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Pedro Duque, astronauta 50
Michael Caine, actor 80
Billy Crystal, actor 65
Tarifa: 6322 €
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Área:
442 cm2 - 40%Quincy Jones, compositor 80
Pilar
José Federico
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Bardem O.J.D.:
de Carvajal
E.G.M.:
816000
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SANTORAL
Florentina, Matilde,
Fecha: 14/03/2013
Arnaldo, Inocencio,
Sección: VIVIR
Eutiquio, León,
Pedro,
Páginas: 9
Eva, Valeria, Afrodisio
ALICIA GARCÍA / SGAE
El músico madrileño, durante la clase magistral ofrecida en la sede barcelonesa de la SGAE
Jorge Pardo, pedagogo
del flamenco y del jazz
ESTEBAN LINÉS
Barcelona
A
caba de ser nombrado mejor músico de
jazz europeo por la
Academia Francesa
de Jazz, pero él sigue a lo suyo:
amar y disfrutar de la música, y
hacer partícipe de esas devociones a los aficionados. El saxo y
flautista Jorge Pardo es uno de
los instrumentistas referenciales del flamenco y del jazz de
estos últimos tres decenios y su
biografía artística es de aquellas que despiertan respeto y admiración, con Camarón y Paco
de Lucía o Carles Benavent y
Tino DiGeraldo.
Desde los tiempos en que
junto a su hermano Jesús y Pedro Ruy Blas formó el grupo
Dolores, hasta ahora mismo, en
que recorre España, Europa y
América con sus diferentes proyectos musicales, Pardo (56
años) siempre ha dejado presente una manera fresca e intuitiva de sentir y expresar la música y, a la vez, transmitir una
calidad humana que le ha permitido llegar a muy diferentes
audiencias. Es la mezcla de ambas características lo que le ha
llevado a frecuentar desde hace ya bastantes años los encargos pedagógicos, unas clases para estudiantes y músicos ante
las que él solía encontrarse “no
muy a gusto”.
Lo cuenta el propio músico
un día después de haber impartido docencia, en este caso una
clase magistral sobre composición de jazz, que ofreció en la
sede barcelonesa de la SGAE a
instancias de la Fundación Autor en colaboración con el Taller de Músics. Pardo, que es
nombre propio del jazz flamenco aunque es payo y madrileño,
como le gusta recordar a sus
alumnos, reconoce que “desde
hace unos años he cambiado radicalmente mi manera de ense-
ñar, y ahora me dedico a explicar mi experiencia musical y, a
veces, también humana. Como
ya llevo unos años en esto, yo
les doy esa información y no les
cuento cómo han de combinar
el do y el re. Procuro hablar para todos los niveles, principiantes, maestros, consagrados, para todos los instrumentos e incluso para aficionados. Es muy
instructivo para mí”.
Pese a la farándula que habitó
y protagonizó en los años de Camarón y Paco de Lucía, Pardo
siempre ha sido persona de trazo
responsable, “Soy consciente del
peso que puede tener algo que dices a alguien que es más naif que
tú. Y por eso me tiemblan más
las piernas cuando estoy dando
una de estas clases que cuando
salgo a un escenario”.
Ahora está girando su último
disco, Huellas, aclamado por
afición y crítica, y que podrá escucharse en su próxima actuación barcelonesa, el 24 de mayo en el Jamboree.c
O.J.D.:
E.G.M.:
Tarifa:
Área:
109452
608000
13074 €
1181 cm2 - 111%
Primera fila
Fecha: 13/03/2013
Sección: CULTURA
Páginas: 70,71
icult
Cita de dos genios de la música con Barcelona
Dos grandes instrumentistas españoles, Cañizares y
Jorge Pardo, coinciden en la cartelera Barcelonesa. El guitarrista celebra hoy en el Auditori 40 años de oficio con un con-
cierto de presentación de su último disco, ‘Cuerdas del alma’.
El saxofonista, designado mejor músico europeo de jazz del
año en Francia, lleva su genialidad, mañana, a El Dorado.
cAÑiZARES
FERRAN SENDRA
Desnuda
su alma
3El guitarrista celebra en el Auditori
40 años de oficio con un recital íntimo
MARTA CERVERA
BARCELONA
C
uarenta años tocando la
guitarra son muchos. Lo
sabe bien Juan Manuel
Cañizares, un maestro todoterreno que tanto acompaña a
formaciones sinfónicas –la Filarmónica de Berlín o la OBC– como se
arranca por bulerías y tangos. «El
mundo de la guitarra clásica y el del
flamenco se retroalimentan. Cada
uno me aporta algo diferente», afirma el tocaor, que esta noche ofrece
un programa que aúna ambos mundos en el Auditori. Interpretará en la
intimidad de la sala Tete Montoliu –
con Juan Carlos Gómez como segunda guitarra– obras de Isaac Albéniz y
piezas propias de su último disco flamenco, Cuerdas del alma, con el que
celebra 40 años de dedicación a la
guitarra, que empezó a tocar a los 6
años. «En este disco, las cuerdas de
Juan Manuel Cañizares,
en EL PERIÓDICO, junto
a su inseparable guitarra.
JORGE PARDO
JORDI PERDIGÓ
Del jazz al
flamenco
3El prestigioso saxofonista, músico
europeo del año, toca en El Dorado
ROGER ROCA
BARCELONA
«T
engo 56 años, soy payo, no soy andaluz sino madrileño, y hago
flamenco». Jorge Pardo se presenta así a los alumnos que
asisten a una clase magistral organizada por la Fundación Autor. Lo hace, dice, para quitarles presión. «Es
una forma de decir: tranquilos, yo
llevo 35 años en esto y aún estoy
1
aprendiendo». Los que escuchan y
toman nota son estudiantes de música, la mayoría formados en el jazz,
que buscan acercarse al flamenco de
la mano de un músico que ha sido
puente entre los dos mundos. Le preguntan cómo entrar en el corazón
del compás. Quieren entender lo
que por ahora solo intuyen. Pardo –
que mañana actúa en la sala El Dorado de Barcelona– coge la flauta travesera y toca un fragmento de una
El saxofonista Jorge
Pardo, hace unos
días, en Barcelona.
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Fecha: 13/03/2013
Sección: CULTURA
Páginas: 70,71
LLL
mi guitarra son como las de mi alma, vibran al son de mis emociones», comenta Cañizares, que antes
de ir en solitario colaboró con figuras como Paco de Lucía y Camarón
de la Isla, entre otros. Por la alegría
que proyectan sus composiciones se
diría que atraviesa por un momento
personal de plenitud. «Es un disco
bastante optimista», reconoce, «espero que esas vibraciones alegres lleguen también al público».
Hijo de emigrantes malagueños
que recalaron en Sabadell, ciudad
donde nació y creció, Cañizares se
trasladó a Madrid
hace ya un tiempo,
donde reside con
su esposa japonesa
a quien dedica una
preciosa balada en
su último disco. Cañi, así le conocen sus
amigos, ha procurado siempre sacar lo
mejor de las culturas que le rodean. De joven, cuando
soñaba con vivir de la música, alternaba su presencia en los tablaos con
sus clases en el conservatorio. «De todo se aprende», pensaba entonces. Y
su filosofía no ha cambiado. Con el
paso del tiempo ha ido a más. «Cada
día intento aprender algo nuevo»,
explica este músico que tiene un dominio técnico que le permite hacer
auténticas filigranas.
«Sigo con la misma ilusión que
el primer día. Lo único que ha cambiado es la madurez que me permite
enfrentarme a la música sabiendo a
dónde voy. Antes no me importaba
probar muchas ideas solo para ex-
perimentar. Ahora, sin embargo, ya
no me interesa el cambio por el cambio. Busco el cambio originario y original. Me interesa la música arraigada a las raíces de la tradición, pero
que a la vez suene original».
En ese difícil objetivo de unir pasado y presente se materializa Añorando el presente, pieza que cierra Cuerdas
del alma con una melodía hechicera
y profunda. La ofreció como propina en el concierto que hizo en Viena
hace pocas semanas, donde triunfó con el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, junto a la OBC. «La tradición no es un peso
muerto sino la fuente de la que bebo para crear mi propia
música, que a la vez
se convertirá en tradición. Te permite
volar, de ahí que el
flamenco nunca se
estanque», señala.
«Queda mucho por
experimentar, tanto en el flamenco
como en el jazz», añade este genio
que no oculta su indignación por el
menguante apoyo a la cultura. «Recortar en cultura es esclavizar al ser
humano. Hay cosas que si no se enseñan, no aparecen por ciencia infusa », recuerda el músico y también
profesor de la Esmuc, cuyo próximo
proyecto es transcribir para guitarra la obra de Falla, como antes hizo
con la de Isaac Albéniz y Enrique Granados. H
LA BANDA DE MONTCADA I REI
«La madurez
me permite
enfrentarme a la
música sabiendo
a dónde voy»
taranta que aprendió de boca del Camarón de la Isla. Lo repite una y otra
vez sobre un bucle grabado en su ordenador portátil, señala las claves
del fraseo. El desplante, el remate,
cómo llorar una nota. Riqueza infinita en muy pocas notas. El flamenco no son cuatro lugares comunes,
pero tampoco es un código indescifrable. Ese es el mensaje de su lección magistral.
En los años 70, cuando empezó
a hacer carrera, primero con el grupo de fusión Dolores, más tarde junto a Paco de Lucía,
Carles Benavent o
Camarón, a la vez
siempre por libre,
no había clases magistrales de lo suyo.
Ese lenguaje, el del
jazz flamenco, se lo
inventaron él y sus
compañeros de generación. «No soy
un hombre de objetivos nítidos. Ni
entonces ni ahora he tenido la sensación de estar haciendo algo que
podía trascender», cuenta Pardo.
Esa singularidad le ha valido ahora el premio al mejor músico de jazz europeo, otorgado por la Academie Française du Jazz. Es el primer
artista no francés que recibe el galardón. Como músico, Jorge Pardo
ha contribuido a ampliar, difundir
Vea el acústico para EL
PERIÓDICO con el móvil
o en e-periodico.es
y dignificar el lenguaje del flamenco más allá de los que hasta entonces
eran sus límites, aunque insiste en
que lo ha hecho sin premeditación.
«Lo que ocurría cuando trabajaba
con Paco de Lucía, por ejemplo, es
que había un dinerito, me gustaba
lo que sonaba, y me daba cuenta de
que aprendía. Esa sensación ha sido
siempre mi guía. Si aquí no la tengo,
pues a otra cosa. Si la tengo, pues me
quedo. Pero siempre manda la sensación, no el objetivo».
Mañana, Jorge Pardo toca en El
Dorado, sede de la
Sociedad Flamenca
Barcelonesa. Lo hace no junto a músicos de jazz, sino
acompañado por
un tocaor, Juan Diego de Jerez, y un
percusionista, el
Catumba. «Me gusta mucho una frase
que se atribuye al pianista de jazz
Thelonious Monk: «Yo siempre toco la misma canción». Y es verdad.
Si tienes tus propias frases da igual
que toques una bossanova, una bulería o un blues». En el aula, Jorge Pardo repasa una vez más la taranta de
Camarón y da un último consejo. «Si
tenéis estas frases bien entendidas,
ya tenéis la mitad del flamenco». Se
les abre un mundo. H
«Me gusta mucho
una frase atribuida
a Thelonius Monk:
‘Yo siempre toco
la misma canción’»
2
33 De izquierda a derecha, Ferran Ibáñez, Ale
Mucho m
La Pegatina comienza la gira
festeja su 10º aniversario y qu
NÚRIA MARTORELL
BARCELONA
Conscientes de lo difícil que es mantenerse 10 años, La Pegatina lo festeja al grito de Eureka!. Reclutando por
primera vez a un productor. Y lanzando un videojuego en el que regalan todas sus canciones, nuevas y antiguas, y que está en el top 25 de juegos de acción (no en el apartado de
música) de iPhone y android. «Todo
esto lo concebimos como un regalo
que nos hacemos», dice el cantante
Adrià Salas. El tour catalán lo inician
mañana en Manresa (Sala Stroika),
satisfechos de saber que serán sold out
en el Apolo de Barcelona (el viernes).
Después de dos años de girar sin
tregua, y más allá de las fronteras habituales, el grupo vendió anticipadamente 600 discos. Ejemplares que
envió firmados a sus fans. Pero su política comercial va más allá: pone todas sus producciones en formato
descargable en su web. Un ejercicio
«de sinceridad» hacia el seguidor,
quien antes de comprar puede escuchar su propuesta. Discurso que utilizan desde el 2007 (con Al carrer!).
En este cuarto trabajo, que editarán en 10 países, La Pegatina mantiene su plurilingüismo y su variopinto universo sonoro. Hay espacio
para un merengue sabrosón (El curandero), una frenética tarantella
(Mamma mia), una contagiosa rum-
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