Desarrollo social y educativo Comprensión del valor de posición y composición numérica Nohemy Marcela Bedoya-Ríos* Resumen Introducción: se pretenden caracterizar las relaciones entre valor de posición y composición aditiva y multiplicativa, suponiendo que una adecuada comprensión de la composición pue‑ de afectar la manera en que los niños entienden y manejan el valor de posición. Metodología: se utilizó un diseño pre‑post, con grupo control. En el pretest se presentaron tareas que implicaban el uso del formato arábigo; la intervención se realizó a través de un protocolo de preguntas aplicado a tareas de composición. Resultados: se identificaron diferencias signifi‑ cativas entre pre y post en las tareas de escritura y asignación de unidades, pero sólo en esta última se encontraron diferencias significativas entre grupos. Conclusiones: se plantea que el conocimiento sobre las operaciones de composición mejora la comprensión de los valores asociados a las unidades de orden. Los procesos de escritura y comparación de magnitudes parecen estar más relacionados con el conocimiento sobre reglas específicas de los formatos. Palabras clave: comprensión, composición aditiva, composición multiplicativa, interven‑ ción, valor de posición. Comprehension of the Value of Numerical Composition and Position Abstract Introduction: The aim is to characterize the relationships between attitudes and multiplicative position and composition, assuming that adequate understanding of composition can affect how children un‑ derstand and handle the value of position. Methodology: A pre and post design with a control group was used. In the pre‑test, tasks were presented that imply the use of the Arabic format. The intervention used a protocol of questions applied to composition tasks. Results: Significant differences were found between pre and post in tasks involving writing and the assignment of units, but significant differences between groups were evident only in the latter aspect. Conclusions: The assertion is made that knowled‑ ge about composition operations improves understanding values associated with units of order. Proces‑ ses for writing and comparison of magnitudes appear to be more related to knowledge about specific rules regarding formats. * Magíster (c) en Psicología, Universidad del Valle. Integrante del Grupo de investigación Matemática y Cognición, adscrito al Centro de Investigaciones en Psicología, Cognición y Cultura de la Universidad del Valle. Correo electrónico: nohemy.marcela.bedoya@ correounivalle.edu.co Recibido: 29 de enero del 2013 Aprobado: 6 de julio del 2013 Cómo citar este artículo: Bedoya-Ríos, N. M. (2013). Comprensión del valor de posición y composición numérica. Memorias 11(20), 99-110. Keywords: comprehension, additive composition, multiplicative composition, intervention, value of position. Compreensão do valor de posição e composição numérica Resumo Introdução: pretendem-se caracterizar as relações entre valor de posição e composição aditiva e mul‑ tiplicativa, supondo que uma adequada compreensão da composição pode afetar a maneira na qual as crianças entendem e lidam com o valor de posição. Metodologia: utilizou-se um desenho pré-pós, com grupo de controle. No pré-teste, apresentaram-se tarefas que implicavam o uso do formato arábico; a intervenção se realizou por meio de um protocolo de perguntas aplicado a tarefas de composição. Resultados: identificaram-se diferenças significativas entre pré e pós nas tarefas de escrita e designação de unidades, mas só nesta última se encontraram diferenças significativas entre grupos. Conclusões: propõe-se que o conhecimento sobre as operações de composição melhora a compreensão dos valores associados às unidades de ordem. Os processos de escrita e comparação de magnitudes parecem estar mais relacionados com o conhecimento sobre regras específicas dos formatos. Palavras-chave: compreensão, composição aditiva, composição multiplicativa, intervenção, valor de posição. 100 Desarrollo social y educativo Introducción1 En diferentes investigaciones se reporta que las mayo‑ res dificultades de los niños en las pruebas de logros matemáticos están relacionadas con las características operatorias del Sistema de Numeración en Base Diez (snbd), es decir, sus dificultades se relacionan con un inadecuado manejo de la composición y descompo‑ sición aditiva y multiplicativa del número (Canobi, Reeve y Pattison, 2002; Krebs, Squire y Bryant, 2003; Nunes y Bryant, 1997; Orozco, 2000; Saxton y Cakir, 2006). Por esta razón, se señala que para lograr una adecuada comprensión del número natural por parte de los estudiantes, se requiere fortalecer la enseñanza de los procesos de composición implicados en los sis‑ temas de numeración. Por otro lado, diferentes investigaciones han de‑ mostrado la importancia de que los niños compren‑ dan y manejen adecuadamente el concepto de valor de posición del sistema de notación arábigo, ya que este carácter posicional de los numerales escritos suele re‑ presentar una gran dificultad para los estudiantes y una inadecuada comprensión de este principio puede en‑ contrarse en la base de muchos de los errores en la es‑ critura y realización de las operaciones aritméticas (Ho y Cheng, 1997; Sinclair y Scheuer, 1993; Sullivan, Ma‑ caruso y Sokol, 1996). Sin embargo, se han presentado pocos datos que permitan establecer de manera clara cuál es el efecto que los procesos de composición aditiva y multiplica‑ tiva tienen sobre la comprensión del número o sobre la comprensión de los conceptos y reglas —como el valor de posición— que fundamentan los formatos de repre‑ sentación numérica. El presente estudio tiene como objetivo principal caracterizar la relación de los procesos de composición aditiva y multiplicativa en función de las demandas de diferentes tareas que implicaban el uso del valor de po‑ sición, para determinar si las reflexiones realizadas en la intervención sobre la composición aditiva y multipli‑ cativa del número —presentadas en formato verbal— tienen algún efecto sobre el conocimiento y utilización del valor de posición en tareas presentadas en forma‑ to arábigo. De esta manera, se parte de la hipótesis de 1 Artículo resultado del proyecto de investigación “Caracterización de las relaciones entre la composición aditivo-multiplicativa y la com‑ prensión del valor de posición”, dirigido por la profesora Yenny Otálora Sevilla y financiado por Colciencias y la Universidad del Valle en el mar‑ co del programa Jóvenes Investigadores e Innovadores 2009. Memorias / Volumen 11, Número 20 / julio - diciembre 2013 que el conocimiento del niño sobre las operaciones de composición del snbd afecta su comprensión del valor de posición del sistema de notación arábigo. Teniendo esto en consideración, a continuación se presenta una breve revisión teórica de los conceptos de composición del snbd y valor posicional propio del formato arábigo. Sobre la comprensión del número Para Lerner y Sadovsky (1994), la comprensión cons‑ tituye un proceso que se encuentra relacionado con la apropiación de un objeto de conocimiento. Esto implica acceder a sus reglas de funcionamiento, tener la posibi‑ lidad de utilizarlo en todos los contextos pertinentes y poder relacionarlo con otros objetos de conocimiento. Desde esta perspectiva, comprender un número implica no sólo relacionar una determinada cantidad con algún tipo de representación —como podrían ser las palabras número— sino también poder establecer relaciones de este número con otros, entender su funcionalidad en campos como la medición y estar en capacidad de ope‑ rar con él, comprendiendo las implicaciones de dichas operaciones y las razones que las sustentan —reglas de funcionamiento— a partir de su estructura. Pape y Tchoshanov (2001) proponen que los estu‑ diantes comprenden los conceptos matemáticos cen‑ trales a través del uso y creación de diferentes tipos de representaciones. Definiendo el concepto de repre‑ sentación —dentro del dominio matemático— como “una abstracción de las ideas matemáticas o un esque‑ ma cognitivo que se desarrolla para aprender a través de la experiencia” (Pape y Tchoshanov, 2001, p. 119). Estos autores plantean una serie de interacciones entre las representaciones externas del medio e internas del sujeto, que le permiten aprender sobre las característi‑ cas del número o sobre las operaciones aritméticas en su contexto escolar y cotidiano. Resaltan que a través de la interacción social es como los niños aprenden acer‑ ca de los conceptos matemáticos, construyendo “imá‑ genes mentales” para algunos conceptos básicos como la numerosidad en un conjunto de objetos. La propuesta de Fuson sobre cómo se produce la comprensión del número en el niño se resume en su mo‑ delo tríadico Ct-piv (Fuson, et al., 1997; Fuson, 1998). En él se propone que la comprensión del niño sobre los nú‑ meros se relaciona con el proceso de construcción de sig‑ nificados numéricos que surgen a partir de la formación de vínculos entre los distintos formatos de representa‑ Comprensión del valor de posición y composición numérica ción del número. Así, la autora propone cinco estructu‑ ras conceptuales —y una concepción alternativa— que representan las diferentes formas en que un niño puede comprender el número, dependiendo del tipo de rela‑ ciones que ha logrado establecer entre las notaciones, las palabras número y los referentes de cantidad. A pesar de que este modelo permite dar cuenta tanto de los componentes de la comprensión como de los procesos vinculados a ella, es claro que la autora ha centrado su trabajo en lograr que los niños compren‑ dan correctamente el sistema de notación y sus carac‑ terísticas más que en las propiedades y operaciones que constituyen el snbd, que va más allá de los formatos de representación. Por esta razón, elementos de esta cons‑ trucción como las relaciones de equivalencia o de com‑ posición aditiva no son considerados. En esta dirección, varias de las investigaciones rea‑ lizadas (Nunez y Bryant, 1997; Krebs, Squire y Bryant, 2003) se han dirigido a explorar la comprensión de los niños sobre los sistemas de numeración escritos y ver‑ bales, resaltando el papel de algunos conceptos funda‑ mentales como la composición aditiva y el concepto de unidad. Estos conceptos son considerados por estos au‑ tores como invariantes de los sistemas de numeración, razón por la que para Nunez y coloboradores compren‑ der el número implica poder resolver problemas utili‑ zando el conocimiento sobre las invariantes en diferentes situaciones. Desde esta propuesta, las invariantes de los sistemas se encuentran en la base de toda comprensión del número y pueden llegar a ser consideradas como pre‑ cursores en la comprensión del sistema de numeración (Krebs, Squire y Bryant, 2003; Saxton y Kakir, 2006). El presente trabajo se sitúa desde una perspecti‑ va de la comprensión del número cercana a la desa‑ rrollada por Nunez y Bryant (1997); sin embargo, el tema central de esta investigación no es la compren‑ sión general del snbd, sino que intenta explorar la comprensión de un concepto específico del sistema de numeración arábigo, cuyas características serán expuestas más adelante, y su relación con los proce‑ sos de composición aditiva y multiplicativa que son descritos a continuación. Operaciones de composición en el snbd Como se mencionó anteriormente, algunos autores han determinado que para poder utilizar adecuada‑ mente el snbd es necesario comprender los princi‑ pios matemáticos subyacentes a su estructura (Krebs, 101 Squiere y Bryant, 2003; Nunez y Bryant, 1997; Saxton y Cakir, 2006). Estos principios son, primero, que las unidades pueden ser de tamaños diferentes, segundo, que cualquier entero positivo se puede descomponer en otros dos o más que lo preceden en la lista ordinal de números y, tercero, que se puede formar el mismo número con diferentes combinaciones de tipos de uni‑ dades (Nunez y Bryant, 1997). El primer principio mencionado es la organiza‑ ción del sistema en unidades de diferentes tamaños (Nunez y Bryant, 1997). Este hace referencia a las dis‑ tintas unidades de orden que cambian en función de la base del sistema. Por esta razón, en nuestro sistema en base diez, cada vez que se conforma un grupo de 10 unidades de un mismo tipo se crea un nuevo tipo de unidad que representa un orden mayor (Orozco y Hederich, 2002). Por ejemplo, cuando se agrupan 10 unidades de uno, se conforma una nueva unidad de‑ nominada “decena” o al agrupar 10 unidades de diez se forma una “centena”. Es debido a esta propiedad que todo número pue‑ de ser expresado a través de potencias de 10, donde la operación multiplicativa representa el producto entre el número de unidades y su orden o potencia de 10 aso‑ ciada. Por ejemplo, en 500 encontramos cinco unida‑ des de cien, que pueden ser expresadas como 5x100 o 5x10². Esta última forma de representación constituye una formalización matemática en la que los órdenes de las unidades, en este caso las centenas, se explicitan a través de las potencias de 10 en el sistema. El segundo principio corresponde a la composi‑ ción aditiva del número. Esta es considerada una ca‑ racterística central del sistema, ya que cada número está conformado por otros números. Por ejemplo, un número como 18 puede componerse de otros núme‑ ros menores que al ser sumados dan como resultado 18 exactamente (17+1, 15+3, 10+8, etcétera). Así, todo número natural con excepción del cero y el uno, es un subproducto de la suma de dos o más números enteros anteriores en su rango ordinal. Adicionalmente, auto‑ res como Saxton relacionan la comprensión de la com‑ posición aditiva del snbd con los procedimientos de adición utilizados por los niños en la resolución de pro‑ blemas (Saxton y Cakir, 2006). El tercer principio es el de equivalencia, según el cual puede conformarse un mismo número o una mis‑ ma totalidad a partir de combinaciones de diferentes unidades, por ejemplo, el valor total reunido en 10 mo‑ nedas de $100 es equivalente al valor reunido en 1 bi‑ llete de $1000. 102 Desarrollo social y educativo El sistema de notación arábiga y el valor de posición El sistema que rige la escritura de numerales arábigos es esencialmente un sistema posicional, en el que los símbolos correspondientes a las cifras del 1 al 9, más el símbolo especial 0, sirven para representar las can‑ tidades básicas y al yuxtaponerse son suficientes para representar cualquier número. El valor de los dígitos en un numeral es multiplicado por una potencia de la base y las potencias son representadas por la posición del símbolo en la cadena de dígitos. Esta última carac‑ terística permite descomponer el número en grupos jerárquicos sobre la base (Lerner y Sadovsky, 1994; Zhang y Norman, 1990). Sin embargo, entender este funcionamiento repre‑ senta un gran reto para los niños durante su proceso de aprendizaje. Diferentes investigaciones han reportado las dificultades que tienen los estudiantes para mane‑ jar el valor de posición en tareas de escritura y lectu‑ ra de numerales (Tolchinsky y Karmiloff-Smith, 1992; Scheuer, Sinclair, Merlo y Tièche, 2000; Orozco, 2002) y las dificultades en los procedimientos de suma y res‑ ta asociados a un inadecuado manejo del valor de po‑ sición (Fuson y Briars, 1990; Fuson, 1998; Ho y Cheng, 1997). Pero siguen siendo pocos los estudios dirigidos a establecer relaciones entre las dificultades en este pro‑ ceso de aprendizaje del valor de posición con el apren‑ dizaje de conceptos más generales propios del snbd; por tal razón, es de interés fundamental en la presente investigación abordar dicha problemática. Metodología Se utilizó un diseño pretest —intervención— postest, con grupo control. Para el pre- y postest se aplicaron tres ta‑ reas dirigidas a evaluar la comprensión del niño sobre el valor de posición. El proceso de intervención se realizó a partir del uso de un protocolo de preguntas aplicadas en dos tareas de composición —tarea de la tienda y tarea de composición con fichas—; ambas fueron aplicadas en formato verbal buscando que no se presentaran efectos asociados al trabajo directo sobre el formato arábigo. Participantes Se seleccionaron al azar 45 niños de segundo de pri‑ maria, en dos escuelas públicas de Cali, de estrato so‑ Memorias / Volumen 11, Número 20 / julio - diciembre 2013 cioeconómico medio. Inicialmente, se les presentaron las tareas del pretest y luego fueron divididos en dos grupos, un grupo control y un grupo experimental con el que se desarrolló un proceso de intervención. La asignación de los estudiantes al grupo experimen‑ tal tuvo como criterio los resultados del logro en la tarea de escritura, aquellos niños con menos del 10% de acierto o con más del 85% no fueron considerados para el proceso de intervención. Finalmente, cada gru‑ po contó con la participación de 21 estudiantes. Instrumentos de recolección de datos Tareas de valor de posición. Evaluaciones pre y post: a. Tarea de asignación de unidades de orden.2 Con‑ siste en la presentación de un numeral con el mis‑ mo dígito en al menos dos posiciones diferentes y un conjunto de barras de fichas de colores que deben ser colocadas debajo de cada dígito de acuerdo con su res‑ pectivo valor. b. Tarea de comparación de magnitudes. Evalúa de manera independiente el sistema de compresión del formato arábigo, en tanto que requiere de una repre‑ sentación de las cantidades sin producción numérica (Noel y Serón, 1993; Sinclair y Scheuer, 1993). Consis‑ te en la presentación de parejas de numerales arábigos, en las que el niño debe seleccionar el numeral mayor y justificar su elección. c. Tarea de escritura de numerales arábigos. Eva‑ lúa de forma independiente el sistema de producción de numerales arábigos (Noel y Serón, 1993). Consiste en el dictado de numerales que el niño debe escribir en formato arábigo. Tareas de composición aditiva y multiplicativa. Proceso de intervención: a. Tarea de la tienda. Adaptación de la tarea de la tienda utilizada por Nunez y Bryant (1997). El objetivo de la situación es presentar un contexto cotidiano en el que el niño debe reunir un monto de dinero a través de la combinación de diferentes tipos de unidades. El en‑ trevistador presenta la actividad como un juego en el que el niño podía comprar algunos de los objetos que se encontraban en la “tienda”; para esto se le ofrece un 2 Desarrollada en el grupo Matemática y Cognición en el marco del proyecto “Prueba piloto a escala real para la evaluación del aprendizaje de los numerales en comunidades escolares”. Comprensión del valor de posición y composición numérica conjunto de monedas de diferentes denominaciones (1, 50, 100, 200 y 500), que en total exceden el precio de cada objeto. b. Tarea de composición con fichas de valor. Se tra‑ ta de una tarea clásica en la que el niño debe componer un numeral combinando fichas de distintos valores. Se presenta al niño una serie de fichas y el entrevistador explicita el valor de las mismas. Posteriormente se le pide al niño que organice las fichas de forma tal que reúna x en total. En ambas tareas se le permitió al niño reorgani‑ zar las fichas o monedas cuantas veces fuera necesario hasta que lograra componer el numeral o pagar el pre‑ cio exacto del objeto. Variables de los numerales En primer lugar, se tomó como variable el rango de presentación de los numerales en todas las tareas. Se‑ gún las disposiciones del men, los niños de segundo de primaria deben aprender los numerales en el rango de las centenas —rango propio entre 100 y 999— y, para explorar el nivel de comprensión de los niños, se selec‑ cionó un rango numérico que no dominaban —rango superior entre 1000 y 9999—. La segunda variable considerada fue el tipo de nu‑ meral presentado, pero debido a las diferencias entre las tareas se hizo necesario definir las condiciones co‑ rrespondientes en cada una de ellas. En la tarea de asig‑ nación se presentaron dos categorías: un dígito (p. e. 999) y dos dígitos (656). En la tarea de escritura se tra‑ bajó con tres categorías: nudo (p. e. 800), cero inter‑ medio (p. e. 209) y sin cero (p. e. 634). Finalmente, en comparación de magnitudes se tomaron tres catego‑ rías: diferente magnitud (p. e. 126‑89), cero interme‑ dio (p. e. 540‑504) y sin cero (p. e. 356‑278). Protocolo de preguntas A partir de la actividad realizada por el niño en cada ta‑ rea, se generan una serie de preguntas dirigidas a que ex‑ plicite y reflexione sobre las relaciones de composición aditiva y multiplicativa existentes entre las unidades de valor utilizadas, a partir de una revisión conjunta de la configuración hecha por el niño. Este protocolo incluía tres clases de preguntas: las preguntas multiplicativas, realizadas para cada unidad de orden independiente‑ mente; las preguntas aditivas, dirigidas a establecer las 103 relaciones entre las diferentes unidades de orden, y las preguntas de comparación de totales, que permitían de‑ terminar si el valor total de las fichas o las monedas uti‑ lizadas correspondía o no con el numeral o precio dado por el entrevistador. Estas preguntas se realizaron para cada nueva configuración, es decir, para cada intento de resolución del niño en un mismo numeral. Procedimiento Cada niño fue evaluado individualmente en un espa‑ cio distinto al salón de clase. El intervalo de tiempo entre pre- y postest fue de tres semanas y se aplicaron las mismas tareas, con ítems análogos, en orden aleato‑ rio. Para la intervención se realizaron dos sesiones con cada niño; en cada sesión se presentaba una de las ta‑ reas de composición anteriormente descritas. El orden de presentación de las tareas fue contrabalanceado. La presentación inicial de la tarea se hizo en rango nu‑ mérico propio y dependiendo del desempeño de cada niño se avanzó al rango superior. Análisis de datos Los datos fueron analizados por el logro en las tareas du‑ rante el pre- y el postest. El objetivo de este análisis era establecer si existían diferencias significativas entre prey el postest, y determinar el efecto de la intervención. Un segundo análisis exploró los cambios en la comprensión de cada tarea, comparando los tipos de estrategias utili‑ zadas por los niños en el pre- y el postest. Para el primer análisis, se estableció una puntua‑ ción para el logro en cada tarea, asignando un punto por cada ítem resuelto correctamente. Para el segundo análisis, se categorizaron los desempeños de los niños a partir de las estrategias de resolución identificadas. A continuación (tablas 1, 2 y 3) se presenta una breve des‑ cripción de las estrategias identificadas en cada tarea. 104 Desarrollo social y educativo Memorias / Volumen 11, Número 20 / julio - diciembre 2013 Tarea de asignación de unidades de orden: Tarea de comparación de magnitudes: Tabla 1. Estrategias tarea de asignación de unidades de orden Tabla 3. Estrategias tarea de comparación de magnitudes Nombre Organización al azar Descripción El niño organiza las fichas indiscriminadamente. Secuencia de colores Organiza las fichas siguiendo la secuencia de colo‑ res dispuesta en el tablero. Sin tomar en cuenta los valores de las fichas o su cantidad. Incremento no canónico Organiza las fichas de menor valor en la primera posición de la izquierda del numeral y aumenta los valores en las posiciones de la derecha. Organiza las fichas teniendo como criterio el valor nominal del dígito en relación con la cantidad de Valor nominal fichas contenidas en las barras. Esta estrategia no aplica para los numerales con un mismo dígito en todas las posiciones. Organiza las fichas considerando la relación entre Valor de el valor de las fichas y el valor de posición del dígito posición parcial en algunas unidades, mientras que en otras utiliza criterios diferentes. El niño considera la relación entre el valor de las Valor de fichas y el valor de posición de un dígito en el posición total numeral, representando correctamente todas las unidades de orden. Fuente: elaboración propia Tarea de escritura de numerales (Orozco, Guerre‑ ro y Otálora, 2007): Tabla 2. Estrategias tarea de escritura de numerales Nombre Descripción Nudo impropio Escribe un numeral nudo diferente a la expresión verbal dada. Por ejemplo, se dicta “cuatrocientos” el niño escribe “40000” o “40”. Yuxtaposición Escribe literalmente numerales que codifican frag‑ mentos de la expresión verbal, uno al lado del otro. Por ejemplo, se dicta “cuatrocientos ochenta y tres” el niño escribe “400803” o “40083”. Compactación Escribe numerales que codifican fragmentos de la expresión verbal, sobrescribiendo los numerales de orden inferior en el último o dos últimos ceros del numeral de orden superior. Por ejemplo, se dicta “cuatrocientos ochenta y tres”, el niño escribe “4083” o “41083”. Concatenación Escribe únicamente los dígitos correspondientes a las marcas de cantidad de la expresión verbal, omi‑ tiendo los ceros. Por ejemplo, se dicta “cuatrocien‑ tos tres” el niño escribe “43”. Composición El niño escribe los dígitos que codifican las marcas de cantidad de la expresión verbal, conservando las posiciones dadas por las marcas de potencia. Por ejemplo, se dicta “cuatrocientos tres” el niño escribe “403”. Fuente: Orozco, Guerrero y Otálora, 2007 Nombre Descripción Cantidad de dígitos Compara los numerales con respecto a la cantidad de dígitos. Valor nominal Se compara el numeral por partes, independiente‑ mente del lugar que ocupen esas partes. Cardinalidad Compara los numerales como un todo o compara fragmentos del numeral. Alude a categorías genera‑ les como “más”, “grande” o “pequeño”. Ordinalidad Compara los numerales estableciendo una relación de orden entre ambos o haciendo referencia a la posición de los números en la secuencia de conteo. Valor de posición Compara el numeral dígito a dígito, comparando únicamente dígitos en las mismas posiciones y haciendo referencia a la posición de las mismas o al valor de ese dígito en dicha posición. Fuente: elaboración propia Resultados Los resultados de logro en el pretest muestran que en la tarea de escritura (ver tabla 4) los estudiantes del grupo intervención alcanzaron una puntuación media de 5,6. En la tarea del puntaje medio fue de 6,1. En la tarea de asignación de unidades de orden la puntuación media de este grupo fue de 3,8. Tabla 4. Distribución del logro por tarea Pretest Escritura Comparación Asignación de unidades Postest Media D. T. Media D. T. Control3 7,7 4,2 8,1 4,1 Intervención 5,6 3,2 6,7 3,8 Control 6,5 1,5 6,5 1,5 Intervención 6,1 1,4 6,6 1,2 Control 1,9 2,0 2,7 2,2 Intervención 1,5 1,6 3,8 1,8 Fuente: elaboración propia Los resultados del grupo intervención en el postest muestran que la media en la tarea de escritura fue de 6,7 aciertos. En la comparación de magnitudes, la puntua‑ ción media fue de 6,6; mientras que en la tarea de asig3 Como se mencionó anteriormente, los niños del grupo intervención debían cumplir con unos requisitos mínimos para ser asignados a dicho grupo. Esto generó diferencias entre las puntuaciones medias de ambos grupos, especialmente en la tarea de escritura, donde la media de las puntuaciones de los niños del grupo control fue más alto que el prome‑ dio del grupo intervención. Sin embargo, una prueba t para muestras independientes determinó que las diferencias entre grupos en el pretest no eran significativas en ninguna de las tareas. Comprensión del valor de posición y composición numérica nación de unidades de orden el puntaje medio fue de 3,8. Se observan diferencias entre las puntuaciones del pre- y el postest en las tres tareas, con una tendencia al aumento del logro en el postest. Los análisis mostraron diferencias significativas entre los resultados del pre- y postest en el grupo intervención en las tareas de escritura (t(20) = -2,578; p < 0,05) y asignación de unidades de orden (t(20) = -6,033; p < 0,05). En el grupo control no se encontraron diferencias significativas en ningu‑ na de las tareas. Finalmente, se realizó una prueba de los efec‑ tos de la intervención en cada tarea, se compara‑ ron las diferencias del postest entre grupos, teniendo como criterio las puntuaciones del pretest. Este aná‑ lisis mostró diferencias significativas entre grupos en la tarea de asignación de unidades de orden (ancova F (1,39) = 5,461; p < 0,05), mientras que en escritura y comparación de magnitudes las diferencias resultaron no ser significativas. En un análisis posterior, se tomó en consideración la variable del rango numérico. Durante el pretest, la media del logro del grupo intervención en rango pro‑ pio fue de 3,7 en la tarea de escritura, 3,3 en comparación de magnitudes y 0,9 en asignación de unidades de orden. Los resultados en rango superior en este mismo grupo durante el postest indican un leve descenso en el logro: 2,0 en escritura, 3,0 en comparación de magnitudes y 0,6 asignación de unidades de orden. Estos resul‑ tados y los resultados del grupo control se describen en la tabla 2. Tabla 2. Distribución del logro en función del rango numérico Pretest Intervención Postest Control Rango Propio Rango Superior Tarea Media D. T. Media D. T. Escritura 3,7 2,2 2,0 1,5 Comparación 3,3 0,9 3,0 0,8 Fichas 0,9 0,9 0,6 0,9 Escritura 4,2 2,1 2,7 1,9 Comparación 3,5 0,8 3,0 0,7 Fichas 2,0 0,9 1,6 1,2 Escritura 4,2 2,3 3,4 2,1 Pretest Comparación 3,4 0,9 3,1 0,9 Fichas 1,1 1,0 0,9 1,3 Escritura 4,5 2,2 3,7 2,0 Postest Comparación 3,4 0,9 3,1 0,8 Fichas 1,1 1,3 1,3 Fuente: elaboración propia 1,6 105 Los análisis mostraron diferencias significativas entre las puntuaciones del pre- y postest para la ta‑ rea de asignación de unidades de orden, en los rangos numéricos propio y superior (t(20) = -4,298; p < 0,05 y t(20) = -4,690; p < 0,05, respectivamente). En la tarea de escritura se encontraron diferencias significativas sólo en el rango superior (t(20) = -2,860; p < 0,05). El segundo grupo de análisis tuvo como objetivo identificar los cambios entre pre- y post- con respecto a las estrategias utilizadas por los niños al resolver las ta‑ reas. Los resultados del grupo intervención en el pretest en la tarea asignación de unidades señalan que cuando se presentaron numerales con un mismo dígito en to‑ das las posiciones, los niños privilegiaron el uso de la estrategia secuencia de colores (25%). La estrategia valor de posición total se presentó en el 19,7% de los ítems y la estrategia valor nominal en el 18,4%. En la segunda condición de presentación, numerales con dos dígitos diferentes, los niños utilizaron estas mismas estrategias en porcentajes mayores. En el postest se observó un cambio en el uso de estrategias. En los numerales con un mismo dígito, las estrategias más frecuentes fueron valor de posición total (51,9%) y valor de posición parcial (22,2%). En el caso de los numerales con dos dígitos diferentes, la es‑ trategia más utilizada fue valor de posición total, usada el 66,7% de las veces (ver tabla 3). De esta manera, se observa el aumento de la utilización de estrategias más sofisticadas durante esta segunda prueba. Tabla 3. Distribución de las estrategias en función del tipo de numeral en la tarea de asignación Pre Post Tipo de Estrategia numeral Org. azar Sec. colores No canónico Valor nominal V. P. parcial V. P. total un dígito 14,5% 25,0% 9,2% 18,4% 13,2% 19,7% dos dígitos 8,0% 30,0% 4,0% 20,0% 8,0% 30,0% un dígito 3,7% 9,3% 9,3% 1,9% 22,2% 51,9% dos dígitos 1,4% 2,8% 4,2% 12,5% 12,5% 66,7% Fuente: elaboración propia En la tarea de escritura, inicialmente los tipos de errores cometidos por los niños se diferenciaron en dos categorías: errores léxicos y errores sintácticos (Mc‑ Closkey, 1992). Los primeros corresponden a aquellos errores en los que se cambia uno o más dígitos del nu‑ meral sin alterar la estructura y la magnitud del mis‑ mo, por ejemplo, escribe “259” en lugar de “359”. Los segundos son errores en los que se modifica la estruc‑ 106 Desarrollo social y educativo Memorias / Volumen 11, Número 20 / julio - diciembre 2013 tura del numeral, pues se eliminan o añaden dígitos, por ejemplo, escribe “20048” en vez de “248”. Posterior‑ mente, se analizaron las diferentes estrategias en fun‑ ción de las alteraciones en la estructura sintáctica de los numerales. En el caso del grupo intervención, los erro‑ res de tipo sintáctico representaron un 93,3% del total de errores, mientras que en el grupo control el 83,3% de los errores fueron de este tipo. El análisis de las estrategias en el grupo interven‑ ción mostró que durante el pretest los niños utilizaron con mayor frecuencia las estrategias composición (69%) y nudo impropio (14,3%), cuando se presentaban nu‑ merales nudos (ver tabla 4). En los numerales con cero intermedio las estrategias más utilizadas fueron la concatenación (31,7%) y la composición (31,7%). En los nu‑ merales sin cero, la estrategia de composición fue la más utilizada (53,1%) y la estrategia yuxtaposición se pre‑ sentó en el 24,5% de los numerales. En el postest se encontró, como característica ge‑ neral, que la estrategia de composición tiende a ser más utilizada por los niños en los diferentes tipos de nume‑ rales: nudos (83%), cero intermedio (38,1%) y sin cero (61,2%). En la tarea de comparación de magnitudes, los re‑ sultados del pretest mostraron que cuando se pre‑ sentaron comparaciones de numerales con diferentes magnitudes, los niños del grupo intervención privile‑ giaron el uso de la estrategia cantidad de dígitos (73,8%), mientras que en las comparaciones que incluían nume‑ rales de una misma magnitud con ceros intermedios, las estrategias más utilizadas fueron valor de posición (40,5%) y cardinalidad (33,3%). En las comparaciones de numerales sin cero, los niños utilizaron con mayor frecuencia las estrategias valor de posición (34,5%) y ordinalidad (28,0%). Los tipos de estrategias utilizadas por los niños du‑ rante el postest mantienen la misma lógica evidenciada en el pretest. En las comparaciones con numerales de magnitudes diferentes, la estrategia Cantidad de dígitos fue la más utilizada (76,2%). En las comparaciones de numerales con cero intermedio, la estrategia valor de posición se presentó en el 38,1% de los ítems y la estra‑ tegia cardinalidad fue utilizada el 33,3% de las veces. En las comparaciones de numerales sin cero, los niños usa‑ ron con mayor frecuencia las estrategias valor de posición (40,5%) y cardinalidad (25,0%). Tabla 4. Distribución de las estrategias en función del tipo de numeral en la tarea de escritura Pre Post Tipo de Estrategia numeral Nudo impropio Yuxtaposición Compactación Concatenación Composición Otra Nudo 14,3% 2,4% 2,4% 7,1% 69,0% 4,8% Cero intermedio 0,0% 19,0% 12,7% 31,7% 31,7% 4,8% Sin cero 0,0% 24,5% 17,0% 2,0% 53,1% 3,4% Nudo 9,5% 4,8% 2,4% 0,0% 83,3% 0,0% Cero intermedio 0,0% 23,8% 4,8% 31,7% 38,1% 1,6% Sin cero 0,0% 23,8% 13,6% 0,7% 61,2% 0,7% Fuente: elaboración propia Tabla 5. Distribución de las estrategias en función del tipo de comparación en la tarea de comparación Pre Post Tipo de Estrategia comparación Cant. dígitos Valor nominal Cardinalidad Ordinalidad Valor de posición Otra Dif. Magnitud 73,8% 4,8% 7,1% 7,1% 7,1% 0,0% Cero intermedio 0,0% 4,8% 33,3% 19,0% 40,5% 2,4% Sin cero 0,0% 21,4% 15,5% 28,0% 34,5% 1,2% Dif. Magnitud 76,2% 4,8% 11,9% 7,1% 0,0% 0,0% Cero intermedio 2,4% 11,9% 33,3% 11,9% 38,1% 2,4% Sin cero 0,0% 10,7% 25,0% 22,6% 40,5% 1,2% Fuente: elaboración propia Comprensión del valor de posición y composición numérica Conclusiones Las tareas del pre- y postest y las tareas de la interven‑ ción diferían tanto en el tipo de conocimiento matemá‑ tico implicado, como en el formato de representación del número utilizado; sin embargo, ya que los procesos de composición aditiva y multiplicativa son caracterís‑ ticas o propiedades generales del snbd, es posible es‑ perar que afecten el desempeño en tareas asociadas a conceptos más específicos de los formatos. En primer lugar, esta suposición parte de la idea de que el valor de posición como regla constitutiva del formato arábigo depende de las operaciones de poten‑ ciación dadas en el número; es decir, el valor de posi‑ ción de los dígitos en un numeral arábigo sirve para representar el producto de las operaciones de compo‑ sición multiplicativa propias del snbd y su articulación se relaciona con la composición aditiva, que permite establecer las relaciones entre las distintas unidades de orden (Orozco, 2000; Otálora, 2007). De esta forma, no se trataba de una intervención directa sobre un de‑ terminado concepto o procedimiento, sino que se pre‑ tendía explorar la influencia de un conocimiento de los principios generales del número sobre la comprensión de un concepto específico. A continuación se describen algunas de las carac‑ terísticas encontradas durante el pretest, para estable‑ cer la comprensión inicial de los niños sobre el valor de posición. En cuanto a logro, la tarea de comparación de magnitudes presentó las medias de acierto más altas con respecto al número de ítems. Las estrategias más utiliza‑ das fueron cantidad de dígitos y valor de posición, esta úl‑ tima se utilizó principalmente para comparar numerales con la misma cantidad de dígitos, ya sea con cero interme‑ dio o sin este. La estrategia cantidad de dígitos representa la forma más básica de resolver la tarea, ya que simplemente se debe reconocer que cuantos más dígitos hay, más “gran‑ de” o “mayor” es el numeral; por lo tanto, es el equivalente de comparar el tamaño de dos colecciones pequeñas (dos, tres o cuatro elementos). Sin embargo, esto no quiere de‑ cir que los niños reconozcan que la magnitud del nume‑ ral es mayor respecto a las diferentes unidades de orden. Por su parte, la estrategia valor de posición hace referencia a la comparación de los dígitos en el numeral de acuerdo con la posición de los mismos. Estos resultados difieren de los reportados por Sinclair y Scheuer (1993), quienes en‑ contraron un patrón de respuestas en el que los niños ten‑ dían a guiarse por el valor nominal de los dígitos, es decir, por las cantidades básicas representadas por estos. Aun‑ 107 que probablemente esto se deba a que los niños del pre‑ sente estudio son mayores y se encuentran en un grado de escolaridad más alto. Por otro lado, en la tarea de escritura se encontró que el uso de las estrategias estaba asociado al tipo de numeral presentado. Sin embargo, en términos gene‑ rales, la estrategia más utilizada es la de composición, la cual conduce al acierto o a errores de tipo léxico. Adi‑ cionalmente, en los numerales con cero intermedio se utiliza frecuentemente la estrategia de concatenación, y en los numerales sin cero aparece un mayor uso de la estrategia de yuxtaposición. En la estrategia de composición los niños logran articular correctamente sus pro‑ ducciones, representando las marcas de potencia del numeral verbal a través de las posiciones en el numeral arábigo, mientras que en la estrategia de concatenación los niños tienden a escribir únicamente los dígitos que representan las partículas de cantidad explícitas en el numeral verbal, omitiendo la escritura de los ceros que le permitirían mantener la magnitud del numeral (nú‑ mero de posiciones); por lo tanto, no respetan el valor de posición (Orozco, Guerrero y Otálora, 2007). En la estrategia de yuxtaposición los niños codifican literal‑ mente las partículas de potencia del numeral verbal y por lo tanto no reconocen que estas se mantienen im‑ plícitas a través de las posiciones de los dígitos. En la tarea de asignación de unidades de orden, se encontró el menor nivel de logro y los análisis de las es‑ trategias muestran una alta variabilidad. Como tenden‑ cia general, se observa que los niños utilizan con mayor frecuencia las estrategias secuencia de colores, valor nominal y valor de posición total, tanto en los numerales con un mismo dígito en todas las posiciones como en los numerales con dos dígitos diferentes. La estrategia de secuencia de colores hace referencia al uso de un cri‑ terio externo a los componentes centrales de la tarea, en la que los niños guían la organización de las fichas a partir del orden en el que aparecían los colores en el ta‑ blero. Esto indica que los niños no establecen relacio‑ nes de tipo numérico entre los elementos del material (barras de fichas) con el numeral arábigo presentado. La estrategia de valor nominal da cuenta del uso de la cantidad básica representada en los dígitos, como criterio fundamental utilizado en la organización del material; en este caso el numeral arábigo es considera‑ do para la resolución de la tarea. Sin embargo, es tra‑ tado como una concatenación de dígitos simples que representan cantidades y que no se asocian a un deter‑ minado valor de las unidades del sistema (1, 10, 100 ó 1000) (Fuson, 1998; Fuson et al., 1997). En la estrategia 108 Desarrollo social y educativo de valor de posición total los niños logran establecer las relaciones pertinentes para resolver la tarea con éxito, determinando que el valor nominal del dígito represen‑ ta la cantidad de fichas que deben utilizarse y que su po‑ sición indica el valor de las fichas correspondientes. Sin embargo, esta estrategia es poco frecuente. En general, se observa que los niños son capaces de utilizar adecuadamente el valor de posición como una regla del formato arábigo, que les indica, por ejem‑ plo, que el primer dígito de un numeral es el de mayor valor y que sólo deben compararse dígitos que ocupen “un mismo lugar” en ambos numerales. Pero en situa‑ ciones en las que deben asignar un valor específico a un dígito en el numeral, explicitando las potencias del mis‑ mo, se presenta una tendencia a asociar el valor de cada dígito únicamente con el número de unidades simples que representa, es decir, a relacionarlo con las cantida‑ des básicas de 1 a 9, desconociendo de esta manera que los dígitos poseen un doble valor, el del número de uni‑ dades y el del orden de las unidades que está implícito en la posición que ocupa un dígito en la cadena (Oroz‑ co, 2000; Orozco, Guerrero y Otálora, 2007). Estos resultados se encuentran en la misma direc‑ ción que los reportados por Otálora (2007), quien en‑ contró que los niños de primero y segundo de primaria presentaban niveles bajos de comprensión numérica, en los que se privilegiaba la composición unitaria del número, es decir, los numerales de dos o más dígitos eran tratados como una yuxtaposición de dígitos inde‑ pendientes que representaban un valor nominal. Des‑ de la propuesta de Fuson (1998), estos hallazgos dan cuenta de una inadecuada significación de las relacio‑ nes entre las características y reglas de los formatos, en la que los niños construyen una estructura conceptual de dígitos simples concatenados. Ella afirma que esta es una construcción errónea a la que los niños llegan en gran medida a través de una enseñanza inadecuada del valor de posición en la que se resalta la “segmentación” del numeral en columnas (Fuson y Briars, 1990; Fuson et al., 1997; Fuson, 1998). Una vez realizado el proceso de intervención, se llevó a cabo un análisis comparativo intra- e intergrupo de los resultados postest en relación con el pretest, para determinar cuáles eran los efectos de la intervención sobre la comprensión del valor de posición. Se encon‑ tró que en la tarea de comparación de magnitudes no había diferencias significativas entre los resultados del pre- y post- en ninguno de los grupos, ni entre grupos. Adicionalmente, no se observan diferencias en los tipos de estrategias utilizadas para resolver esta tarea. Por lo Memorias / Volumen 11, Número 20 / julio - diciembre 2013 tanto, se puede afirmar que el proceso de intervención en composición aditiva y multiplicativa no tuvo nin‑ gún efecto sobre el desempeño de los niños en esta ta‑ rea. Podría argumentarse que esta tarea exige un nivel de explicitación del valor de posición que no es influen‑ ciado por la intervención que se realiza sobre los pro‑ cesos de composición a partir de numerales en formato verbal. Por otro lado, en uno de sus trabajos, Sinclair y Scheuer (1993) afirman que el éxito en esta tarea “no depende o no se relaciona con alguna intuición sobre el valor de posición… y tiene el estatus de un princi‑ pio o regla aislada” (p. 218). Por lo tanto, aun cuando la intervención en composición aditiva y multiplicati‑ va tuviera algún efecto sobre la comprensión del valor de posición, este efecto no podría ser visto a través del desempeño en esta tarea. En la tarea de escritura se encontraron diferencias significativas en los resultados del grupo intervención (t(20) = -2,578; p < 0,05), más específicamente en el ran‑ go superior (t(20) = -2,860; p < 0,05). Sin embargo, en un análisis de covarianza se encontró que las diferen‑ cias entre el grupo control y el grupo intervención no eran significativas (ancova F (1,39) = 1,255; p < 0,05). Esto indica que el aumento en las puntuaciones en la ta‑ rea de escritura del grupo experimental durante el pos‑ test no se encuentra necesariamente relacionado con el proceso de intervención, sino que puede asociarse a otros factores. Es probable que la presentación del pre‑ test tenga un efecto sobre las puntuaciones del postest, haciendo que estas se incrementen durante la segun‑ da aplicación. Adicionalmente, el único cambio que se evidencia en los tipos de estrategias utilizadas es el in‑ cremento de la estrategia de composición en los nume‑ rales nudos durante el postest. En este sentido, los resultados parecieran apoyar la discusión propuesta por Orozco, Guerrero y Otálo‑ ra (2007), quienes afirman que desde una perspectiva del modelo ideal la utilización del sistema de notación (escritura de numerales arábigos) “exige utilizar ope‑ raciones de composición y descomposición de tipo aditivo y multiplicativo” (p. 152). Sin embargo, la es‑ critura real de los niños no se rige por los operadores de suma y multiplicación. Para estos autores, los niños en su escritura fragmentan las expresiones numéricas que escuchan y las codifican a partir de su experiencia en segmentos que les resultan familiares, uniéndolos a través de diferentes relaciones de contigüidad (Orozco, Guerrero y Otálora, 2007). En la tarea de asignación de unidades de orden, los análisis mostraron diferencias significativas entre el lo‑ Comprensión del valor de posición y composición numérica gro en el pre- y postest del grupo intervención (t (20) = ‑6,033; p < 0,05), mientras que en el grupo control no se encontraron diferencias significativas. En el poste‑ rior análisis de covarianza se encontraron diferencias significativas entre grupos (ancova F (1,39) = 5,461; p < 0,05). Adicionalmente, en el análisis de las estrate‑ gias se evidenció en el postest una tendencia a utilizar estrategias de resolución más sofisticadas, en las que se toma en cuenta el valor de posición en algunas o todas las unidades del numeral arábigo. Estos resultados per‑ miten afirmar que los cambios encontrados en esta tarea se encuentran directamente relacionados con el proceso de intervención. Se evidencia que el cambio en el logro —mayor nivel de acierto en el postest— está relacionado con la utilización de estrategias de resolución, en las que se emplea el valor de las fichas para representar el valor de las diferentes unidades de orden en el numeral, com‑ prendiendo en la actividad que la posición de los dígitos permite determinar el valor correspondiente. Como ya se ha mencionado, para algunos autores el conocimiento sobre las operaciones de composición es la base que sustenta la comprensión del número y más específicamente del snbd (Krebs, Squire y Bryant, 2003; Nunez y Bryant, 1997; Saxton y Cakir, 2006). Sin embargo, es probable que el conocimiento del niño sobre las reglas específicas de los formatos le permi‑ ta resolver adecuadamente tareas como la escritura de numerales en rango propio y la comparación de magni‑ tudes, debido a que estas tareas exigen utilizar el forma‑ to arábigo, sin que se requiera una explicitación de las potencias o las unidades de orden asociadas a cada dí‑ gito. Mientras que en tareas que exploran la compren‑ sión del niño sobre el valor de posición, a través del establecimiento de relaciones especificas entre los dígi‑ tos y los valores asociados a cada unidad de orden, se evidencian mayores dificultades en su resolución. No obstante, una vez los niños entienden el funcionamien‑ to de las operaciones de composición aditiva y multi‑ plicativa en el número, se observan grandes cambios en el abordaje de este tipo de tareas. Del mismo modo se debe enfatizar que no se trata de un efecto de las reglas del formato, ya que el proceso de intervención se realizó a partir de estímulos verba‑ les. Se observa entonces la capacidad de los niños para trasferir el conocimiento sobre principios generales a casos específicos. Para finalizar, es preciso señalar que aun cuando no era uno de los objetivos de este trabajo, se observaron dificultades para poder establecer clara‑ mente cuál es la relación entre la comprensión de las operaciones de composición con el proceso de transco‑ 109 dificación —escritura de numerales—. Esta es una rela‑ ción que debe ser explorada en futuras investigaciones. Del mismo modo, se debe enfatizar que debido a las limitaciones del estudio, no es posible generalizar estas conclusiones. No obstante, es posible identificar la posibilidad de generar pequeños cambios en la for‑ ma en que algunos niños comprenden y se representan el número a partir de una reflexión y explicitación de los procesos de descomposición y composición de los numerales, hecho que no sólo señala un aspecto para seguir siendo estudiado, sino que también pone de re‑ lieve la necesidad de reconsiderar estos conceptos y la forma en que son abordados en los procesos de ense‑ ñanza escolar. Referencias Canobi, K. C., Reeve, R. A., y Pattison, P. E. (2002). Young children’s understanding of addition concepts. Educational Psychology, 22(5), 513-532. Fuson, K. C. (1998). Pedagogical, mathematical, and realworld conceptual-support nets: A model for building children’s multidigit domain knowledge. Mathematical Cognition, 4(2), 147-186. Fuson, K. C. y Briars, D. (1990). Using a base-ten blocks lear‑ ning/teaching approach for first and second-grade placevalue and multidigit addition and subtraction. 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