actualidad CONSTITUCIONAL La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario en el Perú Un debate constitucional y político a propósito de la presentación de algunos proyectos de ley sobre esta materia En el presente informe se analizan las distintas posturas acerca de dos temas controvertidos, como son el aborto y el matrimonio entre homosexuales, a raíz tanto de las recientes propuestas legislativas como de los cambios que se vienen dando en la regulación de dichas materias a nivel continental. Al respecto, el autor toma partido a favor de la corriente progresista que busca la despenalización de todo tipo de aborto y la aceptación del matrimonio gay, sustentándose en un respeto irrestricto de la Constitución respecto a los derechos de las mujeres y del derecho a la igualdad, respectivamente. INTRODUCCIÓN En el Perú, como en otros países de América Latina, tiempos de cambio parecen haber llegado. Desde hace algún tiempo, diversos sectores de la sociedad civil han venido planteando la necesidad de abrir un debate serio y alturado sobre dos temas que siempre generan polémica en nuestro país: La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario. Por motivos profesionales que no vienen a cuento desarrollar, he tenido la oportunidad de acercarme de modo mucho más directo al debate que en estos últimos meses se desató (o se volvió a desatar) en Colombia en torno a los temas ya mencionados. Tuve que revisar algunos fallos emitidos por la Corte Constitucional de ese país, y al mismo tiempo, tomé especial interés en analizar los diferentes discursos que sobre ambos tópicos aparecen en los medios de comunicación (a favor y en contra de ambas propuestas). Mi sorpresa ha sido mayúscula al constatar que la mayoría de argumentos expuestos por quienes, desde los sectores conservadores de la sociedad colombiana, se oponen a ambas propuestas: Despenalización del aborto y matrimonio igualitario, respectivamente; son los mismos que en nuestro país emplean los sectores que históricamente han mostrado una posición contraria a estas iniciativas. En otras palabras, los argumentos utilizados por los conservadores colombianos y peruanos son los mismos, ni más ni menos. De allí lo interesante que resulta el tomar nota de la manera cómo en un país de la región como Colombia, los progresistas han * Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, cursando actualmente estudios de maestría en Ciencia Política en la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de dicha universidad. Investigador en temas de Derecho Constitucional y Derechos Humanos. GACETA CONSTITUCIONAL N° 69 329 Resumen Rafael RODRÍGUEZ CAMPOS* práctica constitucional práctica constitucional PrÁctica constitucional P ráctica constitucional encarado esta confrontación ideológica, para luego, analizar si los argumentos jurídicos, morales, religiosos o éticos de quienes se oponen a estas medidas “revolucionarias” gozan de un mayor peso constitucional frente a los argumentos de quienes compartimos una prédica liberal republicana en materia de derechos y libertades fundamentales. Dicho todo ello, es preciso señalar que el objetivo de la presente reflexión no es ofrecerle al lector la respuesta definitiva para asuntos tan controversiales como los planteados. No tenemos esa intención, pues consideramos que lo más importante (por ahora) en el Perú es presentar los argumentos que en nuestra modestia opinión deberían ser el centro de la reflexión cuando llegue la hora de debatir constitucional y políticamente estos asuntos en las instancias correspondientes. A continuación, entonces, pasaremos a revisar ambos temas: La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario. Señalaremos brevemente los argumentos a favor y en contra de estas propuestas, y cerraremos esta reflexión sentando nuestra firme (pero no soberbia) posición, pues consideramos que en ambos casos la razón, apoyada en argumentos constitucionales y políticos, está de nuestro lado. I.DESPENALICEMOS EL ABORTO EN EL PERÚ 1.Apuntes previos Hace algunos meses, como ya se dijo en líneas previas, la Corte Constitucional de Colombia (símil de nuestro Tribunal Constitucional) ratificó la línea jurisprudencial que había venido sosteniendo a lo largo de los últimos años en materia de aborto. En esta oportunidad, mediante la Sentencia T-627/12, señaló, tal y como lo hizo en el pasado (Sentencia C-355), que el aborto en este país no resulta punible en tres supuestos: a) Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer, certificado por un médico; b) cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida, certificada por un médico; y c) cuando el embarazo sea resultado de una conducta, debidamente 330 denunciada, constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento, abusivo, o de inseminación artificial o de transferencia de óvulo fecundado no consentidas o de incesto. 2. ¿Por qué es importante este fallo? Como lo señalan los especialistas, en el mundo entero no existe uniformidad en torno a la manera cómo los países regulan el tema del aborto en sus sociedades. Son los parlamentos de cada país los que definen la legislación sobre este tema. Sin embargo, existen casos como el de Colombia en los cuales han sido los tribunales (Estados Unidos, Alemania y España, por ejemplo) los órganos encargados de establecer excepciones a la prohibición penal absoluta de abortar establecida en sus respectivos ordenamientos jurídicos. En mi opinión, resulta positivo que esta práctica jurisdiccional vaya dejando de ser vista como una rareza y una intromisión en las competencias legislativas, y vaya afirmándose en nuestra región con países como Argentina y Colombia en donde las cortes han decidido despenalizar algunos tipos de aborto por considerar que existen supuestos en los cuales la prohibición absoluta resulta inconstitucional. Estoy seguro de que esta tendencia también llegará en algún momento a nuestro país. Cuando eso suceda, el Perú habrá dado un gran paso hacia el futuro, pues nuestros tribunales demostrarán haber dejado atrás la tradición conservadora y positivista que tanto daño le ha hecho al derecho peruano. 3. ¿Cómo se ha venido legislando el tema del aborto en América del Sur? En nuestra región, algunos países (Argentina, Uruguay, Colombia, Ecuador, por ejemplo) han iniciado un proceso paulatino de despenalización de algunos tipos de aborto. En tal sentido, si miramos con atención, tenemos que son tres los tipos de aborto que empiezan a ser despenalizados, ya sea por medio de la legislación, o a partir de fallos judiciales. Estos son: a) El aborto terapéutico. b) El aborto eugenésico. c) El aborto sentimental. La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario en el Perú Una mención especial merece el caso de Uruguay, país en el cual el aborto es legal siempre y cuando este se haya realizado a solicitud de la madre dentro de las doce (12) primeras semanas de gestación (sin ninguna restricción). La otra cara de la moneda la presenta Chile, en donde el aborto está absolutamente penalizado (esto desde la dictadura pinochetista). En el caso de nuestro país, desde el año de 1940, el único tipo de aborto que no es punible es el aborto terapéutico. 4.Definiendo los términos a) Aborto terapéutico: es la interrupción del embarazo practicada por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada o de su representante legal, si lo tuviere, cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente. b) Aborto eugenésico: es la interrupción del embarazo practicada por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida. En otras palabras, el producto de la fecundación presenta graves taras físicas o psíquicas que harán imposible la vida del feto, siempre que exista diagnóstico médico que lo acredite. c) Aborto sentimental: es la interrupción del embarazo practicada por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada cuando el embarazo es consecuencia de una violación sexual, siempre que los hechos hubieren sido denunciados o investigados, cuando menos a nivel policial. 5. La protección del concebido en nuestro ordenamiento jurídico La lectura de nuestra Constitución y de los tratados de derechos humanos ratificados por el Perú nos permiten hacer la siguiente afirmación: “[L]a vida del concebido es un bien constitucionalmente protegido. Por esta razón, el Estado está obligado a tomar medidas legislativas (o de otra índole) para su protección. En otras palabras, nuestro ordenamiento jurídico tutela el derecho a la vida en sus diferentes GACETA CONSTITUCIONAL N° 69 etapas de evolución (la concepción es una de ellas). Dependerá del legislador elegir la medida más idónea (penalizar el aborto no es la única) para cumplir con este objetivo”. 6. ¿Cómo protege el legislador en el Perú la vida del concebido? En nuestro país, como ocurre en otros de la región, nuestros legisladores decidieron adoptar medidas básicamente penales para tutelar la vida del concebido. Ello, más allá de nuestras preferencias y puntos de vista personales, no es per se inconstitucional, pues como hemos señalado en líneas anteriores, el Estado tiene la obligación de proteger la vida del concebido, y para ello, el legislador tiene la facultad de elegir los mecanismos a través de los cuales se va a materializar dicha protección. 7. ¿Cuáles son los derechos que deben ser ponderados al momento de legislar sobre el aborto? Como se puede intuir, un tema como este nos obliga a debatir en función de razones que van más allá del plano estrictamente jurídico. Consideraciones de orden constitucional, político y ético, deben ser tomadas en cuenta en este proceso de deliberación racional. En ese sentido, el análisis se complejiza cuando nos damos cuenta de que para dar una solución “constitucionalmente legítima” al problema planteado: ¿Despenalizar o no el aborto?; debemos identificar con claridad cuáles son los derechos constitucionales que deben ser ponderados en este caso, para luego optar por la medida legislativa más idónea: a)Por el lado de la madre: tenemos los derechos a la vida, a la integridad, a la intimidad, a la salud, al libre desarrollo de la personalidad y a la igualdad. b)Por el lado del concebido: hacemos alusión al derecho a la vida en la etapa de gestación. Habiendo definido la lista de derechos que deben ser ponderados en estos casos, queda preguntarnos lo siguiente: ¿Qué derechos son los que deben de primar a la hora de legislar sobre el aborto? ¿Los derechos de la 331 P ráctica constitucional madre deben primar sobre encima de todos los demás. el del concebido? ¿La vida En otras palabras, nosotros Los opositores [al del concebido se superpone creemos que la legislación matrimonio igualita“siempre” a los derechos de penal que sanciona al aborrio] creen que la Consla madre? ¿Es posible tutelar to en todos los casos (y nuestitución debe interpreel derecho del concebido sin tra legislación también) es tarse de conformidad desconocer los derechos de abiertamente inconstitucional con el Código (ley). la mujer? Estas son pregunporque supone la anulación tas que esperamos ayudar a absoluta de los derechos consresponder en las líneas siguientes de nuestitucionales de la mujer, y en esa medida, destra reflexión. conoce la dignidad de la gestante convirtiéndola en un mero instrumento de reproducción 8. ¿Por qué la prohibición absoluta del (aún en contra de su voluntad), carente de proaborto en casos excepcionales es in- tección constitucional aun cuando exista el peconstitucional? ligro real e inminente de sufrir graves daños personales. Señalamos en párrafos anteriores que la vida del concebido es un bien jurídico que mere9. ¿Cuál debe ser el centro del debate ce y exige una protección especial por parte sobre el aborto en nuestro país? del Estado. Por tanto, el legislador tiene el derecho de crear fórmulas legales destinadas a Hemos dicho que la vida del concebido es un tal fin. Sin embargo, y a pesar de contar con interés constitucional que debe ser protegido. esta facultad, debemos preguntarnos si la deEn tal sentido, resulta ilusorio proponer la descisión del legislador de penalizar el aborto de penalización absoluta del aborto en nuestro manera absoluta (como en Chile) o de manera país. Esta propuesta no es solamente inconsparcial (solo el terapéutico es legal en nuestro titucional y contraria al mandato expreso estapaís) es constitucionalmente legítima teniendo blecido en la normativa internacional sobre deen cuenta que los derechos de la mujer, bajo determinadas circunstancias, merecen igual o rechos humanos, sino también resulta inviable mayor tutela que la vida del concebido durandesde un punto de vista práctico, tomando en te la gestación. cuenta las características particulares de una sociedad como la peruana que se encuentra Nosotros creemos, como en su momento lo particularmente influenciada por el discurso ha señalado la Corte Suprema de los Estados Unidos, el Tribunal Constitucional alemán, moral-religioso antiabortista. el Tribunal Constitucional español, y ahora, la Lo que nosotros proponemos es abrir un deCorte Constitucional colombiana, que la prohibate serio y racional sobre aquellos supuestos bición absoluta en todas las circunstancias imen los cuales resulta excesivo e injusto obliplica la completa preminencia de uno de los gar a una mujer a continuar con la gestación a derechos en juego, la vida del concebido, sobre todos los derechos de la mujer embarazapesar de que ello suponga la pérdida total de da antes identificados, lo que a nuestro juicio derechos fundamentales tan importantes para resulta a todas luces inconstitucional. ella como la vida, la integridad, la salud, la intimidad y el libre desarrollo de su personalidad. Decimos esto porque las Constituciones contemporáneas (la nuestra no es la excepción) Dicho ello, pasaremos a exponer brevemenpresentan un alto contenido axiológico. Eso te las razones por las cuales en el Perú la lequiere decir que nuestra Constitución recogislación debería contar con tres supuestos de noce expresa y tácitamente una serie de vaaborto no punible. Estos son: a) El aborto teralores, principios y derechos constitucionales péutico, b) el aborto eugenésico; y c) el aborque deben coexistir de manera armónica, y por tanto, ninguno de estos valores está por to sentimental. “ ” 332 La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario en el Perú 10.¿Por qué el aborto terapéutico debe ser legal? El aborto terapéutico debe ser legal porque resulta extremadamente injusto exigirle a la mujer embarazada continuar con la gestación cuando ello puede ocasionarle la muerte o severos daños a su salud. Como lo dice la Corte Constitucional colombiana, no tiene sentido optar por el sacrificio de una vida formada para salvar a una vida en etapa de formación. No vemos, pues, que exista una situación de equilibrio entre los derechos de la madre (varios derechos en juego) y el derecho a la vida del embrión. Además, resulta inhumano obligar a una persona, en este caso a una mujer gestante, a ofrendar su vida y su salud en beneficio del derecho de un tercero, en este caso el concebido. Una obligación legal de este tipo atenta contra el principio natural básico de la autoconservación. El derecho no puede obligar a una persona a morir para salvar a otra. El Estado, por tanto, no puede prohibir este tipo de aborto, bajo ninguna circunstancia, en atención de lo ya señalado, máxime cuando el propio orden jurídico nos otorga el derecho a tomar medidas destinadas a preservar nuestra vida y salud. Asimismo, tanto la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer como el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales obligan al Estado a adoptar medidas que protejan la vida y la salud. Por lo tanto, si un Estado (no es el caso del Perú) penalizara este tipo de aborto, estaría incurriendo en una trasgresión de la normativa internacional en materia de protección de los derechos humanos, pues estaría poniendo en peligro la vida y la salud (física y mental) de la madre sin mayor justificación. 11.¿Por qué el aborto eugenésico debe ser legal? El aborto eugenésico debe ser legal porque se trata de un supuesto en el cual el feto presenta severas y graves malformaciones que hacen imposible su vida. Estamos hablando GACETA CONSTITUCIONAL N° 69 –y eso debemos dejarlo muy en claro–, de casos extremos (anencefalia, por ejemplo), y no de simples malformaciones o enfermedades que pueden ser superadas antes o después del alumbramiento, por eso es importante el diagnóstico médico. En este supuesto, los derechos de la mujer prevalecen, y el Estado no debe obligarla a continuar con el embarazo, porque la vida del feto es inviable. Por tanto, obligar a la madre a llevar adelante el embarazo en estos casos resulta irrelevante a efectos de salvaguardar la vida del concebido, pues esta jamás se podrá desarrollar. Es decir, la sanción penal para aquella mujer que en estos casos decide abortar no garantiza ningún derecho que justifique tal imposición. Asimismo, nosotros consideramos que obligar a una mujer a continuar con la gestación en un supuesto como el descrito constituye un acto de grave tortura. Sostenemos esto, pues en la práctica se la estaría obligando a llevar adelante un embarazo a sabiendas de que las graves malformaciones que presenta el feto lo condenan irremediablemente a la muerte. En este caso, sancionar a una mujer constituye un acto cruel que la degrada, ocasionándole graves daños a su vida, su integridad y su salud. Creemos, entonces, que la legalización del aborto eugenésico es además de constitucional, un acto de humanidad y compasión con aquella mujer, que de otro modo, se verá obligada a ver morir a su hijo en brazos. Un sufrimiento totalmente innecesario que afecta directamente la dignidad de la mujer. 12.¿Por qué el aborto sentimental debe ser legal? El aborto sentimental debe ser legal básicamente por dos razones: a) Porque el embarazo es el resultado de un acto de extrema violencia practicado en contra de la mujer, que vulnera de manera grave derechos como la dignidad, la vida, la salud, la integridad y el libre desarrollo de la mujer; y b) porque si optamos por la protección del concebido, estaríamos obligando a una mujer a asumir las consecuencias de un acto arbitrario (un delito) que le fue impuesto. Esto último supondría a su vez, concebir a la mujer como un 333 P ráctica constitucional objeto y no como un sujeto de derecho capaz de elegir libremente su proyecto de vida, convirtiéndola en un medio para la procreación y no en un fin en sí mismo. Además, el Estado no puede obligar a la mujer en este caso a asumir conductas “santas y heroicas”. Como bien lo señala la Corte, la legislación penal pretende obligar a una mujer violada a seguir adelante con el embarazo hasta dar a luz, a pesar de que el Estado no le brinda ni a ella ni al futuro niño o niña ninguna asistencia o prestación. Por eso, nosotros creemos que la mujer debe tener el derecho a decidir si quiere afrontar un problema que ella no provocó, o si desea interrumpir su embarazo. Lo contrario, sería sancionar a una mujer por hacer velar sus derechos constitucionales y tratar de minimizar el daño y las consecuencias negativas del ultraje sexual que ella sufrió. 13.En el Perú la legislación penal es abiertamente inconsistente Decimos esto porque si uno revisa la manera como nuestro legislador reguló la figura del aborto eugenésico y sentimental, respectivamente, nos daremos cuenta de que si bien el Código Penal (artículo 120) prohíbe ambos tipos de aborto, lo hace de una manera bastante cuestionable. Basta con señalar que la pena con la cual se “pretende proteger la vida del concebido” es de apenas tres meses. Eso quiere decir que en la práctica ambos tipos de aborto resultan no punibles: ¿Conoce alguien de algún caso en el Perú en el que una mujer haya sido sentenciada por cometer estos supuestos delitos? Yo no. ¿Por qué el legislador estableció esta irrisoria sanción? Lo hizo porque sabe que en estas situaciones excepcionales ninguna mujer debería merecer ningún tipo de reproche penal. ¿Por qué los legisladores no despenalizan entonces ambos supuestos? No lo hacen, porque le tienen miedo a la presión que en este tema ejercen las iglesias, sobre todo la Iglesia católica, y los sectores ultraconservadores con poder mediático. Al parecer, olvidan que el Perú es un Estado laico y no confesional, y, que por 334 tanto, la política pública la fija el Estado y no la iglesia. 14.La penalización de las conductas debe ser siempre el último recurso La jurisprudencia constitucional nacional y comparada ha señalado en reiteradas oportunidades (la doctrina penal dice lo mismo) que el recurso a la penalización de conductas solamente debe operar como última ratio, cuando las demás medidas no resulten efectivamente conducentes para lograr la protección adecuada de un bien jurídico, en este caso la vida del concebido. En tal sentido, resulta abiertamente inconstitucional que el aborto eugenésico y sentimental, respectivamente, sean sancionados cuando hemos visto que la sanción impuesta no guarda relación con la importancia del derecho que supuestamente se pretende tutelar (por las razones ya expuestas), quebrando el principio de proporcionalidad. Esto ha llevado a algunos a decir lo siguiente: “Pero si la pena es tan pequeña, entonces, no existe necesidad de despenalizar este tipo de abortos porque nadie va a la cárcel por cometer estos delitos”. Esta manera de enfocar el problema es absurda, pues lo que se quiere es que nuestro ordenamiento jurídico no trate como criminales a las mujeres que llevadas por circunstancias excepcionales como las descritas deciden interrumpir su embarazo. Además, si la prohibición se mantiene, el Estado no podría brindar servicios de asistencia médica y tratamiento gratuito a aquellas mujeres que deciden ir a una institución de salud pública a practicarse este tipo de intervenciones. Por eso nuestra propuesta apunta a despenalizar ambos tipos de aborto, y a partir de ello, configurar un nuevo plan nacional de salud sexual y reproductiva para las mujeres de todo el país. 15.Acabemos con los abortos clandestinos y la discriminación La prohibición existente en la actualidad ha demostrado ser absolutamente ineficaz, pues las cifras de abortos practicados en el Perú han aumentado con el transcurrir de los años. Las cifras más conservadoras hablan de unos La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario en el Perú 150 mil abortos por año, otros señalan que la cifra supera los 250 mil. Más allá del debate estadístico, lo que sí se sabe es que son las mujeres pobres las que se exponen a mayores peligros a la hora de practicarse un aborto clandestino. Ellas recurren a lugares que no cumplen con las medidas médicas e higiénicas necesarias para una intervención de este tipo. A causa de esta prohibición, las mujeres con escasos recursos exponen su salud, su integridad, y muchas veces terminan perdiendo su vida en la cama de un cuarto putrefacto que hace las veces de sala de operaciones. Esto no ocurre con aquellas que tienen el poder económico suficiente para ser atendidas en clínicas privadas con total seguridad y reserva. ¿Acaso esta situación no es totalmente discriminatoria? Nosotros creemos que sí, por eso sostenemos que la despenalización de estos tipos de aborto ayudará a corregir paulatinamente esta injusta realidad. 16.A modo de breve conclusión: ¿Por qué estamos a favor de la despenalización del aborto en el Perú? La prohibición del aborto (total o parcial, como ocurre en nuestro país) en todos los casos y circunstancias (eugenésico y sentimental, también) es abiertamente inconstitucional y desproporcionada porque termina derogando completamente los derechos de la mujer consagrados en nuestra Constitución y en los tratados de derechos humanos que forman parte de nuestro Derecho interno. Además, no podemos seguir considerando a la mujer como un mero instrumento para la gestación, imponiéndole el compromiso de asumir una obligación tan grande como la de traer a un niño o niña a este mundo, sobre todo, en casos como los analizados, en los cuales su vida, salud, integridad y libre desarrollo pueden ser severamente afectados. Nosotros creemos que existen razones constitucionales suficientes para que el aborto terapéutico, eugenésico y sentimental sean siempre legales, pues de lo que se trata es de que toda mujer, puesta en situaciones GACETA CONSTITUCIONAL N° 69 extraordinarias, tenga la libertad de decidir si interrumpe o no su embarazo. Como lo señalamos en párrafos anteriores: No podemos obligar a las mujeres a ser heroínas o santas. El ordenamiento jurídico no puede sancionar a las personas por querer vivir con dignidad. II.LEGALICEMOS EL MATRIMONIO IGUALITARIO EN EL PERÚ 1. Apuntes previos En Colombia, también hace unos meses, el Parlamento ha empezado a debatir sobre el matrimonio igualitario, es decir, sobre la posibilidad de que las parejas homosexuales puedan contraer nupcias y ejercer todos los derechos de los cuales gozan las parejas heterosexuales. Esto, que para muchos en el Perú es visto como un “vanguardismo” propio de sociedades avanzadas como la europea o norteamericana, no lo es tanto, si tomamos en cuenta que en nuestro continente países como Uruguay y Argentina ya han reconocido el matrimonio igualitario. A estos países se suma Ciudad de México, o estados brasileños como Bahía, Saõ Paulo y Paraná, en donde el matrimonio igualitario ya es legal. 2. ¿Qué pasa en el Perú? Es una lástima que en nuestro país este tema no forme parte de la agenda pública. Decimos ello pues, muy a parte de las posiciones personales que una tenga sobre este asunto, debemos reconocer que lo que está detrás de este debate es la posibilidad de reconocer igualdad de derechos a todos los ciudadanos de nuestro país, sin importar la orientación sexual de estos. Ello nos permitiría avanzar en nuestro proceso de democratización y ayudaría a romper con la tradicional discriminación de las minorías sexuales. 3. La Constitución y el derecho a la igualdad Nuestra Carta Política reconoce el derecho a la igualdad. Esto quiere decir que nadie en el Perú debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión; o de cualquiera otra índole. En consecuencia, y aunque el 335 P ráctica constitucional texto no lo diga expresamente, nadie puede ser discriminado por su orientación sexual. “ Al momento de legislar, las autoridades no pueden decidir en función de lo que dicte la religión mayoritaria. Por tanto, si lo que la Constitución establece tiene un efecto vinculante para todos, entonces: ¿Por qué las parejas homosexuales no pueden contraer matrimonio? ¿Esta limitación no es acaso un acto discriminatorio? Nosotros creemos que sí. Lo decimos claramente porque no encontramos razones jurídicas que justifiquen que en nuestro país un contrato como el matrimonio solo pueda ser celebrado por parejas heterosexuales. 4.La legislación no puede violar la Constitución Entre los que se oponen al matrimonio igualitario tenemos a quienes basan su postura en lo que dispone el artículo 234 de nuestro Código Civil. El Código dice lo siguiente: “El matrimonio es la unión voluntariamente concertada por un varón y una mujer formalizada con sujeción a las disposiciones de este Código, a fin de hacer vida en común”. Siguiendo esta lógica, los opositores creen que la Constitución debe interpretarse de conformidad con el Código (Ley) y no el Código (Ley) de conformidad con la Constitución, quebrando uno de los principios de interpretación jurídica más elementales del Derecho actual. Pero bueno, al margen de esta “curiosa” manera de interpretar las normas constitucionales, sería importante recordar, cómo lo ha hecho la profesora de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Jullisa Mantilla, en una entrevista televisiva afirmando que el Código de 1936 establecía, por ejemplo, que la mujer solo asumía la dirección y representación de la sociedad conyugal si el marido estaba impedido de ejercerla. Y que esto fue así hasta 1984, año en el cual el legislador modificó este precepto estableciendo que la representación de la sociedad conyugal la ejercen ambos cónyuges en condiciones de igualdad de derechos. 336 5.¿Por qué el legislador cambió el sentido de este precepto civil? Justamente, porque la legislación civil debía guardar coherencia con lo estipulado en la Constitución y con los tratados en materia de derechos humanos ratificados por nuestro país, los cuales señalan que nadie debe ser discriminado por ningún motivo, tampoco por su orientación sexual. Esta es la razón por la cual la restricción del derecho de las parejas homosexuales a contraer matrimonio es abiertamente discriminatoria, y, por tanto, inconstitucional, en atención a los artículos 1, 2, inciso 2, y a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de nuestra Constitución. ” 6. El discurso conservador: dos versiones 6.1. El discurso religioso El Estado peruano es no confesional. Eso quiere decir que el Perú no tiene una religión oficial y que reconoce el derecho a la libertad religiosa de todos sus ciudadanos. Si ello es así, no resulta válido afirmar que como los católicos están en contra del matrimonio igualitario, entonces, este deba prohibirse. Si eso fuera cierto: ¿Qué sentido tendría reconocer el derecho a la libertad religiosa de los ciudadanos si la legislación estatal está determinada por las lecciones bíblicas de la Iglesia católica? La religión es importante, eso no admite discusión. Sin embargo, al momento de legislar, las autoridades no pueden decidir en función de lo que dicte la religión mayoritaria. Si permitimos que eso pase, entonces corremos el riesgo de convertirnos en una teocracia en la cual la política no es otra cosa que un derivado de la fe. Con lo cual, la democracia republicana de la que se habla en el artículo 43 de nuestra Constitución termina convertida en una forma de gobierno en la que la ley que rige a los ciudadanos transcribe el mandato divino de la fe mayoritaria. Algo que atenta contra los principios de pluralismo y tolerancia que deben ser La despenalización del aborto y el matrimonio igualitario en el Perú la base de sociedades democráticas como la nuestra. 6.2. El discurso del orden natural Como los que se oponen al matrimonio igualitario saben que el argumento mayoritario no tiene mayor sustento al momento de reconocer o ampliar derechos, estos han empezado a utilizar el argumento del orden natural. Sostienen, como lo hicieron en el pasado, que el reconocimiento del matrimonio homosexual acabará con el orden natural de la sociedad y que esta terminará por destruirse. Este argumento es falso porque reconocer una situación que ya existe en la realidad (las cifras más conservadoras dicen que el 10% de la población es homosexual) no supone el fin del orden establecido. Esto es simplemente parte de un proceso de cambio social que avanzará por más que los reaccionarios se opongan. En todo caso, ¿por qué el temor al cambio? Recordemos que este mismo argumento fue utilizado por el mismo sector para impedir que las mujeres ejerzan derechos como el trabajo o sufragio. Se decía que si la mujer trabajaba y no se dedicaba al hogar, entonces, la familia se destruiría y la sociedad occidental llegaría a su fin. Han pasado más de 50 años desde entonces y seguimos acá. ¿Podemos darle validez a este tipo de argumentos? Yo creo que no. 7. Somos iguales, pero yo tengo más derechos que tú ¿Qué tanto se quejan los homosexuales si se las va a reconocer el derecho a unirse civilmente? Esa es una expresión que muchos defensores del “orden natural” esgrimen en diversos medios de comunicación. En mi opinión, esta expresión únicamente disfraza un pensamiento discriminatorio que pretende decirnos que “las personas somos iguales en derechos pero que los homosexuales son menos iguales que nosotros los heterosexuales”. Y como ello es así, entonces la discriminación se mantiene, pero con un nuevo esquema: matrimonio para los “iguales” (heterosexuales) y uniones civiles para los “menos iguales” (homosexuales). GACETA CONSTITUCIONAL N° 69 Bueno, esa salida sigue siendo cínica y no responde a la pregunta antes planteada: ¿Por qué razón los homosexuales no pueden contraer matrimonio si la finalidad del mismo es hacer vida en común? ¿Acaso las personas del mismo sexo no tienen el mismo derecho que los heterosexuales a recibir de parte del Estado un trato igualitario? Lo tienen, por eso esta limitación viola los valores de igualdad, dignidad y libertad que la Constitución reconoce. 8. Que se casen pero que no adopten ¿Qué ocurrirá con los menores que son criados por homosexuales? ¿Acaso no terminarán adoptando la misma orientación sexual que sus padres adoptivos? Estas son las preguntas que los opositores al matrimonio igualitario hacen. Sobre este punto, debemos saber que existen estudios que demuestran que el desarrollo alcanzado por niños criados por parejas homosexuales es igual al obtenido por quienes lo fueron por parejas heterosexuales, tal y como ha sido señalado en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitida en el caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. Del mismo modo, se sabe que la orientación sexual de las personas no está determinada por la de sus padres. Si ello fuese así, entonces ¿Cómo explicamos que en una sociedad heterosexual como la nuestra tengamos que casi un 10% de esta es homosexual? Muy simple, la orientación sexual de las personas no se adquiere por imitación. Así como la orientación sexual de los padres no garantiza una paternidad o maternidad responsables. 9. A modo de breve conclusión: ¿Por qué estamos a favor de la legalización del matrimonio igualitario en el Perú? Si nos fijamos con atención, son tres los argumentos que fundamentan la posición de quienes se oponen al matrimonio igualitario: 1) El moral-religioso; 2) el mayoritario; y 3) el tradicional. Los tres argumentos no pueden servir de justificación para mantener la prohibición por tres razones fundamentales: 1) La moral que protege la Constitución es la moral civil y no la de un grupo religioso en particular; 2) la opinión de la mayoría no puede justificar 337 P ráctica constitucional la restricción de derechos a una minoría basada en su orientación sexual; y 3) no se busca acabar con el matrimonio sino permitir que más personas puedan celebrarlo. Nosotros estamos de acuerdo con el matrimonio igualitario, pues esta propuesta permite defender la libertad individual frente a prácticas históricamente excluyentes. Además, allana el camino hacia la construcción de una sociedad más tolerante, libre e igualitaria. CONCLUSIÓN GENERAL Quienes creemos en la libertad e igualdad como derechos fundamentales del hombre, no podemos hacer otra cosa que estar de acuerdo con la implementación de ambas propuestas en nuestro país. Esperemos que el debate se abra y que este discurra en un clima de tolerancia y respeto por todos y cada uno de los puntos de vista 338 que se expongan. Debemos recordar que el debate constitucional y político debe centrarse en la reflexión de ideas y planteamientos, y no en la exposición maliciosa de agravios e insultos entre los participantes. Como se dijo en las primeras líneas de esta breve reflexión: No pretendemos ser los dueños de la verdad en este terreno. Nuestra intención no ha sido otra que la de contribuir al debate que en el Perú, aunque sea de manera incipiente, se empieza a dar en torno a estos temas que estando vinculados al reconocimiento y ampliación de derechos y libertades, se encuentran también relacionados a la manera cómo concebimos la democracia, y a qué valores son los que la inspiran como forma de gobierno en la cual los hombres y mujeres, sin distinción de ningún tipo, tienen el derecho pleno a vivir libremente y a ir en búsqueda de su propia felicidad.