1 ESPAÑOL 2015 – 2016 Nancy OCHOA

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IEJ
ESPAÑOL
2015 – 2016
Nancy OCHOA
ADVERTENCIA
Los textos presentados, son una síntesis de lo que hemos tratado en los cursos durante este
año. Hemos agrupado los textos en cuatro unidades (1, 2, 3 y 4) que guardan no sólo una
relación cultural entre sí (América Latina), sino que también temática (historia, sociología).
Cada unidad va acompañada de una bibliografía suscinta, cuyas referencias son, en su gran
mayoría, fácilmente consultables en internet: para preparar los argumentos le aconsejamos
vivamente al alumno de hacerlo.
UNIDADES OBLIGATORIAS
UNIDAD 1 : LA MIGRACIÓN Y LOS MIGRANTES ENTRE MÉXICO Y EEUU.
UNIDAD 2 : SOBRE LAS PANDILLAS Y LA VIOLENCIA URBANA: EL CASO DE
LOS MARAS.
UNIDADES OPTATIVAS
UNIDAD 3 : SOBRE LA VIOLENCIA DE ESTADO EN CIERTOS PAÍSES DE
AMÉRICA LATINA DURANTE LA DÉCADA DE LOS 70-90.
UNIDAD 4 : SOBRE CIERTAS INSTITUCIONES COLONIALES EN AMÉRICA
ESPAÑOLA.
EL EXAMEN
De las cuatro unidades presentadas, el alumno debe preparar dos obligatorias: las unidades 1 y
2. Además deberá elegir una de las dos unidades optativas entre la 3 y la 4. De las tres el
profesor (a) elegirá una para el examen oral.
INSISTAMOS
No se trata de un examen de conocimientos. Se exige del alumno que demuestre tener una
reflexión original, argumentada y ser capaz de elaborar una crítica personal sobre cada tema,
guardando, evidentemente, una dominante jurídica.
1
UNIDAD 1
TEXTO OBLIGATORIO
LA MIGRACIÓN Y LOS MIGRANTES ENTRE MÉXICO Y EEUU
1. Aspectos históricos, económicos y sociales de la migración EEUU-México
2. El programa Bracero
3. Consideraciones Sociales y Económicas
3.1. Cobertura de Salud
3.2. Violencia contra los inmigrantes
3.3. Inmigración femenina
4. Consideraciones juridicas de la migración
5. Ciertas caracteristicas del flujo migratorio centro americano en la fronte norte de México
2
1. Aspectos históricos, económicos y sociales de la migración EEUU-México.
El tratado de Paz, Amistad y Límites de Guadalupe Hidalgo, pondrá fin a la guerra entre
EEUU y México (1846-1848), y le permitirá a EEUU anexarse —el tratado habla de
“comprar”— los territorios de Arizona, California, Nevada, Nuevo México, Utah, y parte de
Colorado: más de un millón y medio de kilómetros cuadrados; casi la mitad del territorio de
México. Con ello, 1.000 mexicanos en Arizona, 7.500 en California, 60.000 en Nuevo
México y 5.000 en Tejas, se volverán bruscamente extranjeros en su propia tierra, y, a pesar
de estar formalmente protegidos por el tratado, serán, con el desarrollo incontrolado del
capitalismo anglosajón, espoliados y humillados en su cultura y creencias. El historiador
Walter Prescott Webb expresará que “el alto grado de crueldad innata del mexicano se debía a
la herencia de la Inquisición española y a la sangre indígena”1
Frente a tales prejuicios raciales, los mexicanos, con una larga tradición oral, dieron origen a
mitos redentores, a personajes como: Juan Nepomuceno (Cheno) Cortina, Tiburcio Vázquez,
Gregorio Cortez, Joaquín Murrieta y Elfego Vaca. A principios del siglo XX, la industria
cinematográfica de Hollywood colaboró activamente a la difusión de estos prejuicios. Recreó
y construyó estereotipos sociales y raciales: el mexicano era mostrado como haragán,
violento, sucio, desordenado, alcohólico y machista.
El estereotipo social del mexicano, será ampliamente difundido por las primeras películas de
Hollywood, en las que éste será tratado de greaser (lameculo, grasiento) como en las películas
cuyos títulos son más que evocadores… The Thread of Destiny, The Greaser Gauntled
(1908), Tony the Greaser (1911), Broncho Billy and the Greaser (1914), The Greaser
Revenge (1915), The Girl and the Greaser (1915), Gun and Greasers (1918). Al punto que el
término se ha conservado como adjetivación peyorativa en los guiones cinematográficos.
Posteriormente, tales estereotipos convendrán perfectamente en los guiones de las películas
regidas por el código Hays, que se aplicó en el cine desde los años 1930 a 1966, que prohibía
las relaciones amorosas entre individuos de razas diferentes2.
La Revolución Mexicana (1910) y la participación de EEUU a la 1era. Guerra Mundial
(1914-1918) provocaron un aumento de la producción agropecuaria y textil de EEUU. Ello
1Valenzuela Arce,1998: 16.
2Idem : 17-18.
3
provocó un incremento en la demanda de mano de obra, la que fue importada de México
mediante la promulgación de reglamentos que permitían el ingreso temporal de trabajadores
destinados a la agricultura, minería y al mantenimiento de las vías de comunicación.
Evidentemente, las razones de la emigración son variadas y concomitantes: agudización de
los problemas económicos en México, condiciones críticas del agro, fuerte deterioro de los
salarios, inflación, devaluaciones del peso, desempleo, hambre, desigualdades crecientes,
atracción por el sueño americano, empobrecimiento de una población que cuenta con más de
40 millones de pobres y 17 en condiciones de extrema pobreza3. Ello obliga a los pobres del
campo y la ciudad a abandonar el hogar para emigrar, no sólo a EEUU, sino muchas veces al
interior mismo del país. Veamos un testimonio de este caso, agravado por el hecho de que hoy
implica también a mujeres y niños.
Cada año, desde 1975, el indígena mexicano Castro deja su hogar en la ciudad de Tlapa de
Comonfort, (Guerrero), para recorrer el país como obrero agrícola temporero. "Nos tratan
mal. Durante el jornal no podemos comer y el patrón está detrás para que llenemos los
camiones", relató Solano, quien suele dirigirse al municipio de Atlautla, en el central estado
de México, para recolectar tomate. En sus múltiples travesías, Solano, de 50 años y del pueblo
Me'phaa, ha debido soportar las precarias condiciones de los jornaleros que salen de Tlapa de
Comonfort, a unos 460 kilómetros al sur de la Ciudad de México, para cosechar verduras
como tomate, pimiento, cebolla y pepino en otras zonas.
Entre septiembre de 2009 y enero, 8.213 indígenas Me'phaa abandonaron Guerrero para
vender su mano de obra y, en esta temporada iniciada en septiembre, la cifra podría rozar los
10.000, según la ONG Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, que registra
a los emigrantes en la zona montañosa del estado.
El principal destino son los norteños estados de Sinaloa, Sonora y Baja California Sur, y el
central Morelos, contiguo a Atlautla, ciudad emplazada a unos 140 kilómetros al sureste de la
capital mexicana y habitada por 24.110 habitantes. Guerrero ocupa el primer lugar nacional
en migración interna y el quinto en emigración, principalmente a Estados Unidos, según datos
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
3Idem : 13-14.
4
En la última década, han migrado unos 380.000 obreros a estados del norte, de acuerdo a la
Secretaría (ministerio) de Desarrollo Social. "Están en la indefensión, el gobierno no
supervisa las condiciones de trabajo en los campos", señaló Margarita Nemecio, del Centro
Tlachinollan. En la localidad de Guadalupe Hidalgo, en Atlautla, los jornaleros se levantan a
las cinco de la madrugada para ofrecer su trabajo a los agricultores locales en la plaza del
lugar, conocida como "el mercado de gente".
Por una jornada que se extiende desde las siete de la mañana hasta la una de la tarde, ganan
unos 10 dólares. El salario mínimo diario nacional es de unos cuatro dólares. Los jornaleros
suelen pasar por las manos de los intermediarios, que arreglan el desplazamiento hacia los
campos y el vínculo con los patrones. En otros casos, los emigrantes se organizan para
trasladarse a los cultivos contratando un autobús. Arriendan diminutas habitaciones para
dormir, donde el baño es compartido y el agua escasea. Solano paga unos cuatro dólares
semanales por su modesto alojamiento.
Los temporeros "han estado en condiciones de alta vulnerabilidad como sujetos de derechos
humanos", dijo al relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta situación se da "por su escasa
participación como grupo en procesos electorales y por la falta de representación en los
órganos legislativos que se supone deberían representar al sector de los trabajadores del
campo", acotó el funcionario. Uno de los perfiles agravantes del trabajo jornalero es el
empleo de niñas y niños de entre 6 y 14 años, prohibido por la Constitución.
De los cerca de cuatro millones de personas que migran para recolectar hortalizas y frutas,
más de un millón son menores de 14 años, según la Red por los Derechos de la Infancia de
México, que agrupa a 63 organizaciones no gubernamentales. El "Diagnóstico sobre la
condición social de las niñas y niños migrantes internos, hijos de jornaleros agrícolas", de
2006, concluye que su situación "exige del gobierno mexicano una acción pública articulada,
profunda e integral para su atención, pero especialmente de las hijas e hijos de los jornaleros
agrícolas migrantes". El estudio fue elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social y el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
"No hay registros. Llevamos tres años denunciando el trabajo infantil, hay una supervisión
débil", acusó un responsable. Desde 2007 han muerto al menos ocho menores en los terrenos
agrícolas, a causa de accidentes y enfermedades. El caso más reciente es de la niña Flora
5
Jacinto, de cuatro años de edad, quien falleció en julio por beber agua contaminada en un
campo agrícola en Sonora. Un bebé de 6 meses, murió arrollado el 8 de octubre por un
camión en una huerta de tomate cerca de Guadalupe Hidalgo. La víctima, hija de los
indígenas Pascual Toribio y Zoila Cano, dormía en una pequeña caja cuando fue atropellada.
La Secretaría de Desarrollo Social ejecuta el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas,
que da apoyo financiero para construcción de infraestructura, becas y otras ayudas. Durante
este año ha cubierto a unas 600.000 personas con un presupuesto de unos 23 millones de
dólares. Además, desde 2007 desarrolla el proyecto piloto "Monarca, contigo en tu camino"
(en referencia a esa especie de mariposa que migra cada año), para desalentar el trabajo
infantil en el rubro agrícola. También dota de becas, ayuda alimentaria y atención médica a
los niños y niñas que laboran en el campo.
En el proyecto de reforma laboral enviado al parlamento en marzo por el gobierno
conservador de Felipe Calderón se tipifica como delito la contratación de menores de 14 años
fuera del círculo familiar y se faculta a la Inspección Federal del Trabajo a ordenar el cese
inmediato de las labores de esos menores. En realidad, la ausencia de políticas efectivas
contra el trabajo infantil no genera costos políticos "debido al muy bajo nivel de conciencia
pública respecto de este problema".
1.1. Consideraciones Sobre Los Convenios Bilaterales De Inmigración
Una suerte de primer acuerdo bilateral data de 1909, entre el Presidente Porfirio Díaz en
México y William Staff en EEUU. Este acuerdo contemplaba la exportación de 1.000
trabajadores para trabajar en la cosecha de betabel. Se privilegiaba el desplazamiento de
familias completas con el fin de aprovechar también la mano de obra femenina.
Si el acuerdo formalizaba la migración, ello no impedía que miles de mexicanos cruzasen
clandestinamente el Río Bravo para aventurarse y engancharse para trabajar en la
construcción de las líneas de ferrocarril, las minas, fundiciones, industrias y campos de
cultivo.
El 5 de febrero de 1917, se promulgó en EEUU, la ley migratoria conocida como ley Burnett,
que exigía a los migrantes pagar 8 dólares y probar ser alfabeto para poder quedarse en el país
legalmente. Con ambos requisitos se frenaba la inmigración mexicana y se privilegiaba la
6
europea con las personas que huían de la Primera Guerra Mundial. Esta disposición se
acompañó de una deportación de mexicanos y el aumento del control en la frontera. Sin
embargo, se votó una excepción a la ley, que permitía la inmigración —temporal— de
mexicanos sólo en las labores agrícolas, la que será perfeccionada en el Programa Bracero4.
Paralelamente, el estado americano incitaba a los mexicanos jóvenes a enrolarse en el ejército
a cambio de la naturalización. Es así que 1918, cerca de 60.000 mexicanos —los soldados, de
origen extranjero, más numerosos en el ejército americano—, serán mandados al frente
europeo.
No se tienen cifras de la época, pero se evalúa en 72.000 los emigrantes mexicanos, y en
70.000 los que regresarían a México deportados o bien huyendo de la leva. Las fluctuaciones
económicas de las décadas de los años 20s-40s, en particular la gran depresión económica de
1929, provocó un desempleo importante y la expulsión, en 1930, de 500.000 trabajadores
mexicanos, entre los cuales se encontraban jóvenes nacidos en EEUU. Las deportaciones
masivas de estos años, fueron una respuesta selectiva en tiempos de crisis y contracción del
mercado del trabajo estadounidense. Sólo los trabajadores mexicanos, entre todos los
trabajadores migrantes, fueron deportados de manera masiva. Más aún, se reorientó esta
deportación, privilegiando los estados del norte con labores industriales, intentando conducir
la mano de obra, a las labores agrícolas del suroeste norteamericano.
El año 1932, con la recuperación de la economía de EEUU y un rápido proceso de
industrialización, se vio acompañado de un fenómeno de urbanización de la población
chicana. Este fenómeno se intensificará después de la 2da. Guerra Mundial, lo que permitirá
la inserción en la estructura laboral del país, en particular en los sectores de servicios e
industria. Un dato geográfico revela que 89% de los hispanos se concentraban en 9 estados,
65% de ellos en sólo 3: California (25,7%, con 40% de la población latina en Los ángeles),
Tejas (25,5%) y Nueva York (12,3%). Y la edad promedio de los hispanos era de 10% menos
que la media nacional.
La participación de EEUU a la 2da. Guerra Mundial, provocó nuevamente una fuerte
demanda de mano de obra, especialmente en la agricultura. Lo que condujo a elaborar el
acuerdo binacional conocido como el Programa Bracero (1942-1964) que facilitaba la entrega
4Idem:33
7
de visas permanentes y temporales a trabajadores mexicanos. Los antecedentes jurídicos, las
modalidades de contratación del Programa Bracero, fue el enganche y las deportaciones
masivas de las décadas 20 y 30. El sistema de enganche fue un negocio privado de las casas
de contratación, un sistema de explotación extremo que dejó en manos de particulares la
contratación, el traslado, el salario, el control interno de los campamentos y las cargas de
trabajo. Las consecuencias fueron los contratos abusivos, el endeudamiento perpetuo, las
condiciones miserables de vida, el trabajo infantil, las policías privadas y las casas de
contratación (verdaderos negocios).
2. EL PROGRAMA BRACERO
El Programa Bracero, es un convenio entre EEUU y México, que oficializaba y regulaba el
flujo migratorio entre ambos países. A la diferencia de los acuerdos anteriores, el Programa
Bracero tenía la ventaja de romper con el enganche, negocio privado, para depender de
programas oficiales de carácter bilateral. El Programa Bracero transformaba el patrón
migratorio que dejaba de ser familiar, de larga estancia y dudosa situación legal, para
convertirse en un proceso legal masculino de origen rural y orientado a las labores agrícolas5.
Este programa fue concebido como un mercado binacional, tan beneficioso para los
agricultores estadounidenses, que se prologaría 20 años más y movilizará a unas 5.000.000 de
personas6. La otra ventaja del Programa Bracero, fue su carácter temporal. Como diría un
sociólogo: “no hay nada más definitivo que un trabajador temporal”; añadiríamos,…también
provechoso. Estas características se pueden aplicar también a los trabajadores
indocumentados. Se piensa que 56% de los migrantes de todas las épocas han ido a EEUU
sólo una vez; en tanto que el 16% lo hizo una segunda vez. En 1964, el Programa Bracero se
canceló y EEUU, en la operación llamada wetback (espalda mojada), deportó cerca de
1.000.000 de indocumentados. Otra particularidad del Programa Bracero es que fue acotado,
en el sentido que se limitó a las actividades en que había escasez de mano de obra, como el
Programa Ferroviario (1943-1946) que ocupó a 130.000 mexicanos, y también en la minería.
Y fue también flexible, ya que se adaptó a las necesidades del país receptor, es la razón por la
cual el programa se prologaría 22 años más.
5
Idem : 32.
6 Idem: 33-34.
8
Con el tiempo —después de múltiples abusos y violaciones a las leyes— el Programa racero,
perfeccionándose progresivamente, sirvió para mejorar las condiciones laborales y salariales:
fijando condiciones mínimas de legalidad, contratación, estabilidad laboral, seguridad social,
vivienda, transporte y salario mínimo. Esta experiencia serviría como modelo para los cuerdos
mundiales sobre los derechos de los trabajadores migrantes.
El Programa Bracero permitió una coordinación y eficiencia burocrática inesperada entre
México y EEUU. Un ejemplo será dado entre 1954 y 1960 cuya burocracia logró movilizar a
350.000 migrantes anualmente. En 1954 lograron contratar, en sólo 15 días, a 4.000 braceros
diarios. Al punto que se fueron formando especialistas en el manejo de poblaciones móviles.
Consecuencias del programa Bracero
El Programa Bracero atrajo a igual número de trabajadores indocumentados (mojados). Se
calcula que entre 22 años contabilizados, ingresaron a EEUU unos 5.000.000 de mojados. El
interés estadounidense por esta mano de obra barata era tal, que en varias ocasiones
adecuaron leyes para legalizarla: es lo que le llamaron popularmente secado de mojados. En
1952 se promulgó la ley Mc Carran-Walter Act que condenaba a las personas que acogían,
transportaban o encubrían a indocumentados. Sin embargo, bajo la presión de los agricultores
—grandes empleadores de mano de obra clandestina—, se promulgó una enmienda que los
excluía. Esta enmienda, aunque muy poco aplicada, estuvo activa hasta 1986, cuando la ley
IRCA, volvió, en teoría, a condenar a los empleadores. Evidentemente, dado los enormes
intereses en juego esta ley nunca será aplicada.
La política de inmigración osciló entre un acuerdo bilateral (México-EEUU) o bien un
acuerdo obrero-patrón77. Cada año se negociaba una suerte de Acuerdo Colectivo de Trabajo,
pero las partes no se ponían de acuerdo. Méjico se negaba al envío de trabajadores y EEUU
respondía, unilateralmente, legalizando a indocumentados para después contratarlos. Este fue
un problema recurrente en las negociaciones anuales bilaterales.
Conviene señalar que entre 1942 y 1954, era la administración estadounidense que negociaba
los convenios, pero en 1954 ésta pasó a manos de los patrones, quienes centralizaban las
demandas, cuotas de trabajadores y salarios; lo que desaventajó seriamente a los migrantes.
En 1943, el gobierno mexicano impuso a los braceros la obligación de apartar un 10% de sus
7Idem:36-37.
9
salarios en bancos norteamericanos y en el banco de Crédito Agrícola de México. Este cuerdo
funcionó de 1943 a 1949 y sólo se devolvió sólo una parte de estos ahorros: 70 años después,
el litigio continúa, gracias a la constitución de una Asamblea Nacional de Braceros que
agrupa, sólo en el estado de Guerrero, a unos 5.000 trabajadores.
Al interior mismo de las propias burocracias nacionales se crearon fuertes tensiones entre las
dependencias implicadas en el Programa Bracero. Por ejemplo en EEUU, el Departament of
Labor (LOD) aliado con los sindicatos, saboteaban el Programa Bracero; en tanto que el
Immigration and Naturaliation (INS) y el Departamento de Agricultura lo apoyaban
abiertamente. En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores, negociaba a nivel bilateral,
en tanto que la Secretaría de Gobernación, lo hacía a nivel interno con las entidades y los
gobernadores; mientras que la Secretaría de trabajo y Previsión Social contrataba y llevaba a
cabo el proyecto. Pero intervenían también otros actores como La Compañía de Ferrocarriles,
los militares, la Secretaría de Salud, cada uno con sus propios intereses, a veces
contradictorios.
Contrariamente a lo que se piensa, el Programa Bracero y la emigración en general, han
empeorado el problema del desempleo y del subempleo en México, ya que el estado
mejicano, irresponsablemente, ha abandonado toda búsqueda de solución. Un aspecto poco
tratado concierne la liberación de la mano de obra propia del capitalismo del que no beneficia
el bracero, en el sentido que queda sujeto, espacial y laboralmente a su patrón, sin poder
desplazarse para vender su mano de obra, ni tampoco renegociar las condiciones laborales; no
es el caso del indocumentado. Ello ha hecho que algunos sociólogos consideren a los braceros
como semi-esclavos; más aún, cuando el empleador ejerce una presión enorme sobre sus
empleados al ejercer el poder discrecional, de atribuirle o no, una recomendación ante las
autoridades para legalizar su situación. En fin, en muchos casos, los empleadores violaban
abiertamente las condiciones de trabajo una vez el bracero se había desplazado. En este
sentido el estado de Tejas, por su discriminación y violación de las leyes, fue el que más se
distinguió; al punto que el estado mejicano por muchos años se negó a firmar acuerdos
laborales con él. No era raro que los patrones, violando las leyes, se quedasen con las cargas
sociales de sus empleados y préstamos diversos (vivienda); además les descontaban el
10
alimento, el uso de herramientas de trabajo y, en algunos casos (en California), les cobraban
hasta el alambre con el que amarraban las cajas de zanahorias8.
Campos de Contratación
La historia de la migración entre México y EEUU, muestra claramente que el mercado laboral
binacional, que si no hay un arreglo formal, éste se “regula” de facto. Es decir, los mpleadores
contratan a los indocumentados y el gobierno expulsa los desempleados. El buen
funcionamiento de la economía justifica la impunidad de los patrones y la persecución de los
ilegales; y los medios de comunicación y los políticos, se encargan de dar las explicaciones a
la opinión pública.
Un ejemplo sacado de las vivencias de un ex-bracero, ilustra las condiciones de trabajo de
éstos en las décadas de los 40s-50s:
“Las personas viajaban por días enteros para llegar a la ciudad y presentarse a los centros de
reclutamiento. Como había mucha gente, tenían que esperar a veces una semana entera
durmiendo en las calles. Una vez enregistrados, se subían a un tren de craga mexicano,
bajaban de él Calexico. De allí eran transportados por camión a EEUU (esta empresa era
privada). Dada la fuerte calor y el hacinamiento, muchas personas caían del techo del tren y
este no se detenía. En Tejas (en Río Vista (Rosario), uno de estos centros de acogida,
llamados Campo de Contratación, había servido, durante la Segunda Guerra Mundial, como
Campo de Concentración para recluir a los alemanes residentes en EEUU. Allí, los
funcionarios los despojaban de sus pertenencias, les quitaban la comida, eran desnudados y
eran inspeccionados por médicos. Buscaban que no tuviesen enfermedades venéreas, ni
pulmonares y que no tuviesen una hernia que les impidiera hacer esfuerzos. En ciertos lugares
les metían un palo por el ano para verificar que no sufriese de almorranas. No era raro que los
primeros días los obligaran a ingerir jabón para desparasitarlos. Después de pasar por rayos X,
eran conducidos a las duchas para desinfectarlos con DDT. Finalmente se les sacaba sangre,
se piensa, para ser mandada a los soldados en la guerra europea. Todo esto sucedía bajo
insultos racistas y vejaciones”.
Por esos Campo de Contratación pasaban los patrones con camiones para llevarse la mano de
obra necesaria. Una vez en el lugar de trabajo eran hacinados en barracones con camarotes
8Idem:40.
11
donde vivirían el periodo de trabajo, hasta 18 meses. Por vivir en lugares muy aislados, los
braceros estaban obligados a comprar en la única tienda existente: en la tristemente célebre,
tienda de raya, propietaria de los propios empleadores, en dónde practicaban precios muy
altos.
Cualquier tipo de organización colectiva, o acción como huelgas, estaba estrictamente
prohibida. Eran los propios agentes consulares mexicanos que se encargaban de controlar e
impedir las huelgas. Los mayordomos eran asiáticos o bien mexicanos, jamás
estadounidenses. Dos formas de producción era posible: por tiempo de trabajo (jornadas de 11
horas) o bien a destajo. Ambas eran abusivas. En muchos casos se trabajaba los domingos. No
era tampoco raro que se los obligara a hacer tareas no estipuladas en el contrato: como
trabajos domésticos, jardinería, albañilería, cocina, etc.
Cualquiera que sea el convenio bilateral que se firme, este deberá tomar en cuenta los aciertos
y errores del pasado, en particular del Programa Bracero. Por parte del país de origen debe
respetar y partir de las conquistas logradas: negociación bilateral, legalidad, contrato de
trabajo, selección de los trabajadores y comunidades involucradas. Por parte del país receptor:
selección de las actividades, lugares de destino, salarios mínimos establecidos, pago similar al
de los trabajadores nativos, seguro médico, de desempleo, reembolso de los gastos de
transporte, vivienda digna, derecho a sindicarse elegir libremente a sus representantes. Ambos
gobiernos deberán supervisar y controlar la aplicación estricta de los acuerdos.
3. CONSIDERACIONES SOCIALES Y ECONOMICAS
Después de 1964, EEUU deportó a casi 1.000.000 de trabajadores mexicanos, en la operación
llamada Espaldas Mojadas (trabajadores indocumentados). Es en este contexto social que
surge el término peyorativo de chicano, cholo, pocho, haciendo referencia a los trabajadores
mexicanos que ocupaban los peores empleos. Años después, nacería la figura del pachuco,
que eran jóvenes mexicanos nacidos en EEUU que se rebelaban contra la discriminación
social de la que eran víctimas, a pesar que muchos de ellos regresaban de la guerra del
Vietnam dónde habían luchado por los EEUU.
En Los Ángeles, entre 1989 y 1990, 3.179 denuncias de abuso policial fueron hechas. En ese
lapso 63 personas murieron en enfrentamientos con la policía. El 3 de marzo de 1991, cuatro
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policías apalearon de manera despiadada a Rodney King. Cuando la Corte de Justicia declaró
la inocencia de los policías, la población de los Ángeles, San Francisco, Atlanta y Nueva
York, salieron espontáneamente a las calles para protestar. En un clima de racismo y desorden
generalizado, se produjeron tiroteos, incendios, saqueo de comercios y edificios, agresiones
contra inocentes, decenas de asesinatos, miles de heridos, cierre de escuelas, paro de los
servicios de transporte, incineración de la bandera estadounidense, etc.
En estos Estados se decretó el toque de queda y la prohibición de la venta de gasolina. En Los
ángeles 6.000 efectivos de la Guardia Nacional y más de 1.000 en Nueva York, se enfrentaron
a los rebeldes. Producto de campañas propagandísticas y rumores que criminalizaban a los
inmigrantes —considerándolos delincuentes, portadores de enfermedades, parásitos de los
programas de asistencia, generadores de desempleo y otras calamidades de la economía y el
bienestar—, se creó un ambiente que desembocó (en la primera quincena de julio de 1991, en
Los Ángeles, San Francisco, Atlanta y en Nueva York) en una serie de conflictos importantes
entre la policía y migrantes indocumentados. El 1 de abril de 1996 en Riverside (California),
dos policías apalearon despiadadamente a 3 indocumentados (Alicia Sotero, Enrique Flores y
a Santiago García). Días después (el 6 de abril) una persecución policiaca dejaría 7 personas
muertas y 18 heridas en Temeluca (California). Según el informe de Derechos Humanos en la
Frontera México-EEUU del American Friends Service Committee, durante el periodo de
mayo 1988 a mayo 1989 se registraron por lo menos 380 incidentes de violación a los
derechos humanos, con 6 muertos.
En California, la propuesta de ley 187 (Salvemos Nuestro Estado), votada por referendo,
permitió (a partir del 1 de octubre de 1994), la militarización de la frontera México-EEUU
con la Operación Guardian. La proposición de los republicanos, era de excluir los
inmigrantes (llamados extranjeros ilegales) de los servicios públicos bajo el argumento
económico, falacioso, que los inmigrantes costaban al Estado más de 3.200 millones de
dólares anuales en servicios de salud, educación y asistencia pública.
Este argumento es completamente falso, como lo prueban varios informes; por ejemplo el del
Fondo Mexicano-Americano de Defensa Legal y Educativa (MALDEF, con sus siglas en
inglés) que muestra que el monto de los impuestos que pagan los indocumentados en
California es superior a 12 mil millones de dólares (otras estimaciones, como el de Jesse
Jackson, lo evalúa a 15 mil millones de dólares), al que benefician en ayuda pública.
13
3 . 1. La salud de inmigrantes
Las estadísticas muestran que las políticas públicas estadounidense, suele relegar a los
migrantes, cuando no excluirlos de los servicios de salud. Esta situación afecta, mayormente,
a los trabajadores agrícolas que viven en barracas y a los grupos étnicos. Hay evidencias de
que más de la mitad de los migrantes mexicanos —entre 18 y 64 años— no tenían seguro
médico en 2000, en tanto que dos tercios de niños, pertenecientes a este grupo social, estaban
en las mismas condiciones. La cobertura de salud a la población migrante es limitada, puesto
que un 53% de ellos, no tiene acceso a ningún tipo de servicio en materia de salud, esto es,
5,4 millones de migrantes, a pesar de que 3,5 millones de ellos sean trabajadores activos. Así
mismo, los inmigrantes mexicanos disponen de menor cobertura médica, con respecto al resto
de la población. En 2003, se reportaba más de la mitad de los mexicanos sin cobertura medica
(52,6%), una proporción mayor a la de grupos inmigrantes originarios de América Latina y el
Caribe (36,7%), y mucho mayor a la de otras regiones del mundo. A su vez, más de la mitad
de niños mexicanos no disponen de seguro médico. Tener la ciudadanía estadounidense no
garantiza gran cosa, puesto que sólo 68% de los mexicanos que poseen ese estatus alcanzan la
cobertura de salud. Debido a que los mexicanos se insertan, de manera laboral, en trabajos
precarios —con baja calificación y paga 9 — que no incluyen prestaciones que en otras
circunstancias debería cubrir el patrón, se explota la condición del trabajador indocumentado,
para eludir cualquier responsabilidad y hostigar al trabajador en un clima de inestabilidad
laboral.
Se evalúa que si se aplicase la ley 187, con la expulsión de los padres y tutores
indocumentados de niños migrantes escolarizados (unas 300.000 a 400.000 personas), ello
conllevaría el despido de 10.000 maestros.
3. 2 . Violencia contra los inmigrantes
Tal vez lo más grave sea que la aprobación de la ley 187 Salvemos nuestro Estado, provocó
un clima propicio a la emancipación de ideas supremacistas. Así, grupos como Poder Blanco,
distribuyó volantes donde llamaba a ejercer la violencia contra “los animales color de lodo”,
9 Las estadísticas muestran que los afro-estadounidenses y los latinos, tienen ingresos promedio inferiores a las 2/3 partes de los
anglosajones. No es pues raro que en California, un 21% de los afroestadounidenses y un 22% de los latinos vivan en condiciones de
pobreza, en tanto que el 7,1 % de los anglosajones son pobres.
14
con lemas “si no es blanco deséchalo”. Utilizando leyendas denigrantes, como: “se trata de
detener la avalancha de lodo o ahogarse”, “garrapatas”, “su apestosa esposa escupirá bebés
dos veces por año”, “una basura de raza”, o bien “primero agarramos a los hispanos, luego a
los asiáticos y por último a los negros”.
Tal clima de violencia, provocó que grupos anglosajones antirracistas, personal médico,
funcionarios de la educación, ONJ de derechos humanos, chicanos y migrantes llamaran
públicamente a desacatar la ley 187, en la movilización más grande después de la realizada
contra la guerra del Vietnam.
En EEUU, el movimiento chicano coincidirá con la lucha por los derechos cívicos de los
afroamericanos que disputaban la configuración del orden y del sentido de la vida
conservadores y cuestionaban frontalmente las corrientes aculturacionistas y asimilacionistas.
Basta recordar la figura de Rosa Parks que, en 1955, en Montgomery (Alabama), al negarse a
cederle el asiento del autobús a un blanco, desencadenaría un movimiento popular de apoyo y
rebeldía a las leyes segregacionistas (llamadas de Jim Crow), dando lugar al boicot del
transporte que duraría 1 año con la invención del sistema de “viajes compartidos”.
Gracias a ello, la Corte Suprema de los EEUU, el 13 de noviembre de 1956, declaraba ilegal
la segregación racial en los autobuses, restaurantes, escuelas y lugares públicos. Y, en 1963,
el pastor M. Luther King, liderando la espectacular Marcha (pacífica) sobre Washington
obligará al Congreso a adoptar (un año después) la ley Civil Right Act que abolirá las leyes
segregacionistas. Conviene señalar que este ambiente de segregación racial era
completamente desconocido por los migrantes en sus países; aunque no el de la violencia de
estado ejercida sobre los campesinos y también sobre los movimientos sindicales y
estudiantiles.
3. 3. Inmigracion Femenina
A pesar del éxito y del entusiasmo de los organizadores, estos movimientos de reivindicación
chicana, subestimaron en sus comienzos las condiciones de género y las demandas
específicas de la mujer que, con el tiempo —ante su protagonismo en la inmigración (el flujo
migratorio se irá feminizando) y su incorporación a la vida laboral (en particular industrial)—,
irán ganando importancia: el papel de la chola será central en las reivindicaciones sociales, en
especial laborales. A estas luchas se irán integrando grupos informales, como ONG, grupos
15
confesionales y una gran diversidad de asociaciones anglosajonas humanitarias, activas y
solidarias.
Conviene, sin embargo, incorporar a la reflexión, la violencia desatada contra los migrantes
de parte de grupos extremistas en EEUU, como nazis, fascistas y skeanhead: abiertamente
racistas, antisemitas, creacionistas, supremacistas, homófobos y opuestos a los derechos
cívicos. Entre ellos se distinguirá el Ku Klux Klan, que, entre 1980 y 1986 cometió —
oficialmente—, 2.219 atentados, entre los cuales: 121 asesinatos, 98 incendios criminales, 138
bombazos y 301 incendios de cruces destinados a aterrorizar a la población10. Algunos de
estos delitos se cometerán bajo el amparo de miembros corruptos del FBI y la pasividad de los
policías locales. Sin olvidar el apoyo directo de ciertos gobernadores y políticos, en particular
en los estados de Alabama, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Tejas. Conviene
recordar que el Ku Klux Klan llegará a tener en 1925, en su apogeo, 5.000.000 de miembros.
A fines de 1967 eran 50.000 y en 1982 se estimaba a 15.000.
A pesar de las campañas propagandísticas, de la edición de periódicos, de la distribución
regular de panfletos y de las declaraciones en los medios de comunicación; el número de sus
miembros irá decreciendo. Es a partir de estos años que su estrategia de reclutamiento se
volverá, sin renunciar a la violencia, elitista y privilegiará la preparación militar y la
corrupción de las autoridades. No repararan en distribuir panfletos que harán el elogio del
sida, percibido como una plaga divina, “encargada de exterminar las razas inferiores (negros,
latinos, asiáticos y judíos) y evitar así el “temido” mestizaje. Mestizaje percibido como el
debilitamiento de la “raza blanca” y el causante del declive de la “nación americana”
mistificada en las figuras de los misioneros puritanos y los aventureros del siglo XIX. No será
pues sorprendente que la fobia al mestizaje, haga que el modelo social segregacionista del
apartheid sudafricano, sea percibido por estos grupos como paradigma ideal.
El revisionismo histórico grotesco, el negacionismo y la manipulación ideológica encontrarán
un terreno fértil —en época de crisis y después de la humillación militar en Vietnam (19611975, con unos 220.000 muertos)—, en la población rural endeudada y los desempleados
urbanos que, frustrados y empobrecidos, serán manipulados para percibir a los inmigrantes
como rivales. En fin, se calcula que en EEUU existen entre 60 y 70 organizaciones
10Ver las películas : Mississip Burning (Alan Parker), Talk Show (Oliver Stone) y La main droite du diable (Costa-Gavras).
16
extremistas violentas, cuyo quehacer involucra entre 30.000 y 70.000 individuos: tal es la
magnitud del problema y uno de los peligros que acechan a la población estadounidense y a
los inmigrantes en particular. No hay que obviar la dimensión económica de la migración: nos
referimos a 22 millones de “hispanos” en los EEUU, muchos de los cuales se encuentran
vinculados a sus familias, gracias a la transferencia masiva de remesas. Para tener una idea de
lo que éstas representan: el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), estima que las
remesas, realizadas por trabajadores expatriados a sus países de origen, ascienden a unos
US$300.000 millones por año.
En 2009, los emigrados de América Latina y el Caribe, mandaron a su región, cerca de
US$60.000 millones. De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, México prácticamente
se equipara a India como principal receptor de remesas del mundo, con un monto total de
envíos de casi 10 mil millones de dólares en 2002 (Banco Mundial, 2003). Este flujo de
remesas se quintuplicó en la última década hasta alcanzar, en 2003, un máximo histórico de
13.266 millones de dólares. Las remesas constituyen 4 veces más de lo que aportan las ayudas
oficiales a la región de destino de las remesas.
En fin, en México, la exportación de fuerza de trabajo figura como la tercera fuente de divisas
del país, con un aporte a la balanza de pagos, que supera el correspondiente al turismo y a las
exportaciones agropecuarias, y sólo por debajo de la exportación de petróleo y de la industria
maquiladora. La mayoría de este dinero 17 pasa por las cuentas bancarias, haciéndole ganar
mucho dinero a los bancos y a sus inversionistas privados.
La aceleración más importante de la migración data de comienzos del 2000, con la adopción
de un modelo económico neoliberal, que empezó en la aplicación del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994 — bajo un esquema de integración
asimétrica entre México y Estados Unidos. Esa política ha desquebrajado las estructuras
productivas, segregado las regiones y localidades (despoblamiento y estancamiento
productivo de las zonas de alta migración), expandido las condiciones de pobreza y
marginalidad, degradado el medioambiente, deteriorado los servicios de salud y educación, en
fin : profundizando las desigualdades sociales y económicas.
Desde las primeras etapas migratorias hasta la culminación del Programa Bracero (1964), los
migrantes mexicanos laboraban en su gran mayoría en el sector agrícola de Estados Unidos;
con el paso del tiempo han ido diversificando su ocupación. En 2002, según el Current
17
Population Survey, el mayor contingente se concentra en el comercio (25.4%), entre los
hombres, la construcción ocupa el segundo lugar (23.6%). Gracias a la innovación
tecnológica en la agricultura estadounidense, este sector ha perdido mucha mano de obra,
pero la gran mayoría de él está ocupado por migrantes mexicanos, al grado de que se habla de
la “mexicanización” de la agricultura y, más recientemente, de su “indigenización”, ya que
éxodo está ya vaciando, temporalmente, comunidades indígenas, dejando los nietos a cargo de
los abuelos esperando durante varios meses el retorno de los padres emigrados a EEUU.
4. CONSIDERACIONES JURIDICAS DE LA MIGRACION11
Desde el siglo XIX, el flujo migratorio no ha dejado de aumentar, sin embargo, en las últimas
tres décadas, éste se ha acelerado, pasando, sólo para los mexicanos, de 28.000 anual (entre
1960-1970) a 390.000 anual (entre 2000-2003). Es decir, el flujo migratorio se ha ultiplicado
por 14 en 40 años.
Los migrantes, en particular quienes poseen un estatus migratorio irregular, no son oncebidos
como sujetos de derecho y por tanto no existen marcos normativos que garanticen y protejan
sus derechos humanos. Esto desemboca en la aplicación discrecional de las leyes existentes en
materia migratoria por las autoridades gubernamentales. Ante la falta de marcos normativos
que respondan a las realidades del fenómeno migratorio —como la atención a las necesidades
principales de las personas, las condiciones de irregularidad y las rutas del tránsito
migratorio— continuarán representando enormes riesgos para la seguridad, integridad y
libertad de los migrantes. Mujeres, hombres, niños, adolescentes y adultos, se encuentran
expuestos a lo largo del trayecto a robos, agresiones verbales, físicas, sexuales y psicológicas;
intimidaciones; amenazas; tráfico de migrantes; trata de personas; corrupción y extorsión;
confiscación o destrucción de documentos; detenciones arbitrarias; y con un incremento
acelerado, el delito del secuestro. Muchas de estas agresiones y violaciones a los derechos
humanos son cometidas por autoridades del Estado, como agentes migratorios, policías
federales, estatales y municipales; así como por particulares como guardias de seguridad
privada de las empresas ferroviarias, asaltantes, conductores de transporte público,
comerciantes, traficantes de migrantes, tratantes de personas y grupos de la delincuencia
Esta parte del texto ha sido sacada de Diagnóstico: derechos humanos y vulnerabilidad de los migrantes en méxico, texto en línea,
Septiembre de 2010, ver Bibliografía.
11
18
organizada quienes abusan de las personas con la anuencia o simple negligencia de las
autoridades.
Las regiones que reflejan un incremento de agresiones y violaciones a los derechos humanos
de los migrantes son las fronteras norte y sur de México, caracterizadas por un elevado índice
de violencia y criminalidad. Las condiciones de subdesarrollo y socioeconómicas de las
localidades fronterizas, la presencia y extensión de las actividades de la delincuencia
organizada, la corrupción y la inestabilidad política; son factores que favorecen la
permanencia de elevados índices de inseguridad, violencia y delincuencia. La Relatoría
Especial sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias de la Comisión
Interamericana de los Derechos Humanos en su informe de visita a México en 2002, ya
expresaba preocupación por el incremento de la criminalidad en las zonas fronterizas y su
impacto en las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes (ver CIDH, 2002).
Las condiciones prevalecientes en las regiones fronterizas que impactan en los derechos
humanos de los migrantes varían de conformidad con las ciudades y su ubicación en la ruta
migratoria12. La frontera de México con Guatemala ha registrado un incremento en las
violaciones a los derechos humanos de los migrantes provenientes de Centroamérica, así
como preocupación en materia de seguridad ciudadana por la amenaza que significan los altos
niveles de ingobernabilidad producto de la delincuencia organizada transnacional y su
penetración en las estructuras gubernamentales locales.
Por otro parte, la frontera norte de México ha poseído una dinámica histórica específica en la
cual la violencia y la inseguridad han sido elementos inherentes, los cuales se han recrudecido
exponencialmente a partir de la estrategia gubernamental de lucha frontal contra la
delincuencia organizada con medios militares. Ello se concretizó en la guerra contra el
narcotráfico iniciada por el presidente Calderón en México, y que ha cobrado la vida de al
menos 50.000 personas; la mayor parte inocentes.
No obstante, la problemática social en la región noroeste de la frontera es diferente a la
encontrada en la noreste. Ello depende, entre otras cosas, de una serie de condiciones
relacionadas con el incremento de la seguridad fronteriza, tanto virtual como física, la
12
Ver la película de D. Quemada Diez (2013, 102’), La jaula de oro (en francés Rêves d’or).
19
implementación de programas específicos de gestión migratoria, la facilidad de ingreso por
regiones no vigiladas y la presencia de la delincuencia organizada. De manera específica, una
problemática documentada en ciudades de la frontera noreste como Matamoros, Reynosa,
Nuevo Laredo, Piedras Negras y Monterrey es el incremento de casos de secuestros a
migrantes que desembocan en la trata de personas, la corrupción de autoridades y las
agresiones cometidas contra defensoras y defensores de los derechos humanos.
La documentación de las agresiones cometidas por particulares y las violaciones a los
derechos humanos, por omisión o comisión, de autoridades del Estado, son líneas de trabajo
realizadas por albergues para migrantes y organizaciones de derechos humanos ubicados en
dichas ciudades. Debido a las labores de documentación, acompañamiento y denuncia del
delito, las personas defensoras de los derechos humanos se sitúan en un nivel de
vulnerabilidad que las convierte en víctimas constantes de ataques y hostigamientos, y que
generan la obstrucción al trabajo e incluso el cierre de refugios.
5.
CIERTAS
CARACTERISTICAS
DEL
FLUJO
MIGRATORIO
CENTROAMERICANO EN LA FRONTERA NORTE DE MEXICO.
La profundización de la exclusión social y el subdesarrollo económico en Centroamérica
(Guatemala, Bélice, Honduras, el Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panama) son dos de los
principales factores que han impulsado la salida de personas de esa región13. Los movimientos
migratorios extra-regionales tienen su origen en la inexistencia de condiciones que permitan
un desarrollo humano pleno.
Tal como lo ha establecido el Informe sobre Desarrollo Humano 2009 del Programa de la S
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) enfocado a la migración internacional, el
desarrollo humano debe entenderse como la “expansión de la libertad de las personas de
llevar la vida que ellas elijan [...] concepto que también se conoce como el enfoque de
capacidades debido al énfasis en la libertad de alcanzar seres y quehaceres”. De tal manera
que al revisar el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2007 de los países centroamericanos con
movimientos migratorios en tránsito por México, se resuelve que componentes como la
esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización, el PIB per cápita y los índices de pobreza
CentroAméricaoAméricaCentral,eslaregióngeograficadentrodelcontinenteamericanocomprendidaentreAméricadelNorte
yAméricadelSur.EstarodeadaporelocéanoPacíficoyelocéanoAtlántico.
13
20
e ingresos, tienen niveles medios que no garantizan un pleno desarrollo humano de las
personas (PNUD 2009)14.
Ahora bien, el flujo de personas centroamericanas en tránsito por México con destino a
Estados Unidos no está limitado a un grupo de migrantes económicos cuya una única
finalidad sea incrementar sus ingresos o hallar un mejor empleo. La composición de los flujos
se ha modificado de conformidad con el avance de los medios de comunicación, el
abaratamiento de los medios de transporte, el fortalecimiento de las redes sociales en el
exterior, pero también a raíz de la descomposición del tejido social en los países como
consecuencia de contextos socio-económicos y socio-políticos contrarios a la seguridad
humana. Contextos derivados de la inexistencia de políticas públicas con perspectiva de
desarrollo y seguridad humana que se demuestran en el incremento de la exclusión social. Por
tanto, un gran número de personas salen de sus países en Centroamérica como consecuencia
de la inseguridad social, la criminalización de la pobreza, la criminalización de la juventud, la
desintegración familiar, procesos políticos antidemocráticos, la militarización como estrategia
de la lucha contra la delincuencia organizada, entre otros.
Como indica el último informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad en Centroamérica
elaborado por el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en
Centroamérica (2009: 60):
“Las personas que migran son el producto de procesos de exclusión social en sus países de
origen, pues las difíciles condiciones económicas y sociales hace a estas personas salir de su
entorno, perdiendo las posibilidades de desarrollarse integralmente como miembros de una
familia o de una comunidad”.
Dado que la mayoría de estas personas realizan sus movimientos al margen de los canales
administrativos migratorios, su situación de vulnerabilidad se incrementa y las leyes
migratorias se aplican de manera discrecional por agentes gubernamentales y cuerpos
policíacos. En este contexto los migrantes resultan más susceptibles de padecer violencia,
Índice compuesto que mide el promedio de los avances en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: vida larga y saludable,
conocimientos y nivel de vida dignos. Para mayor información sobre el IDH de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, países de
Centroamérica con mayores índices de población en tránsito por México, consúltense los anexos “Índice de Desarrollo Humano 2007 y sus
componentes” en PNUD, 2009: 185-193.
14
21
represión policial, actos arbitrarios de las autoridades e incremento de agresiones por parte de
la delincuencia organizada.
Según las estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) del año 2009, las
características socio demográficas de los migrantes detenidos en México revelan que, entre
enero y iciembre, la mayorías de ellos (de un total de 67.309), 92,6% son guatemaltecos,
hondureños y salvadoreños.
Por otro lado, las estadísticas de 2007, 2008 y 2009, muestran que el mayor porcentaje de
personas migrantes son del sexo masculino y mayores de 18 años de edad. Sin embargo, las
cifras de la migración de mujeres y de menores de 18 años de edad no acompañados, es un
fenómeno que se ha incrementado en los últimos años. De esta manera, del total de los 67.309
detenidos en 2009: 82.97 % son hombres y 17% por ciento son mujeres. De ellos, 91.5 por
ciento son mayores de 18 años; entre los cuales 51.728 son hombres y 9.903 son mujeres. Y
que 8,44% son menores de 18 años. Es decir, 4.120 son hombres y 1.558 son mujeres. Por
otro lado, las rutas de la migración centroamericana están determinadas por los medios de
transporte utilizados por las personas, siendo el ferrocarril —“La bestia”— de carga el
mayoritariamente empleado por tener un costo nulo, pero también por la ubicación geográfica
de las líneas ferroviarias.
Se distingue que el número de migrantes centroamericanos devueltos disminuye conforme las
localidades se ubican en la región fronteriza con Estados Unidos. De esta manera, más cerca
de la frontera con los países de origen de los migrantes son las entidades con mayor tránsito
migratorio y por ende en las que se manifiesta un número elevado de agresiones y violaciones
a los derechos humanos de las personas. Sin embargo, las condiciones de vulnerabilidad de
los migrantes no disminuyen en los municipios de los estados del centro y norte del país, en
los que se manifiestan e incrementan los casos de mujeres agredidas física y sexualmente,
extorsiones, persecución, secuestros, uso excesivo de la fuerza por la policía y otras
violaciones a los derechos humanos cometidas por autoridades estatales, municipales y
federales (Amnistía Internacional, 2010).
La tendencia de las migraciones centroamericanas hacia Estados Unidos es utilizar los
municipios del noreste de la frontera mexicana y es precisamente allí en donde las
organizaciones de la sociedad civil organizada y grupos eclesiásticos han documentado el
incremento de agresiones a migrantes y violaciones a sus derechos humanos (Belén Posada
22
del Migrante et al., 2009 y 2010; Amnistía Internacional, 2010)15. Las rutas y los destinos de
la migración centroamericana con condición irregular y la presencia de la delincuencia
organizada, evidencian que en ciertas ciudades se registren un número mayor de secuestros,
tráfico de migrantes, trata de personas, y violaciones a los derechos humanos cometidas por
policías estatales y municipales.
Los migrantes que buscan ingresar a territorio estadounidense sin autorización se encuentran
en condiciones de gran vulnerabilidad. Tanto los mexicanos como los centroamericanos están
expuestos a la violación de sus derechos humanos, por omisión o comisión, por parte de
policías, autoridades migratorias y judiciales en ambos lados de la frontera. No obstante, los
migrantes centroamericanos que no poseen un documento que certifique su estancia legal en
México, transitan por territorio mexicano en un contexto de violencia, inseguridad, impunidad
e incremento de agresiones y violaciones a sus derechos humanos cometidos por autoridades
mexicanas o por particulares y grupos delictivos con la connivencia de esas autoridades.
La Casa del Migrante de Saltillo denunció en su V Informe que además de transitar bajo las
circunstancias anteriores, “[...] los migrantes deben enfrenar incesantes extorsiones, amenazas
y humillaciones propinadas por los guardias de seguridad privada del tren (llamados
derroteros), cuyo comportamiento delictivo incurre en la seguridad e integridad de los
migrantes. Los policías estatales y municipales siguen extorsionando y, en algunos casos,
maltratando física y verbalmente a los migrantes. Asimismo, a pesar de que no existe ningún
fundamento legal, los operativos de verificación migratoria realizados por el INM en el tren,
atentan contra los derechos humanos de los migrantes, pues al corretearlos provocan graves
accidentes que han dejado sin vida a muchas personas” (Belén Posada del Migrante et al.,
2009).
Por otro lado, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los
Migrantes, Jorge Bustamante, expresa en su último informe de visita a México, que entre sus
principales preocupaciones se encuentran la creciente impunidad en casos de corrupción, en
particular los sobornos y las extorsiones, así como la violencia y los abusos, en especial
Consultar los trabajos de documentación realizados por las diferentes Casas del Migrante y Centros de Derechos Humanos ubicadas en la
región noreste de la frontera (Ej. Casa del Migrante de Reynosa “Albergue nuestra Señora de Guadalupe”; Centro de Derechos Humanos del
Migrante Beato Juan Bautista Scalabrini, Nuevo Laredo; Casa del Migrante “Casa Nicolás” y Casa del Migrante “Santa Martha en Nuevo
León; y Casa del Migrante “Emaús” en Ciudad Acuña).
15
23
contra las mujeres y los niños. Preocupa al relator el hecho de que esta impunidad pareciera
estar vinculada a abusos de poder y de recursos a nivel municipal, estatal y federal de las
autoridades mexicanas (Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones
Unidas, 2009).
Además, el Relator ha manifestado preocupación por el incremento de violaciones a los
derechos humanos y agresiones contra migrantes, producto de la creciente relación entre la
delincuencia organizada y las autoridades de los distintos niveles de gobierno. Como lo
declara en su informe, “la migración transnacional sigue siendo un negocio en México,
gestionado principalmente por redes transnacionales de bandas involucradas en el
contrabando, la trata de personas, el tráfico de drogas, con la colaboración de las autoridades
locales, municipales, estatales y federales. Esas prácticas están directamente relacionadas con
el aumento de los casos de violencia contra las mujeres y los niños, especialmente a lo largo
de las fronteras septentrional y meridional en los lugares de tránsito.
Como tal la impunidad por las violaciones de los derechos humanos de los migrantes es un
fenómeno generalizado. Con la omnipresencia de la corrupción en todos los niveles de
gobierno y la estrecha relación de numerosas autoridades con las redes de bandas, la
extorsión, las violaciones y las agresiones contra los migrantes continúan. Los migrantes de
Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua parecen constituir la mayoría de las víctimas”
(Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, 2009: 18). La
violencia es ejercida tanto por la autoridades mexicanas, como por las bandas de Maras y
grupos de narcotraficantes, entre los más conocidos los Zetas. Al punto que no es raro que
policías y bandas se agredan para disputarse el botín de los migrantes.
A principios de 2009, varias organizaciones de la sociedad civil expusieron ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el contexto de criminalización hacia la
migración, la corrupción de autoridades, el enfoque de gestión de la política migratoria
mexicana y la presencia impune de la delincuencia organizada en la “ruta migratoria”; cuyos
efectos negativos han sido el aumento de violaciones a los derechos humanos, las agresiones
físicas, sexuales y psicológicas, y el incremento de los delitos del tráfico de migrantes, la trata
de personas y el secuestro (Centro Prodh et al, 2010). Sobre estas problemáticas se informó a
la CIDH que diferentes Casas del Migrante, Centros de Derechos Humanos, Albergues, y en
su momento por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, han llevado a cabo
documentación y denuncia de personas migrantes víctimas de los delitos. Como ya es sabido,
24
en tan sólo el periodo que comprende de septiembre de 2008 a febrero de 2009, la CNDH
(2009a) documentó, en su Informe Especial, una cifra de 9.758 migrantes víctimas del delito
de secuestro; es decir, más de 1.600 secuestrados al mes.
BIBLIOGRAFIA
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Folardoni, Guillermo, Miguel Moctezuma y Humberto Márquez. La vulnerabilidad
epidemiológica en la migración México-Estados Unidos; texto disponible en Internet.
www.redalyc.org consultado 2015.
Martin, Roger 1989 Amérikkka: voyage en amérique fasciste, Éd. Calmann-Lévy, Paris. París
Pombo, María Dolores; Yrizar Barbosa, Guillermo y Pérez Duperou, Gabriel.
2010 Diagnóstico: derechos humanos y vulnerabilidad de los migrantes en méxico, texto en
línea, Septiembre de 2010.
Valenzuela Arce, José Manuel 1998 El color de las sombras. Chicanos, identidad y racismo,
El Colegio de la Frontera Norte, México.
25
Unidad 2
Texto Obligatorio
Sobrelaspandillasylaviolenciaurbana:elcasodelosmaras
Introducción
Supliendo la mano de obra masculina, durante la Segunda Guerra Mundial, la emigración de
mexicanos a los EEUU se intensificó. En particular en las actividades agrícolas, pero se
extendió también, a partir de los años 1930, a los medios urbanos, acarreando importantes
transformaciones sociales. El crecimiento del número de inmigrantes, y la concentración
rápida de ellos en los barrios pobres de las ciudades, incrementó el racismo y colaboró al
surgimiento del pachuquismo entre las décadas de los 30 a los 50. Las pandillas urbanas de
latinos en EEUU no es nueva, una de las primeras fueron los cholos, que en las décadas 19301940 entre los migrantes mexicanos, fundaron las llamadas gangas (del inglés: gangs). Una
representación cinematográfica del tema quedará plasmada, por ejemplo, en las películas West
Side Story de Robert Wise y Jerome Robbins (1961), y, mucho después en Colors de Dennis
Hopper (1988).
Después vinieron los chicanos y los transfronterizos pachucos, que se desarrollaron en una
sociedad profundamente marcada por las leyes de segregación racial y que se rebelaron contra
la discriminación de la que eran víctimas. Si los cholos reivindicaban una iconografía propia a
los “rebeldes sin causa” 16, los chicanos y pachucos serán estigmatizados por los medios de
comunicación como jóvenes “revoltosos” y provocadores amantes del rock-and-roll. Esta
moda atravesará la frontera para inspirar directamente a los Chavos Banda de los barrios
populares mexicanos. Posteriormente, los maras, nacidos en los barrios pobres de California y
deportados a Centro América —tildados de “apáticos” y “destructores”—, extenderán su
influencia al sur de la frontera.
El pachuco, es un sujeto fronterizo que se desarrolló en contextos sociales de barrios y
colonias, en constante acoso policiaco, se convirtió rápidamente en foco y víctima de
estereotipos sociales. La influencia del pachuquismo, con sus referentes biculturales — en el
16
Inspirada de la película homónima dirigida en 1955, por Nicholas Ray y protagonizada por James Dean y Natalie Wood.
26
lenguaje, la moda y el baile (mambo, swing, boogie-woogie)—, se hará sentir fuertemente en
México mismo, en un principio a partir de las ciudades fronterizas de Ciudad Juárez, de El
Paso y de Tijuana; para después extenderse entre la juventud de las colonias populares de la
capital.
Los pachucos fueron intensamente acosados tanto en EEUU (en particular en Los Ángeles, en
1943), en el marco de una intensa campaña racista antimexicana de los Zoot-Suit-Riots, que
oficialmente los señalaba con una predisposición biológica a la delincuencia y el crimen. Se
implantaron también en México, en los barrios de La Chaveña, en Ciudad Juárez y en las
colonias de Libertad y Del Río, en Tijuana [19].
Se entiende la emergencia de la figura del pachuco, como un proceso de transculturación y
resistencia étnica tanto en los barrios mexicanos como chicanos; en particular en las colonias
populares, cuyos jóvenes empezaron a usar el zoot-suit, portar las garras o el tacuche (traje).
El pachuquismo, como era de esperarse, tomó referentes culturales mexicanos y una relación
sistémica de socialización e institucionalización anglosajonas. No se trata de un fenómeno
binario, sino de un sincretismo complejo, de identificación, de asimilación y de resistencia
cultural. En EEUU, el chicano (inmigrante mexicano) sufrió fuertemente de los prejuicios
raciales que lo asimilaban a la figura del pocho (mexicano nacido en EEUU), percibido como
un mexicano agringado, el mismo que vive en las ciudades fronterizas.
El término chicano ha cumplido el doble papel de la auto y la “héteroconstrucción” identitaria
encargada de demarcar los límites entre lo mexicano y lo no mexicano. Con el tiempo,
confundiéndose con el de cholo, sirvió para designar peyorativamente a los trabajadores
mejicanos humildes y recién llegados a EEUU.
Tal vez la reflexión más lúcida y creativa de abordar el tema del malestar existencial, se
encuentre en el magnífico trabajo de el Laberinto de la soledad (1950) de Octavio Paz. Allí el
autor muestra la incomodidad existencial del pachuco y del chicano, y las dificultades
profundas para construirse una identidad. Es entonces que cobra sentido la práctica de una
jerga, la creación de una moda vestimentaria y una serie de reivindicaciones sociales que
buscan tanto el reconocimiento de una 28 población anglosajona dominante como ser
distinguido de los afroamericanos segregados. Pero también de los propios mejicanos recién
llegados. No es neutro el estigma popularizado tanto en EEUU como en México, aquél
percibe el migrante como transmisor de la tuberculosis, en tanto que éste lo acusa de ser
27
portador del virus del sida… de un lado de la frontera es tomado por agringado, justo del otro,
de mexicano.
El apogeo del movimiento chicano se sitúa en las décadas de los 60s-70s, con las luchas
políticas en las universidades y en los barrios; y la emergencia de intelectuales y artistas que
ostentaban símbolos étnicos y de clase. Se trataba para estos movimientos, de construir una
sociedad alternativa, sin opresión étnica ni de clase. Para ello recrearon mitos fundadores,
como el de Aztlán: lugar del que salen los mexica (aztecas), guiados por su dios tribal
Huitzilopochtli, en busca de la señal —el águila sobre el nopal— que les indicaría el lugar
exacto dónde deberían fundar su ciudad, México-Tenochtitlan). Tal movimiento cristalizó en
la fundación de periódicos (como El Grito), editoriales (como El Quinto sol), grupos de teatro
un gran número de artistas plásticos, en particular los muralistas chicanos que, prolongando la
gran tradición mexicana posrevolucionaria, hicieron de este arte un vehículo esencial de
comunicación social en EEUU, convirtiendo la ciudad de Los Ángeles en la capital mundial
del muralismo (ver, por ejemplo las fotografías de Raúl Valdez o Chicano Park).
El movimiento chicano trataba de recrear sus raíces culturales y apropiarse de un nuevo
proyecto de nación recuperando un pasado glorioso prehispánico, así como también los
símbolos de rebeldía social modernos latinoamericanos (con las figuras de Camilo Torres en
Colombia; del Che Guevara en Cuba, África y Bolivia; y recientemente del Subcomandante
Marcos en México) y afroamericanos (por ejemplo de Martin Luther King, de Malcom X o de
Mohamed Ali). La reivindicación de esta historia, con sus símbolos y personajes, se oponía
frontalmente a la ideología oficial americana, conservadora y elitista, en la que no tenían
cabida las realidades de los grupos minoritarios: con la vida del barrio, las homegirls, los
homeboys, el trabajo, la explotación, la pobreza, el racismo, la violencia [21].
Años después, estos grupos inspirarán fuertemente otras pandillas centroamericanas
conocidas por las maras. Todas las pandillas se darán formas exteriores de identificación,
como vestimentas, emblemas, accesorios culturales, estética y estilos que les son propios.
También la gestualidad y las señas corporales expresarán la pertenencia a ellas. La forma de
vestir recuperará la del obrero, el uso y consumo de la música soul, los ritmos latinos,
norteños, el rap y el hit-hop. Entre los cholillos (jóvenes cholos) la presencia femenina será
numerosa. Los hombres cholos usarán pantalón amplio, de talla baja y su cuerpo estará
cubierto de tatuajes, cuya decoración y temática, expresarán la violencia social en la que se
28
inserta el portador, y una serie de identificaciones locales y étnicas. Su estética se extenderá a
los low riders, o coches antiguos decorados. A nivel espacial marcarán el territorio con
murales o placazos con incorporaciones de graffiti.
Como señalamos, los pachucos se desarrollaron en el norte de México y como guardaban una
relación íntima con la población migrante y estaban fuertemente influenciados por la cultura
estadounidense, los sociólogos los identificarán como “cultura de las fronteras” o “culturas
fronterizas”. Para la mayoría de las pandillas, la identificación a un territorio, con sus propios
límites y símbolos, es para sus miembros esencial. Aunque esto no sea el caso de todas, por
ejemplo, los crew, cuya pandilla estaba compuesta por una flotilla de grafiteros —itinerantes,
sin límites fijos—, su proyección territorial se extendía a la ciudad entera.
Las pandillas en general, se identifican a la esquina, a la calle, al barrio : lugares de reunión,
de sociabilidad de sus miembros. La calle y sus puntos de encuentro, percibidos como una
suerte de hogar, de uso del tiempo libre y apropiación simbólica de un territorio que se
expresa en el muralismo y su iconografía particular, en la que se resalta la oposición entre lo
mejicano y lo gabacho o gringo… propio de la american way of life que los marginaliza.
Es difícil localizar el nacimiento de las pandillas en barrios precisos de las ciudades, sin
embargo se sabe que trascendieron rápidamente, con el flujo migratorio, las fronteras urbanas
e incluso nacionales. Es el caso de los cholos, en los años 70s., que constituyeron pandillas
transfronterizas, como los King Kong, Kobra, Harpy’s, etc. que existían en ciudades gemelas
a ambos lados de la frontera, como en los barrios populares de Tijuana (México) y de El Paso
(EEUU). Este fenómeno le hace decir a los sociólogos que se trata de barrios
“transnacionalizados”.
Y si sus integrantes muchas veces no conocían otro país más que el
suyo, compartían muchas de las características de sus homólogos extranjeros: vestimenta,
gestual, lenguaje (spanglish), etc.
Una gran rivalidad marca las pandillas entre ellas, al punto que no es raro que sus miembros
se enfrenten a muerte. Sin embargo, las fronteras que las oponen suelen modificarse según el
contexto, es lo que les hace afirmar a los especialistas que existen “territorios santuarios”. Es
el caso de las cárceles, en dónde las rivalidades entre pandillas —enemigas en el contexto
urbano— suelen atenuarse, incluso desaparecer, ante el peligro que representa, en al interior
de la prisión, una pandilla rival. Ello ha visto el nacimiento de pandillas “latinas”, “sureñas”
que se enfrentan a las anglosajonas y afro-estadounidenses.
29
La iconografía de los cholos como en menor medida de los pachucos, que será hereda a los
maras, hace referencia a un pasado prehispánico reinventado, incorporando figuras religiosas
como la Virgen de Guadalupe y Jesucristo. El culto a la Virgen de Guadalupe es central si se
entiende como símbolo del mestizaje (idígena-castellano), pero también como de la “jefa”, a
la vez la madre y la mujer. También nacionales (bandera y figuras de emperadores indígenas)
cuyos utilizadores reivindican hacer parte de una “raza cósmica”.
Su vestimenta, paradojalmente, añade ropa y objetos de consumo caros y estereotipados,
propios de la sociedad de consumo (como zapatillas de marca y playeras caras), percibidos
como típicamente norteamericanas. Paradojalmente, se trata de ostentar símbolos de consumo
caros, dotados de una fuerte connotación estadounidense, que sitúa al usuario no totalmente
integrado a esa sociedad, sino que manteniéndose marginal a ella —entre la de sus
antepasados y un modelo percibido como propiamente estadounidense—, trata de ostentar
éxito y fingir un cierto bienestar económico.
Los maras
Algunos autores sitúan la génesis de las maras en los barrios pobres de la ciudades de El
Salvador a fines de la década de los 70 y comienzos de los 80. Se trata de jóvenes callejeros
de 12 a 25 años, nacidos y crecidos durante los años de la guerra civil. Hijos de combatientes,
de guerrilleros y de miembros de la Guardia Nacional, vinculados con el consumo de droga,
delitos menores y ejerciendo trabajos mal remunerados: albañilería, vendedores ambulantes y
obreros de maquiladoras. Muchos de ellos habían ya pasado por las cárceles tanto en El
salvador como en EEUU.
Se ha especulado mucho sobre la etimología del término mara. Para los propios protagonistas,
mara significa: “amigo”, “gente de uno”, “gente como uno”… “nuestra gente”. Se trata de una
palabra amistosa que antecede a la raza, el parcero, el homie, la homegirl. Sin embargo, los
medios de comunicación y la policía, asociaron el nombre mara a marabunta, que alude a las
características depredadoras de una hormiga carnívora pequeña —homónima de una película
de ficción americana de la década de los 70s.—, que se reproduce rápidamente y que destruye
todo a su paso. Es así que metafóricamente asimilados a insectos carnívoros, los maras
obtienen su fuerza de su cantidad, de la aplicación del lema que “la unión hace la fuerza”.
30
Dos grandes maras, por su importancia numérica, dominan la escena mediática: la mara
Salvatrucha (o MS-13, B-13; B de barrio), fundada por salvadoreños emigrados (de Salvador
y trucha : avispado, pendiente, alerta). La mara Salvatrucha se origina en la ciudad de Los
Ángeles, en los años 80 entre los refugiados salvadoreños que huyen de la violencia de la
guerra. La mara rival y contemporánea de la MS-13, es la M-18 (de la calle 18, o B-18, o
también MS-XV3), fundada por mejicanos.
Ambas pandillas, la Salvatrucha y la M18, surgieron en los suburbios latinos de Los Ángeles
cuando miles de familias, huyendo de la llamada guerra sucia y el hambre en los países de
América Central, entre ellos muchos jóvenes, se refugiaron en esta ciudad. Sus miembros,
indocumentados, residiendo en un ambiente pobre (dominado por pandillas de judíos, de
irlandeses, de afroamericanos o de africanos) particularmente violento y racista,
desescolarizados y sin trabajo, para subsistir se transformaron en traficantes de drogas y de
armas. Estos grupos se expandieron rápidamente a partir de los años 80s-90s (se estima que
en 1992, sólo en California, habían unos 20.000 mareros) por los países de América Central y
México cuando fueron expulsados de los EEUU. Entonces, bajo el gobierno conservador de
Reagan, el estado americano, aplicando la política de Cero Tolerancia o Mano Dura, decidió
deportar alrededor de 200.000 jóvenes a los países de origen de sus padres, y que muchos
desconocían completamente…los maras acababan de ser exportados a América Latina.
Es en estos países —desbastados por las guerras civiles, con una población empobrecida, en
sociedades profundamente desigualitarias, con gobiernos autoritarios, a menudo corruptos,
donde prevalecía la impunidad, en dónde la presencia del estado se reducía a los aparatos
represivos (policía y ejército), que carecían de un sistema serio de educación, de salud y de
una justicia independiente— es que se desarrollarán rápidamente los maras. Dos ejemplos:
sólo en Guatemala, la mitad de la población tiene menos de 20 años, y su capital cuentan con
60 clicas, con un promedio de 40 a 50 integrantes cada una. Ciertas estimaciones evalúan un
total de 28.000 mareros. En El Salvador, en 1997, se calculaba que habían unos 35.000
pandilleros, de ellos unos 12.000 eran mareros entre 10 y 25 años de edad. Sólo en la ciudad
de Managua (Nicaragua) se calcula que hay 110 pandillas que agrupan unos 8.500 jóvenes.
Entre las pandillas más conocidas de América Latina, se pueden citar, en Argentina, Chile y
Perú: las barras bravas; en Colombia: sicarios y pandillas, los parches, los milicianos y los
cambos; en Costa Rica: los chapulines; en Guatemala y Honduras: los homeboys; en México:
31
los cholos, los jóvenes banda, los punketas y los pandilleros; en Perú: las manchas o
pandillas; en Venezuela: los malandros y en Ecuador: las naciones, las patas y las jorgas.
La atribución exógena atribuida al origen de los mareros, es manipulado por los poderes
públicos, que los presentan, a ellos y a los migrantes, como delincuentes expulsados de los
EEUU por indeseables. A su vez, al tratarlos de extranjerizados, de haber adquirido malas
costumbres (maleados), ajenas a la sociedad nacional, sirve para legitimar la represión contra
ellos. A esta construcción ideológica hecha por el Estado, participa activamente la gran
mayoría de los medios de comunicación, creando en estos países, una psicosis del miedo
perfectamente instrumentalizada por el poder. Ello es particularmente vistoso en las
estadísticas, por ejemplo en el Estado de Chiapas, los delitos cometidos por los maras es
menos del 1% del total; estadísticas que no toman en cuenta los delitos de “cuello blanco”, los
que cometen los políticos, el ejército y la policía. Contrariamente a lo que se difunde en los
medios de comunicación, los últimos estudios sobre los maras centroamericanos, rebelan que
las 2/3 partes de los mareros son hombres, y 1/3 de ellos son padres. La mayoría de sus
miembros trabajan, aunque en empleos y subempleos muy mal pagados, donde prevalece la
inseguridad y la violencia laboral.
La gran mayoría de los maras no son analfabetos y tiene un nivel promedio de escolaridad
superior a la media. Por ejemplo, en Guatemala, un 61% de los mareros asistían a la escuela
primaria o secundaria; en tanto que el promedio nacional no 33 sobrepasaba el 50% entre los
jóvenes de 15 a 19 años. En El Salvador, el 96,3% de los mareros son alfabetizados y que 9
de cada 10 tienen familia en EEUU. Pero hay más, en El Salvador, la mara la Máquina, tiene
muy buena relación con la policía local. Al punto que la policía misma posee varias pandillas
especializadas en el robo de casas y vehículos.
La corrupción y violencia son tales, que no es raro que los propios policías, en El Salvador, en
Guatemala e incluso en México, se enfrenten con los mareros para disputarse el botín de las
víctimas. Para tener una idea de la gravedad de la situación y la importancia de la violencia en
ciertas sociedades centroamericanas, en El Salvador, la tasa de muertes violentas por 100.000
habitantes, oscila, según los años, de 150 a 160; de ellos 41 lo son por homicidio: la más alta
de América Latina17 Para comparar, Chile tiene 3 y Paraguay 4. Notemos que, según la
17
Programa Sociedad sin Violencia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 2003 y 2005.
32
Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera epidemia, cualquier tasa superior a 10
homicidios por 100.000 habitantes. A pesar de que estas cifras son escalofriantes, las
estadísticas deben ser relativizadas, ya que no consideran la violencia institucional cometida
por los propios órganos represivos del Estado, ni tampoco la llamada de “cuello blanco”.
Son precisamente estos aspectos que contribuyen de manera determinante a entender “la vida
loca”, resultado de la carencia de perspectivas de futuro y de una vida digna para los jóvenes
pobres, sintetizada en la pregunta: “¿de qué sirve trabajar, si a pesar de ello se es pobre y se
sufre?”. O en la afirmación: “más vale vivir poco, pero bien”… tal es la aparente paradoja
existencial —dramática— de “la vida loca”. Es en este contexto social e ideológico que los
pandilleros fundan una suerte de sociedad paralela a la de su entorno. A pesar de ser
organizaciones muy descentralizadas, las pandillas, contrariamente a las apariencias, no son
totalmente independientes de la sociedad y a la que se insertan gracias a su actividad
económica. Suerte de “capitalismo del centavo”, los maras viven del pequeño tráfico de
drogas, de la compra y venta de armas ligeras, del robo y de un sinfín de delitos con uso de la
violencia. En simbiosis con la sociedad, ellos dependen directamente de ella, como declaran
algunos representantes o palabreros… “si no hubiese gente con dinero, nosotros no
podríamos vender nuestra droga… aquí vienen a buscarla cuando la necesitan”. En el fondo,
los mareros no subvierten verdaderamente el orden social, sino que se sirven de él para poder
subsistir. Desde un punto de vista ideológico, los mareros pueden ser vistos como pandillas
conservadoras e indiferentes a la sociedad y sus reglas, que ellos perciben como causantes de
su infortunio. A parte de las dos grandes maras —la mara Salvatrucha y la mara Barrio 18—,
hay muchas más, como la Mao Mao, La Chancleta, La Máquina, etc. Ciertas pandillas han
creado un vocabulario propio (espanglish) y elaborado reglas bien precisas de convivencia.
He aquí algunos ejemplos :
A la pandilla le llaman clica y al barrio ranfla, y para pertenecer a ella los candidatos tienen
que, con un rito de pasaje, soportar vejaciones públicas : en algunas clicas las mujeres deben
dejarse violar por varios mareros (a eso le llaman trencito). En tanto que los hombres tienen
que soportar una golpiza dada por varios mareros durante 13 o 18 segundos, según la mara.
Muchos acaban con dientes y huesos rotos, heridas y una estadía en el hospital. A veces, para
pertenecer a la mara, el candidato tiene que matar a un miembro de una mara enemiga, es lo
que le llaman : pase, de pasar de un estado externo, de extranjero, y volverse un auténtico
marero. La coherencia social de las clicas, se debe a la práctica de una serie de reglas strictas
33
que sus integrantes están obligados a obedecer, por ejemplo: la clica de San Pedro Sula (en El
Salvador) tiene 57 reglas bien precisas y aplicadas severamente : levantarle la mano a su
madre; faltarle el respeto a un miembro de la clica; robarle, golpearle o matarle, o bien violar
a una integrante; son todas causas de muerte. Incluso vestirse mal puede ser castigado con
palizas.
En ciertas ocasiones especiales, el uso de armas de fuego está prohibido, por ejemplo cuando
ejecutan a un traidor, violador o un marero enemigo importante. En ese caso lo descuartizan
vivo con machetes y hachas. El consumo de drogas está controlado, menos la mariguana, que
se usa sin restricciones. El guaro o alcohol de caña se bebe sólo en ciertas ocasiones festivas.
Se suelen atacar de manera organizada a los enemigos, de preferencia los días 18 de cada mes.
Quien roba en el barrio y si después de 3 advertencias continua, se lo mata. El dinero
recaudado sirve para ayudar a las viudas, a los más pobres, pero también se invierte en la
compra de armas, coches, casas, pagos de rentas y, claro, en la compra de droga.
Vestimenta, gestos…
La estética mara, se encuentra fuertemente influenciada por las del pachuco, que dio paso al
vestuario de los cholos quienes combinaban el zoot suit con las marcas laborales en el
atuendo. Los cholos de la tercera generación introdujeron nuevos elementos en el vestuario
hacia los años 80s., entre los cuales destacaban el abandono de las cabelleras peinadas hacia
atrás, engominada y de forma impecable, por cabezas de con cabellos muy cortos, casi
rapadas. En muchos casos conservan el bigote corto y la barba de candado. Pantalones
baggies (a unos 10 cm. bajo las rodillas), o shorts largos, camisetas blancas de tirantes o
anchas al estilo de las utilizadas en el fútbol americano. Los maras recuperan también la
gestualidad chola, su andar cadencioso, su actitud desafiante, la representación con los dedos,
las manos y los brazos de las letras de su barrio; o bien como códigos precisos de
comunicación. Aun cuando las expresiones gráficas de los mareros no compiten con la
calidad de la de los pachucos y cholos, los maras elaboran graffitis y tatuajes (tatus, tacs, tats
o tintas) cuyos personajes centrales son la madre, la virgen, la mujer, la cruz, la muerte, las
máscaras griegas de la risa, los nombres de los homies muertos y las telarañas que representan
los avatares y vicisitudes de la vida de un marero.
En las paredes pintan el nombre del barrio, el apodo de sus miembros o amigos caídos. Se
trata pues de una iconografía encargada de identificarse y crear lazos de pertenencia: quienes
34
la comparten son carnales, metáfora de filiación, de quienes comparten la misma carne, este
término significa una amistad y solidaridad extremas. La propia policía utiliza los tatuajes
para identificar a los miembros de una clica, leyendo en ella la filiación de la pandilla, la
historia personal del individuo, su origen y su actividad.
Los maras recuperan de manera incipiente la tradición del lowrider, asociada a los achucos y
a los cholos. El lowrider expresa el gusto por arreglar el interior y exterior de los coches
(ranflas) y su acondicionamientos para hacerlos inclinarse o saltar hacia uno u otro lado,
pintarlos de colores llamativos y ponerles luces en el motor y bajo el coche mismo. El
propósito es prepararlo para salir a lucirse en el crussing, o reunirse para exhibirse en los
famosos carshows; signo de prestigio ostentatorio.
Tatuajes
Al tatuado le llaman manchado, es decir es una marca en el cuerpo, una suerte de impureza
definitiva. La semiótica de los tatuajes con que los maras marcan sus cuerpos, ilustra, aunque
parcialmente, la percepción de la vida, por ejemplo, los 3 puntos en triángulo que suelen
tatuarse en los nudillos, puede significar, como aseguran los mareros : “la vida loca”, es decir,
como ellos mismos aseguran: hospital, prisión y muerte; o bien, mujeres, droga y asesinato.
Una lágrima tatuada en el borde del ojo significa que ha matado.
La iconografía del tatuaje (a menudo binaria, oponiendo sentimientos y objetos: vida/muerte,
amor/odio, luz/oscuridad, sol/luna, derecha/izquierda, etc.) expresa —en lo más íntimo,
haciendo parte del cuerpo de la persona, de manera permanente y flexible—, tópicos sociales
y preocupaciones existenciales. Esta iconografía suele resaltar los íconos nacionales
religiosos, como la virgen de Guadalupe; y profundamente íntimos, como la madre, los
amores (nombres de las novias, hijas) y abundantes referencias a la muerte y al sufrimiento.
El tatuaje pues, ano sólo divulga aspectos de la personalidad de su portador, cómo se ve a sí
mismo; sino que también la manera cómo desea ser visto, identificado: con poder, indiferente
a la muerte, etc.
Además, el uso del tatuaje y su iconografía, buscan a la vez demarcarse radicalmente del
espectador creando en él, tanto sentimientos de temor y de miedo, como de fascinación
estética. Se trata pues de una construcción reflexiva: autoconstruida (para sí) y construida
(para el otro). El tatuaje muestra, ostenta, pero también surte un efecto sobre quien lo lleva.
35
En un sentido cronológico, como el tatuaje va agregándose lentamente en el cuerpo, éste,
visto como un lenguaje, cuenta también la biografía del poseedor. Pero ciertos tatuajes están
precisamente hechos para ser escondidos, disimulados bajo la ropa y revelados sólo a las
personas más íntimas, más queridas.
Vocabulario
Lingüísticamente, los mareros han adoptado una jerga propia, hecha de modismos y
expresiones fuertemente influenciadas por el inglés, las que hacen referencia a su origen
norteamericano. Algunos ejemplos : Al territorio dominado por una mara le llaman cancha,
así como un lugar de juego con sus reglas y límites propios. mirin : del inglés meeting,
reuniones periódicas. big palabra : son los jefes que son designados por los mareros. Tener la
palabra : es el jefe de la pandilla, el que da la palabra, el palabrero, el que tiene la palabra, el
que lleva la palabra. jomi : se llaman los miembros de la B18 entre ellos. jomguirl : es como
se llaman las pandilleras mujeres entre ellas.
El temor a las maras es tal, que en ciertas regiones de América Central y México, la población
vive bajo el terror de ellas, al punto que por ejemplo, en San José Pinula, en San Pedro
Ayampuc, en San Juan Sacatepéquez (Guatemala) los habitantes tuvieron que emigrar para
refugiarse en regiones distantes, después que los maras llegaron al lugar. El 21 de noviembre
del 2004, el locutor de la radio XEQK, Carlos Wong Nolasco, dio por radio la noticia de que
pandillas de mareros se estaban acercando a la ciudad de Tapachula (Estado de Chiapas,
México) para atacar las escuelas. Entonce s, miles de padres, aterrorizados por los hechos, se
presentaron a las escuelas para recuperar a sus hijos. Este hecho fue comparado a los que
Orson Wells había hecho en EEUU el 30 de octubre de 1938, en las vísperas de la noche de
brujas y que causó grandes problemas. Por este hecho, el locutor Carlos Wong Nolasco, está
siendo juzgado por la justicia mexicana.
Su poder puede ser tal que, en el año 2005, un grupo de maras Salvatrucha, atacó un
penitenciario para matar, con hachas, cuchillos y armas de fuego, a 12 mareros enemigos de la
M18. Un ejemplo del grado de violencia practicado por ciertos mareros, lo tenemos del
prontuario de uno de ellos : A los 18 años ya había matado a 47 personas, entre mareros
enemigos y propios, víctimas inocentes y policías.
36
Ninguno de estos delitos los cometió por odio, sólo por gusto y siguiendo órdenes superiores.
Bajo su mando, la clica pudo tener 4 coches legales y varios robados, dos casas de seguridad
para ocultar la droga y 360 armas de guerra, entre ellas, ametralladoras AK47. En EEUU, se
dio el caso, en 2005, que la testigo de un asesinato, protegida por el FBI y que había
cambiado de identidad y de domicilio varias veces, a pesar de todas las precauciones, la M18
dio con ella y logró asesinarla.
La violencia en México y Centro América1817, en particular la de los maras, ha generado lo
que muchos sociólogos llaman “industria de la violencia” o “mercado de la violencia y la
muerte”, para señalar que existen actores —como políticos populistas, así como también los
policías, los militares, los traficantes de armas, de droga y los empresarios (no es raro que se
confundan) — que instrumentalizan, económica como políticamente a los grupos pandilleros,
para ganar en poder y enriquecerse.
TENTATIVAS DE DIALOGO CON EL ESTADO
Algunos hechos notables han mostrado que se trata de una situación por lo menos ambigua,
ya que muchas veces los intentos gubernamentales y las iniciativas de los propias pandillas
por pacificar la sociedad se han visto bruscamente interrumpidas. Por ejemplo en El Salvador
en los meses de mayo y junio del 2009, cuando sorpresivamente los representantes (llamados
palabreros) de la M18 y de la M13, se reunieron por primera vez mandándole una carta al
Presidente de la República (Mauricio Funes) para solicitarle una mesa de diálogo con el fin de
llegar a un acuerdo de paz con el estado. En ella las clicas pedían soluciones sociales a sus
problemas: como mejores oportunidades laborales para los jóvenes, la creación de espacios
educativos, una disminución de la violencia contra ellos, detener los malos tratos de los que
sean víctimas por parte de la poderosa Policía Nacional Civil (PNC, controlada por el
ejército), la investigación de las ejecuciones extrajudiciales designando los responsables y el
respeto de los derechos humanos en las cárceles. No pedían amnistía, sino el simple deseo de
que la justicia se aplicase.
18
La ONU publica que la región del TNC (o NFTA, con sus siglas en español; tratado comercial entre EEUU, Canadá y México) sigue
siendo la más violenta del mundo, con tasas de homicidios 10 veces más alta que el promedio mundial : 86 asesinatos por cada 100 mil
habitantes en Honduras, 72 en El Salvador y 39 en Guatemala. Se calcula que 1 de cada 50 jóvenes centroamericanos será asesinado antes
que cumpla 32 años.
37
Unos meses después, el 2 de septiembre era asesinado el cineasta franco - español Christián
Póveda, que había sido corresponsal de guerra en el conflicto armado de los años 80 y
realizador del documental La vida loca (2008). El asesinato fue atribuido a un marero de la
M18, pero el autor intelectual fue un policía corrupto que nunca fue amonestado. Este hecho
frenó los primeros contactos en las tentativas de diálogo entre mareros y estado.
Entre el 18 y el 20 de febrero de 2010, ciertas clicas de la MS13 y de la M18, para forzar la
negociación con el estado, llegaron a un acuerdo de no agresión: comprometiéndose a cesar
de atacar los autobuses y a los habitantes de los barrios donde están asentadas las respectivas
clicas. Lo más importante era que proponían incluir en la mesa de diálogo, como mediadores,
a los familiares de las víctimas de violencia. Cuatro meses después (en junio) una clica de la
M13 —en lucha con la M18 por el control del negocio de la extorsión de los autobuses—
baleó dos autobuses (2 niños muertos y 1 adulto) y un segundo autobús fue atacado,
quemando vivos a 11 personas. Este horroroso crimen detendría todo acercamiento entre las
maras y el estado salvadoreño.
Meses más tarde, el 1 de septiembre del 2010, el gobierno salvadoreño promulgará la Ley de
Proscripción de las Maras, Pandillas, Asociaciones y organizaciones de Naturaleza
Criminal. Dicha ley criminaliza toda afiliación con las maras y condena llevar signos o
emblemas propios a estas pandillas. Notemos: sin haber cometido ningún delito estas
personas pueden ser detenidas y condenadas a 6 años de prisión y 10 si son palabreros. Las
múltiples ONG e institutos de investigación que trabajan en El Salvador hicieron saber su
desaprobación, aludiendo la ineficacia de las política represivas aplicadas por los gobiernos
anteriores (de La mano Dura, de la Tolerancia Cero, etc.) que habían priorizado la represión
por sobre la prevención. En apoyo a ello se añadieron las declaraciones de los palabreros de
la M13 y M18 en apoyo a un Acuerdo Integral, pero manifestando su desaprobación a la ley,
por la quema de autobuses. Contrariamente a lo buscado, la violencia aumentó en 2011 y
2012, con un promedio de 15 homicidios diarios.
En marzo 2012 las clicas llegaron a otro acuerdo, reduciendo la criminalidad a 5 homicidios
diarios, y logrando la intervención, como intermediario, del Secretario de la Organización de
los Estados Americanos (OEA). Sin embargo, a pesar de tanto sufrimiento y esfuerzos, los
avances son lentos y, sobre todo muy difíciles, incluso imposibles si no se toman en cuenta las
causas que generan la violencia: la pobreza, la injusticia social, la falta de educación, la
corrupción y la impunidad. En otros países de Centroamérica se han impulsado políticas
38
represivas, medidas legales de excepción contra los mareros. Así, el 10 de octubre de 2003, se
aprobó una ley antimaras que incluía el nombramiento de jueces especializados en las
pandillas de maras. El 12 de noviembre del mismo año, se reformó la ley que distinguía el
marero de un delincuente común; y permitía castigar a un marero por el solo hecho de
pertenecer a una clica. Las sanciones tipificadas por ese delito fueron de 2 a 5 años de cárcel.
El presidente de Honduras, Ricardo Maduro, propuso una ley que encarcelaba a 12 años a los
jóvenes que, a juicio de la policía, era marero.
Esta ley no fue aceptada. Sin embargo, la policía puede detener a cualquier joven tatuado,
pertenezca o no a una clica, cualquiera sea su conducta, haya o no cometido un delito. El
estigma se convierte en delito, siguiendo criterios subjetivos. Al mismo tiempo se penaliza a
un joven portando un arma a fuego, una punzo-cortante, un garrote o una botella de gasolina.
Ello se acompañó de redadas colectivas en los barrios populares y, en El Salvador, se
detuvieron a 5.000 jóvenes en ellas. En 2003 habían detenido a 11.000.
En Honduras sólo un 5% de los detenidos pudieron ser procesados. La jueza Aída Salazar
declaraba: “9 de cada 10 jóvenes quieren dejar la violencia, pero:¿qué les ofrece el Estado?
¡Nada!” En 2004, la policía de California presentó una orden de restricción contra 600
mareros de la MS, de las zonas de Pico Unión y Hollywood, prohibiéndoles reunirse en la
calle, viajar en el mismo vehículo y comunicarse por teléfono entre ellos mientras estén en la
misma zona. En mayo de 2004, la policía migratoria norteamericana, alertó a la mexicana
para prohibirles el paso hacia los EEUU, ya que habían identificado a miembros de las
pandillas norteamericanas Mexican Mafia (MM, Mexikanemi, o la Emi), de la texana
Hermandad de Pistoleros Latinos (HPL 16/14) y la del Sindicato Texano.
El problema central que plantea el pandillerismo para los países que sufren de él, es sin duda
la violencia, pero más allá, como expresión de un profundo malestar, las causas que la
provocan : la injusticia social y económica y la falta de perspectivas para la juventud.
El papel del Estado es fundamental en la solución del problema en el marco de un estado de
derecho, en particular a través de las instituciones como la justicia. Como se ve claramente en
el documental La vida loca, el vacío dejado por el estado, ha sido rápidamente ocupado por
toda una gama de sectas y religiones que penetran, con el aval del estado, el sistema carceral
para ofrecer “soluciones espirituales” al problema de la injusticia. Y no es raro que pastores,
39
también extranjeros, en particular norteamericanos, participen activamente a esta labor de
proselitismo.
El pandillerismo es un reto a la democracia y con ello a la justicia. Esta triste constatación
agita la reflexión de sociólogos, políticos y juristas, desde hace ya varias décadas, sin que
encuentre aún solución, mientras no cambien profundamente el marco económico y social de
estos estados. En todo caso, no es sorprendente que las políticas represivas de Mano Dura, de
Super Mano Dura, de Tolerancia Cero, etc., se hayan mostrado ineficaces, ya que no se atacan
a las causas mismas del pandillerismo: la injusticia social y económica, la corrupción
generalizada y la impunidad. Las políticas para combatir la delincuencia pandilleril
privilegiando la violencia, ha mostrado ser un fracaso; más aún si se considera que ella ha
generado gastos importantes. Por ejemplo, según las estadísticas del año 2003, sólo en El
Salvador, el costo de la violencia ha sido de 1.717 mil millones de dólares, lo que equivale al
11,5% del PIB del país… nada menos que al doble de los presupuestos de salud y educación.
Comentarios bibliográficos y cinematográficos
Una de los análisis sociológicos más completos es Las maras. Entidades juveniles al límite
(2013), en el que los autores proporcionan ejes de reflexión sociales, económicos y políticos
sobre este problema, enfocados desde puntos de vista emic y mic. Un trabajo de investigación
periodística Hoy te toca la muerte, de Marco Lara Klahr (Ed. Planeta, 2006) que ganó el
premio Nacional de Periodismo de México en 2006, constituye una obra periodística mayor
que trata de los maras. El autor investiga en California, Guatemala, Honduras, El Salvador y
México.
Así mismo, se pueden citar, cuatro películas que han contribuido, de manera diferente a dar a
conocer este problema social: Un documental-ficción americana Colors, de Dennis Hopper
realizada en 1988 ; otra, más violenta, La cité de Dieu, de Fernando Meirelles y Katia Lund
(2002) ; un documental del realizador hispano-francés, Cristián Póveda, La vida loca (2008) y
una ficción a carácter comercial, de Fukunaga, Kary, Sin nombre (2009). A Cristián Póveda
su iniciativa de reunir dinero con la explotación de su película para fundar una ONG y poder
ayudar a los jóvenes a abandonar la pandillas, le costará la vida, ya que será asesinado días
antes de la salida en cartelera de su película.
40
Miquel Dewever-Plana, fotógrafo español (que hizo un libro sobre el genocidio en
Guatemala, La vérité sous la terre, le génocide silencieux (Ed. Parenthèses), hizo una
exposición de fotografía en Perpignan y Barcelona —L'autre guerre—, que muestra, desde el
interior, las pandillas de los maras en Guatemala. El autor, de una gran sensibilidad social y
vocación estética, para fotografiarlos habria vivido con ellos durante 2 años. Años más tarde,
en 2012, haría el documental Alma, que muestra el testimonio de una joven ex-marera de 26
años.
Estos autores y sus obras, han contribuido, cada uno a su manera y en grados diferentes, a
sensibilizar, tal vez preparar la opinión pública a una reflexión en torno al problema del
pandillerismo en América Latina, en particular sobre los maras y, más allá, sobre la condición
de los pobres urbanos, en especial de los jóvenes en América Central.
Referencias
Dewever-Plana, Miquel. L'autre guerre, (exposition photographique) Alma (documental,
2012).
Fernando Meirelles y Katia Lund, 2002 La cité de Dieu.
Fukunaga, Kary, 2009 Sin nombre
Dennis Hopper, 1988 Colors, 1988.
Lara Klahr, Marco, 2006 Hoy te toca la muerte, Ed. Planeta
Maqueira, SJ, Manolo,
Dial, revue mensuelle en ligne, 2007 “Les jeunes et les maras : un cri de citoyenneté ?”, en
Artículo de Archives, jeudi 1er février 2007 Amérique Centrale
Nateras Domínguez, Alfredo, 2006 “Violencia simbólica y significación de los cuerpos :
tatuajes en jóvenes”, en Revista temas sociológicos, n° 11, 2006, pg. : 71-101
Póveda, Cristián La vida loca (2008, Ciné Classique, 90’)
Valenzuela A., J. Manuel, Alfredo Nateras D. y Rossana Reguillo C., 2013 La maras.
Entidades juveniles al límite, El Colegio de la Frontera Norte, 2da. Edición, México.
41
Unidad 3
TEXTO OPTATIVO
SOBRE LA VIOLENCIA DE ESTADO EN CIERTOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
DURANTE LA DÉCADA DE LOS 70-90
En El Salvador, un país con 5.000.000 de habitantes, la guerra civil dejaría 75.000 muertos
Será después de la segunda guerra mundial, en particular después de la revolución cubana,
que los EEUU darán — bajo la presidencia de Kenedy y en el contexto de la llamada Guerra
Fría—, un cambio muy importante en la política estratégica hacia América Latina. En el
contexto de la guerra fría, si bien EEUU podía frenar a la Unión Soviética en el desarrollo de
la bomba atómica, se mostró totalmente incapaz de impedir que Cuba hiciese una revolución,
y eso a sólo a pocos kilómetros de la primera potencia del mundo. El punto más álgido será la
llamada Crisis de los Misiles (octubre 1962) en la que el mundo estuvo a punto de una
conflagración atómica.
Es en el contexto de la guerra fría que se crea la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), para
impedir, según los conceptores, la extensión del comunismo en América Latina, pero también,
como se aplicará sistemáticamente, en Vietnam. La expresión más cruenta de ella será la
aplicación por el ejército de EEUU, de la Operación Phénix, que hará, en Vietnam, entre
20.000 y 60.000 muertos en la población civil. Es en este contexto internacional y siguiendo
objetivos estratégicos propios, en particular referentes a América Latina, que los EEUU crean
la Escuela de las Américas (School of Americas, SOA). Esta escuela fue creada en el zona del
Canal de Panamá en 1946, que es la sede del Comando Sur del ejército americano19. La
ubicación de tal escuela en Panamá, permitía, a la vez, mantener el control sobre el canal, así
como también asegurar su protección. Rápidamente sería tranformada en la base supervisora
de la ayuda militar (Military Assitance Programs, MAP) cuya influencia se haría sentir hasta
la Tierra del Fuego.
Para reenforzar las relaciones, tanto técnicas como personales, se organizaron reuniones
anuales con los comandantes de cada país. La Escuela de las Américas se mudará, con otro
nombre (Instituto de Cooperación para la Seguridad del Emisferio Occidental) en 1984, de
Panamá al centro de Fort Benning (en Columbus, Estado de Georgia).
19
En1985semudaráalfuerteBenningyserácerradaenelaño2000debidoaldesprestigiointernacionalquetenía.
42
Desde que existe esta escuela de combate (SOA), ha entrenado más de 60.000 soldados
latinoamericanos en operaciones de comando, guerra anti-subversiva y guerra psicológica.
Después de pasar por la SOA, los soldados regresaban a sus países preparados, no sólo para
ejercer funciones puramente militares, sino para defender un sistema económico y político, y,
además, como asegura un folleto de la SOA, esta escuela « orienta la formación del personal
latinoamericano en tareas de alto nivel en el ámbito de la seguridad interior así como también
en la ayuda al desarrollo ».
Es así que los soldados latinomericanos seguían cursos de dirección industrial, de gestión
financiera, de comercio, de agricultura, de energía, de comunicación, etc. Quién resumirá este
nueva estrategia asignada al ejército, será, en 1968, Nelson Rockefeler, futuro Presidente de
los EEUU, cuando asegurará que « el ejército es la fuerza esencial de un cambio social
constructivo ».
A la militarización progresiva de las sociedades de América Latina después de la 2da. Guerra
mundial, se le añade sistemáticamente una acción política de inmiscuirse en los asuntos
civiles de la sociedad. Es así que los ejércitos han constituido brigadas de alfabetización, de
salud y brindado ayudas diversas (obsequio de alimentos, construcción de caminos, de
escuelas y de clínicas) ayuda en servicios (peluquería, zapatería, agricultura, etc.) a la
población para atraer sus simpatías y ganar popularidad.
En muchos casos, hasta el propio ejército de EEUU ha tomado la iniciativa. Así, en 1985, en
Costa Rica, los soldados americanos pintaron escuelas. En 1983, en Guatemala, los médicos
del ejército americano intervinieron en la salud de los indígenas. En 1985, en Panamá, los
soldados distribuyeron juguetes y víveres. A partir de 1962, en Honduras, por término
indefinido, alrededor de la base militar aérea, Bravo Pamerola, provee regularmente servicios
médicos, odontológicos, educativos, farmacéuticos y veterinarios a la población civil. En
Honduras, en 1983, el jército de los EEUU, prestó servicio médico a 12.600 personas de la
frontera con Nicaragüa. En 1984, en la Operación Granadero I, el ejército americano ejecutó
maniobras con sus homólogos de Honduras y El Salvador, mientras grupos de médicos
examinaban a 23.000 pacientes y los dentistas atendian a 4.500 personas. Además dieron
12.000 consultas veterinarias y vacunaron 35.000 cabezas de ganado. El año siguiente
hicieron la Operación Jornada Universal en la que se dio tratamiento médico a las prostitutas
cercanas a la base militar americana de Comayagua.
43
Esta orientación « social » dada al ejército, que la aparta de su labor « tradicional », la de la de
defensa del territorio nacional contra un eventual enemigo externo (materializado por otro
ejército), la dirige contra la lucha de un enemigo « interno », su propia población, a la que,
constitucionalemente, en una democracia, debería supeditarse y ser el encargado de protéger.
Esta doctrina, llamada de Seguridad Nacional (DSN) se desarrolló en un ambiente de
inquietud e incertitud mundial. Ella se basa en una supuesta noción de guerra permanente y
total. Es decir, no había ninguna interrupción en el enfrentamiento, tampoco cuartel y se
extendía por todo el mundo, cualquiera que fuese la importancia y la lejanía del país
considerado.
El origen de la DSN, se encuentra en la geopolítica que se basa en la idea de expansión del
sistema político y económico, en las categorías positivistas de « espacio vital » y una
explicación organicista de la sociedad. El espacio vital pensado como el expansionismo
necesario para desarrollar una nación. El DSN le atribuye a la sociedad una similitud con un
organismo vivo, donde cada uno de los integrantes, cumplen o deben cumplir una función
determinada como parte de un todo.
En esta representación del mundo bipolar, constituido por dos fracciones irreconciliables, por
un lado se encontraba la del occidente cristiano opuesta al oriente comunista y ateo. En este
sentido, ya Franco en España (1936), copiado por Pinochet en Chile (1973) y Videla en
Argentina (1976), hablaban de « la cruzada occidental contra el comunismo ». Percibida
como incapaz de afrontar los problemas sociales agudos, la democracia tenía que delegar el
poder civil al militar que asumiría una conducción política enérgica, violenta y, para mayor
eficacia, centralizada… la dictadura se volvería así necesaria.
Como la guerra era considerada total, es decir que incumbía a todos los actores de la sociedad,
cada uno se transforma en un posible subversivo, en un sospechoso potencial. No existen los
individuos neutros y se borra toda diferencia entre estado de guerra y paz. Así, toda acción —
legal en democracia—, como huelgas, protestas, manifestaciones de descontento, son
sistemáticamente criminalizadas y brutalmente reprimidas.
Cualquier movimiento contestatario era visto como un peligro para el orden establecido y las
bandas urbanas eran vigiladas estrechamente por el poder y reprimidas severamente; cuando
no eran abiertamente instrumentalizadas por la policía misma para crear un rechazo hacia el
44
extranjero, hacia el joven y, sobre todo, crear un ambiente de inseguridad propicios a los
gobiernos autoritarios y a las situaciones extremas. La paz reinante en una democracia es
percibida como una debilidad del sistema, una suerte de pausa en un enfrentamiento continuo
y general. En tanto que las fuerzas armadas son vistas como un estamento generador de
progreso y estabilidad.
Introducción de instituciones religiosas
El aspecto religioso no fue tampoco olvidado, ya que el Seguridad Nacional (DSN) se
presentó como defensora de la civilización cristiana contra el ateísmo. Por est razón se le
ofreció a las instituciones eclesiásticas más conservadoras, favores y privilegios, prestigio y
apoyo. En algunos países, la propia DSN promovió la creación e introducción de sectas
fundamentalistas sin compromiso con los grandes problemas estructurales de las sociedades,
alejadas de un análisis y crítica social. Es así que la DSN promovió la llegada de otras
confesiones religiosas a América Latina, facilitándoles la penetración en los sectores más
pobres y vulnerables, para inhibir su capacidad de lucha y unión, y, en los países en que la
iglesia se oponía a estas políticas implementadas por el estado, para combatirla, se facilitaba
la penetración de sectas fundamentalistas : es el caso de Brasil, Chile, Guatemala y México.
Muchas de ellas controlarán rápidamente algunos medios de difusió, como radios y canales de
televisión. Entre las sectas religiosas más activas tenemos : la Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días, Brigada Estudiantil y Profesional de Colombia, Testigos de
Gehová, Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, Misión Panamericana de Colombia y
Tradición, Familia y Propiedad.
En la década de los 70-90, la aplicación de la DSN desembocó en el militarismo que tiene un
gran desprecio por las instituciones democráticas. A menudo han hecho fuertes presiones,
lográndolo, para incluir, en gobiernos civiles, ministerios y funcionarios de alto nivel que sean
militares. Estos civiles constituyen la expresión política del militarismo armado. Además, a
menudo, en los países de AL, los ministros de Defensa son militares, o bien civiles
íntimamente relacionados con industriales del armamento. Lo que ha desembocado en
muchos países, en que los militares vigilen las democracias con la amenaza constante de
intervenir en política : a las que les han llamado « democracias vigiladas ». En este sentido, el
caso más acabado lo constituye la Constitución chilena de 1986, hecha por el propio dictador
Pinochet y vigente aún hoy, en la que las fuerzas armadas son las garantes del sistema
político, y pueden en cualquier momento —constitucionalmente— intervenir cuando ellas lo
45
estiman necesario. Es en este sentido que hay que analizar el documental I love Pinochet (de
Marcela Said, 2002, 54min.).
No hay que olvidar que el militarismo no sólo incumbe a los militares, sino que también a los
civiles que piensan que la soluciones a los problemas de la vida social en general, se
encuentran en la disciplina e ideología castrenses. En 1964, EEUU, estimando que sus
intereses eran vulnerados por la orientación económica dada a Brasil (el país más importante
de Sudamérica por sus riquezas naturales) por el presidente electo, el social demócrata João
Goulart, éste será derrocado (días antes de que entrasen en vigor las leyes de la reforma
agraria) por un golpe de estado financiado, organizado y militarmente ayudado por los EEUU.
Los integrantes de la junta militar brasileña que tomarán el poder, habían combatido en la
Segunda guerra mundial en la campaña de Italia junto a los americanos, con quienes
guardaban no sólo una amistad y admiración sino que también una gran afinidad ideológica.
Será esta generación de generales americanos que habían ayudado a los militares brasileños a
fundar, en 1949, la Escuela Superior de Guerra de Brasilia que es una imitación de su
homóloga en Washhington.
El general brasileño Sadock de Sá, en una entrevista dada a la revista Time, comentaba: «
Dios nos marcó el camino a seguir. No permitiremos que las ratas comunistas continúen
corroyendo el Brasil. Los crápulas ya han comenzado a apelar por la inmunidad
parlamentaria. Entretanto, deben ser eliminados del Parlamento y sus mandatos cancelados.
Por poco Brasil no sucumbió. Ahora no podemos perder la paz. ¡ Cadena con ellos ! »
Uno de los primeros actos del dictador —Castelo Branco, íntimo amigo del general americano
Vernon Walters, futuro subdirector de la CIA— será de fundar, inspirado directamente del
SOA en el Canal de Panamá, el Centro de Instrucción de la Selva, en Manaos. En pocos años,
el gobierno creó, coordinadas por instituciones oficiales —como el SNI (Servicio Nacional de
Informaciones), el Departamento de Suguridad Pública y las Comisarías de Orden Político y
Social—, un gran número de aparatos clandestinos de persecución y tortura a los opositores,
entre ellos : Escuadrón de la Muerte (Policía), CENIMAR (Marina), Policía Especial
(Ejército), Comando de Caza a los Comunistas, etc. Miles de personas serían torturadas y
asesinadas. La represión abarcará a sacerdotes y monjas católicas, y un gran número de
intelectuales que luchaban por la defensa de los DDHH.
46
El dictador, declarando una guerra interna inexistente, aplicará sistemáticamente la DSN,
reprimiendo de manera brutal los sindicatos, la iglesia, los estudiantes, los campesinos, los
trabajadores y todo movimiento democrático.
Los militares se apoyarán en un grupo paramilitar llamado Operaçao Bandeirantes que hará
más de 1.000 muertos entre 1965 y 1970. Años más tarde (1973), el ejército brasileño ayudará
con aviones, armas y personal « experimentado », que instruirá a los militares sedicioso
chilenos con en general Pinochet a su cabeza. Con ciertas variaciones importantes, que no nos
detendremos a precisar, las dictaduras latinoamericanas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Paraguay y Uruguay, aplicaran metódicamente la DSN que podríamos resumir de la manera
siguiente : Se supende el derecho de huelga, se disuelven los sindicatos y los partidos
políticos. Se prohiben las ausencias laborales. Se subordinan las fuerzas de policía a la
autoridad militar y se crean nuevos delitos de alteración del orden público. Se distituyen todos
los funcionarios de estado y de las universidades que son ocupadas militarmente. En fin, se
impone la pena de muerte.
En nombre de la seguridad del estado, todas las asociaciones que « amenazan el orden público
» serán prohibidas, en tanto que se vota un código penal militar que autoriza a los militares y
a la policía a detener, encarcelar fuera de todo control judicial a toda persona que considere
sospechosa.
Al mismo tiempo, el ejército desarrolla un modelo institucional considerado como una suerte
de Estado de Seguridad Nacional cuyo poder, si es civil, se encuentra concentrado en las
manos del ejecutivo que dépende directamente del estado mayor del ejército. En su defecto,
serán los propios militares que ejercerán directamente el poder. En la DSN, las fuerzas
armadas se abrrogan el derecho exclusivo de encarnar los conceptos de seguridad, de patria y
de representación de la nación. No se hace ninguna distinción entre crítica, oposición política
y subversón, como si todo constituyese un mismo fenómeno, ignorando cualquier índice de
descontento de la población. Es así que el sector progresista de la iglesia católica como en
Brasil, Colombia y El Salvador, se transformará en víctima de la represión, en particular aquel
que se reclama de la Teología de la Liberación.
La Teología de la Liberación nació en la 2da Conferencia Episcopal Latinoamericana de
Medellín (Colombia), fieles al Cocilio Vaticano II, en la que Pablo VI publica, el 26 de marzo
de 1967, la encíclica Populorum Progressio. En la que, por la primera vez un papa denuncia
47
las injusticias sociales tanto del sistéma capitalista como del marxismo, ambos percibidos
como un atentado a la dignidad humana… « la propiedad privada no constituye en nada un
derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para que algunos se reserven el uso
exclusivo de lo que relamente necesita, en tanto que a los otros les falta todo… que la
autoridad política y sus decisiones debe tener, como única finalidad, el bien común ».
En Argentina, uno de los más fieles aplicadores de la DSN será el general Edgardo Vilas que
declarará… « el problema fundamental es la destrucción física de aquellos que utilizan las
salas de clases para disimular las acciones subversivas. Todo profesor o alumno que esté
enrrolado en la causa marxista será considerado como subversivo. Mi intención es de
suplantar, si es necesario, utilizando medios prohibidos, la autoridad ». « Entendí
rápidamente, dirá en una entrevista, que no se podía combatir la subversión utilizando las
leyes y decidí declararle la guerra a muerte a los abogados y jueces cómplices de la
subversión ».
En Chile, tanto Pinochet, como los pricipales miembros de la Junta Militar y los
conspiradores que los rodeaban, había sido formados en EEUU. El general Contreras,
formado en Fort Belvoir (Viginia, EEUU) y cuñado de Pinochet, creará en 1974, gracias a la
ayuda de la CIA, la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), llamada después CNI
(Central Nacional de Inteligencia). Posteriormente, los dictadores de Argentina, Chile,
Paraguay y Uruguay crearán un servicio unificado para reprimir, fuera de sus fronteras, a los
oponentes políticos. Así, en la llamada Operación Condor, se asesinaran a 119 personas en
Argentina, se harán atentados en Washington (a 200m. de la Casa Blanca), en Roma y dos
intentos fallidos en Madrid y París.
Además, la Operación Condor hará desaparecer varios cientos de personas en cada uno de
estos países. Como la tortura, nos precisa Raphaëlle Branche19 « la desaparición es eficaz, si
una tercera persona existe en torno a la víctima, al exterior de la relación entre el verdugo y
ella. Con la desaparición se restituye una lógica colectiva, cultural y política a la violencia.
Ella prolonga al infinito el muro detrás del cual han sido detenidas la personas. Privando los
muertos de un lugar de reposo, la desaparición priva a los vivos de hacer el duelo : ella vuelve
definitivamente imposible todo acto religioso, todo consuelo, todo gesto uniendo, una última
vez, los vivos a los muertos. La desaparición es, para los que se quedan, un sufrimiento
asegurado de una angustia enextinguible ».
48
Tanto en Argentina (con la Triple A), como en Chile (Patria y Libertad), las dictaduras se
servirán de grupos paramilitares (constituidos por militantes de partidos extremistas, sicarios
y prisioneros de derecho común), que colaborarán con los militares para eliminar a los
opositores. Los casos más trágicos son, sin duda, Argentina, El Salvador y Guatemala.
Entre las tareas de los ejércitos locales está la constitución de brigadas de autodefensa o
grupos paramilitares que producirán un daño incalculable en la población civil. Por ejemplo,
en Guatemala, los grupos Mano Blanca, Ojo por Ojo, Escuadrón de la Muerte, Buitre
Justiciero y Fraternidad Blanca, hicieron desaparecer a 40.000 personas entre 1970 y 1988. O,
en El Salvador, el grupo Unión Guerrera Blanca de el mayor Alberto Roberto d’Abuison. En
Chile, Patria y libertad, en Argentina, la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina : AAA).
Resumiendo, tal vez la declaración pública más radical, pero no menos ilustrativa de la
aplicación de la DSN, la hará, en 1977, el general argentino Ibérico Saint-Jean, asegurando
que… « primero mataremos a todos los subversivos, después sus colaboradores y
simpatisantes, después los indiferentes, y finalmente, a todos los indecisos »… como dice la
comisión de derechos humanos refiriéndose a la Doctrina de Seguridad Nacional : « la muerte
y la destrucción física del enemigo son indispensables.
En Argentina, la CONADEP (Comisión Nacional de los Desaparecidos) declarará que « se
implementó una política de terrorismo de estado. Los miles de muertos de la JuntaMilitar, son
todos homicidios calificados, ya que ningúno procede de una decición de justicia ordinaria o
militar. El régimen que considera indispensable modificar nuestra tradición jurídica,
instituyendo en la legislación la pena de muerte, nunca la ha utilizado. En lugar de ello
organiza el crimen colectivo, una verdadera exterminación masiva. Ello no fue un exceso de
acción represiva, no fue un error ; sino la aplicación fría de una política ».
El instrumento de la Seguridad Nacional (DSN) ha sido la Escuela de las Américas
(USARSA) basada en Panamá, en el canal de Panamá, que dépende directamente del ejércto
americano, luego financiada por los contribuyentes americanos. Esta escuela aloja
exclusivamente militares latinoamericanos.
49
GRADUADOS DEA de 1956 a 2003
PAIS
Chile
NUMERO DE SOLDADOS
5.347
Bolivia
3.878
Nicaragua
4.318
Colombia
9.886
En toda AL
61.000
En septiembre 1975 había alojado 33.147 militares, entre los cuales habrían que ocuparían
cargos en sus respectivos gobiernos. Así, en 1973, más de 170 graduados de la Escuela de las
Américas, eran jefes de gobierno, ministros, comandantes, generales, o directores de
Departamentos de Inteligencia en sus países. Muchos de los que no ocuparon cargos en
política, se vieron implicados en violaciones de los DDHH en sus países. Entre 1950 y 1969,
recibieron instrucción 54.000 oficiales. Un 30% en la escuela técnica, en tanto que el 70%
restante recibieron un adoctrinamiento político.
Estos vínculos cristalizaron en una serie de acuerdos, pactos, tratados, convenios y
actividades conjuntas bilaterales entre EEUU y cada país, como por ejemplo, el Pacto de
ayuda Mútua, Operaciones Unitas, el Colegio Interamericano de Defensa y la Reunión de
Comandantes en Jefe. Por ejemplo, la Operación Unitas, gracias a la participación activa del
ejército de EEUU, en territorio chileno, sirvió para enmascarar el golpe de estado contra el
gobierno constitucional de Salvador Allende en Chile en 1973.
Un ejemplo de esta dependencia de los países de AL con EEUU y que iría creciendo, fue —en
la perspectiva de la 2da. Guerra mundial— la Conferencia Interamericana de Panamá en 1939
en la que se planteó el concepto de Solidaridad Continental. Con él se encubrió también, la
fijación de precios de materias primas muy bajas para ayudar el esfeurzo de guerra de EEUU,
pero que penalizaron económicamente a los países de AL. El concepto de Solidaridad
Continental se reafirmaría en 1945 en la Acta de Chapultepec y terminó de adquirir su
carácter ideológico en 1947 con el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Con él, los ejércitos latinoamericanos quedaban ideológica, financiera y técnicamente
dependiendo de los EEUU.
50
A parte de estos hechos, los EEUU se vieron directamente implicados en los accidentes
aéreos que causaron la muerte de presidentes en ejercicio, como Omar Torrijos (Panamá) y
Jaime Roldós Aguilera (Ecuador). También en el minado de los puertos nicaragüenses,
argumentando que la llegada de los sandinistas en este país, constituía un peligro grave para la
seguridad de los EEUU. La ilustración aunque limitada de esta política se aplicó en la capital
de México en 1968, en lo que se conoce por la tristemente célebre “matanza de la plaza de las
tres culturas”, que muy pocos periódicos denunciarán para no empañar el fasto de la
inauguración de las Olimpíadas en ciudad de México pocos días después. Aún el día de hoy
no se sabe el número de víctimas —entre muertos y desaparecidos—, que muchos periodistas,
asociaciones de DDHH e intelectuales, evalúan a varios centenares. Peor, la justicia nunca ha
designado ningún culpable, ni entre los autores intelectuales, como los políticos; ni tampoco
entre los ejecutantes, como los paramilitares, los militares y la policía.
Intervención de EEUU en golpes de estado en America Latina en la segunda
mitad siglo XX
Fecha
Marzo 1962
Julio 1962
Marzo 1963
Julio 1963
Septiembre 1963
Octubre 1963
Abril 1964
Noviembre 1964
Junio 1966
Septiembre 1963
Diciembre 1989
Pais
Argentina,
Perú
Guatemala
Ecuador
Honduras
Brasil
Bolivia
Argentina
Chile
Panamá
Presidente
Arturo Frondizi
Manuel Prado
Idígora Fuentes
Julio Arosemena Monroy
Rep. Dominicana, Juan Bosch
R. Villeda Morales
Joao Goulard
Victor Paz Estenssoro
Arturo Illía
Salvador Allende
Antonio Noriega
51
Bibliografía
Actis, Munú, Aldini Cristina, Gardella Liliana, Lewin Miriam y Tokar Elisa, 2001 Ese
infierno. Conversaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la ESMA. Ed. Sudamericana.
Branche, Raphaëlle, La torture et l’armée pendant la guerre d’Algerie : 1954-1962 ; 2001,
Ed. Gallimard: 145.
Chomsky, Noam, 1993 Año 501, la conquista continúa, Ed. Prodhuifi.
CADHU. Comisión Argentina de los Derechos Humanos
CONADEP, Argentina. Nunca más.
COMISION RETTIG, Chile.
Salazar, Manuel, 2011 Las letras del horror : la DINA (t. 1) y Las letras del horror : la CNI
(t. 2), Ed. LOM,
Chile.
Teología de la Liberación, (2da Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín,
Colombia).
Vicaría de la solidaridad, Chile.
52
UNIDAD 4
TEXTO OPTATIVO
SOBRE CIERTAS INSTITUCIONES COLONIALES EN AMÉRICA ESPAÑOLA
La conquista de América es el proceso de exploración, conquista y asentamiento en el Nuevo
Mundo por España y Portugal en el siglo XVI, y otras potencias europeas posteriormente,
después del descubrimiento de América, por Cristóbal Colón en 1492. La Conquista dio lugar
a regímenes virreinales y coloniales muy poderosos que resultaron en la asimilación cultural
de la mayor parte de poblaciones indígenas y su sometimiento a las leyes de las potencias
conquistadoras20.
España llegó a conquistar la mayor parte de América debido a que fue el país que patrocinó el
viaje de descubrimiento, por medio de los Reyes Católicos, y que antes inició la colonización.
Mediante una bula del papa Alejandro VI, se declaró legítima la posesión española de todas
las tierras encontradas más allá de cien leguas al oeste de las islas Azores. Una ligera
modificación posterior repartió el continente americano entre las potencias de España y
Portugal, lo cual quedaría ratificado en el Tratado de Tordesillas. Sin embargo, otras
potencias europeas se sumaron a la conquista y colonización en América posteriormente, a
menudo en competición entre ellas y con los imperios existentes. Entre ellas se encuentran
Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos, y hasta Rusia y Dinamarca. También se formaron
pequeñas colonias efímeras de países escandinavos en la costa oriental de lo que actualmente
son los Estados Unidos.
Durante la colonia, la iglesia católica tuvo, desde su llegada al continente, dos caras. Una era
de la iglesia unida al conquistador que evangelizaba a los indígenas a la fuerza, bendecía la
eliminación de las religiones indias y la destrucción de sus templos, y que, mas tarde, apoyo
los intereses de los latifundistas y el poder. La otra era de la iglesia protectora de los indígenas
y de los esclavos negros, la que impulso las leyes de Indias, en defensa de los indios. Este
último papel es el que encabezo la lucha por la independencia en Mexico.
EL ESTATUS JURÍDICO DEL EXTRANJERO EN LAS COLONIAS
Por decreto, sólo los súbditos de la Corona de Castilla estaban autorizados a ir a las Indias y
comercializar con estos territorios. Pero, como este criterio no pudo prevalecer, la
20Piñeyiro,JC.8.Consultadoel29dejuniode2016.
53
Recopilación de 1680 autorizó a los otros españoles de la Península a hacerlo. Los otros
tenían que obtener la Carta Real de Naturalización.
La Carta Real de Naturalización se podía conseguir con haber vivido 10 años en una colonia o
bien estar casado con una castellana. Después, ante los abusos, se exigió 20 años de residencia
y la posesión de bienes raíces y se exigió que fuese el Consejo de Indias, y no, como antes, la
Casa de Contratación de Sevilla, que determinase las naturalizaciones. Sin embargo, para
poder poblar las colonias de gente especializada en un oficio, la Corona permitió la entrada de
gente con oficios mecánicos, después de pasar un examen de capacidad y fianza de que en la
colonia ejercería el mismo oficio con la promesa de explotar algún aparato de su invención
que facilitase la explotación de minerales, extrancción de perlas, innovación en la agricultura,
etc.
LAS CLASES SOCIALES EN LOS TERRITORIOS DE LOS INDIGENAS
La encomienda constituyó una fuente excepcional de riqueza en las colonias españolas, al
punto que las burguesías locales, en algunos casos, superaron por su dinamismo y riquezas, a
la de la metrópoli. En las colonias se entregaron títulos nobiliarios y se otorgaron un gran
número de privilegios a los conquistadores. Sin embargo, la nobleza peninsular copó los
cargos de la alta burocracia.
Aunque legalmente tanto los criollos como los mestizos eran iguales a los españoles, en la
práctica fueron sistemáticamente apartados de todos los puestos de importancia. En tanto que
a los negros e indígenas se los mantuvo en una posición servil.
EL ESTATUS DE LOS INDIOS21
Por Cédula Real del 20 de junio de 1500, se condenó la esclavitud aplicada por Colón en las
islas. Se declaró que los indios debían ser considerados vasallos libres de la Corona de
Castilla. Sin embargo, los indios que podían ser tenidos como esclavos, eran los hechos
cautivos en justa guerra. Es el 2 de agosto que 1530 que se decreta que incluso así, no pueden
ser esclavizados.
Para tener una buena idea del dabate jurídico que agitaba las instancias de la corona sobre el estatus jurídico de los indios, se recomienda
leer, de Ana Manero Salvador : « La controversia de Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la conquista de América », en
Revista Electrónica Iberoamericana (Vol. 3, nº 2. 2009, 85): http://www.urjc.es/ceib/
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54
Pero en 1534 se restableció el decreto esclavista anterior. Esto fue afirmado en las Leyes
Nuevas de 1542, y en la Recopilación de 1680, se estableció que sólo podían ser esclavizados
los araucanos, los caribes y los mindanaos rebeldes. Así se exportaban indios pánucos en la
que se intercambiaba 100 indios por caballo y después el precio subió hasta alcanzar 15 por
un caballo.
REPARTIMIENTO DE INDIOS Y ENCOMIENDAS
Jurídicamente, los indios fueron considerados como los rústicos o menores del viejo derecho
castellano. Es decir personas que necesitaban una tutela o protección legal. Esto repercutió
económicamente en las instituciones que regulaban el derecho del trabajo a través del
repartimiento y la encomienda, en las que los indígenas perdían toda libertad y quedaban
sometidos a una sobreexplotación. Así, se repartieron indígenas para la guarda de ganado, el
cultivo de la tierra, para el trabajo en las minas, y, en general, para toda clase de obras
públicas.
LA ENCOMIENDA COMO INSTITUCIÓN CASTELLANA
Etimología : (latin : mandare, confiar. En francés corresponde a « commande »). Encomienda
ou « commanderie », « commanderie » de las órdenes militares. Beneficios y prebendas de las
órdenes militares que eran dadas a los monges caballeros. En América designaba una
comunidad india sometida a un conquistador o a sus descendientes.
En las colonias la encomienda sujeta un grupo de familias con su cacique a la autoridad de un
español encomendero. Este quedaba encargado de la instrucción religiosa con la ayuda de un
cura doctrinario.
El encomendero adquiría el derecho de beneficiarse con los servicios personales de los indios
para las distintas necesidades del trabajo y el pago de prestaciones económicas. El
encomendero quedaba al servicio del Rey cuando éste lo requiriese. La encomienda era
concedida de por vida. A la muerte del encomendero la encomienda pasaba a manos de la
Corona, y los indios encomendados quedaban como súbditos de ella. A pesar de esta ley, en la
práctica, a la muerte del encomendero los indios encomendados seguían sirviendo a la viuda.
Una Real Provisión de 1536, la limitó a dos vidas : al mayor de los hijos varones, en su defecto a la
hija y, en último término, a la mujer. El jurista renacentista Juan Ginés de Sepúlveda y el dominico
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Fray Bartolomé de las Casas, sostuvieron una controversia, en la que se discutió también de esta
institución.
En 1542 se decretó la abolición de las encomiendas. Pero su aplicación provocó protestas
generales al punto que en Perú hubo una rebelión sangrienta que culminó con la muerte del
Virrey Blasco Núñez Vera. Frente a esto, parte de la ley fue derogada y se permitió a los
encomenderos el pago de un tributo.
Una ley del 8 de abril de 1629, permitió una vida más en el disfrute de la encomienda. En
1701 se habían abolido para todas las personas no residentes en las Indias. En 1704 se le
agregó una cuarta vida. La abolición general de la encomienda se produjo el 29 de noviembre
de 1718, completándose con las normas del 12 de julio de 1720 y las del 11 de agosto de
1721. Aunque en algunas comarcas persistiría por más tiempo. La abolición total de la
encomienda se decretó en 1718.
REDUCCIONES Y CORREGIMIENTO
Los indios que no estaban repartidos en una encomienda, se procuró que quedasen alejados de
los españoles. Para ello se crearon núcleos de población con una cierta autonomía
administrativa, bajo la autoridad de de sus propios Alcaldes y Aguaciles. Se los conoce como
Pueblos de Indios y después se les llamó Corregimientos. Cada indígena quedó
administrativamente sometido a un Corregimiento cuya autoridad española era un
Corregidor. El Corregidor era como el encomendero, tenía sobre sus indios una misión
tutelar.
Cada pueblo o reducción de indios contaba con su propio terreno, en general una legua a la
redonda o en cuadro, llamado Resguardo. Estos Resguardos eran de propiedad comunal que
se distribuían en tres partes : una de parcelas, atribuidas anualmente a las familias. Otra
destinada a los pastos para los ganados de la comunidad. Y la tercera para todos los vecinos
que se trabajaba colectivamente. Trabajo gratuito y por rotación obligatoria, los beneficios de
su explotación iban a la Caja de Comunidad.
Las Cajas de Comunidad podían nutrirse del fruto de los cultivos, de las fábricas y del pago
por la explotación de tierras comunales. Las Cajas de Comunidad servían para mantener el
Hospital, auxilio de viudas, huérfanos, enfermos, inválidos. Sostenimiento de seminarios e
hijos de caciques.
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EL TRIBUTO Y LA MITA
EL TRIBUTO
El tributo se aplicó en las Indias inmediatamente después de su conquista. Este se recaudó en
beneficio del Rey tanto en los pueblos indios incorporados a la Corona como, en beneficio de
los encomenderos, cen los pueblos repartidos en encomienda. A él estaban sujetos los indios
entre 18 y 50 años. Los caciques, sus hijos mayores y los indios alcaldes, mientras ocupaban
el cargo, quedaban exentos. Ciertos pueblos, por la ayuda prestada en la conquista quedaron
exentos, como los de Tlaxcala (México).
Teoricamente, en general, los indios que se sometían pacificamente, quedaban exentos de
tributos por 10 años. Las mujeres también, aun cuando ello dependía de cada región. A los
tributos de la encomienda le llamaban tasación y eran los visitadores que la cobraban. En
teoría, la tasación no podía ser superior a lo que los pueblos le habían pagado a sus
autoridades prehispánicas. Los indios no podían pagar por los enfermos ni, tampoco por los
ausentes.
LA MITA
Se trataba de un tributo prehispánico que variaba según el tipo de trabajo : minero, agrícola,
pastoril, servicio, etc. Durante la colonia, la mita se realizaba con trabajo obligatorio, por un
tiempo determinado, que se sorteaba entre los habitantes de un pueblo, a cambio de un salario.
La duración de una mita en trabajo doméstico duraba 15 días, la mita pastoril 3 meses, la mita
minera 10 días al año. La gente con oficio no podían ocupar una mita. Los indios
encomendados también entraban en las mitas. En el salario se tomaba en cuenta el tiempo de
viaje de ida y vuelta, que no podía exeder 10 leguas. Muchos servicios personales,
particularmente duros no fueron abolidos : como el de construcción de fuertes, remeros, etc.
LOS INDIOS DE LAS MISIONES
Se trataba de las reducciones o pueblo de indios en regiones no colonizadas a cargo de
misioneros de una orden religiosa. Las misiones jesuitas fueron particularmente eficaces. En
estas aglomeraciones, las familias eran sometidas a la disciplina y normas católicas. En
general las misiones se ubicaban en zonas fronterizas. Cuando los jesuitas fueron expulsados
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de América en 1767, sus misiones fueron entregadas a funcionarios civiles secundados por
religiosos de otras órdenes.
LAS REGALIAS
Montes, ríos, tierras et., etc. eran de la Corona, pero si no habían sido otorgadas a un
particular u institución, podían ser apropiadas por un particular a condición de pagarle a la
Corona un quinto de las ganancias que generasen. Para tener en propiedad una tierra, por
ejemplo en repartimiento, era necesario contar con la cédula real de graciosa merced y,
además, poner en cultivo la tierra y residir en ella por un plazo, que fue cambiando con el
tiempo, de 5 a 8 años.
Los repartimientos de tierras se prolongó mientras se prologó la conquista y la implantación
de población. Por la falta de dinero de la corona para sostener su imperio y las guerras, a
partir de 1591, se empezaron a subastar las tierras baldías y las ocupadas sin título, a
condición que el interesado las hubiese ocupado u cultivado por lo menos durante 10 años. En
fin, el intervencionismo del Estado fue muy mal acogido en las Indias, produciendo casos de
violencia entre los colonos.
SOBRE LA ESCLAVITUD DE LOS INDIOS EN AMÉRICA CENTRAL
Si las leyes reglamentaban la esclavitud, la práctica era muy diferente, ya que los
conquistadores y colonos se avocaban al comercio de esclavos en plena impunidad. Algunos
ejemplos: En 1535, ante los reclamos de los conquistadores para ser premiados por sus
esfuerzos, una cédula real les permitirá reducir a la esclavitud a los indígenas de Honduras y
con ello iniciar una tranhumancia entre las tierras altas y frías y las bajas y tropicales, creando
no sólo un vacío demográfico importante, con las consecuencias de hambre ; sino el contagio
con enfermedades que matará a una gran mayoría de habitantes. Las consecuencias no serán
sólo demográficas, sino también económicas, sin contar con el drama humanitario y cultural
que creará.
López de Salcedo, conquistador endeudado, y traficante de esclavos, tomaba esclavos de
encomiendas de otros conquistadores. Los hacía prisioneros, los marcaba al hierro y los
embarcaba en los puertos. Que en una ocasión se lo vio con 500 esclavos. Los mayordomos
trataban de convencer a los caciques de entregar a los jóvenes. En su ruta de Honduras a
Nicaragua, los españoles avanzaban incendiando los pueblo y matando a los bebés.
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En Aguatega fueron hechos prisioneros 200 indios. Una tercera parte fueron quemados vivos
en una choza. Otra tercera parte fueron entregados a los perros para que los devorasen vivos.
Cuando la Corona estuvo al tanto de estos abusos recordó que una quinta parte del producto
de la venta de esos esclavos debía ser entregada a la Corona. A menudo se entregaban los
esclavos a los capitanes de los barcos a cambio de vino, aceite, armas, machetes, tejidos y
otras mercaderías.
Bajo falsas acusaciones de rebelión, los conquistadores sometían a la esclavitud a los indios
para después venderlos a barcos que se dirigían a Cuba para ser explotados en las propias
tierras del conquistador. En Honduras, Cristóbal de la Cueva, bajo las órdenes del Gobernador
Jorge de Alvarado, junto a 60 españoles y 500 indígenas, hacían expediciones, no para
colonizar las tierras, sino sólo para hacer prisioneros y reducirlos a la esclavitud : hacía, lo
que le llamaban « cuadrillas ». Pedro de Alvarado, venido de Guatemala, no para conquistar
tierras y poblarlas, se distiguió por su crueldad y avaricia. Se hacía acompañar, para ayudarlo,
de los indígenas achíes que eran antropófagos y particularmente crueles.
La concentracion de esclavos se hacía en los puertos de Honduras y Nicaragua, ya que
estaban cerca de las Antillas y abierto al tráfico marítimo con Perú recientemente descubierto
y en vías de colonización. Hasta los años 1560, los conquistadores le dieron poca importancia
a la propiedad de las tierras ya que se concentraron en hacer riquezas fáciles e inmediatas,
como la extracción de perlas, y la explotación de oro, plata y el tráfico de esclavos. Después,
por razones estrictamente económicas, su interés se volcaría hacia la encomienda y su
producción, por ejemplo, de cacao y ganadería. El periodo importante para la encomienda se
situará entonces después de 1560 cuando podrán multiplicar los tributos y su comercialización
en cantidades suficientes para su exportación.
Ello era variable según la región, por ejemplo en Chiapas (México), Huehuetenango y
Quetzaltenango (Guatemala), por su incomunicación, la encomienda adquirirá importancia
según esté o no relacionada con la hacienda y una población indígena numerosa a sus
alrededores en donde abundase una mano de obra numerosa y barata. El caso de las mujeres
indígenas de América Central bajo la conquista El papel de las mujeres de la nobleza
indígenas no cambió sustancialmente durante la colonia a lo que era antes. Las muejers de la
élite indígena tenían una vida de lujo, pero no las otras. No hay que olvidar que existían
esclavas y muchas estaban sometidas a jornadas de trabajo intensas, muchas quedaban viudas
y huérfanas debido a las guerras. Además que la mortalidad infantil era muy importante.
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El concubinato estaba generalizado, y la prostitución era también importante. Si los españoles
violentaron la sociedad y las costumbres, fue más una cuestión de grado que de calidad. Salvo
las mujeres de la nobleza, las otras no gozaban de gran consideración.
Cortés y Alvarado recibieron de regalo a mujeres indígenas, a veces las propias hijas de la
nobleza nativa, y cada uno de ellos tuvieron varias concubinas. Las mujeres eran consideradas
como objetos destinados a obtener, de los españoles, favores y privilegios.
Las concubinas debían seguir al conquistador, cuidarlo a él y a sus hijos, y, además, compartir
las vicisitudes de las batallas y viajes extenuantes, en condiciones bastante difíciles. Se sabe
también que la mortalidad de las mujeres fue importante. Un informe hecho al rey en 1547
por el obispo Pedraza (Honduras), aconseja que se manden soldados casados con sus esposas,
ya que los jóvenes tienen una vida licenciosa en las colonias. Muchos sufren de enfermedades
venéreas y se vuelven vagabundos y delincuentes peligrosos.
Las autoridades españolas tenían un gran número de concubinas, e incluso no era raro que los
mismos sacerdotes tuviesen también. Un día, el padre Fray Tomás de la Torre, de la orden de
los dominicos, saliendo de la misa dominical con los indígenas, sorprendieron al padre
Francisco Pacheco, haciendo el amor — sobre su propio hábito—, en el huerto de la iglesia
con una india. La gente enfurecida trató de arrestarlo, pero el cura huyó rápidamente a
caballo. Una investigación posterior, demostró que muchos de los curas de esa parroquia, no
sólo tenían concubinas, sino que acostumbraban a hacer orgías.
El problema llegó a oídos de la Corona, en la metrópoli, que dictaron leyes restrictivas.
Contra las mujeres « sospechosas ». Por ejemplo, a los sacerdotes Mercedarios se les prohibió
tener mujeres en sus instalaciones, pero no a los Dominicos. Tiempo después se les permitió
mujeres sólo si eran cocineras… a condición que fuesen viejas. El juez Mexía, miembro de la
Audiencia, era un mujeriego famoso, al punto que había hecho construir un cuarto especial en
su casa para « atender » a sus múltiples amantes que, escondía cuidadosamente salvo los días
de fiesta, en que las exibía a todas. Las propias autoridades coloniales, violando la ley,
instalaban, en los centros mineros, casas con mujeres. Los propios funcionarios eran los
peores trangresores de la lay. Muchos, cuando tenían que pernoctar en un pueblo indio,
pedían a las autoridades indígenas de reservarle una india para pasar la noche. Si en las
guerras las mujeres son las primeras víctimas, en la colonia, esa situación se prolongó por
muchas décadas.
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Entre las mujeres, las esclavas fueron quienes más sufrieron. Tanto los españoles como los
propios indígenas podían hacer con ellas lo que querían. Se las trocaba libremente e, incluso,
hasta las indias libres podían ser vendidas. Todas las autoridades participaban de ello, se las
daba para pagar una deuda o bien como apuesta. A menudo, si había un problema siempre se
podía argumentar que eran « esclavas de guerra ». Castañeda, que era Alcalde Mayor en
Nicaragua, por donde transitaban los esclavos distribuídos por Américan, en particular el
reciente territorio del Perú, solía hacer muy buenos negocios con los esclavos, mujeres
también.
Se solía también alquilar indias a los marineros por un viaje de ida y vuelta al Perú. Los
indios de encomienda eran, teoricamente, indios libres. En los pueblos indios, los propios
calpixque (mayordomos) capturaban a las indias para alquilarlas o bien venderlas a los
españoles. Las alquiladas eran llamadas alvahacas, las más atractivas eran llamads rosas ; en
tanto que las más apetecidas eran llamadas clavelillas. En Nicaragua las mujeres eran
torturadas como los hombres. Los casos de delitos contra las mujeres de la nobleza eran
solucionados rápidamente, en tanto que las autoridades eran indiferentes al de las
mancehuales (clase pobre).
En todo caso, los archivos no registran los delitos cometidos por las clases pobres, lo que hace
pensar que los abusos hechos a las mujeres, eran mucho más importantes. Los encomenderos
tomaban muchas mujeres para prepararles de comer a los mineros. Otras eran tomadas como
domésticas en las casas y todas eran, sistemáticamente separadas de su familia. Todo eso a
pesar de la legislación que lo prohibía. Las mujeres españolas, cuando estaban embarrazadas,
solína tomar 10 a 12 mujeres indígenas en los pueblos, para que se ocuparan de ella y
amamantaran a su hijo, eran las nodrizas. Las mujeres eran buscadas por su leche. Cerrato, un
sacerdote español particularmente defensor de los indios, comprobó que en las casas de los
españoles habían 2 a 3 indias por cada tarea. Dada la gran facilidad de las indias por el trabajo
con las telas, eran a menudo llevadas a las casas de los españoles para hacer los trajes de la
familia. Además, se hacían traslados de pueblos enteros de un lugar a otro, lo que dividía a las
familias. Las hacían caminar mucho cargadas con sus hijos de un lugar a otro y separadas de
sus hombres.
Los negros esclavos buscaban indias para procrear, ya que sus hijos, mestizos, llamados
zambaigos, no pagaban impuestos. El mayor daño social hecho a las mujeres fue a través de
sus hijos. Muchos eran matados por sus propias madres para evitarles el sufrimiento. En todo
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caso los niños indígenas abandonados y vagos, no presentaban ningún interés para los
españoles. No hay que olvidar que las mujeres indígenas, para trabajar para los españoles,
abandonaban el hogar durante meses.
En el siglo XVI, hubo una gran escacés de mujeres en las colonias, y la Corona estimulaba el
matrimonio de colonos con mujeres indígenas, con el fin de frenar la violencia y estabilizar el
desarrollo económico a través de la tenencia de la tierra. Como concubinas eran fácilmente
aceptadas, pero no en matrimonio, para los hombres era la mujer española que tenía valor, las
indígenas los disminuía socialmente, salvo en el caso de mujeres pertenecientes a la nobleza
indígena, en cuyo caso se intentaba que su marido tuviese una encomienda. La idea es que se
pudiese perpetuar la reproducción de una nobleza. Estas mujeres eran consideradas buenas
católicas, con lo cual, gracias a su ejemplo y conocimientos, podían influenciar a los
indígenas de los pueblos.
En el siglo XVI, la cantidad de mestizos, debido a la poligamia y violaciones era enorme, al
punto que el término pasó a ser algo peyorativo, en particular cuando el padre estaba ausente.
Las hijas, cuando el padre español tenía dinero, gracias a sus dotes, eran apreciadas. Son los
hijos e hijas de conquistadores quienes mejor eran considerados, gracias a la distribución de
las encomiendas, de los corregimientos o las pensiones. Cuando la Corona creó el cargo de
Alferes Mayor, éste, estipulaba la ley, podía ser heredado por el hijo, aun cuando fuese
mestizo. En Guatemala, el gobernador creó una escuela para los hijos mestizos.
Si una india contraía matrimonio con un español, sus hijos eran considerados indios, luego
pagaban impuestos. Un decreto promulgado en 1534, pero de corta vigencia, prohibía la
esclavitud de las mujeres y los niños menores de 14 años. Sin embargo, podían ser usados
como naborías (campesinos sin tierra, obreros del campo). En la práctica continuaron a ser
marcadas y sometidas. En Honduras, las muejeres liberadas, eran obligadas a trabajar sin ser
pagadas y sufrían grandes humillaciones. Las leyes de Burgos de 1513, ordenaba que las
indias casadas no podían trabajar en las minas. Las mujeres embarazadas, 1 mes antes del
parto y 1 mes y medio después de él, no podían trabajar.
Ninguna de estas leyes se aplicaron en la práctica. A las personas usadas como trabajadoras
eran llamadas tameme. En Honduras, las mujeres eran obligadas a trabajar y no era raro verlas
acarrear maíz a distancias de 20 a 30 kilómetros, cargando además a sus hijos. Cargando
pesados cántaros de agua, por 7 u 8 kilómetros. El Presidente de la Audiencia Real se mostró
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muy preocupado por las consecuencias sociales del trato reservado a las mujeres indígenas, ya
que había comprobado que la ausencia de las mujeres por periodos largos, alejadas de sus
maridos, ellas buscaban amantes y dejaban a los hijos botados.
Las mujeres que menos sufrían eran las que trabajaban en las casas, por ejemplo de tortilleras
y nodrizas. A menudo sus hijos eran abandonados y si no, éstos no escapaban al trabajo
forzoso para el dueño de la casa. Uno de los trabajos más duros y nocivo para las mujeres era
en la preparación de tinturas, como el índigo o añil. Sin embargo, el trabajo esclavo, forzoso y
naborías, había existido en mesoamérica antes de la llegada de los españoles. En la época
prehispánica existía una sociedad estratificada en la que una aristocracia nativa disfrutaba de
un estatus alto, privilegiado a expensas de otra, los mansehuales y esclavos. Se puede suponer
que en la época prehispánica, las exigencias eran moderadas y los niveles de tolerancia bien
superiores a lo que los españoles implantaron. También sufrieron estas sociedades muchas
menos dislocaciones sociales y familiares que durante la conquista y colonia ; pero como aun
no se conoce bien la estructura social prehispánica, por ahora esas son suposiciones.
Lo que se puede fácilmente comprobar es que a partir de los año 1550, es decir después de 2
generaciones, la condición de los indígenas había mejorado. Si en la priméras dos
generaciones son los encomenderos los más crueles y abusivos para con los indígenas,
después serán los funcionarios quienes abusarán de ellos : como burócratas, sacerdotes y
políticos.
BIBLIOGRAFÍA
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Económica.
Carrasco, Raphaël, Derozier, Claudette et Molinié-Bertrand, Annie - 1991 Histoire et
civilisation de l’Espagne classique, 1492-1808. Ed. Nathan.
MacleodA, Murdo J., - 1980 Historia socio-económica de la América Central española,
1520-1720. Ed. Piedra
Santa, Guatemala. Molinié-Bertrand, Annie - 1993 Vocabulaire historique de l’Espagne
classique. Ed. Nathan.
Sherman, William L. 1987 - El trabajo forzoso en América Central, siglo XVI, Seminario de
Integración Guatemalteca.
PiñeyiroJuanCarlos.«LaleyendarosaenellaberintodeOctavioPaz».Universidadde
Uppsala.
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Comentarios cinematográficos
La implementación del Estado Español en las Indias ha suscitado excelentes investigaciones y
comentarios sobre la vida cotidiana de los indígenas así como de su cosmologia pero también
de la violencia de aquella época. Igualmente, ha suscitado interes por parte del mundo
audiovisual. Así tenemos ejemplo, la película británica MISION de 1986 dirigida por Roland
Joffé e interpretada por Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally y Aidan Quinn en los
papeles principales, ganadora de varios premios cinematográficos internacionales
El largometraje británico de Roland Joffé tiene como telón de fondo el Tratado de Madrid
(1750), entre España y Portugal, por el que se dirimió momentáneamente la disputa por la
Colonia del Sacramento —en la desembocadura de Río de la Plata— y la lucha entre las
monarquías absolutas europeas y el poder detentado por la Iglesia hasta la época centrado en
la Compañía de Jesús; ésta ejercía gran influencia en los ámbitos cultural, económico y en
alguna medida político, agudizada esta última por la cuestión de su cuarto voto religioso a
favor de la figura del Pontífice. Por entonces observaban, los reyes católicos europeos, la
figura papal más como un príncipe soberano que la de un pastor de almas, con lo que los
jesuitas eran vistos como los representantes de un estado dentro de sus dominios.
La película comienza junto a las Cataratas del Iguazú, donde los misioneros jesuitas intentan
atraer a la fe y la civilización a los indios guaraníes, que vivían en la selva. Tras el
fallecimiento, como mártires, de algunos religiosos de la Compañía, el P. Gabriel (Jeremy
Irons) encabezará la labor pastoral en solitario acompañado de una Biblia y un oboe. Poco a
poco su labor va adquiriendo cuerpo hasta que pasado el tiempo —apoyado por otros
sacerdotes y hermanos jesuitas— logra crear las reducciones o misiones en la zona. Estas
fueron una especie de comunidades autosuficientes donde los indios eran evangelizados —
apartándolos de sus temores paganos— e instruidos en las destrezas técnicas y culturales
europeas en el uso de herramientas para la agricultura, la música, etc. además de protegerlos
de los tratantes de esclavos. Esta última práctica estaba prohibida por las Leyes de Indias
dictadas por los reyes de España, pero, en aquel lugar tan apartado del mundo y con la
sustanciosa compra-venta que hacían los vecinos portugueses de los indios capturados (en
territorio luso sí estaba permitido), las autoridades locales españolas no sólo hacían caso
omiso de la ilegalidad de estas prácticas, sino que se lucraban con ello.
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En el medio de esta labor misional, surge el personaje de un cazador furtivo de indios, el
capitán Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), a quien la traición nacida entre su amante y su
hermano arrastrará a una confrontación fratricida (un duelo) con un resultado mortal. A raíz
de esto, Mendoza sufre una transformación física y psicológica, ya que siente culpa por la
muerte de su hermano y por los indios cazados. Es acogido por la orden jesuita en la ciudad,
no obstante lo cual no logra perdonarse a sí mismo. El padre Gabriel le invita a la
reconciliación con Dios, con los indios guaraníes y consigo al proponerle ir con él a la selva y
ayudar a la labor que llevaban a cabo en una de sus reducciones. El capitán acepta, cargando
voluntariamente con sus armas y bagajes, por un territorio accidentado, hasta donde viven
libremente los guaraníes. Allí es perdonado por estos —que lo reconocen— y liberado
espiritualmente de toda carga pasada. La labor misional va viento en popa, hasta que la
situación geoestratégica internacional nubla aquel paraíso en la tierra. El nuncio de Su
Santidad, cardenal Altamirano (Ray McAnally), es enviado a aquellas tierras para hacer
desaparecer las reducciones jesuitas a través de la vía diplomática y no soliviantar a las
potencias de España y Portugal. La supervivencia de la Compañía está en juego en todo el
orbe católico. A pesar de todo ello, los misioneros le enseñan la magnífica obra realizada —
que en la película es magistralmente elevada al éxtasis con la música de Ennio Morricone—
con el objetivo de hacerle desistir de sus propósitos.
El corazón y la inteligencia, la labor pastoral y las exigencias políticas de la época harán
dudar al nuncio, que, sin embargo, cederá ante las presiones recibidas creyendo, de este
modo, salvar a la Orden y cumplir con su servicio a la Iglesia. Craso error. Años más tarde
estalló la Guerra de los Siete Años (1756–1762), un conflicto armado a escala mundial que se
desarrolló tanto en Europa como en América y Asia. Poco más tarde (1767), la Compañía de
Jesús fue expulsada de todas las posesiones de la Monarquía Hispánica —hecho que ya se
había dado con anterioridad en otros reinos cristianos como los de Portugal o Francia— y que,
en conjunto, fue un desastre para los virreinatos americanos. Al final del largometraje se dará
la lucha que afrontarán ahora los jesuitas de las misiones guaraníes y que será de dos tipos.
Tanto pacífica y espiritual (padre Gabriel), como violenta y mundana (hermano Mendoza),
ante la política de hechos consumados que resultará de la incorporación de aquel hermoso
territorio a la Corona de Portugal, por medio de las armas.
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