Amicus Curiae Alberto Fujimori

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Bogotá 18 de agosto del 2008
HONORABLES MAGISTRADOS
Corte Suprema de Justicia del Perú
El Grupo de Acciones Públicas de la Universidad del Rosario (Bogotá, Colombia),
haciendo uso del derecho al acceso a la justicia y a la participación democrática, y
teniendo en cuenta el carácter cardinal de los derechos humanos y que al implicado no
se le vulnera su derecho a la defensa, presentamos el siguiente escrito de adhesión al
amicus curiae presentado por la Clínica Jurídica de acciones de Interés Público de de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, para que sea tenido en cuenta al proferir
sentencia, con la finalidad de contribuir a dilucidar el principal problema formulado por
la Acusación Fiscal: La imputación de responsabilidad a Jefe de Estado,
específicamente al ex presidente de la República del Perú Alberto Fujimori, por los
delitos de homicidio calificado en los casos Barrios Altos y la Cantuta.
Las razones jurídicas por las cuales consideramos se debe declarar penalmente
responsable al señor Alberto Fujimori son las siguientes:
En un Estado democrático de Derecho como el Peruano ningún delito puede quedar
impune, y mucho menos delitos graves perpetrados por un jefe de Estado, como era el
ex presidente Fujimori. Conforme a su forma de gobierno y a sus políticas, se
cometieron crímenes atroces, desconociendo y vulnerando los derechos humanos de las
personas; derechos reconocidos por tratados internacionales, como la Convención
Americana de Derechos Humanos.
La Constitución Política del Perú, coherente con las tesis individualistas de Locke,
propone al estado como un servidor de la realización individual (artículos 1ero y 2do,
siendo estos criterios de legitimidad del ordenamiento jurídico, que configura el
ordenamiento político, por lo que este debe permanecer en sintonía con el principio de
legalidad y el de constitucionalidad). Por lo tanto, sustancialmente, los objetivos
2
trazados por el Perú en su Constitución Política, no discrepan de los supranacionales de
la Convención Interamericana.
Recordemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en los casos de
“Barrios Altos vs Perú” y “La Cantuta vs Perú”, encontró al Estado Peruano
Responsable por la violación de varios derechos humanos como la vida, y ordenó al
Estado adoptar todas las mediadas e investigaciones necesarias para encontrar a los
responsables de estos crímenes atroces en consonancia con sus fallos. Cabe recordar en
este punto que los tribunales especiales (Núremberg, Bosnia, Ruanda), y recientemente
la Corte Penal Internacional, han servido para juzgar mayoritariamente crímenes de
estado, en los cuales la conjunción de los órganos de poder en un solo mando, impiden
condenas a los perpetradores de delitos de lesa humanidad (desaparición, torturas), tanto
es así, que el artículo 17 numeral 2do del Estatuto de la Corte Penal Internacional,
establece que si a una persona se le juzga a nivel interno para escapar de un juicio
internacional, la Corte Penal Internacional no pierde su competencia.
Responsabilidad de Fujimori
En el contexto en que se dieron los crímenes reconocidos y fallados por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos encontramos que al gobierno de Fujimori se le
dotó de facultades extraordinarias para restablecer el orden público, y de esta manera
lograr la paz.
Dichas facultades por parte de Fujimori fueron utilizadas para cumplir dos misiones
como bien lo estableció la fiscal del caso: “uno el oficial, esto es, el visible y
convencional, lo que se decía en los discurso oficiales, en los mensajes y documentos
públicos, etc.,al cual respondía obviamente una estructura militar y legal, en el que cada
organismo del Estado tenía un rol y una función que asumir para combatir el terrorismo,
lo que correspondía a nuestro marco constitucional y legal; el otro el secreto y
clandestino desvinculado del derecho, que consiste en lo que se conoce como guerra
de baja intensidad, que en rigor buscaba la eliminación física de presuntos
subversivos, sin ninguna intervención de los órganos especializados de la policía, el
ministerio público, ni el poder judicial, etc., es aquí donde desarrolló sus
actividades el grupo de exterminio denominado “COLINA”, integrados por
3
miembros del ejército peruano, que entre otros hechos perpetró los crímenes de “
Barrios Altos” y la “Cantuta.”1 ( Subrayado y negrilla por fuera del texto original).
La Corte ha establecido que el poder ejercido por un Estado parte de esta convención,
no puede ejercitarse de manera ilimitada por que estaría desconociendo la dignidad
humana, y si bien es cierto el Estado tiene que adoptar todas las medidas necesarias para
garantizar la seguridad de sus ciudadanos, esto debe hacerse de manera proporcional
para no desconocer los derechos humanos.
Dijo la Corte Interamericana de Derechos Humanos:
“154.Está más allá de toda duda que el Estado tiene el derecho y el deber de garantizar
su propia seguridad. Tampoco puede discutirse que toda sociedad padece por las
infracciones a su orden jurídico. Pero, por graves que puedan ser ciertas acciones y
por culpables que puedan ser los reos de determinados delitos, no cabe admitir que el
poder pueda ejercerse sin límite alguno o que el Estado pueda valerse de cualquier
procedimiento para alcanzar sus objetivos, sin sujeción al derecho o a la moral.
Ninguna actividad del Estado puede fundarse sobre el desprecio a la dignidad
humana.”2 (Subrayado y negrilla por fuera del texto original).
Por lo tanto en el caso concreto es claro que el Estado responde internacionalmente al
ejercer sus poderes de manera ilimitada desconociendo los derechos humanos y la
dignidad humana.
Como dice la fiscal designada para acusar al señor Fujimori, este utilizó el poder de
manera desproporcionada sin contar con la previa autorización de ninguna autoridad
legal para ello, vulnerando la vida de varias personas, sin que se les hubiera garantizado
el derecho fundamental al debido proceso y a la asistencia de un abogado; todo lo
contrario, de manera arbitraria el señor Fujimori y sus dependientes, le quitaron la vida
de manera arbitraria y clandestina (utilizaron armas con silenciadores).
Una vez demostrada la responsabilidad del Estado Peruano por la violación de la
Convención Americana de Derechos Humanos, en los hechos anteriormente expuestos,
se tiene que analizar la responsabilidad de los individuos.
1
Fuente Internet: http://www.pj.gob.pe/CorteSuprema/spe/Documentos/dictamen_22752007_1FSP_MPFN_091107.pdf.
2
Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso “ Velásquez Rodríguez vs Honduras “
4
Responsabilidad Penal de Fujimori
Con respecto a este punto la Corte Interamericana establece que en casos de
responsabilidad internacional del Estado, la corte no puede condenar a los individuos
investigados por el derecho interno, sino únicamente al Estado cuando este desconoce la
Convención Americana de Derechos Humanos.
Dijo la Corte: “[e]n lo que concierne a los derechos humanos protegidos por la
Convención, la competencia de los órganos establecidos por ella se refiere
exclusivamente a la responsabilidad internacional del Estado y no a la de los individuos
(Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias de la
Convención (arts. 1 y 2 Convención Americana sobre Derechos Humanos), Opinión
Consultiva OC-14/94 del 9 de diciembre de 1994. Serie A No. 14, párr. 56).”3
Así las cosas, siendo la Corte Suprema de Justicia del Perú la competente para juzgar de
manera individual al ex presidente Fujimori, se debe acudir al ordenamiento jurídico
interno en consonancia con los convenios sobre Derechos Humanos ratificados por el
Perú.
En el Código Penal del Perú, encontramos la figura jurídica de la autoría mediata
cuando el autor para cometer el hecho punible se vale de otra u otras personas
denominadas “el instrumento”.
La diferencia entre la autoria inmediata6 y la mediata reside exclusivamente en que en la
segunda se requiere del instrumento para cometer la conducta punible. El ejemplo
clásico de la doctrina es el siguiente: A vierte veneno en el café de B, para matar a C,
evidentemente B es el instrumento para que A pueda matar a C.
Existen serios indicios de que en el caso de Fujimori se presentó la autoría mediata,
pero una especial: la “autoría mediata por dominio de organización” en la que se parte
3
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso “Caballero Delgado y Santana vs Colombia”,
Consideración N° 60.
6
En el derecho penal se parte de la base de que es autor quien comete por sí mismo el hecho punible, ej:
cuando A tiene la intención de matar a B. ( Autoría inmediata).
5
de una pluralidad de personas en donde existe una división jerárquica vertical que
cuenta con un líder o jefe denominado en la dogmática penal el hombre de atrás, quien
es el que tiene el “dominio del hecho” figura elaborada por Welsel y desarrollada
después por el profesor Roxin.
Por otro lado fue el profesor Roxin quien elaboró esta nueva modalidad de autoría
mediata denominada “teoría mediata de dominio de organización.” Con respecto al
dominio del hecho elemento esencial para que se configure la autoría mediata, dice el
profesor Santiago Mir Puig: “La teoría del dominio del hecho constituye la opinión
dominante en la doctrina actual. Tiene su origen en el finalismo y en su tesis de que en
los delitos dolosos es autor quien domina finalmente la ejecución del hecho, del
mismo modo que ve lo decisivo de la acción en el control final del hecho.”4
(Subrayado y negrilla por fuera del texto original).
Sigue diciendo Mir Puig: “ ¿Qué consecuencias concretas tiene la teoría del dominio del
hecho? Para Jescheck, las siguientes: 1) siempre es autor quien ejecuta por su propia
mano todos los elementos del tipo; 2) es autor quien ejecuta el hecho utilizando a
otro como instrumento ( autoría mediata); 3) es autor el coautor, que realiza una
parte necesaria de la ejecución del plan global (dominio funcional del hecho).”5
(Subrayado y negrilla por fuera del texto original).
Como nos podemos dar cuenta es autor quien tiene el dominio del hecho, que no es más
que tener el control de la ejecución del hecho. En el caso que nos ocupa, con
fundamento en los hechos anteriormente expuestos, existen serios indicios de que
Alberto Fujimori fue el autor mediato en la perpetración de estos crímenes atroces
contra la vida de muchas personas inocentes, y de ejecutar estos hechos punibles.
Por otro lado la conducta de el señor Fujimori también es típica y se adecua al tipo
penal de homicidio calificado, toda vez que también existen indicios de que obró con
dolo al tener toda la intención y el conocimiento de llevar a cabo estos homicidios, a
través de su aparato organizador con las facultades extraordinarias que se le dieron, si
bien es cierto, y este es el punto central, el señor Fujimori no obró de manera directa
4
5
Santiago Mir Puig, Derecho penal parte general, Séptima Edición, Edit BdeF. Págs. 372.
ibidem, Pág 372.
6
sino que lo hizo a través de su “aparato de poder” que no eran más que las fuerzas
militares quienes se encontraban subordinadas a las decisiones asumidas por él.
Para que se configure esta autoría mediata especial se requiere en palabras del profesor
Roxin, la existencia de un poder organizado con una estructura jerárquica, la existencia
de un numero plural de personas, el control de la ejecución del hecho en el poder
organizado por parte del hombre de atrás, y el intercambio o sustitución de los hombres
de adelante, es decir los ejecutores, ya que para Roxin a pesar de que el hombre de atrás
se encuentra muy alejado de las víctimas responde penalmente, independientemente de
que los “hombres de adelante” se vayan de la organización y se sustituyan por otros.
Como nos podemos dar cuenta y teniendo como fundamento el fallo de la Corte
Interamericana de Derechos humanos en el caso Concreto de “Barrios Altos” en el que
se declaró internacionalmente responsable al Estado Peruano por la violación de los
derechos humanos. En este se demostró que en el Perú se dio una práctica simultánea de
homicidios, y se estableció que fue el gobierno peruano en cabeza de su presidente el
señor Alberto Fujimori.
En el caso que nos ocupa existen serios indicios como se dijo, de que el señor Fujimori
creo una organización de poder para llevar a cabo estos crímenes atroces, que dicha
organización estuvo conformado por un grupo plural de personas que estaban bajo la
vigilancia y control del señor Fujimori, quien ostentó la calidad del hombre de atrás y
por lo tanto poseía el dominio del hecho, para que se llevara a cabo los homicidios.
Si bien es cierto, como se dijo, quienes ejecutaron los homicidios fueron sus
subalternos, él es responsable por tener el dominio del hecho, al tener el control de las
circunstancias del caso.
La política criminal y la autoamnistía
El 14 de junio de 1995, se sancionó la Ley Nº 26479 bajo las siguientes circunstancias:
“El proyecto de ley no fue anunciado públicamente ni debatido, sino que fue aprobado
tan pronto como fue presentado, en las primeras horas del 14 de junio de 1995. La Ley
fue promulgada de inmediato por el Presidente y entró en vigor el 15 de junio de 1995”
7
7
. Con esta ley, se le otorgaba amnistía a “militares, policías, y también a civiles, que
hubieran cometido, entre 1980 y 1995, violaciones a los derechos humanos o
participado en esas violaciones”8.
Mediante la Ley Nº 26492, “que estaba dirigida a interferir con las actuaciones
judiciales del caso Barrios Altos”. Dicha ley declaró que la amnistía no era “revisable”
en sede judicial y que era de obligatoria aplicación.”9.
Estas leyes buscaban que no se pudiera juzgar a cualquier tipo de autoridad (incluso la
presidencial), por toda una generación de crímenes (probablemente la redacción
temporalmente amable no es más que una distracción, teniendo en cuenta el régimen
peruano de prescripción). La Corte Interamericana, considera esto clave para demostrar
el contubernio institucional liderado por Fujimori, en lo que denomina “autoamnistía”.
En el voto concurrente del juez A. A. Cançado Trindade, para el fallo de “Barrios Altos
vs Perú” se dice: “Las llamadas autoamnistías son, en suma, una afrenta inadmisible al
derecho a la verdad y al derecho a la justicia (empezando por el propio acceso a la
justicia)10. Son ellas manifiestamente incompatibles con las obligaciones generales indisociables - de los Estados Partes en la Convención Americana de respetar y
garantizar los derechos humanos por ella protegidos, asegurando el libre y pleno
ejercicio de los mismos (en los términos del artículo1(1) de la Convención), así como de
adecuar su derecho interno a la normativa internacional de protección (en los términos
del artículo 2 de la Convención). Además, afectan los derechos protegidos por la
Convención, en particular los derechos a las garantías judiciales (artículo 8) y a la
protección judicial (artículo 25).”11.
De esto el juez Cançado Trindade deduce: “Fue un crimen de Estado, que involucró,
con animus agressionis, una cadena de comando, compuesta por numerosos agentes
6
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso “Barrios Altos vs Perú”, Hecho i).
Ibídem, Hecho i).
9
Ibídem, Hecho m).
10
Cf. el Voto Razonado Conjunto de los Jueces A.A. Cançado Trindade y A. Abreu Burelli, en el caso
Loayza Tamayo (Reparaciones, Sentencia del 27.11.1998), Serie C, n. 42, párrs. 2-4; y cf. L. Joinet
(rapporteur), La Cuestión de la Impunidad de los Autores de Violaciones de los Derechos Humanos
(Derechos Civiles y Políticos) - Informe Final, ONU/Comisión de Derechos Humanos, doc.
E/CN.4/Sub.2/1997/20, de 26.06.1997, pp. 1-34.
7
11
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso “Barrios Altos vs Perú”, voto concurrente del juez
A. A. Cançado Trindade.
8
del poder público (de los distintos poderes del Estado), desde el Presidente de la
República hasta los perpetradores de las ejecuciones extrajudiciales y demás
violaciones de los derechos humanos.”12.
Y tiene razón, sobre todo teniendo en cuenta la especificidad de la segunda ley, la cual
refería exclusivamente a la amnistía de los perpetradores de los crímenes de Barrios Altos.
Aquí podemos encontrar otro indicio de la organización criminal.
Con base en lo anterior el Grupo de Acciones Públicas ( GAP) de la Universidad del
Rosario ( Colombia), solicita a la Honorable Corte Suprema del Perú que al momento
de proferir sentencia en contra de Fujimori, tenga en cuenta el presente escrito de
adhesión al amicus curiae presentado por la Clínica de Interés Publico de la
Universidad del Perú, dado que el Grupo de Acciones Públicas interesado en velar por
la protección de los derechos de las personas, considera que este tipo de delitos y de
violaciones graves de los Derechos Humanos no pueden quedar impunes.
Respetuosamente,
ALVARO JOSE CADAVID JIMÉNEZ
C.C 1.020.716.574 de Bogotá
Miembro Activo del Grupo de Acciones Públicas (GAP)
Universidad del Rosario
HERNAN ANTONIO PANESSO MERCADO
C.C 80875593
Miembro Activo del Grupo de Acciones Públicas (GAP)
Universidad del Rosario
12
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso “La Cantuta vs Perú”, voto concurrente del juez A.
A. Cançado Trindade.
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