© Raúl Iglesias. Esta prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión de cualquier forma o de cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, copias, registros u otros medios, sin el permiso previo escrito del titular del Copyright. Este es un ejemplar que el autor obsequia de forma altruista y gratuita: está terminantemente prohibido comerciar con él. Puedes dejar tu opinión comentario o sugerencia en: [email protected] EL LEOPARDO CON LEOTARDO Y OTRAS ESTÚPIDAS RIMAS Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba que sólo se sustentaba de unas hierbas que cogía. "¿Habrá otro -entre sí decíamás pobre y triste que yo?" Y cuando el rostro volvió halló la respuesta, viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él arrojó (Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño, siglo XVII ) SECO Ahora, es cuando no entiendo como te fui tan devoto. Estoy demasiado roto y no me basta un remiendo, para ser de nuevo atuendo que sepa cubrir del frío. Y sin embargo, sonrío, si me da por recordar, que un día fui amplio mar aunque hoy sea un seco río. 6 EL NARCO Soy del amor otro "narco" que no consume y lo vende, porque un buen "camello" aprende que ha de ser cauto y parco. En viajes largos no embarco: prefiero el paseo lento, por si acaso me arrepiento y, si hubiese aguas revueltas, el poder darme la vuelta y volver a estar contento. 7 SIN LA VENIA Como a un trozo de papel la suave brisa me lleva: me deja caer o eleva. Me hace ser Caín o Abel: y es que me convierto en cruel y al rato soy cariñoso, con templanza y con reposo. "Señoría, sin la venia", repite mi esquizofrenia desde el cielo o desde el foso. 8 COJO Igual que el caballo cojo, ya sólo espero el disparo sin consuelo y sin amparo. Y, se me llenan los ojos de costras: glóbulos rojos, como el corazón, tan secos, que tapian los recovecos donde anidó la alegría, antes de tornarse el día en el más oscuro hueco. 9 MADERA Sed de agua y hambre de luz: será silla o pupitre, nunca cruz dónde sufran mesías, implorando a los días tierra como cabezas de avestruz. Después de un anillo, diez o de ciento, al rayo embaucador aún no le fías, porque ya sabes el final del cuento: permanecer atento es el pan para tus crías. 10 SILICOSIS Hoy me cuesta el respirar: será por la silicosis que me causara las dosis del polvo, del arrastrar -y sin poderlo evitarmi cuerpo por los caminos, con desorden y mal tino, sólo por ir a buscarla, porque no dejé de amarla y no encontrarla es mi sino. 11 MALA HIERBA Igual que una mala hierba creciendo alta en el sembrado, se alimenta de prestado y, desde su almena observa, mientras la calma conserva y va asfixiando a la plebe. Y por cada vez que llueve se alegra por su calaña, que perpetúa con maña hasta que alguien se la lleve. 12 REPELENTES Nos creemos harto buenos, pero no cabe debate: tan sólo somos primates que hemos venido a menos. Rebosados del veneno que inoculamos fielmente para matar a la gente, -que nos quiere y que nos quisoa traición y sin aviso; como seres repelentes. 13 SALVAJE Resurgiré en un abrazo. Volveré a nacer, salvaje, con el liviano equipaje de llevar sólo en los brazos, el peso de los tatuajes hechos con sangre y carbón y, del reloj una aguja; la que me estrujó y estruja bajo la piel los pigmentos, que pretenden ser lamento, pero ni fueron ni son. 14 CAMINOS Tan harto de la ciudad y sin que nadie me vea, convierto en hierba la brea; en aire la suciedad; el humo en la claridad. Harto de las carreteras, las he tornado a caminos polvorientos, clandestinos, donde es el tiempo el que espera -y no al revés- en su esfera. 15 CEPOS Para un beso conseguir, hasta tu boca yo trepo, pero me encuentro los cepos tratándome de impedir, llegar hasta el elixir que algunos llaman saliva; yo, el dulce néctar que liban las más astutas abejas, de dos en dos, en parejas, mientras a la muerte esquivan. 16 FUTURO Se va la vida futura por la brecha del escroto que hace tiempo llevo roto, para no engendrar basura, de esta innoble raza impura que en nada arrasó con todo, cara a cara, codo a codo. Somos desagradecidos, pagando el haber vivido con el más ruin de los modos. 17 DESBOCADO Ando otra vez desbocado. Tan sólo espero que atines a amarrarte de mis crines, para no verte estampado bajo mis cascos ajados. Aléjate de mis dientes: ahora buscan el blando, de una carne, que temblando, para salvarse me miente tan cobarde e indecente. 18 MAULLIDOS Desde un gran tejado maúllo a aquella preciosa gata, la que mi amor arrebata; la que con sólo un murmullo me hizo para siempre suyo. No sé lo que me ha pasado que la prefiero al pescado y a cualquier otro manjar: sin ella no puedo estar después de tenerla al lado. 19 LA CATA Igual que una garrapata, de toda tu sangre chupo hasta que llene mi cupo. Despacito, casi a gatas, hundo esta boca que cata tu jugo bajo la piel. Soy tu comensal más fiel: aquel que nunca te falla y, que las yagas te talla con esta boquita cruel. 20 EL ÁRBOL Mi vida en raíz empieza y las hojas de mi copa, son en sí toda mi ropa, aparte de la corteza, fruto de la fortaleza que me hace casi invencible. Pero por ser combustible o la piel de vuestros muebles, el machado me hace endeble y el dinero, irresistible. 21 TORTURA Con sangre sobre los ojos y astillas bajo las uñas, se arrastrarán mis pezuñas rodando como rastrojos y, por si acaso me mojo; por si regresase el fuego: a su ser ya no me entrego porque aunque sea un cautivo, quiero permanecer vivo y para brotar me riego. 22 EL HULE Preciosa, yaces desnuda sobre el plástico de un hule con flores rojas y azules. Sin saberlo, mi piel suda, sabiéndose la suertuda de lamer la claridad, que irradian con suavidad las rocas más besuconas con visos de irrealidad. 23 MIL SOLES Para llegar a tu lecho, escalo como una hiedra por las paredes de piedra. Pero siempre llego al techo porque me paso de trecho y, observo desde la altura, como luce tu hermosura como un enorme candil, que deslumbra más que mil soles de luz limpia y pura. 24 LA RATONERA Su sexo es la ratonera con el más ansiado queso que viene después del beso, en donde la muerte espera vestida de primavera. Pero es el más crudo invierno, sin reglas y sin gobierno, que toda furia desata, para que mueran las ratas después de un manjar tan tierno. 25 LEJOS Seré para siempre tuyo. Sólo deja que me empache de tus ojos azabache, a los cuales atribuyo sentirme lleno de orgullo. Caminaré de tu lado y, aunque en distintos planetas, compartiremos chaqueta cuando resurja lo helado. Tan lejos pero abrazados. 26 EXTREMOS En los extremos anido y, para apagar el fuego, con gasolina lo riego, orgulloso de haber sido el niño más consentido. Sí, anido en los extremos y cuando nos encontremos, sólo puede quedar uno y, en un gatillo me acuno soñando que no te temo. 27 EL TAPICERO Con blancas plumas de una ave, una nueva piel tapizo, tornando mi piel de erizo por una más tersa y suave que sobre otros no se clave. Al fin podré disfrutar la sensación del abrazo, resarciendo a mi regazo, que no se llegará a hartar ni a cansarse de probar. 28 SOLES Y LUNAS Colecciono lunas llenas en una probeta oscura, en donde crecen, maduran, y se mueren por la pena del encierro: la condena. Cuando soles coleccione, acabaré con el día, para sumir la alegría en tarros, donde a montones se pudren los corazones. 29 PRIMARIO Soy simple, simple y primario, sin tallo, flores ni hojas, para que nadie me coja y no me arranquen a diario como hojas de un calendario. Introvertido y cobarde, paso sin hacer alarde por este mundo de lerdos, que se denominan cuerdos; que queman pero no arden. 30 VERGÜENZA Los humanos somos cerdos y valga la redundancia. Vivimos en la abundancia, sin pasado y sin recuerdo. Entre los demás me pierdo sin el saber donde ir, porque no aprendí a fingir y, mi raza me avergüenza, más temiendo que me venza, andando debo seguir. 31 VOLVER Se terminará el asunto debajo de los cipreses y, después de los "despueses" volveremos a estar juntos. En el epitafio apunto que resurgiré de nuevo, en mi Cigoto, mi huevo, y volvernos a encontrar, para podernos amar porque muy dentro te llevo. 32 ¿AMOR? Parece decirlo feo y en un jaleo me meta, pero ni tu eres Julieta ni tampoco yo Romeo. Nuestro ¿amor? Por lo que veo, nos ha sentado tan mal, que ni tú con un puñal ni yo con aquel veneno, podríamos poner freno a esta arena sin su cal. 33 EL TRILERO Siempre contigo me pasa como al más torpe trilero, que pierde todo el dinero y con dos zurdas fracasa. Tu piel no luce !me abrasa! Y resultan tus abrazos, igual que los cañonazos que me tienen hecho astillas, sin partir, junto a la orilla, vaciando la mar a cazos. 34 HAMBRE Sumido en la gran hambruna, con vehemencia diatribo con el pretencioso olivo que renegó de aceitunas. Bajo la luz de la luna me alimento de mi piel. Sí, sé que parece cruel, pero cuando el hambre aprieta, hasta nos sirve la teta que en vez de leche da hiel. 35 TERCIOPELO Con lo que rasga me ensaño. Cambié el hierro del anzuelo por el suave terciopelo. Aborrezco todo el daño y contra el lucho: me apaño. Lucho en contra del encierro que nos daban los barrotes y las correas sin trote: para ello desato al perro y los barrotes yo sierro. 36 EL SUEÑO Cuando me acuesto en la cama, hace tiempo pongo empeño, en soñar de nuevo el sueño de la obnubilante trama en la que ella me reclama. Pero el sueño no regresa y vuelve la pesadilla esparciendo de sus millas: dando el bocado a su presa pareciendo que la besa. 37 SALVAJE Salvaje quiero nacer debajo de un acebuche y, mi rugido se escuche apenas amanecer; apenas se empiece a ver. Salvaje quiero brotar: ser nones en campo par, burro en las caballerizas; entre el carbón ser la tiza; ser dulce en el basto mar. 38 LA ZURDA Para ser feliz me basta con las playas de Sorolla o algún capricho de Goya, porque me viene de casta, igual que al torero la asta. Para ser feliz me vale con pinturas y retales y, con esa mano zurda que deja de ser absurda demostrando lo que vale. 39 LA LUCHA Aunque no quiero, aunque lucho, me duele tanto este duelo, como el morir de un abuelo, el mordisco del cartucho o el quererte tanto o mucho sintiendo tú lo contrario. Deprimirme es el salario por trabajar en la pena, y mi cuerpo la condena donde cumplir el calvario. 40 ESOS OJOS Intento disimular, pero el amor me delata y empiezo a meter la pata cuando no logro mirar, esos ojos como el mar en los que me ahogo y muero, por cada día que espero que sus labios y los míos, achiquen todo el vacío que se colma por mi fuero. 41 PERRA SUERTE Maldigo esta perra suerte y, sin líquido ni baso, brindo por el gran fracaso que supone el ya no verte sin el dejar de quererte. A quién escuche, yo ruego, que me devuelvan el fuego, harto de comer ya crudos las esquinas y los nudos a los que hambriento me entrego. 4 EL BESO Sabes que príncipe soy en estado de batracio y, me merezco un palacio, no la charca en donde estoy. Así que presto me voy a por la carne y el hueso, de un metro ochenta, que en beso, tus labios para mi guardan y aunque tardaron y tardan, cada vez más me intereso. 43 EL TABLÓN Como a un tablón de madera, el tiempo me va combando, ya sea quieto o andando y, el resquebrajar espera, la oportunidad primera para que pruebe del fin, que convertirá en serrín, esta piel que necesita el barniz de la visita de unos labios con carmín. 44 EGIPTO Los egipcios: su locura. "!Basta! No hagáis más graffitis", les decía Neffertiti, creyendo que sus pinturas eran tan sólo basura. Y sus grandes construcciones: !eso si que son cojones! Yo, desde aquí les alabo -aunque fuese con esclavosla calidad de sus dones. 45 RECUERDOS Algún recuerdo se cuela: veo quitando a mi abuelo sus mocos con un pañuelo bordado y de fina tela, hecho a mano por mi abuela. Los recuerdos son bonitos: la cuadra, la fuente, el perro, las trochas y los cencerros; lo pasado hecho ya un hito. 46 COLILLAS Como una burda colilla me tiraste consumido: el pisotón fue el olvido, donde comen las polillas el pellejo que se humilla, vistiendo este corazón tan negro como el carbón, que parece que palpita, pero tan sólo vomita del principio al colofón. 47 EL DESGÜACE Encantado de haber sido, hace ya tiempo que yace mi cuerpo sobre un desguace, oxidado, desnutrido; volcado por el olvido. Harto de esperar, espero salir de este vertedero: que unas manos con nobleza, reparen todas mis piezas y pueda lucir entero. 48 LA CABRA Siempre libre me he sentido y ahora vas tú y me dices, que quieres echar raíces en un prado compartido; muy quietos, como esculpidos. Quizás cruel llegaré a ser, o te pueda parecer diciéndote estas palabras, pero siempre he sido cabra que tira al monte a pacer. 49 ANIMAL No tengo trompa y barrunto. No soy un gato y araño. Las esquinas son mi baño y a todo animal me junto compartiendo mis asuntos. Lo humano me sienta mal, porque soy un animal y voy pasando los meses, a la vera de las reses lamiendo su misma sal. 50 DIOSES Por Alá y por Mahoma, incluso nombraré a Buda, porque entre tu piel se suda. Permítete que te coma: tú, madera; yo, carcoma. Por la Virgen y por Cristo, mira si peco de listo; por los dioses Ra y Anubis, que desciendo por tu pubis, sigiloso, sin ser visto. 51 VERANO Ha llegado ya el verano: tengo calor y me mojo en el mar que hay en tus ojos, tan azules, tan cercanos como tu piel y mis manos. En tu regazo me acuno como un amante oportuno, que, a crío tornó su tez, para mamar otra vez de este pecho al que me uno. 52 CONFIANZA De mi enemigo me fío y le entrego mi coraza, demostrándole la raza mía y de todos los míos. Por fiarme, ha llegado el lío y me atravesó la espada: a esta misma que empapada con mi sangre, yo alimento, pero que no me arrepiento; no me arrepiento de nada. 53 VARADO Equivocado me creo, porque con ruedas cuadradas no me veo avanzar nada en este triste paseo. A ver si por fin apeo este cuerpo de mi alma, que aquí metida se ensalma sólo por poder salir, donde poder existir sin la ausencia de la calma. 54 RATAS Me rasgaron en la trilla y voy casi siempre a gatas, confundido entre las ratas, buscando la alcantarilla donde encuentre la pastilla que me haga dormir de nuevo. Dentro de mi yo te llevo: encabezas mi asadura, volviéndola dulce y pura, como ni soy ni me atrevo. 55 LA ESQUINA DE LA LUNA El sol es un proxeneta, la luna su única puta, que nunca cambia de ruta ni desabrocha braguetas: la respetan y respeta. Es tan sólo cuando crece, que la buscamos más veces por su lozana hermosura, que pasa siempre, no dura, pero vuelve y reaparece. 56 MUSAS Osé violar a las musas y en poseerlas me obceco, pero estoy tan yermo y seco que se me muestran confusas; tan cerca pero difusas. Y mis manos son estorbos, que en vez de tragar dan sorbos del color de la acuarela, que contra mí se revela tornándose a negro morbo. 57 LA PROMESA Yo de ti ya no me fío porque te marchaste lejos, llevándote mi pellejo ahora que viene el frío. Y por no llorar, me río, entre el dolor y el letargo que sobre mis hombros cargo, para cumplir la promesa, que demasiado me pesa por este camino amargo. 58 MADERA Antaño fuimos madera, pero hoy tan sólo ceniza, tan sucia y escurridiza como la hábil ramera, a la que su chulo espera para quitarle el dinero. Que sí, ponemos esmero, pero de nada nos vale, porque somos animales inválidos: sin apero. 59 ELBAR Todo sucedió en un bar: yo me fijé en una falda y aquella mujer de espaldas que se comenzó a girar. Yo me empecé a enamorar. Bastó tan sólo un instante y se llevó por delante la creencia que tenía, de que sólo merecía aquel infierno de Dante. 60 CAMINO Dos pies no hacían camino pero cuatro lo intentaban, encontrándose la traba de la zarza y el espino. En el pinar sólo hay pinos y, plantaron un manzano, escarbando con las manos esa tierra caprichosa, que tan sólo era sabrosa para parientes cercanos. 61 ABRAZOS No sé como me desplazo pero nunca dejo huellas. Soy la escurridiza estrella que no echan mano los lazos, ni tampoco los abrazos a los que les tengo miedo, porque abrazar sé que puedo, pero es que los tengo fobia y, sólo pensar me agobia: en ellos no tengo credo. 62 LA DIETA Escuchame bien amiga: haz la dieta de la hogaza; esa que pronto adelgaza y se queda en una miga. Sí, ya lo sé, que te intriga, y yo mi atención reclamo porque sabes que te amo: sigue mi dieta certera; esa en que te como entera y no te dejo ni un gramo. 63 HOMBRES Ya no nos podéis cambiar. ¿De meses? Los doce en celo. Ni las braguetas con hielo nos dejaran de quemar. ¿Y qué te vas a esperar de los hombres? Mujer, dime. Que ya nada nos redime: infiel por naturaleza -esa es la mayor certezacon todo lo que se arrime. 64 CERROJOS . Las puertas me acorazaron: me tapiaron las ventanas. Me dejaron con las ganas de salir donde brotaron el consuelo y el amparo. Me ataron a una cadena hecha de hastío y de pena, que me rozaba el pellejo -de tenerte, tan, tan lejosy me rasgaba las venas. 65 EL SINCERO Cielo, a punta de navaja me pedías un "te quiero". Ya sabes que soy sincero y es por ello que me rajas: que con sangre me agasajas. Cielo, a punta de pistola me pediste no estar sola. Será por mi gran nobleza, que volarás mi cabeza por no contarte una trola. 66 LA ESPERA De tanto aguardar los besos, de tanto darle a la espera, sólo somos calaveras entre un montón más de huesos que no soportan el peso que ya es menos que la nada, que permanece varada sobre estos dos monumentos, tan repletos de excrementos de las más oscuras hadas. 67 EL CARTEL He sufrido en esta vida y llevo un cartel que dice: "No toquéis mis cicatrices", que se tornan en herida y de nuevo, descosidas, comenzarán a sangrar, sin saber como escampar la tormenta de agua roja, que duele, a la vez que moja este rosado lugar. 68 TOMILLO Tu boca en mi boca escancia. Como un ramo de tomillo, crece desde tus tobillos esa envolvente fragancia, que impregna toda la estancia donde nuestros cuerpos sudan. La carne se come cruda cuando se trata de amarse y, apenas sin inmutarse nuestros pellejos se mudan. 69 A DESTIEMPO Vamos a distintos pasos: puede que nunca te alcance, pero si freno mi avance será aceptar el fracaso. Con alas, como Pegaso, te alcanzare si hace falta; como el canguro que salta, o así, como el pez nadando, intentando ir alcanzando esas huellas que me exaltan. 70 A TRAICIÓN Como un terreno vallado te muestras ante la gente, y así, como de repente, dejas triscar en tu prado tan sólo a los más osados; tan sólo a los más valientes, a los que arrancas los dientes a traición y sin aviso, tornándolos a sumisos, para que a la orden, se sienten. 71 AMIGOS Me llamabas sólo amigo. Me sentí como un pañuelo donde secabas tu duelo; por eso ya no te sigo. Nadie recogió este trigo y, asolado sobre el prado, no es digno ni del bocado del animal más hambriento; es así como me siento: inútil, desvencijado. 72 EL GENIO Volvió a embriagarme otra vez el genio de la botella, de tanto pensar en ella: es sus labios, en su tez. Me ahogo, y soy un pez pasto de la paradoja, a la que cruel se le antoja con mi persona cebarse y, justo antes de marcharse, estando en tierra, me moja. 73 LA SENSACIÓN Bebo de sus labios rosas y lamo su dulce piel que me sabe como a miel. Pues sí, siento mariposas, y mi estómago rebosa de esa sensación extraña que deslía la maraña, haciendo un camino llano, donde fulana y mengano echan sal a la cizaña. 74 EL GUIÑO Ella, con tan sólo un guiño puede invertir las cascadas, hacer sudar a la helada y convertirme en armiño mientras mi negro destiño: se va por el sumidero en donde estuve, y yo quiero agradecerte, preciosa, que levantases mi losa porque por ti mato y muero. 75 LOCURA Como un pobre Don Quijote ando tumbando molinos, porque la locura vino hacia mi cabeza al trote. Soy caballero sin dote buscando a mi Dulcinea entre el ronquido, la amnea y las páginas sin tinta, donde la locura pinta historias sin que la vea. 76 EL PALO Como un perro corro el palo si eres tú la que lo tira. Me derrito si me miras y envuelvo un dorado halo, para ti, ángel, de regalo. Eres preciosa y amable: eres como el incunable que sólo llegó a mi vista. Tan dicharachera y lista, tan rompedora, tan fiable. 77 SED Con sed, un vaso vacío no es más que sólo un estorbo, sin poderlo dar el sorbo que amaine este cruel hastío desatado al lado mío. ¿Por que amarte sin tenerte? Me dio de espaldas la suerte y, si es que algún día vino, pasó y siguió su camino dejándome roto e inerte. 78 EL CAMBIO Yo, que era un bello paisaje, con el demonio hice un pacto: me convirtió en cuadro abstracto, aportando a mi linaje un nuevo caché a mi traje. Que sí, que valor tenía, pero nadie me entendía y, me sentí como un trasto, que solamente era el pasto de ignorancias y osadías. 79 VENGANZA Fui un hermoso vergel, pero me encuentro asolado, por permanecer al lado del fuego, siendo papel. Seré como un nuevo Abel que surja por la venganza, porque cuando el odio avanza en reguero por las venas, ya no hay nada que lo frena hasta que a su presa alcanza. 80 MAGIA He contratado a una bruja, para que convierta en vaca a esa mujer que me ataca: para que engorde y que muja. Sé que soy algo granuja, y contraté un hechicero, que convierta en cenicero donde apagar los cigarros, a todos aquellos guarros que contra mí se pusieron. 81 EL LEOPARDO CON LEOTARDO Un leopardo con leotardo y otras estúpidas rimas sobre mi testa hacen cima, en donde paciente aguardo, hacer con ellos los fardos para repartir con todos, mi agüita clara y mi lodo, mis lágrimas, mi sonrisa, mis descansos y mi prisa; mi nombre, también mi apodo. 82 SOLEDAD Mucha herida y poca venda. Me empapo bien de alcohol, para cuando salga el sol con su lumbre a mi me prenda. Busco a alguien que me entienda, pero no es en este mundo, así que sin más me hundo en el negror de gangrenas, en la soledad y pena, que es de lo que más abundo. 83 NATURA Cuán preciosa eres Natura. Que presumida es la flora: de siempre, que no es de ahora y, que todo el mal depura con la sustancia más pura. ¿Y nosotros que te damos? Mejor no saberlo, vamos. Te arrasamos con el fuego, presos de un absurdo ego y te arrancamos los ramos. 84 CEMENTO, AGUA Y ARENA Como una roca estoy duro: soy cemento, arena y agua, que en mis adentros se fragua para pasar el apuro, convirtiéndome en un muro sobre el que todo resbala, menos el pico y la pala que acabará con nosotros, llevándonos, como al potro, del matadero a una sala. 85 EL SENDERO Se ha cansado ya el jilguero del nido con hipoteca, y coge el vuelo y ahueca a recorrer el sendero donde no sirva el dinero. El burro se ha sublevado y, cocea ya cansado de tanto palo sin ley, para ser su propio rey lejos del hombre y su enfado. 86 EL FINAL Por mucho que ame la vida, por más que en vivir yo piense, ya en las manos del forense no tengo ninguna huida y, con el alma abatida, debo de partir adonde el eco ya no responde: tan sólo impera el silencio, que enmudeciendo sentencio mientras mi cuerpo se esconde. 87 HORMIGAS Hacen senda las hormigas tan negras y previsoras, siendo tan trabajadoras que no hay nadie que las siga. Con arrojar una miga, pasa un rato y aparecen mientras en número crecen. Portadoras de un olfato que ni los perros y gatos, porque ellas se lo merecen. 88 LA CADENA No nací para estar preso: yo tan sólo quiero amar sin correa ni collar. No claudicaré ante el peso que a veces tienen los besos que denotan pertenencia y, acaban con la paciencia del que solo los soporta, con una cadena corta a la que pedir clemencia. 89 EL AVAL Con las orejas pinadas y moviendo bien el rabo, con tus caricias me babo. Eres una diosa alada, aquí a la tierra bajada para compartir mi vera, a la que cundió la espera con el hermosos regalo, con al que a mi vida avalo, para que surja guerrera. 90 AL GALOPE He escapado sin pensarlo, a la carrera, al galope, sólo por que no me tope con alguien sin remediarlo, si es que puedo yo evitarlo. He aprendido con la edad que es buena la soledad, porque cuantos nos rodean, por detrás, sin que los vean ejercitan la maldad. 91 BAJO LLAVE He guardado en una caja -una caja de cartóna salvo mi corazón, de mujeres que los rajan mientras que nos agasajan. He guardado bajo llave, combinaciones y claves, el total de sentimientos a los que ya no me enfrento porque en mi interior no caben. 92 SUICIDIO Con una alza y una cuerda, estoy buscando una rama, para acabar con la trama antes de que emoción pierda, mandando todo a la mierda. Aquí os dejo con el asco, mientras lloráis el Tabasco que hará arder a vuestros ojos como si fueran rastrojos, mientras mi lengua yo masco. 93 OTRO PLANETA Viniste para el espacio y nunca dejé de amarte, por eso he venido a Marte, como he podido; despacio. Puede que sea el prefacio de una nueva y dulce historia, en que dos chicos de Soria se aman en otro planeta, más lejos que cualquier meta y mas altos que la noria. 94 REENCARNACIÓN He empezado a envejecer: cuando muera, que me encuentre de nuevo dentro de un vientre para volver a nacer. Nunca me gustó perder. Si me dejan elegir, quiero volver a surgir como un inquieto vencejo, sin posarme y volar lejos donde volver a vivir. 95 AGALLAS Me he rasgado unas agallas: dejar tierra me da pena, pero voy con mi sirena que conocí en una playa, mientras sobre una toalla buscaba quieto el moreno. La echaba tanto de menos que tome la decisión que me dictó un corazón impulsivo pero bueno. 96 FUEGO Tu vera es una fogata y a tu lado me consumo como la madera: en humo. Aunque te apartes sensata, como tu ser me arrebata, de nuevo me vuelvo a incar de rodillas en tu altar, para rezar los poemas que me surgen si me quemas y todo vuelve a empezar... 97 RISAS Tu rostro grave me avisa que no puedo verte seria y traigo el circo y la feria para sacarte una risa, que llega como la brisa, muy suave, pero se queda, abriendo una nueva veda donde coger la alegría, cacho a cacho, día a día y sin que nadie interceda. 98 A TODO GAS Pasaremos, vida mía, a lomos de un estornudo, viajando a infinitos nudos por la noche y por el día, que apenas se conocían porque casi no coinciden. Avisame si deciden apostar por el letargo, porque yo cojo y me largo donde con el no conviden. 99 LOCURA Tan sólo quiero una pluma que vuele sobre el papel para hablar de ella y de él, de los besos que se suman. A veces llega la bruma para cegar mis sentidos: es por eso que yo pido un ápice de locura, que disipe la negrura que en los cuerdos se ha metido. 100 EL CURA Veo venir la figura de un ¿hombre? Con rabo y cuernos: debe ser esto el infierno que me gané por ser cura; por frecuentar las diabluras, abusando de los críos a los que creía míos y, sentaba en mis rodillas para buscar sus cosquillas. Ahora ya no me río. 101 GUERRA Como un valiente soldado deserté de aquella guerra, porque a mi matar me aterra más que morir disparado. Para ello no fui educado y, cogiendo mi chaqueta me he mudado de planeta: en donde jamás se luche y todo el mundo se escuche desterrando a la "vendetta". 103 EL MENDIGO Consigo el amor te trajo. Como un hambriento mendigo, paro a comer, de tu ombligo, un poquito más abajo. Con la saliva agasajo cada centímetro tuyo, entre el grito y el murmullo que se cuelgan de los techos, para poder ver los pechos que con mis manos yo mullo. 103 ALMA Y JABÓN Del alma me he desvestido y a gachas, en la bañera, le doy jabón a la espera de cumplir lo prometido y limpiarla. Sólo pido que se valla su negrura: se torne otra vez a pura, como debía haber sido por siempre, sin los descuidos que mancharon su hermosura. 104 EL OPTIMISTA Te cambio besos por besos: creo que es un trato justo. Del amor ya no me asusto porque siempre salgo ileso y, me he acostumbrado al peso; parece ahora liviano y lo lejano, cercano, porque soy el optimista que supo seguir la pista que dio tu piel a mis manos. 105 COLOFÓN No quiero pasar sin nombrar en mi última espinela, a mis abuelos y abuelas; al sol, la luna y la mar. Jamás podría acabar sin un agradecimiento para las nubes y el viento y, para esta voz que dice, en mis sesos, directrices para acabar bien los cuentos. 106