S ingularidades de la música sinfónica HOMENAJE A LOS COMPOSITORES JORDI CERVELLÓ GARRIGA JOSEP SOLER SARDÀ SALVADOR PUEYO PONS JOSÉ GARCÍA ROMÁN JOSÉ SUSI LÓPEZ Y A LA EDITORIAL DE MÚSICA BOILEAU BARCELONA 2 DE DICIEMBRE DE 2015, 18:3O H SALA MOMPOU Paseo de Colón, 6 www.sgae.es Singularidades de la música sinfónica HOMENAJE A LOS COMPOSITORES JORDI CERVELLÓ GARRIGA JOSEP SOLER SARDÀ SALVADOR PUEYO PONS JOSÉ GARCÍA ROMÁN JOSÉ SUSI LÓPEZ Y A LA EDITORIAL DE MÚSICA BOILEAU u Presentación por Joan Albert Amargós Consejero de SGAE Laudatio por Javier Pérez Senz Periodista y crítico musical Entrega de placas Audición de obras para violín y piano PROGRAMA Kadin (2011) Nocturns núm. 3-6 (1986) Tres canciones (1996) Jordi Cervelló Garriga Josep Soler Sardà José Susi López Nocturn (2004) Perpetuum Mobile Jordi Cervelló Garriga (1969) Salvador Pueyo Pons Editada por Boileau (Canción Vasca, Atardecer en la Albufera, Bulerías) u Manuel Guillén VIOLÍN Francisco Escoda PIANO BELÉN PÉREZ CASTILLO La Sociedad General de Autores y Editores celebra el acto que hoy nos reúne en honor a cinco ilustres socios, cinco compositores que en este año celebran su ochenta o su setenta aniversario. Aunque alguno de ellos sea reticente a estas celebraciones, Jordi Cervelló, Josep Soler, Salvador Pueyo, José García Román y José Susi merecen este homenaje porque, como ha afirmado con ironía alguno de nuestros protagonistas, se necesita “cierta vocación” para ser músico en España, especialmente en tiempos de crisis económicas y estéticas. Desde que estos creadores iniciaron su trayectoria, ha sido muy diverso el contexto musical español e internacional y muy distintas las expectativas respecto a la actitud artística de un compositor. Tras la auténtica sacudida de las corrientes de vanguardia solo permanecieron en pie los verdaderamente pertrechados con las armas del oficio y una férrea necesidad expresiva. En una paradoja característica de los siglos que nos ha tocado vivir, autores fuera de moda en el pasado se convirtieron en visionarios a la luz de las corrientes plurales y eclécticas vigentes a partir de los años ochenta. Hoy en día, la creación de concierto experimenta una crisis sin precedentes, que hace necesaria la búsqueda de nuevos cauces de difusión. A lo largo de este tiempo, nuestros protagonistas se han mantenido fieles a sí mismos, no ajenos, sino más bien escépticos respecto a las modas. Sus perfiles y sus trayectorias son claramente disímiles pero hay algo que les une: la entrega en su trabajo, la autocrítica y una exigencia impenitente. Las obras de todos ellos han sido interpretadas por los más destacados solistas y formaciones vocales e instrumentales; estos y otros datos son fácilmente localizables en sus curricula, por lo que los obviaremos en el perfil que de sus trayectorias trazaremos a continuación. Lo que es importante subrayar es que su obra constituye una música viva, que es difundida por intérpretes veteranos y noveles. Todos ellos están dejando su impronta en la sociedad en la que viven, y este es el mejor signo de la vitalidad de una producción. Este homenaje está dedicado también a la Editorial de Música Boileau en el centenario de su fundación. Como reconocimiento a su trayectoria internacional en la difusión y promoción de la música sinfónica. 2 3 Belén Pérez Castillo es doctora en Musicología por la Universidad Complutense de Madrid, donde es profesora del Departamento de Musicología. Sus escritos, centrados en la música y los músicos de los siglos xx y xxi, han aparecido en Revista de Musicología, Observatoire Musical Français o Cuadernos de Música Iberoamericana, y han sido publicados por editoriales como Brepols o Ashgate. Organiza desde 2006 los “Diálogos con la creación musical” en la Universidad Complutense, en coordinación con el Centro Nacional de Difusión Musical del INAEM y, desde 2008, colabora con Radio Clásica de Radio Nacional de España. JORDI CERVELLÓ GARRIGA Posiblemente recordemos sin dificultad algún caso en la historia de la música en el que un, en principio, desafortunado accidente, orientó felizmente a un intérprete hacia la creación. Pues bien: estas fueron las circunstancias de uno de los protagonistas de este acto, Jordi Cervelló i Garriga, barcelonés nacido en 1935. Una fractura en su mano izquierda frustró una carrera profesional como violinista, pero a cambio trasladó gran parte de su necesidad comunicativa hacia la composición. El magisterio de Josep María Roma puso las bases indispensables para este nuevo camino, que tuvo a finales de los años sesenta, con obras como la Fantasía concertante para violín y orquesta, sus primeras consecuencias. Desde entonces, Cervelló ha cosechado distintos galardones: el Premio Ciudad de Barcelona 1973, el Primer Premio del Concurso Permanente de Composición del Ministerio de Educación y Ciencia 1976, o la Creu de Sant Jordi y el Premi Nacional de Música de la Generalitat, obtenidos en 2006 y 2010 respectivamente. En cualquier caso, Cervelló no ha dejado de ser un apasionado del violín; de hecho, es un experto en violines antiguos y luthería. Desde 1965, y a través de su labor como profesor de este instrumento —desarrollada en el Conservatorio Profesional de Música de Badalona entre 1982 y 1996—, ha reflexionado sobre la interpretación y la técnica violinística. De su dilatada experiencia y de la voluntad de transmitirla a sus alumnos surgió su tratado Principios fundamentales sobre la técnica general del violín, publicado en 1983. Evidentemente, la afinidad con el instrumento ha repercutido en su catálogo compositivo, que tiene en las cuerdas su medio preferente. Algunas de estas composiciones están inspiradas en el estilo de los estudios o incluso están escritas con una intencionalidad pedagógica clara. En este amplio grupo se encuentran sus Fid’l (1973), virtuosísticas variacio4 nes sobre un tema popular judío, o la Prova di violino (2012), donde extrae la esencia técnica y expresiva del instrumento. En estas obras los intérpretes han encontrado una escritura técnicamente irreprochable y exigente, vehículo de una sustancia musical que seduce tanto a estudiantes como a destacados solistas. Dentro de un catálogo que no ha renunciado a procedimientos de renovación del lenguaje compositivo, pero que se sustenta en la tradición clásico-romántica, el propio Cervelló distingue otras dos grandes categorías: una de ellas conformada por las obras que continúan una tradición basada en la pura sustancia musical, con una preocupación formal más acusada, como el Concierto para violín (2003) o la Sonata a la memoria de Pau Casals (1977), y otras donde predomina un impulso expresivo que surge como respuesta a acontecimientos del mundo que le rodea. Obras sinfónicas como Anna Frank, un símbol (1971), Ybris (2005) o Natura contra natura (2011) son auténticos clamores contra la violencia. Otras —es el caso de Vers l’infinit (1983)— constituyen un espacio para la evasión y la contemplación de un mundo ideal. La vocación comunicativa de Cervelló ha encontrado otro cauce en su faceta ensayística. Crítico del diario El País en los años ochenta, desde 2012 llena de contenido un blog en el que no solo dedica su atención a obras emblemáticas o intérpretes legendarios, sino que es también espacio de denuncia de la corrupción política o el maltrato animal. Esto significa que para el compositor su actividad no es ajena a la sociedad en la que vive. A pesar de ello, hace unos años confesaba: “Recientemente he vivido como enclaustrado. Sólo me ha interesado componer. […] No apesadumbrarme. Ser versátil en la escritura. […] Soy sufridor por naturaleza y poder expresar lo que siento o me preocupa ha sido muy importante para mí. Soy consciente de que ser libre, al menos en parte, tiene su precio”. Sabemos que a Cervelló no le gustan los homenajes, y expresa sus razones de forma clara: “Vivimos en un momento en el que hay demasiada gente que sufre. […] Y lo único que me compensa es poder componer, estar con la familia o ayudar a quien lo pueda necesitar”. Permítanos, maestro, que hoy le contrariemos para transmitirle nuestra afectuosa felicitación. 5 JOSEP SOLER SARDÀ La introspección en el acto de la creación musical, ligado indisolublemente a la reflexión filosófica, constituye un eje fundamental en la poética del compositor Josep Soler i Sardà. Para nuestro autor, “la obra de arte aparece siempre como resultado de una fecundación dolorosa”, pero solo ella “mantiene aquello que el recuerdo corroe día a día y deforma a cada instante”. Por eso su música conserva las primeras experiencias musicales de Vilafranca del Penedés, donde nació en 1935: una velada presencia de los sonidos de su infancia en su Preludi i Danses del Penedès (1996) o el timbre del órgano de la basílica de Vilafranca como punto de partida de su producción organística. A través de René Leibowitz, Soler profundizó especialmente en la música de los compositores de la llamada Escuela de Viena, no solo atraído por su técnica, sino fascinado por su búsqueda trascendente. Pero sin duda fue Cristòfor Taltabull quien, durante un valioso periodo transcurrido entre 1960 y 1964, transmitió a su alumno, junto a los aspectos técnicos y formales de la música, su dimensión ética. Soler se siente parte de una tradición de compositores con los que comparte una entrega absoluta al trabajo de hacer música, que es equivalente a la vida. Su propio estilo, manteniendo una neta personalidad, dialoga con los géneros medievales, Bach o el dramatismo de Alban Berg y Richard Wagner, cuyo Tristán e Isolda alcanza unas conocidas repercusiones en su técnica compositiva. Soler traslada este diálogo a una destacada faceta ensayística; entre sus numerosos títulos, Escritos sobre música y dos poemas, Poesía y teatro del Antiguo Egipto o Música y ética pretenden comunicar, en palabras del profesor Ángel Medina, la necesidad de que “el arte vuelva a adquirir esa capacidad de diálogo con lo trascendente que la sociedad actual parece haber olvidado”. Soler no elude los aspectos negativos de la realidad. Ninguno de los reconocimientos obtenidos —entre ellos el Premio Ciudad de Barcelona, el Óscar Esplá, el de la Ópera de Montecarlo, el Premi Nacional de Música de la Generalitat 2001 o el Premio Nacional de Música 2009— han logrado modificar un intrínseco inconformismo consigo mismo y con el mundo en el que vive, como demuestra su rechazo de la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes debido a su desacuerdo con la política cultural del gobierno. El suyo, sin embargo, no es un pesimismo estéril y así lo demuestra con un ingente catálogo en el que se incluyen más de quince óperas, desde la inicial Agamemnon a la más reciente ópera-ballet El Jardí de les Delícies. Igualmente destacables son sus lieder, misas o cantatas, su música de cámara, sus sinfonías, continuadoras de la dimensión trágica de la producción de Mahler, o sus pasiones, donde una moderación extremada del tiempo permite la contemplación de un dolor que es universal. En esta trayectoria le acompañan sus poetas y pensadores favoritos —Shakespeare, Séneca, Rumi, Verdaguer, Michelangelo y, en especial, Rilke—, en los que el autor encuentra una resonancia de su pensamiento. Escéptico respecto al sitio que pueda encontrar su música en la sociedad y la comunicación que aquella pueda establecer entre el autor y el público, Soler opina que “la gran tragedia del ser humano es que la experiencia no se puede transmitir”. No obstante, sí ha aceptado comunicar ciertos “conocimientos objetivos” a través de su labor como docente en el Conservatorio Municipal de Música de Barcelona y como profesor y director del Conservatorio Profesional de Música de Badalona. A sus alumnos les ha recomendado curiosidad, trabajo y riesgo, y les ha trasladado ese sentido ético casi indiscernible del estético. Jóvenes músicos han sido los responsables del estreno de sus Variaciones sobre un tema de Debussy (2006) o El misteri de Sant Francesc. La impresión profunda, perdurable, maestro Soler, está asegurada. Felicidades. 6 7 SALVADOR PUEYO PONS Salvador Pueyo, compositor de obras para piano, órgano, música de cámara, sinfónica, oratorio, ballet y ópera, nació en Barcelona en 1935, pero de muy pequeño se trasladó a Berga en donde inició sus estudios musicales. De vuelta a Barcelona cursó los estudios oficiales de piano, folklore, dirección de orquesta, composición e instrumentación en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, siendo director del centro Joaquín Zamacois, al finalizarlos obtuvo, por oposición y con unanimidad del Jurado, el Premio Extraordinario de Composición, con su obra sinfónica Antítesis. Becado por la Fundación Juan March, amplió estudios sobre música contemporánea en la École Normale de Musique de París, y paralelamente siguió cursos de música electrónica bajo la dirección de Pierre Schaeffer. Iniciaremos un pequeño resumen de la actividad compositiva con clara proyección internacional de Salvador Pueyo con la obra sinfónica Abstraccions, obra con la que obtiene el Premi Ciutat de Barcelona en 1964. En 1968 escribe la obra Vespres de Sant Pere, encargada por l’Abadia de Montserrat para el Encuentro Internacional de Compositores. En 1977 se estrena su obra Simfonia barroca, obra para orquesta de cuerda, que en palabras del propio compositor “se propuso expresar a través de otros sonidos la sensación que me causaba la música del barroco tardío, Bach, Händel”. Desde entonces se ha interpretado en más de trescientas ocasiones de la mano de orquestras y directores internacionales (Yehudi Menuhin, Uwe Mund, A. Ros Marbà, Daniel Tosi, Evelio Theles, y un largo etc.). En octubre de 1992 se estrena el ballet Yerma en el Gran Teatre del Liceu por la compañía Tanz-Forum del Teatro de la Ópera de Colonia y a lo largo de 1993 se representó en dicho teatro alemán. 8 Entre 1986 y 1987 el ciclo de canciones para voz y orquesta Cap al meu silenci, canciones que la soprano ha interpretado en diversos auditorios internacionales estrenando dos de ellas en el Carniegge Hall de Nueva York. A continuación empieza a trabajar en la ópera Terra Baixa, basada en la obra d’Ángel Guimerà, de la cual la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu estrenó en el Palau de la Música Catalana el movimiento sinfónico Marta extraído de la ópera. Alejándose de la influencia del lenguaje operístico escribió Morta fiamma (encargo de la ciudad de Copenhague con motivo de ser capital cultural europea el año 1996) y Simfonia Concertant, estrenada en 1999 en la Havana por la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba y con el violinista Evelio Tieles como solista. Exclamaciones, oratorio para orquesta sinfónica, coro y soprano solista, sobre texto de Santa Teresa de Jesús, le fue encargado desde Roma, con motivo del Jubileo del año 2000. La Orquesta Sinfónica del Vallès y la soprano Elena Copons, dirigidos por Manel Valdivieso, lo estrenaron, en 2005, en el Auditorio del Centre Cultural de Terrassa. Terminaremos este breve repaso con dos encargos más recientes: En 2008, la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, dirigida por Manel Valdivieso, estrenó Simfonia, obra encargada por la propia orquestra y en 2011, la Banda Municipal de Barcelona, dirigida por Salvador Brotons, estrenó Percepció (movimento sinfónico para Banda), que fue un encargo de la propia Banda con motivo de su 125 aniversario. A parte de su actividad compositiva, Salvador Pueyo desarrolló su faceta pedagógica como Catedrático de Composición e Instrumentación del Conservatorio Superior de Música del Liceu de Barcelona. Durante años se ha ocupado profesionalmente de la dirección artística y técnica en grabaciones discográficas, colaborando con solistas, agrupaciones de cámara y orquestas de diferentes nacionalidades y ha efectuado orquestaciones de canciones napolitanas, para grabaciones discográficas del tenor italiano Carlo Bengonzi y del tenor catalán Jaume Aragall. Nuestras felicitaciones sinceras por su trayectoria y su obra maestro. 9 JOSÉ GARCÍA ROMÁN La presencia de elementos éticos y, en especial, teológicos y filosóficos, es también una constante en la obra de nuestro siguiente protagonista: José García Román nacido en 1945. Ese carácter “granadino trascendente” que el crítico Enrique Franco atribuyó a su música encontró sus fundamentos en las enseñanzas de su maestro Juan-Alfonso García; con él entronca en el linaje de Valentín Ruiz-Aznar y Manuel de Falla, una filiación que determina sus primeros títulos. Pronto su lenguaje compositivo pasó a asimilar las aportaciones de la denominada vanguardia, especialmente a raíz de su viaje a Darmstadt en 1978. Su obra Elocuencias, premio Arpa de Plata 1979, daba ya muestras de esta influencia con su ampliación de las posibilidades instrumentales. En un proceso de permanente exigencia, a comienzos de los años ochenta su lenguaje se encaminó hacia el uso de procedimientos texturales y tímbricos perceptibles en obras como Panta rei (1981) y que continúan siendo una constante en su catálogo. Lo que nuestro autor se propone es contar con los elementos necesarios para consolidar una música esencialmente expresiva, que desde los años noventa se ha orientado hacia un lenguaje integrador, personal y a la vez constantemente renovado. En ese propósito expresivo, la voz ha sido uno de los materiales más estimulantes para García Román, desde aspectos muy diferentes, tanto desde la vocación escénica y dramática concretada en su ópera El bosque de Diana (1990) como desde las propuestas más especulativas de La saeta (1979) y O tempora (premio Arpa de Plata 1980). Por fin, su vasta experiencia como director de coro ha dado lugar no solo a ambiciosas obras corales que demandan una técnica intachable, como Berakot (1983), sino también a piezas corales tonales independientes de su evolución estética, asequibles para los cantantes y de gran efectividad, obras que son interpretadas por agrupaciones cora10 les españolas. Destacamos las obras sinfónico corales Stabat Mater (1974), Te Deum (1975) Miserere (1975), Psamus XXII (2008). De entre su música instrumental sinfónica y sinfónico-coral reciente sobresale el ciclo —aún en proceso de creación— De Civitate, siete obras para orquesta y coro y orquesta y cuatro para conjunto en torno a ciudades reales e imaginadas, un impulso que permite al autor “la expresión de un complejo universo de sentimientos, impresiones y sensaciones”, en palabras del musicólogo Yvan Nommick. Para conseguirlo, es frecuente que García Román acuda al protagonismo de la percusión o el empleo de la espacialidad, elementos que se dan cita en su Requiem (2006), una impactante obra compuesta para más de doscientos intérpretes, fruto de la colaboración entre los festivales de Granada y Santander. No hay que olvidar la especial relación de García Román con esta tierra y el hecho de que es el autor de la versión para orquesta del Himno de Cantabria. Es, no obstante, en su ciudad de Granada donde ha establecido los vínculos más profundos, a través de su labor como director de la Real Academia de Bellas Artes o de la relación con su Festival y su Orquesta. Los numerosos galardones recibidos —entre ellos el Premio Andalucía de Cultura, el Daniel Montorio de la SGAE, el Premio Nacional de Música o los nombramientos como Chevalier dans l’Ordre des Palmes Académiques y Chevalier des Arts et des Lettres por el Gobierno de la República Francesa— reconocen no solo sus aportaciones musicales, sino también su compromiso ético, cuya contrapartida estética se encuentra en la perenne exigencia y el inconformismo ante su lenguaje. Así, dice García Román, parafraseando a Carpentier: “Cada día que pasa, ‘ese músico que casi no llevo dentro’ parece obsesionado en seguir dictándome nuevos principios —en el fondo los de siempre— que naturalmente nada tienen que ver con lo del ‘se lleva’, porque se siente más conscientemente libre en la ciudad de los sonidos donde […] gobierna de la mano del instinto y de la sensibilidad bajo el control de las propias normas y preceptos”. Nuestras sinceras felicitaciones por su carrera y su ejemplo, maestro. 11 JOSÉ SUSI LÓPEZ Y llegamos al cuarto protagonista de este acto: José Susi López, nacido en Martos en 1945, músico de tradición familiar, formado con su padre, clarinetista de la Banda Municipal de Jaén, y con José Sapena, director de dicha banda, pero que aportó pronto a estas raíces una vocación cosmopolita por las músicas que procedían de otros continentes. Tras continuar sus estudios en el Conservatorio Superior de Música de Madrid emprenderá una fructífera trayectoria como intérprete de jazz dentro y fuera de España, en contacto con los principales referentes en este género. Susi ha sido uno de esos músicos de oficio intachable imprescindibles como arreglistas en las producciones discográficas, las actuaciones en directo y en televisión. En este campo, su currículum señala más de treinta Lps, siendo además autor de unos doscientos cincuenta temas comerciales o pop. Como en el caso de los autores citados, este músico inquieto buscó perfeccionar su lenguaje en un proceso de búsqueda, ampliando sus estudios hacia la tradición de la música de concierto y formándose en otras disciplinas, como la Composición y la Dirección de Orquesta. De finales de los años ochenta son los primeros reconocimientos de una trayectoria compositiva que cuenta ya con más de un centenar de partituras, y que abarca la música de cámara, las piezas corales o la música para orquesta. Obras como la Sonata flamenca para saxo y piano, la orientalista Aromas de la Alhambra o los Aires gallegos para orquesta de cámara encuentran el reconocimiento no solo del público, sino, en especial, de los jóvenes intérpretes, cómodos con una música de factura impecable y afín a su sensibilidad, porque traspasa los límites entre los géneros. Pero el terreno favorito de José Susi es el de la banda sinfónica. Desde 2003, año en que compuso Epopeyas valencianas, obra obligada del Certamen Internacional de Bandas de Valencia, se ha convertido en el autor más fecundo en la composición para este género. Las bandas sinfónicas españolas incluyen asiduamente en su repertorio la música de Susi, cuyo lenguaje integra con enorme facilidad estilos diversos, propiciando desenvueltas fusiones con el mambo, la bossa nova, el swing o el jazz. Entre las distinciones obtenidas se encuentra el Premio del Concurso de Composición de la ASE 1991, el de Composición Musical “Virgen de la Almudena” 2002 o el Premio Maestro Villa del Ayuntamiento de Madrid. Se da el caso de que Susi gana tantas veces este galardón —con sus obras Fantasía sobre cuatro sonidos, Espacios abiertos, True Type Concert y Megagem— que el certamen debió cambiar sus bases para que solo se pudiera obtener una vez. Su prestigio en este terreno hace que sea requerido en cursos y jurados de certámenes de bandas y concursos de composición, y que sus obras sean escogidas como piezas obligadas en estos encuentros; es el caso de Andalucía (Suite nº2), elegida como tal en el Certamen Internacional de Bandas de Música de Valencia en 2014. José Susi ha logrado conectar con distintos colectivos de la sociedad actual, tanto a través de las agrupaciones surgidas de su iniciativa —el Cuarteto Albéniz, la Banda de Música de Colmenar Viejo (Madrid) o la Orquesta de Cámara de Latina “Joaquín Turina”— como por su labor al frente de la Banda Sinfónica del Cuerpo Nacional de Policía del Ministerio del Interior desde 1994 hasta 2010, que le ha hecho merecedor de la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco y con distintivo rojo, tan solo uno de los numerosos reconocimientos a los que unimos, maestro Susi, afectuosamente el nuestro. 12 13 EDITORIAL BOILEAU Este homenaje está dedicado también en el centenario de su fundación a una de las editoriales de más sólida trayectoria en nuestro país: la Editorial Boileau. Sus orígenes se remontan a 1904, cuando Alessio Boileau Bernasconi instaló su Taller de grabado y estampación de música en la calle Provença de Barcelona, pero fue en 1913 cuando, con el nombre ya de Editorial de Música Boileau, dio inicio a la edición y publicación de obras musicales clásicas y religiosas. Durante estos más de cien años de vida, la editorial ha publicado aproximadamente unos 3800 títulos entre partituras, libros y discos compactos. El grueso más grande de producción aún son las partituras en todas sus variedades —partitura general, reducciones para piano o para canto y piano, copla, etc. Un importante conjunto de estas se conserva en la Biblioteca de Cataluña y otro en la Biblioteca del Congreso de EEUU. Las ediciones dedicadas a la enseñanza de la música han tenido desde siempre un papel predominante en la producción. Parte del éxito de Boileau se debe a que en un momento determinado pudieron cubrir el vacío en cuanto a material pedagógico. Durante años ha satisfecho casi exclusivamente las necesidades pedagógicas de conservatorios y escuelas de música y hoy lo sigue haciendo con la vista puesta en las corrientes pedagógicas actuales y los nuevos lenguajes. Asimismo, su apartado de libros especializados es cada vez más extenso, dando también respuesta a los intereses de músicos profesionales. Dentro de su catálogo se encuentran obras de diversos lenguajes y estilos, ya sean del repertorio sinfónico como para otras formaciones, y que engloba la reconocida colección de Música del siglo xx y xxi. Boileau se enorgullece de haber dado preferencia a la calidad compositiva y pedagógica en la elección de las obras de nuestros autores, sin prejuzgar su fama o reconocimiento, facilitando sus conocimientos editoriales para que el resultado final llegue en las mejores condiciones. De ahí la alta calidad en la presentación de sus ediciones, reconocida de forma unánime. En la actualidad intenta recuperar las obras de autores catalanes del siglo pasado que a causa de la guerra o postguerra o por la poca tradición musical de España, no pudieron ser editadas. La recuperación de la obra compositiva de brillantes intérpretes como Pau Casals, Joaquín Malats o Alicia de Larrocha, la publicación de todo el material inédito del compositor Frederic Mompou o la obra Iberia de Isaac Albéniz revisada y comentada por el pianista Albert Nieto, son algunos de los proyectos más recientes. La relación comercial y personal con las empresas extranjeras del sector viene de lejos y esto ha posibilitado que la proyección de Boileau crezca cada día en Francia, Alemania y EEUU. Como una empresa que hace país y procura contribuir a la difusión de nuestra música en todo el mundo. Enhorabuena por este fructífero recorrido que deseamos se prolongue muchos años más. 14 15 MANUEL GUILLÉN VIOLÍN Considerado como un gran impulsor, conocedor y especialista de la música española para violín. Su gran actividad concertística le ha llevado a actuar en recitales, conciertos de cámara y como solista en América, gran parte de Europa y Asía. Tiene grabados más de veinte cd’s entre ellos cabe destacar, las integrales de las obras para violín y piano de Joaquín Nín, Joaquín Turína y Jesús de Monasterio, además como ganador del Premio Nacional “P. de Sarasate” tiene un cd con obras representativas de P. de Sarasate. Muy involucrado con la música actual de nuestros compositores tiene estrenadas más de 50 obras para violín solo y 13 conciertos para violín y orquesta. En España ha sido concertino entre otras de la Orquesta de Radio Televisión Española y durante más de 10 años con la Orquesta de Cámara Reina Sofía. Paralelamente a su actividad como intérprete realiza una intensa labor pedagógica, ocupando en la actualidad, una de las cátedras de Violín del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y es profesor de violín de la Facultad de Música de la Universidad Alfonso X “El Sabio”, además imparte regularmente cursos y clases magistrales en diversas localidades españolas y extranjeras. Toca con un Violín T. Carcassi fechado en 1767. FRANCISCO ESCODA PIANO Pianista y pedagogo. Ha ofrecido recitales por toda España, en Francia, Italia, Holanda, Alemania, República Checa, Túnez y México. En el ámbito de la Música de Cámara, forma parte del Trío Musicalis (Grupo Residente del Círculo Valenciano de Madrid y Grupo Patrocinado por la Revista “Música y Educación”, formado por maestros de la Orquesta Nacional de España), con quien ha tocado en Europa y América y con quien ha estrenado decenas de obras de autores contemporáneos. Su estrecha colaboración con el gran compositor Luis de Pablo le lleva a preparar su obra integral para piano, dándola a conocer en importantes salas. Colabora activamente con la Agrupación Sax-Ensemble (Premio Nacional de Música), en la participación en conciertos, estreno de obras y grabación de CD. Compagina su actividad concertista con la docencia en el Conservatorio Superior de Música de Alicante. 16 www.sgae.es