“POSIBILIDADES DEL DESARROLLO DE LA CRIANZA OVINA EN

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“POSIBILIDADES DEL DESARROLLO DE LA CRIANZA OVINA EN EL PERÚ”
Por: Jorge Luis Aliaga Gutiérrez
Ing. Zoot. Mg. Sc., M. Agri. Sc. Dr.
I.
Importancia de la crianza ovina en el Perú
La crianza ovina en el Perú tiene importancia económica, social y ecológica. La
importancia económica y social, radica en la población ovina nacional de
aproximadamente 14 millones de cabezas, que ubica al Perú en el segundo país de mayor
población ovina en América después de Brasil. Esta población produce 31,758 t de carne y
12,938 t de lana y 2’507,475 unidades de cuero por año generando ingresos económicos
para la subsistencia de 535 mil familias campesinas; asimismo, generan ingresos de divisas
al país por concepto de exportación de lanas y pieles. La importancia ecológica radica en
que el 96.2% de la población ovina se cría en la sierra alimentándose con pastos naturales
que crecen en 14 millones de hectáreas no aptos para la agricultura. De este modo,
mediante el pastoreo de rumiantes como los ovinos, vacunos y camélidos se posibilita el
uso racional, económico y ecológico de los recursos naturales del ecosistema altoandino,
que debido al poco peso de los ovinos no compactan y no erosionan al suelo.
En el Perú, la ovinocultura tiene una importancia económica sino es mayor por lo menos
igual que la bovinocultura. Los ovinos pueden pastorearse conjuntamente con los vacunos
sin que exista competencia por el alimento, debido a la diferente forma de aprehensión del
pasto, los vacunos prefieren los pastos altos, mientras que los ovinos los pastos bajos, lo
que permite elevar la productividad de la tierra hasta en un 25% sin afectar la condición de
las pasturas. Los ovinos aprovechan eficientemente los subproductos de la agricultura
(rastrojos de cosecha) que en su mayoría son alimentos fibrosos que sólo los rumiantes,
como los ovinos, pueden convertir en carne, lana, pieles y leche para el uso del hombre.
Por eso los ovinos y los poligástricos en general son las especies que sobrevivirán en el
planeta, debido a que su alimentación no compite con la del hombre.
La docilidad, fácil manejo e instinto gregario de los ovinos, permiten su crianza en
pequeños rebaños en propiedad de modestos campesinos. El 43% de la población ovina
nacional se encuentran en hatos de 5 a 50 ovinos, dónde los niños y las amas de casa se
encargan del cuidado y su manejo. La crianza ovina permite a las familias campesinas
obtener de su crianza carne para el autoconsumo y la venta, lana para elaborar prendas de
vestir y abrigo, estiércol para abonar los cultivos y pieles para el abrigo de su familia, por
lo que constituye una fuente importante de ingresos económicos para los criadores.
Los ovinos tienen enorme versatilidad de supervivencia bajo cualquier clima, desde los
más fríos hasta los más calurosos. Por esta razón, en el Perú la crianza de ovinos está
difundida en costa, sierra y selva. La carne ovina siempre ha sido considerada en todas
partes del mundo como una de las principales fuentes proteicas en la dieta alimenticia del
hombre. La nueva tendencia de la crianza ovina en el mundo y el Perú es producir carne,
por lo que se buscan razas adecuadas con buena rusticidad, precocidad, poliestricidad anual
y prolificidad.
Los ovinos pueden pastorear en terrenos con mucha pendiente (cerros), allí donde los
vacunos no pueden pastorear, además debido a su poco peso no compactan ni erosionan el
suelo. Finalmente, la crianza de ovinos puede ser un complemento de la actividad agrícola
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y forestal mediante sistemas agrosilvopastoriles, muy de moda en países de climas
tropicales. Todo esto convierte a los ovinos en compañero inseparable del hombre de
campo en su diario quehacer.
II.
Productos y subproductos generados por los ovinos
2.1
Producción de lana
La producción de lana ha disminuido notablemente en las últimas décadas debido a la
competencia comercial de las fibras naturales (algodón) y las sintéticas (poliuretano,
poliamídicas, acrílicas, etc.). Este fenómeno ha determinado una reducción de la demanda
y baja de los precios, por tal motivo la producción de lana ha perdido la atención de
ganaderos, técnicos e investigadores.
La crisis de la lana en el mundo se inició en 1990 con el incremento del stock de lana en
Australia (4’727,389 fardos). La oferta y demanda de lana estuvo bien equilibrada hasta la
cosecha 92/93. La demanda por países asiáticos y europeos fue disminuyendo y empeoró
con la crisis financiera y la recesión de la ex Unión Soviética y por la competencia de las
fibras sintéticas. Ante esta situación y la baja del precio (- 21% en el mercado australiano
en 1990), la producción de lana se redujo en 15% en los últimos 10 años y el número de
ovinos en el mundo se redujo en 15% en los últimos 15 años.
En los últimos años, los precios de lana registraron un incremento de 527 a 706 centavos
de dólar australiano por kg de lana limpia; sin embargo, las lanas superfinas (17-18
micras), llegaron a cotizarse a 22 dólares americanos por kg limpio, existiendo para estas
lanas superfinas una alta demanda. El precio se relaciona con la permanencia de la moda
de prendas livianas, por el bajo stock de esta fibra y la poca oferta (Duga, 2000).
La crisis en el mercado lanero mundial, con 9 años de precios bajos para las lanas, han
llevado a los países productores a una liquidación de existencias, tal es el caso de
Australia, Nueva Zelanda, Uruguay y Sudáfrica, entre otros reemplazándolas por
actividades más rentables (Duhart, 1999). Frente a esta realidad, varios modelos de
producción de carne ovina han comenzado a popularizarse, para generar ingresos
alternativos (Buratovich, 2000).
La producción de lana en el Perú fue de 9,000 t en 1995 y 12,937 t en el 2001, se estima
un VBP de 23,46 millones de dólares en el 2001 (DGIA, 2003), siendo ésta destinada
principalmente a la industria textil nacional (Portal Agrario, 2002). El nivel de las
importaciones se vio reducido de 245 t en 1990 a 13 t en 1999; por otro lado, las
exportaciones se incrementaron de 43 a 403 t de lana sucia, respectivamente (FAOSTAT,
2001).
2.2
Producción de carne
3
La evolución de la producción de carne ovina ha sido positiva hasta los años 90, el
aumento registrado en la producción mundial se debió, fundamentalmente, a dos hechos:
uno al aumento de la productividad numérica de las reproductoras y el otro al aumento de
cabezas sacrificadas, aunque se registró un ligero descenso del peso unitario de las cabezas
sacrificadas. El peso de carcasa pasó de 14,8 kg en 1979-81, a 14,7 kg en 1995 y a 14,6 kg
en 1997-98.
Las zonas preferentes de producción de carne ovina son: Oceanía (Australia y Nueva
Zelanda); la Unión Europea (Francia, Reino Unido, España, Grecia e Italia); Oriente
(Norte de África) y Asia Central. Este sesgo geográfico de la producción origina un
comercio mundial de carne ovina que en la actualidad puede superar claramente el millón
de toneladas anuales, como el 15% de la producción total por un valor superior a los 1500
millones de dólares USA. El comercio de la carne ovina fresca, refrigerada y congelada
tiene como principales protagonistas a los países exportadores (Nueva Zelanda, Australia,
Reino Unido e Irlanda) e importadores (Francia, Reino Unido, Japón, Irán y la ex-URSS).
En la actualidad, el subsector ovino de carne debería de caracterizarse por haber alcanzado
una relativa estabilidad, tanto en su producción, consumo y comercio entre regiones e
incluso en países. No obstante, la realidad no es así; la actual crisis rusa está perjudicando
claramente a este subsector. La caída de la demanda de pieles repercutió sobre su precio.
El mercado de la carne se empieza a resentir en la U.E. La globalización general de los
mercados muestra aquí también su incidencia.
El mayor consumidor es Francia, los 5 estados consumen anualmente 1,150 mil toneladas
de carne que equivale al 84 % de toda la producción interior de carne de ovino en la Unión
Europea. La U.E. produce más de 80 millones de pieles de cordero anuales.
Las razas productoras de carne han tenido su origen en Inglaterra, donde destacan la
Hampshire, difundida por el sur de Inglaterra, es de morfología similar a la Southdown que
influyó en su formación, siendo típica su coloración en orejas, hocico y extremidades
marrón oscuro, casi negro y con la cabeza cubierta de lana hasta el hocico. Es de las razas
más pesadas pesan entre 80 y 120 kg, produciendo corderos de 50 kg a los cuatro meses,
con una prolificidad de 190 a 200 %. Es ideal para estabulación y en cruces industriales
para producir carne. Su lana no es estimada por tener fibras negras en el vellón (Villena,
2002).
La raza Suffolk, es originaria del condado del litoral oriental de Inglaterra, se obtuvo por
cruce de la Southdown (carne/lana) con Norfolk Horn (robustez y precocidad). Hoy es una
de las tres razas ovinas más populares, tanto en el Reino Unido como en U.S.A. y Canadá,
pesa de 105 y 90 kg, muy fecundo y precoz. Las hembras conciben antes que la mayoría de
las otras razas. Cuando se cruza con otras razas transmite sus características carniceras. Las
hembras son prolíficas, buenas madres y con gran habilidad para defender a sus crías de
los predatores (Villena, 2002).
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En el Perú existe material genético de razas importadas productoras de carne como el Poll
Dorset, Hampshire, Suffolk y Texel, entre otras. Estas razas pueden utilizarse en la mejora
genética de los ovinos criollos y formación de razas sintéticas adaptadas a las condiciones
ambientales del Perú (Alencastre, 1997 y Aliaga, 2000).
La composición química de la carne magra de ovino (lomo de cordero) por cada 100 g de
carne fresca es la siguiente: 627 kg de energía, 71.9 g de humedad, 20.8 g de proteína, 7.4
g de grasa, 1 g de ceniza, 23 mg de Mg, 192 mg de P, 347 mg de K, 52 mg de Na, 1.3 mg
de Fe, 2.1 mg de Zn, 0.08 mg de Cu y 6.7 mg de Ca (Purchas, et al., 1989). La
investigación sobre carne ovina debe orientarse a la producción de carne de cordero debido
a su alta calidad, valor nutritivo y mejor precio en el mercado (S/. 15.00) comparado con la
carne de adultos (S/. 8.00). Este tipo de carne se produce en forma aislada y existe
demanda nacional por lo que el Perú importa carne de esta calidad.
En el año 2001, la producción de carne ovina a nivel nacional fue de 31,757,7 t (Portal
Agrario, 2002), y el VBP pecuario fue de US $ 178,36 millones de dólares (DGIA, 2003)
registrándose un consumo percápita de 1,23 kg (Portal Agrario, 2002). Entre los años 1995
a 2001, la importación de carne de ovino disminuyó de 440 t a 125 t (Portal Agrario,
2002). Para el año 2000, el valor CIF de las importaciones ascendió a 378,4 miles de
dólares (Portal Agrario, 2002). La carne de ovino importada se orienta fundamentalmente
al mercado de Lima Metropolitana.
2.3
Producción de leche
En el marco pecuario mundial y dentro del propio subsector ovino, la producción de leche
de oveja ocupa un lugar menos importante, aunque hay países como Pakistán o la India
que tienen una elevada población ovina y una larga tradición en el ordeño de ovejas que va
destinada al autoconsumo. La producción de leche de oveja a nivel mundial oscila entre 7.7
y 7,8 millones de toneladas/año, valor inferior al de leche de búfala que tiene una
producción registrada de 48 millones y de cabra de 10 millones de toneladas. La leche de
oveja destaca no por los volúmenes de producción (1.5% de la producción de leche total)
sino por su calidad porque permite elaborar productos de alto valor agregado como quesos
y yogures (Buxadé, 1996).
En el Perú desde 1988 se practica la crianza de ovinos lecheros, gracias a la importación de
ovejas lecheras de la raza Assaf adquiridas de Israel por la Universidad Nacional Agraria
La Molina, en virtud a un convenio con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONCYTEC). Las razones que sustentan la crianza de ovinos lecheros en el Perú son: el
deterioro del precio de la lana en el mercado interno y externo; asimismo, el mejor precio
que es factible obtener de la leche de oveja por su mayor tenor graso y superior contenido
de sólidos totales (Vega, 2000).
2.4
Producción de pieles
En el mundo se producen 1,3 millones de toneladas de pieles. La producción de pieles por
continentes está directamente relacionada a las poblaciones ovinas, el 37% de las pieles se
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produce en el Asia, el 17,5% en Oceanía, el 16% en Europa, el 12% en África, el 10% en
la antigua URSS y el 7,5% restante en el continente americano. En el Asia sobresalen las
producciones de Pakistán (73 mil t), Turquía (65 mil t), India (47 mil t) y China (17 mil t).
En Oceanía casi la totalidad de se produce en Australia (132 mil t) y Nueva Zelanda (100
mil t). En Europa, el Reino Unido, la Federación Rusa y España, son los países que tienen
mayor producción; en África sobresale Sudáfrica (31 mil t) y Argelia (25 mil t), en
América destacan Argentina (25 mil t) y Uruguay (24 mil t).
Los ganaderos conocen poco de la importancia económica de la piel, quizás porque no
están involucrados en la comercialización. El Perú que produce, dos millones y medio de
pieles anuales, tiene problemas de manejo de las pieles. La producción de pieles de
deficiente calidad incide negativamente sobre el precio final del cordero, una piel de buena
calidad debe interesar no sólo a los comercializadores sino también al ganadero. En 1999,
la producción de pieles de vacuno, ovino y caprino fueron de 962,578; 2’459, 995 y
545,486 unidades, respectivamente (DGIA, 2002a). En el mismo año se exportaron 54 t y
42 t de pieles de ovino y caprino, respectivamente (FAOSTAT, 2001). El consumo interno
de pieles se destina a la elaboración de badanas y cueros para industria del calzado y
casacas. Las pieles de crías jóvenes se destinan para la confección de artículos artesanales
o de alfombras y tapices.
Las pieles y cueros provenientes de los ovinos, debidamente aprovechadas, constituyen
una fuente muy importante de ingresos económicos para los productores. En el Perú se
pierde anualmente el 70% de pieles de ovinos (Trejo, 1998). Estas pérdidas se deben, entre
otras causas, a la deficiente conservación de pieles después del beneficio. La pérdida es
debida a la baja calidad del producto. Afortunadamente, existen métodos adecuados de
conservación de pieles que posibilitarían disminuir estas pérdidas, siendo necesaria para
ello la capacitación de los productores. Las pieles de los ovinos de pelo (Blackbelly y
Pelibuey) son conocidas como mestizos y tienen muy buena aceptación en el mercado
exterior por sus peculiares características (Mesías, 2000).
Las micro y pequeñas empresas de la industria del cuero se encuentran ubicadas en Lima
(215), Arequipa (175) y Trujillo (159), que producen cuero acabado de vacuno, caprino y
ovino para satisfacer la demanda del mercado nacional (MITINCI, 1998). Según la
experiencia personal de Mesías (2000), sobre la exportación de cueros efectuada de 1998 a
inicios del 2000, ascendió a 556,873 piezas, de los cuales 56.7% fue de ovinos, 39.4% de
caprinos, 1.4% de vacunos, 1.1% de equinos y 1.4% de camélidos, motivo por el cual
afirma que la industria de la curtiembre con fines de exportación permite alcanzar 30% de
rentabilidad. El mismo autor considera que la exportación debe orientarse hacia Europa,
particularmente a España, Italia y Alemania y en América Latina Ecuador y Chile, Centro
América y México.
III.
Zonas peruanas en las que prospera la crianza de ovinos
El Anuario Estadístico Agropecuario (1978) indica que casi el 100% de las vicuñas,
alpacas y llamas, el 98% de los ovinos, el 79% de los vacunos y el 86% de los equinos que
existen en el Perú se encuentran en la sierra. Toda esta población depende principalmente
de la producción de las praderas nativas.
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Por otro lado, según el Ministerio de Agricultura (INEI) para el año 1996 el Perú tenía una
población ovina de 11’988,065, los cuales estaban distribuidos de la siguiente manera:
1’124,806 ovinos en el norte del país que comprende los departamentos de Amazonas,
Cajamarca, La libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes; 4´704,609 ovinos en el Centro del
país incluyendo los departamentos de Ancash, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, Lima y
Pasco; 6’481,105 ovinos en el Sur, que abarcan los Departamentos de Apurímac, Arequipa,
Ayacucho, Cuzco, Madre de Dios, Moquegua, Puno y Tacna; finalmente, 24,553 ovinos en
el Oriente que comprende los Departamentos de Loreto, Ucayali y San Martín.
Por lo expuesto anteriormente, la zona más adecuada para la crianza de ovinos en el Perú
son los altiplanos de Puno (Meseta del Collao) en el Sur y de Junín (Meseta de Bombón)
en el Centro. Precisamente, en estos lugares la ganadería ovina alcanzó grandes progresos.
Estos altiplanos se encuentran ubicados en la parte alta de la Cordillera de los Andes, más
conocidos como Puna en la zona Central y Sur del país, y como Jalca en la zona Norte aún
cuando esta última no presenta altiplanos, más bien terrenos colinosos y con bastante
pendiente (quebradas).
3.1
Puna central y sureña
Comprende zonas por encima de los 3,800 m.s.n.m., caracterizada por variaciones bruscas
de temperatura, llegando a 35°C durante el día y bajando a 15°C bajo cero en la noche; la
precipitación fluctúa entre 600 a 1,000 mm por año.
En la Puna se rarifica el oxígeno debido a la altura y disminuye la presión atmosférica; los
vientos soplan favoreciendo la disminución de la temperatura y la sequedad del ambiente.
Existen dos estaciones anuales bien marcadas, la del verano lluvioso de noviembre a abril
que en la sierra se conoce como “invierno” y la del invierno seco entre mayo y octubre en
que la sequía es intensa, más conocida en la sierra como la estación del “verano”.
En la Puna central y sureña normalmente no se puede desarrollar actividades agrícolas,
razón por la cual, la mayor parte son praderas naturales, constituido por gramíneas
perennes, principalmente especies de los géneros Festuca y Calamagrostis de
aproximadamente un metro de altura, más conocidos como ichu, además se puede
encontrar acompañando a estas gramíneas una vegetación herbácea de Calandrinia
acaulis, Liabum bullatum y otras especies como Nototriche, Hipochieris, etc.
En las partes planas, se encuentran gramíneas altas como la Festuca dolichophylla y
gramíneas bajas como la Muhlembergia y Distichlis humilis. En las zonas altas, donde la
humedad subterránea es abundante, se encuentran los bofedales o moyas cubierto
principalmente por Distichia muscoides que constituye la principal fuente de alimentación
de los camélidos.
3.2
Jalca norteña
Presenta casi las mismas características climatológicas de la Puna central y sureña, sólo
que esta zona presenta una topografía más accidentada, angosta y menos amplia que los
altiplanos de Puno y Junín. Asimismo, la Jalca Norteña tiene un clima más húmedo y una
altitud de 4,000 m.s.n.m.
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La Jalca está constituida por especies que se encuentran en la Puna, tales como Nototriche,
Azorella, Werneria, etc. y otras gramíneas libres de arbustos.
3.4
Valles interandinos y la costa
La crianza de los ovinos en los valles interandinos así como en la costa es básicamente una
actividad de complemento de las labores agrícolas, dicha crianza se efectúa en pequeños
rebaños carentes de un manejo técnico, que conlleva a una baja producción.
La crianza de los ovinos en estas zonas representa un 19% del total nacional, se encuentra
en propiedad de pequeños productores que en su mayoría son minifundistas. No existen
razas definidas, predominando el ganado criollo.
IV.
Estadística nacional y mundial de la población y producción ovina
4.1
Estadística nacional de población y producción ovina
La población nacional de ovinos estimada por el MINAG (2003) para el año 2002 asciende
a 14’047,401 cabezas (Cuadro 1), que permite producir 24,143 t de carne / año y 11,163 t
de lana / año (Cuadro 2). La población y producción ovina del Perú muestra una ligera
tendencia a la disminución comparado con los años 2000 y 2001. Sin embargo, esta
tendencia no es tan dramática como el caso de Argentina, Uruguay y Brasil donde las
reducciones fueron de casi el 50%. La drástica disminución de la población ovina en los
países vecinos ha permitido al Perú ubicarse entre los primeros países productores de
ovinos del continente Americano (Cuadro 6). Las regiones en el Perú que tienen mayor
población ovina son: Puno con 3’924,160, seguido por Cuzco con 1’599,979 y Junín con
1’270,800.
Cuadro 1. Población nacional de ovinos por regiones
Regiones
Tumbes
Piura
Población del 2002
7,700
195,569
Amazonas
34,697
Cajamarca
332,983
Lambayeque
71,122
La Libertad
353,702
Ancash
827,885
Huanuco
1’270,800
Pasco
925,190
Junín
1’270,800
Lima
365,837
Ica
42,238
8
Loreto
4,712
San Martín
22,080
Apurímac
476,674
Cuzco
1’599,979
Moquegua
50,616
Tacna
38,001
Arequipa
297,300
Puno
3’924,160
Ucayali
13,287
Madre de Dios
55,520
Huancavelica
970,243
Ayacucho
921,189
Total Nacional
14.047.401
Fuente: INEI, MINAG, 2003.
Cuadro 2. Población y producción nacional de carne y lana ovina
Año
N° de Cabezas
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
12’393,896
12’296,143
12’131,576
11’772,975
12’160,223
12’569,983
12’502,000
13’108,047
13’566,000
14’297,000
14’686,000
14,259,000
14’047,000
Producción de Carne
t
23,800
18,800
19,400
18,500
18,000
19,000
20,000
21,500
22,592
24,164
24,823
24,508
24,143
Producción de Lana
t
9,949
9,803
9,598
9,246
9,950
9,800
10,000
11,600
12,890
11,990
12,730
12,940
11,610
Fuente: Ministerio de Agricultura - Oficina de Información Agraria
Cuadro 3. Distribución de razas y tipos ovinos en el Perú
Razas y tipos
Criollos
Corriedale
Junín
Merino
Cruzados varios
Población en 2001
8’917,500
1’595,000
261,000
58,000
3’325,000
Porcentaje (%)
61.5
11.0
1.8
0.4
25.0
9
Otros
TOTAL
43,500
14’500,000
0.3
100.0
Fuente: elaboración propia
4.2
Estadística nacional de población y producción ovina
Cuadro 4. Población ovina a nivel mundial
(Miles de cabezas)
País / Continente
Mundo
China
Australia
Nueva Zelanda
Reino Unido
Sudáfrica
1990
1,206’594
113,508
170,296
57,852
43,828
32,665
Año
1995
1,092’221
117,445
120,862
48,816
42,771
28,784
2001
1,059’107
133,161
120,000
43,987
44,656
28,800
América de Norte y
Central
USA
México
Canadá
Guatemala
Cuba
19,115
17,148
15,275
11,358
5,846
595
433
385
8,989
6,194
617
525
310
7,230
5,950
695
552
310
América del Sur
Brasil
Argentina
Perú
Uruguay
Bolivia
Chile
104,506
20,014
28,571
12,256
25,245
7,675
4,887
91,543
18,336
21,626
12,570
20,205
7,883
4,625
76,184
15,000
14,500
14,500
13,500
8,752
4,200
V.
Principales razas de doble propósito
5.1
Corriedale
La raza Corriedale es la de mayor difusión en América y la que más contribuyó al
mejoramiento genético del ovino criollo en el Perú. Esta raza fue creada en Nueva Zelanda
en el año 1880, por el Sr. James Little, que al principio, en su afán de mejorar la calidad de
lana del Romney Marsh cruzó ésta con Merino, obteniendo marcado éxito. Esta
experiencia motivó al Sr. Little efectuar cruzamientos de borregas Merino con carneros
Lincoln, obteniendo de los mestizos producción de lana de muy buena calidad. De este
modo surgió la raza Corriedale. El nombre de la raza lo puso su fundador, en memoria al
nombre del fundo donde se iniciaron los primeros cruzamientos.
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El Corriedale es una raza blanca de doble propósito, denominado también “fifty-fifty”
porque el 50% del valor de la producción depende de la lana y el otro 50% de la carne.
Aunque, esta producción depende, fundamentalmente, de las oscilaciones del precio de la
lana y la carne en el mercado.
Entre los caracteres secundarios se distingue una cabeza ancha y fuerte, con fosas nasales
gruesas, abiertas y con mucosa negra u oscura; la cara es algo tapada con el canal del ojo
limpio, la lana no debe tapar los ojos porque causa ceguera; los machos no tienen cuernos,
presentan pezuñas negras; la piel del cuerpo es rosada con pliegues muy superficiales.
En relación a las características corporales, la raza tiene el cuerpo proporcionado aunque
alargado, costillas profundas y bien arqueadas, sin caída detrás de las paletas, el dorso, la
cruz y el lomo nivelados, anchos con buen desarrollo muscular; pecho ancho y profundo;
cuello fuerte, ancho y corto; las extremidades de buen hueso y cortas, cubiertas de lana
hasta las pezuñas.
Las características de la lana son las siguientes: densidad 28.7 hebras/mm2, relación s/p de
10.5, longitud de mecha promedio de 13 cm; finura de 26 a 29 micras que equivale a una
finura en counts de 58’s a 52’s. Presentan de 3 a 4 rizos/cm, el exterior del animal es
parejo, tupido con mechas cónicas, la suarda es crema clara o blanca; la lana lavada rinde
70.7% del peso de la lana sucia; la producción de lana en los machos puede llegar a 6.0 kg
y en las hembras a 5.3 kg; la relación porcentual de lana limpia/peso corporal es de 8.38.
La raza Corriedale se adecúa a diversos climas por eso se ha extendido por todo el mundo;
sin embargo, requiere de terrenos secos y firmes con buenas pasturas; son poliéstricas
estacionales, procreando buenos corderos y precoces, con un manejo adecuado el
porcentaje de natalidad puede llegar a 110 ó 115%.
5.2
Hampshire
Se originó en Inglaterra, en su formación tuvo mucha influencia la raza Southdown. Es una
raza especializada en la producción de carne, como todas las pertenecientes al grupo
Downs o “Caras Negras”. La conformación de esta raza responde también al concepto de
paralelepípedo; típico animal de carne, con un cuerpo ancho, profundo y compacto; pecho
ancho y profundo; costillas bien arqueadas; dorso y lomo rectos, anchos y bien cubiertos
de carne; grupa horizontal y amplia; cola gruesa; extremidades cortas, aplomos correctos.
Los carneros pesan de 100 a 135 kg y las ovejas de 70 a 90 kg. Producen de 3 a 3.5 kg de
lana de mediana calidad, pueden presentar fibras negras en el vellón. Tienen alto índice de
crecimiento, pueden aumentar de peso hasta 450 g por día. Las ovejas son prolíficas y
buenas lecheras.
5.3
Suffolk
Se originó en Inglaterra, mediante cruzamientos de carneros Southdown con ovejas nativas
Norfolk. Las características principales de esta raza son las siguientes: cabeza grande,
despoblada de lana, cubierta de pelos cortos y de color negro brillante; carece de cuernos;
orejas grandes y de color negro; cuello corto y grueso; cuerpo muy desarrollado; espaldas
anchas y oblicuas; tórax ancho y profundo; costillas largas y arqueadas; dorso y lomo
largos y rectos bien cubiertos de carne; extremidades largas y fuertes con pelos negros
11
desde la rodilla y corvejones. Posee buena densidad de lana con fibras negras
entremezcladas en el vellón; sus vellones pesan de 2 a 3 kg de regular calidad. Los
animales de raza Suffolk son grandes, los machos pesan de 100 a 125 kg y las hembras de
70 a 90 kg.
5.4
Finnsheep
Esta raza se conoce con los nombres de Finnish Landrace, Finnsheep o simplemente Finn.
Se originó en Finlandia, es una raza nativa que se formó sin la mezcla de sangre de otras
razas, de tamaño relativamente pequeña, rústica y sobria en su régimen alimenticio; motivo
por la cual, se estima que esta raza puede adaptarse a la difícil ecología altoandina del
Perú. Son precoces porque un gran porcentaje de hembras dan cría al cumplir un año. Son
longevas, porque las hembras pueden dar cría hasta los 8 a 10 años de edad. Esta raza es
muy reconocida por su prolificidad por lo que es utilizada en programas de cruzamientos
para incrementar la fertilidad del rebaño. Las hembras de esta raza criadas en buenas
condiciones dan un promedio de 3.2 crías por parto, dándose casos de algunas ovejas que
producen de 4 a 6 corderos por parto. Por otro lado, tiende a comportarse como poliéstrica
estacional. Entre las características raciales se indican las siguientes: no tienen buena
estampa que demuestre características cárnicas y laníferas; la cabeza está cubierta de pelos,
de cola y orejas cortas; tiene suficiente amplitud en las caderas lo que facilita el parto.
Son de talla elipométrica con pesos que fluctúan de 40 a 60 kg en las hembras y de 50 a 70
kg en los machos. La Finnsheep tiene lana blanca y más larga que otras razas cuyo peso de
vellón grasiento es de 2 a 3.5 kg. La finura fluctúa de 25 a 31 micras, longitud de mecha
de 50 a 100 mm semilustroso, suave y sedoso. La medulación en la fibra es rara.
5.5
Romanov
Se originó en Rusia, esta raza es altamente prolífica y poliéstrica anual y logra 2.15
corderos por parto. La raza tiene una conformación mediocre de aspecto irregular. Produce
2 kg de vellón de deficiente calidad textil con diversos colores de lana: blanca, gris, negra
o marrón. Los machos tienen cuernos las hembras no tienen. Los machos pesan de 65 a 95
kg y las hembras de 45 a 60 kg. Son altamente precoces y rústicas; llegan a la pubertad a
los 6 meses y son servidas a los 7 meses. La alta prolificidad de la raza se ve reflejada en la
frecuencia del tamaño de camada: 50% partos dobles, 25% partos triples, 15% simples,
10% cuádruples. Las ovejas son excelentes madres y de alta producción láctea, demostrada
en la posibilidad de lactar 3 a 4 corderos propios.
5.6
East Friesian
Se originó en el norte de Alemania donde se seleccionó durante más de cinco siglos por
producción lechera. Esta raza también es conocida como Milchschaf y East Friesland. Se
caracteriza por poseer cara, patas y cola desprovista de lana. De gran tamaño corporal, los
carneros llegan a los 130-140 kg de peso vivo y las hembras a 70-80 kg de peso vivo. Es
una raza que produce carne tierna, con mucha pulpa y poca grasa, el sabor y color es
parecida a la carne de novillo magro. La raza destaca por su precocidad sexual lográndose
buenos índices de preñez en borregas dientes de leche a los 7 meses de edad. La alta
prolificidad de la raza permite alcanzar tazas de 230% de parición, en su país de origen; las
ovejas tienen normalmente 70% de partos dobles, 25 % de simples y 5% de triples. Se
12
pueden obtener fácilmente 3 pariciones cada dos años. Los carneros son de rápido
crecimiento y buena calidad de óptimo desarrollo muscular. Producen leche en promedio
de 550 a 600 litros, a partir de la segunda lactación. Existen animales que llegan a producir
de 800 a 850 litros por campaña e incluso superan los 1,000 litros. Poseen una ubre
moderadamente ancha y profunda, de pezones fuertes y dirigidos hacia abajo que se
adaptan excelentemente al ordeño. La leche posee entre 5% y un 7% de grasa y 5% de
proteína total. La lana de color blanco marfil, de 29-30 micrones con peso de vellón
promedio en las majadas de 3 a 3.5 kg, la lana es bien cotizada para la fabricación de hilos
de botonería o hilados a mano. Se utiliza a nivel mundial en cruzamientos para obtención
de nuevas razas y para cruzamientos absorbentes. Su producción disminuye en climas muy
húmedos y cálidos. Por sus niveles altos de producción y elevado peso corporal tiene
mayores exigencias nutricionales respecto a otras razas lecheras.
5.7
Assaf
La raza Assaf es el producto del cruce de la raza Awassi de Israel con la raza East Friesian
de Alemania. El grado de sangre corresponde a 5/8 Awassi y 3/8 East Friesian, el trabajo
se hizo en los primeros años de la década del 60. Las razones del cruce fue lograr un
animal que tenga similar producción de leche que el Awassi mejorado, una más alta
fecundidad de las ovejas, un crecimiento más veloz de los corderos, una cola gruesa mas
corta, canales de poca grasa y una ubre morfológicamente mejor adaptada al ordeño que el
Awassi puro.
Es una raza pesada de color blanco con orejas largas y colgantes cuya cabeza presenta un
perfil convexo. Posee una cola de tamaño mediano con un depósito de grasa en su base y
ubres simétricas de fácil ordeño. Estos ovinos llegaron al Perú en 1987 importados de
Israel por la Universidad Nacional Agraria La Molina con el objeto de hacer cruzamientos
con las ovejas prolíficas Blackbelly y de esta manera mejorar la producción de leche de sus
crías que permita lograr un mayor número de corderos al destete.
Esta raza posee excelentes cualidades productivas y reproductivas. Entre las características
productivas destacan las siguientes: producen leche de 3.1 a 3.3 litros/día en una campaña
de 120 a 150 días de lactación; se han registrado producciones promedio de 450 litros de
leche por campaña de 6 meses; y en hatos mejorados se logran producciones individuales
de hasta 1,000 litros. La leche contiene 5.7% de grasa, 5.1% de proteína y 17.8 de sólidos
totales, por lo que el rendimiento quesero de su leche es de 4 kg de leche/kg de queso. Los
machos adultos alcanzan pesos vivos de 120 kg y las ovejas de 75 kg, con índice de
crecimiento en corderos de 260 a 350 g/día. Entre las características reproductivas resaltan
las siguientes: presentan celo todo el año; es decir, son poliéstricas anuales, las hembras
pueden ser servidas a los 8 a 10 meses de edad con 55 a 60 kg de peso vivo y
consecuentemente el primer parto ocurre entre 13 a 15 meses. Son prolíficas porque se
registran partos múltiples en la parición (50% mellizos, 45% simples y 5% trillizos), en
granjas experimentales en Israel se obtuvo un 190% de pariciones en promedio. El tamaño
de camada promedio es de 1.5 crías/parto/oveja y 3 partos en dos años con intervalos de 8
meses entre parto y parto
Poseen un tipo de lana que se clasificaría como gruesa y que en la industria textil se
utilizaría sólo para la confección de alfombra y tapices. La lana tiene diámetro de 37
micras, longitud de mecha de 13 cm, peso de vellón de 2.6 kg y rendimiento al lavado de
60%.
13
5-8
Texel
Originaria de la isla que lleva su nombre, en Holanda. Considerada raza de triple propósito
(carne, lana, leche), los carneros pesan entre 110 a 130 kg y las hembras entre 75 a 80 Kg.
La tasa de parición esta comprendida entre el 130 a 160%. Los corderos de muy buena
conformación carnicera y gran precocidad, están disponibles en el mercado a los 40 días.
Los vellones de los carneros (6-7 kg) y de las ovejas (4-5 kg), con una finura de 25.5 a 29
micrones, se comercializan con valores semejantes al Corriedale y al Romney Marsh.
Existen en Argentina, núcleos en Coronel Vidal y otros partidos de la provincia de Buenos
Aires donde actualmente se los utiliza como doble propósito (carne-lana).
5.9
Blackbelly
Se originó en Barbados, son ovinos de pelo que habitan en regiones de climas tropicales
que en 1984, por primera vez; fueron introducidos a la selva peruana. Esta raza tiene
importancia para el país debido a la vasta área en la selva por explotar.
Entre las características más relevantes de la raza se indican las siguientes: son ovinos de
pelo cuya longitud de fibra es de 2.5 cm, con diámetro superior a 50 micras; el color varía
entre el marrón y el rojizo, marrón con manchas negras; la raza en general es acorne; los
machos alcanzan pesos vivos de 50 a 65 kg y las hembras de 30 a 45 kg. En cuanto a la
conformación, la raza es de tipo esquelético sin mucha cubierta de masa muscular. El valor
genético de esta raza radica en la alta precocidad, prolificidad, poliestricidad anual y
rusticidad comprobada bajo condiciones de trópico peruano. Las madres muestran buena
aptitud materna y capacidad productora de leche.
VI.
Posibilidades de desarrollo de la ganadería ovina en la sierra norte del Perú
Se estima que, en la sierra, no hay potencial de crecimiento poblacional, debido a que el
50% de los pastizales están en condición de pobre y muy pobre, además los ovinos
compiten por el pasto con los camélidos cuya crianza está adquiriendo mayor importancia
debido al mejor precio de su fibra. Sin embargo, la crianza ovina en la sierra tiene inmensa
posibilidad de desarrollo con el uso de adecuados sistemas de manejo en alimentación,
sanidad, selección y mejoramiento genético, cultivo de pastos mejorados, rotación de
pastos, instalación de cercos, etc.
De conformidad con los niveles de productividad establecidos en la explotación del ganado
ovino, es conveniente analizar las perspectivas futuras tanto para el nivel alto como para el
nivel bajo de productividad.
a.
Desarrollo del nivel alto
En la Sierra, bajo las condiciones actuales, parece haberse llegado al límite en cuanto a
población de ovinos se refiere, a tal punto que algunos estudiosos afirman que no es
posible aumentar la población pero que si es factible incrementar la producción y
productividad. Y, que esto es posible aún tratándose de niveles altos de productividad,
debido a que los índices tanto reproductivos como productivos registrados en el Perú distan
mucho de países evolucionados. En tal sentido las perspectivas y alternativas que presenta
este nivel son las siguientes:
14
• Las empresas asociativas, mantienen la unidad empresarial de las ex-haciendas y en el
seno de sus trabajadores cuentan con los servicios de técnicos y profesionales capaces
de introducir innovaciones tecnológicas, lo cual permitiría mejorar aún más los niveles
de productividad.
• Uso de la biotecnología reproductiva como la inseminación con semen congelado y
transferencia de embriones para disponer de reproductores de comprobado valor
genético.
• En cuanto al calendario de dosificaciones y vacunaciones, es preciso cumplir a
cabalidad y efectuar pruebas de descarte de enfermedades de importancia económica.
• El cultivo de pastos mejorados como el rye grass, trébol, alfalfa, dactylis, avena y otros,
es la esperanza del futuro para incrementar potencialmente el número de animales por
hectárea y mejorar el rendimiento animal.
• Es conveniente someter a los ovinos de saca de las empresas a un proceso de engorde
previo a su beneficio, el cual puede hacerse al pastoreo o en estabulación. Con esto es
factible aumentar la producción cárnica hasta un 30%.
• Fomentar la producción de carne de cordero para generar valor agregado por calidad de
carne.
• Existen evidencias que manejando ovejas en pasturas mejoradas, es factible obtener 3
pariciones en dos años con nacimientos múltiples. Los corderos pueden destetarse a los
3 meses de edad y las hembras entran al primer servicio a los 12 meses de edad.
• Fomentar y fortalecer las cadenas productivas ovinas.
b.
Desarrollo del nivel bajo
Como se sabe, en este grupo se encuentra el 75% de la población ovina del Perú. Sin
embargo, poco o nada se hizo hasta el momento. Por consiguiente, la tarea es grande y
ardua, pero al mismo tiempo existen enormes posibilidades para incrementar la producción
y productividad, entre otros figuran los siguientes:
• Es impostergable la reestructuración del usufructo de la tierra de las Comunidades
Campesinas, debido a que la tierra es de propiedad comunal y uso colectivo y el ganado
es de propiedad privada. Esta realidad propició el sobrepastoreo de las praderas
naturales que originó la desaparición de especies valiosas y el aumento de especies
indeseables, lo que condujo a una baja productividad del ganado. Por tanto, expertos en
la materia sugieren efectuar lo siguiente:
La integración de las Comunidades Campesinas y de los pequeños ganaderos,
formando pequeñas empresas ganaderas o cooperativas dentro de la jurisdicción
comunal.
Establecer veda rotativa de los campos de pastoreo por un lapso mínimo de 3 años,
con el objetivo de favorecer la regeneración o recuperación del pastizal.
15
La instalación de cercos, constituye la infraestructura necesaria para ejecutar la
integración y la veda rotativa de los pastos. Debido al elevado costo de los cercos es
vital la participación del Estado en la financiación.
• Es conveniente incentivar la investigación que permita elaborar paquetes tecnológicos
apropiados para el nivel bajo de producción, luego su transferencia a los pequeños
productores mediante un programa de asistencia técnica.
• Es necesario corregir el deficiente sistema de comercialización de lana y carne,
mejorando la organización de los pequeños ganaderos, y el estado debe establecer una
política de comercialización.
• Fomentar la formación de Asociaciones de Criadores de Ovinos de Color.
• Fomentar y fortalecer la organización de productores.
• Desarrollar las buenas prácticas ganaderas para conseguir mejores precios para los
productos y subproductos ovinos.
• Generar tecnologías apropiadas y transferirlas a los productores para la obtención,
conservación y procesamiento de productos y subproductos ovinos.
• La deficiente atención sanitaria a los ovinos origina grandes pérdidas económicas, lo
que obliga mejorar este aspecto con el cual se puede aumentar los ingresos económicos
de los productores.
• Es necesario efectuar selección de los ovinos teniendo en consideración peso vivo y
peso del vellón, asimismo desechar animales con características indeseables. Y, poner
en práctica un programa de mejoramiento genético.
• Mejorar el manejo en general de los ovinos durante el empadre, gestación, parición,
marcación, destete, esquila, baño, etc. Con los cuales sin mayor inversión podrá
elevarse la producción.
VI.
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