Entrevista Eduardo Madina

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E N TRE VISTA
EDUARDO SE RESISTE
A SER MADINA
Todos quieren que el joven político confirme si se presentará a las primarias
para ser el candidato socialista a la Moncloa. Él ni afirma ni desmiente.
Necesita tiempo para reflexionar sobre una de las decisiones más importantes
de su carrera. Mientras tanto, comparte con nosotros su visión de la política
actual y del país, así como sus vivencias más personales.
U
POR CLARA FERRERO
n hombre espigado, alto y delgado aparece al
final del pasillo,
ciertamente preocupado por habernos hecho esperar
algo más de quince
minutos. Son las
once y cuarto de la
mañana de un viernes de octubre y Eduardo Madina,
Secretario General del Grupo socialista en el Congreso, nos recibe en su despacho de la madrileña Carrera de San Jerónimo. Su segunda disculpa tiene
que ver con el atuendo que ha elegido para la cita:
“no sé si será muy adecuado haberme puesto un polo
– le pregunta a la fotógrafa- pero es que hoy vengo
vestido de viernes”.
Esta naturalidad da paso a un encuentro en el que
Madina contesta sin prisa y con dedicación a todas
mis preguntas, haciendo gala del gusto que él mismo
confiesa sentir por las entrevistas: “Me gusta el contacto con la gente. Que me puedan preguntar y responder. Se aprende más y se comprenden mejor las
cosas. Las pantallas de plasma, las dejo para Mariano Rajoy”. Con esta declaración de intenciones
en su primera respuesta, me cercioro de que el joven
político no tendrá problemas en conversar sobre los
distintos temas que abordaré durante el encuentro, a
pesar de que me consta que no siempre concede las
entrevistas que le solicitan.
Eduardo Madina Muñoz (Bilbao, 1976) confiesa
que llegó a la política por un mecanismo de indignación: “Me exasperaba lo que sucedía a mi alrede-
dor en Euskadi. En primer lugar, porque había un
grupo de gente que mataba a otros seres humanos y
no podía aceptarlo, era imposible quedarme indiferente ante lo que ocurría. En segundo, porque veía
que las condiciones de vida de un sector de la sociedad eran muy dispares con respecto a otro sector. En
ese sentido, también pensaba que había mucho por
hacer en términos de igualdad, de solidaridad, de
mejora de las condiciones de vida de las clases medias y los trabajadores y trabajadoras de Vizcaya.
Así, debido a esa incapacidad por mi parte de generar indiferencia, comencé a vincularme con mi entorno para intentar cambiar algunas cosas”. Este
vínculo perdura hasta la actualidad y cada vez lo
hace con más fuerza, ya que su nombre no para de
sonar como uno de los posibles candidatos a las primarias para elegir el nuevo líder socialista. Él ni
confirma ni desmiente.
- Según el sondeo de Metroscopia del último 28
de abril, usted es la promesa política mejor valorada
por los españoles con un apoyo del 43%. Ya que ustedes se deben a los ciudadanos, ¿no es ya un obligado compromiso presentarse a las primarias del
PSOE conociendo estas cifras?
- Las grandes decisiones, y esta es la más grande
que puede tomar un miembro del PSOE, como es mi
caso, hay que pensarlas bien. Quien quiera tomar decisiones apresuradas, tenga un altísimo concepto de
sí mismo o se considere capaz de todo sin reflexionar primero, es alguien de quien yo no me fiaría
nunca.
- ¿Y usted lo está pensando?
- El PSOE se comprometió en el último Congreso
General a hacer un proceso novedoso e histórico de
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primarias abiertas a la sociedad española, para que
pueda participar cualquier persona que quiera. En
algún momento, el partido aprobará un calendario
de primarias y cuando ese calendario esté decidido
y cerrado, supongo que todo el mundo tomará sus
decisiones. Yo también voy a tomar la mía. Pero
cuando llegue el momento.
- ¿Es cierto que los barones de su partido le han
pedido que dé el paso?
- Bueno, ha habido de todo. Hay gente que me
pide que me presente a la candidatura para las elecciones generales, y yo lo escucho con mucho cariño.
Mis relaciones dentro del PSOE, han sido siempre
afectivas, positivas, muy cálidas. Me honra escuchar
ese tipo de peticiones.
- Entonces, ser considerado una de las personas
con más capacidad de movilizar al electorado, no genera enemigos…
- En mi caso, por ahora, mis sensaciones son de
contar con verdaderos amigos, de tener relaciones
positivas, de afecto, de emoción, de aprendizaje
mutuo. A lo mejor es que no miro mucho si tengo
enemigos, y si existen quizá es que no les dedico
mucho tiempo.
los políticos españoles están a la altura de las circunstancias en las que nos encontramos?
- Unos más que otros. Si me preguntas por Montoro, te digo que no. Si me preguntas por el Presidente del Gobierno, te digo que no. Es un fraude lo
que está haciendo, prometió unas cosas con las que
llegó al Gobierno y está haciendo justamente las
contrarias en todos los capítulos del programa electoral, sin mencionar el tema Bárcenas, Gürtel, etc.
Quienes están formando parte de la reivindicación y
refuerzo de los esquemas o principios básicos sobre
los que se ha construido esto que somos, es decir, la
libertad, la igualdad y la solidaridad, están más a la
altura de las circunstancias que quienes lo están atacando.
- Y la forma de hacer política, ¿está a la altura?
¿Qué hay que cambiar para poner fin al desencanto
que manifiesta en el terreno político gran parte de la
población?
- Cambiar el fondo y la forma. Creo que el Partido
Socialista puede ofrecer una forma nueva de entender la política. Una forma que conecte con la sociedad española porque ella es la dueña de sus procesos
políticos. Cuando los ciudadanos y las ciudadanas,
“Si decido presentarme a las primarias es porque
consideraré que estoy preparado, pero
LAS GRANDES DECISIONES HAY
QUE PENSARLAS BIEN ”
A pesar del apoyo que recibe por parte de sus
compañeros o de las valoraciones tan positivas que
de él hacen votantes de su partido (incluso de otros,
como Izquierda Unida o UPyD), aún no quiere aventurarse a decir si se considera preparado para afrontar, algún día, la presidencia del Gobierno español.
“Si decido presentarme a las primarias cuando el calendario esté sobre la mesa, es porque consideraré
que estoy preparado, si no me veo preparado en ese
momento no me presentaré. Me parecería una irresponsabilidad”. De hecho, no duda en afirmar que
hay muchos candidatos en su partido que bajo su
opinión desempeñarían muy bien el puesto. Considera que Patxi López, uno de sus grandes amigos,
como él mismo lo define, es uno de ellos. Pero hay
más nombres con futuro. Madina cree que el partido
“tiene banquillo” y hay gente muy preparada, mucho
más, explica, que algunos de los políticos del Gobierno actual.
- Las encuestas suspenden continuamente las figuras de los políticos en nuestro país ¿Considera que
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vuelvan a sentir que tienen la propiedad del proceso
político, esos niveles de desafección que existen
hacia la política, descenderán sin ninguna duda. Y
eso se hace cambiando fondos, contenidos de las políticas; y formas, que creo que toca modificar sí o sí.
- ¿Considera que el actual Gobierno ha acabado
con el modelo social que su partido tanto defiende?
- Yo creo que el Gobierno actual está haciendo dos
cosas. En primer lugar, está cambiando el modelo de
desarrollo económico, no quieren ganar competitividad en una economía global por la vía del valor
añadido, sino por la vía de la devaluación salarial y
los costes productivos. Así, han metido al país en un
proceso de devaluación salarial que pagaremos todos
económicamente durante muchos años si no lo corregimos. En segundo, el problema es que nunca han
creído en uno de los secretos del desarrollo de este
país, dos palabras mágicas: cohesión social. Es
decir, conseguir, a través de una arquitectura de servicios públicos, que quienes no tienen de todo, tengan acceso a unas condiciones mínimas de vida.
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Esto se lo están cargando inspirados en alguien que
lo hizo antes: Margaret Thatcher en los años 80 en
el Reino Unido. Y ese, es el ensayo general de una
obra que ya sabemos cómo termina: termina mal. Y
será la sociedad española la que tenga que reconstruir el enorme daño que este Gobierno le está haciendo.
- Si pusiese anular ahora mismo una de las reformas que ha hecho el PP, ¿cuál sería?
- Anularía la sustitución de un sistema de relaciones laborales por otro, que acaba con la negociación
colectiva y la creación de condiciones sectoriales y
que coloca la sartén por el mango en manos del empresario. Esto está produciendo un descenso de las
capacidades adquisitivas de la sociedad española y
es injusto socialmente y peligroso económicamente.
También cambiaría lo que están haciendo en materia
de sanidad y educación. Es decir, hundir la financiación pública de esos dos grandes pilares. Esto es fundamental corregirlo, porque si no, pagaremos un
precio enorme en el futuro.
Sin embargo, Madina también reconoce algunas
medidas que le han parecido buenas. “La limitación
de los sueldos de los banqueros de entidades intervenidas, por ejemplo. Voté a favor porque me pareció una buena medida”, explica. La reflexión y
equilibrio que demuestra, también le han llevado en
más de una ocasión a cambiar su forma de ver determinados temas, ante las argumentaciones de políticos de otros partidos. Por ejemplo, fue muy
crítico en origen con la ilegalización de Herri Batasuna, pero tiempo después terminó comprendiendo
el significado de ese proceso.
C
uando sale del Congreso o de su amplio
despacho decorado en tonos marrones
salpicados por el ocre de las sillas o la
alfombra, Edu, como le llaman los más
cercanos, confiesa no entender la vida sin amigos o
sin disfrutar de su tiempo libre con Unax, “su enano”
de cuatro años y medio. También la música, los libros, el cine o los viajes son imprescindibles para él.
- Siendo tan notorio su amor por la cultura, ¿qué
piensa del trato que le está dando el Gobierno del PP
al sector?
- Creo que es un trato con ánimos de venganza política. Una venganza por parte de un sector que no
ha comprendido nunca muy bien una de las mejores
cosas que nos definen como sociedad: la suma o
conjunto de nuestras expresiones culturales, que van
más allá del cine y Javier Bardem. Sólo se han dedicado a perjudicarlo con políticas tan negativas como
la subida del IVA, la financiación de la actividad culNOVIEMBRE 2013
tural o la narrativa en los discursos sobre lo que es
cultura y lo que no. Y yo creo que están cometiendo
un error enorme. El otro día Cristóbal Montoro dijo
que el cine español tiene un problema de calidad.
Imaginémonos por un momento a un Ministro francés diciendo que la literatura francesa tiene un problema de calidad o a un ministro británico diciendo
que la música en el Reino Unido tiene un problema
de calidad…sería destituido al día siguiente. No parece que el Gobierno esté orgulloso de las expresiones culturales de esta sociedad y por eso hacen lo
que hacen.
- Entonces cree que Montoro debería ser destituido por lo que ha dicho...
- Como he dicho, vamos a imaginar un Ministro
de Exteriores francés que dijera que la literatura
francesa tiene un problema de calidad. ¿Qué pasaría? Pues ya está.
Aunque el rol político acapara gran parte de sus
días, confiesa que cuando llega a casa es capaz de
desconectar, “porque si no oxigenas y vives una vida
normal en los ratos en los que no estás trabajando,
al final cuando sí lo estás haciendo, no lo haces
bien”. Pero incluso fuera del trabajo, sigue manteniendo una mirada crítica con su entorno y sigue conectado al mundo a través, por ejemplo, de
@EduMadina, su cuenta de Twitter. En los casi cuatro mil tuits que acumula en este espacio virtual, el
político no duda en abordar temas de candente actualidad. Temas que también hemos tratado.
- Es usted bastante activo en las redes sociales.
Sabemos que estas plataformas pueden ser positivas
para la imagen pública de un político pero en ellas
también se reciben muchas críticas. ¿Cómo es su experiencia en este sentido? ¿Positiva o negativa?
- Las críticas no son negativas. De hecho, yo entiendo la crítica con una definición positiva. El insulto ni lo contemplo, ni lo valoro, ni lo juzgo… no
existe para mí, no ocupa ni un segundo. Pero la crítica puede ser positiva ¿no? Estamos en democracia,
en una sociedad de puntos de vista, de intereses, de
convivencia, de miradas distintas, no todo el mundo
está de acuerdo en todo. Mi experiencia, sobre todo,
en Twitter, ha sido muy buena y a través de mi
cuenta han entrado algunas cosas muy importantes
en mi vida.
- Si de aquí a un par de años se encuentra en el Gobierno, ¿aplicarían el modelo federalista que defiende
su partido para solucionar el problema catalán?
- No definiría lo catalán como el “problema catalán”, no le antepondría la palabra “problema”. La sociedad catalana forma parte del conjunto de la
sociedad española. Ha sido siempre una locomotora
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de la modernidad de este país y ha servido para que
el ámbito de la derecha, haya terminado de comprender que la sociedad española contenía dentro de sí una
enorme cantidad de preguntas y de respuestas en tanto
que formas de ver la vida. Hay que preguntarse qué
ha pasado para que ahora algunos en Cataluña quieran
explicar Cataluña respondiendo sólo a una única pregunta. Yo creo que la sociedad catalana tiene que volverse a vincular al conjunto de la española, a partir de
nuevos escenarios de esperanza y nuevas épicas de
futuro. Y creo que en condiciones de ofrecer eso, sólo
está hoy la izquierda con opciones de Gobierno, que
es el partido socialista. Así que en el fondo eso,
vuelve a ser nuestro desafío y nuestra oportunidad.
- ¿La solución es que Cataluña termine con un concierto económico ventajoso como los de País Vasco
y Navarra? ¿No sería eso una injusticia para el resto
de comunidades de España?
- Creo que el futuro está en que encontremos juntos
un camino económico mejor que el que hemos diseñado hasta ahora. Necesitamos
alcanzar
unos niveles elevados
de competitividad en
una economía globalizada y abierta. Y sólo
lo ganaremos con niveles altamente competitivos en nuestro aparato
productivo, es la única forma de salir de esta crisis.
No hay otra. Si lo conseguimos entre todos, sólo lo
conseguiremos con la sociedad catalana formando
parte activa de ese paso adelante. Y yo creo que
cuando este país empiece a avanzar en ese camino,
parte de lo que entendemos hoy como el “problema
catalán” se disolverá en sí mismo. Entre mis amigos
de Cataluña y yo, soy incapaz de ver una frontera, no
soy capaz de imaginármelo.
- ¿Le parece responsable la postura de Artur Mas?
- Bueno yo creo que no leyó Frankenstein… no se
enteró de que a veces construyes monstruos que te terminan matando. Probablemente, apelar al corazón
para construir proyectos políticos sea un error de
bulto y el argumento de quien no está muy convencido de sus ideas. Tanto es así, que todas las encuestas
dicen que el partido que está gobernando, Convergencia y Unió, puede ser más que doblado en voto por
Esquerra Republicana de Catalunya. Por tanto, si él
pensaba que estaba construyendo la llegada a una especie de tierra prometida, en sus ensoñaciones románticas o ideológicas, a lo mejor un día se despierta
viendo que lo único que ha conseguido es el fin de la
Convergencia y Unió que hemos conocido hasta la
fecha. Yo desconfío de los políticos que apelan a los
sentimientos más íntimos de cada persona.
- El PP subraya continuamente las mejoras económicas que está logrando en los últimos meses. ¿Realmente
cree que el final de la crisis está relativamente cerca?
- Yo creo que estamos viviendo en un entorno de
crisis superpuestas. Una crisis financiera global y una
crisis propia que tiene carácter estructural. La primera aparenta estar en una fase mejorada respecto a
épocas anteriores. Los parámetros parecen estar más
serenos, algo mejorados para la Zona euro y por
tanto, también para España. Eso es verdad. Pero tenemos un problema estructural, con un exceso de
deuda privada, una contracción de la demanda interna, un proceso de devaluación salarial y social que
está ejecutando el Gobierno, un paro estructural muy
alto… Tenemos desafíos muy serios y una serie de
medidas que están haciendo que los costes de esta
crisis sean mucho mayores para quienes no tienen de
todo. Así que creo que para los ciudadanos la crisis
está peor que hace dos
años aunque haya mejorado la situación dentro
del mapa financiero del
mundo.
- En los últimos meses
se repiten los casos de
políticos o dirigentes públicos que enaltecen
símbolos franquistas o nazis. ¿Está repuntando esta
ideología en nuestro país?
- Sí, parece que en el cómputo de Europa está repuntando este tipo de formas de interpretar la vida en clave
de odio a quien es distinto a ti. Está pasando en Grecia
o en Francia, donde la hija de Marine Le Pen tiene casi
un 30% de intención de voto. En tiempos de dificultades
lo más fácil es externalizar la culpa, echársela a aquellos
que son distintos, que son de fuera, y construir ideológicamente contra ellos. En España también ha repuntado.
Bueno, yo creo que aquí esta ultraderecha franquista ha
vivido un poco acomplejada durante mucho tiempo en
la democracia española y ahora parece que está empezando a perder todos los complejos. Ver a militantes de
las Nuevas Generaciones del PP o a algún alcalde, con
el brazo extendido me parece un problema de cultura en
primer lugar. Pero no veo un partido de extremaderecha
con una enorme representación institucional, y yo confío
en la sociedad española y en la capacidad que el partido
socialista tiene de volver a ganar las elecciones en el año
2015 para que no quede ninguna duda de la orientación
política de este país. No tengo ninguna duda.
- Entonces usted cree que el PSOE va a ganar las próximas elecciones.
“ARTUR MAS no sabe
que a veces construyes
monstruos que terminan
MATÁNDOTE”
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- Yo creo que las puede ganar, sí, sí. Una vez que se
renueven sus ideas base y se decida cuándo serán las primarias, necesita ser valiente, ser probablemente más valiente que nunca en democracia. Y si lo es, yo estoy
convencido de que volverá a convocar grandes mayorías
y creo que esas grandes mayorías transformarán para
bien la sociedad. Será la sociedad la protagonista del
nuevo proceso de cambio histórico.
- Cómo describiría el clima actual dentro de su
partido.
- Atravesando un momento difícil pero a la vez un
momento esperanzador. Ahí está, hay días que está más
pesimista, hay días que está más optimista. Somos,
dicen, un poco ciclotímicos.
- La LOMCE se acaba de aprobar sin apoyos de ninguna formación política del Congreso. Mientras tanto,
nuestros estudiantes siguen a la cola de los países
desarrollados en conocimientos. ¿No debería ser objetivo primordial del Gobierno un gran pacto nacional
sobre educación?
- Entre Valencia y Asturias hay más distancia que
entre España y Finlandia, que es el mejor país del mundo
en términos de sistema
educativo. Este dato es importante. Por tanto, ¿es un
problema de ley? Es un
problema de ley, lo acepto,
pero también es un problema de recursos. Es difícil hacer un pacto, han
aprobado una ley contra
todo el mundo y con todos en contra. España necesita
hacer una corrección histórica, subir su inversión pública
en educación varios puntos por encima de la media de
la Unión Europea y hacerlo durante muchos años, de
forma sostenida. Esa es una apuesta política que el
PSOE hará, ya que “estos señores” han decidido hacer
justo la contraria.
- ¿Qué piensa de Iñaki Urdangarin y de cómo ha afectado a la imagen de la monarquía? Si nos imaginamos
España dentro de 30-40 años, ¿usted se la imaginaría
siendo aún una monarquía?
- Claramente su comportamiento ha afectado muy negativamente a la imagen de la familia real española. Pero
si España deja de ser o no una monarquía es una decisión
que tiene que tomar la sociedad española. Yo no creo
que sea una gran prioridad el cambio en la jefatura del
Estado. Ahora, que Urdangarín ha sido un impacto negativo tremendo para la monarquía es obvio. Pero, ¿qué
es lo importante?, ¿el deterioro de la imagen? No. Lo
que ha hecho. Si lo que ha hecho es aquello de lo que
está acusado, y termina siendo declarado culpable por
un tribunal, tiene que pagar penalmente por ello.
M
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adina se maneja perfectamente en el terreno de las preguntas directamente relacionadas con política, mejor que en
ningún otro. Dedica el tiempo necesario a contestar a cada una de ellas, siguiendo los ideales
y discurso de su partido y aportando lo que consigue
transmitir como su visión personal. Termina muchas de
sus frases con un “¿no?”, quizá para asegurarse de que
se está comprendiendo bien lo que dice. Incluso repite
las ideas de formas distintas para que no haya lugar a
error. Desde luego, parece que se siente muy cómodo en
su rol profesional, que considera como “una dedicación
con vocación de servicio público”. Pero, ¿qué hubiese
sido Eduardo Madina si no dedicase su vida profesional
a la política? Probablemente profesor, ya que estudió
Historia Contemporánea en la Universidad de Deusto, y
ha trabajado en la docencia casi seis años. De hecho,
confiesa que cuando termine su carrera política espera
volver a las aulas. Quizá también, de no haber sido político, habría podido continuar jugando al voleibol, deporte que practicó durante once años, cuatro de ellos en
primera división. Pero a esa gran afición, le puso fin un
coche bomba hace algo
más de diez años. Un
atentado que rompió
abruptamente su relación con el deporte, una
de las partes centrales de
su vida, y con su
mundo, tal y como lo
conocía hasta la fecha.
- Tengo que preguntarle irremediablemente por el
atentado que sufrió hace algo más de una década a
manos de ETA. ¿Qué siente ahora mismo hacia los terroristas que lo perpetraron?
- Siento lo mismo que sentía un año después de que
ocurriera: el punto máximo de distancia con ellos, que
creo que se sitúa en el ámbito de la indiferencia. Nunca
fui capaz de sentir lo mismo que ellos por mí, que supongo que era algo parecido al odio. Me muevo en otros
lenguajes, en otros códigos de entender la vida. Ni siquiera les odio.
- ¿Les ha perdonado?
- El perdón es un concepto del que se habla siempre
mucho, pero yo me siento un tanto agnóstico en materia
de perdón. Agnóstico en el sentido de que ni lo afirmo,
ni lo niego, ni me cuestiono por él. Es una especie de
dogma que se sitúa siempre en forma de pregunta ante
quienes han vivido situaciones complicadas como la
mía. No lo he pedido, no lo necesito y no lo he dado,
porque nadie me lo ha pedido. No me muevo en el universo del perdón, siempre me he movido más en otros
dos: en el de la justicia y el de la memoria.
“El PSOE necesita ser
probablemente más
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que nunca en democracia”
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- ¿Cambió Eduardo Madina tras el fatídico 19 de febrero de 2002?
- Sí, cambio mucho sí. Yo creo que fue un antes y un
después. Mi vida de después de ese día y la de antes tienen cosas que ver, porque sigo siendo yo, pero en muchos aspectos se parecen muy poco. Comprendí la vida
de otra manera. Cambió el sentido de mi vida, el orden,
las prioridades o el peso de las preguntas, y me incliné
por la búsqueda de respuestas.
Probablemente, hace tiempo a Madina le costaría hablar sobre el fatídico día que pudo terminar con su vida
y que, desde luego, logró acabar con una parte de él. Sin
embargo, ahora tiene tan interiorizadas sus respuestas,
supongo que porque le habrán hecho muchas veces estas
preguntas, que resulta pasmoso su aplomo. Incluso subraya la frase “comprendí la vida de otra manera”, indicándome que podría ser un titular para resumir lo que
para él supuso el atentado. Tampoco se altera el tono de
su voz ni muestra síntomas de flaqueza al tocar un tema
tan delicado. Aunque quizá sus gafas sin montura sean
suficientes para ocultar lo que se esconde detrás.
- Antes del atentado, ¿sabía que estaba en el punto de
mira de la banda?, ¿le habían extorsionado?
- Yo era un militante de las Juventudes Socialistas y
nunca me callé contra ETA, participé muy activamente
en movimientos de todo tipo antiterroristas, me refiero
a grupos pacifistas, manifestaciones…siempre di la cara.
Todo el que se posicionó en Euskadi contra ETA lo hizo
por algo y ETA lo vio, así que todos sabíamos que estábamos formando parte de un ambiente de peligrosidad.
Yo nominalmente como Eduardo Madina nunca había
vivido ningún tipo de extorsión, aparte de cuatro cosas
en el instituto. Pero todos sabíamos a lo que estábamos
jugando, un juego ciertamente peligroso pero a la vez
honroso por haber estado en el sitio correcto intentando
luchar contra quienes querían imponer su forma de vida
a una sociedad entera.
- Volvería a hacerlo.
- Sí, volvería a hacerlo sin duda.
- No se planteó abandonar la política.
- No, la textura de mis ideas políticas siguió siendo la
misma. ETA no modificó ni uno sólo de los parámetros
de interpretación de la realidad que yo tenía por el hecho
de atentar contra mí. No tocó nada de mi forma de pensar, ahí no le dejé entrar. No tocó tampoco nada de mi
ámbito de afectos, sentimientos y emociones. No consiguieron que aceptara aquel pacto de odio que me pusieron el 19 de febrero de 2002. Todo eso, digamos que
siguió más o menos intacto.
- El 20 de octubre de 2011 ETA anunció el abandono
de la lucha armada. Dos años después, ¿en qué estado
se encuentra el proceso?
- Yo creo que el proceso terminó el 20 de octubre del
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año 2011. La democracia es un enorme proceso de paz.
Ha luchado contra ETA y procesado un anhelo de paz
durante 30 años, eso es un camino muy largo, iniciado
por Adolfo Suárez y terminado por Zapatero. Y yo creo
que el proceso terminó ahí, con el anuncio del cese definitivo. ¿En qué punto está ahora? Yo creo que es un
punto irreversible, de no retorno. Materias como entrega
de armas, acercamiento de presos, etc., son temas importantes pero “menores” respecto al anuncio de su cese,
que constituye un antes y un después para la democracia
en nuestro país, para la sociedad española en general y
para la vasca en particular.
Edu, Eduardo Madina, no es hombre de grandes carcajadas pero sí de sonrisas cómplices. Y una de esas
muecas invade su rostro cuando le pongo a prueba al
final de la entrevista: quiero saber si tiene los pies en la
tierra, ahí fuera, en la calle, como cualquier ciudadano.
“Claro que sé quien es Belén Esteban, pero veo poca
televisión y a ella no la veo. Pero sí, alguna vez incluso
he visto un trocito de Sálvame Deluxe, más bien me lo
he ‘comido zapeando’. Pero no he tardado mucho en
cambiar”, aclara entre sorprendido y expectante ante esta
ronda final de preguntas. En el terreno del deporte lo
tiene más claro.
- Es usted del Athletic de Bilbao, ¿prefiere ver un partido de fútbol o de voleibol?
- El problema del voleibol es que pocas veces lo retransmiten en televisión. No es como el fútbol. Pero siempre que ponen un partido en Teledeporte, procuro verlo.
- ¿Es mejor Messi o Cristiano Ronaldo?
- Messi.
- ¿Qué opina sobre las dotes interpretativas del actor
e ídolo juvenil Mario Casas?
- Ha mejorado mi consideración sobre él como actor
en la última película que ha hecho, la de Álex de la Iglesia, Las Brujas de Zugarramurdi. Está enorme. Y en
Grupo 7, también lo hizo francamente bien.
- Como buen apasionado de la música, ¿qué canción
pondría para usted la banda sonora ideal al momento actual que atraviesa el país?
- Una canción que empiece mal pero acabe bien, porque estoy seguro de que el país se levantará. La sociedad
tiene un futuro por conquistar.
Parece que sabe de lo que habla. Que es verdad que
sabe desconectar de su faceta política y disfrutar de los
placeres de la vida, que ve la televisión y sabe de deporte, que va al cine. Que es, en definitiva, un ciudadano
más. Un ciudadano que será clave en el futuro de nuestro
país. Un futuro aún incierto y complejo, con muchas más
preguntas que ni siquiera él mismo quiere aventurarse a
responder. Un futuro que podría exigirle cambiar el polo
por camisa y corbata a diario. Pero de momento,
Eduardo Madina aún viste de viernes.□
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