26 FORMAS VIVAS Miradas sobre el concepto de cultura

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bién sabemos que no podemos desprendernos de él alegremente aniquilando décadas de reflexión antropológica. Sencillamente, como moStraré en este libro ciliéndome a los enunciados más simples y clásicos de In
antropología social, la noción de cultura no se puede sustituir por ~co­
nacimiento, creencin, arte, tecnología, tradición, o incluso ideología»
sin sacrificar con ello lo mejor de nuesrro saber acumulado.
Todas ésas son formas de habb.r, y cada cunl puede hablar como le
apetezca. Pero nuestras formns de hnblar, especialmente cuando se cubren de retórica académica, producen efectos morales. M5s aún cuando
detentamos posiciones que dotan a nuestra palabra de un poder especial
para construir la realidad social. No se traca sólo de un pruriro profe·
sional. En este sentido, la sobreextensión y el desatino de los usos de la
palabro '-'culrura» en el espncio público podrían doler a llll antropólogo
como duele a un físico el abuso de la pabbra «energía » enrre los charl:ltanes y videntes; o a un astrónomo la constante confusión mediática
entre la palabra ..astronomía» y la palabra «astrología~. La gran diferen+
cía es que Rappel no puede provocar con sus mencione!> a la ..energía"
un cambio en el co~mos, pero cada vez que un medio de comll!1icación
confunde a las élites intelectuales con "el mundo de la cultura~, un periódico separa la sección de .. economía» de la sección de .. cultura» o una
ministra confunde «cultura .. con «escolo.rización», se está construyendo,
a mi juicio, un mundo social indeseable.
Que suene'l los vio/illes
Llego así a poner de manifiesto el trasfondo moral de mi empelio. Hablaré de la cultura para adarar un concepto que nos ayuda a conocer ~
comprender lo vida humana, pero no hay ciencia socialmoralrnente vacía. Definiré con precisión la noción de cultura y observaré las carenci:ls
de sus usos comuneS, aunque políticamente poderosos, parn 1110srr:1r
cómo este concepto comiene una descripción del potencial de connic[Q
de la convivencia humana, pero también una descripción de su potencial
armónico. Ser consecuentes con la idea de cultura que des:lrrollaré aqui
llnplica acercarse a la comprensión de cualquier sociedad reconociendo
su diversid3d interna, y apreciando la complejidad misma del concepto
de "diversidad,> cunndo se aplica n los seres humanos. Como ciemíficos
sociales, e:'lo nos obliga al rigor analítico; )' a quienes aplican nuesrro
snber les oblig:l a esmerarse en el trabajo político, que no es, 110 debe ser
otra cosa que trabaJO comunicativo. De lo comrario, la «cultura .. noS
ahorconi en broma, peTO nos matad en serio.
2
FORMAS VIVAS
Miradas sobre el concepto de cultura
los ojos que han mirado la cul~ r3 han sido muchos y variados, y consecuentemente las formas de muarla. Pero no todas las lenguas la han
nom~rado corno nosotros la nombramos. R~to es lo primero que debe
ser dicho .. Cultura
. . . 1m
..
". es, llllela eme, una palabra latina; y desde ahí
;e despliega en su dIversos sentidos bistóticos. La mayor p:me de las
h:~1~as del mundo no han tenido semejante palabra, y las sociedad~
mes d~ esa.s lenguas la han tomado como préstamo en el comacto
de 1as ColOnlZaClOnes.
d
U~a forma posible de mirar la culrura es seguir la vida de la palabra
e1> eelr el rrayecro de
"fi di'
",
l
lo ha h 'b
.
SU.S S~glll ca os llstóricos • Raymond Wi1Jiams
mas enec o en un hbro UtlJISIIllO que se tirula Palabras c1aue l • Ahí pQdcTa" pe conrra~,que .. culrura_ fue para los hablantes del huín "agricultusu ~on rbo tamll é~ «culto", «homenoje», "adoración»; y que a través de
I,bo d' 'I"ella Jaba de la labor de las tierras y, de un solo golpe ...le la
r e as a mas Con t '
b' _
' 'i
comenzó fi 'é d'
es os OJos ram len podemos ver que «cultura»
re ti n ose a un proceso, el proceso del cultivo y de la ado!. Cf. M.:Jrkus 1993 r
y I(luckh ohll, 1963a ·1'95"1'
1
j.
_
•
..
',",3ss.,una1 ,reVISión
más ex!ens~, plled~s leer tambi~n Kroeber
Jss.
Wilhams, 2000 [1976J.
. la ;lIlat()gr~ enrre ambas I ¡,
f
tn ~§tt ¡exto de Plu;arco ~I
. a dor~s orlll3 parte de nU<!!.fTa marrilllltel"ctunl, como
-1.··1 A5í COmo 10$ agncu
. 'l· ecelo~a o e eUlre muchos orros ~lmilares en la m'~ma obra.
m~e~ttos d~11 bucn
tOte!; CQ OC.in e&(¡Jca¡; a !as plal1l<lS, del nlilimo modo lo~ ¡'ueno~
tre-~Q.n r~tamen"O'IPp,recePtOsl y co, nSC)OS;l los jóvenes, p~r3 que los carJcrcre, de 6tos
,.
umr.:o SlgosHl], 1992: 1, 55}.
26
27
CUlTU~A
ANT~O~OlOC;I ... y OTilAS TONTEIIIAS
ración, y que una vid.l de ~iglos terminó convirtiéndola en signo de un
productO, el resultado del proceso: la obra, 1.1 cm... realizada, Ilber,ld ...
ya del cuerpo que le dio la vida. Esto sucedió hace muy poco, un par
de siglos ,ltds, cuando Europa \'Iv[a su gran transformación Industrial.
En e.. tos relatos siempre se ¡,eñala que fue Herder, un filósofo alemán
del siglo x\'lIl, quien comenzó a utilizar la pal.Jbra en plural con el aUn
de mostTar la variada riqueza de los pueblos humanos. y no sólo la de
aquéllos que ocupaban los centros urbanos europeos. ,·Culturas", y no
~cuhura", designaba con imaginación romántica y racionalidad ilustra·
da la diversidad de las formas de: vida humana en el planeta~. y reforza·
ha también, por otra parte, la unidad de cada una de ellas. Cad.1 pueblo,
cadJ. nación tenía Sil cultura. También la nación alemana.
Al pensar en el folklore, el saber del pueblo, Honorio Velasco ha
J.punt.ldo 1l compenetración de esta idea de «cultura .. con su pareja
"pueblo .. ', y ha II1dicado un doble camino COIl illnllmero~ cruces. Por
un lado, la .. culmra* como colección de cosas, cosas en la vida, pero
también cosas en museos; cosas que valen por su uso, pero también por
~u condición de p:unmonio. Por el otro. la _cultura_ como condición de
los que saben, l.ls personas que dan valor a esas cosa.!., en l;¡s que poncn
sus ojos. Estas personas, generalmeme formadas, clllti/Jadil5 en la escue·
la, devuelven a l;¡ gente en forma dc ~cultu ra,. lo que para la gente sólo
pareda ser una danza, un botijo, un trillo. una canción; o, en \'erM6n
má.!. moderna, un grafittl en la pared del metro.
Poco a poco la palabra ~culturaH, de la que todos -al menos desde Herder- nos que ¡amo!> por su aparente vaguedad, ha Impregnado
nuestra "isión del mundo. Esta palabra tiene algo que \'er con hacerse.
con formarse como ser humano; y tiene algo que ... er con lo que el ~er
humano hace )' deja nas de sí; tiene algo que ver con lo que identifica
a un pueblo. y por eso es emblema de políticas y de identidades; y tamo
bién con lo que identifica ::1 los de arriba (y hace depender a los de abalo
de las identidadcs que lo~ de arriba les otorgan). Vista con estos oJOs,
tienen mucha razón los que afirman que ~cultura" es ha;.' una hermosa
palabra con un Significado tan abierto. que recurrunoS a ella cuando
quids no tenemos nada útil que decir.
_
Estos ojos que persiguen la vida de la pal.1hra tambll~n se han em·
pleado en ::apreciar con[ra~tes entre grande~ naciones. y, de e~a manera.
en dar y quitar razones históricas, poner en su SitiO a los unos y a los
otros (pue~ siempre, en e~tos ca\os, los bandos se organizan de dos en
4,
C~''Io\On, 1'191.
~,
\d~ ...n,
\-'\10)- 1'192.
dos). Adam Kupcr, a qUIen ya he nombrado, muestra su maestría en este
modo de mirar:
¿no habrá que atribUir la obesidad de la palabra ..cul·
........ al sobrepcso de la antropología norteamericana (frente a la britá·
aka)? liNo habríamos ganado más con la palabra (francesa) civlfisatioll
O (mglesa) ci/Jilizati01I por lo que ésta tlelle de respero a los derechos
gaivcrsales, que con la palabra (alemana) kll/,ur, madre de cxtermmio~?
Me veo poco tentado a seguir esta ruta b• Es sólo cuestión de UIIOS ~.
pndos entender q~e son las personas, no las palabras, las que matan o
QOIlCCden derechos; como lo es entender que, en nlle~tros días y en los
.,.ados. tanto da el aparentemente lumllloso concepto ~clviliz.,ciónH
como el oscuro ~cultura .. para cerrar puertaS o para tender puentes,
para mezclarse en divertidas ceremonias festivas o para chocar los unos
contra los otros con la furia de la guerra. Cil'ilisatiotl, Ch,ili:alio,t, Kili·
"", ell/ture, tomados como emblemas confusos de una jungla ideológi·
ca, pueden servir a cualquier causa, hacer de comodín en los discursos
de Hider y Pétain. en los de Churchill y Brandr, }' por supuesto en eSas
ioYas del di.!.paratc proferida.!. por cualquiera dc los Bush. No es éste el
ioeIo que me impona. Por el contrario, lo que bu!oCo es sacar la pal::lhra
-aalrura,. de esa Jungla y colocarla con cuidado sobre una simple tabla,
en mitad de un mar en Colima.
Otros ojos para nmar 13 cultura, empleados también por Adam Ku·
per. son los que indagan en las variantes que esta palabra ha encarnado
ca la antropología social y cultural. A diferencia de los anteriores, que
~ la historia profunda del concepto l buscan hallar sus usos ha·
biaaaIes en las grandcs ill.!.tituciones de una humanidad en movimiento,
t:ICOI ojos contemplan cómo los antropólogos -un puñado de espe-
=
;:aIw.
6. Norl>cn Ehlb y~ adlen13 en \9.19 de la t~leflhdad de un debale planle.!do en
linmnO$: -I ... J E\ ~qur dunde la dl....:usi6n W Pltrde en el ,'~d,l. cu~ndC) el ~te·
9IIeft explicar ~t Inglb Y :al funck por qur J'~n rl el concePIO .le 'cwlllu~'ón'
pero un \'~Ior de segundo gr~Jo [en relación con el eOn~tplO dt 'cul'tur:a'¡_
. . . . 1993; W). ElI,?deJ,~~ el rnr:'er c~ri.tuto de t<ol~ ohr~ ~ e"plor~r la _SI,l(I~ne.
r(;l,dclos con.;epl0~ llvlhZ3clon y ~ulrura -. Pur OIrJ raClt. laml>'rn Alfred Krocber
Kluckhohn dQcum~",;uon amp¡'~mtme HI condu~lón de qUt. ;¡] menO!> en el
~ antropológl<:n. I~s r~labr~ oLllltura- )' _Cl1'lhz.¡dÚn_ r.e tdieren Indl~lmlamenle
• • fInbj
,
.
__
lo cunfu'iQ eJe ~Ignalk¡ción ~ no lamo ~ un COn1Tól'>U: ln(tncion~d.tmenle bu~·
'-'';.
CtJn\:tPIU;I.J¡z.lI~O, ~ISfCllUflc.lInCn[t, como 'ultlerc Awm Kuptr: ·En anlropologb.
~Ios El,u.do, l,n,d,)~ como en Euror~. no ha hahldo nunCJ JparClIlcmeUIC nlllgun
.....
IItfl'> de U\,ll1 cullur~ ~ lll'.h23<:l(>n com<l IrrmlnOS cn COU!T;hle- (.... rocbc:r y
. . . . ohn. l'1td,¡ [19HI: 2,~). Sobre ~Ól11o. en la ~gund~ m'{01d del ~'glo X1)\. pudo
~ selecclonal"'>C un Ideal dc la nJ(:lón ~Iemana ba.\ddo en d conuplO & _Cultur,¡o
-~lvlhZ.Id6n •. \r~.., 'Ie)e., 19bJ [I\I~!\. Un.:! re';\lnn m.i~ tc.;ltnl~ dd mi",
PIobIem:a pucde h~lIanc en 'hinc., 1004.
... al.
29
CULTU~A
FOtlt,MAS VIVA~
..... NT~OPOLOGIA T OTRAS TONTERIAS
címenes de la humanidad- se h1S han apañado para definir desde su
perspectiva científica lo que encienden por «cu[tura». Los antropólogos
estadounidenses Alfred Kroeber y CI)'de Kluckhohn ganaron en este
intento el premio de la montai13 con un libro que intentaba recoger las
decenas de definiciones aponadas hasta la fecha~. Este libro de Kroeber
)' Kluckhohn suele utilizarse como una ilustración de la diversidfld de
definiciones y pumas de vista acerca del concepto de culrura, y demasiado frecuentemente como un simplificador ejemplo de que [;1 antropología no dispone de un concepto unificado. y por lo tanto válidos. Aunque
es cieno que el concepto de cultllra ha presentado históricamenre muchtls varianres, a[gulltlS de ellas incompatibles entre sr, Kroebcr y Kluckhoho no se limitaron a exponerlas en un listado incongruente. Por el
conrrario, su intento consistió precisamente en ofrecer una perspectiva
crítica del desarrollo del concepto con un sentido unificador. Su aportación fue, en este sentido, fLUldamental, y de ella se nutrid una pane
importante de lo que leerás en este libro.
Cuad/'o l. ¿Es la cultura necesariamente humana?
1. OsrwaJd, 1915 !
De n oll1i~amos culTUra a aquello que disringue
de los animales (KK 139),
n. Murdock,
7.
8.
9.
Krpebcr)' Kluckhohn, 196.1a 11952].
I'or e¡emplo, Jone~, l007.
"ahn (comr.), 1975.
30
los hombres
1940 ¡
ToJ os los animales son capaces pa.r~ el aprendizaje, pero sólo
el hombre par~cc capaz. de rransmmr los hábitos adquiridos a
su descendenCia en un grado consider.:lble (KK 164).
lIt. Blumenrhal, 1941 i
L1
en todos los medios de adaptac'ó
'd cultura consiste
,.
1 n prod uCI os no genencameme (KK 139).
En la página siguiente empezaré a ofrecerte una serie de
cuadros procedentes de esa obra clásica de Kroeber y
KJuckhohn. Iré mostrando esas definiciones a la luz de
los problemas fundamentales que ha suscitado el con~
cepro en antropología y, al comentarlas críticameme,
mostraré su mayor o menor adecuación en relación con
la orientación del concepto de cultura que ofrez.co aquí.
Esas definiciones estarán marcadas en los cuadros con un
~igno Tcuando las considere adecuadas y con un signo!
cuando las considere inadecuadas. Para las que, desde mi
punto de vista, contienen aspecros adecuados e inadecuados, usaré el signo ¡.
Con esos ojos también ha mirado la culnlra J. S. Kahn, quien, en
lugar de resumir y criticar definiciones, nos ofreció un excelente conjunto de textos en los que diversos autores explican detalladamente sus
visiones 9 • Ahí podrás ver que la cara de [a palabra «cultura·' se ocult,l
tras múltiples máscaras. Cada una de sus acepciones teóricas nos ha
servido para entender en pnne al ser humano.
No es cuestión de cansar, pero es preciso fijarse aún en otras miradas que, como todas los anteriores, traigo aquf con el único ánimo de
¡'J
La i~ea q~e formuJ.l Osnvald en la definición 1 está muy
extendl~la. Sm, embargo, es Ulla idea inneces,:¡ria y desacerra~a. La Idea de l\ lurdock (11), es más moderada y compatible
on lo que ~oy .sabemos, aunque 13s capacidades de trallSmi$Ión .comunlcatlva de formas culrurales en otras especies son
mucho mayores de lo que conocíamos en 19-10 La'd el
Blu menthal (lll) mu
I
'h '
1 ea e
d
i '
Ygenera, es compan le con un concepto
Re c~ Cura no necesariameme hum,:¡no. Corno señaló KathleeD
de~~s~m en 19~J, "ha llegado clmomemo de abandonar las
clones de tipo roda-a-nada para comenzar a pensar en
COll1porramiemos complejos existentes en diversos niveles o
.
grados" (Karhleen R. Gibson, 1993: 8).
!n
,
,
,
ra~os.estos cuadros la
expresión "KK,. seguida de un nÚ-.
hoeh~ 1~~lca la referencia a Alfred L ~roeber y Clyde KluckQnd Dfi ~J.a 11952J. CII/tl/re. A Crltlcol Re¡;jew of COllcepts
e
pá
Nueva York; Vintage. El número es el de la
cPuedent~lO
a! d~ estaacerca
obra en
que aparece citada la definición o
del concepto de culrura de que se trate
'j na
l/IttollS.
J:¡
I
l
Pán d~e~ur:rfla rh,corr~r ~ra.s .d:fillicion?~ o comemarios ta~
qUe hago de el~~s~ta, ~cOlncldlras conmigo en 1:1 valoración
31
CULTUI\A
ANTI\O~OLOGIA y
OTI\A$ TONT(I\IAS
FOl\l'IAi VIVAS
poner uno:. cuanto:. ejemplos. Son l:u; que contemplan la culrur.1 en lo~
camillas de la formación de la.s e'>pecie". Con estos ojo~ vemos mucha~
cosas, pero ha) dos que de'itacan: cuan ellopecial es el "er humano, que
no puede viVir ~1Il dar forllla social a 511 cuerpolO, y cuán parecido es, en
mucha:. CO!>3S," los Otro,> ~eres vivos. Mientras miramos ellota doble imagen bien podemos caer en la cuenta de que, mnrra lo que podria opinar
cualquiera de los erudito!. de 1:]. ~g r"n cultura_, 1m. serc:. humanos no
<¡amollo los único,> agente~ de culrura en el planeta ll .
Con ellotOs ojos, MKhael Carrithers <;e pregunta: ¿Por 'lile los ImmdItoS tell/'IIIOS CI/lluras? Nada hay .1quí necesariamenre elev~ldo, artístico,
literario, o referido,] la política de las grandes naciones. Lo que ha) e~
un primate con su má!t \Imple herramienta: la rociabilid.ld. Indagando
en 1.1 ht!chura de este útil encontr;U110S una unidad m:h !timple, tan ap3rentemente simple e II1vi~ihle como el aire: la relació" social e1l1re serl'S
111m/dI/os. Pue!t!ti en algún lugar hemos de poner l o~ ojo~ para comprend er la idea de cultura es en la ~ n cilla acción que consiste en relacion.1rse con 10110 otros y que, como en lO!. movimientos del hilado, \"01 tellendo
entre las personas ese monumento de m~tLtuciones con las que damo~
forma a nueslra vida. fuI lo ha dejado eM:riro CarrLthers:
So~(C'ngo que lo~ inui\'Iduo\ wu~rrdacionándo!>t' y el car.ktC'r intcracm·o
de la vitb social wn ligeramente m.h illlpO rIJl1tc ~. m1~ vC'rdadero~, que
ews objetos que Jenommam~ culrura.
1·.·1
1.0\ humanns, en primer término. ~e relacionan uno~ con
no (on la ab~lrac':Ión de la cultura ll
otrO~.
entre
~i.
Eugenia Ramírez Goicoechea ha usado tamhién e'o[O~ OlaS pU3 narrar 1.1\ :.fntesis que en este libro ~r:ín ob~esione~ recurrentes: sólo podemos entender la cultura como form3 social; sólo podemos entender
las ide;¡s como formas vivas, pue~[.l!t en práctica por nuestrollo cuerp()~
en relaciÓn l l .
Juega Raúl Bravo COIl Helgllem. CI/ltura el! acci6n
He llegado a lo más simple y .1quí me vo)· a quedar. L.o que vaya hacer
a continuación es ofret.:er u na progrcsi..,3 defil11óón de la palahra .'cul·
tura _ que en sí mIsma no contiene mn~un.1 origlllalidad.
10.
L«Ta.I'I":'I.3.
11
12.
13.
S..Ip<.¡_L)·, .2.0111>.
C..IrrirhcN. 1995, ~~
R-lmin:l t .. )i,,<xd,.:~ • .!OO9.
(,Ib<.o>n, .!(l()2;
Herder
rid.t. rero
<oC
ob..c\ionó con esta idcJ. que rom.lré (omo pUIlIO de P,lr-
~ría impo\ible determinar quién, .mtes que él. rep;¡rú en ell,.
para nomhrarb o sImple me me indic.lrla:
SI.
Culrur;¡ e~ una forma de \ida \ocI.11
Cultura ('S forma de h./cer en el moís amplio ..enrido de 1.1 pal3hrJ:
hacer coSJ~ con 13, manos)' con el rclIoto del cuerpo, Incluido el cerc¡'ro
~ pien"'1 Y que en SU\ copiosas extensiones .. iente, sueña, Imagin.l,
goza y ~urre, cre3 planc~, recuerd.l, h.lbl3, dICe r e,lll3, mlenre y de\miente, eng:llia y 'oC engañ'l. La únic3 condición para que cualqUier acto
sta tenido por cultura e:. que en ~u forma. en lIoU modo, en 'u manera,
intervenga .llguna da~C' de relación ~ocial (Cuadro 2). La linicJ. condIción es que el cuerpo que \e pone en mo\imienro lo hag.l en relación
con 0Cf0\ ..:uerpo,. O tamhién: que para entender el monmielHo de c,e
cuerpo foCa Imprc ~t.:lTldible rener a la vista el movinllento de 01 ro:. cuerpos en n=!.u:ión con aquéL
Enseguida ~ ve que I.t 'Implel.l de "'ola iJea 'oC emparenta con ~u
complejidad. Y que para empezar a apreCL;¡rla debel1l()~ pnmero calibr.-r
la IC'nte de nlle~tra mirada. bta lente, ,]Iu~rada a ~u mayor amphnid
posible, enfoca a 1.1 cultura en el campo mallo t'Xlemu: cu.lIqUler fornu
de vida MX·¡.d, m.h .1lhí sin duda de nue~lr;1 "01.1 e"pl·cle. Cerrando un
poco el 'ampo, la cultura e' ULl.l propied.lJ um\ersal de cualquier ,·iJ.1
humana. en tanto nu hay \"ida hum.m,] que GlTezca de (orm.1 social. Y .1~í
podemos di,·ertirno" .1hriendo y ccrranJo nuestro fuco, y contemplar
cómo nue\tTO~ COIC~.l<¡ de c'pccic VIven .1 \u manera, creando \ recreando juntamente en cada uno de su~ Jctm ~()CI.1ICllo la form.l J~ ..u· ,üb.
Fijémonos en ÓIO~ y pcn'cmo\ un poco:
-'. \J 11 SilCdr de p//ertIJ Iker C'.1SiIIl1s. Pl'lota IJTf{i1 de C.1sil/as. I:-:n
wntdlJ en t·15.¡/to Clll11.1I·Jm ' •• Tocó Del Pú:m, pero reg./ló lá pelotIJ" Beck/Jl1m. j/It'g" Raúl BrJUQ COII Helglll'r.l. El M.1drid mlel/tand" teller pdóenciIJ en 1.1 s..,lid.:l. El b.1lón IJ.Jr.1 ~mJ/el..\amllel
buKd .J Ro/'erto C.1rlos. JiJea de caúc~il Rol)('rto C1r105. rI:/lc:m
Con ml/ch¡J l'el/laj,; P,lr.l C.U/l/IJL'dTO. Mdl.1 elltreglJ. Recuper" //_
dane. lid.me qlle .:lgU.lIltd uhi ul/te BI,uj. Abrl' el b.:l!cú/lldrd R,I/il
Br02I'O. .Se e!tCfml sobre 1" b.wdJ 1./11:> hgu. Rmil 8r,Il'O, que 110
klbe u qllién {l.Is.lr. l;)cd fi"almente pdr" I./tls hgo. l-"igo deL'lIdl't'
la pdfltJ dtrJs p.1rIJ Beckh.JlI/. Beckh.1111 Id il/troduce p.1ra Gr.1I·{,'
sen. 1..1 dt>jd /1,1'.1 hgo. Figo se la dejd ulrds .• \ICllciólI t1 la SI,ltd.l
~"IOI> tUlhokrOl e!oI:... frotgrncnro .·'tralJo d,
Jn I'.l!"tld.,
w1>",".I.tJ \..1
ft.,;nh,r lihn .. si¡:ulend.. el rUm" .Id m~r~J.I .. .1 ... ti"h.l),",1
,\
olf~.·I";o. i~ Ii
CUlTU~/I,
/l,NTROPOlOGIA T OTRA, TONTERIA$
FO~M"'S
VIVAS
Cuadro 2. Fo rm ::!, m odo, manera
Clle5tión. E!;a indic;Jción se expresa como una critica explkiu o t.'ici!.l, o por
medio de cualquier aIro procedImiento m:ís o menos firme de corrección. es
decir, con una sanción.
Kroeber y KJuckboll1l, 1952
mj~ trivial,
pero tamhién la.má~ bási~. Al deór .forma_ eSTamos indicando un _cómo.
del comport:J.mlcnto socl:J.l, es declr, una m;lIlera de ponerlo en pdctiea. Si
I'udves ;¡ pensar ahora en el ejemplo de los instrumentos para comer que he
pueSTO en el punro (a) lo \'erás claro. Aunque básica, esra dimensión no
wticiente para la nQción de forma que U50 en este libro. Cualquier especie
\'i\·a (y prob~bl<,mente cualquier entidad del universo) ejecuta uno o varios
.cómoso en rus comportamientos. Lo que Cilracreriza al comportamienro
culmr:!1 es que t"~os ... cómos~ siguen, ;¡demás, raUtaS ba~adas en regla. con
arreglo 11 pla nes; es deCir que, además, de tener un -c6mo_, Cl.unplen con las
dimen~jon es (n), (b) y (d) de la CIta de Kroeber y Kll1ckhohll, E~ta es también
una caracterísric:¡ del comportJmiento de otras especies de seres vivos, y,' en
Id medid;! en que la investigación muestra que eq~ CJraCTerr~Ti ca se da en eS;lS
c~pc:C\cs, los an rropó logos entendemos que los mlel11bros de csa~ c~pecies son
mmbién age ntes d ~ cultura.
La palabra "modo» o _manera .. puede implicar (a) palitas comune~
o compartidas; lb) sanciones cu:mdo no se siguen laJo regla~: (e) !InJ
forma, un ~cómo- de comportamiento; (d) "planes" soci;¡lcs p;¡r;¡ la
acción (KK 98),
En este lihro, usaré la palJl-ra "forma .. sobre todo en las expr~iones "forma
de b. acción social~ y _forma de las reb.ciones sociales_, EstJ cita de Kroeha
y Kluckhohn recoge (uarro dimensionC5 de I;¡ noción de forma que dehemo~
considerar:
(a),Form3» implica una {JI/Uta que, en alg(1Il grado (allnq u ~ nunca rotal·
meme) ~s CO/IIIÍII (j coml~Mlid¡1 por un cierto número de sen's hUl1lano~, Pur
ejemp lu, ~i ,,,ales a comer.l (lIalquicr reS¡aU r3me, b. 3(ción de I!cv:me l o~
ulimcl1ws a la OOC;I seguid In pall/a de ser emprendida con alg{1Il inSrrtl!l1emO
(una cuchara, un tent!dor). Llevarse los alimentos de la mano directnmentc
a la boc,l 110 sed lJn~ PIIl//(l tl1 e~:¡ siwnción, Esa. pi/ura de usar I!1srrul11ento~
para cOl11er es comlÍlI o compa rtida ~n algún grado por un cieno ntmll'fO dc
~erc~ hUlllano~. I)ero también experlmenta variaciolles segUn los casos y las
sltu;u.:iont:s. La idea de variación es intrínsecll .1 la idea de pauta, pues ningun,¡
realización de la p3Uta es nunCl idéntica ~ mra. Si \·as 11 un reSUUf:¡llte a cumer con un niño l11uy pequeño, es muy posible que la pauta de U~Jr cuchara
r tenedor ~e rebJc para el hasta su pdctica desaparIción. El mo[¡\ o es que ese
-cierto número de perSUna5~ 1/0 puede" esperar que ese niño mn pequeño ~ea
competente en elu\O de esos insrrumentos. Si vas a un re,taur;lIlte chino, 1;\
P;lut;l de comer con instrumentos se mantendrá, pero los instrumentOS serán
otros. r, mcluso, si \'as a otros ripos de restaurantes, encontraras la pauta d<,
comer con las manO$ pafa determinados alimentos.
(b) Una Jimen~ión importante de la noción de ~(orma4 qul.' u~1ré en e~te libro
(el La terce\'3 dimensión de la ciu de Kroeber y Kluckhohn es In
es
(d) El concepto de fo rm a, tal como [o usaré en eMe libro, incorpora una
\:uartn dimensión. Una forma se dJ con arreglo ,\un .plnn", es decir. se
realiza en un progrdm a de 3cci6n ordenado de "lgIIII;! Illanera en el espaóo
yen el tie mpo, Esm quiere decir que, para b adecuadú comprensión de las
formJs de comport:lmiento culrural, no es suficiente con definir una ~imp l e
pautl. Es pOSIble hacerlo, pero no es suficiente. Si \·olvemos a penSlr en
nUeSfrJ comida en u~ restaUr:lnte, un;l descripción lÍnicamente de las pautl5
de nu~tro uso de los lllstrumento& p3r:l comer seria aún muy pobre, pUe!. nos
llevarla a mterpretar las accione:; como si fueran entidades ,lisIadas. de una en
Utt.1. :)in embargo, ya en un ni\·e1muy bá.-;ico de descripción, esas acciones en
el r~taurante se or~enan con Jrreglo a un program3 mJs general que las ~inÍ:l
en el espacIO r en el tiempo de una sltII.lciÓn social concn'ta.
• ••
~ CUltrO dimensiones del concepto de forma que usaré en e)te Isbro son
~ dh~, neccSilnas, r n.inguna deellas es suficiente .tOm~d;J aisladamente.'
se encuentra en la noción de «regla ... La forma de la acción sucia) no sólo
es forma porque SIgue palitas, también lo es porque esas paums se ha.'>an en
reglas sociales. En esre libro encomrar.is muchos ejemplos del concepto de
regla,}' también verás que ha) en él muchos marice.'>. Ahora es importante
tener en cucma C\!O.'> dos :l~peclOs. En primer lugar. no rodas bs p1lura~ se
ba5~n en resl;l~ ~oci3Ies, ['or ejemplo, la tT~rectori;l que sigue In luna en su
elíptica alrededor de b rierra sigue una p3ut:l, pero esa pauta no se basa en
ulla regb sodnl, ~ino en una regubrid~d astrofísica. En ~egundo lugar. como
indican Kroebcr y KhJl"kholm en su pumo (b) de b drn de este cundro, la~
reglas soá!les siclllpre implican, en algún grado, el concepto de "sa ll d6n~,
Esto qlJierc decir que ese cierto número de pcrson:ls que basan , ll comport:¡flIiesno ~n regla.'> tienen una e.'·¡Ju.ttllil'a ,Ic<,rcn de su cumplimiento recíproco.
Cuando eS.l cxpe,,;r:HlI"n se ve defr:ludada, esas persomlS suclen II1t!icar dc
algún 1110do ,1 quien la defrJuda que debió haber mamemdo b e:o.::pecuriva en
,ell~ndo use la expreSión ~form,¡ de la accIón soclal_, ha de entender¡¡.e
~ e~to y pens:mdo en que la acción tiene forma con arreglo J e\t~~ cuatro
la ex nS\O~l es ~I mul f.ínearneme. '( ~n ello rambiéll estaré pcnsando cUlndo use
pre~l Óll " f~ r ma de las rebelones soclales~. Como e~ta r.egunJ;! expresión
n~~~nos uUlllm:a, le VOy a dedicar <lquí unas po<:as líllcas. Parre de las necio~.J_ n empren di das para establecer, prodUCIr. mmltenrr y eutll/un/mente '1n....,""~I
. ,es entre personas. ESJ~ re l ~elOnes lnmbién ticne n forma
'
e lI' IOlles son/J
:::,~rreglo a las ( uatro di mensio nes expnesras. Cun ndo es tableces. prodlICCS.
tic lenes)' euenlua~melll e c.allcelas la relación COII f U padre. (a) esa re13ción
(bj ne lInu paur,! (d tfe reme de b de tu relación con tU hijo, por ejemplo),
Slguc reglls sometidas a. exp~ctativas y s.1Tlciu n ~s, (e) rien" un ~CÓIllO~, y
(d) ~e relb.a en slt¡l aClOn~~ concrefa.~. siguiendo pl:lIles.
H
35
CULTURA
ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERrAS
de la JI/ve. El balóll para Emersoll. En el centro completamente
solo Del Piero COI/ mucho terreno. Beckham que illtel/ta achicar.
lbraJJIIlIollich aparece por la derecha para recibir. Se i/1COrpor<l
también Camorallessi. Le sale al paso Roberto Carlos ...
Cada cuerpo individual actú:¡ en rebción con otros cuerpos, se orienta hacia ellos, trab.:lja con ellos, y así, conjunramenre, todos eUos crean
tlr1 cuerpo compuesto de mueMOS individuos en relación. Lo decisivo
es q\le esre cuerpo, este conjunto de individuos en relación, tiene una
forma: responde a un diseño que es puesta en práctica en el terreno
de juegol~. La Cl/lturo es esa (arma por medio de la Cl/ol los cl/eTlJos se
L'illwlall ellla práctica de
511
relacióll socia/o
Ahora podemos entretenernos un momento con el objetivo de nuestro visor. Lo podemos cerr:lr hasta fijarnos alternativamente en las relaciones de los miembros de un equipo y del arra. Podemos apreciar que
los de un bando se ordenan en :ltaque y los ocros se ordenan en defellS:.l.
Podemos ver también que el at3quc y la defensa son pancs de esa fonn~
común de vida en la que todos esos cuerpos, los de uno y otro bando, se
ven comprometidos. A veces, los cuerpos bllan, se equivocan, se la de;<lN
atrás; pero fallan respecto:.l una forma, sin la cual el error no lo sed.l.
Hace falra esa noción de forma para comprender lo que esos cuerpos
están haciendo ahí, en los oct:\\'os de final de la Copa de Europa. Ahora
abrimos el campo de la lente p:.lra dar entrada a otros cuerpos que también están ahi, imervinicndo en la forma de esa relación: el trío arbitre/lo
el cuertJO téc/lico, los locutores y sus respectivas empresas de radiote!e\·isi611, los espectadores. Atención a la salida de la ¡uve. Todos esros agcnte~
lo son porque hacen cosas, y al hacerlas usan medios para alcanzar fines
(Cuadro 3). Son agentes soci:lles porque las hacen los unos con los OtroS,
los unos en relación a los otros. Son agentes de cultllra porque para b~­
cer lo que hacen ponen en juego (yen este sentido usan) forl11:ls de vida
social. Cada movimiemo de Iluestr:.l leme nos ofrece un:.l im:.lgen de C~a
culrura. Podemos abrirla 111;15. ¿O acaso se podría entender lo que hacen
ahí esos Cl.lerpos sin dar emrada n las empresns que ponen su marca en
las camisetas? ¿y podría entenderse esto sin dar cabida a todos aquellos
que. sin ser espectadores del pnrrido, consumen los produclOs de esas
1$. En el caso d¡o UI1 equipo d~ fútbol es n:bn"amCIHe fá~illdelllifiGr ~~c d!5CJio. ~I
menos en lln pl:l.no mur superfici,li. Por eiemplo, Indicando que el equipo cstll form"dCl
wn un 4-3·3, es decir, 4 ddensas, J .-:en¡ro.:ampt<tas y 3 dcl:tnrero5 (el portero se d~ por
surueSto). En l:t mayor parte de 10. <.:"so~. Y Jlm cuando "xiSl/m dis<:ños JhlllllCme [ll;ullficaJos .-...oo(:OtnU por ejemplo, 105 org:mlgrama, de las cmprcsn!r-. l.'s rc!a~lone~ 110 eSfán
mn ~br~mente prcdefinidas, por lo ql1~ lJ p;,labra .Jis<:ño' pucd~ indie,lr un ex¡;~~o do
inten..:ionalidad.
J6
fORMAS VIVAS
Cuadro 3. ¿Cómo han .de entenderse en este libro los concepro~
de agenCia, agente, y agenre social?
,.Agencia» debe e.nlender~e en este libro 5iclllpre con arreglo
gUlenre definición de P:1lI1 Kockelman:
,1
I:i si-
Ll agencb puede. entenderse inidalmcnte como el control relarivamenle fleXible de .medios en .relaci6n con la obrenci6n de fines [... ).
DeCir que lino. enndad [pore]emplo, un ~cr humano] tiene más agencia que otr;¡ enudad es deCir que dispone de una mayor flexibilidad
......-() sea, que dispone de m~ medios y fines entre los que elegir (en un
entOrno determmado, y baJO condiCiones determinad;¡s)
. . [... J e u;¡mo
lIIallor es 1a agencia de que uno dbpone sobre un proce~o m'
-bl
d
.
."
as su~ceptl
y, po r e 11 o,
I ' e..e~ e ~cr ICflldo. _como responsable de su resultado
'
(e s~~ surero a aprobaclOn o censura, recompensa o castigo, orgullo O
vcrguenZ:l (Adélptado de Paul Kockclmnn 2007: 375).
Los conceptos ~e agente r agl'nte social, que encontrarás frecl.leIHCmel.\re en este libro, son ~imp¡es derivaciones de esta definici6n de
agem:la. Un ag~l~re (un agente social) es quien dispone de agencia para
realll.ar su ,\CClon (~u acción social). [Véa~e el cuadro 5 para los con~
.
cepros de acción y acción sociall.
En el articulo q~e acabo de cirar, Paul Kocke1m:lI1 ofrece un excelente
~ ~l'r,1Ilado análiSIS de los matices impJicadosen el concepto de agcnCl:l,}' ~e Jos componentcs.y pbnos de Jnfilbls que hay que tcuer ('n
Est C,u~ll.ta para deSCribir la aCCión en términos de agencia.
:1 dehnlcl6n de PauJ Kockellllnn no presupone de ninguna nnnera
que e l agente haya de ser un ser humano. Yo he añadido em;.. c~rche­
¡les 1.~~ordeJ~mplo> un ser humano_l s610 para facilirar la comprensión·
;tultlva e concepto. Por supuesro, en el texto de Kockelman u~ ser
umOlno es una de las entidades de las que se puede predicar a~encia.
firma~l ¿y q Ué d . d
de su .
I
eCl~ «: los diseñadores de las ropas de Jos futbollstus )_
s eselle as de diseno) y d I ' •
ricos
b"
. ro av a, cquc pensar de esos cuerpos poUlas .' d d i '
o I.s que
_ b go lernan
.
,CIU a es y amp3ran él os equipos o los crea"
E Sll venClona
d
,n, o 1os ut!'1'Izan pum crear modelos O" estandl1rtes)'.
5e de n to os }' cad:] uno de los movimientos de la lente se rev;bn y'
SVancCt!n formas d · d
. I
'" P' .
,
e VI a SOCia, convenCIones que. al ber puestns
ractlca config
1
-- d
dro 4).
~m:1n a aC~lon e con,Juntos de seres humanos (Cu.J-
E.s:S
forma~ COlluelIctQlIüles de mda social SOIl culturas.
37
CULTUR"', ... NTROPOLOCiI ... y OTII. ... S rONTERI ... s
FOfll1 ... S VIV ... S
CI/adro 4. Convención
ruede aplicJ[se el concepto Je acción del cuadro 5), (a) no ha sido
generada necesanamente ni de forma relevante en IIna pdc[Íca
compartida. ni (ú) debe su existencia a tU comunicación social
con otrOS. Esto no quiere decir que, en la génesis de ese infarto de
miocardio, tenga necesariamente que estar ausente roda forma de
convención. Puede que ese inÍ<lrto de miocardio se haya producido,
entre otTilS co!>a~, como consecuencia de un determinado consumo
de Jlimentos. En la medida en que ese consumo de alamentos e~
una ;¡cción social, hay ahí un COnjUnTO de con\'ellcione~ que han
incidido en la producción del infarto (por eso en grupos sociales
con determimdas formas de .1Iiment'lci6n el infarto de rniocardio
puede tener más incidencia que en otros). 19ualmeme, cU;lI1do
sientt!S esa punzada en tu brazo izquierdo y la expresas ante otros
e~ muy prob;¡ble que hagas Illter"cnir convenciones (en la medida
en que m control del dolor te lo permita): las personas expresamo~
el dolor de diversos modos con arreglo a converKiones generadas
en nllestTO~ entornos de comunicación social. Pero. cuamo m::h nos
aproximemos a una deSCripción de ese infarm en rérminos estrictamente biomédicos e mdividuales, menOs relevante sed decir que en
ese Infarto han intervenido conve!lcione~.
Kroeber y Kluckhohn, 1952 1
En la operación de definición ld~ la culmraJ podemos ver <1 la
manera de un microcosmos la e~encia del proceso cultural: L1
imposición de una forma convencional sobre el flujo de la experiencia (KK 78).
5teven Mailloux, al discmir un conjumo de textOs que giran
en torno al concepto de convención, 11[¡ ofrecido el siguiente apunte: ~Las convenciones remiren a pnicticas compartidas» (l\bilJoux 2003: 399; d. Mail10llX 1982, Lcwis 2002.
Purnam 1991, Culler 1981).
El concepto de convención es, en consecuencia, ~l1bsidiario del
concepto de practica [Véase el Cuadro 5 para el concepto de
práctica]. Esto quiere decir que, tamo si !te expresan o realiZtlIl por
medio d('llenguaje verbal como ~i se expresan O realizan de otros
modos, las convenciones derit1al1 de pr,ícticas. Las convenciones
no .1nteceden :l las práctica~; son las prácticas las que :lntccedeTl a
las convencioncs. Esto es así porque la formación de convenciones
exige un escenario compartido de práctica entre \"arios agentes
[Véase el Cuadro 3 para el concepto de agente]. Una convención es
siempre una producción socü¡/.
Intuitivamente, es ba~tante fácil de entcnder el concepto de convención. Una convención cs cualquier acción o representación de
la ;\cción que {al ha sido generada en una pr5ctica compartid<l, y
que (b) debe su existt'ncia J la COmunicación social. Por ejemplo,
pones en juego convenciones al ..aludar a rus amigo!> con dos beso!t
en las mejillas, porque esa (arma de tll acci6/1 de saludar (n) h;¡
sido gelH::mda en rus prácticas companidas con otrm. y (b) debe
su eXistencia a tu comunicación social con ellos. Sin embargo, 110
pOlles en ¡uego IImgmw COllllellci611 cuando sientes unJ punzad:!
dI.' dolor rn tU brazo izquierdo como consecuencia de un infarta
de miocardio, porqut' esa pU117.ada de dolor (nótese que aquí no
Aunque intuitivamente el concepto de convención se entiende con
b,lS¡ante facilidad, este concepto C~ un hueso duro de roer para
los científicos SOci:llcs. El problema fundamental que entrana este
concepto es que nos obliga a desarrollar Ull.l forllla de racionalidad
generalmente minusvalorada en los ambientes típicat1lt:me considerados como I\cientíncos", donde se concede un gran valor a la
tacionnlidaJ causal. Cu:\ndo tenemos que dar cuenta de las convenclone~, con l:t racionalidad causal no podemos Ir muy lejos. ¿F..s"poSlole cxplrcar en ese sentido causal por qué tú das dos be~o~ en las
mellllas a rus a.migos!ti has crecido en un barrio de t\'ladrid, pero
Jas solo uno en un;\ mejilla si te ha~ cri.ldo en un barrio de BlIeno~
Aires? Un ejemplo muy intuitivo de convención se encuentra en 1:1
formas de las palabras que lth seres humano~ utilizan para expresar
~tgmficados. En espailol la regla convencional es asociar la forma
Ivelltana! con el ~Ignificado correspondiente, pero en rnglés esa.
forma e~ /wlI1dow.l, en francés Ifenclre!, en alemanfFel1Stcrl, etcétera. De nuevo, e~:lS asociaciones no pueden explicarse en t¿rminos
causales de dererminaci6n (esas formas lingüfstic;IS no determinan
C~talmellre ~I significado ni a la in vena). Esa asociación,:tl no
po er ser explt<.:aua en lo~ término~ de la determinaCión L-:lusal !te
nos presenta como \lnll arúitmriedt¡d, Sin cmbnrgo, c~a~ a~ociacio­
~:s se ellCUentran inst.t.ladas,e~ la ~~peTlcncia de !as personas a lo
gn de !tu~ proce~os de soclilhzaclQn. Por ello, 111 cuando salud.ls
Con uno o dos besos ni cUJnd() hrihlas en tu Jengua puedes operar
COn e~as a~Oclaciones ,.lfbllril"amente. En este lihro usaré ststemancamcmc la noción de convención. no h1 noción de arhitraried'ld.
38
39
En este libro el concepro de convención será usado siempre con el
siguiente énfasis: las convcnciones se generan :l partir de prácticas
cOlll1l1licatl/JQS
sltlladas eJl escenarios cOl/cretos de ac.ción coordinada
(Lewis 2002). L1s convenciones se van constituyendo ell el C/lrso de
la acción, y pueden llegar a estabilizarse, objetil'álldose hasTl el punt() de dar lugar :l cosa~ bien tangibles como leyes escritas, muebles,
planificaciones urb:lnísticas sobre el papel. carreteras o rut:lS aéreas.
partituras o grabaciones musicales. etcétera.
CULTURA
A"'TROPOlOGIA T OTItAS -ONT(RIAS
Aquí ..c \e ya un problenM Jluporrame: ¿cu..imo hay que atJrir la lente: bo depende de 1.1 intem:ión de la Ilmad.:l. La noüón de cultll r3, en ~í
mi,m'l, no lIoponc nlllgün línllte. Lo.. lugadore.. de la Juve ..on opue.. to~
en un nivel a los del Real Madrid, pero en mro nivel [Odos juegan 3 lo
mlllllO. En dcrernllnados rb.no~ de su expericm:i:t, lo~ árbirro~ se enIrent3n a lO<, jugadorc\ )' é<,to~ al dub, )" el club:t las cadenas televisivas,
y ésta, a lo... :lI1unr.:a:mres; r en Olros mm:hos plano,> Imbs esta,> divisionl'~, nposióo n e~, facc iones y subgrupol forman conjuntos solidanos.
Asi puede est.ltJlecel"'ie una idea general que hemos de tener en
cuenr.l a lo largo de todo el rcwrrido de este libro. Al m:l r la palabra
~culrur:l. P;U;1 hablar de cu.llqUlcr realid.ld estamos indicando una pe~­
pe¡;liva, un;¡ visión, un enfoque. por medu) del cual eSI:thleI.:CIllOS criterios pMa percibir (ormas COIII't'lIci01/,1/CS en c.:lda emorno concrero de
.1Cción SOClJl. Como sucede con cualqUier concepto que h:l de concret.lrSC empincamellle. es deCir, con cualquier concepto qUe no, pone en
relolción con el mundo .\ tr;l\'és de nuestros !temido.. > e~quenu~ de percepuón y categoril:1.ción.1a naruralez.l del concepro dt' cultura e, amhigua. Por una parte, .:ll u~ar e~te concepto e..tamo, \uponiendo que eXIste
una (ormol COIl1'eflcmfl¡J/ cn el mundo externo ol llUe~tra pen:epción. c\
deCir, en 1m entornos mJ,mos de relacIón social. Esre supue,to C~ raza·
n.lble en Cll.llqUler enfoque cmpirit:o: de no contar t:on él. deheríamos
concluir que todo lo que deomo" Jt:t'rca del mundo e~ una lmención de
nue'tra Im;¡ginaóón. Adem.h de ,er razolMble. e~c supuesto C~ también
indl\pensahlc en t:l1.llqUler di"'-"11r<,{) óentítit:o; de no t:ont.lr con él. !.CrÍ.:l
Impo,ihle realilar la má, clement.ll de las contr.l\t3c10nes publicas que
exige la Ciencia: la conrr.:l\taci6n de IJ' evidenr.:iJ5 que cOn<,ideramo~
hedlO~ (cad,l cienlífico Imaginari.l lo que le '1IllerJ el1 gana en relación
eDil cada realid:ld IIT101glllaria). Pero, por otra p.me, O1II1\ar el concepto
de t:ulrura e..r3mo\ ordeflumJo IlJ/t'$tru percepciófI ce", arr~'glo u 1/1/01 mu·
fler,1 de perciil/r, C~ decir, en el ca,o de la culrura e5t:lmm bUSt:ando activamente formas convenciOlule.. ; de manera que sin esa hlisgueda al.:ri\·a
seguramente num:.1 las percibiríamos. f\a es la wndición amhigu:l de
cu.\lquicr enfoque empírico. de cU31qlller conoúmien!o que. para ..ustentar~. h,l de t:()ntJr t:on el conrraste del mundo Independiente Je
la percepcIón. No conOlCO nlngun modo de JI,olver c...l ,1mhl~ÜedaJ.
Creemos en que lo que perohimos es un corrcl,lto del mundo mdependiente de nucstra percepuón, pero \ólo podcmo~ acccder aello .1 rra\"é,
tic nllestr.¡' categ{)ría~ de percepción. Y. precl ..amentc, en el nentunl
des.1IUSre emre lo que percihimo.. )' nuc~tr.l" cate~orí3' para percibir ..e
cifra la exp.:lmión de nue\rro conocimiento, o ,e.l b cre'lClón de nUe\.l"
catc~orL1, u 1.1 modlhc3.,;ión de l.:l" ex "lentes.
40
Toda forma debe ser mirada para ..er \"ista, r p.1fa ser ,i,>t:l. debe
haber algUIen que !:t mue desde algún puma de "iSt.l. Las hOlas de los
Mbu l e~ están en sm ramas. Son hoj,1' ~. no ram,\s porque un 010 bs I11lr.1.
\' 1.1, ,·c. ¿(;u.ínto hay que .1bm !:t leme para entender qué es una Im!.I?
¿H. .\ta dónde rasrre.1T su .. re!:toones con otras cmas para enconrrar <,u
sirio en el orden el desorden de la vida? No lo~.
no puedo responder a esta pregunta t:ln general. 1.0 que sí sé es que los eql1lpos de túthol
lo ~n, entre otras C9S3.'.., por la forma de los \ínculos que m:lntienen ~m
agente'> entre sí; qu~ en ellems no puede orgamZ.:lrse un cuatro, (UatHl,
dos; que, en el hOtan o l.:lboral de una pl.1I1ta de il1'>tabcionc~ aeronáuticas. lo.. agentes se nnculan entre sí de una forma relatlvameme dc.linta
Jt w mo lo hacen en la pbnta de oncología de un hospnal; que en 1111
ba.rrio de Madrid nadie se dirige con especial re"pero ha¡:ia el hermano
de su mad re por el hecho de serlo: y que la hoja de un ,lhedul e.. , según
se mire, diferente de la hOJa de un opré!>.
Forma de \"ida ...ocial. Eso e~ rodo por ahora. Ll Idea de t:ulrura,
en pri ncipio. no presume otra <:osa. Es verdad que la idea de forma
implic.1 de ,tlgún mudo 1.1 percepción de un comr.:l\te con t:u:llquier
Off.:l ¡a rma, l,a percepción de una forma parece presumir la percepúón
de un.J diferencia. Sin emhargo. y eSIO e~ algo patad61ico. cuando decimm de algo que tiene una forma podemos e,>rar diciendo solamcme
ClooO , n'ldJ. más que eso (io es que cada vez que decimos que la hOJ3
de un abcdu l tiene forma estamos obligados a rnenClOnu las hoja.. de
todo\ l o~ dcmás jrboles?). Presumimo~ que SI denmo, eso es porque .JI
describir la forma de la ho,a de un abedul usa remos criteno," qt.le nos
permni rán diferenclarb de Otra . . forma~ }" t:omp.lrarla con ellas. l.o
mi..mo vale para b idea de cultura. Enunciar que la ,ida social hum.l·
na tiene siempre .llglln3 cla~e de forma, ;tlgulla d.:l<,C de ntltur;l, t\ va
,> uficientemenre preci,o; aunque al hacerlo pre~umall1m, ademá.... q~e
\1 d eSlgnamo~ un,l culrur;l y a t:ontinua(,:ión la descrllnmos e~ porque
la diferenciamos dc orra~ forma ... en algún plano de oh,cn·ación .• Con
todo, aunque los miembro,> de dos grupo~ humano.') pongan en Juego
fa rOl." semejantes de vin¡:ular-.e, )' nosorros descrihamos l:l slrua¡:ión
de C\e modo. cad.l uno de esOS grupos e~tará poniendo en práctica una
forma de "iJa ~OCi.l!, una culnara. O sea que el hecho de se r dlfercllle,
mut:ho má, el het:ho de ser exótico. es completamente IIldependlcmc
de la .de:l de culrura. Todo "er hum3no que \IVe una vida ,>oel.:ll, por
normal e lIlddercnClada que nm p.trezC¡l, la vive de alguIl3 f~)rn1.:l, y por
I..1nlo pone en prát:ti¡:a una t:ulnara l ".
"0
°
41
CUlTU"' ...
ANT~OPOlOGI ... y OT"' ... s TONTnlAS
CU/lllm )' regla: Prohibido escupir en el slIelo. Prohibido fUlllar o
/lellar el cigarro e11cel/dido. Por fallor, espere tras la líl/ea ro;a. Ocupell
elarcél/. Es obltgalorio fumar
Cuando yo era milo, hace hoy más de treinta mios, la consulta del den·
rism exhibf:t esta repugnante orden: «prohibido escupir en el suelo».
También por aquella época, los medios de transporte público hacían
gala de reconocer la picaresca de los usuarios anricipánJose a sus argu~
memos para librnrse de una multa: ~probibido fumar o llevar el cigarro
encendido,.. Tiempo después, las instituciones públicas comenzaron a
devolver a sus usuarios un traro más cercano, y a comar en cierto modo
con su colaboración; "Por favor ---empezaron a pedir con corresía-,
espere tras la líne:l roja». Un lunes por la tarde, con el tráfico normal,
está terminantemente prohibido ocupar el arcén; pero si vuelves el
treinta y uno de ~l gos to a ru ciudad es posible leer la orden: «ocupen el
arcén». Yen el locnl de ensayos de un grupo de rockeros, en plenn épocn
de vigila ncia sanitaria de los usos del t:lbaco y arras hierbas, yo he leído
la siguiente placa, escrita con ironía: «es obligatorio fumar».
Ésros son eJemplos de lo que genéricamente entendemos por reglasl~, las regios del juego social: reglas que ordenan bs rebciones so~
ci:l.lcs de los unos con los otros. Algunos de estos ejemplos evocan una
época. hasta el pUnIO Je condensar imágenes de lo que fuimos o de lo
que creemos ser. Reglas para imponer. para sugerir, para incit:lr, par:l
prohibir, para h:lcer o impedir que se haga cualquier clase de cosa que
conociml~mo antropo!óglco lr.l~ la desco!oni2.:lciÓn. En él ocupa un~ pOSición Fundamen·
!;¡! !;¡ CrfciC3 de la 'n~laJgia lmpcridlista. comlll·"me con la idea exotiunu.' del conc"pro
de cuJlllra (Rosaldn, 1989).
17. En e'te lihro uS:1ré intencionadamente. de fOnlla genera!. un concepto de cultur.1
ha:;'ldo en el ..:oncePlo de regla, y no .. n d concC'pto más amplio~· flc.~ibtl."" de con~enci6n.
Igua!mellle. e~fOy n<;.ando rmencionadameme una ,d~" de .,.,mIO"S hasa,b en el concepto
de eó<ligo, y 110 en t!l com:epto, mucho más abierto y n.. ,,,bte de inlerpretanl ... [o !!Sto)
h~c!Cndo a.i. porque ambJs llocJUnes -b de regla r la de .;ódigo-- "xigen un menor cs·
ruc,l.O irn~ginolll~O J I ~órico por pJrte del lector. r prcswn asr un mejor servicio al C3rn.:ler b;lsico de I!l;!(' libro. Unn ~Qn5ecu~ncin del u~() ¡J~ estOS conct:Plos de resla r código
es ~II li~liwdn rl,::)ilb rhdad. lo que me conduce a pOllcr qemplos de COT\\"~IKIOl1e~ dcm.l
siado eStrUCTuradas y poco lIuida,. biaS conceplO~ son slllicicl1les para ~ I de~;¡rrll l lo d~
mi ;lrgulllel1l"O, p~ro 61c So! ve ~1Il dudn CllfIClutcido C<ln ~I de,arrollo que he escrtto ell el
leXI<l .The Concepr of Cullure a5 [In Ol1lOlogical P'.Irndox., en jan Jnn'ie y Je~Lis Zumor;l·
Bonilb (eds.), cn prcl'andÓIl. I ¡.. udbuok PMlos<)plry Scit'1lcc, Londres: S:lge. Sobre
el conceplO de COIU'CIIÓÓ". véa~e m5s arriba el cuadro 4. Sobre el concepto de III/¡·rpre·
¡,mle en la u:urfn 'C111iÓIiI.""3 de Charles S. Ptirce y su aplicaci6n al ,onceplO de agencia.
~éase Kockelnmn, ZO07. No ob,r:mte, en este."" ¡¡hro también U5.1rC la noción de cOl1ven·
ción, aunque con menor fre,ucncia.
or
42
or
FO~MAS
VIVAS
podamos lleg:J.r a hacer. Reglas escritas. literales e Irónicas, reglas no
escritns. Todas ellas conforman esa forma que llamamos cultura. Todas
ellas constiruycn esa forma.
§2. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las
personas dan forma a la relación que las personas
mantienen entre sí, en su \ida social
Ya lo dije. Lo primero para comprender el concepto de cultura es
mir,n J la relación pocial entre los seres humanos. Hay que mirar h:lciJ algo que en prirfcipio no se ve. Sólo en principio. En la película de
Nils Gaup, Orelas (El guí.l), un nuio va a afrontar la responsabilidad
de conduci r a las gentes de su pueblo lejos del brazo ejecutor de unos
persegUIdores. En UI1:l hermosa escena, el niño duda ante un :ulciano
de la obliglltoried:J.d de su compromi!>o con los sUyOs, aduciendo que,
puestO que los lazos que le Ull elJ a ellos son invisibles, no existen. El viejo emonees le tapa la boca hasta dejarlo sin <li re )' le pregunta: «¿Ves el
aire? Sin em bargo, sin él no puede.', vivir*. Hacer \'is1bles las relaciones
inrerrog,índose pOr las reglas que las constituyen precisamente de esa
(arma es hacer visible la cultura.
Complement3riameme, el mejor modo de ignorar el concepro de
culturJ. basra el punto de no poder siquiera concebirlo es suponer que
las socledodes son meros agregados de individuos puestos ahí de uno
en uno, acum~lados como en los recuenros estadísticos. Para que haya
relacIones socIales con una forma, para que hayo culrura, es imprescmdl ble que haya individuos. Sólo porque existen Helguera y SamueL
Helguera le puede pasar el balón a Samuel. Pero para que haya cultura.
para que el balón transite del uno al Otro empujado por el pie (y "O por
la m~l1O) constituyendo una acción de ataql/e en un campo de fútbol, es
preCIso que los cuerpos de ambos entren en una rel:lción se orienten el
Un o haCJa
. e I otro, hagan algo el uno en rebci6n al Otro (Cuadro
'
5). La
cultura ex ige sociedad y la sociedad exige individuos; pero sólo podemos ~ nten d er la idea de cultura cuando los miramos como individuos
reJaclon:ldos de algún modo, relacionados según reglas.
Pu ede q ue la invisibilidad aparente de l::Js relaciones humanas lleve
a Ollgunos a desterrar la culrur:l nI reino de lo ide;) 1y, con ello, n sostener
que In ,cul lu.ra es COS3 de idealistas. En una vieja confusi6n, t,"Hl grosera
C~~110 lIlsostenible, pueden llegar así n desestimar la cultura como el
IHllo de El gUia,
- porque no se ve. S·1n em IJargo, casI. todas las' personas
-salvo alb'U nas que han hecho carrera universitaria llegando así t:lJ
veza
· d o-- pued en entender que con "el pinto va la for11l
' pensar d
emaSI3
a d(' plato, que el tenedor es metal con su formn (o no e:. un tenedor),
43
C:UlTUIIA
fOIlMA$ VIVAS
... NTI\O~OlOGIA y OTilA' TONTUI AS
el/Jdro 5. ¿Cómo han de emenJer!>e c.'n e~le libro
lo!- \:onccptoS de lcción ~0..:1,11 ~ acción?
Pur .Jcción·, debe emender..c unl contluc\.l humanJ (hien con)
~i,ra en un hacer exrerno o Imerno, ya en un om\t1r o pennlllr
SH:mpre que el !>u}t'ro o 1m su¡eros de la aCL'ión el/lace" a, el~a un
se1ltulo ~ub,el1"o. La ~a.coÓn ~()I.:131., por IJI1IO, e~ l~na ~¡,;clon en
donde el -.el1lido mentJdo por su '>Ulcto o ~uJeto~ c.'~ta rel~cn(~; la
(ondw,:ta de otros, orienrJnJo!>C por é~t,l en su de~rro o
e er
\"J84 11"122): S).
b
La acción y la :lcción ,>ociJ.l. ,11 e,>tar enla7.ldJ.~ a un se"tido~l/b­
l'ril'O
r 3rte del ~Uleto tlue la\ reahz.a, no pueden ~e'>CrI Ine
!>l~ti¡,;ien~ne~te por medio de un relatO de eom(JOrt¡¡nllet'IOS eXlernm Cllalllll1Cra que 'oC,l la menCión de un \ulelO ,lI:erca del ..enddo
!>l;blell\'O de !>u a":..:Ión, e'3 menCión hJ de :->er lomJ~a en ~onsl crlóón de 31gun.l manera t:n 1.\ de...:npClón de esa l¡,;clón lile mo
'cuando e\e sennJo mentado por el SUJeto no \e corre\Pon~e en
ab\oluto con la mterprel:lCIÓn que no!>orros, corno obscn a ores,
uariJmo!> de ellJ,
En esle libro em:ontr3rJ!> I.lmbicn a ~llelludo lo~ conc~plm de
prJctiCJ \' dc práctic.1 ~(l..:ia1. P,uala final1Jad expO~It1V3 de ~~~e .
hbro pl1eJe~ con!>iderar que "JC~IÓn~, ~pr,1cm:a,'" .. acción ~ocla .)
~ rá~rica ,,()(i31~ 'iOn ~inónimO!>. En clencia\ !>C.KIJle!>, lo~ COI~CJ:IO~
~e Jcción " de Jcción ~ocial pueden J.plicaN: 3 Sll¡etOJ ~t'lm/ 05
como tipos, deCir, ~u]eto5 Jeñll1dos por el u~rvador_con;o Id~JS
de .lgCIIles. Así \\'eher puede bablar de la at:..:lo~ del ~dll0~ e~1 a·
como un upo dJ."iticJtoTlo. )' no !>ólo Je un ltenor feu a CIlnr..relO.
los ({)nccptoS de pr;Ínica\- de práctica s()(lal !>C.. usan habllualmen"te para hablar de \:¡~ ¡¡eC/(mes)' de l'¡$ aenO"es $OC/.I/es empre¡Jld3s. en concrelO. por agentc\ con..:retOl~, en ~lru3clones \lXla C~
cOncrel.l!>, La diferem:IJ e~ ImportJ.nlc para n~»otr.o!>. porquc.
permite dennir b el1logr,¡fiil como una de,cnpClon e dnlerr~el~c, ó n
de _r.kticas 5illl.ldas. En IOdo CJ.\O. lo!> concepto!>, e prJ.cn~~
de ;r3crica !>oci:i1 ¡",plie.m J los concepms Je JCClon )' de JCuon
!>C.Klal.
_.
dctill1ción de Mol'. Weber restringe 1m conceplO~dde ¡¡CClon >,.
¡:cr3
,
¡
mante1l1cn () ..:on~lan ..
de acción ..oclal a 10\ ~eres IUmJnos; pt!ru,.
d
,. _ 1 ' I
ti re\1O del contenido de la dehmClÓn. nadJ Inlpl e 3T 1Car\'~,~i I~.
miembrO!> de cualquier orra e"pene \1 lo~ hallazp,o, Je la In
g
cI6n lo acome]an.
es
r
44
-lu e cuando hahlo contigo mi VOl viaJa por el aire que se mueve con la
fMm.1 que 10 unpuban milt pulmone~, mi lannge, nn lengua )' mI'> \arios. En fin. que toda!> e\[:l~ co~, n~iblelt o no, son a un tiempo co~a~
~' ¡O flll:t~, o no son nada que en e~te punto no\ Impone. Por IIln~ible!>
que plrelcan, las rebl:l.ones 50..:Ialcs con las forma~ que tolllan facultan
J lo~ TIld1Vldllo~ p:lra ganar a 1,1 JI/ve (o para perder. c\;lro e!>tá, como
Je he..:ho sucedió en ese p.1frido); para hacer harem que flotan y a~"i()­
n~ que vuelan; pJ.ra firmar la paz. }' para dedar:tr 1.1 guerr:l. Para e~o
no~ taclllr.11l nue!>tra</ relacl()ne~ soclal~ con ~IIS formalt; en definitiva.
para (3~1 todo lo que como <;eres humano!> !>omo!> cap3ces de llevar a la
pdcti¡;a. Mirar haoa un cuerpu en aCCión con otros elleP'/"J()s es empelar
3 .¡preciar las forma .. de la~ rdaClones. Enfield nos 1.0 emeñJ. de este
modo: I:uando lo~ hablallle~ de bo h:lblall de relacIones entre padre.. e
hIJOS, mueven ~us dedo\ h:tda J.Tflba y haci3 abaJO; cuando h3blan de
relJclones entre p,lTlcntes mayores y menore!>. danz,lI1 con su .. mano..
\ltu;Índololt en el aire dc su ge~lO; y así con otra .. relacIOnes y ~u\ re\pc.:mas form.)!>'·; di,lgrama!> :1Cti\'05, geslO.. , que dibu¡an con el cuerpo
un conjunto de relacione\ que \610 es Il1\'isiblc para qlllen nada entiende
de ellas.
Con b';¡Izadm; desnudos. EslN1ctO plíblico, comtmíeación
}' Ilprend' ..llje Soel.,/
úm1l10 por una playa en un día de verano. Ha)" hombrc~ y mUieres
de'>Cans3ndo. Reposan en ~us rumb(}n3~. Los que llegan se preparan
p.tra el dia, despliegan su~ toalla~. se dc,nudan h3sta qued:lr en bañador. Algunos leen, Otro,> !-Implemente dormllan al sol. Un grupo de
lúvene.., luega con un b,llón, }' en la onlla del mar dos niflO" 111U\' pcqueflO!>. completamente de~nudos, lueg.ll1 I:on su~ palit.ls cn la arena.
\lguna\ de la~ mUieres tumbada~ en la arena llevan desnudo el pecho,
Pt"ro tod3!> mamíenen la prenda inferl.or del biquini. Todos l.o!> \'arogcs
.. dulto~ lIe"an puesto el bañador. Yo \igo camll\3Jldo, alej:indome de la
entrada pnnClpal a la pbva. )' con ello de su ZOll3 m:is poblada. Después
de caminar unos ochociento~ merro~ veo una mUler rendid3 en su toalil, cumpletamente desnuda; a ~u .1Irededor, algunas pcr~onas tom:1Il el
sol en bailador r otra!>. com.o c~a famili3 que Jueg3 a la.. C3rra, baJO ~u
!>ombrilla, e~t;Ín también desnudas, tn mi caminO, bordeando el agu,l,
me cruzo con per~ona~ que van de aquí para all.1, alguna.s lIe\'an pue~to
el b3ilador, otra~ no; pero conforme avanzo \'0\" n.otando que en b pla11i.
[nlidd,
2.(I()~,
45
CULTURA
ANTROPOlOGIA y OTRA~ TONTERIA~
ya ya casi no hay gente en bailador. Decido desnudarme. Por la t:lrde,
en el hotel bajo al e~p:i . Es mi primer día. Uevo mi bañador y m1 toa~
lla. En el interior de esa sauna finlandesa las tres personas eSr::ll1 desnudas. Me desnudo y romo una sauna. En un espacio 31eclaño, sep:lrado
por una mampara con motivos tropicales, se encuentra I~ piscil.la. ~n
ella rodas llevan puesto el bañador. Yo también debo vestlrme SI qUIero darme lJIl bano.
_
Este trajín de prendas nos enseña los componentes de la culrur:l.
Un espacio público, la pbya con su geme¡ un COI/jI/lito de reglas con
las que los personas dan forma a su convivenci:l, a su vida en sociedad;
un CO¡¡;llI1tO de acciolles para poner en juego tales reglas, de maneras
diversas.
Vestirse o no en esa playa, en ese horel, es acción reglada, aunque
como veremos a continuación lo es de diversas maneras. Eso significa
que es también acción convenida entre seres humanos: acción corwendona!. y en este aspecro se encierra el mayor misterio de la cultura. La
cl/ltllra es col/venciÓn. Las personas de esa playa y de ese hotel pueden
esgrimir razones para vestirse o desnudarse, justificar. sus respecd~os
comportamientos bas:índose en juicios morales o esténcos; pueden Incluso aludir a cnusas, defendiendo con ello un supuesto orden natural
(llevar un bañador en una sauna finlandesa puede interpretarse como
algo ami higiénico que, en consecuencia, debe ser evitado). Sin embargo, yo he estado en saunas finl:mdesas compartidas por hom?res
y mujeres en las que todos llevan puesta una prenda. Puede dec1 rse,
pues, que estas reglas que constituyen la cultura son irreductiblememe
históricas, silU:lcionnles, convenciOnales. SOI1 como son, donde y cuando lo son, porque así parecen haberlo estipulado o acepl:ldo quienes
las ponen en juego. El reSrD.ur:mte del hotel est:l decorado con viejas
fotografías de 19J O. En esa misma plaY:l, bs personas -incluso los
niúos- llevaban apararosas prendas que las cubrían casi por completO, pololos que hoy nos hacen sonreír. En las fotos de 1950, el cuerpo
aparece mucho más descubierto, pero nadie reposa desnudo. Y hoy,
b mujer que toma el sol desnudn en 1::1 zona nudista hn quedndo a
las cinco, unos metros m:is :lUá, con unas amigas que prefieren desnudar solamente sus pechos. En esa situación, elln también se viste
parcialmente.
.
Al estar hecha de reglas, b culturn est:l hecha de convenC10nes
para vivir juntos. De ahí que los antropólogos siempre h"ya:nos visto
un aire de familia entre la culturo con sus reglas y ellenguale con las
suyas. Porque del mismo modo que en el lenguaje se encierra ~I misterio de la convención, éste también se encierra en 1.1 cultura. SI he de
46
fORMAS VIVAS
habllr comigo y si has de entenderme, he de usar palabras comunes
p:r.rn ti y p::rra mí: llamar «mesa" a ese objeto con cuatro patas donde
~ apoyan cosas. Sigo así la convención de nuestro idioma que asocia,
pOrque sí,.n una cosa con la otra. Pero si l~nblas inglés. y yo lo hablo,
he de deCIr «table". No rengo arra remed10. Nuesrra relaCIón repOSa
en esaS reglas, }' la cOllstruimos n rravés de ella~ cad:t vez. que nos
comun icamos.
Y :lsí llegamos a un segundo aspt!cto que :lcompañn a la cultura.
ruestO que la culttlta es un conjunto de reglas en acción, reglas que nos
permHen jugar jumas a algún luego social y vincularnos los lIllOS con
los otros de alguna forma, la cu ltura implica también siempre cQmllllicaúóll. lmplica siempre una relación comunicativa entre personas. Ese
conjuntO de reglas no perrenece estrictnmenre a ningún individuo parriculnr. Se recrea y cobrn vida en el espacio público que comp:lrten las
per<;onas, se realiZa en su comunicación. Las reglas que constrtuyen la
cultura, como la palabra .. mesa", no son de nadie en concrero. Exi<;ten
par;\ ser puestas en juego en relaciones sociales.
Pudiera suceder que una mañana de fines de verano un hombre
~ol o, desnudo, se encuemre en eS:l playa. Nosotros no estamos. Él esd
solo. Parece que rodo en esta acción es materia privada. Sin embargo, si
se trata de un ser humano, sobre su desnudez gravitará siempre un espacio público. No puede ser dc Otra rnaneT<l. Para entenderlo basta con
viaiar en el tiempo de su biografía. Como yo mismo me he desnudado
al avanzar hacia la zonn nudist:.l de la playa, él también lo habrá hecho al
avanzar en el camino de su vida. Habrá aprendido a desnudarse en la
playa, sabrá dónde y cuándo es pertinente desnudarse; }' no lo had sin
tener siempre presente nlgulla regla. Cuerpo biológico, ese hombre nnció, como todos, desnudo. Hoy sigue siendo un cuerpo desnudo l pero
ra revestido inevimblemcnte con la piel invisible de la cultura l9 :JulltO
Con los aspectos de la cOllvellciólI y la comlmicacióll, se nos alumbra
aquí un tercer aspecto. Esos conjltntos de reglas que llamamos culrunl
19.
Al ¡eereSla.'; IIne¡¡s, Nuria Fern;Ímlez Moreno me ha r~proc:hado con ra1.6n dilO
kakrm~ ad~nrrado IJh¡~ ~n la compl~jJ relación entre llatural~7.3)" culturo. Puedes ellconlrar un rcciellle t'!ifu~I7.o de reflexión rCIIO\·~da sobre ~'I(' asumo en 1m, le"lu~ cuordillo1dos pOr Pedru Tomé (2009).l.:is palabrdS d~l I:OllleniJrio de Nurin son lan sugerentes que
no (fU' relisto a reprodUCirlas aquí. aunque sólo o;c:;¡ par;¡ dar que penSo1r: .Mlentras unos
kumanos (hahlfualmellle ~csndo.,) buS-\:;m ; r .. ¡\lndi,:an ~.';paclo, p~rJ poder d<!l;nud~nc,
~rros \·i~len ). adere7.an a los Illllm.l[e, (las tlend:u; de :lI1l1lules cxhinen un buen c><:olparaH'
e ~Sl<l rop,m). Esto llene una larga rra}'e<:rona hlSlórica SI recllerti.a.§ b iconografía co.
10lllal d~ chimpJl1c& vcsr¡do;; de colol1,~ks, 10< lIIui'tCCO, aulómat;¡s (1Il0no~ Vt,tido~) Je
fine.. del XVIII. la ~térkJ circen<~ con ~us o~·h"¡!.lTlIl;¡)_.
47
CVI JUliA
ANT~O~OlOC;IA y OJ~"S TONTEIIIAS
11llpliCln rambicn ,) I~u na clase de ilPrendiuie soci.:ll. Par;¡ \"!\"Ir JuntO~
los sere.. humano.. ponen en Juego reglas y, al hacerlo, I;¡s en..el'l.ln y la ..
.Jprendcn lo.. u n o~ de 1050 otros, lo.'> unos con los mro.., \" con ello Ia~
m..:orporan . .\1lra eso.. cuerpos del depone, mira la .'>ua\"~ mU.!K:ulaClÓn
del ror ..o de lo~ nadadores. las mol e~ de los mu .. lo.. de 10'1 ,orred(lre ..
d.e t:I~n merro.'>. la levedad de los Jmetes o de h!> l1Iña!> dl'" b gimnJ50i3
mmKa; mira el ,.dlo dl'" los labIOS de lo.. ~axofonistas. 1m problema.\
~er\"l¡;ale .. de los vlohm .. tas; mira eso~ cuerpos diverso!>. re\·e .. ndos de
Glltur.J. rdotlllados COIl la forma de cada deporte. de 'ad.l instrumento: conforn1.ldos a mlagen y semejanza de las regla~ pue~tas en pd,uc;¡
dur.lI1te decenas de hora~ de 'lprendlzale.
Ll ..oledad e, aqui. un Incidente. Lo fundame ntal es la ¡;ompañí.l,
la !o()cl~dad. Ahora e"Crlbo '>010 delante de la pantalb de mi ordenador,
pero ..e que en mi cuerpo y en cada uno dc los obJctos que me rodean
hay de,ell:1~ de miles de .lilaS de experiencia social.
[
(tlddro
6. (\Jerpas ,eslldos de cultura
¡Gorer. 1949 i
I ···I~e
[rata del un,) ..:ulrur.l, en el \Cnlldo .:mtropológl"-o de b
pabbra,' e .. det:lr, b .. pauta.. compartidas de compOrtJmlel1l0
.Jprendldo por mediO de 1.1.. cuales 110501 Impulsos biológiCO"
fundament.lles. se rr Jmform.lI1 en ncce~idade~ .. ot:iale~ y en'uenrran ~~Jllfi":~Lión .1 travé<. de las mstiml:ione, ilpropi.lda ..
. ~ue. ildel11.J\, definen lo permitido y lo prohibido (KK IOH).
Para el argumento b.i~ico de etc libro. e~ta denlllclún e, apropl.1d.J; JUIH..jue hoy en di.l, a diferenCia de lo que ~ucedí.l
en 1949. ~.lbemos que los proce~os que aquí sc denominan
"Impul~o.. blOlógi..:os·· )' ··nel:esid,ldes sociales~ se form,1I1 en
gran mcd ldauTl!tariamcnte (Ramírez Goil:Occhea, 2009). Por
otra parte. habnJ que mauzar la expresión ~pall[a~ comparti.
da,;." . cspe~lalmcnre clIando esta e\.preslón nos lleva a ,reer que
la ulltur.l lon"l~te en paut,l'> compartidas homogéneamcTHc por
todos l o~ mdlv idum de un grupo sOCIal. Como ~·eremos, la\
Plut,l' cultu r.l1" no necesitan ser (ni puedell ~er) ~compJrtiJa~~
e'l S/I tot<1ltd.;d para conformar cultura.
4"
fOIll1AS VIVAS
Pal.;hras muertas y palabrds [Iwas. Lel1glla,e y pr.ictic¡1
Mi paseo por la playa me ha ayudado.1 entender que lo.. ~cres humanos.
en su .. csp;¡cio'i públicos. ponen en lue~o un ..:onunuo de reg!J.s. r-.;o hay
en c\..I pla,·a. como puede haber en orras, una frontera c!J.ra .munclada
con el cartel: ~entra usted en una zona nudi~ta •. En la nuyor parte de
la.. '>Iruaóone!o cotidi.Jnas de la \ida no hay carteles de este tipo. Y. CU::l.ndo lo, h.JY, es perfectamente pOSible que no hagamo.. ca..o de ellos. E..
pred ~o por tatno .Klarar ~'a .JIgunos mJ.lll:e\ de la paJ.-¡bra •. regl::l.", que
l;ln central resulta para nuesu:¡ definiCión de ··..:ultura··.
DCClr que la cuhura es un conlunto de re~la~ no qUiere deCir que
es un reglamento rígido de norma, compul~I\·;J.~. liJda\'Ía menos qUiere
decir que la cultura se reduce .1 lo!. enllncl:1do~ hngüí .. tl(;Q~ de las reglas:
.. Prohibido e\Cupir en el ~t1elo .
«Prohibido fum.Jr ú ttevar el cigarro encendido·.
Por favor, espere tra .. la \fnca roja·.
·.O..:upen el arcén,.
"Es ohligatorlo fUI1l.lf·
"A partir de e.. te pumo e.. d prohibidu usar h.lñ.ldor.
~ I empre que eX;J.nlll1al110S un conlunto ":lI.Jlqulera de regl.ls hemos
de tener presenre que en ellas !oC enCierra una doble rcalidad. Por una
parte, algunas de esas reglas encuentr.JII expre~lón hngüi!otica, como en
I()~ ell'"mplos anteriores; por otr.l parte, algun.Js de es..1S regl.Js encuentran
n presión pr.icrica. II1corpor.indo..e ala .JcClón. Y ,)sí.lilS reJ:l<Js de 1.1 wl(u rol se encuentran doblemente ",detenm,J¡Jdas. SI.' enClIe~1trilll j"Jeter·
mi1lild.;s en cll.mto a su grado ,le explicitltd Imgliísticil )" se enclte1llr<Jn
indetenllm.tJ..zs en {l/JlIto ¡J SI/ grado de correspo"dellcú¡ co" la .¡cció"
Co" cretd. Cad::l. conlunto de reglas eXige una atenuón particular. de manera que en rebción con estas dos indetermll1allnne~ e.. Impo~ihle deCir
de antemano que tr)(ús las regl.l~ de b cultura !>er.in de uno u otro modo.
Pero en la diviSión entre e'-presión Ilngüi~ticJ y expr,csión pr.ktiC.J puedc encerrarse un engaño. A veces t.tI divlSlon e.. notoria porque
b.l} r"I.Jlabras lIluertJS o .JhandonaJ.l'>, palahra!. en..:err;¡das en hotella~ o
perdidas en bolsillos, como la cart,l de amor de un soldado caído en la
b.uall;l: palahras inertes en tanto no haya nadie para rc~tlclt;¡r1as. Pero
también hay palabras vi,'as, palahra!> que ~e di'cn y ~e escuchan. palahra.. en acción. Antc~ he paseado ~olo por esa pl.l)':l. :\hor.J VO} con dos
amj ga~ que forman parte de un.l a ..oclaciÓn nl1di~ta muy a..:ti\"a. Esta
.J ~ociaClÓn lIe\'a años IIltentanJo com'encer .1 1.1 gente d~ !.ts \"cnraJ.Js
de la desnudez. Para dio han orgal1l7.Jdo cur..o... han puhhcado libros
49
CULTU~A. "'NT~OPOlOGIA r OT~A$ TONTERIAS
y falleros, h?n puesro por escrito un con¡umo de Ideas que (orman así
una IdeoJogla muy explíci.m. Al ak:lIlzar la zon:1 de la pby;.¡ en b que
empez3.mos a ver a Jos primeros bañistas desnudos, una de ellas dICe:
.A pamr de este pu~to está prohibido usar bañador». Se ve enseguida
que ~stas p:1lobr~s, siendo una expresión !iugüísric::l son, también, una
pr.ícoca,.una aCCión. M.i amiga las ha dicho por su boca, las ha lanzado
como qUien lanza ~lI1a piedra al ólgua. Ha usado su cuerpo para decirlas.
y con ello ha querido provocnr un efecto.
En e~tas palabras vivas se aprecia una relación dHerenre entre expresión lingüística y expresión práctica. Yo sé que \'er esa frase escrita
mUe~t3, abandonada quién sabe cuándo en un cartel de madera, no e~
lo mismo que eSCLIdl~rla de viva V07" Ambas expresiones lingüísticas inteman ".1over a la acción representándola en ellcnguaje. Pero la primera
es anólllma, co~o ~o es cualqUier reglamento, )' se dirige a cualquiera
qlle.p~se por alu; mientras que la segunda lleva el nombre de mi amiga y
se dlflg(' concretamenre a mí: es una acción verbal que me provoca me
c?l1voca. La Indeterminación en cuanto a la correspondencia de est~ acCI?11 v~rbal con la ~cción de desnudarse sigue en pie. Puede suceder que
mi all11g01 prO~1LlnCle sus palabras sin efecto, y que ha<¡ta ellJ misma perJl1a~ezca vesllda tf:lS decirlas. Sin embargo, algo se moved en nuesrra
soclcdad dc tres ~erson~s por el mero hecho de decirlas y escucharlas.
~abe.~~s que !:l distanCia entre I:l acción de desnudarse y la expresión
hngUlstlca que la representa es Illucho Ill<lyor cU:lOdo las palabras están
muertas. Es asf. 1\11 :tmiga, en cierro modo, se ha desnudado \'3 al decir
sus palahras o va camino de hacerlo.
.
Sus pabbras, regb viva, culrura viva, transportan una idea de cómo
hacer las COSas, y es una maravilla sin nombre el fenómeno de sus efectos
sobr~ este micrOcosmos social quc formamos los tres. Es COS3 nuestra detenlllnar con nuestras O1cciones sucesivas qué reglas tnunbdn finalmente e~ el paseo. Esa expresión de cultura vi\'a es, en nuestras mallOS, IIn
vehl~ulo para negociar, para jugar a dar forma culrural a este segmento
de Vida. Podemos permanecer en silencio y desmidamos, como hell1o~
hecho ya muchas .otras veces; puedo bromear COIl mi amiga y mosrrarle -,.ortésmeme rru desagrado por lo que considero una coerción inadmiSible; podemos enzarzarnos en una discusión de justificaciones para
nuestro comportamienroj puede que M01rr:l se desllude, pero no Pilar,}'
que yo me qUite el bañ01dor, pero no la camisera (para no quemarme la
esp~lda), y que unos)' otros hablemos de otras Cosas dejándonos hacer
segun nuestro deseo. Pase lo que pase el universo del nudismo como interpretación del mundo, habrá cobrado vida entre nosotros e:l nuestras
reglas de acción puestas en juego en ese espacio público. L~ semiremos
50
FORMAS I'II'A;
coma opresor y ciego si es que nos vemos forzado~ contra nuestro deseo
:1 considerarlo tina callsa final de nuestro comportamiento, por encima
de nueStras voluntades personales; lo sentiremos como un recurso de
conllll1icaci6n, productivo y creativo, si es que podemos incorporarlo a
nuestra acción, moldeándolo con arreglo a nuestra voluntad y nuestra
sensibilidad. Al moldearlo así, habremos moldeado t3mbién las relaciune~ sociales de nuestro espacio público!o. Habremos hecho sociedad de
una forma concrera, habremos dado forma a nuestro microcQsmos socinl según nuestra forma de inrerpretar las reglas.
La ¡lida es blallda. Matices
ell
el concepto de regla
Mis blanda que la carne, fluidn como la sangre o C01110 el aire, la vida
social se organiza a cada paso de ese paseo por la pl.!}a. Con él hemos
llegado a una nueva formulación:
53. Culmm es el conjunto de reglas con cuyo uso
las personas dan forma a su acción social
Esta formulación entraña un riesgo que ya he :lnricipado y sobre el
que ahora vuelvo a insistir: ¿cómo puede la blandura de la vida referirse
con l:l noción de regla? La Real Academia nos alumbra. "Regla» es, en
su primera acepción, el .. instrumento de m:idera, met:ll 11 otra mareri<l
rígida, por lo común de poco grueso y de fib>ura rectangul:lr, que sirve pnncipalmeme para tr3Z3r líneas rectas, o para medir la distancia
entre dos puntos». Y en su acepción octava: "pauta de !:l escrirura~.
Rara vez IlOS seni de utilidad para entender la culruf:l imaginu la regla
en el primer sentido. Pocas cOSas son rect:lS o rígidas o poco grues:ls en
el camino de la vida. Pocas cosas son regulares como un rectángulo de
bordes limpios. Prmcipalmente, la culrura es regla en el sentido de palita. También esta acepción represenra una cosa que rara el papel, pero
incorpora COI1 mayor claridad la idea de modelo; un modelo para orie/ltar la acción. Esa acción, como el traz3do de la escrirura con la mano,
es sinuos:l, pero no caótica, configum un estilo, tiende n la 'rectitud de
un parrón, pero acaso nunca llega a cumplirlo del roda. Y es escrimf:l,
movimiento pautado de la mano, porque lie ordena en el acta de su
lO. Nige! Rapporl ha escogido C;t;! expresión Ill~gnific~ del annopólogo '\tichnel
Jackson para formular escuer.llllente ~Sla \'i~ión de 1:¡,:u]IUf3:.un v~hkulo de Vida mrer·
~lIhlCtiva., ¡>ero no ,u fundmncllIo o su ~ausa final_. Ellexto de Nigel Rapporr es .'Culture
l.'> no Excur.e'. CrilÍquing Multitulrurnl f',semialism ,md l<:k·mifying rhe Anthropological
Com:reu:_ (1003: .HU). El de Jackson C~ Tlle Po!¡/ics of S/(J'ytl'lImg. \ ID/el/ce. 'Ir,msgrc$·
S/Oll omd IlIur>ub¡l!Ctllliry (2001).
51
CULTURA. ANTROPOLOGIA y OTRAS rONTE",IA~
marenalización, paso a paso, como en un paseo por la playa, lIlvocando
a los otros, quienes la convertirán en lecrura.
Esta formulación de la idcil de culrura como conjunto de reglas se
da a condición de que se cnrienda que el grado de obligación implicado
en la palabra .. regla» es muy variable. Hay regl:ls escritas para el obligado cumplimiento, que transportan una larga hi~toria instirucional y
mile~ de homs de trabajo colectivo, C0l110 las leyes sancionadas por un
parlamento; hay reglamentos menos universales, con los que se preten~
de dar forma a la acción de determinados grupos o pautar determinadas
actividades, como el reglamento de las comunidades de vecinos o el
de la Federación lmernacional de Fútbol; bay regl::!s poco explícitas
que sin embargo poseen una enorme eficacia práctica y capacidad para
modelar el comportamiento público, como las reglas gramaticales del
habla; y otras reglas táciras que permiten un amplio margen de maniobra, como las de la ¡;ortesía voluntaria en las actuales sociedades urbana~. Sea como sea, por muy dura que sea una regla siempre puede ser
ignorada en la práctica; y, por muy blanda que parezca, siempre puede
traducirse en acción concreta.
Si es que una regla es regla, lo es solamente porque es illlerpretatla
en el ~entido escénico de la palabra. Toda regla ofrece así, en :.u propia indeterminación, un margen para la improvisación r eventualmente
para la transgresión. Toda regla puede ser ignorada o, como ha ltldicado
Roger Keesing, somerida al capricho del intérprete21.
Además, y esto es lo m:'ís importante, puesto que las reglas sólo
terminan de tener existencia al ser puest.:¡s en práctica por agentes que
las mterpretan, no p:J.rece adecuado fijar en ellas la referencia úlrima
imaginando a las persona~ moverse a Sil alrededor con una mayor o menor desviación en rel::lci6n con el modelo que establecen. Es mucho mis
adecuado invertir esa imagen y pensar que son las reglas las que dependen de quienes las interpretan. Desde est:l perspecriva, transgredir una
regla, Ignorar una regla, someter una regb al capricho del intérprete,
seguir una regkl, enrre arras posibilidades, sólo son variantes del proceso por el que las reglas 5011 C01lS1itllicúlS ell el curso tle la acciólI social.
Es verdad que algunas reglas, como las leyes escrirns de un código civil,
ofrecen la apariencia de referencias fijas; }' que algunas oaas, impuestas
por medio de una violencia inmediala, limiran pr:.ícricarnenre por completo la capacidad de interpretación e improvisación de una parte de los
:J.gemes. Pero, al decir que estas normas compulsivas ofrecen esa apariel/cia, pretendo seilalar que, vistas en proceso, incluso esras reglas son
2.1.
fORMAS VIVAS
rn realidad reglas fijadas por ~lgún a~e~He ~ocial concte~o p~r medio de
- . as de insrituciona[¡7.aclón, obJetivaCIón o formalizaCIón. Cuanto
pracuc
. é'
I
• fi·adas se encuentran !as reglas del juego socia! más aSlln trlca es a
mas
J
'1 por parte
· 'bUclón
del poder de construcción de ¡a rea ¡'d
I a d 50(1::1
dlstn
d
'd o,
de los diversos :J.gentes: unos rienen un po cr mas eClSIVO que otros
(véase el cuadro 3). Pero siempre h.emos de t,ener en cuenta que las
,¡ s son sOll1ctiblcs a tranSfOfl1l::lClOn por o/g/m agellte cOllcre/o, pues
reg U
.,
fi
.
. E
1
, p,e hay ,¡guien que con su acclon les con ere eXIstenCIa. n toc::t
Slc m
l ' . '
.."
regla hay, pues,.lIla dlmenslOn conS[1rut!va-.
Así podemos enunciar una condición del concepro de r,eg~a que se
traslad a amomáticamenre al concepto de cultura. No hay practIco SOCial
. /1 regla [Jera 110 hay regla que pJleda predecir, de l/l/a vez por todas,
,
. I
d
cóm o será I/lIa práctica. Conocer las regbs es esencIa para compren er
~I
!J, acción concreta, pero sin acción concreta roda regb es puro ~apel
, do Esto condición es ciena1llenre inquietante para ese conjunto
mop .
.
'fi
de personas que, como los anrropólogos, nos llamamos «Clellt1 cos soCI::lles". Las reglas de la cultura no son reglas de medir. Ni apelar a b
ciencia cambiará esta circunstancia dr la vida, ni rechazar el conceptO
de regla, y con él el com;epto de cultura, hará más cienrí~co nuesrro
punto de vista. La vida es bl::lnda. La a~tro~ología como CIenCia de la
vid::l social también lo es. Nos queda la lllqUlerud.
Como animal cultural cualquier ser humano es un experto en reg!a~. Por ejemplo, ponemos en pdcrica complejos conjulHos de [egl~s
especialmente preparauos para saltarse otras reglas, C0l110 la ley del SIlencio de la mafia. A veces jugamos siguiendo reglas, como cuando nos
movemos en la cancha de baloncesto o en la mesa de Navidad; y a veces
Jugamos con las reglas, recomponiéJ1dola~, q\lebrantándohl~ a voluntad,
divirtiéndonos con ellas, como cuando los niiios inventan desde ahora
otra forma del juego: "ahora soy la princesa y tú el rey". . .
Las reglas que incorporamos ell fa acciólI COI/creta funCIonan C0l110
tácticas que han de ser útiles en las distancias cortas. El ~oxeador en, el
r;/lg tiene que responder al otro, El otrO est3 ahí, ulnledlatnmenre ..Sus
cuerpos son escenarios de reglas: golpe bajo, golpe en el codo. Bmkm
entrenados para ese baile de violencia reglada, que no es un vals ni un
Tilngo. Boxean lúel1 cuando SOI1 comperentes en la táctica, cu~ndo pO,nen en juego reglas largamenre aprendidas en el aquí y al.lOra, JustO alli,
cuando hacen falta, adaptáIldola~ a cada finta del contrano, a cada amago. Son buenos boxeadores porque saben cómo verter todo ese riempo
22. U~:I explicación de este concepto de cOll5tirnción, "pb""do D I~ noc,ón dI' convención, puede encontrarse.' en MailloUJI:. 2003.
Keesing, 191:l2.
52
53
CUlTU~A
ANTROPOlOGIA ~ OT~A5 TONTERIAS
Cuadro 7. Reglas, pautas
1. Kroeber y Kluckhohn (1952) inspirándose en Charles A.
ElIwood (1944) T
La culrura consisre en pamas de y para el comportamienro
adquiridas y rrammiridas por medio de símbolos, que constituyen los logros distintivos de los grupos humanos, y que
incluyen sus mcorporaciones en artefactos. El núcleo esencial
de la cultura consiste en ideas rr3dicionales [= históricamente
derivadas y seleccionad3s] y especialmente en los valores que
se les asocian (KK 66).
[1.
Kluckhollll y Kelly, 1945 i
Por culrur:l entendemos todos los diseños creados hisróricamcme para vivir, explícitOs e implícitos, racionales, irmcionólles y no mcionales, qlle existen en un tiempo concreto como
guías potenciales para el comportamienro de los hombres
(KK 97).
111. Gillin y Gillin, 1942 t
L1S costumbres, tradiciones, acritudes, ideas, y símbolos que
gobiernan el comportamiento social mucsrran una gran variedad. Cada grupo, cada sociedad tiene un conjunto de pautas
de comportamiento (explíciras e implícitas) que son mas o
menos comunes a sus miembros, que pasan de generación en
generación, son cnseiiadas a los niños, y están permanentemente expuestas al cambio. A estas pautas comunes 1.1s denominamos cultufól (KK 96).
Las definiciones I y I1 son impecables, y muy especialmente el
comentario en la definición de 11: «existen en un tiempo concreto como guías potellcü¡{es". Este comentario contraSTa con
el punto de visrn más determinista, y por tamo inadecuado de
la definición [1[: "Las costumbres [... ] que gobiernal¡ el comportamiento". Las costumbres l/O gobiernan ttada. En todo caso
son las personas las que usan las costumbres para gobernar su
comportamiento.
54
fORMAS VIVAS
de aprendizaje en el instante preciso d~ su gesto. Del entrenador se
espera OtTO saber, otm competencia, él es el re~ponsable de b. teoría.
En su caso las reglas funcionan más bien como estrategias. Nada impedirá que, en e/ momento de emrenar a sus l11uch3chos, su ll1agi~terio se
ejerza rnmbién tácticamente, aprovechando el ejemplo apropiado para
la ocasión. Pero su actividad como enrrenador, y no como boxeador,
Jcmallda de él un plan de acción más absrT:lcto, O sea menos dependienre de cada situación concreta, un programa de peleas adecuado P,lT:1 la
Glrrera de sus pL4:Jilos; y, para cada pelea, Ulla teoría gCl1cml acerca del
conuario, de su esrilo previsible de lucha, sus forwlezas r sus defectos.
Cllerpo y nlrna. Reglas en estado práctico
En la primera secuencia de 13 película Closer, una mujer norte3mcricana
(N en ali e Portman) es atropellad:! al ir a cruz.ar b c:l lle. Ln dmara ofrece
t!nronces un plano cenital t'll el que, al Iado del cuerpo tendido, puede
leer~e una inscripción pintada el1 la calzada que rccuerd:! al peatón que
debe mirar a la derecha antes de cruz:lT. Es la manera de decirnos que
la acción transcurrirá en Londres, donde los coches circulan por la izquierda. Cuando uno ha crecido allí o se ha habituado 10 suficiente a
esa regl'3 del tráfico, su cuerpo se vuelve intuiTivamente hacia el lugar
adecuado. El cuerpo sabe hacia dónde mirar sin llecesidad de recordarlo conscientemente cada \'ez que cruza la calle. La regla correspondiente está escrita en el código de la CIrculación, pero, con la practica, ha
quedado mscrira en los cuerpos de las personas. Es /(110 regla ell estado
práctico. De esta manera la noción de regla, y con ella la lloción de
cu lntra, desafía nuestra división de la re:llidad en materia}' espíritu,
cucrpo y alma. Ambas esferas aparecen fundidas en la acción de pOller
el! práctica ulla regla, ambas son esferas Inscparables. El alma esta en el
cuerpo tanto como el cuerpo está en el alm'I'~J. Joseph Conrad lo dilO
de Otra manera en su novela Bajo /(/ mirada de Occidente: .. La vidól tiene
forma. Tiene una forma plástica y un determinado aspecto intelectual.
Los concepros más idealistas de amor y tolerancia rienen que estar recubiertos de carne, por decirlo así, para ser comprensibles"H.
Esto lo saben muy bien los músicos. Para cllos [:! música es un saber
vivo, cOllocimienro hecho sonido. Cuando tocrtn sus instrumentos sus
Ctlcrpos se funden con el sonido, ~e prolongan en los afCOS y las cuerdas
de sus violines, en los mazos y los pDrches de los [imbales. Entonces el
23. John~on, 1991.
14. Conrad, 19114[1911[, 107.
55
Cllddro 8. Por una parle I Por otr.) p<lrt~
Ellwuod, 19 P 1
I
lL.~. ~ulrur.1 lI~clu)'eJ. por .una p.me, 1.1 rOt.llidad de la civdi~au~m nt;lten~1 del homhr~. las hcrramienra~. 1.1~ arma~. el
;.c~ndo, 1,1 ,1\ ¡Cnd.l. las m.lqum.¡~. c inclu ..o los ~i .. tema~ d~
I,n ~str1.ai }:' por otra parle, toda la ci\'iliza¡;¡{1Il no Illalerial o
e'iplntua , \;omo ellenguajc, la liter.ltura. d ane, la reh ión el
ritual, la momhd.ld.1a I~y. y el gohierno (I-.:K 159). g •
E~pero que ~s~e libro te wn\'cnza d~ la e~lcrilidad de e .. te
dualismo que sltua~ en 111~<1 l>.Jrte. la -Civil ización material" \' el!
~:aíu /I~rre. 1.1 ~cmlilaclOn no material o c.,p¡ritual •. Los capio.. .) y ti de este libro ..e dcdican íntegramente a poner c~te
dualismo en cuc\t1Ón.
univcr
.. od
mu~If.:.l[
.
i . cobra \ ida en una especial!
. l 1,·'U concreta d e I cuerpo
de ml~rpretar
con el aire de
~u~ ~ullllones, ) adaptan .. ti ~J\tellla respiratorio}' vocal coordlll.indolo
o Il!- monmlemos de ~us dedos; lo~ plam\ta\ malllpul.1n un tccbdo
que ~n ~lI misma dlspo~lción {hiel, recoge la relación a..cendente \ des~en ente de J.lS notas. La... recias hlanca... ;1\'anl..1I1 en un (amblO de 'ton~'
as ~egra.s permiten caminar por .. emltono~. Para un \'iohm ..ta a'>Cende;
en a e\l.:al.~ slgmfica 3<:ercar 1.1 ma~o .11 <:uerpo¡ par.l un (on~rabali.'>ta,
h.lla~a hau.l el suelo; p;lra un plal1lSta. de\plal.;lrla h.Jel •• l.l derer.:ha El
~om .o orgafllz.1do de la músir.:a. e..e ~onido con forma cultural depc~de
e ~so~ cllerpo~ {o,:"",dos para la lIlt~rprcr.lClón, para el m~\'lIm('nto
precJ~O. No ha}' musu.:a .. 111 cuerpo, 111 regla, ni cultura.
~ue mo e a eI.llre. al poner ~n juego UlM fOfma concreta
as r~gla\ de la ejeCución. Lo~ trompemt.1S crean 'anido
d
Una l'uelta de tucrCd. CIl/lum como dcscripczim
Ahora e"amo\ en dispoMción de girar nue~tra mano (on calnl.l par.l
ajustar un poco más el conceptO de cultura.
De aquí vemmos:
S3. Cultur.1 e, el conjunto de re¡!las con cuyo u\o las
person,1" dan torma a ~u .lccidn \O{;;al
56
y
~.\ll10.'>
haCia 3quf:
S4. Cultura e.. un3 descrlpcióll. hecha por alguien. del
,0nt untO de regla .. con cuyo mo Ia~ persona~ d,lO forma :1
su acción social
Ha) aquí dos niveles de exi~tcnciJ de la l.:ultur3. En el primer nivel
(S3).I.1 culrur3 existe como conluntO de reglJ.S Il1terpret:ldas, pucsta~ ('n
prjctil.: a en la úda social. En e ..te nivel, los imérpretes son IO~~fe~ 1m·
¡nanO' que \'i\'e8 su vida y que han aprendido.l vi\'lrla. Son 1m, pcr~ona,>
que Ilor:m II ríen en un velatorio, que se visten o !oC dc~nudan en una
pl.1ya. que dicen: ,·de.. núdate I;h per..on3S que nuran a la izquierd:a o
;1 b derech:a I.:uando Cfuzan una calle; la .. que .1,<3nzan en el Cl': .. ped p.lr:a
del:ar :al contrincante en fuera de juego. Tod.u. e\35 per..onas :actúan con
regl:a~ ...on :agenres de cultura.
En el segundo nivel (S4), la cultura eXI~te como descripción mj~ ()
meno~ precis:a de esa~ reglas en a¡;ciÓn. bte -,egundo ll1\'el Illcorpora
una rdlexión sobre lo que 1.1.. per... ona~ h:acen al \i\'lf su vida, una mir3da exterior o distanciad.l. En e ..te nivel. clllltérprcte e~ qUien se detiene
:a nur.1r lo que 1.1 gente hace. :1 e~lI(har lo que dice; el que rctlexion:a
..obre lo que ,'e)' lo que oye y. como consecuenci3 de dio. ~xtr..1e un.l
ide", un modelo o una teoria al.:crC:1 de la forilla que cobra. a \u ... ojo~.
M ;
e~c
mundo ,>ocial.
Lo.. antropólogm no somm lo!> úmcoS que reflexumamo\ sobre 1.1
\'id.l social, pero trahaj:\lno~ e"peC1:alil.ldalllelHe en ello. Inve,ugalllo~
1.1.'> dl~ers.1.!> form.l!> que cobr:a 1,\ vida ,ocia!' En pruner lug:ar. lIuent:a
mo~ elHcnder cómo e\ un.l furma de \'id.l \oual --d~ la ¡m!>m:a lllJ.ner;1
que un an.Homist:a mtenta entcnd~r c<Ímo e~ el cuerpo de UIl 'lllllllal, o
la forma} c\trtlctura de cllJlqlller:a de "U\ órg;lIlo~. En ~egulldn lugar.
IIltcntamm comprender 13!> rel..1r.:ionn que 1m difercnl~'> componentc\
de e.. 3 fotll\.J mantienen entre "í par.l mo!>rrar .. u~ l.:ondKiones de eXI"tencia, cómo hillleg.uio il ser lo que cs. ¿Puede la cn!>i, económICa de un
club de fúthol. }' su Illtcrprel.IClún por parle de Ull.l direcri\'!\, entrar cn
relación con el diseilo de t.icllCas dcfe¡bi\'a~ p,Jfa am:aTrar re!>ullado!> míIlIm..1mente hlleno~? ¿Puede un mmlmiento politicu de indepcndenciJ.
naclonJ.1 enrrar en relanón con el de~.urono de la\ '>CCClOne~ ritmlCa" de
e~a .. complhlci()Jle\ lllu...Ir.:.Ilc.. llamad:a~ - hinlllo\·? ¿Son fazon.lhlc~ e~t.l"
relaCione .. e11lre íenúmeno~ o ,on mero" d~,-.lIleo!> Sltl ~ntid()?
Como el .111aromlst,1, el anlropóllll};o b1l\ca de~crihlr la .. forma ... de
e .. to .. (¡rganu.. \ocia1c' y comprender la' rcl.Klones que m:mllencn entre
si. P.ua ello h.l dI;" llurarlm. e'>Cucharlo\. ~nllrlo .. y .lnalizarlu, de~c "lI
pcr~pccn\a exteriur.
p
CUl TUllA
ANTROPOlOGIA y OTRAS TONTEIIIAS
Sin embargo, todos los seres humanos (no sólo los antropólogo!»
estan capacitados de un modo u otro para !>ituarsc en cualquiera de
esto~ dos niveles (S] y S4). Todos 10<; !>cres humanos son sin duda agcn·
res de culrura, d:l.Il forma a !>u vida so..:ial (S3). y cualquier ~er huma·
no puede adoptar una posición reflexiva sobre In vida social (propia o
ajena), y construir con ello un modelo de ese mundo (§4). En relación
COI1 el concepro de culruT3: cualquier ser humano es ageme interno
y puede ser también observador}" analista e'l.terno. Harold Gilrfinkel
planteó resueltamente esra idea. Si bien es cierto que los nnrropólogos,
en colaboración con otros científicos sociales, estan especializados en
analizar con sus mérodos las formas de la vida social, todos los seres
humanos, en cualquier pnrte, explonln la vida social-particubrmeme
la suya propia- siguiendo sus propios métodos y recursos lógicos. En
este semido. cualquier ser humano puede ser un metodólogo capaz de
mirnr, escuchar, semir y an:lliz:lr l:J. vida sociajl j •
Pero las diferencias entre cU:l.lquier 'ser humano y el a.nrropólogo
son destacables. Cunndo tienes un dolor imemas h3certe UI13 Imagen
de tu cuerpo y su funcioll:lll1icnro, pero el cOl1ocimienro que pones en
juego y el método p:lra diagnosticar el órgano de la afección difieren
mucho, o al menos es lo que esperas, del conocimiento y t:l método
que pone en practica UI1 médico, ex perro en nnaromía. Una imtimción
human:l lbmada ciencia, con sus exigencias de raciollalidad y demostración pública, y con sus il1~trull1enros especi:lles par::! mirar, escuchar.
sel1tir y analizar, di~tingue al anatomista. Así r:l.mbién sucede. o esperamOs que suceda. cuando se trata del :tntropólogo.
El abismo de /a c/llrl/ra
f...lirala figura 1 }' detente un momento en cUn. Esr:l.n ::!hí dispuei>tos dos
planos de existencia de la culTUra. El pl;mo de las descripciones (o mode·
los o teorías) (S4) es una proyecóón, como una sombra o un reflejo, del
plano de las reglas COI1 bs que las pcr~onas dan forma a su acción social
(S3). Siempre que la culUlra existe como descripciólI es porque pn~vj¡]·
mente existe alguna forma de practiCl social a la que ,lquélla se refiere.
Estos dos planos de existen.:ia pueden multiplicarse sin fin, como
cU:lndo mir:ls en un espejo Siru:ldo frente: a rus ojos j¡J imagen que refleja
ru cabeza en un espejo siruado a rus espaldas: una imagen replicada,
rebotada una> otra \'cz enrre Jos dos espejos. El morivo es que Ia~
descripciones (o modelos o teorías) deben ser hecha~, fabricad.l5 por
25.
C;~rlil1kel.
1967.
5R
FO~MAS
VIVAS
14
Cultura es una descripción. hecha por alguien.
dd COlllunro de reglas con cuyo l1SU la~ p<:rS(1Il3S
dan forma 3 su :lCción ~(lCial
S3
Cuhura es el conjunto de reglas
con cuyo uso las pcrsol1ns
d:m forma [\ su ac;;;ión sud::!l
h811f,1 l. Do~ nivflcs de exisT~ncia de 13 culmra.
.
alguien p3ra ser lo que son. Las descripcione~ (o modelos q reorías) son
también resultado de acciones sociales. La figura 2 muestr:l lo que ves
en ese espejo.
Cadn esfera con su sombra S3·S4, se lIlscribe en una.nueva esfera
con su ~ombra, UI1:l nueV:l escala en la que se coordinan las definiciones
S3 y S4 del concepto de cultura. Un modo posible y habitual de t!ntender esa imagen es el sigulenre:
En la esfera más il/terno eDil S/l sombra §3a-§4a:
jJa se refiere al conjuntO de reg.las con cuyo uso las personas dan
fOrln3 a su acción social. Por ejemplo, el conjunto de las reglas
para expresar el duelo que se ponen en práctica en UIl velatorio
concreto.
§4a se refiere a la descripción que. algunas de esas personas h.lcen
de ese conjunto de reglas. Por ejemplo. cU3ndo una de la~ herma.\9
. - --CULTURA
ANTROPOLOGI
A y
OTitAS TONTERIAS
y de descripciones puestas en juego por las personas que estin
implicadas en la simación.
§4b se refiere a la descripción idealizada de esa siruación, el modelo o la teoría que, seglÍlI ese a1ltropólogo, hace inreligible:
• lo que esas personas han hecho en ese vcbtorio ~3a,
• lo que esas personas han descrito acerca de ese velatorio
14.
!4b
~4 .1
¡.lb
l'("Jllrd
1. El abismo de la culrura.
nas del difunto, al l13blar conmigo en esa o en otra situación mc
I
fORMAS VIVAS
c~enta lo que se hac~ regladamenre en un vel:norio (o lo qu'e se
liZO en ague l velatorio).
Es preciso selialar que enrre §3 y §4 siempre hab·' " d'
.
Pues e
d
§
," .. na IStnnCla.
, 11 r? ? ca_~o: -t es I/lIa idealización de §3. La deseri ción
de tina pmcnea es slcmpre UI1 esquema idealizado de e
P .
Esto es .
. bl
" s a practica.
IIlCVltn
e,
a
no
ser
que
pora
describir
I
'
I
a
.
.<'
a pracnca a pong mas en pr"ctlca completamente en cuyo caso y.
.
de'c' .·ó .
, . "l1osera una
s ,rlPCI ,11 Silla una muestrn de la prticric:I m[;;m3.
•
En la esfera m!ermedia eOIl Sil sombra §3b-§4b:
§3b se refiere ,11 conjunto de reglas con cu ' o '
.
.
(en su función de tal) d.] formo a~"'" . ~ US~ un pll1vestlgtldor
,
'-' "... "CClon soel:!. l or el' e I
un illltropólogo que eomem l '
.
mp o,
scrvaci6n y d .
I
p :1 Y registra, en su práctica de ab~ esclle la en ese velatorio, el conjunto de prácticas
§4"
• lo~ que él mismo ha registr3do COlllO consecuenón de su
acción social de investigación §3b.
Característicílmente, §4b es 1:1 representación teórica de la culrura producida por un antropólogo, por ejcmplo al escribir un
líbro o producir una película sobre tillO forma de vid:!.
Aún es posible ir más allá en esta secuencia, sólo por gtlsto.
EII la esfe,'o más exlemCl con SIl sOlllhra §3c-§4c:
§3c puede referi.rse al conjunto de regbs con cuyo uso un especialista da forma a su acción al someter a consideración el trahajo
del antropólogo. Una siruación característica de este tipo se produce cada vez qtle el antropólogo revis:l el :lI1ólislS que h:l usado
p:lra componer su propio modelo teórico §4b, o cada vez que lo
hacen otros investigadores en el ámbito de un debate científico,
por ejemplo un congreso; y también cada vez que un histori:ldor
de la antropología o un epistemólogo sometC a examen obras de
antropología.
§4c es, de nuevo, la descripción idealizad:l de ese conjunto de
prácticas de revisión, discusión o examen; la representación teórica de las reglas que las han regido en la práctica. Pues, si tomamos por ejemplo un congreso, en esa discusión se habrán puesto
en juego las convenCIones con las que ese universo social de científicos opera para comprender los velarorios (S3c). ¿H:l tenido en
cuenta ese antropólogo que la urbanización puede cambiar radicalmente la forma social de expresar el duclo o, por'el contrario,
se ha limitado a observar lo sucedido en una pequeña aldea rural
y ha generalizado a partir de ahí a cualqllier sitl\ación posible de
duelo en las socied.1des humanas?
§4c ofrece una descripción de 1:1 cultma con la que operan los
científicos, en un momelltO dado, para interpretar In vida social.
Las descripciones de este tipu constituyen los mareriales de lln3
crítica, una historia o una eplstemologiJ de 13 3ntropología.
o
60
61
CU~TUR ...... NTROPOlOGI ... y
OT~ ... S TO N T ERIAS
Etie l' En/ie" Eliel' Emic 2' "
l~ cu lTura tiene asf existencia en nuílti I
1
• .
cnpclón. No debe mos perd
j .'
p es p anos de practIca y de de~er (t: VISta en c'¡da caso d
é 1
rrat3, si es que queremos entender ade~u'
• e qu palla se
Concreto. los antropó logos h
d adamenre de qué hablamos en
li~güística p3ra dar Cuenta de:~lr~: lI~:lO d~s pa!nbr3s. presradas de 1.1
etle y emic. DUnlme años los esr dY ~!od e eXIstenCIa de la culrum;
. do con est3s palabr•
antropolo'
l ·laflza
1 lt l~lJltes e '
g J ; ¡ se 1l :ln fami·
.,
as
ra
y
COmo
fueron
divul&<ld
M
H :lrrJS~~. Sin embargo, su dlVlrl :lciÓn de
o~ as por. arvin
g
.
estas palabras no h:l srdo mu)
afortunada. Por eso se h
ace necesano retornar al
.
creador, ellingüisra Kenneth P ' k '
'pensamrento de su
plificaciones abusivas de M arvi~ ~a~~il:;~,se ha revuelto COntra las simEn la harm de un bar de Barcelona es
jaume,jordi y Paco. j aumc es de Geror;a roy ~oman?~ una~ caf¡as con
me que rrahaja ahí de camarero es de B . j~rdl, lln vieJO :lmlgo ~Ie jauso)' de Madrid. Todos habl'
3~ce ona. Paco es de SevJ/13. Yo
,
' runos en espanol Me t
'1 l'
sJIllUlar cada una de esr", 1, bl
.
amar a lcencia de
u
a as ConCret.¡s.
,
'
P;]eo dJee:
-ShavaJ, pOHnoh unah caflitah.
Y entonces interVIene jaume:
-Eso chavaJg, ponnos Igas cañitas de l/n'l v
turno de presentaciones_ Este . A l ' ez~ -Jllullle abre un
Yordi.
.
es nge g, de Madrtt. Paco, de Sevilla,
Yo digo;
-¿Có~o estis? Soy Angel, de Madrí.
Paco dIce:
ómo ehtáh? p;]CO, de Sevilla
jordl me da la mano y dice :
-L
.
gas amIgos de j:lllma Son mis amigos.
Paco eoncl tl ye, dirigiéndose a jordi:
-Enr~n~e pom'una pa ti también_ O doh.
Al escflblr así el diálogo que hemos man
'd
'
te nuesrms formas de I,"bl"
1
l ' t~J11 o, reflejO SOllleral1len_
" ..r [3 Como 35 regtSr'
d'
tonétiC3, que es alguien interesado en J T _ f3na un esru lOSO de la
e ana IS1S sonoro dd h3bla. la fo-
-cC:
26, I brris, 1991
27. En 199{) TI
N
'
,lOmas. He~dbnd publicó UII lit.
pro bl ema en el que se recog. l '
.•.
ro entenmente dedrcado " eSte
,1 ur~cus! n 'Iva entre H
P-k
ros que examinan J~.\ cunseclIem:¡as ue b d"
..
3rr1S)', 'e, ~' una .crie de te.~·
Harr¡~, 1990J.
"
"fJncJOn elltre rtie )'l!tllI' (l-Ieadl;1nd, P¡ke r
62
fORMAS VIVAS
ndio (ctic) nos enseiia que, en ese fr3gmenro de conversación, hemos
h.1bladO usando variantes sonora... de las misma", p:llabras:
~Madrit"
,,¿Cómo
csds?~
~Shaval"
- .. Madrf"
- .. ¿Cómo eht5h?"
- .. Chavalg»
En este pequeiio universo de acción han sucedido v:lI'ins co~as, pero
me interesa ahora destacar dos. En prtmer lugar, como h.lhhmtes del
español rodas htmos ordo p31abr3s pronunciadas de diferentes modo~;
en segundo lugar, todos hemos dado por sentado que esas diferencias
cn la pronunciación constituyen vnriann,'s de los mismos sonidos. Aunque ~ ~ta drit" suena, de hecho, diferente de "M:Jdrí.. , hemos dndo por
sent.,do que ambas pronunciaciones son, de hecho, equivalentes , Ambas
,oSaS han sucedido, ambas son hechos, ambas COS3S son igualmente reales y co nviven en la misma escena social.
Para dar cuenta del segundo hecho se precis3 de un análisis adicio~
nal a la fonética. Necesitamos un análi~is fonémico (ell1ic). Esre an;l[isi~
nos cnsei'ta que los sonido", del habla, a pesm de sus diferencias aclÍsti~
tas, son clasificados por los hablnnres como pertenecientes a clases de
sonidos equiv:1lenres. Aunque "¿cómo cSt;Ís?~ suena distinto de ~¿cómo
ehtilh ?», rodas los h:1blanres en el har clasificamos las eses aspimdas de
mi amigo Paco en In mismn I,;aregorí;l sonora que mis eses de Madrid.
En este evento social, "e~t;ÍS» y "ehdh~ forman lo que Kenneth P¡ke
h;¡ denominndo una únjca I/nidad emic, .. Unn unid:ld emic --escrihe
Pike- es un elemento o un sistema físico o mental que es trarado por
los parricipanres internos de la acción como relevante para sus sÍl>rema",
de componamien[(), y COIllO la misma unidad emic :1 pesar de la variabilidad etic"IM.
:vb rvi n Harris, en su divulgación de esta idea, ha serribrado una
gran c()nfusiónl~. Su pl3nteamiento se encuentra formuJ:ldo aquí:
y la conducta de los participantes pueden enfocarse
dos pehpecti"Ols difcrcntes: desde !J de los propios participanTes [tomic] )' desde b de los ohservadores letic], En amhos casos, son
po,<,ibJes descripciones dentificas y ohjetivas de los campos mental y
conducnJ'll. En el primero, los observ::ldores empIcan conceptos y disrinciones que son signiticarivos y apropi:J.dos p:J.r:l los participantes; y en
Lo~ p~n~;¡mientos
(!c~Je
211.
29.
I'lk(', 1990, 21L
"'ennClh I'ike, por su pane,lalllpoco 1m ~IJO mllsr,lI!<c en I.:uamo ala Jetirilción
de 1003$ la-' d,mell';lOn~, (,1.: estll prablcm:ític.1. Una uetnll,u.la revisión Iml(lri,,, de eMC
e.;paciu .le .unbigüedade_ pucde encomr:ane en Gonl.ile>. hhc~arria (2009).
63
BIBLlOTE(
UNED
p
ULrUII"
A.NTllo~nlOG¡A.
v orllA.! TONTU¡A.S
fOIlMA.$ VIVA.S
el M:gunuO, com:epfO\ l' Jimncione
'
o¡'~er\'.lJorc:) 1 0 '
S !>l~mfl~'Jn\'os} .1prori.ldo~ pJr.\ 10\
lol d.1\'e de la confu~ión imroducid
b e'prc~ión ~Mgnifjcari\"os ' .
_ d·1 por !\L1rvin Harris se ~inÍ.J en
,
. } JproplJ 0\.. lo q
H .
lon e\la e~pre~lón no se corres onde c "
uc. arns qUIere declf
1l1():, I;¡ Idea de Harri,~:
P
011 lo quc qUIso deor Pike, VeaLas propl>~lCi()nes ('/ll/c se n'tieren'
,
unClone, fenoménica~,,"
.\ ~"lCmJ~ fogico-CllIpiri..:o\ C!l)'as di,.
'LO"'-'H c\rJJl h'h d
nacitlllc~ lJue lo!! J¡,;torc, " '.
e... .1, t COMfra~tc:, r JI\Criml_
-", .
- l!SIlIO, con~ldcr
,
fea .e\. leruader •b o dt" .1"gun orTO mod 1 ,111 ~lgnhKa!l~a,.
GIIl \CnriJo
..J
•
f'm/c puede ~er (;¡I!>Jda, . , ,
L .lproplau,I~. UIU proposI(i6n
. .
I \e pueuc ",em()srr
..:ognlt!I·O por el que 10\ ,Icrore, mtoTrfud ar que conrradll"c el dkulo
\lllIll.lrc:~ () dl(erenre~ , . , "
.' o~ ¡Ulg.111 que b~ cllfld.ldcs Son
• e .. cs• ..:on '>t:ntJJ" . -6furma aprupiold,b o ,1cept;;Jble~ '.
,Sl¡;:1lI Lafl\'ol, o de .dguna otra
, Un.1 bre\'e p.1r.:lc.!a en tres retlexiones n
.'
meJor en qu(.: con\I'Ile la < "nf
.
d
o) ayud.lrJ. J comprender
..
...
u~lon.}' c:qu:
d
,
tamo!> /lIeJor los fundamemo~ dI.
. , l: mo o, a escJ.lre..:crla, a.sen, 1, H.lrm hahla .1quí de dosep~~n~~~:~ ~c culmra,
n~la, Por una r.me el del n t" _/. ,P
. ,s, por lamo, do) rumos de
,d
'
a no ut a .KClun )0 "1]1 _
~ I\lJnuonc\·, \C \O/lletc lJ rCJ/"d J . I .
l . .1 cu)'o~ "concepto,
emic; por Otra p.lrte el del oh " I ,'l la } como ~e dC~lTihe en el plano
_
'
\crva dorqueol""r\' I ._. d
ra, .1 CU\'O~ 'l"Ont:ep,o". J .
. t: a ,1 Jt:uon c~dc fue,
l\tlnClOnc~ .. ",-- 'i{)
,
,.
. \e l {'~cTJbe en el pblll; el.e
mete .1 rea Jdad tal \' comu
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" E.. fj¡;il comprender qu' I
CJn'h,
'h' m.l ar a IOmarno:, una
sm nmguna necesid.. d d..
e, o que ~1 I h,¡ ~u¡;edJdo hol \Idu po_\ibk
.. que os pan/":Ipa
,.
,
ll'C lO eOI1SCieIl(L'S en 11 f
d
me.. en a sml.Klún ha)'an
.: _'
, . orll1J. e "concepro~ . J
.
\IJll.Klone~ \OIlOras an,
J
.
.~ '''Unll(me~.. la .. cI .. "
es e.sUHas. Jord, ' . .
'
pon/cndo en juego "¡;omid,
}' ,Stl\ .HllIgO~ no han hahlado
, .
eraClOnes·. con ..l -''
'. d
} su\ da.stfic'h."lone,. Aunque pua h hl h e/He:, :i(Crl.l e 10\ ,>onido,
nni\'o." no lo han he¡;ho a'
•
'dar J.1111".ldo jnHrUll1ellto~ co"' .:l m.lIlera e un , 'il' l '
eo
J la 1.1r ha/1l1\J.do regl~c
. J
' l eu o ~ raCJtH1;11. :\ullq,,,
.. ~ " .lpropla a,> .. no
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," ." .
e cnteno lI1telecru;¡li.,tl de "1'''' 'J E'"
e\ ICHO.:lr lear a eS.l'> rcgla~
rla ".
o~nolll ,.
.
tn • •1 ..ah .. us reerl.:l"· 'oe liJ""
d
ue~rr;1I1 Illllgun JJl[er6
"
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an .1 pro U¡,;¡rla,
.' .
amigos \l/llplcl1leme h 1"
·d
.fi'
con \u a":"on. lordJ )' .. m
. .
•
...... () I l'nll cand
\1 J .
· c..:omo e'¡.h? J.:Ofl . ¿r.:ómo l'hr '1)
h
0 _ . , ] n·, ¡;Oll.\bdrir
,11. ", ...1\'.11· ":00 dla~.:llg •. De ht'¡.:ho,
+
. f'
A'
"
,.
., .
"·',,-d
n ,
cso~ partiCipante, pueden operar con el>.l.s regla~ de dasll1<:ac¡ón de lo~
sOnido.... regb~ ¡;ultur;¡les, mclmo \'aria~ horas despu6, a la hora de
,,;iern: del local. tr.ls agarr.u:,e una notable melopea y en ellímire de sm
':J.r.u:idadcs ..:onl>c;ente~ (aunque entonces, SIl1 duda, las hlbbs sonadn
la de otrO modo), Ya vimo~ que el concepto de regla, del que IJ~ reglJ~
~1.:l'lti":3turia!l con~tituyen UI1 tipo muy lI11pOrtallte ell la vida ..ooal. no
e~ enteramente 1I11e1e..:tual¡ no es co~a del ,lima, para m,lr una d.ísICa
p.llJ.bra, e\ rarqlm:n co~ del cuerpo.
Kennerh Pite .. iempre ha sido explkiro en su ncgación del duali~mo
entre el alma (o 1.1 mente)} eI..:uerpo, comu .ll.:¡uí:
Un.l unidad emi" dehe ~er dlfert:nte de otr;\ en 1.1 per..:ePliún 1/ e/I el lf~()
de lo) r,lni..:ipantc~ nativo~; es Jccir, p.:lra '>Cr diil'rellle, l'n un ~entido
t'mi,. do~ UllidaJe~ dellen tener ra\go~ de C(ll1tra"re (porelemplo. un
ha..:ha c.. cuhuralmcntt' difcrentc t'/I Sil (ormJ)' liSO de un,l ..:as.l, .I~¡ cornil
lo e~ de un partido de héi~¡'()1 o Je un panido de aoquet) '",
Por t:mto, ~i bien C~ Cil'rto que un obset\-"ador externo ;1 eSJ escena
(tamo 111,¡" ~\ ~e trata dc un eSIJeci<llista el/ (OIIO/Og"l) hahd de pcrgeil.:lr un cU.ldro de .. con..:eptos )' d'\lInCltme, .. mtelectualn si lJUlere ..er
Icido por ,>tI\ coleg3s, no es impre'>ClIldihle (y hasta pare..:c poco reco·
mendable) que, TOm.1ndomc una .. caña, ,"on mi~ amigo'i, yo neceSite Je
,~mcJ;¡nte aparato conceptual. FI e'pe¡;jJhsta l'n fonologí.l es .. in dudJ
resptmsahle de otre¡;er un modelo falsable \ ~omeuhle .:l criterios de
verdad, pero no Jordi y ~us anllgo\, que ha~tante tlcnen J.:on h.:lhlar }'
IOm3r CailJ~. Ba~t,1 con que Jordi ) ~u ...1I1lig(h ,>epan h<lb/.lr cspañol, o,
en ln~ eJcmplos de Pikc, ".leer cosa~ con hadlJS }' ca~.1S, {I/golr al héisbul
n al r.:roquet. L1 diferencia de h:enneth Pike cntre etu- r emie no ~ ba~a
e/1 r.:om,:epto\}' Jisun¡;joncs, J.:entr.ldo.. en d,ferentc~ pUtltu~ de ,-ista
cOTls..:iente~ ) regIdos por criterios de verdad.
Con .. u J.:onfu~a di"tlllClón, ~lar\'ln Harris pre\enl.l die y emic !.:(lmo
do, \1,ione:, con,..:ienrc:, del mundo en I.:ompetencia¡ COIllO ~I el plano
I.'tie, elaborado pur el lingÜista o el .1nrropólogo, tuviera ra hmóón de
fal ..ar Jnalíric.llllente 31 plano emic producido pur los agente, so..:i.1le,.
..:uyo comportamlenr(l allali7an los hngül\la~ o 1m .:lntropólogo,. Al atrlhUlr.:l toJo lo que ~e enci~'rra en la categorÍ;1 t"lIe un e~t.Huto de reah·
d.ld com":leme u iJeal, M.lrnll HJrfl~ ¡;ompone un fi¡;IICIU e<...:cnano de
lu..:l1.1 entre la, \'I\lone, de lo, nati\'o, y la~ \'I,ionc, de 10<; ,1Iltrupólogo\,
como ~i una dC'icripción de b ..:ultura en lo, TCrl1linm dl' I;¡s pnmera,
ó<
I
CULTURA
ANIRO~OL O GI
... y O ~R ... S lONaRIAS
tuera ~ jdeails[a ~ }" una de~ripcló d I
'l'gunda~ (ucr.1 '.m:Herj;¡JI.5ta ~
11 e ,3 ~uJrur.J en los
• o sea, m.1S real.
fO'-,.,AS VIVAS
térmll10s
de
1-1,
Lo~ (On(CrIO, de r'm~' )' el"
opcr;¡¡;,oll.ll pJra en unJ ép _propor':lonan
.
u/u bJ)C ep.\!emoIÓgu.:.l \
.,'
•
0<.:.1 '-01110 b nu.
.•
el t: .. II(J~ de r.II1<'O ml'dlO o" ,
nrra. enrrepua a tu teori. s
. "
e>
h,'n.l
['mo culnn.Il
'1
,u~U1gu,re/1{r'd
~
L{)~ ¡;on¡;Cpto!> originale\ de Kcnnerh
m:mt'f,J nlJ. dJ~t,"ción /
/' .. '
r
"
lue.ll\mO
CIJ , rural
r ti 111.1
.
no lonllc\'J.1l de nlngun.1
.
. .os mgUJ~t.l~ lo!> lIllro '/
cm ~oclales ~e OCllp," de"~ t
. ' /_ ,
ro.'ogo~)' Otro\ cicmifi·
•
<\-.-;'5 r.¡r y ¡J1I.J loar I
SOCl.lIcs, es decir \u muo .'o' '
..
3\ JlClone~ de lo~ agente ..
u (tille, compue'>l d
....
.
d e conceplo~ (ldcJ.les)' , ,JI
/
. o e pr.lc.:!I(;.l!> (materiJ.le~) \
. " .. lJ.eer o !>c <xup d (
..
'
/.
.J.n e o reecr de~cnpclon(' ...
mouelo!> O teori.l!> CUj'o ,)"d
• en le e\.l!>tenCII
d
\·crbal. \"J!>ual, sonoro \. PO" ,
.d / • e~ un or en de e.\I'I<!IlCI.l
··· ,
,anta I eiJ)'
t
/ p
d e hedlO en cierro modo
d L
d
mol en}. uedc suceder \
.
ene suce ero que J.:¡ u . , "
() leon.lS de I()~ ciemilico, 'i'""" '/')
d!> e!;(npClone~ modelo,
vo.. .. ( ,e\.presJ.
1~ d . d
,.
re uten a las vi'>lones con"',eote d /
,- es e ~u perspectIva etic•
. /
~ e mundo q
.
,
SOcIa e ... ~I la clenda s",.,,/.
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ue SOSllenen o!> agenle ..
• '-"-" l:()nSISnera en d I
d e / mundo que ~O!>tleneo /')
ar .1 ml\nl.1 Illterprer.lóón
.. per.. ona~ curo
por ohJeto, ¿qué ~enfldo 'eot/ • ) P
eomporramlellto ..e toma
.
na. ero C\IO n d
conru\lón de lo l'mlc con el ideahsmo _de I a .1 llene que ver COI1 la
.. ~. Al mrroduclr b eonóenci.l de I}~
o"et/~ con el m.uerl.1IIs010.
llIelOn dd plano elllic 11.'
H _ o. namos ...omo l:rneno de defi-
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()1l II1I<l 1 e¡J enormemente
,
e COnOCl1mellto q
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ponemo!> e/l/uego en nuestra vd
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ue os ..ere' I,umano\
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I .10r mana Una\" - .- '-, d
,:alegonas nativas para da,,·fic' /
/·d d'
eL e\t:1o eCl o que la,
•
ur a rea I a 50n' ..
mlr,c que el orden cmie ha q"'d d
fi· d
conSCIente" parece asu_
ca 0)'.1 J.1 ' odeu
. .
. /
lua qUler Jc~crlpúón del COO'PO",.
d / na \ e;,: por tod.1\ para
,
'.
• .lmlCnfO c n '
rJ':1.\.. bla e\ una idc.1 mu). p o c ,
am o con e":l$ catego·
ore \1 a compara
.
/ d .
/'k
I e. para quien el crirerio fuod
/ d d' • mo,!, l:On .1 e I\enneth
"
amcnta
e
efin··'
d
/
/
.
es /a con"'Clencra o incoo--,e",
/
ICJOn e pano emlc /lO
,
""raene model '
,
¡'<lUCIa de fus cI<lsi(icuC-IQI1CS d /
'
a~ categonJ\, <'1110 Id reJ~.
t! OS 11<11//'05 en rel "
comporto.1mle'lfo CQIIC-rt'tO"
/
.
I1CICJ1/ con 1111 sIStema de
. r.sa re eV;)nCI3 h a b l .
serc\ humano,> en comp/e,,)'
.
d
ce pO~1 e runClonar a lo~
,entrama os cn el I
'd
que. dept'nJu!ndo del
d
ó
p .1110 emu; . e manerol
,
..
"eaCCI neoll'
,
,>uJer.leión, lo ... parriclp'o,
creto que "'omet;Jmos a ("on .. es en un eVCnto loOC' I d ·
comr;l5tc\ emic con""'leo'e·
d
la pue t.·n hlnClonar con
,
L S mlentriJ\
clan or
~11I1C en un fllvel rn -on' .' . '
.
ro ... COntr.l.\ h.... Igualmente
e Sl.:lente, tJoto o unplícito.
C','e,,)"
n.
H,¡rri.., t9~1 /ILJMI] : "~I-4Yl,
66
"ro.
P;lT.l entender cómo funcionJ
volvamos a romarnos llIla... caña...
con nue,rros amIgos. \1.ís arril:la ha ... Ic:íJo:
Aunque .. Madrit . suena, de hecho. diferente de ~Madrí ~ t Uaume
y yol hemo~ dado por sentado que amb~ pronunciaciones 50n,
de hecho. eqUJ\'.llentes .
Ahora habria que J.ñadlr que e~to es a<;í sólo SI Jaume (que es de Gerona) , yo (que soy de ~ladrid) atendemos a esa dlferencl.l d, pronun,j'lr.:lón. estrictaJ11eme. en re/L/ció" COl1 e/ Slsle1l1.1 de comportDmiento
litlgtitStico, En e~e \I'tema de comportamiento. e\a dIferencia de pronum:lar.:ión 110 es releL'.mtt! para Jaume IH para mi, como particIpantes
en e<,e evento de comunicaCIón. No lo es porque asumimus que lo fundJ.mcmal en e~e nivel ue comrortamiento e, la correcta. comprensl6n
mutua r.:-omo hablallte~ de un.l lengua. Sin embargo. ese ~upueslO, que
ronemo~ en práctica ~ln lom<lr conCIenCIa de él, puede c01wiJlir c(m
nue~ua cOlloencia de la diferencia étOlca: .Madrrt·. y ~Madri . son idc/ltl(J.' para nosotro, porque al pronullr.:larlas ~abemos estar dICIendo lo
ml~mo. en tt:rmino~ e~trictameme lingüi.\oticm; pero, .11 pronunciarla~ y
al c\Cur.:h.lflas en el otro, ambo" .. abenlo~ que habbmo~ diferente" \'.1riames Jelespañol. de m~mera que yo Identitico a Jaume como hablante
de Cataluña y J.lume me idcnn"ca .1 mi r.:omo hablamf.' de ~ladrid. E,lo
qUIere Jer.:lt que, en ese unico e\"ento, pueden entrar en Juego simult;íneamentt: 1I0s \istema\ de comportanuenro rele\'ante~ para n050trO'.,
uno dolO y el otro con\Clente: un sIstema de comportanuenfQ e!>tnr.:ramente lingüístICO y un si~lem;l de comportamiento de rebei(lnc~ interc(meas. Así. al de¡;lr ··,\tadm . y . \bJrí~ Jaume )' yo podemos operar
~Imultáneamenre, en el orden emic, asumiendo que hemo, dIcho lo mIsmo (en el ~Istema cstm:t3lnente lingi.iiHico) ~. con COTlCIcnóa de haber
h.lblado de formas Jifermtes (en el siStCm.l de rel.lciones mterétmc;)\).
f.mic no llene que ver con el car:ícter con\l:iente o no de I.ls claSIficaCIOnes de los nativos, ~inn CO/l l0' ~I,tema~ concreto' de comp~)rtanuento
para los que e,a.~ clasih.callolle't son o no ~on pertmentes, en dift!rente~
grados de cont:lem:J3. Que amWs c1<1slfic<lciones SOl1 emic "Sólo quiere
decir qut' oper.J11 fimClon<llmel1te el1 I¡J uCCiÓl1 COl/eret,; de los l1<ltitJQs.
por aposición a I¡JS c1a:;ific<-lcirmes que operu11 jiou:iol1'llme/lte ell 1¡1 <lCción
de mI obserl'ddor extemD a 1,1 esCt'I/J COII
mte"cióll ¡JI1JlitIC¡J
v Clel1-
tifica (e[ie). Si piem.h un poco mj~ en este e/emplo \er.h que e;05 dos
..istenu\ de comportamiento que nos conducen :1 Jaume y a mí a lugar
COII da\lfir.:.lcinne\ ,Iparentemente contraria, (MMadm . e~ lo mi~mo que
r-.üdrí.- , .l\I.ldrit .. no e~ lo ml\mO que \ladrf. ) podrian imenlr'c cn
la ~ltu:Jclón concreta, .. in que 1.1 r.:nlllrcrKI:J de una o de la otra .¡fec[a~e
un .¡rice a nucstr:1 011li~:1ci611 de considcr:lrlJ..!> emu:. e.. deCIr, perl1nellle~
CULTURA
ANTROPOlOGI
r
A
OTRAS TONTEkiAS
FORMAS
para nueSlra acción COmo participantes n '
.
I
.'ltJvos. Efecrrvamente, J aume \
yo podríamos operar con una
,
rota cOncIencia d I d-f
-,
entre esas dos elocuciones
.
e a I erencla ¡DI/ético
..
.
• manteniendo en
. I
I
(.:lClto, Implícito o inconscie",
un nlve comp eramentc
e nuestr'1 difer
. é .
Este problema nos permite inrrod "
enet" lme,l.
marcador diacrítico f""da
I
IUCI~ en la discusión el concepto de
, . ."
menta en os J ) el'd
personas ponen en prticrica e _
-d
uegos e 1 entlficaClón que la!)
n su VI a condia
UdCQ es cU:11quier rasgo de la a"
.
na. 11 //larca ordtaeríti_
< CClon nartv" (un mod
d
.
I
h
en e abb, un gesto etcétera)
d'
o e vestir, un acento
'.
'
,pormelodelcuall
'1
que partICJp:l!1 en las situacione< e , bl
.
,os :1ctores SocIa es
.
.. s a ecen di{eren '
mIemos que Son pertinentes
l'
l'
e/as en sus comporta_
..
, en a gUIl grado de c
.
.
preslon concreta de sus ¡de ,-fi
.
onclencla, para la ex'.
,
n I caClOnes CU:1Jq ,
en eI p/:mo emic (por contraste
l " .• ' Uler acclOn nativa se da
.
COI1 a aCClon de l
b
d
que tiene VOluntad aIl.:llític..1 (, o-fi l '
Jt1 o serva or externo
d'
denn C¡] ellcJ)' pe
ól 1
e esas aCCIones nativas son urilizados de ~
• ~o s. ,o a gunos t:lsgos
vos al expresar sus idenrificaciones dii ,o~ma dwcrmca por esos natide conciencin.
ert:ncl.:llmente 14, con algún grado
U.u nue\'o ejemplo me permirid ilustra b '
efiC:lCl3, este concepro de mar'" d d' .. r re\ emenre, con mayor
- I
' ....a or l.:lCrtnco Ene
na menre útil en el examen d i '
concepto es espeeos procesos de crn.icid d
d - I
d e procesos sociales en los q"
l.
a ,es eClr, e lipo
.
e
as
perSOnas
ponen
"
'd
fi caClOIlCS con «co[ectivos
bl
. en praCClC3 J enti-d
",
"pue
os""
"grupos"
na'
d e fi. 11I os por algun3 clase de origen l5 .
.« cloneS etcétera,
Hace algunos alios, emprendí un ro
'"
esr:1 temática en el Ártico europ 1h F p. yecto de tnVestlgacI6n sobre
ea . UI a una pequeña localidad en el
b
,
N. Hago aqur éllfa.~IS en el carácter t!xfirt'si¡'f) dl' l .
.
Ill;ucauores dI! diferencia lo,
,J.
O~ marcadores d,acnrieos. AJ ser
..
'.
unen ,1 rl'<1ctlm SOCII/
I
o~ otros l'n slrtJaciones de ,omun',c,có
"lile as p~rson~> ~~t~oleeen con
J.
,,~I n.
omo se \'erá
/
1
e.\-ce erse en la lIuerpretación de esos m~rcad
. FI en e e/emp o que sigue, es fácil
~ trJ~ts de esos marcadores no tit
• ,ores.
hecho d" que al!:tl1,~n se ex.pre,e
, d
ne por qu Implicor que I
.
ua am.:';n!c e!>;1 expresIón Tan bé
d
os otro\ Imerpreren Jde.
,1
.
•
I In pue e suceder que
.
"
[e nUl"5trJ aCCIón, interpretemos q",'
d
' .0100 :mtropb ogo~ <) natillO!,
'd
-,
.
ucrcrmlllJ
o
r~sgo d -,
una 1 cnt! c.1clón dc qUlcn la po
.,
'
e ma ~~Cl n es a e.... presión de
, '
I cl
ne en praClI\;,1 cuando é;,e
,
E
rrone,l le I enriñc.1Cion~s.1 hs "ersol n . '
no es e cam. sra atrihllción
,-"TCOtlpOS. r arJ Jos antropólogo,
",
'"ssel'I!Cllenrr~enllb 'd' I
se
d
.
.
. J5( e a urmaclón de esb'
r lIe de evacnos n prOyecnr sob l.uatJ e un Importante
.
pro ema mctodológico que
SI'
'
.
re os ~¡;emcs socl"I<·\ que op
'1
'
l ·
e
'
'ó'
15
"
expresUJ/li!S
de idelllific<Jdón una Idcntidud
cualqt.llcr mUJClón.
¡;:;.
.
er<Jn SIfI"'CIOIIJ /I/"lIle C01l
¡'la detenrda en el tiempo y \;ilid~ rara
YI~AS
norre de Noruega (cuyo nombre en noruego es Kautokeino). La geme
de Kautokei.no se :IlHodefine en su gran mayoría como "saml'. y también
coma "noruega,,: en su gran mayoría hablan sami r noruego. Y en su
gran mayoría estarí¡m de acuerdo con la idea de que los «noruegos«
llevaron a cabo una colonización de sus tierras, sus aguas y sus poblaciones, que puede doclll11ent:1rSe al menos desde fines de la Aira Edad
¡\Iedia. A[ autodefinirse como "samis» y tambiéll como «noruegos", las
siru aciones sociales en las que p3rricipan ofrecen Ull campo I'\.lagnífico
para explorar d juego con esas idenrificaciones. Ése es el Juego con
[os marcadores diacríticos qu<'! resulmn ser o no ser relevames para expresar origen étnico. es decir, relevantes en relación con e[ sistema de
comport:lmicntos específicamente étnico (ni en éste ni en nihgún Otro
lug:lr del mundo b gente se paS3 rodas [as horas de su vida expresando
etn icidad).
En Kaurokeino [as personas usan con cierra frecuencia una vestimenta peculiar. Enrre las prendas de esa vestimenta destaca, en el caso
de los varones, una casaCll de paño tejida en SllS purios. cuello y espalda
con UD fino hilado en e[ que destacan el azul, el rOJO y el amarillo '7 .
Cuando yo fui allí a hacer trabajo dI! campo. para mí como antropólogo (en mi sistema elie) era c\'idemc que el uso de esa casaca era un
marcador diacrítico de ernicidad, "Quien se pone esa casaca -pemab;:¡
yo-- está diciendo 'soy sami' (por oposició1I a 'Soy noruego')>>. Pero,
si es que efectivamente era un marC;1dor diacrítico de etnicidad, debería serlo en el sistema emic, es decir en el sistema de acción de esas
personas (pues un marcador diacrítico siempre se ubica en el sistema
emic) . Conforme fui conociendo mejor su vida social, encontré muchas
situaciones en [as que las personas se vestían con esa prenda de ropa
para expresar 51/ origen comlÍlI como «samis"" es decir, encontré muchas
situaciones en las que la prenda tenía esa funCIón intencianadamenre
étnica. Por ejemplo, el dfa que el embajador de [a Unión Europea visitó
UJla institución pública de Kaurokeino para hab[nr de las bondades de
la adhesión de Noruega :l la Unión, conscienre e inrenciQnadamenre
los trabajadores y directivos de esa lIlstirución se pusieron el gdkti (que
es como se denomina en sami a 13 prenda) para decir «somos sal11is».
Sin embargo, también encontré muchas otras ~iruaciolles en las que el
35. levinc, /9\19.
16.
F.s!!." proy<.'l'to,
hoy en
Grecibió lo
curso
. .
del Dep:lr!~m~nro de E»tcriurcs d!'1
o'
~ SigUIentes .\po)'o.: l'n 2000. lln~ .1}'uda
e~rtJdlo de la lengua \ami en la U
~dl~no omego (Uh'nnksdepartl'menrcl) para el
lIer·G,.,m FOUlld'll1;"
AII/brop ~"el"5l / J de Trom,<). En 2002, una ayuda de la \\'~".
rnr
o O!;tCl1 Rese¡lrch (C,r.
68
61!9,1l)
c\lmrlemcntad~ con
Otrll
del Vicerrenor~t1o de Inllcsugnción de la UNED. En 100.1, Ulla Jyuda Jr In We.mer-(;rrn
Formd.llirm rOl AnlhropologiC.J1 R/!SC.:lfCh (Cir. 7092) complemenl.ada con una Ayuda dd
Programa dc MOlli/¡d~d del Prof!'sorudo del "'Imi.terio de Edl1~aei6n, Cl1lnlr~ y O<'p"nr
(PR200J-Or6).
.3'. (.::1' mUler"" lIelllln un vcs¡id,) que es congruente en col"r)· leiido COI! ese d,scilO.
69
fORMAS VIVAS
CULTURA
ANTROPOLOGIA y OTII.A~ TONTERIAS
uso de la prenda nada tenía que ver con la expresión de emiddad. Una
mañana, mientras rom:lbamos un café, se me ocurrió preguntar a mi
tnterlocmor si era necesario expresar la idenrificación ~s3mi" anre una
persona como yo (que fimll11cnre no formo parte de su orden social
de forma significativa). M3this mostró eXTrañeza: "¿por qué dices quc
ahora eHoy expresando samicidad?» -me dijo. "Porque te has puesto
el gákti», le respondí. Y dijó: ",Me he pue~to el gdktl porque abriga
más que lo que tÚ Uevas pue~[o". Lo que r-.lathis me estaba indicando
es que existen mutliples órdenes de funcionalidad para esn premlJ, e~
decir, que esn prend:.l es relevante de modos gradualmenre conscien
tes en múltiples sistemas de comportamiento. Obviamente, en su vid;l
cotidiana Mathis no tenía por qué elegir entre pasar frío o ser tomado
por activIsta étnico. Al \'enne en situaciones de este ripo, en las que 1:1~
personas de Kamokeino ponían en practica sus formas de vestir con mayor o menor intencionaJidnd étnica y en diferentes sistemas de acción
(emic), fui refinando n115 Gncgorías analíticas (elic) para comprender
cuáles son, cómo son y cómo opernn los marcadores diacríticos que la,
personas utiliz.an en ese eonrextOl~.
3. El mundo de Marvill Harris se agota ell dos IÍllicos planos: 1m
plano cmic y 1111 /)/ano etie. El mundo de Kennerh Pikc, como el abismo de la figura 2, no riene límite. 0, como ha señalado Dell Hymes,
Harris habla de dos cosas, Pike al menos de rresl~. La cuestión es que
no puede haber jamás un «observador,. que no sea también, de un
modo II otro, ~parricipante" de algún sistem:l de acción social. El especialista en fonética que nos observn en el bar tomando cnñas (él debt"
manrenerse sobrio, que para eso le pagan) encuenrra en esa cseen.1
elemenros distintivos del habla que no colllciden con las Jistincione,
puestas en práctica por nosotros. Esto parece claro. Sin embargo, eso
no quiere decir que, en sus prácticas de obsen·aci6n, él esté completa·
mente:11 margen de tOdo sistema de acción social. Como investigador,
él ramhién usará un marco producido en su sociedad de investigadores
para disringuir los sonidos que 1l0SOlros producimos, e incluso para
registrarlos.
El investigador especialista en fonética que nos observa en el bar
se llama Fernando. Con los años, Fernando ha conseguido obtener una
gran muestra de fragmentos sonoros de habla parecidos al anterior. Dc
38. Un d"so1rro!lo extenso de este argumento puede encomfarse en e! "gll\cme le~­
ro, ~¿Dól1d~ esn) 13 frol1u.'_r3~ Preiuicios dI:: campo \. problern.u; .le es(ala en b eSrrUClUT.\·
ción émic.1 en S~pml. ([)Iaz de R.lda. 200Rb).
39. H)'mes, 1990. Un argumento ~'n1d3r p~,ede lc,,~c en HrnlC';.. 2007 [/9.'121·
>d
modelo de las variantes sonoras de la lendo b3 constrUI o un
d 1 s parese nlO _
Al \1evlf sus resultados a un congreso, uno. e °b 1
gua espano a.
'..
fonética) le llama \:l atenCión so re o
i
~¡~~~~::' ;~~r~a~:~'~~'~::~r~~oo" ~~:~~~~,e~~~~~~~~r~~r,~:;~'~~~fa~'
aún exe~iv~mente grosero;nd:I~~~S, etcétera; pero no ha recogido las
tes nladn\enos, catalane~. d J
deJordi (ambos catalanes, uno de
disnnciones entre el hab a 1e )u~~:los congresos siempre hlfy ~lgl1ie~
Gerona Y el otrf de Barce. olla. 'a Fernando pero rccoge la 11lceroque. mete el dedo en el 010:~ ple~ls~ la «1" gmu;al que pronuncia Jaume
dumbre ~e1~.brada po~ su cntl~~: e e la "1,, gutural que pronuncia Jordi
en .. Igas canltaS» el mismo SO~I . o qu
\
'0 historiador de la
.
) Ot o partlClpante en e cOl1gres ,
\> >
en ~ I gos :1Il11gos~.
r
\
b \:lS repercusiones po Incas
1
'ón a Fernall(OSO re ,
\
> \\
funéne:l, -ama :l arenCl . .
\
d>do a detenerse en as
> > d'
. 'Ión que la ten I
de una tradiCión e mveStlgac \ d > > rración del Estado y no en
1
tes p:U3 a a m11llS
\ h a\\
rcojones (e
J a re evan
•
\
\,.> ,Fernando que es un
•
>
d hb\ d' dnmásoca.[1.l>lqu
•
,
las reglones e a a ~ or c:
•. : \a \ gutural de todos
>d
b"
se
pregunta:
~sera , " "
Investigador ..6 \I o y o seslv.o'.H
16 de debo precisar el sistema
1 s barrios de Gerona idéntica?' :lsta l n
> >
\
ezado a elaborar?
o
de distmel0nes que le emp ,
\ ,g,c
en el que gr"bó la
.
eha de nueva e r ,~ tro
Al volver a ca~a, escu. • esanocleene
\
1bar d, Bafcelonn ' y com",a c.omo la "1,, de Jordi.
conversación que mantuvImoS d
'.
te \a ,,1» e Jau\lle su
prueba que e fectlV,llllen
1 b't al entre los investigadores
Se toma un somnífero (e.sto es muy '~ 1 uSo ue sospechando que algo
obsesivos) e intenta don11lr. PeroAlnodJPu~ e: nl~ se entrevista con Jaume
noddo
la slgllle
.
·
.
,. ue estas dos eles son el1111smo
no mareha blen en su l.
y Jordi y les pregunta: «,vos~troslcrdeels q /ro plllltO de vista?» Al for>
>
\.
omdo res e I'ues
, .
somdo? ,Son e m1S1110 s
b >ados a hacer exphc\tt\s
d> y Jaume se ven a oc,
mul ar esta pregunta. J or 1
h b'
m-anecido implícitas para
reglas del h:lbla que ha~ta entonces a lanper ~den reconocer sin es·
ellos. Ambos le indican que no:. unt Y otro s~l~rara de un hablante de
,
fuer.lO, al oír n alguien pronunCiar a" I», SI
Gerona o de un hablante de BarcclonJ. 11 ba en su cabeza un modelo
hablantes and:11uees Y
Antes de habbr con ellos, Fer;al~ o .ev:
m ntre
ENe, (un modelo del h:1bla que lStm g ,
d, Barcelona)· al pre,
h I 1 Hes de G erona Y
cata)¡l11es, pero 110 entre a) al 1
l' 'tO un modelo Emic¡ en el
gumarles 01 ellos, Jordl }" Jaume lac,\n exp dl~lf > entes v que los pueden
'05 del ha b a son I cr
•.
que se muestra que sus us
. .
dormir tranquilo de
•
d
d
nt:t de que SI qlllere
o'do incompetente pafa
reconocer. Fernan o se :1 cue . fi
10dd con ar en su , ,
ahor:t en :1d e\ante y:t no I
.
J
Jordi Así que se compra
> . \ di!
.
ue perCiben aume Y
.
perclblr:\s
erenC\a.~ q
.\.. 'onoro mucho mSs eficaL, capaz; de
un aparalo de grab:l.c,ón Y o.na I~IS s
71
70
CUlTU~""
""NT~O~OlOGI""
y Olll""i lONTllllAS
regi .. rrar (' imprimir grMicamenlt' la~ n
_
"uene. Fernando ha¡.;e su
' o o, lenores diferencias acústICas. Por
.
Ime~ngaclon en el ~I J
'
!liera hecho en el sjo-Io
"'/// 'o I..~
g o X'I. porque ~I la hu.
o
... -,
e ~al>er tcenol' '- ti I '
o
O~ICO e .1 epoca le hubter.l
Impedido connnuar con el trab o AJ
cionarlo Fernando L'e Imp. • albo, ,lora ~I. con e~te ::Jp.1r::Jto revolu_
"'0 re e p::Jpel
- ,
d I'ferenela en la "I~ gu/u." e!>a
d J
, q u e olrrol.1 J /ll,'iqulna la
'1
.. e aU/lle r a de J d
OJr Q. Ahora puede eonrinu::Jr'd
d o
or l ••lUnque no pued("
epuran o .. u modelo del h.lb/a e IIltrodUl'lr nuev::J~ distinciones en'
llueva edición del congreso ~I ~ue~-o .rrrículo (ctie!) que lJevard a una
ante su modelo depurado . I a.a e e... ro Impedirá, ~'" emba rgo, qUt.
aparezl,;'¡ Otro coleo-:>
,
, e OJO. Para eso tr;¡h."o~ 1:
d
_ eo- para meter e el dedo en
• .. .. rernan o para olre
d
teoría,> que han dc ser deb / d ' f i
cer e...cnpclone" moddo!>,
a I os )1/1 11 . Eso'
social.
es o que haee un científico'
[¡ie l
•
Emi~
l
.. Eli~~ __
••• .......
/,_IIC
Es J.kil adn'rrir que esta suce,ión e o 'd'
"
progreso de 1.\ inVt'"rigal:ión d o '
~ I ennca cuando \e tr.na de/
' enrre
su formu aCiÓn IIlkial • d h e.un,so O J/lveSIJ"atfor
. . . , en' a re ,.1CJOn
'pote'J,
cHegorías
d
,',
o
e
PO~ttIVO .. "analiTIl'O\ \' ~u
' • • _ •
e an;1 I~IS }' otro') dj~,progreslv.l nlodrfil."l"·
h
Con~ecuencia de l-h ~uce\j\,
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.1.1011 \' re lIamlcnro como
.1~ .1pro'JmaClones .1/ .
,,
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•
tu d io. Con arreulo a e,,/"
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\;.1mpo cmplrlCo de e~.
~
" ,uce~1 11 e último
d,
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ug.1C1on, el [(":\TO del Invest.' '
..
pa\o c clla qmer 1n\'C\Iga( oro ~e \tTUol ~Icmpr'
l· .
ÚJ/1/!H). cn unJ P0'>lóón ehc
'
. _ e 1'11 re aCU)1¡ COII Sil
vez, en un.l po.. ición emie Fs~;\ no. h~on,lo SU¡:UrlÓ ,,"cnnerh Pike .1lguna
. CXfO n.l producido po
,
(eI le. ) ' eMara .. in duda influido
" • 'd
r e lfI\'c~rig;\dor
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por .1 Illel enoa de 1,
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'
Insulras en l.u matenal empíri '0
d d .
a .. UIlI a es e'ltIe
)u form.l concreta depend' . ~ • t~n,J a es procedelltcs del campo. Pcro
era (fUCI.\ mente de la oro- ..
.
ve ... ng<ldor dé ,1 c~e Illrlrer 'h' d
,.,.lntl<lCIOn que el m,
..
• la a\;lell o u~o de ,>u
.
" '
ol lI1VeStlg.lclón se dirigicra
d
marlO .111.1 mco elic. SI
• a pro tlcrr un rebto e
. d
emle, el te\to re~ultmre\dol . . d J
. xprel.a o en unidadt'~
Jenolllin.lron .naW:llil.n:o eF',ena e,.o que H.tmmer'ieley \ Atkll1~on
. . - . nolnJra I~OIO con· t
.
d e Ime.o.rig;lclón que.comi
.. r e .
..IS e t'n U/U lIlod::¡J¡dad
l'
en l.Uponer que el tC\t
od·d
t" 1m esugador reflt'j.I, ~m 111.\ "or Oled
."
o pr lICI o por
naT,\'O~ de una vida \oci.1l.... >
lal.lon :malfnca. el Illundo de 1(1\
Fl moddo que ofrece F~mando de ende d' .
cu\"o U\O ..e produce b '
,P
el ¡';OIlJunro de reg1.:t~ con
..
lI1\"C\ng.lf.:IÓn en \11 ~o' ·d J
"fi
mOIllCIltO hisrórlco h el'
l· ,
\;It' a cien u ca )' en \U
•
C 1'/1 re aerrm con el l'onjunro de regl.l\ f.:OIl el
40, llO Jn.1HOU" d.. '""'h IJ"J\ .... 1: _
ml:r..-.!c, ,- -\11"01<>11 loo! ,.
o,u~ntr~ <,o J)ia,t .1, fU'/.I. 201'1 n : 4 1$.. ,-I,¡m•
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71
fOIlI1""S VIVAS
'lile hemoS dJdo form.1 a nuel.rm acción SQf.:ial en el bar, al romarnO'>
unJ5 e<lñas; pero es el/l/e en relació" con la lrítica que generad en ~u "O(Jedad de il1\'estigadore... Elie y t!",ic son, pues, re/dciones. y no pueden
rredif.:arse de ninguna realidad si n e~pecificar en relación con qué OfrJ
n:.llidad aquélla e .. inrerpretada. Lol. múltiples pbnos de la culrura eXJgen e~ta di'>l.:iplLnJ. H:lbl:lr de cultura sin h.lblar del orden de realiJ3d
en que la cultura es comider.1d<l es habbr sin sentido.
Además. ningul10 de los planos de deSCripción de realidad ;lnterlore~ e~ meno<; sbb)etivo que Otro. Jaume, P.1CO. Jordi > yo somol. persona~
que IOl11an cañ;ti en un har. Indu!>O ~I e~tamos borrachos. Fern:lndo
t:llllbién es un::¡ per..ona, y quien le cntica otra. Cualquier culmra, de,aila en cualquiera de sus planos. tiene un ;lgeme, porque no hay acción
humana ni producto Jlguno de 1;1 aCCIón humana que sea obra de lo~
dngele,. Esto no quiere decir que la descripción que aporta Fern31\do de
ese sistema de hahl<l como IIlVesugador sea eqUIvalente rila deSCripción
que aporran J:lUllle o Jordl como hablante, nativo... La dt:~cripción de
Fernando .. in"e al fin del conocimiento si~reJ1l.i.tiC()}" el debatc científico.
)••11 haber contemplado en .. u modelo Illatenolle~ empíricos procedentcs
de una multiplicidad de .1gellles. ,crá una descripción más IIIlersllb/ellL'<l
que la de cualquiera de las personas de \u campo de in\'e¡,¡i~ación4t. Ll
dt''l.:npción de Jaume o de cualquie ra de los que nos hcmos tonudo
la) cañ;l", de produCll"'ie como tal de'>l.:ripClón, sir"e al proposito de d;¡r
(uerpo a nuc)rro propio saber local, y. qui7.;Í~. a nuestras propia\ identificaciones pc¡"<,on:r.les.
Volnendo a Ilue~tro ahi~lllo, y en lo que re)pecta a lo~ concepto . .
etie y I!mic t;J1 como é~lOs h;J1l sido elahorado~ por Pike p;¡ra comprender la relación entre lal. insriruóones humanas en la \ida socl.11 ) la in~1I
tueión científica que las reprcsenta, cada nueva efo fera con su ~ollll)fa, en
relación con la esfera anterior con la ~uya. IIldicau/1 nuevo:enfoque elie.
como en la figura 3. El f.:OIl)UJlIO de pdctieas que]"s per~ona~ producen
en el \'el.ltorio de nueHro e)emplo (consciente~ o no. e ... pre~da~ o no
por medio del lenguaje) (§3a-S-1a) f.orma un plano em/ej p;Jra el conJUnto de pr.icril,;<l~ que produce el antropólogo obsenador (§3h-§4h),
que a <;u va forman un plano etic 1 en relaciÓn ..:on aquélbs. Sucesivamcnte. el conJunto de practlc.1s que produce el antropólogo ob~crvador
(con<,cieme, o no. expresada.. {} no por medio del lengua)c) (§3b-S4b)
forma un pl.lllo emie 1 par.l el conjunto de pr.h:tica.. que producen quie4\. j.Jo 0'><,;1(,0 J~ IIUt"'SU!',('III'"LJJ. "~lIIraj "" b t'Phl"llIulogl,¡ de ja clnogr~lü}' IJ,
"1"OC" ..-xul"" w d~,",rroll,¡ all:" mj.~ ~n d lih""" ",¡r'lul.. de .... r.. lihr". y oobr" 1.,.1" rO
\'da~"U) Dial_ de R.,J.l. 200., 1] <;.,7].
CULTUR .... ANTROPOlOGIA
~
OT"'<
''',~
TO N TERIAS
fORMAS VIVAS
\<b
Elle 1
hgura J. Eti~, EmIC,
nes observ;1n y evenruo lme nte critican su rraba"o
_
forman un pkmo elic en I "6
J (§3c-§4c), que ti su vez
2
re :lel n COn aquéllas.
¿Para q/(é sirve la distillción eric/emic?
Tras un detalbdo examen histórico y c ' .
.
ellc/clIlic, Aurora Gonzále' E h "
p ,stemológlco de la distinción
' .
.. ~C evarrm concluye I
. .
..
clón emlclefic es errónea desde el
. o $Iglllenre: .. La dlsn ndoI6gico",42. No comparto con eJI punt~dde VIsta gnoseológicQ o meto-a esta I ea,
aunque
r d"lrllO
.. a su Ij hro
para apreciar sus mo¡ivos.
e
A menudo, explicar Jos conce t
.
cuánro me esfuerce en inrrod - J P os no es, sufiClenre. No imporra
UCH a mayor c1andad posible en la disrin-
(ió n cticfemic, todo ese esfuerzo puede irse <JI traste si no soy capaz de
J11ostr:1f también par,¡ qué sirve esa dIstinción, es decir, cuál es el proble111;1 fl1nd :ul1cntal que justificó su formulación tanto en lingüística como
en antro po logía. Es cierto -----<omo urgumenra Aurora Gonza!ez Eche,-.lrrfa- qu e esta distinción conceprunl ha est:ldo pl:J.gada de inconsisn::ncins y zonas opacas; sin embargo, el problema fundamem::tl que la
iusnficó sigue siendo de la mayor importancia en las ciencias humanas
~' sociales. En estas disciplinas, los investig::ldores IOm:lmos por. objeto
de nuestras refleJiones e interpretaciones el comportamiento de agentes qu e constantemente reflexion:l11 e interpretan también el mundo en
el qu e viven . Esta condición de nUCHTO conocim.iento es inevitable, y
1.1 u[ilid:l.d de la distinción etic/emic consiste precisamenre en tener en
cuentll esa condición. Etidemic tielle la IItilidad de permitirnos distinguir con la ma)'or precisió/J posilJle el plallo de III/estras acciones, rej1exiolles e IlI terpretaciones como I!/vestigadores, del plallo de las Ilcciones, reflexiolles e illterpretaciones de las IJerSQllas cl/yo comportamiento
tomamos por ob;etu de análisis.
H e ofrecido sólo :I.lgunos elementos para mostrar b utilidad de la
distinción elicJemic. basándome en algunas ideas de Pike y de Marvin
Harris, y en la versión del problema ofrecida por Del! Hymes. La lItilid:l.d fun dament:l.l de In distinción se encuentm precisamente en uno de
los asunros que vienen preocupando centralmente a Aurora González
Echevarría a lo largo de sus escritos: la responsabilidad an.:lIírica de los
textos antropológicos. Corno otras ciencias sociales y humanidades, la
:J.mropología trabaja sobre mundos en los que viven personas capaces de
interpretar la realidad a través de sus acciones. Por eso hay que sei'¡alar
que el investigador es responsable, desde su perspectiv:l etic, del texto
en el que se describen, explican o inrerprcrnn 135 acciones de quienes
viven su vida. El investigador. con su aparato conceprml, es quien prodllce un discurso acerc:! de las personas del campo que investiga, :I.unque ese discurso esté influido de maneras muy diversas por las acciones
(pane de ellas igualmente descriptivas, explicativas o inrcrpn;tativas) de
qui enes forman su campo de investigación. Etic y emic son c3tegorbs
útil es sólo si nos atenernos al contraste entre dos form3s de práctica
bien diferenciadas: la de quienes viven su mundo y la de quienes, como
los :lI1tropólogos, lo illvestigall con fines analíticos precisos y COIl una
específica disciplina científica (sin olvidar que éstos a su vez pueden ser
lll vestigados por orros. como Aurora Gonz51ez Echenrría. desde una
nueva perspectiva túc). En sus p;¡J::¡bras:
42. Gon~,\Jez Eche'-Mr[;" 2009: 1,16.
74
75
FORMAS VIVAS
CULTU~A
ANTROPOLOGIA y OTRA, TONTEI\IAS
.
En los úlrimos años he reflexionado sobre las diferentes concepcionl!5 de
la dicotomia emü:/ef;c ¡... ]. La primera impresión h,e que emir: y etie ~on
conceptoS reóricos que no pueden extrapolarse fuera de una orient,lóón
teórica precisaH •
Efectivamente, elic }' emic empiezan a ser categorías inútiles r, como
asegura Aurora en ~u conclusión, «erróneas», en cuanto empezamos J.
olvidar que cualifican a una relación cOI/creta de illlJestigaci61/, la que
se da entre alguien que trabaja y escribe con voluntad analítica en el
seno de una profesión científica y alguien que vive su vida persiguiendo
muchas otras voluntades.
Cuanclo estn distinción no se tiene en mente corremos dos tipos d..:
riesgo complementarios. Por una parre, podemos llegar a entender que
la representación de la vida social que hacen los inve~tig3dores como
resultado de su trabajo es, simplemente, una muestra m:lS de la vida
social que ese investigador ha tOmado por objeto, encubriendo así el
rrabajo de análisis y composición del que sólo él es responsable como
al/tor. Por otra parte, podemos llegar a pensar que bs e~trllcturas, sistemas lL otros entramados teóricos forrnul:ldos por el investigador en su
trabajo profesional, se encuentran instalados de forma concreTa en el
mundo de quienes viven MI vida, ignorando con ello que wdo análisis
de la vida concreta ofrece un3 posibilidad, m:lS o menos adecuada pero
!lila posibilidad al fin y al cabo, de representar esa vida. El análisis teórico de la vida 1>OCi:l1 puede ser m:lS menm valido, pero la tarea cien·
(ifica consiste precisamente ell el recOIlOcillliel/to explícito de la prolJisionalidad de los allálisis. Si construimos un Jná1isi~ con la pretensión
de que será el definitivo, el indiscurible, el que reOeja auténticamente
lo que es esa vida, nuestro ejercicio dejará de ser ciencia pam convertirse en dogma.
Como sucede con tantos otros concepros de las ciencias sociales
(entre ellos el concepto de cultura), la deriva histórica de las caregorías cric y emic expresa un debate intelectual, un conjunto de pOSturas
en el que se cirran las tensiones propias de Ulla empresa difícil: entender la vida humana y entender cómo llegamos a entenderla. Podríamos
deshacernos nominalmente de las pabbras ~etic/emic;", como podríamos deshacernos nominaLmeme de la palabra «cultura» o de la palabra
~sociedad .. ; lo que no conseguiremos es deshacernos de los problemas
fundamentales que han venido siendo representados a través de tales
palabras.
°
4].
G()n;cll,,~
Ech""arrl;l, 2009: 'Il.
UII matiZ so
brc la expresión «COI/;lIl1to de reglas»
p3gin~ más ~rr.iba, Iel: ~:í~~c~;
Le/lguaJe y practica, la
II,1S.
- el concepto de culnlTa:
ióll que entrana
n~
.h '
d
.
con'umo cualquiera de regb~ emos e
Siempre que eXJmlna!ll'los un ..) a una doble re:;¡lid;:¡d: por una parte,
• "ue en" .as ~e enclcrr resión lingiHs!\ca;
.
, .1
tener prcse!he ...
por ona. pan , .. algunas del!sas reglas en<.:uentr:ll1 e~Pre~ión práctica, incorpor .indose a 1.1
Suna~ de l!Sas reg1a~ el\cUel\t~:U1 ;~f:l. cultur:l se encuentran doblemente
tJll.1S
§c ve, las res a~ . e terl1lill:1d:ls en cuanto ,1 SIl gn'ldo de
indetermil1ad:l~. Se encuentran In d e . d t~rminada~ en cuanto J. su grao
explicirud lingüísm:a Y se enctlen~:lO In e
d'o de correspondencia con la acción concreta.
acción. Como
'd 1
de existencia de la cultura (§3 y §4) permire
La. diferenCIa e p anos.
"6
e hasta este momentO ha
re
de
mdetermlllacl n qu
.
señalar una llueva f lIcn
.
. to de reglas". "Con)unto"
bi¡o la expresIón ,<con)un
d
l '
1 s que los seres humanos "n
permaneci do ocu1ta
.
1 s reglas cultura es con a
d
significa aqul que a .
de una en una' o, dicho e otfa
,
s y relaClOnes no van
• .
,
.
d
'l'
-tarse como la puesm en ¡uego e
forma ,1 suS aCCIone
Inlra
no
pue{
e
lnterpre
1
1
manera, una cu
'
l ' l"ca la idea de que as reg as se
una sola regla. El conceptO de cu rura Infi'P 'ro ,iones o para utilizar una
·anal como con gu u
,
,'¡ereen dt: forma re l aCI,
H ' V,laseo dcml1adalllente,
d
ti
do
ton
onono
expresión que he esarro a
. gos conducir UI1 coche, votar
.. e'nar
con nuestrOS
amI
,
..,
como tramas.
t
. . .
.
a DIOS ¡¡weror en bolsa ... cualqUIer aCCI0\1
'. d
'ego coniuntos de reglas en
en unas eleCCIones, rezar
roduce pomen o en 1U
,
I
humana concreta se p
. .
bl 'IDa de la antrOpologl3 es e
.
'ficas Un Vle¡o pro c · '
d
configuraCiones e~p~cl
. ,
. ue presentan estoS conjuntOS e
grado de sistelllal 1c /(ittd y co"ael1cta q
eia con éste es~ei grado de
r egbs~.I. Un problema adicional, ql~e se empar
,
limitaciólI que presentan tales clon\untos. na sencilla indicación. Cada
.
11 emas Pueden ac ararse conI u • .p '6/1 (\4) deJos COl1jUI1Estos pro)
ma como un" (escrl el
)
e
YO> que la C\I 1nlra se pres
d formo ° 'u aCCIón social {§3 ,
1 ersonas an
"",
toS de reglas con cuyo uso as p
' d de sistem3ricidad, coheren" 6 . ¡de a Incorporar gra o s ·
_.
El
d
esa eScnpCI n tlel'
d
oseer en estado practlCO.
cia y limit":lción que la cultura P~16' 'd no p pra"'ica col110 he indicado,
~,
1 . d scnpcI n e una
motivo es que cua qllle~ e
_.
una representación que no
.
.d r Laclón de esa practlca,
contiene una I ea 1 .
d . 'b sino a bs reglas de compOsólo responde ala práctica que se escn e,
, d R d 2009 119971: CSrec;;¡lmellle, d opítu!o 6.
H, Vdasco y D.3Z e 3 J,
41, Cf. Gcero.. \975.
77
76
.
Palabras muertas v p,¡labras 111sli~uientC textO sobr; la i ndetermi-
.ó
fORMAS V¡VAS
CUlTURA.
A~TRO"OlOGIA
y OTRAS
TO~TERIAS
•••
sición propias del arte de describir. Estas regbs de composición tienden
entonces a incorporar coherencia, sistem:lticidad y limitación, porqlll.~
la práctica se toma como objeto de la arg/lmentación de quien describe.
Imagina que paseas por el monte con Wl anúgo. Al andar (§J) hacéis
un camino que existe en estado práctico; r ponéis en juego un conjumo
de reglas, algunas de forma consciente y arras de forma inconsciente.
dependiendo de cuál sea la intención de vuestro paseo. En ese paseo
concreto puede suceder que decidáis adentraros por una ruta nueva,
creando tina regla no previsra. Si vuestro objetivo es relajaros, segtlí~
aproximadamente la pauta de deteneros donde os apetece; pero si vlle~­
tro objetivo es hacer deporte, segufs aproximadamente la pauta contraria. En todo caso, seguís un conjunto de [eglas de forma aproximada,
repleto de transgresiones y nuevas posibilidades. Al llegar a casa, ni
hermano os pide que le describdis qué habéis hecho. Al describir vuestro paseo (§4), muy probablemente introduciréis un orden idealizado,
lUla coherencia en los movimientos, lUl sistema en las trayectOrias, un
catálogo de puntos y trayectos limitado. que representará p3rcialmcnte
lo que habéis hecho en la práctica.
Enseguida comprendes que la imposición de sistematicidad. coherencia y Ilmitaci6n en el nivel descriptivo de la culrura (§4) tiende a ser
más r más probable conforme nos desplazamos hacia las esferas más
Incluyentes de la figura 2. De hecho, las palabras «sistema» o «estructura» son características de los lenguajes analfticos de b antropología }'
de Otras ciencias sociales (S4b, §4c ... ). Lo son porque las descripcione~
de la c\llmra producidas por los científicos sociales han de situarse en
argumentos precisos y ordenados que tienden a ofrecer imágenes coherentes, sistemáticas y limitadas de sus objetos de estudio. Se trata. de una
tensión inherente a cualquier práctica de investigación"·. Un estudio de
los paseos no puede realizarse solamente yendo a p:lse3r. No import:!
cuantos paseos concretos pongamos en práctica, sólo podremos hacer
ciencia de esa forma de pr:ícrica idealizando descripciones de esos paseos. Para hacer ciencia probablemente necesitaremos pascar, pero t3mbién necesitaremos hacer mapas.
Puedo enunciar ahora nuevas indetermiJ1aciones que nfecran al concepto de cultura, especialmente cuando éste se entiende corno una descripción de reglas (§4); la cultura se ellWelltra il/determinada el! cuanto
al grado de sistematicidad y coberencia con que se presentall las relacio/les entre las reglas, y ell cuallto al grado de limitación del repertorio de
reglas que es tomado en cOllsideraciÓn.
46.
cr.
Día7 de R;¡d3
y Cruces,
A lo
la~~fi;~i~S~~sc~~t;~~cl:;~~t~~~~I~~~aCUalro
S1. Cultura es lIna for01".. de
.
de reglas con cuyO uso \as
S2. culturades el conlU;l~~ re\aci61~ que las personas
person:;l[l~:~n~~I:~Hre·s¡. e'n su vida social.
d
1 con CllVO uso \:l.s
: I
pe¡'<;onas dan forma 3 su :.1ccI611 socia.
, ., hecha por alguien. del
§4. Culmra es una deSCrlPCfOlI,¡ . pc'rso!l:ls dan forma a
con·Junto de regl:ls con cuyo uso ~sJ
su aCCión SOCIa.
SJ Cultura es el conjunto e reg as.
.
,
do cuatrO lndeterminaciones en el
También he presenta
1 .
concepto de cu tura.
.
-6 L s reglas de la culrllra se
Primera i/ldetenll/lW~J 11 . a
• te a su grado de
encuemran inde¡errmnad~ e~.7u~n
explidtud lingulsuca.
.
·6 La eglas de la cultura se
Segunda illdeter}1/JI1a~, Id' s r u;nw a su grado de
encuentran indedterm.lna as l:na~ci6n concreta,
correspon encla con
.
'6 L c Ilrura se encuentrJ
Tercera indeter/l!lIlacl 11.\ a do de sistematicidad y
indeterminada en cuanto a gra \ relaciones cl1n'e las
coherencia con que se presentan as •
reglas.
,
'6 L cultura ~e encuenna
Cuarta indeter/llHlaCl "' a rada de limitación del
al
indetennin:lda en cuanto g ado en consideración.
repertorio de reglas que es tom
L991.
79
78
vida social.
7
LA CULTU RA COMO RECONOC IMIENTO
I
Y CO MO DISCU RSO
De hecho, elida person3 habb Su propi:l len.);ua, y a me.di·
da que Jisminuycn lus conceptos con significado común,
se hace más difícil comunicMsc con los demás.
P.1Ll1 AlMer, El país de /IIS líltillldS cosas
Veo mi trabajo como el de un restaur.tdor: alguien que se sirve de la
memoria y de sus instrumentos para recomponer desde su propia sensibilidad una palabra usada. Como cu::ilquier palabra. la palabr:l «cultura»
está para ser usadn, y rodo el que la usa goza de libertad para hacerlo a
su antojo. Con el uso las palabras se erosionan, se fragmentan, a veces
ganan sentidos nuevos, y rambién pueden llegar a lIenar<;c de herrumbre
como el anda de un barco :lbandoll:ldo ti su suerte. NadJ. hay que decir
sobre el uso de esa libertad. Como profesor de antropología me pagan
para cuidar de las palabras que definen mi oficio, para reStaurarlas a mi
m.:mera y devolverlas a arras personas, En el uso de su liberrad, esas personas barán de ellas lo que crean conveniente hacer. El pun,tO de partid::!
e~ que hay una memori3; éS3 que yo he acopiado en mis c'srudios de lo
que otros me dieron.
Esa nu:moria de nuestro lenguaje es todo lo que tenemos Jos científicos sociales. Si queremos llegar a entendernos de algíl'n modo, hemos de comprender que no son aquéllos a quienes no pagan por hacerlo quienes deben cuidar de SI! lengua le, sino nosotros mismos, En
nuestras 111allOS está, y sólo en nuestras lllallOS, cvit;lr que nuesrra sociedad científica se cOln'iertrl en el país de las (dti1l1a~ cosas. Hay así dos
pai~ajes en la circulación de palabras como «culnml>\; el de la gente que
se limif3 a usarlas, )' el de la genre a 13 que :lquelb otra paga por imentar restaurarlas.
Pero, por arra parte, una sociedad científica no debería ser una iglesia. Restaura[ no d ebería signifiClr entre nmotros recuperar las palabras
18 J
CULTU~A. ANT~OPOLOGIA y
OTRA~ rONTERIA~
para otorgarles el valor de una verdad de fe. Nos guste o no nos guste,
la palabra ·<cultura~ h.1 :l.colllP3ñado históricamente a la antropología
social y cultural desde sus orígenes l. Soy de los que opinan que esa
palabra sigue siendo una de las palabras fundamentales, si no la fundamental de nuestro vocabulario analítico. Todas las disciplinas científicas
tienen palabras de esta especie. Estas palabras no deberían ser entendidas como portadoras de signifk.:ldos cerrados. Más bien, habría que entenderlas como esp:lcios par;1 el debate. Renunciar a ellas es renunciar a
la empresa crítica de la ciencia, pero usarlas en una sociedad de cientíncos no debería conducir a anular su mejor cualidad: propiciar el disenso
comunicativo. Son pabbras en tensión rorque cad::! amor ha de partir
del supuesto de que su contribución a su definición, esclarecimiento o
restauración sed inevitablemente una contribución parcial; pero, a la
vez, ningún debate es posible sin contar con que quien participa en él
rCl1dr:í la pretensió/I de convencer a los dem::ís de que su intento analí·
tico es el correcIO.
L'1 debilidad que algunos ven en la palabra «cultura», debido a la
aparente pltualidad de sigl11ncados que encierra, e!i precisamente!iu mejor virtud. Esre argw11enro es importrlt1!c cuando se rr:J.ta de pensar en
los usos de la palabra «cultura .. por parte de otros especialistas científiCO!), es decir, aquéllos a quienes se paga por cuidar de sus lenguajes analíticos. Hace unos años asistí aun congreso sobre «patrimonio cultural
intangible» organizado en mi universidad por el profesor Honorio Velasco. A esa sesión asistimo!) trabajadores de diferentes disciplinas. Ante
mi insistencia en la idea de que es ulIporrame conocer los contenidos
analíticos que encierra la palabra "cultur:ll> en antropología social para
poder siquiera empezar a e!Hender 10 que se encierra en el concepto
"patrimonio cultural», un jurista exclamó: «ies que los antropólogos
no os ponéis de acuerdo en el significado de la palabra cultura!» Esm
exclamaciÓIl venía a ser una justincación para su completa ignoranCIa
de nuestra tradición imelectuaP. Los antropólogos qlle hemos tenido el
placer de compartir espacio con especinlistas de otrOS campos estamos
acostumbrados a eMe cipo de mensajes'. Tal argumenro es sencillamente
1. Véa!;(" a c!!.t~ rc,pecto el excdenre ensayo de ~em1ntic[' hi,r6rica e~crilo por Al·
fred L. Kroeber r ClyJI' Klud:hohn (1963b 11952[). Y, más recientcmente, Stocking (ed.).
1996.
2. Esm ignorancia oS pnfeclameme eVllable. como lo ha demostrado Je~ús Pric{o
en 1111 exccleme eX3l1le" lurídlco de la presencia de la palabra _cuhura. en la constirución
cspañ()la (Pricro d~ Pedro, t995).
J. M, tr:lbalO en el ambiro de la antropologrn de t., eJIIC~Clón y de h. e~cucla, en
reIJción con lo~ u~os pedagógicos del concepto de culrura.,s uno de las mO[J~OS Cl'ntral~$
182
LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO OISCU~;O
Inadmisible. Como indiqué en el capitulo 4. puedo eSt:lr de acuerdo con
Annetc Weiner cuando dedaró:
La :tntropologia no puede seguir exigiendo derecho~ de propiedad sobre
un concepto ¡el (OI1CepIO Je cultura] que form;¡ pane de muchos orrm
campos e intereses·.
Sin embargo. mi acuerdo con esta idea depende de qué entendemos
aquí por la e"presión .. otros campos e intereses». Si se trata. del uso que
hace de este concepto una madre de familia, O un rockero, entonces,
como he indicado, nada hay que objetar. Pero si se trrua de personas
que viven preci:.amente de la únicl empresa de tener cuidado con lo
que quieren decir con sus pab.bras, como los juristas, los pedagogos o
los sociólogos, emre muchos otros, eTltonce~. sin nece~iddd de utilizar
la antipática expresión "derechos de propiedad», hay que decir eSto
con total cbridad: en ni nguna disciplina se h:1 elaborado con mayor
esmero, precisión y cuidado el concepro de "cultura» como en la disciplina antropológica. El jurista puede hacer lo que quiera con la palabra,
naturalmente, perO cuando tenga que infhur en la confección de una
ley sobre "patrimonio cultural" ell el ejercicio de 511 profesi6n es muy
probable que sea sencillamente incompetenre; o que, como suele ser
habitual, al contribuir con su ignor:mcia a esa ley, descubra algún Mediterráneo navegado décadas atr5~ por los antropólogos. Es verdad. los
antropólogos no nos ponemos de acuerdo en lo que significn 1:1 pal:1bra
«cultura», pero en el camll10 de ese acuerdo que, como he indicado. no
tiene por que! llegar a alcanzarse por completo, muchos .antropólogos
han invertido millones de horas de eshl(:rzo que han conducido, como
muestro en este libro,:1 resultados bien concretos. Al fin y al cabo, ¿me
permitiría a mi un jurista intervcnir como anrropólogo en lh interprctación profesiollal de las leyes sólo por el hecho de que entre los juristas
no existe un acuerdo general sobre el concepto de «jl\Sticia~, o sobre la
cOlllplej:1 relación conceptual entre «jusricia» y .. legalidad.>? Preferiría
que no, por el bien de los afectados.
de eslOS p:¡rr-•• fos. Vllia.", V~b<;co, Gard3 C;blaño y orJ1. de Rada (ed~.), 1007 [19931: y en
ese libro. Oluy rarticularme'"t, el en~a)·o de Harrr F. Wo1con, .Sobre la imención emo·
gdfica··. pp. 127·144, Vé~,e lambit'n Dí,\l de R.1da y VeIa.>Co. 19%; [)faz de Radn, 2007
)' 2008~.
4. ""ciner, 1995: IR.
183
l"
CII/turtl yexcll/slón
\,ol",amo\ " e:"l fUt:ntc de eJemplO!. quc fuc el Fórum cc:lebr;)do en Barcdona. fn \u entorno \C rcuni6 d Foro de las Alltorid.ldes l .oúl/es.
En un .mir.:ulo tiluladn ~L1 Agenda 11 de la Cultura propone polílica\
contra la eXdU\LÓn \ou.ll~~ Llu¡~ Pdlicer escribió;
El foro Je la, AUlClridJdc~ Lo.:alc) (FAL) de Pono Alegre Jprohó .1Ia
J~lmhlcl lJ A~t·nl.b 21 de lJ Culrur .1, por Il quC' Ilh repn:!>Cnllntc,
mum(lrJ1C'~ prC'-.c:nle, en tI reunión <;C' ~'()mprometlC'ron a IUl;hlr pnr 1.1
mdu~lón '>(k:ill de lo, ciu{lJd.1no~ a tr;l\'és del <lcccoso a 1,1 '/Ilt/lr,¡'
en
He ahí una Imagen frecuente de la cultura como espacIo separJdo
por una puerta cerrld;l que e~ preciso abrir con política!> pllblica~ para
bnndJr el ac(;eso de 1.1 gente. FS.l Imagen dibuja un estado del mundo.
E~tán los que se encuentran ya en la cuhur.], r luego esdn IOdo ... lo ...
dem3.,:>, fuera de ella. E,:>.l lIlugen di bUla también una idea de la cultura
como e~pacio e"clmivo y exduyente. en el que ~e encuentr;1I1 la\ pobLtclones .df.lbetlzad;" y escolarizadas, I~ artistas reconocidos, los hombre ..
mUJeres que \e han hecho '·.ller en una u otra rama de los ~abert:' púo
blico~ rUC\IO~ en orcubCllÍn .1 través de libros, anículo~ científicos. cuadro!>. películ.t\. !tlllfonb~. mlleble~, edificio~, vestimelH.ls.leye\. ell.:élera.
Esta Imagen del mundo \ de la cultura no consla nunca de un.l ~ola
puerta. porque detd!\ dc cada puerta siempre encomrar.h otra que te
..eparad dc un nuc\'o espacIo de exclusi\"idad r exclusión. L.t l;uhur¡1 e ..
l.:onccr'IJJ aquí como un bU:'n que te faculta para avanzar en 1.1 carrera
de la vida. ha\ta llegar. puena Iras puerta, por las emplnada~ e~alera\
del ;)scenso \ocial. a lo, lug.lres de las élites. Las mejure~ Intenciones.
e~as que p;llrlt.ln en el trabalo del Foro de las Alltoridades I.oúlles, no
pueden ayudarnm. a ,obreponer el ímpetu de exdusividad ye,du<;ión
que 'oC elKierr.l en esa imagen. Esa Imagen del concepto de cultur3
Iran~porta int·vuablememe el acuerdo con el Juego de la~ élltes. Condcscendicmcmenrc, gr;H:io.,ameme, la.. élnes emregan 1.1S llaves de .. m
elev.lda~ c~tanCL.1\ a qtlLene .. c~tán ,1bajo. a qUIenes están fuera. Pue\ ,(¡lo
puede .Kcedcr.. e .1 un lugar !tI e\ que aün no se está en él. b impo'lble.
CU;)11I.10 loe ve .1,í el Illundo, res"urse a Jugar el juego ljue V.J incluidl) en
el paquete dc lal cOIll.:cpción de la cultura.
Para mí, como .llltropólugo ~oclal. la cultura no es e!to. El IUC~O e\
OIrO. Y e\te otru Juego oblig.l a precis.1r, con todo de/ollle, <l qllt se accede
r
/:11:.111 • ., Jc 01.1' ti o.. .!(l1)4. p. "'. l..l ",,",,,,, "" mu.
1<4
CUlTU~"
COMO HCONOCIMIENro ,
COMO
DI$CU~SO
en concreto al atra\'esar cada puena. tn lil fllltur" y., eS!olmus lodos.
ToJos lo~ sere!> humano!t ponclllos en juego nos contuntos de reglas
que aquí vengo denominando cultura. El hecho de e~tar alfabeliz... do
o no, el hecho de estar cscolanlado II no. el hecho de \:lber o no saber
componer o apreciar !>lIlfonías nada tiene que "cr con el hedlO de ser
un agente de culrura. El Foro de lils Al/tom/lIdes 1.0(¡J/es puede brll1d.lr
escolanzación, alfabetizaCIón. competencias' rCl.."ur\o\ para conremplar
cuadros. escuchar slIlfonias o IIlterpretar leye\. Todas é\a, 'ion competem:;as cultuGales. ciertamente; IOd.1~ ÍJcullan p<lra Ju~r con diversos
conJunto~ de reglas [S1 r S3]. Pero no ..e puede deor de quicnes no h;)n
aprendido e!>as competencias ljue no son a~entc\ culturalclo. Lo SOIl, Su
,ida social, la que viven cotidianamente Clundo h ... bl.lI1, ,1man. odian,
trabalan, cocinan, comen. sueñan ... ~erb 1I11ro.,ihle "i no fueran agentes
de cultura.
L.1 consecuencia de jugar con un conccrto cxclmivo de culrura cs,
gener.llmeme, dar por ~em;Jd.l la idc;l de que son I.'.wlllsil'os qUlene~!>c
cnl'uentran ell la cultura. La consecucnCI.1 e~ moral: esa culrura e.xdu+
\iva de los exdu~i\"o~ los ha conducido por el camlllo de la pt·rfección.
los h;l hecho más hUIll;tno~. Y así. no ~ólo Ik·g.Jnln, .1 pem,lf de qUIen
h.l .lprendido en la escuela .1 leer)" e .."ihir que h.l perfeccion.1do preci!t,lInente csa competenci.t e\pedllca; lleg.lmo~ .1 pen\.lf ljue e.,.l persona
es n1;)\ humana". t\ada import.l si otr... pCN.lIlJ h.l .lprendido en determinado!> espaCiOs de su vid.¡ di.lrü la .. tél.:nic ... , par.l cultivar lechug.ls,
confcccionar zap.Jtos o p... ~lOrear reno~. r ..... \ Ctha~ no "on tan elcvad.1!>
(creelllo!>, nalUralmente, lo~ que Jam.b no!> hemo, pue\HJ a hacerlas).
Pero • .lntes de ser moral, la con,ecuenCl.l de Ju~ ... r I.."on un conl;cpto
exdu!>;,'o de cultura es an ... lític;), o sea !l(l) afr.1'tr ... .1 1... Ignur.lnCla. Al
usar un conccplo exclusivo de cultura IC\";)I\[;)mos un ... pueru, una escalera. enrre CM>S s;lberes especilIles }" 1.1 idc;) tan hum.lIla do! ~aber. Desconectamos dega y arbitrari.lL1\ente el mundu de la vid.1 ordin;lria ~ de la
burbuja de la .culrur.l*. Escriture, .•lrti .. t.1S, Científico." etcétera, mueren
así en "Ida pagando el predu de 'u propia Imem.uel. Sus1>er.ona\ IIt,gan a ser sustituidas por .,u\ obra;. E".J .ltrofi.l del concepto de culrurJ
nos devuelve una Imagen desoladora. Por una parte, l!!ncmo\ pCf'onas
6. Vr;l.><! Frallzr. 200.!:\lS.
... E,lc ~OllccpfO oc "OlunJn ..1.. IJ nJJ' (td,.·,,5/t·,·lt) fu~ fr.lt>.I¡.1Ju .IOlph.lmemc
pnr .\llre.1 'i~h(¡u~' ThuJll.l., I u~kmann, ~ Jdin,J,1 .1.[: ··P,l' IIlImJ.l Jc 1.1 \"loa ~o!OJIJna
Jebe "lIIcnJer,c ..,<"" .imh'f<) oe la rcallo.lo 'lu" .. 1 aJuho ,11~rI.I \ norm.ll ',mplemenT"
pre,,,p,,nc en 1.. .acmuJ Jr "IIUJU (umún. [)C"tiW¡_III1.", pur .. \u pr""'p,,,,idón ¡"Jo 1"
'l"" "'f"'nm.. m .. Ol"~ (Omu mUI<""!of"m.lt>k; p.lrJ n"",01r",. 11..10 nt.lJo Jc ~O!>.l~ n .Iproblem.íl"o hJ".1 nUC\<I a~I>;O. l"-'hu'lI ~ I u.:kmann • .!OUl 1<j.~!I: !~).
INS
CULTURA
vivas, mas no suficientemente humanas; por otra parte, tenemos seres
demasiado humanos que, cuanto más se acercan al ideal de humanidad,
más mueren. El concepto de cultura de nuestra tradición antropológica
es taxarivo a este respecto: todos somos seres igualmente hum:mos, rodas esramos vivos, todos sabemos hacer cosas (mejor o peor), unos unas
y OtrOS orras. A un musco se accede pagando una entrada (o redistribuyendo un ImpueSto), a la culrura se accede siempre, sin pagar. Basta con
haber nacido, tener un cuerpo, y unas cuantas personas alrededor.
Nuestro concepro antropológico de cultura ha de incitar también a
resolver el problema de las enormes desigualdades a escala planetaria.
Es urgente tomarse en serio el propósito del Foro de las Alltoridades
Locales:
Rescatar 'bienes comunes de b humanidad', de los que millones de ciuhall quedado excluidos a causa de los 'desequilibrios' que hn
dadano~
originadu
I::J
lA CULTURA COMO RECONOCIMI[NTO '( COMO OISCURSO
¡&'NTROPOlOGIA y OTRAS TONT€RIAS
glohalizaci6n econ6mic<1 s .
Pero esra s6lo sed posible con una imagen horizontal, no jerarquizada, de todos los millones de seres humanos que pueblan la tierra. Pues
naco favor had la idea de cultor:l al reparto igualitario de los biene~
comunes, si esa misma idea conduce a presuponer, de alltemano, que se
puede ser más o menos ~er humano.
Hace tiempo has leído:
§3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las
personas dan forma a su acción social
Una parte de ese conjullto de reglas comiste en el repertorio de las
que utilizamos para relaciotl<lTllos con las reglas mismas. Al relacionar-
nos (regladamente) con las reglas que se ponen en juego en nuestro
universo socia! sometemos a juicio, de un modo u otro, !aG formas de
vida de bs jJfrsonas que en él habitan, incluidos nosotros mismos. Al
ponerse esos zapatos, la tierna agente del FB! da cuerpo a un modo de
vestir,:l un modo de entender lo que es «ir vestida», y ese modo incorpora su genuina sensibilid.ld estética, ~lI biografía y su origen social. Viste usando las reglas que aprendió a lo largo de su vida. Cree ir elegume
porque así lo creyó <11 ponerse esa clase de Z:lpatos en su mundo social.
Lo mismo sucede cuando calzamos calcetines impecablemente blancos
con impecables I1locasines negros, creyendo que es:! parej<1 irnpolur3 de
complementos nos toca de elegancÍ3. Entonces podemos tropezar con
el portero de lllla discoteca que, consider<'indo;,c exclusiva, nos negad la entrad;]: "no se admiten horreras». Para entender este fenómeno,
Jean-Claude Passeron nos dio un;] concis;] definición del concepto de
cultura:
Ull~ cultura es t:lntO un
sistema de reglas9 •
Los zapatos de Jodie Foster. La ClIltura como recollocimiento
En El silencio de los corderos, la aún inexperta policía encarnada por
Jodie Fosrer "isira por primera vez, en la cárcel, al despiadado Aníbal el
caníbal. Ambos cruzan miradas a Través del vidrio de seguridad. Luego
comienzan a hablar. El asesino, con su gesto aristocrático, sabe matar
también con sus palabras. Toda la autoridad de la joven policía se vient
abajo cuando él, en un alarde de ojo clínico. pone en evidencia su vergonzante origen de da~e: ¿de dónde ha sacado esos horrendos zapato~
baratos? La crudeza de ese Juicio e~tético}' moral, una forma de juicio
a la que, expresa o fntimamemc, estamos todos acostumbrados, pone
de relieve el proble!11:t del que :lhora me ocuparé: el recollocimiellto,
1" apreciaciólI y I:J. /Jlllomá6/1, como parte del concepra anrropológico
de cull'ura. Apreciación y reconoc.imiento se encuentran en la base de
cualqUier jer,:¡rquía socia] construida a través del concepto exclusivo de
«cultura".
11. El Hlís, \1 de
mJI'O
de 2004. p. 39.
186
si~[ema
de rel3cionc5 con las reglas como
W1
La cultura no consiste sólo en las reg],:¡s para llevar a cabo tina acción, sino también en el conjunto de relaciol/es regladas que los agentes
m,:¡nrienen con esas reglas, el conjunto de disposiciol1es que ponen en
Juego al interpretarlas. Los agentes sociales, a traves de sus propias disposiciones aprendidas en relación con su mundo social, ma'ntienen relaciones con las reglas básicamente de dos modos: (a) JI percibir, apreciar
y reconocer, las prácticas que realizan los demds; y (b) al realizar ellos
mismos sus propias practicas. Ninguna <1cción social es, en 'este sentido,
unidimensional. Cuando un relojero ajusta el mllllltCro de lln reloj no
s610 usa reglas para su acción, sino que, sobre la marcha, usa reglas
pam valorar la adecuación de su acción. Ninguna acción social es en
este sentido una mera acción sobre cllllundo exterior al agente que la
realiza, es tambiell una acción sobre su mundo subjeti"o, sobre las regl.:!s
a través de !as que cobra forma su propia <1cciÓn. Por eso es preciso dar
9.
Passeron. 1983: 22.
187
CULTUR/\
ANTRO~OlOGIA y OTRAS TONTERI/\s
ahoTa un nuevo paso en 1;1 progresión de nuesrras definiciones. Desde
esta definición, establecida en el capitulo 2:
§3. Cultura es el conjunto de reglas con cuyo uso las
personas dan forma a su acción social
progresamos hacia esta Otra:
SS. Parriendo de la definición §3, cultura es el conjunto
de regbs para rela.cionarse con las regla.s de §3 en cada
situación concreta
Esas nuevas relaciones son inteligibles como un conjt1nto de reglas
de üp/'eciaciólI, recOllocillliellto o illterpretación de las regbs del juego social; por ejemplo, Id interpretación que pone en pr:icrica Aníb,,1
el caníbal al juzgar los Z"p~1tOS de 1.1 joven pobón. La figur;1 13 iltmriJ el
enunciado de la definición SS, mostrando sus componemes y exponicndo tres ejemplos con algunas vari:l1ltcs.
ESte tlla::vo nivel de comprensión del conccptO de cultura puede
enrenderse mejor 8i pensamos en el lenguaje y en las diferentes manera~ de esrudiarlo lo . Un:l posibilid:1d es estudiar el lenguaje corno un
conjunto abstracto de regbs fonoJógic:ls, morfológicas, sem3ntiC:lS y
sintácticas. Esa Imagen Jel lenguaje se puede contener en un par de
libros escritos. En primer lugar, un diccionario lingüístico que melaya
la 'iuficicme l11formación fonológic:l, morfológica y semántica; o se:!,
un catálogo de pabbras con b representación de sus pronunciaciones
(plano fonoI6gico). la mención de si se [rata de sustantivos, artículos,
verbos, etcétera (plano morfológico), y la definiciÓn de sus significados
(pl<lno sel1l;Íntico). En segundo lugar, una gramitiCl, en la que se nos
dig:1 cómo esos diferemcs tipos de palabras se combinan sintácticamente para componer frases bien formadas. La gramárica es un conjunto
de regla~ de compusición de oraciones bien fOTrll:ldas que nos dice,
por ejemplo, que esta frase está mal compuesta: .. León vuela fucsia
el por aire .. ; pero esta otra, aunque onfrica, está bien compuesta: "El
león fucsia vuela por el aire»!I.
Otra posibilidad, ba~taJlte más compleja, es estudi~lr el lenguaje ob~ervando sus liSOS ¡míetkas, es decir el conjunto de reglas con laS que
los agentes concrelO~ que leen, cscuch,lIl, escriben y hab1a1l un idioma,
10. Un.l formulación ,om.:iSJ Jd mismo problema en la comp~ración entre cl1lturn y
I~ngu;¡ie se enC'llemra en Jla.sseron (1983: 22). Un libro p3J"U disfrutar con la diferencia entre e.\OS ni\·e1~s de comrren~ión e~ el ~iguiente: ¿Qué sig,,¡ficu hablar! {Bourdietl. (985).
11. 11 elcmplu cI;¡SICO con es!c mi~mo formato se enOlentTa en b obra ,k No;un
Chom~ky Esrmerllras slI/t<Íe/,eas (1 ':l78 11957J; 19).
¡8S
LA CULTURA COMO ~ECONOCIMIEN"O y COMO DISCURSO
:'i(H1 elemplo; dell'bno i 3.1. los siglli~ntts:
·Un réloiero pone en ju~go regb~ para aju,tar ti mmutero de un rdo)
• La jo\·~n polida de El si/roe;o de IQ5 eor,l,'TOS pone en juego r~!as para calz:ll"sc
y lb'ar ~ zapJ!($
>Te despides de un amigo de Buenos Airo dlndole do~ bew... uno en
c:lda mejilb: pero, cuando le vas Il dar d ~gundo, fU amigo rema
la mejilla (porque en Bueno5 Aire'! sólo esperan un be~). Tu
has >o:guido una regla.s paro saludar, w amigo de Rutoo,
Aires ha ~!luido OIras
S 3.l. Ln! perrona, !ls,n
reglas pora Jar fClrm;¡.1 '"
""'Ión \QClal
t m."
S 3.1. u>.< p,·r ••.
'''.111
reglal poro tI"r í",",~ • l¡jo
rebc)('Inc, qLl~ man"cn~n
,on las reBlo. U",,<I,I,
~" S 1.1.
s.s
Pmlcndo de la dcfi·
nici(>u ST, culrUr.l es
el collJlm!O de r~¡;JM
par~ reladon.lr~
con
Ia~ Te¡¡b~ de
en rnda
SJ
.~iru;¡r:i611
Soo ejemplos dd plano S 3.1.10\
~]guleme.;
'Sobre lJ marcha df \U ~~ción, e5l'
relojero pone en iuego r~gla, rlra l"alorJr
si lo
VJ
haciendo correrume11l1' al segll;r
las r~gLas de SJ.1.
• Al calza= )' lJe\'~r esos Z,lpaIOS. la ioY~n policia
El silencio de 10$ corderos pone en lurgo reglas
que b IIc,·an a reconoc~r que ponerse) IIc~ar eso\
d~
zapatos !!'S adl'Cu:lJo, oporruno, rl(é¡era. Al criliC3r to;.l~
reglas que ha rUC~!(¡ en Juego la loven poh,¡a, Allíb,11 d
Caníbil no !xme el! dJld<l que!J poI,d<l s~(IJ ponerse rwO$
mpatos)' C<llllmfJr (Ol! el/os (I!'i tler:ir, las regb5 dd pl~uo
S 3. l.). Lo que polJ~ el! d",/,¡ es qJ/~ /i! po/id..I sep.s ,UOI/I)(er qu~
;..¡pwos 5011 los ,¡dewJdos, oponmms. elcill'r<l (e~ de,ir. b~ rc¡;JJ~
del plano S 3.1.)
·AI dar" tu amigo de Bu~no5 Alr~> dos bc<;o,. lIJ]O en cadJ meiilla. ponn eo juego regbs ¡¡Lle le permilen :;:¡her que d~r do. beliO. e,> lo correao,
adecuado. e¡ct¡era. Al reCibir el primer beso, tu nllllgo de Buenos Am:s pon~
rn ILlego reglas que le pctnlllcn ~aber que 110 hu de t.\p~rJr tUi segundo I">cso,
y retira la tara. Tu cmOnce~!e qucd:l.\ '011 el !W\IO ,uspellso)' él Hu"hién. Pero,
como .suele suced~r C11:lJldo hn)" bllen rollo. ~lInb(l, co;t.lis di'ru~,ro~ u reconocer
que en d pbllO S3.1. h~béis seguido r~~las di,lin!;)"~)' no e>!~is inclinuJo) a SllpOl1er
ningu~ d~ est~~ dos cosas que os lJevJrian ~ tener uo rOlllliclo: (a) que ~I Otro es incompfleme rara !¡a1ud"" (rbno SJ.I.), (h) que d Olro e~ incOll1rClcnlc parn fo.lber qué forma
de ,aludo es ulldecuad.l. ('()rr~,l.l, t!,éter;¡ (plano S3.1.)
J-igura 13. En cada siTuación social exisTco al mCIl()~ do~ pl.1nos de rClllas.
1S9
CULlUII."
"NlII.OPOLOGI" y Olll."S TONHItI"S
hacen uso de su lengua par3 producir efectOs sobre los demi,>, sohre
ellos mi~mos, y en general, sobre d mundo. Estudiar el lenguaJe de CSll'
modo implica prestar atención al pLulO pragndrico, es deCir, pr.lctico: e
implica sil ullr el uso del lenguaje en situaciones concretas de utiliz:lCIón,
Estás en una sala de teatro, se apagan las luces} aparecen en el cs·
cenario do~ personas que se du.;en lo sigu iente: .. deja que te bese en lo~
labios con pasión", La obra pro,sigue en el e5cen3rio cu~mdo de prOnto.
tu vecino de bucaca, un desconocido, te dice al oído: ~ deja que te he~l'
en los labios con pasión». Ambas expresione'l son idénticas :'J se contelllpbn desde la primera per~pccri\'a de estudio del lenguaje: en eSl'
sentido, ambas son frases impec;:¡bles. Sin embargo, ambas expre,>ionc~
son completamente diferentes desde la segund3 perspectiV3 de estudio:
la perspectiva pragmática. La primera per:.peuiva de estudio entiendt·
el lengu3Je como un conjunto de reglas de producción de fr3.'>es; en
ella se lInplica. por tanto, un sólo nivel de reglas, por complejo qUl'
éste pueda :.er. La segunda per~pectiva entiende ellengu3je t.lmbién así.
pero 3ñ:lde el e~tudio de b~ reglas con cuyo uso b~ personal> definen
cómo usar las reglas del pnmer IlIvel. apreciándobs, reconociéndob~,
LI1 te rp red.ndola~.
Fácilmente caerá:. en la cuenta de que e~ta complicación se pare":t·
mucho:lb que te expuse clL,mdo te arroJé.11 abi~mo de la cultur;:¡. La C,l'
pacidad de los :.eres bumanos para defimr, .1preciar. reconocer, Interpreur regbs, y en definitiv3 par:l relacionar!>e ..:on las regbs en mlllriple~
IlIvele~, es JIlcreíble. Ninguna descnpción de la culwT:J es del todo ade·
cuada hasta que llega a Incorporar est.1 complicación; a la que t:Hubién
se refirieron Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn: para hablar de cultur,l,
no b:lst:l con b noción de ,.hábito,. (o lualquiera que la smrituya):
La Pllabra .hjblto~ . [... J (S dema~lado nl':utral; un grupo nunca es a(n
fl\"amem( indifereme a ~u cultural!.
Escuchar de tu vecino de butaca la expresión ~deja que te bese t'n
los bbios con pasión~ te 113 dejado de piedra. Pero entonces un fOl.:o
se dirige hali;:a vosOtros r os ilumin3, de manera que todos los dem . h
espectadores pueden ver que estás;:¡l bdo de un :lctar m.h. comp'lrricndo escenario. Sigues de piedra, claro. Pero de otra manera. Enton ce~.
levant:lndo el volumen de la voz para que rodas ruedan oirlo, el qlJl:
era tu vecll10 de butaca dice a todos los presentes, ilunllnado por una
poteme luz: • ¡deja que te bese en los labio~ con pasión!"
190
L"
C.ULTU~"
C0r10
~eCONOCIMIENlO'"
COMO
DISCU~SO
Cuadro 22. Algo m,]:. que reglas
Firrh, 1944 i
La 3ntropologLl ~ocial es el estudio científico de l:t CUltuT3 humana. Su interé:.:.t' centra en l:t diversidad de regla.." comportamiento~ y creencias del hombre en los diferentes tipos lIe sociedad, y tn la uniformidad que subyace a tod3'> las sociedades
(por ejemplo, en lo que respecta a la org,mización falmliar básica). No se ocupa sólo de las diferentes formas de las cosnUllbres en todo el mundo, SIIlO tambIén del ~Jglllficado que estas
costumbres tienen para la gente que l:ts practica (KK 185).
Ese orden de "sigmficado~ es el que ~e eXpres.1 en nue:.tra definición SS. Un detalle: cuando R3)mond Finh!>C refiere aquí a
"la organización familiar b;Ísica ~, sólo indica que toda socied.ld
humana riene alguna forma de organización f:tmiliar.
Al hacer cosas que t'xigen de algím modo el 3juSte a reglas ejcrcit:lmas ulla doble competenCIa cultural. En un pnmer nivel. d3mos forma
a nuestr.l'l acciones y relJciones, ), en un segundo nivel, damos formol a
la relación que mantenemos con ese primer ejercicio. A su vez, las acciones rJe e~e segundo nivel pueden ~er objeto de un nuevo reconocimiento, como cuando se evalúa a un evaluador, y así sucesiv:lmente. Como
me comentó en cierta ocasión mJ alll1go Fernando Monge, que solía
Jugar al rugby años 3tds: «una cosa es jugar al rugby, y otra cosa es ser
jugador de rugbp. Es decir, una co,>a es <.:onocer las reglas (le un juego
y ponerl.ls en pr;ictica de alguna manera, y Otr:l cosa muy diferente e~
ejercit:lrlas con tal soltura que puede deCIrse que esa persona ha II1corparado, literalmeme.las regLts del juego: las ha Imprimido c" su cuerpo.
Solemos reservar ese Juicio de identidad -ser lug.1dor de rugb}'- para
recollocer que la relación que la persona l1lanl1ene con el conjunto de
las reglas de Sil acción es sólida, consistente, y se debe a una experiencia
de larga trayectoria. Y tambIén solemos apreciar las JIlseguridades que
sa!t.lIl a 1.1 Vlst.l en nosotros mismo~ o en los demás cuando la rebción
de una persona con las reglas de su acción es titubeante; o podemos
hacer que el OfrO Il.:lquee al poner en evidencia pública, como A.níbal el
caníbal, la 1Il.ldecu;¡ción de sus competencias culrurales en una situación
determinad;\. La clave es que, al hacerlo. t.lmbién lugamos con reglas
191
CULTUAA
ANlAO,"OlOGIA V t"cTkAS lONTIAIAS
convcnr.:ionales, tamhién ejercitamo\ (ultura. No rodemos '-alorar t:.
acción, con!>tnlyendo .l\i lerarquí.:J emre lo adecuado y lo madecuado.
lo mejor r lo peor, lo hueno )' lo l11alo. ;11 margen de todo luego cultural. CUdlq/ller e;ercicio de wrarqlll::.lCI()1I SI! produce e1l algún campo dI!
III('go, por medio del lISO de algún COII/1l1110 dI! COIIL'clIciol1es Imll/allas.
Regl.l )' tiempo. L1 ctlltllra como discurso
Ha llegado el momento de hacer un le\'e cambiO Je rumbo, un dc~do
lOuril pero fundamemal en el trat:lIllLento del com;epto de cullUra. E,re
desdo h.l ... ido señaliZ<ldo riempo atrj~ en nue\tro viaje, en el capirulo _'o
al tr.-Har de la cuarta 1I.1\"e del llavero: la llave de t:. prjcrica y el proce..o.
Sohre I:ls defil1l":lOnt:~ amenore!> (S2 a SS) pC'><.l gra\'ememe la expre~lón .conJunto de reglas ... Y por I11m:ho.!J matice .. que Imrodu/C.1·
mo!> para .lhger;1f esa c;lrg,l, por mucho que no .. preguntemo,. como
hIClmo~. ,,¿cómo puede la blandura de la vida refenrse con la no..:ión
de regb?_, e imememo,> tlcxibilizar c!>e duro ¡""trumento de medida,
la Pllahr.... regb·· a..:.1h.1f.l por ¡mronernos una ciert •• manl.l. F...l paJ,,bra termtnad hac¡cnd()no~ e!>Crihir en negrita 1,1 nO':lón de e~trll.:turJ.
mienrra~ dejamos SIII relieve la no~i6n de pro..:cso. h prcci ... o. por tanto.
desprcnder~e poco a poco de ella, y encontrar ,lltcrn.uivas más equill·
brada, entre lo que Ylene preformado en la acción humana y lo que se
estJ formando durante \u cur!>o.
Lo~ l.apatos de JoJ¡e Fo<>ter t.unbién llevan .1 e .. re problenl.1 . .11111troduClr en nuestro concepto de cultura 111/ q//mto phmo de i11(leter11l1·
//.:JetÓn. M;b arriba escrihf: las regb~ de la culrura se encuentran 1Ildcter·,
minad.ls en cuanto a .. u grado de exphcltud hngühtica}" se encuentran
mdeternunadas en cuanto a :.U grado de corre~p()nJenc\;l con b JC(lón
con.:reta¡ b culmra se encuentra mdeterminada en cuamo al grado de
si~lem:HiciJJd y cohcrenda con que Sto presentan Ia~ relacione .. elltre I;¡,
regla!>, ) en cU:UltO al ~r.ldo de limitación del repertorio de regl;l~ que e,
ramado en consideraCión.
Aníh.ll el canmal no .. hace ver que 1.15 reglds de 1<1 <'IllturJ se el/c//ell'
triJ/l mdetermm<1dJs t.wlbiill en cu.mto d Sil adectldciólI coucrer., <1 CdJo.l
situación social co/teret./. No imporra cujl sea mi cxpectariva acer~.' de
1.1 adecuación de mi acción para ulla ,¡tuación \odal dada, pueHo que
esa ~itua..:ión es :.o..:ial. 1111 acdón sólo tendrj un 'iCnrido )' una imerpre·
ta":lón el/ el curso concreto de Sil reJIi:"¡óóll allte los otros, en Sil deel/r·
so. ('ti s// disc/lrso.;\\¡ a":":Uln sólo u:ndr.í una formJ cultural un.1 Ve7 '-luc
ha Sido, no ~ólo reali'",da. !>1Il0 tall1bicl1 \·;.Iorada. re..:onoclda. interprerada. por los orro~ -indulJo )"0 ml~IIIO comn e,pe~lador de 1111 prur,::a
19.1
LA CUlTUAA COMO AECONOCIMlENTO T COMO 015CUA50
::acción. y como Jugador. Para ello, esa acción ha de cohrar cuerpo en un
tiempo ..oClal concreto. en una .!Jltuación social concreta: ha de form,¡rse
a!lle lo~ ojos. lo~ oído.. () d tacro de los que ahí se encuentran, formar..e
ame la ..emihilidad de In.. que e!llran en relación conmigo, como age!lle
en e.!Je escenario com;rew. ESil aCc/óll es imleterllllllada el/ lo que respecta <11 resl/flado concreto de 1/11 cOI/J/tIIlo de Iletos de Jerarqlli<.<táó1l,
¡Jetos de poder. elltel/d/l1o iste como /<1 capacid<1d p.lr<1 h.1cer efectil'.1 Id
defil1icüíll de Id realid.1d SOÓrl/ lJ • ,\1e apropio :1!>i de la agudeza de (jerd
Baumann • .:upndo c~cflbió:
progre~J.do dewe unJ. no.:iÓn reificada de IJ l:ulturJ y luego pro·
hast::a llegar J una t;:ompren\iÓT1 di"'UhIV.l 14
I kmo)
~c~ual
y ambo J un n""o p"eno,
S6, La cultur'l e.. el diSCurso. el decurso. de un conjunto
de reglas convencionales pue,ta~ en prklÍca en el tiempo
de la!> sitllacione~ sociales.
Con esta formulación tenemo~ ya las sei~ definiciones del
concepto de cuhura que propongo
SI.
Culmra es una forma de vid::a "'()(:l::al.
\2. Cultura c, el conjunto de reglas con cuyo uso la,
personas dan torma a la relaCión que la~ perwnas
mantienen entre sí. en su vida ..oci.l!.
~.].
Culmra e\ el COllluntO de reglas con ..:uyo u..o la!>
pcr~on,l~ dan forml ::a ~u .lcdón ~ocial.
S4. Cultura es una descripáólI. hecha por ,llguieO', del
conJunto de reg!.l\ con curo ll'.O 1,IS per\on.l' d;¡n form::a a
su 3cción ..OCl,11.
D, \'é .• ..., nln ti" R.I'J.¡. 200-:'- 121. "-,,,kdmJ.n. 2007 ()1f<1 nlOJ" Je- J"'lt ('S[(>,
hacle-nJ" 11'>(' Jd (on~"rtu .le- mJrCJd"r d,,,cnl/(o que- U1!rOOUlt ("n tI capirul" 2, n ti
~lgule-nIC: <"d,) "Có'''' es md,·lt"f'""l1.ldJ,n a,,,,'/,,;11 grJJ<I t"II ¡JIII' 1m m"r,,,J""I'~ J,"'I1/Icm ¡JI/e ''''''' {>f'n<>IIu PI'"' ('JI I~J 5<'" IIItr..."rrt.,.}'J$ ik (on".). cmmm por wJ", 1". dt.'tIIJ'
"\"',,,'" (lrr/,nc'tn ,..,r" <'$U •• /" ....;0(",. PueJo J",..-m.e un", ~It-¡u.ruo. u.r:\l,'" <lU;: a nll
r;arcj:ll .. ~ll.lIn .h"tn.-nJ,,~, l..1 d;¡vt" e~ <lut". '''ITIO en muchos UIT ...... CUOII anjl,,~,.
fiúlo Je....-uhrirt qUt le r;¡'t"",·n ,h"rrcnJ,,~· cuanJo 1", rong,a .l1fe MI. "I'~ e-n t:, U"fIO de
.Igun.l d.lJC' Je- tnlt"uú"lón.
14. 11.1111"""'1. lO!! I 1n7.
CULTURA, ANTROPOLOc;I ... y OTRAS TONTE!\IAS
SS. Partiendo de la definición §3, cultura es el conjunto
de reglas para relacionarse con las reglas de §3 en cada
situación concreta.
S6.
La cultura es el discurso, el decurso, de un conjunto
de reglas convencionales puestas en práctica en el tiempo
de las situaciones sociales.
También tenemos siete indeterminaciones en el concepto
de cultura
Primera indeterminación. Las reglas de la cultura se
indeterminadas en cuamo a su grado de
explicirud lingüística.
encuenrr~lll
Segunda indeterminaciólI. Las reglas de la cultura se
encucntrrln indeterminadas en cuanto a su gmdo de
correspolldenci:! con la. acción concreta.
Tercera illdetermil/{/ciólI. La cultura se encuentra
indeterminada en cuanto al grado de sistematiCidad y
coherencia con que se presentan las relaciones entre las
reglas.
CI/arta i"determinación. La cultura se encuentra
!nJeterrmnada en cuamo al grado de limitación del
repertorio de reglas que es ramada en consideración.
Q/lintd indeterminación. Las reglas de la cultura se
encuentran indeterminadas en cuan ro a su adecuación
concrera a cada situación social concreta.
Sexta imleterminacióll. La acción es indeterminada en
Jo que respecta al resultado concreto de un conjunto de
actos de jerarquización, aeros de poder, entendido éste
como la capacidad par:l hacer efectiva la definición de la
realidad social.
Séptima /l/determinaciólI (que es una variación de la
sexta). La acción es indererrninada en cuanto al grado en
'lIle los marcadores diacríticos'! que una persona pone en
juego son i.nrerpremdos de forma común por todos Jos
demás agentes pertinentes para esa siru3ción.
lA CUL TURA COMO R.CONOCIMIENTO y COMO DISCURSO
La cultI/ra
110
es un agente
Las consideraciones sobre el problem3 del reconocimienro, la aprecia·
ción y la valoración, es decir, sobre la interpretación de la cultura como
algo que está detrás de una puerta o en el altillo de una escalera, llevan
a sugerir que cualquier científico social, pero más que nadie un antropólogo, ha de ser consciente y crítico freme 3 rales operaciones de jerarquización. Ningún reconocimiento es neU[r:l1. En consecuencia, como
cienrificos sqciales no podemos dar por sentada la visión del mundo
que se encierra en las siguientes palabras dichas por Lorenzo Milien el
Telediario de las nueve, tras presentar la noticia de b felicitación pública
en el ochenta cumpleaiíos de Gabriel Carda Márquez, y 'al introducir
los preparativos del rodaje de Woody AlIen en 83fcelolla: "... y pasamos
ahora a Otro grande de la c111tura"I~. Par:¡ un científico social consciente
de la tradición del concepto de culrura que vengo desarrollando en este
libro, el primero es grande escribiendo novelas y el segundo dirigiendo
películas; pero ninguno de los dos es más gmnde que tú, o que cU31quier
otro, como agenre de cultura.
Dar por sentada la jerarquización que se encierra en esas palabras
de Lorenzo implica una especie de alquimia l7 • Por arte de birlibirloque
se pasa de entender la gran «cu!mr:l" (In lirer:uura, el cinc) como atribu~
to exclusivo de las élites, a entender c1l31quier otr:l fOfma de producción
social como 3rributo de bs masas. Y así se pasa de reconocer el valor
superior de una forma de acción a reconocer el valor superior de un
agente social concreto (e inferior de todos los demás). La confusión entre el concepto de cultura (un discurso) y el concepto de. agente (quien
lo pone en pdctica) está servida. En términos analíticOS esta confusión
es letal: lfIlO cultura 1/0 es /111 agellte!lI.
Al examinar la relación entre raza y clase social en lo~ Estados Unidos, Brackette WilJiams reveló los resortes polfricos que se acti\'an cad3
vez que se pone la cultura en cllugar de las personaS que la h:lcen:
•
Una vez cOfltempbd:l como socicd;¡d civil, la cultura se convierte en p.ute fundament:11 de los rnccuni5mos de control del cswdo. [...J La cultura,
15. Una eXl'lic~('i6n del ~on("'¡'>1Q de -marcador diacr¡rico- ,e cncu~nrr;! en la sec.
ción ~r.fiCt' fnru: 1. I:IIC,. CIIUC)" .• de! capitulo 1.
16. Pru¡;ra1l1~ del 6 dt 1l1l1rzo d~ 2007.
17. Eslll palabra, .alquimia_, forma p~nc dd bag.11"'- Je conceptos crcados en el entorno d~ Pirrre Bourdieu par~ ImiJbr d~ la ... operOlcirme\ ~iTT1b6IicJS que". inserTa5 en e¡ercicios de poder, transtorman la realidad a la Illtulcla de b I1Iterprt.'lJL1Ón de quiell~s más
1l1tluyen en su udinic.ión. ei.. por ej(mpl(). P.l5Seron, 191U.
IIL Vé:0.5e en el capítulo 4 l11i crfrica dial palabras d~ Gdlner. en Su conius16n dd
(oncepto de culruu C(ln el concepl(> de "o!"aivl(bd.
194
195
•••
~"CUlTU~A C O MO HCONOCIMIENTO y COMO DISCU~SO
de l:ontrol e~u[dl. e~t,lhlece b~ (()OrJcnddJ." en
que qued.ln fuera de e~a calcgori;¡ en la que ~t (I)ntun·
den [ra.l.l r dJ-.e] put"Jtn nlJmpul.tr 1<1 conh,~,6n JI' ,JemiJau ) cultura
l"Omo r,lfCt Ut "us CS{UCfIOS para ~ItUJf'ie a \i rni~mo~ en el C~IJJol'.
uno de
I()~ mec.lni~lm)\
CU\!) lIlaTCO
l{)~
F\tJ. relación de jerarquí.l entre la culmra de l.l~ élltes ~' la de 10\
dem.h, com"ertida en ¡erarquÍJ. entre diferentes tlpm de !>ere\ htlll1ano~
(l:abrfa decir aqul, arropiad.lmeñte, ... cl.l,es") e!o el pan nuestro de cada
día, tanto en d interior dc cad;1 e!otado-nación como en la relaoón entre
las diferenre,> robla¡;jone~ dentro y fuera de los e\tados nacionales. De
ese 1'.111 no se nlltre el l:oncepto de cultura que e~roy precisando en C~ta!>
p.ígina~. De e!oc pan se nutrió la relación colonial ), ~e sigue nutriendo,
gcneralmenre. el complejO prOl:eso de constitución de relaCIone.. entre
mayodas naoOl1.1les }' mmorí.l_\ mmigrante~. ~e e~ el alimento de la
per'l~tente idea de que eXI!>tcn ~culfUras a\'anzada~", y. por tanto. «~o­
ciedades avanzada<,~; a pe~;lr de que C1:lUde Lén-Srrauss .1dvlrrier.1 en
197.1, ..iguiendo una tradición de década!> de estudiO, antropológico..,
que ninguna sociedad hununa wavama" en toda .. I.t., f,tcetas de 'u ,lCción
!oimult.lneamentC<".
Cuadro 11. Un 1.1ITlentahle ejercicio de clitismo
I
Jaeger. 1945 !
htamos acostumbrado~ a us.·u la palabra cultura no para desCribir el ideal que sólo po.,ee el mundo Helenocénrrico, sino
en un !oentidu mucbo m:h trivial y general. para denotar .llgo
1I1hcrente en cualquier nación del mundo. mdu50 la má~ primitiva. Lo lI ..amos para designar el complejo tOlal de modo,
y expresiones de la ,ida que caracterizan .t cualquier naCIón.
Asf la palabra se ha ido al traste p;lra ~iglllfic:lr un concepto
•tntropológlco simple. no un concepto valioso, un ideal consr.:tentemente per\Cguido (l\.K 60).
iA ver SI este hbro que eH.h leyendo conrribuye a que la p;1I.1br.1
,·cultura,· se vay;1 al tr:hte definitiv'll11eme, pero precisamente ell
este sentido que defiende aquí Jaeger!
I
1'1
WlllIJm~. 1~lIq, 414.
20.
lt.I-!.tr~uss.I~~31Iq"'Jl.
196
El con..:epto de ..:ulrura que .lquí restauro no 1Illplu.::.l. por otra parte, un rel.ltI\'I~mo bobo en cuanto a la igllald",1 de perfección de [Oda
forma de .tcción. Clda <lcción humana depende C'n ~u .lCabado de la
experiencia ~ocial dC' un .Igente concreto que 1.1 pone en pdctlc<l, de un
tiempo ~oual concreto de aprendizaje, de la depuración de una competenCia, de un trabajO lIl\'ertido C'n desarrollarla~ l . Un aprendiz de t:~­
cmor, el que empezó ayer a Jugar con pa l :lbra~, no puede escnblr como
d aCtual (.abrld Garda Márquez (tampoco él mi"mo podía ha,erlo
cuando tení~ catorce ailo~). Pero lo que .:1prendió a hacer Gabriel a lo
largo de su vida e~, enlfe otras mucbas cosa\, escribIr; e~ de..:1T. aprendIÓ
.:1 poner en práctica una forma concreta de compctenC1.l ~ulmrJI '-1 . En
comrapartlda, no aprendió a dl,eñar 3croplano~, con<;trl11r Gltedrales,
confel:cionar cestas o aparear caballos:'. NlIlguna de estas 3ctivid.:1de!o
hace a nadie mi!. agente de cultura, Il1nguna lo convlcn~ a uno en
mas humano. Todo ~er humano. en la realización de <;t1 \-'ida SOI,;I.ll, es
.lgente de algún tipO de discur!>o de regla~. Todo ser hununo es agente
de cultura.
La cul/llra
"0
es ,m I)roducla
El error complementario de suponer que 1.:1 culmra es un agente e~ !>uponer que c~ sólo d producto de la acción de las per~onas. una co~a. un
objeto. Ambos errores llevan :l Ignorar el proceso. el decurso de aCCIón,
que encierra preci~amente lo que más IntereS3 al a11lropólogo. P ue~ro
que es habitual comprender la cultura como un conlunto de per-.onas
o productO~ jerarquizados. lIlcorporamo" el supuesto de que algunas
persona", ,omo 10\ artistas reconocidos o 1m IllIelectuale'i, encarnan la
cultura; }' algunos productos, la~ obras de .:1rte reconOcidas o los !,CSlIdos cns.:1VO~. son la cultura. Excluida!> de e~te hmbo se cncuentran todas
las persa"nas sin redención, los fontaneros, lo~ albañiles, las "'e¡;relarias,
las caJer.t5; Y todos lo~ productos de su acción, las tuberías, los tejados,
las instancias, los v.llcs de compra .
21. Un ~ritUnJenlO ~mllIJr. en el .imhuu del relJtI~l~m(l hugi,il_uco. SI: en~Ilt'lllra
"'pumad<l en ti lUlo de Dell H,mn . Un ... nut'\'J pt'l"opc':UU p.u,¡ 101 ,¡ntrvpolOftü hnltui.11'::1. (l9~ _~ [1'lM): 245).
22_ (jO'-..,h. 19M~ ll'i~~11 19'iO 11~¡¡61 .
2.1, !'\.l1uulmt'nft'. I~n"ro ~I el .lIllur dt' Cien ,111<)1 J,. y,I,·,IJ.f ha Jprendiutl ti 11" ~
h ....:er e,I;¡\ ~ ..u,. D... da Id cJr.fidad de m:mpo que h.lhr.i m~t:rndo t:n prQdU'I' 'u obra
hcer;uu., iO'pc.:ho que n...
197
CULTU~".
"NTRO~OLOGIA
y
OT~AS TONTERIAS
Es un misterio sin resolver la fascinación que acampana a las cosas
de la cultur:l exclusiv;]l~. Basta con que un objeto esté rocado por la
mano de esa distinción par:t que creamos automáricamente que su naturaleza es superior. Basta con que una cosa sea un libro O un cuadro o un
disco grabado para que creamos de alguna manera en su bondad moral;
y, en todo caso, para que todas las otras cosas del mundo, las tuberías,
los teiados, los ramillos, formen inmediatamente un fondo indistinto.
una masa entre la que discurre nuestra vida ordinaria_ Lo mismo sucede
con las «instituciones n:conocidas», esas cosas especiales desrinadas a
albergar a las personaS}' los obretos sagrados de la cultura exclusiva: [os
museos, las escuelas, las s,llas sinfónicas, los parlamentos ... Sin embargo, 110 está demás recordar que Mei/J Kampf es lffi libro y que la escuela
franquista era un:! escuel.:l. Desde mi punto de visra, ninguna de estas
cosas puede competir mor:! lmente con las vías de tren o los tornillos
que las 3sientan, cosas ap3renn:meme más neutr:lS, pero sin duda mfis
úriles para bcilitar 13 cOOl\lnic3ción social de las personas,
En nuestro mundo capitalista, si es que las cosas han de valer, hnn
de valer como 11lerc:lncí:ls. Convertir la cultura en COS:l, cosificarla, es
el primer paso para transformarla en mercancía. De este modo, paradójicamente, la misma ideologb que conduce a definir13 como cosa distinguida 13 traslada a la circulación gel/eral de los bienes de consumo.
Pero, puesto que las élircs ~culturales" encuentran su f3zón de ser precisamente en su disrinción como seres rabiosamente humanos, se resisten como gafO panza arriba ti aceptar que 10 suyo e.s mera producción
de mercancías, r a e~e efecto consolidan la idea de que lo suyo es algo
más que C053, es «culmra», o, en una versión delicadamente ambigua de
Ja palabra ..cosa", a medio camino entre el tener y el ser: «patrimolllo».
Por una pane, a través de esra noción de patrimonio la cultura cosifiGlda viene a provocar la exclusividad}' la exclusión; por orra parte, convenida en mercancía, 13 cultura cosi.ficada se disuelve en el flujo indistinto de l:l compraventa. La consecuencia es que las élires «culturah~s"
y quienes aspiran 3 entrar en ellas, una vez sustraíd3S de b masa de lo~
mort:lles, pugnan por hacer v.der los productos específicos de su trabajo como l!ll:l «cldrura» distintiva, peto sólo pueden hacerlo manchálldose las lllanos COIl esa actividad mercanti l tan impropia de su rango.
Designar a esos productos como «cululra" con la implicación de que las
tuercas o los raíles no son «cultura ... , no tiene Otra funció n que mistificar
a sus prodLlctore~ creando así dos categorías de persona,>: las que for2-1. QUIen rn;\~ S{' h3 ;Id~nrr.ldo en e~tc mim'rio, y qU'~1l mj~ ICluS h3 ileg.ulo ell su
.1cbr.H:ión. e5 ~in dud3 I'ierre Sourdieu (1 \l1I8a 11979]).
198
LA CULTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO DISCURSO
man parte de la sagrada familia de 13:. élitcs. y las que no forman parte
de nada. Como h.1 indicado ruat FirJ.r, la progresiva extemión de este
concepto de «cultura.. es consecueme con el hecho de que «la cultura se
conviena creciente mente en un obieto de consumo y de mercado_ 1··-1
Hoy en día, los individuos, creciememenre consumen culmras más que
pertenecer a alguna de ellas,,!;.
Es po:;ible ponerse apocalíptico como Fu:u Firat y construir una
crítica de las sociedades contempodneas como si en ellas se hubiera
borrado todi posible comprensión de la «cultura,. en arras términos
que no sean los estrictamente mercantiles. Esta crítica 3pocalíptica. sin
embargo, acaba trasbdando a la comprensión del concepto de cultura
tOda la carga de cosificación que impide considerar e[ concepto con
arreglo a la tradición antropológica. La deficiencia de este razonamientO r3dica en p3rticipar de la misma definición cosificada y jerarquizada
qLle se somete II crítica, al dar por supuesto de antemano que esas cosas
que llamamos «culmra», los cuadros, los libros, la~ obra~ de :lrte, son
en sí mismas diferentes de las mercas, los r3fles o las mberras. Para un
antropólogo social 110 lo S01l; todo producto de la acción humana, sea
cual sea ese producto, lo es de un proceso de cultura. George Yúdice
ignora también este principio, :ll escribir:
La culrura se refiere a procl:Sos ~imh6lieos que delimitan un ad~nrro}' un
afuera jerarquiz.ados. E~le a~pecto delimitador sigue siendo fund~men­
t:1l. J... J Es mediante eSta JeJilnicación como la cultura tiene ~us etectos
constirurivos~~.
La verdad de este enunciado es s610 parcial, pues responde a un
concepto restringido de .. culrura .. , el que es acorde con los ejercicios de
reconocimiento, apreciación y v3loración de las élite:; artísticas e intelectua[es. Estas é[ites son decisivas para 13 herrumbre del concepto de
cultura pues gozan de un enorme poder ala hora de definir cómo debemos imaginar nuestro mundo social; son ellos, en definitiva, los principales agentes de eso que denominamos ~opil1ión pública'::. A través del
concepto antropológico de cultura q\.le restauro 3quí, los alltfopólogos
debemos saber renunci3r al privilegio de estas élites.
25.
Fual Firal. 1995: 105_
26.
Yúdicc,2005: 107.
199
CULTURA
ANTROPOLOGIA y OTRAS TONTERIAS
¿Excef)ciólI cultural?
De esn pugna de las éJites artísticas e inrelecruales por mantener el privilegio de su exclusividad como seres humanos a través del privilegio de b
exclusividad de sus obras, ha surgido t:l curioso debate de la excepción
CIIltllral. Este concepto fue negociado por el gobierno francés en 1993,
en el marco del Acuerdo General sobre Tarifas y Precios (CAD) de la
Organización Mundial del Comercio, ame la invasión en tierras galas
del audiovisual norteamericano, particularmente el cine y la televisión.
Lo que propuso entonces el gobierno francés fue aplicar una regulación
estatal (considerada especial) para obligar a los distribuidores a cumplir
con una cuota de exhibición de películas francesas. Ello constiruía una
supuesta excepción en las condiciones de libre mercado, aplicable a un
bien «culrural» que debía ser protegido por el estado n.:tcional francés.
Las voces de los adalides dellibemliS11l0 económico han formado coro
desde entonces, jumo con algunas voces de las élites imelecnJ;lles y :lrtísticas, para expresar su escándalo ante esta limitación de la libertad de
circulación de .. la cultura». Tanto la designación de .. excepción culrural», promovida por el gobierno francés, como el escánd:llo posterior
sólo son comprensibles a la luz de un concepto restringido y elitista de
cultura. que la inrerpreta como el producto de la acción de unos seres
rocadas por el dedo de Dios. Sólo porque esa versión mistificada de
la palabra «cultura» entra en escena se arma tanta bull:1; pues lo único
que es excepcional de la llamada excepción cultural es el creer que la
«cu ltura», es decir, las merc:.1tlcías producidas por las élin::s nrtísticas, ha
de permanecer al margen de cualquier proceso regubr de mercado. La
asociación de b p:llabra «cultura» con la palabra «libertad» genera un
griterío ideológico que parece girar en torno a la libertad humana en
su conjunro, cuando en realidad sólo gim en torno a la circulación de
mercancías mondas)' lirondas. Establecer reglas de restricción para el
mercado de la mantequilla no hubiera alenrado, no alienta de hecho, un
escándalo de tal magnitud; y a ningún gobierno se le ocurriría designarlo, provocón, con la expresión "excepción láctea».
Si tomamos como puntO de parrida el concepto anrropológico de
clllruf:l que aquí quiero restaurar, un concepw que extiende la comlición de la cultura horizol1t:llmcnte a toda forma de acción humann,
cabe pregunrarse: ¿por qué deberíamos considerar complt:tnlllente libres de tránsito a las mercancíns producidas por los arrista~ y los intelecnlales, cuando, de hecho, los estados nacionales someten a regulación
constante orros tipos de mercancíns hasta donde pueden y por todos los
medios a su alcance?
200
~A CUlTURA COMO RECONOCIMIENTO Y COMO DISCURSO
El escándalo suscit3do por la denominada "excepción cultural» se
funda en un debate completamente desoriemado. En primer lugar, porque pane de una concepción restringida y exclusi\'~sta de .10 que ha de
cnrenderse por «cultur¡l», el hueso preferido de artistas e lnte1ec.tllales,
y también, en eSte caso, de políticos sedientos de «C\dr:lr:l n,lelonal,,;
en segundo lugar, porque parte de la i.lusiÓn d~ que ~I ~llbre merca~o»
e~ un becho, el hueso preferido de los economIstas hbernles. Pero ni la
Clllrura se reduce a las películas (ni a los libros, ni a ningurta mercancía
en concretor ni el mercado es libre (que se 10 digan a los defensores de
la batalla perdida del llamado .. comercio ¡usto»).
Veamos este desbarajuste en 1.1 opinión de unn persona que gusta de
roer los dos huesos: Mario Vargas Llosa. En julio de 2004 publicaba un
artículo en El País con el título .. R3zones contra la excepción cultural».
Desde su punto de vista, los defensores de la excepción cultur:ll comparten dos supuestos:
11) Que los bienes y productos culmrales son distintO~ a lo~ otroS bienes
)' productos industriales r comerci:lles, y que por lo nmmo no puc:den
ser librados, como esms últimos, a las fuerzas del mercadu -a la le~'
de b. oferta)' b. demanda-, porque si [o son, los produclOs ba~tard.~s,
innuténrico~, chab3cano~ y vulgares terminan desplazando en la opmlOn
pública (es decir, enrre lo~ consumidores) a los mis \'al¡o~os y ongmales,
a las auténticas crc:aciones artisticas.
[... [
.
b) IQue] los productos culturales deben ser objeto de un CUidado .especial por parte del Estado porque de ellos depende. de mnncrCl pnfllor·
dial, la idellfidad de un putblo l ... lr .
No tengo dudas sobre las intenciones del gobierno rrancés en las
direcciones que apunta aquí Vargas Llosa, y creo que quienes defien~en
la excepción cultural se sumart.lI1 sin problemas a esto., dos prlllclplOs.
Como antropólogo. mi opinión sobre 10 que dehe hacerse en materia comercial es aquí irrelevante. Lo que sí es relevarve es entender
que se trata de eso, de un asuntO comercial, no de I~ c.utt//m. Y, si.endo
COIllO es el caso que Mario Vargas Uosa no es espeClabst:l en r~\a.Clones
comerciales ni antropólogo, cabe preguntarse por qué su opllllón en
marcrin que toca estos dos palos alcanza tal predicamento. Sólo, ten.go
1.1nn respuesta. Su opinión ctlcnt:l como persona destacn,~n en el ambl_t?
«de la culrura», o sea en ese ámbito del que quedan exclUidos los albanlles. las cajeras de los supermercados o las secretarins de dirección.
2í. V"rga5 L1osa.1004.
201
CUlTU~ .... "'NT~O"OlOGI ... y OT~ ... S lONTEIIIAS
lA C UlTUIIA C0110 H C ONOCll1IENTO' 1.'0110 DISCU~~O
Ll regulaGón men:anul de Ia~ IlIcr~all\:ia~ puede sostener"C (o no)
con perfecta mdcpendem:ia de esOl> dth argumelH()~ que, sin dud.l, promovIó el gobierno franeÓ. PreCi'hilllelltc. ell el ámbito de bs mcrc;lnda!,
produudas por arti~tl~ e Intelectuale~ C~ perfect;nnente pm,ible delendN es;¡ regulación comerCIal 111mb/e" desde o.1rgllmetltos COIrtrilrlos:
d) los biene~ y productos ~eulturalcs* no ')on di.,tinms de cualqUIer
otro bien o producto tndtl~trlal y comen.ul;
b) nLllguna cllIelequia denomlllld.l ~Idelltidad de un pucolo~ puede
legitimar la validez de mnguna expresión cultur.J1. entre las que hemOl>
de mclUlr SI11 pemarlo dos veces los tornillm. l()~ ladrillos, los raíles y
los motores Diesel.
Con e~tos dos J.rgumemos o con lo~ contrario.. puede defenderse (o
no) la regulación mercanril de los "~lIene') culturale .. ·, porque cualquier
producto comerCl.:ll, cualqUIer mercancía. es de hedlO someud.l en el
exterior de lo~ e~l,ldo') naCIonales a reglas arancelaria.!!, y, en \tI Interior,
a regla~ Impositiva\ y de OIro~ tipos para regular .,u valor fin'll de mercado. Esas regb~ políticl\ ~OI1 a veces Internacionalmente acord;lda~ ~
a \"ece~ impul"s[a~ de fornlJ umlateral. ":n el tratanl1enlO dt' toda esta
cuestión el concepto ;ulIropológlCo de cultura, ll1l1pio de herrtllnhre.
permanece intacto.
En lo que rc .. pet:ta a la consideraCIón de I.t . cuhura· como una
burbUja habitad'l por artiH.ls e Intelectl1.l1e.... \'ar~a~ Llo\.l :.c ell~uentrJ
m.h cerca del gooierno francés de lo que parece ;a \llllple vista. Por e~o
est¡í de acuerdo con el primero de lo~ argumento\ que busca \omeu:r
a critil:a, df',~·I.indulo sutilmente haCIa un vergel en el que prefiere no
las del campo_ De hacer caso a \'arga5 Uosa tendremm que pen!klr que
el éXIto de ventas de un.l nevera no es la melar prop;lg,lnd.l para el u\o
de las tecnología.. domést1ca~. Nada de estO rcsl\te el an;i]151s. Un hora,
por elemplo. BlIItaleólI y [,zs L·isltadoras. legitima con su éXito el valor
de la literalUra exaCl.1mente dt· la 1l1lsm.l manera que una ne\'era legitima con su éxitO el valor de lo~ electrodomésticos. Pero tanto e~a novela
como esa nevera encuentran d éxito. 1Tlcvtlablemenre. desplazando a
otro~ produ~to~ de ~u mi~mo campo, y lo hacen gr.lClal> 1 dlSpoMtl\'OS
(regulados) Ue disnihución y comercializaCión. y no po.r arte de magia.
Una novela y una nevera '>On. en un plano, mercallCla5. y como tales
.'>c comportan; y en Olro p];l1\o. ~on obra~ culturales. resultado de ,en·
dos proce!.Os de acción humana reglada. AlU qUIen qUIera ver en esto
distincione.. e:opuna.!!.
.
Se puede sostener que los agentes del mer..:ado re.1hzan la regubCIÓll comercial mejor o peor que los agellte~ del estldo. Lo que no se
puede .,osrener es que las mercandas mal llamadas ~culturales,.. en lugar
de "3n¡~ticas". ~liter3rias .. , " musl1;,)les~, o lo que <;ea que las de':>lgne con
preci~ión. han de contemplarse como mer..:andas especiales. La ltbenad
del enfoque liberal de Vargas L.lOS;l no e~. desde luego.. la de ,un campo
de puerla\ ahiertas. como se rc~'ela en esta tnJ1l1festaClOn e:xphclta de un
concepto de rulntra lerarqUlzanre y exclUSIva:
Desde luego que: ,cría prefenble que.' lo~ coosumldurc~ N\'ieran J \'ece~
melor gu~to alJ hora de elegir un linro. un espectáculo. una rehc~IJ. un
concierto, \ que dicran en 'u~ \'idas nl.1\'or prcftCm:IJ a b cultura. (Puede
un gt)niern'o hacer algo al Tt"\peao? Much¡\imo. b la educaCIón. no los
\UbSldios,lo que puede crear un punlico má~ ...--ulto'o.
adelllr;Ir~;
Fs \'erdad que los proJllcco~ ¡;ulturalc~ ~on dl~tll\to~ 3. los OtrO~. Pan
lo 'iOn porque, a d.fcrcn":l3. de una ga~clha o una nevera. en H'Z dt:
de..pl31aT en el mercado a ~us ..:om('Ctldure\, le~ abren la puen.1, lo~
promue\cn. Una obra de ¡ealro. un llhro. un rumor que tienen i:\lto ~n
la mejor propaganda para darte dranütico. ];¡ ltter.Hura ) lJ pl1llura )
..:rt:Jn una\ curi()<,idJde~ } apctito\ -unas Jdi,,:óOllC\- que bendióan a
los OtTO~ arn~tas y es..:ritorc,!'!I.
Con esta ide.1lización del papel .,bierto }' ecuménico de la ohra de
arte Vargas UO\;1 de~paeha de un plum.uo I.ts lllcha~ por hacer~e valer
en el mercado del arte!9. Como bueno.'> hermano.!!,lo.. artistas ~e ~ientan
al banquete de la producción de obra:. sin Otro álllmo que abnr b~ pl/n"
lll.
Puede ser que la~ person.l" ha)'an de dar mayor pr~sencia en SU~
vidas a la/iteriltrlrol. el c;,re o la. músico silrftmicu. Yo en eso 111 ent.ro 111
salgo. A lo que no pueden a~plr.lf es a d.1r mayor presencia ala CII.ltllril,
pues ésta está prc~clHe, siempre, en roda~ y cada tina d t sus acclon~s.
Lo que distingue a un.1 ne"er.1 de una novela no es su cOndlCI?n
cultural. En esta dl'>Cu\ión. 1.1 distinción relevante entre las mcr,,:,lnClas
viene dada por la l1l1ención de qUIen, como autor o como distribuidor.
las pone en el mer..:ado. En eSle ¡,entido. el conJunto de mercandas .1
rravé., de l:h cuales ~U\ .lUtoreS o di~rrihU1dore<; intentan CQI1I11I11Ci.¡r algo
¡,í produ..:en una diferen..:i3 en relación con el ~onJtlnto de merc.1ndas
p.lra la, que tal Itllención C3rece de Importancia. Pero esta propu:dad
lit/J.
2'1, BuurJlcu.I'NI.
lO.
202
\".Jrp.~
Uou, 2U04 ti.
203
CULTUII;A
ANTII;OPOLOGIA y OTkA5 TONTEkl A 5
no cs cxclu'>I\'a ue las novda~, b .. película.. o la mÚSica sinfómca. Toda,>
la.. me:f\:anÜ.1S .pueden ~er nJ.i .. o meno~ susceptibles de tramporrar, por
ejemplo a tra"e~ de .. u el/Se/ID, inrenuoncs comumcativa.. de sus autore,>
o de ~u .. ui·.tribuidnrc... b emonce.. cuando ello~, que también pueden
'ter \'endcdorcs de I1c\'era-,> ", 'te ven atrapados en la tensión que siempre
mcorpora el _conccplO dc prop/cJ,;¡d lIlte/eclu.J/. Porque emonces el au.
tor o el dl-,>mb,uldor no sólo e'>peran p dmero a cambio de .. u rrahaJo:
esperan [amblen expreSo/r, pre:úOIl.lr hJC1.' afuer,;¡, sobre l:ts forma .. de: ~u
mundo, c.. peran que 1m otros parricipen de su forma de \'I\irlo· con su
aCCión conHlllIcatlv.l, e'presiv.l. el autor O el distribUidor espera~ inflUir
en b form,;¡ de \u mundo ..OU.l1. Y .1~j. e~pcran que su discurso cultural
tenga rcpen:u\lón ,>obre los dl~curso~ cultu rales de los Otro~. Este: doble
mOll\lO del wr humano cuando bu'>Ca COmUl1lCar algo a tra\lt!s de 1m
producto\ de 'u acóón es inevitahlemente tenso. Piensa por ejemplo ell
10\ nuevo" problema.... U$Clf;ldo-,> por la pJr:ltería m[)Slva de la propiedad
IIltelecnl.11 ••1 la que Sin duda puede ven.e aboc[)do también 1111 propio
trahaJo. Como .1Utor, no me gmta que me roben. pero deseo que Ille le.1I1.
Puentes. l.a cultuTU como c()munlcación
S6. l--<l cultur.l e.. el dls..:ur~o, el decur\o, de un conjunto
de: regla" con\'eIK1Unalc~ puesta~ en práctica en el tiempo
de la~ sltuaClone!t socialc~
Entendido a\í, el C(lncepto de cultura aruda a comprender cómo
e, que los sere, hum.1nO\ hahuan un mundo social en el que I.J~ .Kcio.
ne:. de uno\ p.lrtlClpal1 de Ia~ .1CClOnes de 10\ otros, al formar\(; en un
prOCeM> de e~tahlccinllento r regeneración de comenoones ..:mnUlle".
,-\lgun.1~ de e ...,<, convenciones, a tr.wts de forma:. de re..:ono..:lluit'nto
apreciaoón ~' ,.lloracJ()I1. le\·antan puerta~, }" a \Ci.:e.. erigen muro~ qtl~
cxdu)·en a lo.. otros de la cop.lrtlcipación en la vida social. Pero cuan.
do e~to slKede t"I .l,>unto \e reduce básicamente a dos COlmmos; o eso.,
muro, \011 muro .. reconocido~ por las pcrson;b en Juego, y por tamo.
J.ceptauo:. como muro .. /('g/tim()s; o eso~ muros son muro .. lnant.ldo~
11. 1...\ In~urp<)r,l"lun de ¡nle!\(iol1"~ ~umun'~Jfl\'as en las m~rc"nci;b 1" un ,,'unU!
muy ,,;unlrlcl". FI Jlrol>l~!11.1 del dt~..,;,) mOlO lalor maJ,do ue un~ m"r.,;~nda n\I ....· rcJun
",I!anlcule ~ 1.1 ,eI.1,lón de rroJu'-(lón. e~ de...·IT, ~ I~ propia m~nUI.lCTUr.l. 1.1\ Tcla""I1<·' d~
'¡"m!>u.,;,,·U1 pueden "Cr l.1m!>'t'n J,·",~i'-l' ~ la hora d" (.dllicar \i!tnlli(~.I<.>.. Ue dl",ún en
I.~ rnerc.1nd.n. llTU n~¡;l nla.1 .1" madera '-lile el1.u día ~ fal>n.:Ó con ,,1 UIII"" 01>1"'" ue
"I"fl'llrr 1,,, pbf"~. rue,I.· r""""TI'<".l/"W ,," un "1"<."1111(1 de d"lntou.,;,ún .1" 'anllgile.I~'¡l"'"
(nm.. una t"rm~ ~om"n,,,a"'·J. ~ lu,·6 dc lA (u.l1 el '·enueuor "~r'u J Ira....en.!'" 'u T"era
run,tOnalldad de tl$I).
lO4
LA CULTUkA COMO II;(CONOCIMllNTO y COMO
OISCU~SO
por la fuerza, y por tanto impue,>w.. por medio de la L·loh.'lIC/d que bu~a
la anulación o el e'ternllnio del otro. l.m muro~ legaim.ldos hloquean
la comuniCOlción ..ocial, par3dóJi..:amt:nte, IIlcorporando eS(' bloqueo
como un hecho comunicari\-o m.ís, de maner.l que una puerta se cierra
con lI.lve en el puente mbmo del emendllmento mutuo. en el puente de
la cultura como diS<..-urso SOCiaL Asi lo~ <,crt:~ humanos con ..rruyen su-,>
propIas ¡aulas, r normalmeme mrcnran s.alir de e!l3'> como pued·en. Ésa
e~ la e:.encld.del conflicto SOCI.1!. É\a e~ tarnhi¿n b e~encia de la violen·
Ci.1 ~Imbóhcá. que no~ hace con:.ennr el preoo Je algunas escl.lntude<;
a c.llTlhio de la recompen ..a de b \'lda ~O":lal. En rodo ca.'>n, e'>.l puerta
cerrada con nuestro cOIbentimicnto e~ t.lmbién un proce<;(J de: cultura,
un proceso comUlllcau\'o.
Lo:. muros levantados por la fuerza, ~111 embargo. cancelan toda fa r·
ma de comUnicación y qued.m por tJntO exduido:. del proceso cultura!.
Donde se engen e\o~ 1Tl1lro~ ya no lu)' puente; \ ~I e<, que hay 31gún
puente, por difícil que ,>ea el pa~o, e~ porque c~e muro de 1.1 \'lolencla
que bu\Ca el exterminio del otro ha \ido derrihado' l .
DécOldas de IIlve~[ i gac l ón antropalúg¡":;l lun promOVIdo e!,ta ide3 de
la cultura como COIllU1lICaóÓn. cuyo '-u\tento ,>e halla preci<,amente en la
condlClon univer..al de 1.1<' competencla\ cuhurale~ huITlJna.... Es ésta un.l
ide.l de culmr.l IIlcompatihle con tilla deti1lloún .1 pnon Jcrarquizame,
exdu,i\'a o excluyente. El> IIlcompatLhlc tamhién cun una defim":lón quc
entienda:lla cultura . .1 priOri, ":01110 una. cantidad que puede contener\e
en 1.1\ per~ona, en m:l}or O menor gr:ldu. Ll ..:uhura e~ un dl~ur~o de
regla~,lo que cuenr¡1 e:. su configur¡1óón, no '>u calltid.ld".
L.l promoción de eMe concepto de cultura impli":J algo muy ~Imple.
EII !lin1WIOS utltropológlcos toJos los seres J}/Im,;mIlS SOll ig/Mles e1l su
co"dición de amma/es CII/Wr,l/me1lte competentes, pan SOIl Jil1ersQs ell
sus fomt,;¡s de POllt" ell prJctic., es.' c()mpett·lIú". De! e;rudio de csta
doble propiedad de la ao,:ión hunmu ~c OCUp.l la .1ntropología social \'
cultural.
De.. put!\ de dt!cada~. ~1Il emh;lrgo, lo~ ;tnlropólogo~ ;0 hemos ~ido
c¡tpaces de impedir que e~te concepm. el timón de nue"tro harco. se lIe·
ne de herrumhre. A pe~;¡r de 10\ e .. fuer7.o~, el JI,>(,:ur\o pühli..:o de nue,>·
tro universo SOCi;ll sigue ~;¡tur:ld() de un concepto ler;¡rqui7;lme, ex·
du ... ivo y exduyenre. ·Cultur;l" ~e U~.I CUlhfallte11lente en lo~ meJim
_Il. roan un~ d, .....-u"ón l1I~flUd.J de ,,",,~ ~'lI1""rlO' Jc Holcnda )' ,uhuu. "~J""
}';.llInl.lnn ). C;IIlRn~h, 20043 , uentru d~ """ htow. "'I"""JII11"nl", "'rr"np'r. 1(}1)-I. )
BJIIIC'-'lm 1- Gm¡;rkh. !()04b.
ll,
¡"'r"""ho, ••
t'H 1.
105
CULTUR .... "'NTII.OPOlOGI ... y OTII."'5 TONTEII.I ...
s
pllbhcos para referirse confusamente a un conjunro específico de :lcciones cuyo nombre concreto eÍ> frecuenrcmcnre eludido: escribir novelas,
pll1r~r cuadros, componer música; y deja de usarse con la misma constancia par:l orrm: acciones iguolmenre )ltIrnanas: hacer never:lS, pintar
pnrcdes; construir vías de tren. OecJ:lrnr que ambos conju ntos de :lccioIles son ~g:lales ~n cuamO:1 la cultura que incorporan nos plantea a quienes escnbul10s bbr~s un costoso aHema persona): reconocernos igual de
humanos que los pmtores de paredes, los albañiles, )' los obreros ferroviarios. Es decir, reconocer que estas persollas son tan humanas como
nosotros lo somos. Ni más ni menos.
El conccpro antropológico de culmra como discurso de reglas sólo
puede restaurarse en el viaje hacia ese reconocimiento, y en b renuncia
de las personas que fo rlllall las élires arústicas e inrclecnm!es a considerarse, a sí mismas, como la encarnaci6n de la verdadera humanidad.
8
ALGUNAS PREGUNTAS CON RESPUESTj\
En este pumo de nuestra travesía podemos disfrumf de UIl uaño en
aguas claras. Antes de reanudar la marcha hacia el puerto de [a diversidad culmral, 10 que hasta aquí he escrito permite dar respuesta precisa
a una serie de preguntas que se susciran a menudo cuando se trata del
conceptO de culrura.
¿Pllede haber gente sill cultura:
¿Hace falra la escuela par:; "tener» culrura?
¿Se reduce la diversidad cultura! a la diversidad lingüísTica?
(Es la cultura ulla forma particular de acción?
¿Cómo se «tiene» la culrura y quién b tiene, si es que algtlien la tiene?
¿Son "los chinos» una cultura? ¿Son "los espari.oles» una culrura? ¿Son
"los heavies>o unn cultura:
¿Puede haber culrura sin gente?
Responder a estas pregunms me permitirá atar el lazo enrre In gente
)' la cultura; un lazo que, desde la primera. ha.sta la última de estas siete
cuestiones, ata el envoltoriO de una idea: la cultura es un"a propiedad
universal de la acción humana.
¿Pltede haber gente sin Clfllllra?
No. No puede haber gente sin CI/ltt/ra. Los seres humanos viven siempre en instiruciones socinles con forma culrur:ll y construyen con sus
pr:lcricas, constalltemente, el discurso de la culrura (§6). La gente crea y
recrea I.1s convenciones que dan for01..1 a. su vida. social, :l su acción y a
los productoÍ> de su acción. Esas cotlvenciones, y en especial las reglas,
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