ASEO GENITAL FEMENINO Y MASCULINO Introducción Este trabajo tiene como objetivo enseñar a las personas a mantener la higiene, con el fin de eliminar todos aquellos agentes que el organismo puede producir de forma natural y que se pueden eliminar con una higiene adecuada, disminuyendo considerablemente el riesgo de contraer cualquier tipo de infecciones urinarias y Proporcionar confort. Por estos motivo es necesario conocer las técnicas de aseo para realizar adecuadamente dicho procedimiento. Aseo de genitales externos femeninos EQUIPO Batea. Jarra de agua tibia jabonosa o con desinfectante vaginal. Jarra con agua tibia. Torundas o gasas. Papel higiénico. Bolsa para lo sucio. Guantes desechables. Toalla. TÉCNICA Llevar el equipo a la habitación Comentar la necesidad de realizar esta técnica. Procurar intimidad. Lavado de manos (higiénico). Colocarse guantes desechables Colocar al paciente en posición decúbito supino con las piernas flexionadas. Observar posibles inflamaciones, edemas o úlceras, que pueden presentar en esta zona. Colocar la cuña bajo las nalgas del paciente. Evita mojar la cama. Dejar al descubierto la zona genital, cubriendo el resto del cuerpo. Verter el agua tibia sobre los genitales Enjabonar genitales externos… Enjabonar y lavar zona genital en el siguiente orden: pubis, zona interna de los muslos, meato urinario, labios menores, labios mayores, hendidura vulvar, ano y pliegue interglúteo. Separar los labios mayores con la mano dominante y con la otra limpie de arriba abajo y de dentro hacia fuera utilizando una gasa, manopla o esponja para cada maniobra. Prestar especial atención a los pliegues que hay entre los labios mayores y los menores. Aclarar con abundante agua y secar suavemente. Evita que queden restos de jabón y humedad, que pueden macerar la piel. Colocar a la paciente en posición decúbito lateral y proceder al lavado y secado de la zona peri anal: desde la hendidura vulvar hasta el ano y pliegue interglúteo. Quitarse los guantes. Retirar la cuña, arreglar la cama, limpiar el material usado. Realizar lavado de manos posterior al procedimiento. Registrar procedimiento en hoja de enfermería. “si hubieran novedades extremas se deben informar a la brevedad a la enfermera del turno….” Problemas que pueden surgir en los genitales femeninos por una mala higiene: La vulvovaginitis es una inflamación de la vulva y la vagina. Las causas incluyen infecciones, sustancias (como jabón de lavar o espumas de baño) u objetos irritantes, tumores u otro tejido anormal, radioterapia, fármacos y cambios hormonales. Este problema también puede ser provocado por una mala higiene personal (como limpiarse de atrás hacia adelante después de una deposición). Los síntomas incluyen enrojecimiento y picazón en la zona vaginal y vulvar, y en ocasiones flujo vaginal. También puede ser provocada por una superpoblación de Candida, un hongo que normalmente está presente en la vagina. Microorganismos que frecuentemente provocan infección Ciertas bacterias, como clamidias y gonococos Hongos, como cándida Protozoos, como trichomonas vaginales Virus, como el papilomavirus humano y el herpesvirus ASEO DE GENITALES EXTERNOS MASCULINOS EQUIPO Batea. Jara de agua tibia jabonosa o con desinfectante Jarra con agua tibia. Torundas. Cuña. Papel higiénico. Bolsa para lo sucio. Guantes desechables. Toalla. TÉCNICA Lavado de manos (higiénico). Llevar el equipo a la habitación Comentar la necesidad de realizar esta técnica al paciente. Procurar intimidad. Ponerse los guantes desechables Colocar al paciente en posición decúbito supino con las piernas flexionadas. Observar posibles inflamaciones, edemas o úlceras, que pueden presentar en esta zona. Colocar la cuña bajo las nalgas del paciente. Evita mojar la cama. Dejar al descubierto la zona genital, cubriendo el resto del cuerpo. Verter el agua tibia sobre los genitales Enjabonar genitales externos… Enjabonar pene y testículos. Si el paciente no está circuncidado, retraer el prepucio y limpiar el glande realizando movimientos circulares desde el meato hacia fuera. Permite retirar el esmegma que se acumula bajo el prepucio y evita la entrada de microorganismos en la uretra. Utilizar una manopla o esponja exclusivamente para ello. Aclarar con abundante agua y secar suavemente. Tener precaución en el aclarado del glande para no provocar irritaciones en la piel, evitando posibles edemas y lesiones en el glande. Colocar el prepucio en su posición original Quitarse los guantes. Retirar la cuña, arreglar la cama, limpiar el material usado. Realizar lavado de manos posterior al procedimiento. Registrar procedimiento en hoja de enfermería. “si hubieran novedades extremas se deben informar a la brevedad a la enfermera del turno….” Precaución… En ambos casos, el aseo genital masculino y femenino hay que tomar precauciones muy minuciosas cuando el paciente tenga ulceras por presión (upp) en la zona del coxis o cercano a la zona genital, y se debe realizar curación posterior al aseo genital del paciente Problemas que pueden surgir en los genitales masculinos por una mala higiene: Balanopostitis: es una inflamación generalizada de la cabeza del pene (glande) y del prepucio. Dicha inflamación es habitualmente debida a una infección causada por un hongo o una bacteria bajo el prepucio de un pene no circunciso. Tumoraciones en el pene: causadas por una infección. Por ejemplo, una llaga pequeña, indolora, puede ser un signo de sífilis. Las ampollas dolorosas, diminutas, con frecuencia deben su origen al herpes simple. Uno o más nódulos protuberantes y consistentes en general son verrugas genitales, causadas por un virus. Las formaciones pequeñas, consistentes y con diminutas depresiones (molluscum contagiosum) están causadas por otro virus. Consideraciones especiales durante la higiene genital: Fomentar un ambiente relajado. Proporcionar seguridad e intimidad. Evitar que la zona quede húmeda, para prevenir posibles infecciones. Evitar comentarios sobre la técnica que puedan incomodar al paciente. Verificar que el prepucio retorna a su posición normal. Manipular el pene con firmeza para así prevenir una posible erección. Seguir el orden indicado para realizar la higiene. Evitar movimientos bruscos al realizar la higiene, especialmente si el paciente presenta edemas, úlceras y / enrojecimientos. Observar en particular las áreas de infamación, excoriación, o hinchazón, especialmente entre los labios de las mujeres y los pliegues escrotales de los hombres. Observar el flujo excesivo de los orificios perineales-genitales y la presencia de olores. Inspeccionar los orificios perineales, en particular, alrededor de la uretra en pacientes con sondas vesicales, ya que ésta puede producir excoriación. Colocar al paciente en posición decúbito lateral y proceder al lavado y secado de la zona perianal: ano y pliegue interglúteo Quitarse los guantes. Retirar la cuña, arreglar la cama, limpiar el material usado. Información: Antes de iniciar la higiene se debe informar al paciente de lo que vamos a hacer. Se ha de valorar y tener en cuenta el estado del paciente para su propio bienestar y para realizar una buena práctica de enfermería. Se tiene que solicitar la colaboración del paciente, si este puede, para que se independice lo más rápidamente posible. Intimidad: Debemos procurar reservar y respetar su intimidad, para ello: Aislar al paciente de su compañero de habitación corriendo la cortina o colocando un biombo. Poner una señal fuera de la habitación que haga referencia a que en ese momento se esta realizando la higiene, prohibiendo la entrada. Descubrir únicamente la zona en la que se va a realizar la higiene cubriendo las demás partes de cuerpo. Hacer salir a las visitas si el paciente así lo desea. Darle la oportunidad de que él mismo realice la higiene si puede hacerlo (sobre todo genitales y zonas comprometidas). Mantenimiento El aseo genital se realiza 3 veces al día o cuando el paciente lo requiera. Es necesario e importante revisar la higiene de los enfermos encamados durante el día y la noche, puesto que el paciente no se puede mover y nosotros somos responsables de él. Por ejemplo, las personas encamadas necesitan una cuña para evacuar y si esta no está bien colocada el paciente se moja, lo que supone un riesgo de irritación cutánea, y como las higienes generales se realizan por la mañana al cabo del día la irritación se puede producir si no se va revisando, sobre todo en este tipo de pacientes. Siempre debemos revisar la higiene respetando la intimidad y descanso del paciente y también informarle de nuestra revisión, o preguntarle si está mojado o no y actuar en función de la respuesta y necesidades. Registro Hay que anotar en la hoja de enfermería el nombre del paciente, hora, zonas lavadas (si la higiene ha sido completa o no), la respuesta del paciente frente al procedimiento (si ha colaborado o no, etc.) y el estado de la piel. Educación al paciente Se educar al paciente sobre los cuidados que deben tener para evitar infecciones genitales: La ropa interior no tiene que tener contacto con el suelo o con el calzado Deben realizar un secado minucioso para que no se formen hongos en los genitales Higiene diaria y un buen procedimiento… Conclusión Este trabajo nos enseñó la importancia de la higiene genital en el paciente, y como realizarla en forma correcta para disminuir y/o evitar las infecciones intrahospitalarias.