de la furlcion , á
setes tan estensos y voluminos como la España.
de que el público no cesó de prodigarle mereciAhora bien, ¿dónde se educaban este gran número de I causa
dos aplausos, desde que empezó á hacerse oír hasta desprofesores, sino en las catedrales y monasterios? Es
pués de concluido el espectí' culo; porque á mas de que
indudable que recibían su educaiion en las iglesias,
dicha señora es un tiple de bastante estension y sufiporque fuera de ellas no se enseñaba el arte en España.
ciente fuerza para dominar en los conjuntos, reúne á
Podrá decirse tal vez que en Salamanca había desde
la mas perfecta escuela de canto una espresion natural
los tiempos de Alfonso el Sabio (siglo Xlll) una cátedra
con la que hace apreciar del público hasta los pasajes
de música, y que podrían muy bien recibir allí su insmas insignificantes que le son confiados.
trucción artística un gran número de jóvenes; pero poNo podemos citar cuál fué la pieza de la ópera que
demos asegurar que en dicha universidad no se enseñaba
cantó mejor, porque todas las desempeñó perfectala parte práctica del arte, y sí solamente la e3|)eculati
mente, brillando en su canto la exactitud y claridad
va. Puede, pues, asegurarse que antes de la erección de
con que dice las notas, de las cuales ni una sola pro las capillas músicas de las catedrales habia en ellas
dujo en toda la ópera, que no fuera con su precisa y
ciertas corporaciones musicales, compuestas de cantores,
exacta afinación, cosa que no consiguen hacer muchas
niños decoro y organistas. Entre los cantores habia uno
veces los cantantes mas distinguidos.
á quien se denominaba primer cantor (phonascus), que
La Sra. Fortuni tiene, á mas de las buenas cualiera quien dirigía á los demás, y probablemente era comdades antedichas, la de poseer un timbre de voz suave
positor. En prueba de ello vemos qae en la metropoliy simpático, que reunido á su buena escuela, forman
tana iglesia de Santiago do Galicia los dos primeros
verdaderamente una cantante perfecta que siempre quimaestros de capilla que hubo con esta denominación
siéramos estar oyendo.
fueron D. N. Duran en 1526, y D, Alonso Ordoñez en
En una palabra, la señora Fortuni, dignamente secun1530, los cuales hablan sido antes cantores primeros.
dada por el Sr. Bettini, han hecho tan agradable el esSucedió lo mismo en la Real Capilla de Madrid. El
pectáculo de esta noche, que difícilmente se borrará de
primero á quien se le dio el título de maestro de capilla,
la memoria del público ni de la nuestra su dulc« y
fué á D.'Felipe Rogier, natural de la ciudad de Arras
agradable recuerdo.
{Atrevatensis), que hoy corresponde á Francia y entonces
JOSÉ PÉREZ Y ALVAREZ.
á Flandes. En la capilla del Real Monasterio de Señoras Agustinas Recoletas, fundado en esta corte en tiempo de Felipe II, fué el primor maestro de capilla D. Juan
Viana. En el Real Monasterio de las Descalzas de MaCRÓNICA DE MADRID.
drid, fundado por la serenísima princesa Doña Juana de
Austria, hermana de Felipe II, fué el primero que se le
denominó maestro de capilla D. Francisco Montero (1603).
Han llegado á eata oórte el empenario Sr. Urries y lof
Antes de dichos maestros, en las tres reales capillas
artistas del teatro Real, Sras. Gariboldi y Guerra j
mencionadas no se dio á ninguno esa denominación,
Sr. Beneventano, y á la hora en que escribimos estas lisino la de primer cantor.
neas deberán hallarse ya en Maírid los demás artistas
HILARIÓN ESLAVA.
de la compañía, á fin de dar principio á las representaciones el ala 1.° de octubre.
Apantes para la historia mnsical de Espafla.
CORRESPONDENCIA PARTICULAR
PE LA
GACETA MUSICAL DE MADRID.
PARÍS 10 de setiembre de 1855.
TEATRO ITALIANO.—Representación estraordinaria á be-
neficio de un artista, en la que han tomado parte gratuitamente la Sra. Anglés Fortuni y los señores Bettini y Montelli.
En esta representación, compuesta de la Sonámbula y
del primer acto del Barbero de Sevilla, ha brillado sobre
manera el Sr. Bettini y la Sra. Anglés Fortuni.
La función empezó por el primer acto del Barbero, donde el Sr. Bettini desempeñó el papel del conde de Almaviva, cuya cavatina no fué ejecutada con toda la brillantez de que es capaz el Sr. Bettini,^ según nos demostró
en lo sucesivo, porque nos afiercibimos de que dicho se*
ñor se hallaba poseído del temor natural átodo cantante que se presenta por la primera vez ante un publico
que desconoce y que sabe está habituado á oír las primeras notabilidades musicales de Europa; pero mas
—El viernet último le ejecutó por la primera vex en el
teatro del Circo, con buen éxito, la zarzuela nueva en
dos actos titulada Marina, letra de O. Francisco Camprodon, música de D. Emilio Arrieta. La hora avanzada en que escribimos estas lineas no nos permite hoy
entrar en detalles acerca de esta nueva obra; pero lo
haremos en uno de nuestros próximos números.
—8e llalla en la oórte, de vuelta de Santander, la prima
donna absoluta doña Angélica Vianelli, que tantos
aplausos ha merecido en aquel teatro durante la pasada
temporada. Puede admitir proposiciones de ajuste tanto
para ópera como zarzuela.
—Se halla en Milán el Sr. Rizzoli, oomiúonado para formar la compañía de ópera que ha de actuar en la próxima temporada en el teatro principal de Barcelona.
—Se llalla diiponible en Madrid el primer tenor de xar-
zuela D Antonio Gordoncillo.
—Nuectra compatriota la lenora Angléi Fortuni, alum-
na del Conservatorio de música de Madrid , ha tomado
parte en una función que acaba de darse en el teatro
Itiliano de Paris á beneficio de un artista, en unión
Sil
de Madrid.
con el tenor Bettini y el barítono Montelli, y en la cual
ha sido muy bien recibida del público, según vemos por
los periódicos de aquella capital y por la carta de nuestro corresponsal que insertamos en otro lugar.
pensión de mi correspondencia por ahora, á menos que
no ocurra alguna novedad digna de comunicarles.
m
CRÓNICA ESTRANJERA.
—En nuestro número anterior dímo* cuenta á nuestros
lectores del resultado de la primera junta de profesores
músicos, celebrada con el objeto de elevar á las Cortes
una esposicion en que se pida el establecimiento del
teatro de ópera española subvencionado por la nación,
del mismo modo que lo han hecho los literatos en favor del dramático.
Estamos persuadidos de que la comisión que fu¿ nombrada para informar acerca de lois elementos artísticos
con que se puede contar con el objeto de llevar á cabo
este pensamiento, evacuará su cometido con la inteligencia y celo que es de esperar de tan ilustrados profesores. Entretanto, permítasenos hacer las siguientes
indicaciones, que creemos oportunas para que todos los
profesores interesados en este asunto tengan conocimiento de los antecedentes no muy lejanos que han
precedido en esta materia:
1.* Que en el año de 1848 hubo en esta corte ana sociedad de composit'ires, cantantes y aficionados, denominaba EsiMña mttsical, la cual, habióndose propuesto
también el establecer la ópera española, y después de
haber examinado detenidamente esta importante cuestión, no solo creyó poder reunir los elementos necesarios para ello, sino que llegó el easo de pedir para ese
mismo objeto el teatro de la Cruz. 2." Que si entonces
habia elementos suficientes para el establecimiento de la
ópera nacional, hoy los hay mucho mayores, tanto respecto á cantantes como á compositores y literatos. 3.* Que
el Sr. Velaz de Medrano, secretario que fué de dicha sociedad, publicó en La España, núm. 271, viernes 2 de
marzo de 1849, uii escelente y estenso artíiulo, rebatiendo en él victoriosamente cuantos argumentos puedan hacerse contra este pensamiento. 4." Que dicho artículo
satisfizo de tal manera á todos los profesores, especialmente á los de la mencionada sociedad, que se determinó dar á su autoruB voto de-gracias; voto tan justamen
te merecido, que los redactores de esta GACETA aprovechan esta ocasión para unirse á él y manifestar que el
Sr. Velaz de Medrano hizo en ello un gran servicio al
arte.
Sirvan por ahora estas indicaciones para ilustrar a l un tanto este interesante asunto, del que volveremos
ocuparnos luego que se celebre la ¡unta general en
que se dé cuenta del informe de la comisión.
f
—Acaba de llegar á esta corte, procedente de Santander,
el barítono español D. Tirso Obregon.
—Los periódicos ingleses anuncian la muerte de Roberto
Muller, uno de los músicos mas distinguidos de Inglatera, y que fué el amigo íntimo de Goethe.
— M r . Petipá, maestro de bailes de la oórte de Rusia,
acaba de morir á la edad de 68 años.
CRÓNICA DE PROVINCIAS.
CÁDIZ 19 de setientbre.—Correspondencia.—Por
fin
hemos tenido el gusto de oír el Elisir y el Barbero, en
cuyas dos partituras hemos tenido ocasión devolver á
admirar al eminente artista, que se muestra siempre á
la altura de su alta reputación. Ronconi, que nos arrancó las lágrimas de los ojos en el tercer acto de la
Maria di Rohan, nos ha hecho reir, particularmente en
el Elisir, como hace mucho tiempo no recordamos nos
haya sucedido en el teatro; pero ha sido necesario todo
su mérito para poder tolerar la ejecución de estas dos
lindísimas óperas , que tan completamente han destrozado desde la Sra. Spezia hasta el último comparsa.
También concluyo la temporada, y coa ella los espectáculos en el teatro principal, que por ahora permanecerá en completo descanso, esperando á lo mas alguna compañía dramática que parece se trata de formar.
Creo que Ronconi nos dejará pronto, pero no su recuerdo , que nos consolará en nuestra horfándad filarmónica. La compañía lírica trata de probar fortuna en Gibraltar, á donde le deseamos completa prosperidad, con
tal de que no vuelvan por aqui en su vida. ¡ Desgraciados do los aficionados en dTonde descargue semejante
chubasco!
P. D. Cerrado el teatro, no estrañen Vds. la sus-
P A R Í S 16 de setiembre.—El jueves se ha cantado eo la
iglesia de Nuestra Señora por los artistas de la Opera y
de la Opera Cómica, bajo la dirección de Mr. Auber, director del Conservatorio, un solemne ,Te-Deum en accien
de gracias por la toma de Sebastopol. El Te-DeumeTA de
Lesueur. Además se ha ejecutado un himno de Spontini, dos marchas de Schneitzoeffer y Un Domine salvum
fae de Mr. Aober.
—Este mismo dia ha habido espectáculo gratis en los
principales teatros de París. En el teatro imperial de la
Opera se dieron ios Hugonotes; en el de la Opera Cómica
Haydee, y en el teatro Lírico Jaguarita. En el teatro de la
Opera una cantata, letra de Mr. Mery y música de Mr.
Auber, ha sido ejecutada por Roger y los coros. Otra
caníotacompuesta por Mr. Miguel Garre y Mr. Ad. Adam
fué ejecutada en el teatro Lineo y en el teatro de la Opera Comici. La del Gimnasio, cuya letra fué compuesta
por su director Mr. Montagny, ha sido puesta en música
por Mr. Víctor Cherí joven laureado por el Instituto.
—El miércoles se ha dado el Profeta, y el lunes y sábado las Vísperas sicilianas.
—Oontinúan con el mismo éxito las representaciones
de la Estrella del Norte, en la Opera Cómica.
—El lunes se dio una representación estraordinaria en
el teatro Italiano á beneficio de un artista. El espectáculo se componía de la Sonámbula y de algunas escenas
del Barbero de Sevilla. Un tenor llamado Bettini cantaba el papel de Elvino y de Almaviva. El nuevo
Bettini es un tenor ligero que sabe servirse con bastante habilidad desu voz agraaable. Mr. Montelli, barítono,
de origen francés, posee una bella y buena voz, canta
c(»l_agiUdad y repre-^enta con gracia; su éxito fué lo que
debia ser. Mme. Anglés Portunt no ha sido menos dichosa en el papel de Amina, el cual ha desempeñado con
talento y con gracia.
-;-Bl teatro Italiano, bajo la dirección del Sr. Calzado,
abrirá sus puertas el 2 de octubre próximo, y la temporada terminará el 31 de marzo de 1856. Hé aquL la lista
de las principales obras c^ue formarán el repertorio:
Semiramis, Ótelo, Moysés, 'iitiodeCorinto, Barbero de Sevilla, Cenicienta, MatildedeSabram,de Rossini; D. Juan,
de Mozart; Los Puritanos, Sonámbula, Norma, Capuletti,
de Bellini; Lucrecia, Lucia, de Donizetti; El Trovador,
Hernani, de Verdi. Además se representarán tres óperas
nuevas, que son: Leonora, de Mercadaate; Ftonna, dePedrocti, y el Assedto di Pirence, compuesta espresamente
para el teatro Italiano de Paris, por Bottesioi. El direc
tor promete también hacer representar dos obras de
Rossini, escogidas de entre las que no han aparecido
aun sobre la escena de la capital.
—En los Bufos parisienses se han interrumpido las
representaciones del Viólineux por indisposición de
Darcier.
—Los productos de los teatros, conciertos, bailes y
espectáculos de curiosidades durante el mes de agosto,
se han elevado á la suma de 1.462,504 francos 50 céati-.
mos; esto es, 282,255 francos 16 céntimos mas que en el
mes precedente.
MILÁN 9 de setiembre.—Las represeutaciones melodramáticas de¡ teatro Re terminarán con la Claudia, del
maestro Muzlo, ópera que se sostiene constantemente
en el favor del público. Los aplausos con que fué acogida la prim?ra noche se renuevan en cada representación, y son una prueba evidente del mérito de esta
partitura.
LEIPSIK 3 de setiembre,—E| teatro de la ciudad ha empezado süsrepresantaciones líricas, con la Flauta encantada, de Mozart, bajo la direecio n del maestro de capilla
Mr. Riccius.
STDTTGARD.—El teatro de la Opera ha abierto su*
tuertas el 4 da setiembre, cumpldai£#3 dát- la reina con
a ópera Romeo y Julieta.
- /;
'.
{
Madrid, litMIMPRENTA DE ANTONIO ANDRÉS BABI,
calle de Cervantes, núm. 33.
m
Gacela Ktsieai
DE
MÚSICA Y RANOS
DE MARTÍN SAIAZAR
proveedor de SS. MM., calle de Esparteros, número 3.
nanaim «mnmm lÉttBd
Obras para
<
piano.
ROSELLBK
C¡oleccion de trozos agrftdables sobre temas haliaaos.
Fantasía sobie los temas de Rossini, núm. 1, ob. 88
Id. sobre la Figlia del Regimeato, núm. 2, ob. 8$
Id. sobre Nabuco, núm. S, ob. 88
Id. sobre dos melodías de Mercadhnte, núm. 4, ob. 88. . . .
Id. Sobre la Linda, núm. 5, ob. 8S.. .
>
»
»
'»
9
1)
»
»
»
»
»
»
»
»
Fantasía sobre I due Foscari, ob. 89
Id. sobre Roberto de Broce, ob. 94
Id. sobre Crilitóbal Colon
Id. sobre Guillermo Tell, oí». IOOÍ
Id. sobre una cavaleta de Bosñni, ob. lOT.
RéTcrie para piano, ob. 103.
Fantasía'«obre l&@azza Ladra, ob. 104
Fantasía brillante «obre Haydee, 6b. 105
Td. sobre la Marsellesa, ob. 106
Id. de concierto sobre Marguerite d'Anjou , ob. 108
Id. brillante sobre la Cenéréntol», ob. 109.
La Rosa, wals brillante, ob. 112.
Fantasía brillante Sobre Le Caid, ob. 113
-. .
Id., id., sobre el Profeta, ob. 114
Nocturno variado, ob. 115.
•.
Fantasía elegante «obre la Fee aux roses, ob. 119
Dos fantasías brillantes sobre Le souge d'une nuitd'eté, ob. 121
Fantasí» brillante sobre la Oiralda, ob. 122
Dos fantasías» sobre dds romances de Panl Henrion, ob. 123.. .
Núm. 1. Matheline
Núm. 2. La rmna de las Firaderlis
Fantasía brillante sobre L'Enfant Prodigue, ob. 125
Id., id. sobre la Dame de Mque, «¡b. 1^.. . . . . . . . . . • • . • • > • . •
Id. id. sobre la Tempesta, ob. 1^7. .
Id. id. sobre Zerline, ob. 128.
8
8
8
8
8
1^
15
14
18
7
6
14
14
12
15
15
9
14
15
9
15
24
14
8
8
14
12
11
14
PUBLICACIONES NUEVAS.
LIRA SAC80-HISPAM.
Sé MareiKaüüdoia «Qtrega 40 de esia ñitep^ante abra, y continúa abierta la suscrioion según las ooodiciones del prospecto.
Descargar