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15 años después
Fernando Mena Rojas
Fernando Mena Rojas
15 años después
15 años después
© Copyright 2015, de Fernando Mena Rojas
Inscripción Nº254.401
Departamento de Derechos Intelectuales de Chile
ISBN
Editorial Punto y Coma
Valparaíso, Chile
www.editorialpuntoycoma.cl
[email protected]
Composición: Editorial Punto y Coma
Impresión:
Impreso en Chile
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons
Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional
PRIMERA PARTE
SOBREVIVIENTES
Cuatro ex compañeros de colegio: Gabriela, Daniel, Cristián y Humberto. Están vestidos de funeral. Silencio.
CARTA DE BERNAL
Yo… ahora que leen esto, espero que la voz que
lo lea no titubee ni llore, que sea lo más neutral posible. Esto no es para llorar, quizá tampoco para reírse.
Ahora, aunque para mí ya no es “ahora”, pues ya no
“soy”, hagamos cuenta que algo de lo que fue mi materia sigue ahí entre ustedes. Hoy entonces, vengo a ser
un cliché científico, algo así como un Polvo de estrella,
aunque muchos dirán que mi cuerpo no es más que
alimento de gusano. Si el alma existe quizá sea esa luz
que permanece cuando la gente se muere, atravesando
el tiempo. Ustedes esta tarde, suponiendo que me están
sepultando por la tarde, están percibiendo la despedida
tras la muerte de un trozo de estrella insignificante, o
sea yo, que nunca fue estrella, como esas del cine. En
fin, soy una muerte de estrella, como las luces que vemos, bueno, que yo veía todas las noches en el cielo
mientras supongo todos ustedes vivían la adolescencia
carreteando. Esas luces que no eran más que fantasmas
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de estrellas muertas desde hace millones de años, pero
que su luz llega a vernos recién ahora. Bueno, yo, el que
se conformó con todo lo que le dieron y luchó mucho
menos de lo que podía, perdió tiempo mirando el cielo,
perdió tiempo escribiendo y yendo a museos. No seré
algo muy importante hoy… para ustedes, mis pocos
amigos, mi familia y de seguro esos ex compañeros de
colegio que vinieron por cumplir.
Posterior al funeral de Bernal, los cuatro ex compañeros
deciden ir a compartir unos tragos a la casa de Daniel.
Silencio.
Gabriela: No me gustan los funerales
Humberto: A mí no me gustan las iglesias
Cristian: Los funerales son tristes, nunca entendí el
luto.
Daniel: Qué difícil para la familia, todo fue tan repentino, estaba mal igual, casi no salía de la casa los últimos
años. Siempre fue raro.
Gabriela: No era raro, diferente nomás, callado.
Humberto: Sabes, que no tanto. Yo hablaba harto de
política con él en el colegio, era súper lúcido. Nunca
quiso estar en el centro de alumnos. Hubiese sido la
raja tenerlo ahí.
Gabriela: Si me acuerdo. Era buen alumno además.
Pero callado, solitario, yo hacía los trabajos con él, digamos que era el más responsable.
Cristián: Yo supe por mi mamá, me llamó por teléfono,
al principio no reaccioné, no me acordaba y después
me acordé de quién me estaba hablando. No podía
creer que se había muerto.
Daniel: Yo me encontré en el Mall con su vieja hace
como año y medio, me saludó y yo no me acordaba de
ella, con suerte me acordaba del “muerto” y me iba a
acordar de ella.
Humberto: No le digas así wn.
Cristián: Pero si así le decíamos
Gabriela: Y ahora que de verdad se murió ¿le van a seguir diciendo “muerto”?
Daniel:Para mí siempre va a ser “el muerto Bernal”.
Pero lo recuerdo con cariño, cuando jugábamos a la
pelota hablábamos harto. A mí me daba pena el wn.
Humberto: Raro que no vino más gente del curso.
Cristián: No tenía Facebook parece. Yo no lo tengo. O
sea, no lo tenía… no sé cómo decirlo.
Gabriela: Yo creo que no supieron.
Daniel: O no pudieron venir. Yo estuve a punto de no
venir, tenía muchas cosas que hacer.
Humberto: A mí no me gusta el tema religioso, por eso
tampoco quería venir.
Cristian: Pero que bueno que vinimos nosotros. Quizá
era necesario vernos.
Gabriela: Para mí y espero no se malentienda, nunca
fue necesario ver a la gente del colegio después que salimos.
Humberto: ¿Y qué fue de ti? Lo último que supimos era
que entraste a Derecho a la Chile.
Cristián: ¡Eres abogada! ¡Qué bien!
Daniel: Mira, que interesante. Dame tu tarjeta, quizá te
necesitemos en la empresa en algún momento. Aunque
bueno, tenemos buenos abogados.
Gabriela: No terminé de estudiar. Dejé la carrera en segundo año.
Cristian: ¿Qué te pasó?
Humberto: ¿En serio? Eras la mejor del curso. ¿Se puede contar que te pasó?
Gabriela: Me enamoré. Me casé.
Daniel: ¡Y cagaste!
Cristián: Y tuviste hijos.
Gabriela: Sí. Dejé todo para ser mamá.
Humberto: Yo sabía. Una vez te vi en el supermercado
con tus hijos.
Gabriela: ¿Y por qué no me saludaste?
Humberto: No sé. Supongo pensé que no me ibas a reconocer.
Gabriela: Ah que tonto. Obvio que me iba a acordar.
Daniel: Han pasado 15 años. Igual hemos cambiado.
Cristián: Tenemos ya la edad de cristo
Gabriela: Si, pero bueno, andamos por ahí ¿o no?
Humberto: Yo estoy viejo, ustedes están iguales.
Cristián: Tú estás igual
Humberto: Estay loco
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Daniel: ¡Igual de lana!
Humberto: Si, puede ser y tu igual de divertido.
Daniel: ¡Estamos bien wn! ¡Salud! Qué bueno verlos
cabros, de verdad.
Cristián: Si, un poco más viejos, pero nos vemos bien.
Daniel: Yo te veo hecho mierda.
Gabriela: Oye a ti no se te quita la tontera, sigues igual.
Daniel: Hay que darle alegría a la vida. Alegría y piscola. ¿O no?
Humberto: Bueno no sé, venimos de un funeral. No sé
qué tan alegres podemos ser.
Cristián: No oye, si igual el Dani tiene razón. Al “muerto”, digo, al Bernal le hubiese gustado que estuviésemos
contentos.
Daniel: Eso perro, así se habla. Vamos a fumar un puchito. ¿Me acompañas?
Cristián:¡Vamos!
Se queda Humberto con Gabriela.
Gabriela: Y bueno, se murió el Bernal, el sí que cam12
bió, ya no existe, pero parece que no hemos cambiado
mucho.
Humberto: Era obvio que el Daniel nunca iba a cambiar. Tú tampoco has cambiado nada.
Gabriela: Jaja, estoy súper diferente, mírame bien.
Humberto: Si te estoy mirando y te veo igual. Sigo viendo a la misma, inteligente con cara de misa que entraba
siempre radiante a clases.
Gabriela: Queda poca de esa Gabriela. Tú estás más
grande. O sea te ves como un hombre.
Humberto: Bueno, supongo que tengo que decir gracias.
Gabriela: No digas nada. Es un decir. (Vibra el celular).
Ay Necesito contestar, dame un minuto. (Habla por teléfono).
Humberto: (A público) Se casó. Tuvo hijos. Y yo en el
mismo lugar de siempre, soñando un mundo mejor.
Pensando en la patria y en la revolución. Ahora sin pasamontañas eso sí. No quise ser como ellos, me omití,
sabía que la Gaby nunca me iba a pescar así. La miraba
en las clases. Era obvio que me iba a ir mal en la PAA,
estaba pensando en sus ojos todo el día, me los sabía de
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memoria. Me pasaba en la biblioteca, entre Nietzsche,
Marx para principiantes y en las reuniones del centro
de alumnos, por mucho tiempo sentí que mi tiempo de
colegio lo perdí en eso, lo desperdicie. Era el compañero hippie, artistoide, que nadie toma mucho en serio.
Y a mí me gustaba tanto. Pero cuando pude hablarle
ella pololeaba con un wn que ya estaba en la universidad. Así que me encerré más, escuchaba Nirvana, no
me lavaba el pelo y andaba con gorro todo el día. Un
día no recuerdo si fue el Daniel o no, que me acusó
con el profe de Química, le dijo que yo llevaba semanas
sin sacarme el gorro, que quién sabe que mutaciones
estaban ocurriendo en mi cuero cabelludo. El profe se
paró, me miró y me sacó el gorro, mi pelo estaba fétido
y grasoso y en una explosión la caspa saltó al resto de
las mesas, entre todo el asco de mis compañeros vi la
cara de la Gabriela que me miraba en silencio. Tras sus
ojos pude ver su desprecio hacia mí. El artista y guitarrero del curso no podía acercarse a ella. Mis papás, de
clase obrera, ni con miti-miti pegaban con sus papás
socialistas educados, retornados del exilio y bilingües,
en las reuniones de apoderados en esa mierda de colegio que íbamos. Aunque ya poco importa todo eso. La
verdad es que hoy la veo de nuevo y sigue más linda
que la chucha.
Gabriela: Disculpa. Tenía que contestar.
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Humberto: Tomémonos otra. Esta ya se acabó.
Gabriela: Bueno, aunque pídeme una piscola mejor.
Humberto: ¿Pasó algo? ¿Todo bien?
Gabriela: Si todo bien, sólo que hoy se murió un compañero de colegio.
Humberto: A su memoria entonces.
Daniel con Cristián afuera con un cigarro en sus manos.
Cristian: Qué raro todo. El funeral del Bernal, verlos
a ustedes.
Daniel: Una pena lo de Bernal, igual estaba cagao.
Siempre estuvo cagao. No te pueden decir “muerto” po.
Obvio que todos nos vamos a morir, pero si te dicen
muerto, te vas a morir antes o más que el resto.
Cristián: Y tú, ¿te casaste?
Daniel: Si po, me casé, me separé. Cerré la wea de Facebook. Puros problemas esa wea. Tengo dos hijos. Pesados los weones.
Cristián: Tienen a quién salir.
Daniel: Obvio po wn. Igual a la mamá los pendejos.
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Igual los quiero. Me hacen reír. Y bueno, y tú a que te
dedicas.
Cristián: Soy programador. Trabajo para telefónica.
Daniel: Buena wn, dame tu tarjeta. Siempre estamos
necesitando weones en la empresa, aunque trabajamos
con unos cabros secos pa la informática. ¿Bueno y te
casaste? ¿Tienes pareja?
Cristián: No, estoy soltero. Estuve con alguien como
siete años, pero terminamos hace unos meses.
Daniel: Puta que lata wn, pero bien igual supongo.
Cristián: Si bien. Lo conversamos y todo bien.
Daniel: Las minas son así ahora wn. Son raras. Yo por
eso me separé. Rara la weona. Pero como estamos pa
hoy día, la Gaby igual está rica y el hippie culiao ese se
hace el wn, si toda la vida quiso comersela.
Cristián: No, no está en mi área.
Daniel: Jaja, me vas a decir que no te gustan las mujeres
ahora.
Cristián: No, no me gustan. Soy homosexual.
Daniel: Ajaja, tírate la otra jaja ya po
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Cristián: Jaja (Silencio)… Mi pareja fue un profesor de
la universidad.
Daniel: Tú sí que cambiaste po.
Cristián: La verdad no tanto, siempre me sentí distinto.
Daniel: Demás (Pausa) ¿Entremos?
Cristián: Dale, pero todo bien ¿cierto?
Daniel: Si, obvio… relajado, todo bien.
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SEGUNDA PARTE
CARTA DE BERNAL
Decidí suicidarme o como quieran llamarlo, porque
estaba muy cansado, realmente cansado, la depresión
es una compañía desagradable, dijesen lo que dijesen
no se iba a ir de mí, decidí entonces irme con ella, pero
bajo mis propios términos. (Hagan lo que quieran con
mis cosas, no tengo mucho, pero hay un par de cosas
que pueden servirle a alguien.) Como decía, estaba
muy cansado, mi cabeza ya no aguantaba nada más, no
soy mártir, por favor no piensen eso, me quería despedir por eso hago esto. Me aburrí del mundo con esta
enfermedad y me auto-omito. Hay cosas bonitas igual
no las niego, me hubiese gustado vivenciarlas. Pero
pensé mucho que en mis posibilidades ya no podía hacer más, tenía cerrado el corazón. Me voy de acá con el
cariño y amor de mi familia. Por eso también desaparezco tranquilo. Ustedes deben estar pensando muchas
cosas, seguro ya habrán dicho que era tan joven y tan
buena persona… bueno… no lo era tanto, siempre me
sentí viejo, como desfasado con mi cuerpo, no los pude
nunca sincronizar, mi mente vieja le ganó a mi cuerpo
y no le dio la posibilidad de envejecer… en fin, lo bueno
es que no pensé mucho en la plata mientras viví… quizás debí haber acaparado algo de riqueza, que pena que
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tengan ustedes que costear por mi funeral…
TERREMOTOS Y ENFERMEDADES
Cristian: En el 85 yo tenía casi cuatro años y me acuerdo poco, en realidad no me acuerdo de casi nada. Fue
por la tarde y era domingo porque mi papá estaba en la
casa. Mi hermana iba al colegio al otro día, yo lloraba
porque quería tener uniforme e ir con ella. 7.8 fue y
quedó un poco la caga. Hoy día me pasé el día pensando en que iba a temblar de nuevo y todos como weones
íbamos a salir cascando pal cerro y todos de luto. Un
terremoto po, la venganza del Bernal. Imagínate! Los
bomberos enajenados tocando la sirena, la alarma y la
alerta. Hubiese sido divertido igual… No entiendo la
diferencia entre alarma y alerta.
Daniel: Alarma es cuando viene la ola po weón. Alerta
es para que la gente evacue como medida de control.
Humberto: Da lo mismo, si la gente sabe cuándo viene
un temblor fuerte. Los chilenos sabemos cuándo viene
un temblor fuerte y hay que arrancar.
Gabriela: En Suecia nos hacían operación Daysi todas
las semanas. Pero nunca pasaba nada. Vimos por las
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noticias el del 85 acá en Chile. Yo era chica. Me lo contaron parece. No me acuerdo.
Daniel: En el 2010 yo estaba curao. Ni pesqué.
Humberto: Yo también estaba curao.
Cristián: Es que fue día sábado.
Gabriela: Y en verano.
Daniel: Todo chile andaba weviando.
Humberto: Como siempre.
Cristián: ¿Y tú Humberto, en qué trabajas? ¿Querías
estudiar teatro no?
Humberto: No. Finalmente me salí de la universidad.
No entendía como el arte se podía vender de esa manera. Puro mercantilismo. Elitista. Ahora soy microempresario aunque no me gusta mucho ese concepto.
Vendo mieles y productos naturales.
Daniel: Pásame tu tarjeta. Aunque no sé para que la
quiero. ¿Y qué pasó con los pasamontañas “compañero”, las cambiaste por un computador con internet?
Gabriela: Yo pensé que podías dedicarte a la política,
cuando eras presidente del centro de alumnos todos te
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seguíamos. Te veíamos estudiando ciencias políticas,
siempre con la guitarra al lado eso sí. Te creíamos todo.
Daniel: Yo no…
Cristián: Yo sí.
Daniel: De hecho yo no te creí nunca nada. Siéndote
bien sincero. Ese engrupimiento de JJ.CC era pura pose.
Humberto: Bueno, era algo en lo que creía y lo sentía
correcto. ¿Qué tiene de malo?
Daniel: Nada o todo quizá. Simplemente nunca te creí.
Todo ese comunismo era puro panfleto ¿O no?
Gabriela: Ya da lo mismo. Las cosas cambian, los comunistas de los noventas no son los de ahora. La economía hizo cambiar todo. La mayoría nos adecuamos
a los tiempos.
Humberto: Yo todavía no me adecuo mucho. No entiendo tanto la tecnología.
Cristián: Es cosa de avanzar. La tecnología es buena si
las sabes ocupar.
Daniel: Pero si te mandas mensajes con otras minas estando casado. Odias la tecnología jaja
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Gabriela: Te pillaron
Humberto: Por ejemplo. Esas cosas prefiero evitarlas.
Daniel: Nah si fue tontera mía. Ahora soy más cuidadoso y cuido que mis hijos no vean tonteras por internet y
que cuiden lo que ponen en Facebook.
Gabriela: ¿Tus hijos tienen Facebook?
Daniel: Si, da lo mismo.
Cristián: Debes tener cuidado, sobretodo en etapas de
crecimiento, pueden ver cualquier cosa.
Daniel: ¿Porno de hombres con hombres por ejemplo?
Usted no tiene hijos compadre y no creo que los tenga,
así que déjeme a mi cuidar de los míos.
Cristián: Ya tranquilo si te lo decía por mejor.
Gabriela: Los míos tienen medido el uso de internet y
de los juegos. Aunque trato de hablar siempre mucho
con ellos.
Humberto: Eso es lo mejor.
Daniel: Ustedes tienen 33 años y aún no tienen hijos.
No deberían meterse tanto en como los que somos padres cuidamos a nuestros hijos. A los míos no les falta
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nada.
Cristián: Me imagino lo difícil…
Daniel: No, ¡no te imaginas!
Gabriela: Es difícil. Son tu responsabilidad. Ya son ellos
primero, luego tú.
Humberto: Bueno, de seguro sus hijos serán grandes
personas y ustedes son los mejores padres que podían
tener. Salud Compañeros.
Daniel: ¡Salud Ex compañeros!
Humberto: ¡Eso. Salud ex compañeros de colegio!
Cristian: Salud por sus hijos!
Gabriela: ¡Salud por los de ustedes que ya vendrán!
Beben. Se sientan y guardan silencio por un momento.
Humberto: … Y hoy siendo las 20:00 hrs
Cristian: Han pasado 15 años
Daniel: Y todos teníamos 18
Gabriela: No, el Bernal tenía 17 cuando salimos del colegio. Me acuerdo porqué fue la última vez que lo vi fue
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cuando celebramos su cumpleaños en el verano después, él estaba contento porqué le había ido bien en la
Prueba de Aptitud. Pero ya andaba con depresión.
Daniel: Que enfermedad más tonta esa.
Gabriela: No es tonta. Es un problema psiquiátrico
súper complicado. Yo tuve depresión post parto, pero
fue por unos meses, mis hijos me sacaron a flote. Pero
el Bernal tenía al parecer una Depresión permanente,
crónica. Debe haber estado muy mal, lleno de infelicidad total, ya sin poder disfrutar de las cosas y de la vida.
No le quedaba otra que suicidarse.
Humberto: No creo en las enfermedades…
Cristián: ¿Me vas a decir que la depresión que lo mató
era mentira? ¿Me vas a decir eso?
Gabriela: Las enfermedades no son sólo mentales, hay
todo tipo, pero la depresión es una realidad.
Cristian: ¿Crees que son estados espirituales también?
¿Tú crees que hay un espíritu? ¿Crees en el alma?
Gabriela: El alma es una anomalía del ser humano. De
la vida. Pero el cuerpo y la mente pueden enfermarse a
eso me refiero.
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Humberto: Las enfermedades son espirituales y mentales
Cristián: Humberto con todo respeto yo no creo en el
espíritu
Humberto: Pero no es una idea cristiana ni católica de
entender el espíritu. No es el espíritu de Dios. Tiene que
ver con tu esencia.
Gabriela: ¿Dónde se fue el espíritu que le pertenecía al
Bernal? ¿Su esencia?¿Dónde está?
Cristián: Tu hipismo está mal, el loco se murió wn, está
enterrado, mal enterrado porqué seguramente quería
que lo cremaran, pero su familia lo enterró. Pero bueno,
su cuerpo está enterrado y su mente ya no está, no hay
esencia. Nada, se acabó.
Daniel: Yo lo voy a recordar como uno de los pocos
Hombres, realmente hombres que había en el colegio.
Eso ya es algo.
Humberto: Ustedes no me entienden, no es el momento de profundizar lo que creo.
Gabriela: Yo no creo, quizá esa es la diferencia.
Daniel: Yo creo a mi manera.
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Cristián: Yo no creo en Dios, pero creo que algo hay.
Humberto: Siempre hay algo…
Gabriela: La memoria.
Cristian: Sí
Humberto: También
Daniel: Ya, brindemos mejor. No nos vemos hace 15
años y nos vamos a poner densos. Brindemos entonces por la memoria del “Muerto Bernal”…. Ah ya perdón… ¡Salud en la memoria del Bernal!
Todos: ¡Salúd!
Daniel: ¿Podríamos ir a un Karaoke?
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TERCERA PARTE
CARTA DE BERNAL
Quizás Debí…
Debí haber sido un futbolista. Un Alexis. Un jugadorazo. Debí haber sido un conductor de matinales, implantarme pelo, blanquearme los dientes. Debí haber
sido gigoló, prostituto, taxi boy. Debí haber sido geólogo, ingeniero en minas, prevencionista. Debí haber
puesto un sushi cuando no existían. Debí haber hecho
carrera política con discursos panfletarios y llegar un
día al parlamento. Debí haberle prestado el poto a
Dios, haber sido cura en providencia, Vitacura, La Reina o Huechuraba. Debí haber sido pinochetista. Debí
haber sido demócrata cristiano. Debí haber puesto una
escuela de conserjes ante la inminente oferta inmobiliaria. Debí haber sido un carismático chico reality.
Debí haber sido manager de pobres futbolistas buenos
para la pelota. Debí dejar que el arte pasara de largo.
Debí dedicarme a otra cosa.
No debí…
No debí convertirme en mago, escapista, ilusionista.
No debí haber sido músico. No debí amar el rock. No
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debí haber sido diseñador. No debí dedicarme a la educación diferencial. No debí tener vocación de profesor.
No debí pintar, escribir, dibujar, esculpir. No debí hacer
artesanía. No debí creer en ciertas personas. No debí
soñar tanto.
En fin, da lo mismo. Sepan ustedes que cuando tomé
ese veneno no pude siquiera pensar en traerme algún
bien material. Supongo mis cosas se quedaron dónde
estaban. Pero regalen lo poco que tengo. No sé dónde
estoy ahora si es que es ahora si es que hay algo. Hablo
desde el pasado. Sea como sea las cosas que tuve siguen
ahí y mi cuerpo se descompone. La plata no importa, la
vida para los que pueden, es para pasarla bien chiquillos. Es pa´pasarla bien!
VIEJAS CANCIONES
Suena Wannabe de las Spice Girls versión Karaoke. Bailan.
Gabriela: Yo creo que quizá debería irme, ya estoy media borracha.
Cristián: Pero cómo si es temprano. Mañana no se trabaja es domingo.
Daniel: Cómo te vas a ir ahora. No nos veíamos hace 15
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años y mírale la cara a este wn. La cara de enamorado,
le vas a partir el corazón de nuevo.
Humberto: Ya no seas pesado wn. Quizá tiene que ir a
ver a sus hijos.
Gabriela: Mis hijos están en Zapallar con sus abuelos.
Cristián: ¡Viste! Esta todo pasando Gaby! Pasémosla
bien. Qué bueno verte oye. Estás tan linda!
Daniel: O te quieres ir tú a ver a tus abejas, no van a
dejar de hacer miel si no las ves este fin de semana wn.
Quédate y después nos vamos a guitarrear a la playa.
Humberto: No si yo no ve voy. Pero la Gaby quizá tenga
problemas con su marido.
Gabriela: Me separé hace un año.
Daniel: Wuoooooooooooooooooooo es tu noche
po hippie. ¡A ESTA HORA JUSTAMENTE A ESTA
HORA! EH EH EH ¿cómo era? Jajaja ¡Oye oye oye cris!
búscate una canción pa este wn.
Cristián: ¿Algo como esto?
Suena La de la mochila azul de Pedrito Fernández VERSIÓN KARAOKE. Gabriela sale. Humberto canta, luego
sale tras Gabriela. Cristián y Daniel se quedan cantando.
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Gabriela: Y pensar que pasamos de un funeral a esto.
Humberto: Prefiero ni pensarlo. El Bernal quizá ande
por aquí cantando con nosotros.
Gabriela: Humberto ¿Por qué nunca me dijiste nada?
¿De Verdad yo te gustaba?
Humberto: Eras preciosa po Gaby, todavía eres súper
linda. No te dije nada porque sabía que no tenía ninguna posibilidad. Aparte estabas pololeando. Nada que
hacer.
Gabriela: Debiste decirlo. Enterarme ahora no tiene
gracia. Ya pasaron un puñado de años y estoy más vieja,
más fea y más amarga.
Humberto: ¿Te arrepientes de lo que hiciste? Digo, de
casarte, dejar tu carrera.
Gabriela: No, no estaría mis hijos es obvio y por ellos
vivo. Cuando tengas hijos lo sabrás.
Humberto: (Pausa) Vámonos a mi casa… digo a conversar. No estoy insinuando nada.
Gabriela: No Humberto. Por algo estamos acá. Ya no
soy la niña sabelotodo de calcetas limpias. Pasémosla
bien ahora y listo. Desde mañana pasaran 15 años más
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para vernos de nuevo, o quizá nos encontremos en algún funeral de cualquiera de nosotros.
Humberto: No tiene que ser así. Te puedo invitar a salir.
Ven al campo con tus hijos a que conozcan mis abejas.
Gabriela: Que linda tu casa Daniel.
Daniel: Bueno si, me ha ido bien gracias a dios.
Gabriela: Qué bueno te felicito
Daniel: Sí, tengo deudas cómo todos los chilenos, pero
me ha ido bien… me casé, me separé y tengo dos hijos
hermosos. Viven con su mamá.
Gabriela: Oh ¿y qué edad tienen?
Daniel: El más grande seis y el más chico dos. Mira. (Le
muestra fotos de su celular).
Cristián: ¡Oye vengan a cantar! ¡Gaby cántate esta!
Gabriela: Bueno, deja ir al baño primero. (Sale).
Daniel: (A Humberto) ¿Y? ¿Qué le dijiste?... ¡Oh el wn
estúpido!
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LA MEJOR DEL CURSO
Gabriela: Y así es como me la encontré
Andaba en la feria
Compraba tomates maduros
En su carrito de feria
Tenía el pelo opaco
Dejó la universidad.
Se casó con un marino
La engaño
Le pegaba parece
Se separó
Se arrepintió
Quedó sola
Con sus hijos. Sola.
Le pregunté por su familia. Ya no les habla. Ya no habla
con nadie.
Era la mejor del curso. Tenía futuro.
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Mejor que el de nosotros.
Después cortó hojas de apio. No me sonrío.
No me preguntó cómo estaba.
Se fue entre lechugas. Buscando siempre lo más barato.
Me dio pena verla.
Era la mejor del curso.
La más bonita.
La mejor.
Ahora es pura pena.
Ahora la verán, y las feas,
Envidiosos
y porros del curso
se sentirán bien al verla así.
Ella era la más bonita del curso
Ahora es pura pena.
Gabriela entra. Daniel canta Bella sin Alma de Ricardo
Cocciante.
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…Tu trampa me atrapó y yo también caí
que pase el próximo, le dejo mi lugar
pobre diablo
¡qué pena me da!
Cuando en el cuarto él, te pida siempre más
nada te costará, se lo concederás
como sabes fingir, se te da cómodo….
Silencio.
Daniel: Hippie, Fidel, amigo. Hazme una piscola, por
fa. ¡Está fome esta wea de carrete!
34
CUARTA PARTE
CARTA DE BERNAL (LEE CRISTIÁN)
Me voy tranquilo, muy tranquilo y quiero que con
esto se queden tranquilos los pocos que me extrañaran. Se preguntaran porque lo hice una y mil veces y
mi respuesta a eso es que el meteorito con dirección
a la tierra iba a tardar demasiado y estaba cansado de
esperarlo. No quise seguir viviendo, es todo. Aunque
lo que lamento profundamente es no haber tenido hijos, de verdad me hubiese gustado. Aunque los días estaban difíciles para los hijos, naciendo entre guerras,
entre consumismo, entre odios, entre robots y no seres
humanos, aun así y aunque suene egoísta, me hubiese
gustado tener hijos.
LOS DISCURSOS SE AGOTAN
Daniel: …Y qué pasa ¿Por qué esas caras? Si el funeral
ya fue. Aparte no nos veíamos hace rato y estamos bien,
nos vemos bien (Tiempo, pausa) Bah, a mí me ha ido
bien.
Gabriela: Sí, se nota que te ha ido bien.
Daniel: Y ¿Sabes por qué?... Por Chile! Este es el tre35
mendo país. Costó que llegara la estabilidad, pero tenemos la mejor economía de Sudamérica. Hay que saber
hacerla nomás, las posibilidades en un país cómo este
siempre están.
Humberto: Si tú lo dices… Yo creo que estamos peor.
Daniel: Bah, que fome wn! Mira Chile wn, es el mejor
lugar dónde pudiste nacer, y todo gracias a los que salvaron el país. Pero pa´ que te digo weas si no cachay
nah!
Cristián: ¡Ah ya! No hablen de política
Daniel: Ahora todos se quieren venir para acá. Todos
quieren trabajar en Chile. Está lleno de colombianos,
argentinos, ecuatorianos, peruanos…
Gabriela: Si si, ya Daniel siéntate. Yo creo que ya deberíamos, ha sido un día largo. Con funeral incluido.
Daniel: Nah, el Bernal se mató de flojo, de cobarde.
Humberto: Se mató porque se aburrió de tu país.
Cristián: Ya en serio, corten el hueveo que lata!
Daniel: Me voy a tomar uno al puritano en honor a
mi papá, porque me enseñó a no ser flojo, a trabajar, a
querer a mi patria, gracias a los chicago boys, a nuestra
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junta nacional, a mi ejercito… Jaime Gúzman… (Balbucea, está muy curado) Todos nos querían atacar, nos
quieren seguir atacando, acá está el revolucionario del
curso, Humberto che guevara vende mieles jajaajja izquierda de mierda… nos quieren cagar…. Váyanse a la
mierda (Se queda dormido).
Humberto: Parece que estaban fuertes las piscolas. Este
esta curadisimo.
Gabriela: Igual. Yo hace mucho que yo no tomaba. Creo
que desde el colegio. Lo echaba de menos. No sé cómo
voy a amanecer mañana. (Toma su teléfono y se aparta
a hablar). Permiso.
Cristián: Yo salgo y tomo todas las semanas. Qué raro
se siente todo esto igual. Verlos a ustedes así, es como si
no hubiese pasado el tiempo. Pero a la vez estamos tan
distintos. Yo me metí al sistema, terminé la U, entre a
trabajar, pensar en mi sueldo, la cuenta corriente, en mi
carrete, en el depa, en la ropa bonita, en mis vacaciones
y en postear en Facebook cada cosa que como, hago,
pienso y odio. Soy una mierda en el fondo, nadie me
conoce, ni mi familia.
Humberto: ¿Y cuándo te diste cuenta?...
Cristián: ¿Qué? ¿Que soy homosexual?... Desde el cole37
gio. Pero bueno, ahora para las nuevas generaciones es
tan fácil salir del closet. Lo dicen y ya está. A mí me ha
costado tanto. Mis papás lo intuyen, si nunca he tenido
una polola, pero no se habla de eso. Pero la gente se da
cuenta si no es weona. Nos hacemos los weones, pero
no lo somos tanto. O bueno, si… somos weones. (Pausa). ¿Sabes Humber?, Creo que nunca voy a ser libre.
Eso es lo que más pena me da.
Humberto: La libertad es algo que se vive desde dentro.
Basta con que estés feliz contigo mismo. Yo no tengo
plata. Ni el terreno ni las abejas son míos. Yo le trabajo
a alguien igual que todos. Cambié los libros de lucha
por novelas, poesía y por libros de apicultura. Ya todo
me desilusionó. Mis mártires siguen en mi corazón y en
mi sangre y eso me hace sentir libre. Mis ideales vibran
desde dentro, ya poco sentido tienen muchas cosas.
Pero igual me traicioné a mí mismo.
Gabriela: (Corta el teléfono) Todos nos hemos traicionado un poco.
Daniel: (Despierta ebrio) Tu izquierda alrededor del
mundo, dirigida desde algún lugar de Washington o
Moscú, con el apoyo del Vaticano, tiene completamente infiltrado el Estado chileno. Ahora van se va a llenar
de haitianos el país para debilitar la raza, llevamos 25
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años de supuesta democracia izquierdista viendo teleseries venezolanas, viendo como el chavismo se comió
el país. Yo quería ver culos en bikinis en Isla Margarita
y nada más, ver “Bienvenidos” “y se divertirán”. Ahora
quieren cambiar todo! ¡Aceptar la homosexualidad en
nuestro Ejército y en las calles! (a Cristián). Con todo
respeto Cris. Pero es que me da rabia, imagínate, ¡Aprobar el aborto para reducir la procreación, todo con el fin
de debilitar a nuestro pueblo, a nuestro ejército y permitir la devolución de todo el territorio nortino a los
marxistas y atrasados Bolivianos! ¿Quieren mar? Con
la sangre del roto chileno logramos tener nuestro mar!
Sigan mascando coca y déjense de weviar! Me da rabia
wn. En 25 años le han regalado la cordillera a la marxista argentina! Y Ahora Obama es amigo de Castro, linda
la wea. Todos nos quieren cagar. Solo nos queda tener
esperanza en los únicos verdaderos guerreros de hay,
los únicos que se enfrentan a los neocomunistas, a los
ateos, y defienden la verdad en la sociedad. La familia,
nada más, la familia.
Cristián: (Pausa) No, este wn la cagó.
Humberto: ¿Te acabas de dar cuenta la cantidad de estupideces que dijiste?
Daniel: ¿Qué?, si es verdad po. Mi general tendría que
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haber seguido, mi papá siempre decía eso. Se murió diciendo eso. Gracias a mi papá tengo todo lo que tengo.
Yo le creo.
Gabriela: Ven, te voy a dar un café.
Daniel: ¿Oye Gaby y tus papás? Puta que era rica tu
mamá!
Gabriela: Mis papás viven en Suecia, volvieron del exilio, aguantaron unos años en Chile, esperaron a que yo
terminara el colegio y se devolvieron, yo no me quise ir.
Estaba enamorada y toda esa mierda.
Daniel: Te hubieses ido a tu exilio con tus papás a disfrutar de sus jubilaciones europeas. Así ¿quién no? Por
gente como tus papás, idealistas de cartón, este país está
como la mierda.
Cristián: ¡Oye cálmate!
Daniel: ¡Si hubieran seguido los militares estaríamos
bien! (Agarra a Gabriela).
Gabriela: ¡Suéltame wn que te pasa!
Humberto: ¡Suéltala!
Daniel ¡Que tanto, si hubiesen seguido los militares yo
te doy un beso cuando quiero!
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Humberto: ¡Suéltala conchatumadre! (Agarra a Daniel)
¿Si hubieran seguido los militares? Cuál es la diferencia
Daniel. Cambiaría en algo nuestros días. ¿Yo vendería
mieles o sería un actor de cine? La Gaby se hubiese
proyectado como abogada o sus carencias familiares y
de identidad la hubiesen llevado igual a confundir una
casa, una patria, un hogar con un marido que la solventara. Si hubiesen seguidos los milicos, ¿el Cristian
le hubiese gritado ya a esta altura a sus viejos que es
homosexual, que le gustan los hombres, pero que eso
no es ser diferente? Si hubiesen seguido los milicos
Daniel por la chucha, tú estarías igual de curado que
ahora. Todos aparentaríamos estar bien, cuando en el
fondo somos los mismos cabros chicos infelices soñando estar sin miedo. Si los milicos estuviesen todavía en
el poder ¿crees que el Bernal hubiese tomado veneno?
Se hubiese quemado por dentro de todas formas Daniel. Si hubiesen seguido los perros milicos estaríamos
llenos de deudas hasta el cogote como lo estamos todos. Encerrándonos en el Mall todo el fin de semana
tal cual lo hacemos ahora. Celebrando Halloween,
día de los enamorados, San Patricio y cuando tontera
gringa. Si hubiesen seguido los milicos sería igual, todos estaríamos pidiendo el crédito hipotecario para el
departamento en el centro, pagando la cuota del auto,
sacándonos fotos en el Gimnasio con el último celular.
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Si hubiesen seguido los milicos estaríamos exactamente igual, con menos fiestas, pero nuestras vidas serían
exactamente igual. Esperando algo que nos dijeron que
venía, que lo vimos en la cara de la gente cuando recién
habíamos dejado de ser guaguas. Sonreíamos, pero no
sabíamos por qué. Tenemos un miedo impregnado a
algo supuestamente más grande. Miedo al poder. Por
eso que nuestra generación fracasa en todo. No tenemos historia Daniel. Sólo nostalgia en conversaciones
sobre terremotos y banalidades de infancia.
(Pausa. Todos están muy ebrios).
Daniel: Si hubiesen seguido…Tú serías igual de panfletario.
Humberto: Si, Seguramente.
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QUINTA PARTE
OLVIDAR EL COLEGIO
Quiero olvidar jugar a la pinta agachada, el día que me
llegó la regla y al agacharme se me vio la sangre en los
calzones.
Quiero olvidar cuando echaron al profe de religión por
enseñarnos algo más que catolicismo.
Quiero olvidar su olor, sus chalecos, su banco, su silla,
su pelo… el día que lo cambiaron de colegio.
Quiero olvidar la cara de mi papá al ir a dejarme al colegio en días de cesantía, sus manos despidiéndose tras
la reja, su delgado cuerpo bajo la lluvia…
Quiero olvidar lo incomodidad de mis zapatos gastados heredados de mi hermano.
Quiero olvidar a la profesora Marcela Gutiérrez… nunca supe más de ella, me gustaba tanto. La busco y la
busco en Facebook… no la encuentro.
Quiero olvidar el día que mi compañero “El Huaso” llevó yumbina al colegio.
Quiero olvidar el día que me agarré a combos con el
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Stefano, no recuerdo porque peleamos, pero no puedo
quitar la imagen de mi puño en su cara.
Quiero olvidar al que me toco sin que yo lo quisiera.
Quiero olvidar el himno del colegio, las canciones misioneras, la canción nacional
Quiero olvidar mi foto en el pase escolar
Quiero olvidar mis erecciones en clases
Quiero olvidarme de mí en esos años
Quiero olvidar el jumper
Quiero olvidar la corbata
Quiero olvidar la insignia
Quiero olvidar el pabellón patrio.
CARTA DE BERNAL
Me hubiese gustado que mis hijos, Corrieran en pelota, Plantaran marihuana, que no vieran tele, Que escribieran poemas, que tocaran la guitarra, Se subieran a
los árboles, Se enamoraran, Sufrieran por amor, Que
aprendieran a soldar, a trabajar la madera, que fueran a
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todos los museos, que escribieran con lápiz mina, leyeran novelas, se sacaran la chucha, se chuparan la sangre
de las rodillas, que fueran al estadio, que escucharan
los Beatles, que viajaran a dedo, que sintieran frío, sintieran calor, nadaran, corrieran, saltaran, volaran, rompieran sus zapatillas. Conocieran Chile entero…Y ahí,
en ese entonces, cuando lo hayan recorrido todo, con
montañas, mar, hielos, llanuras y campos, cuando hayan cruzado todas las depresiones intermedias de las
culturas desplazadas… Un día llegaran a Santiago y lo
caminaran entero.
Se pararan frente a La Moneda y la miraran con desdén
y supieran que lo único verdadero es todo lo que ellos
mismos han hecho… lo que han vivido, lo que han sufrido, lo que han reído y que su lucha es lo único que
importó. No la de otros. Yo quería que mis hijos hubiesen sido hijos… hijos y padres de su propia patria,
hijos y padres de su propio cuerpo.
Los quiero mucho.
El Bernal
18 de Junio 2015
15 AÑOS DESPUÉS
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Humberto
Bueno, me voy.
Gabriela Yo también, ya pedí un taxi. Viene en
camino. Me voy a llevar a Cristián a alojar a mi casa
hasta mañana. Si quieres le puedes pedir al mismo taxi
que te vaya a dejar.
Humberto:
No, tranqui, quiero caminar un rato
antes de irme a la casa. (Pausa)
Gabriela: Bueno, (revisa su celular) ya llegó el taxi. Chao
Humberto, veámonos pronto… Chao Daniel, gracias
por todo. (Daniel no responde).
Cristián: Chao, nos vemos, tratemos de vernos chiqui…
Gabriela: Si, si, ya Cristián vamos. (Salen).
Silencio
Humberto: Bueno Daniel, me voy. Seguro nos vemos
pronto.
Daniel: Chao Humberto. Nos vemos pronto.
Se dan la mano. Humberto sale. Daniel se queda solo en
su casa. Se saca los zapatos. Mira alrededor y se incorpora para ordenar las botellas vacías y el desorden del
carrete. Toma algunas botellas y se detiene. Las vuelve a
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poner sobre la mesa. Desiste de ordenar. Desabrochándose la camisa, camina hasta la lámpara de piso y la apaga.
Se va a dormir.
Apagón.
Las Ventanas, Mayo 2015
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Un grupo de ex compañeros de colegio se reencuentra
15 años después de terminada su etapa escolar, tras el
funeral de uno de ellos que se ha suicidado. El encuentro se extiende hacia la noche y el luto se transforma
en conmemoración, en una jornada que avanza entre
recuerdos y brindis distendidos por el alcohol. Se develarán así los traumas de su pasado, las circunstancias
dadas en sus actuales vidas y tal vez, los miedos y frustraciones de una generación.
Esta obra fue escrita quince años después que su autor terminara de
cursar la enseñanza media.
Fernando Mena Rojas (Quintero, 1984) es autor de
Amanda (2014), Alzheimer (2013), 21/12 (2011),
Trilogía del miedo en Chile (2010).
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