el leopardo con leotardo y otras estúpidas rimas

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© Raúl Iglesias.
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EL LEOPARDO CON
LEOTARDO
Y OTRAS ESTÚPIDAS RIMAS
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
"¿Habrá otro -entre sí decíamás pobre y triste que yo?"
Y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó
(Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño, siglo XVII )
SECO
Ahora, es cuando no entiendo
como te fui tan devoto.
Estoy demasiado roto
y no me basta un remiendo,
para ser de nuevo atuendo
que sepa cubrir del frío.
Y sin embargo, sonrío,
si me da por recordar,
que un día fui amplio mar
aunque hoy sea un seco río.
6
EL NARCO
Soy del amor otro "narco"
que no consume y lo vende,
porque un buen "camello" aprende
que ha de ser cauto y parco.
En viajes largos no embarco:
prefiero el paseo lento,
por si acaso me arrepiento
y, si hubiese aguas revueltas,
el poder darme la vuelta
y volver a estar contento.
7
SIN LA VENIA
Como a un trozo de papel
la suave brisa me lleva:
me deja caer o eleva.
Me hace ser Caín o Abel:
y es que me convierto en cruel
y al rato soy cariñoso,
con templanza y con reposo.
"Señoría, sin la venia",
repite mi esquizofrenia
desde el cielo o desde el foso.
8
COJO
Igual que el caballo cojo,
ya sólo espero el disparo
sin consuelo y sin amparo.
Y, se me llenan los ojos
de costras: glóbulos rojos,
como el corazón, tan secos,
que tapian los recovecos
donde anidó la alegría,
antes de tornarse el día
en el más oscuro hueco.
9
MADERA
Sed de agua y hambre de luz:
será silla o pupitre, nunca cruz
dónde sufran mesías,
implorando a los días
tierra como cabezas de avestruz.
Después de un anillo, diez o de ciento,
al rayo embaucador aún no le fías,
porque ya sabes el final del cuento:
permanecer atento
es el pan para tus crías.
10
SILICOSIS
Hoy me cuesta el respirar:
será por la silicosis
que me causara las dosis
del polvo, del arrastrar
-y sin poderlo evitarmi cuerpo por los caminos,
con desorden y mal tino,
sólo por ir a buscarla,
porque no dejé de amarla
y no encontrarla es mi sino.
11
MALA HIERBA
Igual que una mala hierba
creciendo alta en el sembrado,
se alimenta de prestado
y, desde su almena observa,
mientras la calma conserva
y va asfixiando a la plebe.
Y por cada vez que llueve
se alegra por su calaña,
que perpetúa con maña
hasta que alguien se la lleve.
12
REPELENTES
Nos creemos harto buenos,
pero no cabe debate:
tan sólo somos primates
que hemos venido a menos.
Rebosados del veneno
que inoculamos fielmente
para matar a la gente,
-que nos quiere y que nos quisoa traición y sin aviso;
como seres repelentes.
13
SALVAJE
Resurgiré en un abrazo.
Volveré a nacer, salvaje,
con el liviano equipaje
de llevar sólo en los brazos,
el peso de los tatuajes
hechos con sangre y carbón
y, del reloj una aguja;
la que me estrujó y estruja
bajo la piel los pigmentos,
que pretenden ser lamento,
pero ni fueron ni son.
14
CAMINOS
Tan harto de la ciudad
y sin que nadie me vea,
convierto en hierba la brea;
en aire la suciedad;
el humo en la claridad.
Harto de las carreteras,
las he tornado a caminos
polvorientos, clandestinos,
donde es el tiempo el que espera
-y no al revés- en su esfera.
15
CEPOS
Para un beso conseguir,
hasta tu boca yo trepo,
pero me encuentro los cepos
tratándome de impedir,
llegar hasta el elixir
que algunos llaman saliva;
yo, el dulce néctar que liban
las más astutas abejas,
de dos en dos, en parejas,
mientras a la muerte esquivan.
16
FUTURO
Se va la vida futura
por la brecha del escroto
que hace tiempo llevo roto,
para no engendrar basura,
de esta innoble raza impura
que en nada arrasó con todo,
cara a cara, codo a codo.
Somos desagradecidos,
pagando el haber vivido
con el más ruin de los modos.
17
DESBOCADO
Ando otra vez desbocado.
Tan sólo espero que atines
a amarrarte de mis crines,
para no verte estampado
bajo mis cascos ajados.
Aléjate de mis dientes:
ahora buscan el blando,
de una carne, que temblando,
para salvarse me miente
tan cobarde e indecente.
18
MAULLIDOS
Desde un gran tejado maúllo
a aquella preciosa gata,
la que mi amor arrebata;
la que con sólo un murmullo
me hizo para siempre suyo.
No sé lo que me ha pasado
que la prefiero al pescado
y a cualquier otro manjar:
sin ella no puedo estar
después de tenerla al lado.
19
LA CATA
Igual que una garrapata,
de toda tu sangre chupo
hasta que llene mi cupo.
Despacito, casi a gatas,
hundo esta boca que cata
tu jugo bajo la piel.
Soy tu comensal más fiel:
aquel que nunca te falla
y, que las yagas te talla
con esta boquita cruel.
20
EL ÁRBOL
Mi vida en raíz empieza
y las hojas de mi copa,
son en sí toda mi ropa,
aparte de la corteza,
fruto de la fortaleza
que me hace casi invencible.
Pero por ser combustible
o la piel de vuestros muebles,
el machado me hace endeble
y el dinero, irresistible.
21
TORTURA
Con sangre sobre los ojos
y astillas bajo las uñas,
se arrastrarán mis pezuñas
rodando como rastrojos
y, por si acaso me mojo;
por si regresase el fuego:
a su ser ya no me entrego
porque aunque sea un cautivo,
quiero permanecer vivo
y para brotar me riego.
22
EL HULE
Preciosa, yaces desnuda
sobre el plástico de un hule
con flores rojas y azules.
Sin saberlo, mi piel suda,
sabiéndose la suertuda
de lamer la claridad,
que irradian con suavidad
las rocas más besuconas
con visos de irrealidad.
23
MIL SOLES
Para llegar a tu lecho,
escalo como una hiedra
por las paredes de piedra.
Pero siempre llego al techo
porque me paso de trecho
y, observo desde la altura,
como luce tu hermosura
como un enorme candil,
que deslumbra más que mil
soles de luz limpia y pura.
24
LA RATONERA
Su sexo es la ratonera
con el más ansiado queso
que viene después del beso,
en donde la muerte espera
vestida de primavera.
Pero es el más crudo invierno,
sin reglas y sin gobierno,
que toda furia desata,
para que mueran las ratas
después de un manjar tan tierno.
25
LEJOS
Seré para siempre tuyo.
Sólo deja que me empache
de tus ojos azabache,
a los cuales atribuyo
sentirme lleno de orgullo.
Caminaré de tu lado
y, aunque en distintos planetas,
compartiremos chaqueta
cuando resurja lo helado.
Tan lejos pero abrazados.
26
EXTREMOS
En los extremos anido
y, para apagar el fuego,
con gasolina lo riego,
orgulloso de haber sido
el niño más consentido.
Sí, anido en los extremos
y cuando nos encontremos,
sólo puede quedar uno
y, en un gatillo me acuno
soñando que no te temo.
27
EL TAPICERO
Con blancas plumas de una ave,
una nueva piel tapizo,
tornando mi piel de erizo
por una más tersa y suave
que sobre otros no se clave.
Al fin podré disfrutar
la sensación del abrazo,
resarciendo a mi regazo,
que no se llegará a hartar
ni a cansarse de probar.
28
SOLES Y LUNAS
Colecciono lunas llenas
en una probeta oscura,
en donde crecen, maduran,
y se mueren por la pena
del encierro: la condena.
Cuando soles coleccione,
acabaré con el día,
para sumir la alegría
en tarros, donde a montones
se pudren los corazones.
29
PRIMARIO
Soy simple, simple y primario,
sin tallo, flores ni hojas,
para que nadie me coja
y no me arranquen a diario
como hojas de un calendario.
Introvertido y cobarde,
paso sin hacer alarde
por este mundo de lerdos,
que se denominan cuerdos;
que queman pero no arden.
30
VERGÜENZA
Los humanos somos cerdos
y valga la redundancia.
Vivimos en la abundancia,
sin pasado y sin recuerdo.
Entre los demás me pierdo
sin el saber donde ir,
porque no aprendí a fingir
y, mi raza me avergüenza,
más temiendo que me venza,
andando debo seguir.
31
VOLVER
Se terminará el asunto
debajo de los cipreses
y, después de los "despueses"
volveremos a estar juntos.
En el epitafio apunto
que resurgiré de nuevo,
en mi Cigoto, mi huevo,
y volvernos a encontrar,
para podernos amar
porque muy dentro te llevo.
32
¿AMOR?
Parece decirlo feo
y en un jaleo me meta,
pero ni tu eres Julieta
ni tampoco yo Romeo.
Nuestro ¿amor? Por lo que veo,
nos ha sentado tan mal,
que ni tú con un puñal
ni yo con aquel veneno,
podríamos poner freno
a esta arena sin su cal.
33
EL TRILERO
Siempre contigo me pasa
como al más torpe trilero,
que pierde todo el dinero
y con dos zurdas fracasa.
Tu piel no luce !me abrasa!
Y resultan tus abrazos,
igual que los cañonazos
que me tienen hecho astillas,
sin partir, junto a la orilla,
vaciando la mar a cazos.
34
HAMBRE
Sumido en la gran hambruna,
con vehemencia diatribo
con el pretencioso olivo
que renegó de aceitunas.
Bajo la luz de la luna
me alimento de mi piel.
Sí, sé que parece cruel,
pero cuando el hambre aprieta,
hasta nos sirve la teta
que en vez de leche da hiel.
35
TERCIOPELO
Con lo que rasga me ensaño.
Cambié el hierro del anzuelo
por el suave terciopelo.
Aborrezco todo el daño
y contra el lucho: me apaño.
Lucho en contra del encierro
que nos daban los barrotes
y las correas sin trote:
para ello desato al perro
y los barrotes yo sierro.
36
EL SUEÑO
Cuando me acuesto en la cama,
hace tiempo pongo empeño,
en soñar de nuevo el sueño
de la obnubilante trama
en la que ella me reclama.
Pero el sueño no regresa
y vuelve la pesadilla
esparciendo de sus millas:
dando el bocado a su presa
pareciendo que la besa.
37
SALVAJE
Salvaje quiero nacer
debajo de un acebuche
y, mi rugido se escuche
apenas amanecer;
apenas se empiece a ver.
Salvaje quiero brotar:
ser nones en campo par,
burro en las caballerizas;
entre el carbón ser la tiza;
ser dulce en el basto mar.
38
LA ZURDA
Para ser feliz me basta
con las playas de Sorolla
o algún capricho de Goya,
porque me viene de casta,
igual que al torero la asta.
Para ser feliz me vale
con pinturas y retales
y, con esa mano zurda
que deja de ser absurda
demostrando lo que vale.
39
LA LUCHA
Aunque no quiero, aunque lucho,
me duele tanto este duelo,
como el morir de un abuelo,
el mordisco del cartucho
o el quererte tanto o mucho
sintiendo tú lo contrario.
Deprimirme es el salario
por trabajar en la pena,
y mi cuerpo la condena
donde cumplir el calvario.
40
ESOS OJOS
Intento disimular,
pero el amor me delata
y empiezo a meter la pata
cuando no logro mirar,
esos ojos como el mar
en los que me ahogo y muero,
por cada día que espero
que sus labios y los míos,
achiquen todo el vacío
que se colma por mi fuero.
41
PERRA SUERTE
Maldigo esta perra suerte
y, sin líquido ni baso,
brindo por el gran fracaso
que supone el ya no verte
sin el dejar de quererte.
A quién escuche, yo ruego,
que me devuelvan el fuego,
harto de comer ya crudos
las esquinas y los nudos
a los que hambriento me entrego.
4
EL BESO
Sabes que príncipe soy
en estado de batracio
y, me merezco un palacio,
no la charca en donde estoy.
Así que presto me voy
a por la carne y el hueso,
de un metro ochenta, que en beso,
tus labios para mi guardan
y aunque tardaron y tardan,
cada vez más me intereso.
43
EL TABLÓN
Como a un tablón de madera,
el tiempo me va combando,
ya sea quieto o andando
y, el resquebrajar espera,
la oportunidad primera
para que pruebe del fin,
que convertirá en serrín,
esta piel que necesita
el barniz de la visita
de unos labios con carmín.
44
EGIPTO
Los egipcios: su locura.
"!Basta! No hagáis más graffitis",
les decía Neffertiti,
creyendo que sus pinturas
eran tan sólo basura.
Y sus grandes construcciones:
!eso si que son cojones!
Yo, desde aquí les alabo
-aunque fuese con esclavosla calidad de sus dones.
45
RECUERDOS
Algún recuerdo se cuela:
veo quitando a mi abuelo
sus mocos con un pañuelo
bordado y de fina tela,
hecho a mano por mi abuela.
Los recuerdos son bonitos:
la cuadra, la fuente, el perro,
las trochas y los cencerros;
lo pasado hecho ya un hito.
46
COLILLAS
Como una burda colilla
me tiraste consumido:
el pisotón fue el olvido,
donde comen las polillas
el pellejo que se humilla,
vistiendo este corazón
tan negro como el carbón,
que parece que palpita,
pero tan sólo vomita
del principio al colofón.
47
EL DESGÜACE
Encantado de haber sido,
hace ya tiempo que yace
mi cuerpo sobre un desguace,
oxidado, desnutrido;
volcado por el olvido.
Harto de esperar, espero
salir de este vertedero:
que unas manos con nobleza,
reparen todas mis piezas
y pueda lucir entero.
48
LA CABRA
Siempre libre me he sentido
y ahora vas tú y me dices,
que quieres echar raíces
en un prado compartido;
muy quietos, como esculpidos.
Quizás cruel llegaré a ser,
o te pueda parecer
diciéndote estas palabras,
pero siempre he sido cabra
que tira al monte a pacer.
49
ANIMAL
No tengo trompa y barrunto.
No soy un gato y araño.
Las esquinas son mi baño
y a todo animal me junto
compartiendo mis asuntos.
Lo humano me sienta mal,
porque soy un animal
y voy pasando los meses,
a la vera de las reses
lamiendo su misma sal.
50
DIOSES
Por Alá y por Mahoma,
incluso nombraré a Buda,
porque entre tu piel se suda.
Permítete que te coma:
tú, madera; yo, carcoma.
Por la Virgen y por Cristo,
mira si peco de listo;
por los dioses Ra y Anubis,
que desciendo por tu pubis,
sigiloso, sin ser visto.
51
VERANO
Ha llegado ya el verano:
tengo calor y me mojo
en el mar que hay en tus ojos,
tan azules, tan cercanos
como tu piel y mis manos.
En tu regazo me acuno
como un amante oportuno,
que, a crío tornó su tez,
para mamar otra vez
de este pecho al que me uno.
52
CONFIANZA
De mi enemigo me fío
y le entrego mi coraza,
demostrándole la raza
mía y de todos los míos.
Por fiarme, ha llegado el lío
y me atravesó la espada:
a esta misma que empapada
con mi sangre, yo alimento,
pero que no me arrepiento;
no me arrepiento de nada.
53
VARADO
Equivocado me creo,
porque con ruedas cuadradas
no me veo avanzar nada
en este triste paseo.
A ver si por fin apeo
este cuerpo de mi alma,
que aquí metida se ensalma
sólo por poder salir,
donde poder existir
sin la ausencia de la calma.
54
RATAS
Me rasgaron en la trilla
y voy casi siempre a gatas,
confundido entre las ratas,
buscando la alcantarilla
donde encuentre la pastilla
que me haga dormir de nuevo.
Dentro de mi yo te llevo:
encabezas mi asadura,
volviéndola dulce y pura,
como ni soy ni me atrevo.
55
LA ESQUINA DE LA LUNA
El sol es un proxeneta,
la luna su única puta,
que nunca cambia de ruta
ni desabrocha braguetas:
la respetan y respeta.
Es tan sólo cuando crece,
que la buscamos más veces
por su lozana hermosura,
que pasa siempre, no dura,
pero vuelve y reaparece.
56
MUSAS
Osé violar a las musas
y en poseerlas me obceco,
pero estoy tan yermo y seco
que se me muestran confusas;
tan cerca pero difusas.
Y mis manos son estorbos,
que en vez de tragar dan sorbos
del color de la acuarela,
que contra mí se revela
tornándose a negro morbo.
57
LA PROMESA
Yo de ti ya no me fío
porque te marchaste lejos,
llevándote mi pellejo
ahora que viene el frío.
Y por no llorar, me río,
entre el dolor y el letargo
que sobre mis hombros cargo,
para cumplir la promesa,
que demasiado me pesa
por este camino amargo.
58
MADERA
Antaño fuimos madera,
pero hoy tan sólo ceniza,
tan sucia y escurridiza
como la hábil ramera,
a la que su chulo espera
para quitarle el dinero.
Que sí, ponemos esmero,
pero de nada nos vale,
porque somos animales
inválidos: sin apero.
59
ELBAR
Todo sucedió en un bar:
yo me fijé en una falda
y aquella mujer de espaldas
que se comenzó a girar.
Yo me empecé a enamorar.
Bastó tan sólo un instante
y se llevó por delante
la creencia que tenía,
de que sólo merecía
aquel infierno de Dante.
60
CAMINO
Dos pies no hacían camino
pero cuatro lo intentaban,
encontrándose la traba
de la zarza y el espino.
En el pinar sólo hay pinos
y, plantaron un manzano,
escarbando con las manos
esa tierra caprichosa,
que tan sólo era sabrosa
para parientes cercanos.
61
ABRAZOS
No sé como me desplazo
pero nunca dejo huellas.
Soy la escurridiza estrella
que no echan mano los lazos,
ni tampoco los abrazos
a los que les tengo miedo,
porque abrazar sé que puedo,
pero es que los tengo fobia
y, sólo pensar me agobia:
en ellos no tengo credo.
62
LA DIETA
Escuchame bien amiga:
haz la dieta de la hogaza;
esa que pronto adelgaza
y se queda en una miga.
Sí, ya lo sé, que te intriga,
y yo mi atención reclamo
porque sabes que te amo:
sigue mi dieta certera;
esa en que te como entera
y no te dejo ni un gramo.
63
HOMBRES
Ya no nos podéis cambiar.
¿De meses? Los doce en celo.
Ni las braguetas con hielo
nos dejaran de quemar.
¿Y qué te vas a esperar
de los hombres? Mujer, dime.
Que ya nada nos redime:
infiel por naturaleza
-esa es la mayor certezacon todo lo que se arrime.
64
CERROJOS
.
Las puertas me acorazaron:
me tapiaron las ventanas.
Me dejaron con las ganas
de salir donde brotaron
el consuelo y el amparo.
Me ataron a una cadena
hecha de hastío y de pena,
que me rozaba el pellejo
-de tenerte, tan, tan lejosy me rasgaba las venas.
65
EL SINCERO
Cielo, a punta de navaja
me pedías un "te quiero".
Ya sabes que soy sincero
y es por ello que me rajas:
que con sangre me agasajas.
Cielo, a punta de pistola
me pediste no estar sola.
Será por mi gran nobleza,
que volarás mi cabeza
por no contarte una trola.
66
LA ESPERA
De tanto aguardar los besos,
de tanto darle a la espera,
sólo somos calaveras
entre un montón más de huesos
que no soportan el peso
que ya es menos que la nada,
que permanece varada
sobre estos dos monumentos,
tan repletos de excrementos
de las más oscuras hadas.
67
EL CARTEL
He sufrido en esta vida
y llevo un cartel que dice:
"No toquéis mis cicatrices",
que se tornan en herida
y de nuevo, descosidas,
comenzarán a sangrar,
sin saber como escampar
la tormenta de agua roja,
que duele, a la vez que moja
este rosado lugar.
68
TOMILLO
Tu boca en mi boca escancia.
Como un ramo de tomillo,
crece desde tus tobillos
esa envolvente fragancia,
que impregna toda la estancia
donde nuestros cuerpos sudan.
La carne se come cruda
cuando se trata de amarse
y, apenas sin inmutarse
nuestros pellejos se mudan.
69
A DESTIEMPO
Vamos a distintos pasos:
puede que nunca te alcance,
pero si freno mi avance
será aceptar el fracaso.
Con alas, como Pegaso,
te alcanzare si hace falta;
como el canguro que salta,
o así, como el pez nadando,
intentando ir alcanzando
esas huellas que me exaltan.
70
A TRAICIÓN
Como un terreno vallado
te muestras ante la gente,
y así, como de repente,
dejas triscar en tu prado
tan sólo a los más osados;
tan sólo a los más valientes,
a los que arrancas los dientes
a traición y sin aviso,
tornándolos a sumisos,
para que a la orden, se sienten.
71
AMIGOS
Me llamabas sólo amigo.
Me sentí como un pañuelo
donde secabas tu duelo;
por eso ya no te sigo.
Nadie recogió este trigo
y, asolado sobre el prado,
no es digno ni del bocado
del animal más hambriento;
es así como me siento:
inútil, desvencijado.
72
EL GENIO
Volvió a embriagarme otra vez
el genio de la botella,
de tanto pensar en ella:
es sus labios, en su tez.
Me ahogo, y soy un pez
pasto de la paradoja,
a la que cruel se le antoja
con mi persona cebarse
y, justo antes de marcharse,
estando en tierra, me moja.
73
LA SENSACIÓN
Bebo de sus labios rosas
y lamo su dulce piel
que me sabe como a miel.
Pues sí, siento mariposas,
y mi estómago rebosa
de esa sensación extraña
que deslía la maraña,
haciendo un camino llano,
donde fulana y mengano
echan sal a la cizaña.
74
EL GUIÑO
Ella, con tan sólo un guiño
puede invertir las cascadas,
hacer sudar a la helada
y convertirme en armiño
mientras mi negro destiño:
se va por el sumidero
en donde estuve, y yo quiero
agradecerte, preciosa,
que levantases mi losa
porque por ti mato y muero.
75
LOCURA
Como un pobre Don Quijote
ando tumbando molinos,
porque la locura vino
hacia mi cabeza al trote.
Soy caballero sin dote
buscando a mi Dulcinea
entre el ronquido, la amnea
y las páginas sin tinta,
donde la locura pinta
historias sin que la vea.
76
EL PALO
Como un perro corro el palo
si eres tú la que lo tira.
Me derrito si me miras
y envuelvo un dorado halo,
para ti, ángel, de regalo.
Eres preciosa y amable:
eres como el incunable
que sólo llegó a mi vista.
Tan dicharachera y lista,
tan rompedora, tan fiable.
77
SED
Con sed, un vaso vacío
no es más que sólo un estorbo,
sin poderlo dar el sorbo
que amaine este cruel hastío
desatado al lado mío.
¿Por que amarte sin tenerte?
Me dio de espaldas la suerte
y, si es que algún día vino,
pasó y siguió su camino
dejándome roto e inerte.
78
EL CAMBIO
Yo, que era un bello paisaje,
con el demonio hice un pacto:
me convirtió en cuadro abstracto,
aportando a mi linaje
un nuevo caché a mi traje.
Que sí, que valor tenía,
pero nadie me entendía
y, me sentí como un trasto,
que solamente era el pasto
de ignorancias y osadías.
79
VENGANZA
Fui un hermoso vergel,
pero me encuentro asolado,
por permanecer al lado
del fuego, siendo papel.
Seré como un nuevo Abel
que surja por la venganza,
porque cuando el odio avanza
en reguero por las venas,
ya no hay nada que lo frena
hasta que a su presa alcanza.
80
MAGIA
He contratado a una bruja,
para que convierta en vaca
a esa mujer que me ataca:
para que engorde y que muja.
Sé que soy algo granuja,
y contraté un hechicero,
que convierta en cenicero
donde apagar los cigarros,
a todos aquellos guarros
que contra mí se pusieron.
81
EL LEOPARDO CON LEOTARDO
Un leopardo con leotardo
y otras estúpidas rimas
sobre mi testa hacen cima,
en donde paciente aguardo,
hacer con ellos los fardos
para repartir con todos,
mi agüita clara y mi lodo,
mis lágrimas, mi sonrisa,
mis descansos y mi prisa;
mi nombre, también mi apodo.
82
SOLEDAD
Mucha herida y poca venda.
Me empapo bien de alcohol,
para cuando salga el sol
con su lumbre a mi me prenda.
Busco a alguien que me entienda,
pero no es en este mundo,
así que sin más me hundo
en el negror de gangrenas,
en la soledad y pena,
que es de lo que más abundo.
83
NATURA
Cuán preciosa eres Natura.
Que presumida es la flora:
de siempre, que no es de ahora
y, que todo el mal depura
con la sustancia más pura.
¿Y nosotros que te damos?
Mejor no saberlo, vamos.
Te arrasamos con el fuego,
presos de un absurdo ego
y te arrancamos los ramos.
84
CEMENTO, AGUA Y ARENA
Como una roca estoy duro:
soy cemento, arena y agua,
que en mis adentros se fragua
para pasar el apuro,
convirtiéndome en un muro
sobre el que todo resbala,
menos el pico y la pala
que acabará con nosotros,
llevándonos, como al potro,
del matadero a una sala.
85
EL SENDERO
Se ha cansado ya el jilguero
del nido con hipoteca,
y coge el vuelo y ahueca
a recorrer el sendero
donde no sirva el dinero.
El burro se ha sublevado
y, cocea ya cansado
de tanto palo sin ley,
para ser su propio rey
lejos del hombre y su enfado.
86
EL FINAL
Por mucho que ame la vida,
por más que en vivir yo piense,
ya en las manos del forense
no tengo ninguna huida
y, con el alma abatida,
debo de partir adonde
el eco ya no responde:
tan sólo impera el silencio,
que enmudeciendo sentencio
mientras mi cuerpo se esconde.
87
HORMIGAS
Hacen senda las hormigas
tan negras y previsoras,
siendo tan trabajadoras
que no hay nadie que las siga.
Con arrojar una miga,
pasa un rato y aparecen
mientras en número crecen.
Portadoras de un olfato
que ni los perros y gatos,
porque ellas se lo merecen.
88
LA CADENA
No nací para estar preso:
yo tan sólo quiero amar
sin correa ni collar.
No claudicaré ante el peso
que a veces tienen los besos
que denotan pertenencia
y, acaban con la paciencia
del que solo los soporta,
con una cadena corta
a la que pedir clemencia.
89
EL AVAL
Con las orejas pinadas
y moviendo bien el rabo,
con tus caricias me babo.
Eres una diosa alada,
aquí a la tierra bajada
para compartir mi vera,
a la que cundió la espera
con el hermosos regalo,
con al que a mi vida avalo,
para que surja guerrera.
90
AL GALOPE
He escapado sin pensarlo,
a la carrera, al galope,
sólo por que no me tope
con alguien sin remediarlo,
si es que puedo yo evitarlo.
He aprendido con la edad
que es buena la soledad,
porque cuantos nos rodean,
por detrás, sin que los vean
ejercitan la maldad.
91
BAJO LLAVE
He guardado en una caja
-una caja de cartóna salvo mi corazón,
de mujeres que los rajan
mientras que nos agasajan.
He guardado bajo llave,
combinaciones y claves,
el total de sentimientos
a los que ya no me enfrento
porque en mi interior no caben.
92
SUICIDIO
Con una alza y una cuerda,
estoy buscando una rama,
para acabar con la trama
antes de que emoción pierda,
mandando todo a la mierda.
Aquí os dejo con el asco,
mientras lloráis el Tabasco
que hará arder a vuestros ojos
como si fueran rastrojos,
mientras mi lengua yo masco.
93
OTRO PLANETA
Viniste para el espacio
y nunca dejé de amarte,
por eso he venido a Marte,
como he podido; despacio.
Puede que sea el prefacio
de una nueva y dulce historia,
en que dos chicos de Soria
se aman en otro planeta,
más lejos que cualquier meta
y mas altos que la noria.
94
REENCARNACIÓN
He empezado a envejecer:
cuando muera, que me encuentre
de nuevo dentro de un vientre
para volver a nacer.
Nunca me gustó perder.
Si me dejan elegir,
quiero volver a surgir
como un inquieto vencejo,
sin posarme y volar lejos
donde volver a vivir.
95
AGALLAS
Me he rasgado unas agallas:
dejar tierra me da pena,
pero voy con mi sirena
que conocí en una playa,
mientras sobre una toalla
buscaba quieto el moreno.
La echaba tanto de menos
que tome la decisión
que me dictó un corazón
impulsivo pero bueno.
96
FUEGO
Tu vera es una fogata
y a tu lado me consumo
como la madera: en humo.
Aunque te apartes sensata,
como tu ser me arrebata,
de nuevo me vuelvo a incar
de rodillas en tu altar,
para rezar los poemas
que me surgen si me quemas
y todo vuelve a empezar...
97
RISAS
Tu rostro grave me avisa
que no puedo verte seria
y traigo el circo y la feria
para sacarte una risa,
que llega como la brisa,
muy suave, pero se queda,
abriendo una nueva veda
donde coger la alegría,
cacho a cacho, día a día
y sin que nadie interceda.
98
A TODO GAS
Pasaremos, vida mía,
a lomos de un estornudo,
viajando a infinitos nudos
por la noche y por el día,
que apenas se conocían
porque casi no coinciden.
Avisame si deciden
apostar por el letargo,
porque yo cojo y me largo
donde con el no conviden.
99
LOCURA
Tan sólo quiero una pluma
que vuele sobre el papel
para hablar de ella y de él,
de los besos que se suman.
A veces llega la bruma
para cegar mis sentidos:
es por eso que yo pido
un ápice de locura,
que disipe la negrura
que en los cuerdos se ha metido.
100
EL CURA
Veo venir la figura
de un ¿hombre? Con rabo y cuernos:
debe ser esto el infierno
que me gané por ser cura;
por frecuentar las diabluras,
abusando de los críos
a los que creía míos
y, sentaba en mis rodillas
para buscar sus cosquillas.
Ahora ya no me río.
101
GUERRA
Como un valiente soldado
deserté de aquella guerra,
porque a mi matar me aterra
más que morir disparado.
Para ello no fui educado
y, cogiendo mi chaqueta
me he mudado de planeta:
en donde jamás se luche
y todo el mundo se escuche
desterrando a la "vendetta".
103
EL MENDIGO
Consigo el amor te trajo.
Como un hambriento mendigo,
paro a comer, de tu ombligo,
un poquito más abajo.
Con la saliva agasajo
cada centímetro tuyo,
entre el grito y el murmullo
que se cuelgan de los techos,
para poder ver los pechos
que con mis manos yo mullo.
103
ALMA Y JABÓN
Del alma me he desvestido
y a gachas, en la bañera,
le doy jabón a la espera
de cumplir lo prometido
y limpiarla. Sólo pido
que se valla su negrura:
se torne otra vez a pura,
como debía haber sido
por siempre, sin los descuidos
que mancharon su hermosura.
104
EL OPTIMISTA
Te cambio besos por besos:
creo que es un trato justo.
Del amor ya no me asusto
porque siempre salgo ileso
y, me he acostumbrado al peso;
parece ahora liviano
y lo lejano, cercano,
porque soy el optimista
que supo seguir la pista
que dio tu piel a mis manos.
105
COLOFÓN
No quiero pasar sin nombrar
en mi última espinela,
a mis abuelos y abuelas;
al sol, la luna y la mar.
Jamás podría acabar
sin un agradecimiento
para las nubes y el viento
y, para esta voz que dice,
en mis sesos, directrices
para acabar bien los cuentos.
106
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