EP Cultura 27 - final 11/26/07 12:16 PM Page 28 GalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGu GutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg GalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGu GutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg GalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGu GutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg Minucias del lenguaje Caníbal José G. Moreno de Alba ~ E n la más reciente edición del El hombre sangriento y cruel, que se Por lo que respecta a la voz caribe, Diccionario académico (2001), enfurece contra otros, sin tener lásti- hasta 1852 se mantiene, como única a la voz caníbal se le asigna, ma ni compasión. Es tomada la metá- acepción, con pocas modificaciones, la como origen, el vocablo carí- fora de unos indios de la Provincia de de ‘hombre sangriento y cruel’, que bal y, como significados, los siguientes Caribana en las Indias, donde todos se persiste hasta ahora, aunque no ya co- cuatro: 1) antropófago; 2) “se dice de alimentaban de carne humana. mo única. En la edición de 2001 (la los salvajes de las Antillas, que eran EstePaís cultura 28 más reciente), la primera es: “Indivi- tenidos por antropófagos”; 3) dicho de Mejor que una “provincia”, parece duo de un pueblo que en otro tiempo un hombre: cruel y feroz; 4) dicho de que la Caribana era una isla antillana, dominó una parte de las Antillas y se un animal: que come carne de otros así designada, a lo largo de los siglos extendió por el norte de América del de su misma especie. Puede ponerse XVI entre otros, por los historia- Sur”. Sin embargo, la tercera dice toda- en duda la etimología propuesta, so- dores Gonzalo Fernández de Oviedo, vía: “(Por alus. a los indios de la pro- bre todo por el hecho de que esa voz Alonso de Chávez, López de Gómara, vincia de Caribana). m. Hombre cruel (caríbal) no aparece ni una sola vez en Las Casas… La sinonimia caníbal = cari- e inhumano”. No hay duda de que, con el voluminoso Corpus diacrónico del es- be se mantiene en las ediciones del ese significado y, más específicamen- pañol (CORDE) (cf. www.rae.es). A pesar Diccionario correspondientes a los te, con el de ‘antropófago’, la voz caribe de ello, en esa misma 21ª edición del años 1832, 1837, 1843 y 1852. Esta sino- se empleó, con mayor frecuencia que Diccionario, se consigna el vocablo ca- nimia desaparece en la entrega de caníbal, a lo largo de los siglos ríbal, como procedente de caribe, con 1859, en la cual, de caníbal se dice: Obsérvense las cifras siguientes, obte- el significado de ‘caníbal’. Por primera “Nombre dado a los antropófagos de nidas del vez se da cuenta de este curioso voca- América”. En la edición de 1899 se pre- referencia del español actual): blo en la edición de 1884. cisa: “Salvaje del mar de las Antillas te- y XVII, El artículo caníbal se incorpora al nido generalmente por antropófago”. Diccionario en la 7ª edición (1832), en Con mínimas modificaciones, se man- la cual se le asigna, como significado, tiene esta definición hasta la 21ª edi- XVI el de ‘caribe’, sin proporcionar etimo- ción de 1992. En la más reciente entre- XVII logía. A su vez, caribe aparece ya defi- ga, la 22ª de 2001, esta acepción pasa XVIII nido en el Diccionario de Autoridades al segundo puesto y se modifica el XIX (primera edición del Académico), en el tiempo verbal: “…que eran tenidos por XX año 1729, con las siguientes palabras: antropófagos”. La primera acepción, CREA como ya dije, es la sinonimia caníbal = antropófago. SIGLO CORDE y del CANÍBALES CREA XVI a XIX. (Corpus de CARIBES (‘CANÍBALES’) 31 272 9 184 2 35 27 45 53 --- 124 --- EP Cultura 27 - final 11/26/07 12:16 PM Page 29 ergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxia xiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg ergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxia xiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg ergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxia axiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg Por su parte, Gonzalo Fernández de Oviedo (Historia natural de las Indias), El empleo de caribe por ‘salvaje’ precisamente sobre la palabra caribe, XIX explica: “Este nombre caribe no quiere frecuente en textos de cronistas e en escritores como Fernández de Mo- decir sino bravo u osado o esforzado”. historiadores —en Juan de Castella- ratín, Fernán Caballero, Bretón de los Sin embargo hay que reconocer que, nos, por ejemplo— de los siglos Herreros… En Zaragoza (1874) de Pérez así no correspondiera a la verdad, la Galdós, puede leerse: voz caribe, con el sentido de ‘antropó- XVII. XVI y En los escritores clásicos era mu- persiste incluso a lo largo del siglo cho más común, con ese sentido, la fago, salvaje’, se utilizó hasta el siglo voz caribe que el vocablo caníbal. En El Agustín, Agustín. Gracias a Dios que XIX. peregrino en su patria, de Lope de Vega, te encuentro aquí. ¡Cuánto te quie- que, a partir de esas fechas (fines del Asimismo es conveniente precisar se lee: ro! Cuando me dijeron que eras tú XIX, principios del XX), no volvió a em- el carcelero de mi padre, me volví plearse sino con el sentido actual de ¿Es donde hay los celebrados palos, loca de alegría, porque tengo la se- “individuo de un pueblo que en otro que a un enfermo dados guridad de que has de salvarle. Esos tiempo dominó una parte de las Anti- le vuelven como primero, caribes del Consejo le han condena- llas y se extendió por el norte de Amé- o donde caribe fiero do a muerte. ¡A muerte! ¡Morir él, rica del Sur” y “perteneciente o relati- come los hombres asados? que no ha hecho mal a nadie! vo a este pueblo”. Es necesario por En un pasaje del Entremés del rufián Ahora bien, ¿eran en efecto antro- tanto modificar la redacción de la viudo llamado Trampagos, escribe Cer- pófagos estos caribes o caníbales de sexta acepción, que dice: “(Por alus. a vantes: las Antillas? Probablemente no. Quizá los indios de la provincia de Cariba- se trate de una más de las abundantes na). m. Hombre cruel e inhumano”. Fuera yo un Polifemo, un antropófago, fantasías que aparecen en las crónicas Quizá baste añadir un decíase (del un troglodita, un bárbaro Zoilo, del descubrimiento. Entre otros argu- hombre cruel e inhumano), para acla- un caimán, un caribe, un come vivos, mentos a favor de esta hipótesis, pue- rar que, desde hace más de 100 años, si de otra suerte me adornara, en den citarse dos opiniones muy autori- ese vocablo sólo se emplea, en el es- zadas, una de Las Casas (en su Historia pañol general, para designar ya sea al de las Indias), quien, aludiendo a su- individuo de un pueblo que en otro puestos monstruos y antropófagos en tiempo dominó una parte de las Anti- una de las islas antillanas, aclara: llas y se extendió por el norte de Amé- [tiempo de tamaña desgracia. rica del Sur, ya sea lo perteneciente o En esta isla, ni nunca hobo gente de relativo a este pueblo. un ojo ni caníbales que comiesen los Finalmente, ¿cuál es el origen de la hombres, y tampoco tuvieron más ni voz caníbal? No parece satisfactoria, mejores armas que las que hasta en- como dije, la explicación del Dicciona- tonces el Almirante había visto. rio académico (de caríbal), sobre todo porque no hay prueba documental de que esa voz existe o existió ni en la 29 EstePaís cultura Caribe por ‘antropófago, salvaje’ fue EP Cultura 27 - final 11/26/07 12:16 PM Page 30 GalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGu GutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg GalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGu GutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg GalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGu GutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg Gotas de sangre lengua española ni en alguna antillana. Puede en cambio proponerse otra Fernando Galindo hipótesis: la voz caníbal (con el significado de ‘bravo, osado’) tiene su origen ~ en alguna de las lenguas aborígenes Julio Hubard, Sangre. Notas para la antillanas e, incluso, parece anterior historia de una idea, Turner-Ortega y al vocablo caribe que, sin llegar a sus- Ortiz-CONACULTA, México, 2006, 177 pp. tituirla completamente, fue de em- Por su parte, el padre Las Casas, en pleo más frecuente en el español de su Apologética historia sumaria, sobre el los siglos mismo asunto, escribe: XVI-XIX. El primitivo sentido que tenían en su lengua original tanto EstePaís cultura 30 B asta el título y mirar a vuelo de pájaro al índice onomástico —Aristóteles, Dante, Ficino, caníbal cuanto caribe (‘bravo, osado’), Las costumbres de las naciones que muy pronto se modificó, en español, habitaban y habitan hoy en aquellas Hobbes, Descartes, Goethe, Miguel al parecer ya a finales del mismo siglo islas, que a los principios que a estas tie- Servet, etcétera— para darse una idea XV, por el de ‘antropófago, cruel, salva- rras venimos llamábamos caníbales y de la dificultad de un ensayo como és- je…’. Transcribo en seguida dos pasa- agora se nombran caribes, son destas te. Se trata de una de esas disquisicio- jes, uno de Pedro Mártir y otro de Las otras que ya nombramos diferentísi- nes donde todo puede salir mal. Escri- Casas, que apoyan esta suposición: mas y muy extrañas. bir sobre la sangre, realidad familiar Tuvieron luego noticias los expedicio- En resumen, pueden proponerse para cualquiera, implica el doble de- narios de que no lejos de aquellas is- dos modificaciones en el Diccionario safío de mucho que decir y nada que las había otras habitadas por gentes académico: 1) en el artículo caníbal: en aportar. Es fácil imaginar al autor con feroces, comedoras de carne humana; lugar de la etimología caríbal, anotar montañas de datos y sin la menor más tarde los indígenas refirieron que simplemente que se trata de una voz idea de cómo organizarlos. Por ello es la causa de haberse huido temerosos de origen caribe; 2) en la sexta acep- admirable que el libro narre una his- a la llegada de los nuestros fue pensar ción de caribe: señalar que se trata de toria; una especie de novela de un que se trataba de caníbales, que así lla- un significado (‘hombre cruel e inhu- concepto que, sin querer describirlo man a esos seres feroces y, por otro nom- mano’) con el que, hoy, no se emplea todo sobre él —sería imposible y abu- bre, caribes [caníbales arbitrari, sic trucu- ese vocablo, aunque lo tuvo en otras rridísimo—, sí logra presentar atracti- lentos illos sive caribes vocant] (Pedro épocas. Mártir de Anglería, libro I de la primera década de su obra, escrita en latín, Decades de orbe novo). ~ Homero, Paracelso, Harvey, vas reflexiones, interpretaciones nuevas y, sobre todo, alimentar dudas. El autor, citando a su amigo Mauricio Ortiz, recuerda al inicio que “la sangre toca todo por dentro”; quizá por ello el texto fluye, se derrama y esparce entre temas tan variados: guerra; ideologías racistas; la relación de judíos, griegos y cristianos con la divinidad; el sacrificio ritual y el de EP Cultura 27 - final 11/26/07 12:16 PM Page 31 ergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxia xiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg ergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxia xiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg ergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxia axiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenbergGalaxiaGutenberg una ciencia de fronteras rígidas pro- cionalidad y armonía por la fiebre de pactos con el Diablo, ambos sellados voca al menos tres errores. Primero, la actividad. Puestos a bordar sobre con sangre. La soberanía y la sacrali- desacredita de antemano toda expli- esta idea —y eso es precisamente lo dad de estados nacionales e imperios, cación de fenómenos no expresados que desea el autor: incitar a la con- la justicia cósmica (venganza de san- en caracteres numéricos, es decir, des- versación—, encontramos aquí una gre) comparada con la justicia públi- califica la metáfora y la analogía. Se- imagen que explica la ausencia de le- ca, las patologías hereditarias, la no- gundo, impide un distanciamiento y gislación en la estrategia nazi. Hitler bleza y la vileza de una estirpe; todo análisis crítico de los métodos de in- no se tomó la molestia de escribir esto se relaciona con la sangre. vestigación que hoy se consideran nuevas leyes, simplemente suspendió El ensayo es también una crítica a “científicos”, al tiempo que promueve todas las existentes y dio lugar a un ciertos prejuicios profundamente mo- el dogma de asumir los resultados ex- régimen fundado únicamente en un dernos: la ilusión progresista, la rigi- perimentales actuales como válidos y frenético activismo diabólico. dez extrema de las fronteras de lo que definitivos, y no como intentos de ex- Entre las curiosidades y novedades llamamos “ciencia” con otro tipo de plicación sujetos de ser mejorados o de esta obra se cuenta una bibliogra- discursos y la excesiva separación de incluso descalificados. Tercero, pro- fía amable y generosa titulada “Entre las diversas áreas del conocimiento. mueve una ciencia “mal escrita”: inac- libros”, donde el autor ofrece las fuen- La ilusión progresista consiste en cesible para cualquier persona educa- tes principales de su ensayo y delata interpretar la historia de la ciencia co- da y con mediana inteligencia. Hubard con sencillez su opinión sobre ellas. mo un drástico despertar de la irra- aboga por esa ciencia renacentista con Se trata de una bibliografía para que cionalidad a la racionalidad, un salto ecos hasta bien entrado el siglo XVIII, el lector aprenda y entienda, para que de la cultura de la magia a la cultura que es abierta, inclusiva y amena. pueda leer más sobre la variedad de de la lógica, de la superstición al em- Por último, pero no por ello menos pirismo. Por el contrario, Hubard en- importante, la separación tajante entre temas abordados. Hay más que alabar: la prosa, en tiende a la ciencia como resultado de las ciencias particulares, y su desvincu- ocasiones confusa, pero también sor- una vasta y añeja tradición de expli- lación de la historia y la tradición cien- prendente; las expresiones coloquia- car e intentar comprender la natura- tífica, promueven una visión estrecha e les; los diminutivos que se alternan leza que nos rodea y por supuesto a insípida de la realidad en la que no con cultismos; los adjetivos poco co- nosotros mismos. De ahí que atribuya quedan claros la relación del sol con el munes; las precisiones filológicas y las a Miguel Servet —famoso por su átomo ni el paso de la célula al rinoce- deliciosas minucias de la traducción. muerte en la hoguera que no acababa ronte o al tiburón. Una presentación El conjunto da en efecto la sensación de arder— haber descubierto la circu- aséptica, que causa anemia intelectual de estar hablando con alguien carente lación pulmonar de la sangre y no, co- a estudiantes y maestros por igual. de certezas pero no de conocimiento y Otro de los puntos culminantes es erudición; por tanto mucho más inte- Ver la ciencia como parte de una la original interpretación del pacto resante. Y sin embargo no todo son co- tradición implica necesariamente re- entre Fausto y Mefistófeles en la ver- mentarios favorables, hay que recrimi- lacionarla con otros discursos que, a sión de Goethe. Hubard sugiere que narle al autor que, habiendo leído y pesar de no seguir la lógica del experi- únicamente Goethe retrata la diabóli- pensado tanto, publique tan pocos li- mento, mesura y demostración, son ca sustitución del logos por la acción: bros y se dé tan a cuentagotas... aun- perfectamente racionales. Postular de la palabra, metáfora, analogía, ra- que sean gotas de sangre. mo muchos suponen, a Harvey. ~ 31 EstePaís cultura los inocentes; la alianza con Dios y los