FANZINE Parir desde las entrañas

- Salamanca, Enero de 2013 -
Maquetado y diseñado por Juani
Texto de Trini
Dibujos del cómic Habibi
ÍNDICE
INTROITO………………………………………………………… Página 2
CONTEXTO HISTÓRICO………………………………………… Página 5
NATURALEZA DEL PARTO…………………………………… Página 12
POSPARTO……………………………………………………… Página 33
SOCIEDAD Y PARTO…………………………………………… Página 36
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………… Página 42
LIBROS Y PÁGINAS DE INTERÉS…………………………… Página 44
Parir desde las entrañas
INTROITO
Hola, lo que tienes entre tus manos, estas hojas de papel, fueron el
marco de una charla que dimos dos compañeras en mayo del 2012, en
las jornadas anarcofeministas de Salamanca. Y ahora gracias al
empujón de otras compañeras salen a la luz remasterizadas.
La verdad es que el tema del embarazo y el parto es bastante
desconocido para la mayoría de nosotras/os, entre otras cosas porque
como otra fase más de nuestra vida sexual ha sido cargada de estigmas
y se nos ha alejado de su verdadero funcionamiento y función.
Potenciado desde una asistencia sanitaria que no respeta la vida, ni los
tiempos, ni los procesos que esta conlleva.
Por eso hemos querido hablar de la formas de parir y de las
responsabilidades y consecuencias que tiene nuestro desconocimiento
en como las madres acabamos pariendo. Y en el cómo son recibidos los
niños/as a la vida, en esta sociedad.
Para ello hemos tratado de fusionar información de varios libros y
artículos citados en la bibliografía. Donde podemos encontrar
explicaciones diferentes a las que hemos mamado del discurso
reaccionario desligado de la vida y la convivencia.
En el mundo hay muchas sanguijuelas que lo único que saben es
perturbar nuestra vida. Y ¿cómo podían haberse olvidado de trastocar e
intervenir en nuestra llegada al mundo? Pues no lo hicieron y esto tiene
sus consecuencias que en nuestra opinión y también en la opinión de
algunos estudios es muy importante a la hora de cómo nos
relacionamos con nosotras mismas y con las demás personas.
La forma de nacer es una de las raíces del problema y creemos que
hay muchas cosas que podemos cambiar en cuanto a cómo vamos a
recibir a las criaturas y cómo van a tratar, a la madre los acompañantes.
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Parir desde las entrañas
Me sigue pareciendo increíble buscar imágenes de partos en internet
y ver más imágenes de médicos y enfermeras con bebés en las manos
que madres con sus hijos entre los brazos. Para nosotras es un gran
símbolo de lo que ocurre.
Tampoco pretendemos decir a nadie donde tiene que parir, sino
querer explicar los hechos y que estos lleven a cada quién al lugar que
crea mejor, en el momento de tomar la decisión. E intentar visualizar
las consecuencias con las que nos podemos encontrar. Cada mujer es un
mundo con sus mil situaciones, así que no se trata de juzgar y decir a
nuestras amigas que esto o lo otro es lo mejor, sino de que les
acompañemos y entendamos para que ellas confíen en sí mismas. A
veces no es fácil conseguir información, y a veces tampoco es fácil
escuchar ciertas verdades, además según como las digamos, se recibirán
de una u otra manera. Tampoco es siempre fácil que la pareja, la tribu
o familia te comprenda. Ni superar los miedos. Y también somos
conscientes de que a veces hay situaciones que no pueden ser tan
idílicas como se deseaba y lo mejor sería que fueran tratadas con el
respeto que merecen. Cómo una cesárea, un parto prematuro, una
pérdida prenatal o una lactancia complicada por ejemplo.
Pero desde luego todos los encuentros con la realidad y con las
sombras en la maternidad son un aprendizaje, como lo es, el ser madre.
Sí que parece, que vamos encontrando cambios y que cada vez
encontramos más grupos de apoyo a la lactancia, grupos donde se
acompaña e informa sobre lo que deberían de ser los partos respetados
y hospitales donde se asiste a las familias en función de sus necesidades.
Grupos donde podemos cuestionar lo establecido, empoderarnos y
cambiar las cosas. Desde diferentes frentes, presionando tratando de
dialogar con los hospitales (ya que casi todas las mujeres van allí),
manifestándonos a las puertas de estos, con expertos/as que nos
acompañen como a nosotras nos gustaría sin que sea un privilegio de
unos pocos. Porque no se trata de que la gente que tenga dinero sea la
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Parir desde las entrañas
única que se pueda permitir un parto respetado y los pobres tengan que
ir a un hospital cualquiera y abandonarse a lo que hay.
También nos encontramos con matronos/as, ginecólogos/as, la
neonatólogos/as,… que entienden que este proceso no es una
enfermedad, y crean ambientes donde las mujeres se sientan seguras,
tranquilas, informadas y acompañadas como se merecen, en los propios
hospitales. Y se permite que sean acompañadas por quienes ellas
decidan. Porque es ridículo que pueda haber 5 enfermeras, un
anestesista, un cirujano,… a los que por desgracia no se suele conocer
de nada y no puedas estar acompañada por tu familia, pareja, amigos/as
o doula.
Así que esto es un camino como tantos otros donde nos queda
mucho que cambiar, que difundir y acompañar sin juzgar. Donde como
en otros aspectos de la vida nos han comido mucho terreno y
recuperarlo para hacernos los dueños de nuestros cuerpos y nuestras
vidas es una lucha que nace desde las entrañas.
Seguro que hay muchas cosas de las que nos olvidamos y son igual
de importantes pero es difícil saber por dónde empezar y por donde
terminar. Por eso hemos intentado hacer una introducción, contar a
rasgos generales algunas ideas y que desde aquí invitarte a que te
informes de lo que a ti más te interese. Y si hay algo que te resuena, que
no está bien explicado o que no compartes, anímate a buscar
información para contrastarla o a guíate por tu propio sentir. Nosotras
hemos intentado explicarnos lo mejor que hemos podido. Pero nadie
sabe mejor que una/o misma/o lo que le ocurre si se escucha de la
manera y desde el lugar indicados.
El decidir con la mayor información contrastada posible lo que
ocurre en nuestras vidas, nos hace estar un poco más cerca de la
libertad.
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Parir desde las entrañas
CONTEXTO HISTÓRICO
Toda la vida y en las diferentes sociedades las mujeres habían dado a
luz bien ayudadas por su entorno más cercano, bien solas o
acompañadas por la partera del lugar. Es verdad que los índices de
mortalidad eran superiores a los que existen ahora. Pero vamos a
intentar presentar los pasos siguientes, que han hecho posible la
situación actual que se vive por rutina en la mayoría de los partos,
poniendo como ejemplo la evolución de la práctica de la cesárea.
En 1812 se dan cuenta de las causas del alto índice de muerte
puerperal, debidas a que en los hospitales se inspeccionaba y metía
mano a las recién paridas mamas. Entonces se percataron de que, a
aquellas que inspeccionaban una y otra vez morían más a menudo que
quienes eran poco examinadas, o parían en casa antes de que llegaran
los médicos.
Los médicos venían de ver muertos, con infecciones. La conclusión
era la higiene en el proceso del embarazo y fue en 1874 cuando se
empezaron a limpiar los útiles, las manos,.. Con éter o cloroformo.
A partir de aquí nace la obsesión por los logros científicos para la
mejora del parto.
1925 Kreis: considera la bolsa de aguas fuerza inútil para la
dilatación cervical y a veces un obstáculo por lo que aconseja su rotura.
Esta actuación desencadena el parto dirigido y el parto médico.
Es decir aparecieron la asepsia (métodos para evitar que las heridas
se infecten), la anestesia, la hemostasia (que permite que la sangre se
coagule tras la operación) y las suturas aplicables a la pared uterina. La
cesárea sin extirpar el útero. El uso de guantes de goma, la
histerosotomía (corte del útero) en el segmento uterino inferior.
Posibilitando que los siguientes partos sean vaginales, se generalizó en
los años 50. Y en los 60 se extendió el corte en la piel de manera
horizontal. En los 90 se comienza a aplicar otra técnica de Joel-Cohen,
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Parir desde las entrañas
minimizando el uso del bisturí durante la cesárea, separando los tejidos
con los dedos, se cortan menos tejidos y se pierde menos sangre.
En el siglo XX se han producido una serie de hechos que han
influido en la manera de nacer, lo que nos da un incremento del
número de cesáreas y una disminución de los partos espontáneos.
Donde además la mortalidad ha disminuido.
En 1970 en la mayoría de los países industrializados, había un 5% de
partos por cesárea. En 1980 del 10 %. 1985 del 15-20%.
En 1986 en EEUU las cesáreas eran de un 24 % mientras en
Checoslovaquía o Países Bajos seguían con un 5-10 %.
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Parir desde las entrañas
En España la tasa de cesáreas pasó del 9,7% en 1984 al 18,2% en 1998
y en el 2001 la tasa era del 23%. Una de cada 4 mujeres da a luz por
cesárea.
En menos de 150 años la sociedad occidental ha pasado de celebrar
el uso de una técnica médico-quirúrgica, que puede salvar y salva vidas,
en otra forma más de nacer. Y una de las mayores agresiones para
madres y bebes, porque muchas veces el personal médico con tanta
intervención son quiénes enredan situaciones como: inducir la ruptura
de bolsa, la monitorización continua o la postura.
La medicina ha evolucionado con sus avances hacia un parto más
seguro, ignorando lo emocional y psíquico de la madre, de la criatura y
entre ambas.
Se pierde la perspectiva de autorregulación del parto, en el que lo
psíquico, lo sexual, lo fisiológico y lo emocional van juntos.
Trasladando la confianza en el propio cuerpo a la medicina, nosotras
mismas lo delegamos.
Sí que es verdad que ha disminuido la mortalidad, pero también ha
aumentado el número de mujeres que no salen intactas del parto. Sin
rasguños, episiotomías, cesáreas, fórceps, lactancias entorpecidas,
traumas, entorpecimiento del vínculo madre-hijx…
Hasta 1990, el aumento del número de cesáreas, en los países más
desarrollados se asoció con un descenso paralelo de la mortalidad
perinatal. Sin embargo, a partir de esa fecha la tasa de cesáreas ha
seguido en aumento sin que se hayan registrado mejoras en el
pronóstico perinatal.
La OMS (Organización Mundial de la Salud), dice que no puede
haber ningún país que tenga más de un 10 o 15%.
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Parir desde las entrañas
Al contrario que en España y Latinoamérica, los servicios de atención
al parto en Europa han cambiado en parte por las recomendaciones de
la OMS en 1985.
Dicha organización afirma que no más de un 10% de los
procedimientos rutinarios utilizados en la asistencia al nacimiento en
los servicios oficiales, ha pasado un examen científico adecuado. Estos
carecen de sistemas de autocontrol de la calidad. Y medicalizando el
nacimiento: la mente y el cuerpo sufren alteraciones. Como ocurre con
el acto íntimo de esa madre-hija/o o el estado del recién nacido.
Ya no es posible saber cómo hubieran sido los nacimientos antes de
estas manipulaciones. Porque no se valora y se obvia interesadamente
que el parto pueda ser un proceso autorregulado por la fisiología de la
mujer.
Cuando las prácticas concebidas para resolver problemas de riesgo
(10% según la OMS) se utilizan de manera indiscriminada, se
convierten en creadoras de riesgo.
Y manejan falsos mitos para que continúen vigentes, como: la
episiotomía, que no previene desgarros. La postura horizontal no es la
mejor más que para el médico. La cesárea no es la forma más segura de
dar a luz, porque como cualquier otra cirugía tiene sus riesgos. Y el
decir que la mujer tiene que hacer lo que le digan para que salga de la
mejor manera, en vez de preguntar, ¿qué es lo que quiere?, a quién lleva
dentro una criatura. Mientras todo transcurra con normalidad. Si no
fluye sin riesgos para madre o bebé lo ideal sería que desde el respeto
se hagan el mínimo de intervenciones según fuese necesario.
En España y Latinoamérica se ha progresado mucho en evitar el
dolor en el parto hospitalario y mientras la mortalidad en los
nacimientos en España es la misma que en el resto de Europa. Las
lesiones, efectos secundarios, el sufrimiento de las mujeres, bebes y su
entorno y la confusión psíquica y emocional ante intervenciones
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Parir desde las entrañas
normalizadas y posibles secuelas de estas, no se tienen en cuenta y por
lo tanto no se evitan. Un gran número de episiotomías son
absolutamente innecesarias y son fruto de la intervención y la
necesidad de acelerar los ritmos del proceso de parir. Y lo mismo con
las cesáreas, en España según las estadísticas se realizan un 22% en los
hospitales públicos y un 41% en los privados. Cuando la Organización
Mundial de la Salud recomienda (entre otras cosas) que:

Algunos de los países con una menor mortalidad perinatal en el
mundo tienen menos de un 10% de cesáreas. No puede
justificarse que ningún país tenga más de un 10-15%.

La inducción del parto debe reservarse para indicaciones
médicas específicas. Ninguna región debería tener más de un
10% de las inducciones.

Debe protegerse el perineo siempre que sea posible. No está
justificado el uso sistemático de la episiotomía. Y en nuestra
opinión su uso rutinario se acaba convirtiendo en una forma de
mutilación genital.
Entonces está muy bien que luzcan los bajos índices de morbilidad
en las estadísticas pero también deberían lucir los altos índices con las
consecuencias psicológicas, físicas, emocionales y sociales que tienen
sus formas de actuar.
Es verdad que en algunos casos hay que realizar intervenciones, pero
si se hicieran de la manera más respetuosa e intentando explicar a la
madre y acompañantes lo que va sucediendo todo iría mucho mejor. Y
la aceptación de la ayuda se integraría mucho más fácilmente que
cuando te ves sometida a sus presiones.
Los profesionales deberían bajarse del pedestal, dejar de acaparar el
protagonismo y el poder, y las mujeres y nuestros acompañantes
recuperar el poder y la responsabilidad de lo que ocurre en nuestros
cuerpos. Ya que esta manera tan absurda de atender los partos viene en
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Parir desde las entrañas
parte justificada por el miedo que tienen los médicos/as a ser
denunciados, es decir se atiende desde la medicina defensiva. Y para
evitar denuncias lo único que tienen como objetivo es entregar el bebé
con vida a sus padres, sin atender a la importancia del proceso. Entonces
entramos en un bucle, donde entre lo que nos cuesta creer en que
nosotras mismas podemos hacerlo, por el machaque continuado en
nuestra socialización, y lo poco que estamos acostumbrados/as a
responsabilizarnos de nuestras vidas (por el desconocimiento de
nuestros cuerpos y sus procesos), en esta cultura de echar balones fuera.
El intentar volver al principio de las cosas se hace difícil. Por eso
tenemos que esforzarnos al menos en la parte que a cada cual nos toca.
Además nos encontrarnos con equipos médicos que no quieren ser
denunciados. Dirigidos por el Estado y el Capital a quienes les interesa
que los nacimientos se reciban con violencia para perpetuar su guerra
en la que nos vemos inmersas cada día, y de la que tenemos que
defendernos como podamos. Y así hacen que se cumplan con sus leyes
y sus protocolos. Esto nos dice que el cambio, tiene que empezar por
muchos frentes ya que hay muchos caminos iniciados desde un lugar
erróneo.
Mientras tanto de nada sirve que cambien las condiciones, es decir
que tengamos nuevas sillas, piscinas, podamos decorar la habitación a
nuestro gusto o poner música si la raíz no cambia y hay muchas cosas
que siguen siendo obligatorias. Solo son pequeños cambios que hacen
que todo siga igual. Ya que nosotras seguimos sin poder elegir hacer lo
que nos dé la gana. Pero encima es más difícil deslegitimarlos, porque
parece que lo hacen por nuestro bien.
La mayoría de la población está realmente convencida de que no es
posible dar a luz de forma segura sin la ayuda de todo tipo de
procedimientos e instrumentos técnicos y aquí es por donde tenemos
que empezar. Y es lógico en una sociedad y cultura que asocian la
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Parir desde las entrañas
tecnología al progreso y a la vez se esmera en invisibilizar o ilegalizar lo
que no le interesa.
Pero duro de aceptar que se confía más en las máquinas, las
prácticas, protocolos o personal sanitario, que en las propias mujeres
con sus cuerpos y su capacidad de crear y traer vida.
*[Los datos y las fechas de este capítulo son todas
información del libro de “Nacer por cesárea” y de las
recomendaciones de la OMS sobre el nacimiento] *
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Parir desde las entrañas
NATURALEZA DEL PARTO
El cerebro de la mujer contiene genéticamente inscritas todas las
instrucciones necesarias para llevar a cabo óptimamente el proceso del
parto. A los asistentes solamente les queda asegurar las condiciones de
seguridad para que la madre se pueda desenvolver, estar disponibles e
intervenir únicamente en caso de necesidad. Por ello cada movimiento,
cada posición que la mujer adopta espontáneamente durante el parto,
tiene un propósito y es el más eficaz, porque lo hace guiada por su
instinto afinado a lo largo de millones de años, que recapitula la
sabiduría de nuestra especie.
Dicen que las mamíferas de vida nocturna paren durante el día y las
de vida diurna paren de noche. Puede ser porque no conocen a los
depredadores de la otra parte del día, pero también puede ser que
huyan de los individuos de su propia especie, para que no haya
interferencias. Porque lo único que buscan es esconderse.
En cambio somos instruidas para controlar y permitir que se
controlen nuestros cuerpos. Lo que resulta que puede despertar
ansiedad y dificultar el parto. Por no comportarse como se espera de las
madres e intentar mantener el control, que es algo opuesto a la
naturaleza involuntaria del parto. En algunos hospitales las matronas
tienen que rellenar una ficha tras el parto de la mujer, y en una de las
casillas se debe escribir cual ha sido el comportamiento de la mujer, si
se ha revelado, si ha chillado, si ha estado tranquila,… ahí lo dejo para
que cada cual saque sus propias conclusiones.
- Proceso fisiológico El parto progresa en un estado hormonal específico, y para que este
se desarrolle con normalidad depende del equilibrio hormonal de la
madre.
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Parir desde las entrañas
El parto se inicia por el bebé que envía señales endocrinas a la
placenta para que se produzcan enzimas que estimulan la producción
de estrógeno. Estas señales dan al bebé el mensaje de vida. Y a su vez
ayudan a madurar los órganos de la criatura. Si el parto se induce de
forma artificial, el momento puede no ser el correcto ni para el útero ni
para el bebé.
A partir de aquí hay 3 señales que indican que el parto está
empezando o empezará en estos días: el desprendimiento del tapón
mucoso, la rotura de aguas y el inicio de las contracciones. Aunque no
tienen por qué darse las tres, ya que por ejemplo puede ocurrir que
comiences con contracciones y sueltes el tapón mucoso y rompas las
aguas en el expulsivo. Hay muchas posibilidades y combinaciones, y en
esto no hay reglas. Simplemente son algunas señales que nos hacen
conscientes de que el proceso comenzará pronto.
Desprendimiento del tapón mucoso: es una mucosidad que hasta el
inicio del parto ha servido de tapón, sellando el contacto entre el
interior y el exterior del útero. Si se desprende es porque el útero ha
comenzado a dilatarse, aunque pueden pasar dos o tres semanas aún
hasta que comience realmente el parto o puede desprenderse durante el
proceso del parto y ni enterarse.
Rotura de aguas: cunado las membranas que rodean al bebé están
muy presionadas en su parte inferior (ya sea por la cabeza, las nalgas o
los pies), la bolsa puede romperse. Puede coincidir con una salida
repentina de gran cantidad de líquido o bien más lento y en pocas
cantidades. Esto se debe a que a veces la bolsa se rompe del todo y sale
de repente o que a lo mejor tan solo se ha hecho una pequeña fisura en
una parte alta de la bolsa y va saliendo poco a poco.
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Parir desde las entrañas
Seguramente os digan que visitéis a la
matrona o al médico si esto ha ocurrido.
Esto se debe a un posible riesgo de
infección, ya que el tapón y la bolsa
protegían al bebé del contacto con el
exterior, pero ahora ya están expuestos a lo
que exista en el ambiente. Entonces en el
hospital te suelen poner antibiótico pasadas
12 horas tras la rotura de la bolsa, depende
de los protocolos de cada lugar varían las
horas que puedes estar sin antibiótico. En
otros libros dicen que si el parto se inicia
antes de las 24 horas, no existe mayor riesgo
de infección. Y existen casos de partos de
dos días tras la rotura sin haber existido
infección alguna. Pero creemos que es algo
de lo que cada una se tiene que informar
más detenidamente y buscar especialistas
que sepan ir informando en cada momento
sinceramente, para que la mujer decida. Sí
que es muy importante restringir los tactos
vaginales, ya que al introducir la mano u
otros objetos podemos estar aumentando el
riesgo de infección.
Hay un 85% de probabilidades de que las
contracciones comiencen espontáneamente
antes de las 24h y si todo va bien vale la
pena esperar.
Probablemente no hay que preocuparse
de que el parto sea seco, ya que el líquido
amniótico se renueva cada 3 horas. Así que
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Parir desde las entrañas
continuamente se estará segregando líquido.
Inicio de las contracciones: suelen sentirse como un tirón elástico en
bajo el vientre y en la parte baja de la espalda, cómo un agarrotamiento
que dura de 15 a 20 segundos y que luego desaparece. Esta sensación se
intensificará a medida que se desarrolle el parto y cada vez será más
corta la distancia entre ellas. En algunos casos puede tratarse de las
contracciones de Braxton Hicks, que son las que van ablandando el
cuello del útero, suele llamarse un “falso parto”.
Si desea estar bien segura de sí se está de parto, cronometre las
contracciones durante un periodo de 30 minutos o una hora. Indique el
tiempo que pasa entre el inicio de dos contracciones sucesivas y anote la
duración de cada una de ellas. Las contracciones deben ser cada vez más
próximas y cada vez más largas (40” o más), antes de decir que ha
comenzado el parto.
Durante las contracciones se tensan las fibras musculares de la parte
alta del útero, presionando hacia dentro y hacia abajo, y tirando del
cérvix hacia arriba. Cuando la criatura presiona hacia abajo como
resultado de la contracción, los músculos y tejidos fibrosos de la cérvix
se van separando.
- La dilatación Como efecto de los cambios hormonales despertados por el bebé el
útero comienza a producir prostaglandinas y como resultado de ello
aparecen contracciones parecidas a las de Braxton Hicks pero más
regulares e intensas.
[Las contracciones Braxton Hicks son contracciones
uterinas esporádicas que comienzan alrededor de la sexta
semana del embarazo, aunque no suelen sentirse tan pronto.
Y es más probable notarlas después de la mitad del
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Parir desde las entrañas
embarazo, si es que de hecho te das cuenta de que las tienes
(algunas mujeres no se dan cuenta).
Estas primeras contracciones de Braxton Hicks indoloras
y esporádicas, que no producen ningún cambio notorio en el
cuello del útero, si pueden hacerlo "madurar": ablandarlo y
afinarlo gradualmente y hasta quizás comenzar a provocar
algo de dilatación.] Sheila Kitzinger, El nuevo gran libro del
embarazo y el parto. Alternativas y retos.
Estas hacen que con la posición en la que esté el bebé contra el
segmento inferior, es decir el cuello del útero, este se va ensanchando
en tanto se acorta. El borrado y dilatación del cérvix fomenta la
producción de oxitocina por parte de la glándula pituitaria y ello
produce un ritmo regular de contracciones en el útero. Se puede decir
que el parto ha comenzado entonces.
La oxitocina regula el ritmo de las contracciones durante el
nacimiento. Y ayudará junto con la presión del bebé a que se vaya
dilatando el útero hasta los 10 cm antes de que el útero pueda expulsar
al bebé de su guarida durante estos 9 meses.
Saber que las contracciones antes del nacimiento duran un minuto o
más y se repiten cada dos minutos le da una idea sobre el proceso del
propio parto. Algunas mujeres se pasan unas 12 horas o más teniendo
contracciones cada 5 minutos, normalmente cuando el bebé está en una
posición algo extraña. De ahí el tomar la decisión de cuando ir al
hospital. Supongo que dependiendo de cómo una lo sienta, y lo
tranquila que esté en un lugar o en otro. Es importante intentar ir
acompañada de alguien de confianza que pueda responder a las
preguntas que se efectuarán cuando llegue al hospital para que
interrumpan lo menos posible su proceso y no la desconecten del estado
hormonal y animal.
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Parir desde las entrañas
Cuando la dilatación es completa, el cuello uterino permite la salida
de la parte más ancha de la cabeza del bebé. En los huesos del cráneo de
la criatura hay espacios vacíos, las fontanelas, que pueden cerrarse
cuando el bebé pasa a través del canal de parto, adaptando la forma de
su cabeza para que la salida resulte más fácil, aún en el caso de que un
bebé sea grande. Es por esto que algunos bebés nacen con la cabeza
ovalada, que luego desaparece en la primera semana después del
nacimiento. Entre tanto explicamos cómo se desarrolla un parto
fisiológicamente, nos gustaría introducir la idea del reflejo de eyección
del feto.
[Se trata de un concepto del ginecólogo francés Michel
Odent, que intenta explicar una parte del proceso natural de
parir, que combina una serie de recursos físicos y
psicológicos que hacen de este un momento físicamente
tolerable para la mujer que da a luz y seguro para el niño
que nace.
Este proceso se acompaña de un brusco incremento de la
hormona oxitocina (que estimula la actividad uterina), las
endorfinas (que proporcionan un alivio natural y no adictivo
al dolor) y la adrenalina en el feto (que lo preparan para
respirar independientemente y regular su temperatura
corporal tras el nacimiento).
El bebé no es quién eyecta, sino que es la madre la que le
permite el paso de la energía “espontánea a través de su
cuerpo con el propósito de liberar a su bebé, sano y salvo, de
su hogar uterino”.
Esto viene a explicar trabajos de parto relativamente
cortos, con pocos pujos y sin traumas perineales
significativos. Rápidos, fáciles y respetados. Y es un proceso
que comparte la biología y la psicología.
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Parir desde las entrañas
Una de las teorías explicativas de este reflejo apela al
cerebro primitivo como facilitador de los procesos
espontáneos que tienen lugar durante el trabajo de parto y
el nacimiento. Y negativa la influencia del neocortex en
estos procesos.
“El reflejo de eyección materno fetal ofrece una
esperanza a las mujeres embarazadas que desean alcanzar
su objetivo de tener un trabajo de parto y un parto
fisiológicos. El conocimiento de su potencial para ser
bendecidas con este reflejo nos proporciona un antídoto
contra el miedo patológico al parto dominante en el último
siglo”] Reflejo de eyección materno-fetal, Colegio de
comadronas de California.
En el desarrollo fisiológico de un parto, el estado hormonal que se
desencadena es más o menos el siguiente. La mujer para que el bebé
atraviese el canal de parto debe haber dilatado el cuello del útero, y este
se dilata gracias a la hormona oxitocina, que además será la encargada
de provocar la contracción y distensión del útero. Esta hormona dicen
que es muy tímida y que en condiciones de alerta es interferida por la
adrenalina que inhibe la secreción de la oxitocina. Además el cuerpo es
capaz de segregar endorfinas para paliar algo los dolores que se puedan
tener, son la analgesia natural. La adrenalina es la hormona que nos
proporciona la energía necesaria para huir y nos ayuda a estar en alerta.
Y la prolactina, que será la productora de la leche materna.
Todas estas hormonas funcionan siempre y cuando la mujer este
viviendo lo que necesita vivir. Es decir ha elegido el lugar donde se
encuentra segura y está acompañada por especialistas o no, en quienes
confía y pareja, familia o amigas/os con los que ella se siente cuidada y
no juzgada.
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Parir desde las entrañas
Y este coctel hormonal fluido lo alteramos desde que les
comunicamos a las madres falsos mitos o les intervenimos con
diferentes protocolos, y aquí vamos a indagar en algunos.
- Mitos 1. Inducir la creencia de que el nacimiento es una experiencia
dolorosa y peligrosa, hace sentir que se necesita de ayuda
altamente especializada y tecnificada para poder dar a luz.
Olvidando que los partos fueron antes que las máquinas y el
desarrollo científico. Y si tantas mujeres parieron durante siglos
en el campo o en la casa, ¿no será que todavía sabemos hacerlo
hoy día?
2. Ansiedad por la ausencia de intimidad, parir se parece bastante a
hacer el amor, masturbarse o llegar al orgasmo. Y si lo hacemos
mientras alguien nos observa, o nos exige. Pongámonos que la
matrona nos explica u ordena la manera con la que vamos a
llegar al orgasmo, pues al dirigir, puede subir la ansiedad y la
situación se puede complicar. No se le permite a la madre
entregarse a su momento porque continuamente se interfiere
para opinar o realizar las prácticas de rutina. Y con el
bombardeo de sugerencias, ordenes,… la mujer tiene que acabar
renunciando a su camino para sumirse al del protocolo y las
apetencias de quien allí haya ese día. Además de asumir que no
pudo dilatar lo suficiente, por ejemplo. Como tantas mujeres
dicen, y no piensan que quienes las atendieron las podían haber
cuidado mucho mejor.
3. Miedo, estrés, ansiedad, incrementan la secreción de adrenalina,
lo que inhibe la oxitocina, que es la hormona reguladora del
parto. La adrenalina y noradrenalina son conocidas como las
hormonas de la lucha o la huida, como respuesta al estrés
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Parir desde las entrañas
producido por miedo, ansiedad, hambre o frío así como por la
excitación, cuando se activa el sistema nervioso simpático para
luchar o huir.
El trabajo de parto puede inhibirse por altos niveles de
adrenalina y repercutir en una reducción de la producción de
oxitocina, que es consecuencia de la inhibición de los efectos y
funciones del músculo uterino. Como parte de la respuesta de
lucha o huida, la adrenalina, también actúa reduciendo el flujo
sanguíneo hacia el grupo de músculos mayores: derivando esto
en una reducción de sangre en el útero y la placenta, (y por lo
tanto también la que le llega al bebé). Y además si los niveles de
adrenalina son altos los
trabajos de parto son más
largos.
Cuando teníamos que parir
en el bosque, en la selva, o
en algún lugar donde nos
podrían atacar, entonces ante
el peligro tiene sentido
segregar adrenalina para
paralizar
el
parto,
suministrando la energía
muscular necesaria para huir
hacia un lugar seguro, y
cuando cesara el peligro
volverse a reanudar. Incluso
acelerarlo si el parto está
muy avanzado. Cuando no
nos sentimos seguras, el
parto
se
corta
involuntariamente, ya que es
un proceso biológicamente
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Parir desde las entrañas
ancestral. Y no solo para evitar el peligro de asalto de los
depredadores, sino de las miradas indiscretas e intervenciones
inoportunas de los individuos de la propia especie. Y esto es muy
sencillo de observar si tenéis algún mamífero como mascota a
ellas les pasa lo mismo. No para que las interfiráis sino para que
las ayudéis a buscar un lugar donde estén protegidas y no
observadas.
También aumenta el tono muscular, contrario a la relajación y
dilatación.
Es decir en la mayoría de los casos acudimos a los hospitales sin
ser muy conscientes del proceso que vamos a vivir
abandonándonos a las manos de los equipos hospitalarios. Que
tan pronto nos pueden tratar como merecemos, como todo lo
contrario. Esta falta de información y consciencia puede
conllevar más miedo y/o inseguridad, que para alguien que
tiene las cosas claras.
Después se entrará a una habitación, sala de dilatación o a
paritorios dependiendo del hospital. Donde también en función
de los protocolos, de la sensibilidad de la gente del equipo y de
sus ganas de hacer las cosas bien, pues se nos tratará de unas u
otras maneras. Puede que nos dejen estar tranquilamente con
nuestro/a acompañante y que el parto surja con toda
naturalidad, amor y respeto. Pero también puede que nos
cambien de sala una vez esté casi completada la dilatación o nos
interfieran una y otra vez con preguntas, que no suelen ser de
vida o muerte. Pero las cuales si tienen unas consecuencias en el
proceso del parto.
Que las luces no sean lo suficientemente bajas, ni los ruidos, ni
las intrusiones de gente. También puede que nos encontremos
con gente amable que nos explique, qué cosas nos van
sucediendo si tenemos curiosidad, o que nos informen de ciertas
21
Parir desde las entrañas
rutinas, que por las razones que sean son necesarias de hacer.
Como alguna episiotomía, cesárea,… Pero también puede que
lleguemos y no encontremos un lugar cómodo, que nos
obliguen a colocarnos tumbadas en una cama, que nos pongan
una vía, que nos inyecten oxitocina artificial, que nos pongan la
epidural, que al estar anestesiadas perdamos el control de lo que
sucede en nuestro cuerpo, que nos hagan una episiotomía, que
corten el cordón del bebé según atraviese el canal de parto, que
nos separen de él para hacerle pruebas…
Que el estrés al que está sometida la gente que asiste a tu parto,
pasa también a tu sistema hormonal. Cuando es algo que se
debería de tener en cuenta, por eso Michel Odent dice que lo
mejor que se puede hacer en un parto es hacer punto porque así
no alteramos el coctel hormonal en el que está la mujer.
Y esto refuerza nuestro entendimiento con el hecho de que todas
las hembras mamíferas, necesitan sentir seguridad y privacidad.
No pueden ser observadas durante su trabajo de parto, al menos
que ellas lo deseen y elijan con quien. Esto sugiere que cuando
no se dan estas condiciones, se puede contribuir a que el trabajo
de parto sea más lento y esto en algunos casos provoca
sufrimiento fetal.
Por eso ir a cualquier hospital sin conocer su funcionamiento es
una lotería, puedes llegar y que te atiendan como mereces o
todo lo contrario. Así que creemos que es muy importante
hacerse conscientes y buscar lo que una quiere y/o necesita.
Consideramos que esto de alguna manera supone círculos
viciosos de actitudes y comportamientos rutinarios en los
hospitales, que no tienen en cuenta que el parir y nacer es una
experiencia única en cada mujer y cada bebé.
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Parir desde las entrañas
4. La anestesia disminuye la producción de endorfinas. Y le quita
su poder de decisión a la madre en cada instante, porque siente
menos. Y una mala dosis de la epidural puede producir en
algunos casos un paro cardiaco. Cosa que no tiene por qué pasar,
y nuestra intención no es meter miedo, sino hablar de lo que
puede ocurrir.
Por eso la importancia de saber que el dopaje ya existe en
nuestra fisiología en nuestras propias hormonas, que además
favorece el establecimiento del vínculo materno, que con la
artificial se interfiere. Entendiendo que hay momentos en los
que si son necesarias las exógenas se utilicen, siempre y cuando
la mujer y su entorno estén bien informados y decidan desde
ahí. Y no desde el chantaje o desde discurso de que es la única
opción.
La epidural consiste en inyectar una sustancia anestésica local
que bloquea los nervios sensores que salen de la médula espinal,
proporcionando un alivio del dolor muy eficaz, pero a la vez
hace que la persona que recibe esta analgesia unas veces no
pueda mover la parte inferior del cuerpo. Y otras le ponen la
anestesia de poco en poco (walking epidural), hasta que
encuentran la dosis con la que están tranquilas y pueden seguir
sintiendo y teniendo movilidad.
Esta anestesia tiene algunas consecuencias en la producción de
ciertas hormonas, como en la bajada del ritmo de secreción de la
oxitocina durante el parto y en el pico de oxitocina del
alumbramiento. Y reduciendo la producción de las endorfinas y
adrenalina. Que en cierto momento puede ser positivo si está
muy alta la adrenalina, que la hace descender, pero también
inhibe la del expulsivo.
Además estudios prueban que aumenta el riesgo de acabar
instrumentalizando el parto, porque inhibe las contracciones,
23
Parir desde las entrañas
con lo cual aumenta la necesidad de usar anestesia sintética.
Como otros efectos secundarios para la madre, queda la
incapacidad de orinar y la necesidad de colocar una sonda
urinaria en casi dos tercios de las mujeres. Picor en casi dos
tercios. Temblores, escalofríos en una de cada tres mujeres.
Sedación en alrededor de una de cada cinco. Náuseas y vómitos
una de cada veinte. Subida de fiebre durante el parto. Y a
muchas otras no las ocurre ninguna de estas cosas.
Para los bebés supone alteración hormonal en la presión
sanguínea y en la temperatura.
Las endorfinas son las hormonas del placer y del apego. Existe
un estudio, del cual no es que nos sintamos muy orgullosas de
exponer, porque se trata de experimentación en ovejas. Y
creemos que nos es necesario el sufrimiento de otros seres para
demostrar cómo funcionan las cosas. Pero que nos trasporta un
argumento valioso para la no interferencia química externa en
los partos. Se trata de un experimento con ovejas a las cuales
durante el parto se las inyecta anestesia epidural, y tras el
alumbramiento las madres rechazan a las crías porque no las
reconocen o tenían dificultades para vincularse con ellas. Sobre
todo las que tenían su primera cría.
Algo así nos ocurre a nosotras mamíferas, cuando los fármacos
y equipos médicos protagonizan nuestros partos y no nosotras.
Pero nosotras mamíferas humanas hemos desarrollado una
parte cerebral más, el neocortex, es decir nuestra capacidad de
raciocinio, que a pesar de haber vivido partos interrumpidos y
aunque biológicamente sintamos un rechazo o lejanía hacia
nuestras criaturas, podemos sobreponernos, y quererlos. Porque
podemos entender, aunque nos cueste, como es el mundo donde
vivimos, en el que muchas veces las cosas no nos toca vivirlas de
la mejor manera posible. Algunas madres explican que no
24
Parir desde las entrañas
querían a sus hijos o hijas el día que nacieron. Pudo ser por el
trauma vivido, porque el coctel hormonal no fluyó o también
puede ser que la madre no entienda porque se siente triste en
esos momentos, porque llora o por que no se siente agusto. Y
depende desde donde se mire a esta mujer se puede llegar a
diagnósticos patológicos de depresiones post-parto. Pero todo se
puede curar si estamos dispuestas a asumir, explicar a las
criaturas, respetarnos y afrontarlo.
La oxitocina es también conocida como la hormona del amor,
la cual es secretada durante la actividad sexual, el contacto, el
orgasmo femenino y masculino, el parto y la lactancia. La
oxitocina genera sentimientos de amor y altruismo.
Se libera durante todo el parto para la dilatación del cuello del
útero y al final en el expulsivo se libera mucha más que en
cualquier otro momento de la vida.
Es una hormona muy importante para la reproducción y es
mediadora del reflejo de eyección materno-fetal y de otros.
Durante el embarazo se secreta con el fin de aumentar la
absorción de los nutrientes, reducir el estrés y conservar la
energía ya que nos hace más soñolientas.
Esta hormona durante el trabajo de parto también beneficia al
bebé, ya que esta cruza la placenta y llega al cerebro del bebé,
protegiendo las células cerebrales al desactivarlas para que
consuman poco oxígeno. Justo en el momento en el que
disminuye el aporte de sangre oxigenada que llega al cerebro
del bebé.
Además el bebé también produce oxitocina durante el parto,
contribuyendo con el proceso. Es la mediadora del reflejo de
eyección de la leche. Y nos suspende en un coctel hormonal de
calma y conexión.
25
Parir desde las entrañas
También se inhibe por la oxitocina intravenosa, que altera toda
la regulación de la natural. Al mismo tiempo con la artificial, las
contracciones suelen ser más fuertes, dependiendo de la dosis a
veces son tan fuertes que no se aguanta y se reclama la epidural.
Círculo vicioso.
Y la tercera de las hormonas más importantes que pertenecen al
proceso de dar a luz es la prolactina que es la productora de la
leche, además de ser inhibidora de la libido sexual, de los
estados agresivos y de la ansiedad. Para que tengamos calma y
paciencia en nuestro desarrollo como madres.
5. El dolor en el parto, nunca será igual, al dolor que puede tener
como consecuencia el exceso de intervención o la intervención
innecesaria. Porque en uno sufre el cuerpo pero en el otro el
cuerpo, la psique, la sexualidad y la emocionalidad.
[“El dolor tan desprestigiado en los tiempos modernos, es
necesario para el recogimiento. Para conectarse con partes
muy escondidas de nuestro ser, para bucear bien adentro y
salir del tiempo y del espacio reales. Para entrar en un nivel
de conciencia intermedio, un poco fuera de la realidad. El
dolor nos permite desligarnos del mundo pensante, perder
el control, olvidarnos de la forma de lo correcto. Nos lleva
al bebé para que nos conectemos. Perder la noción del
tiempo y el espacio. Para entrar en el túnel de la ruptura es
indispensable dejar mentalmente el mundo concreto. Parir
es pasar de un estadio a otro. Con un rompimiento
espiritual, y duele. Es el pasaje a otra dimensión. Pero si en
vez de dejarnos llevar, estamos intentando defendernos del
maltrato y la deshumanización el dolor será otra cosa”.] La
maternidad y el encuentro con la propia sombra, Laura
Gutman.
26
Parir desde las entrañas
6. Postura: en los hospitales tenemos esas camas donde nos hacen
tumbarnos colocar las piernas patas arriba y mostrar nuestros
genitales a todo el que por allí pase. Esta postura es la elegida
por los médicos para su comodidad. Se le llama postura en
litotomía.
Esta postura no es la más recomendada para facilitar el parto
porque tumbadas el coxis se dirige a lo alto y el canal vaginal se
estrecha y se alarga hacia arriba, contra la gravedad.
Y verticalmente, a cuatro patas, tumbadas de lado o en cuclillas,
vamos con la ley de la gravedad de nuestro lado, el coxis báscula
hacia atrás, ampliando la vagina en el sentido ante posterior,
hacia abajo. Además el que el peso del bebé recaiga sobre el
suelo pélvico alivia el dolor.
Otra cosa es la circulación sanguínea, a las embarazadas se las
recomienda que duerman de lado, los últimos meses cuando el
peso del bebé es mayor, porque al estar tumbada se presiona la
vena cava inferior, la aorta y los vasos retro perineales. La
presión sobre la primera disminuye su calibre y aumenta el
volumen de sangre en el tercio inferior del tronco y los
miembros inferiores. Disminuye la sangre en circulación en el
27
Parir desde las entrañas
resto del cuerpo y concretamente la que llega al útero.
Disminuye el flujo de oxigeno que alcanza el útero, y por lo
tanto el ritmo de las contracciones se altera. La mujer se puede
marear, o incluso que haya sufrimiento fetal. Y con el cambio de
postura se aliviarían algunos de estos hechos.
7. La episiotomomía, es un corte que se hace para ensanchar la
vulva durante el expulsivo. Para realizarla se pone anestesia
local, consiste en una incisión a través de la piel y del músculo,
que será preciso coser tras el parto. La anestesia suele ser
efectiva aun en el momento de tener que coser, pero en caso de
que no lo sea se inyectara una nueva dosis.
El falso mito que hay es que las episiotomías evitan desgarros, y
por eso en España, hoy se realizan aún en un 89 % de los partos.
Mientras hay estudios que demuestran que no existen ventajas
de la episiotomía frente a un desgarro natural de primer o
segundo grado. La OMS vuelve a recomendar que nunca debe
ser necesario realizar episiotomías en más del 20% de los partos.
La mejor manera de evitar los desgarros y las episiotomías es no
obligar a las mujeres a parir tumbadas. Y que sean ellas mismas
las que elijan la postura en la que quieren hacerlo.
A parte de las secuelas que tiene en las mujeres, otros estudios
afirman que la mujer se siente más cómoda durante el posparto,
si le han ayudado a parir sin necesidad de un corte. Y muchas
mujeres a las que les han hecho una episiotomía sienten
molestias al masturbarse o hacer el amor y vuelven a reanudar
sus relaciones sexuales más tarde que las que sufrieron un
desgarro.
Con un buen acompañamiento en el proceso de dar a luz sin
violencia, cada vez aumenta más el número de mujeres que no
sufren lesión alguna en el periné (zona entre la vagina y el ano).
28
Parir desde las entrañas
Se pueden hacer algunas cosas para que seamos conscientes del
periné. Como el reconocimiento y movimiento de los músculos
del suelo pélvico. Pero lo mejor sin duda es conocer las
sensaciones que ocurrirán durante el parto y más concretamente
en el expulsivo. Que podrán evitar que pujemos en algún
momento que no sea demasiado adecuado y nos desgarremos.
En el expulsivo se llegará a un momento en que la madre
tendrá ganas de defecar, y sentirá mucha la presión en el culo.
Así que a partir de aquí no hay que tener ninguna prisa, es
importante que la mujer se escuche y no se impaciente, la
presión en el culo se hará cada vez más fuerte, y a partir de ahí
sentirás una señal del cuerpo a escuchar. Sí, todavía le sientes,
porque no utilizaste epidural, porque la dosis era muy baja o
porque los anestésicos que utilizaste lo permitieron. Se le dice
círculo de fuego y es una respuesta muy inteligente del propio
cuerpo. Comenzaras a sentir un escozor y/o ardor muy fuerte
alrededor de la entrada de la vagina. Esto vendrá cuando el bebé
tras una contracción intente salir a la vez que tú pujas, entonces
según se dilate la entrada de la vagina y se vea a la criatura cada
vez más cerca, vendrá esta sensación. Que según aumenta te
avisa de que es mejor que esperes a la siguiente contracción para
volver a empujar y así te proteges de desgarrarte, porque tu
cuerpo sabe hasta dónde puede, solo tienes que sentirle y
escucharle. Seguro que ya tienes ganas de ver a tu hijo/a pero
esperando al ritmo del cuerpo que ya es el último esfuerzo y
quizá esperando a unas contracciones más en ese momento,
conseguirás no desgarrarte.
8. Y por otro lado para explicar la importancia que tiene el dejarse
llevar y dejar que las mujeres se dejen llevar en el parto:
Estamos tan obsesionados con lo que nos distingue de otras
especies, que hemos olvidado aquello que tenemos en común
29
Parir desde las entrañas
con estas. A la hora de parir hay mucho más que nos une que lo
que nos separa.
El 99% de nuestros genes los compartimos con el chimpancé y
el 1% es lo que nos diferencia del resto de los animales, es el
neocortex, la corteza cerebral, lo que nos permite, pensar,
decidir equivocarnos, y que en muchos casos complica el parto.
Pensar durante el parto, tiene el mismo efecto que sobre el
sueño, lo impide. Y además pensar que alguien te está
observando y ordenando como y cuando lo tienes que hacer, es
lo mismo que intentar dormirse con alguien observándote de
alguna manera intimidante, o mandándote que te duermas.
En el útero en 9 meses el bebé atraviesa cada fase de la
evolución de las especies animales. Pasa desde renacuajo, pez,
reptil, mamífero hasta humano. Además que el líquido
amniótico donde vivimos los primeros 9 meses de nuestra vida
es agua salada como la del mar de donde procede la vida.
La naturaleza no da saltos en el vacío, y siempre desarrolla las
formas más complejas de vida sobre la base de las anteriores.
Existen 3 niveles del desarrollo cerebral según Mc Lean:

El cerebro reptiliano: con el cual compartimos el sistema
nervioso sensitivo-motor. Sus necesidades serían de
supervivencia como la de alimento, cobijo, mantenimiento
de la especie mediante las relaciones sexuales, los reflejos y
de territorio.

El cerebro mamífero primitivo: se refiere a lo emocional o
sistema límbico. A la capacidad de crear vínculos
emocionales, atender a la salud, sistema nervioso y
endocrino. Articula e integra las facultades intelectuales
propiamente humanas, con las pulsiones de supervivencia,
30
Parir desde las entrañas
reproducción, territorio (reptilianas). Los mamíferos
sienten y en cierto modo, aman. Los reptiles ponen huevos
y se desentienden (conducta intuitiva).

Neocortex:
específicamente
humanos.
(Intelecto,
pensamiento, creatividad). Es capaz de dirigir los otros dos.
El mamífero el que nos hace amar, es el nexo entre el primero
(reptiliano) y el tercero (neocortex). Para que las prioridades de
uno y otro se integren y armonicen.
De hecho si nos fijamos en el comportamiento de algunas
especies animales, como las tortugas, ellas ponen sus huevos en
la playa, y se marchan. Funcionan desde su instinto, saben lo
que tienen que hacer. Y sus crías cuando nacen rompen el
cascarón y corren al agua sin tener que imitar ningún
comportamiento. Porque es información guardada en su
cerebro.
Las leonas tendrán que enseñar a sus crías mediante la
imitación, a ser dulces y ser violentas. Pero les enseñara como
hacerlo según el momento.
Por eso comprendiendo el parto, como un proceso sexual que
debería de ser parte de nuestro cerebro reptiliano, y la capacidad
de amar que nos viene del cerebro mamífero. Además como
humanas si nuestro parto ha sido un momento nada parecido a
lo que habíamos imaginado, no respetado, etc. Y no nos dejaron
establecer el vínculo en las primeras horas de vida con las
criaturas. Todavía podemos superar nuestros instintos, cosa que
las cabras no pudieron hacer al inyectarlas anestesia. Y desear y
amar para sanar o recuperar algo que en ese momento no nos
permitieron.
31
Parir desde las entrañas
[Las madres de hoy reconocen a sus hijos racionalmente.
saben, con su cerebro pensante, que son sus hijos y que los
han parido ellas; pero no los acaban de reconocer
instintivamente, con su cerebro primitivo. Los reconocen
con palabras y pensamientos, pero no con las entrañas y el
instinto. Si no, no habría tantas mujeres que se plantean la
lactancia materna, ni tanto fracaso o abandono precoz de la
misma.] La importancia de las doulas, Michel Odent.
32
Parir desde las entrañas
EL POSPARTO
Bueno otra fase muy importante y quizá la más desconocida es el
posparto. La verdad es que si del embarazo y del parto nos informan
poco y mal, pues el posparto no se queda lejos. Vivimos en una sociedad
que no entiende las mil situaciones que se dan en la vida de cada uno/a
y tan poco nos enseñan a respetarlas demasiado. El posparto es una fase
que cada una al igual que el parto vive de tantas maneras como mujeres
hay en el mundo, además de la influencia en la manera de vivir el
proceso según la gente que te rodea, tu pareja, tus amigos/as, tu familia,
tu cultura. Y en la cual influyen las situaciones vividas en el embarazo y
el parto, el trato y comprensión que te rodea, el estado emocional y
psíquico.
Con esto tampoco queremos decir que nos aislemos de cualquier
situación para que no nos influya nada, porque es imposible. Tenemos
nuestra vida interior y exterior con sus situaciones. Pero sí que
respetemos nuestras necesidades y nos prioricemos como madres recién
paridas, y pidamos a los que nos rodean lo que precisamos. Para que
podamos afrontar los cambios desde el mejor lugar que podamos crear.
Se habla de que el ser madre es un encuentro con tus propias
sombras y aunque para todas las mujeres no lo sea, desde luego
remueve el cuerpo y el alma. De repente eres madre, padre o
hermano/a, tu vida se reestructura cambia y unas veces somos más
capaces de acomodarnos a los cambios que otras, todo lo bien que
queríamos y otras menos. Pero está bien informarse de cosas que les
han ocurrido a otras mujeres y que en el caso del posparto se parecen
bastante las sensaciones de unas y otras.
Muchas mujeres dicen yo en un mes estoy de vuelta al trabajo, y
claro que se puede hacer, como hemos visto entre personajes del poder,
farándula, de nuestro pueblo o barrio. Pero también se puede decidir
vivir el proceso de bienvenida con las criaturas y acompañarlas en su
desarrollo y apego durante más tiempo. Las criaturas los primeros
33
Parir desde las entrañas
meses dependen de sus madres e instintivamente es con quién quieren
estar, es normal, es la persona que le asegura la protección y la
supervivencia en este mundo. Pero seguro que os suena la frase de que,
“este niño tiene mamitis” o “llora en cuanto se separa de ella”. Pues es
normal, poco a poco irán conociendo a las personas que conforman la
tribu de la madre y se ira adaptando. Además es muy importante la
lactancia a demanda (siempre que no haya problemas), asique cuanto
más este con la madre más sencillo le será obtener lo que necesita,
además de que el contacto piel con piel es otro de los alimentos básicos.
Es por todas estas cosas y muchas más, que el ser madre implica
acostumbrarse a llevar otro ritmo de vida, el ritmo que bebé y mamá
precisan. Y no siempre es fácil, ya que estamos acostumbradas a ritmos
frenéticos, encargarnos de miles de cosas, y ahora hay una relación
simbiótica entre madre e hijo/a con demandas del bebé que necesitan
ser cubiertas por su madre. Esto puede suponer frustraciones y
conflictos contigo misma y con los/as que te rodean. Asique lo mejor es
entender que las cosas cambian y la vida se reestructura, y si la tribu
entiende que ha quién hay que cuidar es a la madre para que esta cuide
al bebé en las mejores condiciones, pues es fantástico. Y los que
acompañamos sabemos ocupar este lugar en vez de pretender acaparar
el cuidado del bebé, e intentamos mantener el espacio limpio, preparar
comidas ricas, ayudarla con sus descansos y necesidades de aseo
personales, pues haremos que la madre se sienta acompañada y
tranquila para poder centrarse en el nuevo proceso.
Supongo que poco se les explica a los padres o acompañantes de
cómo será el ser padre o “tías/os”, y quizá lo que teman es que su pareja
tendrá menos tiempo para él. Cuando lo importante es que entendamos,
que es respetar y acompañar esa simbiosis madre-hijo/a, lo que deja
fluir las necesidades de ambos/as.
Pero os animamos a que profundicéis, a que habléis con otros padres
de cómo han vivido los procesos, que no serán igual que el vuestro pero
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Parir desde las entrañas
seguro que os dará pistas. Para que encontréis vuestro lugar y sepáis
acompañar.
Además esta tranquilidad hará que la lactancia se desarrolle con
menos complicaciones si es que las hubiera. De hecho se recomienda la
“cueva”, tanto para que los
primeros
días
estén
tranquilos, con poca luz, calor
y no demasiados ruidos como
para ayudar a la tímida
oxitocina a eyectar leche. Y
poder descansar cuando lo
haga el bebé o que te echen
una
mano
para
poder
descansar más tranquila, si es
lo que precisas. Confía en ti y
tus deseos.
Otra cosa importante es el cómo interpreta esta sociedad el
nacimiento. Parece que hay una exigencia escondida de que las madres
tienen que estar felices después de parir, y a veces no es así por muchas
circunstancias. Y no es algo que se entienda demasiado bien, lo que
hace, que la falta de comprensión en este y otros aspectos, impide que
las madres se sientan comprendidas y puedan sincerarse. Por eso es
importante la labor de los grupos de apoyo al embarazo y la lactancia,
porque juntarse con personas que viven tu misma experiencia aunque
desde muchos puntos diferentes. Te ayuda a comprenderte y respetarte.
Si hay algo que podemos hacer es escucharnos/las desprendiéndonos de
los juicios.
35
Parir desde las entrañas
SOCIEDAD Y PARTO
Consideramos muy importante la relación que existe entre el cómo
se suceden los nacimientos en las sociedades y el comportamiento de
estas. La bienvenida o rechazo que los miembros de tu especie te dan,
influye como muchas otras cosas de la socialización, en tu vida
En algunas sociedades se respetan las decisiones de las mujeres en
sus propios partos. Desde donde establecerá el vínculo con las criaturas,
para satisfacer todas las expectativas que los bebés reclaman, para su
supervivencia desde el cerebro primario y secundario. Guiadas por el
vínculo que se establece en el alumbramiento y con el coctel de
hormonas. A esta forma de relacionarse, le dicen ser el continium.
Es decir hablan del continium humano como la secuencia de
experiencias que corresponde a las expectativas y tendencias de nuestra
especie en un entorno consecuente con aquello en lo que esas
expectativas y tendencias se formaron. Incluye, además, que las otras
personas que forman parte de aquel entorno se comporten y nos traten
adecuadamente. El continium de un ser es completo, sin embargo
forma parte del continium de su familia y a su vez del de su clan,
comunidad, especie, de la vida. Cosa que en nuestra sociedad está difícil
porque se organiza en contra de la vida.
En cada forma de vida la tendencia a evolucionar no es casual, sino
que fomenta sus propios intereses. Va dirigida a alcanzar una mayor
estabilidad, es decir, una mayor diversidad, complejidad y por tanto
adaptabilidad.
En aquellas sociedades que se respeta el continium (la simbiosis
madre-hijo). Los miembros de esta son pacíficos, amorosos y tienen una
extraordinaria capacidad para convivir en paz. No necesitan establecer
relaciones de poder o dependencia para compensar el vacío que nace de
la carencia afectiva de una crianza y nacimiento reparadores.
36
Parir desde las entrañas
Más las tradiciones encaminadas a debilitar el vínculo madre-bebé,
condicionan a comportamientos más agresivos. Y se modera la
capacidad de amar.
[“Solo imagina un niño que nace en un entorno afectivo,
amoroso, armonioso, con una buena bienvenida e
inmediatamente apegado al pecho materno, para que
escuche los latidos maternos que durante 9 meses escuchó.
Donde la piel de la madre aumenta un grado para calentar a
su cría y donde el bebé puede hacer el gateo solo o el
arrastre hacia el seno para amamantarse y poder fijar en su
cerebro a través de la hormona oxitocina la primera
conducta amorosa de su madre hacia él. Imagina a su
compañero/a emocionado/a, llorando y besando a su bebé.
Felices la tríada, madre-compañero/a-bebé”.
“Ahora imagina lo contrario, gritos, luces fuertes, frío,
soledad, abandono, miedo, la mujer sola, donde es obligada
a mantenerse acostada, donde no se respetan sus derechos y
donde es alejada del bebé inmediatamente al nacer, donde
el bebé es tomado por los pies, cabeza abajo con la clásica
nalgada para que llore sometido a pruebas, cortes,
inyecciones. Y ambos madre y bebé en aislamiento de su
núcleo familiar.] Nacimientos placenteros para mejorar la
sociedad, Deysi Ramos.
La relación madre-hijo constituye el fundamento mismo del
desarrollo de la capacidad de amar, a uno mismo y a los demás.
La calidad de la relación y la entrega a la fusión emocional que una
madre podrá luego desarrollar con el recién nacido estará teñida de las
improntas del maltrato vivido, la despersonalización y la infantilización
de su esencia. El niño se encuentra con una madre destruida
psíquicamente, que ni siquiera tiene conciencia de ello. Es decir que el
parto si es una experiencia que necesita ser vivida consciente y
37
Parir desde las entrañas
libremente, para poder tratar como mejor se merece a la criatura. Si en
cambio has sufrido maltrato o simplemente no te han dejado participar
y ser la protagonista de esta historia los sentimientos que generará la
situación tendrán repercusiones en la relación de amor. Frustración,
rabia, rechazo,… que puede que acabemos sintiendo por cómo nos
trataron.
Algunos estudios dicen que la violencia tiene su origen en la
carencia afectiva temprana. Y que al final esta violencia supuestamente
invisible para nuestra subjetividad en la que hemos sido socializadas,
esta violencia resurgirá en las personas y su desarrollo.
Los partos con violencia: son la forma más eficaz de interferir en el
desarrollo de la empatía y la capacidad de amar, y así conseguir
individuos que se sometan a órdenes con facilidad.
Y un parto sin violencia: tiene como consecuencia una sociedad con
crianza amorosa, continium, relaciones pacíficas y basadas en la
búsqueda del bienestar común. Además de mujeres y madres
empoderadas y no sometidas, que pueden escuchar y satisfacer sus
necesidades y las de su hijo/a.
Quizá se pueden ver más claras estas
repercusiones
en
el
comportamiento
intuitivo, en el trato que reciben las criaturas.
Por ejemplo con el llanto, los niños/as lloran
como respuesta a sus instintos, para poder
establecer la comunicación con nosotras si no
hemos sido capaces de darnos cuenta antes de
sus necesidades o demandas. Alimento,
cuidados, contacto físico, estimulación… Es
una
herramienta
extremadamente
inteligente.
No cogerles cuando lloran es absurdo,
38
Parir desde las entrañas
porque quien lo hace ignora que tras esa llamada hay una necesidad,
esa expectativa de la que hablábamos antes, y que satisfacerlas es la
mejor forma de hacer de ellos seres sanos e inteligentes, saludables,
amorosos, felices, con una fuerte autoestima y autonomía.
Es cuando no han satisfecho nuestras demandas cuando, tenemos
que hacer lo que se nos ocurra para que nos cubran nuestras demandas
y a veces mediante el engaño, la victimización, la violencia, la
frustración, la competición, los celos, envidias,… es por donde nos
salían y nos salen todas esas carencias que no cubrieron aquellos que
nos criaron, ni aquellos que atendieron a nuestras madres en sus partos.
Pero también nuestras abuelas y madres fueron parte de una
estructura bien trazada durante milenios de la represión sexual de la
mujer. Mujeres sometidas a sus maridos, esclavas, violadas en sus casas.
Educadas desde pequeñas mediante torturas físicas y psíquicas que han
acabado irrumpiendo en nuestra sexualidad. Porque para que una
mujer se despoje de su ternura y comprensión y acepte ser una madre
patriarcal, hubo que eliminar la libido materna y el disfrute sexual con
su criatura, para lo cual hay que impedir el desarrollo de nuestra
sexualidad desde la infancia. Así en vez de escuchar a nuestros instintos
y sabiduría. Escuchamos a toda clase de supuestos especialistas, que más
que explicaciones nos dan órdenes y acabamos haciendo tremendas
burradas, dependiendo de la época y su moda. Unas veces la leche
materna es buena otras mala, unas veces hay que darles cada tres horas
y otras cada cuatro. Eso sí, no sientas, si escuchas a tu hijo llorando,
cuando lo único que te pide es tocarse contigo, porque claro nos están
chantajeando y desafiando. Bueno no sé, quién crea que un bebé de
unos días o meses es capaz de chantajear emocionalmente en vez
reclamar lo que se supone que vino a hacer a la vida. Y si lo hace solo lo
ha podido aprender de nuestras conductas. El caso es que acabamos
comportándonos como nos dijeron que teníamos que hacerlo y si
dudamos ya tendremos otras personas reaccionarias que nos “apoyan”
en nuestra indecisión, mediante comentarios y presiones.
39
Parir desde las entrañas
En esta sociedad patriarcal a las criaturas se las cría en un estado de
necesidad, de carencia y de miedo; han conocido el hambre, el dolor y
sobre todo el miedo a la muerte por abandono, que es lo que
psicológicamente percibe cualquier cachorro de mamífero cuando se
rompe la simbiosis esperada tras el nacimiento. Desde aquí se organiza
su supervivencia a cambio de sumisión a las normas de la sociedad
adulta, y se medirá mediante el niño y niña bueno/a. Que no lloran
cuando están solos en la cuna, porque se cansaron de llorar. Que comen
lo que decide la autoridad y no lo que la sabiduría de su organismo
pide. Que duerme cuando dice la autoridad y no cuando tienen sueño.
Que se traga sus deseos, para complacer los deseos de los demás, con
sus descabelladas conductas. Resignándose a que la simbiosis que
esperaba con su madre no le acogió en su regazo, formará una coraza
para conseguir sobrevivir.
Así nos encontramos ante la destrucción no solo del desarrollo físico
y psíquico de todas y cada una de las criaturas que fuimos y son, sino
con el principio de una sociedad construida desde la carencia pero
derrochadora en estupidez.
Y no solo aprendemos a ser sometidos, si no a que sea difícil
encontrar otra manera que no sea la de la autoridad-sumisión, para
relacionarnos, y cuando nos ponemos a intentarlo, nos tropezamos con
que por este camino nunca nos enseñaron a gatear. Así que nos queda
mucho camino que andar. Ánimo.
[Entonces tenemos que la destrucción de la maternidad
no sólo destruye algo básico en el desarrollo físico y
psíquico de cada criatura, sino también y correlativamente,
lo básico de nuestra condición social y de nuestra sociedad.
En cambio el tipo de sociedad esclavista que
consiguieron imponer las oleadas de pastores seminómadas
indoeuropeos que empezaron a asolar las antiguas aldeas y
ciudades matrifocales, a partir del 4000 a.c., al principio
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esporádicamente, no buscaban el bienestar y la armonía,
sino la dominación para extraer, acaparar y acumular las
producciones de la vida; es decir, crear Poder, a cualquier
precio, con toda la violencia necesaria y con los
quebrantamientos de la autorregulación de la vida que sus
objetivos requirieran, con tal de sedimentar su Poder contra
esta vida humana autorregulada. Para esto, para devastar,
luchar, conquistar, matar, expoliar y acaparar se requiere un
tejido social distinto del que se crea para el bienestar y
conservación de la vida, partiendo de lo maternal. Un tejido
de guerreros, de jefes de guerreros, de linajes de guerreros,
de esclavos, de jefes de esclavos, de líneas de mandos, de
mujeres disciplinadas y dispuestas a acorazar y adiestrar
criaturas, es decir, de cambiar la maternidad por la
construcción de los linajes verticales, y organizar la crianza
de esos futuros guerreros dispuestos a matar. Y esclavos
dispuestos a dedicar sus vidas a trabajar para los amos;
mujeres enseñadas para enseñar a sus hijas a negar sus
deseos, a paralizar sus úteros y a hacer lo mismo que ellas.
Es decir, una sociedad con madres patriarcales, que no
son verdaderas madres sino un sucedáneo de madres, que
no crían a su prole para el bienestar y para su integración en
un tejido social de relaciones armónicas que ya no existen,
sino para el de la guerra y la esclavitud. Como dice Amparo
Moreno sin una madre patriarcal que inculque a las
criaturas 'lo que no debe ser' desde su más tierna infancia,
que bloquee su capacidad erótico-vital y la canalice hacia 'lo
que debe ser', no podría operar la ley del Padre que
simboliza y desarrolla de una forma ya más minuciosa 'lo
que debe ser'.] Tender a la urdimbre, Casilda Rodrigañez.
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Parir desde las entrañas
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Para la mujer que me trajo al mundo.
Porque sé que lo hizo lo mejor que supo.
Ojala nadie más tenga que pasar por los que nosotras
pasamos.
Y para todas las que habéis tirado conmigo para adelante
con esto, gracias por vuestra dedicación
y vuestra compañía,
primas.
La mujer se encuentra desde el principio sin una forma propia de
existir,
como si el existir de la mujer se hallase ya incluido en una forma de
existir
(mujer, madre, hija,etc.) que la niegan en cuanto a mujer.
Ser madre significa existir y usar el propio cuerpo en función del
hombre,
y por lo tanto una vez más carecer del sentido y del valor del propio
cuerpo
y de la propia existencia
a todos los niveles.
Esta negación de sí misma es interiorizada
a niveles tan profundos
que es como si las mujeres, a lo largo de toda su historia,
no hiciesen más que repetir esta experiencia de autodestrucción.
Por eso, el discurso sobre la violencia masculina,
sobre la vejación, sobre la dominación, sobre los privilegios, etc.
seguirá siendo un discurso abstracto
si no se tiene en cuenta el aspecto interiorizado de la violencia,
la violencia como negación de la propia existencia.
La negación de sí misma empieza a funcionar desde el nacimiento,
a partir de la primera relación con la madre,
donde la madre no está presente
como mujer con su suerpo de mujer,
sino que esta allí
como mujer del hombre, para el hombre...
Lea Melandri, La infamia originaria.
Extraído de la introducción del texto:
“Sobre la violencia interiorizada de las mujeres”
- Casilda Rodrigañez -