arma blanca

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arma blanca
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Revista de creación literaria
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arma blanca
Universidad de Cuenca
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación
Carrera de Lengua, Literatura y Lenguajes Audiovisuales
Editor
Galo Alfredo Torres
Cuenca, Abril 2012
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Pórtico
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Canteranos, palabra de moda y de uso común en el argot deportivo ibérico para referirse a los jóvenes baluartes formados en las divisiones inferiores, bien puede servirnos
para igualmente englobar a nuestros creadores en ciernes, a los bisoños autores y autoras
sub-23 que, en plena “edad de la inocencia”, arriesgan sus primeros textos. La cantera se
ve generosa, y el propósito es que estos nombres y textos sean el anuncio de los canteranos de la literatura lugareña.
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He dicho riesgo, que en el terreno de la creación literaria implica varias cosas. Está el
comienzo, porque, como el acto de desnudarse, por alguna parte hay que comenzar. El primer
texto, entonces, es el primer botón que cae. Y luego, aunque los desnudos asomen dubitativos
y frágiles, cuenta esa deliciosa dosis de ingenuidad y valentía, a partes iguales, que se requiere
para publicar; y estos jóvenes la han tenido. Por supuesto, están muy bien respaldados, como
leerán, por algunas armas no tan jóvenes.
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Acerca de los nombres y textos, voy a decir lo que el viejo poeta chino dijo del peral: “La maduración es dispar; hay ramas con frutas verdes y otras no tanto. Evita el sabor
amargo y espera, porque todas, algún día, ofrecerán su pulpa”. Esperemos. Pero desde ya
anuncio mi entusiasmo: vislumbro una cosecha dichosa, como esas que gustaban pintar
Bruegel o Millet.
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arma blanca (me gusta así, con minúsculas), y su espíritu oximorónico, no hace más
que recoger el aliento bélico que anima a lo joven y sus armas recién fundidas; y lo cruza
con el trabajo tan blanco, tan blando con y sobre la palabra: piensen en un taller donde se
urden delicadas tramas, donde se tejen las armas con las que esta generación impugnará
a la nuestra.
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A contracorriente, con la visión ensimismada y de ghetto que suele caracterizar a casi
toda institución y su actividad cultural, arma blanca y sus patrocinadores, desde el arranque
han querido abrir la cancha. Aquí hay textos de jóvenes venidos de otras facultades (Artes
y Cine) y, por ahora, al menos uno, que viene de fuera de nuestra universidad. Es cierto que
la intención primera es y será propiciar espacios para las creaciones de los estudiantes de
nuestra carrera. Pero, al mismo tiempo, postulamos el acto generoso de convidar y rastrear
el talento que viaja oculto y disperso por las calles de la ciudad. Nos impulsa una vocación
gambusina.
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El agradecimiento debería ser nuestro más alto ritual. Los créditos son sagrados.
Desafortunadamente mi abrazo es de corto alcance y nunca bastará para cobijar a todos.
Quisiera entonces que todos aquellos que han participado en este proyecto se sientan saludados en dos nombres: María Augusta Vintimilla y María Eugenia Moscoso (así, sin títulos
ni cargos, que de nada sirven en la república de las letras): por haber creído y confiado en
este proyecto tan pequeño, tan grande. Lo he dicho siempre y lo repito: las mujeres son el
don de los dones. Voto por su gobierno.
Galo Alfredo Torres
Abril de 2012
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POESÍA
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José Corral
Come de las entrañas
Come de las entrañas
de la flor de la llama,
te devorarás de hambre;
come de la llama
de las entrañas de la flor,
nos devastarás de hambre;
extraña la flor
de la llama que come.
Me morirás de hombre,
mujer.
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Patricia Curay
Ensimismamiento
Panfleto de entre la tierra emerjo buscando tu sexo -mi sol-,
de ternura y aromas vestida, soy súbdita, fiel compañera - tu Edén-,
Eva y María me poseen,
¡Salve Patricia! ¡Víbora, piel de cordero!
Soy mujer de barro cocido e himen humeante,
tus olores, tus sudores me desarman,
te ansío bebiendo de mis manjares,
mis pechos dos montañas que te regalan su cima.
Tus ojos tropas oníricas de la gigantesca Troya,
no me atacan, me incitan a contemplarte valiente,
mas, cuando tu rostro marca surcos en la frente,
¡mi soldado, te vuelves pueril!
entonces, con mi presencia te inundo: callo, escucho,
bebo de tus lágrimas para que no toquen el piso.
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No permitas que escape, amárrame de pies y manos a tu cama,
con saliva incandescente rocía mi ser,
llena con tu músculo mi útero vacío,
envuélveme en ti, jubilosos mi sexo y diafragma queden.
Cuando tu historia obnubile tu presente,
en amaneceres grises escapemos a montañas celestes,
que nuestras venas se inunden del pasto,
y que el cielo vestido de sol nos convide su arco añil.
De entre lejanías cósmicas y presencias virtuales,
no me pienses Santa ni me exijas pécora,
Eva y María se me ensimisman: soy una sola,
clítoris y corazón te pertenecen.
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M. Elisa Carrasco
Irrepetible
Cada 5.000 años los astros se alinean en determinada forma,
cada 100.000, azul brilla la luna junto al pájaro gris.
Solo una vez en la historia este momento será posible
con estos astros, el azul en la luna y el pájaro gris.
Y yo me pregunto ¿qué chuchas hago aquí?
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Jugar con fuego
Por el fuego de Prometeo
vale la pena la vida
o
por ese brevísimo instante:
la felicidad.
A mí me gusta el sabor
de las memorias ajenas,
contemplar las cenizas,
evocar ausencias,
saborear sombras,
fantasmas de errores pasados.
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Yo solo fui una sombra iluminada
Yo solo fui una sombra iluminada,
nunca radiante,
siempre firme, ahí, ante tu reflejo
fluorescente de tanta inocencia,
sin años grises ni melancólico devenir en decadencia.
Fuiste tú un nudo más en mi soga,
Aquel junto al ancla de ríos desérticos, putrefactos.
Fuimos pasado
debíamos
SER-NADA
-DESEO
-NIMIEDAD
Fuimos pasado
Por ti fui (me atreví a ser)
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Una rodaja de naranja
Tal vez noPura
Aunque síTransparente
Generosa
Perfecta
Oportuna
Redonda
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Una naranja
en la incompletitudSabia
En mi inexperiencia
Suave
Palpable
en suinconstancia
naranja para ser más tuya,
chorreando desde tus manos,
sobre tu piel
hasta desaparecer en tu boca,
en tu ombligo.
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Johann
Hombre
Tumbas infinitas ascendidas al cielo
y escondidas entre flores y peste,
de entre gritos fundidos en carne,
cenizas y puñados de sangre…
Flotan ojos en orina y mierda,
por la maldita esencia del hombre…
¡El hombre, vivo rey de todo lo creado!
Qué mentira y desventurada quimera.
Hombre = sexo, Hombre = muerte,
Hombre = fútbol, hombre = hombre…
En fin, hombre = persianas de luz y aullido de lobos…
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Sangre
Cadenas y lodo corren por mis venas
me despojo de mis cobijas
y estás en el umbral de la puerta
esperándome con tus colmillos
que reclaman gotas de sangre.
Me acerco enredando mis torpes pies
estiro mis manos mas no quiero tocarte
extiendo un paso hacia el costado
y tus pupilas recorren mis piernas.
En seguida miro mis manos tan solas,
quería abrigarlas con tu cuerpo…
De pronto recordé el cigarrillo
que guardé en mi camisa antes de acostarme.
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Lo enciendo tentando tu presencia,
esbozo círculos y figuras,
asomas bañándote y riendo entre el humo
en una tina de sangre y coronada de velas…
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Diana Polo
Invierno
Las cuentas del reloj se van deteniendo,
mientras las hojas caen sobre mi espalda.
El otoño se aleja y mi cuerpo desnudo
ansía que caiga la nieve…
Helados, mis pies, buscan senderos
ocultos en la inmensidad de este bosque…
Y sigo esperándote despierta.
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Imágenes de un bosque
Miles de gotas verdeazules bordean el paisaje,
Que se mueve lentamente mientras lo diviso…
Y las mariposas vuelan libres
como destellos brillando en mi universo…
Algunas siluetas están ocultas y debo descifrarlas
antes que se alejen con el viento…
Las flores huelen mejor que ayer
y el pasto es más verde.
Camino lentamente,
ágil y atenta al mínimo movimiento…
Después algo me dice corre y,
a la vez, me detiene poco a poco…
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Andrea Heras
Ocaso y amanecer
Me confundo, callo, tiemblo. Luego me doy cuenta. Llega la razón. No es igual. Ahora miro
esa transparencia de memorias. Continúo recordando. Rozo su piel anhelando la perpetuidad de mis invenciones.
Ahora, el sudor frío se enreda y confunde sutilmente en la penumbra.
Expresiones, sonidos, rumores de media tarde. La demencia aparece en un sollozo cálido,
escaso, saturado. Censurar el placer, improbable.
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¿En dónde vivo?
Bordeo por las fétidas aguas del Tomebamba: “lástima de imperio”. El suelo inhumano, lleno de líneas, atraviesa mis pensamientos. Miro a mi izquierda y un hombre oculto entre el
estruendo del río y los automóviles masturba sus pensamientos entre lapsos de desagües.
No me espanto. No.
Mi rumbo continúa mientras veo a la gente pretender que son otra gente, pero sé que siempre han pretendido, que aún pretenden. Es vómito urbano que excede el hecho de continuar siendo parte de un enigma.
La noche yace exactamente en un parque de orines y de gente con el mismo apetito de ser
iguales; siendo diferentes.
Un popurrí de personas con misiones diversas, pero con un mismo final: resaca. Exageraciones, tal vez, pero no hay que negar el hecho de que algo pasó alguna vez o de que
desearían que fuese así.
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Lo que sé es que existimos y que tenemos los mismos orificios.
Y no, no me disculpo por las ofensas, tal vez mal fundadas, porque al final, al escribir esto,
también he pretendido ser que soy, que seré, que fui.
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Camila Moscoso
Hiena
Callados volamos, sucumbimos inconscientes
jugando a desconocernos,
a mirarnos sin vernos,
mientras recorremos los alientos.
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Apuesta por
Impaciente
aguardo el inicio del abismo que prometes
en el vaivén de tu palabra callada,
para escaparnos de esta realidad teñida de música
y altas paredes.
Me agarro a la ventana mientras espero paciente
la decisión de tus reglas,
para intentar recuperar la deliciosa locura,
la relatividad de la nada
que no conoces y te aterra de mí,
de este dejarme naufragar
en la noche invisible de nuestros rezos.
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Mareos diurnos
Escupo palabras a diestra y siniestra.
Maldito y engañoso juego surrealista,
inconsciente y acelerado,
en ti me guardo de este mundo transfigurado,
el sol.
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Alba
Escondido en la distancia
gritas el enojo al silencio.
Ausentes
pisamos los cristales de la espera.
Tras la espalda del sol
estás vos,
columpiándote en la nada.
Ocultas la luz
y caes sin peso
en el ingrávido vacío
sin decir adiós...
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Y desaparecemos
Después de sentir su piel callada,
irremediablemente en el vacío inmenso de la mía,
desperté soñando que su mano, con una soga,
acariciaba la mía.
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Luna llena
Nubes perseguidoras cubren las calles y las gentes.
Tal vez las palabras susurran mientras sueñas.
¡Tú no te das cuenta de mi ausencia
y menos aún de la tuya!
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Darwin Valdez
De ti el universo
Ansias,
buscando palabras,
en la noche fría,
los perros ladran,
las hojas caen,
al sonar una campana
brillan sus alas,
doradas y de plata,
reposa sobre una piedra,
en el agua
pequeña bella hada,
para los gnomos carnada,
yo quería besar
tus labios de nuevo,
al hechizo le temo,
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como Hades,
cuando Zeus
lance truenos,
refugiado
en las fraguas de Venus,
un ángel
con sus alas gastadas,
me pide ayuda
para levantarla,
sin duda,
correspondo a su clamor,
porque en ella vi
lo que el sol
no me mostró,
cuando brilla
con luz propia,
a pesar de ser estrella,
...mi estrella,
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junto a la luna,
en primavera,
cuando te vi
por vez primera,
la cordura,
dejó caer
su manto de razones,
mientras la locura,
la contempla,
en su total desnudez,
blanca,
pura como la nieve,
ahora,
solo me muestra
sus hombros,
que no cubre,
entre sueños,
ver la realidad
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que no tenemos,
y yo,
mientras tanto,
me sigo esforzando,
como una corriente
de aire al viento,
golpearme la cabeza,
decir que no te quiero,
pero no, no puedo,
solo vivo
del pensamiento,
la energía vital
de mi sentido,
ya no sé qué pido,
cuando
se aproxime un deseo,
tenerte conmigo,
o morir
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por estar a tu lado,
luego,
como un caballero,
desenvaino mi espada,
no importa,
perder o ganar,
a prisa que
ya es tarde,
si quieres verme
en el suelo,
desbaratándote,
no de golpes
sino de versos,
entre las cenizas,
una llama arde
en mi alma, viva,
que quedó de los dos,
un cuerpo,
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solo uno,
mi desesperación
que eres tú,
ahora,
que puedo
utilizar las palabras,
sin daños causar,
al segundo hablar,
te dedico esto,
aunque en mi visión
ya no te puedo encontrar,
perdido, siento,
no sé cómo terminar
cada cosa que escribo,
hay muchos
finales de cuento,
pero ninguno verdadero,
como lo que yo tengo,
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solo,
lo esencial en la vida
me falta,
que tu alegría
sea solo mía,
y tu tristeza la lluvia
que va mojando callejuelas,
después quedarán cubiertas
nada más de sombras,
que el sol desvanece
cuando se enciende,
el fuego en los ojos,
mide mi tiempo,
para qué sirve eso,
para vernos
quizá más viejos,
en el reflejo del espejo,
tú la lágrima
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que golpea,
cuando cae
en mi cimiento,
yo buscando
tus recuerdos
en la calle,
la soledad
apasiona los sentidos,
y se desespera,
cuando oiga
que le hablo,
será que las grietas
en mi cuerpo me señalan,
preguntas si aún siento,
tal vez no comprendo,
lo sé,
te dejé ir,
pero no te fuiste,
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yo te quise,
me encontré triste,
y nunca más me viste,
salí hacia
el cielo celeste,
buscándote,
tratando de dibujar,
tu belleza,
en un verso,
que jamás sonó,
también el olor
de tus cabellos,
que me reanima
como una descarga eléctrica,
pensar en ti
cada mañana,
gastada la memoria
de pasar y repasar,
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la misma historia,
aquí estoy
creando tu figura,
conservando
en mi cuaderno
un poco de tu hermosura,
en un papel
hecha poesía,
y tú de mí
cada vez que pronuncio
tu nombre me olvidas,
y así me dejas
moribundo en estas tierras,
te crea la imaginación,
cuando el polvo se levanta,
a tientas en mi retina,
mientras detrás
de tus alas,
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desangrado
persigo tu canto,
no habrá más,
aquí me dejas,
tú te vas,
y yo aquí me quedo,
llorando entre las piedras.
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Este Juego
Mirando el tiempo,
regresa el pasado,
en una órbita que solo
el viento puede dibujar,
desenvaino el bolígrafo,
haciendo hablar a las paredes,
colapsando los sentidos,
te encuentro a solas conmigo,
entre transparentes redes,
si puedes verme,
trato de no decir nada,
y me encuentra la suerte,
sentada en una esquina,
charlando con mi muerte,
a pocos pasos del suelo,
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circunstancias para los desvelos
entre los cielos,
como un coro celestial,
una brisa,
tras el cristal tu sonrisa,
será que no soy yo,
pero sí el mejor postor,
entre líneas, mis deberes,
de hacer grandes estas rimas,
querida,
que se mantengan quietos,
pueden caer al suelo por necios,
no es un negocio sucio,
mi juicio,
es que es él, tú no, yo analizo
en los dedos mi vicio,
de hacer inquebrantable el vacío,
sabe mejor si vales,
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la plena, te condenas,
entre las cadenas,
desangrado te encuentras,
por estas letras,
pido un papel y tú tonta sentirás,
que el humo que creo no se evapora,
sonoros tonos no monótonos,
cojo el micrófono,
loco coloco poco a poco,
lo que Dios me dio,
pues perdió su albedrío,
entre los álamos del paraíso,
este precipicio,
caer en profundas aguas,
analizo,
un lago mental,
que empieza a succionar tu cerebro
de verdad enfermas.
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De veras,
verás mi veracidad en las veredas,
siente el sonido de mi sistema,
te eleva al jardín de Eva,
¿y quieres llevar leva?,
No sé, nena,
más problemas en mi cabeza,
rueda y rueda,
el eco de tu nombre,
no vacilo,
entre las hojas que soplo tu ausencia,
bajo la mesa,
baila el aroma de tu cuerpo
con mis lágrimas,
y no sé qué pasa,
otra vez como las ratas,
arrastrándose por las cloacas,
oscura luna,
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me mira con angustia casi dormida,
acuna mis sueños en su lecho,
de estos seres anormales, lejos,
en las nubes,
corre libre el pensamiento, libre,
sin cometer el crimen de cuando hablas,
nada más, hay cosas, casas,
pisadas que no han marcado huellas,
que se queden como sombras de estrella en el espejo.
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Polvo y materia
En mi retina
el humo danza,
sobre el espacio
vacío de mi cuarto, mientras la
materia
se vuelve cenizas,
en una
helada llamarada, paras mi sensación
de verte, pero no el tiempo
que quiero
tenerte, en mi mente.
Como un
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atractivo tópico,
sigues merodeando
mis catacumbas mentales,
solo, cada rastro,
pequeños pedazos
sísmicos, y me siento un experto
en un tubo mágico,
comprendo que mis dedos
hacen el esfuerzo,
de coger una
saeta
y
entrelazarla
entre las líneas,
de mis fundamentos,
ahora,
quién puede parar 50
a un loco,
encarcelado
por su ansiedad,
nada más,
o como Apolo
sin rumbo fijo,
al más allá,
como un
fantasma,
llegué hasta
su fragua,
fogosa,
ardiente,
hacía que mi
alma
y la materia de mi cuerpo
convertidas en dos,
lucháramos por ella,
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bajo el mar,
sobre los cielos,
en cualquier
lugar del planeta,
todo es
escaso y negro,
hacía que,
manchemos de
sangre,
pequeñas parcelas de tierra fétida, en el suelo,
cada vez más
y más,
sin desfallecer,
la brisa que
me levanta
como el polvo áspero
sobre su
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regazo, mi materia
se esparce
por todo el mundo,
bajo la luz
de un quirófano,
empieza a llover
detrás del cristal,
desbordando una
esquina
con lágrimas de cielo,
son tuyas,
o tal vez de un llanto sollozo
que guardas
por mí,
hoy
convertido por ti,
de nuevo en
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materia,
pero mañana seré
cenizas,
uniéndome al
polvo,
para danzar
los dos juntos,
en un sueño
eterno,
lejos del
universo.
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Jorge Aguilar
Dos poemas sobre la acuosidad de la mirada
y uno sobre la sangre en la madrugada.
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Poema del Buzo Desmemoriado
Busco una aguja en el ojo del Buzo Desmemoriado.
Me encuentro, siguiendo el rastro de la aguja, en un lago de extrañas azulaciones.
El lago, misteriosamente, se va tornando turbulento.
Emergen de su tenaz movimiento palabras, el Pasado, una lengua que parece haber encontrado los verbos primigenios de la Alquimia.
Parece que la aguja se ha hecho un solo amasijo en la mirada del Buzo.
Este penetra con su impasible pupila los costados de la Realidad.
De uno de sus bordes, percibo, enlodada y serena, la mortal sonrisa de la mujer que he
olvidado.
Tan lejanos sus movimientos.
Tan lejana su ordinaria locura.
El Buzo Desmemoriado me alcanza con sus manos en llamas
y me arrastra hacia el fondo del lago.
Veo las manos encendidas del Buzo, contemplo mi pánico mientras me ahogo.
Tan vanos mis movimientos.
Tan escuálida mi ordinaria locura.
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Busca el Buzo Desmemoriado un hilo de cordura en mi ojo inundado de miedo.
El lago, de a poco, vuelve a su habitual quietismo.
Azules agujas danzan en las aguas.
Leves llamaradas de Realidad se agazapan en una extraña y hosca mirada.
El Buzo Desmemoriado parece haber recordado por qué es que sus manos no abandonan
el fuego. El lago azul ha quedado suspendido en el Pasado.
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SoLunar
Ojo del sol.
Un rastro de lágrima milenaria siembra de mar el rostro.
Ojo de la luna.
La profundidad de la flor y la tierna leche de los recuerdos…
Una barca en forma de lágrima atraviesa las flores de tu rostro y lo muestra a la noche.
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Humano Salvaje
Cual perro feroz
le arranco las vísceras
a la noche.
Cual perro triste
escupo el retrato
de tu sangre
sobre el asfalto.
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Ensayo
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Santiago Espinoza
Las vidas artificiales
En un día cualquiera, en una circunstancia cualquiera, tal vez leyendo un libro o
mirando una película, creo que a casi todos nos ha pasado por la mente esta pregunta…
¿es esto real? Y en consecuencia, ¿qué es lo real? Todos los días leemos o escuchamos
cosas que pasan al otro lado del mundo gracias al internet, sabemos todo lo que sucede en
este sistema mundializado; sin embargo, cabe la pregunta, ¿es eso verdad o es algo que
alguien cree que creamos? En los muy populares chats de la red tenemos la posibilidad de
transformarnos, cambiar nuestra apariencia, sexo, etnia, religión y nacionalidad, para tener
algo que decir y no caer en la vergüenza de aceptar que somos ignorantes. Es así que de
un momento a otro nos convertimos en eruditos en cualquier tema, y pasamos a formar
parte del nuevo continente virtual, como ciudadanos del ciberespacio, adoptando un alias,
un avatar, una vida, una nueva forma de economía, estudios, lugares, amigos: todo sin salir
de tu casa. Esta es otra manera de mantenernos entretenidos mientras los que juegan al
ajedrez mundial nos utilizan como fichas, nos espían como en un Show de Truman global.
Así, nos bombardean con publicidad, moda, tecnología, cosas que llegan al subconsciente
y después de unos días las estamos deseando como si nuestra vida dependiera de ellas.
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Luego de tanto desafuero llega el vacío, la soledad, la insatisfacción; y es en esta
parte de nuestras vidas donde nos cuestionamos sobre lo real de lo real; lo real del dinero
o las horas de tu vida que estás obligado a gastar adquiriendo una deuda, y tu futuro regido por el crédito; la casa ya está llena de cosas y la vida llena de nada. Cada vez más las
personas tienen acceso a cantidades inmensas de cosas e información, pero ese todo es
la nada, ¿que nos ha llevado a vivir en una artificialidad?
Escapamos de nuestras propias vidas, nos conectamos a este nuevo mundo, exploramos sus posibilidades, hay espacio para todos. El todo vale es la regla de la que los
snobs y farsantes han hecho el núcleo de su filosofía. Ellos son el vivo ejemplo del “complejo de Zelig”; y han llegado a apoderarse incluso del arte, convirtiéndose en “Artistas”, por
así decirlo, de moda, y se han hecho eruditos en “wikipedia”. Son los ciudadanos de la internet, ¡ah, todos somos conocidos! y todos somos talentosos, creativos y artistas. ¿Quiere
decir eso que nadie lo es? Quizá la respuesta sea muy complicada, como la de la pregunta
inicial, ¿qué es lo real? Después de tanta información, de tanta teoría, de tanta “verdad”, he
llegado a creer que si no lo veo no lo creo; incluso he llegado a la radical y socarrona idea
de que la tierra, efectivamente, está sostenida por cuatro elefantes en un mar de leche.
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René Miguel Torres
El celular: una riesgosa realidad
Decía Albert Einstein, ¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es simple,
porque aún no hemos aprendido a usarla.
En todos los tiempos han existido este tipo de problemas surgidos del incorrecto uso
de aquellos objetos y artilugios que la ciencia y la tecnología ponen en nuestras manos.
Con el paso de los años, estos conflictos se han agravado debido a que la oferta ha crecido
incontenible. Actualmente, con la gran aceleración tecnológica, se han creado herramientas
o instrumentos para ahorrar tiempo y facilitar el trabajo en las áreas más insospechadas
de la vida cotidiana. Una de las novedades de mayor expansión en el mercado mundial,
durante los últimos años, han sido los teléfonos celulares. Estos aparatos se han vuelto
indispensables para las personas en todo el mundo, puesto que prestan una ayuda invalorable en términos de intercomunicación. Pero, no todo es positivo: la telefonía móvil puede
convertiste en un juguete nocivo si no es usado según sus expectativas de origen.
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La telefonía móvil se ha convertido en una verdadera dependencia e incluso en una
obsesión para algunas personas, en especial en nuestro país. Ecuador es uno de los principales difusores del portátil en América Latina; según las encuestas realizadas hasta junio
del 2010, se registraron 10’720.810 individuos que cuentan con este servicio, es decir, de
cada 100 personas 85 tienen un teléfono portable. Esto nos demuestra el poder que el móvil
ha adquirido en la vida de los ecuatorianos, a tal punto que en muchos hogares se cuenta
con un teléfono por persona.
Se llega al caso de que los padres de familia discuten la posibilidad de obsequiar a
sus hijos de 8 o 9 años un celular, pero para tomar esta decisión se debe tener en claro
cuáles son los pros y los contras. Entre las ventajas principales consta la tranquilidad que
los padres obtienen al comunicarse con sus hijos en todo momento y de esta manera saber
dónde se encuentran. Otro beneficio es la rapidez en la comunicación, ya sea por medio de
mensajes de texto o llamadas. En alguna posible emergencia se puede actuar de inmediato
y salvar muchas vidas en peligro.
Pero están también los contras, y es ahí donde todos debemos actuar con responsabilidad al momento de optar por estos aparatos. El chat por ejemplo, puede convertirse en
una adicción, especialmente para los jóvenes, y a esto han contribuido las empresas generadoras, que solo desean obtener dinero, utilizando técnicas como los paquetes “ilimitados”
de mensajes, que motivan a los usuarios a abusar del chat, sin importar las consecuencias
que puedan acarrear tanto en los estudios como en sus actividades cotidianas. Otras personas, aprovechándose del anonimato, realizan amenazas y abusos en contra de la inte66
gridad de muchos usuarios; además de la reproducción de pornografía o aprovechándose
del hecho que alguien pierda su teléfono y hace uso de su fotos y videos publicándolos en
la red con fines de lucro.
El portátil entonces puede ser considerado como un arma de doble filo. Si bien trae
beneficios y satisfacciones, también puede ocasionar mucho sufrimiento, especialmente si
se encuentra en manos equivocadas. Pese a todo esto, tampoco se puede crear temores
ni rechazos hacia estos objetos, puesto que son una realidad y no se puede impedir a los
jóvenes que usen esta tecnología. La tarea recae en los padres y personas adultas que deben guiar a sus hijos sobre lo positivo y lo negativo que se puede obtener del celular. Pues,
como lo dijo en algún momento Einstein, si esta tecnología nos trae tanto sufrimiento es
porque aún no hemos aprendido a utilizarla como es debido.
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Israel Muñoz
TRANSUBSTANCIACIÓN
Perplejo, caigo de rodillas sobre una lengua sorda. Mis ojos se niegan a reflejar sus párpados en esos cristales excesivamente iluminados y quebrados. Cierto pavor me desconcierta. Deambulo como un niño que ha perdido su rumbo, mirando muecas dispuestas ordenadamente sobre una pared lisa y blanca, como un hueso recién lamido. Sé que todas ellas
poseen alma, que las miro y me miran; que han empezado a exhalar a la par que yo inhalo
imperceptiblemente de ellas…
Sin duda, el arte contemporáneo desconcierta al entendimiento común. Y me refiero,
desde luego, a un medio local compuesto por diversas sensibilidades y enfrentada a múltiples manifestaciones artísticas, frente a las cuales el público se encuentra poco preparado –y poco dispuesto también– ha mantener un diálogo visual y cognitivo. Esta condición
únicamente representa los ecos de una vieja verdad, inherente al arte: el hecho de que el
arte ha pertenecido, desde siempre, al sector burgués de la sociedad, en el sentido de ser
accesible primordialmente a dicho segmento de la sociedad.
En nuestro medio, el desconcierto que produce el arte contemporáneo, en una po68
blación mayoritariamente popular, desemboca en una relación que se ha tornado tediosa y
crea una especie de zozobra, muy parecida a la de un confesor que fracasa al momento de
“proponer” a un feligrés la manera en que debe redimir sus faltas. Este desconcierto puede
surgir como efecto del ineficiente lenguaje empleado en cada obra, es decir, la insostenibilidad del mismo en términos de diálogo, y/o la poca o casi nula predisposición del público
a inmiscuirse en temáticas que a su parecer omiten “lo real”. Si a esto le agregamos aquel
carácter de mutabilidad de géneros que posee el arte contemporáneo tenemos como resultado esa pronunciada apatía por parte del público. Para ilustrar esta condición, y a riesgo
de proporcionar un ejemplo más bien bizarro o grotesco, comparo esta situación con una
gran orgía en la que no se puede distinguir entre el punto inicial y el final de cada cuerpo,
situación que nos provoca una peculiar turbación o incertidumbre.
Desde luego, estos hechos no se encuentran aislados ni se plasman únicamente en
un sector de la población. La apatía parece general. Y es que la pretendida transubstanciación del lenguaje, de los elementos compositivos y las proposiciones de la misma razón,
fracasan. Pues, el lenguaje contemporáneo se reduce a simples especulaciones, y el espectador centra su comprensión en algo que lo subyuga bajo falsos velos de fascinación
y mantiene su pensamiento embelesado por algo que no incumbe a la obra propiamente:
de allí que la controversia, el escándalo o la polémica sean los centros de empatía. Por lo
tanto, podemos deducir que en la mayoría de los casos, la tan apetecida comunión, aquel
íntimo instante entre la obra y el espectador, se esfuma. Las partes involucradas no logran
transubstanciar su naturaleza y la obra no llega a brillar ni a autodefinirse como un texto
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que pueda ser adecuadamente leído por el público. Entonces cabe preguntar: ¿El arte habrá quedado definitivamente restringido a ser el privilegio de unos e indiferencia de otros?
¿Acaso la contemporaneidad, a más de hallarse en una evidente crisis provocada por la
falta de juicio, es decir, de distinción (puesto que todo da igual), no halla forma de desvincularse de su elitismo e incorporar a todas las partes de una sociedad? ¿Será que en algún
momento, el arte logrará adquirir conciencia propia y logrará fundirse con nuestros actos?
Claramente, el error del lenguaje y la fallida comunión entre la obra y el público no
son el problema principal, sino solamente la consecuencia de otro más dramático aún:
…y heme aquí mirando con absoluta impavidez una de las muecas más bellas que se pueda producir dentro de este anfiteatro de sueños, algunos patéticos, y otros que han sido
despedidos antes de llegar a su clímax. Este hecho plasma en una interrogante, ante la cual
me hallo con igual o mayor incertidumbre que al momento de mirar hacia aquellos cristales
llenos de sombras y sin forma. La interrogante es, sin duda, producto de mi desazón, pues
confieso: he entrado a un museo… ¡y no he entendido nada!
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NARRATIVA
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Ximena Calle
Lluvia de tarde
Su caminar erguido la distinguía entre las siluetas grises; recorría la avenida principal sin mirar el camino; sus manos aferraban el respiro de fantasía que irónicamente le
brindaba la tecnología. A su alrededor, el mundo pasaba vertiginosamente; no reparaban en
ella excepto al tropezar, momento en el que por unos instantes reconocían su cuerpo como
un obstáculo que entorpecía la sabia retirada ante la tempestad. La mujer del abrigo rojo,
en fuga perpetua de los oídos agiles, aprovechaba la complicidad del clima para gritar su
pertenencia al círculo de las flores; del otro lado de la línea, una voz que trataba de volverse
corpórea ante ella reía sin disimulo; nadie sabía que sus conversaciones eran pocas, que
estaban obligadas a convertir caricias en mensajes de texto con alerta silenciosa. Cuando
la ciudad recuperó sus sentidos, nadie reparó en la mujer sin paraguas que disimuladamente miraba las nubes, con la esperanza de conseguir un par de minutos más para amar.
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Consideraciones importantes a tener en cuenta previo a la cópula:
Entrega semanal cuasi solemne de una flor: símbolo acordado de una promesa de
ilusión, que no se intentará cumplir después de los primeros meses a los cuales seguirá el
sopor y el hartazgo, generado por el inevitable aumento de gastos y su consiguiente disminución de placeres.
Reconocimiento de terreno: a modo de seguro sobre la veracidad del final de historias
pasadas, enredos presentes y futuros anhelos, debido a la incertidumbre de encontrarse
con uno de los graduados de la profesión del amor fugaz, que en casos privilegiados han
conseguido también un masterado en el arte de la retórica corporal.
Juego de coqueteo: según lo requiera la ocasión matizado por la tenacidad, la indiferencia
o la vehemencia. Deberá ser en cualquier caso firme y constante aunque innovador y esquivo, de manera que al momento de hacer el recuento de las actividades se pueda graficar el
perfil geográfico de una tierra con valles, mesetas y elevaciones.
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En caso de haber conseguido un cómplice para el efecto, la consecución final estará
asegurada por lo que se procederá a elegir con anticipación el dónde y el cómo.
Si bien este tipo de actividad recreativa no necesita de un local especializado,
pudiendo desarrollarse con normalidad en donde dicte la imaginación, se recomienda que
para mejor desenvolvimiento, se busque un lugar con mínimas interrupciones y espacio
suficiente como para albergar cuatro piernas, cuatro brazos, dos cuerpos y sus respectivos
movimientos.
De la orientación del espacio escogido (vertical u horizontal) no hablaremos debido
a que dependerá del grado de experiencia y habilidad de los involucrados, sin embargo
como recomendación general pedimos cerciorarse si el espacio contiene clavos u objetos
cortopunzantes que podrían ser peligrosos durante el acto, vidrios u otro tipo de cuerpos
delicados que se convertirían en víctimas de golpes, movimientos bruscos o caídas inevitables.
En cuanto al cómo, no debe existir preocupación: la teoría básica es bien conocida
por la mayoría de personas; tras dominarla siempre se podrá recurrir a varios aditamentos
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que utilizados de manera adecuada convertirán la experiencia en algo digno de recordar,
la oferta de este tipo de accesorios es bastante grande, pudiendo clasificarlos en dos grandes grupos:
Comestibles: entre los más conocidos se encuentran la crema batida, las fresas, el
chocolate derretido, las cerezas, el vino u otro licor que sea del agrado de los participantes, el
helado y cualquier variedad de frutas en conserva. Lúdicos: este es el grupo más amplio sin
duda; para resumirlo, diremos que estos productos varían en color, olor, sabor, material y
tamaño; determinados tanto por su uso como por su comodidad, incluyéndose en ellos juguetes que reemplazarán al miembro cansado o aburrido, y arneses que ayudaran en caso
de carecer de él y no contar con tres brazos.
Como nota para aquellos lectores con personalidad de tendencias adictivas
se recomienda mesura, ya que la sensación generada por el temblor de tierra es solo
comparable con un deicidio, que incluye revuelta civil, toma del poder y su consecuente
compendio de responsabilidades.
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Se recomienda, además, considerar las diferentes opciones para prevenir convertirse en el antepasado único de diversos árboles genealógicos, cosa que afectará sin duda
a la economía, la distribución del tiempo y en ocasiones la disponibilidad de la libertad del
descuidado nuevo padre.
Pues bien, si se han seguido a conciencia estas consideraciones, solo resta una
sencilla y última sugerencia: como en cualquier otra actividad, la teoría no es más que un
sinfín de palabras que en el momento necesario no podrán ser convertidas en acción, por
lo que el lector ávido habrá dejado este texto en la segunda línea, apremiado por el retraso inminente para la próxima cita; así, querido amigo, si aún continúas leyendo mis delirios,
levántate, confía en ti mismo y sal a recorrer las calles, que seguro en pocas semanas de
visitas a bares y locales de reunión dejarás de ser un teórico del amor para convertirte en
un verdadero turista de la sensación.
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Johnatan Ortega
Fue
Encontrábase un relato de cientounpalabras en crucial decisión: tenía que sacrificar
a una del grupo, pues por ley debían ser solamente cien. Todas al unísono voltearon a verla:
quién podría ser sino la recién llegada. La aludida sintió, indignada, el peso helado de la noticia; por supuesto rechazó la injusta sentencia, ya que no recibió argumentos que explicasen su castigo, pues todas sabían que ella no tenía falencia alguna dentro de la narración.
Entonces, y sólo ahí, entendió que su error era haber nacido al último. Ahora, obligada al
exilio, juntó sus tres tristes letras, agachó la mirada y se ___.
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TEATRO
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Patricia Curay
Si hay incertidumbre, esa es la de la muerte (fragmento)
ACTO I:
Escena I:
(Danza) (Tres tumbas sepultadas en tierra, dentro de ellas se oyen ecos y rasguños,
se visualizan caras y manos en su pugna por salir, pero no lo consiguen.)
ACTO II:
Escena I:
Julio: (Camina de un lado a otro del escenario, conversando consigo mismo. Lleva
el cabello recogido, un tabaco en la mano, los lentes semicaídos y la voz arcaica que va
aumentando con la intensidad de la luz) (irónicamente):
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___ ¡No te metas las manos en la boca que te vas a enfermar!, ¡no juegues en la
tierra!, ¡no te ensucies la ropa!, ¡ah! ¡no te toques eso ¡cochino!, ¡vendrás pronto!, ¡no fumes tanto, te vas a morir con cáncer!, ¡ya cásate, estás viejo!, ¡ya es hora de que tengas
guaguas!... ¡bla, bla, bla! ... ¡Cuándo van a entender que nací para no aceptar las cosas
tal como me son dadas! (Se queda contemplando el fondo del escenario)… En la vida hay
tres tipos de personas: cronopios, famas y esperanzas. Los que llamo cronopios son seres
descomplicados, desordenados, quiméricos y precarios; los denominados famas, siempre
se guían por las apariencias, pesimistas por naturaleza, guardan recato y facha; en tanto
que las esperanzas, positivistas hasta las narices, nunca mueven un dedo para mejorar las
cosas, pues siempre tienen “la esperanza” de que todo saldrá bien.
Sin duda, yo estoy entre los cronopios: pienso que detrás de las cosas cotidianas,
esas casi imperceptibles, hay un mundo fantástico:
(Camina hacia el público, se dirige a ellos) Por ejemplo, miles de bebés han nacido
hoy; sin embargo, hemos perdido tanto la capacidad de asombro, que no nos damos cuenta
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del enigma que encierra un nacimiento… (Truena los dedos, aparecen tres espectros vestidos de negro, que con expresión corporal, explican el texto) Para la Real Academia de la
Lengua, el nacimiento será el momento en que una persona o un animal vivíparo salen del
vientre de la madre, un animal ovíparo sale del huevo y una planta sale de la semilla o brota
del suelo. Para el Derecho Civil será el momento en el que una persona cobra vida propia,
autónoma, fuera del seno materno. Y para la poesía barroca, no será más que el momento
en el que se empieza a morir. (Al público) Por mi parte, pienso en la probabilidad de que el
nacimiento, no sea más que abrir los ojos para despertarse en una nueva realidad…
(Truena los dedos, desaparecen los espectros, habla nuevamente para el público).
…Hablando de cosas sencillas y maravillosas: recuerdo que en una ocasión, se
cayeron al suelo mis anteojos, hicieron un ruido terrible al chocar con las baldosas; cuando
me agaché, afligidísimo porque los cristales me costaron un ojo de la cara, descubrí con
asombro que por milagro no se habían roto… Decidí que desde ese día debía tener más
cuidado con mis cosas; así que me fui a una casa óptica y compré un estuche de cuero
almohadillado, doble protección, ja, ja, ja. Lo insólito es que una hora más tarde se me cae
el estuche, y al agacharme sin mayor inquietud descubro que los anteojos se habían hecho
polvo… Me costó largo rato comprender las leyes universales, y que en realidad el milagro
ocurrió en ese instante. (Se oye una risa que nadie sabe de dónde proviene).
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Las leyes universales nos rigen sin clemencia, el Dharma recompensa todas las
acciones buenas y el Karma, de una u otra forma, me devuelve todas las acciones malas.
do).
(En el fondo del escenario un infocus muestra un camino, por el que va Julio corrien-
La vida es un largo camino que nos lleva a donde nadie sabe con certeza, pero que hay
que caminarlo (Se detiene en medio del camino tocándose la boca, la nariz, los ojos, las
orejas y afirma) El cuerpo nos permite disfrutar del camino (camina) si doy recibo, si amo
me aman, si creo me creen (empieza a correr, cada vez que dice “karma” aparece una
imagen que simboliza lo que dice). Si mentí, ¡karma!. Si hurté lo que no es mío ¡karma! Si
exploté contra alguien en medio de mis iras ¡karma! Si mi orgullo me ensalzó de vanagloria,
¡karma! Si no ayudé cuando estuvo a mi alcance ¡karma! Si odié sin indulgencia ¡karma!
(Se sienta, de repente, en la mitad del camino, llora)… (Paulatinamente se va controlando).
(Dirigiéndose al público:) ¡No me miren como si estuviera desequilibrado, creo que el nacimiento es un despertar en otra realidad y la muerte es el camino para eso; creo que la
vida tiene cosas simples y maravillosas y creo que el Karma y el Dharma valoran nuestras
acciones. Miren:
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(Truena los dedos y aparecen Juan y Luisa. Se colocan en línea horizontal y siguen
una secuencia de movimientos para explicar el Karma y el Dharma).
Movimiento Uno: Caricia. (Con abrazos y besos expresan su afecto).
Movimiento Dos: Desprendimiento. (Con enormes regalos simbolizan la solidaridad).
Movimiento Tres: La Ira.
(Juan abre su regalo y lo abraza; Luisa abre su regalo y lo abraza; Julio abre su
regalo y lo encuentra vacío; entonces, cegado por la ira, lanza una piedra tan grande que
aplasta a Luisa, que fue quien le obsequió la caja vacía…)
(Julio se mira las manos, convencido de la ley Kármica, teme por su destino, suplica
a Juan que no le haga nada y corre despavorido por el escenario)
(Nuevamente se oye una risa que nadie sabe de dónde proviene).
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