análisis de la realidad

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REALIDAD SOCIO – POLÍTICA Y ECLESIAL DE VENEZUELA
1. EL DETERIORO SOCIOECONÓMICO DE VENEZUELA EN 2014
Orlando Ochoa P.
Economista, MSc. PhD
[email protected]
Las dificultades económicas de Venezuela en 2014 han tomado mayor notoriedad
y cobertura internacional en medio de las protestas estudiantiles y la represión con uso
excesivo de fuerza por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
Un total de 48 economistas venezolanos dimos a conocer una percepción común,
con gran preocupación, sobre el cuadro de alta inflación, desabastecimiento y
estancamiento económico del país, en un documento de finales de enero 2014. Esta
ponencia recoge el fondo de este análisis reciente, el cual tuve la responsabilidad de
coordinar. Fue un esfuerzo de análisis realizado con el objetivo de divulgar y advertir
sobre una situación económica muy adversa, que ha empeorado por la falta de acciones
de política económica efectivas del Gobierno.
La causa del deterioro socioeconómico es la política económica y petrolera iniciada
por Hugo Chávez en 2003, la cual ha causado una serie de problemas críticos que ahora
enfrenta Venezuela y que han hecho imposible atender tres problemas muy visibles:
Abastecer al país con una mayor producción nacional, estabilizar precios con fuertes
alzas y contar con un mercado cambiario funcional que permita normalizar las
relaciones comerciales con el resto del mundo.
El deterioro de las cuentas externas de Venezuela, a pesar de los altos ingresos
petroleros, ha originado un grave problema de desabastecimiento y de escasez
generalizada de productos alimentarios, medicamentos, equipos, maquinaria, repuestos
y otros insumos para las distintas actividades productivas del país. La medición de
escasez del Banco Central de Venezuela indica que, en promedio, los productos de la
canasta de consumo familiar no se encuentran en 31% de los establecimientos; pero los
productos alimenticios como la leche, el azúcar, el aceite comestible, han llegado a tener
niveles superiores al 60%. La paralización de cadenas de producción nacional, por falta
de insumos importados, viene creando elevando el desempleo, el cual asciende
rápidamente como problema y angustia social junto al alto costo de la vida y la
inseguridad personal en las encuestas de opinión pública. Las estadísticas oficiales han
venido dejando de reflejar la realidad social al ser usadas en el Instituto Nacional de
Estadísticas (INE) como la base de propaganda de un presunto éxito de un modelo
político.
Los desequilibrios acumulados en materia fiscal, monetaria y cambiaria de la última
década se manifiestan también en una tasa de inflación anual de las más altas del
mundo, 61,4% es la medición anualizada a abril 2014. Este cuadro se presente en medio
de un déficit del sector público consolidado excesivamente alto, estimado en 2013 en
15% del PIB, y el indebido e inconstitucional financiamiento monetario del Banco
Central de Venezuela (BCV) de gran parte de déficit público, junto a una severa
restricción en la entrega de divisas petroleras por parte de PDVSA para pagar las
importaciones del país, debido a sus compromisos externos acumulados a lo largo de
varios años.
Estas divisas petroleras, a su vez, se administran bajo un régimen de control de
cambio propenso a la corrupción, en medio de un amplio diferencial cambiario entre la
tasa oficial y la tasa no oficial, promovido por la misma política de gasto público
deficitario con financiamiento monetario. Se trata de un auténtico círculo vicioso de
prácticas gubernamentales, incapaces de proveer estabilidad económica a Venezuela.
La situación socioeconómica actual se deriva de una conducción política seguida
por el Gobierno de Maduro, con pautas previamente fijadas por Hugo Chávez. Se han
esforzado en mantener una base de apoyo popular y militar al régimen a través de un
fuerte gasto social y la ideología socialista del siglo XXI. Para eso ha usado, primero, el
pilar de la economía subsidiada y altamente regulada, financiada de todas las maneras
posibles con alto endeudamiento e incluso financiamiento monetario, violando
imperturbablemente los artículos 314, 318 y 320 de la Constitución; segundo, ha usado
el control militar como base de la llamada “unión cívico-militar” que ha pretendido
imponer la visión ideológica del socialismo chavista sobre la Fuerza Armada, violando
también abiertamente la Constitución en los artículos 328 y 330.
El control sobre la economía se comenzó a ejercer en forma creciente a partir
2003, con nacionalizaciones, expropiaciones, control cambiario y fijación de precios. La
base de la expansión de los beneficios sociales fueron fondos presupuestados y otros
provenientes de operaciones de crédito con China, la tesorería de la estatal petrolera
(PDVSA) y el sometimiento del BCV; pero también estos medios de control
económico y militar crearon una gigantesca red de corrupción cambiaria, negocios
turbios dentro del Estado, así como llevaron a la rápida decadencia de cientos de
empresas públicas tradicionales y de las nuevas empresas “socialistas”. El control
militar se expandió dentro y fuera de la Fuerza Armada Nacional, hasta colocar a
militares activos o retirados al frente de los entes financieros y de ejecución de gasto en
obras públicas más importantes del Estado.
1.1. Los serios problemas económicos del 2014 no son coyunturales, se han
acumulado y agravado
El gobierno de Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro han presentado como
resultados favorables de su gestión el crecimiento de la economía, la reducción del
desempleo, de la pobreza y de la desigualdad en la distribución del ingreso. Los
problemas económicos que se mantuvieron sin resolver, como la inflación y la
sobrevaluación de la tasa de cambio oficial (que condujeron mayores importaciones, en
reemplazo de la producción nacional y a la pérdida de valor del bolívar ante el dólar en
el mercado no oficial), fueron atribuidos por el gobierno a desviaciones capitalistas,
campañas de opositores políticos y especuladores.
A partir de 2012, a los problemas de alta inflación y mayor dependencia de las
importaciones de toda clase de productos, antes elaborados en el país, se sumaron una
ampliación de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el no oficial, además de
escasez persistente de alimentos, medicinas e insumos básicos para producir bienes de
primera necesidad y para el sector construcción. La parálisis parcial de cadenas de
producción por falta de insumos ha venido creando además de desabastecimiento de
bienes de consumo, un elevación de la preocupación de la población manifiesta por la
población respecto al desempleo (aunque las estadísticas oficiales no la muestra) y una
creciente tensión social que alimenta las protestas en las calles de las grandes ciudades
del país. Aunque el gobierno ha preferido presentarse como víctima de una presunta
“guerra económica” del sector empresarial, existen bien conocidas y documentadas
razones económicas para esta difícil situación socioeconómica de Venezuela.
Desde el 2010 el acentuado deterioro de sectores productivos públicos y privados,
las fallas del régimen de control de cambio y los manejos fiscales-monetarios distantes
de la sensatez y las pautas de la Constitución, se han hecho sentir sobre la población.
Hay cuatro aspectos centrales de la problemática económica no resueltos desde entonces
y que ahora ejercen una influencia muy adversa sobre la situación económica del país.
Primero, es evidente que ya no existe la simple relación directa entre un precio del
petróleo más alto y una mayor actividad económica venezolana, ni tampoco existe un
mínimo control gubernamental sobre la presión inflacionaria, ni han podido organizar
un mercado cambiario funcional y estable. Las consecuentes distorsiones en las
actividades económicas (entre ellas la sobrefacturación de importaciones y el
contrabando de extracción a países vecinos), asociadas un control cambiario con amplia
corrupción y la caída de reservas internacionales del BCV, debido a compromisos
externos de PDVSA cercanos a un 50% de los ingresos brutos en divisas por
exportación petrolera, comenzaron a deteriorar aún más el panorama económico del país
a partir de la segunda mitad del 2012. Estas desviaciones de divisas petroleras fuera del
BCV, se explican por grandes transferencias a fondos gubernamentales con cuentas en
el exterior, al pago de los compromisos financieros adquiridos con China; y, entre otros
factores, en la caída de ingresos de PDVSA por el financiamiento preferencial en ventas
petroleras a largo plazo otorgado a Petrocaribe, Petrosur, Petroandina y Cuba.
Segundo, esta crisis no obedece exclusivamente a políticas económicas
desacertadas sino a una conducción gubernamental sin respeto a límites legales en el
área económica-financiera y a una concepción ideológica radical, con ambiciones
explícitas de hegemonía sobre las instituciones del Estado, la cual justifica el fin
revolucionario y los objetivos políticos-electorales por encima de cualquier otra
consideración de interés nacional; es muy difícil tener una verdadera democracia
cuando además del control partidista sobre los poderes públicos, el poder económico del
estado petrolero se usa para fines sociales, partidistas y electorales, simultáneamente,
bajo distintos mecanismos de coerción.
Tercero, desde 2009 la pérdida de la eficacia productiva y del potencial de
producción en prácticamente todos los sectores de la economía, agravada por
restricciones al acceso oportuno de divisas, se ha convertido en un impedimento más
para el amplio y normal abastecimiento con producción nacional; también impide la
generación de empleos estables y mejores remuneraciones a los trabajadores que no
sean menguadas por la inflación. En Guayana, las empresas básicas han reducido
alarmantemente su producción y su capacidad potencial en los últimos años. Siguen
operando con fuertes pérdidas y baja calidad gerencial, lo que en conjunto impide la
nueva inversión y renovación tecnológica. Algunas empresas estatales subsisten con
transferencias de recursos desde el Gobierno Central, el Fondo Chino (préstamo a ser
pagado con petróleo) y el inflacionario financiamiento monetario del BCV. El sector
eléctrico también refleja la debilidad y vulnerabilidad de las empresas públicas antes
mencionadas y no puede haber desarrollo sostenido de actividades económicas sin alta
inversión y gerencia eficaz en el sector eléctrico.
Cuarto, el sector agrícola, base de la producción nacional de alimentos, sigue
seriamente golpeado por la política de expropiaciones, confiscaciones e importaciones
masivas de alimentos por parte del Estado; por los controles de precios, rezagados
respecto a la presión inflacionaria sobre los costos y por la nacionalización de
Agroisleña, empresa clave de servicios al sector agrícola privado; además, el potencial
productivo del sector agrícola también se ha reducido drásticamente. En este sector la
absoluta mayoría de las nuevas unidades estatales de producción socialistas han
fracasado, luego de la expropiación por parte del Estado de casi 5 millones de hectáreas
de tierras agrícolas.
La política gubernamental no sólo no ha resuelto estas dificultades, sino que ha
permitido que se agraven con el tiempo.
1.2. Los problemas en la industria petrolera y su impacto sobre la crisis
económica
Entre 2012 y 2013 las exportaciones petroleras representaron 96,3% del total de
exportaciones del país, la más alta tasa de dependencia jamás registrada desde que en
1950 se comenzaron a llevar las cuentas nacionales. El precio del petróleo promedio
anual ha mantenido una trayectoria alcista desde 2002 hasta 2012, con la excepción de
2009 y 2010. En 2013 el precio de la canasta de exportación venezolana fue de
US$99,49. Aun así, el Plan Siembra Petrolera anunciado en 2006 con una meta de
producción de 5.800.000 de barriles diarios (b/d) para 2012 no avanzó en sus objetivos.
La petrolera estatal produjo en 2013, según
cifras provistas por empresas
internacionales que siguen el comercio petrolero, unos 2.645.000 b/d de crudo, más
unos 100.000 b/d de condensados. Es decir, menos de la mitad de la meta del Plan
Siembra Petrolera. Este monto de producción de 2013 cayó 1,7% respecto a 2012.
Distintos entes internacionales han alertado sobre la sistemática diferencia entre las
cifras observadas en el comercio internacional y las provistas por el gobierno
venezolano, que ha mantenido un alto perfil de noticias manejadas con sentido político
y propagandístico.
Las exportaciones petroleras del 2013 fueron según las fuentes señaladas, de
1.928.000 b/d, lo cual revela un significativa caída de 6,4% respecto a las exportaciones
del 2012. Por otra parte, el deterioro de las grandes refinerías venezolanas por falta de
mantenimiento y experticia, corroborado por la frecuencia de los accidentes que
paralizan parcialmente algunas instalaciones; y el aumento del consumo nacional,
incluyendo un elevado contrabando de extracción a países vecinos, tuvo como
consecuencia que las importaciones de derivados se elevaran a 165.000 b/d en 2013, un
aumento de 8,2% respecto a 2012; adicionalmente, las importaciones de crudo para ser
usado como diluyente de petróleo extra-pesado se estiman en 15.000 b/d en el 2013;
estas importaciones tuvieron un costo total estimado en US$8.400 millones. Estas
crecientes cifras de importaciones de productos y crudo en nuestra actividad económica
dominante, reducen el ingreso neto por exportaciones petroleras.
Son notorios los reclamos de los socios internacionales sobre la falta de recursos
humanos calificados y fondos en PDVSA para mantener los planes de inversión
conjuntos, necesarios para elevar la capacidad de producción de crudo y productos
refinados. Por el contrario, las fuentes de comercio internacional indican una tendencia
a caer en la producción y exportación propia de PDVSA de crudos ligeros y medianos,
compensada parcialmente por la mayor producción de crudos extra-pesados en los
consorcios de la Faja del Orinoco; aunque sin contar con nuevos mejoradores de estos
crudos, que son los que elevan su valor agregado y su precio internacional.
Otra señal inequívoca de dificultades financieras en PDVSA, es que no ha podido
cumplir con las obligaciones fiscales con sus propios recursos financieros, a pesar de
altos precios del petróleo; y desde 2010 recurrió a entregar pagarés al Tesoro Nacional
como medio de pago de sus obligaciones fiscales. Este ente los ha intercambiado por
efectivo en el BCV, autorizado por otra modificación a la Ley del BCV en 2010, que
claramente viola el artículo 320 de la Constitución que establece que el BCV no
convalidará políticas fiscales deficitarias.
La consecuencia, universalmente conocida, del financiamiento monetario del
banco central al gasto deficitario de empresas del sector público, es la presión alcista en
el mercado cambiario (no oficial) e inflación más alta. Es aquí donde la crisis cambiaria
o de balanza de pagos se comienza a tornar en una crisis social, además de deteriorar
aún más el aparato productivo nacional, bajo un asfixiante régimen de control de precios
y de cambio, muy rezagado en suplir divisas al sector privado; además, con una amplia
demanda de divisas, alimentada por la rápida expansión de la masa monetaria (creada
para financiar el déficit de PDVSA y de otras empresas) y un creciente diferencial
cambiario sobre la tasa no oficial.
Esta especie de círculo vicioso, de centrífuga muy perjudicial, de déficit público,
restricción en entrega de divisas petroleras al BCV, emisiones de dinero sin respaldo del
BCV, depreciación del bolívar, elevación de la inflación y caída de salario real; para
luego tener un nuevo impacto alcista sobre el déficit del sector público, constituye un
gran desafío a la política económica actual, de escasa coherencia y renuente a atacar las
causas de estos graves problemas.
De hecho, la profundización y ampliación de controles cambiarios, de precios y
de las ganancias en 2014, desconoce toda la experiencia internacional en contra de dicha
respuesta gubernamental a una crisis cambiaria, de más controles distorsionantes, y
refleja más bien los prejuicios ideológicos provenientes de la llamada “lucha de clases”,
citada con frecuencia por voceros oficiales y promovida por el fracasado socialismo
marxista del siglo XX.
La estabilidad económica y social de Venezuela se ve
seriamente amenazada en 2014 en medio de este perverso círculo de políticas erradas.
1.3. Se requiere rectificar en las políticas gubernamentales
El impacto de la devaluación del bolívar de febrero 2013 y de enero 2014 sobre los
precios al mayor y al consumidor, acompañados por la limitada e irregular entrega de
divisas al sector privado y la rápida depreciación del bolívar en los mercados no
oficiales de las fronteras, llevó a elevar los precios en bienes importados o nacionales
con componentes importados; se dispararon de tal manera, que el poder de compra del
venezolano comenzó a caer rápidamente desde el año pasado.
Van 11 años desde el establecimiento del régimen de control de cambio y las
distorsiones inducidas en los sectores productivos han sido muy negativas para el
desarrollo económico del Venezuela. Cambiar el nombre a la misma plataforma
tecnológica y cuerpo de funcionarios, no va a hacer al Centro Nacional de Comercio
Exterior (CENCOEX) menos propenso a prácticas de corrupción, ni permitirá detectar
la fallas de suministros de decenas de miles de insumos y productos, cuya ausencia o
retraso detienen líneas de ensamblaje y paralizan el abastecimiento a las redes de
distribución nacional. Detener este proceso de deterioro económico y social debería ser
la prioridad de un Gobierno con genuina sensibilidad social.
En una economía abrumada por controles cada vez más ineficaces en sus objetivos,
la corrupción florece y crea grandes fortunas compartidas entre funcionarios y
oportunistas del sector privado; todo esto ocurre bajo los perversos incentivos
originados en la ineficiente asignación de recursos, fomentada por la misma política
oficial de controles, para fines más políticos y electorales que económicos.
La inflación en alza y las amplias distorsiones cambiarias empobrecen más a los
pobres y aumentan la riqueza de los pocos que tienen acceso a ahorros en moneda dura,
lo cual deteriora rápidamente la distribución del ingreso nacional. De continuar el
Gobierno en el presente curso, los problemas económicos de los venezolanos se
agravaran en forma dramática. El alza sostenida de los precios, la caída del ingreso real,
las limitadas oportunidades de empleos bien remunerados y la escasez de alimentos,
medicinas y una variedad de bienes de uso frecuente, harán de la vida de los
venezolanos un proceso de empobrecimiento y padecimiento por pesadas dificultades
económicas, todas relacionadas entre sí.
El camino a la solución de los problemas petroleros y económicos descritos, la
verdadera causa, se puede iniciar con la reorganización del flujo de divisas de PDVSA,
liberándolas de obligaciones de carácter político, nacional e internacional, lo cual debe
facilitar recursos financieros para el aumento de la capacidad de producción petrolera y
elevar el suministro de divisas al BCV, el cual fue de 98% del total de las exportaciones
petroleras antes de 1999; y fue disminuyendo hasta representar sólo 53% de las
exportaciones en los tres primeros trimestres de 2013.
Las políticas aisladas, tomadas únicamente por razones fiscalistas, tales como
devaluar o incrementar el precio de la gasolina, sólo generan malestar en la población
sin resolver el problema de fondo del desbalance fiscal y sin frenar el círculo vicioso de
más controles, menor producción, más contrabando y corrupción, causando mayor
inflación y escasez, lo cual impide el desarrollo de una economía productiva y una
sociedad próspera. Es necesaria una política económica coherente, sin prejuicios
ideológicos arrastrados del siglo XX, que enfrente de modo gradual y decidido los
problemas económicos acumulados en los últimos 10 años.
Un sector petrolero fuerte y en crecimiento, una política cambiaria adecuada y
sostenible, conjuntamente con un sólido balance fiscal transparente (sin fondos públicos
en divisas en el exterior para gasto extra-presupuestario discrecional) es compatible con
una amplia política social contra la pobreza, un banco central autónomo y distante de
financiar el déficit público, lo cual permite defender el poder adquisitivo del salario real.
Instituciones sólidas y respetadas, con políticas sanas y transparentes, son condiciones
esenciales para reducir la inflación y el endeudamiento, elevar el salario real y estimular
el crecimiento de la producción nacional y el empleo, para así alcanzar una estabilidad
económica duradera.
Cuando se alcanza la estabilidad económica, las políticas sociales pueden
cumplir con mayor efectividad sus objetivos, en particular sobre la pobreza extrema, la
cual no es superable sólo con crecimiento económico y estímulo a la creación de
empleo; esta combinación de política económica y social coordinadas pueden mejorar
efectivamente la calidad de vida y a protegernos de los males que nos agobian hoy en
Venezuela. Inculcar el valor de vivir del ingreso provisto por el trabajo propio y no de la
renta petrolera administrada por el Estado y le partido de gobierno, exige un marco de
política económica, petrolera y social muy distinta al actual. Confiamos en que la actual
crisis económica y política, con serias y dolorosas consecuencias sociales, lleve a
Venezuela a buscar un camino de grandes cambios y esfuerzos para rectificar.
El bienestar presente y futuro de los venezolanos depende de combinar la
sensatez económica y la sensibilidad social con un ánimo político de rectificación, con
apego sincero a la democracia y el respeto a los derechos humanos de quienes protestan
y cuestionan la conducción actual del gobierno de Venezuela.
2. REALIDAD SOCIO – POLÍTICA EN VENEZUELA
Genry Vargas Contreras
Para enmarcar nuestro análisis sobre la realidad sociopolítica en Venezuela debemos
establecer como premisa que el hombre se organiza en grupos sociales con la finalidad
de lograr la mayor eficiencia en la satisfacción de las necesidades de quienes conforman
ese grupo social en la búsqueda del bienestar colectivo e individual, y que estos grupos
han evolucionado hasta constituirse en naciones. Así mismo, queremos establecer que
este proceso evolutivo dejó atrás la visión aislada de país y cada vez más se hace
imprescindible tomar en cuenta el fenómeno de la globalización en la explicación del
comportamiento de las sociedades nacionales.
Por lo antes expuesto, podemos concluir que las relaciones que se derivan de la
organización de la producción y distribución de bienes y servicios para satisfacer las
necesidades en la búsqueda del bienestar individual y colectivo de los integrantes de
esos grupos sociales son un factor importante para determinar las bondades y
efectividad de la organización social del mismo.
2.1. ANTECEDENTES
La economía venezolana desde la época colonial hasta mediados de la tercera década
del siglo XX era un país agrícola. Presentaba una realidad económica sustentada en una
organización social con preeminencia de los terratenientes y la existencia de la
esclavitud hasta 1854, año en que el presidente José Gregorio Monagas decretó su
abolición. Todo este período se caracteriza por el caudillismo que se genera en la gesta
independentista y que por su prolongada existencia deriva en el militarismo presente
hasta nuestros días. A partir de la segunda década del siglo XX con la aparición del
petróleo, Venezuela se convierte en un país rentista petrolero y se transforma en un
corto período toda la organización social, política y económica del país. En este período
y en un plazo muy corto Venezuela pasa de ser un país rural a ser un país urbano. En los
albores del siglo XX, el sistema político es una larga dictadura militar encabezada por
los Generales Cipriano Castro (1899-1908) y Juan Vicente Gómez (1908-1935), que
determinó la extinción del caudillismo, la organización de las fuerzas armadas
nacionales como base de sustento del régimen, la organización de las finanzas públicas,
que permitió el pago de la deuda externa, con el manejo de los dineros de la nación
como un patrimonio personal.
Con el auge de la actividad petrolera y sobre la legislación que asigna al Estado la
propiedad de los recursos del subsuelo y por ende de la renta que ellos generen, el
financiamiento de la actividad gubernamental cada vez se sustenta en mayor cuantía en
la renta petrolera, y el Estado se hace independiente del aporte de los ciudadanos. Así,
los recursos de esa renta petrolera son tan abundantes que el gobierno puede financiar el
desarrollo de infraestructura en forma acelerada, y la clase política, por su poder de
decisión en materia petrolera y fundamentalmente en la distribución de su renta, se
convierte en la clase preponderante con el apoyo de los militares. Este período se
caracteriza por un período de transición hacia la democracia pero con inestabilidad
política, hasta que en 1948 se produce un golpe contra el Presidente Rómulo Gallegos a
lo que sigue la dictadura militar, la cual culmina con la caída de la dictadura militar de
Marcos Pérez Jiménez en el año 1958. A partir de ese momento se inicia el período
democrático con dos incidentes importantes: a) el denominado Caracazo (27 de febrero
de 1989), estallido social producto de las desigualdades y desequilibrios económicos y
sociales que venía acumulando el país desde la década de los 70 y la difícil coyuntura
derivada de las medidas de orden económico que instrumentó el gobierno del
expresidente Carlos Andrés Pérez; y b ) el intento fallido de golpe de estado (04 de
febrero de 1992) encabezado por Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Yoel
Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta por el campo militar y Douglas Bravo jefe de uno de
los movimientos guerrilleros por el campo civil.
En este período democrático, la ingente renta petrolera determinó un conjunto
importante de avances en el orden social, pero el hecho de que la gestión pública se
financia con la renta petrolera, en cuya generación participa sólo un pequeño grupo de
la población, generó un divorcio entre las expectativas de la ciudadanía y las de la
dirigencia de los partidos políticos que además ejercían la administración de la renta
petrolera.
Las condiciones antes descritas definen la relación esencial de Venezuela como país
rentístico petrolero en el que se producen:

Hechos frecuentes de corrupción.

Deterioro importante de las condiciones socio-económicas de los grandes grupos
de la población.

Diferencia abismal entre las condiciones de los sectores más vulnerables (el
porcentaje más importante de la población) y los grupos económicos que en general se
forman y se consolidan a la sombra de la renta petrolera y por ende de sus
administradores: la dirigencia política.

Desaceleración del crecimiento y fortalecimiento de la clase media.

Deterioro de los partidos políticos tradicionales y del sistema político en general.
Como consecuencia lógica de este panorama aparece un discurso con un alto contenido
de antipolítica, el consecuente deterioro de los partidos, por parte de la ciudadanía y los
grupos económicos creados por esa clase política que consideraron que podían ejercer
con mayor eficiencia la dirección política del país, culminando con la llegada al poder
en diciembre de 1998 de los líderes del fallido golpe del 04 de febrero de 1992 por la
vía electoral.
2.2.
SITUACION ACTUAL
2.2.1. Ámbito Político
La realidad venezolana en los últimos 55 años en el ámbito político podemos dividirlo
en dos etapas, la primera (40 años) se inicia en enero del año 1958 con la caída de la
dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez y finaliza con la elección de Hugo Chávez
Frías en diciembre de 1998. La segunda etapa comienza a partir de enero de 1999 con la
toma de posesión de Hugo Chávez hasta hoy, por lo que el análisis de esta última etapa,
autodenominada “revolución bolivariana” es el elemento determinante para caracterizar
la actual situación social, política y económica de Venezuela.
Esta división la realizamos por cuanto los lineamientos que se incorporan a partir de
1999 en la actividad social, política y económica del país cambian radicalmente, aun
cuando en los comienzos de la segunda etapa, en lo declarativo se planteara este cambio
como no radical en cuanto al modelo económico y sociopolítico. Sin embargo, el
análisis de los hechos indica lo contrario, pues se inicia este período con el llamado a
una Asamblea Nacional Constituyente con una participación casi exclusiva de militantes
del nuevo sector oficialista (sólo 6 de los 131 miembros no eran partidarios del
oficialismo). Esta Asamblea produce ese mismo año el proyecto de la nueva
Constitución (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela) que es aprobada
en diciembre de 1999.
La Nueva Constitución establece un conjunto de cambios entre los cuales podemos
mencionar:








Democracia participativa y protagónica en sustitución de la representativa
Institución del Poder Moral y Electoral
Pasar el periodo presidencial de 5 a 6 años
La reelección inmediata del Presidente por una sola vez
Pasar de un Congreso bicameral a una Asamblea unicameral
Incluye el referéndum revocatorio para los cargos de elección popular
Se establecen un conjunto de derechos para la población indígena
Se cambia el nombre de República de Venezuela por República Bolivariana de
Venezuela.
El 30 de Julio del año 2000 se realiza la denominada mega elección, pues el proceso
electoral incluía la Presidencia de la República, las Parlamentarias, las Regionales y las
Municipales, según lo establecido en la nueva Constitución. También se inició un
período de revisión de la legislación venezolana a los fines de compatibilizar las leyes
con la nueva Constitución. El Partido del Presidente Chávez obtiene la mayoría
parlamentaria (92 de 165, esto es 55,76% de los diputados), la mayoría de las
gobernaciones (14 de 23, esto es 60,87% de los gobernadores) y ocupa el segundo lugar
como fuerza electoral en materia de alcaldías (80 de 335, esto es 27,16% de los
alcaldes). Además, la mayoría obtenida en la Asamblea Nacional le permite al nuevo
gobierno decidir unilateralmente sobre las designaciones en el poder Moral, Judicial y
Electoral). Se estableció con mayor regularidad una modalidad utilizada hasta este
período sólo en forma excepcional, como lo es el otorgamiento al Presidente de leyes
habilitantes, por medio de las cuales la Asamblea Nacional comparte por delegación la
potestad legislativa con el Presidente de la República, habilitándolo para legislar bajo la
figura de los denominados decretos leyes. En el período inmediatamente anterior esta
figura se utilizó excepcionalmente y en áreas de competencia específica. Sin embargo,
en este último período se viene aplicando la mayor parte del tiempo y en forma
genérica, incluyendo la potestad de promulgar decretos leyes con la jerarquía de leyes
orgánicas.
El Ejecutivo Nacional desde sus inicios en el año 2000 instrumenta un proceso para
asumir el control hegemónico de los restantes poderes públicos (Legislativo, Judicial,
Moral y Electoral) y de las principales instituciones de la economía del país. En el año
2002 se presentó el denominado paro petrolero que culminó con el despido de más de
18.000 trabajadores de la industria fundamental del país y la reforma de la ley del Banco
Central de Venezuela, que vuelve a ser reformada en los años 2005, 2010, y 2011.
2.2.2. Ámbito Económico
Como puede observarse en los distintos programas de gobierno presentados por el
actual gobierno a partir de 1999:

Programa Económico de transición 1999-2000 (Junio 1999)

Programa Económico 2000 (Marzo 2000)

La propuesta de Hugo Chávez para continuar la Revolución (Mayo 2000)

Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007
(Septiembre 2001)

Proyecto nacional Simón Bolívar (Primer plan socialista 2007-2013)
(Septiembre 2007)

Programa de la Patria –Ley del Plan de la Patria (2013-2019) (Junio 2012)
En el ámbito Económico la estrategia gubernamental en los últimos 15 años ha estado
signada por una creciente intervención estatal en toda la actividad económica del país y
luego de los sucesos del 2002 (huelga petrolera) se organiza una estrategia para ejercer el
control total del aparato productivo y partir del 2005 se oficializa el objetivo de instaurar
el modelo socialista que el Presidente bautizó como “socialismo del siglo XXI” y aun
cuando no existe explícitamente una definición del término, se ha venido utilizando esta
ambigüedad como respaldo y justificación de cualquier acción gubernamental violatoria
del marco legal vigente, especialmente en lo relacionado con la propiedad o cualquier
forma de actividad privada.
La instauración del modelo socialista propuesto encuentra en la Constitución de 1999
(calificada inicialmente por el oficialismo como la mejor del mundo) serias limitaciones,
razón por la cual en el 2007 el Presidente planteó a la Asamblea Nacional su
modificación. Esta propuesta incluía la modificación de 33 artículos y la Asamblea
Nacional la amplió proponiendo la modificación de 69 artículos.
La esencia de la propuesta inicial permitía la conformación de Venezuela como Estado
Socialista y la reelección indefinida del presidente de la República y en la ampliación
propuesta por la Asamblea Nacional, se incluye entre otras adicciones, la reelección
indefinida para todos los funcionarios electos por votación popular). Esta propuesta fue
sometida a referéndum nacional y resultó negada por la mayoría de los venezolanos. A
título de ejemplo podemos citar algunas de las características de la acción gubernamental
en el área económica:

Expropiación de empresas para la creación de empresas de producción social

Expropiación de alrededor de 4 millones de Hectáreas de tierras productivas
hasta el 2013 y los organismos estatales que rigen la materia proyectan alrededor
de 400.000 Hectáreas más para el 2014.

Incremento en el número de empleados públicos en más del 80% en los último
10 años colocando el número de empleados públicos directos en alrededor de
2.450.000 trabajadores.

Controles de precios

Control cambiario

Control de la tasa de interés y del comercio exterior.
Es importante destacar que independientemente de los resultados del referéndum a
partir de esa fecha por leyes sancionadas por la Asamblea Nacional o en ejercicio de las
leyes habilitantes concedidas al Presidente de la República se han establecido cambios
en el marco legal vigente que apuntan al control del Banco Central de Venezuela y al
establecimiento de un modelo socialista, en abierta contradicción con el texto
Constitucional, con el respaldo de todas las instancias del poder judicial, incluyendo el
Tribunal Supremo de Justicia. Se ha consolidado un Estado donde no hay separación de
poderes y el poder ejecutivo es el que orienta las decisiones judiciales y legislativas del
país.
La inseguridad jurídica planteada en todos los órdenes de la vida nacional y el poco
respeto por los derechos de propiedad privados, así como los desequilibrios
macroeconómicos deriva en una disminución drástica de la inversión privada (nacional
y extranjera), lo que aunado a la política de expropiaciones para la creación de empresa
de producción social cuyos resultados hasta ahora son muy negativos, ha disminuido
sustancialmente nuestra capacidad productiva. Esta se compensó hasta el 2012 con las
importaciones masivas de bienes y servicios que son distribuidas fundamentalmente a
través de los mecanismos subsidiados, creados por el ejecutivo (MERCAL, PDVAL,
BICENTENARIO, etc.) y la asignación de divisas a miembros del sector privado
afectos al oficialismo. Como es fácil de comprender, este mecanismo se convirtió en
caldo de cultivo para el crecimiento desmesurado de la corrupción, con niveles de
impunidad alarmantes.
La conjunción de la política interna descrita, la política internacional de convenios de
cooperación tan onerosos como los existentes con Cuba, los importantes auxilios
financieros a Argentina y la asignación de cuotas de petróleo a países del Caribe y
Suramérica con descuentos importantes, con periodos de gracia en general entre 17 y 25
años de plazo y un interés del 1% anual, el manejo ineficiente y politizado de la
empresa petrolera única generadora de divisas y de gran parte del presupuesto nacional,
hace aún más difícil la situación económica interna. Así, se ha deteriorado la posición
financiera y la capacidad productiva de PDVSA, la cual ha aumentado su
endeudamiento para respaldad los programas sociales del gobierno, teniendo que
incurrir en morosidad y en endeudamiento para financiar su propia operación. Este
endeudamiento es cada vez más oneroso, pues el alza en el índice de riesgo país, gracias
al mal desempeño fiscal de nuestra administración pública, que hemos descrito
parcialmente, ha derivado en acuerdos especiales como el Fondo Chino (deuda pagadera
en petróleo a precios preferenciales) y un incremento sustancial de la deuda internaEsto se traduce en una deuda pública total de 115. 282 millones de dólares al cierre del
año 2013, observándose el mayor incremento en los últimos cuatro años.
Las condiciones en que todas estas operaciones y convenios internacionales se realizan
son aprobadas generalmente en condiciones poco transparentes para los venezolanos,
con el respaldo legal de las leyes habilitantes y en algunos casos por la mayoría
circunstancial en la Asamblea Nacional. En el ámbito interno se acude a la creación de
gobiernos regionales y locales paralelos, financiados generosamente, utilizando entre
otros mecanismos el de la subestimación de los ingresos ordinarios para ejecutarlos
como recursos extraordinarios, violentando las asignaciones a la administración pública
descentralizada formal y los controles previstos en las leyes para los recursos
presupuestarios ordinarios.
Por todo lo antes expuesto podemos concluir que en Venezuela el control político
determina el control económico y por ello la estrategia adoptada en los últimos quince
años deriva en la conformación de una economía dependiente casi totalmente de la renta
petrolera controlada por el Estado, como se evidencia en la evolución de las principales
variables macroeconómicas presentada en cuadro anexo.
Las consecuencias negativas que se generan con la fuerte contracción del sistema
productivo se minimizaron con la sustitución de la importante disminución de la
producción nacional con la importación masiva de bienes y servicios por parte del
gobierno y su distribución con altas tasas de subsidio financiadas por esa renta
petrolera. Sin embargo, las crecientes exigencias de financiamiento de este modelo
político y la reducción en las divisas aportadas por la Industria Petrolera producto del
manejo ineficiente, las exigencias del financiamiento a sus aliados políticos
internacionales, la venta a futuro de petróleo para hacer frente al servicio de la
impresionante deuda externa que luce inexplicable en el periodo más largo de bonanza
en los ingresos petroleros, obligan a una serie de medidas como macro devaluaciones
disfrazadas que encarecen sustancialmente los productos importados.
Todos estos elementos explican que un país con los recursos naturales más cuantiosos
de Latinoamérica y de buena parte del mundo, en los últimos años presente un deterioro
acelerado en materia de bienestar social. El 2013 cierra con una inflación anual del
56,15% (para el rubro de alimentos es muy superior) y un índice de escasez del 22,2% y
para el mes de marzo del presente año se ubica la tasa anualizada de inflación en 59,4%
(la más alta de América Latina y el Caribe) y el de escasez 26,9%.
Frente a este evidente deterioro de las condiciones socio económicas, las expectativas se
cifraron en los acostumbrados anuncios del primero de mayo por parte del Ejecutivo,
quien anunció un incremento del 30% en el salario mínimo que aunado al 10% vigente
desde enero para compensar parcialmente y a posteriori la inflación del 2013, reflejan
un deterioro importante del salario real del trabajador venezolano. Este deterioro se verá
reforzado por el efecto de las devaluaciones disfrazadas, como el caso de la aparición
del SICAD II, cuyos efectos sobre los niveles de precios y la escasez se sentirán a partir
de segundo trimestre del 2014.
2.2.3. Ámbito Social
En el ámbito social, los lineamientos de trabajo están enmarcados en:

Ampliación en el reconocimiento del derecho a las pensiones de las personas de
la tercera edad e incremento de los montos.

Un incremento de la transferencias de recursos a los sectores más vulnerables de
la sociedad, fundamentalmente a través de las denominadas misiones (programas
sociales) destacando la misión “Barrio Adentro” en convenio con el gobierno cubano.
Estas misiones no forman para el trabajo productivo ni lo estimulan y se convierten en
un mecanismo de proselitismo político.

Un incremento cuantitativo formal de la matricula estudiantil, con el acoso al
sistema educativo existente y la creación de un sistema paralelo de carácter
ideologizante y de dudosa calidad.

Un discurso agresivo culpando a la clase empresarial y a la clase media como
responsables de la situación de minusvalía de las clases populares.

Subsidios importantes a los servicios públicos, pero sin una política de calidad
de los que orienten la inversión para su mantenimiento y desarrollo y la pasividad de
quien recibe gratuitamente los mismos, colapsando la mayoría de ellos y aduciendo
como respuesta que es el producto de un plan desestabilizador de los sectores que
mayoritariamente no apoyan el proceso revolucionario y por supuesto apoyados por los
centros capitalistas y los gobierno que tienen el atrevimiento de criticar algunas de las
situaciones descritas.
Sobre la base de estos principios y la elaboración de estadísticas se logran
reconocimientos en algunos casos engañosos, como el de ser un país libre de
analfabetismo, el de suponer un incremento en el bienestar colectivo minimizando la
desigualdad social al reducir sustancialmente el coeficiente de Gini (indicador de
desigualdad), siendo esta reducción el producto del empobrecimiento de una buena
parte de la población, el aplanamiento de los salarios y prácticamente la desaparición de
la clase media.
Otro elemento importante es la creciente inseguridad (más de 25.000 homicidios para el
2013) cuyos factores determinantes son: el deterioro de la educación integral y la
consecuente pérdida de valores, el deterioro de los servicios públicos y el consecuente
deterioro de la calidad de vida, la impunidad, la justificación tácita de las instancias
gubernamentales de la necesidad como justificación para la infracción de la ley y el uso
de delincuentes para fines políticos.
En general el abuso del poder que se materializa en la instauración de mecanismos
paralelos, el incremento impresionante de la corrupción amparada en la evidente
impunidad de quienes apoyan el modelo oficialista, la pérdida de valores, la falta de
solidaridad y el resentimiento que deriva en la radicalización extrema son los elementos
más resaltantes hoy de nuestra sociedad.
Es importante señalar que según los sondeos de opinión pública, independientemente de
sus inclinaciones políticas, las instituciones con el m mayor reconocimiento de la
sociedad venezolana son el movimiento estudiantil, la iglesia católica y las
universidades, al percibirlas como las únicas instituciones que han mantenido su
posición frente al proceso de destrucción de la institucionalidad vigente en el país en la
construcción de la nueva sociedad socialista
CONCLUSION
Aun cuando presentamos una dramática situación en el aspecto económico, cuya
solución amerita trabajo y disciplina durante un largo periodo, consideramos que con la
ingente cantidad de recursos naturales con que cuenta Venezuela podemos afirmar que
no es éste el problema más difícil de resolver.
Es el deterioro del sistema educativo y la emigración de personal de alta calificación por
las condiciones adversas en todos los órdenes de la vida nacional, los aspectos que
deben ser la prioridad en un acuerdo nacional que genere las condiciones favorables
para definir el país deseable con un sistema educativo que garantice una educación
integral de calidad con igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.
El país deseable no es otro que aquel en el que podamos afirmar que los valores
compartidos por todos los venezolanos hacen realidad la afirmación: En Venezuela
cabemos todos.
CUADRO ANEXO
3. REALIDAD ECLESIAL DE VENEZUELA
RESPUESTA DE LA IGLESIA A LAS REALIDADES SOCIALES
“UNA MIRADA A LA REALIDAD VENEZOLANA ACTUAL”
ESTADISTICAS DE LA IGLESIA EN VENEZUELA AÑO
Fuente: Secretaria Status. Rationarum Generale Ecclesiae. Annuarium statisticum
ecclesiae. 2011 Librería Editrice Vaticana
DATOS GENERALES
Área (km₂)
Población (nº de habitantes)
Nº Católicos
Circunscripciones eclesiásticas
Parroquias
Otros centros de evangelización
Porcentaje de católicos por habitante
Superficie media de las diócesis
Habitantes por centro de pastoral
Nº de Católicos por centros de pastoral
Nº de Obispos
Nº de sacerdotes diocesanos
Nº de sacerdotes de Instituto de Vida Consagrada
Total de sacerdotes
Diáconos permanentes
Nº de Religiosos profesos no sacerdotes
Nº de Religiosas (votos temporales y perpetuos)
Miembros de institutos seculares masculinos
Miembros de institutos seculares femeninos
Misioneros laicos
Catequistas
Promedio de sacerdote por habitante
Promedio de sacerdote por católico
Porcentaje de obispos y sacerdotes en relación al total de los agentes
de pastoral
912.050
29.278.000
25.709.000
39
1.378
1.567
87,81%
23.386
8.183
7.185
55
1.816
904
2.720
231
189
3.270
3
163
9.676
30.656
10.764
9.452
5,9%
1.- Basta abrir los ojos para ver. Vivimos en una Venezuela que lleva sobre sus
hombros el escándalo de una gran contradicción: tenemos un país rico y un gobierno
rico con una población pobre y empobrecida, que por macro indicadores sociales
parece haber mejorado pero,
La constatación cotidiana indica que se camina hacia un empobrecimiento formal, a
causa de la implantación del modelo económico del socialismo del siglo XXI: control
férreo de la actividad por parte del Estado, expropiación de empresas y hectáreas
productivas, incremento exagerado del número de empleados públicos, control de
precios, control cambiario, control del comercio exterior.
Ante la dramática situación económica, social, política y ético cultural del país, la
Iglesia en Venezuela se siente interpelada por las palabras del Señor: “En verdad les
digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo
hicieron” (CPV. CIGNS 77).
“El compromiso solidario de la Iglesia con los pobres, con los marginados, con los
oprimidos, con los débiles, con los tristes, con aquellos cuyos derechos han sido
violados o amenazados, es también motivación, invitación y argumento para la fe del
mundo en Cristo”, dicen los pastores de Venezuela en el Concilio Plenario (CPV.
CIGNS 77).
2.- Empobrecidos y excluidos. La Iglesia siente como propia la difícil situación que
atraviesan tantos hermanos sumidos en las redes de la pobreza, a veces extrema,
reafirma siempre, por exigencia evangélica, su compromiso con los pobres como
expresión del amor misericordioso que Jesucristo les manifestó. El alto costo de la vida,
el desempleo camuflado en la buhonería y empleo informal, el desabastecimiento y la
escasez son, entre otras, causas del empobrecimiento creciente. La capacidad
adquisitiva del venezolano ha disminuido drásticamente en los tres últimos lustros.
En la defensa de los derechos de los excluidos se juega la FIDELIDAD DE LA
IGLESIA A JESUCRISTO” (Aparecida 257). No deben quedar dudas ni caben
explicaciones que debiliten este mensaje tan claro. Hoy y siempre, los pobres son los
destinatarios privilegiados del Evangelio, hay que decir sin vueltas que existe un
vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres (EG 48).
3.- La misión evangelizadora de la Iglesia venezolana no puede quedar reducida al
campo de lo cúltico, a los templos, a la liturgia y la administración de los sacramentos,
sino que abarca todo lo que tenga que ver con el ser humano, su dignidad y sus
derechos.
El Papa Francisco nos insiste en que el kerigma tiene un contenido ineludiblemente
social: en el corazón mismo del Evangelio está la vida comunitaria y el compromiso
con los otros. El contenido del primer anuncio tiene una inmediata repercusión moral
cuyo centro es la caridad (EG 177).
Por eso el Concilio Plenario de Venezuela en su Documento sobre la Contribución de la
Iglesia a la gestación de una Nueva Sociedad se planteó “Impulsar una Iglesia más
solidaria especialmente con los más pobres, propiciando la justicia y la libertad, la
fraternidad y la paz y comprometida con los Derechos Humanos para la gestación de
una nueva sociedad”.
4.- Dignidad inviolable de la persona humana. Uno de los problemas más lacerantes
y en aumento en nuestra sociedad es el creciente índice de criminalidad y muertes
violentas que nos sitúa en el primer lugar negativo en este rubro en el subcontinente.
23.000 muertes violentas en el 2013.
A ello hay que sumar el creciente uso indiscriminado y abusivo de la violencia policial
contra la ciudadanía, llegando hasta casos de torturas, la criminalización de la actividad
de disentir y la creciente presencia pública de grupos armados paramilitares que
responden al oficialismo, causantes del miedo colectivo destruyendo bienes y vidas,
bajo el manto de la impunidad oficial.
En la misión de la Iglesia “redescubrir y hacer redescubrir la dignidad inviolable de
cada persona humana constituye una tarea esencial; es más, en cierto sentido es la
tarea central y unificante del servicio que la Iglesia, y en ella los fieles laicos, están
llamados a prestar a la familia humana” (CL37).
En fidelidad a Jesucristo, quien promovió y defendió la dignidad de toda persona sin
excepción alguna, la Iglesia no puede dejar de promover los derechos humanos, tanto en
la vertiente civil y política, como en la económica, social y cultural.
5.- Acción de la Iglesia frente a la situación social, económica y política. La Iglesia
en Venezuela, su jerarquía, vive un vaivén de relaciones con el Estado en los últimos 15
años. La independencia y autonomía de la Conferencia Episcopal y otros organismos
eclesiales en la denuncia de situaciones irregulares, ha encontrado un rechazo por parte
de las autoridades que buscan la descalificación y la burla, unida al apoyo de otros
movimientos religiosos de diversa denominación, que buscan debilitar la fe católica y
sus instituciones.
Esta postura contrasta con la alta credibilidad y confianza que la población en general
tiene de la institución eclesial. Sin embargo, un bajo porcentaje de la población se ha
fanatizado y ha hecho aflorar posturas xenofóbicas sobre la Iglesia.
Nuestra Iglesia Católica desde siempre ha estado trabajando, en silencio y sin descanso,
en todos los rincones del país, educando en valores humanos y cristianos a millones de
niños y jóvenes, especialmente en los colegios católicos (donde las listas de inscritos
son largas, porque allí los padres saben que sus hijos reciben una formación con
valores); en las parroquias, donde cada día acuden más fieles para recibir ayuda
espiritual y/o material. Y, en las diversas pastorales que intentan llegar a la mayor parte
de la población.
Sin embargo, también es cierto que tenemos una cierta debilidad institucional, la falta
de recursos suficientes, -humanos y financieros-, condicionan una respuesta
evangelizadora más proactiva, en una sociedad cada vez más plural, con un Estado cada
vez más omnipresente, constituyéndose en un reto importante para la acción
evangelizadora.
6.- Acciones de la Iglesia ante el conflicto en Venezuela
La Iglesia venezolana no es ajena al conflicto que atraviesa el país, sino que, por el
contrario, trabaja incansablemente en su solución. Los obispos han reiterado la
necesidad de generar espacios de encuentro para caminar hacia la paz. Sin embargo,
ante este panorama de descrédito y desesperanza, la Iglesia ha animado la imperiosa
necesidad de testimoniar y acompañar pastoralmente los casos que impliquen violación
a los Derechos Humanos, como veedores y garantes que somos de la vida de cualquier
ciudadano, independientemente de su postura política o condición social.
En estos años se han producido más de 50 comunicados entre pronunciamientos
nacionales (CEV), diocesanos (Obispos locales), Departamentos de la CEV (Justicia y
Paz Juventud, Conalai) y de religiosos (Conver, AVEC, Fe y Alegría), entre otros.
Se está acompañando a las comunidades con jornadas de oración intensa y servicios
directos en la defensa de DDHH de ciudadanos (estudiantes y otros). Contamos con
Talleres, Redes sociales -aunque insuficientes-, que hacen llamados a la paz y reiteran la
necesidad de generar espacios de encuentro entre los venezolanos; como también con
voces enérgicas que le han exigido al Gobierno sanción para los responsables que
usaron armas de fuego contra las manifestaciones pacíficas.
7.- Incidencia de la Iglesia en la solución de los conflictos y en la construcción de
una sociedad más justa y solidaria
La realidad que vive Venezuela nos lleva a reiterar que la primera necesidad de nuestra
patria es el re-encuentro de todos sus hijos, mediante el diálogo y la reconciliación
nacional. La Iglesia católica sigue conservando un lugar privilegiado entre el pueblo
venezolano como referente moral y son diversos los sectores que han invocado su
mediación para la resolución de los conflictos, tarea que se dificulta dado el grado de
polarización y desencuentro.
Continuamos ofreciendo nuestro concurso para contribuir a sostener las mejores
relaciones entre los diversos sectores de la sociedad. El Papa Francisco, en su mensaje
del pasado 21 de abril 2013 a los venezolanos, ha pedido a las autoridades y a todos los
ciudadanos buscar caminos de entendimiento, reconciliación y de paz. La Conferencia
Episcopal Venezolana, independiente y políticamente autónoma, sigue comprometida
con la propuesta de un diálogo nacional (Comunicado de la Presidencia, Noviembre
2013).
8.- Pero ¿Qué hemos hecho en concreto hasta ahora, desde el campo específico de
Pastoral Social-Caritas?
Hemos animado la formación de 30 Caritas Diocesanas (sobre 38 diócesis) con miras
a responder a la labor social de la Iglesia Católica. Esta labor se hace gracias al servicio
en varias áreas de trabajo:
a) Movilidad Humana: brinda asistencia directa y defensa de los derechos
humanos, atención jurídica a desplazados y refugiados en el país en convenio
con ACNUR. Se ayuda a más de 5.000 refugiados a nivel nacional en caracas
estamos atendiendo 2.500 refugiados anualmente a través de ayuda social y
jurídica.
b) Pastoral penitenciaria: es un campo urgente por la situación conflictiva y
violenta de las cárceles, bajo el dominio de los “pranes” y no de las autoridades;
incluye la acción evangelizadora de capellanes y voluntarios, para atender a 46
Centros Penitenciarios. Sin embargo, no ha sido posible concretar la aceptación
de un capellán nacional por parte de las autoridades, como había sido
tradicional.
c) Pastoral de la Salud: se brinda atención médica de calidad a los más pobres a
través de una red de centros asistenciales, atendidos en su mayoría por
religiosos, religiosas y laicos de la Pastoral de la Salud, quienes además brindan
apoyo sicológico y espiritual a los enfermos y al personal del sistema de salud.
Contamos con 70 servicios de salud en espacios coordinados por la Iglesia
católica, aunque de dimensiones modestas. En estos espacios se atienden el tema
salud desde una atención integral. El trabajo se dificulta por la imposibilidad de
acceder a los insumos necesarios por razón del estricto control de cambio y
porque su campo de acción es limitado. En estos momentos existe un
cuestionamiento fuerte hacia el servicio de salud a través de los hospitales,
incapaces de atender el creciente número de pacientes y de ofrecer las medicinas
y atención a ciertos tratamientos permanentes.
d) Justicia y Paz: Defensa y promoción de los DDHH a través de Vicarías y
Oficinas de Justicia Paz en diversas Diócesis. Contamos con 8 organizaciones
de Iglesia trabajando en tan importante área (Caracas, Los Teques, Coro,
Maracaibo, Ciudad Guayana, Puerto Ayacucho, Guasdualito y la Oficina
Nacional de Justicia y Paz).
Las Organizaciones de DDHH también promueven formación socio-política a los
agentes pastorales y a los laicos en la línea de la construcción de la paz y la justicia,
favoreciendo la participación política de los seglares como una opción de servicio y
compromiso en la construcción de nuevos modelos de sociedad. Este año han obtenido
el diplomado unos 1500 participantes de todo el país.
Al mismo tiempo desarrollamos obras en el área de Promoción Humana
Educación: se ofrece educación de calidad, integral, con énfasis en la formación en
valores y para el trabajo, de millones de niños y jóvenes de sectores populares,
campesinos e indígenas, a través de organizaciones como AVEC, APEP, INVECAPI,
FE y ALEGRIA, HOGARES CREA, entre otras. Tenemos aproximadamente 794
Centros de Educación de Avec, 185 Centros de APEP y 14 Centros de Invecapi. La
situación de la educación atraviesa un momento difícil y conflictivo ante la pretensión
de imponer una educación socialista, con adoctrinamiento según la normativa del
llamado “plan de la patria”, rechazado en el referéndum del 2007.
Ancianatos y atención a menores: Existen 46 Ancianatos que atienden a 2.958
Abuelos; y contamos con 20 casas en todo el País atendiendo un aproximado de 250
niños en situación de riesgo.
Comedores: Tenemos 60 comedores donde se atiende un promedio de 30 niños por
comedor diariamente de lunes a viernes, de enero a diciembre. Se proporciona comida a
cerca de 1.800 niños todos los días. Con la situación de desabastecimiento y escasez es
una verdadera proeza mantener este servicio.
Roperos: En innumerables parroquias, por lo menos en 700 Iglesias y capillas se tienen
servicio de ropero, entrega de comida y medicamentos llegando a una población de más
de 1.00.000 de ayudas al año. Se ha entregado 5000 kits de alimentos a familias
necesitadas.
Indigentes: Se atienden en cinco diócesis a 750 indigentes dándole comida, atención
médica y aseo personal.
Otros: Acompañamiento y promoción de actividades, programas y proyectos que llevan
a los pobres a participar en la solución de sus problemas, siendo sujetos de sus propios
procesos a través de organizaciones comunitarias, consejos comunales, condominios,
fundaciones y asociaciones civiles que trabajan en los más diversos campos.
Sirviendo a los damnificados y trabajando por una cultura del riesgo
En los últimos años Venezuela ha sido duramente golpeada por fuertes lluvias que
inundaron gran parte del territorio nacional, dejando cuantiosas pérdidas materiales y
algunas vidas.
La Iglesia también se activa y acompaña entregando toneladas de comida a los
hermanos y hermanas que después de haber perdido su hogar, se encuentran en los
albergues como refugiados. Este servicio no ha estado exento de trabas por parte de las
autoridades.
9.- Líneas Pastorales de acción
Profundizar nuestra opción preferencial por los empobrecidos y excluidos, sirviendo a
Cristo en el rostro sufriente de los excluidos (DA 65) en los campos de la asistencia
social, la promoción humana y la incidencia política.
Intensificar la presencia evangelizadora de la Iglesia en los campos de la educación, la
salud y la economía solidaria.
Animar y acompañar programas de Promoción Humana y organización comunitaria en
los sectores populares, urbanos, suburbanos, campesinos e indígenas.
Propiciar una formación integral de los nuevos sacerdotes, laicos, religiosos(as) y
agentes de pastoral, para que se impulse el interés en la dimensión profética social, que
incluya la preocupación por los DDHH, la Reconciliación y la paz y que visibilice un
compromiso a favor de la dignidad de los hombres y mujeres como hijos e hijas de
Dios.
Denunciar la impunidad que existe, y la criminalización de las luchas sociales:
desacreditación, estigmatización, persecución de defensores de derechos humanos.
Comprometerse con el mundo de la prisión, a través de la Pastoral Penitenciaria
Católica, ofreciendo a internos, guardianes, post penados, familias y de ser posible, a las
víctimas, la Buena Nueva.
Profundizar en la atención humanitaria y promoción social de los desplazados,
refugiados, víctimas de trata humana, exilados e inmigrantes.
Defender la “Casa de todos” y promover programas de conciencia ecológica.
Asumir como eje orientador el tema de la paz y la no violencia motivando jornadas y
semanas de trabajo sobre el tema y que se deriven en acciones concretas en cada país.
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