FUNCIVA DOCUMENTOS Nº 221 _______________________________________________________________________________________ Reflexiones y visión de futuro sobre la situación en Ucrania Francisco J. Ruiz Analista de Funciva Diciembre 2014 La Fundación Ciudadanía y Valores como institución independiente, formada por profesionales de diversas áreas y variados planteamientos ideológicos, pretende a través de su actividad crear un ámbito de investigación y diálogo que contribuya a afrontar los problemas de la sociedad desde un marco de cooperación y concordia que ayude positivamente a la mejora de las personas, la convivencia y el progreso social Las opiniones expresadas en las publicaciones pertenecen a sus autores, no representan el pensamiento corporativo de la Fundación. Sobre el autor Francisco J. Ruíz González es miembro del Consejo Consultivo de FUNCIVA. En 1992 se graduó en la Escuela Naval Militar, en 2005-2006 cursó el Máster en Estudios Estratégicos y de Seguridad del Naval War College de los Estados Unidos, de 2009 a 2012 fue analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), y desde marzo de 2013 es Doctor en Seguridad Internacional por la Universidad Nacional de educación a Distancia (UNED), tras la defensa de la Tesis “La Arquitectura de Seguridad Europea: un sistema imperfecto e inacabado. De la caída del Muro de Berlín (1989) a la guerra de Georgia (2008)”. Desde febrero de 2014 es profesor del Departamento de Estrategia y Relaciones Internacionales de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. FUNCIVA DOCUMENTOS Nº 221 _______________________________________________________________________________________ Reflexiones y visión de futuro sobre la situación en Ucrania Hoy hace un año, el 17 de diciembre de 2013, el presidente ucraniano Víctor Yanukovich estrechaba sonriente la mano del presidente ruso Vladimir Putin tras suscribir un acuerdo por el que Rusia otorgaba un préstamo de 15.000 millones de dólares, para que Kiev pudiese evitar la bancarrota a lo largo de 2014, y se rebajaba el precio del gas de 405 a 268,5 dólares por cada 1.000 m3, todo ello sin exigir contraprestaciones a Ucrania, sino en base a la fraternal relación entre ambos países. Yanukovich y Putin en Moscú, 17 de diciembre de 2013 Podemos afirmar que el periodo transcurrido desde entonces ha sido un auténtico annus horribilis, no sólo para Ucrania sino para toda Europa. El acuerdo con Rusia pudo suponer el fin de las protestas contra la decisión de Yanukovich de no firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, pero el hecho es que las movilizaciones se radicalizaron, hasta culminar en el golpe de Estado del 22 de febrero de 2014. 4 Reflexiones y visión de futuro sobre la situación en Ucrania _______________________________________________________________________________________ En este breve estudio no pretendemos analizar en profundidad los eventos ocurridos en el país eslavo, algo por otra parte ya hecho en documentos anteriores1 sino que nos limitaremos a plantear unas ideas-fuerza sobre los principales factores que han contribuido a generar la mayor crisis para la seguridad europea desde el final de la Guerra Fría, así como a evaluar los posibles escenarios futuros de cara a 2015. Cómo hemos llegado hasta aquí Para empezar, la culpa de la crisis recae en los propios políticos ucranianos, ya que tras 23 años de independencia no han sido capaces de articular un proyecto común para todo el país, tejiendo unas redes neo-patrimoniales de poder corruptas que acabaron con el potencial que poseía al desaparecer la URSS: 50 millones de habitantes con un alto nivel educativo, una importante minería e industria pesada en el Bajo Don, las célebres tierras negras de una fertilidad sin igual en toda Europa, y una red de ductos clave para las exportaciones de petróleo y gas ruso hacia el oeste. Un problema adicional es que sus fronteras son completamente artificiales desde un punto de vista histórico, lo que se refleja en una profunda división del país en dos: - El centro y el oeste agrícolas, habitados por ucranianos étnicos, ortodoxos del Patriarcado de Kiev y católicos uniatas, de habla ucraniana, con menor renta per cápita, y con un fuerte sentimiento nacionalista. - El sur y el este industrial y minero, habitados por ortodoxos del Patriarcado de Moscú y con importantes minorías étnicas rusas, con el ruso como lengua materna, con mayor renta per cápita, y añorantes de la etapa soviética. Ante ese panorama, no hacía falta ser un adivino para predecir que el apoyo occidental a la oposición para derribar al presidente, elegido en 2010 con porcentajes de voto superiores al 90% en el sur y el este, abriría una grave crisis en el país, comenzando por Crimea y siguiendo por el resto de las regiones rusófilas, incluso sin intervención del Kremlin. 1. Ver RUIZ GONZÁLEZ, Francisco J., “Las claves para comprender la crisis de Ucrania y sus posibles soluciones”, Documento FUNCIVA, febrero de 2014, http://www.funciva.org/documentos/802; “Evolución de la crisis de Ucrania y sus escenarios de futuro”, Comentario de Actualidad FUNCIVA, marzo de 2014, http://www.funciva.org/documentos/897; “La crisis de Ucrania: ¿camino de una solución definitiva?”, Documento FUNCIVA, junio de 2014, http://www.funciva.org/documentos/880; “Algunas reflexiones sobre el derribo del MH-17 en Ucrania”, Documento FUNCIVA, julio de 2014, http://www. funciva.org/documentos/896; “Primeras impresiones sobre las elecciones legislativas de Ucrania”, Comentado de Actualidad FUNCIVA, noviembre de 2014, http://www.funciva.org/noticias/noticia/noticia/576; y “Ucrania: revolución y guerra civil. Una visión alternativa de la crisis”, Documento Marco del IEEE, nº13/2014, noviembre de 2014, http://www.ieee.es/contenido/noticias/2014/11/DIEEEM19-2014.html. 5 FUNCIVA DOCUMENTOS Nº 221 _______________________________________________________________________________________ A pesar de ello, la crisis pudo atajarse en varios momentos clave: - El 21 de noviembre, cuando Yanukovich anunció que posponía (no suspendía) la firma del Acuerdo con la UE, y solicitó la apertura de una negociación a tres bandas Kiev-Bruselas-Moscú, la negativa de la Comisión Europea fue rotunda. Sin embargo, en agosto de 2014 se acordó iniciar esas negociaciones trilaterales, posponiendo la entrada en vigor de la parte comercial del Acuerdo hasta el 1 de enero de 2016. - El 28 de enero, cuando dimitió el primer ministro Azarov, los partidos supuestamente moderados “Patria” y “UDAR” deberían haber formado un gobierno de concentración nacional con el “Partido de las Regiones”, aislando a los radicales de “Libertad” y el “Sector de Derechas”. En lugar de eso, se les animó a radicalizar las protestas hasta derrocar al propio Yanukovich. - El 22 de febrero, cuando la oposición decidió incumplir los acuerdos alcanzados el día 21 con Yanukovich bajo mediación de la UE, presionados por los sectores más radicales del Maidan, y destituyeron al presidente siguiendo un proceso inconstitucional, Bruselas debería haber condenado el golpe de Estado y negar su apoyo, en lugar de reconocer inmediatamente a las nuevas autoridades. - Cuando el mismo día los cargos electos del sureste de Ucrania solicitaron una descentralización del poder, las nuevas autoridades deberían haber tendido puentes hacia esos sectores del “Partido de las Regiones” críticos con la gestión de Yanukovich. En lugar de ello, el servicio secreto abrió una causa criminal contra el gobernador y el alcalde de Járkov por promover el separatismo. - Una vez perdida Crimea el 18 de marzo, se debería haber atajado mediante la negociación política cualquier revuelta en las restantes regiones rusófilas. Sin embargo, el presidente Turchinov anunció el 15 de abril (un día después de la visita del jefe de la CIA a Kiev) el lanzamiento de una operación antiterrorista, para desalojar los edificios públicos ocupados por los milicianos. - El 11 de mayo se celebró un referéndum de independencia en Donetsk y Luhansk, que se unificaron bajo el nombre de “Nueva Rusia”. Cuando el 25 de mayo Petro Poroshenko venció en las elecciones, debería haber planteado un plan de reconciliación nacional. Sin embargo, intentó convertirse en el líder que ganó la guerra, en vez del que logró la paz que es para lo que fue elegido. 6 Reflexiones y visión de futuro sobre la situación en Ucrania _______________________________________________________________________________________ - El 20 de junio, cuando Poroshenko declaró un alto el fuego, debería haber planteado una salida política realista a los rebeldes. En lugar de ello, les conminó a rendirse sin condiciones, algo que se sabía que no iba a ocurrir, y reanudó la ofensiva el 30 de junio, a pesar de las peticiones de Alemania y Francia para que siguiera negociando. Para finalizar con el periodo previo al alto el fuego de septiembre, hay que destacar la sorprendente rapidez con la que Ucrania articuló unas fuerzas militarmente eficaces, ya que tras los primeros reveses, a partir del 27 de mayo las tornas cambiaron claramente a favor de Kiev. Ello se debió a la formación de batallones de voluntarios altamente fanatizados, financiados en su mayoría por los oligarcas, y de una nueva Guardia Nacional que integró a milicias del Maidan. El problema es que para derrotar a los rebeldes en las grandes ciudades de Donetsk y Luhansk, o bien se luchaba durante meses calle a calle sufriendo muchas bajas, o bien se arrasaban con bombardeos indiscriminados. Eso era demasiado incluso para el apoyo incondicional de Occidente a Kiev, de no ser por la conmoción causada por el derribo del avión de pasajeros el 17 de julio, con la muerte de 298 personas. Aunque cinco meses después todavía se desconocen los detalles, se culpó desde el principio a los rebeldes, lo que permitió la brutal ofensiva ucraniana posterior. La masacre de civiles, bombardeados por Kiev para librarlos de los “terroristas”, no se había visto en Europa desde la crisis de la provincia serbia de Kosovo en 1999. Pero si entonces Occidente conminó al presidente Milosevic a frenar su ofensiva, y la OTAN realizó una campaña de bombardeos aéreos para detener una supuesta catástrofe humanitaria, en el caso del Bajo Don no sólo no se ha criticado el excesivo uso de la fuerza por parte de Ucrania, sino que se calificó como una amenaza para la seguridad el envío ruso de convoyes humanitarios para ayudar a la asediada población. En todo caso, el contraataque de las milicias pro-rusas a partir del 24 de agosto derrumbó la resistencia de las fuerzas gubernamentales, obligando al gobierno de Kiev a pedir un alto el fuego, que se alcanzó en Minsk el 5 de septiembre con la mediación de la OSCE y Rusia. Según Ucrania y la OTAN en esa contraofensiva participaron tropas regulares de Rusia, mientras Moscú lo desmiente y los rebeldes sólo confirman la presencia de unos 4.000 voluntarios llegados a título individual desde el otro lado de la frontera, pero afirman que el protagonismo principal fue suyo. 7 FUNCIVA DOCUMENTOS Nº 221 _______________________________________________________________________________________ Hacia dónde va la crisis Para solventar su carencia de un grupo parlamentario propio, Poroshenko convocó elecciones legislativas anticipadas al 26 de octubre, con la esperanza de obtener para su “Bloque” un número similar de votos a los logrados en las presidenciales de mayo. Sin embargo, el “Frente Popular” del primer ministro Yatseniuk, calificado como miembro del partido de la guerra por su posición crítica frente el alto el fuego, le superó en porcentaje de votos, aunque finalmente el Bloque obtuvo 143 escaños por 83 del Frente gracias a los diputados que se eligen en distritos individuales. La suma de ambos es de 226 escaños, por lo que una alianza entre ambos partidos era imprescindible para formar un gobierno estable. Sin embargo, hasta el 2 de diciembre no se logró, con Yatseniuk confirmado como primer ministro. Lo más sorprendente es que tres miembros del gabinete son extranjeros, nacionalizados para poder entrar en el gobierno: la estadounidense Natalie Jaresko (Hacienda), el georgiano Alexander Kvitashvili (Sanidad), el lituano Aivaras Abromavičius (Economía). Es más, los líderes ucranianos llegaron a ofrecer al ex presidente georgiano Saakashvili, responsable del ataque a Osetia del Sur que provocó la guerra con Rusia en agosto de 2008, la vicepresidencia del gobierno de Kiev, oferta que rechazó. Como se comprueba, los nacionalistas consideran más dignos de dirigir su país a una variada panoplia de extranjeros que a cualquier ucraniano si ha cometido el pecado de ser ruso hablante o proceder del Bajo Don, dando una nueva muestra de sectarismo. Por citar otra evidencia, el 16 de septiembre de 2014, a la vez que la Rada ratificó el Acuerdo de Asociación con la UE, se aprobó la ley de purga de todos los funcionarios que sirvieron en la administración de Yanukovich un año o más, a los que se les impedirá trabajar para el Estado durante 10 años. Si recordamos que se trataba de un gobierno democráticamente elegido, la miseria moral y política de la medida sólo es igualada por el clamoroso silencio de las autoridades europeas ante la misma. El resumen es que los nacionalistas ucranianos han diseñado un nuevo país en el que sólo cabe la mitad de la población, ya que la única representación de los antiguos votantes del “Partido de las Regiones” son los 40 diputados del “Bloque de Oposición”, aislados por las restantes fuerzas políticas. Además, Poroshenko ha ordenado anular la administración de 8 Reflexiones y visión de futuro sobre la situación en Ucrania _______________________________________________________________________________________ las zonas rebeldes, dejando por ejemplo de pagar las pensiones, una decisión que poco hará por reconciliarlas con Kiev. El problema es que la construcción de esa nueva Ucrania se ha pretendido hacer conservando todo su territorio, herencia de unas fronteras sin base histórica diseñadas durante la dictadura soviética, en lugar de plantear un divorcio a la checoslovaca entre las dos visiones irreconciliables del país, la del centro-oeste y la del sur-este, cuya frontera se trazó claramente en las elecciones presidenciales de 2010. Resultados presidenciales 2010: en azul, la Nueva Rusia que votó masivamente a Yanukovich Y se trata de un problema porque ese planteamiento obliga a los habitantes del sur y el este a elegir entre dos opciones: renunciar por completo a influir en el gobierno de Kiev y a hablar su lengua materna rusa, o bien ser víctimas de las milicias si se resisten. Los eventos de julio y agosto, cuando las fuerzas gubernamentales asesinaron a miles de civiles, y obligaron a huir a Rusia a cientos de miles, constituyen un caso claro de limpieza étnica, que no pudo ser consumada por el apoyo de Moscú al Bajo Don. Con respecto al nivel de ese apoyo, no cabe duda de que el Kremlin ha permitido el paso a través de su frontera de miles de voluntarios y de equipo militar en apoyo de los rebeldes, pero siguen existiendo serias dudas de que unidades regulares completas del ejército ruso hayan 9 FUNCIVA DOCUMENTOS Nº 221 _______________________________________________________________________________________ entrado en Ucrania. De ser así, se trataría de la invasión más extraña de la historia, porque las autoridades rusas permitieron en varias ocasiones el paso a su territorio de los soldados ucranianos que huían de los combates, facilitando su regreso a las zonas controladas por el gobierno de Kiev. Aunque el alto el fuego se ha violado constantemente (con 1.300 muertos adicionales), los recientes acuerdos del 9 de diciembre parecen haber disminuido notablemente la intensidad de los combates, en una suerte de tregua invernal, lo que se une al acuerdo sobre el gas del 31 de octubre, que garantiza el suministro a Ucrania al menos hasta marzo. Es por tanto el momento de plantear los posibles escenarios de futuro: Escenario más peligroso: reanudación de los combates A pesar de que es poco probable que se reanuden los combates a gran escala durante el invierno, por las duras condiciones climatológicas, no se puede descartar que en primavera vuelvan a sonar tambores de guerra en Ucrania. Si el Bloque de Poroshenko hubiese obtenido una amplia mayoría en la Rada, su pragmatismo permitiría avanzar hacia una solución negociada o al menos consolidar el statu quo. Pero el éxito de Yatseniuk, mucho más partidario del uso de la fuerza, y la tutela de los extremistas pueden presionar al presidente para lanzar una ofensiva. Evidentemente se trataría del escenario más peligroso, porque una nueva masacre de civiles, corregida y aumentada, obligaría a Rusia a intervenir masivamente, desatando una crisis con graves repercusiones para Moscú pero también para toda Europa. Por ello, la comunidad internacional debe impedir que Poroshenko se sienta como en julio de 2014: legitimado para atacar y con potencia militar para hacerlo. Sin embargo, hay preocupantes indicios de lo contrario: la presidenta de Lituania abogó en agosto por el envío de armamento al gobierno de Kiev, y en octubre el Departamento de Estado de EEUU reconoció estar preparando un plan de suministro de armas letales a Ucrania, aunque de momento no se implementará. Frente a los que arrojan gasolina al fuego del conflicto, es fundamental que Alemania y Francia impongan la cordura al resto de la UE y dejen claro a Kiev que cualquier ayuda 10 Reflexiones y visión de futuro sobre la situación en Ucrania _______________________________________________________________________________________ económica estará condicionada al mantenimiento de los protocolos de Minsk, y que el uso de la violencia es inaceptable para resolver el conflicto. Es el momento de que Angela Merkel recupere un papel central en la resolución de la crisis, y que lo haga con una posición más equilibrada que la mantenida hasta ahora, que es lo que le demanda una mayoría de la población y de la clase empresarial de su país. Escenario más favorable: acuerdo político En este escenario, se abriría un proceso negociador directo entre Kiev y las autoridades electas de la “Nueva Rusia”, con mediación de Moscú y Bruselas, orientado a establecer un nuevo marco de convivencia entre las distintas sensibilidades del país. El objetivo sería reintegrar a la población del sur y el este de Ucrania a un proceso político del que se sienten alienados, como lo demostró la bajísima participación en los comicios celebrados en 2014, incluso en las zonas no controladas por los separatistas. Evidentemente, eso llevaría a una nueva Constitución con un modelo de Estado fuertemente descentralizado y exigiría un estatus de neutralidad (renuncia a la entrada en la OTAN), pero facilitaría la articulación de un plan conjunto Rusia-UE de reconstrucción del Bajo Don y de apoyo a la economía ucraniana para beneficiarse de unas mejores relaciones con sus vecinos, sin tener que elegir artificialmente como se exigió a Yanukovich en 2013. Además, Bruselas y Moscú podrían ir anulando las sanciones mutuas, lo que beneficiaría la recuperación económica de Europa. Por desgracia, ese escenario es poco probable, salvo que nuevamente Alemania y Francia se desmarquen de la tutela estadounidense, a quienes la crisis no perjudica directamente, y dejen de verse arrastrados a posiciones maximalistas por los miembros más orientales de la Unión, que anteponen su visceral resentimiento frente a Rusia a cualquier otra consideración. El gran problema es que Rusia tiene la opción, aunque difícil, de reorientarse hacia el Pacífico en busca de nuevas oportunidades económicas, mientras que a la UE tiene menos alternativas. Escenario más probable: mantenimiento del statu quo Por último, lo más probable es que la guerra del sureste de Ucrania se convierta en un conflicto congelado. El Bajo Don funcionará como un Estado independiente de facto, sin reconocimiento de la comunidad internacional, dependiente de Rusia para subsistir, y 11 FUNCIVA DOCUMENTOS Nº 221 _______________________________________________________________________________________ Ucrania mantendrá nominalmente su soberanía sobre esas zonas, pero no podrá ejercerla en la práctica. La mencionada decisión de Poroshenko de cortar los vínculos administrativos con las zonas rebeldes parece apuntar en esa dirección. El problema es que Rusia no tiene mucha voluntad ni capacidad de asumir los costes de reconstrucción del Bajo Don en solitario, y el resto de Ucrania, en bancarrota económica y privada de la industria y minería de esas regiones, precisará de un apoyo económico masivo que la UE no estará muy dispuesta a asumir en un momento de estancamiento económico, y los posibles créditos del FMI estarán condicionados a la realización de profundas y dolorosas reformas en Ucrania, que afectarán en gran medida a la población y podrían desatar un segundo Maidan. 12