Semana del 21 al 27 de diciembre de 2009 • DISTRIBUCIÓN GRATUITA Santuario amazónico Lago Sandoval Semanario del Diario Oficial El Peruano | Año 102 | 3a etapa | N° 152 Artista shipiba Dora Panduro Fiesta navideña LOS NEGRITOS EXPRESAN CON SUS BAILES SU RESPETO AL NIÑO JESÚS CRÓNICA 2 • VARIEDADES RESUMEN 5 | ESCENARIOS Que lo vivido no sea en vano, por María del Pilar Tello. 6 | HALLAZGO Los Chehing Sardá poseen el nacimiento más grande de Arequipa. 11 | NUESTRA MÚSICA La historia de la marinera limeña, por Manuel Acosta Ojeda. 14 | TURISMO El lago Sandoval, uno de los atractivos de Madre de Dios. 16 | EL OTRO YO Walter Yaipén, director de los Hermanos Yaipén, se confiesa a Variedades. PADRE ÓSCAR AQUINO PÉREZ La voz de Los Toribianitos Cuando hablamos de Navidad casi siempre imaginamos la escena al ritmo de villancicos, temas que dieron notoriedad a Los Toribianitos. El padre Óscar Aquino, director del coro desde hace 38 años, cuenta la historia del conjunto infantil. PORTADA DANZA. Los Negritos, la famosa estampa huanuqueña. Con sus bailes expresan su fe inmensa hacia el Niño Jesús. Foto: Renzo Uccelli / Promperú. DIRECTOR FUNDADOR : CLEMENTE PALMA DIRECTORA (E) : DELFINA BECERRA GONZÁLEZ SUBDIRECTOR : JORGE SANDOVAL CÓRDOVA EDITOR : MOISÉS AYLAS ORTIZ EDITOR DE FOTOGRAFÍA : JEAN P. VARGAS GIANELLA EDITOR DE DISEÑO : JULIO RIVADENEYRA USURÍN TELÉFONO : 315-0400, ANEXO 2030 CORREOS : [email protected] [email protected] Variedades es una publicación del Diario Oficial 2008 © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA / FOTOS: JUAN CARLOS GUZMÁN / RUBÉN GRANDEZ E l timbre se va perdiendo por el pasadizo como una nota redonda y blanca. Desde el fondo, emerge la figura del monseñor Óscar Aquino Pérez. Se disculpa y pide un par de minutos para atendernos. En realidad, se siente incómodo. A sus 76 años de edad y medio siglo de sacerdocio, nunca le ha gustado que se hable de él. Prefiere que los niños del coro sean los protagonistas: El año pasado una periodista hizo un libro sobre Los Toribianitos y él. El libro lo tiene en su escritorio, pero él no ha leído ni una página. Temo que mi artículo correrá la misma suerte. Pero hablar de Los Toribianitos es hablar de este sacerdote nacido en Matucana. Por eso hemos venido hasta la parroquia San Lorenzo, en el jirón Libertad, una zona picante del Rímac. Desde hace cuatro años, Aquino es el párroco de esta pequeña iglesia. Nunca antes, en su vida dedicada a difundir la Palabra, había estado a cargo de una parroquia. Cuarenta y seis años de su vida religiosa los dedicó a la docencia de niños. "Pero CORO Lunes 21 de diciembre de 2009 • 3 uno tiene que ir a donde le ordenan", recuerda. A diferencia de otras iglesias de barrio, tres veces por semana el salón de la San Lorenzo se convierte en una sala de ensayos donde 36 niños van afinando voces y coreografías, bajo la atenta mirada y oído del padre Aquino. La historia de Los Toribianitos empezó aquí, en el rico Rímac, en 1971. Fue en el colegio externado Santo Toribio de Mogrovejo. Entonces Aquino era encargado de la primaria del centro educativo, cuando un profesor que había hecho un himno para la Cruz Roja, le propuso crear un coro para participar en el concurso, donde estarían colegios de todo Lima. Aquino, que era un aficionado a la música y la considera "un medio para evangelizar y un buen medio para corregir el vocabulario, el lenguaje y la atención de los niños", se animó y juntaron a los niños de quinto y sexto año de primaria. En menos de un mes, armaron el coro exclusivamente para el evento. "No eran grandes cantantes, pero ganaron ese concurso por dos cosas: los coros iban sin acompañamiento y en nuestro caso, yo acompañaba a los niños con un acordeón. Y así clasificamos", dice el párroco. El premio fue un diploma y la grabación de un disco. Solo se cumplió con lo primero. Pensaron que ahí terminaba la historia del elenco, pero como la noticia del triunfo del coro infantil del colegio Santo Toribio salió en algunos periódicos de la época, el productor del programa infantil de Panamericana Televisión –"un tal señor Cabaña"–, los invitó a cantar. El padre Aquino le dijo que los niños solo conocían el himno de la Cruz Roja y nada más. Pero el productor insistió, les prestó unos elepés para que aumenten su repertorio y tras varios ensayos, el padre Aquino y los 35 niños lograron sacar un repertorio de 15 canciones. Entonces el grupo empezó a salir en la TV por lo menos una vez al mes. Y su leyenda popular empezó. No nacieron como un coro navideño, pero el repertorio de estas fechas suma hoy 150 villancicos, desde que en 1973 grabaron su primer disco de cuatro canciones, bajo el nombre de coro del Colegio Externado Santo Toribio. Nuevamente, el señor Cabaña intervino en la historia del coro y dice al padre que el nombre no era comercial. Aquino lo medita una noche y a la mañana siguiente ya tiene el nombre, se llamarán Los Toribianitos. El coro de niños más famoso del Perú ha grabado seis elepés y seis discos compactos. Cada fin de año, Los Toribianitos son más requeridos, aunque su actividad es permanente. Han viajado a casi todo el Perú y fueron dos veces a EE UU. Desde 2004 no vuelven al extranjero porque los costos son altos y ellos han tenido que solventar también parte de los gastos. Aunque algunos hasta se burlen de las voces agudas del coro y los relacionen con los villancicos, su gestor recuerda que el repertorio del elenco es amplio. Han grabado piezas de música peruana, inclusive con arreglos tropicales y otro con zampoñas y charangos. Le pregunto al padre Aquino cuál es el disco que le gustaría hacer. No lo piensa dos veces: su sueño es que Los Toribianitos graben un álbum con música selecta con una orquesta sinfónica. Por lo menos, por una cuestión de costos, con un cuarteto de cuerdas. EL TRAJE ROJIBLANCO QUE CARACTERIZA AL ELENCO LO ASUMIERON EN LOS AÑOS OCHENTA, AÑOS DEL TERRORISMO, CUANDO LA PRENSA LOS BAUTIZÓ COMO LOS TORIBIANITOS DEL PERÚ. Si bien el coro solo lo integran las voces blancas, en cada presentación siempre están algunos de los "Toriviejitos", hombres de 20, 30 ó 40 años de edad, que alguna vez estuvieron en el elenco y por el cariño siempre están atentos al devenir de Los Toribianitos. Y cada 8 de octubre los nuevos y antiguos miembros del elenco se reúnen para celebrar simbólicamente su aniversario de creación. Por sus cinco décadas dedicadas a Dios, la orden diocesana le dio un permiso al padre Aquino y pudo ir a Canadá a visitar a sus familiares. Allá asistió a un festival mundial de coros infantiles y se sorprendió que, veinte años después de volver a ver en el país del norte un espectáculo similar, los coros hagan coreografías. En cambio esta práctica la tiene por más tiempo Los Toribianitos. Es parte de su sello. Sin embargo, Óscar Aquino recuerda que todo es una creación colectiva, y que si en 1976 empezaron a incluir las coreografías fue gracias a los esposos Iparraguirre, quienes hacían teatro y les enseñaron unos pasos a los chicos. Para el creador del elenco, todos los niños pueden ser Toribianitos, empero son ellos mismos quienes deben decidir y no venir a la fuerza por sus familiares. El padre Aquino siempre ha acompañado al coro con un acordeón, mas hoy llevar los 20 kilos encima le resulta difícil. Algunos de los ex Toribianitos se acercan para ayudarlo con las coreografías o la disciplina, importantísima para el elenco. Si bien nunca se ha pensado en Los Toribianitos como un medio para lucrar y tanto instrumentos como trajes han sido esfuerzos colectivos con los padres de familia (no cobraron ni las regalías de los discos suyos que distribuía la disquera Iempsa), el elenco de 26 niños va a casi todas los lugares donde los solicitan. Muchas veces las instituciones les dicen que no tienen dinero para pagarles y ellos van, pero se olvidan que los Toribianitos hacen sus espectáculos junto a cinco músicos profesionales, que sí viven de la música, y que el poco dinero que se consigue en la parroquia es mejor usarlo para los pobres que solventar pasajes del gran elenco que ha puesto sello propio a la fiesta de Navidad. NAVIDAD 4 • VARIEDADES ESPÍRITU NAVIDEÑO ESCRIBE / FOTO: JESÚS RAYMUNDO TAIPE Aires de villancicos andinos C El cantante y compositor Jorge Núñez del Prado y la intérprete de música andina Margot Palomino le cantan a la Navidad. APUNTES • Una muestra de los villancicos con aires cusqueños se podrá apreciar hoy, a las 7 y 30 de la noche, en el auditorio del Icpna de Miraflores. • El repertorio permitirá recorrer por diversas etapas de la vida, reflexionar sobre los tropiezos cometidos, reiterar un abrazo a la humanidad y compartir la esperanza de construir un mundo más solidario. omo el amor, los villancicos nunca envejecen. Es posible escucharlos una y otra vez, en diferentes etapas de la vida, en diversos géneros musicales e idiomas, pero siempre conservan el aroma de la inocencia. Su mensaje también es una palabra universal que recorre con naturalidad todas las épocas, regiones y culturas que uno puede imaginarse. En el caso del músico y compositor cusqueño Jorge Núñez del Prado, de 81 años, los villancicos le recuerdan los días en que solía tocar las campanas y el melodio en la iglesia matriz de Paucartambo. En aquella época, integraba el coro de niños y era acólito y actor. Vivía, además, bendecida por la Mamacha del Carmen, la patrona que en julio es venerada por miles de fieles. Hace cinco años se animó a compartir sus canciones navideñas en el programa Presencia Cultural del canal del Estado. Al otro lado del set, la intérprete de música andina Margot Palomino lo observaba fascinada. "Son canciones que don Jorge las había escuchado de niño y otras que había creado gracias a su extraordinaria humanidad, su talento y sabiduría". Los villancicos obraron el milagro de una amistad que hasta hoy perdura. Ella le propuso presentar un recital con canciones navideñas y él aceptó gustoso. Luego, grabaron el disco Waylluy taki (Muestra de amor), en el que se luce el pampapiano (piano de pampa) de Jorge Núñez del Prado, el violín de Rolando Carrasco, el arpa de Armando Becerra y la voz de Margot Palomino. El pampapiano del maestro es uno de los pocos del país que aún se encuentran en funcionamiento. Hace cuatro siglos, su sonido acompañaba a los evangelizadores que recorrían los pueblos andinos. El siglo pasado todavía se escuchaba en las fiestas religiosas cusqueñas de San Sebastián y San Jerónimo. Para el artista cusqueño, los villancicos son semillas que despiertan en los niños el amor y la solidaridad. Por eso se animó a crearlos con la misma emoción que vivía la Navidad en su tierra. "Me animé a componer para recordar que un día fui un niño inquieto, pero con mucha fe. También lo hice porque los hombres están perdiendo la ilusión y la espiritualidad y ven más lo material". Aún recuerda las Navidades en que los paucarbambinos no lucían árboles con luces multicolores, como hoy acostumbran. Tampoco conocían al personaje subido de peso que viste traje rojo, tiene barba blanca y siempre ríe con las personas. En las primeras décadas del siglo pasado, los niños pensaban que el Niño Manuelito traía los regalos y que los Reyes Magos regalaban galletas y caramelos. Aunque las costumbres han evolucionado, los villancicos aún comparten sus mensajes cristianos. Margot Palomino, quien es dueña de una dulce voz, comenta que al margen de la concepción ideológica, el credo o la idea que cada persona tenga de Dios, la Navidad invita a la afirmación de la unión familiar y de los afectos. "También es una reafirmación de nuestra identidad y del amor por nuestros pueblos y nuestra cultura". ESCENARIOS ESCRIBE: MARÍA DEL PILAR TELLO Lunes 21 de diciembre de 2009 • 5 MUSEO DE LA MEMORIA Que lo vivido no sea en vano L a pacificación es tarea de todos y es parte del progreso, el bienestar y el desarrollo de nuestra sociedad. A casi tres décadas del inicio de la guerra fratricida que enlutó nuestro país, está por levantarse el Museo de la Memoria en el distrito de Miraflores. Será un recurso testimonial que permitirá dejar constancia de la forma en que el país recuerda la violencia vivida y cómo la rechaza en todas sus expresiones para consolidar la integración y la cultura democrática. Aunque la iniciativa ha sido controvertida, los sectores que la impulsan entienden que es una forma de afrontar el recuerdo de la violencia indeseable para que no se repita. Que lo vivido no sea en vano, que la nación asuma objetivamente la dimensión, las causas y las consecuencias de la subversión terrorista que dejó a la sociedad desangrada con instituciones debilitadas y hasta enfrentadas por los excesos y los errores que se cometieron. Mario Vargas Llosa, junto a un grupo de peruanos comprometido con la paz, ha tomado en sus manos esta tarea de profundo simbolismo. Como presidente de la comisión encargada del proyecto, deberá cuidar que el Museo de la Memoria supere las heridas aún abiertas y refleje con imparcialidad el período de violencia que vivimos. Que el sentimiento que el museo motive sea constructivo y de paz, que fortalezca la acción democrática pero también la integración nacional, la lucha contra la pobreza y la exclusión. En un continente tan desigual como es América Latina, los conflictos sociales proliferan. El desafío de las clases dirigentes es canalizarlos dentro del sistema y las instituciones. Cuando ello no sucede, se llega a extremos como el conflicto armado que padecimos durante dos décadas. Parte de la prevención es recordar cabalmente lo sucedido para evitar que resurja y que tome dimensiones que pongan en jaque a la democracia. Para ello, se requiere lucidez y desprendimiento, pero también generosidad para entender que la inversión social y la educación son las armas democráticas para evitar que las rebeliones lleguen al enfrentamiento armado. Como bien sabemos, la violencia y la guerra siguen siendo flagelos de la humanidad. El arreglo de los conflictos por la vía pacífica es la opción mundial, y para ello se creó la ONU. En el plano nacional, este mismo criterio implica la defensa de los derechos humanos a comenzar por satisfacer las necesidades esenciales que permitan a las sociedades convivir en armonía y superar los enfrentamientos que se alimentan de los radicalismos. El Museo de la Memoria implica una visión retrospectiva constructiva. Un espacio de reflexión que convoque a todos los peruanos sin excepción y que el alcalde de Miraflores, Manuel Masías, dando espalda a las críticas, ha entendido y facilitado descartando que pueda ser usado como instrumento para atacar a las Fuerzas Armadas, tal como bien lo ha reiterado el mismo Vargas Llosa. El Museo de la Memoria es un desafío al país. Tan difícil como pedir perdón puede ser enjuiciar con imparcialidad un enfrentamiento entre hermanos cuyas heridas aún están abiertas por lo que sucedió y lo que aún está sucediendo con los remanentes activos de Sendero Luminoso. Sin embargo, es de almas grandes el perdón y de sociedades que se empeñan en desarrollar y progresar el dejar en el pasado el dolor y los rencores, aunque sin olvidar lo sucedido para evitar que se repita. En este sentido, la sociedad española dio una gran lección a la humanidad al superar las divisiones y enfrentamientos de la guerra civil y emprender una senda de confluencia de esfuerzos que han dado nacimiento al gran país que es hoy España, competitivo y fortalecido dentro de la Unión Europea. HALLAZGO 6 • VARIEDADES ALGUNAS PIEZAS TIENEN 200 AÑOS DE ANTIGÜEDAD Nacimiento peculiar La fiesta de Navidad es un acontecimiento especial para la familia Chehing Sardá. Ellos poseen uno de los nacimientos más peculiares del país. Con un total de 150 piezas escenifican 16 pasajes bíblicos. ESCRIBE / FOTOS: ROCÍO MÉNDEZ CARBAJAL E s inevitable que la gente exprese su admiración cuando visita el nacimiento de la familia Chehing Sardá, y es que las 150 piezas, que forman parte de la colección con la que recrean varios pasajes bíblicos, nos hablan del origen de Jesús. Hace cuatro años esta familia abrió las puertas de su casa al público para que admire las piezas de su colección con las que arman el nacimiento. Este año la escenificación consta de 16 pasajes bíblicos, exquisitamente recreados en dos habitaciones de la vivienda de los Chehing, a quienes les tomó una semana adecuar los ambientes. Varias de las piezas empleadas tienen más de 200 años y fueron adquiridas por Pedro Chehing, descendiente árabe que llegó al Perú muy joven, durante la Segunda Guerra Mundial, y se instaló en Arequipa, donde decidió quedarse a vivir por su agradable clima, para entonces ya tenía una pasión, coleccionar objetos religiosos. CIUDADBLANCA Lunes 21 de diciembre de 2009 • 7 LAS ESCENAS Esta pasión se acentuó con los años y lo transmitió a su hijo Mario, quien también contribuyó a adquirir más piezas, incrementando la colección de piezas religiosas. Éstas miden 40, 30, 25 y 20 centímetros. Varias de ellas son finas piezas talladas en madera, otras son de maguey con manos de plomo y con ojos de cristal. Sus rasgos son definidos y otorgan a las imágenes una expresión de realismo que transporta a los visitantes a aquella época. En la versión de este año se muestra al público dos nuevas escenas: la matanza de los inocentes y Jesús el buen pastor. Mario Chehing refiere que cada año trabajan una escena nueva debido a que su colección cuenta con piezas inéditas que por cuestiones de tiempo y espacio no puede mostrar en sus exhibiciones. Él se emociona cuando habla de la recreación del nacimiento y no es para menos, pues las piezas que muestra son especiales si no únicas y lo sabe, por eso personalmente dirige la ambientación de la escenificación para que no falte ningún detalle, también está pendiente del desembalaje de la imágenes para evitar su deterioro, pero cómo él dice, nada de esto podría ser realidad sino contara con el apoyo de sus amigos Mauricio Herrera y Gerardo Valdivia. Nos cuenta que hasta 2005 el nacimiento sólo se armaba para la familia, claro que no todas la piezas eran utilizadas. La propuesta de mostrar la colección surgió luego de participar de un concurso de nacimientos convocado por el Instituto Nacional de Cultura (INC) de Arequipa. Ganó el primer lugar y el INC lo animó a mostrar al público las valiosas piezas. Desde aquella fecha la familia Chehing muestra su colección. La vivienda de los Chehing se ubica en la calle Las Flores Nº 124, en la parte baja del distrito de Miraflores, cerca de la plaza de San Antonio. Los interesados en ver la escenificación pueden hacerlo de lunes a domingo en el horario de 9 de la mañana a 7 de la noche hasta el 20 de enero de 2010. Esta es una oportunidad que no puede dejar pasar. • La historia del Nacimiento se inicia con San Joaquín y Santa Ana, padres de María, quienes le enseñan las labores de la casa. • La Anunciación. El ángel San Gabriel se presenta a María y le dice que va a ser madre por obra del Espíritu Santo. • María visita a su prima Isabel, quien también está embarazada, para contarle el anuncio de San Gabriel. • Desposorio. La escena recrea el matrimonio de San José, quien acepta el designio de Dios, con María. • Luego se observa a San José pidiendo posada para la Virgen María, la cual le es negada por la gente. • El Nacimiento de Jesús, la escena principal. Se muestra una imagen del Niño finamente hecha en maguey con ojos de cristal, así como las imágenes de la Virgen María y San José con expresiones de regocijo por el alumbramiento del Salvador. En este pasaje se observa a María ataviada con finas telas y joyas. • Otra escena que llama la atención del público es la imagen de la Virgen María después del alumbramiento de Jesús. • La matanza de los inocentes, muestra cómo los soldados mataban a los recién nacidos por orden del rey Herodes. • La bajada de los Reyes Magos (Melchor, Gaspar y Baltasar) Finamente vestidos, llegan con ofrendas para el niño Jesús. • La huída a Egipto muestra a la Virgen María con el niño en brazos, y a San José caminando por el desierto. • La Virgen de la Leche, es una escena que enternece al público porque muestra a la Virgen María dando de lactar a Jesús. • La escena de los mercaderes, presenta piezas curiosas como pequeñas balanzas y productos de la época. • La presentación del Niño Jesús en el templo, muestra a la Virgen María llevando en brazos a Jesús; y a San José, con dos palomas en la mano. • La carpintería de San José. El niño Jesús aprende las labores de su padre. El ambiente es recreado con pequeñas herramientas. • Jesús perdido y hallado en el templo entre los doctores de la ley, donde hizo gala de sus conocimientos. La recreación muestra varias piezas finamente trabajadas en madera. • Jesús el buen pastor, es la segunda escena nueva del Nacimiento, y muestra al niño Jesús predicando a pesar de su corta edad. FOLCLOR 8 • VARIEDADES La famosa estampa de Huánuco se escenifica en estos días de fiesta navideña. Los Negritos sustentan su arte en la inmensa fe al niño Jesús. A él no solo le dedican sus plegarias y rezos, sino también sus bailes. NAVIDAD EN HUÁNUCO Al son de los Negritos ESCRIBE / FOTOS: ROLLY VALDIVIA CHÁVEZ E l niño Jesús no le tiene miedo a Gorochano, ese hombrecito quisquilloso que siente particular antipatía por los infantes, sobre todo con los rapaces que arman alboroto cerca de su barbería. A esos los detesta interminablemente. Y es que además de malcriados, son tontos y muy tercos. No aprenden ni a gritos ni a chicotazos y siempre se dan maña para sacarlo de quicio. Dicen que por andar bufando como toro de lidia y repartiendo fustazos como jinete rezagado, ese iracundo fígaro presuntamente español, que modelaba las barbas en la ilustre ciudad de los Caballeros de León, se convertiría en un ser sombrío, mucho más temible para los chiquillos que esos ridículos "cucos" que nunca faltan en los cuentos y en las canciones de cuna. Aquellos infantes jamás lo olvidarían. Su recuerdo era tan perdurable que al dejar los pantalones cortos y unirse a una de las tantas cofradías de Negritos que, en diciembre y enero, invaden las calles de Huánuco en afanosa, devota y larguísima adoración al niñito Jesús, se las ingeniaron para incluir en sus cuadrillas a un personaje que caricaturizaba al explosivo Gorochano, al que bautizarían como Corochano. Es difícil precisar con certeza en qué año apareció por primera vez peregrinando festivamente en las calles, plazas y templos de la ciudad de Huánuco, sorprendiendo con su levita, su barba blanca, su sombrero de copa y su extraña nariz roja, y, claro, eso también, poniendo en vereda a los chiquillos que pretendieran interrumpir el rítmico paso de sus cofrades. Hay cosas que no cambian y él seguirá con su cruzada particular contra los pequeños bochincheros. Todos le caen mal y son unos malcriados, con excepción de la "guagua" de Dios, a quien sí quiere y a quien jamás le alzaría la voz o el fuete. Su cariño, aunque es lícito pensar lo contrario, no es por conveniencia ni para quedar bien con el de arriba o con sus compañeros que están al ladito nomás, y lo echarían en un dos por tres, si su afecto y apego no fuera sincero. Y es que los Negritos de Huánuco, la colorida estampa folcló- CELEBRACIÓN Lunes 21 de diciembre de 2009 • 9 BAILAN EN LA NAVIDAD Y LES GUSTA TANTO HACERLO, QUE NO SE DETIENEN HASTA MUCHO DESPUÉS DE LA BAJADA DE REYES. TODOS ESOS DÍAS, LAS CALLES PRIMAVERALES VIBRAN CON LAS ELEGANTES EVOLUCIONES DE ESOS DANZANTES rica cuyas raíces se encuentran en la época colonial, sustentan su arte en la fe inquebrantable hacia el niño Jesús. A él le dedican sus pasos y figuras; para él son sus plegarias y rezos. La devoción habría empezado en diciembre de 1854. Antes de esa fecha, la danza no tenía ninguna connotación ni cariz religioso. La bailaban los esclavos africanos en las haciendas del centro del país. Pero el día 3 del mes y año mencionado, el mariscal Ramón Castilla rompería las cadenas. Eran libres al fin, dueños de su destino y de su propio futuro. No más amos ni dueños. Podrían hacer lo que quisieran. Dejar las haciendas en las que eran explotados, ir a la ciudad, recorrerla, bailar en su calles para expresar la dicha que los embargaba. Y así lo hicieron. Tronaron los bombos aquí y allá. Los hombres y mujeres libertos llevaron sus danzas a las viviendas y a las casas de Dios donde se armaban nacimientos. Allí eran recibidos con afecto y no faltaba quien les invitara un traguito o un potaje suculento. No estaba mal. Se danzaba, se comía y bebía. Tendrían que hacerlo al año siguiente y el próximo y así sucesivamente. Pero surgiría un problema, muchos de los antiguos esclavos migrarían. Ya no había tantos negritos. Algo se tenía que hacer para que no muriera la costumbre. Y se hizo. Aparecieron las máscaras y los mestizos se las pondrían con gusto para perpetuar la tradición. Bailan en la Navidad y les gusta tanto hacerlo, que no se detienen hasta mucho después de la Bajada de Reyes. Todos esos días, las calles principales vibran con las elegantes evoluciones de esos danzantes de máscaras oscuras y labios prominentes, de sombreros con penachos que parecen plumeros y con campanitas estridentes en sus manos enguantadas. Salen los Negritos pintando con sus andares una Navidad de matices distintos. Ellos no están solos. Los acompañan el Corochano en su eterna lucha con los rapaces, el Turco y su Dama, personajes ufanos que evocan a los comerciantes de esclavos y los Abanderados que parecen escoltar a las señoritas que cargan al Jesusito, en un anda con apariencia de moisés. Las cuadrillas van y vienen todos los días de la casa de los Mayordomos (organizan la celebración) a las iglesias y otras instituciones donde hay vistosos nacimientos. Cada grupo se desplaza en dos columnas, lideradas por un Caporal. Estos marcan el ritmo y, al llegar a sus destinos, se colocan al medio de las dos filas. Allí realizan diversas evoluciones, las cuales son seguidas por los demás integrantes, conocidos como negritos de pampa. Y los vientos de la banda se propagan por la ciudad, entonces, la gente se aglomera, aplaude, se divierte y goza de la navidad huanuqueña, tan ajena en este momento, a la otra Navidad, aquella en la que un arbolito con luces y nieves sintética empieza a ocupar el lugar del pesebre, y el regordete Papá Noel y su trineo volador, parece ser más importante que el niñito Jesús o Manuelito. Bueno, eso es lo que hacen otros; no ellos, que son fieles y siguen en lo suyo: adorar al hijo de Dios... y se postran ante la imagen y se quitan el sombrero y se acercan en parejas. Uno se arrodilla; el otro gira alrededor haciendo repiquetear su campana. Cuando terminan, aparece el temido Corochano, pero ahora es afable, se acomoda la levita y aplaude. Se le ve tan feliz. Quién dice que no quiere a los niños... CORREODESALEM 10 • VARIEDADES REIVINDICANDO LA FE CRISTIANA ¿Felices fiestas o feliz Navidad? Happy Holidays (Felices Fiestas a secas, y no Feliz Navidad) decía la primera tarjeta que recibí en diciembre, y creí que me la enviaba Walmart, Sears o tal vez Toys R Us. Por fin, pensé, esas tiendas se han quitado los disfraces pascuales y no disimulan que su verdadero dios es el dólar, y su único profeta, un viejito rojo y gordiflón. POR EDUARDO GONZÁLEZ VIAÑA M e equivocaba. Me la enviaba Rigoberto Masa, catedrático en una universidad cercana. RM va a la misa en español con su familia todos los domingos y pasa la bolsita de la colecta, pero esconde la mención cristiana de la Navidad porque en los ambientes académicos está prohibida, y teme que sus amigos gringos (quienes lo llaman Rigg) lo consideren un latino conservador, ignorante, retrógrado, machista y primitivo. Los norteamericanos "políticamente correctos" impusieron esa prohibición hace unos años, y ahora todo el mundo la acata. Ordenan ellos que se diga solamente felices fiestas porque, según afirman, la alusión al nacimiento de Cristo resulta insultante para quienes no comparten la religión predicada por el Rabí de Galilea o para los respetables ciudadanos antisemitas. Aunque la proscripción pascual es obedecida por la mayoría en los medios universitarios, yo sencillamente no la acepto, y quiero desear a mis lectores una Feliz Navidad y un maravilloso Hannukah, las dos celebraciones cristiana y judía que coinciden en diciembre. Debo agradecer además a Rigg y a sus rígidos censores la oportunidad de ratificar en público mi filiación cristiana. Ella le da forma y sentido a mi vida, y le pone su sello a todo lo que hago, pienso, escribo y sueño. El signo de la cruz, incluso, me orientó desde temprano hacia el socialismo, una forma ética de vivir y una idea que los malvados declararon anticristiana y que, sin embargo, es la mejor manera de lograr que se haga verdad en la tierra la justicia prometida por el Hijo del carpintero. Ser cristiano, por fin, me hace miembro de una comunidad eterna e indeciblemente feliz. ¿Soy un cristiano a rajatabla? Sí y no. Dudo de la organización eclesiástica y desconfío de algunas autoridades de la Iglesia, condeno la intervención de los obispos norteamericanos a favor de la segunda elección del presidente Bush. En la historia universal, me repugnan las Cruzadas, las conversiones forzadas, la diabólica Santa Inquisición y el apoyo a los ricos y a los poderosos dispensado por los administradores de la Iglesia y, sin embargo, no renuncio a mi cristianismo, esa fuerza carismática que está por encima de la Iglesia burocrática y que a cada momento se despierta, condena y reforma las instituciones humanas. A pesar de todo lo anterior, puede decirse que el mundo fundado en los principios judeocristianos es una civilización de la libertad. El Dios que habla a través de Moisés y de Jesús nos hace distinguir lo bueno de lo malo, pero nos da la libertad de elegir. Suena paradójico que una cultura de amor y libertad haya creado un mundo sin justicia y sin libertad, pero crearlo es la tarea que nos está encomendada. Esta sensación de mundo incompleto y de hombre no terminado es lo que más me convence de mi religión. Tenemos que fundar un mundo de justicia, un mundo más vivible, y sólo así nosotros, habremos terminado de crearnos. La libertad, como dijo Manuel Azaña, no hace felices a los hombres, pero los hace más hombres. He oído decir que Dios trabajó seis días, y al séptimo descansó. Eso significa que nosotros debemos ocuparnos de lo que nos ha dejado inconcluso. Hannukkah celebra a un grupo de rebeldes judíos, capitaneados por Judas Macabeo, que hace 23 siglos se levantó contra la dominación siria, rescató su antiguo templo y reconquistó su libertad religiosa. En la Roma de los Césares, los perseguidos cristianos festejaban la presencia eterna del Hijo del Hombre, trazando el signo del pescado sobre la arena y bendiciones unos a otros antes de ser entregados a las fieras. Ser valiente es una condición para ser cristiano, querido Rigg. No te dejes censurar. Anda, anímate y dinos algo más que Felices Fiestas. ESCENARIOS NUESTRAMÚSICA ESCRIBE: MANUEL ACOSTA OJEDA Lunes 21 de diciembre de 2009 • 11 ¡ARRIBA!... ¡SIEMPRE ARRIBA! LA MARINERA LIMEÑA | 4 La marinera limeña es un género muy particular. Necesita de una buena voz para darle el realce que necesita. Desde sus primeros años, la marinera limeña ha tenido intérpretes inolvidables que le dieron su característica singular. N o, no nos estamos refiriendo a las célebres palabras de nuestro héroe Jorge Chávez, sino a lo que cantamos hoy como Marinera Limeña, si no se canta "arriba" –en tono muy alto–, pierde ese sabor tan típico, que es el esfuerzo del cantor y que nos parece viene del "Cante Jondo" español. Los "tonos" que pueda alcanzar una primera voz dependen de su "tesitura" por tanto la voz debe ser "atenorada", es poco probable que un barítono alcance las tonalidades que exigen un SOL, un LA, un SI y hasta un DO, sobre agudos. Hemos oído hablar a los mayores, de un cantor de apellido Zarratea –Malambo–, que según éstos, fue la voz más hermosa y "alta" de los "cantores de jarana" antes de 1900; mencionaban también a dos personajes: Pió Suparo –Barrios Altos– y Jesús Pacheco –tal vez de Monserrate–; estos no eran los únicos, lamentablemente la historia y mi memoria los dejaron en el olvido. Los pocos tratadistas que han escrito sobre este tema no los consignan. a competir en "contrapunto de jarana", pretextando que esta tradición era solo de varones y que "no era de caballeros derrotar a una dama". El mejor entre los mejores, Augusto Ascues Villanueva (1892), es para mí la mejor voz wque he escuchado desde 1950, no solo en calidad y altura de voz, sino en extensión de repertorio de muy buen gusto. "Cabeza de Comba" como le decían solo sus amigos "de promoción"; llegaba a colocar en sobreagudo notas altísimas como SI y DO. Según José Durand Flores, el primero en escribir seriamente sobre el tema en el diario La Prensa, el único cantor que nunca había perdido ni ganado, en competencia contra Augusto Ascues, era Manuel Quintana Olivares (1880) "el canario negro". Estos dos grandes, jamás ofendieron a un contrincante que al contestar en la segunda de jarana se equivocaba, en la melodía o en el "término". Ellos aprovechaban la tercera para corregir el error, acentuando lo que había omitido el equivocado. POR VOZ, SI SE PIERDE Respeto otras opiniones que no concuerdan con la mía, por ejemplo para Lucas Borja el mejor cantor de jarana ha sido Eduardo Montes, primera voz del Dúo Montes y Manrique; para Rafael Matallana y Alicia Maguiña, fue Manuel Quintana; para mucha gente de los Barrios Altos fueron Hernán La Rosa o Samuel Márquez; para gente de La Victoria, Manuel Covarrubias o Augusto Gonzales "el curita" o Alejandro Arteaga "el mancha'o", sin obviar al "Chino" Ángel Monteverde, a los hermanos Govea, Luciano Huambachano y Víctor Correa. Los mejores decimistas del Perú que ha conocido la tradición oral son: "Los Doce Pares de Francia", los que habitaban y cantaban en el Barrio de Malambo, "Abajo'el puente" (Rímac). "Los doce pares" tenían mejor y mayor repertorio que los grandes cantantes de jarana de contrapunto, ya que la "primera de jarana" deriva de la "décima", que casi siempre era "rezada" y cuando se cantaba no necesitaba registrar notas altas. Entonces, ¿por qué no fueron conocidos como cantantes? Sencillamente, porque en el canto de jarana, lo más importante es el registro vocal. Si A "pone" una jarana en LA mayor, B debe contestar en la misma nota. De no llegar a ella, aunque supiera la respuesta, se queda callado por dignidad y pierde. La única mujer de este grupo era Clara Boceta, esposa de Mateo Sancho Dávila, padres de Braulio y Bartola, quien por ser mujer podía cantar fácilmente en los tonos requeridos; con quien nadie de los "grandes" se atrevía SOBRE GUSTO Y COLORES... LOS MEJORES DECIMISTAS DEL PERÚ QUE HA CONOCIDO LA TRADICIÓN ORAL SON: LOS DOCE PARES DE FRANCIA, LOS QUE HABITABAN Y CANTABAN EN EL BARRIO DE MALAMBO, "ABAJO'EL PUENTE". LOS HEREDEROS Los principales serían Wilfredo Franco y Abelardo Vásquez, quienes ya partieron. Muy cercanos a ellos son Rafael Matallana y José "Pepe" Villalobos y dentro de los más jóvenes Gustavo Urbina, Jorge Villanueva "Chapulín", Alfredo Calderón, Juan Carlos Paredes, entre otros. Habría que destacar la presencia femenina en la que son imprescindibles Victoria Santa Cruz y Alicia Maguiña. SHIPIBOS 12 • VARIEDADES ARTE TRADICIONAL EN LIMA Piripiri en la ciudad Desde la serpenteante Amazonía y ataviada de huayruros en el cuello, Dora Panduro llegó a la capital no solo para compartir aquel arte tradicional impregnado de trazos geométricos y enigmáticos, sino para revelarnos también los secretos del piripiri. ESCRIBE: ROBERTO RAMÍREZ AGUILAR FOTOS: ALBERTO ORBEGOSO SIMARRA ROJO Dora, ¿te gusta Lima? Ella mueve el collar de huayruros que lleva en el cuello e intenta esbozar una sonrisa. No puede. Aquel esfuerzo deriva apenas en una mueca tenue. Debe ser su carácter o debe ser que Lima no le agrada mucho. Aquí en la capital es conocida como Dora Panduro. Allá, en aquel universo shipibo-konibo de lianas y manantiales es Chonon Besho. Así le puso su abuela. Es viuda y, gestualmente, poco expresiva. En sus respuestas gravitan inicialmente muchos monosílabos. Sin embargo, a la hora de crear vasijas antropomorfas y tinajas con formas de taricayas, monos, ardillas y carachupas, Dora se transforma. Sus manos hablan por ella. Y hablan hasta por los codos y dicen todo lo que su boca calla. Sus manos expresan la armonía simultánea, la libertad de su espíritu y las ganas de moldear la arcilla hasta convertirla en una vasija con trazos de hermosa geometría. Es la belleza del lenguaje no verbal. Dora, ¿te gusta Lima?, le insisto. Sin pensarlo más ella mueve la cabeza en forma negativa. Estamos en plena avenida Javier Prado, acorralados por edificios enormes, carros, combis y tubos de escape que dispersan nitrógeno a su paso. El semáforo se pone en rojo. Ella observa en el rostro de los conductores la premura y la rutina viajando en el mismo carril. "La selva es mejor, el clima de aquí es raro", dice tras un COSMOVISIÓN Lunes 21 de diciembrea de 2009 • 13 breve silencio. ¿Sabes lo que es el piripiri?, me pegunta. No estoy muy seguro, pero creo que en ese momento a Dora se le escapó una sonrisa. VERDE Un frondoso universo verde, así es la selva. Verde como la blusa que Dora Panduro luce ante los apresurados transeúntes de Lima que la miran de reojo. Nació hace 48 años. Su aprendizaje artístico está asociado a dos figuras femeninas: su madre y su abuela. Empezó con el pulido y luego con el modelado de miniaturas. Aprendió también el arte del bordado y del pintado de telas. Primero observó, luego imitó y finalmente empezó –con la ayuda del piripiri y la ayahuasca– a crear trazos que hasta ahora sigue plasmando en sus telas y vasijas. "El piripiri –explica Dora– es una planta que sirve para varias cosas. Hay un jugo de piripiri que te lo pones en los ojos y te da visiones, pero también hay para la suerte, para la pesca y para el amor. Otro sirve para curar las mordeduras de las víboras. Aquí he traído un frasco". Entre sus cerámicas más significativas está el Joni shomo, que es un recipiente para servir el masato. Se caracteriza por presentar un rostro humano en la parte superior. También está la mucahua o ccampo, que es otra vasija, pero más pequeña. Se usa como vaso y suele regalarse a los invitados en las fiestas. La particularidad de estos recipientes es que llevan diseños que ponen en evidencia a los invitados. Según el modelo la gente sabe si quienes los reciben son solteros, casados o comprometidos. Hasta hace algún tiempo ella elaboraba estas vasijas para utilizarlas diariamente en su cocina. En esas casas de madera y techos de paja sus creaciones tenían fines utilitarios. Hoy, estas vasijas se ven cada vez más en las ferias artesanales y cada vez menos en los ambientes domésticos de sus hogares, incluso, para servir su chicha, guarapo o masato, Dora viene usando vasos de plástico importados, probablemente de la China. "EL PIRIPIRI –EXPLICA DORA– ES UNA PLANTA QUE SIRVE PARA VARIAS COSAS. HAY UN JUGO DE PIRIPIRI QUE TE LO PONES EN LOS OJOS Y TE DA VISIONES, PERO TAMBIÉN HAY PARA LA SUERTE, PARA LA PESCA Y PARA EL AMOR. OTRO SIRVE PARA CURAR LAS MORDEDURAS DE LAS VÍBORAS." ÁMBAR Intermitencia e indecisión. La luz del semáforo está en ámbar. Algunos transeúntes paran en seco y otros intentan pasar corriendo antes de que cambie el color. Dora Panduro prefiere esperar. Así lo ha hecho siempre. En todos los aspectos. Incluso en el plano sentimental, pues sigue guardando la memoria de su esposo, fallecido hace cuatro años. Para rehacer su vida –dice– solo espera una señal. En su universo, uno de los códigos de mayor trascendencia es el sistema de diseño que recibe el nombre de kené, elaborado por mujeres como ella, como su madre, como su abuela. Kené, es el conjunto de líneas geométricas que Dora traza sobre sus cerámicas y que aparecen en las visiones que tiene luego de aplicarse o ingerir plantas como el piripiri o la ayahuasca. "Para el amor está este piripiri con perfume". Dora saca un pomo de su bolsa, vierte el líquido en sus manos y empieza a frotarlas como si se tratara de una crema humectante. "¿Quieres probar?". Dicen que bajo los efectos psicoactivos de estas plantas, una persona es capaz hasta de hablar con Nietzsche, Chacalón, Lennon, Teresa de Calcuta o Mesalina. Dora Panduro debe su destreza a los misterios de esa frondosa selva que ha dejado momentáneamente para venir a la capital a mostrar sus trabajos. Ya en 1992, debido a su calidad como ceramista, viajó a Francia para exponer sus piezas y enseñar a los europeos el arte del kené. "En Lima estoy comiendo pollo nomás", dice Dora, exhalando una irrefrenable nostalgia de tacacho, una añoranza de paiche o de una sopita de sajino. El piripiri, derramado sobre mi epidermis (y sobre la del fotógrafo) no suscita, por el momento, cambio alguno. Salvo una ligera picazón en las manos, todo transcurre con normalidad. En la pista, los carros siguen transitando y Dora espera, con paciencia, la señal del semáforo. TURISMO 14 • VARIEDADES El lugar es considerado un santuario de la fauna silvestre. El lago Sandoval, además de su exuberante vegetación, alberga a más de mil especies de aves. Debemos visitarlo. EL LAGO SANDOVAL Un remanso en la Amazonía ESCRIBE: ANABELLA ZAMARRIEGO LOZANO / FOTOS: LUIS NOGUERA SÁNCHEZ "N o hagan ruido, y si hacen comentarios, háganlo en voz baja", nos recomienda Yuri, el guía voluntario, desde la canoa en que junto a otros periodistas de la zona recorremos, por primera vez, uno de los lugares considerados entre los más bellos de la Amazonía peruana: el lago Sandoval. Y es que los animales silvestres –algunos únicos en su especie– que habitan el lugar se asustan y se esconden ante cualquier sonido extraño, insiste el joven guía, quien también hace las veces de un experto navegante. Con una caprichosa forma de media luna, este hermoso espejo de agua de agua tibia y rodeado de extensos aguajales (ecosistemas pantanosos donde crece la exótica palmera aguaje) se ubica en medio de la Reserva Nacional de Tambopata, en Puerto Maldonado, departamento de Madre de Dios. Confieso que nuestra ilusión de llegar al lago es grande, queremos ver a la nutria, al caimán negro o a los lobos de río (en extinción), pero la suerte, luego lo comprobamos, no nos acompañó esta vez. Entendemos que se necesita estar más tiempo en la zona. Ante esta ausencia, sin embargo, captó nuestra atención el vuelo de pájaros de colores, los patos silvestres, pero especialmente el shansho o gallina salvaje, que –según nos relata el guía– no tiene depredadores, pues su olor es tan fuerte, producto de las hierbas que come, que la hacen desagradable al gusto de los otros animales. También nos interesó la abundante vegetación en las márgenes del lago; a medida que la canoa avanza, observamos plantas que dejan ver sus grandes raíces, que cual brazos gigantes ahogan a otras especies similares. Nos dicen que una de ellas es la chachapona o palmera caminante, que se llega a mover entre cinco a 20 centímetros en un año. Sí que valió la pena el trayecto que hicimos para arribar a este verdadero paraíso natural. Desde el embarcadero de TAMBOPATA Lunes 21 de diciembre de 2009 • 15 VOCES& CUERDAS Contra todo pronóstico ESCRIBE: FIDEL GUTIÉRREZ M. P Puerto Maldonado, abordamos un típico peque peque (una lancha a motor) que nos condujo por la margen derecha del río Madre de Dios hasta la Reserva Natural de Tambopata en 40 minutos. Desde la zona de amortiguamiento de la reserva hay que caminar por una trocha durante hora y media (que para una periodista citadina, y en medio del calor de la selva, se hace interminable). Lamentablemente, no hicimos caso de los consejos y no nos pusimos botas de goma, nos conformamos con llevar solamente zapatos de montaña. Tampoco llevamos agua. Los zapatos cedieron un poco cuando la lluvia nos sorprendió a medio camino, pero no importó, el paseo se hizo así más aventurero y también más refrescante. Camino al lago, nos encontramos con una variedad de mariposas, hormiguitas de diversos tamaños en plena faena, árboles medicinales y otras especies vegetales. Recordamos lo que nos dijo Germán, el guardaparques de la reserva: pro- hibido arrancar una sola hoja, y aquí sí cumplimos al pie de la letra lo recomendado. El que llega a este santuario debe ser un visitante muy respetuoso. Una vez instalados en el entorno del lago, nos animamos a subir al mirador, y desde lo alto de la torre de metal contemplamos en todo su esplendor esta zona, la más bella de la Reserva Nacional de Tambopata, con sus aguas tranquilas, su fauna y flora; es decir, la Selva en su estado más natural, y nos damos cuenta de que hay que volver a nuestra realidad, a esa selva de cemento de la que tantos queremos escapar. arece inevitable que todo cantante de rock que deja a su banda para ser solista enfatice, en un primer momento, sus habilidades como baladista con el propósito de ampliar su audiencia. Casos hay muchos, pero el de Jhovan Tomasevich, ex vocalista de Zen, es la excepción a esta regla roquera no escrita. La vena "romántica" que mostró dicha agrupación en sus dos últimos discos es prácticamente dejada de lado en La Señal. Su ex líder, oficiando de productor junto al músico Gonzalo Landázuri, ha decidido mostrar su faceta más agreste e intensa; acercándose de nuevo al estilo de Huelga de Hambre, su primer grupo, inspirado en el grunge estadounidense en boga durante la década pasada. Los ecos de Pearl Jam, Soundgarden y Nirvana resuenan en las guitarras de "Nadie responde", en los tonos sombríos con los que se inicia "Nada importa" o en el frenetismo de "Paraíso". Tomasevich maneja su garganta –muy bien– siguiendo las pautas que instintivamente sentaron en los años 90 cantantes como Eddie Vedder o Chris Cornell; expresivos juglares de una época en que el rock se reencontró con su espíritu adolescente y rebelde. Al igual que sus referentes anglosajones, el limeño expresa en sus letras incertidumbres y un afán por superar contratiempos. La música que acompaña estas reflexiones y proclamas es directamente roquera y, por eso, ensimismada en sus propios esquemas y ajena a cualquier otra coordenada estilística o experimental. Así, por más que en varios momentos Jhovan y compañía (Landázuri, el bajista Ricardo Zárate y el guitarrista Kike Robles) eleven casi al máximo el nivel de decibeles, estos nunca le roban presencia a las líneas melódicas de todas sus canciones; la mayoría de ellas apta para difundirse masivamente gracias a una calidad sonora que, de tan marcada que es, llega a ser intimidante. FICHA TÉCNICA ARTISTA: Jhovan CD: La Señal PAÍS: Perú SELLO: Independiente ELOTROYO 16 • VARIEDADES Es director de una de las orquestas de moda en el Perú, Hermanos Yaipén. Walter Yaipén confiesa a Variedades su fuerte arraigo familiar y los secretos del éxito de su grupo. WALTER YAIPÉN UIPAN "Me halagan los piropos" ENTREVISTA: SUSANA MENDOZA SHEEN / CARICATURA: TITO PIQUÉ ¿Usted es el hermano mayor de los Yaipén? –Soy el cuarto. Somos siete hermanos. ¿Quiénes fundaron la orquesta Hermanos Yaipén? –Quien habla y Javier, con quien también fundé el Grupo 5 en 1973; junto con mi otro hermano, Elmer, que en paz descanse. Entonces hacíamos baladas, pero sobre todo cumbias. Ahora, sus hijos son los que están a cargo de ese grupo. Otro hermano, Víctor, tiene su orquesta, Candela. Pura música corre por su sangre... –Lo que pasa es que como Grupo 5 teníamos tantos contratos y demanda que creamos el grupo Candela. ¿Le gusta ser el jefe de Hermanos Yaipén, no obstante no ser el hermano mayor? –Soy el director, me gusta lo que hago y le dedico más de 24 horas a mi trabajo... Pero no escucho nuevos temas... –Vamos a lanzar el tema "Una rosa lo sabe", que lo interpretará Christian Domínguez. ¡Será el tema del verano! Usted cree que la va a romper... –Estoy muy seguro, tanto por su letra como por el carisma que tiene Christian en todos los escenarios... ¿Carisma en qué sentido? –Que las mujeres se derriten por él... ¿Le da envidia que se derritan las mujeres por él? –Nooo, yo quiero que se derritan por todos los hermanos Yaipén porque eso quiere decir que tenemos más fans... ¿Y se derriten por usted? –Ya no... jajaja. No tiene jale... –¡No, sí lo tengo!... todos lo tenemos, jajaja. Y eso le agrada. –Sinceramente sí, porque como hombre me halaga que me pidan una foto, un autógrafo o que me digan un piropo o te amo. Es bienvenido. ¿Se siente un hombre de éxito? –Después de estos nueve años, pienso que sí. Cuando dimos un paso al costado del Grupo 5, le propuse a mi hermano ser la mejor orquesta del Perú... ¿Tiene talento? –Sí, tengo talento musical y de negocio. Dios me lo ha dado. Soy un empresario con talento musical... Usted tiene carita de coquetón, ¿le ha causado problemas con su esposa? –(Silencio) ... la verdad que sí. A veces la gente cree que porque conversas con una mujer, ya estás con ella. Soy amiguero, entablo fácil una conversación. ¿Tiene barbilla "partida", por su mamá o papá? –Por mi mamá. ¿Cómo es su relación con ella? –Ahhh, mi mamá es la mujer más linda del mundo, la quiero demasiado; mi esposa dice que tengo mamitis. ¿Cuál es la fantasía de un hombre de éxito? –Cristalizar su meta. La mía, ser la primera orquesta del Perú. ¿Y cuál es la tentación? –Perderse. Conocer la gloria, embriagarse con la popularidad, mujeres y tragos. ¿A usted no le pasa? –No. Tengo un hogar formado. Sin duda, hay tentaciones, pero uno aprende a medirse. La gente norteña tiene muy arraigado el concepto de familia, ¿no? –Sí. Por eso nuestro grupo es bien familiar y me encanta, a pesar de que es difícil; somos 29 personas que vienen de diferentes familias y lugares, y aprendemos a querernos sin necesidad de "maleteo". Nos protegemos. Usted trabaja con su esposa, ¿es fácil? –Creo que fortalece lo que hacemos. Estuvo conmigo cuando no fui nadie, y ahora acompaña mi éxito. ¿Es su socia o su cómplice? –Es todo. Es la mitad de la manzana. ¿Qué es lo que más valora de ella? –Su amor, su lealtad, su fidelidad... ¿Es romántico? –Muy romántico... Entrevista completa en www.andina.com.pe