“Yo tendría que haber muerto”

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La Plata, sábado 4 de octubre de 2003
“Yo tendría que haber muerto”
Emiliano Fernández Girod hizo sus primeras declaraciones después de protagonizar el accidente en el que murieron seis personas. Entre ellas,
su novia y su mejor amigo. A casi un año de la tragedia, no ha vuelto a ver a las familias de las víctimas. Implora que lo perdonen
“Estoy condenado en vida. Es una
carga que llevaré hasta el último de mis
días. Y que no se la deseo a nadie”...
Emiliano Fernández Girod (20)
rompió el silencio por primera vez desde que se produjo el fatal accidente en
el que murieron seis de las ocho personas que ocupaban los dos autos que
chocaron en 7 y 529.
Entre ellos, estaba su novia, su mejor
“Siempre recuerdo los
momentos lindos que
viví con los chicos y de
pronto se me viene
a la cabeza lo del
accidente. El dolor
es interminable”
amigo y tres compañeras entrañables.
También un hombre que era padre de
seis hijos (ver recuadro). Eso fue hace
casi un año. Ahora, Emiliano ya no
puede escapar del dolor y de esas sensaciones que lo invaden y lo desbordan: La angustia y la culpa devienen en
horror, y hasta se convierten en inclinaciones suicidas...
- Muchas veces pensé que tendría que
haber muerto en ese accidente- Emiliano
habla pausado, casi en voz baja. Stella
Maris, su madre, está a su lado.
Lo apuntala, lo acompaña en el difícil
relato.
- Yo también llegué a pensar que Emi
tendría que haber muerto con ellos
-Stella se quiebra y rompe en llanto- es
muy duro lo que estoy diciendo, pero
era como que me pesaba tenerlo vivo.
Hace unos meses esos chicos se reunían en casa, tomaban mate, charlaban
durante horas.
-¿Volviste a ver a sus familias?
-Sólo a los padres de mi novia. Ellos
me ayudaron desde el primer momento. Yo siempre quise hablar con
los padres de las chicas y de Lisandro.
Darles un gran abrazo...decirles que lo
siento mucho, mucho, pero...
-¿Pero?
-A cualquiera de nosotros le podría
haber pasado lo mismo. Todos manejábamos y siempre salíamos juntos. Nos
juntábamos en casa con Vanesa, mi
novia...a ella le contaba todo, le confiaba todo. Con Lisandro era más compinche, mi amigo de la infancia...ahora estoy tratando de seguir con mi vida, pero se hace muy difícil. Comencé
a estudiar publicidad, voy a jugar al
fútbol, al gimnasio...
-Trata de estar ocupado todo el día,
de no pensar en lo que pasó- acota
sumadre-, el dolor es constante.
Cuando se produjo el accidente hacía poco que había muerto el papá, a
raíz de una enfermedad terminal.
Emi se refugió en sus amigos y en
Vanesa.
-¿Y ahora?
-Hay un montón de compañeros
que vienen a cada rato a buscarme.
Derrapó y se fue de cola
“En este accidente intervienen una serie
de elementos que resultan sorpresivos e
imprevistos”, precisó el perito mecánico
Héctor Bruno, contratado por la defensa.
“Al reconstruir la mecánica del hecho
advertimos que en principio, intervienen
el Peugeot 306 que conducía Emiliano y
el Fiat 147. El Peugeot iba a una velocidad razonable para el lugar, porque el
coche se le va, y las huellas que hace la
instrucción policial demuestran que hay
una circunstancia ajena al conductor: el
coche se va de cola en una recta. Y
debido a la forma que gira, coincide con
un deterioro, explosión o vaciamiento
completo del aire del neumático izquier-
do trasero. A partir de allí, el auto derrapa, desliza de costado. Y el conductor
pierde el control del vehículo. Luego,
comienza a jugar el azar”.
Todavía no volví a salir a la noche.
Pero ellos tratan de distraerme. Incluso, varios chicos de la secundaria
que hacía años que no veía, pasaron
por casa a expresar su apoyo y darme
una mano. Eso me ayudó bastante.
-¿Por qué no te hablan las otras familias?
-...
-No se puede pensar que él salió a
“Después que murió mi
papá me recosté sobre
Lisandro, mi mejor
amigo de la infancia, y
luego conocí a Vanesa,
mi novia. Y ahora ya no
los tengo...”
matar a todos como si tuviera un arma
-enfatizó Stella-, fue una terrible desgracia. También le podría haber tocado a Emi.
-Sí...yo pude haber muerto- la idea
resuena una y otra vez.
-En ningún momento nos borramos -remarcó Stella-, quisimos estar
presente siempre porque era el dolor
de todos. Así como le pasó a Emiliano le podría haber pasado a otro de
los chicos. Siempre se reunían en casa y los quería mucho. Y es como que
perdí a cinco hijos.
La verdad ante todo
Hace cuatro años y medio falleció el
papá de Emiliano. Ahora el joven vive
con su mamá Stella Maris, una hermana
de 23 años y un hermano de 17.
Emiliano y Stella afirman que el dolor
que sienten es “como un puñal clavado
en el pecho, en el medio del corazón,
que quedará de por vida”.
Ambos se refirieron a la mujer de Raúl
Fabre, el conductor del Fiat 147, y sus
hijos. “Entendemos lo que es estar sin un
papá. Y además la señora tiene seis hijos
chicos...”
“Lo que más queremos, sobre todas la
cosas, es que se sepa la verdad.
Queremos estar con todos ellos, con sus
familias. A nosotros también nos va a hacer
bien”.
“Me gustaría abrazarlos. Pedirles perdón,
recibir su perdón”, deslizó Emiliano.
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UNA DE LAS PEORES TRAGEDIAS EN LA PLATA
El accidente se produjo poco antes de
las 7.30 del 17 de noviembre de 2002,
cuando el Peugeot 306, que guiaba
Emiliano Fernández Girod, cruzó la rambla divisoria de carriles y chocó con un
Fiat 147, que circulaba en sentido contrario, cuyo único ocupante, el policía Raúl
Humberto Fabre (46), falleció en el acto.
Amnesia
lacunar
“No hubo culpa ni imprudencia”
Fernández Girod salió ileso. Y el 147 se
estrelló contra un remis Renault Clío,
cuyos ocupantes no sufrieron lesiones.
La defensa explicó por qué el imputado perdió la memoria. Dicen que sólo
había bebido un vaso de cerveza. Y que manejaba a una velocidad normal
En tanto, mientras dos de las personas
que viajaban en el Peugeot -Soledad
Vanesa Malizia (19) y Cintia Martin (19)salieron despedidas del coche y murieron casi en forma instantánea, Ana
García (19) y Lisandro Pesqueira Ramírez
(18) fallecieron horas después.
Julieta Saboia, que también iba en el
Peugeot 306, murió el 25 de noviembre
de 2002.
La otra chica que viajaba en el
Peugeot es Daniela Marín (20), quien
sufrió gravímas lesiones.
“Las heridas no
terminan de cicatrizar”
Hay un antes y después del accidente, aunque de “eso” no se habla:
Emiliano declaró esta semana en la
causa penal. Dijo que no recuerda nada. Su último atisbo de memoria se
remonta al instante en que conducía
el Peugeot 306 -en el que iban su novia y cuatro amigos-por el camino
Centenario con destino a La Plata.
Emiliano sabe que la vía judicial
será la más engorrosa: todo lo que no
recuerde será reconstruido una y
otra vez por los peritos mecánicos,
los psicólogos y los forenses. Entre la
defensa y la fiscalía discutirán acerca
del reventón del neumático, la
velocidad imprimida al Peugeot, la
amnesia lacunar y la eventual ingesta
alcohólica.
Irreparable
-Todavía no pasó un año y el dolor
es irreparable -retoma Emiliano su
relato-, las heridas no terminan nunca de cicatrizar. Todo el tiempo
pienso en encontrarme con los familiares de las otras chicas y de Lisandro. No es por mí que no lo hago, sino por ellos...porque no sé cómo podrían reaccionar. Para ellos es
muy difícil. Quiero abrazarlos, estar
con ellos. Con todos los chicos que
iban en el auto tenía la mejor relación...
Emiliano comienza a soltarse. Necesita decir lo suyo.
-Hacía casi tres años que salía con
Vanesa. Los padres de ella me apoyaron desde el primer momento. Me
preguntan como voy con el estudio...
-¿Te imaginás un final?
-No hay. No existe. Es una
carga para siempre, para el resto de
mis días.
Alta velocidad y aliento etílico
“Séxtuple homicidio culposo calificado y lesiones culposas calificadas”, fue la calificación legal (uno
de los encuadres más gravosos en
materia de accidentes de tránsito) adoptada por las fiscales de
Delitos Culposos de La Plata
María Scarpino y María Laura
D’Gregorio (foto) al procesar a
Emiliano Fernández Girod. Las
pruebas de cargo serían:
El reventón del neumático del
Peugeot se produjo después de
atravesar la rambla divisoria de la
avenida 7.
Aliento etílico en el conductor,
según constancias médicas.
La reticencia a declarar sobre
el momento del accidente.
La chica que sobrevivió y que iba
en el Peugeot, dijo que el imputado fue quien insistió a tres jovenes
para que subieran al auto.
La conducción a alta velocidad de un auto con 7 personas
a bordo.
Testimonio. Emiliano, su mamá, los defensores y el perito mecánico en diálogo con Trama Urbana
Cuando Emiliano Fernández
Girod concurrió esta semana a
los tribunales penales de la Plata
sorprendió a las fiscales al señalar que “no recordaba nada” relacionado con el accidente. Ayer,
sus abogados defensores Luis
Cazalla y Oscar Rodríguez explicaron que su cliente fue afectado por un cuadro de “amnesia
lacunar”.
“Cuando se estudia la amnesia
se puede definir, por un lado, la
Luego puso “un cassette de
Joaquín Sabina” y ya no pudo recordar más nada.
Los defensores adelantaron
que ofrecerán como perito psiquiátrico de parte al Dr. Héctor
Méndez, quien “podrá determinar la existencia de amnesia postraumática”.
En tanto, Cazalla y Rodríguez
cuestionaron el peritaje policial
valorado por la fiscalía. “Carece
de fundamento científico, está
realizada en base a meras estimaciones: se exageró la velocidad y
no puede explicar por qué el
Peugeot realizó el giro. Tampoco
tuvieron en cuenta las huellas de
los vehículos debido a que es
evidente que el reventón fue antes del impacto y no después de
atravesar la rambla divisoria de
carriles”.
“Porque Emiliano sea un joven
no se puede prejuzgar que todos
los adolescentes salen los fines
“Se le hizo una
laguna mental a raíz
del trauma afectivo
sufrido y se borró
todo un pasaje de
su memoria”
“El Peugeot fue
impactado”
“No era su auto,
sino el de su mamá.
Y Emiliano no
sabía que tenía una
rueda trasera en
mal estado”
puntiforme, en la cual se recuerdan algunos detalles de los hechos mientras otros quedan en la
oscuridad. Por otro, la amnesia
lacunar es cuando se olvida un
tramo de la historia, desde un
episodio hasta otro”, consignaron los letrados.
Emiliano declaró que al salir
de Pachuka, al mando del Peugeot 306, en el que iban su novia
y otras dos chicas, al llegar al semáforo de Centenario y 511 subieron otros cuatro jóvenes.
Según el perito mecánico de
parte, Héctor Bruno, el
Peugeot 306, “pasa por arriba del separador de carriles y
el Fiat 147 se encuentra con
un vehículo que se le cruza
adelante. Fue un hecho no
calculable y no predecible.
Hay que decir también que
el auto que fue impactado es
el Peugeot. Eso surge de sólo
ver -en las fotos del expediente- su lateral derecho,
que está destrozado.
El Fiat tiene en el frente un
impacto de 50 centímetros.
El Peugeot con toda su carga
es obligado a dar un trompo
sobre la calzada. O sea que
fue impactado a una importante velocidad”.
de semana, toman y andan rápido. Sólo habían tomado una cerveza en Pachuka entre cuatro. Y
los que sobrecargaron el auto
fueron todos: los que subieron al
Peugeot también asumieron el
riesgo. Emiliano tenía la presión
del grupo adolescente. Los chicos querían seguir hacia La Plata
porque faltaban apenas 20 cuadras. Estamos convencidos de
que fue el azar. Y no hubo negligencia ni imprudencia”, concluyeron los defensores.