CANTOS PARA LA EUCARISTÍA DOMINGO DE RAMOS La noche de su pasión, tomó el pan entre sus manos y dijo: “Tomad, comed, esto es mi cuerpo entregado”. ENTRADA Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal, pueblo de Dios, bendice a tu Señor. Te cantamos, Mesías que anunciaron los Profetas, te alabamos, oh Hijo de Abraham e Hijo de David. Te cantamos, Mesías esperado por los pobres, te alabamos, oh Cristo nuestro Rey de humilde corazón. OFERTORIO ESTE PAN Y VINO, SEÑOR, SE TRANSFORMARÁN EN TU CUERPO Y SANGRE, SEÑOR, EN NUESTRO MANJAR. Gracias al sol y al labrador, en el altar florecen hoy las espigas, los racimos que presentamos a Dios. COMUNIÓN Comiendo del mismo pan, bebiendo del mismo vino, queriendo en el mismo amor, sellamos tu Alianza, Cristo. BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR Recordamos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Esta celebración tiene ahora un sentido más pleno que el acontecimiento primero. Nuestros cantos y aclamaciones recuerdan al Jesús histórico, pero celebran al Jesús de la historia muerto y RESUCITADO. Celebramos, pues, la entrada en Jerusalén del Señor que vive entre nosotros. Nuestra mirada no puede separarse, ni hoy ni durante la Semana Santa, de Cristo resucitado. Él, el Viviente es el protagonista de todas las celebraciones. La noche de su pasión, tomó el cáliz en sus manos y dijo: “Tomad, bebed, es la sangre que derramo”. La noche de su pasión, nos dio el Señor su mandato: “Amaos unos a otros, lo mismo que Yo os amo”. CANTOS PARA LA PROCESIÓN CANTO FINAL Victoria, Tú reinarás. Oh cruz, Tú nos salvarás. El verbo en Ti clavado, muriendo, nos rescató. De Ti, madero santo, nos viene la redención. HORARIOS DE CULTO EN SEMANA SANTA: Lunes, martes y miércoles CAPILLA DE LA ASUNCIÓN (SOTOMAYOR) 8,30 h. Eucaristía IGLESIA DE SAN ESTEBAN 19, 40 h: Rosario 20, 00 h. Vísperas y Eucaristía (miércoles: celebración comunitaria de la penitencia) TRIDUO PASCUAL Jueves 18,30: Celebración de la Cena del Señor 22, 00 h. Hora santa Viernes 09,30h. Oración de Laudes 18, 00 h. Celebración de la Pasión del Señor Sábado 09,30h. Oración de Laudes 23, 00 h. Solemne Vigilia Pascual Los niños hebreos, llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, aclamando: "¡Hosanna en el cielo, Hosanna en el cielo, Hosanna en el cielo!" Portones, abrid los dinteles, que se alcen las puertas eternas. Va a entrar el Rey de la Gloria, Héroe valeroso y Dios de Israel. Los niños hebreos, llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, aclamando: "¡Hosanna en el cielo, Hosanna en el cielo, Hosanna en el cielo!" PROCESION DE LAS PALMAS EVANGELIO: Bendito el que viene en nombre de] Señor LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 21, 1-11 Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis en seguida una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédrnelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto.» Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta: «Decid a la hija de Sión: "Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de acémila".» Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: -«¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!» Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada: -«¿Quién es éste?» La gente que venía con él decía: «Es Jesús, el Profeta de Nazaret de Galilea.» -Os digo, que si éstos callan, gritarán las piedras. GLORIA, ALABANZA Y HONOR, Gloria, alabanza y honor, gritad ¡hosanna! y haceos Como Jerusalén con su traje festivo, como los niños hebreos vestida de palmeras, coronada de olivos, al paso del redentor. viene la cristiandad, en son de romería, Gloria, alabanza y honor, a inaugurar su pascua, con himnos de alegría. al que viene en el nombre del Señor. LECTURAS DE LA MISA PRIMERA LECTURA: No me tapé el rostro ante los ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado. LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 50, 4-7: Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído. Y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. SALMO RESPONSORIAL 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24: R. DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO? SEGUNDA LECTURA: Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES 2, 6-11: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombresobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO (Mt 26, 1-27,6) INTRODUCCION Jesús conoce anticipadamente y anuncia su entrega y crucifixión en la pascua (26, 1-2). Plan de los enemigos (26, 3-5). PRELUDIO El convite de Betania, signo profético de la sepultura (26, 6-13). El pacto de judas con los enemigos (26, 14-16). LA CENA PASCUAL Preparación (26, 17-19). Denuncia del traidor (26, 20-25) Jesús da a los discípulos su cuerpo y su sangre (26,26-29). GETSEMANÍ Camino del monte de los olivos. Anuncio de la caída de los discípulos y en especial de Pedro (26, 30-35). "Velad y orad" (26, 36-46). Jesús entregado por Judas (26, 47-56). JESÚS, EL MESÍAS HIJO DE DIOS, JUZGADO Y SENTENCIADO A MUERTE POR EL CONSEJO SUPREMO DE LOS JUDÍOS Camino del palacio de Caifás (26, 57-58). Acusación, interrogatorio, confesión, sentencia (26, 59-66). Ultrajes al mesías profeta (26, 67-68). Negación y dolor de Pedro (26, 69-75). Jesús entregado por los representantes del sanedrín a Pilato (27, 1-2). SEMANA SANTA: CdeELEBRACIÓN Remordimiento y desesperación judas (27, 3-10). DE CRISTO RESUCITADO El REY DE LOS JUDÍOS JUZGADO Y ENTREGADO A LA CRUZ PORde EL GOBERNADOR ROMANO Las celebraciones cristianas son inseparables la fe en Cristo Resucitado; porque ha Interrogatorio. Confesión. Acusaciones. Silencio (27, 11-14). resucitado celebramos lospascual. misterios de la vida del es, pues, el recuerdo Ofrecimiento del indulto Intervenciones a favor de Señor. barrabás. No Liberación de barrabás y condena de de Jesús (27, 15-26). del pasado, sino la celebración de lo que Jesucristo vivo, unos acontecimientos "FUE CRUCIFICADO ... " presenteBurla en ylaultrajes iglesia, realizó una vez por todas, por nosotros, los hombres y por al "rey de los judíos (27, 27-31). nuestra salvación. Camino del gólgota. Crucifixión (27, 32-38). Improperios al hijo de dios crucificado (27, 39-44). " ... MUERTO … Tinieblas. Oración, incomprensión y muerte de Jesús (27, 45-50). Signos de renovación escatológica (27, 51-53). Primicias de la fe de los gentiles (27, 54). Testigos de la cruz (27, 55-56). Y SEPULTADO" José de Arimatea gestiona y lleva a término la sepultura de Jesús (27, 57-61). Los adversarios gestionan y organizan la guardia del sepulcro (27, 62-66). LA EUCARISTÍA, MEMORIAL DE LA PASIÓN DEL SEÑOR El relato de la Pasión del Señor no puede menos de relacionarse con la Fracción del Pan o «memorial» del Sacrificio de la Nueva Alianza en la vida de Comunidad cristiana. Quien «padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado», es el mismo que «al tercer día resucito de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre.» El recuerdo de la Pasión no es un simple recuerdo de un hecho pasado, sino la celebración de unos hechos salvíficos de alguien que está vivo y presente en la iglesia y el mundo. La Eucaristía es «el misterio o sacramento de nuestra fe», no tanto por ser objeto creíble, sino por ser el sacramento central ―sacramento por excelencia― de la fe que profesamos. Este sacramento no lo constituye la pronunciación de una especie de palabras mágicas, como las de aquel sacerdote renegado que pronuncia las palabras de la consagración al pasar ante una panadería; ni significa que hasta pronunciar estas palabras Cristo estuviese ausente de la Comunidad. Se trata de una PLEGARIA U ORACIÓN (plegaría eucarística) ― ¿A QUIÉN SE DIRIGE ESTA PLEGARIA? ― Al Padre ― ¿QUÉ SE PIDE EN LA PLEGARIA? ― Que el Padre envíe el Espíritu Santo sobre el pan y el vino y los convierta en el Cuerpo y la Sangre de su Hijo entregado por nosotros. ― ¿POR QUÉ SE HACE ESTA PLEGARIA? Porque el mismo Jesús, ―decimos al Padre―, la víspera de su Pasión tomo pan y te bendijo, Padre; y lo dio a sus discípulos diciendo: esto es mi cuerpo…; lo mismo hizo con el cáliz: dándote gracias, Padre, y lo paso a su discípulos diciendo: este es el cáliz de mi sangre….; y nos dijo, Padre: «HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA». La Iglesia hace, pues, esta oración obedeciendo a Jesús; la hace en su nombre, recordando también aquellas palabras del Señor: «todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá». Porque el Padre escucha esta oración, envía el Espíritu que transforma el pan y el vino real y verdaderamente en el mismo pan y el mismo vino del Jueves Santo, de los que Jesús dijo: esto es mi cuerpo, esta es mi sangre: La persona entera de Jesús entregado por nosotros de una vez por todas. Por eso sólo hay un pan, un vino, una Eucaristía: la del misterio pascual ―muerte y resurrección de Señor―, celebrada en el tiempo hasta la venida gloriosa del Señor; ella es quien hace de la iglesia de todos los tiempos una única iglesia. De este único pan y único vino, cuerpo y sangre verdaderos de Cristo comen y beben los cristianos que han sido, son y serán. La contemplación que hacemos en estos días de las imágenes de Cristo sufriente guarda cierta analogía con la Eucaristía; es inseparables de la fe en el Resucitado. A través de la humanidad de Cristo, por quien nos han venido todas las gracias, debemos poner la mirada en el Señor Resucitado. (er)