Articulo cientifico_B LG Baptiste

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Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica
Principal (EEP) como instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el
caso del Macizo de Rabanal (Colombia)1
Brigitte LG Baptiste2, Liliana Mosquera3, Adriana Sinning4 y Diana Ardila5.
Summary
Land use planning with sound biodiversity considerations is one of the priorities in the
Colombian mountains, because the critical levels of ecosystems’ transformations over them.
Páramos, the highest mountain environments of Equatorial Andes, are one of the most
important providers of ecosystem services to adjacent lands, and are perceived as paramount for
the hydrologic regulation of the main basins of the country. Despite the institutional efforts to
protect them, páramos are subject to increasing economic pressure from agriculture, mining and
infrastructure development, threatening their biodiversity and the provision of those services.
Designing “main ecological structures” in specific territorial settings has been a recent proposal
adopted by authorities to avoid environmental damage. This paper suggest ways to design, test
and adjust such kind of ecological networks by the use of a “self designed rol game” to identify
the settings for the build up and assessment of an ecological structure in two small municipalities
in Colombia, usiing the idea of biocapacity.
Key words: ecological networks, environmental participatory planning, biocapacity
assessment, ecosystem services, landscape planning.
Resumen
La planificación del uso de la tierra con énfasis específico en la biodiversidad es una prioridad
para los Andes de Colombia, debido al nivel crítico de transformaciones ecosistémicas que se
presentan en ellos. Los páramos, los ambientes más altos de las montañas ecuatoriales, son uno
de los mayores proveedores de servicios ecosistémicos a las tierras adyacentes, y son percibidos
como fundamentales para la regulación hidrológica de las grandes cuencas del país. Pese a los
esfuerzos institucionales para protegerlos, los páramos están sujetos a presiones económicas
crecientes por parte de la agricultura, la minería y el desarrollo de infraestructura, los cuales
amenazan su biodiversidad y la provisión de estos servicios. Diseñar “estructuras ecológicas
principales” en contextos territoriales específicos es una de las propuestas más recientes adoptada
por las autoridades para contrarrestar el daño ambiental. Este documento sugiere caminos para
diseñar, probar y ajustar el desempeño de este tipo de redes ecológicas mediante el uso de un
“juego de rol autodiseñado”, con el cual identifica las condiciones para construir y evaluar la
estructura ecológica en dos localidades colombianas, utilizando el concepto de biocapacidad.
Palabras clave: redes ecológicas, planificación ambiental participativa, evaluación de
biocapacidad, servicios ecosistémicos, planificación del paisaje.
1
Propuesta de disertación doctoral presentada al programa en Ciencias Ambientales, opción Economía
Ambiental y Manejo de Recursos Naturales, Universitat Autonoma de Barcelona, INTA, Departamento de
Geografía. Dirección : Françoise Breton, PhD
2
Subdirección científica, Instituto Alexander von Humboldt, [email protected].
3
Ecóloga, Subdirección de ecosistemas, MAVDT
4
Ecóloga, Investigadora IAvH, [email protected]
5
Socióloga, Subdirección de licencias ambientales, MAVDT
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Presentación
Este documento constituye el primer reporte completo de resultados de trabajo sobre la
construcción colectiva de la Estructura Ecológica Principal de los municipios de
Guachetá (Cundinamarca) y Ráquira (Boyacá), llevado a cabo durante 18 meses (entre
agosto de 2008 y diciembre de 2009).
El planteamiento central del trabajo es la búsqueda de instrumentos de planificación
integrada del territorio, que permitan a las autoridades ambientales mejorar la calidad
de la gestión de la biodiversidad. Para el caso presente, se enfatiza en la gestión de las
áreas de páramo, como ecosistemas fundamentales en la provisión de servicios
ecosistémicos para la población andina.
El procedimiento general se basó en la propuesta de Baptiste y Rincón (2006), la cual
recomienda, dadas las limitaciones cartográficas y de información sobre biodiversidad
en el país, construir de manera participativa la “estructura ecológica municipal” (EEM),
como instrumento de gestión de la biodiversidad, dentro del proceso formal de
ordenamiento territorial (OT) que exige la ley colombiana (Ley 388, 1997). El enfoque
reconoce la importancia de un proceso de planificación formal y multiescalar, que
requiere la integración de información de múltiples fuentes y calidades, de manera que
el ordenamiento territorial se convierta realmente en una iniciativa adaptativa, capaz de
reconocer la diversidad de los fenómenos físicos, biológicos y sociales que requieren
atención.
Todo el trabajo se desarrolló de manera experimental en los municipios de Ráquira y
Guachetá, que contienen porciones importantes de páramos pertenecientes al Macizo de
Rabanal, un área de17.567 ha ubicada a poco más de 100 km al norte de la capital
colombiana, en el ramal oriental de la cordillera de los Andes.
Agradecimientos
La iniciativa contó con el aval de las alcaldías municipales de las dos localidades, y con la
participación activa de varias decenas de personas que contribuyeron con sus
conocimientos e ideas al trabajo. Sin embargo, es necesario hacer un reconocimiento
especial a Diego Ramirez, asistente de campo del proyecto, a Lourdes Moreno y su
esposo Juan, líderes en Guachetá, y a Lorena, coordinadora de asistencia técnica
agropecuaria de la Alcaldía en Ráquira, quienes actuaron como puntos focales y siguen
monitoreando los impactos del trabajo. A todos los amigos y amigas, colegas del
Proyecto Páramo Andino en Colombia, en el Instituto de Investigaciones de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt, muchas gracias, y por supuesto, a Adriana,
Candelaria y Juana Pasión, que de manera entusiasta han participado durante todo el
proyecto, han aportado sus ideas y han tenido la paciencia que requiere dedicar muchos
fines de semana a un mismo tema.
Todo el proyecto fue posible gracias al apoyo del Proyecto Páramo Andino, coordinado
por CONDESAN6, que financió todo el proceso mediante una beca de investigación
6
Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina.
2
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
doctoral, y tuvo la paciencia y confianza en la utilidad del ejercicio. A Daniel Castillo y
Juan Camilo Cárdenas, por su incitación permanente a completar el trabajo, y a mis
maestros en Barcelona, Françoise Breton, Roger Strand, Giuseppe Munda y Pilar Andrés,
por la inspiración, a pesar de que el tiempo pareciera haberla borrado.
1.
Introducción
En Colombia existen múltiples instrumentos de planificación y gestión del territorio,
cada uno de los cuales tiene una orientación particular de acuerdo con el sector que
origine el proceso, los actores que considere, o el enfoque teórico-político del mismo. Sin
embargo, son los municipios las únicas instancias ejecutoras de todas las políticas de
ordenamiento, por lo que es en los procesos sociales locales donde se reflejan las
tensiones y conflictos que existen entre las instituciones del orden regional o nacional,
especialmente aquellas que afectan el uso actual del suelo.
La biodiversidad es considerada una dimensión estructurante del territorio, pero ha sido
pobremente incorporada en la gestión municipal, por lo cual se han generado cuellos de
botella en la concertación de propuestas de uso sostenible o conservación de los
ecosistemas y sus componentes. Parte del problema es que la noción del componente
biológico del territorio como “estructurante” no es tan clara como la del relieve o la
infraestructura, otros dos sistemas considerados equivalentes. Pese a ello, la
normatividad colombiana adoptó como guía (decreto 3600, reglamentario de la Ley 388
de 1997 para el ordenamiento territorial) la necesidad de que cada municipio contase
con una “estructura ecológica principal” (EEP) capaz de “…garantizar la provisión de los
servicios ecosistémicos para la población local…”, concepto aportado por Van der
Hammen (1998) en Colombia a partir del trabajo de varios expertos holandeses
(Opdam, 2004; Grashof y van Langevelde, 2005; Jellema et al 2003, Beunen, R.,
J.E.Hagens, 2009)7 pero prácticamente imposible de llevar a la práctica a la escala local
debido a restricciones de cartografía detallada e información básica sobre biodiversidad
en el país, que tardarán décadas en superarse.
Las dificultades de ordenamiento son particularmente críticas en los municipios
dominados por la alta montaña ecuatorial, ya que los ambientes del páramo, si bien
pobremente delimitados, han sido reconocidos como “ecosistemas estratégicos”
(Márquez, 2003), dadas sus funciones reguladoras del ciclo hidrológico, la presencia de
abundantes endemismos biológicos y otras características que lo hacen único en el
contexto nacional y global8. Esta condición representa severas aunque necesarias
restricciones formales a la intervención humana, pese a que en la mayoría de casos, los
páramos colombianos ya han sido ocupados y transformados por actividades extractivas
y productivas hace decenas, si no centenares de años (Molano, 1996), con lo cual a
menudo existen graves conflictos de uso del suelo, dentro de los cuales se destacan la
presencia de cultivos industriales de papa, la cría extensiva de ganado ovino y bovino
(que requiere el uso del fuego para renovar pasturas), la minería y el desarrollo de
infraestructura vial, hidrológica o hidroeléctrica (Atlas de páramos de Colombia:
Morales et al, 2007).
7
8
http://www.alterra.wur.nl/UK/research/Specialisation+Landscape/ecolnetw/
http://www.condesan.org/ppa/
3
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Los habitantes de los páramos han debido adaptarse constantemente a las marcadas
restricciones de un sistema físico-biótico y cultural siempre cambiantes: las condiciones
climáticas de los páramos y la percepción colectiva de su importancia como “fábricas” de
agua, ha llevado a proponer su “recuperación” como territorios sin gente, restaurados y
“preservados” en aras del mantenimiento de los servicios ambientales que provee a la
sociedad mayor. Sin embargo, el páramo ha sido ocupado y es utilizado por una
población mayoritariamente campesina, desplazada desde las tierras más bajas, que se
ha visto obligada a construir una cultura particular, responsable de transformaciones
tanto positivas como negativas en la dinámica ecosistémica. Por ello, la estigmatización
de los pobladores de la alta montaña o “parameros” se basa en los mismos prejuicios que
se esgrimieron en torno a otros pobladores rurales en el pasado, acusados de
destrucción ambiental debida a su “inconciencia” o “ignorancia”, bajo una visión
homogénea y urbana del deber ser de “la naturaleza” (Martinez-Alier, 1992). Esto ha
acabado por generar un movimiento de resistencia cultural en una población ya de por
sí en condiciones de extrema vulnerabilidad. Así, los parameros reclaman la misma
legitimidad y derechos como habitantes del territorio nacional que cualquier otro grupo
social y ofrecen su conocimiento y presencia en la montaña como oportunidad para el
buen manejo del ecosistema. En síntesis, equilibrio en la deuda ambiental (Congreso
nacional de páramos, Paipa, 2008).
El propósito de este trabajo fue el diseño y prueba de instrumentos de armonización de
los procesos de planificación regional en los municipios de Ráquira y Guachetá, en el
Páramo de Rabanal, utilizando la propuesta de construcción concertada de una
estructura ecológica principal (EEP) para la gestión de la biodiversidad en cada una de
estas municipalidades. La ubicación del área fue definida de acuerdo con las prioridades
definidas por el “Proyecto Páramo Andino” (PPA, financiado por el GEF) entre los cuatro
sitios de intervención escogidos para el desarrollo de una estrategia de conservación de
la biodiversidad regional. Como criterio adicional de elección de estos casos se utilizó la
historia reciente de la gestión de la biodiversidad en estos municipios, el interés de la
comunidad y las instituciones, la viabilidad logística de trabajar con sus poblaciones
rurales, y el potencial de aprendizaje para el proyecto derivado de sus condiciones
ecosistémicas y culturales particulares.
El trabajo partió del análisis de la dinámica social y ecológica de los agentes que
participan en las decisiones de uso y manejo de los ecosistemas de alta montaña, con
base en principios de acción colectiva y en la recuperación y discusión de la memoria
local sobre los sistemas de referencia, dentro del proceso de trabajo del proyecto PPA en
la zona, coordinado por el Instituto de Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander
von Humboldt.
Se pregunta esta investigación si la idea de construir y adoptar una EEP a escala
municipal constituye un aporte interesante y potencialmente útil para una gestión
equitativa de la biodiversidad, o por lo contrario es una elaboración conceptual que
difícilmente se articula con la realidad colombiana. Para ello, indagó en las bases
cognitivas en las cuales descansa el concepto de EEP, identificó las fortalezas y
debilidades del mismo frente a otras aproximaciones de gestión territorial de la
biodiversidad y evaluó la conveniencia y factibilidad cultural de ponerla en marcha,
mediante el uso experimental de un juego de rol autodiseñado (D’Aquino et al. 2003;
4
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Bousquet et al. 1999, 2005, 2007). Desde el punto de vista investigativo abordó las
siguientes preguntas:
•
¿Cuál es y cómo se ha construido la visión actual del territorio de páramo en las
regiones consideradas?
•
¿Cuál ha sido la relación entre los modelos mentales de producción de territorio y
los procesos de transformación del ecosistema de páramo?
•
¿Qué alternativas y mecanismos de estructuración de redes ecológicas locales
existen para el manejo sostenible de los ecosistemas de páramo?
Metodológicamente el trabajo se basó en la articulación de dos componentes: el primero
de ellos recopiló y analizó las bases conceptuales de la EEP y otros instrumentos de
gestión territorial de la biodiversidad mediante una revisión de literatura, entrevistas a
expertos y una discusión colectiva de la idea en diversos escenarios académicos. La idea
fue proyectar, en primera instancia, los alcances de la noción de EEP hacia un
instrumento de gestión biológica y socialmente cada vez más apropiado. El segundo de
ellos buscó determinar las condiciones culturales bajo las cuales la propuesta de la EEP
sería más interesante para los mismos actores que intervienen en la gestión del
territorio, normalmente bajo situaciones de conflicto. Para ello se trabajó en escenarios
colectivos donde se debatieron las condiciones mínimas que los agentes territoriales
estarían en disposición de aceptar para la gestión de la biodiversidad y su proyección a
través del tiempo. El instrumento propuesto para este propósito fue el diseño
participativo de un juego de rol, mediante el cual los agentes interesados en la gestión
del territorio expresasen sus visiones del mismo, sus preferencias y proyecciones
futuras e identificasen y afrontasen los retos y conflictos que se presentan para la toma
de decisiones sobre la configuración de la biodiversidad en la región. Buena parte del
trabajo se inspiró en el desarrollo de aplicaciones de la teoría de juegos a la valoración
experimental de recursos de uso común, desarrollada por Cárdenas entre 1994 y 2010
(Cárdenas, 2009; cartillas de juegos económicos).
El vínculo entre los dos componentes fue analizado mediante la identificación de las
conexiones reveladas entre el conocimiento y los intereses que expresaron los
diferentes participantes en el proceso, bien de manera directa, bien indirecta. En este
sentido, si bien se propuso inicialmente trabajar bajo el marco de la valoración
multicriterio (Munda, 2000; Giampietro, 2000) para la resolución de conflictos
ambientales, fue necesario remontarse a un momento epistemológico anterior para
identificar instrumentos de valoración específicamente adecuados al tema de la
biodiversidad, por lo cual se adentró en el tema de los servicios ecosistémicos, siguiendo
el esquema de De Groot et al. (2002) y del Millenium Ecosystem Assessment. (2005)9.
Finalmente, la discusión general se enmarcó dentro de la propuesta conceptual del
cálculo de la razón “huella ecológica/biocapacidad”, que define el nivel de apropiación
de procesos ecológicos por parte de una comunidad específica en un territorio y tiempo,
con el fin de definir un indicador de desarrollo local que permitiera visibilizar los
aportes netos del páramo al bienestar de la población (Wackernagel y Rees, 1996)10.
9
www.milleniumassessment.org
www.footprintnetwork.org
10
5
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
2.
Objetivos
2.1 General:
•
Valorar la propuesta de construcción y adopción de una Estructura Ecológica
Municipal como aporte a la gestión de la biodiversidad.
2.2 Específicos:
•
Recopilar, sistematizar y discutir los tipos de conocimiento, tanto externo como
local, que existen sobre los ecosistemas de páramo y su ámbito de influencia municipal
en las localidades de Ráquira y Guachetá (Boyacá, Colombia).
•
Integrar el conocimiento ecológico local al proceso de discusión sobre
alternativas de uso del suelo, mediante la construcción de una propuesta concertada de
Estructura Ecológica Principal.
•
Discutir potenciales aplicaciones del proceso para el ajuste de los Planes de
Acción del área de estudio.
3.
Antecedentes
3.1 Conceptuales
El problema del ordenamiento territorial se inscribe dentro de una órbita mayor de
planificación, que postula la búsqueda de modelos racionales de ocupación o
transformación de un territorio definido administrativamente, es decir, una unidad
geográfico-política: un país, una provincia, una municipalidad. En ese sentido, y
reconociendo que es la combinación de procesos físicos, biológicos y sociales lo que
conduce a un estado particular del funcionamiento y trayectorias del uso del suelo, se
parte por reconocer la condición socioecológica del páramo, donde la interdependencia
de sus componentes hace que la planificación de la biodiversidad no pueda darse de
manera aislada a la de las demás dimensiones mencionadas (Galaz et al 2008).
Con referencia al manejo de la biodiversidad, el ordenamiento territorial (OT)
constituiría la búsqueda de criterios objetivos y experimentalmente probados que
permitiesen optimizar la gestión integrada de los niveles de organización biótica a
través del tiempo, de manera que desapareciesen los riesgos de pérdida (extinción) y
deterioro de la funcionalidad ambiental que se asocia con la biodiversidad. Para
suponer que es posible incorporar la diversidad biológica dentro de un esquema de
planificación racional, sin embargo, es necesario aceptar como primera condición que
los cambios ecológicos y sociales se producen de manera permanente como mecanismo
adaptativo del sistema, y que aquellos que se derivan de las actividades productivas
humanas constituyen alteraciones de la dinámica física y biótica del territorio, con
implicaciones diversas, algunas evidentes, otras no, algunas reversibles, otras no. Es
decir, que los ecosistemas de páramo, como todos, poseen dinámicas propias dentro de
6
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
las cuales la toma de decisiones se da en un contexto de riesgo e incertidumbre
teóricamente aceptables por los agentes de la planificación quienes actúan como
representantes de la sociedad.
Podría decirse que como resultado de las anteriores consideraciones, la construcción de
una Estructura Ecológica Principal como instrumento de planificación normativa del
territorio se basa en tres ideas centrales de la dinámica socioecológica del mismo, que
pueden deducirse de las experiencias reportadas por autores como Márquez et al
(2008), y presentaciones públicas de representaciones cartográficas de EEPs de
poblaciones como Sopó, Cali o Bogotá, en Colombia, y de las experiencias internacionales
más relevantes (Mosquera, 2009):
•
La existencia de redes ecológicas dentro y entre escalas, caracterizada por
niveles variables de conectividad estructural, y que se expresan a lo largo del territorio
planificado y su contexto. A este aspecto lo denominaremos “grado de funcionalidad
ecosistémica a escala del paisaje”, tema que ha sido profusamente investigado por
Bisonnette (1997), Bisonnette y Storch (2002), Farina (2000), Lovett (2005) y Wiens
(2007), entre muchos otros.
•
El flujo de servicios ecosistémicos en contextos de resiliencia, definidos a partir
de la verificación empírica de la existencia de una base funcional física y biológica para
soportar la apropiación social de beneficios derivados de ella. Este aspecto lo
denominaremos “grado de conexión ecológico-productiva del territorio”, tema que ha sido
estudiado por Termorshuizen y Opdam (2009), Chapin et al (2009) y Biggs et al. (2010),
entre otros.
Los valores otorgados a la biodiversidad por los diferentes actores, expresados
•
en diferentes lenguajes por los sistemas de conocimiento local o externo, la conciencia
de las demandas bioproductivas de la población, y el nivel de inserción de los
servicios ecosistémicos dentro de la lógica productiva y reproductiva local y
externa, son factores determinantes en la estructuración del territorio y su
gobernanza. A este aspecto lo denominaremos “nivel de conexión cognitivoadministrativa”, asociado con la noción de “knowledge based systems), trabajado por
autores como Opdam et al, 2008 y Huitric et al (2009), entre otros.
Redes ecológicas y evaluación de servicios ecosistémicos
La idea de una estructuración ecológica subyacente a la funcionalidad del paisaje o del
territorio recoge los planteamientos de dos corrientes de pensamiento convergentes: la
planificación territorial, derivada de la ecología cultural y el urbanismo, y la ecología del
paisaje, derivada de la geografía y la ecología de ecosistemas (Baptiste, 2010). La noción
de red ecológica surge como mecanismo para identificar aquellos componentes del
territorio que por sus condiciones físicas y biológicas definen su funcionamiento y
tendencias. Por ser un elemento tangible, constituido por la combinación de tipos de
cobertura y formas de uso del territorio, es susceptible de ser caracterizado, evaluado y
manipulado, por lo cual se transforma en una herramienta de planificación que opera a
múltiples escalas (Bennett y Mulongoy, 2006).
7
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
La evaluación de las bondades de una Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de ordenamiento requiere definir algunos parámetros sobre su capacidad
de satisfacer las necesidades de bienes y servicios de una población, y por tanto radica
en la posibilidad de calcular la razón entre la demanda social y la oferta biológica del
territorio en las condiciones prevalecientes. Esta razón puede ser estimada
cuantitativamente mediante el cálculo de diversos indicadores, dependiendo de la
función a ser evaluada.
Pese a la dificultad para establecer un indicador sintético que dé cuenta del desempeño
de la EEP y sus cambios a través del tiempo, dadas las múltiples escalas en las que
operan los flujos de servicios ecosistémicos, una de las opciones que surge es la idea de
Huella Ecológica (HE), que junto con la de Biocapacidad (BC) busca integrar los
indicadores de presión/respuesta en un territorio, transformando cualquier dato a
hectáreas proveedoras (del bien o servicio) per capita e indicando si un territorio es
deficitario o no, de acuerdo con los conceptos acuñados por Wackernagel et al (1996)11,
o de otros autores que construyen propuestas de balances ecológico-económicos
(Giampietro, 2004). Sin embargo, estos métodos se basan ante todo en datos de la huella
de carbono o la huella hídrica de las actividades humanas, y se ven obligadas a asimilar
la huella biológica a la relación de coberturas de bosque natural/áreas intervenidas,
debido a la dificultad de incorporar todas las variables asociadas con la complejidad del
territorio viviente.
A manera de ejemplo conviene citar el trabajo de Schaeffer et al (2006) en un cálculo
específico de Huella Ecológica (HE) y Biocapacidad (BC) para la Unión Europea, y la
reciente propuesta de la CAN12 para construir una “Iniciativa de Biocapacidad” que parte
de la presentación de los resultados de un ejercicio de este tipo para los países andinos,
proponiendo a partir de ella una lectura alternativa de su significado para las
negociaciones internacionales (Goldfinger at al, 2009).13
A partir de estos conceptos y métodos, sin embargo, existe un amplio margen para un
ejercicio similar dentro de cada país o región, con el fin de estimar las cargas y
equilibrios distributivos de bienes y servicios ecosistémicos dentro de sus unidades
político-administrativas, configurando así un nuevo mapa de bio-acreedores y bioinversionistas14. Esto a su vez permitiría valorar un ejercicio adaptativo del
ordenamiento territorial, más adecuado al enfoque ecosistémico, adoptado
explícitamente por la CBD (Andrade, 2008) y planificar los esfuerzos de gestión de la
biodiversidad dentro de las EE como instrumentos de gestión. De hecho, ya existen
algunas experiencias que trasladan a la escala local estos planteamientos, desarrollados
11
La Huella Ecológica (HE) mide cuánta área bioproductiva requiere una población para producir de manera
sostenible los recursos naturales que consume, y absorber los residuos que genera, utilizando la tecnología
disponible. La Biocapacidad (BC) mide la disponibilidad de oferta bioproductiva dentro de un área específica (p.
ej, tierra arable, pastos, bosques, mar productivo).
12
Primera reunión de expertos de la Comunidad Andina de Naciones: Iniciativa sobre biocapacidad, abril 2009,
Lima (Perú). En línea: intranet.comunidadandina.org/.../sg_re_bio_i_informe.doc
13
Comunidad Andina de Naciones: El poder ecológico de las naciones. Lima, 2009.
14
En línea: www.footprintnetwork.org/.../Ecological_Power_of_Nations_ES.pdf
http://www.footprintnetwork.org/es/index.php/GFN/page/ecological_debtors_and_creditors/
8
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
ante todo para construir indicadores nacionales, a los cuales se hace seguimiento desde
hace algunos años (Kennedy et al 2009).
Las formas de evaluar la biocapacidad o desempeño funcional de un paisaje han venido
siendo estudiadas profusamente por la ecología del paisaje. En la Figura 1 se presenta
una propuesta de análisis basada en las características de integridad, diversidad y
calidad visual del paisaje, que si bien no contempla funciones ecológicas derivadas de la
complejidad biológica del territorio, permite intuir algunas conexiones entre atributos
de su estructura y procesos de transformación (Gulinck et al, 2010).
Criterio
principal
Fenómenos asociados con el Índices potenciales
criterio de evaluación
análisis de coberturas
derivados
Integridad
Urbanización
Continuidad cultural
Potencial agrícola
Potencial de restauración
Uso adecuado del suelo
Grado de artificialidad
Conectividad y fragmentación
Diversidad
Riqueza de especies
Potencial de restauración natural
Cualidades
perceptivas
Potencial turístico
Calidad de vida
Shannon
Número y tipo de coberturas
Diversidad de formas
Secuencias de cobertura
Área visual (escénica)
Perfil de horizonte
Naturalidad (greeness)
Visibilidad de objetos
Índices de diversidad
del
Tamaño de hábitat
Dominancia de tipos de uso
% áreas perturbadas
% área con continuidad histórica
Fuente: Gulinck et al. 2001.
El problema central de la evaluación de las redes ecológicas radica en que los servicios
ecosistémicos se producen como fenómeno emergente dentro de umbrales
extremadamente difíciles de establecer, por lo cual la mejor aproximación para su
gestión es la medición persistente del nivel de captación del servicio, es decir, el
monitoreo en el sistema productivo (Moonen y Barberi, 2008). Aún así, la variabilidad de
las configuraciones territoriales persiste como reto para una gestión ambiental que
difícilmente puede incorporar el manejo simultaneo de fenómenos que cambian en
cuestión de horas, con aquellos que implican décadas (Gunderson y Holling, 2002;
Berkes, et al. 2002).
3.2 Antecedentes técnico-normativos
La ley 388 de 1997 – Ley Orgánica de Desarrollo Territorial, República de Colombia –
establece la importancia de adelantar Planes o Esquemas de Ordenamiento Territorial
(POT o EOT) que definan los usos adecuados del territorio, bajo principios de
sostenibilidad y visión integral. En particular establece la obligación de determinar la
localización de áreas con fines de conservación y recuperación de los recursos naturales,
paisajísticos, geográficos y ambientales; la identificación y caracterización de
ecosistemas de importancia ambiental para su protección y manejo adecuado; la
determinación y reservación de terrenos para la expansión de las infraestructuras
9
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
urbanas, y otros aspectos que requieren un análisis del estado y potencialidades de la
biodiversidad de una región.
En cumplimiento del Convenio de Diversidad Biológica (CBD), el Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt - IAvH, definió el
fortalecimiento del proceso de ordenamiento ambiental del territorio como un requisito
estratégico dentro del Plan de Acción Nacional de Biodiversidad (1996). Por otra parte,
se ordenó al Instituto Geográfico Agustín Codazzi - IGAC, entidad responsable de la
producción de información cartográfica, agrológica, geográfica y catastral básica, el
desarrollo de metodologías de apoyo a los procesos de planificación y ordenamiento
territorial. Como resultado de la cooperación entre ambas entidades, se produjo un
documento titulado “Bases para la incorporación de criterios de biodiversidad en el
ordenamiento territorial” (Baptiste y Rincón, 2006), que revisa el estado del arte en el
tema y hace una propuesta concreta para abordar el tema en los municipios con
predominio de lógicas rurales en la región andina colombiana, el cual sugiere la
necesidad de construir estructuras ecológicas de manera participativa, para lo cual
desarrollaron un estudio de caso para el municipio de Saboyá (Boyacá), a partir del cual
señalan que, ante la ausencia de información precisa sobre biodiversidad en la escala
local, y las dificultades de construir modelos oficiales cartográficos del nivel requerido
(generalmente 1:10.000 a 1:50.000), es necesario acudir al conocimiento local y,
mediante un proceso de acompañamiento de las autoridades ambientales regionales
(CARs) y de la academia y sociedad regional (Universidades, ONGs, etc), reconocer el
estado de los ecosistemas, su capacidad de proveer bienes y servicios y su contexto
regional, y definir un curso de acción ligado al proceso de planificación normal del
municipio (Sistema de Gestión Ambiental Municipal, SIGAM).
A raíz de estas experiencias y de otros procesos de capacitación regional para el
ordenamiento territorial, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
emitió el decreto 3600 en el año 200715, conminando a todos los municipios de
Colombia a construir una propuesta de estructura ecológica, tema en el que no se ha
avanzado significativamente ante los cuellos de botella arriba señalados (Londoño,
2009). De acuerdo con la normatividad, sin embargo, una estructura ecológica es:
“El conjunto de elementos bióticos y abióticos que dan sustento a los procesos
ecológicos esenciales del territorio, cuya finalidad principal es la preservación,
conservación, restauración, uso y manejo sostenible de los recursos naturales
renovables, los cuales brindan la capacidad de soporte para el desarrollo
socioeconómico de las poblaciones”. (Decreto 3600, MAVDT).
Por otra parte, la autoridad ambiental central también ha requerido a las Corporaciones
Regionales “identificar las zonas de páramo, adoptarlas como ecosistemas estratégicos y
definir para cada una de ellas un plan de manejo. Hasta la fecha, de los 34 complejos de
páramo identificados en el país, sólo unos pocos cuentan con este instrumento de
gestión, que sin embargo depende para su implementación de las decisiones de las
alcaldías, únicas autoridades responsables del ordenamiento territorial en el país”
15
Decreto 3600, reglamentario de las leyes 388 de ordenamiento territorial y 99 del sistema nacional ambiental.
Diario Oficial No. 46.757 de 20 de septiembre de 2007, Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, Bogotá DC.
10
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
(MAVDT, 2001)16. En síntesis, el manejo formal de la biodiversidad de los páramos y sus
zonas de influencia depende de la capacidad local de incorporar las recomendaciones de
los planes de manejo dentro de sus planes o esquemas de desarrollo territorial, pero
carecen de una instrumentalidad técnica para hacerlo.
3.3 Zona de estudio
De acuerdo con el documento del Plan de Acción para el Páramo de Rabanal (2008)17,
“...la región que enmarca el páramo de Rabanal, se ubica territorialmente en zonas
circundantes del altiplano cundiboyacense en los municipios de Guachetá, Lenguazaque
y Villa Pinzón en el departamento de Cundinamarca y Ventaquemada, Samacá y Ráquira
en el departamento de Boyacá. A nivel macro las aguas que genera forman parte de las
cuencas de los ríos Magdalena y Orinoco. Tiene un efecto directo sobre... el Embalse La
Esmeralda de la Central Hidroeléctrica de Chivor (una de las primeras productoras de
energía eléctrica del país), lo mismo que a las cuencas que surten a la Laguna de
Fúquene, río Suárez, y Moniquirá. Igualmente este páramo abastece el embalse de
Teatinos que suministra agua al acueducto de la ciudad de Tunja de 130.000 habitantes
y a 50.000 personas en los demás municipios. Rabanal produce agua que abastece los
embalses Gachaneca I y II los cuales irrigan más de 1’000.000 de hectáreas de esta
región del país, lo mismo que abastece el suministro de agua para 92 acueductos locales.
El Macizo de Rabanal se extiende en un área aproximada de 17.567 ha, representando
un importante mosaico... de relictos de selvas andinas (robledales, encenillos y gacales)
subpáramos y páramos... La población rural de la región del páramo de Rabanal, es
predominantemente campesina y... habita en zonas de menor altura y poseen predios en
la zona del páramo, dedicando estas propiedades al uso agropecuario, cultivando a lo
largo del año casi exclusivamente papa... rotando este cultivo con pastos para engorde y
levante”, además de “actividades relativas a la minería del carbón, principalmente
extracción y coquización”.
En la Figura 2 se presenta la ubicación del área de estudio a escala del proyecto PPA, de
país (Colombia) y departamental. En la Figura 3 se presenta el mapa de ecosistemas del
macizo de Rabanal en el contexto político administrativo de los municipios estudiados y
en la Figura 4 la proporción de tipos de cobertura de la zona de manejo.
16
Programa para el manejo sostenible y restauración de ecosistemas de la alta montaña colombiana: páramos
(Ministerio del Medio Ambiente, Dirección General de Ecosistemas, 2001), Bogotá, DC.
17
Plan de manejo ambiental del macizo del Páramo de Rabanal, Convenio interadministrativo No. 07-06-263048 (000404), Instituto de investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH), Corporación
Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Corporación Autónoma Regional de Boyacá (CORPOBOYACÁ),
Corporación Autónoma de Chivor (CORPOCHIVOR.)
11
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Figura 2: Ubicación geográfica del macizo de Rabanal en la cordillera oriental de
Colombia. Esc. 1: 1.500.000.
Páramo de Rabanal
Fuente: Plan de manejo del páramo de Rabanal18.
Existen numerosas iniciativas de investigación y capacitación vinculadas con el macizo y
su área de influencia en la cuenca de la Laguna de Fúquene (Maya et al, 2009), y una
propuesta de promoción a la acción colectiva para el manejo de ambos ecosistemas
(Cárdenas et al 2008), en coordinación con el Comité Técnico del proyecto en Colombia,
coordinado por el IAvH (citar informe técnico PPA).
El trabajo más reciente de Châtelet y Robineau (2009) indaga por los impulsores del
cambio en el uso de los suelos de páramo en los últimos 60 años, con la idea de que los
sistemas de producción de los campesinos, a medida que evolucionan, representan una
oportunidad de manejo de la alta montaña, vista como impropia para las actividades
agropecuarias. Los autores identifican ciclos productivos en las fincas, discuten su
capacidad adaptativa y revisan otras propiedades que permiten proyectar la idea de
paisajes en transformación, vinculados con el aprendizaje social. Por ejemplo,
corroboran que la frontera altitudinal de la agricultura es móvil, más por diversas
razones culturales y no tanto por restricciones físico-climáticas, lo que indica la
operación de variables susceptibles de ser afectadas por la gestión territorial.
En particular, los mismos autores identifican múltiples combinaciones de estrategias
productivas entre la población local, dirigidas a minimizar el riesgo financiero y la
pérdida de bienestar. La movilidad entre las actividades extractivas (minería de carbón),
la agricultura, el arriendo de tierras a terceros, el ahorro en forma de ganado, o la
18
http://paramos.humboldt.org.co/planes.jsp
12
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
migración temporal son estrategias que permiten a los habitantes locales, dentro de una
red de parentescos y alianzas, sostenerse en la región. Esta forma de operar pareciera
sin embargo dejar por fuera consideraciones sobre las garantías biológicas de la
producción, ya que hay múltiples factores que no se contabilizan, generalmente porque
permanecen invisibles debido a las escalas de tiempo y espacio en que operan, o porque
no operan dentro de las lógicas de regulación estatal o del mercado. Dentro de estos
factores encontramos la mayoría de bienes y servicios ecosistémicos que fluye del
mosaico de usos de la tierra hacia las actividades productivas de la comunidad.
Figura 3: Mapa de ecosistemas del macizo de Rabanal. Esc 1:100.000
Fuente: Plan de Manejo del Páramo de Rabanal. (CAR, Corpochivor, Corpoboyacá, 2004).
Las flechas señalan el área de influencia de los municipios de Ráquira, al norte, y
Guachetá, al sur.
Los municipios de Guachetá (Cundinamarca) y Ráquira (Boyacá) constituyen áreas del
costado occidental del macizo de Rabanal, que se dispone sobre la cordillera oriental de
los Andes, la cual se dispone de sur a norte marcando una lógica continua de procesos
ecológicos y económicos en este mismo sentido: la base geológica, el macroclima, los
tipos de vegetación y demás biodiversidad, así como la población humana, la
infraestructura y la institucionalidad corren paralelos a la organización natural del
territorio, generando diversos corredores funcionales que definen una lógica regional
(Valbuena et al, 2008).
13
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Figura 4: Tipos y áreas de cobertura en el macizo de Rabanal.
GRUPO DE COBERTURAS
SUPERFICIE EN
VEGETALES
HECTAREÁS
Pastos naturales bajos ralos
3628,83
Pastos cultivados sin manejo
2340,04
Cultivos clima frío
2133,29
Pastos cultivados manejados
1855,10
Frailejonales
1367,43
Rastrojos naturales altos
1322,61
Matorrales
1232,78
Bosques planta coníferas
1031,59
Humedales
456,37
Rastrojos naturales intervenidos
427,34
Bosques naturales no intervenidos
212,11
Bosques naturales intervenidos
406, 54
Bosques plantados de latifoliadas
285, 92
Complejos naturales rocosos
219,27
Embalses
202,16
Pastos densos altos
192,38
Eriales
27,88
Lagunas
4,95
Fuente: Plan de acción del macizo de Rabanal (IAvH et al. 2008, p. 455)
En la Figura 5 se aprecia el núcleo de páramo en la matriz agropecuaria de paisajes rurales
campesinos del macizo de Rabanal.
14
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
De acuerdo con los Esquemas de Ordenamiento Territorial de Guachetá y Ráquira, en la
región predominan las actividades agropecuarias con cultivos de papa, maíz y alverja
predominantemente producidos en predios pequeños, de 1 a 5 ha. También existe
ganadería lechera, con pastos introducidos y algunos forrajes, y actividades mineras,
tanto de carbón (se extrae alrededor de 50.000 TM carbón/año), como de arcilla (hay
300 hornos para artesanía).
La población de ambas municipalidades se organiza en Juntas de Acción Comunal
correspondientes a las veredas, que son pequeñas unidades territoriales naturales, o
“vecindarios ecológicos” como las definió Fals Borda (1961). También existen
Acueductos Veredales, que probablemente son las instancias operativas más
relacionadas con la gestión de los ecosistemas y sus servicios de regulación hidrológica
(Murtinho, com pers.).
4.
Métodos
El procedimiento general se basó en la propuesta de Baptiste y Rincón (2006), que prevé
el ordenamiento como un escenario de resolución de conflictos de uso del suelo, y basa
sus apreciaciones en el concepto central de que los ecosistemas deben ser gestionados
mediante acción colectiva, siguiendo a Cárdenas (2009), ya que la provisión de servicios
ecosistémicos depende de la combinación de formas de uso de los predios en escalas de
tiempo y espacio que no pueden ser asumidas como decisiones personales o
individuales en competencia (Cox y Searle, 2009)19.
El trabajo se compuso de tres grandes componentes, que de manera complementaria
contribuyeron a la discusión de la pregunta por la estructura ecológica como
instrumento de planificación. En el texto se presenta el procedimiento general de
trabajo, y en detalle, el de cada componente.
•
La existencia de redes ecológicas o “grado de funcionalidad ecosistémica a
escala del paisaje” se evaluó mediante el estudio de las coberturas y usos actuales de la
tierra en los dos municipios, combinando el análisis de imágenes de satélite, la
cartografía temática de los documentos de planeación municipal y el Plan de Manejo del
Macizo de Rabanal ya mencionado, e informes institucionales. El procedimiento incluyó
las siguientes etapas:
Ajuste de cartografía para cubrir toda el área municipal, dado que el PPA sólo
consideraba el área de influencia del ecosistema páramo.
Análisis métrico de los principales tipos de cobertura bajo parámetros del
sistema CORINE landcover.
Integración de unidades para la definición cartográfica del estado actual de la
estructura ecológica de ambos municipios.
Granek, E.F , Y.S. Polask, C.V. Kappel, D.J. Reed, D.M. Stoms, E.W. Koch, C.J. Kennedy, L.A. Cramer, S.D. Hacker, E.B.
Barbier, I.S. Aswan, S.M. Ruckelshau, G.M.E. Perillo, B.R. Silliman, A.N. Muthig, L.D. Bae, I.E. Wolansk, 2009. Ecosystem
Services as a Common Language for Coastal Ecosystem-Based Management. Conservation Biology, Vol.
19
15
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
•
El flujo de servicios ecosistémicos o “grado de conexión ecológico-productiva
del territorio” se evaluó mediante la identificación de los principales sistemas de
producción de la zona, entrevistas extensas a productores y análisis de literatura,
siguiendo las recomendaciones de Piñeros y Baptiste (2006). El procedimiento incluyó
las siguientes etapas:
Elaboración sintética de tablas sobre procesos productivos y su relación con las
coberturas de la región.
Síntesis de los servicios ecosistémicos reportados en la literatura, reconocidos
por la comunidad o referidos por técnicos o terceras personas.
•
Los valores otorgados a la biodiversidad y su efecto en la estructuración del
territorio: “nivel de conexión cognitivo-administrativa”, se evaluó mediante la
construcción de roles basada en el reconocimiento de los actores que intervienen en la
toma de decisiones sobre el uso de la tierra en la región, y su relación con el flujo de
servicios ecosistémicos identificado previamente. El procedimiento incluyó las
siguientes etapas:
• Convocatoria y selección de participantes al proceso de construcción de un juego
de rol autodiseñado.
• Talleres de trabajo en las casas de la cultura de ambas municipalidades, con las
personas comprometidas en el diseño del juego de rol e invitados ocasionales.
• Juegos experimentales en las plazas principales de los municipios, con
transeúntes y personas invitadas previamente a participar.
Durante todo el proceso, los participantes produjeron todos los materiales acerca del
conocimiento local de la biodiversidad, de los sistemas productivos y de los actores
relevantes en la toma de decisiones sobre el territorio, los cuales plasmaron en carteles,
documentos sonoros y escritos personales, referidos como anexos en las actas de las
reuniones.
El proceso de construcción del juego de rol autodiseñado fue documentado mediante
grabaciones audiovisuales, fotografías y narraciones de los participantes, recogidas
como entrevistas extensas antes, durante y después de las sesiones de trabajo.
El desarrollo del juego fue concertado con las autoridades municipales para hacerse en
público, y también fue documentado audiovisual y fotográficamente.
La propuesta se desarrolló mediante un proceso totalmente participativo, en el cual se
invitó a miembros de la comunidad local que expresaran interés en la biodiversidad
(dentro y fuera de las áreas de páramo) a compartir su experiencia y visión de los
ecosistemas regionales con el resto de la comunidad, a recorrer las veredas involucradas
como un ejercicio de re-conocimiento territorial, y a discutir en diversos eventos y
modalidades la funcionalidad actual y potencial del ecosistema, con el fin de proponer
un esquema de manejo campesino del área que incorpore conservación, restauración y
producción sostenible (agricultura biológica, ecoturismo, otros), y los mecanismos
eventualmente necesarios para concretarlas.
16
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Se constituyeron grupos focales de la comunidad en ambos municipios, constituidos
para el diseño del juego de rol, un proceso que tomó varios meses y el compromiso de
decenas de personas que persistieron en el trabajo. Con estos grupos se completaron
entrevistas semiestructuradas extensas que tuvieron la participación de agricultores,
artesanos, algunos trabajadores de las minas y mujeres del grupo de mercados verdes,
que habitan en las diferentes veredas del municipio y algunos en el casco urbano.
De manera paralela se desarrolló un trabajo de recuperación y repatriación de
información sobre el conocimiento y visiones externas que poseen otras comunidades
de interés (administración pública, científica, ambientalista, usuarios de los bienes y
servicios del páramo, etc.) para su incorporación en la discusión sobre las mejores
alternativas de estructuración ecológica de los páramos considerados.
Esta información fue utilizada como la base para construir un juego de rol autodiseñado
(sensu D’Aquino, 2006) para el diseño de la EEM, mediante el cual los participantes:
• Seleccionaron y construyeron los atributos de los agentes o jugadores.
• Definieron las condiciones relevantes del escenario de juego (el territorio y su
biodiversidad)
• Construyeron un conjunto de reglas y procedimientos para jugar (variables,
pesos relativos y correlaciones).
• Jugaron
• Evaluaron y ajustaron el ejercicio como instrumento de planificación
Específicamente, en los talleres se desarrollaron las siguientes actividades:
• Análisis colectivo de los actuales instrumentos de ordenamiento del territorio e
identificación de vacíos y contradicciones, para el diseño de una estrategia de
reconocimiento territorial que incluya visitas detalladas y colectivas a campo,
entrevistas a profundidad a expertos locales, documentación de testimonios,
actividades de apoyo, etc.
• Presentación y discusión de hallazgos históricos y de la información recolectada
por los expertos locales en biodiversidad, para elaborar un modelo de objetos de
conservación y/o manejo de biodiversidad dentro del contexto regional.
Cada taller tuvo una duración de medio día, aunque se había previsto fuesen de mayor
duración. Pese a las grandes limitaciones de tiempo para los miembros de la comunidad,
estos generosamente contribuyeron con muchas horas de su tiempo libre. El trabajo de
campo se ajustó al cronograma de trabajo del resto del PPA, y en todos los casos en que
fue posible sus investigadores asistieron a las reuniones y eventos previstos. La
participación osciló entre 20 y 50 personas en cada taller, con representación de varios
sectores de la población de cada municipio, aunque predominaron ciudadanos del
común.
17
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
5.
Resultados
5.1 La estructuración ecológica actual del territorio
Como paso fundamental para el desarrollo de cualquier proceso de ordenamiento se
evaluó el estado del conocimiento sobre el estado ecológico del municipio de Ráquira,
asimilado al estado de sus coberturas y usos del suelo. Esa tipología se contrastó con la
información del EOT y algunos recorridos en campo, al cabo de los cuales se
recategorizaron todos los polígonos que habían sido discriminados en la interpretación
mediante el uso del sistema CORINE, dejando sólo cinco categorías: i) bosques mixtos
nativos y robledales; ii) cuerpos de agua, iii) praderas y zonas de cultivo, iv) áreas de
páramo, y v) zonas urbanas y de infraestructura. En la Fig. 6 se puede apreciar el
resultado final del ejercicio, el cual se utilizó posteriormente como tablero para el juego
de rol.
En la cartografía se aprecia una matriz agropecuaria dominante, atravesada por masas
boscosas que denotan conectividad de vegetación NE-SO, en diversos grados de
intervención y transformación, combinadas con zonas de arbustales más o menos
densos, y que van desde formaciones de selva andina y subandina, hasta formaciones de
bosque seco. En total, las áreas de vegetación natural apenas superan el 50 % del
territorio, sin considerar la estructura de la vegetación abierta y decidua del desierto de
La Candelaria, en la porción norte del municipio.
Para el municipio de Guachetá, se recurrió al mapa de usos y coberturas del EOT, pese a
las limitaciones de calidad, debido a la dificultad de contrastarlo con una imagen actual
equivalente a la de Ráquira.
18
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Figura 6: Estructura ecológica actual del municipio de Ráquira.
Fuente: Elaborado a partir de imágenes LANDSAT (Diana Correa).
.
19
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
5.2
El conocimiento local
5.2.1 Los servicios ecosistémicos
Dentro del conjunto de servicios ecosistémicos culturales, de regulación y de
mantenimiento propios de la región, los miembros de la comunidad que participaron en
el proceso reconocieron los siguientes (Sinning y Baptiste, 2010):
La pérdida de fertilidad ligada al arriendo o sobreexplotación de suelos, o la
eutrofización por excesos de aplicación de abonos industriales nitrogenados y
fosforados.
La pérdida de capacidad depuradora natural de los cuerpos de agua locales: ríos
Ráquira y Guachetá.
Los aportes de la fauna silvestre en la producción agropecuaria (polinización,
control natural de plagas, ciclado de nutrientes del suelo).
La regulación hidrológica atribuida a la presencia de turberas sanas en el páramo.
El control de erosión por la presencia de coberturas boscosas.
La calidad sensorial del paisaje (visual, auditiva, olfativa).
La mala calidad del aire debido a la presencia de hornos artesanales.
La regulación microclimática y la conservación de la humedad en el bosque
durante épocas secas.
La información para estudiantes de los colegios.
Dentro del rango de los servicios de provisión, se mencionaron los siguientes:
La leña para cocinar.
La cosecha de agraz silvestre.
Forraje para ganado.
Las materias primas artesanales, como los juncos, el esparto o las hojas
destinadas a empaques (helechos).
La carne de monte y los peces para el autoconsumo.
Plantas ornamentales: orquídeas y bromelias del bosque.
Recursos no renovables como arcilla para cerámica, carbón, calizas y materiales
de construcción.
Respecto al páramo en sí, reiteraron lo que numerosas investigaciones han reportado
previamente:
La “producción” de agua: para consumo doméstico, elaboración de artesanías,
extracción y lavado de carbón en minas, irrigación de pequeñas parcelas agrícolas.
La fertilidad del suelo, para: i) cultivos de subsistencia de maíz, tomate, cebolla,
frutales, ii) producción silvestre de agraz, iii) cultivos industriales de papa y, iv)
producción de forrajes.
La protección natural contra plagas de la papa (zonas de escape)
En el pasado reciente se atribuían otras funciones, que hoy día parecen haber perdido su
importancia:
20
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
-
La cacería deportiva y de autoconsumo
La colecta de plantas medicinales
La provisión de hábitat para la fauna silvestre fue ocasionalmente mencionada como una
necesidad moral para con los animales, un derecho de estos a ocupar al menos una
porción del mundo.
5.2.2 Bienes, servicios y calidad de vida
Actividades como la expansión de la frontera agrícola debido a la industrialización del
cultivo de papa y la explotación minera han significado el sacrificio de la calidad de vida
de los mismos habitantes que no poseen agua potable y afrontan graves sequías. Según
ellos mismos:
•
“No tenemos agua y si no tenemos agua, no tenemos ganadería”.
•
“¿Qué le vamos a dejar a nuestros hijos en el futuro? Porque si seguimos como está
el juego vamos a desecar la laguna (de Fúquene), vamos a acabar con el páramo y si
dañamos el suelo no habrán minas, ni cultivos”.
•
“Hay que reforestar los bosques y los páramos porque nos vamos a quedar sin
agua”.
Amanda Cárdenas, Adriana Vargas, Jorge Paez, Nora Janeth Sandoval, María de los
Ángeles Valderrama Jerez, Florangela Valderrama Jerez
Es preocupante la visión que plasman los habitantes de los dos municipios, puesto que
desde su perspectiva, no ven un futuro viable para este, como lo expresaron en las
entrevistas realizadas:
•
“Pues si las cosas, siguen así, yo veo un futuro negro para Ráquira, porque no hay
buen servicio de salud, la calidad del agua es mala, los suelos son cada vez menos
productivos y la gente no tiene que comer, por eso, deberían hacerse proyectos que
contribuyeran a mejorar el municipio”.
Don Jorge Páez, habitante vereda Resguardo Oriente
Con relación a los servicios de regulación, estos también están siendo afectados ya que la
desecación de los humedales, lagunas y turberas se está acentuando por la pérdida de la
capacidad del páramo para regular el agua, los ríos para transportarlas y de los suelos
para absorberla.
•
“Es que las principales actividades en Ráquira son tres y que tienen impacto
ambiental, ahí entra la minería, artesanía y la ganadería. Desde qué punto de vista lo
miro… la ganadería está afectando lo que es la laguna de Fúquene, la minería afecta
bastante la parte del Páramo y la parte artesanal afecta la parte de Ráquira; las tres
generan contaminación ambiental…”
Don Isauro Cortés. Habitante de la Vereda Firita Peña Arriba
21
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Figura 8: Material de trabajo para el diseño del juego preparado por los habitantes de
Ráquira
22
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Figura 9: Material de trabajo para el diseño del juego preparado por los habitantes de
Guachetá
5.3 El desarrollo del juego
5.3.1 La estrategia de comunicación
Arenas (2009) diseñó específicamente para el proceso de trabajo en la región, la primera
versión de la estrategia de promoción a la participación local, basada en la recuperación
de elementos visuales de la cultura indígena muisca, antecesora de la población actual.
Esta estrategia combinó un enfoque de expectativas publicitarias con un mensaje
retador basado en preguntas sobre el estado ambiental de la región, con el fin de atraer a
los diferentes actores locales al trabajo. En la Fig. se presentan el logosímbolo de la
campaña y la primera idea de ancestros como fuerzas convocantes a hacerse cargo del
territorio.
23
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
®
®
Fig. 10. Elementos de la estrategia de comunicación para el proceso de trabajo local: a.
logosímbolo utilizado en la convocatoria y durante todos los talleres, b. personajes
representando a los ancestros en la región (Chimininagua, Chibchacum, Xue y
Nemqueteba)20. (Diseño: María Paula Arenas, 2008)
5.3.2 El diseño del tablero, los personajes y las reglas
Tanto en Guachetá como en Ráquira, encontramos que el grupo de actores claves está
compuesto por los usuarios del recursos, tal y como lo plantea Grimble (1998).
Aparecen los mineros, ganaderos y agricultores, especialmente los cultivadores de papa,
representados con personajes del juego de rol. En éste, todos tienen unas características
definidas, relacionadas con su actividad y unos rasgos positivos y negativos de cómo son
percibidos por el resto de la comunidad.
Los actores gubernamentales también tienen una representación definida dentro de los
personajes del JR. Es el caso de la municipalidad o alcaldía, la policía Nacional y las
autoridades ambientales que, a su vez, son uno de los grupos de actores tomadores de
decisiones a escala municipal. Las representaciones en el JR de estos actores están
definidas por su impedimento de no poder participar directamente en la construcción
del escenario del juego, aunque sí, y enfatizan mucho en esto, en hacer las regulaciones,
cobrar multas y pedir los impuestos, las cuales son funciones reconocidas por
participantes y las comunidades rurales en referencia a este grupo de actores en la
realidad.
Este grupo de actores (alcaldías, CAR, Policía Nacional) tuvo una baja representación
entre los participantes del taller. Aún así, los presidentes de las JAC que asistieron a los
talleres y los representantes de las asociaciones de productores y conservacionistas,
fueron los encargados de asegurarse de que en el diseño del juego se tuvieran presentes
estos actores.
20
Figuras míticas de la cultura prehispánica muisca.
24
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
También se desarrollaron personajes que no tienen ninguna relación con los actores
presentes en los municipios de Ráquira y Guachetá. Es el caso de Guache y la Madre
Monte, pues tienen características de los elementos de la cultura de zona y están
pensados para representar la conservación de las especies de flora y fauna.
Fig. 11. Versiones preliminares del juego, en los municipios de Guachetá y Ráquira (Foto
Lili Mosquera)
Figura 12: Escenarios hipotéticos de transformación estructural de los ecosistemas
municipales de Guachetá. Las figuras a. y b. corresponden al momento de inicio y final
del juego, respectivamente. Las figuras c1, 2 y 3, a rondas intermedias.
25
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Figura 13: Escenarios hipotéticos de transformación estructural de los ecosistemas
municipales de Ráquira.
Fig. 14. Tablero final del juego experimental: en colores, las coberturas/usos del suelo,
cada una con su asa que denota el personaje que lo controla.
26
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
A partir del proceso de construcción del juego, se evidenció que cada municipio
realmente necesitaba un proceso independiente, ya que si bien existían elementos en
común en la definición de escenarios territoriales, mínimas variaciones en estos
aportaban nuevos actores y nuevas dinámicas a incorporar al juego. Por ejemplo, el
municipio de Ráquira posee una gran parte semidesértica, que es identificada por la
gente como espacio de meditación religiosa, belleza escénica de interés turístico y
ciertas potencialidades productivas agrícolas, mientras que el municipio de Guachetá
posee una población inmigrante importante debido a las actividades mineras. Estas
condiciones llevaron al diseño de juegos relativamente diferentes, aunque estas se
desdibujaron al poner a trabajar de manera conjunta a los participantes del proceso en
el taller de diseño final.
Como resultado fundamental del trabajo se optó por el diseño de un material didáctico
para promover el diseño de juegos de rol para el ordenamiento territorial en cualquier
escenario socioecológico, que retuvo el nombre de “Desafío de Quyka”, pero presenta un
modelo genérico de trabajo adaptable. En síntesis, se construyó un juego “muisca” para
la región de Rabanal, con dos variantes, una para cada municipio, y un juego “genérico”,
para ser desarrollado y jugado por cualquier organización interesada (Figura 15).
Fig 15: Logosímbolo del juego genérico “El desafío de Quyka” (Arte de Ricardo Navas)
5.3.3 Índice de biocapacidad y el balance intermunicipal de servicios
ecosistémicos
Esta evaluación del territorio no se hizo con criterios propios, por lo que deberá ser el
primer paso en posteriores desarrollos, si bien requiere una base clara que haga que los
indicadores, además de ser relevantes a escala local, pueden ser comparados entre
distintos territorios. La propuesta que acá se incluye está diseñada para ser incorporada
27
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
en el SIGAM: Sistema de Gestión Ambiental Municipal, que es la herramienta oficial de
seguimiento del trabajo enlos municipios y que debe verse reflejada en el Expediente
Municipal (memoria pública). En la Fig. 16 se presenta la versión de los indicadores
propuestos para hacer la valoración de la biocapacidad de la EEP, a partir de una
calificación subjetiva por parte de los participantes, que eventualmente puede llenarse
con información empírica.
Una forma de evaluar la biocapacidad es calificar, dentro de una escala discreta, que
puede ir de 1 a 5, la capacidad de la estructura ecológica municipal para prestar los
servicios ecológicos identificados por los diseñadores del juego.
En cualquier caso, la evaluación de la funcionalidad está basada en la posibilidad de
responder preguntas como estas, pero ajustadas al territorio de referencia:
1. Disponibilidad efectiva de agua en el tiempo
¿Es adecuada la cantidad de agua apta para el consumo humano durante las diferentes
épocas del año, teniendo en cuenta factores como caudal, regulación (según periodos de
alto y bajo caudal) y disponibilidad efectiva a los usuarios?
2. Capacidad de depuración del agua de consumo
¿Contribuyen los cuerpos de agua actuales a mejorar las características físico - químicas
del agua, mediante su acción filtradora, sedimentadora, o depuradora?
3. Calidad del suelo, fertilidad y seguridad alimentaria
¿Es adecuada la salud actual del suelo para mantener la productividad de las plantas y
los animales silvestres, la producción de pastos y cultivos, la infiltración, retención,
transporte y producción de agua, de acuerdo con sus características físicas, químicas y
en especial, biológicas (micro y meso fauna)?
4. Capacidad de amortiguar fenómenos extremos de estrés hídrico
¿La estructura actual de las coberturas tiene la capacidad de moderar los efectos
destructivos de largas temporadas de lluvias o sequía?
5. Capacidad de brindar hábitat efectivo a especies polinizadoras y
controladoras biológicas
¿Las coberturas silvestres o cultivadas actuales proveen refugio suficiente a insectos,
aves, anfibios o murciélagos capaces de contribuir a la producción agropecuaria?
6. Oferta de materias primas y alimentos silvestres nativos
¿Las coberturas actuales contribuyen en la seguridad alimentaria, la salubridad y la
provisión de materias primas gratuitas para cualquier actividad cotidiana, generando
ahorro monetario?
28
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Otros servicios fueron discutidos e incorporados al juego, pero su aplicación fue menos
clara para las personas:
7. Captura de carbono
¿Es el crecimiento de los bosques (silvestres o plantados) suficiente para capturar el
carbono emitido por las actividades económicas del municipio? (¿Es Ráquira carbono
neutral?).
8. Calidad estética y visual del paisaje
¿Proporcionan los paisajes del municipio deleite y alegría a sus habitantes, y se
constituyen en fuente de aprendizaje para los niños en las escuelas?
5.3.4 Aplicaciones potenciales: experimentos territoriales
A partir de este trabajo se contempla una etapa de prueba de los juegos de rol
autodiseñados y un análisis de la respuesta comunitaria en la planificación y gestión de
propuestas de Estructura Ecológica que respondan a intereses de conservación y manejo
de servicios ecosistémicos requeridos por la población. Este análisis tiene varios
potenciales que deberán ser explorados si se consolida la propuesta de utilizar la
metodología genérica sugerida en los resultados, y que incluiría:
Bajo un enfoque sociológico, se requiere evaluar el efecto del proceso de diseño del
juego como expresión de competencias comunitarias que aportan en la planificación,
expresadas como el conjunto de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas
que posee una persona, que le permiten la realización exitosa de una actividad
(Rodríguez y Feliú 1996). Para ello, es necesario hacer una comparación cuantitativa de
los índices resultantes de al menos tres situaciones contrastantes:
•
Una situación inicial en la que se evalúe la biocapacidad de la Estructura Ecológica
plasmada en el mapa de uso actual de suelo, que servirá como tablero de inicio para el
juego.
•
La Estructura Ecológica resultante del desarrollo de una sesión del juego en donde
los participantes no tengan permitido entablar ningún tipo de comunicación y sus
decisiones dependan de valoraciones individuales.
•
La Estructura Ecológica resultante del desarrollo de una sesión del juego en donde
los participantes tengan espacios de diálogo y comunicación para su diseño y
planificación.
Tal como reportan Vieira y Castillo (2010) la mayor dificultad para la aplicación de
metodologías de Juegos de Rol Autodiseñado es la complejidad inherente a la operación
simultánea de todos los componentes del juego, lo que dificulta el seguimiento detallado
del comportamiento de los actores y de sus decisiones. Para ello es indispensable
realizar muchas más rondas y repeticiones del juego, por lo cual el nivel de
formalización de su contenido es un factor importante.
29
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Como resultado del análisis de competencias comunitarias que puedan ser útiles para
procesos de planificación de la biodiversidad, sería factible definir planes de
fortalecimiento de la población municipal, identificar algunas tendencias en la evolución
de los sistemas de planificación local (necesidades, prioridades, visiones, valoraciones,
fortalezas y debilidades comunitarias) y generar momentos de aprendizaje horizontal y
bidireccional entre los jugadores e investigadores.
6.
Discusión
6.1 De la EEP y sus estados estables alternativos
La noción de estructura ecológica del territorio fue fácilmente interpretada por los
participantes del juego una vez se creó el vínculo entre servicios ecosistémicos y
actividades productivas en la región. De no hacerse esto, la EEP es percibida como el
conjunto de áreas (silvestres) que por distintas razones no se ha podido incorporar a la
economía y le “sobra” al territorio. La evidencia de esta manera de ver las cosas aparece
al constatar las historias de las personas sobre la agricultura y la población; donde la
queja es por el abandono del campo, la escasa dedicación a la producción rural por parte
de las nuevas generaciones, las cuales prefieren la minería y otras actividades más
rentables en el corto plazo, pero más peligrosas e inestables en el largo. Esta actitud es
particularmente marcada en Guachetá, municipio que ha vivido un fuerte “boom”
carbonífero y que es considerado en la región como un nodo de la economía minera de
toda la cordillera andina nororiental.
Ahora, la construcción de la EEP pasó por una dificultad especial dentro del diseño del
juego, debido al equilibrio que requería este en cuanto a la unidad mínima de
intervención, es decir, la “ficha de cobertura”: cubos muy grandes permitían jugar más
fácil y rápido, pero no generaban una estructura perceptible en el territorio, mientras
que fichas muy pequeñas eran más adecuadas para visualizar el mapa, pero dificultaban
la manipulación y demoraban los turnos, un claro ejemplo del problema de la unidad
mínima funcional y la escala humana de la intervención, temas que fueron ampliamente
discutidos por los participantes.
Los mapas y las estadísticas indican que los instrumentos de planificación de
ordenamiento parecen poseer excesiva e innecesaria complejidad, que en general inhibe
la participación en lugar de promoverla. La percepción del territorio y de sus
componentes hizo que el juego nunca tuviese más de 5 o 6 ámbitos de intervención
(tipos de cobertura), llevando a una interpretación del paisaje suficientemente práctica
como para guiar las decisiones de transformación. Esta restricción sin embargo, puede
ser poco práctica donde los grupos humanos manejen más de seis tipos de cobertura, lo
que obligaría a trabajar estadísticamente el total de caras en los cubos para representar
adecuadamente las posibilidades de transición.
La generación de estructuras alternativas no fue factible durante esta etapa del proceso,
dado que requiere repetir numerosas veces el juego, para demostrar gráficamente que la
evolución del territorio tiene variaciones. Pero en la discusión con los participantes se
hizo evidente que la posibilidad de visualizar e intervenir en las coberturas del
municipio a gran escala parece tener un efecto positivo en las decisiones de intervención
de los participantes hacia la conservación de bosques, páramo y cuerpos de agua, bien
30
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
sea por la rápida relación que se hizo durante el diseño del juego con la disponibilidad
de servicios ecosistémicos, o por un efecto “místico” de responsabilidad que parecía
afectar a las personas: si bien siempre fue claro que se trataba de un juego, algunos
participantes mostraron excesiva prudencia a la hora de transformar las coberturas, en
particular cuando se trataba de ampliar las áreas de minería o sacar provecho de los
bosques sin reponerlos. Es decir, el tablero y el procedimiento operan claramente bajo
ámbitos ecológicos y económicos integrados en la mente de los habitantes del municipio.
Falta jugar con personas inmigrantes, para quienes eventualmente estos escrúpulos no
tienen fundamento…
De manera curiosa, las personas borraron cualquier diferencia práctica entre los
bosques de roble y otro tipo de bosques, señalando que “eran la misma cosa”, sin
preferencia alguna por atributos particulares de la especie. Podría tratarse de un efecto
de resistencia ante la veda a que ha sido sujeta esta formación vegetal los últimos años, y
que ha impedido eficazmente la transformación de las áreas de robledal en pastizales o
cultivos. Sin embargo, los participantes resienten esta limitación al dominio territorial y
podrían estar expresando su descontento con las medidas de gestión a través de
cuestionar la identidad ecológica de la formación.
Finalmente, los participantes no parecen atribuir un papel importante a la configuración
de coberturas en los suelos agropecuarios, es decir, no reconocieron la importancia de
cercos vivos, vegetación riparia, laderas protegidas, más que ocasionalmente. La escasez
de tierra productiva fue el argumento permanente para explicar la simplificación
estructural del paisaje, si bien fue reconocida la importancia funcional de estas
estructuras. El juego, sin embargo, no fue suficientemente sofisticado como para valorar
adecuadamente las eventuales diferencias entre sistemas productivos ecológicamente
diferenciados, aunque uno de los participantes propuso como cobertura a evaluar los
“cultivos ecológicos”, refiriéndose a sistemas sostenibles de producción o con criterios
agroecológicos.
6.2 Del conocimiento local sobre los ecosistemas de páramo y su ámbito de
influencia.
La estructura ecológica actual, a pesar de cubrir casi el 50 % del área, en el caso de
Ráquira, no parece retener suficiente biocapacidad para satisfacer las necesidades de la
población local, a criterio de las discusiones sostenidas durante el diseño del juego. Pero
los indicadores básicos para tener esta visión son el de capacidad depuradora y
reguladora del agua, que cotidianamente se enfrenta, y un poco menos, el de salud del
suelo, entre los pobladores que desarrollan actividades agropecuarias y aquejan
pérdidas de fertilidad y necesidades crecientes de subsidios químicos en sus parcelas.
Respecto del páramo, todos los participantes reclamaron por su conservación y
señalaron a los cultivadores de papa como responsables de su deterioro y por tanto
culpables de incrementar la vulnerabilidad de las personas aguas abajo: incluso
identificaron por su nombre de familia al rol de “papero”, con ánimo de causarle
vergüenza pública. Sin embargo, el conflicto productivo entre parameros y el resto de la
población parece haber sido también producto reciente de las campañas institucionales
y la visión conservacionista, que da la oportunidad a la población de señalar
responsables del deterioro ambiental general que sufre el territorio, y concentrar en
31
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
ellos la atención, tal como señalaron los parameros entrevistados. En cualquier caso, el
páramo fue siempre mantenido como un ecosistema silvestre dentro del juego, y las
personas buscaron activamente incrementar su área dentro de los límites de lo
físicamente posible.
6.3 De la integración del conocimiento ecológico local al proceso de discusión
sobre alternativas de uso del suelo
En cuanto a la valoración cultural del páramo o de otros ecosistemas, la población local
no parece otorgarle mayor importancia a la persistencia de los patrones espaciales
heredados de su territorio, un fenómeno ligado a la construcción de identidad, pero a la
vez, de reconocimiento de la singularidad. Las personas reconocen los atributos de su
parcela y su vereda (grupo de vecinos), pero carecen de la capacidad de contraste que
los desplazamientos espaciales proveen. De manera especulativa habría que
preguntarse si esta condición es reciente o una característica cultural. En el primer caso,
implicaría reconocer la ruptura de redes sociales (algo frecuente en el ámbito de
conflicto armado colombiano) y la existencia de factores progresivamente aisladores
entre los pobladores (competencia financiera, control territorial por agentes externos),
que recurrirían a refugiarse cada vez más dentro de su parcela e indagar o interesarse
menos por fenómenos a otras escalas. En el segundo, implicaría que la evolución de los
comportamientos individuales está altamente sincronizada, haciendo que los patrones
territoriales y el funcionamiento ecológico no sea el resultado de decisiones colectivas
deliberadas o comunicadas, sino un efecto emergente del colectivo, lo cual indicaría que
opera en la región un grado de ajuste ecológico y social de gran complejidad que
requiere otras aproximaciones de modelamiento de agentes.
La institucionalidad, representada por las Juntas de Acción Comunal, los acueductos
municipales, los grupos religiosos, los gremios (en particular carboneros y ganaderos,
mucho menos de los artesanos), mantiene cierta cohesión social manifiesta en el diseño
del juego, pero escasa como factor regulador de la toma de decisiones sobre el territorio:
en general las personas aceptaron que las decisiones de uso y transformación eran
totalmente personales. Falta sin embargo poner en evidencia comportamientos
colectivos que pueden estar operando en la realidad y requieren escenarios diferentes
de juego para emerger.
Por otra parte, la condición evolutiva y adaptativa de la biodiversidad, que también le
otorga propiedades emergentes, dificulta su percepción como algo que se agota, si bien
esto puede ser el efecto de transformaciones en la provisión de unos servicios
ambientales que tienden a ser sustituidos por la energía, materiales e información
foráneos de una economía de servicios más integrada. Así, el gas propano y la
electricidad reemplazan la leña y el carbón locales; los productos mercadeados la
tradición y soberanía alimentaria; el plástico, los productos no maderables del bosque;
la farmacopea global, el uso de plantas medicinales. De esta manera, el vínculo entre
producción y estructuración ecológica del territorio se simplifica enormemente, ya que
se pierde capacidad de percibir y valorar el flujo de servicios ecosistémicos que operan a
escalas intergeneracionales. Esta situación, de pérdida de memoria, conocimiento local y
estrategias de trabajo redunda en menor capacidad adaptativa de las comunidades, que
ven lentamente restringidos sus márgenes de operación sobre el territorio. Este
32
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
fenómeno supone que existen unas “ventajas competitivas” o al menos “comparativas”
en Ráquira o en Guachetá, que requieren orientar el territorio hacia su desarrollo, dada
la eficiencia que ello representaría en términos económicos. Esta transformación, sin
embargo, puede ser real para unos pocos municipios donde estas características
emerjan con suficiente claridad como para integrarse a los circuitos globales (caso del
carbón) convirtiendo el territorio en un exportador neto de materia prima e importador
neto de servicios ecosistémicos (caso Guachetá), pero una quimera para los cuales no
existen estos recursos, implicando que sus territorios continuarán siendo heterogéneos
o en el proceso de lenta degradación que implica la incapacidad de gestionar a la escala
adecuada sus flujos ecológicos. Esta tendencia podría ser revertida con una
consideración formal sobre su calidad como exportadores netos de servicios
ecosistémicos, lo cual requeriría esquemas adecuados de compensación, por ejemplo, a
través de fondos de manejo de calidad del paisaje y la biodiversidad por parte de las CAR
o las gobernaciones. Esquemas de este tipo están siendo conceptualmente explorados
en otras regiones del país (Guzmán, 2010), aunque con predominio de áreas con
propiedad colectiva (pueblos indígenas o de comunidades negras) donde el flujo de
servicios hacia el exterior es mejor percibido y valorado, y la eficiencia financiera de los
eventuales mecanismos de compensación, más fácil de probar (Cuenca del río Güiza),
según sugiere Gómez (2010).
La normatividad ambiental, al generalizar la gestión, contribuye de manera negativa a la
simplificación de las decisiones y la pérdida de resiliencia del sistema, claramente
creando comportamientos maladaptativos (2010)21 que aún degradan más la situación:
uso ilegal de recursos (extracción de leña, materias primas y cacería), sobreexplotación
(arriendos para producción industrial sin responsabilidad ambiental), contaminación
(delegación de responsabilidades a instancias jerárquicas aparentemente capaces) y
otras.
La noción de los servicios ecosistémicos como RUC (Recurso de Uso Común) está muy
ligada a la cantidad del recurso y la dinámica de extracción, difíciles de cuantificar en
tanto operan a escalas y con mecanismos difícilmente perceptibles por los actores
locales. Finalmente, lo que se debate son los efectos acumulados de la transformación
del territorio en su biocapacidad, pero la complejidad e imposibilidad de control de los
factores involucrados desestimulan la participación en su gestión, contribuyendo a la
frustrante sensación de impotencia que caracteriza muchas poblaciones rurales.
Escobar (1999), en su trabajo con comunidades negras del Pacífico colombiano, detecta
claramente los efectos de este proceso en la construcción de identidades y capacidad de
apropiación territorial, es decir, en la base de la construcción de proceso de integración
política. Lo que él denomina la noción de lugar, se convierte en un fenómeno
estructurante de las relaciones sociales a través de las escalas, algo que también se ha
reconocido claramente por otros autores enfrentados a la crisis de las áreas protegidas
como espacios de preservación de la biodiversidad: Adams (2002) reconoce que una de
las restricciones importantes para considerar la BD como un recurso de uso común es la
escala en que esta opera y su relación con las comunidades locales, ya que estas
difícilmente percibirán la variabilidad de condiciones bióticas más allá del proceso
coevolutivo local. Es decir, las decisiones de uso y manejo de la BD dependerán más de la
21
Editorial, Global Environmental Change (20):211-211
33
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
memoria histórica local (tradición oral, escrita, institucional, etc), y del alcance espacial
de las operaciones culturales, que dependerá más de las estrategias comunicativas (de
esto han hablado muchos) intraculturales que del dominio físico territorial. Estas dos
dimensiones se integran en el aprendizaje institucional que es capaz de resignificar la
historia ante la presencia de nueva información, que en el caso de la biodiversidad se
expresa como la capacidad de evidenciar cambios en el comportamiento u organización
de los niveles bióticos considerados.
Por ejemplo, el IAvH documenta una falla en la gestión de las tortugas marinas en la
región de la Guajira (norte de Colombia) (Hernandez et al, 1998), donde los indígenas
poseen un proceso endógeno de regulación del recurso, pero sus instituciones son
incapaces, por el momento, de integrar nueva información proveniente de la escala
global, que advierte que la viabilidad poblacional de las especies capturadas parece estar
en peligro. Se crea así un conflicto entre la comunidad y la autoridad ambiental regional,
que recurre a estrategias inviables de comando y control (asumiendo su
“responsabilidad global”), ya que carecen de legitimidad cultural, mientras construye un
universo retórico de educación ambiental que tampoco tiene ningún efecto sobre el
fenómeno, pero si despilfarra ingentes recursos.
Tanto en los casos de las comunidades mangleras de la Costa Pacífica, como en el de los
pescadores de tortugas de la Guajira, el manejo del robledal de Ráquira/Guachetá, o la
gestión del páramo de Rabanal como proveedor de servicios ecosistémicos, se han
identificado numerosos mecanismos inhibitorios del aprendizaje institucional local,
particularmente aquellos derivados de la intervención de agentes ubicados por fuera de
las estructuras de regulación endógena: ONG´s, gobiernos o agencias de cooperación, tal
como lo identifica Cárdenas (2008): el nivel o tipo de inhibición al aprendizaje
institucional es tan o más fuerte que la incapacidad del mercado en transmitir
adecuadamente las señales de crisis ecológica, por lo cual se requiere diseñar
instrumentos de ajuste a la planificación que permitan superar estas limitaciones e
incoherencias en el flujo de información interescalar.
Los instrumentos hasta ahora utilizados para movilizar información de lo local a lo
global corresponden a sistemas de planificación vertical y de competencia cultural,
mientras que los mecanismos para resignificar los conocimientos locales ante la nueva
información están más asociados con la participación y la coordinación endógena de las
comunidades locales. La pérdida de sentido de muchas estrategias participativas deriva
de la mezcla de estos dos niveles de operación sistémica en estructuras donde no
procede la combinación de estrategias, lo que genera ruido y conflictos. Por este motivo
el desarrollo de dispositivos que permitan recoger y poner en juego la complejidad de
los escenarios de toma de decisión locales se hace fundamental.
Este fenómeno es patente en el manejo del robledal (especie vedada desde 1975), y aún
más, del páramo, ya que en su gestión se refleja la incapacidad de las autoridades locales
en controlar las formas de intervención, ya que pese a haber desarrollado una aparente
estrategia participativa, los mecanismos de combinación y validación (legitimación) de
la información proveniente de otras escalas (municipal, departamental, de cuenca), no
poseen credibilidad ni generan estrategias institucionales novedosas que permitan que
el sistema opere ante las implicaciones del nuevo estado de cosas.
34
Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
Los campesinos sufren eventualmente dos tragedias de los comunes sobreimpuestas:
una endógena, cuando los mecanismos de cooperación y regulación del recurso se
resquebrajan por cualquier motivo (financiero, electoral, familiar, etc), y una exógena,
en la cual cada comunidad se enfrenta a otras en las mismas circunstancias a lo largo de
la cordillera, donde la posibilidad de aprehender una visión continental del páramo está
mediada por expertos externos, ONG´s y niveles de gobierno que van de lo regional a lo
nacional, que no representan casi nunca los intereses o preocupaciones de ninguna de
las comunidades locales.
Según esto, ¿qué es lo que habría que comunicar entre comunidades para hacer
significativo el proceso de aprendizaje y revitalización de la gestión institucional ?
Muchos de los elementos que ya han sido investigados o trabajados por los agentes
externos y que son particularmente relevantes en el caso de la biodiversidad:
Variabilidad genética de las especies silvestres del páramo y su rol en la viabilidad a
largo plazo de sus poblaciones, tamaño crítico de las mismas, estado de salud,
vulnerabilidad ante disturbios antrópicos, prácticas de aprovechamiento, cambio
climático, etc. En síntesis, información de calidad sobre la dinámica socioecológica de
los páramos en los contextos territoriales a gestionar.
6.3.4. Acerca de las potenciales aplicaciones del proceso para el ajuste de los
planes de acción en el área de estudio:
Adriansen, et al. (2003) discute la conectividad como criterio de evaluación de paisaje.
Podría discutirse la coherencia interna de criterios de evaluación de la EEP. Podrían
añadirse todas las variables imaginables: hay que jugar con especies amenazadas,
invasiones, endemismos, niveles de integridad, etc. Toda un mina para explorar.
Juego de rol, más importante su proceso de diseño que la aplicación: Pedagogía.
Potencial de experimentos múltiples con el juego de rol:
Con diferentes esquemas de regulación (reglas) y procedimientos de juego.
Servicios ecosistémicos no percibidos, predominio del tema del agua
Visiones campesinas del territorio vs otros actores
Pardy 2008: más importante protegerlas funciones de los ecosistemas, que los servicios
en sí…
7.
Conclusiones y recomendaciones
El proceso de diseño y puesta en escena de un juego de rol autodiseñado para el
ordenamiento territorial municipal posee un gran potencial para la gestión de la
biodiversidad local y para crear conciencia de la importancia de la funcionalidad
ambiental del territorio, donde los páramos y otros ecosistemas “estratégicos” aparecen
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Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
como unidades críticas de manejo y se reconoce su importancia al lado de un conjunto
de formas de uso del suelo que también requiere atención.
En síntesis, el proceso de trabajo permitió recopilar, sistematizar y discutir el estado y
alcance de conocimiento externo y local de los participantes en el trabajo, en su mayoría
representantes de comunidades campesinas de los municipios de Ráquira y Guachetá
sobre los ecosistemas de páramo y su ámbito de influencia. De este trabajo se concluye:
1) La estructuración actual del territorio no es una dimensión visible ni apropiada
por parte de muchos de los actores de la comunidad, que desconoce las
dinámicas físicas, biológicas y sociales que tienen lugar afuera de sus predios o
veredas. Esta percepción limitada del territorio dificulta la valoración de su
estado, y representa una tradición fraccionada y unos grupos humanos
replegados y progresivamente aislados, con voluntad pero con escasa
competencia para intervenir en la toma de decisiones de uso del suelo.
2) La pérdida de vista de la variabilidad biológica a escala local ante las rupturas
históricas causadas por aculturación inducida (publicidad, acciones de mercado
asimétricas), desplazamiento forzado (guerra) o incapacidad de mantener
sistemas de conocimiento tradicional vigentes (muerte de expertos locales). Esta
pérdida del conocimiento local y su poder como fuente de toma de decisiones y
regulación lanza la biodiversidad al olvido, invisibilidad y la convierte en un
elemento irrelevante de la planificación (Baptiste 2004).
3) La construcción de modelos de operación de la biodiversidad exógenos, por
coherentes y precisos que sean, no tiene capacidad de operar en la escala local,
pues carecen de elementos articuladores y acaba actuando de manera perversa
contra el conocimiento local y la evolución de las instituciones. Incluso, pueden
ser agentes de aculturación, conflicto y pérdida del sentido de la experiencia
local. Lamentablemente, muchas acciones y programas de conservación han
incurrido en este comportamiento con todo y reconocer explícitamente el valor
de lo local… Otras, ante la aparente magnitud de la crisis, han optado por
campañas agresivas de sustitución de los sistemas de conocimiento, lo que se
manifiesta en estrategias de compra de tierras, programas de adoctrinamiento
ambiental mal entendidos como educación ambiental, o sistemas de incentivos de
mercado que ponen en riesgo el acceso justo y equitativo a la provisión de
servicios ecosistémicos.
Se discutieron las potenciales aplicaciones del proceso para el ajuste de los planes de
acción del área de estudio, mediante la construcción de una matriz de evaluación de la
biocapacidad de las estructuras ecológicas resultantes del juego de rol autodiseñado. De
este trabajo se concluye:
1) Las ventajas de vincular los modelos estructurales físico-bióticos del territorio
con los procesos dinámicos más importantes del paisaje.
2) La necesidad de fortalecer el reconocimiento de la biodiversidad local como
factor productivo y reproductivo de las condiciones sociales locales
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Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
3) El potencial de gestión intermunicipal del flujo de bienes y servicios
ecosistémicos, a través de balances territoriales de biocapacidad.
Finalmente, es indispensable reconocer como el desarrollo de iniciativas como este
juego se ven muy beneficiadas por una estrategia comunicativa que convoque, rete y
mantenga el interés y flujo de información entre los participantes y las redes sociales en
que estos están insertos, dado que el “Desafío de Quyca” acoge a tantos diseñadores
como deseen participar, en las condiciones que deseen hacerlo. Es decir, la construcción
del juego requiere y puede fortalecer las redes sociales invisibles tras de los actores
(estudiantes de colegios, organizaciones comunitarias, agremiaciones, organizaciones no
gubernamentales, etc.), y con ello contrarrestar la eventual escasa disposición a
interactuar con la comunidad por parte de funcionarios.
Está pendiente el diseño de propuesta jurídico-política para las autoridades municipales
y ambientales, de una EEP armonizada con el Plan de Manejo del Macizo de Rabanal y
otros instrumentos de planificación, pero esto requerirá de una aplicación masiva del
juego entre los pobladores para elicitar sus preferencias y modelos territoriales.
La necesidad de un sistema de apoyo permanente para el seguimiento de las
aplicaciones del “Desafío de Quyka” que incluya capacidad de distribución del material,
respuesta en caso de dudas (eldesafí[email protected]) y registro de avances,
modificaciones y usos alternativos.
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Los juegos de rol autodiseñados y la construcción de la Estructura Ecológica Principal (EEP) como
instrumento de gestión territorial de la biodiversidad: el caso del Macizo de Rabanal (Colombia)
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