acrecentando la fuerza espirtual interior

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IGLESIA GNÓSTICA DEL TERCER MILENIO
ACRECENTANDO LA FUERZA INTERIOR
1) LA FUERZA INTERIOR.
La Fuerza Interior es el campo espiritual que ejerce nuestro Espíritu sobre nuestra
Alma, presionándola a actuar de acuerdo a las Leyes de Dios.
Así mientras mas grande sea nuestra Fuerza Espiritual, mayor será la probabilidad de pasar
de la Conversión a la Convicción, de transformar los valores del Alma en Virtudes a
imagen y semejanza del Padre.
La Fuerza Espiritual es una fuerza ordenadora. Mueve todos los elementos hacia el orden
de Dios, hacia la perfección; y extrae, expulsa y quema lo que no tiene cabida en el
microcosmos, por eso mientras mas cerca estemos de Dios, mas ordenada y limpia se va
tornando nuestra mente, nuestra vida, nuestro cuerpo.
¿Cómo desarrollamos la fuerza espiritual en nosotros?
A través del Poder de la Oración, el cual acrecienta la fuerza espiritual, transformando los
Valores en Virtudes. “Cristo es el Poder de la Oración” La oración es la forma de
acrecentar el Poder de nuestro Dios Interno, nuestra Fuerza Espiritual.
2) LA ORACION PERMITE LA TRANSMUTACION COMO FORMA DE
VIDA.
La vida actual con sus impresiones naturales, sus influencias inferiores y sus ataques nos
tienta a reaccionar de una manera degradante. El Alma se degrada cuando reacciona
mecánicamente ante la vida, consumiéndose la energía igual que una combustión.
La Clave IAO
La I, representa la fuerza positiva, la vida golpeando nuestra mente en todo momento. La
A, representa nuestra mente receptora, la fuerza negativa, y la O, representa, la fuerza
neutra del Espíritu. Si recibimos las impresiones de la vida, sin la presencia del Espíritu, la
ecuación queda como IA y el A es quemado por el I, la vida consume nuestros valores. La
vida se torna una tentación. I+A=COMBUSTION, PASION, DEGRADACION.
Pero si está presente la tercera fuerza, la fuerza creadora, la Fuerza Espiritual (O), a través
de la oración, se conjugan las tres fuerzas IAO y se produce la transmutación, se produce la
transformación de impresiones, la comprensión creadora, la edificación de la mente, el
ordenamiento de nuestro microcosmos, la purificación del Alma y del cuerpo. Mientras mas
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oremos, mas fuerte será la presencia de nuestro Espíritu en nuestra vida, mas poder de
transmutación tendremos en los cinco centros de la Máquina Humana, logrando una vida
correcta, edificante, sabía.
I+A+O = TRANSMUTACION = VIDA, AMOR, SABIDURIA, CONCIENCIA
En el Centro Intelectual, advendrá la comprensión creadora, que nos permitirá no juzgar,
sino que lograr la sabiduría de cada evento, alimentar el alma con la vida.
En el Centro Emocional, se producirán emociones superiores, que nos acrecentara el amor,
la felicidad, la alegría de vivir.
En el Centro Motor, acciones lógicas, que nos permitirá no violar la ley, sino que usar
nuestro cuerpo como vehículo divino para el crecimiento del alma.
En el Centro Instintivo, reacciones químicas de transformación para la supervivencia del
cuerpo, logrando optimizar las funciones vitales y así facilitar los procesos internos.
En el Centro Sexual, se producirá la transmutación natural de la energía creadora, lo cual
traerá beneficios físicos, sicológicos y espirituales; acrecentando fuertemente la fuerza
interior, ya que la magia sexual es “la fuerza fuerte de toda fuerza” (Hermes Trismegisto).
Todas estas reacciones de transmutación producen vida, amor, sabiduría, conciencia,
felicidad, plenitud, ganas de vivir, que permiten lograr una vida verdadera de acuerdo a la
voluntad del Padre, y asi lograr caminar por la Gran Obra que cada uno debe hacer.
3) LA ORACION Y LA TRANSMUTACION CONDUCEN A LA VIRTUD.
La palabra virtud, tiene la misma raíz que virilidad, y significa fuerza moral, fuerza o
virilidad para actuar de acuerdo a la ética, a los dictámenes de la conciencia. La fuerza
interior es la suma de nuestras virtudes.
Los valores humanos son débiles mientras no se hayan transformados en virtudes a través
del nacimiento del fuego cristico en cada uno de ellos, porque sin la presencia de la energía
cristica en el valor humano, este no tiene fuerza, no tiene sabiduría, no tiene amor y
fácilmente se corrompe. Es fundamental orar para recibir a Cristo en nuestro corazón, valor
por valor. A medida que oramos van gestándose, naciendo y creciendo las virtudes dentro
del valor humano, esto nos permite que podamos transmutar las energías en los cinco
centros y multiplicar así el desarrollo de las virtudes.
Las virtudes tienen apariencia femenina y las principales están descritas en la pintura de
Rafael, Las Virtudes (cardinales y teologales).
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4) DESARROLLO DEL CRISTO INTIMO A TRAVES DE LA ORACION A LA
DIVINA MADRE
La Oración es antes que el sacrificio y el servicio, porque si no tenemos fuerzas para
sacrificarnos, no tendremos fuerza para transmutar, no tendremos fuerza para servir, no
tendremos fuerza para vencer la tentación, etc. También hay un gran eslabón entre
arrepentirnos y no volver a caer. De dónde sacamos la fuerza interior para no reincidir en el
error? Porque podemos decir, he sufrido por mi error, me he arrepentido tantas veces pero
he vuelto a caer, le pido a mi Cristo que me ayude, pero si el Cristo Intimo está débil? ,
porque nosotros mismos alimentamos o debilitamos al Cristo Intimo a través de
nuestros actos, el Cristo es el mismo Padre pero desdoblado en nuestra psiquis.
Cuando por medio de la oración se gesta, nace y crece el cristo íntimo de cada valor
humano, este se transforma en una virtud incorruptible, la cual nos permite mantener la
conducta recta cualquiera sea las circunstancias.
Pero si el Cristo Intimo esta debilitado porque lo estamos traicionando con nuestro
comportamiento incorrecto, cómo podría dominar nuestros vicios y errores, como podemos
regirnos por la ética y la moral, si no tenemos virtudes? Necesitamos acrecentar primero
al Cristo a través de la Oración, para llenar nuestro corazón de virtudes
incorruptibles.
“Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad.”(Corintios 15,53).
Porque para realizar sacrificios, para transmutar nuestras energías, para servir, para vencer
las tentaciones, para mantener una conducta correcta, se necesita un mínimo de fuerza
espiritual como energía de activación, un mínimo de virtudes, un mínimo de amor para
iniciar esos procesos acrecentadores del Cristo Intimo, y ese mínimo inicial lo logramos a
través de la Oración.
Si nosotros sentimos que no tenemos la fuerza para mantenernos firme en la conversión, en
la decisión de cambio, para pasar a la convicción; si no tenemos la fuerza para sacrificarnos
y negar la conducta errada, esa conducta que se ha transformado en vicio , en adicción ,
porque las conductas egoicas principales que son infraconcientes tienen una dinámica
similar al alcoholismo o a la drogadicción, son estados de posesión sobre la mente y el
cuerpo y se requiere el poder del Cristo Intimo para vencerlas, se requiere una fuerza
mínima obtenida en la oración para lograr el sacrificio de renunciar a esa fuerza inferior de
muchas vidas. Por eso es tan importante la eucaristía, esos átomos cristicos que ingresan a
nuestra sangre y nos van despertando la fuerza cristica para renunciar; pero no basta con
recibir esos átomos una vez a la semana, debe añadirse la oración diaria para acrecentar al
Cristo Intimo y lograr que la transmutación sea un estado natural de nuestra vida.
A quien debemos orar? En primer lugar al Padre que es el proveedor de todo lo que
necesitamos, pero el Padre se desdobla en la Madre para acercarse a nuestro mundo interior
y la Madre concibe al Cristo Intimo como expresión del mismo Padre pero en la materia
física y sicológica, por tanto el Cristo es lo mas cerca de la divinidad en nosotros, nuestro
salvador, nuestro redentor, el que nos da la fuerza para luchar y para vencer. No obstante el
hijo debe nacer de nuestra Madre, y mientras se gesta su formación es nuestra Divina
Madre la auxiliadora , es ella la que incluso toma la espada para defendernos de la
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infraconciencia , o argumenta ante los tribunales de la ley por nosotros , como dice el
precepto: “.sin ti estaría perdido…tu eres el secreto gnóstico de mi Ser, el punto céntrico de
mi conexión…”, es decir la Divina Madre es la que conecta lo humano con lo divino ,la
que realiza el milagro de transformar el valor humano en valor concientivo en virtud,
mediante la gestación, concepción y crecimiento del Cristo en el valor. Por esto al orar
a la Divina Madre activamos este proceso divino de gestar, concebir y desarrollar al
Cristo Intimo de cada valor humano para transformarlo en valor espiritual. Cuando
dentro de un valor humano se ha desarrollado el Cristo Intimo el valor entonces se ha
transformado en un valor crístico, una virtud, un valor espiritual, un valor
concientivo, un valor de amor, un valor perfecto, un valor a imagen y semejanza de
Dios, un hijo unigénito, un hijo del hombre; de lo humano ha devenido lo divino, es el
devenir de lo divino desde lo humano, la resurrección del cristo dentro del valor
humano, UNAS. Entonces la conversión humana inicial ha devenido en convicción y
finalmente en Fe. Todo esto, valor por valor, día a día, semana a semana, año tras
año…
CONVERSIÓN + ORACIÓN = CONVICCIÓN
CONVICCIÓN +ORACIÓN = FE
Entonces la oración a la Divina Madre nos trae como consecuencia este proceso del
desarrollo del Cristo Intimo en nuestra alma, en cada valor, el proceso de pasar de la
conversión a la convicción, por eso que el segundo libro de la liturgia es de Horus, el
desarrollo del Poder Crístico en cada valor para completar la cuarta C del Cristo, la
Convicción. La lucha de Horus por establecerse en lo humano. Esta lucha es semana a
semana. Cada semana hay un proceso y debemos analizar la anunciación del lunes, el lunes
nos indican qué se va a gestar el martes, que valor puede desarrollarse en la semana hasta
lograr el triunfo del espíritu sobre la materia. Si vence el Cristo se logra un grado de
despertar de la conciencia, un grado de amor, un valor despierta en algún grado y por tanto
como consecuencia se logra el objetivo material exterior de la semana, un surtidor se abre
en un determinado grado.
Mientras más grande sea nuestro Cristo Intimo, mientras mas valores humanos hayan
logrado la espiritualidad, la conciencia, la convicción, la virtud, más iremos sintiendo la
sensación de victoria, de triunfo, seguridad. Sentiremos el poder de Dios en nosotros y
tendremos seguridad de los planes de Dios en la tierra, tendremos fe en los planes
espirituales para el planeta, nos sentiremos plenos y regocijados. Esto se siente cada vez
que triunfa Horus en nosotros. Las enseñanzas sagradas siempre nos dicen “venced, eso es
todo”, nos hablan de victoria, etc, .en esta lucha entre nuestro Dios y nuestro demonio
interior. Este último quiere destruir nuestro microcosmos, quiere llevar todo nuestros
valores al abismo, desalmarnos, degradarnos, pero la luz del Padre que desciende como
Espíritu Santo a fecundar al Cristo nos salva, a través de la oración. La oración es la
conexión, la canalización de lo Divino hacia lo humano, para que lo humano se
convierta en Divino.
Pero en muchos casos, por falta de oración, el demonio se va tragando hacia los abismos al
alma y hay personas que están casi totalmente desalmadas, ya sin posibilidades de
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reencarnar, preparándose para la muerte segunda. Hay muchas almas que año tras año se
están yendo a los abismos a vivir en esas leyes en forma infrahumana. Es nuestro deber
como representantes del Cristo en la tierra luchar por salvar almas. Primero debemos
rescatar nuestra alma y llevarla a la convicción para después trabajar en el rescate de
nuestros amigos y parientes y personas que Dios nos asigne para salvarlas de que sean
arrastradas al abismo. Cada uno de nosotros es el salvador de nuestro entorno, tenemos que
comprender que nuestro Cristo Intimo tiene ese poder. Siempre en una familia viene un
salvador, un humano con posibilidades de desarrollo divinal trascendental mediante
presión venida de lo alto a través de la oración. Debemos activar a esos salvadores, para
que a través de la oración protejan a su entorno. La liturgia nos muestra cómo a través de
la oración nos convertimos en sentidos protectores de nuestro entorno, debemos
asumir esa cruz, esa responsabilidad. A través de la oración podemos transmitirles una
fuerza para luego invitarlos a la eucaristía dominical donde recibirán los átomos crísticos
para la conversión, para salir de la infraconciencia, valor por valor.
La salvación puede en algunos casos ser sencillamente que la persona se enriele en su vida,
que camine en forma correcta. Una persona que comienza a degradarse y se da cuenta, y
retoma su vida normal es un alma salvada. En otros casos es sacar del vicio a alguien y
también están las almas que están en profundas depresiones y almas que están apunto de
suicidarse; o las almas viejas que su único camino es buscar la liberación… En resumen
para algunos, salvación es retomar una vida recta para seguir creciendo, para otros servir a
la humanidad para desarrollar el amor y para las almas terminales la iniciación. Y en este
proceso la oración es el poder para activar el cristo en los corazones humanos, pudiendo
recurrir a los ángeles y a los arcángeles para solicitar el auxilio. Podemos por ejemplo orar
al arcángel Uriel en el amanecer para que insufle luz crística a quienes la necesitan o al
arcángel Rafael por sanacion, etc.
Para ayudar a nuestro prójimo necesitamos fe, convicción y esta la logramos a través del
poder del Cristo Intimo que se acrecienta con la oración. El Maestro Samael nos
recomienda abrazar a nuestra Divina Madre a través de la oración para que crezca la
fuerza crística en nosotros. Y por esos se nos ha entregado el Rosario de la Divina Madre.
Este rosario tiene como objetivo alimentar a Horus, el Cristo Intimo, para vencer a nuestro
enemigo interior, para que nuestras conversiones logren llegar a convicción., para que
nuestras conductas rescatadas no se queden en humanas en peligro de degradarse , sino que
se transformen en conciencia., en virtud., en convicción.
Una de las oraciones del Rosario de la Divina Madre dice lo siguiente: ..” ilumina mi
camino, protégeme y líbrame de la maldad de este mundo”, porque antes del amanecer
del día galáctico estamos en la oscuridad mas espesa donde reina la inmoralidad y el
aplauso a los antivalores y debemos ser luz en las tinieblas. Se puede vivir en el cielo
estando en el infierno, todo depende que nuestro mundo interior sea más celestial que
infernal. Debemos asumir nuestra cruz, nuestras circunstancias y partir de ahí,
trascendiendo ley por ley. Cada vez que nos arrepintamos y saquemos un valor de los
abismos una circunstancia de nuestra vida se va a alivianar, ese es el camino para ascender
en la vida, rescatar los valores y transformarlos en virtud mediante la oración. También la
oración dice: “dame la fortaleza que necesito para enfrentar la vida y salir hacia
delante”, es decir tenemos que enfrentar la vida y tenemos que salir adelante, no tenemos
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que resignarnos y aceptar lo negativo, sino salir adelante, todo lo que avance lo correcto
retrocederá lo incorrecto. Otra frase: “posa tu mano amorosa en mi alma y mi corazón”,
esto pasa cuando uno ora, “tráeme la paz que das a los que te aman”, nuestra vida será
de paz si nos aferramos a la Divina Madre, no vamos a tener sobresaltos, ni menos
tragedias...” y concédeme la gracia de bañarme con tu luz bendita para alcanzar el
nacimiento de nuestro señor el Cristo en lo mas intimo de mi Ser.”. Esta última frase es
clave ya que nos indica que el Cristo nace cuando la Madre Divina nos baña con su luz, es
decir necesitamos que la Divina Madre nos esté irradiando con su luz para que se conciba el
Cristo, se anide y nazca en cada valor humano. Y esto lo conseguimos orando, orando y
orando a la Divina Madre, por eso se recomienda realizar el Rosario de la Divina Madre
todos los días.
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