Aprender y enseñar el dinamismo de la comunicación discursiva, desde el Área de Lengua Castellana y Literatura Mª Carmen González Landa Universidad Complutense de Madrid El lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos que lo realizan, así como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados (Bajtín, 1985: 251). • • • • • • • Introducción 1. Breve reflexión sobre la comunicación discursiva 2. Tres miradas básicas sobre los enunciados 2.1. La Mirada Textual 2.2. La Mirada Semántica 2.3. La Mirada Pragmática 3. Entrenarse en estrategias de interacción con los enunciados 3.1. Estrategias desde la mirada textual 3.2. Estrategias desde la mirada semántica 3.3. Estrategias desde la mirada pragmática 4. Un ejemplo 5. Conclusiones Bibliografía INTRODUCCIÓN Mi intervención, como todas las de este curso, se sitúa en el ámbito de la formación permanente de maestras y maestros de las Etapas de Infantil y Primaria en ejercicio. Se trata, por tanto, de contribuir a posibilitar el reconocimiento y la reflexión sobre aspectos relevantes de nuestras concepciones y modos de intervenir en las aulas, específicamente desde el área de lengua castellana y literatura, como mediadores en el desarrollo de las capacidades cognitivas, comunicativas, estéticas, de gestión de las emociones y regulación de la conducta de los escolares de estas etapas educativas. En esta circunstancia me quiero centrar en hacer operativa mi convicción de que, entre otras condiciones, hay un medio básico que nos posibilita poder ejercer, adecuadamente y con soltura, nuestra responsabilidad de mediadores en el desarrollo de la competencia lingüística de los niños y niñas sujetos de la educación básica: entrenarse en la reflexión sistemática y en el reconocimiento de los diversos usos y formas (géneros, coherencia, estructuras, registros, cohesión, corrección, adecuación) de los enunciados y de los ámbitos (privado, público, profesional o educativo) en los que se emplean (situacionalidad), así como en detectar las necesidades humanas a las que los diversos usos lingüísticos contribuyen a colmar (intencionalidad, efectividad y eficacia, aceptabilidad), e, igualmente, en comprender y, en su caso, reformular las representaciones de lo real que vehiculan (informatividad) y las diversas y múltiples identidades (personales, sociales y culturales) que perfilan, y, del mismo modo, los modelos de relaciones, (de dominación, de sumisión o de colaboración), que posibilitan instituir, o, al menos, explicitar, entre los seres humanos; así como, consecuentemente, ejercitarse en practicar planificadamente todo lo reconocido y asimilado de ello, en la producción de enunciados tanto verbales, en modalidad oral o escrita, como multimodales. Como se trata de un artículo que busca contribuir a la mejora permanente del ejercicio profesional como maestras y maestros, he distribuido sus contenidos del siguiente modo: Tras presentar brevemente una reflexión teórica sobre la comunicación discursiva y enumerar los rasgos que caracterizan al enunciado como unidad que la posibilita y vehicula, (“Breve reflexión sobre la comunicación discursiva”), en el apartado siguiente, (“Tres miradas básicas sobre los enunciados”), ofrezco una perspectiva de tratamiento con los enunciados que sintetiza aportaciones pertinentes de distintos enfoques teóricos cuya explicitación y consideración espero contribuya a posibilitar confirmación para nuestras concepciones sobre la comunicación discursiva y su didáctica y, del mismo modo, favorezca, en alguna medida, el cambio conceptual, procedimental y actitudinal que, como maestro o maestra, cada uno requiera para adecuarse y ser efectivo respecto a estas cuestiones. En el tercer apartado, (“Entrenarse en estrategias de interacción con los enunciados”), destaco ciertas propuestas didácticas, algunas de ellas aludidas también en los recientes Reales Decretos por los que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación infantil (BOE, jueves 4 enero 2007) y Educación primaria (BOE, viernes 8 diciembre 2006), clasificándolas respecto a la concepción de la lengua que, predominantemente, se manifiesta y refuerza al trabajarlas en aula, así como respecto a las competencias generales o comunicativas que contribuyen a desarrollar y posibilitan potenciar en el alumnado. En el apartado titulado “Un Ejemplo”, realizo prácticas de interacción con un enunciado breve, para reconocer en él el dinamismo de la comunicación discursiva que propicia, entrenándonos en descubrir los diversos géneros o moldes que utiliza, los registros, recursos pragmáticos y retórico-lingüísticos (macro, meso y microtextuales) de los que se vale, tanto para vehicular las intenciones (explícitas o latentes) de su productor o emisor, así como los contenidos y representaciones de lo real que ofrece o impone e, igualmente, detectar cómo perfila las identidades de los sujetos y grupos que intervienen o a los que se alude, y cómo concibe y establece la comunicación y las relaciones intra e interpersonales y sociales entre los seres humanos. Además, sugiero modos de interacción con los enunciados que son apropiados para ser trasladados a las aulas, es decir, que destacan las potencialidades didácticas para contribuir al desarrollo y puesta en práctica de las capacidades reflexivas y comunicativas del alumnado. Siguen, por último, el apartado de conclusiones y una relación bibliográfica con los títulos y autores tenidos en cuenta al escribir este artículo. 1. BREVE REFLEXIÓN SOBRE LA COMUNICACIÓN DISCURSIVA La comunicación discursiva, es decir, los intercambios, sobre diferentes contenidos y de diversa índole y función, entre los seres humanos, se realiza mediante la recepción y emisión de enunciados codificados con signos combinados en estructuras acordes con unos géneros o moldes, en cierta medida, establecidos y, a la vez, expuestos a variaciones, según se quiere expresar en la siguiente figura: Comunicación Discursiva (enunciación y Para: enunciados) Contacto/Identidad Organizar la experiencia Sobre: Conocimientos Vivencias Intenciones Contextos/Ámbitos Situaciones Coherencia/Cohesión Géneros/Moldes Aceptación Comunicación y creación - transmisión de representaciones de lo real, contenidos científico-técnicos, filosóficos, históricos, ficcionales... prescriptivos, emotivos... sentimentales Contacto, comunicación y entendimiento, con los otros, con lo otro y consigo mismo, regulación de las acciones En efecto, según Bajtín (ver bibliograf.), los géneros discursivos son moldes que asocian tipos temáticos, composicionales y estilísticos relativamente estables que “representan a” y se usan en aquellas esferas, ámbitos y escenarios culturales diversos donde tiene lugar el transcurrir vital de los sujetos y grupos humanos. Así, los enunciados, como unidades de la comunicación discursiva, se caracterizan por los siguientes rasgos: Pertenecen a sujetos discursivos determinados, con intención y dirección (Intencionalidad). Reflejan y refractan las situaciones en las que se usan y a las que se refieren (Situacionalidad). Se proyectan en una corriente dialógica de otros enunciados que les han antecedido y son precursores de los que les seguirán como respuesta (Intertextualidad). Poseen principio y fin (Coherencia y Cohesión) determinados por el cambio de sujetos discursivos. Responden a géneros, temáticas específicas y estilos determinados (elementos fónicos o gráficos, léxicos y morfosintácticos), relativamente estables y a su vez distintos por estar asociados a las diferentes esferas en que se organiza la actividad humana. Aceptabilidad Intencionalidad Situacionalidad ACTIVIDAD HUMANA Intertextualidad Coherencia Informatividad Cohesión Como ya he anticipado, el enunciado se convierte y constituye, así, en la unidad de la comunicación discursiva que da cuenta del dinamismo, la apertura, la pluralidad y complejidad de las interacciones humanas. La mención a la “actividad humana” en el centro del organigrama precedente destaca la responsabilidad de los seres humanos, siempre situados temporal y espacialmente, con sus acciones y los efectos y repercusiones, beneficiosas o perversas, de las mismas, así como la vinculación entre dichas acciones y su expresión en moldes genéricos que dan origen a las cadenas textuales en las que dichas acciones se mencionan, orientan y adquieren sentido. Los cuadrados referidos a la “intencionalidad” y “aceptabilidad” dan cuenta del dinamismo de los acuerdos o desacuerdos entre sujetos y grupos, en posiciones y papeles intercambiables de proposición y aceptación o matización, corrección o rechazo. Del mismo modo, los contenidos semánticos de los enunciados, más o menos especializados y precisos, sustentan, dinamizan o inhiben los proyectos y acciones humanos a escala global y local respectivamente. En síntesis, en los enunciados se explicitan acciones, pensamiento, perspectivas de los asuntos y lenguaje de los sujetos discursivos cronotópica, biológica, psicológica, social y culturalmente situados y condicionados. 2. TRES MIRADAS BÁSICAS SOBRE LOS ENUNCIADOS Como he anticipado en la introducción, cuando, como es el caso, se trata de capacitarnos permanentemente como mediadores del desarrollo de la competencia comunicativa del alumnado en contexto escolar, necesitamos, entre otras cosas, actualizar y afinar nuestras perspectivas de consideración sobre el principal instrumento, tanto de comunicación y representación de lo real, como de explicitación de los usos de la/s lengua/s y los lenguajes: los enunciados o textos. Efectivamente, a partir de teóricos muy relevantes y autorizados en estas cuestiones, que menciono en los párrafos siguientes, podemos concentrarnos en tres perspectivas de consideración de los enunciados que pueden orientarnos, de manera complementaria entre sí, a la hora de planificar y ejecutar las intervenciones de aula que se proponen trabajar, tanto de forma específica como multidisciplinar, el desarrollo de las competencias generales de ser, saber, saber hacer y saber aprender así como de sus competencias comunicativas (lingüísticas, sociolingüísticas y pragmáticas) (Consejo de Europa, 2002) del alumnado o de los usuarios de lenguas. En primera instancia, podemos enumerar esa triple consideración, a la que he aludido, de la siguiente manera: El enunciado como texto o composición verbal y/o multimodal. El enunciado como vehiculador de contenidos semánticos de diferente índole (lógica, experiencial, ficcional...) y temática. El enunciado como herramienta de uso para cubrir necesidades o alcanzar diversos logros personales y sociales, en diferentes circunstancias. Efectivamente, tanto Bajtín , desde su determinada filosofía del lenguaje, como la perspectiva semiótica de consideración de los fenómenos de significación y comunicación los ha contemplado y sintetizado de este modo. Así, por citar algunos, la propuesta de Peirce (ver bibliograf.), junto con Morris y Carnap, que distinguen tres dimensiones, perspectivas o campos de estudio, (Sintáctica, Semántica, Pragmática), en la consideración de los signos que, entre otras aplicaciones, ha permitido orientar o poner el acento de maneras diversas en las prácticas educativas de enseñanza-aprendizaje de lenguas: Aquellas que priorizan el estudio de las relaciones de los signos entre sí, como constitutivas de la configuración formal de los enunciados o textos ( Sintaxis). Aquellas que se interesan predominantemente por las relaciones entre los signos y los objetos del mundo (referentes) designados o referidos por ellos ( Semántica). Aquellas que destacan las relaciones entre los signos y los usos que las personas y grupos que los producen y/o reconocen e interpretan hacen de ellos ( Pragmática). Del mismo modo, aunque a otro propósito, Hallyday (ver bibliograf.) alude a ellas y las redenomina como funciones “Textual”, “Eidética”, “Interpersonal”, respectivamente, e, igualmente, también pueden verse como una reformulación de la triple consideración que estoy presentando, las normas de textualidad o principios constitutivos y regulativos de la comunicación discursiva (De Beaugrande y Dressler). En la siguiente figura presento una síntesis terminología señalada en los párrafos precedentes: gráfica del contenido y de la Mirada Textual (Sintaxis) Mirada Eidética (Semántica) Comunicación discursiva Mirada Interpersonal (Pragmática) Comprender Expresar Efectivamente, la comunicación discursiva, es decir, de comprender y expresar mediante signos verbales o multimodales, suponeponer en juego componentes sintácticos, semánticos y pragmáticos. Integrar estas tres ópticas proporciona, entre otros beneficios, una representación o explicación más adecuada de la comunicación humana, entre otras razones, porque, por ejemplo, explicita la participación e influencia de las situaciones en las que los enunciados se usan o a las que los enunciados se refieren (situacionalidad); la vinculación de cada enunciado que se usa con otros precedentes y puerta para otros futuros (intertextualidad); la intencionalidad que lo ha provocado, así como los efectos que está destinado a producir (eficacia); la significatividad, es decir, la seducción emotiva y/o cognitiva y semántica o interpretativa que el enunciado provoque según sea comprendido; para todo lo cual debe de estar, además, cifrado con coherencia y cohesión.(Beaugrande de, R., 2000). 2.1. La Mirada Textual Texto Completo Secuencias/Párrafos Oraciones * Corrección gramatical: Morfología-Sintaxis. Evitar anacolutos, faltas de concordancia... Palabras/Sílabas/FonemasSonidos/Letras * Precisión y riqueza léxica * Campos semánticos * Sinonimia/Antonimia Esta consideración implica trabajar sobre el conocimiento y uso más o menos correcto (competencia parcial y progresiva) de diversos códigos o sistemas de signos: - De lenguas naturales: materna, segundas y extranjeras. Corporales, gestuales y quinésicos. Visuales, icónicos o gráficos. Musicales. Proxémicos. Formales. En la enseñanza-aprendizaje de Lengua y Literatura, tradicionalmente, esta solía ser la mirada más aplicada; procede de la concepción de la lengua como sistema de signos y de asumir que se sabe lengua cuando se saben los conceptos gramaticales, aplicar la normativa y no cometer errores de pronunciación, ortografía o imprecisiones léxicas, por ejemplo. Toda esta inquietud didáctica no queda borrada con los nuevos planteamientos, más bien al contrario, como he querido expresar en el organigrama, se trata de integrar esos saberes (estructuralistas y normativos, si se quiere) en la reflexión acerca de la producción y comprensión de los enunciados de uso, así como de aplicarlos cuando se habla y se escribe. Entre otros aspectos, también presupone conocer y ejercitar procedimientos de análisis y síntesis, saber segmentar el todo textual en partes de diverso grado de generalidad según convenga a los objetivos del análisis, y, para ello, en consecuencia, familiarizarse con las unidades lingüísticas del código verbal (léxicas, morfológicas, sintácticas y fónico-gráficas) y sus relaciones gramaticales (oraciones) y textuales (párrafos, secuencias..). 2.2. La Mirada Semántica Esta mirada privilegia las relaciones del pensamiento y conocimiento del mundo con el lenguaje, es decir, entre los referentes u objetos del mundo con la designación con que se alude a ellos mediante el lenguaje. Podemos considerar que esta mirada semántica tiene que ver con lo relativo a los esquemas cognitivos, imágenes, modelos y representaciones mentales; también con la “enciclopedia” o los conocimientos experienciales, teóricos y culturales de los sujetos; igualmente, con el saber sobre el conocer (epistemología) y, destacadamente para nuestros propósitos de mediación con el alumnado, con la construcción de sentido. Entre otras capacidades, implica dotarse, utilizar y conocer patrones cognitivos coherentes, por ejemplo, maneras estratégicas, es decir, adecuadas y eficaces de plantear y solucionar problemas; de distinguir causas y asociarlas con efectos; de manejar la situación y progresión temporal de las acciones y circunstancias: antes-durantedespués, etc. Mirada semántica Patrones cognitivos coherentes Introducción-desarrollo-conclusión Problema-solución Causas-consecuencias Planteamiento-nudo-desenlace Contenidos espontáneos Contenidos disciplinares Contenidos narrativos experienciales Contenidos expositivos Lógicos Anécdotas Detalles Léxico común o especializado Categorías Conceptos Por tanto, esta mirada se concentra en los contenidos de diversa índole (conceptual, procedimental, actitudinal o experiencial) que vehiculan los enunciados, es decir, en las representaciones de la naturaleza y la cultura que reflejan y refractan. Del mismo modo, permite tratamientos de dichos contenidos de diferente nivel de especialización: desde los más espontáneos, comunes y divulgados a los más especializados; asunto este que tiene mucha repercusión en la dimensión didáctica de transmisión-asimilación-producción de contenidos disciplinares en las sucesivas etapas de la escolaridad infantil, primaria, secundaria y universitaria, así como en la perspectiva de la formación permanente a lo largo de la vida. En efecto, reiteramos que esta mirada adquiere suma importancia en los contextos de enseñanza-aprendizaje, especialmente en los reglados, aunque también en los no reglados, porque de ella depende, en gran medida, como he dicho, el tratamiento de y con los contenidos disciplinares de las diversas áreas de conocimiento y con los enunciados, en cierta medida específicos que los contienen (manuales, artículos, recensiones, críticas, conferencias, comunicaciones, debates, documentales, de índole predominantemente expositiva (conceptual) y argumentativa, etc.). De esta mirada depende igualmente la llamada dimensión epistémica del aprendizaje, así como la atención, consideración y profundización en el proceso de construcción del conocimiento científico. 2.3. La Mirada Pragmática Mirada pragmática (interpersonal) Intencionalidades Aceptabilidad Contextos/Ámbito Efectividad Eficacia Emisores USOS Destinatarios Adecuación Los enunciados como manifestación de intercambios entre sujetos “cronotópica y culturalmente situados” Esta mirada se interesa por las acciones que realizamos con los usos de la lengua, es decir, por las funciones que cumplimos con su mediación; entre las más destacadas, como sabemos: contacto y comunicación personal, interpersonal y social; representación de lo real y modelización de saberes; conocimiento y regulación de la conducta propia y ajena; exploraciones sobre mundos posibles y creación de belleza... En efecto, desde el nacimiento, cada ser humano es acogido en una comunidad cultural que le proporciona los marcos, las interacciones y los sistemas simbólicos, el lenguaje verbal y las estructuras “textuales” entre otros, es decir, ciertas representaciones que le permiten, en algún aspecto, conjeturar o predecir lo que está pasando, controlarse y controlar a otros. Así, la mirada pragmática busca reconocer y saber aplicar los usos que los sujetos, situados y condicionados, hacemos de los enunciados para lograr objetivos de muy diversa índole y en distintas dimensiones o facetas (personales, familiares, profesionales, sociales, etc.), de los que depende nuestra supervivencia, desarrollo, bienestar, y, más aún, el significado de nuestra existencia. Se plantea cuestiones del tipo: ¿Qué pretendemos conseguir?; ¿Con quíen/quiénes contamos?; ¿A quién/quiénes nos dirigimos?; ¿En qué circunstancias?; ¿De qué modos y con qué medios?, etc. Es decir, la mirada prágmatica correlaciona los usos lingüísticos con los contextos, ámbitos y circunstancias en que se utilizan; los sujetos, cronotópicamente situados, y las acciones que los vinculan entre sí, mientras las realizan, planifican, evalúan, o revisan y ponen a punto adecuadamente. Por tanto, y en síntesis, los enunciados son contemplados como intercambios entre sujetos o grupos “cronotópica y culturalmente situados”, para gestionar, controlar, desarrollar o mejorar sus condiciones de vida. 3. ENTRENARSE EN ESTRATEGIAS DE INTERACCIÓN CON LOS ENUNCIADOS Si convenimos que, en un sentido amplio, la estrategia es el descubrimiento o construcción y la aplicación de nuevas oportunidades, maneras de hacer o mecanismos de relación con los objetos, las personas, las instituciones, las empresas o las circunstancias para optimizar dichas relaciones en función de alcanzar objetivos explícitos y determinados, en esta circunstancia y en este apartado, vamos a plantear dicho descubrimiento con la pretensión de ampliar nuestras posibilidades de trabajo como mediadores/as en el desarrollo de la competencia comunicativa del alumnado, dentro de la que se contempla también el desarrollo de la competencia literaria, y específicamente mediante la recepción y producción de enunciados tanto verbales, en modalidad oral y escrita, como multimodales, es decir, cifrados con signos verbales y de otros tipos de códigos, visuales y gestuales, por ejemplo. Para ser operativos, vamos a rescatar y referirnos también a actividades recomendadas en los últimos Reales Decretos de enseñanzas mínimas para Educación infantil y primaria, centrándonos en el área “Lengua castellana y literatura”. Como es sabido, se trata de ampliar y afinar, progresivamente a lo largo de toda la vida, tanto el escuchar o leer y entender como el hablar, escribir, expresar y expresarse, vinculando estas macro-habilidades con el desarrollo personal, el éxito académico y profesional y la transformación social y no sólo sabiendo usarlas sino sabiendo para qué, cómo, dónde y cuándo se usan, es decir, convirtiendo las prácticas comunicativas en objeto de conocimiento, es decir, en contenido declarativo, instrumental y actitudinal que puede y debe ser enseñado y aprendido. ¿Cómo, pues, proceder para “adquirir un saber reflexivo sobre las prácticas comunicativas necesarias para vivir en la sociedad del siglo XXI”? (BOE núm.293, pág. 43082), y, sobre todo como profesionales y, en cierta medida, responsables del desarrollo de la competencia lingüístico-comunicativa del alumnado, cómo planificar, ejecutar y evaluar la mediación con el alumnado para que vaya adquiriendo y desarrollando satisfactoria y eficientemente, aunque, inevitablemente, siempre de forma parcial y progresiva, dicho saber conceptual, procedimental y actitudinal? ¿Cuáles de esas prácticas comunicativas considerar, de forma privilegiada o predominante, y cómo trabajarlas en el contexto de los centros escolares de cada zona geográfica, cultural y social, y en las aulas de Educación primaria, en cada etapa, ciclo, grupo-clase, alumno-alumna concreto ? La complejidad de este reto requiere, en efecto y entre otros aspectos, una gran preparación y versatilidad en el profesorado. Tanto para trabajar didácticamente sobre el dinamismo de la comunicación discursiva como para adquirir conocimientos declarativos, procedimentales y actitudinales sobre ella, considero que puede ayudar, como vengo sosteniendo, entrenarse en descubrir (por observación, anticipación o inferencia), utilizar y transformar estrategias de interacción con las unidades de la comunicación sígnica verbal y multimodal, es decir, con los enunciados: . En su dimensión textual (códigos, géneros, gramática: unidades y relaciones) .En su dimensión semántica (contenidos-experienciales-ficcionales-lógicos- y su tratamiento) .En su dimensión pragmática de uso, en tiempos y espacios específicos y finalidades determinadas, es decir, vehiculadores de intenciones, efectos y prácticas personales, profesionales, sociales y culturales, por tanto, de procesos crítico-reflexivos que sustentan las diferentes culturas, contextos grupos y personas. Para favorecer este entrenamiento que propugno y destacando la finalidad didáctica de aprendizaje, voy a concretar algunas prácticas de interacción con los anunciados, algunas de ellas bastante utilizadas en la escuela y otras, quizás, no tanto, asociándolas a cada una de las tres miradas o dimensiones que hemos destacado; señalando estrategias o nuevas posibilidades de tratamiento acordes con las mismas o que pueden derivarse de cada una de ellas en mayor o menor medida, sin obviar que, aunque predominantemente podamos inscribir una determinada estrategia en la perspectiva pragmática del enunciado en cuestión también afecta a las otras dos establecidas y viceversa. En definitiva es precisamente la necesidad, la decisión y el poder de ejercicio semiótico de los seres humanos y sus circunstancias quienes otorgamos intención, forma, interpretación, adecuación y eficacia a los enunciados que, de manera incesante, recibimos y producimos en la corriente social y cultural que nos transciende y acoge como las riberas a los ríos. PÁRRAFO (secuencias, intermedias, estrofas, versos)… TEXTO (novela, manual, capítulo, lección, acto, prefacio…) 3.1 Estrategias desde la mirada textual Intencionadamente obviamos en este apartado la mención a contenidos semánticos globales y de detalle (mirada semántica) y a los contextos, situación de uso, así como a la intencionalidad (mirada pragmática) y nos centramos en el enunciado como uso de un código, es decir, como relación sígnica entre palabras, fonemas y/o grafemas. LAS UNIDADES TEXTUALES Y SU ANÁLISIS: DEL TODO A LAS PARTES Y VICEVERSA • Reconocer si el texto es sólo verbal o multimodal. • Reconocer el/los géneros y la/las estructuras predominantes (planteamiento-nudo-desenlace o introducción-desarrolloconclusión o causa-consecuencia o tesis-argumentación). Para ello, se puede, por ejemplo, orientar el trabajo sobre la estructura de un enunciado narrativo mediante la observación y distinción de los fragmentos específicamente narrativos y su posición estratégica (inicial, central y final, respectivamente), distinguiéndolos de los dialogados, en unos casos, en estilo directo regido, es decir, dirigidos por las fórmulas declarativas del narrador (“Dijo...; Respondió...”) y, en otros, en estilo indirecto. La estructura también puede constatarse al tener en Coherencia cuenta como indicadores, por ejemplo, el cambio de espacio o de tiempo; así como la variación de personajes por ausencia de alguno o nuevas incorporaciones. Esta determinación de la estructura a su vez proporciona unidades intermedias de análisis pero con suficiente coherencia y cohesión, de tal manera que pueden permitirnos análisis más o menos detallados según convenga al proyecto didáctico que tengamos entre manos, así como al nivel del alumnado y a las exigencias académicas que correspondan. • Observar y utilizar el/los registros de uso. • Observar y utilizar la ordenación de los contenidos: de lo general a lo particular, seriación o yuxtaposición, jerarquización o subordinación. • Observar y utilizar las relaciones léxicas (campos semánticos, recurrencias léxicas,…) y los deícticos o señaladores de la Cohesión referencia, así como los conectores y la puntuación entre las partes del todo textual. • Relaciones interoracionales ORACIÓN Relaciones intraoracionales • Observar y utilizar las relaciones de conjunción, disyunción, adversación y subordinación. Observar y utilizar correctamente la concordancia de género y número y la correlación verbal. • Observar y utilizar las diferentes clases de palabras. Observar y utilizar el orden normal (sujeto, verbo y predicado) de los elementos oracionales o, en su caso, observar y utilizar el hipérbaton. Observar y, en su caso, evitar los anacolutos. • Oraciones simples • • Coordinación Morfología y sintaxis oracional Yuxtaposición • sustantiva Oraciones compuestas subordinación: adjetiva adverbial: causal, consecutiva, comparativa, concesiva, temporal PALABRA SÍLABA, FONEMA , LETRA PRESENTACIÓN • • • Denotativo: propiedad y precisión. Connotativo: metáforas, comparaciones, sinécdoques, metonimias, ambigüedades y paradojas. Variedad y uso de sinónimos y antónimos Establecimiento de campos semánticos Búsqueda y utilización de palabras clave. Pronunciación • • Sonoridades recurrentes o no: aliteraciones versus cacofonías. Articulación, volumen, ritmo, entonación… Ortografía • Normas ortográficas. • • Vocabulario • • • • • • Observar y utilizar el o los soportes o canales. Observar y utilizar el código o los códigos que se emplean en el texto. Reconocer y, en su caso, decidir las relaciones entre los códigos (igualdad, superioridad o inferioridad). Disposición mezclada o independiente de los elementos de cada código y si ocupan posiciones más o menos destacadas en el soporte (izquierda-derecha, arriba-abajo, centro-márgenes…). Formato (aspecto visual) de las letras, los párrafos, las páginas y los textos completos. Legibilidad/caligrafía. Estrategias desde la Mirada Textual (enunciado) (correcto) ♦ Reconocer o recordar géneros, tipos y modelos textuales y saber utilizar dichos moldes. ♦ Ser capaz de jugar con los registros textuales, por ejemplo, convertir uno especializado en divulgativo o viceversa. ♦ Aplicar las operaciones de recomposición o transformación de elementos textuales (conservación, condensación, dilución, inserción, supresión, sustitución, trasposición, desplazamiento). La práctica escolar de la lectura en voz alta, previamente preparada, entre otros objetivos, puede ser también aprovechada para observar y aprender la diversidad de configuraciones con las que un texto se constituye; pueden usarse diversos colores para distinguir y señalar, por ejemplo, el discurso del narrador, los diálogos directos de los personajes, fragmentos narrativos, descriptivos, expositivos, argumentativos, prescriptivos, más o menos dominantes según el texto seleccionado para dicha lectura. Tras su preparación, esta lectura en voz alta debe ser ejecutada cuidando pronunciación, ritmo y diversificación tonal, cuando se trate, por ejemplo, del narrador-cronista, o de diversos personajes o tipos de textos o matices del contenido que interese destacar, etc... En la lectura en voz alta de textos literarios puede establecerse un grado más de dramatización con inclusión de “efectos especiales”. 3.2 Estrategias desde la mirada semántica En el siguiente cuadro se recogen algunas de las estrategias para la comprensión de contenidos textuales y construcción de significado aplicables en dicho proceso: Estrategias desde la Mirada Semántica (contenidos) ( Lo coherente: el sentido) ♦ Activar conocimientos previos. ♦ Relacionar e integrar los conocimientos previos con otros nuevos. ♦ Elaborar hipótesis de sentido, apoyándose, por ejemplo, en primer término, en el título o en los paratextos, si los hubiera, anotando y organizando las glosas o comentarios sobre los mismos. ♦ Buscar o recordar información relacionada con los contenidos que se tratan. ♦ Seleccionar información pertinente en función de los objetivos que se persigan, distinguiendo entre contenidos globales y los desarrollos más específicos. ♦ Selección, comprensión o construcción de conocimiento, tanto de índole experiencial y emotiva como lógica y especulativa. ♦ Categorizar, clasificar, generalizar, detallar e integrar contenidos textuales (informativos, expresivos, emotivos, estéticos, prescriptivos, de carácter especializado, de ficción, funcionales…). ♦ Hacer inferencias para predecir resultados o completar información. ♦ Reconocer o aplicar estrategias de memorización. ♦ Generar representaciones mentales de los contenidos y plasmarlas gráficamente. ♦ Establecer relaciones entre ideas o proposiciones, descubrir campos semánticos y recurrencias sémicas, reconocer o proponer ejemplos y contraejemplos, argumentos y contraargumentos, anécdotas. Por otra parte, para una aproximación metacognitiva al trabajo con los contenidos semánticos, y para poder valorar la calidad, complejidad/simplicidad, grado de racionalización o intuición, etc. de los mismos en un enunciado puede ayudarnos establecer y aplicar escalas de gradación, como, por ejemplo, la siguiente: El contenido está expresado con, mayor o menor, propiedad, precisión, claridad, ambigüedad, paradoja o indeterminación. Más en concreto y, por ejemplo, respecto a los textos narrativos, para la captación del argumento del texto y sus temas, podemos utilizar la técnica de contar brevemente lo que acontece (¿qué ocurre?) y establecer, mediante palabras clave, de qué trata. En otro orden, también pueden subrayarse, con un color determinado, la oración o las oraciones que consideremos expresión de los contenidos principales o más generales o abarcadores y, del mismo modo, para bucear en los matices con los que se desarrolla dicho contenido, puede ayudar el determinar y subrayar, en otro color, la oración más importante de cada párrafo. Seguirá el reconocimiento del narrador y de los diálogos directos en que se reproduce lo dicho por los personajes. También se seleccionarán los párrafos descriptivos en relación con el espacio donde tienen lugar las acciones y/o donde se perfilan los caracteres de los personajes. En relación con los temas que los lectores pueden inferir en su lectura, les conduciremos a que determinen en qué expresiones, términos o figuras retóricas quedan particularmente condensados, matizados, o sugeridos, consiguiendo, a la vez, la toma de conciencia de que las formas de la escritura vehiculan las diversas proyecciones del pensamiento y la sensibilidad humanos. Por otra parte, tras la captación de la comprensión más literal, que se fija en la anécdota, que discierne el mensaje y temas patentes, que se detiene en el perfil de los personajes, en los detalles de espacio y tiempo, en comparar y contrastar informaciones del texto, etc., podemos conducir al alumnado a interpretaciones elaboradas por inferencia (deducción, inducción... ), abocándolo, por ejemplo, a poner de relieve las diversas maneras de representarse lo real y, por lo mismo, de reaccionar o actuar. 3.3 Estrategias desde la mirada pragmática Como hemos anticipado en el apartado 2.3, esta mirada se centra o privilegia a los sujetos, circunstancias y funciones en las que o para las que se utilizan los códigos. Dicho de otra manera, esta mirada busca contestar la pregunta de para qué sirven los lenguajes, o, dicho de forma más específica, los enunciados . Como es sabido, uno de los grandes teóricos que ha formalizado la repuesta de forma admirable es Halliday. Sintetizamos dicha respuesta en el cuadro siguiente: Conocimiento Comunicación Creación Conducta • • • • • • • • múltiples perspectivas diversas soluciones comprender + hablar + leer + escribir recepción + producción inventar posibilidades dar forma regular comportamientos mostrar valores Efectivamente, los enunciados, es decir, los lenguajes en uso, sirven para asimilar y desarrollar el conocimiento, para la comunicación, para la creación e, igualmente, para regular la conducta personal y social. Desde la mirada pragmática, se subraya que la comprensión, transformación, producción, o creación de enunciados requiere la implicación activa de los sujetos y que esas habilidades pueden concebirse como actividades humanas complejas y de carácter procesual (antes: planificación; durante: ejecución; y después: revisión) y, del mismo modo, que deben adecuarse a las “exigencias” o requisitos de los marcos o ámbitos en que los diferentes enunciados (expositivos, narrativos, dialogados, monologados, divulgativos, especializados, informales, etc.) son pertinentes. En el siguiente cuadro se sintetizan, asociándolas a cada uno de los cuatro “principios constitutivos de la comunicación discursiva” de carácter eminentemente pragmático, formulados por De Beaugrande y Dressler, estrategias aplicables en la recepción y producción de enunciados en sus usos determinados por los sujetos y sus circunstancias: Circunstancias Situacionalidad Sujetos Intencionalidad Aceptabilidad e Informatividad Estrategias desde la Mirada Pragmática (enunciación) (adecuado) ♦ Evaluar la situación ♦ Examinar factores ambientales y considerar las coordenadas espaciotemporales de la comunicación discursiva. ♦ Establecer y adoptar estrategias adecuadas en relación con el entorno (familiar, social, académico, profesional) de la comunicación discursiva. ♦ Transferir o aplicar contenidos (conceptuales, procedimentales o actitudinales) a nuevas situaciones de comunicación. ♦ Analizar o diseñar variables personales de los emisores, tales como el contexto familiar y socio-económico, edad, sexo, actitudes, necesidades, motivaciones, ideologías, creencias. ♦ Reconocer emisores y, en su caso, decidir quién/quiénes toman la palabra o escriben. ♦ Formular y graduar objetivos, tanto para los procesos de planificación y ejecución como para los productos y resultados finales. ♦ Definir la intención o intenciones. ♦ Diseñar y ejecutar planes (prever y secuenciar acciones y medios). ♦ Evaluar planes, incluyendo su revisión y, en su caso, corrección. ♦ Establecer y adoptar estrategias adecuadas en relación con necesidades, condiciones, deseos y capacidades de los emisores. ♦ Analizar o diseñar variables personales de los receptores, tales como el contexto familiar y socio-económico, edad, sexo, actitudes, necesidades, motivaciones, ideologías, creencias. ♦ Reconocer destinatarios y, en su caso, decidir quién/quiénes se sentirán convocados por el enunciado, qué respuestas provoca en el receptor o receptores (se acepta, se rechaza, se transforma…). ♦ Establecer y adoptar estrategias adecuadas en relación con las necesidades, condiciones, deseos y capacidades de los receptores. Respecto a la situcionalidad de los usos de la comunicación discursiva, por ejemplo, el Real Decreto menciona los siguientes contextos y ámbitos respectivamente: “privados y públicos, familiares y escolares”; “...el de las relaciones sociales, el de los medios de comunicación, el literario, y, de manera privilegiada, el ámbito académico...”; “...situaciones de interacción comunicativa que ofrece el contexto del aula y del centro escolar.” (BOE núm.293, pág. 43083). Por su parte, el Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación (2002) distingue los siguientes ámbitos de uso: privado, público, profesional educativo. Orientados por estas clasificaciones, podemos interesarnos por, así como entrenarnos en, determinar tanto en qué contexto, ámbito o situación intercambiamos o circula (extratextualidad) el enunciado/-s de que se trate, como en cuál es el que perfila (intratextualidad) y, del mismo modo, por sus relaciones de intertextualidad, es decir, por determinar en qué prototipos, géneros discursivos o moldes se apoya o refleja. La atención y la asimilación consciente del poder de los enunciados para alcanzar objetivos, es decir, lograr metas (intencionalidad) es extraordinariamente relevante para la motivación del alumnado en este aprendizaje así como para dotarle de una de las herramientas más potentes para conducirse en las diversas circunstancias y retos que tiene que afrontar a corto, medio o largo plazo. Para trabajar este aspecto en los enunciados contamos, como es sabido, con las categorizaciones que se refieren a las “funciones del lenguaje”, dicho coloquialmente podemos preguntar: quién es o son los emisores/productores de este enunciado (extra e intratextualmente pueden coincidir o no) y qué pretenden: ¿enseñar; informar; explicar; argumentar...? (Función informativa); contactar con los otros o las instancias oficiales; convencerles, pedirles... (apelativa); dasahogarse, hacer confidencias... (expresiva); hablar sobre los lenguajes, los códigos, sus unidades o elementos, sus relaciones, forma, función, significación...(metalingüística), crear belleza y ahondar en niveles de la realidad sutiles y huidizos, cuidando el efecto estético en la selección y combinación de los signos (poética), etc. A este propósito, junto con el ya mencionado de las funciones del lenguaje de Hallyday, otro de los paradigmas iluminador, y muy utilizado por el profesorado y reproducido en los manuales, es el inspirado en K. Bhüler y retomado por R. Jakobson, entre otros. 4. UN EJEMPLO1 Como he planteado en la introducción, en este apartado voy a poner en práctica las miradas y algunas de las estrategias consignadas en los precedentes con la intención principal de clarificar la teoría expuesta y, al aplicarla, poner al descubierto el dinamismo de la comunicación discursiva en el siguiente poema de Rafael Alberti, así como ofrecer actividades didácticas para las aulas de Primaria y Secundaria Obligatoria, principalmente: Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! ¿Quién comunica y cuál es su perfil? Si mi voz muriera en tierra 1. 2. 3. 4. 5. 1 Es alguien que se expresa en primera persona. Es alguien que sustituye toda su persona por su voz. Su identidad queda materializada en su voz, continente de su palabra poética. Se anticipa a la posibilidad de morir en tierra. Desde la Historia de la Literatura, sabemos que es Rafael Alberti en el espacio y tiempo en que creó este poema. Las producciones verbales e icónicas, respuesta a algunas de las propuestas didácticas que se presentan en este apartado 4, fueron realizadas por alumnado de la Diplomatura de Magisterio en Educación Primaria de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, en el curso académico 2006 2007 ¿Qué hace con el enunciado? Si mi voz muriera en tierra 1. Plantea una condición. 2. Se anticipa a la posibilidad de morir en tierra. llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra 3. Realiza una petición a modo de testamento o última voluntad y la desglosa en tres órdenes 4. Regula el comportamiento de los destinatarios mediante las peticiones. 5. Concede especial importancia a la orden repetida dos veces en “llevadla al nivel del mar”. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! 6. Busca reconocimiento, ascenso profesional a una escala superior, al pedir: “nombradla capitana”. 7. Se expresa como si ya se hubiera cumplido su deseo, en un tono eufórico, exclamativo, de gran orgullo y satisfacción por haber logrado el cumplimiento de sus peticiones y por la condecoración obtenida. ¿Quién es el destinatario y cuál es su perfil? llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra 1. Son varios. 2. Se les trata de tú (cercanía). 3. El emisor supone que están dispuestos a cumplir lo que les pide. ¿Cuál es la situación espacio-temporal? muriera, tierra 1. Situación temporal: anticipación del momento de su muerte, en el espacio “tierra”. Ribera 2. Situación espacial: lugar de enterramiento (ribera del mar). mar, bajel 3. Lugar de pervivencia (el bajel en el mar). ¿En qué contexto socio-cultural se usan textos similares a este? En ámbitos estéticos: de creación y recepción de arte y literatura. En ámbito jurídico-administrativo: pliego de últimas voluntades. ¿De qué trata? Si mi voz muriera en tierra 1. Del temor a morir lejos del mar. llevadla al nivel del mar 2. Del amor al mar y del deseo de su cercanía. y nombradla capitana mi voz condecorada 3. De la necesidad de ser reconocido como poeta (voz). ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera 4. De la alegría de haber recibido el reconocimiento. sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela 5. De cómo es la insignia en que queda materializado dicho reconocimiento. tierra, mar 6. Del mar y la tierra, de la muerte y la vida. ¿Qué tipos de texto reconocemos? Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! Poético Dialogado llevadla, dejadla, llevadla, nombradla Prescriptivo o Instructivo Oh mi voz condecorada con la insignia marinera sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela Descriptivo ¿Cómo está organizado? La coherencia del texto viene determinada principalmente por el sujeto discursivo (primera persona). La cohesión descansa, en gran medida, en el “encadenamiento” entre versos, en las reiteraciones léxicas y las anáforas. Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! Tres estrofas separadas por blanco tipográfico. Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! Tres partes: Condición (verso inicial del poema). Peticiones (versos del dos al seis). Resultado de la petición (última estrofa), separada de las dos anteriores por una elipsis temporal entre las primeras partes y esta última; desde la elipsis puede inferirse transcurso y distancia en el tiempo y cambio de lugar. Estrategias ¿De qué trata? Para trabajar la comprensión lectora, como sabemos, suele ser motivador y eficaz proponer a los niños y niñas que lean para ilustrar y/o expresar en dibujo lo que entienden del texto. Así, por ejemplo: Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela! A partir del texto icónico o multimodal producido, las/os maestras/os deben mediar para que los/as niños/as tomen conciencia de lo que han comprendido y cómo: • En este caso, el texto multimodal producido refleja que el texto fuente ha sido comprendido y que, además, se han captado informaciones de diferente tipo: • Textual: conserva la segmentación en tres unidades. • Semántico: ha seleccionado palabras clave, representadas icónica o verbalmente: voz, tierra, muerte, mar, bajel e insignia marinera. • Pragmático: con esta actividad se experimenta la lectura como proceso de interacción activo e intencional con el enunciado, es decir, como apropiación y, por tanto, variación del texto fuente. En el ejemplo, se han insertado o añadido signos (cruz), se han transpuesto otros (exclamación verbal convertida en los trazos que irradian del corazón) y se han suprimido algunos (estrella). También poner título al texto fuente puede convertirse en camino asequible para inferir el tema o los temas. Ejemplos: - Vuelta al mar. - Retorno. - Mi voz al mar. - El timonel. Una vez conducido el alumnado a reconocer alguna de las peticiones que hace el poeta, podemos pasar de la lectura a la escritura, con una consigna o motivación para dicha escritura, por ejemplo la siguiente, relacionada con el texto fuente: “Escribid un texto breve con el motivo que da origen a la petición del poeta”. Iluminado por la luna llena, caminando por vacías calles a otra hora bulliciosas y transitadas por pescadores, marineros y demás gente del pueblo, echó en falta el pasar a saludar a cada paso y el sonido de las inocentes risas de los niños, que corren jugando de acá para allá, entremezcladas con las voces de la vida cotidiana. Sus pasos le llevaron hasta la playa, donde, sentado a la orilla del mar, más recuerdos volvieron a su mente: los buenos momentos pasados junto a los amigos, las tardes de baño en la playa hasta el amanecer, su primer beso… toda una vida junto al mar. Y en ese preciso momento supo que el día que muriese no querría, por nada del mundo, quedarse lejos de allí. El cuadro anterior recoge un ejemplo de producción textual, escrita por un maestro en formación, a partir de la consigna dada. Para ejercer la mediación didáctica que es responsabilidad de las maestras y maestros en las aulas, podemos sugerir, entre otras, las siguientes intervenciones: comprobación de la ejecución de la consigna y análisis comparativo de las transformaciones (pragmáticas, semánticas y/o textuales) respecto del texto fuente. En el escrito del cuadro anterior, y desde la mirada semántica, efectivamente se pueden inferir los motivos del apego del poeta por el mar. Desde la mirada textual observamos: - Cambio de género o de tipo textual (de poema a narración). - Cambio de narrador (de primera a tercera persona). Cambio de estructura (de tres estrofas a dos párrafos). Otros ejemplos de producción escrita: , Los textos producidos por el alumnado, en principio, para trabajar la comprensión del texto fuente, pueden utilizarse posteriormente como estímulo tanto para producir otros nuevos como para ejercitar la reflexión sobre los usos lingüísticos propios. Estrategias ¿Cómo está organizado? Aunque la siguiente afirmación parezca una obviedad, para reconocer y poder darse y dar cuenta así como poder producir y enseñar a producir textos bien estructurados, es necesario, para las maestras y maestros, aprender y enseñar a fragmentar los enunciados: Para ello, contamos con diversos criterios de segmentación que conviene conocer y saber aplicar para entrenarse en el conocimiento y uso, consciente y competente, de los enunciados, entre otros, los siguientes: • Por disposición en el soporte y blancos o marcas tipográficas. • Por la disposición del contenido. • Por tipos de texto. • Por presencia, ausencia o incorporación de personajes. • Por cambios de espacio y/o de tiempo. Del mismo modo, para aprender y practicar la segmentación intencional e inteligente de un texto, hay que reconocer en él las unidades y subunidades con las que se configura: macro, meso y microtextuales. En un poema: poema-estrofa/s-versos-palabras-sílabasfonemas/letras. En el trabajo microtextual hay una estrategia destacable: la selección y el trabajo con palabras clave, es decir, que destacan en el texto por repetidas, por contrastadas o porque forman campos semánticos, etc. )ver la selección de palabras recuadradas a continuación) Dicha estrategia posibilita, entre otros logros, construir y matizar con más detalle el sentido del texto y, también, si procede, aprender sobre el código y ampliar vocabulario. Voz, tierra, mar, mar, voz, corazón, ancla, ancla, estrella, estrella, viento, viento, vela En el poema que nos ocupa, destacan dos palabras clave contrapuestas y que, aunque unidades menores, afectan al poema y a su sentido en su totalidad: Tierra – Mar. Como es sabido, explicitan una dicotomía básica en la existencia y obra de Alberti (Marinero en Tierra). Estrategias campos semánticos Los campos semánticos pueden trabajarse, como todo, en diferentes niveles de profundidad y rigor. Por ejemplo, conformarse con subrayar los términos que lo constituyen o, también, extraer consecuencias interpretativas y rasgos semánticos compartidos entre los mismos para obtener matices de sentido. Tierra, mar, mar, capitana, bajel, insignia marinera, corazón, ancla, ancla, estrella, estrella, viento, viento, vela Con las palabras seleccionadas construimos dos campos léxicos y ahondamos en la comprensión-interpretación semántica: 1. Campo semántico: mar (mar, capitana, bajel, insignia marinera, ancla, estrella, viento, vela). Evocamos el mar tanto como naturaleza, como como contexto de la marina (naturaleza y cultura). 2. Agrupación de los elementos nombrados de la insignia, y, también, búsqueda de posible motivación en los elementos seleccionados, como, por ejemplo, los contrastes “hondura (ancla) - altura (estrella, viento, vela)”, .o “ pies en la tierra y sueños”. Estrategias con la estrofa final Dado que, en la tradición escolar, hemos convenido que describir es “pintar con palabras”, tras localizar el fragmento descriptivo del texto, podemos trabajarlo como una unidad y, en este caso, proponer el traslado de su contenido a dibujo resulta particularmente idóneo desde la perspectiva de los logros didácticos. En la consigna podemos exigir mayor o menor exactitud en ese traslado y, por tanto, acentuar más o menos la dimensión cognitiva, ética, estética, lúdica, o experiencial del alumnado. A continuación mostramos y comentamos sucintamente otra serie de dibujos de la estrofa final, de carácter descriptivo, y, por tanto, fácilmente trasladable del código verbal al plástico o visual. Se trata de más ejemplos de explotación del “leer para comprender y para ilustrar” planteado como objetivo motivador de lectura y, precedentemente aludido: El dibujo siguiente presupone y explicita el reconocimiento de la categoría denominadora del campo semántico de esta última estrofa y consigue su materialización gráfica: Utilización de un texto descriptivo como instructivo para obtener un resultado y trabajar el orden mental y el rigor (manifestados, por ejemplo, en la precisión de los trazos de los dibujos, en la inclusión icónica de los elementos nombrados verbalmente y en la ordenada disposición de los mismos): Con las asociaciones libres que incluimos a continuación, mostramos otras posibilidades plásticas, lúdicas y disciplinares que pueden motivarse desde el trabajo libre con vocabulario del texto, por ejemplo, la relación con otras materias, en una deseable apuesta hacia un planteamiento transdisciplinar: Corazón: mundo de los sentimientos, inteligencia emocional, reconocimiento y gestión de las propias emociones, biología, salud... Ancla: tecnología, oceanografía, historia, exploraciones… Estrella: conocimiento del cosmos, los planetas, los satélites… 5. CONCLUSIONES Algunas conclusiones que podemos extraer de la propuesta ofrecida en este artículo son las siguientes: Es posible desarrollar y poner en práctica un paradigma u horizonte teórico de análisis de los enunciados desde tres puntos de vista: la mirada pragmática (los usos de los enunciados por parte de los usuarios, es decir, las funciones que se busca conseguir con ellos), la mirada textual (su diversidad, sus constituyentes y sus moldes genéricos) y la mirada semántica (los distintos contenidos que vehiculan). Adoptar dicho paradigma es conveniente y requiere un cambio conceptual en el profesorado. Dicho paradigma puede ser una herramienta en la enseñanza- aprendizaje de la comunicación discursiva (comprensión y producción) y puede tener aplicaciones respecto del aprendizaje, tanto del área de lengua y literatura castellana, como de las demás áreas del currículo en un contexto didáctico multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar. Efectivamente, lograr familiarizarse con esta paradigma, entre otros beneficios, capacita al profesorado para mediar de forma profesional, versátil y adecuada, en el desarrollo próximo de la competencia comunicativa del alumnado y permite proponerle trabajar con diferentes enunciados que responden a diversas funciones*, estructuras* y contenidos*, así como poder hacerlo con diferentes estrategias y niveles de profundidad, lo que redunda en poder gestionar la diversidad y atender a las distintas características, capacidades, necesidades y motivaciones de todos y cada uno de los niños y niñas que compongan el grupo clase. Permite convertir en contenidos de aprendizaje (conceptuales, procedimentales y actitudinales) entre otros,: *Las funciones: pedir, desahogarse, aclarar un concepto, organizar las tareas, saludar o felicitar, transmitir y profundizar en noticias o sucesos, presentar un proyecto o producto, ofrecer un servicio, anunciar una convocatoria o una fiesta, reflexionar sobre las causas y consecuencias de las acciones personales y sociales, plantear problemas y ofrecer soluciones… *Los moldes genéricos o estructuras secuenciales dominantes: expositivas, argumentativas, dialogadas, narrativas, descriptivas… * Los contenidos curriculares de las diferentes áreas: científicos, técnicos, históricos, filosóficos, estéticos… En definitiva, esta forma de trabajar el “dinamismo de la comunicación discursiva en los enunciados”, para nuestra mejora permanente como profesionales de la educación, nos brinda una ampliación del repertorio de estrategias con las que podemos contar en nuestra tarea de mediadores del desarrollo de la competencia comunicativa y las capacidades reflexivas del alumnado, tanto mediante actividades de aprendizaje escolar, como actividades de inserción social, progresiva en su complejidad. 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