La asociacion de factores de riesgo cardiovasculares

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LA ASOCIACION DE FACTORES
MULTIPLICA EL RIESGO.
DE
RIESGO
CARDIOVASCULAR
La hipertensión arterial aumenta el riesgo para padecer enfermedades
cardiovasculares. En la valoración del riesgo de que aparezcan dichas
enfermedades depende no solo de la presencia de hipertensión arterial, sino
también de su gravedad y de forma especial de la presencia de otros factores
de riesgo cardiovasculares.
En España como en otros países occidentales, es frecuente encontrar
pacientes donde se encuentran varios factores de riesgo cardiovascular
asociados, siendo la hipertensión arterial la patología cardiovascular que tiene
significativamente una mayor coincidencia con hipercolesterolemia,
hipertrigliceridemia, diabetes mellitus y obesidad que en los pacientes no
hipertensos. También, existe una tendencia de los factores de riesgo a
agruparse en los mismo individuos. De cada cuatro hipertensos, tres
presentarán otro factor de riego cardiovascular asociado, de tal forma que se
provoca un aumento de riesgo cardiovascular en estos hipertensos.
En el estudio de Framingham, y en otros estudios observacionales, se
ha demostrado que la adicción de los factores de riesgo tiene un efecto
multiplicativo sobre el mismo.
Así, un paciente hipertenso con una presión arterial sistólica de 195
mmHg, tiene una probabilidad de tener un accidente cardiovascular ( infarto
agudo de miocardio, angina coronaria, trombosis cerebral o muerte súbita) 3
veces mayor que una persona normotensa. Un paciente hiperlipémico que
tenga unas cifras de colesterol de alrededor de 300 mg/dl, tiene una
probabilidad de tener un accidente cardiovascular 4 veces mayor que una
persona con cifras normales de colesterol. Sin embargo, en caso de que se
asocien estos dos factores de riesgo en un mismo paciente, hipertensión
arterial e hipercolesterolemia, la probabilidad de tener un accidente
cardiovascular no será la suma de las probabilidades de cada uno de los
factores de riesgo 3 + 4, sino que tendrá una probabilidad de 9 veces mayor
que una persona normotensa y que tenga cifras normales de colesterol.
Por tanto, la asociación de factores de riesgo en un mismo paciente,
supone que su probabilidad de tener un accidente cardiovascular no es la suma
de la probabilidad de cada uno de los factores de riesgo, sino que dicha
probabilidad tiene un efecto exponencial, de tal manera que un paciente
hipertenso con cifras altas de colesterol y fumador tiene la posibilidad 16 veces
mayor que una persona sin estos factores de riesgo.
Un control adecuado de la hipertensión arterial puede no mejorar, de
modo apreciable el riesgo cardiovascular del individuo sino se consideran otros
perfiles de riesgo, como la presencia de hábito tabáquico, hipercolesterolemia,
diabetes, obesidad o enfermedad cardiovascular. El objetivo es detectar a los
pacientes de alto riesgo cardiovascular y a los que presenten enfermedad
arteriosclerótica. Los pacientes de alto riesgo cardiovascular se consideran
prioritarios según las distintas Sociedades Científicas, ya que son los que más
se van a beneficiar de un tratamiento con fármacos ( sobre todo los hipertensos
y los hipercolesterolémicos) para reducir la enfermedad cardiovascular.
De lo expuesto anteriormente se deduce la importancia de actuar
multifactorialmente sobre todos los factores de riesgo presentes en un
determinado paciente como única forma de reducir el riesgo cardiovascular
absoluto y lograr la prevención de los accidentes cardiovasculares. El descenso
de la presión arterial en un paciente en el que concurre algún otro factor de
riesgo sobre el que no se intervenga, tendrá como consecuencia un reducción
del riesgo cardiovascular, pero no su normalización.
Este en un concepto sumamente importante derivado de estudios
observacionales y que apenas ha tenido implicación en el desarrollado de
ensayos clínicos, dada la dificultad de intervenir en pacientes que tiene más de
un factor de riesgo. Los estudios realizados para disminuir la enfermedad
cardiovascular se han basado en el tratamiento de pacientes hipertensos o
hipercolesterolémicos, por lo que actualmente conocemos los beneficios del
tratamiento de la elevación de las cifras de presión arterial y de colesterol, así
como, del buen control de la diabetes, en la reducción del riesgo cardiovascular
absoluto.
La existencia previa de enfermedad cardiovascular confiere al paciente
hipertenso un mayor riesgo de padecer nuevamente episodios
cardiovasculares. La existencia o no de otros factores de riesgo, la lesión en los
órganos diana ( corazón, riñón, cerebro o retina) o enfermedad cardiovascular
previa en el hipertenso es importante para la toma de decisiones terapeúticas,
así como, para la elección del fármaco antihipertensivo que sea más favorable
en la modificación de todos los posibles factores de riesgo presentes.
Dr. Fernando Hernández Menárguez
Cátedra de Riesgo Cardiovascular, Universidad Católica de Murcia
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