el tratado de las moradas

Anuncio
AÑO
JEREZ DE LA FRONTERA : 18 DE SETIEMBRE DE 1882.
III.
NÚM. 139.
REVISTA SEMANAL RELIGIOSA, CIENTÍFICA, LITERARIA, ARTÍSTICA, DE INTERESES LOCALES,
MODAS Y ANUNCIOS.
CON
Dirección y Administración,
San Femando, 6, bajo.
LICENCIA
DE
LA A U T O R I D A D
'^iRECTORA, C A R O L I N A
sniiBio.
El tratado de las moradas de Santa Teresa de Jesús, por Luis Montoto.—El ángel del consuelo, novela (continuación), por Mercedes
Gutiérrez de Valle.—A María Santísima de los Milagros (poesía),
por Manuel Nimo
Variedades: De una carta, etc., por Carolina de Soto y Corro.—Rumores madrileños, por Santiago Olmedo y Estrada.—Rumores jerezanos, por José M.' Escudero y
Franco.—Miscelánea.—Sección religiosa.
EL TRATADO DE LAS MORADAS
DE S A N T A T E R E S A DE JESÚS.
No ignoran nuestros lectores que el día 16
del próximo mes de Octubre se celebrará en
Alba de Tormes el tercer Centenario de la
muerte de la Seráfica Doctora, la gran Teresa de Jesús, aquella mujer singular que vivió por Dios, y para Dios, abrasada por el
místico fuego del más pui'o de los amores, y
es, á par de gloria de la Iglesia Católica,
orgullo de las letras españolas. Lo que acaso no haya llegado á sus oídos es la noticia
de que en Sevilla se celebra dignamente aquel
suceso, gracias á nuestro Emrao. y Reverendísimo Sr. Cardenal Arzobispo, de cuyo
amor á las Artes y las Letras tenemos muchas pruebas.
Sabedor Su Erna, de que, como precioso
tesoro, las Religiosas de San José del Carmen, de esta ciudad (vulgo las monjas Teresas) conservaban el manuscrito de la mejor de las obras que brotaron de la pluma de
la Santa, se propuso que del mismo se hiciese una edición autografiada bajo su dirección y en su Palacio. Dirigióse, por medio
de carta, á la R. M. Priora de aquel conveno, encargándole que entregase el manuscrito á su bibliotecario el ilustrado Pro. señor
Morgado, y encomendó al establecimiento
litográfico del Sr. Moyano la autografía. Un
jitógrafo, tan modesto cuanto inteligente.
ECLESIÁSTICA.
DE ^ O T O Y CORRO.
Horas de redacción, de 2 i 4
de la tarde.
D. José María Raquejo, se hizo cargo del
trabajo, y hoy la obra está consumada, pudiendo decirse de ella que es un monumento
artístico.
El citado Pro., Sr. Morgado, ha escrito,
por vía de ilustración, y obran en el volumen, tres artículos tan curiosos, como eruditos. En el primero, se da la razón de la
publicación del libro, y se reseña el estado
del manuscrito; en el segundo, precedido de
una copia á la pluma del retrato de la Autora, se prueba cumplidamente que el original
que se custodia en aquel Convento pintado
por el V. Fr. Juan de la Miseria, fué tomado
del natural y es auténtico de la Seráfica Doctora; y en el tercero, se habla muy por extenso de la estancia de la Santa en esta Ciudad, y de la casa en que vivió en la calle llamada en otros tiempos de la Pajeria, hoy de
Zaragoza. Dicha casa fué derribada casi en
su totalidad en el mes de Mayo del año corriente, fecha hasta la en que se había conservado, al menos en su fachada, y con ligeras variantes, en el estado que tuvo cuando
fué morada de Santa Teresa y sus hermanas. Débese también á nuestro amantísimo
Prelado, el que en todos tiempos pueda conservarse la memoria de aquella morada, de
la que decía la Reformadora del Carmelo, en
carta dirigida al P. Fr. Ambrosio Mariano
de San Benito: «La casa es tal, que no acaban las hermanas de dar gracias á Dios...
El.puesto, dicen, es de los buenos de Sevilla... Ha sido una dicha harto grande topar
tal casa... Dice el Teniente que no hay mejor
casa en Sevilla, ni en mejor puesto. Paréceme no se ha de sentir en ella el calcM*. El
patio parece hecho de alcorza. Ahora todos
entran en él, que en una sala se dice Misa
hasta hacer la iglesia, y en toda la casa; que
en el patio de más adentro hay buenos apo-
ASTA
sentos, donde estamos mejor que en la otra
casa. El huerto es muy gracioso, las vistas
estremadas. Harto nos ha costado de trabajo; pero todo lo doy por bien empleado, porque aun no pensé era cosa tan buena.»
Supo Su Ema. Rma. que la casa iba á
ser demolida para reedificar sobre sus cimientos otra más á gusto del día, y encargó,
á persona perita, que copiase escrupulosamente la fachada, ya que esta parte del edificio era la que había sido más respetada de
los pasados siglos. En el libro obra la copia
litografiada.
Dicen (y sirva de paréntesis esta noticia)
que el propietario de la finca pondrá una lápida que recuerde el honroso destino que
aquella tuvo en un tiempo. Si así lo hace.
Dios y los amantes de gloriosas antiguallas
se lo premien; y si no, se lo demanden.
Y volviendo al libro diré, que la parte autografiada, es tan semejante al manuscrito
de la Santa, como son entre sí dos gotas de
agua. No cabe reproducción más fiel. Lo
primero que encuentra el curioso lector, es
una provechosa advertencia de puño y letra
del mismo P. Fr. Luis de León, quien decía
del libro: «Que sus palabras tienen la más
alta y generosa filosofía, que jamás los hombres imaginaron,» y añadía en cuanto al e s tilo: «En la pureza del decir y facilidad del
estilo, en la gracia y buena compostura de
IHS palabras, y en una elegancia desafectada
que deleita en extremo, dudo que haya en
nuestra lengua escritura que se le iguale.»
Después siguen los renglones que trazó la
pluma de Teresa; derechos los unos, tuertos
los otros, y unos y otros compuestos de vocablos, punto menos que indescifrables para los que no entienden de paleografía. Unas
letras se enlazan con otras: los rasgos y trazados suben y bajan: ni un punto, ni siquiera una coma: aquí un borrón, más allá palabras entrerrenglonadas, casi ininteligibles:
de trecho en trecho una raya vertical, á que
los antiguos llamaban diástole, especie de
comodín ortográfico: las letras mayúsculas
brillan, como ahora se dice, por su ausencia, y las minúsculas, parece como que se
quieren subir á mayores... ¡Son los mismos
garabatos que escribió la Santa! ¡Preciosas
letras que así revelan todo un mundo de
misticismo, como delatan al hogar doméstico la espiral de humo que sale por la ennegrecida chimenea; y á la primavera, las primaras floreciiias de los campos! ¡Preciosas
REGIA.
letras, que perpetúan una inteligencia consagrada por entero á Dios, y un corazón
abrasado por el fuego de iih amor divino!
¡Quién, que crea en Dios, no siente, al
deslizar la vista por los tortuosos renglones
que trazó aquella mujer incomparable, el deseo de besar una á una las letras del manuscrito! Yo he besado las páginas del libro, creyendo que besaba la mano que en
ellas escribió.
Quiero hacer constar, que no es el autógrafo de las «Moradas» el primero, entré los
de la Santa, que se centuplican merced á los
adelantos del arte tipográfico. La sociedad
foto-tipográfico-católica, establecida en Madrid en 1873, editó bajo la dirección del señor
D. Vicente de la Fuente, la «Vida de Santa
Teresa de Jesús,» conforme al original autógrafo que se consagra en el Real Monasterio
de San Lorenzo del Escorial. Pero dicho
sea con verdad, la autografía de las «Moradas,» supera en valor á la edición foto-litográfica de la «Vida de la Santa.»
LUIS
(Boletín Oficial del Arzobispado de Sevilla.)
MONTOTO.
EL ÁNGEL DEL CONSUELO
POR MERCEDES GUTIÉRREZ DE VALLE.
CAPÍTULO VIU.
Tres días después, estando almorzando nuestros
amigos, un joven capitán con uniforme de caballería entraba en el comedor.
— ¡Ángel!... exclamó Carlos arrojándose en sus
brazos.
—¡Querido Carlosl... respondió con efusión el
recien llegado: y desprendiéndose de Carlos, se
apresuró á saludar á las señoras.
Clemencia se había mirado rápidamente al espejo, y arreglaba un rizo descompuesto de su frente.
—Mi querido amigo el marqués de Rioseco... dijo Carlos, presentándolo á Elvira.
—La señorita Elvira de Azcoitia, mi salvadora
en el pueblo de Alegría...
Ángel estrechó una mano de la joven con gratitud, diciéndole:
—Señorita, Carlos es mi hermano... Un bien hecho á él, lo considero hecho á mí mismo.
—Vamos, almorcemos... Ángel, ocupe V. su
sitio...
—iTrae V. licencia por mucho tiempo?... preguntó Clemencia.
—Dos días nada más, señorita...
—¡Qué lástima!...
Ángel miró un momento á Clemencia, y exhaló
un débil suspiro.
ASTA REGIA.
—iQué hermosa es!... murmuró.
Cuando concluyó el almuerzo, Clemencia propuso
un paseo á caballo. La idea fué aceptada con júbilo: las dos jóvenes cojidas del brazo, salieron del
comedor para vestirse. Pura felicidad inundaba el
alma de Elvira; es tan grato respirar bajo el sol al
lado de un ser querido!...
Serian las dos de la tarde, y las dos jóvenes bajaban la gradilla de la casa: un criado tenía del
diestro tres hermosos caballos: Ángel ayudó á
montar á Clemencia, é iba á hacer lo mismo con
Elvira, cuando Carlos apareció trayendo de la brida
un soberbio caballo tordo...
Elvira se lanzó á él con vivísima alegría.
—¡Mi caballo!... ¡Mi hermoso Águila!...
Y con sus manos acarició la cabeza def animal,
que relinchó de alegría.
—¡Me conoce!... ¡me conoce aún! exclamaba Elvira casi llorando de júbilo.
Carlos la miraba sonriendo.
—No quise jamás exponer á este noble animal á
los peligros de la guerra... acéptelo V. de mi mano
como yo lo acepté aquel día... Será un recuerdo entre V. y yo.
—Gracias, Carlos...
Después de escuchar los consejos de Carlota que
les recomendaba la prudencia, los cuatro jóvenes,
seguidos por dos criados, se lanzaban alegremente
á todo el trote de sus caballos.
Durante aquella rápida carrera, el caballo de Ángel se había colocado junto al de Clemencia, que
iba delante de todos, y cuidaba con solicitud de evitar todos los pasos difíciles que pudieran molestar
á la bella amazona.
Entonces Clemencia miraba sonriendo á su amigo, y le decía:
—Gracias, Ángel...
Y el joven, envolviendo en una mirada elocuente
á la hermosa rubia, le dijo:
—Clemencia, ¿recordará V. este delicioso paseo?
—¡Quién sabe!...—respondió ella con abandono:
—puedo mañana sentir otras impresiones, que me
hagan olvidar las de hoy.
—Será V. muy feliz... repuso Ángel con cierto
tinte de amargura.
—Sí; en efecto: aunque dicen que la felicidad no
existe, no he conocido más disgustos que los causados por la ausencia de mi primo... Pero... habla
V. quizá con tristeza... y la tristeza sienta mal en
un valiente que habrá rendido á tantos enemigos...
y ¡también á muchas enemigas!... añadió riendo.
Vamos, cuénteme V. algo de sus campaña^, de sus
aventuras... ¡debe V. tener que contar cosas tan
curiosas!...
Entre tanto, Carlos marchaba junto á Elvira.
Ese solemne silencio de los campos que deja percibir el murmullo de las pajas, el aleteo de las
aves, el vago rumor que llega en alas de la brisa;
esa quietud que llena el alma de melancolía si se
sufre, ó de un suave placer si se es dichoso. La se-
rena mirada de la joven abarcaba un horizonte puro y despejado, las rosas de la vida lucían sobre
sus antes pálidas mejillas: sus ojos brillaban con el
dulce fuego de la esperanza: en el fondo de su pecho, ella se había confesado, que á Carlos no le era
indiferente.
Dominado también por la poesía que todo respiraba en aquel día tan bello, Carlos se dejó llevar
por el entusiasmo que le enardecía, y por primera
vez, Elvira oyó un lenguaje distinto del de siempre.
—¡Qué dulces ojos!...—le dijo:—¡qué hermosas
pestañas!... á la sombra que proyectan sobre esas
mejillas tan frescas, estaría yo durmiendo una eternidad.
Elvira se ruborizó, y contestó sonriendo:
—Una eternidad es la muerte, Carlos...
—Muerte de amor es muy dulce, Elvira.
—¿Y no es más grato vivir amando?
—¡Oh, sí!... El amor es bello... Muy grata es la
vida que se desliza por él arrullada... Sin embargo,
hay quien prefiera desdenes en vez de caricias.
—Pero eso es un absurdo, Carlos; ¡oh! yo por el
contrario, creo que debe ser muy amargo encontrar
desdenes donde quisiéramos hallar sonrisas.
—A veces la ternura apaga un amor que necesitaba contrariedades; á la manera que el aire que
agita una llama la enciende más vivamente... la
indiferencia hace nacer un incendio donde sólo había
débil chispa.
—Veo que comprende V. el amor de otra manera
que yo... repuso Elvira.
—¿Bajo qué punto de vista lo vé V.í... Deseo que
me lo explique, y quizá tome yo lección de esos labios tan bellos...
(S« continuará.)
A MARÍA SMA. DE LOS MILAGROS
PATRONA DEL PUERTO Ofi-SANTA HARÍA.
Nigra quidem sed foiinosa
velut luna, velut rosa,
plántala in Jeric¿.
<
BENEDICTO XIV.
I.
Venid, coros angélicos que allá en el alto cielo
Pulsáis las arpas de oro con celestial canción,
Venid, templad las cítaias, y acá en el bajo suelo
Reciba en vuestro canto mi mente inspiración.
n.
Céfiros de la tarde que embalsamáis las flores,
Pájaros que en la fronda trináis con dulce son.
Astros que ornáis la noche con gratos resplandores.
Fuentes que tierno arrullo brindáis al corazón:
III.
Venid también vosotros; raudales de armonía,
Sobre mi mente frágil verted hoy con amor,
Y cantarán conmigo las glorias de María
Querubes, aves, auras, estrellas, fuente y flor.
ASTA
IV.
Hermo^ más que el cedro que al Libttno sombrea
Pura como la rosa que nace en Jericó,
Gentil más que la palma que en Cades se cimbrea,
Dulce cual la sonrisa que alegra al mismo Dios,
V.
Naciste sin mancilla; tu frente Virgen pura
Con inmortal diadema Dios mismo coronó,
Y contempló con júbilo la más bella criatura
Que en su etemal destino su santo amor creó.
VI.
El cielo dio propicio sus más preciadas galas,
La tierra sus encantos para adornar tu ser.
El ángel plegó humilde sus vaporosas alas,
Y el hombre admiró estático tu celestial poder.
VIL
Te dieron los jardines sus matizadas flores.
Sus más bellas espumas el ondulante mar.
Sus amorosos trinos los pardos ruiseñores
Y su dorado encaje las nubes al pasar.
VIII.
¡Marial, dijo el Padre, y al escuchar su acento
Su curso con asombro detuvo el claro sol,
¡María!, sonó el eco, y alegre el leve viento
Lo transportó á los mundos con gasas de arrebol.
IX.
Tu nombre sacrosanto bendicen los mortales
É invocan en sus cuitas con invencible amor,
Lo graba en áureas letras la historia en Sus anales,
Lo aclaman los espíritus con místico rumor.
X.
Madre de los Milagros ¡patrona de este suelo!
Torna los dulces ojos hacia tu pueblo fiel,
Tus hijos hoy te invocan con noble y santo anhelo
Tus hijos hoy coronan tu frente de laurel.
XI.
Y ostentan con orgullo tu nombre en sus blasones
Alzando como enseña tu efigie en su pavés;
Recibe, Reina augusta sus nobles corazones
Que rinden cariñosos de hinojos á tus pies.
XII.
Acoje, rosa mística, nuestra oración ferviente.
Escucha, madre virgen, nuestro filial clamor,
Y alúmbrenos benéfico un rayo de tu frente
Por la espinosa senda que lleva hasta el Señor.
MANUEL NIMO.
Pto. Sta. María: 1882.
YAKXKDADEIS.
De una carta que nos dirige desde el Puerto de Santa María la Srta. de Soto y Corro,
nuestra Directora, pocos días antes de su
vuelta, y que no insertamos íntegra por falta
de lugar en nuestra revista, copiamos los
siguientes párrafos:
«Acepté con sumo gusto dichas invitaciones, y
el día 7 á la una de la tarde, acompañada de algu-
REGIA.
nas distinguidas señoritas de este Puerto, de mi
señor padre, del doctor en medicina y colaborador
nuestro, D. J. Medinilia, y del joven letrado que
también nos honra con su colaboración, D. Matías
Pastor, pasamos á visitar las espaciosas bodegas
del rico extractor D. Manuel Pico, el cual, con la
amabilidad y galantería que le distingue, nos enseñó lo más digno de ver del edifício, dándonos detallados pormenores de todo, y haciéndonos probar
de los más variados y esquisitos vinos que allí se
encierran.
Altamente satisfechos de la atención y fiúura del
Sr. Pico, salimos de aquel inmenso local, dirigiéndonos al inmediato, que ocupan las extensas bodegas circundadas de magníficos jardines, propiedad
del acaudalado y Excmo. Sr. D. José Moreno de
Mora.
Contar á V., amigo mío, exactamente, la impresión tan agradable que nos produjo la vista de aquel
elegante edifício y de aquellos preciosos lugares,
fuera pálido y hasta prolijo; baste decirle que guiados por un amable encargado del establecimiento^
cuyo nombre sentimos no recordtir para agradecerle nuevamente su atención, visitamos minuciosa-^
mente las limpias y largas naves de las bodegas,
el trabajadero y los jardines, deteniéndonos en éstos
más tiempo, distraídos en admirar los preciosos
pabellones, deliciosas grutas, el invernadero. Heno
de raras y curiosas plantas, y las perfumadas calles
de floires que se extienden á lo largo y forman caprichosos laberintos.
Volvimos de nuevo á las bodegas, y entonces tuvimos ocasión de saborear los mejores y más antiguos vinos que se encierran en aquel lugar, que
bien pudiera llamarse templo de la riqueza y del
buen gusto.
Con sentimiento abandonamos al fin aquellos
sitios, y poco después, aunque ya algo tarde por la
anterior circunstancia, mas deseando no faltar á la
fina invitación de nuestro distinguido amigo D. A.
F. Paullada, nos encaminamos al Picadero, en
donde tuvo lugar una brillante novillada, en la cual
tomaron parte varios jóvenes de esta ciudad, siendo uno de los matadores nuestro particular amigo
de esa el joven D. Pablo Roahult, y las presidentas,
una de las señoritas de Gordon, de Jerez, y de aquí
las de Góngora y Cuvillo, acompañadas de las señoras de Pico y marquesa del Castillo de San Felipe.
Hubo lujosas moñas y banderillas, y profusión
de dulces y ñores, y fué la concurrencia numerosa
y escogida.
A pesar de algunos chaparrones que interrumpieron la fiesta, no dejó de estar lucida y de terminarse felizmente.
Pasando de lo profano á lo sagrado, al día siguiente, que fué el 8, día de la Patrona, tuvimos el
gusto de asistir á la solemne función que quizás
con más brillo que en los años anteriores, se celebró en la Iglesia Mayor Prioral, en honor de la
A S T A REGIA.
excelsa Señora María Santísima de los Milagros.
Las autoridades civiles y militares, el Sr. Ayudante de Marina, oficiales del ejército y muchas personas notables residentes en esta población, asistieron á tan devota solemnidad.
El presbítero Sr. Torres, de la Compañía de Jesús, fué el encargado de enaltecer las glorias de
María, siendo escuchado por los ñeles con verdadero entusiasmo religioso.
Por la tarde, con el orden y fervor que todos los
años, y entre un gentío inmenso, se verificó la procesión de Ntra. Sra. de los Milagros.
No quiero pasar por alto que al medio día, después de la función, é invitados por uno de los señores Curas de la Prjoral, pasamos á ver las obras
de restauración hechas en el Camarín de la Virgen,
las cuales, dignas de todo elogio, han hermoseado
de una manera elegante y primorosa aquella parte
del suntuoso edificio.
También tuve el gusto de conocer en aquella ocasión, gracias á la solicitud de un amigo, al ilustrado Sr. Rosety, Cronista de la provincia de Cádiz.
Es todo lo más notable qUe puedo decirle de mi
permanencia en esta.
Adiós, amigo mío, pronto ioadñ, la satisfacción
de saludarlo su afectísima an^ga y S. S.
CAROLINA DE SOTO Y CORRO.
RUMORES MADRILEÑOS.
ASTA REGIA.—Jerez de la Frontera.
El Excmo. Ayuntamiento de esta M. H. Villa,
tiene señalado un día de bt semana para v«riÍH:ar
sus sesiones ordinarias.
Este día es el Lunes.
Pero los Lunes, son días de descanso para los
«prohijados de los santos Crispin y Crispiniano.
Y la popular corporación, no había de sérmenos.
Es decir: que los concejales, como cualquier industrial de obra prima, se declaran ea juerga, á
pesar de todos los pesares que pesan sobre sus electores.
Y llega el Lunes y se abre la sesión municipal, y
como los escaños concejiles se hallan vacíos, es
predso declarar que celebrar sesión, sería tanto
como predicar en desierto, y que en su consecuencia se invitará á otra para el Miércoles de la misma
semana.
Y en este día se reúnen los padres cortesanos y
hablan en familia de asuntos domésticos, por ejemplo: del famoso asunto de la Necrópolis, del mateñal de incendios, de policía urbana, de arbolados,
riego, limpieza, mataderos, sotabancos, derribos,
alcantarillado, etc., etc., etc.
La actividad febril y municipal se excita y.... los
expedientes pasan á las respectivas comisiones,
para ^ue prosigan en estudio.
En este estado lleva el pueblo de Madrid tantos
años, cuantos lleva de estar regido por concejiles
caballeros.
Pero no existe motivo alguno de queja.
El riego sirve para convertir en barro el polvo, y
poner como chupa de dómine al transeúnte.
Las bombas de incendios y demás material al
objeto, sirven para hacer que se hacen esfuerzos
para extinguir los fuegos; pero éstos se apagan
de.... vergüenza.
Los vecinos riegan á cualquier hora del día ó de
la noche los tiestos de sus balcones y los sombrero?
de los transitantes callejeros.
Las aceras, resquebrajadas y sucias, sirven para
centro de tertulias.
Los paseos, alfombrados de hojas secas y papeles húmedos, presentan un aspecto enteramente
municipal.
iQué importa que se quemen las casas, se inunden los paseos y las calles, cuando caen cuatro góticas más de lo regular y las señoras tengan que
taparse los ojos al pasar junto á ciertas columnas
destinadas á ciertos usos, si en cambio se ha matriculado, reglamentado, documentado y regularizado á la raza canina?
Somos insaciables.
Como decía un capitán á los soldados de su compañía:
—El rancho es malo, pero será peor, y os quejáis aún, bárbaros.
•
• •
Documentar á los perros.
Dar á cada individuo de esta raza un papel con
su nombre, edad, domicilio, estado civil y señas
particulares, y condecorarlos con una preciosa y
bien acuñada medalla, es tanto como elevarlos á
las más altas categorías.
Hacerlos contribuyentes, es el primer paso para
concederles el derecho electoral.
¡Cómo se progresa!
Ayer se exterminaba á la raza canina con la estrignina, hoy se los mata por la asfixia.
Por supuesto, á los perros vagabundos ó indocumentados.
Han perecido por este procedimiento 1.151 perros; vendidos en pública subasta de los llevados
al depósito, 96.
La cantidad satisfecha á los reclutadores de perros asciende á 1.068 pesetas por 1.424 perros recogidos.
El ayuntamiento de Granada, más apegado á las
antiguas costumbres, ha matado en una sola noche
con el embutido municipal 130 perros y 56 gatos.
• *
La tormenta del viernes último causó en los barrios de Salamanca, Prosperidad y Guindalera considerables desgracias.
£1 paseo de la Castellana se inundó por completo
interrumpiendo d tránsito de los tranvías y carruajes.
ASTA REGIA.
Multitud de casas se anegaron y hubo varias
desgracias personales.
El peligro era conocido desde hace años y sin
embargo no se ha procurado evitarle.
¡Las nubes!
Inmensas sábanas de color sucio, preñadas de
agua y de electricidad; juguete de las corrientes
del aire, oscilan de un lado á otro, semejándose en
este movimiento al ave de rapiña que se cierne sobre el corral de gallinas hasta que vertiginosamente desciende y siembra el terror y el espanto en el
pacifico harem del sultán más inofensivo que conozco.
Pero jamás libra de su aventura sin presa con
que regalar su estómago.
I.,as nubes no hacen á veces otra cosa, que mojarnos.
Los días nublados, dicen que predisponen á la
melancolía.
Yo puedo asegurar, que los días lluviosos son los
más alegres en Madrid.
La vista se recrea en los limpios hajos de las
transeúntes y admira los medios y se embelesa con
los altos.
El sexo bello lo sabe, y abusa de la lluvia.
Muchos solteros recalcitrantes • sucumbieron en
un día lluvioso y se casaron en un día claro y
de sol.
Algunas mujeres feas, á quienes jamás dijeron
los hombres una palabra, recibieron miles de elogios por el gusto de su calzado y por la solidez de
sus principios.
En los días que es necesario usar del paraguas,
ningún hombre levanta la mirada á una cuarta del
suelo.
Las señoras pueden descuidar el tocado de su
cabe'^a.
Cuidan del calzado y basta.
Una viuda mamá de siete niñas, casó cinco en
días nublados y estando las calles mojadas.
Los nublados, pues, no deben considerarse como
presagios tristes.
Un nublado es precursor de un chaparrón y éste
conduce á la Vicaría á más de un hombre.
Es un beneficio desconocido de las lluvias.
Y un perjuicio.
Porque los matrimonios suelen tener suegras.
fueron alicienue más que bastante para que el lleno
fuese completo.
La compañía, con ligeras modificaciones, es la
misma de la temporada última.
Hubo aplausos para la Sra. Valverde y Srta. Abril
como para los populares actores Sres. Zamacois y
Riquelme.
Actuó por primera vez en esta corte la Srta. Bardo, que es una damita joven que reúne escepcionales condiciones.
Igualmente debutó en esta noche el telón metálico
contra incendios.
El público lo acogió con desconfianza y hubo
espectador que tomó el escenario por el locutorio de
un convento.
El teatro de la Alhambra, abrirá sus puertas esta
noche.
En el Español actuarán dos compañías, una dramática y otra cómica.
La primera dirigida por el Sr. Calvo, y en la
segunda figura el popular actor Sr. Rosell.
En Apolo, trabajarán Vico y la Mendoza Tenorio.
En el Real, sabemos que están escriturados los
tenores Massini y Leistelier, el bajo Uetam y otros
artistas renombrados.
Dicese que el alumbrado del regio coliseo será
eléctrico; y se habla de reformas y mejoras.
Veremos.
El café de Madrid ha iluminado sus salones con
lámparas eléctricas, sistema Siemens.
El aspecto es brillante.
Fornos iluminará el suyo del mismo modo.
En compensación los faroles de gas de las calles
públicas, parecen candilejas de aceite.
Los revendedores de billetes de teatros han sido
suprimidos.
Queda en pié la reventa de billetes de la Lotería.
En paz.
«
Mr. Ira A. Paine es un tirador notable.
Debutó anteanoche en el Circo de Price y disparó
sobre Mad. Paine, que es notable por su serenidad.
Se anuncia un drama de Echegaray intitulado
«Crueldades del deber,» otro «Doña Juana Coello,»
obra postuma de Hartzenbusch, uno de Cano «La
moderna idolatría,» y otro de Novo «Vasco-Nuño
de Balboa.»
Los fiascos se presienten, aunque no se anuncian.
Las empresas se tributan, á ciencia y paciencia
de todos, cuantos elogios quieren.
El siglo del bombo.
La temperatura ha descendido notablemente.
Madrid recobra la animación de siempre.
Los teatros empiezan á abrirse y á dar á conocer las obras que guardan en cartera.
El teatro de Lara, inauguró sus funciones la noche del Sábado 9, poniendo en escena las comedias
«Las tres rosas,» «A tontas y á locas,» «El querer
y el rascar» y «La ocasión la pintan calva.»
—Papá, ipara qué sirve esa alambrera que sube
Las obras ventajosamente conocidas y juzgadas, I y baja como si fuera un telón?
ASTA REGIA.
—Hijo mío, dicen que contra los incendios, pero
quién sabe si será contra las silbas.
SANTIAGO OLMEDO Y ESTRADA.
Madrid 13 Setiembre, 1882.
RUMORES JEREZANOS.
El ánimo se contrista al leer en los periódicos de
toda España y algunos del extranjero los estragos
causados por el temporal que se ha desencadenado
hace días y que aun no ha cesado por completo.
¡Por todas parles innundaciones, pérdida de cosechas, fuego del cielo, desgracias personales, y un
sin fín de calamidades pesando sobre la mísera
humanidad!
El labrador que esperaba anhelante las primeras
aguas las ve con horror caer en forma de cataratas
que destruyen sus esperanzas.
El pobre que veía en el líquido elemento un medio para que empezasen pronto los trabajos y se
abaratasen quizás los comestibles, mira con espanto empeorar su ya tristísima situación, y se
estremece al sentir sobre sus desnudas carnes los
primeros helados hálitos del invierno.
Pero en medio de tan poco halagüeñas noticias,
nos alegra la de que el cólera morbo decrece en
Filipinas, y se disminuyen de una manera notable
las probabilidades de que seamos visitados en Europa por tan funesto huésped, á pesar de las esperantas de un médico inglés que en una carta dirigida
á la Pall Malí Gazette recuerda que dicha enfermedad hace escursiones por Europa con intervalos de
16 á 17 años, de lo cual deduce que siendo el año
1865 el último que se padeció en Inglaterra, toca
este año padecerla de nuevo.
Pídale á Dios el doctor inglés que no acometa el
cólera á sus paisanos en Egipto, pues si tal les sucediese á más de los mosquitos, la hematuria, etc.,
etc., bien pudiera decirse que le iba entrando á
Inglaterra la filoxera.
De todas maneras, Europa entera debe dar las
gracias al Hipócrates británico por sus lisongeras
predicciones.
«
* *
El jueves empezó la feria de ganados que anualmente se celebra en Jerez por este tiempo.
Lo desapacible de los días ha contribuido mucho
á que dicha fiesta no estuviese ten animada como
otros años, á pesar de los tres días de paseo y música por la noche en la plaza de Alfonso XII, la
cucaña y otros interesantes espectáculos.
Según he oido afirmar, las transacciones comercíales han sido escasas y poco importantes, lo cual
era de esperar dadas las circunstancias por que el
país atraviesa.
Hoy creo que empezará á actuar en el coliseo de
Eguilaz la compañía de ópera italiana que abrió
abono por seis funciones.
De esperar es que los dilettanti jerezanos acudirán á oírla y harán cuanto sea posible por que dicha compañía se aclimate entre nosotros por un
período largo, que ojalá lo fuera tanto como el invierno.
Las reformas llevadas á cabo en el teatro han
sido grandes, según dicen los diarios de la localidad, proyectándose para el porvenir otras muy notables.
Respecto á precauciones contra incendios se han
adoptado algunas importantes, como la colocación
de tres contadores de gas distintos, que permiten
circunscribir la luz á pequeñas zonas independientes entre sí, lo cual permitiría en el caso desgraciado de un incendio cortar éste con facilidad, aislando
el foco ardiente, para apagar el cual hay dispuestas varias bocas de riego y funcionarios de la Sociedad de las Aguas para su manejo.
Nosotros que tanto hemos abogado por la seguridad del público, la creemos hoy bastante garantida en punto á incendios, y juzgamos que se ha hecho cuanto el local permite, pues la colocación del
telón metálico es imposible en atención á que no
podrían soportar su gran peso las débiles paredes
del teatro.
Así nos apresuramos á hacerlo público en obsequio á la justicia, lo mismo que en su nombre reclamábamos antes la adopción de las precauciones
y medidas á que el público tiene derecho.
•
En Vinaroz existe una anciana que durante ocho
años estuvo privada de la vista.
Hace pocos días, una nieta suya que la acompañaba á la iglesia, la dio un golpe en un ojo, de cuyas resultas ha recobrado en parte la vista.
¡Luego dirán que no son sabias las locuciones
vulgares de hacerle á uno ver las estrellas, y darse
un puñetazo en cada ojo para ver mejorl
* *
Se dice que se va á imponer una multa de 4.000
reales á la compañía de los ferro-carriles de Sevilla
á Jerez y Cádiz por el retraso del miércoles, cuya
causa parece haber sido una cuestión suscitada entre el representante de aquélla y el de la línea de
Madrid á Córdoba.
¡Una multa á una compañía de ferro-carrilesl...
¡Eso es como encausar á una audiencia entera!...
El público.—¡Que se haga!!!
Yo.—¿A que no se hace?
«
Vaya otro cuentecito.
En la guerra de los siete años, pusieron un día
de centinela en una de las cabezas del puente de
Luchana, á dos quintos aragoneses, recién llegados
de sus pueblos.
8
ASTA
Temiendo que su inexperiencia pudiese ser causa
de una sorpresa, les encargó el cabo de guardia que
no se dejasen engañar por las mil estratajemas á
que recurría el enemigo, sobre todo de noche, para
burlar la vigilancia del ejército liberal.
A la media noche, divisaron los centinelas varios
buhos que se aproximaban en dirección á ellos, y
dieron el correspondiente ¡alto, quién vive!
—¡España; el jefe de día!—contestó uno de los
que llegaban.
—Mira, chiquio,—dijo uno de los aragoneses al
otro:—tú le apuntas á los pies y yo á la cabeza.
jFuegol
Y al ver caer muerto al que mandaba la patrulla,
dijo él mismo en tono satisfecho:
—¡Otra que Dios! ¡Pues no quería engañamos
ese!... iNo dice que es jefe de día y son las doce de
la nochet...
JOSÉ M . " ESCUDERO Y FRANCO.
REGIA.
INSTITUTO PROVINCIAL
DE JEREZ DE LA FRONTERA.
La matricula para el curso académico de 1882 á
1883 estará abierta en la Secretaría de este Instituto
durante los meses de Setiembre y Octubre próximos.
Las verificadas en Setiembre serán ordinarias abonando los alumnos ocho pesetas por, cada asignatura,
ya sea para estudiar en la enseñanza pública, ya en
la privada y doméstica: las que se hagan en Octubre
serán extraordinarias, y deberán abonarse por ellas
dobles dereclios, no pudiendo presentarse los alumnos que las efectúen, sino en ciertas condiciones, á
los exámenes ordinarios. Además hay que abonar dos
pesetas cincuenta céntimos por derechos de inscripción y un timbre móvil de diez céntimos por cada
asignatura.
Durante el mismo mes de Setiembre se verificarán
los exámenes extraordinarios del presente curso y
los de ingreso para la segunda enseñanza, en los días
que con la debida anticipación se anunciarán en la
correspondiente tabla del Establecimiento.
Lo que de orden del Sr. Director se anuncia al público para su conocimiento.
Jerez 22 de Agosto de 1882.—El Secretario, Juan
Argullós.
Jerez: 18 de Setiembre de 1882.
ESCUELA NORMAL PREPARATORIA
MXSGBLANEAx
PARA MAESTROS Y MAESTRAS D E PRIMERA ENSEÑANZA
INCORPORADA JL U OHCIAL DE CÁDIZ.
Hemos recibido un extenso catálogo
de las obras que se hallan de venta en Madrid en la librería de Juan Jiménez, calle de
Jacometrezo núm. 63.
Entre los innumerables libros que contiene
dicho establecimiento hay muchos antiguos
y modernos de imponderable mérito.
Desde el I.» al 30 del corriente mes, queda abierta
la matrícula para el curso de 1882 á 1883 en la Secretaria de este Establecimiento, Alameda de Cristina,
núm. 11, de siete á nueve de la noche.
Los documentos que han de presentar los aspirantes para hacer su inscripción oficial, son los siguientes:
1.» Solicitud al Director, acompañando la cédula
personal.
2.« Partida de bautismo legalizada.
3.0 Certificación de un facultativo, en la que se
acredite que el interesado no padece enfermedad
contagiosa, ni otra que le imposibilite para el estudio.
4.0 Autorización de sus padres ó encargados.
Los dos documentos primeros se extenderán en
papel de á 3 reales, y el tercero en papel de á peseta.
Jerez de la Frontera 1.» de Setiembre de 1882.—
El Secretario, Juan Luis Vargas.
También hemos tenido el gusto de
recibir la visita de «L'Excursionista, BoUeti
Mensual de la Associacio Catalanista d'excursions Científicas, de Barcelona» y la «Aurora del Yumuri» antiguo é importante periódico de Matanzas, al cual agradecemos el
atento párrafo que nos dedica, y devolvemos
SBGGXÓN RBLXGXOSA*
el cambio con sumo gusto á los dos periódicos.
Santos del Calendario (pora la presente semana).
18.-Los Dolores gloriosos de Ntra. Señora, y
De regreso ya de los baños, nuestra Lunes
Santo Tomás de Villar.
Directora, vuelve á encargarse de la direc- Martes 19.—San Genaro y cps. mrs., San Félix y Sanción de ASTA REGIA.
ta Constanza.
Notas del «Quijote.»—Según noticias
recibidas en Falencia ha sido hallada en poder de un particular la primera edición de
«D. Quijote,» con notas y correcciones de
Cervantes, que resuelven muchas de las dudas de los comentaristas de aquella inmortal
obra.
Comprobada la exactitud de las notas, se
publicará, quizá en breve, una edición que
las comprenda.
Miércoles 20.—San Eustaquio, su esposa y dos hijos
mrs., y el B. Francisco de Posad.—(Vigilia.—Témpora.)
Jueves 21.—San Mateo, apóstol y evangelista.
Viernes 22.—San Mauricio y cps. mrs.—(Témpora.)
Sábado 23.—San Lino y Santa Tecla.—(Témpora.)
Domingo 24.—Nuestra Señora de las Mercedes.
Jubileo Circular.
Día 18.-En RR. Descalzas.
Días 19, 20 y 21.-En San Mateo.
Días 22, 23 y 24.—En Nuestra Señora de la Merced.
Imprenta de <E1 Guadalete,» i cargo de D. Tomás Bueno.
CaUe Compás, núm. 2.
Descargar