Los siete lugares de oración

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Los siete lugares de oración
LOS SIETE LUGARES DE ORACION
INTRODUCCION:
"Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y
volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas. Y les dijo:
Escrito está: "Mi casa será llamada casa de oración", pero vosotros la estáis haciendo cueva
de ladrones. Y en el templo se acercaron a Él los ciegos y los cojos, y los sanó. Pero cuando
los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los
muchachos que gritaban en el templo, y que decían: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron,
y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les respondió: Sí, ¿nunca habéis leído: "De la
boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza"? Y dejándolos, salió
fuera de la ciudad, a Betania, y se hospedó allí." Mateo 21:12-17
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Cuando nos detenemos a ver cómo están las situaciones que alcanzan a ser preocupantes
alrededor del mundo y no podemos adoptar la posición que adoptó Jesús en la cita anterior
para volver las cosas y ponerlas en su lugar, podemos detenernos a meditar que pueden existir
varias formas con las que podemos aspirar a cambiar el ambiente en nuestro país. Sin
embargo, cuando la base sólida que nuestro Señor dejó la enfatizamos, las cosas van a
caminar mejor de lo que creemos; y una de las formas que podemos adoptar para que todo
vaya cambiando es hacerlo por medio de la oración, por medio de una constante conversación
con nuestro Señor Jesucristo.
En la oración, nosotros sostenemos una comunicación con nuestro Señor y al tener comunión
con El, lo estamos agradando en cierta forma, como también lo podemos agradar con la
alabanza que sale de nuestro corazón. Sin embargo, podemos ver en la Biblia que por medio
de la oración somos fortalecidos espiritualmente hablando; notamos que una iglesia que ora
constantemente, es una Iglesia vigorosa.
A través del tiempo se ha escuchado decir bastante respecto a la forma de cómo debemos orar
a tal punto que se han escrito libros para que, teóricamente, se aprenda a orar, pero en
realidad para poder aprender a orar como a Dios le agrada; a veces somos introducidos en el
fuego para que en medio de ese fuego aprendamos a hacerlo adecuadamente, es como
aprender a nadar, en un principio si alguien está interesado en hacerlo, puede leer libros que lo
puedan guiar técnicamente, pero para saber si aprendió con la lectura, lo lanzan al agua y es
allí donde se aprende a nadar, se puede notar que en realidad se aprendió en medio de la
necesidad de hacerlo.
Dios lo que desea es que oremos clamándole nuestra necesidad pero a veces nos
encontramos en medio de situaciones verdaderamente difíciles y no clamamos. Entonces Dios
por misericordia, permite que seamos introducidos en problemas para que sirva como una
especie de despertar y volver a la realidad que estamos viviendo y sin importar donde estemos,
clamemos a Dios. En ese momento no veremos si hacemos el ridículo o no; sencillamente
tendremos comunicación con Dios las veinticuatro horas del día. Cuando estamos en medio de
problemas es cuando verdaderamente clamamos a Dios para que nos ayude. Cuando estamos
en medio de problemas, no importa el lugar, encontraremos la forma, el momento, etc., pero no
podremos callar porque nuestra necesidad hará que bajen los muros de indiferencia ante toda
necesidad. Dios conoce todas nuestras necesidades pero si rompemos la comunicación con El;
esperará a que le pidamos para que tampoco le despreciemos lo que nos desee dar.
El salmo ciento siete dice que algunos anduvieron sin camino y cuando ellos clamaron
encontraron el camino:
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"Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia. Díganlo
los redimidos del Señor, a quienes ha redimido de la mano del adversario, y los ha reunido de
las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. Vagaron por el desierto, por lugar
desolado, no hallaron camino a ciudad habitada; hambrientos y sedientos, su alma desfallecía
en ellos. Entonces en su angustia clamaron al Señor, y El los libró de sus aflicciones; y los guió
por camino recto, para que fueran a una ciudad habitada." Salmo 107:1-7
A veces caminamos sin rumbo porque no encontramos el camino, pero cuando clamamos,
Dios nos escucha y nos alumbra el camino levantando Su brazo poderoso.
Nadie desea problemas para sí mismo, sin embargo vienen los problemas y vienen a todos con
el propósito que aprendamos a clamarle a Dios. Nosotros como cristianos no podemos
quedarnos de brazos cruzados haciendo absolutamente nada, nuestro deber es clamar al
Señor para que su misericordia se extienda constantemente sobre nuestras vidas, sobre las
vidas de nuestras familias, sobre nuestra nación y clamar hasta que cubra toda la tierra.
"Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o si
envío la peste entre mi pueblo, y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y
oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos,
perdonaré su pecado y sanaré su tierra. Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a
la oración que se haga en este lugar, pues ahora he escogido y consagrado esta casa para que
mi nombre esté allí para siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días." 2
Crónicas 7:13-16
Debemos buscar el rostro de Dios en todo momento porque es nuestro deber clamar para que
los espíritus de las tinieblas que perturban la paz de nuestra nación sean reprendidos. Algo que
debemos entender y tener bien claro es que la salvación viene de nuestro Señor Jesucristo y Él
nos salvará de todo y en todo momento; pero El desea que tengamos una comunión todo el
tiempo para que expresemos lo que deseamos de El en nuestra vida; pero tampoco podemos
caer en el juego de estar pidiendo lo material cuando nuestra vida espiritual está por los suelos.
Escrito está que debemos buscar el reino de Dios y Su justicia y todo lo demás vendrá por
añadidura. Debemos orar para que todos los que tienen un camino desviado, se vuelvan de
sus malos caminos y lleguen a los pies de Cristo, pero en el entendido que es Dios el que los
convencerá por el Espíritu y no porque nosotros seamos demasiado elocuentes. Debemos
insistir que es nuestro deber clamar por ellos, clamar por nuestro país para que toda potestad
de las tinieblas sea reprendida en el nombre de Jesús.
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DESARROLLO
Dios establece diferentes formas para que nosotros aprendamos a orar y una de las formas es
estableciendo un diálogo, como se mencionó anteriormente; un diálogo que debe salir desde lo
más profundo de nuestro corazón. Vemos en la Biblia que Jesús oró todo el tiempo; pero hace
énfasis en siete lugares en donde El oró. No podemos decir que la Biblia está haciendo énfasis
de estos siete lugares para que nosotros busquemos esos lugares para orar; sino para que
veamos la forma de cómo y notemos los detalles que se dieron en cada lugar con el propósito
de hacer ver que esa puerta nos conducirá a la presencia de Dios.
LA ORACION EN EL GETSEMANI
(Lugar donde te rindes orando)
"Entonces Jesús llegó con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos:
Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de
Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. Entonces les dijo: Mi alma está muy
afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. Y adelantándose un poco,
cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa;
pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras. Vino entonces a los discípulos y los halló
durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo? Velad y orad, para
que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. Apartándose de
nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si esta no puede pasar sin que yo la beba,
hágase tu voluntad. Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados
de sueño. Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas
palabras. Entonces vino a los discípulos y les dijo: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando?
He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega." Mateo 26:36-46
Notemos lo que sucedió en ese lugar: Jesús se turbó, Él estaba en batalla; algo más que
podemos notar es que Él estaba rindiendo Su voluntad ante la voluntad del Padre. En todo
momento podemos presentarle al Padre nuestra petición pero debemos tener en nuestro
corazón que se haga Su voluntad porque El nunca deseará en su corazón el mal para
nosotros. Recordemos que ante toda petición que nosotros hagamos, El verá la intención que
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llevamos dentro. Podemos pedir como lo hizo Jesús, que lo hizo con tanto fervor que incluso en
una oportunidad derramó gotas como de sangre:
"Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de
sangre, que caían sobre la tierra." Lucas 22:44
Pero debemos rendir nuestra voluntad para que sea voluntad de Dios en todo momento en
nuestra vida porque ¿quién mejor que Él puede decidir lo mejor para nuestra vida?, nadie más
que Dios. Si estamos viviendo en medio de problemas verdaderamente grandes y hemos
presentado nuestra petición al Padre en el nombre de Jesús, debemos tener la seguridad que
Él nos responderá pero ante todo debemos rendir nuestra voluntad para que sea El quien
verdaderamente esté sentado en el trono de nuestro corazón.
LA ORACION EN EL JORDAN
(El que desciende o se humilla)
"Entonces llegó Jesús de Galilea al Jordán, a donde estaba Juan, para ser bautizado por él.
Pero Juan trató de impedírselo, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Y
respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora; porque es conveniente que cumplamos así toda
justicia. Entonces Juan se lo permitió. Después de ser bautizado, Jesús salió del agua
inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él vio al Espíritu de Dios que descendía
como una paloma y que venía sobre El. Y he aquí, se oyó una voz de los cielos, que decía:
Este es mi Hijo amado en quien me he complacido." Mateo 3:13-17
Vemos entonces que Jesús es bautizado en el río Jordán pero antes de que lo bautizaran;
Juan el Bautista trató de impedírselo, sin embargo Jesús le dijo que debían cumplir con toda
justicia, lo que simboliza la obediencia que tenía Jesús para con el Padre y después de ser
bautizado, descendió el Espíritu Santo. El que ora en esa actitud, lo está haciendo en
humillación poniendo su cabeza a tierra. Algo que debemos saber es que la persona que se
humilla ante Dios; no se humilla ante los hombres, como sucedió con los tres jóvenes hebreos
en el libro de Daniel:
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"¿Estáis dispuestos ahora, para que cuando oigáis el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el
arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho?
Porque si no la adoráis, inmediatamente seréis echados en un horno de fuego ardiente; ¿y qué
dios será el que os libre de mis manos? Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron, y dijeron al
rey Nabucodonosor: No necesitamos darte una respuesta acerca de este asunto. Ciertamente,
nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh
rey, nos librará. Pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni
adoraremos la estatua de oro que has levantado. Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y
demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed-nego. Respondió ordenando que se
calentara el horno siete veces más de lo que se acostumbraba calentar. Y mandó que algunos
valientes guerreros de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego, y los echaran en el
horno de fuego ardiente. Entonces estos hombres fueron atados y arrojados con sus mantos,
sus túnicas, sus gorros y sus otras ropas en el horno de fuego ardiente. Como la orden del rey
era apremiante y el horno había sido calentado excesivamente, la llama del fuego mató a los
que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Pero estos tres hombres, Sadrac, Mesac y
Abed-nego cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardiente. Entonces el rey
Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente, preguntó a sus altos oficiales:
¿No eran tres los hombres que echamos atados en medio del fuego? Ellos respondieron, y
dijeron al rey: Ciertamente, oh rey. El rey respondió, y dijo: ¡Mirad! Veo a cuatro hombres
sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño, y el aspecto del cuarto es semejante
al de un hijo de los dioses. Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego
ardiente, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid acá.
Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y los sátrapas, los
prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron para ver a estos hombres,
cómo el fuego no había tenido efecto alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de su cabeza se
había chamuscado, ni sus mantos habían sufrido daño, ni aun olor del fuego había quedado en
ellos."Daniel 3:19-27
Ellos no se humillaron ante la estatua de Nabucodonosor, él calentó el horno pero Dios no los
abandonó, sino que los respaldo en todo momento. No debe importar lo que lleguemos a
padecer y cómo nos humillen por causa de nuestro Señor, porque escrito está:
"Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no
despreciarás." Salmo 51:17
Dios está con nosotros en todo momento y si deponemos nuestra voluntad, El actuará y lo hará
en el último momento como diciendo que sin importar lo que nuestros enemigos hagan y hasta
donde llegue con su maldad; Él nos puede levantar de en medio de todo lugar.
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LA ORACION EN LA CRUZ
"Cuando llegaron al lugar llamado "La Calavera", crucificaron allí a Jesús y a los malhechores,
uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos. Y el pueblo estaba allí
mirando; y aun los gobernantes se mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí
mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido. Los soldados también se burlaban de Él,
acercándose y ofreciéndole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti
mismo. Había también una inscripción sobre El, que decía: ESTE ES EL REY DE LOS
JUDIOS. Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo:
¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!" Lucas 23:33-39
Es verdaderamente difícil levantar una oración en medio de cualquier tormenta porque en ese
momento se está consumando la prueba por la que pasamos. A veces estamos en medio de la
peor prueba y tormenta que podamos padecer; en ese momento todos los que nos ven se
burlan diciéndonos que si en realidad somos hijos de Dios, por qué no le pedimos a Dios que
nos pase el dolor que estamos sufriendo o que nos provea de lo que necesitamos para
solventar el problema que nos atormenta.
Debemos aprender a orar en medio del dolor y de toda aflicción porque si ponemos los ojos en
la tormenta que estemos viviendo, es seguro que nos hundiremos como le sucedió al Apóstol
Pedro. El empezó a caminar en medio de la tormenta y cuando dejó de ver a Cristo, cuando
dejó de tener comunión con el Señor, se empezó a hundir. Dentro de nuestra oración debemos
aprender a perdonar y pedir perdón a nuestros enemigos para que nuestro corazón no se llene
de amargura sino que prevalezca uno de los frutos del Espíritu el cual es amor:
"Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley." Gálatas 5:22-23
No debemos cansarnos de hacer el bien en todo momento, recordemos que escrito está:
"No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso
también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción,
pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Y no nos cansemos de
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hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. Así que entonces, hagamos
bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe." Gálata
s 6:7-10
LA ORACION EN EL MONTE DE LA TRANSFIGURACION
"Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó
aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y
sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías
hablando con El. Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos
aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la
nube, diciendo: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd. Cuando los
discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor. Entonces se les
acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis. Y cuando alzaron sus ojos, no vieron
a nadie, sino a Jesús solo." Mateo 17:1-8
Para subir el monte a orar se necesita que estemos dispuestos a esforzarnos. En medio de una
necesidad, cuando todo está verdaderamente difícil, también se vuelve difícil la oración porque
los problemas nos agotan y empezamos a pelear contra el cansancio para que no nos domine
y para poderlo hacer debemos perseverar en la oración y dando gracias por todo lo que Dios
nos concede constantemente. El trabajo que tenemos es una buena razón para dar gracias
porque es una bendición de parte de Dios. Sin importar el trabajo que tengamos, es una
bendición y es una bendición porque es un canal que Dios está usando para bendecirnos.
"Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar
solitario, y allí oraba. Y Simón y sus compañeros salieron a buscarle; le encontraron y le
dijeron: Todos te buscan. Y Él les dijo: Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que
predique también allí, porque para eso he salido. Y fue por toda Galilea, predicando en sus
sinagogas y expulsando demonios." Marcos 1:35-39
A veces nos encontramos a solas o nos despertamos a determinada hora de la madrugada y lo
que sucede es que Dios desea que oremos en ese momento para que tengamos comunión con
El. Debemos saber que habrán momentos en lo que nos encontraremos a solas, momentos en
los que todos nos abandonen, pero recordemos lo que decía el Apóstol Pablo:
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"En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; que no se les
tenga en cuenta. Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se
cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los gentiles oyeran. Y fui
librado de la boca del león. El Señor me librará de toda obra mala y me traerá a salvo a su
reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén." 2 Timoteo 4:16-18
Cuando sintamos necesidad de ministrarnos ante un ministro de Dios y no tiene tiempo para
escucharnos, recordemos que la comunicación con Dios está constante y Él nunca nos fallará.
Llegamos a encontrarnos en situaciones en las que buscamos a los que un día pensamos que
eran amigos y nos frustramos porque no tienen el tiempo que nosotros necesitamos; pero el
Señor es el buen pastor que siempre está atento de cuidar a sus ovejas y nunca nos fallará. La
soledad en la que a veces nos encontramos, está representando un momento apropiado para
escuchar la voz de Dios, no solamente en nuestro corazón, sino audiblemente también.
LA ORACION FRENTE A SUS DISCIPULOS
"Los setenta regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu
nombre. Y Él les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado
autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y
nada os hará daño. Sin embargo, no os regocijéis en esto, de que los espíritus se os sometan,
sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. En aquella misma hora Él
se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre,
porque así fue de tu agrado. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie
sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se
lo quiera revelar. Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven
lo que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros
veis, y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron." Lucas 10:17-24
La oración que realizó Jesús frente a sus discípulos, lo hizo con el propósito de dar a conocer
que ante todo estaba agradando al Padre porque Él se había complacido en revelar las cosas
que había revelado a los discípulos del Señor. Debemos orar dando gracias porque Dios nos
utiliza como vasos para que sea manifestado Su poder y saber que fue por complacencia de El
que nos usó en determinado momento.
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"Y cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que vinieron con ella llorando también, se
conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció, y dijo: ¿Dónde lo pusisteis? Le dijeron:
Señor, ven y ve. Jesús lloró. Por eso los judíos decían: Mirad, cómo lo amaba. Pero algunos de
ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro
muriera? Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue al sepulcro.
Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta,
hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió.
Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra.
Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que
siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me
has enviado. Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había
muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús
les dijo: Desatadlo, y dejadlo ir." Juan 11:33-44
El propósito de esta oración es para que los demás aprendan a que la oración es poderosa y
que en el nombre de Jesús se levantarán de la tumba porque Dios es poderoso, para El no
existe nada imposible. La oración que hacemos en público, la permite Dios para que
glorifiquemos Su Santo Nombre.
CONCLUSIONES:
Nuestro Señor Jesucristo nos marca los lugares donde El oró y sucedieron algunos de los
eventos más relevantes dentro de su ministerio cuando estuvo evangelizando en la tierra pero
eso no significa que debemos buscar esos lugares para orar y esperar que sucedan los
milagros que se vieron en cada lugar. Dios desea tener una constante comunicación con
nosotros; si le preguntamos Él nos responderá, si le pedimos Él nos proveerá porque está
escrito:
"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros
que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente?
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden? Por eso, todo
cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta
es la ley y los profetas." Mateo 7:7-12
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Pero el principio para que recibamos es dar y en la oración lo que debemos dar es el inicio a la
conversación con nuestro Señor; nosotros damos nuestra conversación, nuestra oración y Él
nos responderá:
"Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no
conoces." Jeremías 33:3
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