UWJÜJ W 6 G.EDMDR.FOL.DGIA FRANCISCO FERRANDO-A. * MANUEL MUÑOZ L. - - GEOGRAFO GEOGRAFO CONSLTOR ESTUDIO REALIZADO POR EL INSTITUTO DE INVESTIGACION DE RECURSOS NATURALES PARA LA CORPORACION DE FOMENTO DE LA PRODUCCION PUBLICACION 20 SANTIAGO; ABRIL1977 CORPORACION DE FOMENTO DE LA PRODUCCION INSTITUTO DE INVESTIGACION DE RECURSOS NATURALES 1NSCR1PCION N° 46.817 -- SANTIAGO - CHILE 1977 Impresores: Sociedad de Artes Gráficas Cepco Ltda. Diseño Gráfico: Gloria Medina C. - Ana Paz Toro A. COORDINADOR GENERAL DEL PROYECTO: : Ingeniero Agrónomo Sr. Edñardo Silva Aracena, Subgerente de Coordinación Técnica Regional, Corporación de Fomento de la Producción. UNIDAD EJ:EcUT0RA : Institutó de Investigación de Reçursos Naturales IRENCORFO a través del siguiente equipo permanente: JEFE DEPRÓYECTO : Geógrafo Sr Paú1 A. Sánchez Ulloa SUBJEFE DE PROYECTO :Ingeniero Civil Sr. Migiel Angel Herrera Neumann CONSULTORES PERMANENTES: Ingeniero Agrónomo M.Sc. Sr. Fernando Espinoza Fuentes Ingeniero Agrónomo M.Sc. Sr. Maximi1ian Cox Balmaceda Ingeniero Agrnomo Sr. Javier Herreros Valenzuela Sociólogo Sr. çFernando Aguirre Bascuñan AGRADECIMIENTOS El Instituto de Investigación de Recursos Naturales IREN-CORFO, expresa sus agradecimientos a las autoridades y comunidad regional, así ¿orno a los organismos písblicos y privados, profesionales, técnicos y expertos por su permanente apoyo y colaboración en la realización del "Estudio de las Comunidades Agrícolas de la IV Región" del cual el presente volumen forma parte. LA DIRECCION SANTIAGO, ABRIL 1977 PROLOGO Las Comunidades Agrícolas de la IV Región han sido definidas como un grupo sociologico con un grado muy particular de organizacion en torno a la explotacion eventualmente conjunta, de la tierra con fines agropecuarios Dada la escasez y deterioro de os recursos disponibles, éstas constituyen uno de los grupos humanos de menores ingresos del país. Ante esta realidad, el Supremo Gobierno, a través de la Corporación de Fomen to de la Producción CORFO -consecuente con el Rol Subsidiario que le corres ponde al sector público- decidió analizar exhaustivamente la situación, para formu lar un Programa de Desarrollo que permita a este sector salir de la situación aflictiva en que se encuentra. El trabajo que aquí se presenta forma parte del "Est*udio de las Comunidades Agrícolas de la IV Región" encomendado por la Corporación a su "Instituto de Investigación de Recursos Naturales" IREN,. La Corporación utilizó recursos propios y fondos provenientes del Convenio de Préstamo AID N° 513-L-033, firmado con la Agencia Internacional para el Desarro llo de los Estados Unidos de Norteamérica. En atención a lo sefialado, el "Estudio de las Comunidades Agrícolas de la IV Región" se orientó a la obtención de aquellos antecedentes básicos que permitan la identificación y posterior formulación y evaluación de proyectos que posibiliten elevar la calidad de vida de los comuneros a través del aumento del ingreso familiar y a la detención del deterioro de los recursos naturales del área. HERNAN VELASQUEZ MULATTI Gerente de Desarrollo Corporaci6n de Fomento de la Producción SANTIAGO, ABRIL 1977 INDICE 1 PARTE - Estudio. Generalizado Esc; 1: 250.000 Págs. 11 INTRODUCCION 1.- UNIDADES MORFOLOGICAS MAYORES DE LA NACION A.B.C.- 13 Alta Montaña 13 Media Montaña `16 Relieves Planiformes del Borde* Occidental de la Media Montaña y Banda Litóral 20 C. 1.- Superficie de Abrasión y Terrazas de Sedimentación Marinas 20 C.2.- Cordón Litoral de Relieves Fuertemente Tectonizados y Pedi ments Adyacentes 23 C.3.- Médanos Estabilizados y Actuales, Playas y Barras Litorales 24 C.4.- Formas y Depósitos Fluviales 25 . . .. II... ALCANCES HIDROGEOLOGICOS II PARTE - 27 Estudio Detallado Esc 1 50 000 Págs. 1NTRODUCC1ON. 1.. II.- RECONOCIMIENTO GEOMORFOLOGICO A.- Materiales y Metodología A.1.- Materiales A.2.- Metodología . A 3 Criterios de Clasificacion A.4.- Categoríás Taxonómicas A.5.- Resultados. - 31 :.*. .. . DESCRIPCION GEOMORFOLOGICA. DE LA COMUNIDAD LOS CHOROS A.- Ubicación, Superficie y Características Generales B.- Datos Litológicos y Estructurales C.- Rasgos Geomorfológicos Cd.- Las Geoformas Marinas a Superficie de Abrasión b La Terraza de Sedimentación Marinar . 33 33 33 33 34 34 35 36 36 36 36 36 37 37 C.2.- Las Geoformas Continentales a Complejo Montañoso Oççidental b. Las.Terrazas c Conos dé Deyección Torrencial d El Material Aluvional C.3.- Excepciones Morfológicas de la Unidad C.4.- Acciones Morfogenéticas Actuales . 38 38 39 39 40 40 40 ..... 11!.- DESCR1PC1ON GEOMORFOLOG1CA DE LA OM1JNIDAD UCHUMI 42 DIAGU1TAS 42 A.- Ubicación, Superficie y Características Generales 42. B.- Datos Litológicos y Estructurales B.1.- Las Rocas Estratificadas 42 43 B.2.- Rocas Intrusivas 43 a Paleozoicas 43 b Terciarias 43 C.- Rasgos Geomorfológicos 43 C.1.- Los Conos de Deyección 44 C.2.- Conos de Deyección Menores 45 C.3.- La Terraza Baja del Río Elqui 45 C.4.- Los Aluviones 46 D Dinamica Geomorfologica Actual . lv.- DESCR1PC1ON GEOMORFOLOGICA DE LA COMUNIDAD CANELA BAJA A.- Ubicación, Superficie y Características Generales B.- Antecedentes Litólógicos y Estructurales C.- Características Geomorfológicas D.- Morfogenética Actual 47 47 47 47 47 49 DESCR1PCION GEOMORFOLOG1CA DE LA COMUNIDAD DE: CHA LINGA A.- Ubicación,Superficie y Característicasneiaies Datos Litológicos y Estructura1es B. B.1.- Rocas Extrusivas B.2.- Rocas Intrusivas B.3.- Rocas Sedimentarias C.- Características Geomorfológicas Cd.- La Terraza Aluvial C.2.- Los Conos de Deyección C.3.- Excepciones Geomorfológicas en la Unidad de Valle D.- Dinámica Geomorfológica Actual 50 50 50 50 50 51 51 51 51 52 52 - V.- .. - . vi.- CONCLUSIONES 53 . Vii.- BIBL1OGRAF1A .. 54 ESTUDIO GENERALIZADO ESCALA 1:250.000 INTRODUCCION Este estudio tiene por finalidad ampliar a toda la región, ci levantamiento geomorfológico existente para un sector de ella, sobre todo en su parte cartográfica. No se pretende aquí alcanzar, en absoluto, la profundidad de investigaciones anteriores, además de no ser este el objetivo del trabajo. Por el contrario, se intenta entregar información básica, práctica y accequible a grupos interdisciplinarios que requieren de ella, tanto desde el punto de vista genético orígenes y tipos de formas y sedimentos como en cuanto a elemento de juiçio, destinado al esclarecimiento yio fortalecimiento de ideas e hipótesis concernientes a otras disciplinas. La cartografía geomorfológica regional ha sido confeccionada, hacia el límite internacional, hasta una distancia que varía entre 10 y20 Kms., franja ésta no carto grafiada por no existir actualmente bases topográficas adecuadas. 11 1.- UNIDADES MORFOLOGICAS MAYORES DE LA REGION Desde una perspectiva geomorfológica es posible agrupar las formas y relieves de esta regi6n en las siguientes unidades de magnitud mayor: Alta Montaña Media Montaña Banda Litoral Grandes Valles Transversales. Cada una de las primeras unidades cuenta a su vez, con formas o unidades menores, las que son descritas dentro de cada capítulo correspondiente a la entidad fisiográfica mayor. Los Grandes Valles Transversales son tratados de la misma manera; es decir, se los enfoca separados en sus secciones alta curso superior, media curso medio y baja curso inferior, correspondientes a las tres unidades mayores arriba señaladas. En algunos casos, ciertos sistemas fluviales de segundo orden, en la mitad sur de la región, poseen tan.to su curso superior como medio en la unidad denominada "Media Montaña". A.- ALTA MONTAÑA, Bajo esta denominación han sido separados todos aquellos relieves que, grosso modo, superan los 3.000 m.s.n.m., y que desde el punto de vista morfol6ico re flejan en laderas y cumbres, así como en el nacimiento de los valles, la acción de hielos y nieves y sus procesos típicos durante el Pleistoceno. Estas formas y depósi tos, posteriormente, durante el Holoceno, fueron retocados por la acción erosiva y sedimentológica de los cursos de agua. La acción de estos iltimos fue condicionada por ios cambios del nivel de base. Paralelamente, el límite entre esta unidad fisiográfica y la inmediatamente occi dental, está estrechamente relacionado con la tectónica, de modo específico con la gran falla que se desarrolla, de norte a sur, en la longitud 700 30' 0 aproximadamen te, y que toma -en parte- el nombre de Falla Vicuña, cuya edad ha sido estimada como terciaria, por numerosos autores. Los remanentes de la superficie original, o antigua superficie de erosión tercia ria, persistente a la diferenciación tectónica de las unidades mayores de relieve, durante el Terciario medio y superior, son muy escasos en la Alta Montaña. Destaca de entre ellos la meseta ubicada en la divisoria de los ríos Carén y Chalinga a la altura de San Agustín, que presenta una topografía ondulada, tipo peneplanicie, limitada por laderas de fuerte pendiente y en las que se hayan inscrito algunos circos glaciales con fuerte grado de disección. Fuera de estos relieves altos, tabulares, el conjunto de la Alta Montaña se desarrolla en líneas de cumbre escarpadas, constituidas fundamentalmente por aflo ramientos rocosos donde los glaciares dejaron huella de su paso. 13 Estas huellas se refieren a pulidos, estrías y acanaladuras que ejerce el hielo mediante los sedimentos que transporta, tanto en su frente como en sus costados, fondo y superficie. Las laderas que desde estas crestas agudas, descienden al fondo de los valles son de dos tipos. Unas, se presentan como grandes farallones en los que se han desarrollado estrechas y empinadas gargantas, por las que han descendido hacia la base sedimentos coluviales del tipo clastos, gravas y gravillas, conformando pequeños conos de derru bios, en gran medida funcionales. Las otras se caracterizan por poseer un manto de grava que los cubre y les otorga una pendiente uniforme, reglada, durante amplios sectores. La superficie de estas laderas aparece, en ocasiones, ligeramente ondulada o mamelonada, debido a fenómenos de deslizamiento parcial de los sedimentos, embebidos por agua de fusión de la nieve en primavera solifluxión. En parte, tales fenómenos se desarrollan en su totalidad, produciéndose la remoción de grandes masas de sedimentos en dirección del valle, conducentes a la obturación parcial o total momentánea de ellos, y de jando al mismo tiempo, el sustrato rocoso desnudo en la parte alta de las laderas. Respecto a los valles, éstos tienen su nacimiento configurado por abruptas paredes que corresponden, en la mayoría de los casos, a circos glaciales en los que es común la presencia de cuerpos de hielo remanentes de los glaciares pleistocénicos, aparecien do éstos, cubiertos por una espesa capa de derrubios que siguen la topografía de superficie del hielo. Estos "glaciares rocosos", como se les conoce, aparecen rodea dos de potentes depósitos morrénicos tanto en ios costados como en el frente. Es importante hacer notar que la gran mayoría de los cursos primarios de agua, que alimentan los sistemas hidrográficos mayores, tienen st nadmiento en estos cuerpos gélidos, sobre los cuales prácticamente nada se conoce. Aguas abajo deestos depósitos, se desarrollan ios sedimentos fluvioglaciales en forma de amplias napas de clastos heterométricos, en los que coalecen conos de escombros laterales, resultado de fenómenos de galifracción que afectan los aflora mientos rocosos de las laderas. Estas napas fluvioglaciales aparecen en la actualidad surcadas por los cursos de agua, los que han labrado en su superficie suaves vaguadas. Del mismo modo, se encuentran también terrazas de descarga generadas por el vaciamiento repentino de sedimentos fluvioglaciales acumulados. en el interior de un arco morrénico, el cual cedió bruscamente a la presión de estos materiales que en forma de avalancha de aguas arena y grava con bloques, fluyeron río abajo. De estas terrazas de descarga sóió quedan algunas pequeñas superficies adosadas a las laderas, como es el caso del valle del río de La Laguna, situado aguas abajo del embalse del mismo nombre. Paralelamente a estos depósitos de edad pleistocena, se han desarrollado procesos fluviales de importancia. Estos últimos han recortado las formas preexistentes y, a modo de grandes avenidas o aluviones -desde fiñes del Pleistoceno y durante el Holoceno- transportaron grandes volúmene de sedimen 14 tos, especialmente rodados, bolones y arenas, ahogando de lado a lado el fondo de los valles principales. Los valles secundarios y quebradas aparecen desembocando muy próximos o a algunas decenas de metros por sobre el nivel de base local. Esto parece estar en estrecha relación con las dimensiones de sus hoyas hidrográficas, la altura promedio de ellas y su mayor occidentalidad. Esto quiere decir que estos valles explican su desnivel, en primer término, en función de la dinámica glacial. Los glaciares locales no poseen suficiente capacidad erosiva para rebajar sus valles, a diferencia de aquéllos provenientes de las altas cumbres orientales. Por esta razón aparecen como valles glaciales colgados y, poste riormente, surcados por las aguas corrientes. En segundo lugar, el desnivel se explica como ya se h dado a entender, por que la capacidad erosiva de las aguas corrientes no ha sido suficiente para nivelar esta diferencia de altura, y ios pequeños arroyos actuales salvan este desnivel mediante pequeñas gargantas labradas en los depósitos de fondo del valle afluente, hasta tomar contacto con la roca misma. Pero, no todos estos valles secundarios fueron resultado de la acción erosiva de los hielos. En la medida que se desciende hacia el límite oeste de la alta montaña, los rasgos de los valles van cambiando gradualmente su impronta. Es así como algunos sóio poseyeron glaciares de circo, siendo objeto de la acción periglacial, y otros fueron labrados por grandes avenidas o aluviones producidos por fuertes lluvias o por derretimiento de la nieve. Esto permite estimar que las glaciaciones pleistocénicas fueron tales sólo en ios más altos relieves, y que a medida que estos descendían hacia el oeste y hacia el este Argentina tales procesos cambiaron gradu4lmente hacia fenómenos pluviales, más aún, sólo las primeras glaciaciones fueron períodos de gestáción y avance de ios hielos en este sector de la cadena andina, ya que sólo se distingue en la alta montaña depósitos morrénicos correspondientes a un máximo de tres períodos. En gran medida, ios valles y qtiebradas correspondientes a esta unidad poseen un ancho variable. stose -relaciona directamente con el relleno sedimentario que presentan; con sus características, o bien, con su minimización o ausencia. Así, por ejemplo, en muchos casos ios cursos de agua escurren sobre un estrecho lecho rocoso en el vértice mismo del ángulo que forman las laderas. En estos casos, es común la presencia de laderas regolíticas, derivadas del resquebrajaminto de la roca por meca nismos periglaciales, a partir de las cuales se han desprendido y rodado al fondo grandes blóques, adquiriendo así los cursos de agua, un carácter y una dinámica torrenciales. Estos estrechamientos de ios valles son el resultado de la presencia de rocas más resistentes a la acción erosiva de los glaciares, apareciendo como cerrojos, así como a los cambios de temperatura por sobre y bajo cero grado centígrado. Dependiendo de estos factores, el estrechamiento de ios valles en sus cursos superio 15 res, puede alcanzar la dimensión de un fenómeno local o bien extenderse algunos kilómetros. Por último, cabe señalar que a la salida de quebradas y valles secundarios al curso principal, es muy frecuente la presencia de grandes conos de deyección torren cial afuncionales y cuyo frente aparece cortado en un escarpe que suele alcanzar hasta más de 10 metros de desnivel. Este desnivel es el resultado por un lado, de la afuncionalidad temprana de las quebradas, y por otro, de cambios en el nivel de base general, acompañado de movimientos tectónicos. Los sedimentos que componen estos grandes conos, corresponden a sedimentos gruesos del tipo bloques, bolones, gravas y clastos de amplio rango de tamaño y grado de uso o redondeamiento, gravilla y arenas. Todos ellos se presentan rodeados o incluido en una matriz barrosa parduzca de textura limosa, que ha sido ocupada, cuando se han practicado labores de despedrado. Considerando la escasez de terreno agrícólas, estos conos torrenciales constituyen un importante recurso, aunque para ello se requieren prácticas de habilitación. B.- MEDIA MONTAÑA Como media montaña se han denominado todos aquellos relieves que no supe ran los 3.000 m.s.n.m. y que, junto a las formas de disección que los recorren, cónfiguran, por sus características morfológicas, una unidad. El límite occidental de esta unidad corresponde en gran parte al contaçto con formas de erosión y sedimen tación, tanto marinas como continentales. La principal característica de ios relieves agradados de esta unidad es la intensa disección fluvial que presentan, que se manifiesta a través de una alta densidad de líneas de cumbres menores que se desprenden 4e las divisorias principales. Esto hace que ella aparezca muy discontinua y desmembrada, y provista de una red de drenaje dendrítica afuncional, muy abundante en drenes elementales. Las laderas de estos relieves presentan, por lo general, un perfil rectilíneo que adquiere hacia la base, una débil concavidad, debido a la presencia de depósitos coluviales, conos de derrubios, lentes de desliamiento, etc. Por su parte, la parte media y alta de las laderas presenta una cubierta de sedimentos, generada in situ, que varía desde un carácter regolítico hasta un espesor considerable de grava y gravifia con bloques angulares a subangulares incluidqs en una matriz arcifio-limosa con arena, producto de la alteración de la roca durante los períodos húmedos del pleisto ceno. Esta cubierta sedimentaria es discontina, encontrándose numerosos aflora miento de roca del sustrato que han resistido a la interperización o que, por hallarse en las partes somitales, han sufrido deslizamiento o caída, por gravedad, de parte de su masa pétrea, quedando la roca sana en forma de farallones surcados por corredo res de derrubios, otorgando un perfil quebrado a las divisorias. 16 Contrasta con estos relieves la persistencia de dos unidades morfológicas deriva das de formas de erosión areal sobre antiguas topografías. En primer lugar, se encuentra una serie de altas mesetas remanentes de la antigua superficie de erosión terciaria, la cual, ha sido definida como una peneplani cie caracterizada por un paisaje ondulado con divisorias de aguas en forma de suaves lomajes, entre los que existen depósitos aluviales y coluvio-deyeccionales de poco espesor. Estos paisajes maduros han sufrido la acción de todos los procesos erosivos desencadenados durante ci Pleistoceno y Holoceno, por lo que su superficie presenta un grado de evolución avanzado; es decir, la superficie ha sidofragmentada y meteo rizada en forma considerable, constituyendo, -desde este exclusivo punto de vistasectores con aptitud agrícola. La segunda unidad mencionada corresponde a superficies de erosión y altera ción topográfica localizadas en posición intcrmedia y rodeadas, en parte, por relieves más altos. También existen en su interior algunos cerros islas, testigos del nivel de altitud de la topografía original. Estas formas, denominadas pediments, presentan también una topografía ondulada suave, la que en sus bordes aparece profundamente disectada por gargantes fluviales cuyos cursos de aguas han erosionado, en busca del nivel de base. Dichos cursos de agua se organizaron en los relieves circundantes depositando los sedimentos que transportaban en el sector de transición hacia el pediment. en razón de la disminución brusca de pendiente. Por esta causa, es notoria la ausencia de sedimentos gruesos, tipo rodados y bolones, en los lechos. Atendiendo a estos antecedentes, se explica que la superficie de estos pediments esté compuesta fundamentalmente por una cubierta de sedimentos finos, generados in situ, por alte ración directa del sustrato rocoso. La morfología de quebradas y valles, presenta variaciones extremas en cuanto a magnitud y tipo de sedimentos. El nacimiento de quebradas y valles dentro del ámbito de esta unidad fisiográfi ca aparece, -en la mayoría de los casos-, como vaguadas estrechas y de flancos abruptos con aporte de sedimentos coluviales y, prácticamente sin relleno de fondo. En cambio en muy pocos casos, la organización de un dren secundario se inicia a partir de una serie de drenes elementales dispuestos concéntricamente, en una especie de pequeña cuenca u hoya hidrográfica con forma de anfiteatro En este caso la abundancia de sedimentos por aporte lateral es muy superior, á la vez que, la pendiente general, disminuye considerablemente. Dichos sedimentos conforman una serie de conos coalescentes de carácter tanto coluvial como deyeccional, predomi nando estos últimos. Por esta razón, tales áreas, aunque reducidas, constituyen secto res de potencialidad agrícola moderada, ya que: a las condicionantes morfológicas debe agregarse la condición microclimática que crea el marco topográfico. Si además se incorpora un sistema/de canales de riego, la potencialidad puede transformarse en una realidad. El curso medio de las quebradas y valles secundarios está constituido prin 17 cipalmente por rellenos aluvionales de materiales gruesos que varían de bloques de 1 metro o más de diámetro, a arenas gruesas y medias. Estos sedimentos están sepultando aluviones antiguos, cuyos materiales presen taban un mayor grado de evolución, y, por lo tanto, un valor agropecuario superior; a la vez, están cortando lateralmente pequeños conos de deyección torrencial anti guos, inactivos. Estos últimos constituyen, en muchos casos, los únicos sectores cultivables de las quebradas de Media Montaña, de acuerdo con las características señaladas, en el primer capítulo, para estas formas. La desembocaciura de los drenes de segundo orden a los sistemas fluviales principales se efectúa también mediante grandes conos de deyección torrencial, afun cionales, que han invadido parte de estos valles sepultando ios sedimentos de la caja de los ríos o lechos de inundación, o bien algunos niveles de terrazas fluviales. Posteriormente han pasado a constituir conos-terrazas en función de la erosión lateral de los cursos de agua principales. Los escarpes que presentan en sus frentes y, primordialmente la corresponden cia en altura que se observa en algunos, respecto a la gran terraza fluvial superior, -que es la más antigua-, señalan a estos como producto del primer período plu vio-glacial del Pleistoceno, con edades levemente inferiores a los dos millones de años A.P. El mayor desarrollo de terrazas aluviales es alcanzado por los ríos principales en su curso medio-inferior. Se distinguen aquí cuatro niveles, siendo los de mayor desarrollo el superior y el inferior. Los niveles intermedios alcanzan dimensiones modestas e incluso en algunos casos, no se presentan. El nivel superior, o T4 como se le denomina en trabajos anteriores, posee una de sus más amplias expresiones areales en el triángulo comprendido por las localida-, des de Socos, Salala y Ovalle. Remontando el curso de los valles principales, los primeros testimonios de este nivel aparecen a una longitud máxima promedio71 O 00' 0, equivalente, en el río Elqui, a unos 25 Kms. al E. de su desembocadura, y al sector del embalse Paloma en el río Limarí. En el río Choapa aparecen por primera vez a unos 4 Kms. aguas arriba de Illapel. Por último, en el estero Pupío y el río Quilimarí sólo se le encuentra hasta unos 20 Kms. al E. de sus desembocaduras. Desde e1 punto de vista de la sedimentación, esta terraza alta se caracteriza por su potente espesor de materiales rodados y arenas, con un desnivel actual sobre el lecho fluvial del orden de los 100 metros. Este espeso depósito aparece en gran parte como una masa homogénea de sedimentos, de estructura masiva y disposición desordenada en todo su espesor, dando la idea de una génesis ininterrumpida y bajo similares condiciones. Por el contrario, en otros sectores se observa una estructura lenticular y estratificación cruzada de los diferentes bancos, variando entre estratos de rodados con gravilla y arena hasta bancos de arena gruesa a fina como extremo. Sólo en una ocasión, en un 18 antiguo corte del camino que va de Ovalle a Cerrillos de Tamaya, se observó la presencia de un banco de apariencia barrosa y textura franco-limosa, el cual obe dece a un fenómeno local. La superficie de este nivel T4 ha experimentado un proceso de edafización que actualmente se encuentra en una etapa media avanzada, razón por la cual ofrece buenas perspectivas para tipos de cultivos de bajo requerimiento, salvo que se lleven a cabo prácticas de abonadura. Sin embargo, existe el problema de la presencia de rodados y gravas que dificultan las labores agrícolas mecanizadas, siendo indis pensable efectuar prácticas de despedrado. Hacia el oeste, estas terrazas toman contacto con formas y sedimentos marinos, engranando lateralmente con estos últimos, a la vez que con algunos relieves como los Altos de Talinay. Los niveles T3 y T2, o terrazas intermedias son de dimensiones muy restringidas. Los testimonios más importantes de estas terrazas se encuentran en el valle del río Limarí, al O de Ovalle, donde alcanzan anchos máximos de 1 Km. El grado de evolución de los sedimentos de estos niveles, que son similares a los de T4, es más bajo, encontrándose gran porcentaje de arena en los perfiles de suelos, además de rodados de variados tamaños. Existen también, algunas quebradas afuncionales que descienden de T4, de abrupta topografía, y por las que se drenaron gran cantidad de rodados y arenas sobre estos niveles intermedios, en forma de conos de deyección. A estas unidades sobreimpuestas corresponden los sectores de más bajo potencial agrícola. Los sedi mentos propios de T2 no presentan signos de consolidación. Asimismo, sus mate riales aparecen bien conservados eñ un 950/o. La granulometría corresponde en un 700/o a tamaños entre 3 y 6 cm. alcanzando un 160/o los 12 cms. de eje mayor. Esta terraza media baja se encuentra a una altura promedio de 12 mts. por sobre la terraza baja T1. Paskoff, 1970. Por su parte, los sedimentos de T3 o terraza media alta, se presentan sanos en un 830/o, encontrándose un 90/o de rodados alterados y un 80/o de rodados totalmente descompuestos. Esta terraza aparece a una altura promedio de 50-55 mts. sobre el curso actual del río. En el sector de la quebrada Los Loros, en el río Elqui, se observa un corte en este nivel que comprende unos 8 a 10 mts. de espesor de la napa aluvial sobre sedimentos más antiguos correspondientes a T4. Paskoff, 1970. Tal como existen algunas quebradas afuncionales que drenaron sobre T3 y T2, existen otras que han disectado profundamente estos niveles -al igual que el escarpe de T4 para desembocar en la terraza baja o en el lecho actual mismo contribuyen do al desmembramiento de estos niveles; a lo que sumado los procesos de erosión fluvial lateral contemporáneos, explica la discontinuidad en el espacio y su poca * magnitud. Finalmente, el nivel de terraza baja posee una amplitud considerable alcan zando anchos de 2 y 3 Kms. y limitando con el lecho mayor actual de los ríos principales mediante un escarpe de 3 a 4 mts. de desnivel. - 19 Sedimentológicamente, se trata de un depósito de espesor no determinado y compuesto preferentemente de rodados carentes de todo signo de alteración. La parte superior del perfil de este depósito presenta en gran parte de su superficie, sedimentos menos groseros, de tipo gravas, arenas y limos. En el río Elqui, cerca de Punta de Piedra, el perfil de esta terraza es el siguiente: Limos y materia orgánica Arenas y gravillas Rodados y gravas 40 cmts. 50 cmts. 20 cmts. sobre arenas finas con restos orgáni cos y sectores arcilios imo$os. Pas koff, 1970. La presencia de sedimentos cada vez más finos hacia la superficie está indicando una disminución de la capacidad de transporte de los ríos en forma gradual, a partir de la estrata inferior, la que corresponde a la fase final de un ciclo erosivo y sedi me ntario anterior. Este hecho, cuyas causas no corresponde analizar aquí, ha provisto a este nivel de un material parental sedimentario que, a pesar de su escasa evolución, permite el desarrollo de actividades agrícolas de importancia, junto con la presencia de agua apta para riego, a escaso desnivel. C.- RELIEVES PLANIFORMES DEL BORDE OCCIDENTAL DE LA MEDIA MONTAÑA Y BANDA LITORAL Esta unidad morfológica, de dimensiones muy inferiores a las descritas, está integrada por cuatro conjuntos de formas yio depósitos, que serán descritos por separado: - Superficie de abrasi6n y terrazas de sedimentación marina. - Cordón litoral de relieves fuertemente tectonizadas y pediments adyacentes. - Médanos, estabilizados y actuales, playas y barras litorales. - Formas y depósitos fluviales, correspondientes al extremo inferior del curso y desembocadura de los organismos hidrográficos principales. C.1.- Superficie de Abrsi6n y Terrtzas de Sedimentación Marina Las superficies de abrasión marina se extienden a todo lo largo 4e1 litoral de la IV Región, presentando algunas interrupciones por la desembocadura de los ríos principales, pero fundamentalmente por el sistema de bahías que van desde Co quimbo a Tongoy, sectores éstos donde, al igual que en el caso del llano de Los Choros, se hallan amplias terrazas de sedimentación marina. Morfológicamente, las superfiçies de abrasión constituyen áreas planiformes, 20 ligeramente inclinadas al oeste, derivadas del arrasamiento de la roca por la acción del mar. La superficie original de estas unidades corresponde a la roca desnuda, con una cubierta fragmentaria o disconinua de cantos angulosos y/o rodados marinos. Se distinguen en esta unidad tres niveles no siempre presentes, de los cuales el con mayor extensión es el superior. Este nivel colinda al este con los relieves occidentales de la Media Montaña o el cordón de los Altos de Talinay, lo hace mediante un talud compuesto por conos coluviales y escombros de pie de ladera, a los que se suman numerosos conos de deyección, inactivo y de reducidas dimensiones, derivadas de quebradas afuncionales que se desarrollaron en la vertiente occidental de estos relieves. Hacia el Océano Pacífico, los relieves inferiores actúan en el paisaje como peldaños naturales, salvando el desnivel de 11 20-1 30 mts. que existe entre la super ficie de abrasión superior y el nivel medio del mar actual. El nivel inferior, o el inmediatamente superior cuando este no se presenta, limita en gran parte en un acantilado rocoso vivo, directamente afectado por la acción erosiva del oleaje, siendo los menos casos aquellos que se le encuentra esta bilizado y rodeada su base por sedimentos de playa. La morfología dejada por el mar en estas rocas ha sido modificada, arealmente por la meteorización de la roca, y linealmente por las aguas corrientes derivadas de las grandes lluvias de los períodos pluvio-glaciales contemporáneos. Atendiendo este último proceso, se encuentran profundas gargantas labradas en la roca misma, de paredes escarpadas y fondo muy estrecho, cubierto de bloques, gravas y arenas, por las que ocasionalmente escurre agua superficial. En cambio, en algunos casos, como el de la quebrada que baja a Agua Dulce, al N de Huentelauquén, se ha detectado escurrimiento subsuperficial, el que sería interesante cuantificar. Por último, debe señalarse que la tectónica pre y post-génesis de estas superficies de abrasión han tenido un rol preponderante en la presencia de algunas desnivelaciones de trazado meridiano; en el control del drenaje; y en la inestabilidad actual de algunos sectores sobre los que se halla construida la Carretera Panamericana. Al parecer, no se con templaron problemas de tectónica cüaternaria en la definición de su trazado. Por otra parte, pasando a las terrazas de sedimentación marina, se pueden separar tres tipos de ellas, ubicadas también en diferentes lugares. En un perfil N S se encuentra en primer lugar, en el sector ubicado al N de la quebrada de Los Choros, una amplia superficie de sedimentación compuesta por arenas ricas en cuarzo, cuya granulometría indica que se trata de arenas de playa, posteriormente mezcladas con arenas eólicas. Esta terraza, de una pendiente promedio entre un O y un 30/o, no presenta alteración de las arenas en superficie, siendo probable que la haya en su profundidad. Debajo de esta cubierta de arenas, se encuentra. un depósito de rodados y gravas, con pátina de alteración y óxidos frecuentes, que por el índice de desgaste de los ro dados, la posición y la escasa diferencia de nivel con ci mar, puede ser interpretado 21 como depósito de transición marino-continental, con un comportamiento de playa de rodado y arenas, frecuentemente enriquecida por aluviones continentales. La cubierta de arenas eólicas, actualmente funcional, no sólo ha sedimentado sobre esta terraza, sino también sobre la superficie de abrasión ubicada al N de ella. En segundo lugar, en las bahías de Coquimbo, Guanaqueros y Tongoy. se en cuentra una serie de tres terrazas principales muy fosilíferas, las que engranan hacia el SE y S con los niveles de terrazas fluviales ya descritós. De ellos, el superior o Serenien, de data pleistoceno inferior, engrana late ralmente con el nivel de terraza fluvial alto o T4. Este cubre la mayor extensión y corresponde a una amplia superficie levemente inclinada al mar con un complejo perfil de sedimentos donde se aprecian múltiples estratos de arenas y de rodados, con o sin presencia de fósiles marinos, los que a su vez corresponden a una gran variedad de especies, extintas y actuales. El grado de cementacibn calcárea es variable encontrándose verdaderas "lozas" de arena y conchillas y capillas de concentración calcáreas. En el corredor comprendido entre La Serena y las Cardas, de origen tectónico graven, esta serie sedimentaria marina se encuentra hasta la latitud de la quebrada Lagunillas, apareciendo en varios kilómetros cubierta por una débil caja de sedi mentos deyeccionales. Los niveles inferiores denominados Herradurien el más alto y Véguien el más bajo, de edades Pleistoceno-medio y Holoceno respectivamente, poseen una expre Sión superficial más reducida. Desde el punto de vista sedimentol6gico se repiten, grosso modo,. las mismas características, a las que se agrega la presencia en algunos estratos de bI ues y bolones. La terraza baja o Véguien, por donde corre la Carretera Panamericana en tre Coquimbo y La Serena, tiene un ancho máximo en su parte central de 2 Kms., el que dismiriiie progresivamente hacia los extremos. Presenta en su superficie y hasta unos 2 mts; de profundidad, un depósito de arenas y limos, carente de fracciones gruesas. Esta terraza corresponde a un sector de mal drenaje, con nivel freático a 1 mt. de profundidad promedio, y representa un sector potencialmente inundable por crecidas del río Elqui, como la de 1835. Paskoff, 1970. En la época seca se aprecian manchas salinas en la superficie, y la vegetación natural comprende plantas tanto psamófilas como hidrófilas y halófilas. Estos niveles de terrazas de sedimentación marina han soportado, al igual que las superficies de abrasión marina, profundas disecciones por aguas corrientes du rante el Pleistoceno, entre las que se encuentra ci antiguo cauce y desembocadura del río Limarí en la bahía de Tongoy, actualmente representado, en forma parcial por el trazado de la quebrada Pachingo. Estas quebradas detentan, en esta unidad, un perfil transversal más suave que en las superficies de abrasión; además, poseen un fondo más amplio, en el que se observa gran cantidad de bancos de arenas y rodados con pequeños desniveles aterrazados recientes. La nati.iraleza de este relleno y su granulornetría lo indican corno potencialmente importante desde el punto de vista de la hidrolog fa de sub superficie. De hecho, en la parte interior de la playa de la bahía de Tongoy suele' aflórar aguas subterráneas. Por último, y en tercer lugar, en el costado N del curso inferior de la quebrada El Teniente, se aprecia una terraza de rodados y bloques en matriz arenosa, con frecuente pátina de alteración y oxidación superficial, la que se continúa hacia el N y E en el nivel alto de abrasión marina, sin diferencia topográfica. Hacia el O se encuentra parcialmente en contacto, con la falla que cortó y desniveló la superficie de abrasión en sentido meridiano, a la vez que produjo cambios en el trazado del curso inferior y desembocadura de la quebrada El Te niente. C.2.- Cordón Litoral de Relieves Fuertemente Tectonizados y Pediments Adya centes Se hace referencia al conjunto de relieves de orientación meridiana conocido como Altos de Talinay, y que se desarrollan entre el cerro Talinay, por el sur, y los alrededores de Punta Lengua de Vaca, por el Norte. Estos relieves son consecuencia de la intensa acción de la neocectónica en el área, cuyo resultado es el solevantamiento gradual, a diferentes alturas, de una serie de bloques rocosos de grandes dimensiones. En las cumbres de estos relieves, n sus sectores occidentales, todavía es posible apreciar algunos remanefltes de una probable superficie de abrasión marina preexis tente al solevantamiento. Con posterioridad, durante el Pleistoceno, actuaron como receptáculo de grandes lluvias que disectaron y erosionaron profundamente esta superficie somital y los escarpes de falla, haciéndoles retroceder, variando su abrupta morfología y suavizando las pendientes originales. Se acumuló, además, en la base de las laderas, sedimentos angulosos coluviales y deyeccionales, que ocultan en parte el contacto cofia superficie de abrasión superior, contemporánea con la terraza marina de Pleistoceno Inferior Serenien. En el pie oriental de estos relieves se desarrollaron formas de erosión areal, por acción de la gran cantidad de agua que descendía por las laderas, dando origen a superficies de erosión labradas en la roca misma, en la que se distinguen -por su diferente pendiente- un talud de erosión mayor pendiente y un pediment. Ambos presentan una cubierta de alteración rojiza de profundidad variable entre 1 y 2 mts. promedio, a la que después se sumaron aportes de arenas y gravas finas de carácter deyeccional desde el oeste. Al N del río Limarí, estas formas alcanzan hasta la Carretera Panamericana, donde trascienden gradualmente a depósitos de la terraza aluvial alta T4 y a depó sitos marinos del Serenien. 23 C.3.- Médanos Estabilizados y Actuales. Playas y Barras Litorales Existen grandes campos de dunas estabilizadas, sobre todo en el litoral sur de la IV Región, al N y S de la desembocadura del estero Conchalí. El mayor campo de dunas fosilizadas se extiende ante la quebrada Mal Paso y la quebrada Boca del Barco, 310 47' Lat. S. a 310 51' Lat. S., con un ancho aproxi mado de 4 Kms. Al N E de Guanaqueros se ubica otro campo de dunas estabilizadas, el que se desarrolla entre la quebrada del Pastor y la quebrada Lagunilas, 30° 07' Lat. S., a 30° 10' Lat. S. Estos campos de dunas antiguas han sido fijados por la vegetación, en forma gradual, iniciando el proceso plantas psamófilas, a las que fueron sucediendo otras de mayores requerimientos, en la medida que la meteorización y la edafización de las arenas eólicas iba en aumento Hoy día presentan grados de alteración avanzados, adivinándose aún la estruc tura original, lenticular, del depósito. Los perfiles de suelos son aquí de colores rojizos, con texturas de arenafina, siendo comin observar un horizonte Bde estruc tura columnar. Por último, se encuentran en eiios algunas formas de concentración calcáreas y salinas. Los corredores o desfiladeros de dunas, con la sola excepción de aquél ubicado al S de la quebrada de Los Choros, sobre la superficie de abrasión marina, se hallan actualmente activos. Estos son el resultado de flujos constantes de vientos que desplazan arenas a partir de los extremos N E y NNE de caletas y bahías provistas de playas, y en igual dirección, aprovechando las partes bajas que han quedado entre relieves preexistentes. En aquellos casos donde la superficie de abrasión marina presenta un escarpe de reducido desnivel, o bien desciende paulatinamente a la playa actual, los corredores de dunas han adquirido grandes proporciones, pasando a constituir importantes campos de dunas, destacándose el ubicado entre él estero de Conchalí y la quebrada Mal Paso, llamado "Arenal Agua Amarilla". La topografía de superficie de estos campos de dunas actuales corresponde a suaves ondulaciones en las que es posible distinguir formas menores o incipientes de barjanes y dunas longitudinales. Sin embargo, la fuerza del viento y la. disponibilidad de arena -más que cual quier accidente topográfico- parecen ser las causas fundamentales de estos procesos morfológicos, como lo demuestra la activa deflación y formación de dunas que se encuentra en pleno desarrollo por sobre ci horst denominado Loma de Atena 180 m.s.n.m. al lado N de la desembocadura de la quebrada El Teniente. Las barras litorales, cuya descripción corresponde a la de una loma baja, es trecha y alargada, que se desarrolla paralela a la costa, en sectores de desem bocaduras fluviales o superficies planiformes aledañas al litoral, evolucionan en fun ción del oleaje. 24 Los sedimentos que las componen son arena de granulometría amplia y rodados marinos, no distinguiéndose forma alguna de ordenamiento o disposición de ellos. Se han reconocido dos barras litorales principales, correspondiendo la mayor a la ubicada al N de la quebrada de Los Choros, entre la playa y la terraza de sedi mentación marina. La segunda en importancia, se ubicaen la desembocadura del río Choapa. Por último, en relación con las playas actuales, se reconocen dos tipos: la playa de arena y la de rodados. Las primeras cubren la mayor parte de bahías y caletas del litoral, y se caracterizan por una pendiente suave que se continúa en la playa subma rina. Las arenas son amarillentas y ricas en cuarzo y mica. Las playas de rodados son escasas y, al parecer, han derivado del accionar del oleaje sobre sedimentos de conos de deyección inactivos, que existen en la desem boadura de pequeñas quebradas afuncionales, generalmente en los sectores de su perficies de abrasión marina. C.4.- Formas y Depósitos Fluviales El curso inferior de los organismos hidrógraficos principales, dentro de esta, unidad, tiene diferencias notables. La quebrada de Los Choros presenta un amplio lecho mayor provisto de abun dantes bancos de arenas y rodados, ci cual se abre hacia el oeste en un cono de deyección que no llega al mar. Sólo existe una pequeña vía de drenaje que corta la barra litoral. En otros sectores,, en el contacto entre el cono y la barra, se han formado especies de marismas con vegetación juncácea. El río Elqui, por su parte, muestra tanibién un amplio lecho mayor actual con abundantes sedimentos aluviales gruesos, ci cual está labrado en las terrazas de sedimentación marina. Su caudal ie permite llegar directamente al mar, sin que las acumulaciones litorales y de playa lo obstaculicen. Estos dos organismos hidrográficos, sc diferencian de la mayoría de los ríos y quebradas principales, los que ostentan un curso inferior labrado directamente sobre la superficie de abrasión marina, en forma de angostas garantas río Limarí o de amplios valles río Choapa, estero Conchalí. En posición morfológica intermedia entre los extremos señalados, se encuen tran la quebrada Honda, la quebrada El Teniente,. y el río Quilimarí. Todos ellos presentan dimensiones más modestas de sus lechos, y estos se hallan excavados tanto en la superficie de abrasión como en terrazas de sedimentación marinas y en la prolongación occidental de la terraza fluvial alta T4. Los sedimentos que presentan estos organismos hidrográficos, en sus lechos, corresponden asimismo a bancos de rodados y arenas heterogranulométricos, dispuestos en lentes que dan la apariencia de estratificación entrecruzada. Particularmente los bancos poseen combinaciones variables de sedimentos: 25 desde depósitos de rodados y bolones donde la arena fue lavada, hasta depósitos de arenas medias y gruesas con escasos rodados. En general, los sedimentos de los lechos mayores actuales de estos valles flu viales no han sufrido procesos de alteracion u oxidacion, presentando sus superficies pulidas por el roce durante el transporte, o picadas por ci choque entre ellos. Por último, los sedimentos aluviales del río Choapa han engranado y sepultado, parcialmente, depósitos arenosos antiguos übicados en el intçrior de la barra litoral, en los que es perfectamente discernible el trazado de antiguas líneas de playa. 26 II.- ALCANCES HIDROGEOLOGICOS Considerando factores estructurales, reflejados en el intenso control tectónico de los relieves y el drenaje, así como el carácter granulométrico, estado. de conser-, vación y el. espesor de los sedimentos cuaternarios -preferentemente de carácter aluvional y aluvial- se han designado algunas áreas de probable contención de aguas subterráneas. Pero, en la mayoría de los casos, se estima que tienen una baja pro ductividad. Fuera de algunos sectores ya mencionados, se vislumbran como tales los si guientes: quebrada de Los Choros y quebrada de Los Choros Altos; Sector de Las Cardas a cerro Pan de Azúcar; Sector de terrazas fluviales entre Ovalle y Salala; quebrada San Antonio y quebrada Machetilo en la Comunidad Olla de Caldera; Sector de San Pedro de Quiles; y Sector bajo de Peña Blanca. En una segunda prioridad habría que considerar una evaluación hidrogeológica de los grau4es pediments situados en la Media Montaña. 27 ESTUDID DETALLADO ESCALA 1: 5DOOO INTRODUCCION Con el prop6sto de disponer de una cartografía geomorfológica adecuada para su uso en planificaci& y para ser utilizada por distintos especialistas del Proyecto de Desarrollo de las Comunidades de la IV Regi6n, se efectuó ci reconocimiento geo morfolbgico a escala regional 1:250.000. Paralelamente, comó complemento, se rea liz6 el reconocimiento geomorfol6gico de algunas comunidades a escala 1: 50.000, con el fin de ayudar a la comprensi6n de las geoformas y su morfodinámica actual y, por ende, permitir una más exacta estimaci6n del potencial de Rectirsos Naturales y sus posibilidades futuras. n 1.- RECONOCIMIENTO GEOMORFOLOGICO A.- MATERIALES Y METODOLOGIA A. 1.- Materiales Los materiales bibliográficos sobre geomorfología son escasos, al igual que los geológicos y ciencias afines. La mayor parte no pudo ser adaptado a los requeri mientos de la investigación. Respecto a la documentación cartográfica se contó con: - - - - - - - - - Cartas Topográficas Çartas Topográficas Cartas Topográficas Carta Geológica Cuadrángulo Geológico Carta Geomorfológica Carta Geomorfológica Carta Geoniorfológica Regional Base Cartográfica 1:500.000 1:250.000 1: 50.000 1:1.000.000 1: 50.000 1: 250.000 IGM, Chile IGM, Chile IGM, Chile IGM, Chile IIG, Chile R. Paskoff R. Borgeli 1968 1967, Vicuña 1970 1965 1: 250.000 1: 250.000 IREN tREN 1977 1976 De igual manera, el material de aerofotos e imágenes de satélites disponible fue numeroso: Acrofotos Imágenes satélite Imágenes satélite 1: 70.000 Misión Hycon 1955 1:250.000 ERTS Falso color 1:500.000 ERTS Blanco y negro A.2.- Metodología Con posterioridad a la recopilación y análisis de la información se realizó el análisis de las cartas topográficas 1:50.000 para definir morfológicamente el área ocupada por cada comunidad, en las diferentes Unidades principales. Se recopilaron todas las líneas de vuelo que cubren la Región y se transcribió la información a la base cartográfica 1:250.000, con la correspondiente delimitación de las Comunidades. El paso siguiente se realizó en terreno con el fin de reconocer todas las Comu nidades. Reconocimiento que contó con el apoyo paraleló de las imágenes ERTS Bico. y negro y 1:500.000 y las aerofotos 1:70.000 Hycon, las cuales fueron confron tadas directamente en elterreno. 33. Después del reconocimiento en terreno, se definieron las Comunidades en cua tro tipos principales o categorÍas. A partir de esta clasificación se eligieron las Comu nidades más representativas y ajustadas a las necesidades y objetivos de la inves tigación de cada una de las categorías. Se seleccionaron las fotos aéreas 1:70.000 Hycon que cubrían el área de cada una de las cuatro comunidades tipo para su interpretación. Simultáneamente esa información se yació a escala 1:50.000 en la base cartográfica, en papel transparente. La etapa final consistió en la elaboración de las leyendas para las cuatro cartas confeccionadas a través de los datos obtenidos en terreno y en la fotointerpretación; y. en el control, corrección y delimitación final de las unidades geomórficas recono cidas. A.3. - Criterios de Clasificación Este informe aplica una taxonomía regional a las Comunidades de la 1V Región, de acuerdo con su geomorfología. Cada una de las Comunidades ocupa un área que se halla indistintamente en las tres unidades morfológicas mayores que se distinguen en la Región. De tal manera que, según las características de relieve inherentes a esas unidades, se pueden dis tinguir unidades menores. Por lo tanto, se han clasificadó las Comunidades en cuatro unidades o catego rías fundamentales, que presentan geoformás comunes entre sectores diférentes, con el objetivo de definir unidades regionales con base geomorfológicas. A.4.- Categorías Taxonómicas La taxonomía se fundamenta en cuatro unidades básicas de acuerdo a las carac terísticas morfográficas y morfogenéticas que componen al relieve. En consecuencia, pueden distinguirse Comunidades que se sitúan en: Unidades Unidades Unidades Unidades de de de de Planicies Litorales Valle Quebrada Cerro Pero del hecho que los límites de las Comunidades no guardan relación alguna con el marco físico -el cual posee características definidas y precisas- se infiere un patrón de distribución anómalo y anárquico que implica que el área de una Comu nidad, cualquiera, puede formar parte de dos o más unidades. Las Comunidades no son absolutas, y se ajustan a la complejidad del medio natural, el que presenta una variada combinación de factores, de tal manera que para definir una de ellas se deben escoger y seleccionar los factores esenciales. 34 Aceptada esta prernisá, el mapa debe satisfacer esta exigencia de selección de los elementos del contexto morfogenético que deriva de un marco geológico y geomorfológico -herencia del pasado- que condiciona los rasgos fundamentales de cada una de las unidades regionales distinguidas. En síntesis, en la realidád del paisáje de la IV Región .existçn unidades regio nales cuya naturaleza geoinorfológica es uniforme, de tal maneraque se pueden encontrar ciertos patrones de geoformas que sirven de común denominador en diferentes sectores. Con ci fin de mostrar las estructuras de los elementos morfológicos se han escogido "Comunidades muestras". Para reflejar una situacion real de ellas, como es obvio, fue necesario omitir ciertos rasgos derivados de la escala del mapa porque no son definitorios de una unidad regional, sino más bien de sectores micos. Estas cuatro "Comunidades muestras" que identifican y caracterizan a las cuatro categorías se presentarán en los informes siguientes. A.5.- Resultados La meta de definir el área de las Comunidades en unidades representativas cuyas geoformas sirven a las actividades agrícolas se logró mediante su descripción y génesis. así como también a través de la morfodinámica que las afecta actualnente. En su totalidad todo esto, se tradujo. en laconfecci6n de los siguientes Informes Geomorfológicos y de la cartografía final a escala 1:50.000. 35 II.- DESCRIPCION GEOMORFOLOGICA DE LA COMUNIDAD LOS. CHOROS A.- UBICACION, SUPERFICIE Y CARACTERISTICAS GENERALES El sector cuya geomorfología se describe se encuentra en las latitudes 290 09' S y 29° 23' S; y, entre las longitudes de 71° 03' 0 y 71° 29'O. Sus 692,50 Km2 69.250 Hás. forman parte de dos unidades morfológicas mayores -La Banda Litoral y la Media Montaña-, por lo que presenta carac terísticas morfogenéticas particulares de interfase marino-continental. Sus mayores relieves alcanzan ios 1.700 m.s.n.m., en la loma de Los Cristales, al norte de la Comunidad. B.- DATOS LITOLOGICOSY ESTRUCTURALES La geología de la región estáccinstituida principalmente, en el borde flor-oc cidental, por roca.s metamórficas uecorrcsponderían al Basamento Cristalino Pre cámbrico. Las rocas sedimentarias, de probáble edad Cuaternaria, se observan sobre todo en las quebradas mayores; .en los niveles de terraza; y, en los relieves planiformes de origen marino. Las rocas intrusivas se presentan en [os relieves montañosos de alturas mode radas al este de la unidad. Su edad se atribuye al Cretácico I.LG., 1968. Son afloramientos de rocas graníticas que en forma de apófisis instruyen al Basamento Metamórfico. De igual manera se hayan numerosos filones diabásicos y vetas de cuarzo, instruyendo al Basamento Aguirre Le-Bert, 1967. Relacionadas con las anteriores existen rocas volcánicas andesíticas, en .su ma yor parte continentales, con intercalaciones de rocas sedimentarias marinas, distri buidas al sur de la quebrada Las Docas y atribuidas al Lias Superior a Maim I.I.G., 1968. C.- RASGOS GEOMORFOLOGICOS Esta unidad morfológica comprende una familia de geoformas marinas, pro piamente tal, y otra de características continentales. C. 1.- Las Geoformas Marinas Las geoformas marinas identificadas conforman dos órdenes de tamaño. Las formas más grandes y desarrolladas corresponden a lá Superficie de.Abrasión y a las Terrazas de Sedimentación; ambas conforman la Planicie Litoral de gran amplitud y desarrollo. . 36 a Superficie de Abrasión Se desarrolla en el basamento cristalino Precámbrico constituido por rocas me tamrficas. Logra gran amplitud al norte de la unidad y sufre interrupciones hacia el sur-oeste de la Comunidad. En el noroeste está limitada por un piedmont y, en el suroeste, por el cordón Las Carmelitas que termina en el cerro Mechón Blanco 528 m.s.n.m.. Esta área planiforme litoral se inclina ligeramente hacia el suroeste debido a las acciones tectónicas, hecho corroborado por los alineamientos insulares isla Gaviota, Los Choros, Damas. Notable es el rol abrasivo del océano que permitió modelar esta planicie litoral de planimetría dispareja con ensenadas abiertas, tanto pequeñas -bahía Los Cho ros- como grandes -playa Los Choros. En la superficie se presentan afloramientos rocosos que han resistido la acción oceánica -ios Morros Colorados, Morillos, Las Ventanas- además de una cobertura discontinua de rodados marinos y principalmente aspersiones eólicas. b La Terraza de Sedimentación Marina La Terraza de Sedimentación Marina, denominada llano Los Choros, se reco noce entre el borde sur de la unidad anterior y la ribera norte de la quebrada Los Choros. Limita al noroeste en el piedmont Los Choros y al oeste con corredores de dunas y barra litoral. Aíin es posible reconocer una manifestación menor de la terraza de sedimentación marina, de características similares, en el margen sur de la quebrada Los Choros, denominada llano Carrizalillo. Los materiales son de carácter mixto: continental y de regresión marina. Su superficie está compuesta por arenas cuya granulometría refleja su origen como depósito de playa, correspondiendo -fundamentalmente- a arenas cuarcíferas. Las arenas de aspersión eólica cubren esta superficie -al igual que la geoforma anterior mente descrita- y su accióñ es actualmente efectiva. Esta planicie litoral se presenta casi plana, sin inclinación y por debajo de ella se ubican depósitos de rodados, gravas y otros de fracción menos grosera, los que se hayan- alterados, fundamentalmente por procesos de corrosión pasados y actuales. En síntesis, la fuente de la deflación se halla en la playa de rodados y en ios aportes continentales de tipo aluvial. Las formas y depósitos marinos menores se deben preferentemente a fenó menos eólicos litorales. Entre el cabo Los Choros y la margen norte de la quebrada Los Choros se encuentra una gran barra litoral elongada y relativamente estrecha -entre- la playa- y la terraza de sedimentación. Este antiguo cordón litoral, hoy día fuera del alcance de las olas, refleja la posición que el mar oçupó en eocas preté ritas. Más al norte, próximo al cabo Los Choros, se encuentra en proceso activo un corredor de dunas de material reciente que avanza hacia el llano Los Choros, impul - - - - 37 sado por los vientos de componente oeste y sur oeste. La misma situación se pre senta en el corredor ubicado al sur del llano Carrizalilo que coalece con un corredor de idénticas magnitudes y configuración, más viejo, de eocas más secas que la actual. Este se encuentra estabilizado, al parecer, en la fase final de este mecanismo debido a la protección que ejerce el cordón de Las Carmelitas y el obstáculo natural de ia ribera sur de la quebrada Los Choros y sus terrazas T4 y T2. En este litoral la configuración de las playas, tienden a una geometría arqueada. Se trata de estranes generalmente rocosos y de otras playas de arena fina y blanca. La playa Los Choros corresponde a una sucesión de depósitos de rodados y arenas que, en forma de bandas muy estrechas y casi paralçlas, bordean la costa en un largo trecho. C.2.- Geoformas Continentales Las geoformas de rasgos continentales se ubican al oriente de la Comunidad de Los Choros y en inclusiones a través de las planicies litorales. a Complejo Montañoso Occidental Comprende un sector con patrón de lomas, sierras y cordones, consecuencia de la disección erosiva y del rol tectónico. Son formas de relieve que participan de la unidad mayor, denominada Media Montaña, en su posición bordera occidental que comprime hacia el Océano Pacífico a las planicies litorales. La orientación general este-oeste de los relieves altos se desprende de la dispo sición similar de las quebradas allí desarrolladas, con efectos erosivos rigurosos du ran te las crisis climáticas del Cuaternario, favorables para este modelado. El margen norte de la Comunidad está constitLtido por la toma de Los Cristales de disposición este-oeste, con alturas cercanas a lQS 1.800 m.s.n.m. Hacia el sur, se desarrolla el cordón Romero, cuyo tronco, orientado este-oeste, es más corto que el anterior con alturas iguales o inferiores a 1.500 m.s.n.m. Ambos están separados por la quebrada El Romero. Entre la quebrada Las Docas y quebrada Los Choros se extiende otro cordón importante con altu inferiores a los 1.200 m.s.m. Sus flancos están altamente disectados por cortas y anchas quebradas que constituyen verdaderas "rampas" para los aparatos deyeccionales de tipo torrencial y también para el material coluvial. Entre otras muchas destacan las denominadas Rincones, tales como El Rincón del Espinudo, Rincón Seco, Rincón de Veno, Agua del Marucho. El borde sur de la Comunidad está enmarcado por un relieve alto profunda mente disectado, donde se han desarrollado amplias quebradas, tales como El Jote, Piedra Negra. Agua de las Tórtolas, todas afluentes de la quebrada principal Los Choros. Constituyen fuente de aportes laterales, a través de conos deyeccionales de 38 tipo torrencial del Cuaternario, afuncionales hoy en día, Al este, cierra el marco geográfico-físico de la Comunidad, la Sierra del Pleito, desde donde se desprenden la mayor parte de los relieves altos dispuesto al oeste de ella, ya descritos. Característica general de estos relieves es la alta densidad de líneas de cumbres menores que se desprenden de las divisorias principales por la sierra del Pleito, al este. Esto conduce a una red de drenaje en su mayor parte de patrón_dentrítico, afuncional hoy en día y que es heredada de una efectiva diseccion pluvial en ios a a optimos ciimaticos aei Cuaternario. Los tramos somitales presenta çarterlstlcas planiformes y convexas. Las laderas, en superficie, aparecen profundçglçer das, presentando una cubierta sedimentaria clastlcaoregollto, prftagientac1on de la roca duran te el Pleistoceno-L-a-base-de estos flancos presenta depositos coluviales, conos de derrubios y lentes de deslizamientos. En último término, los afloramientos rocosos -que en estos relieves han resis tido la cbstida-de4a-erositrci pcm iifilones diabásicos y vetas de cuarzo en un contexto de litología granítica dominante y sumamente alterada. - - . .. - ---------- . b Las Terrazas Las terrazas o napas aluviales identificadas corresponden principalmente a T4. Se hallan bien conservadas en ambas- riberas de la quebrada principal del sistema Los Choros, adosadas al flanco norte y sur respectivamente de los relieves altos. El material depositado presenta tamaños gruesos ligeramente alterados, alterando con estratos de arenas y rodados. Se identifica tamhién:el nivel T3, entre la confluencia de las quebradas Boque rón al norte y Los Choros al sur. Su material es de tamaño medio a grueso y presenta un grado de alteración menor que la anterior. Una expresión reducida, casi fragmentaria, presenta la terraza denominada T2. al este del llano Carrizalilo, con materiales menos groseros y rodados de alteración muy baja a nula. c Conos de Deyección Torrencial Estos conos constituyen un tercer elementQ de las geoformas continentales. Se hallan localizados en los flancos de las quebradas principales, y conforman un "pasa je" donde se manifiesta el cambio de gradiente entre ios terrenos altos y el piso de estas quebradas. La mayor parte de estos aparatos deyeccionales están compuestos por materiales cuya textura varía entre bloques gruesos y gravas, localizados en el ápice o vértice del cono y el material fino en la periferia o distal del cono. Su formación corresponde a las épocas de mayor pluviosidad del Pleistoceno reciente. La fuente del material se encuentra en estas cortas pero poderosas quebradas o "rincones", cuyas laderas y cabeceras se hallan muy alteradas y fragmentadas. 39 Tales conos son inactivós, están fijos, al ¡guaíque las 4uebradas, en espera de una mayor energía que permita liberar los materiales. d El Material Aluvional El material aluvional inunda la terraza de sedimentacion entre los llanos Los Choros y Carrizalillo, alimentado y encauzado por la quebrada Los Choros y sus afluentes laterales, sin alcanzar la playa Entre esta y el material aluvial se encuentra la barra litoral, la cual presenta una vía de drenaje estrecha hacia el oceano El contacto entre ambos materiales -marino y contmental- esta interrumpido por marismas litorales de reducida extension El material aluvional está compuesto principalmente por rodados gruesos con abundantesbancos de arena. Las formas y depositos conforman el marco fisico de esta unidad de planicies litorales de la Comunidad de Los Choros. C.3.- Excepçiones Morfológicas de la Unidad Entre la quebrada Piedra Negra y Mantosa, los conos deyeccionales han permi tido, por coalescencia, la construcción de una estrecha "bajada". Esta forma es una excepcion morfológica de la unidad descrita arriba, conjuntamente con el gran pied mont que se distingue frente a la quebrada Los Loritos Esta geoforma de gran amphtud y desarrollo situada en la base del frente occidental de la loma de Los Cristales, se esparce radialmente sobre los terrenos bajos adyacençes de la terraza de sedimentacion Sus materiales sin clasificacion y de origen mixto, de tipo coluvial y derivado de la coalescencia de conos deyeccionales torrenciales se distribuyen, en su fraccion gruesa, en la proximidad de la base de la montaña, y, en su fraccion mas fina, hacia la periferia Constituye una verdadera plataforma de piedmont disectada y que mues tra, en su superficie, huellas de paleodrenaje y una cobertura de aspersion eolica C4 - Acciones Morfogeneticas Actuales Hay que acentuar la diferencia en la doble originalidad ambient u de esta uni dad Por una parte esta el dominio morfoclimatico semiarido litoral, y, hacia el interior esta el dominio morfoclimatico de Media Montaña con impronta continen tal El primero evoluciona hoy día muy lentamente Los procesos de haloclastia e hidratación atacan las rocas del basamento cristalino precambrico, expuestas direc tamente al embate del oleaje y del agua pulverizada, que penetra hacia el interior En epocas de fuertes lluvias las aguas se canalizan en escurrimiento superficial y 40 en las geoformas. Por el contrario, en las estaciones ms secas, la deflaci6jiacumulaciones de arenas dominan el ambiente litoral. En últimó término se trata de procesos eólicos dirigidos por la componente sur-oeste dominante de los vientos. Un dominio morfoclimático de media montaña expuesto al occidente con que bradas interiores cuyos procesos aparecen "aletargados", parece en espera de energía adicional para acentuar las acciones sobre un modelado heredado de ambientes pretéritos, cuyos sistemas morfoclimticos actuaron con mayor agresividad. Sus acciones actuales se limitan a la erosión lateral, a la alteración y a la fragmentación "in situ" de la roca que se halla expuesta a efectos de tipo torrencial, cuando las aguas aumentan en cantidad y extensión. 41 IiI. DESCRIPCION GEOMORFOLOGICA DE LA COMUNIDAD UCHUMI-DIAGUITAS A.- UBICACION, SUPERFICIE Y CARACTERISTICAS GENERALES El Sector que se describe se extiende entre ios 290 55' y 3Ø0 11' de latitud sur y los 700 33' y 700 39' de longitud oeste. Sus 130 Km2 13.000 hás. se sitúan en el bloque occidental de la falla longitudinal Vicuña que, en último término, determina las características de topografía de superficics abruptas y altas cumbres, consti tuyendo un ambiente de quebrada de alta montaña. Sus elevaciones fluctúan entre 3.800 m.s.n.m., en ellímife sur y 600 m.s.n.m; en el valle del río Elqui. B.- DATOS LITOLOGICOS Y ESTRUCTURALES En el sector estudiado existen rocas volcánicas y rocas sedimentarias, continen tales y marinas, con edades comprendidas entre el Paleozoico y el Cretácico Su perior. En adición a éstas se presentan rocas ígneas intrusivas de edad Paleozoica o Terciaria. Los depósitos aluvionales se distribuyen en varias generaciones desde el Pleis toceno hasta ci Holoceno. li. 1.- Las Rocas Estratificadas La formación Algarrobal Continental de edad Jurásico Medio a Superior, ocupa la mayor parte de la vertiente oriental de la quebrada Uchumi y está cons tituida por rocas volcánicas andesíticas y poriatercalaciones de rocas sedimentarias clsticas. La formación Pucalume-Continental, Abtiano-Aibiano se extiende a lo largo del flanco occidental inferior de la quebrada Uchumi. Está compuesta, preferente mente, por rocas sedimentarias clásticas con intercalaciones de rocas volcánicas prin cipalmente andesíticas. Sobre el flanco occidental superior y la línea divisoria más alta de la quebrada cerros Portillo y Paranao, aparecen las rocas predominantes volcánicas: lava, toba, brecha de composición andesíticas con intercalaciones de .toba dacítica y de rócas sedimentarias que conforman la formación Viñita Continental, de edad Albiana Superior a Coniaciana Inferior. La formación Mataguaico Continental, Paleozoico Superior, aflora en la parte norte del faldeo oriental de quebrada Uchumi, próxima a la desembocadura en el río Elqui. Su composición es predominan.temente volcánico-riolítica y, en su parte basal, está formado por rocas sedimentarias clásticas, 42 B2 .- Rocas intrusiva a Paleozoicas Las rocas graniticas paleozoicas instruyen en forma de apofisis a la formacion Mataguaico en la ladera oriental del curso inferior de la quebrada Uchumi, a unos 2 5 Km al sur de su confluencia con el río Elqui Aquí se debe destacar la intensa sihcificación en la zona de contacto b Terciarias Los afloramientos de granodioiita-tonalita tercianas se distribuyen en el cerro Blanco de Peralillo y en el sector norte de la quebrada Uchumi Instruyen a la formacion Viñita y formacion Pucalume, produciendo alteracion hidrotermal sili cificacion, por la mterrelacion estratigrafica de las rocas plutonicas y las rocas estratificadas Por su parte, los mtruslvos andesito-porfiricos se presentan aislados e ins truyen apofisis a la formacion Algarrobal, en el cordon entre las quebradas Uchumi y Mataguaico. Estos tambien instruyen, en forma de apofisis, a la formacion Viñita, en los cerros al oeste de la quebrada, en el cordon del cerro Blanco de Peralillo Dedios, 1967. C - RASGOS GEOMORFOLOGICOS La Comunidad Uchumi-Diaguitas se incluye en la Unidad Morfologica mayor denominada Alta Montaña Se sltua exactamente en el borde occidental de la Uni dd De aqui se infiere que sus geoformas y dinamica actual presentan caracteristicas de un ambiente de transicion entre la media y alta montaña Las formas y depositos que se identifican corresponden fundamentalmente al Pleistoceno Se expresan en el espacio como sucesos aluvionales, tales como los grandes conos de deyecciori torrencial de las quebradas afluentes al rio Elqui, que bradas La Hormiga, Pullayes, Despensa, Uchumi, que constituyen el rasgo morfo logico mas sobresaliente, junto con las terrazas del río Elqui, colector principal del sistema Respecto al Holoceno y Reciente se identifica preferentemente el gran aluvion que se extiende a lo largo de la quebrada Uchumi C1 - Los Conos de Deyeccion En la Comunidad que se describe, se distinguen cuatro quebradas afluentes al curso medio del río Eiqui, lás cuales pór su recorrido relativamente corto cónsti 43 tuyen un colector común que actúa como canal de descarga de sus respeçtivas ndes de tributarios. De esta manera, cada una de estas quebradas afluentes han construido enormes conos de deyección, de carácter torrencial, que constituyen huellas morfológicas de las crisis climáticas del Cuaternario. El material aparece poco traba jado, pero muestra etapas en su sedimentación, es decir, una estratificación gruesa de contactos quebrados entre los estratos de gravas gruesas, bloques y arenas en una matriz limosa. El grado de atrición representado por los materiales de estos conos es intermedio a bajo. En consecuencia, los materiales gruesos presentan características angulosas en función del corto recorrido a través del canal de descarga de las que bradas laterales. En adición, estos tramos superiores muestran fuertes pendientes y, por ende, mayor competencia erosiva para activar fragmentos mayores de roca que se encajan en las grandes masas deyeccionales que obstruyen, de esta manera, el escurrimiento fluvial del río Elqui sobre todo en la desembocadura de estas LfUC bradas. El material fino y medio de estas construcciones es principalmente, producto de un mayor grado de alteración de los afloramientos rocosos volcánicos y sedimen tarios tanto continentales como marinos. Su alta concentración, en los conos des critos ha sido consecuencia del lavado en las nacientes o cabeceras, provocado por la nieve al fundirse. La distribución de los materiales en ios conos, según las texturas mencionadas, es análoga en las cuatro quebradas principales. El material grueso-bloques, gravas -se ubica en el ápice- que forma el vértice de la construcción. Las texturas medias y finas se localizan en el tramo medio y dista!, que constituyen el frente del cono, parte marginal o periferia que pasa exteriormente, y en forma casi insensible, a la terraza aluvial del río Elqui, con excepción de aquellos tramos cuyo frente ha sido erosionado por acción lateral, de tal manera que presentan un talud de erosión. En las superficies convexas de los conos de deyección, las pendientes son mu cho menores que en las cuencas de alimentación de los mismos. Esto contribuye a la formación de una serie de cauces menores o distributarios, por pérdida de velocidad del agua al entrar al ápice, fenómeno ocurrido durante precipitaciones abundantes y causado por fusión rápida de grandes masas de nieve. C.2.- Conos de Deyección Menores Las cuatro quebradas principales, afluentes del río Elqui, presentan, a su vez, aparatos deyeccionales menores en cuanto a su dimensión y de cronología más nueva. Sus materiales constituyen aportes laterales a estos colectores a partir de las cuencas imbríferas, próximas a las divisorias principales que enmarcan la unidad. En adición a éstos se ubican otros conos, más actuales, en el frente de las construcciones más antiguas. En general, presentan materiales más nuevos, sin mayor 44 índice de alteración y desgaste, constituidos por texturas mucho menos gruesa que los anteriores, con abundancia de gravas y barro. Ambos sucesos reflejan el óptimo climático del Holoceno y de los últimos acontecimientos morfológicos. Son, hoy día, afuncionales. C.3.- La Terraza Baja del Río Elqui En ambas riberas del río Elqui, correspóndientes a su curso medio, se distingue un nivel de terraza de unos 4 metros sobre ci lecho mayor actual, relativamente continua y con breves interrupciones. Su carácter caótico muestra una facie de acumulación torrencial constituida en una terraza de descarga fluvioglacial gracias a aportes longitudinales activados por las aguas provenientes de los últimos glaciares del sistema de La Laguna. Los materiales, de origen morénico, están formados por rodados y bloques de menor grosor, con abundantes intercalaciones de lentes de arenas. Los índices de alteración son insignificantes en la mayor parte de la fracción gruesa y muy escasos en las fracciones menores. Cronológicamente, estas terrazas son más nuevas que los conos de deyección torrenciales y corresponden a la fase cata'glacial yto catapluvial del Pleistoceno Re ciente Paskoff, 1970. C.4.- Los Aluviones Los cortes en estos conos han sido producidos por ios últimos aluviones de comienzos de siglo y son altamente discernibles en la aerofoto. Notables son los ejemplos de quebrada Pullayes y el de quebrada Uchumi. En ésta, la caja fue ocupada en su totalidad, de lado a lado, por ci último aluvión y, canalizándose en dos brazos principales en las proximidades del río Elqui, cortó dos "zanjas" en las partes laterales del gran cono torrencial preexistente. En general, ci material es muy grueso, compuesto por una gran cantidad de bloques, arenas y limo y, no muestra ningún grado de alteración. En la quebrada de Uchumi, los aluviones han borrado la mayor parte de los terrenos aluviales provenientes de pequeñas terrazas y de los conos menores, cuyos materiales son más aptos para lapráctica agrícola, produciéndose el coluvionamiento de la quebrada en casi toda su extensión. En la Comunidad Uchumi-Diaguitas, además de las terrazas, conos deyec cionales mayores y menores, y aluviones, se distingue, en el flanco este de la quebrada La Hormiga, un depósito lacuste constituido por arenas rosadas y limos blanquecinos, está formado por un rcpresamicnto natural causado por la edificación del gran cono de deyección de la quebrada citada en el Pleistoceno reciente, en la fase anaglacial y/o anapluvial. Posteriormente, en la fase cataglacial y/o catapiuvial, 45 se produjo la ruptura de tales represamientos dejando ios remanentes adosados al flanco de la montaña Paskoff, 1970. D.- DINAMICA GEOMORFOLOGICA ACTUAL De acuerdo a su situacion en el bloque occidental de la unidad mayor Alta Montaña, inmediatamente aguas arriba de la gran falla longitudinal Vicuña límite entre las dos unidades de montaña media y alta, esta unidad morfologica de que brada ocupa una posición intermedia entre ios extremos de dos dominios, de tal manera que su inorfodinámica actual tiene una impronta transicional. Hay que agregar, en este caso, la influencia dci ambiente propio del valle del río Elquique divide a esta unidad en dos partes. De aquí se desprende que el proceso fluvial actual, constituye un control geo gráfico-físico en el sistema. Como nivel de base local será colector y regulador de los procesos aluvionales de las quebradas laterales así como de otras manifestaciones menores. En conjunto, esta unidad presenta una acción de evolución del relieve de sello, que es modesta en comparación a las acciones de la iltima glaciación, cuyas huellas y rasgos se observa en las geoformas presentes. Por lo tanto, los procesos actuales se limitan a la erosión laterai en sus riberas del valle principal, y a torrentes ocasionales en las quebradas laterales afluentes cuando se producen grandes lluvias. En los séc tores comprendidos en las mayores elevaciones, cuyos faldeos presentan un manto de derrubios, la combináción de factores como ci hielo, la nieve y humectación alteran el material expuesto. Esto s manifiesta en lentes de deslizamientos; corre dores de derrubios; erosión difusa; escombros crionivaic&; y, laderas de geliflucción. 46 IV.- DESCRIPcIONGEOMORFOLOGICA DE LA COMUNIDAt.CANELA BAJA A.- UBICACION, SUPERFICIE Y CARACTERISTICASGENERALES La Comunidad de Canela Baja se extiende entre las latitudes 310 09' 5 y 310 26' S y las longitudes de 71° 20' 0 y 71° 31' 0. Situada en la IV Región del país, ocüpa 312,5 Km2 31.250 hás.. Su situación en el borde occidental de la unidad morfológica mayor deno minada Media Montaña le confiere características topográficas particulares. Sus re lieves más altos alcanzan los 1.600 m.s.n.m., en el sector noreste de la Comunidad, en las nacientes de la quebrada del Espíritu Santo. Por elcontrario,los relieves más bajos corresponden al estero La Canela que alcanza a unos 300 m.s.n.m., en el extremo sur de la Comunidad. B.- ANTECEDENTES LITOLOGICOS Y ESTRUCTURALES Un vasto afloramiento plutónico ocupa la mayor parte de esta unidad. Corres ponde a intrusiones graníticas del. Mesozoico que consisten, principalmente, en diori ta, granodiorita y tonalita; algunas, de edad Jurásica y ótras del Cretácico. No se distinguen afloramientos de rocas estratificadas y toda el área está ocU pada por rocas intrusivas y depósitos aluviales y de terraza del Cuaternario. En algunos lugares se observan filones verticales, paralelosy de diversas direc ciones, que consisten en rocas básicas lamprófiros y andesitas. En los granitos se nota el efecto de la macro y micro fracturación, d?nde la acción tectónica tiene una mayor relevancia frente a las manifestaciones de los plegamientos. C.- CARACTERISTICAS GEOMORFOLOGICÁS La Comunidad de Canela Baja representa aquí a una unidad morfológica de cerros. En un 90°/o es un sector montañoso bajo, con escasos terrenos aluviales y sin aportes laterales importantes, salvo el estero Lá Cañela, a través de sus quebradas afluentes en el flanco sur; y la quebrada La Iglesia y sus tributarios. Ambos ambien tes, prácticamente, no tienen relevancia en el conjunto de la Unidad. De acuerdo a lo anterior, los cerros constituyen las formas de importancia primordial. La mayoría se encuentran alineados en un patrón de disposición caótica y con alta densidad de líneas de cumbres menores. Por consiguiente, es posible identificar un gr4n número de québradas menores, angostas y de corto recorrido, situadas en los flancos de las quebrádas mayores colectores de ellas y a su vez, afluentes de otras mayores como las quebradas del Espíritu Santo y jabonería. Estas dos últimas, soñ afluentes de la quebrada principal 47 La Iglesia, de orientación norte-sur, y que conforma, al confluir con la quebrada La Aguada o El Tome, el estero Espíritu Santo, donde desembocan las quebradas Los Ranchos y Chircal. Todo este sistema drena al sur hasta el estero La Canela, al cual, se le adiciona desde el sur la quebrada El Almendro y otras menores como Las Perdices y El Gallo. El patrón de la red de drenaje del sistema descrito, es mixto dentrítico, rectangular, paralelo y otras tramas, a causa de la intensa acción tectónica cuater naria diaclasas, fracturas, fallas que afecta a la unidad en su extensión. Se está así en presencia de un relieve montañoso, orográficamente complejo y de penetración difícil. En este sistema, las quebradas menores serpentean, caréntes de terrazas o de lechos mayores de inuñdación, conteniendo material coluvial y detritus fluviales dispersos. En el conjunto hay insignificantes aportes laterales. El modelado de este geoespacio es heredado de la acción morfogenética pluvial. La erosión lineal y sus formas son fiel testimonio de esta disección durante el cuaternario en sus etapas anapluviales y catapluviales. Las faldas de estos cerros muestran regueras con erosión incipiente y proceso de carcavamiento, cuya superficie está cubierta, en algunos sectores, por maicillo deri vado de la granodiorita y tonalita que siempre aparecen más descompuestas que las rocas que las instruyen. El granito, que evoluciona por descarnación, ha permitido la acumulación de esos materiales al pie de las elevaciones como taludes de escombros. El transporte del material depositado en las regueras, al entrar en contacto con el agua de las precipitaciones, se pone en movimiento hacia abajo, labrando o cortando un canal definido. Al transformarse esto en un proceso continuo en épocas de gran acentuación pluvial, se produjeron en el paisaje carcavas de erosión. En épocas con escasez de precipitaciones y alta intensidad de la corriente eólica, este mismo material, se convirtió en un efectivo agente de erosión de las laderas más expuestas y con escasa o ninguna cobertura vegetal. Estos y otros procesos se hallan en un estado latente, es decir, constituyen un gran potencial de degradación, formado casi exclusivamente por lomeríos, único recurso para sus habitantes, que hay que detener o desactivar a través de prácticas no antagónicas al hecho natural, ya que como sucesos, estos fenómenos están relacionados a ios materiales en ios cuales ellos ocurren. Las cabeceras de las quebradas colectoras, más importantes, presentan una cubeta o pequeña cuenca en proceso de retroceso en sus divisorias. Así, se observan deslizamientos y corredores de derrubios que aportan material a estas quebradas por efecto, fundamentalmente de la gravedad o también a causa de precipitaciones abun dantes y repentinas. La erosión y escurrimiento difuso se alternan con la erosión lineal en el mode lado típico del granito cretácico-jurásico, alterado por las acciones morfogenéticas del cuaternario que han permitido estos procesos contiguos y paralelos en una misma ladera. 48 Se puede así comprender porque las faldas de estos cerros no están en concor dancia con el clima actual, pues han sido modeladas en épocas más agresivás desde el punto de vista climático. D.- MORFOGENETICA ACTUAL La morfogénesis actual es gobernada por las condiciones climáticas imperantes, en un incesante trabajo por modelar las formas heredadas. Sus acciones son poco eficaces en comparación a las acciones del Cuaternario. Los deslizamientos localizados en esta trama montañosa baja, con expresión de lomeríos en las cubetas de recepción, se activan debido a factores como la litología; la fuerza de gravedad; y la humectación temporal del material. Cada factor puede actuar por separado, pero aquí gracias a las características del ambiente topografía-clima-litología dichos factores actúan combinados. Por lo mismo, el efecto denudativo yio la erosión resultan breves e imperceptibles. El granito de esta unidad y sus rocas asociadas -debido a su comportamiento físico- favorece la inestabilidad de las pendientes, ya sea por su exfoliación catafilar o por el maicillo en que se descompone. La energía potencial de las laderas que depende de la mayor o menor pendien te, activa el deslizamiento, agregándole energía al efecto de las repentinas lluvias, dando lugar a corredores de derrubios y a lentes de deslizamientos. En los interfiuvios se observan, además, pequeños rasgos de solifluxión a ex pensas del granito y de su desagregación granular. Aun cuando la intemperización actual tiene valores bajos, permite procesos de iluviación débil. El hombre, factor dmamico primordial, ha intervenido este paisaje, para su subsistencia, con prácticas reñidas con el medio físico. El sólo hecho de reemplazar la vegetaci6n natural por cultivos constituye un severo proceso de degradación el que se intensifica por la introducción de ganado caprino que ejerce su acción devastadora en extensas áreas. En síntesis, la degradación de este geoespacio por procesos naturales, es de carácter atenuado en las actuales condiciones morfoclimáticas; pero puede acen tuarse rápidamente bajo ciertos efectos climáticos. Por el contrario, la degradación por procesos culturales es muy acentuada y es causada por el ser humano que constituye el agente más activo dentro del sistema morfológico descrito. 49 y.- DESCRIPCION GEOMORFOLOGICA DE LA COMUNIDAD CHALINGA A.- UBICACION, SUPERFICIE Y CARACTERISTICAS GENERALES El espacio ocupado por la Comunidad Chalinga se extiende entre las lati tudes 31° 38' S y 31° 46' S y entre las longitudes 70° 49' 0 y 71° 00' 0. Su super ficie es de unos 173 Km2 17.375 hás.. Forma parte del flanco occidental de la Alta Montaña y el límite oriental de la Media Montaña, ambas Unidades mayores en la IV Región. Por consiguiente sus elevaciones alcanzan aproximadamente ios 500 m.s.n.m. en ci lecho mayor actual del río Chalinga y los 2.500 m.s.n.m. en las cumbres de la vertiente norte de la Comu nidad. Presenta un relieve moderado, transicional, entre ambas Unidades mayores. El río Chalinga, colector principal del sistema de aguas, y sus afluentes laterales llevan agua durante todo el año, debido a las lluvias a la humedad reinante y al derretimiento de la nieve en épocas de gran calor. Estós factores permiten el desa rrollo de arbustos y especies arbóreas menores en las laderas más altas, y el creci miento de álamos y sauces en el valle principal. La síntesis de este geoespacio de la Comunidad Chalinga constituye un ambiente templado en torno al valle principal. B.- DATOS LITOLOGICOS Y ESTRUCTURALES La Comunidad está compuesta sobre todo de material rocoso extrusivo e intru sivo, con edades comprendidas entre el Cretácico y el Terciario. Lasrocas sedimen tarias, principalmente clásticas, engranan con depósitos de terrazas y conos deyec cionales, de edad Cuaternaria. B.1 .- Rocas Extrusivas En esta unidad, se topa con un complejo de rocas volcánicas que corresponde a una gruesa serie de tobas, brechas y conglomerados volcánicos y rocas hipabisales que corresponderían a la anterior denominación, no usada actualmente en Chile, de "Formación Liparítica". Su formación es más antigua que las rocas intrusivas de probable edad Cretácica. B.2.- Rocas Intrusivas Estas rocas intruyen a la gruesa sección anterior y corresponden, en su mayor parte, al complejo de rocas graníticas, cuya composición varía desde diorita a gra nito. Todas estas rocas ígneas del área forman parte del batolito andino de edad Cretácica Superior a Terciario Inferior. 50 B.3.- Rocas Sedimentarias No hay manifestaciones de secuenciassedimentarias intercaladas en las rocas volcánicas, tampoco hay rasgos estructurales de continuidad regional. Las manifestaciones del Cuaternario son fundamentalmente depó.sitos de sedi mentos continentales, escombros de faldas y depósitos aluviales. C.- CARACTERISTICAS GEOMORFOLOGICAS Las geoformas que tipifican a estas comunidacs de valle son principalmente, un nivel de terraza y grandes conos dcyeccionales. Ambas están en las quebradas afluentes al valle principal que actúa como colector comdn de la Unidad. C.1.- La Terraza Aluvial En la Comunidad Chalinga se distingue nítidamente una terraza aluvial principal sobre el lecho mayor del río Chalinga. Ha sido edificada durante ci Cuater nario a través de aportes longitudinales, provenientes de la unidad mayor Alta Cor dillera. En el ambiente descrito, aparece discontinua debido en gran parte a la erosión latera]. del río durante las crecidas y al bloqueo de los grandes conos de las quebradas afluentes, que se depositaron con anterioridad a la formación de este nivel de terraza. El material de estos depósitos aluviales está bien conservado. Lo forman prin cipaimentc, gruesos bloques y grava -poco cementados- intercalados con lentes de sedimentos arenosos. C.2.- Los Conos de Deyección Estos dispositivos edificados durante ci Pleistoceno tienen un doble origen. En primer lugar se deben al brusco cambio de nivel de base local por efectos estruc turales y en segundo lugar a las condiciones climáticas de la fase anapiuvial y/o anaglacial. En general su material es grueso con superficies angulosas y subangulares, a causa del poco desgaste sufrido en su corto trayecto. En su mayor parte estos conos muestran ci paso de aluviones en su superficie. Constituyen el aporte lateral de material clástico a este ambiente de valle, principalmente a través de las quebradas Los Llapos, Cunlagua, Los Maquis, Man quehue y Litiguado. La mayor proporción de material de textura media y fina de estos conos se distribuye en su sector distal y el material más grueso en sus ápices. En las quebradas afluentes citadas arriba es posible identificar aportes laterales 51 ` menores en forma de pequeños conos deyeccionales de tipo torrencial; escombros de faldas y conos coluviales, de textura gruesa y litólogía casi siemprç granítica. C.3.- Excepciones Geomorfológicas en la Unidad de Valle Por no ser un rasgo comin y relevante de las unidades morfológicas, de valles, no se describen aquí, las' geoformas constituidas por el remanente de erosión ter ciaria en el sector noreste de la comunidad y el pçdimento en el sector sur de esta unidad. Ambas geoformas han sido descritas en ci informe regional Ferrando, 1977. ` `` ` D.- DINAMICA GEOMORFOLOGICA ACTUAL Las actuales características ambientales permiten afirmar que en esta unidad, el sistema' morfocliniático soporta acciones menos agresivas en comparación a épócas pretéritas. La diñámica se coñcentra en tres elementos morfológicos: los filos de las divi sorias, donde se ubican las nacientes o cabeceras; las laderas y el lecho mayor actual del valle. En las nacientes o cabeceras, tramos superiores donde se perciben las más fuertes pendientes, el agua de las precipitaciones adquiere su mayor velocidad y, por lo tanto, su mayor poder erosivo. Por su naturaleza litológica y su humedad, es capaz de generar considerábles movimientos de masa por arranqüe o solifluxión del mate rial. La falta de vegetación en las laderas o la presencia discontinua de una cubierta arbórea y herbácea, permite concentrar energía erosiva cuando hay condiciones pluviométricas favorables. Esto da lugar a regueras y en proceso continuo, ésto daría origen a su vez, a carcavas, con el consiguiente deterioro de la mayor parte de la unidad. Es importante aquí la presenÇia de corredóres de derrubios actiyos. En el lecho mayor del río Chalinga, cuando sufre crecidas de consideración, se produce la erosión lateral de los materiales de las terrazas y de los conos de deyec ción torrenciales, lo que se manifiesta en taludes de erosión fluvial en los frentes de ambas formas. 52 VI.- CONCLUSIONES 1.- No existe hasta la fecha, para las Comunidades de laIV Región, una cartografía geomorfolágica aplicada y detallada para usarse en la planificación o por otros especialistas. 2.- La cartografía reden elaborada por 1REN constituye un intento de avanzada para aumentar la comprensión de los procesos morfol6gicos. Tanto en lo que se refiere a la carta regional a escala 1:250.000 como las cuatro cartas que re.pre sentañ a las unidadés muestras, a escala 1:50.000. Pero es fundamental que cada sector posea una carta apropiada, 3.- Es posible distinguir en las Comunidades de acuerdo al relieve, unidades regio nales básicas tales como unidades de cerro, de valle, de quebrada, y de planicies litorales. 4.- En cada una de estas unidades se hallan geoformas comunes, como terrazas o napas aluviales; conos de deyección; aluviones y faldas que forman los recurso básicos qu.e el Hombre utiliza para sus actividades diarias. 5.- El Hombre, factor muy dinámico, ha interferido en el proceso degradativo aumentando su velocidad, ya sea indirectament.e con la introducción de bio masa tanto vegetal como animal o a través de acción directa por sus prácticas agrícolas antagónicas al medio natural 6.- Las Comunidades de cerro, situadas en su mayoría en el área occidental de la Unidad Morfológica mayor Media Montaña, presentan el grado de degradación más alejados de la situación climax, que caracteriza el nivel de equilibrio del Estado Natural de cualquiera unidad de territorio. 7.- De las categorías de Comunidades restantes, sólo las Comunidades de valle se aproximan, sin alcanzarlo, al climax de una condición de equilibrio natural. 53 VIL- BIBLIOGRAFIA AGUIRRE Le Bert, L. 1967. Geología de lasislas Choros y Damas y de Punta Choros, Prov, de Coquimbo. Apartado N° 39. Inst. Invest. Geológica.s, Chile. BOWES, W.A., KNOWLES, P.I-J., SERRANO M., KLOHN, E. 1966. Reconocimiento por uranio en el área Elqui Vicuña, Prov, de Coquimbo. En: Exploración de Minerales Radioactivos en Chile. II parte. Inst. Invest. Geológicas, Chile. Boletín N° 22. INST. INVEST. GEOLOGICAS, CHILE. 1968. Mapa Geológico de Chile. Esc. 1:1.000.000. DEDIOS Ayala, P. 1967. Cuaddngulo Vicuña, Provincia de Coquimbo, Carta N° 16. Inst. lnvest. Geológicas, Chile. PASKOFF, Roland, 1970. Le Chili Semi-Aride. Recherches Géomorphologiques. Byscaye. Bordeaux. 420 pp. 54