Memorias Encuentro Iberoamericano de Afrodescendencia

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Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
MEMORIAS
Encuentro Iberoamericano
Agenda Afrodescendiente en las Américas
Cartagena de Indias, Octubre 16-18 de 2008
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Memorias Encuentro Iberoamericano
Agenda Afrodescendiente en las Américas.
Índice
Pág.
Presentación………………………………………………………………………
Declaración de Cartagena……………………………………………..……
Objetivos Generales/Metodología…………………………………..…
Temas Discutidos en las Mesas de Trabajo………………………….
Sesión de Apertura…..………………………………………………………..
3
5
8
9
12
Palabras de Bienvenida. Paula Marcela Moreno Z. Ministra de Cultura de Colombia
Intervención Alvaro Marchesi. Director Organización Estados Iberoamericanos (OEI)
Intervención Zulu Araujo. Director Fundación Palmares
Tendencias globales: diáspora africana y necesidad
de inclusión…………………………………………………………………….
16
Movimiento mundial de la diáspora africana:
poder, solidaridad y encuentro…………………………………………..
16
Diáspora Africana. Nidore Ndiaye. Directora Adjunta de la Organización Internacional para
las Migraciones (OIM)
Apoderamiento, descolonización, y democracia sustantiva: afinando principios éticopolíticos para las diásporas afroamericanas de cara a los desafíos del milenio. Agustín Lao
Montes. Profesor Universidad de Massachusetts
Los desafíos del desarrollo para la población afrodescendiente
en el mundo………………………………………………………………………..
26
Mensaje de Luis Alberto Moreno. Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Mensaje de Enrique Iglesias. Secretario General Iberoamericano (SEGIB)
La cultura como base del reencuentro y recreación de la agenda
global étnica………………………………………………………………………
32
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Diversidad cultural y la diáspora africana en las Américas. Doudou Diene. Relator Especial
sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas
conexas de intolerancia.
La UNESCO y el desarrollo cultural de las comunidades afro descendientes en América Latina
y Caribe. Edouard Matoko. Director Oficina Regional de la UNESCO para Bolivia, Colombia,
Ecuador y Venezuela.
Fragmentos de la diáspora africana en Colombia frente a la reconstrucción del desarrollo.
Alberto Abello. Director Maestría en Desarrollo y Cultura Universidad Tecnológica de Bolívar.
La fuerza de la expresión afrodescendiente: artes, literatura,
música, cinematografía…Tendencias globales…………………
49
La danza como herramienta para el desarrollo de los derechos culturales del pueblo
afrocolombiano. Rafael Palacios. Bailarín, coreógrafo.
Conclusiones - Discusión Plenaria sobre cultura, desarrollo y la
diáspora africana……………………………………………………………..
53
EJES TEMÁTICOS
La contribución de los afrodescendientes a la construcción de las
Américas: re-escribir la historia……………………………………………… 60
Intervención Howard Dodson. Director Schomburg Center
Intervención Alfonso Múnera. Historiador.
Intervención Maguemati Wabgou. GEACES, Universidad Nacional de Colombia.
Discusión y Conclusiones: Reescribir la historia
Intercambio de experiencias juventud y niñez………..………….
82
Intervención Axel Rojas. Profesor Universidad del Cauca.
Intervención Miguel Pereira. Fundación Every Child, Perú.
Discusión y Conclusiones.
Migración y diversidad étnica y cultural……………………….
126
Discusión y Conclusiones
Emprendimiento cultural afrodescendiente……………………
Discusión y Conclusiones
128
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Representatividad política………………………………………………
129
Intervención Giancarlo Salazar. Historiador
Discusión y conclusiones.
El poder de los medios y el posicionamiento
de la diversidad …………..………………………………………………………. 137
Intervención Emma Kamau. Periodista
Intervención Pedro Viveros. Comunicador Social y periodista
Discusión y Conclusiones.
Imágenes del Encuentro…………………………………………………………. 154
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Presentación
El I Encuentro Iberoamericano “Agenda Afrodescendiente en las Américas” ofreció una
valiosa oportunidad para fijar una posición colectiva, desde los Estados, y
particularmente desde los Ministerios de Cultura de la región, acerca de la indiscutible
contribución afrodescendiente a la construcción de sociedades pan-americanas y de su
avance. El logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la erradicación de la
pobreza, enfrenta el desafío de construir sociedades inclusivas y diversas en términos
culturales; la plena expresión y reconocimiento cultural constituye un importante
objetivo del desarrollo. Estos compromisos quedaron plasmados en la Declaración de
Cartagena, Agenda Afrodescendiente en las Américas, suscrita en San Basilio de
Palenque el 18 de octubre de 2008, por los Ministros de Cultura de Colombia, Angola,
Bahamas, Barbados, Brasil, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Jamaica, México, Panamá,
Paraguay y República Dominicana, con el respaldo de la Organización de los Estados
Iberoamericanos-OEI-.
En el marco de un esquema de cooperación multilateral, los países iberoamericanos
han definido la diversidad cultural como un eje de su proyecto común de integración,
en donde uno de los pilares de las políticas culturales de la región es la plurietnicidad y
multicullturalidad existente. Es en este marco donde el enfoque diferencial para una
representativa comunidad afrodescendiente adquiere vital importancia. Entre los
compromisos que adquirieron los gobiernos firmantes de la Declaración de Cartagena,
está el promover la formulación de directrices específicas de política pública en cultura
para las poblaciones étnicas de América Latina y el Caribe, y contribuir a estrechar
lazos de cooperación entre las comunidades afrodescendientes y los pueblos
originarios de las Américas.
El proceso migratorio forzado de África hacia las Américas ha sido el mayor flujo
masivo de personas en la historia de la humanidad. Más de 11 millones de hombres,
mujeres, niños y niñas tuvieron que recrear su destino a pesar de la adversidad. Hoy en
día, se estima que Latinoamérica y el Caribe tienen una población de 150 millones de
afrodescendientes. La diáspora africana en la región representa alrededor de un 30%
de la población total. La mayor concentración referente a su representatividad en la
población se ubica especialmente en República Dominicana (90%), Brasil (50%), Cuba
(30%), Colombia (20%) y Venezuela (10%) (CEPAL 2001).
Para muchos, hoy es claro que por décadas la vieja y establecida lógica del
“mestizaje”, como marca única de la “identidad” latinoamericana, ha impedido ver
esta contundente realidad, obliterando la enormidad de las contribuciones de los
afrodescendientes en todos los campos de la vida pública. Con algunas notables
excepciones, varios siglos de aporte cultural material, inmaterial y simbólico
afrodescendiente han sido y son omitidos o subvalorados en los mapas culturales de
los diferentes Estados iberoamericanos, poniendo a esta población al margen de lo
que se conoce como historia y cultura. De ahí la urgente necesidad de definir una
agenda que rescate y circule el patrimonio histórico-cultural, determine una revisión
crítica de la historia y su difusión masiva en los sistemas educativos, genere procesos
de fortalecimiento de identidad y memoria viva a través de las nuevas tecnologías de
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
la información e integre las manifestaciones culturales étnicas, por fuera del marco de
lo exótico.
De otro lado, la comunidad afrodescendiente de las Américas plenamente integrada a
la construcción de sociedades inclusivas y diversas, deberá dar un paso hacia sí misma
en perspectiva histórica, preparándose y formándose con excelencia para construir
una reivindicación cultural en el marco de una globalización social cuyo denominador
común es la riqueza y el encuentro de la diferencia. Esta construcción les da un rol
fundamental a los niños y jóvenes de la región, quienes deberán formarse con una
plena conciencia de su condición étnica como eje transversal de muchos campos del
conocimiento. Así, la cultura puede funcionar como un vehículo potente de formación
de liderazgo artístico, político, económico y social.
Frente a una sociedad multicultural globalizada, el objetivo de este Encuentro fue
definir una agenda que contribuya a la valoración y apropiación del patrimonio etnocultural, no con una mirada obsesiva y autocompasiva con el pasado, sino con una
mirada crítica y propositiva en aras de construir una historia con futuro. Ahora, el reto
político que supone cultivar las expresiones culturales ricas en cada país [Fomento de
políticas culturales en un entorno de mundialización, 2002] está en construir caminos
para consolidar la importancia de nuestra diversidad cultural, y la capacidad de cada
país para asegurar que sus relatos y experiencias estén al alcance de sus propios
ciudadanos y del resto del mundo para que se puedan desembocar acciones
concertadas y, en última instancia, en diversas herramientas para tratar algunas de las
cuestiones que corresponden al amplio ámbito de la diversidad cultural, entre las
cuales se podrían abarcar medidas para fomentar la diversidad cultural como una
fuente de valor para el desarrollo humano, para la cohesión social y para la
prosperidad de las sociedades.
Una segunda versión de este Encuentro se realizará en febrero de 2010 en Salvador de
Bahía – Brasil y su Comité ad-hoc se reunirá en Washington DC en febrero de 2009.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Declaración de Cartagena
Agenda Afrodescendiente en las Américas
Los Ministerios e Instituciones de Cultura de Angola, Bahamas, Barbados, Brasil,
Colombia, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Jamaica, México, Panamá, Paraguay y
República Dominicana y los representantes de la Organización de Estados
Iberoamericanos -OEI-, la Organización Internacional para las Migraciones - OIM-, la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO-, la Fundación Interamericana, el Banco Interamericano de Desarrollo –BID-,
la Secretaría General Iberoamericana –SEGIB-, la Alianza del Programa Regional de
Apoyo a las Poblaciones Rurales de Ascendencia Africana de América Latina - ACUA - y
Casa de las Américas de Cuba reunidos en Cartagena de Indias, Colombia, durante los
días 16 y 17 octubre de 2008, con el fin de de examinar la situación de la población
afrodescendiente en los distintos contextos nacionales, y compartir experiencias de
gestión en el campo de la cultura para su reconocimiento hemos elaborado, de
manera conjunta, la siguiente Declaración de Cartagena, Agenda Afrodescendiente en
las Américas 2009 -2019;
Considerando que:
1. La cultura y la diversidad de sus manifestaciones constituye un elemento
fundamental de la identidad, el desarrollo y el bienestar de las naciones.
2. Existe en la población afrodescendiente de todos los países, una fuerza y un
sentimiento común de unidad y solidaridad que se nutre de la memoria colectiva de la
diáspora y de la rica herencia africana, que se expresa y recrea en la diversidad de sus
manifestaciones culturales y espirituales.
3. La globalización económica y cultural, así como puede traer oportunidades para los
países en el plano económico y en el acceso y circulación de los bienes de la cultura,
puede también generar riesgos, amenazas y cambios no deseados que se pueden
traducir en pérdidas culturales irreparables y en procesos de homogenización cultural.
Es un deber de los gobiernos prevenir estos riesgos y valorar, apoyar y hacer visibles
las manifestaciones culturales de los afrodescendientes como una fuerza vital en los
procesos de desarrollo y el bienestar de nuestras naciones.
4. Situaciones de pobreza y exclusión social afectan amplios sectores de población
afrodescendiente y que las políticas culturales deben contribuir, en el marco de las
políticas públicas al cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio aprobadas
por la Organización de Naciones Unidas.
5. El fenómeno migratorio en las Américas representa importantes cambios sociales,
económicos, demográficos y culturales y que los afrodescendientes han desarrollado
flujos culturales de doble vía, propiciando el diálogo intercultural y la multiculturalidad,
así como han establecido lazos de solidaridad y cohesión social con otros pueblos del
mundo.
6. En muchos países se tienen serios vacíos de información histórica, demográfica y
socioeconómica sobre la población afrodescendiente, lo que dificulta su auto
reconocimiento y la valoración por parte de la sociedad, así como la formulación de
políticas culturales incluyentes.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
7. Es necesario avanzar en la consolidación de un entorno institucional favorable y en
la adopción de medidas que contribuyan a fortalecer de manera permanente el
diálogo intercultural para asegurar la implementación de políticas públicas de inclusión
social.
8. Los medios de comunicación e información deben jugar un papel fundamental como
vehículo y expresión de la diversidad cultural incluyendo los valores culturales de los
afrodescendientes y contribuir a prevenir la discriminación y la exclusión social.
9. La riqueza de las expresiones artísticas y espirituales del patrimonio cultural
afrodescendiente es factor de desarrollo que se debe salvaguardar, fomentar y
aprovechar en función del bienestar de las comunidades.
10. La cooperación cultural entre los países de las Américas y los de África debe
contribuir a la consolidación de lazos permanentes y sostenibles de unidad, integración
y solidaridad.
Nos comprometemos a integrar progresivamente en nuestras respectivas políticas de
cultura las acciones conducentes a:
l. Garantizar a la mayoría de la población afrodescendiente el acceso a bienes y
servicios culturales pertinentes y de calidad, con especial énfasis en las nuevas
tecnologías.
2. Apoyar y fortalecer la generación y divulgación de estudios y sistemas de
información sobre la situación de las comunidades afrodescendientes, su patrimonio
cultural y espiritual, así como sus creaciones artísticas e intelectuales para la
formulación de políticas culturales.
3. Promover que los sistemas educativos revaloricen y restablezcan la memoria
histórica del aporte de los afrodescendientes a la construcción de nuestras naciones.
De igual manera, avanzar en la revisión de los textos y materiales educativos sobre la
historia de los países para hacer visible la contribución de los afrodescendientes al
desarrollo de las naciones.
4. Facilitar el acceso de los afrodescendientes e investigadores del tema, a todas las
fuentes de documentos, como las Historias Generales de la UNESCO, y archivos
históricos pertinentes, tales como el Archivo de Indias (Sevilla, España), procurando,
mediante un proceso formativo y de asistencia técnica, que cada país tenga o
fortalezca al menos un centro y una red de documentación.
5. Crear centros y programas para el estudio, documentación y fomento de las lenguas
nativas y criollas, sus ricas variaciones dialectales y la tradición oral y literaria de los
afrodescendientes.
6. Apoyar la visibilización del aporte de la población afrodescendiente a la construcción
y desarrollo de los países, sus regiones y localidades a través de los museos nacionales
y comunitarios.
7. Conmemorar oficialmente la abolición de la esclavización.
8. Promover, en el marco de la presente Declaración, una campaña de sensibilización
en los diferentes países que propenda al auto reconocimiento y la afirmación de la
población afrodescendiente en sus valores y su patrimonio cultural y espiritual. Y
recomendar a los gobiernos, incluir la variable de pertenencia étnica, por auto
reconocimiento, en los censos de población y encuestas de hogar y calidad de vida.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
9. Establecer un programa de becas, intercambios y pasantías de investigadores de la
cultura, artistas, maestros y gestores culturales para el avance y conocimiento sobre
las comunidades afrodescendientes.
10. Adoptar medidas de apoyo a las industrias y emprendimientos culturales
afrodescendientes tales como la creación de portafolios de iniciativas culturales y
esquemas de circulación, protegiendo sus derechos colectivos e individuales.
11. Estimular procesos de comunicación en diferentes medios para superar la
exclusión social, a través de la producción de contenidos propios por las comunidades
afrodescendientes e instando a los medios masivos de comunicación a adoptar formas
de representación, apropiadas y coherentes con su cultura y aspiraciones.
12. Promover y contribuir desde las políticas culturales al desarrollo de programas
orientados a los afrodescendientes más vulnerables que contribuyan a mejorar sus
condiciones de vida.
Aprobado en sesión plenaria, en el Encuentro Iberoamericano Afrodescendiente en las
Américas, en Palenque de San Basilio, Colombia.
Firmado por: Charles Maynard, Ministro de Cultura de Bahamas; Juca Ferreira,
Ministro de Cultura de Brasil; Paula Marcela Moreno Zapata, Ministra de Cultura de
Colombia; Jerónimo Lancerio Chingo, Ministro de Cultura de Guatemala; Sidney
Bartley, Director de Cultura de Jamaica; Julio Saldaña, Delegado del Ministerio de
Cultura de Paraguay; Mateo Morrinson, Subsecretario de Estado de Desarrollo
Institucional de República Dominicana; Ndioro Ndiaye, Directora Adjunta de la
Organización Internacional para las Migraciones; Edouard Matoko, Director de la
Oficina Regional de la UNESCO en Quito; Larry Palmer, Director de la Fundación
Interamericana; David Soto, Director Alianza ACUA; Ana Monteiro, Jefe de Gabinete de
la Primera Dama de Angola; Roberto Zurbano, Casa de las Américas de Cuba.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Objetivos Generales del Encuentro
1. Generar un espacio de reflexión en torno a la importancia de la cultura
afrodescendiente en los países de América Latina y el Caribe, que arroje
insumos para la construcción de políticas públicas tendientes al reconocimiento
de la diversidad cultural.
2. Compartir experiencias vitales desde la Cultura, la Política, la Economía y la
Historia de los pueblos de América, el Gran Caribe y de África, desarrollando
estrategias y acciones para el reconocimiento mutuo de identidades, dignidad y
sentidos de vida conjuntos.
3. Estimular el desarrollo de una agenda de cooperación cultural en el marco de la
búsqueda de alternativas para el mejoramiento de la condición de vida de la
población afrodescendiente.
Metodología
El Primer Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas,
estableció espacios de reflexión e intercambio de experiencias entre los diferentes
países, con el fin de propiciar la formulación de recomendaciones para el desarrollo de
una agenda de cooperación tendiente al reconocimiento de la diversidad cultural, en el
marco de la búsqueda de alternativas para el mejoramiento de la condición de vida de
la población afrodescendiente.
Se desarrolló a través de una metodología participativa, propiciando un debate
colectivo abierto a los diferentes participantes.
Durante el Encuentro, se llevaron a cabo Foros y se organizaron diferentes mesas de
trabajo, permitiendo a los asistentes exponer y expresar sus inquietudes, críticas y
propuestas.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Temas Discutidos en las Mesas de Trabajo
Las mesas recogieron conclusiones, las cuales se exponen en la declaración final del
evento como recomendaciones para los Ministros y para su posterior seguimiento.
Mesa 1: La Contribución de los Afrodescendientes a la construcción de las Américas:
re-escribir la historia.
Identificar estrategias de preservación y reproducción del aporte histórico de los
afrodescendientes en la construcción de sociedades democráticas, en su desarrollo
social y económico, a partir de sus raíces e identidad, valores, prácticas y símbolos
como grupo étnico, generando cohesión social e identidad como expresión plena de
libertad y desarrollo humano.
Ejes de discusión:
Mecanismos de preservación de la memoria
Diferentes formas históricas de la esclavitud en las Américas
Mecanismos de reproducción de la memoria
Simplificación de la historia y el aporte afro
Acceso a la tecnología por parte de pueblos afro
Mesa 2: Intercambio de experiencias juventud y niñez
Fue un espacio de reflexión acerca de la inclusión y la participación de la población
juvenil en los procesos sociales, políticos y culturales mediante la socialización y el
intercambio de experiencias locales e identificar ideas y opiniones relacionadas con
problemas y situaciones (avances, oportunidades y fortalezas) que se expresan en el
campo cultural en los países Iberoamericanos.
Ejes de discusión:
Problemas y situaciones que requieren de una atención prioritaria en cuanto a
la oferta de productos y servicios culturales en nuestros países.
Proyectos y acciones relacionadas con el fomento de las capacidades y talentos
en la población juvenil en: investigación sociocultural, formación artística,
producción artesanal, creación artística, divulgación cultural, apropiación de las
prácticas artísticas tradicionales, prácticas artísticas emergentes.
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Relación intercultural entre las Comunidades afrodescendientes y otros grupos
étnicos.
Desarrollos y los problemas que se identifican en el tema
relacionado con el campo cultural.
productivo
Mesa 3: Migración y diversidad étnica y cultural
En esta mesa, se permitió analizar el fenómeno migratorio en América Latina y el
Caribe para definir posibles estrategias de cómo encausarle eficazmente para
disminuir el impacto y afectación en la población afrodescendiente hacia la
preservación de la identidad, diversidad y la cultura.
Ejes de discusión:
• Migración transnacional
• Tendencias demográficas
• Desigualdades económicas entre los países desarrollados y en desarrollo.
• Internacionalización de la economía y globalización del comercio
• Movilidad de la fuerza laboral
• Redes de comunicación mundial
Mesa 4: Emprendimiento cultural afrodescendiente
Se analizó y se propusieron algunos mecanismos y esquemas de cooperación entre
los países, para el desarrollo de estrategias de promoción y acceso al emprendimiento
cultural como renglón económico dinámico, generador de ingreso, empleo y
fortalecimiento empresarial, en un mercado de libre comercio ampliado y diverso.
Identificar acciones que potencien los vínculos y sinergias específicas de la economía
con la cultura de los afro-descendientes.
Ejes de discusión:
• Opciones de la industria cultural (música, danza, literatura, producción
audiovisual, culinaria, turismo y otras)
• La cultura como instrumento de desarrollo de otros sectores de la economía
• Acceso a la educación terciaria y la formación profesional con condiciones
técnicas y éticas para el liderazgo efectivo y el emprendimiento entre los
jóvenes.
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Mesa 5: Representatividad política
Conocer los logros, oportunidades, retos y definir los elementos críticos de una agenda
común para la representación y participación democrática y el liderazgo efectivo de la
población afrodescendiente de las Américas en las esferas del poder político,
económico y administrativo.
Ejes de discusión:
• El estado de la representación política afrodescendiente y su significado para la
historia/memoria nacional.
• Los aspectos normativos y los avances constitucionales y legales relacionados
con la diversidad étnica y las culturas afrodescendientes.
• La relación entre representatividad política, sistemas electorales, y creación de
instituciones para la implementación de políticas de inclusión social de para
la población afrodescendiente.
• La participación y representación política afro en las instituciones y procesos
del sector privado, la comunidad internacional y su relación con el apoyo al
reconocimiento y ejercicio de la diversidad étnica y racial.
• Aspectos críticos de un liderazgo político afrodescendiente.
Mesa 6: El poder de los medios y el posicionamiento de la diversidad.
En esta mesa, se generaron recomendaciones para fortalecer el rol de los medios en la
reafirmación de la identidad cultural e imaginarios colectivos de la población
afrodescendiente en América Latina y el Caribe y la superación de la discriminación.
Ejes de discusión:
• La influencia de los medios de comunicación en la construcción del imaginario
social sobre los afrodescendientes en Iberoamérica.
• Necesidad de revisión de contenidos en los medios y replanteamiento de
accesos.
• Promoción de la diversidad cultural en los medios, incluyendo la publicidad.
• Análisis de las aportaciones contradictorias de los medios de comunicación y
revisión de formatos, géneros y estilos.
• Legislación en medios (desarrollo sostenible de nuestras sociedades y
protección de la diversidad cultural).
• Los afrodescendientes como productores de contenidos en los medios.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Sesión de Apertura
Paula Marcela Moreno Zapata
Ministra de Cultura de Colombia.
Perfil: Ha sido consultora en la Organización Panamericana para la Salud, de la
Universidad del Pacífico (Buenaventura), de la Facultad de Administración de la
Universidad de Los Andes. Consultora de la Dirección de Etnias del Ministerio del
Interior y de Justicia de Colombia. Se ha desempeñado como docente en la Facultad de
Ingeniería de la Universidad Autónoma de Colombia, igualmente como Consultora en
etno-desarrollo regional de la Asociación de Consejos Comunitarios de Timbiquí y
ASOMANOSNEGRA. Gerente de proyectos/Coordinadora nacional del componente
afrocolombiano de la Fundación Panamericana para el desarrollo FUPAD. En el 2005,
fue la coordinadora regional para la preparación de las propuestas ADAM y MIDAS de
USAID. Asistente de Investigación. Estudios de Innovación Global (University of
Cambridge, University of Minnesota, University of Southern California).
Palabras de Bienvenida:
El movimiento social de diáspora africana está pasando por un momento histórico que
responde a los procesos de discusión y visibilización que muchos líderes en el mundo
han generado. La cultura ha sido la base del encuentro de la diáspora hoy,
precisamente porque a pesar de los grandes sufrimientos de nuestros antepasados
esclavizados, su cultura permaneció. ¿Cuál es la fuerza de una cultura que permanece
y se recrea a pesar de la negación de su esencia humana? Esa es la fuerza histórica de
los descendientes africanos, que hoy recuerdan para dialogar y construir futuro, para
generar conciencia, pero también para reconocer que el presente trae consigo desafíos
diversos cuya reflexión profunda implica una prioridad para regiones y continentes en
el mundo. Como lo expresó Manuel Zapata Olivella, América Latina es mestiza, todos
somos una mezcla que está plasmada en la biografía cultural que marca nuestro
proyecto de vida. Para América Latina y el Caribe se estima una población alrededor de
150 millones de descendientes de africanos cuya memoria histórica y acervo
patrimonial está por identificar, documentar, sistematizar y preservar. Teniendo en
cuenta los doscientos años que se conmemoran de nuestras independencias, es vital
recordar que ese mestizaje es el valor que durante mucho tiempo negamos y que la
plurietnicidad nos une en la diferencia. Por tanto, discutir la Agenda Afrodescendiente
en las Américas significa pensar en una historia con futuro, reconociendo los avances
que tantos movimientos sociales, académicos y los gobiernos han logrado, pero al
mismo tiempo los grandes desafíos que en términos de desarrollo integral tenemos.
Mucho más aún que esta discusión se amplíe en el marco de una agenda
iberoamericana adquiere toda la relevancia de una reivindicación histórica. Los
Ministerios de Cultura de Iberoamérica deben ser los Ministerios de la Memoria y la
Diferencia que reconocen el pasado pero escriben el futuro en el consciente e
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
inconsciente colectivo de los pueblos. La globalización social nos exige hoy
transversalizar la cultura y enfatizar los elementos de comprensión de la diferencia que
permiten construir sociedades más justas y en búsqueda de una mayor competitividad
valorando lo propio. Agradezco a todas las personas que han creído en este encuentro,
que han asistido con toda la convicción de una Iberoamérica diversa que reconoce en
su diversidad su mayor riqueza y define caminos comunes para su penetración
profunda en las bases sociales y sectoriales. Espero que este sea el primero de una
serie de encuentros que nos permitan fijar una agenda para intercambiar experiencias
y reducir brechas en nuestro espacio cultural iberoamericano.
Finalmente, expreso mi profundo agradecimiento a los Gobiernos de España y Brasil
quienes han sido co-gestores de este encuentro, a la OEI quien desde el primer
momento le apostó a esta reflexión Iberoamericana sin dudar y facilitó todos los
elementos técnicos y económicos para su desarrollo, a Colpatria y Seguros Bolívar que
muestran un sector privado abierto a discutir la importancia del tema étnico en el
mundo y en nuestra región hoy, a la OIM, quienes nos ayudaron a abrir el espectro y a
la UNESCO quienes a través de su Programa de Participación 2008-2009 y la Oficina
Regional en Quito que representa a los países andinos, han sido compañeros en esta
tarea. No puede faltar el equipo del Ministerio de Cultura de Colombia y
particularmente a la Coordinadora de este Encuentro, Mónica Fernández de Soto,
quien desde el inicio comprendió y dedicó todo su esfuerzo a esta gran tarea. A todos
gracias y bienvenidos siempre a Colombia.
Álvaro Marchesi.
Director Organización de Estados Iberoamericanos OEI
Perfil: Nacido en Madrid, España. Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación
en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. Se ha
desempeñado como Asesor ejecutivo del Instituto de Evaluación y Asesoramiento
Educativo (IDEA) dependiente de la Fundación Santa María y Director Internacional del
Instituto de Evaluación IDEA con sede en Brasil, Chile y México. Actualmente es el
Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos -OEI.
Intervención
Existe una cultura escondida, sin reconocimiento. En los últimos años se manifiesta
una fuerza creciente: hay necesidad de visibilizar las expresiones culturales.
La sociedad Iberoamericana es profundamente desigual, la más desigual del mundo al
registrar cerca de 213 millones de pobres. En esta situación, los colectivos afro son los
que sufren más. Dentro de ellos, se destacan las mujeres y, de manera más acentuada,
las mujeres en ambientes rurales. Es difícil ser ciudadano en pleno derecho si no existe
el reconocimiento de la identidad cultural. La educación y la cultura pueden ayudarnos
a transformar la situación. No es posible la libertad sin educación y cultura.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La tarea de este Encuentro es histórica porque se trata de recuperar la ciudadanía y
trabajar sobre injusticias históricas. Entre los proyectos de la OEI está vincular
educación y cultura y estimular su oferta a través de:
1. Becas.
2. Educación artística, cultura y ciudadanía. Experiencias en donde las áreas
artísticas se vinculen con la educación formal.
3. Apoyo a las asociaciones de mujeres afro, para lograr mayor fuerza en su tarea
y en su representación.
Zulu Araujo
Director Fundación Palmares.
Perfil: Natural del Estado de Bahía, Edvaldo Mendes Araujo, más conocido como Zulu
Araujo, es arquitecto de profesión, productor cultural y reconocido militante del
Movimiento Negro Brasileño. Desde el 7 de marzo del 2007 es el Director de la
Fundación Cultural Palamares, fundación pública con sede en Brasilia, Distrito Federal.
Vinculada al Ministerio de Cultura, tiene la misión de formular, fomentar y ejecutar
programas y proyectos a nivel nacional para reconocer, preservar y promover valores y
prácticas que permiten la participación de las culturas africanas en la formación de la
sociedad brasileña, favoreciendo la inclusión con igualdad de derechos y
oportunidades de los y las afrobrasileños (as) en un ambiente de pluralidad cultural y
asegurando la implantación de las demás políticas del Ministerio de Cultura.
Intervención
La Fundación Cultural Palmares, organización del Ministerio de Cultura de Brasil, fue
creada en el centenario de la abolición de la esclavitud. Trabaja por la promoción y el
intercambio cultural, el etnodesarrollo, la protección de bienes culturales
afrobrasileños y el intercambio cultural con países africanos. Se ha realizado un trabajo
intenso con la Unidad Africana desde el 2006, segunda conferencia de intelectuales de
África y la diáspora.
Es necesario destacar la presencia negra en Brasil, que corresponde a un 50% e
identificar las razones por las cuales la contribución no ha sido reconocida, no sería
absurdo afirmar que existe una historia de los negros en Brasil.
Hay que establecer con claridad las consecuencias de la esclavización. Es preciso
esclarecer con mayor precisión el papel de la folclorización de la cultura afro, que es
una manera de relegar nuestros valores, e incluso lo negro y lo indio son considerados
solo como parte del pasado.
Nunca vi en los libros, algo que haga alusión al aporte y contribución de los negros
brasileros.
Es necesario reconocer que nuestra contribución también es fruto de un diálogo y
encuentro con otras culturas y no solo la africana.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La samba, por ejemplo, dialoga con un conjunto de ritmos que no son solo africanos,
también del Caribe, estos contactos deben ser precisados para ser apropiados.
No basta con reconocer e identificar las contribuciones afrodescendientes que
aportamos a las diferentes naciones, sin embargo es importante que se adopten
políticas públicas que permitan el reconocimiento de las manifestaciones y su
proyección de manera que logren la inclusión plena de los afrodescendientes en cada
uno de los países. Y así, construir un empoderamiento, una superación de la
discriminación racial y de la segregación, que permita alcanzar la ciudadanía plena.
Existe una distancia espiritual entre Brasil y América Latina. Somos el único país de
habla portuguesa en América Latina, que aloja casi el 60% de la población afro de la
región.
Son pertinentes las nuevas propuestas para la ampliación del intercambio afrolatino.
En ese contexto se inscribe el nuevo proyecto Laboratorio Afrolatino. Día nacional de
la conciencia negra.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
TENDENCIAS GLOBALES: DIÁSPORA AFRICANA Y NECESIDAD DE
INCLUSIÓN.
Este capítulo parte de la reflexión sobre la situación actual de la diáspora africana y su
interrelación con el desarrollo y la cultura, para orientar y prospectar agendas públicas
nacionales y/o regionales.
Movimiento mundial de la diáspora africana: poder, solidaridad y
encuentro
El papel de África en el mundo, cómo se ve y cómo se proyecta. En este espacio se
reflexionó cómo la globalización ha afectado el estado socioeconómico y cultural de las
poblaciones afrodescendientes en los países Iberoamericanos. Las posibilidades de
colaboración y de intercambio de la diáspora africana con el continente originario,
establecer puentes entre África y su diáspora y plantear las características, evaluar las
acciones de los diferentes países acerca del tema de los afrodescendientes.
Ndioro Ndiaye
Directora Adjunta de la OIM.
Perfil: Nació en Bignona (Senegal) el 6 de noviembre de 1946. Realizó estudios de
secundaria en Francia, y de medicina en las Universidades de Dakar (Senegal),
Bordeaux y París VII Garancière (Francia). En 1988 fue nombrada por el Presidente de
la República de Senegal como Ministra de Desarrollo Social. En 1990, UNICEF la invitó a
ser parte de la organización de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia. Allí, propuso
que los países ricos considerasen la reinversión de la deuda que tenían los países
pobres en programas destinados a la infancia. Como Presidenta de la Quinta
Conferencia Regional de Mujeres Africanas, contribuyó a la preparación de la Cuarta
Conferencia Mundial de las Naciones Unidas para la Mujer, celebrada en Beijing, China
en 1995. En su calidad de miembro fundador del Comité Científico para las Mujeres y
el Desarrollo, creó en la década de los noventa la ONG “Red de Mujeres Africanas
Líderes a favor de la Paz y el Desarrollo”, de cuya coordinación se encargó hasta su
elección en la OIM.
DIÁSPORA AFRICANA
En América Latina varias culturas se unieron como resultado de un proceso doloroso e
inhumano. El comercio de esclavos ha sido la mayor tragedia en la historia de la
humanidad, por el tamaño y por el tiempo que duró: alrededor de tres siglos. Fue un
periodo muy largo y duro. Esto incluyó la migración forzada de contingentes de
millones de africanos, principalmente de lo que ahora es el Congo, Liberia y la isla de
Gorée en Senegal mi patria. Gorée fue uno de los centros a partir de la cual los
africanos fueron traídos a las Américas. Hoy en día la isla de Gorée y la de Cartagena han
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
sido seleccionados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y muchos lugares en
ambos sitios recuerdan la vergüenza de la esclavitud en la historia universal. Cartagena fue el
principal puerto caribeño de la trata transatlántica de esclavos desde el siglo 16 hasta
el comienzo del siglo 19, sin embargo, en su honor, la resistencia a la esclavitud en
Cartagena fue permanente. Cartagena es un testimonio de lucha por la libertad. Los
esclavos que lograron escapara de Cartagena fueron llamados cimarrones, como los
indios que lucharon contra los colonialistas. La historia de estas rebeliones en
Colombia se ha denominado la guerra de las galaxias cimarrón. Cuando los cimarrones
escapaban, se agrupaban en los campamentos, en donde crearon vallas protectoras,
estos asentamientos humanos se conoce como Palenques.
Hoy quiero recordar y rendir homenaje a San Basilio de Palenque, una comunidad que
aún conserva sus raíces, tradiciones y valores. San Basilio nos proporciona un sentido
de la valentía y la fortaleza de sus antepasados. Esa lucha y otras más, dieron lugar a la
definitiva abolición de la esclavitud en Colombia a mediados del siglo XIX. Hoy en día
las tradiciones africanas continúan influyendo en la vida en las Américas.
La diáspora es el recuerdo vivo. Aunque dispersos y dispersas, los afrodescendientes
lograron conservar sus tradiciones en un mundo nuevo, a lo largo de las Américas,
donde fueron llevados: los aspectos de su lengua, la religión, la sensibilidad artística, y
otros elementos de la cultura sobrevivió. La influencia de África está siempre presente
en el hacer cultural de América Latina y sin duda ha desempeñado un papel
importante, vital, pero a menudo pasado por alto. Olvidando su rol.
Se calcula que hay 150 millones de descendientes africanos en América Latina, según
el Banco Mundial en 2006, pero la atención internacional para los descendientes de
África es mucho más reciente, realmente sólo comenzó a despegar en la presente
década, con los preparativos para la Conferencia Mundial contra el Racismo en 2001.
Hay una fuerte necesidad de compromiso por parte de la comunidad internacional
para hacer frente a las necesidades de desarrollo de los afro-descendientes.
En las dos últimas décadas, América Latina ha realizado avances en términos de de
crecimiento económico sostenido, en el aumento de renta media y la disminución de
los niveles promedio de las tasas de mortalidad infantil, la región todavía enfrenta
cierto nivel de desigualdad racial y la discriminación que afecta a los aspectos de la
vida económica y social. Es necesario desarrollar proyectos dirigidos a la comunidad
afrodescendiente para hacer frente a las desigualdades en la educación, la salud y la
creación de empleos. En particular, las mujeres son cruelmente afectadas por las
desigualdades.
De hecho las mujeres afrodescendientes son discriminadas en el sector laboral debido
a una suma de diferentes factores: el género, la etnia y la pobreza. También tienen
poco acceso a la educación superior. Un buen punto de partida para hacer frente a la
problemática de los afrodescendientes , son las necesidades de las zonas descritas en
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), creado en 2000 y aprobada por
unanimidad por 189 líderes mundiales mediante la Declaración del Milenio.
A pesar de la falta de información precisa sobre la población descendiente de africanos
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
y sus necesidades, los gobiernos están cada vez más comprometidos con la
recolección y análisis de datos sobre la situación de los afro-latinoamericanos. Países
como Colombia han empezado a tomar medidas normativas y jurídicas para responder
a estos desafíos. También en Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de
Estadísticas (DANE) incluye en el censo nacional un componente étnico basado en la
auto-identificación, que ayuda a iniciar la cuantificación de los afrocolombianos y otros
grupos étnicos.
Es alentador que en Colombia, muchos afrodescendientes están accediendo a puestos
públicos, con oportunidades para realizar proyectos de desarrollo. El caso del
nombramiento de la Dra. Paula Moreno Zapata lo confirma. Confiamos en que la
representación política creciente de los afros en general, y de las mujeres afro en
particular, contribuya a impulsar la agenda de cooperación internacional.
En América Latina, se debe ampliar el acceso de las mujeres afro a la tierra, al agua, a
la salud, a la financiación y a las nuevas tecnologías. El acceso de los afros a los
servicios debe mejorarse. Viven en condiciones socioeconómicas que impiden o
limitan el acceso a la salud reproductiva y sexual. Se reconoce el esfuerzo de Colombia;
reconocimiento político de la existencia de comunidades afro. En América Latina,
Colombia ocupa el segundo lugar de población afro, después de Brasil. En Colombia
los afrodescendientes viven principalmente en regiones como Urabá, la Costa Pacífica,
la Atlántica, y los centros urbanos como Cali, Cartagena, Medellín y Bogotá. Por lo
general, en las áreas habitadas por población afro hay poco desarrollo. Debe brindarse
mucho apoyo por parte del gobierno nacional y la comunidad internacional.
El tema de la migración es uno de los asuntos principales en la Agenda Internacional.
La diversidad se reconoce como un activo en la globalización. Existen retos en
sociedades multiétnicas. Hay que asumir el reto de la migración. Debe prestarse una
atención especial a las mujeres. Para aprovechar los recursos, hay que lograr que
estas personas salgan de la pobreza. La cultura debe estar ensalzada al esfuerzo
económico. Es importante incluir la cultura en la solución de la pobreza.
Agustín Lao Montes
Profesor Universidad de Massachusetts.
Perfil: Es profesor de sociología en la Universidad de Massachusetts en Amherst,
donde está afiliado al postgrado en Estudios Afro americanos y además es investigador
en el Centro de Estudios Latino/Americanos y del Caribe. Entre sus áreas principales de
investigación y docencia se cuentan: la descolonización crítica, la sociología históricomundial, los estudios culturales, la sociología política (especialmente los temas de
estado y movimientos sociales), los estudios críticos de raza y etnicidad, la crítica y
política feminista, y los estudios urbanos. Ha publicado varios libros y una cantidad
nutrida de artículos en estos campos. Es miembro de la Red-Instituto por la
Democratización Global (NIGD), el Observatorio Control Interamericano por Derechos
de Migrantes (OCIM), el Consejo Hemisférico del Foro Social Mundial, y del colectivo
colonialidad / modernidad / decolonialidad. Actualmente trabaja en dos proyectos de
libro, un volumen co-editado a titularse "Constelaciones Globales de Poder y Futuros
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Insurgentes" y un manuscrito "Diásporas Afro-Latinas: Movimientos Negros y Políticas
Etno-Raciales en las Américas".
APODERAMIENTO, DESCOLONIZACIÓN, Y DEMOCRACIA SUSTANTIVA: AFINANDO
PRINCIPIOS ÉTICO-POLÍTICOS PARA LAS DIÁSPORAS AFROAMERICANAS DE CARA A
LOS DESAFÍOS DEL MILENIO
“El problema del siglo XX es el problema de la línea de color”, declaraba a principios
del siglo pasado el eminente intelectual Afroamericano WEB DuBois. Dicha celebrada
máxima probo ser profética y reveladora tanto de la centralidad de la cuestión racial y
del problema del racismo en los dramas principales de la época, como de la
importancia protagónica de la agencia histórica de los pueblos y poblaciones Africanas
y Afrodescendientes en los desarrollos más importantes del mundo moderno sobre
todo en las gestas fundamentales por la libertad y la igualdad que son los valores
orientadores de cualquier proyecto de justicia y democracia. Hoy, en los umbrales del
siglo XXI, luego de las luchas de independencia que lograron la descolonización formal
de África y el Caribe, posteriormente al movimiento de los 1960s-70 por los derechos
civiles y el poder negro cuyo eje fue en los Estados Unidos pero que tuvo envergadura
e influencia histórico-mundial, y después de la conferencia mundial en contra del
racismo y otras formas de discriminación celebrada en Durban, Suráfrica en el 2001; la
cuestión étnica y el problema de la desigualdad y discriminación racial todavía se
cuentan entre los retos principales para un proyecto de sociedad donde primen la
equidad real y la democracia sustantiva.
En esta presentación intentare abordar la pregunta principal que se me hace para este
panel inicial que es; cual es el poder de la diáspora hoy en las Américas?; desde una
óptica tanto histórica como global. Esto implica revisar nuestra memoria histórica
colectiva y la definición misma de diáspora. Hay dos ángulos principales desde donde
dirigir dicha mirada que juntas dibujan dos historias entrelazadas, una de dominación y
opresión en relación a otra de apoderamiento y liberación. La palabra griega diáspora
significa dispersión lo que evoca una larga historia de desarraigo, destierro,
desplazamientos forzados, y sobre-explotación. En este sentido las historias que
construyen y los hilos que atan a la diáspora Africana como una población
transnacional están directamente relacionados a la institución de la esclavitud y la
permanencia luego de la abolición de desigualdades en la distribución de riqueza,
exclusión social y política, y desvalorización cultural de los sujetos Africanos y
Afrodiasporicos. El duro drama del desplazamiento forzado que viven cotidianamente
un porciento considerable de los Afrocolombianos es signo de continuidad con un
largo proceso de dispersión y destierro que comenzó con la trata esclavizadora y que
continua hasta hoy día como resultado de una pluralidad de procesos (guerras,
genocidios, crisis económicas y ecológicas) que crearon una condición estructural en el
sistema-mundo moderno que mantiene a África como un continente en perpetua
pobreza a pesar de sus inmensas riquezas humanas y de recursos, y a la mayoría de los
Afrodescendientes en una situación de desigualdad económica, discriminación racial y
cultural, y falta de poder político. Considero importante el resaltar estas conexiones
con África que no son simplemente culturales sino que más bien apuntan a la relación
entre la inclusión subordinada (o dependiente) del continente Africano a los poderes
imperiales occidentales que el intelectual Caribeño Walter Rodney analizo en su libro
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Como Europa Subdesarrollo a África, con el largo camino de sobre-explotación y
desigualdad económica desde la esclavitud de plantación hasta hoy día en situaciones
tales como la de los trabajadores de la caña que ahora están en huelga en el Valle del
Cauca. En resumen, esto es lo que llamamos racismo estructural, el cual también tiene
sus dimensiones institucionales y cotidianas como veremos luego. Pero la diáspora
Africana también se puede visibilizar desde otro ángulo, de lo contrario solo nos
veríamos como víctimas y no como creadores y hacedores de historia.
En esta otra genealogía de la modernidad que hemos llamado de diferentes maneras
desde contar historias desde abajo hasta la historiografía desde la perspectiva de los
subalternos; la diáspora Africana es una de las fuentes mayores de creación cultural, y
de democratización de la sociedad, la economía, y la política. En esta narrativa alterna
que constituye la diáspora Africana como una “contracultura de la modernidad” (para
usar la expresión del Afro-Británico Paul Gilroy) hay momentos claves como los fueron
la revolución Haitiana de cambio de siglos 18 al 19, donde el accionar de las y los
Afrodescendientes ocuparon el escenario central de cambio a nivel no solo local pero
también a escala mundial. Las gestas libertarias de los cimarrones, de los esclavizados
en las plantaciones, liderados por grandes figuras como Toussaint Loverture que el
intelectual Afro-Caribeño CLR James denomino como “Jacobinos Negros”; encabezaron
la revolución social más profunda de la época ya que abogo a la misma vez contra el
colonialismo y la esclavitud, y a favor de la construcción de una nueva nación con
ciudadanía plena para los Afrodescendientes. Esto implico una profundización del
proyecto democrático de la revolución Francesa a la par con una visión y una práctica
propia de libertad acunada al fragor de las luchas por la emancipación. Esta suerte de
localizar las luchas y las creaciones culturales de los Afrodescendientes tanto en el
centro de los escenarios nacionales y regionales como mundiales es una de las tareas
principales de los que le llamamos la descolonización de nuestra memoria histórica
desde un punto de vista Afrodiasporico. En este sentido la diáspora Africana es una
formación de pueblos a partir de cómo decía DuBois una doble conciencia por un lado
nacional y por el otro Afrodiasporica.
Dicha descolonización requiere nada más y nada menos que revisar a fondo como
vemos y entendemos los momentos críticos, quienes son los actores principales y las
historias que cuentan y se deben contar, y cuáles son las fuerzas que mueven e l
pasado y el presente, y por ende cuales son los horizontes posibles para el futuro. Dos
hitos fundamentales para entender el significado histórico-mundial de África y la
diáspora Africana en el periodo posterior a la segunda guerra mundial son los
movimientos de liberación nacional de los 1950s-1960s en el continente Africano y el
Caribe, y el movimiento por los derechos civiles y el poder negro de los 1960s-1970s
cuyo eje de acción fue en los Estados Unidos. Los llamados movimientos por la
liberación nacional de África y el Caribe le dieron fin al colonialismo político formal de
los imperios europeos, y cultivaron ideales de independencia política y económica,
junto con una búsqueda de unidad y orgullo cultural pan-Africano. En este contexto se
forjo un nuevo pan-Africanismo del cual quiero resaltar sus voces y propuestas más
críticas y lucidas que aun siguen vigentes, como la tesis de Amilkar Cabral sobre la
necesidad de fomentar una cultura de la liberación, la distinción que estableció Franz
Fanon entre mera independencia nacional y verdadera liberación nacional, y el análisis
de Kuame Kruhmah sobre el peligro del neocolonialismo (tanto económico y político
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
como cultural) luego de la descolonización formal. En el terreno de lo cultural cabe
destacar los encuentros entre África y Afroamérica como los realizados en Senegal en
1963 y en Argelia en 1975 que fueron parte de una suerte de re-identificación entre el
continente Africano y la diáspora cuyos frutos todavía los vemos en la reciente
resolución de los países Africanos declarando la diáspora como quinta región de la
unión Africana. Pero sin dejar de reconocer la enorme importancia de las
independencias formales de África y el Caribe, es también importante señalar que los
problemas de hambrunas, genocidios, y desigualdades crasas que vive el continente
Africano hoy día son en gran medida resultado tanto de los legados coloniales como de
elementos significativos de continuidad en la dependencia económica estructural en
conjunto con la subordinación política a los poderes occidentales. Para añadir insulto
a la injuria, esta situación alimenta que el imaginario racial occidental todavía
considere África como un continente atrasado y primitivo en relación a los ideales
desarrollistas que emergieron como criterios de modernidad desde final de los 1940s.
Este patrón global de desigualdad económica, política, y cultural, que tuvo inicio
alrededor de 500 años, y que en la región del Caribe luego de la independencia se
convirtió en subordinación relativa al poder imperial del estado y el capital de los EE
UU, lo denominamos junto con Aníbal Quijano como colonialidad del poder. Debido a
la tenaz permanencia de dicho patrón de poder, a pesar de todas las luchas y todos los
logros de los movimientos Africanos y Afrodiasporicos, hoy todavía buscamos realizar
el proyecto inacabado de la descolonización.
Otro gran hito histórico para analizar y evaluar el poder de la diáspora Afroamericana
hoy día son los movimientos negros de los 1960s-1970s. Nos atrevemos decir con
certeza que la constelación de movimientos sociales de los 1960s-1970s (feministas,
ecológicos, indígenas, Afroamericanos, estudiantiles, obreros) constituyeron la mayor
ola de cambio en la historia moderna. El movimiento negro en los Estados Unidos fue
una de los pilares de aquel momento no solo de protestas sino también de propuestas
vivas que todavía gozamos de sus efectos por ejemplo en la democratización de las
relaciones de género, y el desmantelamiento de los regímenes de segregación racial
legalizada primero en el sur de los Estados Unidos y luego en Suráfrica. Especialmente
en la coyuntura de envergadura histórico-mundial entre finales de los 60 y principios
de los 70 el movimiento negro de los EE UU elevo su liderato en la ola de cambio a
nivel global y llego así a tener un papel principal en abrir caminos hacia la equidad
racial y la ciudadanía plena de los Afrodescendientes en varios frentes incluyendo
reformas legales y legislativas como las leyes contra la discriminación y medidas de
justicia reparativa como los programas de Acción Afirmativa. También se abrieron
surcos en el campo de la política electoral y esto junto al crecimiento de las capas
medias de Afrodescendientes promovidas por las mejoras relativas en educación y
empleo, tuvo como resultado un aumento significativo en la cantidad de legisladores,
alcaldes, y comisionados negros. Para calibrar el estado de poder de la diáspora
Afroamericana es necesario analizar esta nueva clase política Afro-estadounidense
tarea que transciende los límites de esta presentación. Sin embargo, debemos decir
que la candidatura presidencial de Barack Obama no hubiera sido posible sin la
apertura política y cultural provocada por los movimientos negros de los 60 y 70. Por
otro lado, el crecimiento de las capas medias y la clase política Afroestadounidense fue
acompañado por un aumento en la brecha con las clases trabajadoras y sectores
socialmente marginalizados de la población negra. Esta bifurcación de clase al interior
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
de la población Afro se profundizo con las políticas neoliberales que desde el gobierno
de Reagan insisten en achicar el gasto social en áreas como vivienda y educación y
privatizar servicios básicos en su ofensiva contra el estado benefactor. Esto a su vez
vino acompañado por una campana neoconservadora contra las políticas de equidad
racial incluyendo las Acciones Afirmativas y las leyes y medidas contra la
discriminación Dichas políticas son sustentadas por una ideología racial que declara el
fin del racismo y la existencia de una sociedad inclusiva libre de color en los EU. Sin
embargo, La persistencia de las desigualdades raciales no solo en lo económico pero
también en lo político y en las experiencias de discriminación cotidiana es un hecho
patente del cual dan testimonio tanto las mayorías Afrodescendientes, Latinas,
Asiáticas, e Indígenas, como las estudios de las ciencias sociales. Pero lo que el
sociólogo Bonilla-Silva irónicamente llama racismo ciego al color es legitimado por el
ascenso relativo a la rama ejecutiva del estado imperial de un sector neoconservador
Afro cuyas figuras más visibles son Colin Powell y Condolleza Rice. Aquí un tema clave
que quiero presentar para la discusión es la relación entre el estado, la política
electoral, y los movimientos sociales Afrodiasporicos. Mi argumento es que por un
lado es necesario tener representación en el estado y participar en la arena electoral, a
la vez que debemos mantener movimientos sociales con autonomía y poder propio
para abrir espacios no-estatales de vida cultural y desarrollo económico mientras
empujamos al estado y a nuestros representantes a realizar políticas de equidad racial
y justicia social.
Luego de la ola de cambio de los 60s y 70s, en los EU hubo un descenso relativo de la
política de movimientos sociales en relación a la política de estado y partidos. En
contraste, desde finales de los 1980 en América Latina hubo una emergencia notable
de los movimientos sociales Afros e Indígenas. Caracterizamos esto como un giro hacia
el Sur en el eje principal de los movimientos Afroamericanos que finalmente saca de la
invisibilidad a los 150 millones de Afro-Latinos que permanecían fuera tanto de los
mapas culturales y políticos de América Latina como de las representaciones AngloNorteñas de la Diáspora Africana. Hay una larga historia de organización de las
diásporas Afro-latinoamericanas y cabe decir que este año en Cuba se conmemora el
centenario de la fundación del primer partido político explícitamente Afro en las
Américas, el Partido Independiente de Color del 1908. En el ámbito cultural e
intelectual cabe destacar la revista Afroamérica publicada en México en el 1940 y que
reunió intelectuales de Brasil, el Gran Caribe, América Latina, y los EU. Sin embargo, la
efervescencia de movimientos sociales Afro autónomos en espacios locales y
regionales que culminaron en el tejer redes nacionales y hemisféricas con capacidad
de convocatoria y de influir en los escenarios de poder es un desarrollo nuevo que dio
frutos a principios de los 1990s. No hay espacio para analizar los porque, pero
queremos destacar tres momentos claves comenzando por la campana en 1992 contra
la celebración de los 500 años de mal llamado descubrimiento de America la cual
facilito la organización tanto de comunidades Indígenas como de Afrodescendientes.
Ese mismo año se organizo en la RD la Red de Mujeres Afro-Latinoamericanas y
Caribeñas, expresión dual tanto del surgimiento de una nueva ola de feminismo en la
región como también de la agencia de las mujeres negras en levantar la cuestión racial
en el ámbito feminista y más allá. El segundo momento es particularmente en
Colombia entre la nueva constitución del 1991 que declara la nación plurietnica y
multicultural, y la Ley 70 de 1993 que reconoce derechos colectivos de propiedad de la
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
tierra con autogobierno de los consejos comunitarios, representación política y etnoeducación a la ciudadanía Afrocolombiana, siendo así una pieza legislativa sin
precedentes y aun sin paralelos que luego influyo en el resto de la región. Lo otro es lo
que le llamamos el proceso y la agenda de Durban, es decir las redes transnacionales
como la Alianza Estratégica Afrodescendiente que se crearon organizando hacia la
conferencia mundial contra el Racismo en Durban, Suráfrica en el 2001, la conferencia
de Durban en sí, y sus consecuencias para las políticas de los gobiernos y los
movimientos. Este es otro gran tema que vamos a discutir a fondo en este encuentro,
pero quiero destacar dos cosas: primero que América Latina ha probado ser la única
región del mundo donde la mayoría de los gobiernos se declaran a favor de la agenda
de Durban y segundo que el programa de Durban también ha servido de plataforma
parcial a las luchas contra el racismo y por la equidad racial de los movimientos negros
de la región. El proceso de Durban abrió un continente histórico para la justicia racial
en América Latina. Un producto importante es la institución de oficinas y ramas
estatales a favor de la equidad racial en una serie de países, cuyo ejemplo más
avanzado es el Ministerio de Equidad Racial de Brasil que ha elevado el asunto a nivel
de gabinete ejecutivo y que trabaja el tema racial como eje transversal con otros
ministerios como los de educación, salud, y cultura. Propongo para nuestra discusión
que en este renglón Brasil debe servir de ejemplo para la región. Como resultado del
accionar de los movimientos tenemos una serie de logros incluyendo haber elegido
legisladores Afro en varios países y el organizar un Parlamento Negro en las Américas
cuya presidenta Epsy Campbell esta aquí con nosotros. Otro ejemplo a seguir es el
Observatorio contra la Discriminación Racial de la Universidad de los Andes y el
Proceso de Comunidades Negras que acaban de ganar un histórico caso contra la
exclusión racial en una discoteca en Bogotá. Sin embargo, nuestros logros no nos
deben cegar a ver y analizar los graves problemas y grandes retos que aun
confrontamos.
Recordemos que el Banco Mundial aun muestra a las poblaciones
Afrolatinoamericanas con los más altos niveles de pobreza, a lo cual le podemos añadir
los más altos niveles de encarcelamiento y las tasas menores de educación superior.
Este racismo estructural revelado por la tenacidad de la desigualdad socio-económica
también se expresa en una experiencia cotidiana de violencia causada tanto por el
deterioro del tejido social en los barrios urbanos como por la pérdida de tierras de los
campesinos y sobre-explotación de los trabajadores rurales lo cual es exacerbado por
las políticas neoliberales que promueven proyectos de mega-desarrollo y tratados de
libre comercio. Si a esto sumamos el resto de muertes y desplazamientos forzados en
situaciones de conflicto armado, completamos el cuadro de una condición de
rediasporización en el sentido de destierro y dispersión violenta. En vista tanto de los
logros como de las limitaciones, concluiré enumerando lo que entiendo son cinco de
los retos y contradicciones mayores de hoy día, seguidos por cinco de las áreas y
propuestas principales de trabajo para la agenda Afrodescendiente que hemos de
discutir y definir en este encuentro. Presento estos con una visión crítica en el buen
sentido de ver contradicciones, limitaciones, y posibilidades, de identificar tanto
obstáculos como vías de transformación. Los cinco retos son los siguientes:
1. En vista de la crisis económica en el capitalismo mundial que efectivamente ha
dado un golpe de gracia al modelo neoliberal de globalización, con las
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
2.
3.
4.
5.
implicaciones en términos de desempleo masivo, presiones fiscales a los
estados acompañados por disminución del salario social y aumentos en las
desigualdades sociales; en este momento crítico de transición en el orden
global, cuales son los proyectos de cambio histórico y los paradigmas de
desarrollo que hemos de diseñar y realizar?
La cuestión de los paradigmas de desarrollo también se relaciona a los
proyectos de vida, lo que cosmovisiones indígenas le llaman el “buen vivir”, en
vista de una crisis ecológica ejemplificada en el calentamiento global que pone
en peligro la estabilidad del planeta, y de la crisis agrícola que apunta hacia el
aumento del hambre. Aquí dos temas claves son las economías étnicas y
populares de armonía ecológica y la soberanía alimenticia, ambos pilares del
etnodesarrollo afrodescendiente e indígena.
El tercer reto es en relación a la escalada de un entramado de formas de
violencia (domestica, social, política, militar) a todo nivel desde los barrios
hasta guerras y genocidios masivos como en Darfur y Rwanda, que también
constituyen el racismo estructural en los que DuBois llamo las razas obscuras
del mundo y que Fanon denomino como “los condenados de la tierra” son los
que sufren más sus consecuencias
Todo esto se relaciona a la persistencia del Racismo en sus tres dimensiones:
estructural, institucional, cotidiano a la vez prima la ideología de su negación
(el llamado racismo ciego al color)
Esto a su vez apunta a una contradicción importante en el poder y la fuerza de
la diáspora donde por un lado tenemos mayor representación política en los
estados y mayor reconocimiento relativo de nuestra identidad y cultura, a la
vez que hoy se profundiza la marginalidad económica, el desplazamiento, y la
violencia en la experiencia de las mayorías Afrodescendientes.
Ahora quiero señalar cinco principios y áreas de trabajo para nuestra agenda colectiva:
1. El primer principio es que hay una relación fundamental entre la equidad racial
y la democracia sustantiva. En contraste a democracia en el sentido
meramente formal (es decir solo como una cuestión de discurso y
procedimiento), la democracia sustantiva implica identificar las desigualdades
sociales y sus raíces, elaborar políticas públicas a favor de la equidad, y facilitar
el proceso de apoderamiento de los sujetos y sectores subalternizados y
excluidos. Esto supone una correspondencia entre la democracia económica,
cultural, racial, sexual y política, y en políticas públicas implica una coordinación
entre las políticas económicas, culturales, raciales, y educativas.
2. Esto me lleva al segundo punto que es en relación al área de las políticas
culturales. Es interesante observar que hasta hace poco tuvimos tres ministros
de cultura Afro en la AL (Paula Moreno en Colombia, Gilberto Gil en Brasil, y
Antonio Preciado en Ecuador).
Los más escépticos dirían que son ministerios menores sin mucho poder y
presupuesto pero el asumir la cultura como recurso (para usar la expresión de
George Yudice) para el desarrollo económico, para la redefinición del espacio
nacional como un escenario inter-cultural, para la democratización de la
ciudadanía misma y de todas la instituciones en aras de una verdadera
democracia intercultural donde la identidad este basada en la diferencia es un
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
pilar fundamental de cualquier horizonte de justicia social y democracia
sustantiva. Aquí una tarea prioritaria es dilucidar y negociar la relación entre
las políticas culturales de las comunidades y movimientos sociales con las de los
estados.
3. La tercera área que propongo para la discusión es en relación a los paradigmas
de desarrollo, tema que ya mencione pero que quiero recalcar que hay
cosmovisiones y prácticas de desarrollo en nuestras comunidades que han sido
conceptualizadas y convertidas en paradigmas explícitos de etnodesarrollo
auto-sostenible, ecológicamente armónico, y basado en nuestras formas de
convivencia, re-distribución, y autogobierno. En este momento de crisis se
abren posibilidades de cambio que realzan la importancia y viabilidad de dichas
prácticas y propuestas de desarrollo.
4. El cuarto punto es la necesidad de combinar políticas universales como el
derecho a un salario justo y a la educación pública con políticas etno-raciales
como las Afroreparaciones y Acciones Afirmativas. Existe un falso debate entre
las políticas de igualdad universal y las políticas de reconocimiento de la
diferencia étnico-racial y cultural. Pero por un lado la equidad étnico-racial
requiere de políticas sociales y económicas a favor de la distribución de bienes
y recursos, y por otro lado la realización de los ideales democráticos de
igualdad y ciudadanía plena requieren del reconocimiento, la valorización y el
apoderamiento de las diferencias excluidas.
5. La quinta área es el frente legal y político. Reunidos en Colombia, pionera del
cambio legal con la constitución del 1991 que declaro el país pluriétnico y
multicultural, y con la ley de derechos de los Afrodescendientes en el 1993, es
preciso reflexionar sobre los avances y limitaciones de los cambios legislativos.
Como efectuar la democracia inter-cultural que se declara
constitucionalmente? Como defender los logros, realizar el potencial, y
extender la cobertura de la ley 70 a pesar de la continuidad del destierro y la
rediasporizacion? También, como realizar y extender el programa de Durban
contra el racismo. Sugiero que todo esto supone una estrategia multifacética
de apoderamiento colectivo donde por un lado se promuevan los niveles de
organización y autonomía de los movimientos negros y las comunidades
Afrodescendientes, y por otro lado aumenten las influencias y las formas de
representación en los estados. Es decir, un camino de la visibilidad al
apoderamiento y de la representación al poder colectivo.
Para concluir quiero recordar que en el 1977 en Cali se celebro una reunión histórica,
el Encuentro de Culturas Negras de las Américas en los albores de una gran ola de
movimientos de Afrodescendientes en América Latina. Espero que aquí siguiendo esta
tradición podamos continuar abriendo surcos para el apoderamiento de la diáspora
Afroamericana y la descolonización del poder y el saber. En este sentido entendemos
la integración como un quehacer de articular la diáspora de reunir sus múltiples
fragmentos a partir y en aras de un proyecto de descolonización en el sentido amplio
de descolonizar la memoria, el imaginario, la educación, la economía y la cultura, lo
que significa reinventar la nación y redefinir el estado, es decir para la construcción de
una democracia sustantiva y una sociedad equitativa. Estos son los principios éticopolíticos que sugiero y que son fruto de un largo proceso de agencia histórica y
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
apoderamiento de las personas y los movimientos de África y su diáspora. Esta era la
visión de DuBois su espíritu está inscrito en el plan de Durban contra el racismo.
Termino diciendo que la mayor fuerza de la diáspora radica en el apoderamiento, es
decir en asumir el poder propio y construir nuevas formas de poder colectivo. En este
sentido, descolonizar el poder significa crear formaciones de poder sin dominación,
por que como postula el filosofo Enrique Dussel, el fundamento del poder es la
afirmación misma de la vida. Por eso el poder principal de la diáspora siempre ha sido
su visión y su práctica de alegría y esperanza a pesar de los pesares, re-naciendo aun
desde las cenizas como el ave Fénix para re-existir y re-vivir más allá del reino de la
supervivencia y la resistencia, en el Palenque Cósmico de la libertad, el deseo, y la
rumba.
Ashe
Los desafíos del desarrollo para la población afrodescendiente en el
mundo
Se necesita fomentar la cooperación entre países en el marco de la cultura como
medio o instrumento de desarrollo. Por lo tanto, se analiza la interacción entre cultura
y desarrollo. El objetivo fundamental es proponer mecanismos y esquemas de
cooperación sobre acciones que potencien vínculos y sinergias específicas, en el marco
de una agenda de etnodesarrollo.
Mensaje del Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Sr. Luis Alberto
Moreno, leído por la Gerente del Sector Social del BID, Sra. Kei Kawabata.
Buenos días a todos. Lamento mucho no poder estar presente hoy en la ciudad de
Cartagena en este importante evento, pero sé que estaré bien representado con la
Gerente del Sector Social, Kei Kawabata y por Claire Nelson de su equipo, y con ellas he
querido aprovechar la oportunidad y enviarles un mensaje para que lo compartan con
Ustedes durante este Encuentro Iberoamericano de Afrodescendientes de las
Américas.
Quiero enviarle un saludo muy especial a la Ministra de Cultura, Paula Marcela
Moreno, y comenzar felicitando a la comunidad afrocolombiana por sus esfuerzos
hacia una mejor organización y coordinación interna, y por haber iniciado en esta
misma ciudad de Cartagena de Indias, hace 5 años (una serie de conferencias
institucionales en pro del progreso de las comunidades afrocolombianas.
La comunidad ha asumido una actitud proactiva y constructiva en pro de su inclusión,
de la que he sido testigo desde que estaba de embajador en Washington; a estas
iniciativas - motivadas principalmente por el llamado de las Naciones Unidas durante la
conferencia mundial contra el racismo en agosto del 2001, en Durban - se deben
muchos de los avances de los últimos años, tales como el CONPES 3310, las alianzas
con el Black Caucus del Congreso de Estados Unidos, las partidas especiales dentro del
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Plan Colombia y la movilización de otros recursos a través de la cooperación
internacional.
La importancia de la inclusión social de las comunidades afrodescendientes radica en
que estos grupos representan entre el 25 y el 30% de la población colombiana, y entre
el 30 y el 40% de toda la población de la región (siendo Brasil y Colombia los países con
los asentamientos más grandes). Estoy convencido que su inclusión social es un
catalizador del crecimiento y la cohesión social para nuestros países.
He dicho varias veces que no existen fórmulas mágicas ni atajos hacia el desarrollo. Si
bien promover inclusión social no es la excepción, creo que es importante capitalizar
sobre los puntos en los que hay consenso, ponerlos sobre la mesa y utilizarlos como
brújula y continuar con esfuerzos organizativos locales, y la construcción de alianzas
con países de la región y la comunidad donante.
Asimismo, debemos identificar oportunidades estratégicas y coyunturas para
promover enfoques inclusivos. Es necesario fortalecer a los gobiernos locales de las
zonas donde se concentran las comunidades más pobres y mejorar la focalización de
los programas sociales; y por último, identificar barreras adicionales que enfrentan los
afrodescendientes que deben ser abordadas mediante acciones afirmativas.
Como lo dije en noviembre de 2006 para la IV Conferencia Institucional de
Afrocolombianos en Medellín, los avances en términos organizativos de la comunidad
afro colombiana son enormes. Han aplicado la mentalidad promovida por el
Presidente Kennedy de reciprocidad en la ciudadanía: en donde de la mano de los
derechos vienen las responsabilidades. Es importante continuar estos esfuerzos de
cara a una mayor construcción de consensos que maximicen el impacto de las
iniciativas de cabildeo, rendición de cuentas y construcción de alianzas.
Así pues, abordar la exclusión social no sólo requiere de acciones afirmativas, de
carácter temporal y compensatorio, sino de un cambio cultural que vea la diversidad
como un activo y no como una amenaza. Por eso quisiera que pensemos hacia
adelante, con una visión estratégica, realista, pero sobretodo, orientada hacia
resultados.
Si bien el BID busca ser un gran aliado de los países en la promoción de la inclusión
social, no hay que desconocer que tiene sus limitaciones para actuar. Como muchos de
Ustedes saben, el Banco responde a las solicitudes de préstamo de los países, y los
acompaña en la implementación de proyectos de desarrollo. De esta manera, la
iniciativa y demanda viene siempre de los países.
El desafío es enorme pero no mayor que el compromiso de todos los que sabemos que
la exclusión social no da espera, y que promover el ejercicio de derechos de los grupos
excluidos de la región más que un tema de crecimiento económico, es un imperativo
ético. Antes de terminar, les reitero mi compromiso personal e institucional con la
búsqueda de oportunidades para todos los afrodescendientes. El Banco está listo para
apoyar a los gobiernos, y a oír de las organizaciones interesadas propuestas
constructivas, sólidas, enfocadas en los resultados y en la rendición de cuentas.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Mis mejores deseos para un gran encuentro y estaré muy pendiente de estar bien
informado de los resultados del evento.
Muchas Gracias.
Mensaje del Secretario General Iberoamericano, Sr. Enrique Iglesias, introducido por
la Consultora de la Secretaría General Iberoamericana, Sra. Silvia Beatriz García
Savino.
(Enviado a través de video)
Buenos días. Quiero empezar por agradecer de un modo muy especial al Gobierno de
Colombia y a su ministra de Cultura su amable invitación para participar en este
importante evento. Lamento sinceramente no estar hoy aquí presente, porque el tema
que nos ocupa ha estado siempre muy cerca de mi interés personal. Un interés que,
debo decirlo, viene de lejos, puesto que durante mi paso por el Banco Interamericano
de Desarrollo ya tuvimos la oportunidad de convertir la situación de la población
afrodescendiente en un asunto de preocupación. Incluso aquí, en esta hermosa ciudad
de Cartagena, celebramos un encuentro particular con ocasión de la Asamblea de
Gobernadores del Banco, en el que debatimos -seguramente hay algunas personas en
la audiencia que lo recuerden- la materia que hoy nos ocupa.
Creo que hay que felicitar, además, al Gobierno de Colombia por el título de este
seminario, que se centra en el desarrollo del colectivo afrodescendiente. Es muy
importante que este tema se trate, se discuta, no para crear categorías especiales porque todos somos, en definitiva, colombianos, brasileros o mexicanos-, sino
para identificar dentro de la sociedad dónde están los grupos más afectados por
los déficit sociales. Y cuando miramos a la población afrodescendiente,
particularmente en los países donde constituyen minorías, observamos que son
objeto de una clara discriminación que, de alguna manera, debe ser abordada
mediante intervenciones políticas de los Gobiernos y actuaciones del sector
privado.
No sabemos todavía con exactitud cuántas personas sufren esa discriminación,
porque carecemos de estadísticas uniformes sobre el número de habitantes
calificados como afrodescendientes. Pero, si nos basamos en los datos de la CEPAL,
que habla de ciento cuarenta y seis millones, o del Banco Mundial, que señala más
que de cien millones, podríamos establecer que en torno al veinticinco por ciento
de la población de América Latina es afrodescendiente. Y en aquellos lugares
donde son minoría, encontramos los peores índices de discriminación.
Discriminación con respecto a la salud: un elevadísimo porcentaje de la población
afrodescendiente no tiene acceso a los servicios sanitarios básicos, y eso se refleja
en aspectos tan graves como la desatención de la población infantil o la mayor
vulnerabilidad a las enfermedades.
En materia de educación, que es el gran factor de igualación social, el elemento
fundamental de apertura de oportunidades, a mí me ha tocado observar enormes
discriminaciones. El ochenta por ciento de los niños llegan a la escuela, pero en la
población afrodescendiente ese porcentaje es bastante menor. Y ni hablar de la
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
enseñanza secundaria, la enseñanza superior… Recuerdo muy bien ciertos
programas, por ejemplo, en Brasil, orientados a facilitar mediante políticas activas
la llegada de la población afrodescendiente al ciclo universitario.
Una educación deficiente significa también una deficiente capacidad de insertarse
dinámicamente en el mercado de trabajo. Cuando uno examina las estadísticas,
comprueba que las oportunidades que se abren a los afrodesecendientes son
menores que las que se presentan al resto de la sociedad. Este grupo sufre, pues,
una clara desventaja en las posibilidades de igualación social como consecuencia
de su menor acceso a la educación.
En este año que estamos, el año de la lucha contra la discriminación en todas sus
manifestaciones, considero de la máxima importancia discutir sobre este tema en
un sentido amplio, integral, como pretende ese seminario, no para crear
categorías particulares, sino, simplemente, para determinar que existen grupos en
la sociedad que padecen déficit sociales agudos.
Debo decirles que, para nosotros, el tema tiene una importancia particular, y es la
siguiente: nos encontramos en estos momentos tratando de profundizar en la
construcción de la sociedad iberoamericana. Iberoamérica es, en el fondo, el gran
mestizaje, la confluencia de tres grandes vertientes dominantes que formaron lo
que es hoy nuestra sociedad. Una son las etnias originarias, las civilizaciones que
vivían ya en América cuando llegó la otra gran vertiente, la europea,
particularmente la ibérica. A ellas se añadió, posteriormente, la importante
presencia africana, cuyo influjo se mantiene hasta el día de hoy. Estas tres grandes
vertientes formaron el gran crisol de mezclas que dio lugar a este magnífico
mestizaje que hoy tenemos en América Latina.
Si estamos comprometidos con Iberoamérica, tenemos que estarlo con las tres
vertientes. Y si una de ellas se nos queda retrasada en cuanto a su mejoramiento
en los indicadores sociales, algo hay que hacer. Cada país actuará a su manera,
buscará sus mecanismos particulares para afrontar el problema, pero en conjunto
tenemos que potenciar la sensibilidad política y social como un todo para lograr el
avance de la vertiente africana, que ha contribuido de manera muy intensa a la
formación de Iberoamérica, no sólo con la aportación de su trabajo -muchas veces
en situaciones dramáticas, como recuerda el periodo de la esclavitud en América-,
sino también con su vitalidad y sus ricos valores culturales. En la formación de ese
crisol que es Iberoamérica resulta fácil apreciar la enorme contribución cultural de
la comunidad afrodescendiente; por tanto, la sociedad en su conjunto tiene la
obligación de atacar las formas discriminatorias, para lo cual debe identificar
primero dónde están las discriminaciones y cuántos son los discriminados.
Es por eso que yo felicito a la ministra de Cultura, porque el hecho de haber
convocado este seminario, con una fuerte presencia institucional, me parece un
acontecimiento importante. Yo habría querido estar hoy aquí con ustedes.
Lamentablemente, no he podido asistir, aunque por supuesto está representada la
Secretaría en el evento. Quiero decirles que los felicito por esta linda oportunidad.
Nos sumamos con gran entusiasmo a este esfuerzo, porque estamos tratando con
uno de los desafíos que debemos enfrentar para crear una sociedad
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
iberoamericana más justa, más equitativa y con igualdad de oportunidades para
todos.
Mucho éxito y muchas gracias.
Silvia Beatriz García Savino . Consultora Secretaria General Iberoamericana. SEGIB
Intervención
Ante todo, mi agradecimiento al gobierno de Colombia por esta iniciativa y por la
invitación que cursara a la SEGIB. Estamos, como siempre, muy complacidos de estar
en estas tierras.
La SEGIB fue invitada a participar en este Encuentro en la persona de su Secretario
General, el señor Enrique Iglesias, quien lamenta muchísimo no poder estar hoy con
nosotros. Muchos de ustedes saben que los temas de discriminación y situación de los
pueblos afro-descendientes de América Latina han estado entre las preocupaciones
del Sr. Iglesias hace ya mucho tiempo. Por esa razón, grabó y envió con nosotros un
video de salutación que incluye algunas reflexiones sobre el tema que hoy nos ocupa.
Estamos aquí para presentar ese video y agregar sólo un par de comentarios.
En primer lugar, quisiera mencionar que los Jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en
la última Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar en Santiago de Chile (8-10/11/2007),
dieron mandato a la SEGIB para realizar “un compendio de la información sobre la
situación de la población afro-descendiente de Iberoamérica”. Ese mandato se ha
cumplido mediante tres actividades:
1. Se realizó una investigación sobre la cooperación bilateral y multilateral que
reciben los países de Iberoamérica y cuyas beneficiarias últimas son las
poblaciones afro-descendientes de esos países.
2. Gracias a la colaboración de la Comisión Europea, se elaboraron 3 documentos
que están a disposición de quien los requiera: “Visibilidad estadística de la
población afro-descendiente de América Latina: aspectos conceptuales y
metodológicos” escrito por Fabiana del Popolo y Jhon Anton; “Estado actual del
cumplimiento de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales de la población afro-descendiente en América Latina” de Álvaro Bello
y Marcelo Paixao; y “Organizaciones y articulaciones de los afro-descendientes
de América Latina y el Caribe” de Marta Rangel.
3. Con la colaboración de la Comisión Europea y del Bureau Regional para América
Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), la SEGIB organizó un seminario sobre esta temática en Panamá en el
mes de marzo de este año, al cual concurrieron líderes afro-descendientes de la
región para discutir, analizar y anotar los documentos mencionados en el punto
anterior.
En segundo lugar y muy brevemente, quisiera referirme a algo de absoluta actualidad:
la crisis financiera actual afectará, de manera más dura y pertinaz, a las poblaciones
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
más vulnerables de América Latina y el Caribe, entre las que se encuentran las
poblaciones afro-descendientes. Lamento ser portadora de esta mala noticia.
Como sabemos, ha habido mejoras en nuestra región especialmente desde 2003 y
2004; en efecto, a las mejoras de las últimas décadas en el acceso a la salud y, en
especial, a la educación primaria y secundaria se le debe agregar, en los últimos años,
una fuerte reducción de la pobreza y particularmente de la indigencia o pobreza
extrema. Sin embargo, ello no nos debe hacer olvidar que el número de personas
pobres (190 millones) y de indigentes (69 millones) en la región es mayor que en 1980.
Además, los avances en términos de equidad, incluyendo la distribución del ingreso,
han sido escasos, cuando no nulos, durante las últimas décadas. Un caso
paradigmático es el de la población afro-descendiente que está entre aquellos sectores
más empobrecidos, a los que en menor medida han llegado las mejoras de los últimos
años, y el que sigue sufriendo la inequidad más dura de la región.
Sólo para dar un par de ejemplos: actualmente más del 80% de los niños y
adolescentes latinoamericanos de entre 5 y 18 años están escolarizados; sin embargo,
con excepción de Costa Rica, esta cifra se reduce fuertemente cuando se miran los
indicadores de la población afro y, especialmente, de aquella que vive en el ámbito
rural. Cuando se analizan las cifras de inserción laboral y, especialmente, las de calidad
y tipo de empleo, los afros aparecen en las peores categorías de empleo con excepción
de los garífunas de Honduras.
Ahora bien, las mejoras conseguidas fueron insuficientes pero, lo que es aún peor, se
pueden revertir más o menos rápidamente como consecuencia de la crisis
internacional, producto del manejo irresponsable del sistema financiero en la mayoría
de los países desarrollados y, muy especialmente, en los Estados Unidos. Esta crisis,
que producirá un aumento del desempleo y muy probablemente de la pobreza, se
agrega al aumento de los precios de los alimentos y de la energía; si bien estos precios
han disminuido en las últimas semanas, el incremento acumulado sigue siendo
elevadísimo.
Sólo para dar una idea para el caso de los alimentos, su precio comenzó a subir en el
año 2006 pero tuvo una aceleración muy fuerte a comienzos de 2008. Si se compara
junio de 2008 con junio de 2007, en muchos países esos precios duplicaron el aumento
del nivel general de precios. Y, como se sabe, cuanto más pobre es una familia, más
intensiva en alimentos es su canasta.
Tanto el aumento de los precios de los alimentos y de la energía como el menor ritmo
de crecimiento económico previsible para los países de nuestra región para lo que
resta de 2008 y 2009, afectarán, como siempre ocurre, en mayor medida a los sectores
más vulnerables, es decir, aquellos que no tienen ahorros ni activos para hacer frente a
la crisis.
Nos tenemos que preguntar quiénes son esos sectores; bien, son las clases medias con
menores ingresos y los pobres, entre los que se cuentan las poblaciones afrodescendientes de nuestra región.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
De esta manera, si no se toman medidas compensatorias a favor de estos sectores más
desprotegidos, no es de descartar que la crisis elimine en poco tiempo las mejoras
conseguidas en los últimos 5 o 6 años. Como leí hace unos días, las crisis financieras en
el norte causan crisis humanitarias en el sur.
Ésta es la mala noticia que tenía para ustedes; es un llamado de atención, respetuoso
pero urgente, a nuestros gobernantes y a los países desarrollados. Un niño que pasa
hambre por unos meses sufrirá pérdidas irreparables. Es el momento de actuar.
Muchas gracias.
LA CULTURA COMO LA BASE DEL REENCUENTRO Y RECREACIÓN DE LA
AGENDA GLOBAL ÉTNICA
Los parámetros culturales son determinantes del desarrollo para los países
Iberoamericanos y para el avance de su población afrodescendiente. En esta sección se
discute el papel de la integración étnica en el reconocimiento de la diversidad cultural
de las naciones.
Doudou Diene. Abogado. Relator Especial sobre las formas contemporáneas de
racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia.
Perfil: (Senegal, 1941). Fue el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre Racismo,
Discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia desde el 2002-2008.
Diène posee una Licenciatura en Derecho de la Universidad de Caen (Francia), un
doctorado en derecho público de la Universidad de París, y un diploma en Ciencias
Políticas por el Institut d'Études Politiques de París.
Entre 1972 y 1977 se desempeñó como representante adjunto de la UNESCO. En 1977,
se incorporó a la secretaría de la UNESCO, donde ocupó varios cargos incluyendo
Director de la División Interamericana de proyectos culturales. Fue nombrado Relator
Especial para el racismo y temas relacionados con la Comisión de las Naciones Unidas
sobre los Derechos Humanos en agosto de 2002, en sustitución de Maurice GleleAhanhanzo de Benin.
DIVERSIDAD CULTURAL Y LA DIÁSPORA AFRICANA EN LAS AMÉRICAS
Me gustaría empezar por decir que estoy muy complacido por haber sido invitado a
este evento. Uno de los primeros países que investigué fue Colombia. Hace seis años
visité el país. En ese momento no había afrodescendientes en el gobierno. De manera
que es un placer verla a Usted señora Ministra, ocupando esta posición. Después de
muchos años caminando en la región, no sólo en la Ruta del Esclavo, sino también
como Reportero de Naciones Unidas y trabajando en asuntos del Diálogo Intercultural,
creo que la cultura es un elemento clave en este hemisferio.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
No podemos continuar nuestra discusión sin contextualizar nuestra reunión. Debemos
tener presente el contexto de esta reunión en Cartagena. Hay dos factores clave que
tienen un impacto en esta discusión. Uno es la crisis financiera. Para algunos puede
parecer lejana a nuestra discusión, pero la considero cercana porque la crisis financiera
que estamos presenciando ahora esa una de las peores consecuencias de la
globalización actual. Tengan en mente que la primera forma de globalización histórica
fue el Comercio de Esclavos del Atlántico, globalización organizada estructuralmente
porque vinculó continentes y regiones. El principal propósito fue la explotación de las
así llamadas, “nuevas tierras” (ellas no eran nuevas). Los medios de explotación
movilizaron poderes financieros, invirtiendo en embarcaciones de esclavos, en el
triángulo del comercio y el uso de población desplazada como fuerza de trabajo, como
hoy en día son usados los migrantes.
De manera que la primera globalización fue el comercio de esclavos. Quiero
recordárselo porque, desde mi punto de vista, una de las más importantes fuerzas que
ha realmente limitado el impacto negativo del comercio de esclavo, fue la cultura.
Todos sabemos que el Comercio de Esclavos del Atlántico ha sido una historia de
resistencia permanente. Los africanos esclavos, siempre resistentes, lucharon desde
las poblaciones donde fueron tomados en el transcurso de las rutas de la fuerza de los
cuerpos de África, en los barcos durante el viaje y en las Américas y el Caribe, ellos
siguen luchando.
Una dimensión de la resistencia que ha sido ignorada, incluso por muchos
afrodescendientes, es la resistencia cultural. Estoy convencido que una de las armas
más poderosas utilizadas por los esclavos ha sido la cultura. ¿Por qué? Porque el pilar
ideológico del esclavismo ha sido el racismo, esa teorización de la inferioridad cultural
y humana. Los amos solo vieron a los esclavos y a la esclavitud como una fuerza de
trabajo.
Las mujeres, niños y hombres capturados y vendidos por algunos regímenes africanos,
fueron vistos sólo como fuerza de trabajo porque por el prejuicio que existía, había
creencias muy profundas que aquellos que estaban vendiendo y llevando a través del
Atlántico no eran humanos, carecían de civilización e incluso de capacidad para pensar
su propia situación. Su propio sufrimiento era algo que ellos no podían entender. Era
parte de la construcción intelectual del racismo en la persona negra. Y este es
probablemente el punto más débil del Comercio de Esclavos del Atlántico, pero los
esclavos muy pronto se dieron cuenta que los amos, los así llamados amos, eran
completamente ignorantes, no estaban teniendo en cuenta la otra dimensión de la
esclavitud: su cultura, sus rituales y valores, todos muy humanos.
Es desde esta observación inicial que los africanos esclavizados, como saben,
observaron a los amos. Durante los cuatro siglos de esclavitud, ellos miraron a los
amos por quienes eran, lo que encontraban extraño, lo que les gustaba, lo que no les
gustaba. Y usaron el único factor que los amos no vieron para organizar la resistencia
cultural, lo que llamó la Cultura Marrona. Esa cultura se basaba en la capacidad de
creatividad inteligente de los esclavos, que por siglos de literalmente sincretizar y
transformar lo que los amos querían imponerles sin verlo.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
El poder cultural e ideológico de la época, la Iglesia Cristiana, la Santa Iglesia, dio su
bendición al Comercio de Esclavos del Atlántico. Lo único que la Santa Iglesia hizo fue
solicitar a los amos convertir a los esclavos en cristianos y a los esclavos se les solicitó,
en virtud cristiana, obedecer al amo. Al obedecer al maestro podían llegar al paraíso.
Cuando los amos demandaban a los esclavos retirarse de la inteligente resistencia de
la esclavitud, para tomar a Cristo y la Virgen María como sus nuevos dioses, los
esclavos no tuvieron posibilidad de negarse, porque si lo hacían serían asesinados.
Lo que hicieron fue transformar a Cristo y la Virgen María en dioses africanos,
literalmente los integraron a sus dioses. Les dieron nuevos nombres, nuevas
identidades, sin decírselo a los amos. Este es un ejemplo, incluso en un aspecto más
trivial. En un país como Brasil, los domingos, el amo le solicitaba al esclavo matar un
cerdo y preparar la cena para el amo y su familia. Dejaba para el esclavo los huesos y
las partes inferiores. Lo que hizo el esclavo fue tomar esos huesos y mezclarlos con
hierbas, frutas, frutos del mar, creando la Feijoada brasilera, la cual es en la actualidad
el plato nacional.
Ellos mezclaron, integraron, transformaron y una de las formas más importantes de
resistencia cultural fue la resistencia ética. Es aquí donde el rol de las mujeres esclavas
en la lucha contra la esclavitud, quienes mantuvieron la institución de la familia como
último lugar en la noche, después del regreso de los campos de algodón o las minas,
para encontrar en la familia más fuerza, para ganar humanidad. Y son las mujeres
quienes están caminando en el terreno como los hombres, quienes crearon esta
estrategia. Es por ello que la institución de la familia es tan fuerte e importante en
todo el hemisferio.
El punto que quiero resaltar es que la resistencia cultural ha sido la fuerza más
profunda para literalmente ganar, destruir esta primera forma de globalización que fue
la esclavitud. Permítanme darles un ejemplo: la Revuelta de Santo Domingo es una
revolución de esclavos que literalmente sacudió los cimientos de los sistemas
esclavistas en agosto de 1791. La Revolución de Santo Domingo sucedió sin que los
amos se percataran porque en las noches, después del trabajo en las minas y campos,
los esclavos se encontraban en los bosques a practicar el vudú y para tocar los
tambores. Los amos dejaron que los “salvajes” fueran a hacerlo entendiendo que al
otro día estarían en mejores condiciones para trabajar.
Los esclavos utilizaron esa posibilidad, esa ventana, esa ignorancia y prejuicio y
organizaron la Revolución de Santo Domingo, que sucedió en la Isla La Española, de un
extremo al otro. Durante esa época no existía el teléfono móvil, pero la revolución
comenzó al mismo tiempo en toda la isla porque se valieron de todo: los rituales de
tambores, las canciones, todo para organizar la revolución.
Estamos presenciando ahora una de las peores consecuencias de la globalización
actual, el aspecto financiero. Como sabemos, quienes van a sufrir el impacto de esta
crisis financiera son las comunidades pobres, aquellos que ya están marginalizados
social y económicamente.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Los así llamados poderes del mundo se están reuniendo en sus trajes oscuros y
camisas blancos tratando llegar a soluciones sin preguntar cuáles son sus visiones.
Como sabemos, una de las bases más importantes de la crisis no es financiera per se,
no es la manera como la gente se está comportando en los bancos e instituciones
financieras, es la falta de ética desde la perspectiva humana, la dimensión humana del
desarrollo. Es esa dimensión ética, la moral, la parte humana que ha estado ausente.
No hay duda que la dimensión humana tendrá que ser incluida en el cálculo para una
solución final de la crisis.
El otro factor que quería mencionar es Obama. No podemos seguir hablando de
diversidad ignorando lo que el factor Obama significa. Regresé de Estados Unidos hace
dos meses de mi última misión como Reportero, para investigar el estado del racismo
en ese país. Mi informe deberá estar listo a principios de 2009 y Howard Dodson fue el
anfitrión de mi reunión en Harlem con las comunidades para oír sus experiencias de
racismo.
El punto que quiero señalar es que como resultado del comercio de esclavos, estamos
viendo la posibilidad de que el país más poderoso del mundo tenga como su próximo
líder a un miembro de la comunidad afrodescendiente, lo cual es muy importante.
Sabemos que es el producto del combate de los afroamericanos por los derechos
civiles contra el racismo. Pero nos preguntamos por qué en los Estados Unidos, donde
las comunidades afrodescendientes no son tan grandes, existe este fenómeno
mientras no se presenta en esta parte del hemisferio, en Sur América.
Quiero decirles que nunca utilizo el término América Latina. La noción de Latino
implica ignorar la otra raíz de este hemisferio. Hay tres raíces: primero la indígena,
pueblos originarios que fueron asesinados; los africanos trajeron fuerza de trabajo; y
los europeos. El europeo es un latino que usado en este contexto significa ignorar las
otras dos raíces.
Este fue un paréntesis, porque la empresa del racismo, la construcción intelectual del
racismo ha sido tan profundo en este hemisferio, que lo toca todo, incluso los nombres
geográficos, el lenguaje, no sólo el color, impregnó la cultura muy profundamente.
Tiene una deuda histórica y cultura que la gente no entiende al utilizar ciertos
conceptos.
Con Obama se plantea un nuevo comienzo, no hay duda. Debemos preguntarnos por
qué esa oportunidad no existe en esta latitud del hemisferio. Un país como Brasil, que
ha recibido 14% de los africanos esclavizados; 14% en el Caribe; 10% en Estados
Unidos y 10% en otros países Suramericanos.
Esto me lleva a otro punto. Cuando nos encontramos en un evento como este, el cual
es una iniciativa fantástica del gobierno colombiano que espero sea el inicio de algo
más profundo, tenemos que revisar el concepto, porque en el programa el concepto
central es diversidad.
Revisemos lo que significa diversidad. Recordemos dos puntos centrales. Primero,
durante los siglos XVIII y XIX, cuando las primeras investigaciones se realizaron sobre la
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
noción de diversidad de las especies y el racismo comenzó con filósofos, pensadores,
científicos y la llamada “Iluminación”. Fue en este contexto intelectual, como
recuerdan, que la jerarquía del racismo fue definida.
Una de las primeras consecuencias de la reflexión intelectual sobre diversidad es la
jerarquía del racismo. Durante aquella época de investigación sobre diversidad se
hicieron dos puntos: uno, que las especies humanas están divididas en diferentes
piezas, hay diversidad; pero, dos, esta diversidad no es igual, algunas razas eran
superiores que otras por su sangre, su cultura, y por su civilización.
Fue en este contexto que toda la dinámica de salir de Europa y conquistar otras tierras
comenzó. Este punto es importante. La diversidad ha tenido históricamente
connotaciones; la diversidad usada sólo como un concepto involucra la noción de
racismo.
En segundo término, sabemos que la diversidad ha sido instrumentalizada
ideológicamente incluso por Europa en la actualidad. Si va a partes extremas, las
partes racistas que tienen agendas racistas, aceptan la diversidad pero ponen una
jerarquía entre las diferentes razas y comunidades. Es por ello que tenemos que
revisar la noción de diversidad y tratar de movernos desde la diversidad hacia la que
tenga mayor contenido moral, como pluralismo. El pluralismo es una cosa diferente de
diversidad, es un valor, es el reconocimiento de la aceptación, la promoción de la
diversidad pero dado como valor. Si toma la diversidad sola, será instrumentalizada
por cualquier fuerza política.
En este hemisferio todos los gobiernos, que han fundamentado sus políticas en los
últimos tres siglos sobre esta profunda ideología racista de la inferioridad de los
indígenas y los esclavos africanos, reconocen la diversidad. Pero la diversidad significa
que todo el mando permanece en su propio color.
Pero en lo que yo creo, señora Ministra, aquello en lo que usted anima a todos los
participantes, es ir más allá de simplemente reconocer que hay diferencias entre las
distintas comunidades. Ir más allá significa un segundo punto que quiero compartir
con ustedes.
El reconocimiento de la diversidad como un valor, no sólo como un simple hecho, ha
sido una conquista violentamente dolorosa de los esclavos, de los descendientes
africanos. Porque como dije inicialmente, su humanidad ha sido negada desde el
principio; su capacidad de reflexionar sobre su propia situación fue negada; no fueron
reconocidos como humanos. Fue sobre esta base que fueron explotados en diferentes
formas durante estos tres o cuatro siglos.
Entonces tengan presente que la diversidad no es un simple hecho que puede ser
instrumentalizado, sino un valor alrededor del pluralismo, que significa reconocer la
otra comunidad y su humanidad, reconocer y promover sus derechos. Esto es el
resultado de una conquista de tres siglos de luchas de los esclavos.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Edouard Firmin Matoko. Director Oficina de la UNESCO en Quito y Representación
para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela
Perfil: Nació en la República del Congo y es Doctor en Economía y Políticas de
Desarrollo en la Universidad La Sapienza en Roma, Italia; Postdoctorado en Ciencias
Políticas y Relaciones Internacionales, en la Universidad de Florencia Cesare Alfieri. En
su trayectoria en la UNESCO se ha desempeñado, desde 1984, en distintos cargos
importantes y ha obtenido una experiencia considerable en identificación, diseño e
implementación de proyectos de desarrollo de programas en las áreas de educación,
alguna de las cuales manejó conjuntamente con otras agencias de Naciones Unidas. Ha
contribuido al desarrollo de políticas educacionales en Derechos Humanos y
Democracia en África, Asia y la región de Latinoamérica y el Caribe, y representó a la
Organización en varios foros y encuentros internacionales. Estuvo encargado de poner
en marcha el Plan de Acción de la Organización en la década del Derecho a la
Educación en Naciones Unidas y de la implementación de las convenciones
internacionales, que incluyó el asesoramiento técnico y experiencias a los Estados
Miembros en Latinoamérica, África y Asia, y la elaboración y evaluación de políticas,
programas y currículo en esa área. Asimismo, jugó un rol significativo en el desarrollo
del Programa de Cultura de Paz de la UNESCO. A través de la supervisión del
lanzamiento de esta iniciativa en Latinoamérica y África, especialmente en El Salvador
y Guatemala, se contribuyó a reforzar las relaciones entre los distintos actores
involucrados en el proceso de reconstrucción nacional y consolidación de la paz.
LA UNESCO Y EL DESARROLLO CULTURAL DE LAS COMUNIDADES AFRO
DESCENDIENTES EN AMÉRICA LATINA Y CARIBE.
En nombre del Director general de la UNESCO, deseo agradecer sinceramente a los
organizadores de este encuentro la gentil invitación, y en particular a la Dra. Paula
Marcela Moreno Zapata, Ministra de Cultura de la República de Colombia, pues el
tema que nos convoca forma parte de la agenda de la UNESCO hace más de un
decenio, cuando en 1994 se aprobó el Programa La Ruta del Esclavo, destinado tanto a
resaltar y dignificar el legado cultural de África en las Américas, El Caribe y Europa, así
como a facilitar el diálogo entre las comunidades herederas de ese legado, con el
propósito de un mayor reforzamiento en sus actividades enfocadas a la eliminación de
las iniquidades y acciones discriminatorias, así como para conquistar el acceso al
desarrollo.
La ciudad de Cartagena de Indias, declarada por la UNESCO en 1984, Patrimonio
Cultural de la Humanidad, llegó a ser desde el siglo XVI uno de los más importantes
centros de redistribución de africanos esclavizados hacia el Caribe hispano e inauguró
además uno de los tópicos más apasionantes que marca el conocimiento profundo de
los intercambios culturales en el área y que permite hoy interpretar la diversidad
cultural de la región a partir de continuos procesos de transformación. Me refiero a la
trata transamericana y caribeña, continuadora de la trata transatlántica, pero en una
nueva e inédita red de complejidad, aun por estudiar y divulgar en todos sus matices.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Esta ciudad es hoy un espacio pertinente para colocar la Agenda Afrodescendiente en
las Américas en el centro de atención de los gobiernos, y de la toda la comunidad
internacional, para encaminar la ejecución de programas y políticas sociales y
económicos que deben estar destinadas a los pueblos marginados tomando en cuento
sus características culturales; es decir, mediante el respeto a la diversidad cultural.
El trabajo de la UNESCO, basado en las recomendaciones de los Estados miembros, se
encuentran en correspondencia con el objetivo fundamental de este encuentro. En los
años más recientes han sido aprobadas dos importantes convenciones que también
poseen un alto grado de complementariedad y que por derecho propio forman parte
de los intereses de las comunidades aquí representadas.
La CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE,
aprobada en el 2003, ha definido sus finalidades encaminadas a la protección de una
peculiaridad del patrimonio cultural relacionado con los usos, representaciones,
expresiones, conocimientos y técnicas, junto con el manejo de los instrumentos,
objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes, que las propias
comunidades, grupos e individuos reconocen como parte de su patrimonio cultural.
Este patrimonio cultural vivo, transmitido de generación en generación, es un recurso
permanente de las comunidades y grupos en función de su entorno, de su interacción
con la naturaleza y su historia, lo que contribuye a promover el respeto de la
diversidad cultural y la creatividad humana. También promueve la sensibilización, en el
ámbito local, nacional e internacional, acerca de la importancia de este patrimonio
cultural y de su reconocimiento; así como la cooperación y asistencia internacionales.
Esta Convención ya cuenta con la ratificación de 95 estados, según datos de mayo del
presente año, una parte de ellos depositarios de una profunda herencia africana,
enriquecida y transformada durante múltiples generaciones en las Américas y el
Caribe. Por su función vinculante, el cumplimiento del mandato de la referida
Convención implica salvaguardar estas expresiones culturales en su más amplia
acepción.
Conjuntamente, la CONVENCIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA
DIVERSIDAD DE LAS EXPRESIONES CULTURALES, aprobada en el 2005, tiene por
objetivos la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales;
crear las condiciones para que las culturas puedan prosperar y mantener interacciones
libres de forma mutuamente provechosa; fomentar el diálogo entre culturas para
garantizar intercambios más amplios y equilibrados en el mundo en pro del respeto
intercultural y de una cultura de paz; fomentar la interculturalidad con el fin de
desarrollar su interacción; promover el respeto de la diversidad de las expresiones
culturales y tomar cada vez más conciencia de su valor en el plano local, nacional e
internacional; reafirmar la importancia del vínculo indisoluble entre la cultura y el
desarrollo para todos los países y apoyar las actividades realizadas en el plano nacional
e internacional para que se reconozca el auténtico valor de ese vínculo; reconocer la
índole específica de las actividades y los bienes y servicios culturales en su calidad de
portadores de identidad, valores y significado; reiterar los derechos soberanos de los
Estados a conservar, adoptar y aplicar las políticas y medidas que estimen necesarias
para proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus respectivos
territorios; fortalecer la cooperación y solidaridad internacionales en un espíritu de
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
colaboración, a fin de reforzar, en particular, las capacidades de los países en
desarrollo con el objeto de proteger y promover la diversidad de las expresiones
culturales.
Ambas convenciones han generado de diversas medidas para emprender acciones de
continuidad y seguimiento. Entre los años 2001, 2003 y 2005 han sido proclamadas 90
obras maestras, de las cuales 17 corresponden a América Latina y el Caribe. Una parte
importante de ellas pone en evidencia las huellas culturales de África en América, tales
como La lengua, la danza y la música de los Garifunas (2001) en Belice, Guatemala,
Honduras y Nicaragua; La samba de Roda de Recôncavo de Bahía (2005) en Brasil; El
Carnaval de Barranquilla (2003) y El espacio cultural del Palenque de San Basilio (2005)
en Colombia; La tumba francesa (2003) en Cuba; El espacio cultural de la Cofradía del
Espíritu Santo de los congos de Villa Mella (2001) y La tradición del teatro bailado
Cocolo (2005) en República Dominicana; y Las tradiciones de los cimarrones de Moore
Town (2003) en Jamaica. Estas expresiones de la diversidad cultural trascienden el
orgullo nacional y se transforman en orgullo mundial, en tesoros de la obra humana.
Tal como se ha señalado durante el primer proceso de identificación, nominación,
evaluación y proclamación de las primeras noventa obras:
Un componente esencial del programa de la Proclamación era la asistencia
preparatoria que aportaba una ayuda financiera a los Estados Miembros en desarrollo
para la elaboración de sus expedientes de candidatura. Esta ayuda podía utilizarse para
diferentes tipos de actividades: trabajo de campo, investigación, inventarios, labores
de identificación, seminarios y talleres con las comunidades e instituciones
concernidas, realización de una documentación audiovisual. Al instituir este apoyo
financiero, la UNESCO pretendía incitar a las comunidades concernidas a desempeñar
un papel directo en la elaboración de los planes de acción. Esta asistencia preparatoria
permitió a algunos países emprender la realización de inventarios nacionales, crear
comités encargados de coordinar las actividades de salvaguardia y lanzar campañas de
sensibilización. Gracias al presupuesto ordinario de la UNESCO y al Fondo en
Fideicomiso UNESCO/Japón para la preservación y la promoción del patrimonio
cultural inmaterial, 120 instituciones de países en desarrollo recibieron una ayuda en
el marco del programa de la Proclamación.1
De igual manera, en la Nueva estrategia para el Proyecto Ruta del Esclavo2, la Oficina
Regional de Cultura para América Latina y el Caribe con sede en La Habana, ha
concluido una primera etapa mediante la elaboración de una multimedia de los Sitios
de Memoria de la Ruta del Esclavo en el Caribe Latino, que por vez primera combina el
patrimonio natural con el construido y el vivo. Esta experiencia aporta una interesante
metodología de trabajo y acciones multipaís para visibilizar no sólo el legado africano
en el Caribe, sino muy especialmente la diversidad de sus expresiones culturales a
1
Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Proclamaciones 2001, 2003 y 2005, UNESCO, p.
5.
2
Véase Nueva estrategia para el Proyecto Ruta del Esclavo, CLT/CPD/HIS, UNESCO, 3 de febrero de 2006.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
través de los actuales pobladores, muchos de ellos descendientes por varias
generaciones de africanos esclavizados o de inmigrantes de otras latitudes.
De proponerse y proclamarse los nuevos SITIOS DE MEMORIA como parte del
patrimonio cultural de la humanidad, tal como es el propósito de este proyecto,
generaría una importante fuente de empleo para las comunidades asentadas en estos
lugares y sería una de las vías para combatir la inequidad, la pobreza y ganar nuevos
espacios de participación social.
Por otra parte y en coordinación con la referida Oficina Regional de La Habana, la
Oficina UNESCO Quito, con representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y
Venezuela ha auspiciado el PROYECTO LA RUTA DEL CACAO EN AMÉRICA LATINA Y EL
CARIBE que tiene como antecedentes la Segunda Reunión de Expertos del Centro
Afroindoamericano para la Diversidad Cultural y el Desarrollo Humano, organizada en
Esmeraldas, Ecuador, del 1 al 5 de agosto de 2005; y el segundo: «La Ruta del Cacao en
América Latina como Proyecto de Investigación Histórica», durante el Taller
Internacional sobre «La ruta del cacao en América Latina: hacia un Desarrollo
Endógeno», organizado por la Comisión Nacional Venezolana de Cooperación con la
UNESCO, el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela y la oficina de la UNESCO
para países andinos, en Higuerote, Barlovento, Estado Miranda, Venezuela, del 26 al
30 de marzo de 2007.
Este proyecto tiene como objetivo general: «Identificar, promover y divulgar las Rutas
Culturales relacionadas con el cacao en América Latina y el Caribe para fomentar el
conocimiento y valoración de la diversidad cultural en los lugares de memoria
vinculados con su recolección, cultivo, producción y consumo, resultado de un proceso
histórico compartido y dinámico». 3
Este es un proyecto no limitado a las poblaciones originarias y sus descendientes, sino
que por razones históricas y actuales también abarca a comunidades identificadas
como «afrodescendientes», aunque su composición humana y sociocultural sea mucho
más compleja que el limitado alcance de uno u otro término. Tales son los casos
evidentes de Venezuela y Cuba o los casos más sutiles y menos evidentes de Bolivia,
México y Perú, donde las poblaciones originarias han coexistido desde el siglo XVI con
africanos y descendientes y han generado múltiples vínculos interculturales con muy
variados matices, que desdibujan cualquier tipo de exclusión o autoexclusión
denominativa.4
Por su alcance, este proyecto es muy abarcador e incluye el ciclo completo del
cacao/chocolate, por ello también resulta significativo darlo a conocer en diversos
espacios regionales como el ALBA, ATPA, CARICOM, MERCOSUR, TLC, y otros, para que
llegue a formar parte de agendas regionales, así como por el trabajo interagencial de
las organizaciones de las Naciones Unidas vinculadas con la alimentación (FAO), la
3
Véase el DOCUMENTO BASE, del PROYECTO LA RUTA DEL CACAO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: DIVERSIDAD
CULTURAL PARA UN DESARROLLO ENDÓGENO aprobado en la SEGUNDA REUNIÓN DE ESPECIALISTAS, Esmeraldas,
24-26 de agosto de 2008:10.
4
Véase Arteaga Muñoz, Sonia y Luís Rocca Torres (Editores). Africanos y pueblos originarios (Relaciones
interculturales en el área andina). Memorias. Museo Afroperuano y UNESCO-Quito, Ecuador, Lima, 2007.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
infancia (UNICEF), el desarrollo y el comercio (UNCTAD y PNUD) y el trabajo (OIT), por
ejemplo. Esto permitiría un enfoque complejo de las culturas del cacao/chocolate en
América Latina y El Caribe para facilitar desde la diversidad cultural procesos de
desarrollo que impliquen empleo adecuadamente retribuido, alimentación sana,
atención a niños y jóvenes, es decir, que sean sostenibles y auto dependientes.
El consenso académico que logremos alcanzar, muy por encima de cualquier tipo de
exclusión o de autoexclusión, heredada del colonialismo cultural, debe facilitar el
intercambio de experiencias en la región para lograr la integralidad de enfoques sobre
los problemas del desarrollo y colocar de manera coherente nuestras preocupaciones
y acciones en la agenda interinstitucional.
La UNESCO apoya programas de acción que promueven el respeto a la diversidad
cultural sin distinciones ni exclusividades, es decir con visión inclusiva a nivel regional y
mundial.
Alberto Abello
Director Maestría en Desarrollo y Cultura Universidad Tecnológica de Bolívar
Perfil: Economista, magíster en Estudios del Caribe. Actualmente es director de la
maestría en Desarrollo y Cultura de la Universidad Tecnológica de Bolívar en Cartagena
de Indias. Cofundador y ex director del Observatorio del Caribe Colombiano. Ha
publicado y compilado libros entre los que se encuentran El Caribe en la Nación
Colombiana y Un Caribe sin Plantación y dirigido la revista Aguaita. Ha sido asesor del
ministerio de Cultura de Colombia y coordina el proyecto de la Red Internacional sobre
Desarrollo y Cultura auspiciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (AECID).
FRAGMENTOS DE LA DIÁSPORA AFRICANA EN COLOMBIA FRENTE A LA
RECONSTRUCCIÓN DEL DESARROLLO
En Estocolmo en 1982, en el discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura,
Gabriel García Márquez (GGM) en su bello texto conocido como La soledad de América
Latina reclamaba a la cooperación internacional para el desarrollo: La solidaridad con
nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de
respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el
reparto del mundo, y más adelante preguntaba ¿por qué la originalidad que se nos
admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en
nuestras tentativas tan difíciles de cambio social?5
¿Acaso, me pregunto, si en este reclamo GGM no nos está invitando a pensar en
modelos propios para el desarrollo de las naciones y estos modelos construidos y
afianzados desde las características mismas de la vida en sociedad, de las identidades,
de las culturas que le son propias? Pienso que su idea, aun vigente, de aceptar la
originalidad de los pueblos latinoamericanos para sus procesos de cambio social, para
la vida propia en el reparto del mundo, sugiere – en este espacio de construcción de
una Agenda Afodescendiente en las Américas- la necesidad de retomar lo que el
5
García Márquez, Gabriel. La soledad de América Latina. Discurso de aceptación del Premio Nobel. Estocolmo,
Suecia. 1982
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
antropólogo colombiano Arturo Escobar llama la “cuestión del desarrollo,
continúa sin ser resuelta por ningún modelo social o epistemológico moderno”6
que
Tres casos representativos de comunidades colombianas afro descendientes -la
población nativa del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la
población del departamento del Chocó y la población de San Basilio de Palenque- son
ejemplos –desde el caso colombiano- que contribuyen a explicar la importancia de una
Agenda para la diáspora africana en el continente americano y a pensar en la cultura a
la hora de retomar la reconstrucción de las ideas sobre el desarrollo.
El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina: En el pequeño
archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, localizado a casi 800 km de
Cartagena y a un poco más de 200 km de la costa nicaragüense, se inició su
poblamiento definitivo a partir del siglo XVIII con la llegada de afrodescendientes
provenientes de Jamaica y de otros puntos del Caribe. Este poblamiento amplió la
riqueza cultural colombiana, siendo diferente al poblamiento continental colombiano
derivado de la conquista y colonización hispánicas. Descendientes de esclavizados
africanos parlantes de inglés y de una lengua criolla de base inglesa, creyentes de una
religión distinta a la católica y con expresiones culturales disímiles a las del resto del
país y del propio Caribe continental, conformaron la mayoría de la población isleña
hasta mediar el siglo XX, cuando el gobierno colombiano decretó el Puerto Libre de San
Andrés en 1953. Ya desde principios de ese siglo fueron conocidas las misiones
religiosas que tenían como fin asegurar la uniformidad nacional y para ello estimularon
la enseñanza del español, la conversión al catolicismo y la adopción de prácticas
culturales importadas del continente.
Con el Puerto Libre la isla fue ocupada, durante la segunda mitad del siglo XX, por
colombianos del continente y extranjeros provenientes de otras culturas que
impulsaron el comercio, el turismo y actividades ilícitas que terminaron desalojando a
los nativos de los principales recursos de la isla: la tierra, el mar y el paisaje, lo que ha
ocasionado que hoy los nativos no sean la población mayoritaria de las islas si no
también el deterioro de sus condiciones de vida y se ponga en riesgo la supervivencia
de su cultura, que -como lo anota June Marie Mow- para la mentalidad empresarial
predominante resulta un obstáculo para el crecimiento económico7.
En un artículo reciente escrito a cuatro manos con Mow anotábamos cómo la réplica
de modelos continentales sin tener en cuenta las condiciones particulares de estas
pequeñas islas, ni los procesos ecológicos marino-costeros que las caracterizan y,
mucho menos, sin tener en cuenta el conocimiento tradicional acumulado, han
alterado las capacidades socio-culturales locales, la estructura de sus ecosistemas y la
habilidad de éstos para adaptarse a los cambios ambientales y climáticos globales. Este
modo de crecimiento económico deja profundas secuelas en el medio ambiente y
6
Arturo Escobar ([email protected]). Antropología y Desarrollo. Texto encontrado en Internet (sin
fecha).
7
June Marie Mow. Las potencialidades de la cultura nativa de San Andrés, Providencia y Santa Catalina para
contribuir al desarrollo de la sociedad insular y colombiana. Universidad Tecnológica de Bolívar, Cartagena de
Indias, 2008.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
produce conflictos interculturales que aun no han sido superados en este archipiélago
que fue declarada Reserva de la Biosfera en el año 2000.8
Frente a esta situación recuerdo cómo me sorprendió el caso de una comunidad de
pescadores en Tailandia que sobrevivió al tsunami precisamente por su forma de
construir su hábitat, de entender lo desconocido, de conocer el mar. Ahora, esa
comunidad que antes había sido subvalorada, menospreciada y hasta criticada por sus
prácticas de pesca, ha sido declarada patrimonio cultural nacional y el gobierno
recomienda su protección y aprender su cosmovisión.
En nuestro archipiélago, ante la falta de oportunidades, los jóvenes descendientes de
los hogares de los nativos, amantes del mar y diestros navegantes, son empujados a
prestar sus servicios en el tráfico de drogas como capitanes y ayudantes de las go fast
que surca el Caribe occidental buscando romper las restricciones de la interdicción
norteamericana para llegar lo más lejos posible. Mientras tanto los isleños lloran en
silencio su drama.9
El departamento del Chocó: El segundo caso, es el del departamento del Chocó, que
limita con Panamá y tiene costas sobre el Pacífico y el mar Caribe. En el último censo
realizado en Colombia, en 2005, 87% de su población se identifica como
afrodescendiente y es el departamento más pobre de Colombia. La situación de esta
población, estudiada por el economista Jaime Bonet, es lamentable: El ingreso
promedio entre los chocoanos es la octava parte del ingreso promedio de los
habitantes de la capital de la República; el 79% de los habitantes de este
departamento se encuentra en condiciones de pobreza si esta se mide por la
satisfacción de las necesidades básicas; la tasa de analfabetismo es allí el doble de la
tasa colombiana y el 97% de las instituciones educativas presentan bajo desempeño
académico. Según el autor si se examina la tasa de crecimiento promedio de la
economía departamental entre 1990 y 2004 (0,85% anual), “el PIB se duplicaría cada
82 años. De mantenerse la tendencia actual, pasarían varias generaciones de
chocoanos antes de lograr un nivel de desarrollo medio”. 10
El autor descarta que sea la corrupción, a pesar de sus altos índices, la causante de la
pobreza en este departamento como rezan con frecuencia las lecturas que se hacen
del caso chocoano. Demuestra cómo si se llevara la corrupción a cero casos, las
condiciones de vida de la población mejorarían pero no serían suficientes siquiera para
alcanzar el producto per cápita promedio de los colombianos. Por el contrario factores
como el legado colonial y las instituciones heredadas, así como la desintegración del
departamento de la economía nacional, inciden con mayor fuerza en las condiciones
sociales de esta población.
Todo esto con el agravante de que 15% de la población chocoana es víctima del
desplazamiento forzado. El Chocó colombiano ha sido en las últimas décadas oscuro
escenario de atrocidades cometidas contra su población por las distintas fuerzas
vinculadas a los
conflictos colombianos. Es la violencia con sus distintas
8
Alberto Abello y June Marie Mow. San Andrés, ciudad insular. Revista Credencial, 2008.
Alberto Abello. La nieve sobre el mar: una frontera caribe cruzada por el tráfico de drogas. El caso de Colombia y
Nicaragua. Revista Aguaita No 13-14, Observatorio del Caribe Colombiano, Cartagena de Indias, 2006.
10
Jaime Bonet. ¿Por qué es pobre el Chocó? En Joaquín Viloria de la Hoz (editor), Economías del Pacífico
colombiano. Banco de la República, 2008.
9
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
manifestaciones, incluido el montaje de enclaves productivos aplaudidos por
mentalidades desarrollistas, la que ha ocasionado el desplazamiento forzado de las
poblaciones afrocolombianas.
San Basilio de Palenque El tercer caso que aquí se presenta es San Basilio de Palenque,
ese lugar simbólico, localizado muy cerca de Cartagena de Indias, a sólo 45 km y con
4.000 habitantes, declarado por la Unesco Obra Maestra y Patrimonio Oral de la
Humanidad, que lo convierte en un referente universal para la memoria colectiva de la
diáspora africana.
Con su lengua criolla –el palenquero- que pasó en relativo poco tiempo de ser una
lengua escondida, de la que se avergonzaba la población, a una lengua hablada con
orgullo, como lo anotó el lingüista Armin Schwegler luego de su reciente visita a
Palenque; sus formas de organización social y política, sus ritos y músicas, San Basilio
es como esa ceiba de la memoria con raíces que llegan al otro lado del Atlántico,
alimentada por la savia del contacto con el nuevo Mundo, con su fronda libre de la
emancipación, que le recuerda al mundo cada día que pasa, el horror de la sociedad
colonial sobre la que se levantó la era capitalista.
Las condiciones materiales de vida de la población palenquera, sobre las que no me
detendré, puesto que este Encuentro Iberoamericano ha incluido en su programa una
visita que permitirá apreciarlas directamente, revelan, ya entrado el siglo XXI, la
existencia por falta de una verdadera voluntad de Estado, de una inmensa deuda social
con los descendientes de los esclavizados por la trata negrera.11
Si el Palenque es un referente universal de la memoria, lo es también de la
subvaloración de las culturas afrocolombianas por parte de las capas sociales que han
ostentado el poder y han impuesto sus visiones en las distintas estrategias de
desarrollo.
El desarrollo y la cultura
Estos tres escenarios de la afrocolombianidad son, como decía atrás, una invitación a
aprender de sus lecciones a la hora de reflexionar sobre las visiones que deben
acompañar las agendas que promuevan la construcción de sociedades incluyentes,
democráticas y culturalmente diversas. Como diría Néstor García Canclini, “el
imaginario de un futuro económico próspero que suelen suscitar los procesos de
globalización e integración regional es demasiado frágil si no toma en cuenta la unidad
o diversidad de lenguas, comportamientos y bienes culturales que dan significado a la
continuidad de las relaciones sociales”.
Amartya Sen, premio Nobel de Economía, escribió recientemente, “el mundo *de hoy+
es espectacularmente rico, pero está penosamente empobrecido” (Sen, 2007; p.165).
Con esto, el economista indio quiere introducir no sólo esta gran paradoja
contemporánea, una de las más apremiantes del mundo globalizado, sino también
alguno de los tantos usos que se le ha dado a las llamadas ‘teorías culturales’: *el de+ la
11
Ver Claudia Mosquera Rosero-Labbé. La memoria del cimarronaje como patrimonio: reparación simbólica para los
afrocolombianos habitantes de San Basilio de Palenque. Revista Anaconda. Fundación BAT. Bogotá, 2006.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
tiranía política, que “busca las causas de los desastres no en los malos gobiernos sino
en la cultura de los ciudadanos”.
Aunque Sen expone sus ideas en el contexto de las costosas políticas que el gobierno
británico usó para neutralizar las hambrunas en algunas regiones de la India, en
especial la de Bengala, incrédulos, observamos cómo hoy, casi un siglo después, se
sigue aplicando este mismo discurso a nuestra realidad.
Según Kliksberg “con frecuencia la marginalidad y la pobreza económicas son
acompañadas por desvalorizaciones culturales. La cultura de los pobres es
estigmatizada por sectores de la sociedad como inferior, precaria, atrasada”. Los
pobres sienten, dice Kliksberg, “que, además de sus dificultades materiales, hay un
proceso silencioso de “desprecio” cultural hacia sus valores, tradiciones, saberes,
formas de relación”. 12
Afortunadamente, luego de los aun precarios resultados de la globalización
económica, que se manifiestan en el rezago social y económico de buena parte del
globo terráqueo, incluidas en ellas, como en el caso de Colombia, poblaciones
afrodescendientes; que se manifiestan también en el deterioro del medio ambiente y
en la escalada de la inequidad, se ha presentado un nuevamente el debate alrededor
del concepto tradicional de desarrollo en distintos ámbitos como el académico, el
político y el social. 13.
Cuando con la crisis financiera mundial, que sirve de contexto global a este Encuentroconfirmamos una vez más que la locomotora que jalona la economía mundial
avanzaba ciegamente hacia el despeñadero sin otra preocupación que la elevación de
los márgenes de ganancia en franca caída por los excesos de liquidez y no atendía las
señales para desviarse hacia la estación de los Objetivos del Milenio, la superación del
hambre y la pobreza en el mundo y la atención al cambio climático que ya anuncia una
docena mortal de enfermedades que afectarán mucho más a los más pobres del
planeta, es buen tiempo para volver a preguntarnos por lo que Arturo Escobar llama la
“cuestión del desarrollo, (Escobar, sf )14
No cabe duda que la visión del desarrollo en el campo de la teoría económica que
mantuvo su hegemonía entre las ciencias sociales en las discusiones sobre el
desarrollo y el diseño de las políticas económicas ha cambiado en estos últimos años15.
12
Bernardo Kliksberg. Capital social y cultura, claves olvidadas del desarrollo.2000
Amartya Sen, premio Nobel de Economía 1998, cuestiona la vía usualmente pregonada para el desarrollo, que
describe como “de sangre, sudor y lágrimas”, calificándola como una “política cruel de desarrollo”, que al mismo
tiempo es altamente ineficiente (Sen, 1997). Joseph Stiglitz aboga por un consenso post Washington que revise las
metas y los instrumentos de dicho consenso, y resalta que “la experiencia latinoamericana sugiere que deberíamos
reexaminar, rehacer y ampliar los conocimientos acerca de la economía de desarrollo, que se toman como verdad”
(Stiglitz, 1998). James Wolfensohn, plantea que “sin desarrollo social paralelo no habrá desarrollo económico
satisfactorio” (Wolfensohn, 1996). Enrique V. Iglesias, presidente del BID, señala que “el desarrollo sólo puede
encararse en forma integral; los enfoques monistas sencillamente no funcionan” (Kliksberg, 1999).
13
14
Arturo Escobar ( [email protected] ). Antropología y Desarrollo. Texto encontrado en Internet (sin
fecha).
15
Una ampliación de este análisis puede verse en Aarón Espinosa, Augusto Aleán y Alberto Abello, Desarrollo y
Cultura: orígenes y tendencias de una relación indispensable. Cuaderno de Trabajo No 7, Universidad Tecnológica
de Bolívar, Cartagena, 2008.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Pero también desde otras esquinas de las ciencias sociales se han hecho aportes
sustanciales al debate; se ha roto el pensamiento uniformador de la ortodoxia
económica.
Un elemento fundamental de estos cambios tiene que ver con la cultura en su relación
con el desarrollo: el desarrollo, a la manera de Sen se concibe como un proceso de
ampliación de las capacidades de los individuos; proceso que gira sobre un eje básico,
la libertad cultural, en el que la cultura se piensa como conformadora en sí misma de
capacidades del ser humano.
Justamente, desde estas nuevas visiones, el Informe sobre Desarrollo Humano de
Naciones Unidas de 2004, dedicado precisamente a La libertad cultural en el mundo
diverso de hoy, anota que “La libertad cultural constituye una parte fundamental del
desarrollo humano, puesto que, para vivir una vida plena, es importante poder elegir
la identidad propia –lo que uno es– sin perder el respeto por los demás o verse
excluido de otras alternativas”.
En esta línea interpretativa, una serie de autores ha esbozado las importantes
relaciones entre cultura y desarrollo. Kliksberg (1999) considera que la cultura es un
decisivo factor de cohesión social, por lo que el capital social y la cultura pueden ser
palancas formidables de desarrollo si se crean las condiciones adecuadas. En la cultura
las personas pueden reconocerse mutuamente, crecer en conjunto y desarrollar la
autoestima colectiva. Como señala este autor, la cultura traspasa todas las
dimensiones del capital social de una sociedad, y subyace tras los componentes
básicos de éste como la confianza, el comportamiento cívico, el grado de asociatividad.
En este contexto, plantea Kliksberg, y a pesar del asombro que produce la escasa
atención que se les ha prestado, aparecen potenciadas las relaciones entre cultura y
desarrollo al revalorizarse todos estos elementos silenciosos e invisibles, pero
claramente operantes, involucrados en la idea de capital social. Esto porque, entre
otros aspectos, los valores de que es portadora una sociedad inciden fuertemente
sobre los esfuerzos de desarrollo. Germán Rey ha señalado que por lo menos existen
seis perspectivas de análisis a tener en cuenta en las relaciones entre desarrollo y
cultura.16
Como señalan otros autores como Stiglitz (1998), preservar los valores culturales tiene
gran importancia para el desarrollo, por cuanto ellos sirven como una fuerza cohesiva
en una época en que muchas otras se están debilitando.
Estas nuevas visiones construidas sobre la reconstrucción de la idea del desarrollo, así
como de las ideas de cultura, reivindicando además el papel de esta última, van por el
sendero contrario a las visiones que desprecian la cultura y la ven como un obstáculo
para el desarrollo.
16
Germán Rey. Cultura y Desarrollo, seis perspectivas de análisis. Contraste. Universidad Tecnológica de Bolívar.
2008.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La cultura en la agenda global étnica
Si trabajamos guiados por esta visión, no cabe duda que se requieren entonces al
interior de las naciones políticas públicas culturales en función del desarrollo. La
cultura, en el campo de la política, no puede ser vista como un sector más. Y las
políticas públicas culturales no pueden ser exclusivas de un ministerio o de un
organismo público, deberían de incorporarse a los más amplios ámbitos de la vida
política de las naciones. Se esperaría que una Agenda Afrodescendiente en las
Américas contenga los desafíos en múltiples campos, que no sólo se preocupe por la
reivindicación social, cultural y política de los herederos de la diáspora, si no que
pueda plantear estrategias de incorporación de sus culturas, en condiciones de
igualdad con otras, a los distintos campos de la vida social. Que no sólo se preocupe
por la irrigación de los beneficios del desarrollo a las comunidades afrodescendientes
si no que también se preocupe por los aportes de los afrodescendientes a las
estrategias integrales de desarrollo de las naciones.
Cómo promover un desarrollo humano sostenible sin que las políticas públicas
llamadas a proteger el medio ambiente no incorporen prácticas culturales de
conservación de la naturaleza? ¿Cómo seguir diseñando programas de vivienda, en sus
distintas modalidades, sin incorporar las condiciones climáticas, el uso de materiales y
las costumbres de los pueblos? ¿Pero cuánto sabemos de esas formas de organización
popular propia como los kuagro de San Basilio de Palenque que les ha ayudado a la
superación de las dificultades, al ejercicio de la solidaridad, a la supervivencia material
y de sus culturas que pueden dar la clave para procesos de participación social que
tanto se reclaman en los más variados ámbitos de la vida social y la política pública?
¿Qué decir de la recursividad de nuestros pueblos? ¿Es que acaso esa recursividad o la
originalidad que recordaba García Márquez en la búsqueda de soluciones propias no
nos han de servir para los programas de erradicación de la pobreza en nuestros países?
En esta dirección adquiere singular importancia el replanteamiento de las relaciones
entre el sistema educativo y las culturas para hacer que sean ellas las que conduzcan
los procesos formativos y no para que desde el sistema educativo se instauren visiones
y culturas hegemónicas. En el caso de las poblaciones afrodescendientes los nuevos
conocimientos que la academia y las comunidades han construido podrán enriquecer
una formación educativa intercultural: su historia y sus prácticas culturales dejarían así
de incorporarse al sistema educativo exclusivamente para los niños y jóvenes
afrodescendientes para entrar a beneficiar una educación más universal para todos.
Pienso que son muchos, los momentos, los espacios, las áreas en las que una mayor
interacción entre educación y cultura ha de hacer su contribución al desarrollo
humano. Esa podría ser una fórmula para que la originalidad que se nos admite sin
reservas en la literatura no se nos niegue en nuestras tentativas de cambio social.
Cartagena de Indias, Colombia, 16 de octubre de 2008.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La fuerza de la expresión afrodescendiente: artes, literatura, música,
cinematografía…Tendencias globales.
En este foro se dio una interesante discusión sobre el aporte de los pueblos africanos a
las diferentes manifestaciones artísticas de los países Iberoamericanos. Planteó el
tema de tendencias globales, fusiones e intercambios entre la diáspora africana,
destacando la contribución africana al patrimonio cultural en general, enfocando en las
áreas de la música, la tradición oral y la literatura.
Rafael Palacios. Bailarín. Coreógrafo y director de danza.
Perfil: Estudió danza afro contemporánea danza en Toulousse y en París con la
maestra Irene Tasambedo y danza clásica, jazz y contemporánea en la Academia
Nacional de Danza de París.Estuvo vinculado a la compañía de danza internacional
Ebene. Ha tomado talleres de danza tradicional en Burkina Faso y Senegal. Cuando
regresa a Colombia en 1997, funda en Medellín la compañía de Danza Sankofa con la
cual realiza un trabajo que busca tener puentes entre la cultura africana y la de
nuestro país, recurriendo a la memoria ancestral como respaldo para la creación de
obras que, a partir de la raíz de la danza africana, se desarrollen en contextos
cotidianos y contemporáneos.
LA DANZA COMO HERRAMIENTA PARA EL DESARROLLO DE LOS DERECHOS
CULTURALES DEL PUEBLO AFROCOLOMBIANO
Como afrocolombiano, me suscita preguntas el hecho de observar con frecuencia los
niños, nuestros niños que asumen su afrodescendencia como una carga a sus espaldas.
Es inadmisible que aún en el siglo XXI, en una ciudad como Medellín, un niño negro
Colombia no sienta deseos de no serlo, como producto de las burlas que le hacen sus
compañeros mestizos. Este ejemplo puntual se replica desde siempre a escalas
distintas y en ámbitos diferentes por todo el territorio nacional.
Las políticas culturales del Estado colombiano constitucionalmente se sostienen sobre
los derechos de la diversidad; no obstante, las comunidades afrodescendientes
colombianas han sido víctimas constantes del olvido estatal, del orden público
producto del conflicto armado. Y, aunque el discurso de la multiculturalidad irrigue los
espacios vitales como, la cotidianidad, la academia, sin embargo, el hombre y la mujer
afrocolombiana son muchas veces reconocidos sólo como exotismos del trópico e
ignorados y violentados en sus derechos fundamentales.
A través de la experiencia que he ido decantando como coreógrafo, bailarín y docente
en la danza encuentro de forma ineludible la necesidad de potenciar los mecanismos
estatales y ordinarios que visibilicen la identidad del pueblo afrocolombiano. La
riqueza de sus diversas culturas se encuentra en su posibilidad de expresarse desde sus
raíces participando de un mundo global, que avanza sin fosilizarse y, que por el
contrario, se retroalimenta, se recrea y se integra, compartiendo su esencia.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Al finalizar mi participación en el proceso de Formación a Formadores en la ciudad de
Pasto, me preguntaba por qué estos procesos se focalizan solamente en regiones
estratégicas, por qué no se propagan en regiones con población afrocolombiana.
El país desde la Constitución de1991 avanzó en temas de diversidad y derechos
culturales. No obstante hoy en día los programas de Estado siguen permeados por una
visión centralista que hace que las poblaciones afrodescendientes e indígenas sean las
últimas en beneficiarse de ellos. Es importante decir que esta óptica centralista no
solamente descuida el compromiso constitucional con las comunidades negras e
indígenas. El país entero sufre hoy una desproporción social indiscriminada. Muchas
regiones del país están siendo abatidas por la pobreza, el desplazamiento forzado,
etcétera. Y en ellas, lo cultural se ve igualmente desterrado y desplazado.
En este sentido, la política cultural necesita partir de los escenarios reales donde
acontece lo cultural. Éste es un escenario que se convierte en un terreno paradójico y
complejo pues sus actores celebran la vida en medio de la presencia de la muerte. En
medio de la tensa cotidianidad de los habitantes del Pacífico sur, por ejemplo, se
sostienen los arraigos culturales y artísticos de la población.
Es necesario reconocer el valor de la equidad y el derecho común de oportunidades.
Por ello, urge formular estrategias de visibilidad donde los valores artísticos y
culturales de las diversas regiones logren reconocerse y dignificarse. Una simple
mirada hacia las poblaciones afrocolombianas o a los programas a los cuales logran
tener acceso, permite identificar rápidamente la gran cantidad de creadores y
protectores de la tradición, que están ávidos por contar con las herramientas que les
posibiliten potenciar sus habilidades y talentos, en beneficio de las comunidades por
las cuales trabajan.
Con grandes esfuerzos y una impresionante capacidad de persistencia, aprovechan los
pequeños espacios, físicos e intelectuales, a los que pueden tener acceso, para
mantener viva su cultura. Y es esa constancia la que debería ser compensada o
estimulada a partir de herramientas como las que puede brindar un Ministerio de
Cultura, a partir de, por ejemplo, el programa de Formación de Formadores.
Como siempre, ni las limitaciones ni lo acostumbrado, puede coartar la voluntad de
crear. Desde nuestras posibilidades, los jóvenes que integramos la Compañía de Danza
Afrocontemporánea Sankofa, hemos buscado la forma de compartir lo que tenemos a
nuestro haber con los colegas de otras regiones, en procesos que indiscutiblemente
nos enriquecen mutuamente.
Actualmente la Corporación Sankofa emprende un proceso de formación en tres
municipios del Pacífico sur: Tumaco, Puerto Tejada y Buenaventura. La propuesta
parte del reconocimiento del cuerpo social multicultural colombiano en general, y de
la cultura corporal de la etnia negra en particular, como lugar del conocimiento que
alberga otros conocimientos sobre el cuerpo y sobre la danza, vinculados en forma
vital con el entorno biocultural y con un sentido de pertenencia a un todo dinámico e
interrelacionado. En el convencimiento de que la tradición, la ritualidad y la creación,
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
son sólo posibles desde una relación trascendente entre el ser social que representa
cada individuo y su contexto sociocultural, la Corporación Sankofa ha conducido sus
esfuerzos a lo largo de diez años hacia la actualización del vínculo originario de la
población negra colombiana con la cultura africana, desde la perspectiva del
redimensionamiento del cuerpo como lugar de identidad en el que acontece
permanentemente el diálogo entre el pasado como condición del presente y éste
último como expectativa hacia lo futuro.
Por esta razón, la reivindicación profesional de la danza como expresión de la
temporalidad, de la poética y corporeidad de la cultura negra, ha constituido el eje de
nuestro proceso.
Nuestro empeño por llevar Pasos en la tierra, nombre del proyecto descrito
anteriormente, obedece especialmente a que consideramos que es el momento,
tardío pero necesario y justo, para comenzar un camino de profesionalización de la
danza en Colombia como una labor seria y oportuna que permita a los que nos
dedicamos a este oficio trabajar bajo unos parámetros formales y obtener las
herramientas pedagógicas y educativas necesarias para el buen desarrollo y
crecimiento profesional, como cualquier otra disciplina en los diferentes campos del
conocimiento. Paralelamente, estos procesos requieren también de un componente
cultural, para que la labor formativa no implique un distanciamiento de las raíces afro
y logre, al mismo tiempo, desarrollar nuevas propuestas que partan de la identidad, no
como una camisa de fuerza, sino como un camino para expresar nuestras inquietudes
y soluciones desde la comunidad que somos, como un pueblo que debe ser tomado en
cuenta desde sus orígenes en África, y no sólo desde la llegada en la situación de
esclavos al continente americano.
La técnica de danza afrocontemporánea, creada en la Escuela Mudra en Senegal a
petición del presidente Leopold Sengar, y dirigida por Maurice Bejart y Germaine
Acogny, es una forma de expresión corporal que parte de la riqueza y las formas de la
danza tradicional africana y se complementa con técnicas contemporáneas, para crear
nuevos lenguajes acordes a una cultura que cuenta con múltiples maneras de
manifestarse. A partir de esa experiencia, considero válido acercarnos a esta técnica
como una manera de valorar las raíces culturales afrocolombianas, para poder
entendernos mejor como país afro, sin importar el tipo de danza que se desarrolle.
Para mí es imposible pensar en la danza sin hacerlo desde mi condición de hombre
afro, ya que esta circunstancia ha sido mi principal alimento como bailarín y
coreógrafo, mi fortaleza como respuesta a las limitaciones y barreras impuestas por
esta sociedad, en donde una persona negra no puede pensar en la danza como
proyecto de vida profesional, ya que su deseo es descartado con la suposición trivial de
que lo llevamos en la sangre, que nos surge fácil y de manera espontánea, lo cual nos
priva de un estatus serio, real y profesional en el ámbito laboral colombiano. Por tal
motivo considero importante ocuparse del reconocimiento de los afrocolombianos, de
sus conocimientos ancestrales, ya que ello implica también abrir la perspectiva de
quienes desean hacer de la danza un proyecto de vida.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
En nuestras poblaciones, sólo existe la oportunidad de hacer danza tradicional, lo cual
está muy bien, pero es algo con lo que contamos y que sobrevive gracias a la misma
comunidad. Si un artista de este tipo se desplaza luego hacia una gran ciudad donde
las oportunidades de trabajo son limitadas, se encuentra con que su perfil tiene
aceptación únicamente cuando se adapte a las representaciones que se tienen de su
cultura, muy probablemente en contra de su tradición, viéndose obligado a reproducir
estereotipos inadecuados de lo que es la cultura afrocolombiana, una cultura que
aporta de manera política, social, económica y artística a la construcción del país.
El carácter pluriétnico y multicultural de Colombia está fuera de discusión. Sin
embargo, históricamente el país ha desconocido esta condición, reduciendo la
identidad de las etnias indígenas y afrocolombianas a territorios claramente
demarcados como pertenecientes a minorías específicas, y negando los vínculos que
comparten todos sus pobladores, los cuales los convierten en una nación.
De ahí que sea éste el momento de comenzar a cambiar la incapacidad no superada
del sistema educativo colombiano, en el cual hay una ausencia total de respeto hacia
los pueblos indígenas y afrodescendientes. Es peor aún la situación para los hombres
afrocolombianos que nacen en los centros urbanos de Colombia, pues los referentes
que obtienen de su propia cultura son muchas veces distorsionados por una mirada de
burla, desprecio y subestimación de las fortalezas que tiene culturalmente. Es por ello
que el trabajo de reparación social que el país debe enfrentar con sus orígenes es una
tarea difícil de empezar, pero no por ello imposible.
Es una lástima que fórmulas obsoletas que tergiversan la tradición de la danza sigan
vigentes sin una reflexión que permita revisar la manera como se representan las
regiones del país de manera irrespetuosa, sin ninguna vergüenza, al mostrar visiones
de una etnia sin el rigor prudente de una investigación cabal. Estamos cansados de ver
danzas indígenas o negras en las cuales el vestuario o las técnicas empleadas
contradicen fundamentalmente los sucesos históricos que han enfrentado estas
comunidades. Con qué derecho se nombra una danza del currulao, por ejemplo,
cuando ni siquiera se ha visitado la zona con el debido respeto a los grandes maestros
que han trabajado toda la vida por conservar sus tradiciones. La mayoría de las veces,
en estos trabajos de campo el becario cuenta con dinero para adelantar su proyecto,
pero no ve necesario remunerar económicamente la fuente de conocimiento, aunque
se convierta luego en un gran gestor que cobra por sus investigaciones o puestas en
escena. Vemos también danzas indígenas utilizando movimientos de ballet clásico con
bajo argumento de estar estilizando o exaltando la tradición. Es desalentador trabajar
en la danza cuando, por ejemplo, encontramos en grandes restaurantes del país,
meseros disfrazados con los vestuarios de danza que representan una determinada
zona cultural. Me sorprende la lectura de orgullo patrio que supuestamente debería
darse a esta situación, cuando veo allí una sociedad que pone sus raíces en estado de
servidumbre, y no en el lugar de protector y conocedor de los conocimientos
ancestrales, que son el pilar de la sociedad.
Es errado pensar que una técnica de danza está aislada de la filosofía del pueblo que la
crea. La técnica habla sobre una cultura específica que por supuesto, luego puede
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trascender o no sus propias fronteras. Pero creer que el hecho de tomar un taller o
participar en un montaje, convierte al bailarín en maestro o conocedor de la técnica,
es pensar que ésta se limita a los movimientos corporales que identifican una cultura,
olvidando que ellos son tan sólo una característica y que la verdadera esencia es la
filosofía que está detrás. En ese contexto, es importante preocuparnos por procesos
de formación, pero también por los procesos de deconstrucción, para desarmar así
aquellos conceptos en los que se piensa que la danza afro es una técnica que se limita
a movimientos de cadera, sudor, brillo en la piel y sabor que se lleva en la sangre,
despreciando la ritualidad y espiritualidad del pueblo afrocolombiano con estereotipos
racistas que no permiten ver la integridad y verdaderas sapiencias de la diversidad
étnica colombiana.
Ha sido y sigue siendo una costumbre colombiana minimizar el esfuerzo del trabajo de
los pueblos, y es así como se vuelve una costumbre institucional invitar a las
comunidades a mesas de trabajo para procesos de reflexión o para hacer trabajos de
campo en los cuales las personas, objeto de investigación, no son remuneradas y en
ocasiones ni siquiera mencionadas en los créditos del trabajo final.
La danza tradicional nos brinda un punto de partida para pensar y elaborar una danza
contemporánea colombiana, con la capacidad de interpretar nuestra cultura desde las
inquietudes sociales que nos conciernen, que nos permita vernos valiosamente
diferentes, representándonos desde lo que somos, haciendo legítimas expresiones
auténticas y, sobre todo, construyendo, desde la marginalidad a la que somos
sometidos, un motor de fortaleza que haga comprender a otros lo importante de la
especificidad.
Conclusiones - Discusión Plenaria sobre cultura, desarrollo y la diáspora
africana
El movimiento social de la diáspora africana ha crecido y se ha hecho fuerte. Sin
embargo, persisten condiciones de inequidad y exclusión que se expresan en los
índices más bajos de acceso a la educación, a la salud y a la oferta de bienes y servicios
culturales de la población afrodescendiente entre otros.
En la población juvenil afrodescendiente, especialmente entre los más pobres se
concentran problemas de exclusión, falta de oportunidades, reproducción de la
pobreza, altos índices de muertes violentas, marginamiento de la ciencia y la
tecnología, así como de las opciones de trabajo, participación política, recreación y
posibilidades de expresión. Estos aspectos la convierten en una población vulnerable.
Otro elemento estructural que se identifica para el análisis relacionado con los desafíos
del desarrollo de la población afrodescendiente, es la profunda desigualdad presente
en las estructuras de poder que limitan el desarrollo de relaciones equitativas entre
pueblos, personas y culturas a nivel simbólico y de condiciones materiales que se
requieren para que las culturas tradicionales se desarrollen.
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El mínimo acceso de los afrodescendientes a los cargos de elección popular agudiza
más las posibilidades de ser visibilizados. Esto es una expresión de exclusión del
sistema político en el cual prevalece la democracia representativa frente a las
oportunidades y retos que ofrece una democracia cultural participativa, en donde los
grupos étnicos y otras minorías tendrían una mayor incidencia en las decisiones
políticas y programas que les afectan.
En el contexto de la crisis del capitalismo que se muestra como global, el papel del
Estado como ente regulador frente a un modelo de desarrollo hegemónico y
dominante ha sido nefasto y regresivo frente a las prácticas productivas tradicionales,
en consecuencia se plantea una alerta, dado que las poblaciones que históricamente
han sido excluidas y marginadas sufrirán con mayor rigor la crisis actual de la
economía.
A pesar de la larga historia de exclusión y marginalidad de las comunidades
afrodescendientes, la Diáspora es el “recuerdo vivo” de las tradiciones culturales. La
influencia de África está presente en la conformación cultural de América Latina; su rol
en el desarrollo, sin embargo, se olvida.
Existen dos lecturas del concepto de diáspora. Por un lado, se entiende bajo una lógica
de dominación y opresión que retrata a los afrodescendientes como víctimas de la
historia. Por otro lado, la Diáspora se interpreta como un proceso en donde los
movimientos sociales son agentes de cambio y transformación. La Diáspora, desde
esta perspectiva, es “una contracultura de la modernidad” en la medida en que hay
una búsqueda de ciudadanía plena que se expresa en una doble conciencia nacional y
afrodiaspórica.
La formulación de proyectos de desarrollo debe dar una amplia importancia a la
cultura y a la educación como ámbitos que contribuyen a consolidar una ciudadanía
plena. Debe incluir el reconocimiento de las y los afrodescendientes en sus saberes
ancestrales como estrategia.
Retos
Los ponentes y participantes del encuentro señalaron algunos desafíos y posibles
obstáculos que se deben enfrentar y superar para la elaboración de una agenda a
nivel nacional y/o regional que busque ligar la cultura con el desarrollo con un enfoque
en los afrodescendientes en Iberoamérica.
Hay que reconocer que el racismo y la discriminación racial todavía existe y se
manifiesta a varios niveles: cotidiano, estructural y institucional – Es importante que
recordemos este hecho en la formación de políticas públicas hacia la población
afrodescendiente.
Hay grandes debilidades en cuanto a la identificación cuantitativa y cualitativa de
las comunidades afrodescendientes que están presentes en la región.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Los procesos migratorios imponen retos para las sociedades multiétnicas en la
medida en que se enfatizan las desigualdades sociales. La diversidad debe
reconocerse como un activo en la globalización.
En vista de la crisis del capitalismo. Asimismo, la crisis ambiental, producto del
calentamiento global, impone retos en términos de la seguridad alimenticia de las
comunidades afrodescendientes. ¿Cuáles son los proyectos de cambio histórico y
los paradigmas de desarrollo?
Hay un notable incremento de las formas de violencia que afectan a las
comunidades afrodescendientes a distintos niveles domésticos y políticos. El
racismo persiste bajo tres formas: racismo estructural, racismo institucional y
racismo cotidiano.
La mayor representación política adquirida por los afrodescendientes contrasta con
la profundización de la violencia y la marginalidad.
Las comunidades afrodescendientes tienen ahora más líderes. No obstante, hay
una generación de jóvenes rezagados que están expuestos a diversas formas de
violencia. ¿Cómo utilizar la cultura como una herramienta de transformación e
inclusión?
Indagar en las alternativas que ofrecen herramientas como las TICs y la cultura
digital.
Los retos de la inclusión y valoración de indicadores de bienestar que se utilizan
desde el estado y las agencias multilaterales de desarrollo.
El rezago histórico como obstáculo a resolver, cuestionar e identificar los
paradigmas y las trampas de la pobreza en donde por ejemplo los sistemas
extractivos y explotación petrolera, carbonífera, aurífera sólo han generado
miseria, empobrecimiento cultural y devastación ecológica.
Implementar los avances de la conferencia de Durban de lucha contra el racismo,
como un instrumento eficaz que debe llevarse a la agenda publica de la
institucionalidad de los estados latinoamericanos.
Representatividad Política
Falta mucho para lograr la representatividad política afrodescendiente. Además de
fomentarla, se necesita asegurar que el Estado y la política electoral permita que los
movimientos sociales afrodescendientes puedan mantener su autonomía y que tengan
incidencia en la definición de políticas públicas. Hay que reflexionar y revisar los
mecanismos existentes legislativos para examinar si son eficientes y/o suficientes.
Autoreconocimiento
Hay que reconocer y trabajar más en el problema del auto-reconocimiento como causa
y consecuencia de otros problemas que enfrentan las poblaciones afrodescendientes
como la valoración de su cultura y la falta de estadísticas confiables sobre su situación.
Es importante que la recolección de datos vayan acompañadas con campañas de
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
concientización y valorización cultural con la activa participación de movimientos
sociales afrodescendientes.
Migración
La migración impone retos para las sociedades multiétnicas en la medida en que se
enfatizan las desigualdades sociales pero también es una posible fuerza vital de
desarrollo económico social y presenta una oportunidad de impulsar la interculturalidad.
Factores Económicos
En general, los afrodescendientes se concentran en los sectores más pobres de la
sociedad. Hay que considerar seriamente cómo el mercado global y los problemas
macroeconómicos, especialmente la reciente crisis económica global, perjudica aún
más, a situación de marginalización e inequidad que enfrentan la población afro. Es
necesario cuestionar e identificar los paradigmas y las trampas de la pobreza en donde
por ejemplo los sistemas extractivos y explotación petrolera, carbonífera, aurífera sólo
han generado miseria, empobrecimiento cultural y devastación ecológica. La actual
crisis del neoliberalismo ofrece posibilidades para formular nuevos paradigmas de
desarrollo. Dicha formulación debe vincular los conocimientos y las prácticas locales de
las comunidades afrodescendientes con los recursos estatales.
Violencia
Hay un notable incremento de las formas de violencia que afectan a las comunidades
afrodescendientes a distintos niveles: domésticos, en los centros urbanos, pero
también el destierro y el desplazamiento.
Folclorización de la cultura
Hay una tendencia de folklorizar y exotizar la cultura afrodescendiente. Se debe
pensar en la cultura como una riqueza, pero también como un recurso del desarrollo.
Propuestas
Democracia sustantiva: Hay que identificar las desigualdades sociales y sus raíces.
Apoderamiento de sectores subalternos. Coordinación entre políticas económicas y
políticas.
Políticas culturales. Hasta hace poco solamente se tienen Ministros de Cultura de
origen afrodescendiente. Hay que Asumir la cultura como un recurso para el
desarrollo económico y definir el espacio nacional como espacio intercultural, es un
pilar fundamental de justicia social. Dilucidar la relación entre movimientos sociales y
políticas estatales.
Establecer prácticas de desarrollo armónico, basado en el autogobierno. Las crisis
generan viabilidad de dichas prácticas.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La equidad étnica requiere redistribución. La igualdad de los derechos requiere la
valorización de la diversidad.
Hay que reflexionar sobre los avances y limitaciones de la legislación. Organización y
autonomía; también debe aumentar la representatividad en los Estados.
Hay que reinventar las naciones apuntando hacia sociedades equitativas. Crear poder
sin dominación: poder es afirmación de vida. Diáspora: alegría y esperanza. “Palenque
cósmico de la libertad, el deseo y la rumba”.
A pesar de la larga historia de exclusión y marginalidad de las comunidades
afrodescendientes, la Diáspora es el “recuerdo vivo” de las tradiciones culturales. La
influencia de África está presente en la conformación cultural de América Latina; su rol
en el desarrollo, sin embargo, se olvida.
Es necesario desarrollar proyectos que presten especial atención a las mujeres
afrodescendientes. En este grupo poblacional se concentran y se profundizan las
discriminaciones por género y por etnia. A pesar de esta situación, se destaca su
potencial organizativo en la trayectoria de los movimientos afrodescendientes.
En Colombia, gran parte de la población afrodescendiente se encuentra ubicada en
zonas que poseen una amplia riqueza de recursos naturales. Sin embargo, dichas
comunidades no se han visto beneficiadas con la explotación de los mismos.
El creciente acceso de muchos afrodescendientes a puestos públicos puede
interpretarse como oportunidades para nuevos proyectos de desarrollo que
contribuyan a solucionar problemas de desigualdad social y a impulsar la agenda de
cooperación internacional. El aumento de representatividad política, sin embargo,
contrasta con la profundización de las desigualdades sociales.
La formulación de proyectos de desarrollo debe dar una amplia importancia a la
cultura y a la educación como ámbitos que contribuyen a consolidar una ciudadanía
plena.
Existen dos lecturas del concepto de diáspora. Por un lado, se entiende bajo una lógica
de dominación y opresión que retrata a los afrodescendientes como víctimas de la
historia. Por otro lado, la Diáspora se interpreta como un proceso en donde los
movimientos sociales son agentes de cambio y transformación. La Diáspora, desde
esta perspectiva, es “una contracultura de la modernidad” en la medida en que hay
una búsqueda de ciudadanía plena que se expresa en una doble conciencia nacional y
afrodiaspórica.
Recolectar estadísticas desagregadas por grupo étnico-racial para poder mejor analizar
la situación actual que enfrenta la población afrodescendiente.
Invertir en programas de formación y acceso a tecnología para jóvenes
afrodescendientes así que en la población juvenil afrodescendiente, especialmente
entre los más pobres que es en donde se concentran problemas de exclusión, falta de
oportunidades, reproducción de la pobreza, altos índices de muertes violentas,
marginalización de la ciencia y la tecnología así como de las opciones de trabajo,
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
participación política, recreación y posibilidades de expresión. Estos aspectos la
convierten en una población vulnerable.
La versión oficial de la historia en muchos de los países Iberoamericanos es excluyente
y la incorporación y representación de los aportes de los afrodescendientes no ha sido
adecuada. Hay una necesidad grave de reconstruir el conocimiento. Los Ministerios de
cultura conjuntamente con los sistemas de educación para ejecutar una revisión de la
historia y materiales educativos para toda la población, no solo en comunidades
afrodescendientes.
Desarrollar proyectos que presten especial atención a las mujeres afrodescendientes
ya que en este grupo poblacional se concentran y se profundizan la marginalización
social y la discriminación en tales áreas como el mercado laboral, el acceso a servicios
médicos, y la formación.
Propuestas que se podrían replicar:
Utilizar experiencia y ejemplos ya existentes como buenas prácticas que podrían ser
replicados en otros países tales como: La Secretaría para la Promoción de la Igualdad
Racial (SEPPIR) en Brasil, los programas que apoyan la formación cultural de jóvenes
como en el programa de orquestras y teatros del BID, las transferencias monetarias
condicionales que el BID viene apoyando, el Centro Cultural en Esmeraldas como una
experiencia a ser replicada, como un espacio donde se puede desarrollar acciones de
cooperación. En América Latina, debe replicarse como ejemplo el proyecto sobre la
Historia de África que fue realizado por UNESCO.
A pesar de que falta información precisa de las poblaciones afro, los gobiernos
están compilando los datos necesarios. En el caso de Colombia, el DANE incluyó el
componente étnico. La comunidad internacional debe apoyar este tipo de
esfuerzos.
En materia legislativa para las comunidades afrodescendientes, se destacan los
avances que se han dado en Colombia, particularmente la Constitución de 1991 y
la Ley 70 de 1993. Se resalta el trabajo que ha adelantado el Observatorio contra la
Discriminación Racial de la Universidad de los Andes de Colombia.
La creación del Ministerio de Equidad Racial en Brasil, que concentra sus esfuerzos
en abordar las problemáticas de desigualdad racial, puede servir como punto de
referencia para la agenda afrodescendiente de otros países.
Propuestas de mecanismos y esquemas de cooperación entre países
Es necesario asumir la cultura como recurso para el desarrollo económico, la
definición del espacio nacional como espacio intercultural, y el fortalecimiento de
la ciudadanía.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La relación entre el Estado, la política electoral y los movimientos sociales
afrodescendientes debe permitir que estos últimos puedan ser autónomos y que
tengan incidencia la definición de políticas públicas.
La actual crisis del neoliberalismo ofrece posibilidades para formular nuevos
paradigmas de desarrollo. Dicha formulación debe vincular los conocimientos y las
prácticas locales de las comunidades afrodescendientes con los recursos estatales.
Es posible que la contradicción entre la mayor representación política y el
incremento de las desigualdades socioeconómicas y el racismo estructural, se
profundice.
Hay que avanzar en la construcción de lazos de solidaridad no solo a nivel cultural
sino en el campo económico y social.
Es necesario reflexionar sobre los avances y limitaciones de la legislación para las
comunidades afrodescendientes.
Incorporar el tema étnico en los objetivos de desarrollo del milenio y utilizar los
mecanismos ya existentes para poder impulsar la diversidad cultural y el
mejoramiento de las condiciones y acceso a oportunidades de la población
afrodescendiente.
Implementar los avances de la conferencia de Durban (que para muchos ponentes
fue el evento referente en la visibilización del tema afrodescendiente en muchos
espacios) como un instrumento eficaz que debe llevarse a la agenda pública de la
institucionalidad de los estados latinoamericanos.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
EJES TEMÁTICOS
LA CONTRIBUCIÓN DE LOS AFRODESCENDIENTES A LA CONSTRUCCIÓN
DE LAS AMÉRICAS: RE-ESCRIBIR LA HISTORIA
Un espacio para identificar estrategias de preservación y reproducción del aporte
histórico de los afrodescendientes en la construcción de sociedades democráticas, en
su desarrollo social y económico, a partir de sus raíces e identidad, valores, prácticas y
símbolos como grupo étnico, generando cohesión social e identidad como expresión
plena de libertad y desarrollo humano.
Howard Dodson
Director Schomburg Center
Perfil
Director del Centro para la Investigación de la Cultura Negra de Estados Unidos. Es
especialista en historia afroamericana, educador y consultor graduado de West Sheet
Said Collage. Ha sido docente en varias universidades de Estados Unidos y bajo su
dirección el Centro Schomburg ha desarrollado una biblioteca pública especializada en
historia afroamericana y está desarrollando una labor de apoyo a la Dirección de
Etnocultura del Ministerio de Cultura de Colombia y la Universidad Tecnológica de
Chocó, para el desarrollo del Centro Nacional de Estudios y Documentación de las
Culturas Afrocolombianas.
Intervención
A principios del siglo XX, se tenía la idea de que los negros no tenían historia, fueron
estos mitos los que condujeron a la creación del Centro para la Investigación de la
Cultura Negra de Estados Unidos. Hoy las colecciones son de más de diez millones de
artículos que dan cuenta de los aportes de los afrodescendientes.
Se dice que las y los afrodescendientes no contribuyeron a la construcción de la
nacionalidad, eso implica asumir que otros la crearon y que las y los afrodescendientes
solo ayudaron a determinada elite. El gran grueso de la contribución de los
afrodescendientes siguen siendo ignorada, invisibilizada. La historiografia tradicional
comete constantemente estas imprecisiones, por ejemplo al considerar a Egipto como
parte del Medio Oriente y no del continente africano.
Los esclavos africanos en las Américas fueron activos y creativos, con acciones sociales,
políticas y culturales que condujeron a que el nuevo mundo se convirtiera realmente
en un nuevo mundo, ellos como agentes activos que impactaron.
La historia de la colonia es una historia sobre colonización, escrita por los colonialistas,
la cual es simplemente una extensión del este dominio. Estos historiadores no han
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
tenido en cuenta el hecho e importancia de que la gran mayoría de quienes están
construyendo esta historia eran africanos. Con lo que se deja de lado buena parte de la
realidad de los países.
La restauración y conservación de las ciudades coloniales como Cartagena deben servir para
mostrar el aporte de los afrodescendientes, que fueron sus verdaderos maestros y
constructores y no para honrar la memoria de la elite colonial como pareciera suceder por
momentos.
Los pueblos se reinventaron a sí mismos, la población africana esclava no era una
extensión de la mentalidad esclavista eran mucho más que eso, de hecho crearon un
nuevo mundo, El Jubileo, El surgimiento de la cultura africana.
El triunfo sobre la esclavitud: Los símbolos en medio de los cuales nos encontramos
son parte de la reafirmación de ese poder colonia que niegan nuestra presencia y
aportes. En New York, se encontró un cementerio que obligó a reescribir la historia de
la colonia en el territorio norteamericano.
Alfonso Múnera. Historiador
Perfil : Nació en Cartagena. Ha escrito artículos sobre historia del Caribe colombiano
en diversas revistas nacionales y extranjeras, y es el editor de una selección de ensayos
de autores costeños de los siglos XVIII y XIX. Entre sus obras principales se encuentra El
fracaso de la nación. Región, clase y raza en el Caribe colombiano (1717 1821),
publicada en 1998. Obtuvo un doctorado en historia de América Latina y del Caribe en
la Universidad de Connecticut, Estados Unidos, en 1995, y fue decano de la facultad de
ciencias humanas de la Universidad de Cartagena, donde enseña historia desde 1981.
Actualmente es el director del Instituto Internacional de Estudios del Caribe, que forma
parte de dicho centro académico.
Intervención
Las grandes contradicciones en la enseñanza de la historia. Como historiador suelo
experimentar cierta frustración ante las tergiversaciones cotidianas de la historia, ante
eso lo que hago es rememorar los hechos de mis propias vivencias en la que en la
educación no se enseñaba nada de los afrodescendientes.
Seguimos inmersos en un país que no abandona sus prácticas racistas, millones de
niños siguen condenados por las prácticas racistas desde temprana edad escolar,
donde se instruye una historia hegemónica y de carácter excluyente. Pero ahora
contamos con un ejército de jóvenes provenientes de las comunidades negras
estudiando su propia historia y pensando en una solución a sus problemáticas
Vale la pena recordar cómo trataban el tema de los negros en nuestra historia José
María Henao y Gerardo Arubla. En el texto que fue seleccionado como historia de
Colombia solo en la página 223, los historiadores consideraron importante referirse a
la esclavitud para estudiar el fenómeno de la lepra, en algo menos de una página de las
casi mil que tiene el libro. Nada de sus aportes. Nada de sus luchas
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Todo esto en un país que a lo largo del siglo XVIII no poseía una sola actividad
económica y social que no descansara sobre los hombros de las y los esclavizados.
Tuvimos que esperar hasta 1963 para que Jaime Jaramillo Uribe señalara algo tan
obvio como que el transporte y gran parte de la economía colonial dependió de los
esclavizados. Hoy tenemos significativos estudios, estamos avanzando en la dirección
correcta.
Los afrodescendiente en Cartagena habían sido el factor decisivo en los hechos de la
independencia en Cartagena en 1911, e incluso el primer dirigente de la independencia
en Cartagena fue un negro de origen cubano. La lucha por la ciudadanía fue liderada
por los afrodescendientes y aun hoy siguen dando esa lucha. Es muy poco o nada lo
que se ha dicho de la innegable vocación de paz de los afrocolombianas. Es necesario
adentrarse en un proceso en el que las investigaciones que dan cuenta de esta historia
lleguen a las y los estudiantes.
Maguemati Wabgou. GEACES, Universidad Nacional de Colombia
Perfil: Sociólogo de nacionalidad togolesa (Togo), licenciado de la Université du Bénin
(Lomé-Togo). Doctor en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense
de Madrid, realizó una estancia posdoctoral en el Centre d’Études Ethniques des
Universités Montréalaises (CEETUM) con énfasis en estudios étnicos y de migraciones.
Actualmente, se desempeña como profesor asociado en el Departamento de Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá: Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales). Es integrante del Grupo de Estudios Afrocolombianos
(GEA), categoría A de Conciencias, del Centro de Estudios Sociales -CES- y responsable
del Grupo de Estudios sobre Migraciones y Desplazamientos del Instituto Unidad De
Investigaciones Socio-Jurídicas Y Políticas “Gerardo Molina” -UNIJUS-. Entre sus
publicaciones recientes, se destacan Migraciones subsaharianas. África entre el orden
mundial y las redes sociales (libro, 2006); Sistemas políticos africanos. Debates
Contemporáneos en Colombia desde la Ciencia Política (libro, comp. & ed., 2007);
“Poder y sociedad en África subsahariana: los pueblos entre las tradiciones y el Estado”
(capítulo de libro, 2007); “Governance of Migration in Senegal: the Role of
Government in Formulating Migration Policies” (capítulo de libro, 2008);
“Transnationalism and Dominican Women: Intersections between Gender, Migration
and Development” (artículo de revista, co-autor, 2008); “Africa: a bridge between Latin
America and Asia”, (Impreso Universitario, 2008); “Estudios Africanos en Colombia
desde Ciencias Políticas y Sociales” (capítulo de libro, 2008).
Intervención:
Analizar las realidades vividas por la población negra en Colombia implica la
interpretación de la situación histórica, política, cultural y educativa de estas
comunidades afrodescendientes, teniendo en cuenta su pasado, presente y futuro. Por
este camino, el África, lo africano y la africanidad se han convertido en temas de
interés académico junto con las culturas afrocaribeñas, afrocolombianas y negras. En
este sentido, es necesario sentir y escuchar a Colombia negra en relación con las pautas
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
culturales africanas: para ello, un recorrido histórico permite aprehender las memorias de
África17 en Colombia en distintas esferas sociales. Esto implica mostrar diferentes
formas de entrelazamiento de las culturas e identidades africanas con las de las
poblaciones negras en Colombia.
En la presente ponencia se indaga, en primer lugar, la esclavización como proceso
histórico y práctica social/económica, maquinada y ejecutada por los europeos a lo
largo de los siglos XVI y XIX (I). En segundo lugar, se analiza cómo, tras la trata negrera,
las prácticas culturales africanas fueron trasladadas desde el continente africano hasta
el latinoamericano en general, y Colombia en particular con énfasis en algunos focos
de resistencia del africanismo como el Palenque de San Basilio (II). Asimismo, se hace
un examen del impacto de estas pautas culturales africanas en Colombia con la
música, la tradición oral, el arte, la religión y el pensamiento africano (filosofía), entre
otras. Esta actitud permite resaltar las interacciones y las relaciones culturales que
constituyen la base de la construcción de semejanzas identitarias y de formas de
organización socio-políticas en las comunidades afrodescendientes; lo que justifica la
necesidad de proyectar la consolidación de iniciativas y acciones a favor de una mayor
integración entre países africanos y Colombia puesto que, sin duda, contribuye a
consolidar la construcción identitaria de hombres y mujeres negros de este país y a
ampliar luchas colectivas para transformar sus condiciones de vida generalmente
marcadas por falta de oportunidades, poca participación política, crecientes conflictos
raciales, aculturación, mito del mestizaje, discriminación étnica y racial, entre otros.
Afroamérica: una perspectiva histórico-política
La historia de África, llena de sombras, penumbras y luces, nos llama la atención a la
hora de reflexionar sobre los elementos antropológicos, sociológicos y humanos que
fueron trasladados desde el viejo continente hasta el Caribe y las Américas. Estos
elementos se constituyen en componentes identitarios de los pueblos africanos que
han sobrevivido al tiempo y al espacio tras una de las prácticas más odiosas de la
historia humana: la trata negrera.
En África, como en otros continentes, la esclavización no era desconocida antes de la
llegada de los europeos18, aunque se observe que entre algunos grupos étnicos como
17
El uso que hacemos del concepto “África” se inserta dentro del marco de estudios anteriores en los que “la
noción de «África» está en mayor o menor medida relacionada con el florecimiento público de la negritud o a las
«comunidades negras» *…+ la noción de «África» constituye un referente crucial para comprender la cultura
afrocolombiana *…+” (Wade, 2002: 246-247).
18
Es cierto que “La práctica de la esclavitud data de épocas prehistóricas, aunque su institucionalización
probablemente se produjo cuando los avances agrícolas hicieron posible sociedades más organizadas que requerían
de esclavos para determinadas funciones. Para obtenerlos se conquistaban otros pueblos; sin embargo, algunos
individuos se vendían a sí mismos o vendían a miembros de su familia para pagar deudas pendientes; la esclavitud
era también el castigo para aquellas personas que cometían algún delito“.
(Disponible en:
http://html.rincondelvago.com/historia-de-colombia_1.html). A continuación, nos parece relevante la observación
según la cual, “A diferencia de Grecia antigua, por ejemplo, donde el esclavo era asimilado a la categoría de "cosa",
en este continente [África] el esclavo poseía derechos cívicos y derechos de propiedad, existiendo además,
múltiples procedimientos de emancipación. Se distinguía generalmente entre esclavos de casa y esclavos de guerra,
aunque estos últimos terminaban por formar parte de la primera categoría después de cierto tiempo. En general, en
África, el esclavo se integraba rápidamente en la familia que lo poseía. En Kongo, por ejemplo, un padre de familia
llamaba a su esclavo mwana (el hijo, el niño). En otros lugares de África, la situación no era tan favorable, pero la
estructura patriarcal y comunitaria impedía que el esclavo negro fuese un bien en el sentido griego del término”
(“Pasado y presente de la esclavitud”. Disponile en: http://www.monografias.com/trabajos10/trini/trini.shtml).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
los Fang (en general en África Ecuatorial y precisamente en Guinea Ecuatorial) el
concepto y la práctica esclavista eran inexistentes (Ki-Zherbo, 1980: 302-304 & 306). La
combinación de hechos históricos, políticos y económicos (exploración de las costas de
África, el descubrimiento de América en el siglo XV y su colonización en los tres siglos
siguientes, entre otros), estimuló considerablemente la trata negrera. A partir de un
giro en la historia, la concepción de la esclavización en/desde África con las
expresiones de trata negrera transatlántica, por su naturaleza capitalista, su carácter
sofisticado, transoceánico, internacional o trasnacional y sus implicaciones de
comercio a gran escala con la consiguiente reducción del ser humano a mercancía, y
por ser originado, materializado y protagonizado por los europeos, se mantiene
imborrable de la memoria:
“Los circuitos de la trata transatlántica son múltiples. Los barcos negreros pasan por la
costa africana, desde Senegal a Angola para cargar a los esclavos. Después de la
travesía que a veces duraba más de dos meses, llegaban a los puertos de Brasil,
Guyana, Caribe y Estados Unidos19”.
A diferencia de la práctica esclavista en el África previa a la llegada de lo exploradores,
la trata negrera se volvió un negocio recurrente entre los europeos para sostener sus
intereses en América. Millones de nativos de las colonias americanas morían por la
rudeza de trabajos que demandaban una mano de obra duradera y barata. Como se
creía que los esclavos africanos podrían soportar mejor el trabajo forzado, la
importación de negros africanos desde las colonias españolas y portuguesas fue la
alternativa más oportuna. Para cubrir la necesidad en mano de obra en colonias
americanas y caribeñas, los europeos intensificaron, entre el siglo XVI y el siglo XIX, el
desarraigo y la deportación de millones de cautivos africanos hacia las Américas y el
Caribe.
Este comercio inhumano en el siglo XV, más concretamente en el año 1441, con el
tráfico de los primeros esclavos africanos es llevado a cabo por los portugueses desde
sus colonias africanas. Poco tiempo después, España siguió los pasos de Portugal
aunque durante más de un siglo Portugal siguió monopolizando el comercio20. Los
negros considerados como mercancía humana por el Estado alcanzaban un valor
económico y social en el mercado esclavista. Generalmente, los futuros esclavos eran
capturados por otros africanos y transportados a la costa occidental de África donde se
encontraban mostradores de compra y venta de los esclavos. Se calcula que durante
cuatro siglos (desde mediados del siglo XV hasta la década de 1870), entre 15 y 18
millones de africanos fueron exportados hacia las Américas sin contar el sinnúmero de
quienes murieron en África mientras se realizaban sus capturas seguidas de su
hacinamiento en lugares específicos de las zonas costeras, y durante las largas
19
Traducción propia. Véase "La traite négrière, l’esclavage et les abolitions Quelques points de repère". Disponible
en : http://www.comite-memoire-esclavage.fr/inventaire/historique.html: "Les circuits de la traite transatlantique
sont multiples. Les navires négriers longent la côte africaine, du Sénégal à l’Angola, pour y charger leur cargaison
d’esclaves. Au terme d’une traversée longue parfois de plus de deux mois, ils accostent aux ports du Brésil, des
Guyanes, des Caraïbes et des États-Unis"
20
A finales del siglo XVI, el Reino Unido empezó a competir con Portugal, Francia, Holanda y Dinamarca que, hasta
entonces, detenían el derecho a proveer esclavos a las colonias ultramarinas. Francia, por ejemplo, recurría a
canales comerciales que, partiendo de las Costas orientales del África y de Madagascar terminan en las islas
Bourbon (La Reunión) o de Francia (Mauricio) y en América del Sur. Otros se dirigían hacia el África del Norte
transitando por el Sahara.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
travesías en los barcos negreros. En el último caso, los cautivos yacían en condiciones
infrahumanas por la suciedad, la pestilencia, el calor sofocante, la tortura, el dolor, la
frustración, la depresión, la sed, el hambre y el pánico; condiciones que por cierto
causaban la muerte de parte de los esclavos. Es más, los enfermos o heridos, que
corrían el riesgo de no poder venderse, eran lanzados al mar, según reporta (Ki-Zerbo,
1980: 314). Esta sentencia se aplicaba igualmente a quienes ya no podrían reaccionar
al sonido de músicas de sus pueblos que los negreros tocaban con el fin de medir su
estado psicológico o de ánimo. Se vive una realidad dramática: las músicas y danzas
tradicionales africanas se usaron como instrumento de selectividad de cautivos
durante los viajes. Los procesos de selección de mano de obra cautiva eran frecuentes
en los barcos para asegurar la llegada al destino con los “mejores productos”. El hecho
de que el negro no bailara era sinónimo de desaliento, debilidad y depresión mental;
quedaba condenado a muerte, se le separaba del resto y era arrojado al océano. Pero
si reaccionaba y bailaba enérgicamente, se interpretaba que todavía conservaba sus
energías, su aliento e intrepidez; quedaba haciendo parte del contingente, reservado y
mantenido hasta arribar al destino final.
El Caribe y América fueron destinos geocomerciales frecuentes. En algo menos de
treinta años (entre 1611 y 1640), Cartagena (Colombia) se convirtió en el principal
puerto negrero de toda América Hispánica ya que aproximadamente 95.000 esclavos
transitaron por allí durante esta época. De Cartagena, los africanos cautivos eran
trasladados al Caribe, a Panamá y al interior de la de la Nueva Granada. Y de Panamá, a
bordo de pequeñas embarcaciones, iban con destino a Perú desde donde eran
entregados a otros mercaderes que les llevaban a distintos países centroamericanos
como Nicaragua y Costa Rica; también a países suramericanos como Chile y Ecuador.
Panamá se volvió un punto de destino y de tránsito importante en la historia de la
esclavización ya que los esclavos, almacenados en condiciones inhumanas y
deplorables, esperaban durante meses en las casas llamadas los depósitos antes de ser
despachados y redirigidos hacia otros destinos (El Callao, por ejemplo), por
comerciantes que combinaban sus actividades negreras con el suministro de otras
mercancías. La importancia de la posición de Panamá en la plataforma negrera
(circuitos y redes negreros) y la provisión de otras mercancías se destacan en lo
siguiente:
“Durante el periodo colonial, el istmo de Panamá fue el sitio de paso para el
abastecimiento de lo que sería una de las principales colonias españolas en el
continente: Perú. La posición estratégica del istmo lo colocó en el vértice entre Jamaica
y Cartagena, y en ruta hacia África; desde entonces la región ha demostrado su
condición de canal de comunicación, vocación que conserva hasta hoy en día. Esta
posición la hizo ser escenario de la confluencia de personas de diversos orígenes y
culturas, en particular de origen africano *…+ Panamá no fue una economía de
plantación pero su rol como corredor para el oro procedente de Perú y las mercancías
de España la convirtieron pronto en un abigarrado mundo donde confluían personas
de diferentes orígenes y credos religiosos *…+” (Cáceres: 2002: 145 & 154).
La población negra esclava en Colombia estaba localizada especialmente en los
departamentos del Cauca, Valle del Cauca, Chocó, el norte del departamento de
Antioquia, Bolívar y la Costa atlántica (con su centro en Cartagena). Varios de sus
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
integrantes procedían de zonas que hoy corresponden a países africanos como Benín
(antiguo Dahomey), Togo, Ghana (antiguo Gold Coast), Nigeria, Sierra Leona,
Mozambique21, Angola, Cabo Verde, Senegal, Guinea (Arocha, 1999: 34) y pertenecen
a distintos pueblos africanos tales como los wolofs, mandingas, fulos, cazangas,
biáfaras, monicongos, anzicos, engolas, entre otros. A pesar de las resistencias por
parte de los futuros esclavos, es evidente que integrantes de esto grupos étnicos
africanos fueron traídos por la fuerza a Panamá y Colombia, amontonados en los
barcos negreros:
“*…+ en el bajo Senegal se podían distinguir tres pueblos principales: los wolofs, los
lebu y los sereer, y tres reinos: Waalo, Kajoo y Bawol, los dos primeros islamizados y
una gran parte del tercero animista, y visto por ello como bárbaro. Sobre esta última
región se llevaron a cabo diferentes razzias cuyo fin era obtener esclavos, por lo que
pronto sus amplias zonas boscosas la convirtieron en una zona de refugio para
cimarrones. Los sereer, organizados en pequeñas unidades políticas menos complejas
que las islamizadas, sin aristocracias ni esclavos, reaccionaron violentamente contra la
esclavitud, llegando a cerrar sus comunidades a cualquier injerencia externa, lo que les
valió en la tradición oral la reputación de fieros y crueles”22.
Pronto, parte de los esclavos africanos que fueron transportados forzosamente hacia
plantaciones y minas de América fueron organizando resistencias para romper con las
cadenas de la esclavización. De allí, surgieron varios movimientos cimarrones: los
esclavos empezaron a luchar23 por la libertad, mediante la insumisión, la elaboración y
la ejecución de estrategias de resistencia, a partir de la segunda mitad del siglo XVI. Se
registraban fugas de esclavos en las colonias: huían para esconderse en territorios
inaccesibles donde se reagrupaban a veces para organizarse en grupos de defensa
contra cazadores enviados por sus dueños, o para refugiarse en territorios ocupados
por indígenas a quienes terminaban enseñando métodos de insubordinación frente al
colono español o portugués. Se señalan revueltas de esclavos para conseguir la
libertad en el istmo de Panamá24, la costa del Pacífico, Cartagena, Venezuela, Cuba,
Brasil (los Quilombos), Puerto Rico, entre otros:
“*…+ en 1532 en Venezuela; en 1533 en Cuba y Panamá. En 1547 la prolongada
rebelión de Sebastián Lemba en La Española; en 1550 la rebelión de Juan Criollo que
duró varios años. En 1579, la sublevación de los negros rebeldes en Portobelo
(Panamá) que llevó a la firma de un tratado de paz con los colonos españoles mediante
el cual, los esclavos consiguieron la libertad colectiva. En 1635 se destacan, las
21
A partir de 1645, Mozambique comenzó a estar afectado por el tráfico de esclavos (captura y exportación de
esclavos), protagonizado por comerciantes portugueses ya que los holandeses controlaban Angola y Benguela que,
cuatro años antes (agosto de 1641), estaban bajo el dominio portugués. A partir de 1830, muchas embarcaciones
árabes, desde diferentes puertos de Mozambique llevaron gran número de esclavos a las islas Comores y
Madagascar, entre otras regiones. Y a partir de 1839, la ciudad de Zanzíbar se convirtió en un verdadero centro del
tráfico de esclavos en la costa oriental de África donde los árabes fueron los principales traficantes de esclavos.
22
James Searing (1987), citado por Cáceres (2002: 163).
23
Espinosa y Friedmann (1993: 105) resaltan la participación de las mujeres en las luchas por la liberación de
esclavos: “en la lucha de los cimarrones, las mujeres habían combatido aguerridamente con dardos, macanas y
lanzas, enfrentándose a los españoles *…+”. En el mismo sentido, Mena García (1993: 88) reitera la magnitud del
apoyo de la mujer negra durante la época colonial, lamenta la escasez de documentos históricos al respecto y la
necesidad de reconocer su presencia activa en las luchas antiesclavistas colombianas.
24
Durante la época colonial en Panamá, la colaboración de los cimarrones con los piratas y filibusteros fue
remarcable; aludimos al papel de guías de los piratas que jugaron en contra de la colonia.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
rebeliones de los esclavos negros de Jamaica que llegaron a tal extremo que la
Asamblea de Jamaica se vio en la necesidad de enviar una petición de ayuda a la
metrópoli. La lista no se agota: la rebelión de los esclavos de Haití en 1791 que
constituyó el núcleo del proceso haitiano de independencia y las rebeliones de Puerto
Rico y Cuba en 1812 que fueron fuertemente sofocadas por miedo a que se duplicaran
los sucesos de Haití. Estas rebeliones, se suman a la larga lista de resistencias
personales, sublevaciones y rebeliones llevadas a cabo en la misma África, en el Caribe,
en América, y en aquellos sitios donde se conoció la esclavitud *…+”25
En esta misma línea, cabe resaltar las insurrecciones de los esclavos en la colonia
francesa de Saint-Domingue (actual Haití) que, iniciándose en la noche del 22 al 23 de
agosto de 1791, culminó con la proclamación de la abolición de la esclavización en
1793 y la adopción del decreto para la emancipación el 4 de febrero de 1794. La
resistencia de los pueblos de Saint-Domingue al reestablecimiento de la esclavización
por parte de Napoléon Bonaparte, mediante el decreto del 20 de mayo de 1802, dio
lugar a una sangrienta represión. Aunque la esclavización fue instaurada de nuevo en
las demás colonias francesas, Saint-Domingue consiguió su independencia el 1 de
enero de 1804 con un nuevo nombre (Haití), tras un año de guerra cruenta contra los
ejércitos de Bonaparte (1802-1803), la captura y la muerte del líder de la resistencia
Toussaint Louverture. La situación en Haití dio paso a varios movimientos de
insurrección de esclavos africanos establecidos forzosamente en distintos países del
Caribe y América; movimientos liderados por esclavos originarios de las zonas costeras
del África occidental y central (Cabo Verde, Congo, Costa de Oro -actual Ghana-,
Dahoney -actual Benin-, Nigeria).
Antes de la independencia de Haití, hay que resaltar el carácter excepcional y notable
del liderazgo de Benkos Bioho, esclavo de origen africano, en la organización de
resistencias y de ofensivas contra los españoles esclavistas, establecidos en las costas
de Cartagena. Su papel fue tan sobresaliente que está considerado hoy en día como el
“Bolívar negro” de los palenqueros. Fundó el pueblo de los negros cimarrones,
conocido como el primer “pueblo libre de América”26 que se mantuvo aislado del resto
de Colombia desde 1713, conservando sus identidades de origen africano. Hoy día la
lengua palenquera es una mezcla de palabras bantú (lengua del África central) y criollo.
Con esta herencia, se muestra que a pesar de que hombres y mujeres 27 fueron
trasladados forzosamente desde África hasta América y quedaron despojados de
bienes y territorios, trajeron consigo su bagaje cultural que vino a marcar las vidas de
25
Véase
“Pasado
y
presente
de
la
esclavitud”.
Disponible
en
http://www.monografias.com/trabajos10/trini/trini.shtml
26
“*…+ al palenque de San Basilio lo hace diferente, en primera instancia, en ser el único palenque que llevó a la
corona española a ser un pacto de paz, lo que llamaron en ese entonces "entente cordial". Ese pacto permitió que
Palenque de San Basilio fuera autónomo en su lengua, en su organización, en su ritualidad, en su economía y en
todos sus aspectos internos, a diferencia de otros palenques, que estaban regidos por las directrices de la corona y
por las de la iglesia. El Palenque de San Basilio firmó el pacto de paz con la corona en 1713. Ningún otro palenque,
ni en América ni, particularmente, en nuestro territorio colombiano, obtuvo ese carácter; de allí que al Palenque de
San Basilio se le llame "el primer pueblo libre de América” (Peréz Palomino, Jesús Natividad, 2006: 2).
27
Hacemos énfasis en la presencia de las mujeres en la esclavización ya que “por muchos años os estudios sobre la
mujer negra esclava estuvieron limitados por la profundización de aspectos económicos de la esclavitud *…+”
(Castaño Zapata, 1993: 77).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
las poblaciones afro descendientes de América Latina y el Caribe. En este contexto, es
importante adentrarnos en la reflexión sobre la presencia africana en Colombia.
II. Presencia africana en Colombia: una perspectiva socio-cultural
Este párrafo se inicia con mis experiencias personales cuando empecé a conocer el
continente latinoamericano, en 2004, tras un viaje turístico a Bogotá y Cartagena. Ya
conocía la existencia de negros descendientes de africanos, pero verlo era otra
realidad. En las calles de Bogotá casi no me encontré con ninguna persona negra (por
lo menos no tengo memoria de ello) pero en Cartagena encontré personas negras
(incluso en zonas turísticas) que vendían objetos de arte o se dedicaban al rebusque.
Esto me impresionó tanto que me sentí en África; sin embargo, no me di cuenta de
todas las formas de discriminación y racismos que padecen los negros de Cartagena,
formas y realidades ocultas por las representaciones y atracciones turísticas de esta
ciudad. Me fui muy contento diciéndome a mí mismo que he encontrado a África en
Colombia. Es más, en 2005, estuve en Caracas y las Islas Margarita (Venezuela) de
nuevo como turista. Una de mis curiosidades era encontrarme con poblaciones negras.
Por ello, estuve en barrios populares de Caracas pobladas por gente de clase baja, de
todas culturas y razas, con un predominio de las personas negras. Una tarde asistí a
una velada de músicas y danzas organizada en un centro cultural por un comité
popular de jóvenes venezolanos del barrio donde ejecutaron aires musicales al ritmo
de los tambores. Fue allí donde más sentí, a flor de piel, las semejanzas culturales
compartidas con la gente negra venezolana. Me dejé llevar por la emoción que se
reflejó en mi entusiasmo desbordante para bailar al ritmo de los tambores; aires y
melodías que eran muy familiares a mis oídos ya que sonaban muy parecidos al moba
sièk (melodías rítmicas que hacen mover frenéticamente la cadera -por los pueblos
moba-gurma del norte de Togo, en África occidental-), blékété (ritmos frenéticos
acompañados de bailes y trances místicos –por los poblaciones ewé-mina del sur de
Togo-), apkèssè y tuméwé (melodías tradicionales de alegría, relajamiento y
divertimientos -entre los pueblos ewé-mina-). Me descubrí diciéndome discretamente
lo siguiente: «Ésta es África; ésta es África!»28. En 2006 y 2007, estuve respectivamente
en Palenque de San Basilio y Quibdó donde mis observaciones previas han sido
corroboradas por las experiencias vividas: más allá de las pautas culturales destacan
las formas de ser de la gente, su manera de interactuarse con uno, sus miradas, su
anhelo y orgullo para autoafirmarse como gente negra con referencias a África, entre
otras; reflejando y evocando asimismo identidades compartidas con África. Esta parte
de la ponencia corresponde al avance de resultados de investigación, fruto de mis
observaciones, lecturas comparadas, conversaciones con hombres y mujeres negros o
afrocolombianos/as, andanzas en los foros y tertulias afrocolombianos, después de un
28
¡Qué feliz coincidencia encontrarme con el testimonio del eminente escritor originario de Congo-Brazaville
Tchicaya U’Tamsi con respecto a una experiencia vivida que se parece a la mía, mientras estoy revisando archivos
sobre las huellas africanas en América Latina! Según reporta Denise Mendez (2002), el escritor cuenta que estuvo
de visitó en Cartagena que le dejó con tanta admiración y emoción que no paraba de decir: «Je me croyais en
Afrique, j’aurais voulu parler comme chez moi»; “me creía en África, me hubiera gustado hablar como si fuese en
casa” (refiriéndose así a la barrera lingüística que le separaba de sus hermanos/as negros cartageneses -distancia
lingüística entre Colombia y África-). Véase el testimonio de Denise Mendez (2002) sobre el encuentro de Tchicaya
U’Tamsi y Manuel Zapata Olivella en 1988 en París: “La Présence Africaine en Colombie”. Disponible en:
http://www.africultures.com/index.asp?menu=affiche_article&no=565 ).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
año y medio de residencia en Colombia: se adentra en las formas de organización
socio-políticas de afros en Colombia, en relación con las africanas (2.1) y las
expresiones de culturas negroafricanas en sus esferas sociales (2.2).
2.1 Comunidades negras en Colombia: lenguas, pensamientos, formas organizativas
y tradiciones
Nos inscribimos en el contexto de los estudios afrolatinoamericanos con el fin de
explorar las contribuciones socio-culturales, filosóficas y políticas de África en
Colombia. Los años de esclavización consiguieron traer a hombres y mujeres
“arrancados al África” para trabajar en plantaciones de café, tabaco, algodón arroz; las
factorías de producción de azúcar y las minerías en distintos países de América Latina y
el Caribe de los cuales destacan México, Perú, Gran Colombia (Colombia–Nueva
Granada- y Panamá), Venezuela, Cuba, Santiago de Chile, Costa Rica y Brasil. De este
modo, se produjo una formación de la diáspora negra en América Latina que ha ido
consolidándose a lo largo del tiempo (historia) en espacios latinoamericanos; Brasil y
Colombia representan los territorios latinoamericanos con mayor población negra de
América Latina. En Colombia viven actualmente más de 12 millones de
Afrocolombianos y de ellos cerca de 1 millón están en Bogotá; representen algo más
del 26% de la población colombiana y convierten a Colombia en el tercer país con
mayor población negra en América, después de Brasil y Estados Unidos.
Entre las poblaciones afrocolombianas, existen y persisten valores y expresiones
derivadas de la concepción africana de familia extensa junto con el sentido agudo de la
solidaridad. En referencia con el África tradicional, tener descendencia es
fundamental: es la respuesta a su deber de contribuir a la continuidad de la vida en la
tierra. Así mismo, se asegura la perpetuidad de la cadena ancestral; por ello las familias
extensas son el medio más apropiado para garantizar la emergencia y consolidación
del clan: tener un/a hijo/a (la fertilidad) implica una ganancia de capital o valor social.
Como lo explica el investigador chocoano Perea Chalá Alumá (2004), en el Chocó,
existen marcas de africanidad relacionadas con la importancia de los herederos:
“En el Chocó, Colombia, donde la presencia bantú es ostensible, las voces Muntú29 y
Kulonda no las hemos escuchado, pero los conceptos de amor a la naturaleza y a lo
humano (el Muntú) y la filosofía antiabortiva, según la cual todo hijo es el producto del
acuerdo de las dos líneas ancestrales tanto paternas como maternas se concluye que –
todo hijo trae su pan bajo el brazo- (kulonda), por tanto el derecho a la vida no es
discutible siquiera” (Perea Chalá Alumá, 2004: 20).
En relación con el aporte proveniente de pensamientos africanos, Mina Aragón (2006)
destaca algunos aspectos determinantes: “el antropos africano, el homo
sapiens/sapiens moderno, empezaría a fantasear con su psique para inventar la
«filosofía más antigua en este planeta»: la filosofía del Muntú, y a partir de este
pensamiento de fraternidad entre los seres y los entes de la creación, construyó toda
su cosmovisión del mundo en mitos, estética, derecho, técnica, medicina, organización
social, etc. Todos estos son imaginarios socialmente construidos por los africanos y sus
29
Según explica el mismo Perea Chalá Alumá (2004: 13), la filosofía Muntú consiste en la concepción del ser
humano como producto de la naturaleza y no como su dueño. En consecuencia, destruir la naturaleza equivale a
desconocer principios y reglas del derecho consuetudinario.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
descendientes en la diáspora mundial de diversidad étnica y polifonía cultural, lo que
el elemento imaginario afro con su creatividad desbordante en voces y en lenguajes, el
referente paradigmático a través del cual se ha enriquecido el mestizaje del globo”
(Ibíd., 2006: 63-64)30.
De igual manera, la poligamia, la forma de matrimonio por excelencia para asegurar un
mayor número de hijos/as, es una herencia de las prácticas culturales en torno a la
familia africana:
“Con la ley de abolición jurídica de la esclavización, se disparó y consolidó un tipo e
familia extensa poligámica, estrategia eficaz para el dominio territorial de la llanura
selvática, consistente en que un varón tomaba varias esposas, siendo todas
principales. Se iban ubicando cada una en un río y se especializaban en determinados
cultivos, el esposo iba visitándolas periódicamente, proveyéndolas de aquello que no
producían” (Chalá Alumá, 2004: 15).
La educación de los niños/as se realiza dentro de un contexto tradicional muy marcado
por la enseñanza de la importancia del sentido y ejercicio de la solidaridad horizontal
entre los miembros de la familia extensa:
“Para los hijos lo más importante es la consaguinidad uterina; siendo la calidad de la
madre la que determina socialmente el linaje. El concepto de familia en el Chocó
Biogeográfico es de tal fortaleza que los primos se asumen hermanos. En grados de
consanguinidad tan lejanos, para occidente, como un séptimo u octavo grado es aún la
parentela, con obligatoriedad de solidaridad. Religiosidad y parentesco se reúnen,
cuando muere un pater o mater familia, no se le da sepultura hasta cuando aparece el
último pariente” (Ibíd., 2004: 15).
De este modo, los recursos humanos negros, legados por la esclavización en Colombia,
adoptan formas de organizaciones políticas muy similares a las de sus ascendientes
africanos. Por ello, su carácter combativo y reivindicativo se acerca al de los africanos
frente a la agresividad de la naturaleza, esclavización y el colonialismo.
“Se cree que el afro fue sumiso y pasivo, pero Chango y Elegba estuvieron siempre
animando el espíritu combativo de los héroes *…+ en el Caribe (Mackandal, Toussaint
Louvertuere, Dessalines), en el Brasil (Gunga Zumbi) y, por supuesto, en Colombia, con
el gran Benkos Biojó, el rey africano que inicio la «guerra de los palenques» en este
hemisferio, y con quien debería empezarse a hacer una nueva pedagogía política,
etnohistórica y etnoeducativa de Colombia y América, pues fue el primer
«revolucionario» americano que le dijo no a la corona española. Es con él con quien
empieza el «derecho humanitario», ya que hizo una negociación política con el
gobernador De Suazo, que obraba a nombre del rey español para el intercambio de
unos prisioneros de guerra (1605). Es con Benkos Biojó desde donde se debería
empezar a valorar la identidad y el aporte político afros a las luchas por la
30
Para más detalles sobre el pensamiento Muntú véase Mina Aragón (2006: 64-69). Este autor (2006a: 19) define la
capacidad creadora afro como “toda obra de arte, de ideas, pensamientos, valores e inventos técnicos, materiales
que el hombre africano y sus descendientes, valiéndose de su imaginación radical individual y de su imaginario
colectivo, han hecho en aras del mestizaje cultural, biológico y social-histórico del orbe, para hacer de la
autoconstitución de nuestra compleja civilización, algo más que odios, guerras y conflictos”.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
independencia y la autonomía, que luego van a hacer los comuneros (1781), criollos
frente a la negligencia y arbitrariedades de la corona” (Mina Aragón, 2006: 78-79).
Las formas de resistencias políticas suelen ser sustentadas por pautas culturales muy
marcadas por la lengua. Aquí, observamos muchos aportes lingüísticos de origen
africano en la elaboración de estrategias para romper las cadenas de la esclavización.
En el llamado rincón de África en Colombia, la invención de la lengua palenquera
ayudó a elaborar un vehículo para la comunicación interna y propia del pueblo que se
vuelve ininteligible para el negrero. Así mismo, constituyó la posibilidad de erigir
palenques en y desde donde los fugitivos reorganizaban sus proyectos de vida,
trastocados por la esclavización. Eran núcleos sociales de resistencias con los que
crearon verdaderas «repúblicas independientes» y se consolidaron focos de acción
belicosa para ocultarse y escapar de sus perseguidores y defenderse de ellos. De este
modo, los cimarrones afrodescendientes lucharon por su libertad: Palenque
(Colombia) se volvió el primer pueblo libre de América. Este elemento (libertad e
independencia) ha sido determinante para el mantenido, tanto en el tiempo como en
el espacio, de una identidad y unas expresiones culturales como la lengua palenquera.
“La invención del palenquero como lengua franca es el intento de buscar un punto de
convergencia para buscar la libertad y afirmar la identidad; sin comunicación común
hubiese resultado casi imposible unificar el proyecto del fin de la servidumbre de los
afros aquí en América *…+ El espíritu de la resistencia solo adquirió unidad y cohesión
por la invención de una lengua afrocolombiana que rememoraba la lejana, pero
siempre presente riqueza lingüística-cultural africana de infinidad de lenguas y de un
sinfín de tradiciones” (Ibíd., 2006: 71-72).
Para destacar la importancia de la africanidad en la configuración lingüística entre los
pueblos afros de Colombia, nos remitimos a las observaciones de Perea Chalá Alumá
(2004) y Mina Aragón (2006) que coinciden en que han sobrevivido vocablos y
términos africanos tanto en las formas de hispanismo como del arte culinario
dominantes en las comunidades negras.
“No es casual que en la actualidad se mantengan como apellidos Madagascar, *Angola+
y Mozambique por ejemplo. Aunque claro está que mucho esclavizado llegó a nuestras
playas no con su gentilicio original sino con el del puerto donde fue obligado a
embarcar. No obstante, la presencia de prácticas culturales (danzas, música,
religiosidad, etc.) le hablan al etnógrafo de estos supérsites y en algunos casos,
continuos culturales *…+ recogemos este listado suficientemente representativo: Acué,
Angola, Beté, Biáfara, Biohó, Coco, Congo31, Chalá, Chamba32, Chocó33, Egba, Fanti,
Ludango, Mandiga34, Maní, Matamba, Nagó *…+” (Perea Chalá Alumá, 2004: 18)35.
31
En su versión original significa los del país de la pantera: K’ongo; sus habitantes son kikongos (Perea Chalá Alumá,
2004: 31).
32
En moba (lengua de los pueblos moba-gurma del norte de Togo), chamba, escrito câmba, significa el jefe de la
familia o del clan.
33
Según el mismo investigador, “el Chocó es un territorio y un grupo étnico, dotado de lengua propia de la gran
familia bantú, que, en efecto, hizo su ingreso al departamento en las primeras décadas del siglo XVI” (Perea Chalá
Alumá, 2004: 31-32).
34
Los mandingas corresponden a un grupo étnico en el África del oeste, originario del territorio actual de Malí que
también se reparten entre partes de los territorios de Senegal y Níger.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
“Celebramos el aporte afro al castellano, que lo han convertido en una lengua mestiza
que tomó expresiones amerindias (tabaco, maíz, batata, sabana, hamaca, jaiba,
canoa…) y africanas (mondongo, manguala, catanga, salar, tanga, tunda, chiripa, tula,
bitute, bemba, cumbia, banana, chimba, guineo…), para enriquecer su polifonía y su
poder de significación” (Mina Aragón, 2006: 71-72).
“Platos como la carimañola, voces como cucayo, cocolón, para referirse al arroz
tostado adherido al fondo de los sartenes; la presencia constante del ají, o la
acidulación, etc., revela un fuerte influjo africano, aparte del cotidiano mondongo. *…+
La culinaria es también u fortín de resistencia étnica, así mondongo, se niega a ceder
su lugar al hispanismo callos, o al quechuismo guata (barriga), mofongo, mangú, fufú,
ñame, yautía, etc., gozan de plena vitalidad” (Perea Chalá Alumá, 2004: 14 & 21)
“Las posibles huellas africanas aparecen en los nombres de los alimentos, en ciertas
mezclas o combinaciones y en diversas formas de preparación. Inclusive, el café con
leche se atribuye a un holandés que vivió en África; y se supone también africana la
costumbre de freír los plátanos” (Villapoll, 1977: 325).
Igual que en las tradiciones africanas, la muerte ocupa un lugar muy importante en las
ritualidades practicadas por integrantes de comunidades negras en América Latina. La
muerte es el nacimiento a otra vida. En este sentido observamos en los poblados
palenqueros las ceremonias fúnebres denominadas "lumbalú", un ritual que se realiza
en los funerales y durante los nueve días y noches después del sepelio. En este
contexto, el lumbalú es un reflejo de la religiosidad anclada en la creencia en lo
invisible ya que al difunto le cantan junto al ataúd y le tocan tamboras porque se cree
que cantando y tocando tambores se hace más fácil el tránsito del muerto a la otra
vida. Junto con la música tradicional, este ritual es una forma organizativa y expresiva
de su visión del mundo: esta cosmovisión palenquera es una grafía tradicional que, día
a día, se practica y acompaña al ser palenquero. Aquí, pensamos que el lumbalú es la
forma más auténtica, religiosa y ancestral que expresa la africanidad y profesan las
creencias y religiones tradicionales africanas (RTA), Los muertos nunca mueren.
Trasladados forzosamente a Colombia, los esclavos trajeron consigo sus valores
culturales (bagaje cultural) y rituales en su alma ya que estaban desposeídos de todos
sus bienes materiales. Por esto, en su destino pudieron resistir a la imposición total del
catolicismo:
“Los muertos nunca mueren, porque su aliento (el espíritu), la parte inmortal que los
orischas colocará en él para que se vinculara con Dios, está más allá del espaciotiempo; es una sombra inmarcesible la que liga y anima las acciones indistintas de los
hombres en su vida cotidiana. El yugo del catolicismo no pudo matar los orichas de los
afros; a pesar «de la cruz y de la espada» ellos enriquecieron las religiones
occidentales con el mestizaje sincrético que se irá a conformar entre los orichas
africanos y los dioses católicos para la emergencia del sincretismo religioso afroamerindio-católico” (Mina Aragón, 2006: 74, citando a Zapata Olivella -En Chimá nace
un Santo-).
35
En relación con los aportes de las lenguas africanas al español hablado entre las poblaciones afroamericanas
véase Perea Chalá Alumá (2004: 16-32).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
En resumen, “la configuración de las comunidades afro colombianas se hace
inicialmente en el marco de la esclavización, bajo los parámetros de los dominadores, y
es a partir de los procesos de resistencia, sincretismo, cimarronaje y configuración de
palenques, compra de la libertad y finalización de la esclavización que los
afrocolombianos logran ir estructurando sus comunidades, sus familias y creando sus
formas organizativas. Los palenques constituyen una de estas formas organizativas.
Como señala Aquiles Escalante, el palenque sintetiza la insurgencia anticolonial, desde
los palenques el afrocolombiano empezó a crear condiciones para arraigarse en un
territorio y desde ellos empieza a organizar su nueva manera de vivir, a crear sus
propias formas de gobierno y de organización social. Éstos constituyeron espacios para
la construcción de identidad y según Jaime Jaramillo fueron «la célula social en la que
el negro trató de dar cauce a su tendencia a la vida libre y necesidades de sociabilidad,
en el palenque elegían sus autoridades, realizaban sus fiestas, organizaban el culto
religioso y tenían sus cabildos. De hecho no hay que olvidar que el palenque tiene un
carácter militar, sitio de atrincheramientos estratégicos, protegidos con trampas,
fosas, empalizadas, lugares de entrenamiento, provisión y descanso y refugio de los
cimarrones»”36.
2.2 Expresiones de las culturas africanas en Colombia: literaturas, tradición oral,
religiosidad, artes, músicas y danzas
Abordamos los aportes culturales de África a América Latina mediante los procesos de
deculturación37 y aculturación38 que implican la recepción o la incorporación por un
pueblo o un grupo social con culturas propias (lenguas, religiones, formas de pensar,
literaturas, artes, músicas y danzas etc.) de pautas culturales procedentes de otro
hasta tal punto que, a veces, sustituyen de un modo más o menos completo a las
propias. En esta línea, mencionamos que, desde el siglo XVI, el cimarronismo y el
establecimiento de palenques (quilombos en el Brasil) en regiones de América del sur y
central, constituyeron la mayor estrategia de sobreviviencia cultural y de lucha por la
libertad. Tras la abolición de la esclavización en Hispanoamérica, las expresiones
36
Véase, "Cimarrones y Palenques". Disponible en: http://html.rincondelvago.com/historia-de-colombia_1.html
Para ampliar este concepto véase, Manuel Moreno Fraginals (1977: 14-27).
38
Procesos que, con las transformaciones socioculturales, se perciben hoy en día como procesos de
transculturación. Este término, tomado de la antropología contemporánea, “se refiere al proceso por el cual el
contacto continuo o intermitente entre dos o más grupos de culturas diferentes afecta mutuamente las respuestas
culturales de cada uno de éstos *…+ En su análisis, *el antropólogo y pensador cubano Fernando+ Ortiz mismo
provee las herramientas para disentir de su justificación para el uso de un neologismo cuando explica, «por
aculturación se quiere significar el proceso de tránsito de una cultura a otra y sus repercusiones sociales de todo
género. Pero transculturación es vocablo más apropiado. Entendemos que el vocablo transculturación expresa
mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra, porque este no consiste en adquirir una
distinta cultura, que es lo que en rigor indica la voz inglesa aculturación, sino que el proceso implica también
necesariamente la pérdida o desarraigo de una cultura precedente, lo que pudiera decirse una desculturación, y,
además significa la consiguiente creación de nuevos fenómenos culturales que pudieran denominarse de
neoculturación» *…+”. Véase Sonia Ruiz, “¿Aculturación o Transculturación?”. Disponible en:
http://ceci.uprm.edu/~sruiz/ciso3121/id12.htm
37
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
culturales de los descendientes africanos se mantuvieron desde varias perspectivas
favoreciendo la consolidación de la herencia cultural africana en los territorios
latinoamericanos. De allí, los descendientes de esclavos africanos se empeñaron en
actividades de creatividad artística y literaria, siguiendo las huellas de la africana:
“El africano, desde su constitución como hombre, es un sujeto de imaginación y
pensamiento que no tuvo nada que envidiarle a esta o aquella cultura. El africano,
desde el pensamiento mágico y desde el asombro visualizó el cosmos, la naturaleza y
todas las cosas, y empezó a interrogarlo; acumuló una sabiduría, un acervo, y es
justamente la creatividad afro, diseminada en la minería, en la agricultura, en las artes,
en la medicina, en la tradición oral de esas familias y reinos africanos, los cuales el
colonizador subyugará. Fue o que de una u otra forma aportaran con su imaginación
radical y su imaginario colectivo, para enriquecer la cultura histórica y social
colombiana *…+ de todos los imaginarios que hemos plasmado en la economía, en la
política, en la música, en la religión, entonces, el Muntú creador es el gran legado de
los afros a esta «singular humana terrícola»” (Mina Aragón, 2006: 44).
Literatura oral (oralitura; tradición oral) y escrita. Pueden existir expresiones orales
sin la presencia de la escritura; pero esta última puede difícilmente existir sin la
oralidad (o el lenguaje). De hecho, globalmente, las sociedades tradicionales africanas
e indígenas son caracterizadas por una cultura oral o una oralidad primaria, es decir,
sociedades que desconocían todo y cualquier tipo de escritura. Según, Friedemann,
(1999: 25), “el término oralitura es un neologismo africano y al mismo tiempo es un
calco de la palabra literatura, según dice Yoro Fall (1992) que tiene como objetivo
encontrar un concepto que de algún modo se yerga en el mismo nivel de la literatura.
Porque se trata de reconocer la estética de la palabra plasmada en la historia oral, en
las leyendas, mitos, cuentos, epopeyas, o cantos que son géneros creativos que han
llegado hasta nuestros días de boca en boca. Y que en la globalización de la crítica
cultural también constituyen poéticas sujeto de estudio por parte de sociedades
letradas”. Entonces, es oportuno mencionar que hay otras formas de escritura que,
basándose en la oralitura, fuentes documentales, historia oral y etnografía producen
un nuevo tipo de texto. Se trata de señalar la existencia de literaturas orales que
conviven con otras formas de literatura (la convencional o la “culta”) en distintas
sociedades contemporáneas: existe una literatura o de formas de literatura asociada(s)
a una cultura popular que se trasmite oralmente. En esta perspectiva, se vuelve una
reivindicación política para el reconocimiento de formas narrativas a modo de tránsito
del discurso hacia la literaria ya que en África por ejemplo, los colonos blancos
condicionaban la posibilidad de tener su historia propia (como pueblo) por la escritura.
El hecho de creer que la palabra tiene distintos poderes (de creación, encantamiento)
participa en la consolidación de la oralidad en África: “la característica más palmaria
del africano es y ha sido el lenguaje oral, pero la oralidad no ha sido simplemente un
símbolo mental que figura algo, sino el equivalente a una memoria, a una tradición, a
una cultura específica. La oralidad, la invención de una lengua es, de cierta manera una
forma de salir del mundo natural para advenir al de la cultura humana, social e
histórica” (Mina Aragón, 2006: 71). Y el poder de nombrar da la posibilidad de
aprehender distintos fenómenos empíricos y espirituales que se constituyen en el
universo de los conocimientos. Aunque rodean permanentemente al ser humano, sólo
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quienes hayan podido dominar el secreto de la palabra consiguen este poder. Por esto
los ancianos son más susceptibles de poseer estos conocimientos mediante el uso de
la palabra. La transmisión del conocimiento mediante la educación informal se realiza
oralmente; por ello cuando un anciano se muere sin compartir buena parte de sus
conocimientos y sabiduría, se vuelve una pérdida para su pueblo.
En el Pacífico colombiano, la formación de una oralidad específica se distingue en
particularidades fonéticas, morfosintácticas, gramaticales y léxico-morfológicas del
habla cotidiano.
“*…+ En las culturas afrolatinas *del Pacífico Colombiano+ la oralidad ha enfatizado el
movimiento más que la escritura *…+ El alto peso de la oralidad y la dinámica corporal
en la supervivencia cultural probablemente han estado asociados al bajo nivel de
estratificación social de sus comunidades. *…+ A pesar de que la actitud religiosa está
presente en la estructura de la oralidad, *…+ las culturas afrolatinas del Pacífico
Colombiano tienen vigente una vocación literaria, expresada en una variedad de artes
gráficas y textuales populares de reciente tradición en la región” (Pedrosa, 1994: 33)
Esta oralidad prevalece en la comunicación de conocimientos entre poblaciones
chocoanas tal como lo apunta Perea Chalá Alumá (2004: 20-21 & 29):
“La transmisión de la cultura por vía boca-oreja, fundamentalmente por las madres,
ayas y abuelas, fueron un vehículo expedito para su preservación y difusión, esta es
una de las razones de la fortaleza de la oralidad, en particular en la oralitura, la cultura
material, y ante todo los lenguajes profesionales facilitaron la preservación de muchos
vocablos, verbigracia: en las lavanderas se conservaron los del instrumento para
machacar la ropa y el jabón, el manduco” *…+ Así pues, por los múltiples caminos de la
tradición oral, un amplio vocabulario africano, no solo no naufragó en la travesía, sino
que ha venido a enriquecer el español de América”.
La educación formal prevaleciente en las naciones de los/as afros/as ha permitido que
varios descendientes de los esclavos en Colombia obtengan un título al fin de su
carrera como antropólogos/as, sociólogos/as, matemáticos/as, médicos/as,
maestros/as. Entre las poblaciones con educación formal, se cuentan escritores,
novelistas, ensayistas y poetas muy talentosos cuyas obras, desgraciadamente, no son
conocidas por el gran público. De los pioneros de la literatura afrocolombiana,
mencionamos a Aquiles Escalante, Manuel Zapata, Arnaldo Palacios, quienes, atraídos
por los temas tratados en obras literarias y poéticas de escritores africanos -la
negritud, por ejemplo-, han abierto el camino para la investigación sociológica,
histórica, antropológica, a favor del reconocimiento de los valores humanos, culturales
y filosóficos de los afrocolombianos: “Otra emergencia significativa del arte afro fue lo
que se conoció como la Negritud, movimiento literario poético-filosófico surgido en la
París de los años treinta, con Damas, Senghor, Césaire, donde se exaltaban los valores,
la capacidad creadora y el imaginario social afro, para desde la palabra, tener
conciencia de pertenencia a una civilización netamente creadora de una cosmovisión,
de una filosofía, de una estética. *…+ La búsqueda de las raíces afro y de la identidad
mestiza no se detiene, tenemos nuevos referentes en las voces de los poetas Alfredo
Vanin, Edelma Zapata, Héctor León Mina, en el ensayo de Hugo Hidrovo [o de Arnoldo
Palacios], en la prosa de Fernando Maclanil, en la música de los pianistas Edison
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Valencia y Sody Brayde, en la escultura de Abou Sidibe, en la novela de Ben Okri”
(Mina Aragón, 2006: 77).
Artes y Religiosidad39. En el Pacífico y el Caribe colombianos, los departamentos del
Cauca, Antioquia, Chocó, Bolívar y toda la costa atlántica constituyen las regiones
colombianas por excelencia donde la población negra esclava fue localizada en
territorios bien determinados. Estas provincias forman los núcleos sociales donde
quedan plasmadas profundas huellas de las artes africanos que se fusionan con
ritualidades, mitos y religiosidades en la sociedad colombiana.
“La religiosidad preside, virtualmente, casi todos los actos del afrochocoano *…+
Debajo de un aparente cristianismo, o cristianismo popular, como prefieren llamarlo
los teólogos de los «viejos católicos», se encuentran subyacentes un conjunto de
filosofías religiosas de origen africano” (Perea Chalá Alumá, 2004, pp. 13 & 12).
“El arte africano siempre tuvo la finalidad que ha tenido el gran arte en todas las
civilizaciones: expresar lo divino, rendirle culto a los antepasados, inmortalizar a los
vivos, cantarle a la libertad y al heroísmo de sus personajes más significativos. El arte
ha sido eso, una manera de búsqueda de sí, de sentido de la existencia colecita. Los
africanos, en esta realización, tampoco fueron inferiores a las exigencias de la
creatividad del Muntú” (Mina Aragón, 2006: 75-76).
Músicas y Danzas. La dimensión africana de las creaciones musicales y de danzas
atraviesa las formas de músicas, danzas y recitales entre las comunidades
afrocolombianas. Desde el Pacífico al Caribe colombiano, los djembés (tambores) no
dejan de sonar en los aires musicales populares: currulao, mbasú, calipso, saporondó y
bullerengue por ejemplo son pura herencia africana (de hombres y mujeres traídos de
Guinea, Camerún, Angola o Congo). Los antepasados africanos utilizaban el tambor
para comunicarse y danzar en los días de fiestas; los tambores suenan a la hora de
venir al mundo y a la hora de despedirse de la vida: convocan a la unidad.
De las músicas modernas destaca la champeta que, nacida en los barrios pobres y
populares de Cartagena a finales de los setenta, emigró hacia Palenque de San Basilio.
En la actualidad, de los reyes de la música champeta destacan figuras como Viviano
Torres. Es una mezcla de soukous (Congo -África central-) y highlife (Ghana y Nigeria África occidental-) que se fusiona con los ritmos caribeños (compa haitiano, rapreggae-ragga, soca, calipso, entre otros). La gente marginalizada de los barrios
populares -vendedores de pescados, emboladores de zapatos, y músicos autodidactas-
39
Con respecto al imaginario religioso (religiosidad), se menciona que “los africanos siempre tuvieron muy cerca de
sus orichas, a quienes consideraban las supremas divinidades creadoras y organizadoras de la existencia en general
*…+ los rituales se hacen utilizando la sensualidad del cuerpo con el sonido del bambam, del «tambor brujo», para
que los dioses vengan del olimpo yoruba, o bajen del «árbol brujo» para auxiliar a los vivos en sus epopeyas y
empresas *…+, todo el cosmos estaba lleno de dioses; todas las religiones eran politeístas con una deidad en cada
grupo humano” (Mina Aragón, 2006: 73-74).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
ha sido importante para dar a conocer la champeta40 en Colombia. Ahora, aún siendo
una música popular, también es una de las más discriminadas en Colombia y el Caribe.
Esta ponencia está inscrita dentro del contexto de los estudios afrolatinoamericanos
con el fin de explorar las contribuciones socio-culturales, filosóficas y políticas de África
en América Latina en general, y en Colombia, con énfasis en lugares específicos como
el Palenque de San Basilio.
Como lo mencionamos, la población negra esclava en Colombia estaba localizada
especialmente en los departamentos del Cauca, Antioquia, Chocó, Bolívar, Popayán,
Cali, el norte del departamento de Antioquia y la Costa atlántica (con su centro en
Cartagena). Varios de sus integrantes procedían de zonas que hoy corresponden a
países africanos como Benín (antiguo Dahomey), Nigeria, Sierra Leona, Mozambique,
Angola, Cabo Verde, Senegal, Guinea y pertenecen a distintos pueblos africanos tales
como los wolofs, mandingas, fulos, cazangas, biáfaras, monicongos, anzicos, engolas,
entre otros.
La configuración de las comunidades afro colombianas se hace inicialmente en el
marco de la esclavización, bajo los parámetros de los dominadores, y es a partir de los
procesos de resistencia, sincretismo, cimarronaje y configuración de palenques,
compra de la libertad y finalización de la esclavización que los afrocolombianos logran
ir estructurando sus comunidades, sus familias y creando sus formas organizativas. Se
produjo una formación de la diáspora negra en América Latina que ha ido
consolidándose a lo largo del tiempo (historia) en espacios latinoamericanos; Brasil y
Colombia representan los territorios latinoamericanos con mayor población negra de
América Latina.
Colombia es el tercer país de América, luego de los Estados Unidos y Brasil con mayor
cantidad de población negra. La principal concentración en Colombia se encuentra en
el Pacífico representando el 82.7% del total de la población de esta región. Sin
embargo esta población negra del Pacífico no representa sino el 12.7% del total de la
población negra del país. El 69.4% de las poblaciones negras habita en concentraciones
urbanas. Los principales núcleos urbanos en donde encontramos la población afrodescendiente son Cartagena, Barranquilla, San Andrés Islas, Sucre, Buenaventura,
Tumaco, Quibdo, Cali, Medellín y Bogotá.
A la luz del análisis que se presenta en este trabajo, se da cuenta de cómo la
esclavización operó para traer a hombres y mujeres africanos al “nuevo” continente de
América central y del sur, obligándoles a convivir con realidades socioculturales
totalmente distintas de las suyas en cultivos (de café, algodón), minerías y factorías. Se
explora cómo la trata negrera, una de las actividades más repugnantes y detestables
de la historia humana, llevaba sistemáticamente a la separación de padres de hijos, de
hermanos, esposos, amigos, parientes o vecinos, de acuerdo con la elección que
llevara a cabo el comerciante. Uno de los objetivos era conseguir la alienación total de
estas personas. Sin embargo, se observa que parte de la población esclava había ido
40
Wade se refiere a este estilo musical (2002: 273) mientras explora distintos géneros musicales costeños como
expresión de la negritud y africanidad en Colombia (Ibíd.: 268-274).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
desarrollando mecanismos de producción y reproducción socio-culturales como
formas de resistencia al orden establecido (opresión cultural, política y económica) y
con el fin de acceder a la libertad.
En distintos países, a las luchas se agregan iniciativas de abolición de la esclavización
que finalizaron en una serie de proclamaciones de corte político; los últimos países de
América Latina y el Caribe en registrarla fueron Cuba en 1886 y Brasil en 1888. Pues,
suscribimos la idea según la cual “*…+ la abolición no implicó la supresión definitiva de
la esclavización sino su ilegalidad. De hecho, la servidumbre forzosa, la trata
clandestina, la explotación y los prejuicios no se extinguieron con la abolición. La
mayoría de los antiguos esclavos continuaron viviendo en condiciones de miseria,
muchos de ellos incluso bajo el mismo amo y sometidos a la misma explotación -física
y mental- que antes de la abolición. Por otro lado, abandonar al amo implicaba dejar el
único reducto conocido en un país extranjero y someterse a la deriva total en cuanto a
trabajo, techo, comida, etc. Legalmente ya eran libres, pero de hecho eran esclavos
con pocas posibilidades de llegar a ser libres: la dominación, el sometimiento, la
discriminación y la explotación seguían formando parte de su realidad41”. En Colombia
por ejemplo, el tema de la Afrocolombianidad es uno de aquellos aspectos que
preocupan a la sociedad civil en general y a las comunidades negras; en su mayoría,
son marginadas y excluidas de las políticas regionales y nacionales, por ello el
tratamiento reservado a estas personas en esferas políticas colombianas plantea
desafíos.
Pronto, parte de los esclavos africanos que fueron transportados forzosamente hacia
plantaciones y minas de América fueron organizando resistencias para romper con las
cadenas de la esclavización. Se observan importantes movimientos de rebelión de
esclavos desde el siglo XVI, que contribuyeron a crear el clima independentista
posterior y una clara participación de los esclavos en los procesos de independencia de
los siglos XVIII y XIX, hasta la declaración de la libertad oficial durante el siglo XIX.
Antes de la independencia de Haití (entre 1791 y 1804), hay que resaltar el carácter
excepcional y notable del liderazgo de Benkos Bioho, esclavo de origen africano, en la
organización de resistencias y de ofensivas contra los españoles esclavistas,
establecidos en las costas de Cartagena. Su papel fue tan sobresaliente que está
considerado hoy en día como el “Bolívar negro” de los palenqueros. Fundó el pueblo
de los negros cimarrones, conocido como el primer “pueblo libre de América” que se
mantuvo aislado del resto de Colombia desde 1713, conservando sus identidades de
origen africano. Hoy día la lengua palenquera es una mezcla de palabras bantú (lengua
del África central) y criollo.
Lo cierto es que el presente análisis nos ha permitido explicar las costumbres y
tradiciones africanas en torno a pautas culturales, sociales y políticas como la familia
extensa; lo que nos ha conducido a aprehender la manera en que parte de estos
41
Véase “Pasado y presente de la esclavitud”. Disponible en:
http://www.monografias.com/trabajos10/trini/trini.shtml
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componentes han sobrevivido al tiempo y espacio para resurgir en territorios
colombianos.
Con esta herencia, se muestra que a pesar de que hombres y mujeres fueron
trasladados forzosamente desde África hasta América y quedaron despojados de
bienes y territorios, trajeron consigo su bagaje cultural que vino a marcar las vidas de
las poblaciones afro descendientes de América Latina y el Caribe. Por todas estas
razones, las poblaciones de ancestro africano han necesitado producir mecanismos de
resistencia cultural y adelantar movimientos de defensa de sus derechos civiles. Entre
las manifestaciones más importantes de su especificidad y resistencia cultural se
encuentran la religión, la música y los movimientos negristas o de negritudes.
Así mismo, percibimos cómo la filosofía del Muntú nos acerca a la inclinación por la
fraternidad entre los seres y los entes de la creación tal como se concibe en las
tradiciones africanas. Nos damos cuenta de que la concepción que tienen los
afrodescendientes de la familia (principalmente tras la abolición de la esclavización),
sustentada por la práctica de la poligamia es muy similar al estilo africano. Dentro del
marco de la educación familiar entre afrodescendientes, encontramos referentes
tradicionales africanas tales como la enseñanza del carácter esencial o primordial de
las solidaridades.
Entre las poblaciones afrocolombianas, en general, y palenqueras en particular,
existen y persisten valores y expresiones derivadas de la concepción africana de familia
extensa junto con el sentido agudo de la solidaridad.
Respecto a las formas de resistencias de los afrodescendientes en Colombia, se
encuentra que son muy similares a sus ascendientes africanos en la medida en que
creencias e idiomas de origen africano, jugaron un papel importante en estos procesos
políticos para la liberación de los pueblos esclavizados. De allí, mencionamos el aporte
lingüístico de las lenguas africanas al español hablado entre poblaciones
afrodescendientes. Es más, el estudio manifiesta que los ritos, las ceremonias
religiosas, los entierros, la tradición oral, la literatura (escritura) y distintas formas
artísticas como el arte culinario, las músicas y danzas, entre otras, son prácticas socioculturales y religiosas de las comunidades negras de Colombia que conllevan la
africanidad.
Discusión y Conclusiones: Reescribir la Historia
Ideas Fuerza
Denunciar la idea de que los pueblos afrodescendientes son pueblos sin
historia.
Resaltar mediante la recuperación y organización documental las
contribuciones de los pueblos negros a las diferentes civilizaciones que permita
reforzar la idea de los aportes a las naciones.
Destacar la creatividad, las acciones sociales, políticas y culturales de los
afrodescendientes, que condujeron a que el Nuevo Mundo se convirtiera
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
realmente en un Nuevo Mundo, como agentes activos que impactaron sus
sociedades.
Destacar la ruptura epistemológica entre las categorías esclavitud y
esclavización como una herramienta indispensable en la construcción de nuevo
paradigmas.
Explorar las contribuciones socio-culturales, filosóficas y políticas de África en
América Latina en general, y en Colombia, con énfasis en lugares específicos
como el Palenque de San Basilio.
Obstáculos
Superar los vacíos y combatir los prejuicios de la historiografía tradicional, que
entre otras cosas ha afectado la enseñanza de la historia, desconociendo los
grandes aportes de los afrodescendientes en la construcción de la nacionalidad.
Destacar en este proceso las estructuras lingüísticas propias de cada grupo y un
acto formal de reescritura de la historia.
Estimular el ejercicio pleno de la ciudadanía por parte de la población
afrodescendiente, ejercida parcialmente en la actualidad por fenómenos de
desplazamiento, exclusión y discriminación racial.
Evitar se sigan folclorizando y enajenando las prácticas culturales del pueblo
afrodescendiente.
Propuestas de Políticas
Destacar la reacción colectiva del pueblo afrodescendiente en la formación
académica, los que han empezado a asumir sus propios retos en la enseñanza
de los procesos históricos a sus comunidades.
Proponer un nuevo esquema de educación que reconozca e integre
plenamente al conjunto de la nacionalidad al pueblo afrodescendiente.
Coordinar entre los diferentes países y gobiernos del continente la construcción
colectiva de una historia de los afrodescendientes en las Américas.
Propuestas de Cooperación entre países
Destacar y multiplicar experiencias como las de la Fundación Palmares en
Brasil.
Compartir la experiencia del Centro Schomburg para la investigación, que le
concede a los hallazgos arqueológicos, como cementerios y otras formas de
preservación de la memoria una importancia fundamental. Las construcciones
coloniales debieran igualmente servir para mostrar el aporte de los
afrodescendientes, que fueron sus verdaderos maestros y constructores y no
para honrar la memoria de la elite colonial como pareciera suceder por
momentos.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS JUVENTUD Y NIÑEZ
Objetivo: Generar un espacio de reflexión acerca de la inclusión y la participación de
la población juvenil en los procesos sociales, políticos y culturales mediante la
socialización y el intercambio de experiencias locales e identificar ideas y opiniones
relacionadas con problemas y situaciones (avances, oportunidades y fortalezas) que se
expresan en el campo cultural en los países Iberoamericanos.
Axel Rojas
Profesor Universidad del Cauca
Perfil: Docente de la Universidad del Cauca, Departamento de Estudios Interculturales.
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Sus intereses de investigación giran en torno
a la interculturalidad, el multiculturalismo y la etnoeducación en Colombia; así como a
la investigación sobre poblaciones afrodescendientes en el país. Entre sus
publicaciones recientes están: (Coordinador) Cátedra de Estudios Afrocolombianos.
Aportes para maestros. Editorial Universidad del Cauca. 2008; Afrodescendientes en
Colombia. Compilación bibliográfica. Editorial Universidad del Cauca. 2008 (Coautor
con Eduardo Restrepo).
Intervención
La Cátedra de Estudios Afrocolombianos es una propuesta educativa cuyo propósito es
la inclusión en el sistema educativo de estrategias pedagógicas para la visibilización de
las trayectorias afrodescendientes en el país y la erradicación del racismo y demás
formas de discriminación. Por ser una propuesta dirigida a los niveles de educación
básica y media, ofrece una posibilidad invaluable para la formación de la niñez y la
juventud en una ética de respeto y reconocimiento de la multiculturalidad de la
sociedad y la promoción de un tipo de relaciones distinta, sustentada en la posibilidad
de construir una sociedad intercultural, con especial atención a la presencia y aportes
de los afrodescendientes en la historia del país, la región y el planeta.
Dado que uno de nuestros propósitos es compartir experiencias significativas que
contribuyan a la visibilización de los aportes de la diáspora africana en las sociedades
americanas, desarrollaré mi presentación reflexionando a partir de un conjunto de
experiencias educativas cuyos propósitos coinciden estrechamente con los que se
trazaron para este evento.
Inicialmente abordaré la reflexión en términos pedagógicos, posteriormente
presentaré una discusión general acerca del significado de la diáspora, sus expresiones
actuales en la sociedad colombiana y el sentido que su estudio y dignificación tiene
para la educación; posteriormente reflexionaré sobre estas experiencias educativas
que se han desarrollado en el país en la última década, identificando algunos de los
avances y dificultades encontrados en el proceso de su aplicación en diversas regiones
del país. Al finalizar propongo algunas posibles líneas de acción para la construcción de
una Agenda Afrodescendiente, relacionadas con el campo de las políticas culturales,
que podrían nutrir directa o indirectamente a experiencias como éstas.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Los lineamientos curriculares de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos, es decir, el
documento de orientaciones generales para su aplicación en el sistema educativo
colombiano, fueron presentados formalmente en 2001, en el momento en que se
conmemoraron los 150 años de promulgación de la ley de abolición de la esclavitud en
Colombia (MEN 2001). Sin embargo, sus antecedentes se remontan a un proceso de
más largo aliento en el que Colombia vivió diversos procesos de transformación
institucional, entre los que cabe destacar el cambio constitucional de 1991 y la
promulgación de la Ley 70 de 1993, conocida como ley de comunidades negras. Esta
ley es la primera norma jurídica que da un tratamiento específico a las poblaciones
negras en tanto sujetos de derechos colectivos y es a partir de su promulgación que
adquieren el estatus de grupo étnico en el nivel institucional.3 Es en este contexto
político y jurídico, en el que se promulga una serie de derechos en diferentes ámbitos
de la vida social, incluyendo el de la educación, orientados a la protección de este
grupo poblacional.
Limitaré la exposición a la Cátedra, sin hacer mención a otros mecanismo consagrados
en la legislación producto de la época; manteniendo este contexto histórico como
marco de referencia.
Es pertinente precisar que a lo largo de la exposición me referiré a las poblaciones
negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, para nombrar al conjunto de la
población afrodescendiente del país. Esta forma de nombrar al conjunto de la
población obedece al propósito de respetar la diversidad de formas de
autoreconocimiento presentes entre ella y resaltar la diversidad de expresiones
identitarias a las que ha dado lugar el proceso de la diáspora en Colombia.
Dimensiones pedagógicas del problema
Si las instituciones educativas tienen la misión de formar a las nuevas generaciones de
acuerdo a los conocimientos que una sociedad considera pertinentes y acordes a su
proyecto político, ¿por qué es importante incluir la diáspora africana en los currículos
escolares?, ¿Por qué es importante este conocimiento para la sociedad colombiana?
¿Qué debería ser lo que allí se enseñe en relación con la diáspora?, ¿Cómo es posible
alcanzar el reconocimiento de la presencia histórica de los afrodescendientes en la
sociedad colombiana?, ¿De qué manera transformar prácticas, conocimientos y
valores que han legitimado históricamente el racismo? Estas son algunas de las
preguntas que es necesario formularse en el campo pedagógico y sobre las cuales se
sustentan buena parte de las experiencias de implementación de la Cátedra de
Estudios Afrocolombianos.
Si bien es cierto parece ser relativamente fácil alcanzar un acuerdo acerca del valor de
la ‘diversidad cultural’ y de algunas de sus expresiones como la diáspora, también es
cierto que no existe un consenso generalizado acerca de lo que ello significa. Si de lo
que se trata es de transformar el currículo, lo que está en juego es la ruta de formación
de los educandos en su integridad; es decir, se trata de afectar el conjunto de los
procesos de formación, revisando todos los elementos que lo configuran, lo que
trasciende la labor de las instituciones educativas e involucra al sistema educativo en
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
su dimensión más amplia. Implica transformar críticamente los lineamientos
curriculares del conjunto de áreas de formación, los sistemas de evaluación, las
políticas editoriales en relación con los textos escolares, así como fortalecer las
prácticas de investigación educativa, redefiniendo incluso los programas de formación
de los maestros. De ahí que sea necesario precisar los puntos de partida de este
proyecto curricular. Es decir, el problema o conjunto de problemas que han llevado a
los educadores, las organizaciones sociales y otros expertos, a llamar la atención sobre
la necesidad de incorporar en los proyectos educativos del país una referencia directa
a las trayectorias afrodescendientes, tanto en cuanto a sus aportes a la constitución de
la sociedad nacional, como en cuanto las condiciones de desigualdad a las que han
estado sometidas y que han dado píe a diversas prácticas de discriminación. En última
instancia, el por qué de la enseñanza de la diáspora.
Transformar los currículos requiere de una intervención pedagógica en los planos de
los conocimientos, valores y prácticas que hacen parte del proceso formativo por
construir. En este sentido, el problema curricular no es uno que se resuelva
exclusivamente en el plano de nuevos contenidos o con la introducción de un mayor
número de ellos. Así como es necesario que el problema se conozca más y con mayor
claridad, para intervenirlo de manera efectiva, también es necesario que dicha
intervención esté orientada desde un claro proyecto ético-político. No basta con
conocer el problema, las soluciones que se le den deben corresponder a un claro
proyecto de realidad deseada; un modelo de sociedad al que se aspira.
El conocimiento no es un fin en sí mismo, como sí lo es la transformación de las
prácticas, conocimientos y actitudes de los educandos y de la sociedad en sentido
amplio, en perspectiva de construir un tipo distinto de realidad social y política,
marcada por estos nuevos conocimientos, prácticas y actitudes. Dicho proyecto de
sociedad es lo que cada vez con mayor frecuencia se ha dado en llamar sociedad
intercultural.
Si la educación en una sociedad como la colombiana ofreciera un conocimiento
equilibrado acerca de la presencia histórica, aportes y expresiones actuales de la
diáspora, y si además en sus prácticas y orientaciones hubiera una clara inclusión de
estrategias de promoción de la interculturalidad, con una clara postura de oposición a
las múltiples formas de discriminación de ciertos sectores de la población,
seguramente no tendríamos que pensar hoy en la diáspora desde el campo de la
pedagogía. El problema estaría resuelto.
Lastimosamente, el sistema educativo ha sido más un campo en el que circulan y se
legitiman diversas expresiones de invisibilización y discriminación, que uno de
promoción de relaciones en igualdad, por lo que se hace necesario develar las
expresiones concretas de estas formas de discriminación e invisibilización, con el
propósito de tramitarlas pedagógicamente.
Los mecanismos concretos para alcanzar este objetivo y las razones mismas para
hacerlo, no son objeto de consenso. La Cátedra de Estudios Afrocolombianos podría
ser parte del cómo, es decir de las estrategias de acción; no obstante, las soluciones a
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
problemas complejos no dependen de intervenciones en un único plano de la vida
social. Es decir, se requiere una comprensión integral del problema y de acciones
igualmente integrales para afrontarlo. En esta dirección apunta el presente apartado,
en el que, centraremos el análisis en la dimensión y sentido pedagógico de un proyecto
educativo que podría ser adelantado desde la Cátedra de Estudios Afrocolombianos u
otros proyectos similares.
La Cátedra para qué
Uno de los primeros asuntos que debe clarificarse en una propuesta curricular es el
para qué. De manera esquemática se podría plantear que la Cátedra obedece a tres
propósitos centrales:
• Contribuir a la superación de las diversas formas de invisibilización de la presencia
histórica de los afrodescendientes en el país, particularmente aquellas que son
promovidas y/o legitimadas por el sistema educativo.
• Avanzar en la erradicación de todas las formas de discriminación y racismo que han
afectado a estas poblaciones.
• Consolidar el papel del sistema educativo colombiano, y por ende de maestros,
padres de familia y estudiantes, en la construcción de relaciones interculturales y de
una sociedad más democrática.
Teniendo en cuenta estos fines, surgen una serie de interrogantes acerca de la manera
de llevarlos a la práctica educativa; es decir, acerca de las consideraciones básicas para
materializar estos objetivos y cómo hacerlo. Entre ellos tenemos:
¿Qué es lo que se debe enseñar/aprender en el sistema educativo acerca de la
presencia histórica y contemporánea de los afrodescendientes?
¿Este aprendizaje, sus propósitos, contenidos y métodos son los mismos para toda la
población? ¿Cuáles los materiales educativos pertinentes para hacerlo?
¿Cuáles han sido los aportes de los afrodescendientes a la sociedad colombiana?
¿Contamos con el conocimiento suficiente para dar cuenta de ello?
¿Cuál debe ser el papel de las diferentes disciplinas en este proyecto?
¿Cómo formar en su conocimiento?
¿Cuál puede ser el aporte de la educación a la eliminación de todas las formas de
discriminación y racismo en Colombia?
¿Cómo formar en valores, conocimientos y prácticas que promuevan la eliminación de
todas las formas de discriminación, incluida el racismo?
¿Cómo formar a los niños y los jóvenes en prácticas y valores que promuevan la
construcción de relaciones interculturales?
¿De qué manera fortalecer relaciones de tipo horizontal y respeto de la
diferencia cultural?
Tanto los objetivos como la necesidad de definir las estrategias pedagógicas para
llevarlos a la práctica educativa hacen necesario definir cuáles son los problemas que
constituyen el eje de la formación. Es decir, se hace necesario considerar el conjunto
de situaciones que se quiere superar en el proceso de formación.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Los problemas o puntos de partida: por qué la Cátedra
A manera de ilustración señalaré, de manera muy resumida, algunas de las prácticas y
representaciones que circulan con bastante frecuencia en los espacios educativos y
que considero de mayor relevancia para comprender la dimensión del problema que
estamos abordando; ellas se refieren a aspectos frecuentemente encontrados en las
orientaciones curriculares, los libros de texto y las prácticas de los maestros. Al final
mencionaré lo que llamamos el pensamiento racializado, una dimensión que, aunque
está presente en las diversas expresiones del racismo no es exclusiva de las prácticas
discriminatorias, encontrándose incluso en algunos discursos académicos y políticos
que buscan aportar a la solución del problema. Veamos:
Una historia que comienza con la esclavitud: el borramiento de la historia de los
hombres y mujeres libres (África antes de la colonización europea). Este es quizá uno
de los puntos de mayor debate entre académicos y pedagogos vinculados al debate de
la Cátedra. En la enseñanza de la historia de los afrodescendientes encontramos que
comúnmente se argumenta su presencia en América como un hecho casi natural, que
obedece a las necesidades de mano de obra en la economía colonial, afectada por la
muerte de los indígenas sometidos a trabajo forzado.
Asociado a este discurso y como un hecho natural, la presencia de los africanos y la de
sus descendientes, aparece indisolublemente ligada a la esclavitud. Es decir, desligados
de sus historias previas en el continente africano, de su libertad y de sus sociedades y
culturas particulares.
No se cuestiona este tipo de relato ni las causas de la esclavización, ni la injusticia de la
misma, y mucho menos sus efectos.
La ‘naturalización’ de la esclavitud: una historia que muestra el sometimiento de
grupos humanos como un hecho ‘normal’ y hasta ‘necesario’. Como expresión y
correlato del punto anterior, se produce un efecto de naturalización de la esclavitud en
particular y del proceso de colonización en general. Al ‘ignorar’ las motivaciones
históricas que dieron lugar a la esclavitud y presentar el sometimiento de poblaciones
como un hecho obvio en el proceso de colonización, se produce un efecto de obviedad
sobre lo que fueron procesos de orden social y político marcados por la imposición del
poder de unas sociedades colonizadoras sobre el conjunto de poblaciones colonizadas
y esclavizadas. Tanto indígenas como africanos son presentados como poblaciones
inferiores, que debían cumplir una misión de reproducción del sistema colonial en el
cual además serían evangelizadas y civilizadas.
Este tipo de imaginarios producen efectos muy profundos que perduran hasta hoy, en
los que se legitima un sistema social de desigualdades ancladas en jerarquías de tipo
racial, que se reflejan en los diversos ámbitos de la vida como el trabajo, la sexualidad
y la subjetivididad. Como consecuencia, se naturaliza la idea de que ciertas formas de
trabajo, erotismo y conocimiento, son propias o ‘naturales’ de ciertas poblaciones y
que, cuando corresponden a las de los sujetos y poblaciones afrodescendientes e
indígenas, son además inferiores (Quijano 2000a).
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La invisibilización de saberes y prácticas: la esclavitud como mera servidumbre y
condición pasiva (oficios y saberes). Otra consecuencia de la naturalización de la
esclavitud es la negación de las capacidades intelectivas de los africanos y sus
descendientes. Al ser presentados como seres reducidos a esta condición de
sometimiento, se los concibe como carentes de iniciativa y conocimientos propios, se
los ubica en el lugar de seres cuya actividad carece de voluntad y responde únicamente
a los designios del esclavista y las necesidades del sistema colonial.
La presentación de los afrodescendientes como seres sin agencia: la negación de las
prácticas políticas (rebeliones, negociaciones, adaptaciones, etc.). Otro ámbito en el
que la historia suele borrar la participación de los afrodescendientes, es el de la
política. Al reducir sus expresiones políticas al cimarronaje y los palenques, se dejan de
lado un sinnúmero de otras expresiones como la organización de rebeliones y procesos
de negociación con las élites coloniales e independentistas, en procura de transformar
sus condiciones de vida. La participación en las guerras de independencia, por ejemplo,
fue una de las tantas expresiones políticas de los afrodescendientes, y en ellas se
expresaron diversos proyectos políticos de estas poblaciones. En épocas más recientes
los procesos organizativos que luchan contra el racismo y promueven los derechos
colectivos, son otra expresión de lo dicho.
El desconocimiento de los aportes de los afrodescendientes en diferentes ámbitos
sociales a lo largo de la historia: economía, política, arte. Además de los ya
mencionados, un mecanismo bastante común en la invisibilización de las trayectorias
históricas y aportes afrodescendientes, ha sido el de negar su producción en diversos
sectores de la vida económica, política y artística, entre otros. Ello se expresa de
distintas maneras, entre las que se encuentra el ‘blanqueamiento’ de personajes
notables que conduce a su invisibilización como afrodescendientes, la subvaloración
de sus producciones artísticas o la inferiorización de sus aportes en los diferentes
planos.
En consecuencia, aun hoy en día se hace difícil reconocer los aportes de políticos
destacados en las historias regionales o nacionales, así como el conocimiento de la
obra de artistas e intelectuales afrodescendientes.
La negación de los legados culturales afrodescendientes compartidos por gran parte de
la sociedad colombiana. Unos ‘más visibles’: música, baile, gastronomía, deportes.
Otros menos: literatura, política, academia. Una sociedad discriminadora difícilmente
reconocerá el legado que comparte cuando éste proviene de las poblaciones a las que
ha subordinado.
No obstante algunos de estos legados han sido vitales en las historias de sociedades
como la colombiana y en ocasiones al logrado cierto nivel de ‘reconocimiento’. Un
riesgo de este reconocimiento ha sido el de estar ligado a diversas expresiones de
estereotipia; es decir, reconocimientos marcados por asociación a imaginarios
subordinantes como el folclor o la gastronomía que sólo se visibilizan en tanto no
hacen parte de los valores que se consideran más elevados para la sociedad; se
visibilizan estos planos, pero se mantienen ocultos los de mayor valoración.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Pensamiento racializado: aunque las razas ‘no existen’, seguimos pensando en
términos raciales. Aun cuando es ampliamente reconocido que las razas son
construcciones sociales sin ningún sustento moral ni biológico, ellas siguen operando
de manera cotidiana en las relaciones sociales y no sólo en las prácticas
discriminatorias. Esto es, que aunque raza es un concepto ampliamente cuestionado y
que ha sido fuertemente excluido del lenguaje común, las relaciones sociales siguen
marcadas por un pensamiento racializado.
Este pensamiento racializado opera en diferentes formas, siendo la más evidente
aquella que discrimina a personas por sus rasgos fenotípicos, pero no la única. La
asociación de las personas a ciertos oficios, prácticas artísticas o deportivas, o la
subvaloración de su conocimiento según el color de su piel, son otras muestras de ello.
Uno de los riesgos de este hecho es que pervive incluso en algunos discursos de tipo
reivindicativo.
Además de pensar racializadamente, establecemos jerarquías entre ‘razas’ y le
asignamos a esas ‘razas’ unas supuestas condiciones físicas, intelectuales y morales
que contribuyen a afianzar esas ideas. Tanto en el sentido común como en muchos
discursos expertos de la academia y de las instituciones, es frecuente que se
reproduzcan imaginarios estereotipados de las personas y poblaciones
afrodescendientes, que les asigna una supuesta ‘naturaleza’ física, moral, emocional o
cognitiva, que sustenta su subordinación. Por ejemplo: “La esclavización de los
africanos se dio porque ellos son más fuertes y están ‘naturalmente’ más preparados
para las inclemencias climáticas”; “los negros llevan el baile ‘en la sangre’”; “las
mujeres negras son más ‘calientes’” El mito de la democracia racial: “aquí no hay
racismo”. Además de pensar racialmente, la sociedad niega con vehemencia su
racismo. Este parece ser un rasgo que lastimosamente tiende a acentuarse frente a
ciertos logros de los afrodescendientes en términos de reconocimiento de sus
derechos. Es decir, una mayor formalización de derechos termina por servir al
argumento que niega la existencia del problema.
La expresión más perversa de esta lógica conduce a la elaboración de una especie de
contraargumento que señala que el racismo es un problema que generan quienes han
sido discriminados; su expresión se hace evidente en frases como: “es que ellos
mismos se marginan, los negros son muy racistas”.
El racismo no sólo se da ‘desde afuera’, también existen prácticas de racismo ‘desde
adentro’: el endoracismo. Una de las dimensiones más complejas del racismo se
expresa en su incorporaciónpor parte de quienes han sido afectados por él, de tal
forma que ya no proviene de personas distintas a los mismo afrodescendientes, sino
que se produce en la relaciones entre personas que pertenecen al mismo grupo de
población.
No todas las formas de discriminación se refieren a condiciones raciales. Algunas
formas de discriminación no son vividas sólo por los afrodescendientes (sexismo,
clasismo, discriminación religiosa). Este punto llama la atención acerca de la
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
complejidad de las expresiones de subordinación en la sociedad. Si bien es cierto que
las poblaciones negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras han soportado formas
inhumanas de discriminación, ésta no es una condición que sólo afecte a este grupo de
población. En consecuencia, una de las posibilidades de proyectos educativos como
éste, es la de abrir nuevos espacios para la reflexión sobre las múltiples y diversas
expresiones de injusticia social que deberían ser resueltas en el proceso de
construcción de sociedades interculturales; es decir, más democráticas.
Para concluir; he señalado sólo algunas de las dimensiones del problema y de manera
superficial, para llamar la atención sobre la multiplicidad de frentes en los que éste se
expresa. Ellos definen a su vez algunos de los ámbitos que deberían ser abordados en
los procesos pedagógicos.
Aun hace falta elaborar una mirada más integral, tanto de los problemas como de las
alternativas pedagógicas para tramitarlos en las prácticas educativas.
Al final del documento se hace una presentación sobre algunas de las limitaciones que
han obstruido el desarrollo de las experiencias educativas de Cátedra de Estudios
afrocolombianos; se mencionan las políticas públicas educativas, la pertinencia del
racismo, las culturas institucionales reacias al cambio y otro conjunto de factores que
igualmente inciden en las posibilidades de llevar a la práctica una transformación
curricular como la que requiere la Cátedra. Dicho análisis hace visible la manera como
las dimensiones aquí mencionadas perviven incluso luego de que las instituciones han
dado inicio a las experiencias y llama la atención sobre los alcances y límites de las
iniciativas.
Para finalizar, es necesario llamar la atención sobre dimensiones no incluidas aquí,
cuyo papel ha sido considerado por algunos analistas como decisivo. Me refiero a los
textos escolares, las relaciones entre la Cátedra y la enseñanza de las áreas
disciplinares del conocimiento, los procesos de formación de docentes, la investigación
pedagógica y la producción académica en el campo de los estudios afrocolombianos,
entre otros apenas indicados en esta reflexión. Todos ellos deberán ser considerados
en análisis más exhaustivos sobre el tema.
Teniendo en cuenta las limitaciones de espacio, avanzaré en dirección al tema de la
diáspora, su significado y expresiones actuales.
Diáspora africana: presencias demográficas contemporáneas
La diáspora es un hecho histórico de larga duración con profundas implicaciones en el
presente. Más que un hecho que sucedió en el pasado es necesario entender la
diáspora como una dimensión constitutiva del momento actual, cuyas expresiones
abarcan los más diversos ámbitos de la vida cotidiana en las sociedades americanas y
de otras regiones del planeta.
Una de estas expresiones es la presencia de las poblaciones afrodescendientes en las
sociedades de la región; no obstante no es la única evidencia de este proceso histórico
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
cuyos orígenes se remontan a los inicios de las dinámicas de colonización europeas a
finales del siglo XV.
En este proceso la esclavización de africanos fue un factor determinante para el
establecimiento del sistema de economía capitalista, que a partir de entonces
comenzó su expansión a escala mundial (Quijano 2000a, 2000b; Wallerstein). A pesar
de que la información disponible acerca del número de personas esclavizadas que llegó
a América no es del todo confiable, las estimaciones existentes son suficientes para
ilustrar la magnitud del fenómeno en términos demográficos.
En el periodo que va del siglo XVI al XIX la presencia de africanos y sus descendientes
en las colonias americanas llegó a adquirir un gran peso poblacional; los lugares de
mayor asentamiento fueron las costas del Caribe en América Central, Colombia y
Venezuela, y la costa Pacífica en algunos países de América del Sur. Así mismo un
importante número de esclavizados ingresó al Brasil, en donde desde entonces han
significado un porcentaje importante de su población. Segú las estimaciones de
William Dubois, más de veintidós millones de personas fueron esclavizadas entre los
siglos XVI y XIX; Caio Prado Junior estima el número de esclavizados conducidos a
Brasil, sólo en el siglo XIX, en casi siete millones de personas (Rodríguez, 2006:25).
Como ya se mencionó el análisis del factor demográfico nos permite mostrar una de
las dimensiones de la diáspora: su presencia poblacional; tanto en términos históricos
como contemporáneos. No obstante, este no es un mero ‘dato’ estadístico: la
visibilización de la presencia demográfica de las poblaciones negras, afrocolombianas,
raizales y palenqueras, nos permite cuestionar algunos de los estereotipos que
perviven arraigados en los imaginarios teóricos y políticos de sociedades como la
colombiana.
Además, el valor o la importancia de estas trayectorias y presencias no es sólo de
índole numérica o cuantitativa; sus aportes y el valor de la multiculturalidad no
dependen del número de personas o de su peso porcentual en una sociedad, sino del
sentido que se le asigne colectivamente a dichas presencias. El continente americano
es heredero de múltiples legados de la diáspora africana, que se expresan incluso en
aquellas sociedades o grupos humanos donde su presencia puede parecer menos
significativa. Si no, basta con revisar las tradiciones y expresiones artísticas,
intelectuales, lingüísticas, gastronómicas o políticas en una sociedad como la
colombiana, y de seguro en muchas otras de la región, en las que estos legados
permanecen vivos y se expresan de diversas formas, tanto entre quienes se reconocen
como afrodescendientes, como entre quienes construyen sus identidades y formas de
vida desde otros referentes.
Aunque hoy en día es innegable el peso demográfico que representan los
afrodescendientes en los países de la región, estimado recientemente en cerca del
30% de la población total (Hopenhayn, 2003:9; Bello y Rangel, 2000:38), su
cuantificación ha dado lugar a múltiples debates y propuestas. En los últimos años se
han elaborado censos y estimativos poblacionales, pero no ha sido fácil llegar a
consensos en cuanto a los criterios a emplear a la hora de definir quiénes son
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
catalogados como afrodescendientes y qué estrategias emplear en el proceso de
cuantificación.
Como se puede observar en la Tabla 1, las formas de entender lo étnico/racial son muy
diversas y varían de acuerdo a cada país y sus particulares circunstancias históricas
(Antón y Del Popolo, 2008; Rangel 2005; Flórez, Medina y Urrea, 2001).
Tabla 1. Población afrodescendiente según censos de la ronda del 2000
Población Afrodescendiente según censos de la ronda de 2000
% Población
Población
Población
País
afrodescendiente
afrodescendiente
total
Brasil (1)
45,0
75.872.428
168.666.180
Colombia (2)
10,6
4.311.757
40.607.408
Costa Rica (3)
2,0
72.784
3.713.004
Cuba (4)
34,9
3.905.817
11.177.743
Ecuador (5)
5,0
604.009
12.156.608
Guatemala (6)
0,04
5.040
11.237.196
Honduras (7)
1,0
58.818
6.076.885
Nicaragua (8)
0,5
23.161
5.122.638
TOTAL
32,8
84.853.814
258.757.662
(1) Preto + Pardo, (2) Raizal + Palenquero + Negro (3) Afrocostarricense o
negro, (4) Negro + Mulato/Mestizo, (5) Negro + mulato (6) Garífuna, (7)
Garífuna + Negro inglés, (8) Creole + Garífuna (*) Nota: Excluye la
categoría "ignorado". Fuente: Procesamiento de los microdatos censales en
Redatam (Tomado de Antón y Del Popolo 2008:27)
Uno de los procesos de medición censal más reciente es el colombiano, realizado en
2005, en el que se incluyó una pregunta sobre autopercepción étnico-racial con
múltiples opciones de respuesta (negro, mulato, afrocolombiano, raizal, palenquero),
lo cual fue posible gracias a la presión de las organizaciones sociales y sectores de
académicos en la etapa de preparación del censo; proceso no exento de conflictos.
Una vez obtenidos los resultados y aun cuando estos arrojaron datos
significativamente superiores a los obtenidos en el censo anterior (realizado en 1993),
diversas organizaciones llamaron la atención sobre posibles ‘errores’ cometidos por la
entidad encargada de la producción de estadísticas en el país (DANE), a la que se acusa
de reproducir formas de racismo e invisibilización demográfica.
Aun así, vale resaltar que uno de los aportes más significativos que ofrece este tipo de
información es la posibilidad de romper con la imagen de una población minoritaria
con escasa presencia en la sociedad nacional. Además, nos permite cuestionar otro de
los estereotipos de mayor arraigo en la sociedad colombiana: el de su ubicación
geográfica.
En Colombia ha tenido un uso extendido la idea de que las poblaciones negras habitan
principalmente en la región del Pacífico, en áreas rurales y mayoritariamente en las
riberas de los ríos (Restrepo 2004a). Sin embargo, el censo es una evidencia de que su
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presencia geográfica no corresponde con este estereotipo ruralizante. Más del 70% de
esta población habita en contextos urbanos, de cabeceras municipales, ciudades
intermedias y grandes capitales como Cali, Medellín y Cartagena; es decir, no se trata
de una población predominantemente rural.
El otro estereotipo, que liga a estas poblaciones a la región del Pacífico también queda
ampliamente controvertido según los datos censales. La presencia de población negra,
afrocolombiana, palenquera y raizal se extiende por las diferentes regiones del país,
incluso en departamentos que no han sido reconocidos históricamente como
asentamientos de población negra. Tres departamentos (Valle del Cauca, Antioquia y
Bolívar) reúnen el 51% de toda la población afrocolombiana del país (Ver Tabla 2). En
cuanto a las ciudades, tan sólo Cali y su área metropolitana contienen más población
negra que los cuatro departamentos que componen el litoral Pacífico; es decir más de
la cuarta parte del total nacional.
Después de Cali, otros centros urbanos con una alta concentración de población negra
son: el área metropolitana de Cartagena y luego en orden descendente, las áreas
metropolitanas de Medellín, Barranquilla, Bogotá, Santa Marta y Pereira (Urrea 2007:
18).
Tabla 2
Distribución porcentual de la población afrocolombiana por departamento, respecto
del total de afrocolombianos a nivel nacional, 2005 Departamentos %
Valle del Cauca 25,63
Antioquia 13,87
Bolívar 11,66
Chocó 6,72
Nariño 6,35
Cauca 6,01
Atlántico 5,33
Córdoba 4,51
Sucre 2,86
Magdalena 2,59
Otros 14,49
Fuente: DANE 2006
Como podemos observar, la información demográfica no sólo permite saber de
cuántas personas estamos hablando, lo cual constituye en sí mismo un dato de vital
importancia, sino que permite comprender mejor cuál es la geografía concreta de las
presencias afrodescendiente. Y esto último es esencial si se quiere visibilizar realmente
las expresiones de la diáspora y avanzar en la comprensión de las dinámicas concretas
que han tenido las trayectorias afrodescendientes en el país.
En consecuencia, se hace necesario superar un conjunto de ideas que se expresan en
el sentido común, los medios de comunicación y en no pocas publicaciones académicas
y textos escolares, en las que se continúa promoviendo la imagen de una geografía
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
racial que liga poblaciones y lugares como si fueran hechos naturales (Wade 1997).
Esta misma idea es la que considera inconcebible las presencias afrodescendientes en
países y regiones concretas que no corresponden con su imaginario (como pensar en la
presencia de población afrodescendiente en Bolivia, en las cordilleras de Colombia, o
en contextos urbanos como los de Bogotá e incluso Cartagena).
También es necesario revisar las prácticas académicas predominantes, que en
ocasiones contribuyen a reducir la complejidad del fenómeno a sus expresiones
locales. La mayoría de los estudios académicos sobre el tema se reducen a un país y/o
región dentro de un país, lo que dificulta la construcción de miradas más integrales
acerca de los procesos a nivel del continente, o en perspectiva de la diáspora africana
de manera amplia.5 Ello no quiere decir que estos estudios sean irrelevantes, sino que
aun es necesario enriquecer sus aportes con miradas de perspectiva más amplia en
términos de tiempo y espacio (larga duración y cobertura regional).
En este sentido, la historia de la diáspora nos debe permitir hacer evidente el
fenómeno en dos direcciones complementarias. Por un lado, reconocer que las
trayectorias afrodescendientes han estado marcadas por circunstancias comunes y,
por otro, que dichas trayectorias han tenido manifestaciones diferenciadas al interior
de cada país y de sus regiones. De esta manera podremos entender la pluralidad de
experiencias históricas que ha significado la diáspora en la región, así como sus
articulaciones globales.
En Colombia, por ejemplo, los procesos de asentamiento de los afrodescendiente en el
periodo republicano y luego de la abolición jurídica de la esclavitud, se dieron según
diversos patrones. Y de manera más reciente las poblaciones negras han sido
participes de los procesos de urbanización que se presentaron en la región a partir de
la década del cuarenta, razón por la cual un importante porcentaje de ellas se
encuentra hoy en las ciudades. Si cruzamos los factores de orden histórico, referidos a
los patrones de colonización y el tipo de dinámicas socioraciales que ellos
promovieron, con las dinámicas intraregionales de cada país, el asunto se hace aun
más revelador.
Para continuar sólo con el caso colombiano, se debe considerar que las formas en que
se constituyeron las economías regionales no fueron homogéneas y la participación de
mano de obra esclavizada varió en cada una de ellas; de tal manera que hoy las
presencias demográficas afrodescendientes son bastante heterogéneas,
encontrándose patrones particulares para regiones como el Caribe, el Pacífico o los
valles interandinos. Además, las dinámicas de urbanización y el conflicto armado, entre
otros factores, han transformado aun más dicho panorama.
Es el caso de México, Bolivia y Uruguay, por citar solo tres ejemplos, en donde es
común ignorar la presencia afrodescendiente (ver Hoffmann 2006, Angola 2007,
Bucheli y Cabella. S.f., respectivamente). De igual forma, podemos encontrar
situaciones similares en países como Argentina, Costa Rica o Perú. Sobre esta situación
diversos autores han llamado la atención y realizado esfuerzos por revertirla. En
cuanto a las presencias afrodescendientes en los Andes, rrecientemente el Journal of
Latin American and Caribbean Anthropology, publicó un Dossier especial sobre el
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tema: Lo Afro en América andina (Noviembre 2007, Vol. 12, No. 1); así mismo, la
UNESCO publicó en 2004 un libro colectivo titulado Los Afroandinos (Finocchietti
2004).
Aun así, existen interesantes excepciones. Los recientes trabajos de Reid Andrews
(2007) y Wade (2006b), son ejemplo de ello. Por su parte Unicef publicó en 2006 el
Manual de los Afrodescendientes de América Latina y el Caribe, una herramienta
especialmente útil para legos y expertos en el tema (Ver Rodríguez 2006). Sobre
aspectos lingüísticos de las lenguas criollas ‘afroibéricas’, ver Lipski (s.f); sobre
diferentes dimensiones de la diáspora en América Latina y el Caribe, Yelvington (2001);
para una revisión parcial de la bibliografía disponible sobre la presencia
afrodescendiente en América Latina, ver Barrenechea (s.f); sobre la historia de los
afrodescendientes en América, Martínez (1992).
Todo ello hace evidente la necesidad de análisis más integrales, que incluyan
historizaciones juiciosas y la posibilidad de profundizar en el análisis de las
articulaciones de estos fenómenos en sus distintas escalas (local/regional/global). De
esta manera, comprender que la diáspora no se dio aislada en cada país o sociedad de
la región, sino que hace parte de un proceso de alcance global muchas de cuyas
manifestaciones actuales son compartidas, aunque con efectos y expresiones locales
en cada caso.
Aun más, se debe insistir en que para comprender el significado de la diáspora no es
suficiente mirar al pasado sino que se la debe mirar en perspectiva de larga duración,
incluyendo sus expresiones contemporáneas, que encontramos hoy bajo distintas
formas en la vida cotidiana en todos los países de América Latina y el Caribe. Incluso,
se trata de pensar África tal como ella es hoy en América, tal como ella es en el
presente; o como lo dice el intelectual negro jamaiquino, Stuart Hall, reflexionando
sobre la diáspora en el Caribe: África está viva, sana y salva en la diáspora. Pero no es
el África de los territorios oscurecidos por el cartógrafo colonial, de los cuales fueron
arrebatados tantos esclavos, ni el África de hoy en día, que es por lo menos cuatro o
cinco continentes plegados en uno, con sus formas de subsistencia destruidas y sus
gentes ajustadas estructuralmente en una devastadora pobreza moderna. El África
viva, sana y salva en esta parte del mundo es lo que África ha venido a ser en el Nuevo
Mundo (Hall 2003:491). La complejidad de la tarea que debería asumir el sistema
educativo al comprometerse con la visibilización de las trayectorias de la diáspora en
las sociedades de la región requiere seguir pensando y construyendo alternativas
frente a lo que significa asumir este objetivo en su integralidad desde el ámbito
pedagógico.
Cátedra de Estudios Afrocolombianos: antecedentes y marco jurídico
Con frecuencia se ha señalado que una de las debilidades del sistema educativo
colombiano es la de haber desconocido la presencia histórica y aportes de los distintos
grupos de población y tradiciones culturales que conforman la sociedad, a lo que se
suma el hecho de haber sido uno de los principales ámbitos en que se reprodujo el
racismo y otras formas de discriminación. Este argumento ha sido un punto de partida
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importante para hacer evidente y resaltar la urgencia de proyectos educativos
orientados desde éticas distintas a las que hasta hace poco, y tal vez hasta hoy, han
sido imperantes en el sistema educativo nacional.
En este sentido emerge la Cátedra, como resultado de un proceso político en el que el
Estado y representantes de las poblaciones afrocolombianas, con acompañamiento de
algunos académicos, lograron unos acuerdos básicos para el diseño e implementación
de una política educativa. Y si bien es cierto dicho proceso no estuvo exento de
conflictos y no todos los actores involucrados tuvieron las mismas posibilidades de
incidir en el resultado final, aun hoy en día se reconoce que este proyecto educativo
representa una oportunidad importante para incidir en el tipo de educación que se
imparta en la sociedad colombiana. Sin embargo todavía hay quienes ven en ella una
norma impuesta en el sistema educativo, un capricho de las organizaciones sociales o
un ‘invento’ de los académicos; lo cual refleja algunas de las tensiones de las que ha
sido y sigue siendo objeto.
Como política educativa, la Cátedra tiene entre sus antecedentes algunas políticas
similares ya existentes en el país, en particular las políticas de educación para
indígenas, cuya historia es anterior a la constitución de 1991 y que en la política
pública era conocida entonces, y aun hoy, como política de etnoeducación.6 No
obstante, y como veremos más adelante, la nueva política educativa para poblaciones
negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, contiene una serie de aspectos
novedosos, que no tienen antecedente en las políticas existentes antes del cambio
constitucional.
La etnoeducación había sido entendida hasta principios de los noventa como una
política educativa de y para los grupos étnicos; algo que hasta hoy no ha cambiado
sustancialmente. Por esta razón, la Cátedra de Estudios Afrocolombianos introduce un
elemento inédito en este campo: el de buscar afectar al sistema educativo nacional en
su conjunto; es decir, el de ser una política para la sociedad nacional en su conjunto y
no sólo una política para el grupo étnico. En este sentido, responde a la demanda de
las poblaciones negras, afrocolombianas y raizales de transformar la educación, de tal
forma que la sociedad colombiana, y sobre todo sus nuevas generaciones, tengan una
versión equilibrada de sus aportes a la historia y realidad actuales del país. Este es tal
vez uno de los aportes más significativos de los procesos de reconocimiento de la
multiculturalidad y en particular de las demandas de las organizaciones
afrodescendientes del país en el campo educativo.
La publicación de unas orientaciones generales (lineamientos curriculares), con
carácter de documento institucional del Ministerio de Educación (MEN 2001), fue
posible luego de un ejercicio de concertación y producción colectiva en el que
participaron diversos expertos, la Comisión Pedagógica Nacional de Comunidades
Negras y el Ministerio de Educación Nacional.
En el campo de las prácticas educativas, los lineamiento retomaron la riqueza de un
conjunto de experiencias agenciadas por organizaciones sociales, maestros y
organizaciones no gubernamentales, desde por lo menos la década de los ochenta.
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Además, se nutrieron de los desarrollos de campos académicos como el de la
pedagogía y los estudios afrocolombianos.
La Cátedra surgió en ese particular momento histórico en el que en el país se buscaban
los mecanismos más apropiados para darle concreción a los principios constitucionales
relacionados con la multiculturalidad. En ellos se definió su sentido, los mecanismos
para su aplicación en los procesos de diseño curricular y sus dimensiones orientadoras.
Y si bien es cierto todo esto ya significa un avance importante, su puesta en práctica no
está garantizada, tal como lo muestran las experiencias que veremos más adelante. En
términos generales, la etnoeducación es la política de educación para grupos étnicos,
que luego del cambio constitucional fue reglamentada por la Ley 115 de 1994 y el
decreto reglamentario 804 de 1995. Sin embargo, antes de ser incluida en la Ley 115,
ya había sido incorporada en la política pública de educación desde los años ochenta;
luego de la Constitución de 1991, y en particular al darse el reconocimiento de un
estatus como grupo étnico a las poblaciones afrodescendientes, la etnoeducación
también aplica para estas poblaciones. Sin embargo, en aspectos particulares, las
normas jurídicas existentes establecen diferencias entre ambos grupos de población.
La Comisión Pedagógica es una instancia asesora de la política educativa para
comunidades negras, en la que tienen participación representantes del gobierno y de
las poblaciones. Fue creada mediante Decreto 2249 de 1995.
Si de lo que se trata es de trazar elementos para una agenda de políticas
institucionales, es necesario tener presente que la aplicación de la Cátedra no sólo se
resuelve en el campo educativo. En tanto política pública, debe ser pensada en su
complejidad; requiere de mecanismos que garanticen el cumplimiento del marco legal,
voluntad política, capacidad técnica de la institucionalidad para su desarrollo, trabajo
continuo y decidido de y con los maestros del país, las demandas de las organizaciones
sociales frente al cumplimiento de sus derechos y desarrollos académicos en los
campos pedagógico y de los estudios afrocolombianos, entre otros.
A lo largo de este documento insistiré en la necesidad de considerar los múltiples
planos del problema, los actores involucrados y los propósitos que están en juego, con
el fin de no perder de vista que enfrentamos un problema complejo, que no se
resuelve de manera simple o sólo con buenas intenciones. Las expresiones históricas y
manifestaciones presentes de la invisibilización de la diáspora, del racismo y de otras
formas de discriminación, así como la ponderación de los legados afrodescendientes
en la sociedad y la construcción de nuevas prácticas y proyectos éticos, son tareas para
las que el sistema educativo y la sociedad colombiana no parecen estar dispuestos
todavía, o no suficientemente; el objeto de esta reflexión es continuar indagando
acerca de esta posibilidad.
Antecedentes normativos: La Cátedra de estudios afrocolombianos es una propuesta
educativa orientada al reconocimiento de las presencias y aportes de los
afrodescendientes en la sociedad colombiana a través de la educación, con énfasis en
los niveles de básica y media. Resumo sus propósitos de la siguiente manera:
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- Contribuir a la superación de las diversas formas de invisibilización de la presencia
histórica de los afrodescendientes en el país, particularmente aquellas que son
promovidasy/o legitimadas por el sistema educativo.
- Avanzar en la erradicación de todas las formas de eliminación y racismo que han
afectadoa estas poblaciones
- Consolidar el papel del sistema educativo colombiano, y por ende de maestros,
padres de familia y estudiantes, en la construcción de relaciones interculturales y de
una sociedad más democrática.
Inicialmente la Cátedra fue concebida como una materia o asignatura que debería ser
incluida en los planes de estudio de las instituciones educativas del país como parte del
área de ciencias sociales. Esa fue la manera como quedó establecido en el Artículo 39
de la Ley 70 de 1993, donde se establece:
El Estado velará para que en el sistema nacional educativo se conozca y se difunda el
conocimiento de las prácticas culturales propias de las comunidades negras aportes a
la historia y a la cultura colombiana, a fin de que ofrezcan una información equitativa y
formativa de las sociedades y culturas de estas comunidades. En las áreas de sociales
de los diferentes niveles educativos se incluirá la cátedra de estudios afrocolombianos
conforme con los currículos correspondientes.
Tal como fueron planteados en los lineamientos curriculares (MEN 2001), el número
de objetivos es mayor y plantean aspectos específicos que aquí no se recogen. Si los
planteo de esta forma es con el propósito de enfocar la reflexión en unas líneas
gruesas que considero centrales.
En consonancia con la Ley, el decreto reglamentario 1122 de 1998 establece algunas
precisiones de orden temático, metodológico y didáctico:
Artículo 2º. La Cátedra de Estudios Afrocolombianos comprenderá un conjunto de
temas, problemas y actividades pedagógicas relativos a la cultura propia de las
comunidades negras, y se desarrollarán como parte integral de los procesos
curriculares del segundo grupo de áreas obligatorias y fundamentales establecidas en
el artículo 23 de la Ley 115 de 1994, correspondiente a ciencias sociales, historia,
geografía, constitución política y democracia. También podrá efectuarse mediante
proyectos pedagógicos que permitan correlacionar e integrar procesos culturales
propios de las comunidades negras con experiencias, conocimientos y actitudes
generados en las áreas y asignaturas del plan de estudios del respectivo
establecimiento educativo. Parágrafo. En armonía con lo dispuesto por el artículo 43
del Decreto 1860 de 1994, las instituciones educativas estatales deberán tener en
cuenta lo establecido en este artículo, en el momento de seleccionar los textos y
materiales, para uso de los estudiantes. (Énfasis agregado).
Lo que quiero resaltar es que la Cátedra fue concebida originalmente como una
asignatura dentro del área de ciencias sociales y en el proceso de reglamentación se
abrió la posibilidad de desarrollarla además mediante proyectos pedagógicos
correlacionados e integrados con las áreas y asignatura del plan de estudio. Es decir, se
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intentó darles un mayor margen de maniobra a los maestros para que su
implementación no se restringiera a una sola asignatura (la Cátedra) y se pudiera así
afectar de manera más integral el currículo.
En la misma dirección, al llevar la propuesta del campo normativo al curricular, se
buscó que adquiriera una dimensión transversal en los planes de estudio, librándola así
de su condición de asignatura, tal como se expresa en el capítulo 6 de los Lineamientos
curriculares:
La Cátedra de Estudios Afrocolombianos es una propuesta educativa de amplio
espectro para ubicar no sólo en el plan de estudios, sino en el Proyecto Educativo
Institucional y en todas las actividades curriculares, para impregnar toda la vida escolar
(MEN 2001:31).
Otro aspecto que caracteriza a la Cátedra y que mencioné anteriormente, es el de ser
un proyecto concebido para ser implementado en el conjunto del sistema educativo
nacional y no ser un proyecto de educación para las poblaciones afrodescendientes
exclusivamente: su intención es afectar los procesos de formación de la sociedad en su
totalidad. En este sentido, es un proyecto de gran potencialidad en la construcción de
relaciones interculturales.
Estos cambios parecen obedecer a varios factores, entre los que se encuentra la
experiencia acumulada a nivel nacional con experiencias similares que buscaron
visibilizar aspectos de la formación de los educandos a través de cátedras. En el
sistema educativo colombiano ha habido varias experiencias de cátedras (entendidas
como asignaturas), que no obtenido los mejores resultados; un ejemplo de ello fue la
Cátedra de Constitución política, cuya existencia fue efímera.
Mientras la etnoeducación se entiende como educación para grupos étnicos, la
Cátedra es un proyecto dirigido al sistema educativo en su conjunto que involucra a
toda la sociedad. Aunque ambos proyectos son complementarios, cada uno de ellos
tiene una orientación pedagógica específica y está dirigido a distintos sectores de la
población. No obstante la población afrodescendiente tiene la opción de orientar sus
proyectos educativos desde cualquiera de las dos propuestas; puede hacer
etnoeducación o puede hacer Cátedra de Estudios Afrocolombianos.
El artículo 34 de la Ley 70 de 1993 nos permite observar el enfoque de los proyectos
etnoeducativos: Artículo 34.- La educación para las comunidades negras debe tener en
cuenta el medio ambiente, el proceso productivo y toda la vida social y cultural de estas
comunidades. En consecuencia, los programas curriculares asegurarán y reflejarán el
respeto y el fomento de su patrimonio económico, natural, cultural y social, sus valores
artísticos, sus medios de expresión y sus creencias religiosas. Los currículos deben partir
de la cultura de las comunidades negras para desarrollar las diferentes actividades y
destrezas en los individuos y en el grupo, necesarios para desenvolverse en su medio
social.
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Más que centrar la discusión en el plano jurídico o técnico, se trata de mostrar que, de
acuerdo con la legislación vigente, es posible entender los derechos educativos de las
poblaciones afrodescendientes en los dos planos mencionados, cada uno de los cuales
tiene distintos alcances y limitaciones. De hecho, las experiencias educativas que se
han desarrollado en el país y que se amparan en esta legislación, no establecen una
distinción tajante entre Cátedra de Estudios Afrocolombianos y etnoeducación, pues la
confluencia de intereses en uno y otro proyecto las lleva a traslaparse en la práctica
con bastante frecuencia.
Para terminar, es necesario dejar planteado que la formalización de un conjunto de
derechos en la legislación significa un avance trascendental pero no constituye una
respuesta suficiente. La experiencia colombiana ha demostrado que muchas de las
experiencias educativas existentes del país surgieron antes del cambio constitucional y
de las legislaciones que de allí se derivan, lo que significa entre otras cosas que los
marcos normativos no crean las experiencias educativas ni los procesos sociales en
general. No obstante, ello no quiere decir que la legislación sea inoficiosa, pues ella ha
sido un factor clave para que muchos maestros sustenten su decisión de innovar en las
instituciones educativas, además de haber sido un mecanismo para promover
experiencias en diferentes lugares.
Una definición más precisa de lo que se entiende por etnoeducación en el marco
normativo se encuentra en la Ley 115 de 1994, en su Artículo 55: “Definición de
etnoeducación. Se entiende por educación para grupos étnicos la que se ofrece a
grupos o comunidades que integran la nacionalidad y que poseen una cultura, una
lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos. Esta educación debe
estar ligada al ambiente, al proceso productivo, al proceso social y cultural, con el
debido respeto de sus creencias y tradiciones”.
Lo que habría que analizar son las posibilidades concretas de mantener la vigencia de
este proyecto en el país, no tanto en términos jurídicos sino en cuanto a las políticas
educativas y sus prácticas institucionales. Mientras no haya una clara correspondencia
entre los ‘derechos especiales’ y la política educativa nacional, éste seguirá siendo un
asunto marginal cuyas posibilidades de existencia serán correspondientes al esfuerzo
de unos pocos maestros decididos a llevarlo a la práctica.
Hasta ahora, ésta es una tarea pendiente. Más aun si se tiene en cuenta que la actual
política educativa nacional no ha incorporado la Cátedra dentro de sus directrices y
programas.
Experiencias educativas de Cátedra de Estudios Afrocolombianos
Al observar las leyes y decretos que definen el campo de los derechos educativos de
los afrodescendientes, observamos una legislación que parece contener las
posibilidades para una transformación radical del sistema educativo nacional. Tanto en
cuanto a la posibilidad de las poblaciones negras de diseñar e implementar proyectos
educativos regidos desde concepciones pedagógicas elegidas por ellos, como en
cuanto a la transformación de prácticas que reproducen el racismo y otras formas de
discriminación en las instituciones educativas, ya sea por acción o por omisión. Sin
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embargo, y a pesar del respaldo jurídico existente, los proyectos educativos en marcha
deben enfrentar cotidianamente las exigencias que supone innovar en el campo
educativo, las limitaciones que oponen con frecuencia las culturas institucionales, la
carencia de medios materiales para el trabajo, y las innumerables contradicciones del
sistema educativo nacional en su normatividad.
En esta parte de la presentación mostraremos de manera general algunas de las
tendencias más comunes en la aplicación de la Cátedra en el país, con el propósito de
resaltar aspectos novedosos de las experiencias estudiadas y de señalar su
potencialidad para la construcción de proyectos educativos en los que se haga efectiva
la visibilización de las trayectorias afrodescendientes.
La Cátedra como asignatura
Tal como se señaló al hacer referencia al marco jurídico, el término ‘Cátedra’ evoca con
bastante frecuencia la idea de asignatura o ‘materia’. Es por ello que con frecuencia la
desconfianza en el impacto y sostenibilidad de la Cátedra de Estudios afrocolombianos
se centra en lo efímero de otras iniciativas del mismo tipo, que demostraron ser
pasajeras y de las que hoy ya nadie suele acordarse. Alegan quienes hacen la crítica,
que asumir este tipo de proyectos como cátedras implica una serie de dificultades para
el planeamiento académico en las instituciones, pues supone abrirle espacio a una
‘nueva’ materia, asignarle un docente, pero sobre todo, ‘quitarle’ tiempo a otras áreas
muchas veces consideradas más importantes. Con el tiempo, y ante la inexistencia de
mecanismos que garanticen su obligatoriedad o que demuestren su pertinencia, las
cátedras suelen desaparecer sin pena ni gloria. Uno de los motivos para no darles
importancia, es que las competencias que allí se promueven no son incorporadas en
los sistemas de evaluación o pruebas de Estado, o lo hacen de manera marginal, lo cual
redunda en que los maestros no encuentren razón para continuar realizando un
trabajo que no se encuentra entre las prioridades institucionales.
La caracterización que se presenta a continuación resulta del proyecto de investigación
mencionado al principio de la presentación. Se basa en una serie de talleres realizados
en diferentes lugares del país, a los que asistieron maestros, estudiantes y padres de
familia, así como algunos funcionarios de entidades territoriales y otros expertos en el
tema.
Además de los talleres, se realizaron visitas a instituciones educativas que trabajan la
Cátedra. Los talleres y visitas se realizaron en las ciudades de Cali, Buenaventura,
Quibdó, Popayán, Cartagena, Medellín, Bogotá, San Andrés y Guapi. Participaron 74
experiencias y más de 400 personas.
Al observar las experiencias de Cátedra en el país, encontramos que algunas de ellas
desarrollan su propuesta como una asignatura. La mayoría como parte del área de
Ciencias sociales y en algunos casos, acompañada de proyectos pedagógicos
complementarios. Trabajar la Cátedra de esta manera garantiza la existencia de un
espacio formal para trabajar temas que de otra forma no serían incluidos en el trabajo
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pedagógico. Así, la Cátedra se hace visible y debe ser incluida en el planeamiento
académico, asignándole labor a un docente y destinándole una intensidad horaria.
En la mayoría de las ocasiones la asignación de tiempo de docencia semanal es de una
o dos horas. Las experiencias incluidas en la investigación mostraron que se trabaja
básicamente de dos formas: como asignatura en el área de ciencias sociales y como
asignatura ‘independiente’ en el plan de estudios, por fuera de las áreas obligatorias y
fundamentales. En ambos casos, es posible que se organice en unidades temáticas,
con contenidos, objetivos, fines, actividades, logros e indicadores de logro, o temáticas
propuestas con objetivos y criterios de evaluación. En ocasiones se trabaja en los
niveles de básica y media, en otras sólo en uno de ellos; hay intentos de trabajar en el
nivel de transición. Probablemente por su vínculo con el área de Ciencias sociales, la
mayoría de las experiencias trabajan sobre temáticas relacionadas con la historia;
aunque en ocasiones se trabaja sobre saberes ancestrales, expresiones artísticas
(música, literatura), o gastronomía, entre otras.
Para terminar, debe destacarse la potencialidad de este tipo de experiencias. Al
estudiar la obra de un intelectual afrocolombiano como Manuel Zapata Olivella, o de
literatos como Candelario Obeso, no se trata de estudiar sólo a ‘personajes
afrocolombianos’, que podría entenderse como un tema que solo interesa a los
afrocolombianos, como algo ‘nuevo’ o adicional. La potencialidad está, más bien, en la
manera como se construyen nuevas miradas sobre la historia de la literatura y la
producción intelectual en el país y el planeta, en la que los afrodescendientes han
hecho aportes fundamentales, aunque son escasamente conocidos. Igual para otras
áreas del conocimiento como las Ciencias Naturales o las Matemáticas.
Experiencia: Institución Educativa Femenina de Enseñanza Media y Profesional –
IEFEM El museo
En la Institución Educativa Femenina de Enseñanza Media y Profesional en el municipio
de Quibdo, departamento del Chocó, los maestros del área de Ciencias Sociales lideran
la cátedra de Estudios Afrocolombianos, siendo el museo uno de los proyectos claves
para su implementación. El museo posibilita el estudio de la historia de las poblaciones
afrodescendientes, con participación de la comunidad educativa.
Se trata de un espacio en donde están expuestos objetos que dan cuenta de la historia
afrocolombiana, especialmente del Chocó. Se encuentran fotografías de personajes
destacados en la literatura, el conocimiento científico y tecnológico, las luchas por la
defensa y dignificación de las poblaciones negras, el deporte y la música; así mismo
biografías, archivo de prensa, manuscritos, fósiles de plantas y animales marinos,
artesanías, vestuario típico, indumentaria, herramientas y utensilios de trabajo
ancestrales, colección de monedas y billetes, pinturas con escritos sobre historia
afrocolombiana y una sección de objetos representativos de diferentes grupos
socioculturales. Además han elaborado con los estudiantes un texto donde se
encuentra registrada la información sobre el museo.
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El museo es considerado un laboratorio etnoeducativo alrededor del cual los
estudiantes, padres de familia y personas de la comunidad trabajan por su
fortalecimiento, con aportes desde las investigaciones adelantadas sobre historia y
cultura afrocolombiana hasta la consecución de objetos representativos y portadores
de conocimiento y ancestralidad.
Esta experiencia por la característica que hemos descrito permite visibilizar aportes de
los afrodescendientes a la conformación del país, en la ciencia, la economía, la
transformación de los ecosistemas, la cultura y la política, en esta medida se
constituye en una experiencia pedagógica que permite trabajar los fenómenos de la
diáspora.
Como señalamos anteriormente, la Cátedra de estudios afrocolombianos ha sido
entendida como proyecto pedagógico que puede trabajar en dos direcciones
complementarias. Por un lado, en la visibilización de las trayectorias afrodescendientes
como estrategia dirigida a cualquier tipo de población y, por otro, en un sentido de
redignificación de esta experiencia histórica, dirigido a las propias poblaciones negras,
afrocolombianas y raizales. Los diferentes proyectos estudiados revelan la coexistencia
de ambos propósitos.
Experiencia: Institución Educativa Santa Rosa. Cali – Valle
Esta institución cuenta con una población estudiantil identificada por sus profesores,
como diversa (coexistencia de afrocolombianos y población blanco-mestiza), en la que
se trabaja en la implementación de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos con un eje
fuerte en la identidad. La experiencia se adelanta en varias áreas de los grados de
básica primaria, haciendo énfasis las capacidades de la gente negra en el campo de lo
artístico, la academia y la política.
El proyecto que ha sido llamado “Aguablanca cuna de raíces”, y su propósito es el de
generar en los estudiantes una actitud de reconocimiento y respeto a la diversidad en
el caso de la población blanco-mestiza, y un autoreconocimiento y valoración de sí
mismo en el caso de los afrocolombianos. Como parte del proceso se tiene en cuenta
la celebración o conmemoración de fechas significativas como el día de la
afrocolombianidad, donde se exaltan diversas expresiones culturales
afrodescendientes.
La Cátedra como proyecto transversal
Un grupo importante de las experiencias analizadas desarrolla la Cátedra de una
manera bastante similar a la que indican la legislación y los lineamientos curriculares.
Se trata de proyectos de Cátedra que se ubican de manera transversal en el grupo de
materias del área de ciencias sociales.
Las instituciones al iniciar el año escolar incluyen en la planeación académica un
proyecto de Cátedra que se desarrolla desde todas las asignaturas del área.
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En la planeación se incluyen temáticas relacionadas con las culturas afrodescendientes
y en el diseño curricular se articulan por ejes y unidades temáticas con sus respectivos
contenidos, objetivos y formas de evaluación. En la mayoría de las experiencias se
observó un nivel de integración importante, que se expresa en la facilidad para el
encuentro de las temáticas y su desarrollo.
Algunas otras propuestas de transversalización han sido diseñadas para afectar varias
áreas, además de Ciencias Sociales. Encontramos propuestas en áreas tan disimiles
como las matemáticas, las ciencias naturales o la informática. En estos casos se trabaja
sobre proyectos como las etnomatemáticas, la investigación sobre plantas de uso
medicinal y la creación de páginas web para la promoción y socialización de proyectos
pedagógicos, además de actividades de clase ligadas a las tradiciones organizativas de
los afrodescendientes, como los cabildos (propios de la Región Caribe), la memoria
colectiva y/o los personajes destacados de la localidad.
También se encuentran experiencias en las que se trabaja sobre un proyecto macro, en
ocasiones enmarcado en el proyecto Etnoeducativo o Institucional (PEI), y se desarrolla
desde diferentes áreas del conocimiento con temáticas articuladas que posibilitan la
integración de las áreas a través de diferentes estrategias. Por ejemplo, articulando el
trabajo de la historia a partir de cuentos africanos, que se relaciona con el área de
Lenguaje en la producción de textos, con Geografía en cuanto a ubicación espacial, etc.
Otra forma de trabajo es el proyecto eje movilizador que permea todas las áreas del
conocimiento, pero las actividades pedagógicas y de investigación se realizan en cada
una de manera independiente.
Dentro de las múltiples estrategias también se encontró que algunas instituciones
trabajan de manera simultánea con una asignatura en primaria y de manera
transversal en secundaria.
Encontramos también la opción de Cátedra como asignatura y como estrategia
transversal en todos los grados, lo que representaría la opción de mayor presencia en
un proyecto educativo, aunque no es la más frecuente.
Experiencia: Institución Educativa Manuela Vergara de Curi
La Institución Educativa Manuela Vergara de Curi, de Cartagena, desarrolla una
propuesta de Cátedra como estrategia transversal. Las actividades que se desarrollan
están incluidas en el plan de estudios y se trabaja de manera transversal a partir de las
orientaciones del proyecto global de vida llamado: autorreconocimiento de la
comunidad afrodescendiente, que trabaja alrededor de ejes integradores y ejes
temáticos que están diseñados de acuerdo a las necesidades, intereses y aficiones que
se identifican en la población estudiantil.
En la experiencia, se propone a los estudiantes realizar actividades de visibilización y
reconocimiento de quienes se han destacado en las luchas por la libertad y
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dignificación de los afrodescendientes. Este trabajo se desarrolla a partir de la
elaboración de carteleras dirigidas a exaltar las acciones de Benkos Biohó, la
participación de la gente negra en la insurrección de los comuneros, y la organización
de actos culturales para celebrar o conmemorar la declaratoria del Patrimonio
Histórico y Cultural de Cartagena, el día Nacional de la afrocolombianidad, de la
cultura, de la democracia, el día de San Pedro Claver, el festival folclórico, día de la
raza, día de la juventud colombiana y día de ‘ángeles somos’.
En algunos casos, las instituciones elaboran su malla curricular indicando las temáticas
por grados, objetivos, logros, indicadores de logros. De manea general podría decirse
que la transversalidad se observó con mayor frecuencia en el nivel de básica
secundaria, mientras en el nivel de primaria predominó el trabajo por asignatura.
Aunque en términos generales se encontraron fuertes niveles de coordinación en las
acciones, no siempre hay integración. Los maestros expresan que el trabajo requiere
de planeación conjunta, coordinación y constante concertación, lo que no siempre es
fácil.
Experiencia: Centro Educativo Antonio Villavicencio. Trabajo sobre narrativas e
historia oral
En el Centro Educativo Antonio Villavicencio se lleva a cabo una experiencia transversal
en la que participan todos los docentes de primaria y tiene como finalidad
implementar la Cátedra de estudios afrocolombianos mediante el proyecto ‘el lenguaje
como concreción de experiencias y realidades’. La propuesta permite trabajar con los
estudiantes el autoreconocimiento y la afirmación histórica.
El proyecto se desarrolla a través de historias de vida, vinculando a los padres y
madres de familia al proceso de reconocimiento y autoafirmación de los niños desde
preguntas sobre su origen y su identidad cultural. Los padres además de compartir sus
historias de vida en el contexto escolar, enseñan a los niños y niñas los juegos
tradicionales, canciones y rondas. Así se promueve la realización de actividades
formativas conjuntas y el intercambio de saberes en los cuales participan personas de
la comunidad educativa. La identidad cultural de los niños se plantea como el eje
pedagógico de este proyecto.
La información que se recoge en las actividades sirve para desarrollar la temática de
diversidad en relación con las regiones, costumbres, lenguaje, lugares turísticos,
arqueológicos, ecológicos, etc., se establecen comparaciones y valoraciones sobre la
economía de cada contexto y los motivos del desplazamiento de las familias a la
ciudad. En las clases los niños describen su región apoyándose en materiales como
carteleras, fotografías, mapas y cuadros estadísticos. En este sentido, la Cátedra ha
servido para estudiar diferentes culturas y regiones del país, como también para
analizar las causas del desplazamiento forzado, no sólo en relación con la gente negra,
sino con todas las personas que se encuentran en situaciones similares en el país.
Para finalizar vale anotar que el trabajo de la Cátedra, en contextos donde se presenta
diversidad cultural entre la población estudiantil, ha sido una factor importante en la
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construcción de relaciones interculturales. Se promueve el respeto mutuo, así como el
reconocimiento de herencias compartidas.
La Cátedra por proyectos y actividades
Tal vez la forma más incipiente de hacer Cátedra es ésta. En algunas instituciones,
donde no se logra que la Cátedra tenga un lugar formal en el plan de estudios, la
Cátedra es trabajada como un conjunto de actividades que se desarrollan con el
propósito de dar a conocer manifestaciones culturales de las poblaciones negras, tanto
a nivel local como regional o nacional.
Se pueden encontrar proyectos acerca de las expresiones artísticas o gastronómicas,
festivales musicales, trabajos sobre la historia local a través de la memoria colectiva,
entre otros. Estos proyectos promueven la investigación y buscan fortalecer los
sentimientos de dignidad de los estudiantes afrocolombianos.
En algunos casos se genera una participación activa de los padres de familia quienes se
incorporan en la realización de estas actividades.
Algunas instituciones presentaron como forma de hacer Cátedra actividades puntuales
que hacen parte de su calendario institucional. Tenemos entre ellas: celebraciones de
fechas especiales, día de la afrocolombianidad y conmemoración de hechos
importantes en reconocimiento a personajes destacados dentro de las poblaciones
negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales. Incluye la realización de actos
artísticos, semanas culturales, muestras gastronómicas, ferias artesanales, etc.
Experiencia: Institución educativa Asnazú
En la Institución Educativa Asnazú, en el municipio de Suárez al norte del
departamento del Cauca, los docentes, estudiantes, los padres de familia y demás
pobladores de la localidad adelantan desde hace varios años jornadas de reflexión
sobre la historia de los derechos de las poblaciones afrocolombianas, destacando de
forma importante el papel de las organizaciones sociales y del movimiento social
afrocolombiano en el logro de estos reconocimientos. Estas jornadas se realizan en el
marco del día de la afrocolombianidad durante el mes de mayo. Los estudiantes
realizan carteleras y pancartas en las cuales se difunde esta información, y participan
con estos materiales en desfiles que se realizan por el casco urbano del municipio.
Igualmente se vinculan lideres y liderezas de la región quienes comparten sus
experiencias de los proceso organizativos y le ofrecen a la comunidad educativa ideas
para seguir adelante con este tipo de dinámicas.
Reflexiones a partir de las experiencias educativas
Como ya hemos señalado, en su concepción inicial la Cátedra no fue pensada como un
proyecto educativo dirigido a las poblaciones afrodescendientes principalmente es un
proyecto que ellas pueden desarrollar pero que pretendía afectar prioritariamente al
sistema educativo nacional en su conjunto. Es decir, los destinatarios de los proyectos
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de Cátedra deberían ser todos los estudiantes colombianos. A pesar de ello, la mayor
parte de la población estudiantil que se está formando en los proyectos de Cátedra es
población negra, afrocolombiana, palenquera y/o raizal.
Esta situación puede estar indicando varias cosas. Por un lado, es posible que quienes
históricamente han padecido diferentes formas de discriminación sean los más
interesados en resolverlas, y quizá sea por ello que la mayor parte de los maestros
comprometidos con proyectos de Cátedra sean afrocolombianos. Es probable también
que la Cátedra siga siendo vista como un proyecto para la gente negra, que ellos deben
agenciar, lo que es empleado a manera de ‘justificación’ por parte de quienes no la
incluyen en sus proyectos educativos.
Adicionalmente, es sorprendente que no pocos docentes del país desconozcan la
Cátedra. En muchos lugares, al preguntar a los maestros sobre el tema, nos dijeron no
saber de qué se trataba.
Algunos dijeron saber que existía pero no que era algo obligatorio. Surge entonces la
pregunta acerca de cómo promover su implementación de una manera tan efectiva
como la de otras políticas curriculares; la mayoría de los maestros que hacen Cátedra
han apropiado los estándares, pero solo una minoría de los que trabaja con estándares
hace Cátedra.
La caracterización realizada nos permite observar los avances de las experiencias, que
bajo diferentes esquemas han logrado llevar la Cátedra a la práctica, innovando en
cuanto a contenidos, esquemas de planeación, propuestas metodológicas y formas de
evaluación. También encontramos que todavía se presentan dificultades en cuanto a la
disponibilidad de materiales didácticos, ausencia de textos educativos que incorporen
contenidos acerca de la historia y realidades actuales de las poblaciones
afrocolombianas y sus aportes a la construcción de la nación, así como propuestas
pedagógicas para la construcción de relaciones interculturales y la eliminación de
todas las formas de discriminación y racismo, o programas de formación docente que
contribuyan a orientar este tipo de proyectos educativos.
De otra parte, muchos maestros siguen entendiendo la Cátedra como asignatura, lo
que genera la idea de que los problemas que se quiere abordar pueden ser tratados
por fuera de las dinámicas de enseñanza de las diferentes áreas fundamentales y
obligatorias. Es decir, para poner un ejemplo, pareciera que la historia de los
afrocolombianos no es un problema del área de historia, sino más bien un problema
adicional que debe sumársele al plan de estudios. Y así para cada uno de los temas o
problemas que se abordan; al asumir la Cátedra como asignatura, se ‘libera’ o se
desobliga a los profesores de las diferentes áreas a pensar en posibilidades distintas en
la orientación de sus cursos. En última instancia, no podemos olvidar que no se trata
de unos contenidos adicionales a los que debe buscarse un espacio en el plan de
estudios o, más aun, en el currículo. Al contrario, lo que la Cátedra debería posibilitar
son nuevas miradas al conjunto de la propuesta formativa de cada institución.
En este sentido, la Cátedra debe cuidarse de promover la idea de ser un añadido al
proceso de aprendizaje escolar y mostrarse como una oportunidad para construir
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procesos de aprendizaje enriquecidos en la pluralidad de matrices culturales que
conforman la nación. Eso sí, es necesario hacer una salvedad sobre aquellas
experiencias que trabajan la Cátedra como asignatura: no se trata de descalificar su
trabajo, al contrario, muchas de ellas muestran un potencial transformador importante
en las formas de entender la multiculturalidad en las escuelas y colegios, y en
particular en la posibilidad de conocer y reconocer las trayectorias afrodescendientes
en el país.
Es evidente que la Cátedra es un proyecto en construcción que requiere de los
educadores nuevas formas de ser maestros y de hacer escuela, y ello no se logra de la
noche a la mañana. Reconocer el valor de la multiculturalidad en las prácticas
educativas supone que se transforme al interior de los proyectos educativos muchas
de las concepciones y prácticas pedagógicas, lo que hasta el día de hoy no ha sido fácil
y ha hecho que su aplicación se enfrente a diversos obstáculos y resistencias en el
orden institucional. No podemos olvidar tampoco que ésta es una sociedad que
históricamente configuró su identidad en torno a la idea de una identidad nacional
homogénea.
Un aspecto nodal para el funcionamiento de la Cátedra se refiere a la formación de los
maestros. Dada su novedad y también las resistencias propias de los miembros del
magisterio, la Cátedra cuenta con pocos expertos y no siempre encuentra en los
maestros a sus mayores impulsores.
Además, es frecuente que los maestros argumenten su inadecuada o inexistente
formación para el desarrollo de la Cátedra, la cual ven como una tarea de los maestros
de ciencias sociales o de quienes se reconocen como afrocolombianos.
La Cátedra todavía enfrenta serias limitaciones para transformar las formas de
entender y tramitar pedagógica y socialmente la diferencia cultural y en particular en
relación con las poblaciones afrodescendientes. El reconocimiento de la presencia
histórica y actual de los afrodescendientes debe ser una apuesta de orden político, en
tanto compromete una reflexión crítica acerca de las razones por las cuales
históricamente este re-conocimiento estuvo ausente de los procesos educativos y de
los conflictos que deben ser abordados y tramitados pedagógicamente para resolver
los problemas de fondo que han dado lugar a diversas formas de exclusión, tanto
dentro como fuera de la escuela.
Un factor adicional que es fundamental, tiene que ver con las trayectorias históricas de
los campos disciplinares que corresponden a las áreas obligatorias de formación que
hacen parte del sistema educativo nacional. Si bien es cierto todavía no se resuelve el
problema de la enseñanza en todas ellas, también es cierto que las exigencias de la
Cátedra son aún mayores, dada su reciente trayectoria y la novedad que supone en
cuanto a las perspectivas convencionales para abordar temas como la historia de las
poblaciones negras, afrocolombianas y raizales, y sus aportes a las artes, las ciencias o
la política. En este sentido, su concreción implica nuevas miradas y renovadas
estrategias para pensar y hacer los proyectos curriculares y las prácticas de los
maestros.
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A pesar de lo significativo de estos avances, los desarrollos en este campo aun son
insuficientes, más aun si tenemos en cuenta que la legislación prevé su
implementación en todas las instituciones educativas del país. Lo que sí parecen
mostrar estas experiencias es algunos de los caminos posibles en el caso de que se
quiera fortalecer la posibilidad de visibilizar los aportes y trayectorias de la diáspora
desde la educación.
Factores que limitan el desarrollo de la experiencia
Varios factores inciden en el avance de las experiencias. Uno de ellos aparece como
especialmente determinante: la acción institucional de las entidades territoriales para
la promoción de la Cátedra, que se expresa de diversas formas. Tal vez la de mayor
incidencia es la promoción de programas de formación de docentes.
No obstante los esquemas de acción institucional son diversos e incluyen programas
de formación de docentes, diseño de materiales didácticos, publicación de
orientaciones curriculares, acompañamiento pedagógico a las experiencias, realización
de encuentros de intercambio y acciones de política territorial para el cumplimiento de
los mandatos normativos.
La existencia de estas acciones en las entidades territoriales se ha dado en asocio con
instituciones de educación técnica y universitaria, cuya labor formativa ha sido
decisiva; también se ha realizado en asocio con organizaciones sociales que
promueven los desarrollos de la Cátedra. A pesar de estos avances, han transcurrido
más de seis años luego de la publicación de los Lineamientos Curriculares para la
Cátedra de Estudios Afrocolombianos y sus desarrollos son bastante dispares. De un
lado, encontramos significativos avances liderados por un conjunto de experiencias
localizadas en distintos lugares del país, que han logrado importantes desarrollos en
cuanto a política pública, diseño curricular, materiales didácticos y formación de
maestros. De otro, perviven múltiples factores que dificultan el consolidar estos
avances o están pendientes las acciones para apuntalar nuevos desarrollos.
Aunque el funcionamiento o no de una política pública está estrechamente ligado a la
existencia de un marco jurídico afín a sus objetivos, está demostrado que ello no
garantiza su cumplimiento.
Las limitaciones para el avance de algunas de las iniciativas analizadas en el nivel
institucional de las entidades territoriales están relacionados con la carencia de
recursos y por ende poco personal responsable de su desarrollo, lo que incide a su vez
en la imposibilidad de institucionalizar las acciones y darles continuidad. Con
frecuencia, las iniciativas dependen más de la voluntad de funcionarios aislados que de
decisiones institucionales de carácter permanente. De otra parte, el esquema de
descentralización del Estado parece incidir de manera negativa en la posibilidad de
garantizar que las políticas trazadas en el nivel central se apliquen en las entidades
territoriales. La incidencia del Ministerio de educación en el funcionamiento de las
secretarías de educación de las entidades territoriales es escasa y sólo se logra de
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manera transitoria durante periodos de gobierno o frente acciones puntuales, más no
de manera sostenida como política institucional. El problema parece mayor cuando se
trata de afectar a aquellos sectores de la sociedad donde la presencia de la población
negra es minoritaria y no existe quién demande la aplicación de la política.
Si se considera importante afectar el sistema educativo en su conjunto, la política
educativa debe orientarse hacia el conjunto de la población, y no asumirse solo como
una política del o para el grupo étnico. Es decir, si la política ha sido concebida y
reglamentada como una política para incidir en el sistema educativo de aquellos
sectores que históricamente discriminaron e invisibilizaron a las poblaciones
afrodescendientes, al tiempo que como una política específica para los sectores de
población históricamente discriminados e invisibilizados, ambos rasgos deberían
reflejarse con decisión en las acciones institucionales.
La implementación de esta política requiere para su funcionamiento de la inversión de
recursos en investigación, diseño de estrategias de adecuación curricular, formación
de maestros y funcionarios, y producción de materiales educativos que ofrezcan
herramientas efectivas de aplicación. Todo ello acompañado de las acciones
institucionales necesarias para su reglamentación, divulgación y seguimiento. En la
investigación realizada se encontró escasez de procesos de formación de funcionarios,
producción de materiales didácticos, fomento a la investigación educativa, programas
de formación docente, y otras acciones que permitirían profundizar en el
cumplimiento de los propósitos de la política de educación para grupos étnicos.
A pesar de que se han elaborado múltiples propuestas para la implementación de la
Cátedra, aun se requiere de mayores desarrollos en el campo de la investigación, tanto
en el campo de los estudios afrocolombianos, como en campos específicos del ámbito
educativo, tales como el diseño curricular o los materiales didácticos. La carencia de
investigaciones, hace que nuestro conocimiento de las prácticas educativas y de los
desarrollos pedagógicos sea todavía limitado.
Hasta el presente, la Cátedra cuenta con escasos insumos para su trabajo en las
instituciones escolares; las investigaciones en el campo de los estudios
afrocolombianos aun son escasas y en algunos casos solo dan cuenta de un conjunto
de problemas y poblaciones pero no de otros.
Con frecuencia los esfuerzos de visibilización de las poblaciones negras en el sistema
educativo han privilegiado una mirada hacia lo rural tradicional, y hacia región del
Pacífico. Ello de por sí es un avance significativo que ha permitido el re-conocimiento
de las expresiones culturales, territorios, formas de organización y aportes de este
sector de las poblaciones negras. No obstante, se requiere de perspectivas de mayor
integralidad y horizontes más amplios, que permitan que poblaciones hasta ahora
escasamente consideradas en los proyectos educativos en general, como las
poblaciones afrodescendientes del Caribe continental, las poblaciones raizales de San
Andrés, Providencia y Santa Catalina, las poblaciones urbanas, tanto de las grandes
capitales como de pequeñas y medianas poblaciones, así como las poblaciones negras
de regiones rurales del interior andino, sean claramente incluidas en ellos.
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Finalmente, no podemos olvidar que vivimos en una sociedad donde perviven
diferentes formas de discriminación y racismo, que se expresan cotidianamente tanto
al interior como por fuera de la escuela, lo que hace pensar que las posibilidades de
desarrollo de la Cátedra se enfrentan a muy diversas circunstancias y contextos, todo
lo cual debe ser considerado a la hora de evaluar los avances y proponer nuevas
alternativas.
Mirando el futuro: elementos para una agenda
Para finalizar, señalaré de manera esquemática algunos elementos que considero
podrían ser relevantes en la construcción de una agenda afrodescendiente, algunos de
los cuales existen dentro de las políticas institucionales vigentes. Mencionaré cuatro
campos de acción:
1) Investigación: Fortalecer políticas de investigación, priorizando líneas temáticas y
problemas orientados a la visibilización de las trayectorias afrodescendientes en el país
y el contexto regional. En este sentido podrían incluirse líneas orientadas en las
siguientes direcciones:
- Análisis de expresiones de la diáspora africana en su dimensión regional (América
Latina y el Caribe), incluyendo análisis comparados e investigaciones conjuntas de
equipos de diversos países.
- Expresiones contemporáneas de la diáspora
- Relaciones interculturales en la diáspora africana
- Participación afrodescendiente en la construcción de la nacionalidad. A propósito del
bicentenario
- Pensadores y pensamiento afrocolombiano
2) Acciones de fortalecimiento y coordinación interinstitucional
- Fortalecimiento de instituciones existentes (Icanh, Centro de Estudios y
Documentación de las Culturas Afrocolombianas) y estrategias de acción
interinstitucional
- Alianzas estratégicas para la definición y apoyo a líneas de investigación (Colciencias,
Cooperación internacional)
- Becas de investigación que incluyan las líneas de investigación que sean priorizadas
(Expresiones de la diáspora, análisis regional, pensadores y pensamiento
afrodescendiente)
- Líneas de acción educativa en coordinación con el Ministerio de Educación,
incluyendo el fortalecimiento de comunidades académicas a través de eventos y redes
de investigación. Así mismo, creación y fortalecimiento de programas de bibliotecas y
centros de documentación con énfasis en la socialización de producciones académicas
relacionadas con la diáspora
- Fortalecimiento de alianzas con universidades para la promoción de líneas de
investigación y políticas editoriales.
3) Publicaciones. Estrategias de promoción de publicaciones, tanto de trabajos inéditos
como de nuevas investigaciones. Estrategias de sensibilización en medios de
comunicación masiva, tanto públicos como privados, incluyendo problemas como el
racismo y la discriminación racial, tanto como divulgación de producciones
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
audiovisuales relativas a la visibilización de las múltiples experiencias históricas y
manifestaciones contemporáneas diáspora.
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Miguel Pereira
Director Cooperación Internacional. Fundación Every Child, Perú
Perfil: Miembro del Grupo Consultivo Permanente de Lideres Afro descendientes de UNICEF
Regional-TACRO, en las Políticas y Acciones focalizadas a los Niños, Niñas y Adolescentes Afro
descendientes de América Latina y el Caribe e Integrante del Grupo Asesor de Jóvenes del
Programa “Fondo de Juventud” impulsado por el BID, Microsoft y la Fundación SES.
Actualmente se desempeña como Gerente de Patrocinio y Cooperación Internacional de la
Organización Internacional de Infancia EveryChild en Perú.
Intervención
En América Latina el 10% de las personas más ricas recibe entre el 40% y el 47% de los ingresos
totales generados por la región, mientras que al 20% más pobre sólo le toca entre el 2% y el
4%. Es decir, la riqueza está concentrada en muy pocas manos. Estos indicadores la
transforman en la región más desigual del Mundo.
Para los jóvenes afrodescendientes esta no es una novedad, con simplemente mirar un
poco a su alrededor y sin hacer mucho esfuerzo hace tiempo que saben que la
diferencia entre los que tienen mucho y los que no tienen nada es grande. En algunos
países con más fuerza, en otros países con menos, pero en todos son víctimas de una
desigualdad pronunciada.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Aunque esta desigualdad pueda resultar evidente, es necesario analizar las razones
históricas, que tan profunda es la brecha, y buscar soluciones para reducirla.
Como se expresara anteriormente la desigualdad en América Latina tiene orígenes
históricos y se remonta al pasado colonial de la región, donde la esclavitud dejó sus
huellas en lo que fuera a priori la relación entre colonos europeos y los africanos
esclavizados (hoy blancos y afrodescendientes).
El mayor peso de la trata recayó en los jóvenes por su capacidad de producción, pero
una vez decretada la ley de vientres en varios países, aquellos nacidos libres se veían
privados de sus derechos hasta cumplir la mayoría de edad (en algunos países como
Paraguay 25 años). Esta práctica luego se transformó en padrinazgos, patronatos o
cualquier figura jurídica o acción que encubría un sometimiento obligado hacia otros.
Así, los nuevos estados se forman con un sector de la población que forma parte de la
mano de obra “negra y joven”, con el ingreso temprano de las mujeres en el servicio
doméstico y trabajos menores, y los jóvenes en tareas no calificadas, ambos con
escasas posibilidades de formación dado el contexto crítico en el que se desarrollaban.
La ausencia de los estados en tomar medidas para revertir esta situación se traduce en
un solo hecho “la ausencia de políticas es una política”. No existieron acciones dirigidas
hacia este sector de la sociedad porque tenían un rol asignado. Por lo tanto debemos
de reconocer, que estamos ante unas poblaciones y estados que se han desarrollado
bajo estos principios y que han considerado "natural" la situación de estos jóvenes.
Esta privación de derechos culturales, sociales y económicos se transformó en una
exclusión estructural que perdura hasta nuestros días. Por lo tanto el análisis de la
exclusión de los jóvenes afrodescendientes requiere contemplar múltiples factores.
En los últimos años se han registrado muchos avances en la región, tanto políticos
como económicos, sin embargo, las bases de aquellas instituciones han perdurado. Los
países con mayor población indígena y/o descendientes de africanos, son hoy en día
los más desiguales.
La situación en algunos casos es crítica, como en Colombia a causa del conflicto
interno, en Brasil por la criminalización de los jóvenes negros, o en Centroamérica y El
Caribe donde además se suma la problemática del HIV/SIDA .
La atención de la problemática de los jóvenes afrodescendientes requiere de medidas
específicas ya que son víctimas de una discriminación múltiple (agravada en el caso de
las mujeres jóvenes). Estas medidas deben abarcar desde facilitar el acceso a la
educación, los TIC’s, programas de empleo, prevención del delito, prevención del
consumos de drogas, SIDA, entre otras.
La Declaración y Plan de Acción de Durban, Santiago de Chile, Cumbre de Jóvenes,
Taller de Acciones Afirmativas entre otros, establecen un marco para accionar en ese
sentido.
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Generalidades
Tal como se expresa en la introducción, múltiples factores tienen su rol en la exclusión
de los jóvenes afrodescendientes.
En América Latina se han producido cambios de orientación, donde las políticas
sociales juegan un rol destacado, sin embargo a la hora de analizar sus efectos vemos
que poco inciden en las comunidades afrodescendientes. Esta realidad reafirma la
necesidad de generar políticas focalizadas o acciones afirmativas que atiendan
específicamente la situación de los afrodescendientes y especialmente a los jóvenes.
En el caso de las comunidades rurales, los jóvenes se ven forzados a migrar hacia las
ciudades e incluso fuera del país. El hacinamiento en sectores marginados de las
ciudades es una constante, los morros, favelas, villas miseria, o asentamientos tienen
como denominador común la significativa presencia de los afrodescendientes.
Las dificultades de acceso a la educación generan pocas perspectivas de desarrollo, lo
que se traduce en falta de incentivos para la inserción en otros niveles educativos por
encima de los obligatorios (cuando es posible llegar a estos).
La globalización y los medios de comunicación contribuyen a la construcción de una
imagen negativa de los jóvenes afrodescendientes, ya que difunden permanentemente
imágenes de jóvenes negros en situaciones marginales. Dentro de un contexto hostil
que los margina sistemáticamente, los jóvenes ven socavada su autoestima, esto
genera una reacción en detrimento de la inserción social.
Datos reveladores:
La ausencia de referencias que resultan excluyentes a la hora del diseño de estrategias
focalizadas hacia juventud afrodescendiente de América Latina y el Caribe constituye
una limitante, esto no es una casualidad. Debe entenderse como consecuencia directa
de la invisibilidad que, en muchos aspectos, padecen las comunidades
afrodescendientes en general, y los jóvenes de las mismas en particular.
En esta situación los jóvenes conforman sectores particularmente vulnerables, por la
trasversalización múltiple de problemáticas. (Discriminación racial, pobreza, género,
aculturación, VIH-Sida, violencia, migraciones forzadas, etc.)
El Documento “Objetivos de Desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y
El Caribe” refleja claramente las desigualdades de la región:
“En América Latina, los pueblos indígenas —que en Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú
representan más del 25% de la población— y afrodescendientes —que constituyen
más de un cuarto de la población en Brasil, Nicaragua y Panamá— son, en gran
medida, los más pobres de la región, presentan los peores indicadores
socioeconómicos y tienen escaso reconocimiento cultural y acceso a instancias
decisorias”.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Este documento continúa con el análisis y detalla que “Entre los factores de su
situación de pobreza destacan la pérdida progresiva de tierras, el quiebre de las
economías comunitarias, el menor acceso a los servicios educativos y de salud, y la
estructura y dinámica de la inserción laboral. Los indígenas y afrodescendientes —que
suelen ser víctimas de prejuicios étnico-raciales— reciben menores remuneraciones
por trabajos comparables a los del resto de la población y tienen más probabilidades
de trabajar en el sector primario de la economía, insertándose en pequeñas empresas
o en el sector informal. Influyen, asimismo, las dificultades de acceso al crédito y a
nuevas tecnologías que podrían permitirles aumentar y mejorar su producción”.
“Como se observa en el gráfico, la incidencia de la extrema pobreza entre indígenas
yafrodescendientes supera entre 1,6 (Colombia) y 7,9 veces (Paraguay) la incidencia en
el resto de la población, excluidos los casos de Costa Rica y Haití, en los cuales la
condición étnica no parece implicar diferencias en los niveles de indigencia”.
Mientras los indicadores macroeconómicos dan resultados positivos, los
afrodescendientes siguen marginados de los programas de desarrollo que contemplen
efectivamente sus derechos económicos, sociales y culturales.
Particularidades del MERCOSUR:
Brasil
Datos de la Infancia y la Juventud
Los/las niños/as y jóvenes negros/as representan el 23,6% de la población del país, o
sea, 40,1 millones de personas. La mayor parte viven en áreas urbanas, 77%.
A continuación se expondrán datos sobre la infancia y la juventud brasileña, de
acuerdo con el censo demográfico del 200 – IBGE y el Ministerio de Salud.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Exclusión en la enseñanza:
Durante las últimas décadas en Brasil hubo un crecimiento acentudo de alfabetizados,
sin embargo, aún hoy 24 millones de brasileños, cerca del 16%, no poseen una de las
condiciones básicas para el ejercicio de la ciudadanía plena, la alfabetización. Dentro
de los no alfabetizados los negros conforman un porcentaje de 22%, en tanto los
blancos son apenas un 11%.
Del total de blancos de 7 a 14 años, 7,36% no concurren a la escuela, o sea, 507.603
mil.
Del total de negros de 7 a 14 años, 17,22% no concurren a la escuela, o sea, 926.353
mil.
Educación Básica:
La educación básica exige un tiempo de permanencia en la escuela de por lo menos 11
años. En Brasil apenas 18% de la población total tiene o tuvo los años de estudio
necesarios para una formación básica.
Si el corte para analizar fuese el racial, encontramos una gran desigualdad entre
blancos y negros.
Enseñanza Superior: acceso de jóvenes a las Universidades:
Observando el gráfico podemos percibir que entre los negros apenas 5,7% están en las
universidades.
En la población blanca este índice sube al 21,9%.
De los jóvenes de 15 a 24 años que ingresan en las universidades del país 81% son
blancos.
Enseñanza Superior:
En cursos como medicina y odontología, el índice de 19% de negros en las
universidades, cae, respectivamente, para 0,7 y 1%.
En una iniciativa de la sociedad civil organizada se creó el PVNC, Pré-Vestibular para
Negros e Carentes, curso preparatorio administrado por voluntarios e profesores de la
red pública que forma alumnos provenientes de comunidades pobres para el examen
de ingreso en las universidades. En 5 años esta iniciativa innovadora e se propagó a
todo Brasil.
En 2000, en Rio de Janeiro, se aprobó la Ley 3524 que establece a creación de cuotas
de 20% para el ingreso de estudiantes negros en la Universidad del Estado de Rio de
Janeiro (UERJ). La polémica no consiguió suplantar las reivindicaciones del movimiento
negro y sectores progresistas, estableciéndose cuotas para negros en otras 16
universidades del país.
Uruguay
De acuerdo al diagnóstico de la Mujer Negra (1998), la alta participación en la PEA, de
las mujeres más jóvenes (15 a 20 años) hace suponer que las mujeres negras ingresan
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
al mercado de trabajo en edades muy tempranas, es decir aún antes de cumplir los 15
años.
El mismo diagnóstico demuestra que mientras el 8% de las mujeres con edades entre
15 y 19 años declaraba haber obtenido su primer empleo antes de cumplir 15 años, en
el caso de las mujeres afrodescendientes el 16% es decir el doble.
El 41.5% de las mujeres negras cursó exclusivamente primaria (completa o
incompleta). A esto se suma un 6.9% que no realizó ningún tipo de estudios. De modo
que casi la mitad de la población no accedió a la enseñanza secundaria o superior.
Mientras que en la población total el 12.1% realizó estudios superiores (docencia o
universidad), entre las mujeres incluidas en este estudio solo el 4.1% accedió a esos
niveles de enseñanza.
DATOS COMPARATIVOS:
COMPARATIVO URUGUAY – BRASIL
PROMEDIO DE INGRESOS DE AFROS RESPECTO A RAZA BLANCA
BRASIL
URUGUAY
HOMBRES:
63%
68%
MUJERES:
6 8%
66%
MUJERES AFRO CON EMPLEO DE SERVICIO DOMESTICO
BRASIL
40 %
URUGUAY
42.4 %
PROBABILIDAD NIÑOS AFRO DE ALCANZAR SEGUNDO CICLO DE ENSEÑANZA
BRASIL
15 %
URUGUAY
15 %
Estos indicadores reflejan una realidad de contexto regional.
Ausencia de una Política de Estado
La invisibilización de los afrodescendientes en América Latina, fue una constante en
varios países. Conceptos de “igualdad”, en lo extenso de la región escondieron el
problema de la discriminación que recién en el año 2000 (Santiago de Chile), se
comienza a reconocer en su verdadera dimensión regional. La ausencia de políticas fue
en sí mismo una política de exclusión en el desarrollo social.
Hasta el proceso hacia la III CMCR (Durban 2001), no existían estrategias regionales por
parte de los Estados ni de los organismos internacionales, salvo algunos ejemplos muy
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puntuales. Organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo tenían hasta el
año 1999, 29 proyectos en carpeta para los afrodescendientes contra más de 300 de
indígenas (aprobados y en trámite).
En el caso de los jóvenes afrodescendientes, aún hoy existen escasas medidas que
fomenten su desarrollo, promuevan su participación en ámbitos de decisión, etc. En el
Cono Sur, la situación se agrava. Si tomamos en cuenta a todos los países involucrados
en el MERCOSUR, con la excepción de Brasil no existen datos desagregados que
contemplen la particularidad de los afrodescendientes. Esto conlleva a no contar con
marcos referenciales apropiados para la implementación de políticas focalizadas. Tal
vez se pretenda argumentar que la existencia de políticas dirigidas hacia los jóvenes
involucra por su carácter a los afrodescendientes. Los hechos demuestran que las
políticas masivas, perpetúan situaciones diferenciadas que trascienden la pertenencia
a un grupo etario.
Salvo en el proceso que hoy se está dando en Brasil con la cuantificación en
universidades, los jóvenes afrodescendientes no cuentan con programas
educacionales, de inserción laboral, y participación activa que los involucre.
Como corolario de lo expuesto citamos a la Diputada Epsy Cambell de Costa Rica “Los
programas de ajuste estructural o de reforma del Estado que se vienen ejecutando en
América Latina desde hace casi dos décadas tienen un impacto mayor sobre las
poblaciones y las mujeres afrodescendientes; porque limita o elimina la escasa
inserción del Estado en las políticas públicas que tienen o tenían acceso los y las
afrodescendientes”.
Raza juventud
Hasta ahora hemos demostrado que la situación económica de los jóvenes afro
descendientes está caracterizada por la exclusión y la marginación.
La pobreza es la norma y la característica más común en que viven y tiene causas
históricas y explicaciones contemporáneas debido a la pésima distribución de la
riqueza en América Latina y el Caribe y a que los Estados no han cumplido su
responsabilidad de garantizar su bienestar.
La construcción de sociedades fragmentadas por la pertenencia a determinado grupo
étnico (indígena o afrodescendiente), ha llevado a la creación de desventajas sociales,
agudizadas por la ausencia de políticas de estado que intervengan en apoyo de los
sectores más desfavorecidos y, en particular, de los hombres y mujeres
afrodescendientes jóvenes. Sus principales consecuencias son la existencia de un
amplio sector de estas poblaciones desempleadas y expulsadas del mercado de
trabajo, la deserción del ciclo educativo, y la reproducción del ciclo de pobreza.
Esta realidad está dada por prácticas racistas muchas veces solapadas que afectan en
circunstancias como la inserción en el mercado laboral. La práctica más conocida es la
famosa leyenda “Buena presencia”, que tiene evidentes connotaciones
discriminatorias y su práctica constante ha llevado a muchos jóvenes a auto excluirse
en postulaciones para un puesto laboral. A esto debemos agregar los estereotipos
conformados por la sexualidad de las mujeres jóvenes afrodescendientes, la
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
criminalidad de los varones (Brasil: Si ves a un negro conduciendo un auto importado, o
es futbolista o es narcotraficante), y un sin fin de prácticas sociales que condicionan la
inserción de estos jóvenes en un plano de igualdad frente a sus comentarios y el resto
de la sociedad.
Esta exclusión en la participación plena en la inversión en capital humano y empleo
productivo de sus respectivos países, así como sus limitaciones estructurales de
acceder a los recursos productivos los convierte en agentes reproductores de pobreza,
El racismo hacia los jóvenes afrodescendientes también se transforma en violencia, y
existen muchos testimonios de ello, transcribimos el relato de Denis Oñate Torres, de
19 años de edad, ciudadano afro-ecuatoriano “escuche una voz que me estaba
amenazando con una arma de fuego y que al parecer me confundía con un ladrón, (por
mi color de piel ya que soy de raza negra). Esa voz me dijo: “ALTO AHÍ O SI NO TE
DISPARO”, como yo no había cometido ningún delito en contra de personas o de
propiedad privada, le respondí a esa persona: YO NO HE HECHO NADA MALO Y SI
USTED QUIERE, DISPÁREME !!!, en contados segundos escuche una detonación y me
desplome con mucho dolor”
Pero si nos fijamos en la región, de acuerdo al mapeo de violencia realizado por
UNESCO, 7 de cada 10 jóvenes asesinados en Brasil son afrodescendientes.
Problema exterior:
Los modelos económicos preponderantes que caracterizan al mundo actual, salpicados
de fuertes ideologías basadas en la competencia de los individuos, la flexibilización
laboral (en el caso de los jóvenes podemos citar los acontecimientos de Francia), el
consumo galopante y una constante inserción tecnológica relativamente homogénea,
no constituyen procesos que conducen a que el maravilloso desarrollo instrumental
redunde en mejorías manifiestas para la población. Al contrario, entre los procesos
sociales y culturales que caracterizan a esta época es importante señalar a las
conflictividades nacionales y étnicas, el recrudecimiento de las violencias y la exclusión
y la difusión de posturas “esencialistas” basadas en supuestos idearios identitatarios
unívocos que valoran negativamente, separan y condicionan la convivencia común a
los “otros”, los “indeseables”, los diferentes. Es un tiempo donde han reaparecido
viejos modos de estigmatización contra determinadas identidades colectivas a la par
de la difusión de nuevas desacreditaciones culturales sustentadas en estereotipos de
distinta índole.
Ante este nuevo capítulo histórico, las comunidades negras están analizando la
dinámica que generan esta realidad, viendo las consecuencias del nuevo ordenamiento
político del mundo, reflexionando en sus principales componentes que han
posibilitado estos cambios:
 Ruptura de la bipolaridad y la formación de regiones económicas hegemónicas
(USA, Canadá, México, Europa, Japón, etc.)
 Las profundas contradicciones que generan las diferencias económicas,
sociales y tecnológicas entre el Norte y el Sur.
 El terrorismo, el narcotráfico y la corrupción.
 Las tensiones entre los países de la región.
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 Bloques regionales (MERCOSUR, Región Andina, etc).
Analizar estos cambios y sacar experiencia de estos hechos, es el eje esencial donde se
cruzan estos debates, ya que estas nuevas formas introducen aspectos del racismo
aplicados a este nuevo ordenamiento.
Ante estos nuevos desafíos, que por un lado cuentan con países desarrollados que
despliegan la reconversión económica, la revolución tecnológica y la interdependencia
económica, nuestros países se debaten en la opción de convertirse en áreas
marginales y atrasadas, o en encontrar modalidades de integración regional para
insertarse en formas dinámicas en la economía global.
Dentro de estas opciones planteadas para América Latina, las comunidades
afrodecendientes están en procura de una respuesta teórica, programática; cuyo
objetivo sea el combate al racismo consagrando la equidad y el desarrollo económico.
Esta imperiosa necesidad está basada en nuestro acervo histórico, su riqueza cultural y
su vivencia, lo que le da autoridad para ofertar, desde nuestra óptica, programas de
acción que se ensamblen con el conjunto del movimiento social cultural y económico.
Los modelos hegemónicos están en franca ofensiva política y económica y los pueblos
con culturas diferenciadas en nuestra región (indios y negros) son sus principales
víctimas. Para detener esto se hace necesario conformar estrategias que puedan
superar este modelo y detener esta ofensiva. Esto, claro está, en la medida de
identificar bien sus componentes, ya que responde a una lógica histórica.
Hay que determinar correctamente los efectos ambiguos de los sistemas imperantes:
por un lado, el crecimiento económico y por otro, la cristalización de bolsas de
desempleo, trabajo informal, precario y reproducción de nuevas formas de racismo.
Esta ambivalencia entre progreso y retroceso obliga a la comunidad afro a elaborar
planes de acción propios determinando claramente que estas políticas nos posicionan
en los lugares más degradantes que él desarrolla. Nuestra meta es lograr la
implantación de políticas democráticas, donde los elementos sociales y económicos
cuenten con una fuerte presencia de mecanismos innovadores del control democrático
que nos permita acabar con el racismo y esto pasa por la inclusión de la promoción de
la equidad racial. Por lo tanto, este proyecto está sustentado en promover la
pluralidad étnica y resaltar el multiculturalismo de nuestras regiones.
Recomendaciones:
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Articular políticas sociales sobre la niñez, adolescencia y juventud afrodescendientes.
Apoyo del sector privado a la acciones y medidas afirmativas para el empleo
juvenil afro-descendiente.
Regulación del sistema penal de justicia para adolescentes, particularmente
afro-descendientes.
Ampliar el concepto en los Ministerios de la Educación de los países para la
dimensión de educación multicultural y etno-educación.
Hacer una base sobre información de juventud, niñez y mujeres desagregada
en los censos, incluir la perspectiva étnica afro-descendiente.
Incluir en los censos la dimensión étnica-racial de los afro-descendientes.
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Promover instancias de participación política y democrática de los jóvenes afrodescendientes.
Reafirmar la identidad afro en la niñez, la adolescencia y la juventud, de las
poblaciones afro-descendientes.
Introducir en los organismos para la juventud regionales y locales unidades
específicas que atiendan a los jóvenes afrodescendientes
Instar a los Estados a efectivizar los compromisos asumidos en diferentes
ámbitos internacionales como: III CMCR, Taller de Acciones Afirmativas,
Cumbre de las Américas, DESC, etc. Haciendo hincapié en los jóvenes
afrodescendientes.
Implementar Planes de Acción en el marco de los compromisos asumidos.
Preámbulo:
1- Reconociendo que en la declaración del caucus de jóvenes de las Américas se
demanda una selección equitativa de los/las representantes jóvenes particularmente
de los pueblos afrodescendientes, indígenas, etnias y grupos discriminados para la
participación en el Foro mundial de Jóvenes y la Conferencia Mundial Contra el
Racismo
2- Considerando que la juventud es una determinante en el futuro de la sociedad.
Y esta se coloca de manera permanente como víctima de la discriminación.
Sabiendo que es una edad intermedia entre la niñez y la adultez la cual no tiene
programas específicos dirigidos.
Y que los jóvenes son constantemente excluidos en las formas de acceso al entramado
social.
3-Consideramos que la situación de los jóvenes se agrava más cuando hablamos de
pueblos afrodescendientes en América Latina y el Caribe, donde nos encontramos en
situaciones de extrema pobreza y de violación constante de nuestros derechos
humanos.
Nuestra exclusión se vincula también al acceso de la educación, salud y empleo, y con
respecto a la situación con las autoridades que nos identifican como delincuentes
potenciales, sujetos a todas formas de violencia dentro del sistema carcelario.
4- Reconociendo que en la declaración del caucus de jóvenes de las Américas se exige
a los gobiernos de los países desarrollados miembros de las Naciones Unidas que
provean de recursos financieros para la participación en el foro Mundial de Jóvenes y
la Conferencia Mundial Contra el Racismo.
5- Considerando que las/los jóvenes afrodescendientes de América del Sur no han sido
participantes activos dentro de las demandas y propuestas planteadas por el pueblo
afrodescendiente en el proceso de la Tercera Conferencia Mundial.
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6-Sabemos que como pueblo afrodescendiente carecemos de una política de salud
digna. Observamos que existen enfermedades de propensión étnica como ser la
anemia falciforme.
Así como también vemos la ausencia de prevención y asistencia de la sexualidad
juvenil al ser víctimas de la rápida propagación de enfermedades venéreas; como ser
VIH/SIDA.
7-Afirmamos que los jóvenes afrodescendientes se encuentran en situación desigual
en el sistema educacional.
Los programas educativos son ineficaces; excluyen a la población afrodescendiente del
acenso social.
Reafirmando las demandas y planes de acción de la Declaración del Pueblo
Afrodescendiente de las Américas hacia la III Conferencia mundial contra el racismo.
Declaración:
Exigimos que Comité Internacional de Juventud y la Alta Comisionada de las Naciones
Unidas garanticen la participación equitativa de las/los jóvenes afrodescendientes de
América del Sur en el proceso de selección de becas y apoyo financiero para la
participación en el Foro de Jóvenes y la III Conferencia Mundial contra el racismo.
Demandamos la introducción del tema jóvenes afrodescendientes y otras víctimas del
racismo, como ejes centrales sobre los cuales se plantee el desarrollo del Foro Mundial
de Jóvenes.
Exigimos que el Comité Internacional de Jóvenes y la Alta Comisionada garanticen la
presencia de jóvenes afrodescendientes de América del Sur en la Red Internacional de
jóvenes contra el racismo que se instale luego del Foro Mundial de Jóvenes.
Demandamos el reconocimiento e inclusión del término Jóvenes Afrodescendientes en
las demandas y planes de acción planteados por el Pueblo Afrodescendientes en el
proceso de la III Conferencia Mundial contra el racismo, discriminación racial.
Xenofobia y formas conexas de intolerancia.
Recomendamos que se realice un Foro Mundial de la Juventud dentro de 5 años como
seguimiento al Foro Mundial de Jóvenes y a la III Conferencia y que esta consulta esté
apoyada y financiada por la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos y que
además sea parte de las instancias y programas oficiales de las Naciones Unidas.
Recomendamos que los Estados miembros de las Naciones Unidas y en especial de los
países desarrollados provean de apoyo y financiamiento a los jóvenes
afrodescendientes organizados y con escasos recursos económicos de los países del
sur para que asistan a las instancias previas y a dicha consulta mundial
Instamos a que los Estados miembros de las Naciones Unidas integren en sus sistemas
jurídicos leyes que protejan la integridad física y moral de los jóvenes
afrodescendientes y los reconozcan los mecanismos internacionales de protección de
derechos humanos.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Instamos que la Organización Mundial de la Salud integre una concepción de salud
integral y multinétnica en todos sus niveles de complejización que establezcan políticas
de atención específicas en el área de juventud.
Demandamos que los estados revisen y reelaboren los programas educativos
incluyendo la historia de los afrodescendientes en las Américas y su aporte en el
desarrollo de la sociedad. Además demandamos la formación de profesores que
implementen dichos programas.
Demandamos a los Estados que difundan y promuevan la creación de espacios propios
de difusión e información político cultural de lo/as afrodescendientes, apoyando con
los recursos necesarios para su puesta en marcha.
Exigimos que los Estados reconozcan y valoricen todas las manifestaciones
etnoculturales, especialmente artísticas de lo/as jóvenes afrodescendientes.
La sociedad y el estado discriminan a los/las jóvenes afrodescendientes por ser
migrantes, inmigrantes, de naciones oprimidas por los estados, personas con
capacidades diferentes, lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, y personas
con VIH/SIDA. Por lo tanto, demandamos que los estados promuevan el dialogo y
acciones de sensibilización en instancias públicas y privadas.
Demandamos que los Estados adopten medidas efectivas para detener el tráfico sexual
y las prácticas laborales de explotación de los y las jóvenes sufridos particularmente
por niña/os y jóvenes afrodescendientes. Además investigar sobre el papel y el avance
de la globalización en el crecimiento de la economía basado en el tráfico sexual y las
prácticas laborales de explotación de los y las jóvenes
Demandamos a los Estados miembros de las Naciones Unidas a ratificar la existencia
de jóvenes indigentes afrodescendientes y a crear políticas especificas y efectivas para
eliminar las causas y consecuencias de la indigencia juvenil afrodescendientes.
Proponemos la promoción de la constitución de redes de jóvenes afrodescendientes
en América del Sur que ejerzan una vigilancia social de las acciones de los Estados y a
la sociedad en su conjunto en relación de los acuerdos de la III Conferencia Mundial
contra el racismo. Demandamos el apoyo de los Estados, de la oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas y de las organizaciones de afrodescendientes de
América del Sur para el fortalecimiento de dichas redes.
Declaración de jóvenes afroamericanos:
La juventud, más que una etapa de la vida de las personas, se convierte en un
determinante muy importante en el futuro de la sociedad, pero en la práctica esto no
sucede de esta manera, por el contrario somos víctimas permanentes de
discriminación por la edad.
Para quienes estamos en esta etapa de la vida, no vemos identificadas nuestras
necesidades en ninguno de los programas dirigidos hacia otros grupos étnicos , al dejar
de ser niños perdernos la protección de la familia y el estado, por otro lado tampoco se
nos considera adultos, ya que supuestamente no contamos con experiencia en la vida.
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Esto hace que seamos excluidos permanentemente; por ejemplo en lo que tiene que
ver con el acceso al empleo y a una buena remuneración.
Esta situación es mucho más grave del pueblo afrodescendiente en Latinoamérica y el
Caribe que vivimos en condiciones de extrema pobreza en todas las ciudades del
continente, situación por la cual somos más vulnerables que el resto de la población,
constantemente somos víctimas de violaciones de nuestros derechos humanos
especialmente lo que tiene que ver con el acceso a la educación, a la salud, al empleo,
y a la toma de decisiones, al igual que permanentemente somos víctimas de
violaciones de nuestros derechos humanos por parte de las autoridades, las cuales nos
consideran delincuentes potenciales a los y las jóvenes de ascendencia africana, esto
hace que en ocasiones seamos encarcelados y maltratados de manera injusta.
En cuanto a la educación el pueblo Afrodescendiente presenta los peores niveles de
escolaridad, lo que está relacionado con la falta de programas de educación pública
que sea acorde a las condiciones sociales, económicas y culturales de esta población.
De igual manera encontramos que la población joven Afrolatinoamericana está siendo
excluida de las distintas instancias públicas nacionales e internacionales de poder, por
lo cual vemos negada la posibilidad de incidir en la toma de decisiones de nuestros
países.
En la mayor parte de los países del continente los y las jóvenes somos obligados a ser
parte de los conflictos armados internos. Primero, a través de las fuerzas armadas ya
que el servicio militar es obligatorio. Segundo, porque los grupos al margen de la ley
reclutan principalmente a jóvenes de sectores populares que en su mayor parte somos
Afrodescendientes, esto nos convierte en las principales víctimas de este tipo de
violencia. De igual manera en los centros urbanos de alta concentración de población
Afrolatinoamericana es donde se presenta la mayor cantidad de las muertes violentas.
Recomendaciones:
Efectuar acciones conjuntas entre los organismos nacionales e internacionales, para
mejorar las condiciones de vida de la población Afroamericana y erradicar la
discriminación hacia los y las jóvenes de estas comunidades.
Implementar en todos los estados, políticas de acceso a la educación de los y las
jóvenes Afrodescendientes de América Latina y el Caribe
Teniendo en cuenta sus aportes a la construcción social del continente, al igual que sus
particularidades culturales, sociales y políticas. Para lo cual es necesario efectuar
cambios curriculares que permitan lograr este objetivo.
Es necesario que los estados prioricen y adelanten programas de desarrollo social
hacia los y las jóvenes Afrodescendientes, lo cual nos permita generar condiciones de
equidad, especialmente en lo que tiene que ver con la generación de ingreso, la salud,
el fortalecimiento educativo entre otros.
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Obtener una participación permanente de los y las jóvenes Afrodescendientes en los
cargos públicos de los respectivos Estados.
Impulsar acciones tendientes a consolidar la propuesta de desarrollo social de los y las
jóvenes Afrodescendientes con la participación de los diversos organismos
Internacionales.
Formar una comisión juvenil de ayuda humanitaria para los Afrodescendientes que
presentan situaciones de extrema pobreza y/o condiciones de riesgo, lo cual debe ser
apoyado por las Naciones Unidas.
Constituir una comisión internacional, encargada de diseñar un tratado que promueva
la participación de los y las jóvenes Afrodescendientes en la vida social, política y
cultural de sus países, al igual que se nos brinde garantías con las cuales la juventud
pueda tener mejores posibilidades de desarrollo.
Las Naciones Unidas deben instar a los estados para que se encarguen de garantizar la
seguridad de los niños, niñas jóvenes que estén en medio del conflicto interno armado.
Solicitamos que los organismos internacionales como la ONU y la OEA creen un
organismo que se encarguen exclusivamente del tema de los derechos y desarrollo de
los y las jóvenes Afrodescendientes con la facultad de vigilar sancionar a los países por
el no cumplimiento de los acuerdos.
Excluir totalmente a la juventud Afrodescendiente del conflicto armado, tomando
medidas como la abolición del servicio militar obligatorio.
Nosotros los y las Jóvenes, solicitamos a los Organismos Internacionales, otorguen el
apoyo correspondiente para que los Gobiernos de cada país, nos den el derecho que
nos corresponde en cuanto a la participación activa en la vida social, política,
económica y cultural de nuestros países.
Cuando hayan caído las barreras de la hipocresía y la ignorancia, existirán los derechos
de igualdad en todos los seres humanos.
El tema más duro del momento, es el más duro de la historia, por todo lo que significa
como cuestión injusta y cruel, es sin duda el que tiene relación con el racismo. Y este
no es un problema de los Afrodescendientes, acaso somos nada más que una copia del
racismo sangriento de otras partes del Latinoamérica, pero tenemos lo nuestro, y
cuando hablamos de racismo singular, nos referimos al verdadero peligro de poseer un
sentimiento de racismo, aberración y odio contra otros.
El racismo cuándo se esconde y fortifica contra algo natural y conocido, y su
terminología no preocupa a los que enseñan y a quienes deben aprender, se convierte
en sentimiento, un sentimiento hay que sufrirlo, y no es tan fácil eliminarlo, de la
impunidad que lo rodea.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Discusión y Conclusiones
Ideas fuerza
¿Es posible visibilizar los aportes de la diáspora desde la educación? Las
estrategias deben modificar los tradicionales esquemas de etnoeducación. El
modelo etnoeducativo tradicional era dirigido por y para las comunidades
étnicas lo cual permitió recuperar prácticas tradicionales y lingüisticas. No
obstante, se propone que las propuestas educativas estén dirigidas también a
la sociedad en su conjunto, pues es allí en donde se reproducen prácticas de
discriminación.
Las estrategias deben y transformar el sistema educativo en su conjunto. Si no
se transforma el sistema en su conjunto, se corre el riesgo de que sean
experiencias aisladas a otras políticas y sectores distintos al educativo.
La escuela es un escenario estratégico para la transformación de los
estereotipos y las imágenes que folcklorizan la cultura afrodescendiente.
Ha habido un trabajo fuerte de organizaciones sociales e instituciones
educativas. Las iniciativas, en buena parte, no son resultado de políticas
públicas. Son el resultado de esfuerzos de organizaciones sociales.
Obstáculos
En la educación se reproducen imágenes y viejos estereotipos en donde
prevalecen expresiones de racismo. Estas imágenes distorsionan la cultura afro,
crean y reproducen estereotipos mediante la “Folcklorización” de la cultura.
¿Qué imágenes reciben los jóvenes?
Hay una ausencia de políticas estatales dirigidas específicamente a la población
juvenil. Esto, en gran medida, es lo que genera la invisibilidad de las
comunidades afrodescendientes.
La exclusión de la participación plena convierte a los adolescentes afro en
agentes de pobreza.
La educación puede ser una oportunidad o un espacio de reproducción de la
exclusión.
Vulnerabilidad de los jóvenes afro, agravamiento en mujeres jóvenes. Se
requieren de medidas específicas.
Hay un escaso acceso de los jóvenes afrodecendientes al sistema educativo
formal en la educación básica, media y superior, con prevalencia de los índices
más bajos de acceso y deserción.
No se cuenta con cifras apropiadas para la generación de políticas focalizadas.
Es preocupante la escalada de violencia que recae sobre los jóvenes
afrodescendientes. Estos, y en especial las mujeres jóvenes, son muy
vulnerables ante las situaciones de conflicto y todas las formas de violencia.
Propuestas de políticas y experiencias que se podrían replicar
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Implementar los avances de la conferencia de Durban de lucha contra el
racismo como un instrumento eficaz que debe llevarse a la agenda pública en la
institucionalidad de los estados americanos.
Propuestas de mecanismos y esquemas de cooperación
Fomentar políticas sociales que promuevan el desarrollo de los niños(as),
adolescentes y jóvenes, Adelantar desde los Ministerios de Cultura campañas
masivas para reafirmar la identidad afro y crear unidades especializadas en
prevención promoción y a dicha población.
Apoyar el empleo de los jóvenes desde el sector privado.
Reformar el sistema penal para la atención de jóvenes. Se propone reemplazar
la justicia penal punitiva por una justicia penal restaurativa.
Incluir las dimensiones multicultural y etnoeducativa en los instrumentos
censales institucionales para 2010.
Verificar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en congresos
internacionales anteriores (Conferencia de Durban).
Ante la vulnerabilidad de los jóvenes, expresada en la introyección de la
violencia y su victimización, se propone que, con base en la noción de la
“audacia de la esperanza”, se formulen y fortalezcan procesos locales de
formación artística y cultural. Estas áreas estimulan la formación identidad y el
emprendimiento de los niños(as), adolescentes y jóvenes afrodescendientes. El
arte y la cultura cumplen una función preventiva y terapéutica y permiten
promover los derechos humanos, los valores y el respeto al cuerpo como
territorio de paz.
Diseñar y desarrollar estrategias educativas de comunicación. Se propone
generar intercambios de experiencias educativas con población infantil.
Fortalecer redes sociales y programas que impliquen la generación de
condiciones materiales para superar las desigualdades socio-económicas.
MIGRACIÓN Y DIVERSIDAD ÉTNICA Y CULTURAL
Objetivo: Analizar el fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe para definir
posibles estrategias de cómo encausarle eficazmente para disminuir el impacto y la
afectación de la población afrodescendiente hacia la preservación de la identidad y la
diversidad y la cultura.
Ideas fuerza
Los procesos migratorios favorecen positivamente la diseminación de la cultura
afro.
Se identifican tres procesos migratorios que afectan a las poblaciones afro:
migración interna, migración regional y migración fuera de la región.
La migración interna ha generado procesos positivos de diálogos e intercambios
culturales; la población desplazada se comunica con las comunidades
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
receptoras y resiste a través de sus expresiones culturales, construyendo
“interculturalidad desde abajo”.
La población desplazada inicia procesos de prácticas de ciudadanización
forzada, lo que implica adopción de nuevos patrones de comportamiento.
Asociaciones de nuevos migrantes afro están contribuyendo a la visibilización y
organización de poblaciones afro provenientes de oleadas migratorias
anteriores.
Los procesos migratorios han contribuido a la creación de nuevas formas de
expresión cultural, fusiones artísticas e integración de saberes.
Algunos proyectos artísticos desarrollan fenómenos culturales que integran a
los afros de África, de América Latina y el Caribe.
Retos
Se reconoce la existencia de discriminación de la población afro en el
extranjero, y algunos visos de xenofobia.
Se encuentran ciudades donde hay migraciones de mujeres afro en las cuales se
ha desvalorizado su cultura.
La industria cultural en ocasiones mercantiliza y reduce la cultura a lo exótico,
estereotipando.
Propuestas de políticas y experiencias que se podrían replicar
Promover el cumplimiento de los derechos de los migrantes trabajadores afro.
Desarrollar políticas públicas para la inserción de nuevos migrantes afro y para
darles visibilidad a su cultura.
Incluir el enfoque de género en el abordaje de las políticas migratorias
orientadas a la población afro.
Realizar acciones afirmativas en beneficio de los migrantes afro, como sucedió
en Brasil con los migrantes Japoneses, donde a través de servicios como la
educación y la entrega de tierras se facilitó su exitosa inserción económica y la
preservación de su identidad.
Prevenir la estigmatización en las manifestaciones culturales de la población
afrodescendiente que exacerban el racismo y la xenofobia.
Desarrollar políticas públicas que apoyen y promuevan los procesos de
integración y fusión de expresiones artísticas e intercambio de saberes.
Propuestas de esquemas y mecanismos de cooperación
Iniciar un movimiento internacional para apoyar la expansión de los
movimientos artísticos afro, en el marco del proceso de globalización.
Abogar por el desarrollo de políticas públicas trasnacionales, que contribuyan a
facilitar la movilidad entre países, la ciudadanía múltiple y el trabajo con la
diáspora afro-latina.
Minimizar las barreras de movilidad impuestas a los pueblos afro
transfronterizos que comparten una misma cultura.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Realizar un estudio regional sobre migración y cultura que brinde elementos
para el desarrollo de política pública en los diferentes países.
Desarrollar comités internacionales para proteger los derechos culturales de los
migrantes afro.
Dinamizar la coordinación internacional para la prevención de la trata y tráfico
de población afro.
Promover acuerdos que contribuyan al desarrollo de una industria cultural que
conserve la esencia de la cultura de las comunidades afro y proteja los
derechos patrimoniales de los artistas.
EMPRENDIMIENTO CULTURAL AFRODESCENDIENTE
Objetivo: Analizar y proponer mecanismos y esquemas de cooperación entre los
países, para el desarrollo de estrategias de promoción y acceso al emprendimiento
cultural como renglón económico dinámico, generador de ingreso, empleo y
fortalecimiento empresarial, en un mercado de libre comercio ampliado y diverso.
Identificar acciones que potencien los vínculos y sinergias específicas de la economía
con la cultura de los afro-descendientes.
Ideas fuerza
Las manifestaciones culturales son la vía más expedita en los procesos de
inclusión.
No se puede hablar de emprendimiento sin un proceso sustentado.
Cuál es el papel de la cultura como mecanismo para superar la pobreza?
Cómo los afrodescendientes van a conseguir visibilidad y reconocimiento de sus
productos como el arte?
La cultura es fuente inagotable de recursos y hay que pensar en que pueden
hacer los países con los talentos desde la escuela.
La cultura, la ciencia y la educación deben estar relacionados para construir
proyectos importantes destinados a la población afro y para su desarrollo.
La consolidación de la competitividad es mucho más que vender, es
anticiparse, adaptarse y prepararse para los cambios.
Propuestas de Políticas y experiencias que se podrían replicar.
El Estado debe crear políticas orientadas al emprendimiento cultural.
Crear mesas de diálogos entre los artistas y las personas interesadas.
Se debe tomar la autodeterminación de lo nuestro, ser autónomos.
La incorporación del relato afro es la forma más expedita de tocar el cuerpo del
país.
Realizar un portafolio que nos permita conocer la oferta.
Cuáles son las oportunidades de Mercado bienes y servicios que puedan
circular y cuáles son los canales de circulación.
Propuestas de esquemas y mecanismos de cooperación
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Se deben fomentar alianzas estratégicas entre afrodescendientes.
Las convocatorias en el marco de la cooperación deben ser simples
metodológicamente hablando.
Realizar una investigación sobre el Mercado afro.
Construir indicadores más holísticos para evaluar proyectos que sean más
adecuados en mostrar el impacto de dichos programas en comunidades
afrodescendientes.
Obstáculos
La cultura ha sido economizada cuando la idea era, culturizar la economía.
Folclorización de las manifestaciones culturales afro.
Se debe tener en cuenta que existen sectores, que como los medios de
comunicación, invisibilizan a la población afro.
REPRESENTATIVIDAD POLÍTICA
Objetivo: Conocer los logros, oportunidades, retos y definir los elementos críticos de
una agenda común para la representación y participación democrática y el liderazgo
efectivo de la población afrodescendiente de las Américas en las esferas del poder
político, económico y administrativo.
Giancarlo Salazar Caicedo. Historiador
Perfil: Historiador Universidad Javeriana. Candidato a Magíster en Estudios Políticos
IEPRI Universidad Nacional de Colombia. Subdirector de Análisis Histórico y Desarrollo
del Centro de Estudios y Documentación de las Culturas Afrocolombianas, Ministerio
de Cultura - Universidad Tecnológica del Chocó. Ha sido profesor de Política
Internacional Africana en el programa de Relaciones Internacionales de la Universidad
Jorge Tadeo Lozano.
Intervención
La visibilidad nacional de las identidades étnicas puede depender de su relevancia en
términos electorales. Comunidades específicas han logrado visibilidad en tanto logran
importancia para los políticos y gobernantes. Entender que a los gobernantes les
interesan las comunidades que aportan votos a sus ambiciones políticas. Doblar la
votación del negro en Colombia puede representar una estrategia clave para la
nivelación en derechos sociales y económicos. Esta ponencia discute la posibilidad de
establecer voto doble para los afros en los marcos de la filosofía política y la teoría del
estado de John Rawls.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
No necesitamos demostrar las condiciones de marginalidad histórica de las
comunidades negras. Baste con asumir algunas realidades sociales, económicas y
políticas como inobjetables: 1. los índices de calidad de vida ubican en las últimas
posiciones a los municipios con población negra predominante; 2. En los índices de
empresarismo y desarrollo productivo está en el fondo de la tabla; 3. La
representación política de los afrocolombianos en el sistema político se reduce a tres
curules y una oficina en el Ministerio del Interior.
Si se acepta que la participación política de los afrocolombianos continúa siendo
marginal, y que el sistema de representación por circunscripción especial no ha
logrado un empoderamiento real de la población, entonces, podremos entrar a discutir
una propuesta que debe ser debatida con los argumentos de la teoría política
contemporánea. El objetivo exclusivo de este trabajo es argumentar que desde el
concepto de justicia rawlsiano es posible instituir una libertad desigual en el voto por
elector, sin violar los dos principios fundamentales de la justicia. Es decir instituir un
mayor valor del voto del ciudadano negro: un negro dos voto. Institucionalización de
un empoderamiento real de una comunidad menos aventajada. Así entonces es
menester demostrar coherencia con los argumentos rawlsianos.
De esta manera los argumentos de favorabilidad política étnica deberán demostrar
que parten del deber natural más importante: fomentar instituciones justas. Ello para
sostener que dicha desigualdad resulta ser una institución justa ante circunstancias
históricas definidas. En este sentido la obligación del argumento debe conducir al
reconocimiento de la necesidad de modificar las reglas del sistema de elección
popular, y apuntalar un sistema en el que la cooperación política entre etnias alcance
ventajas comunes. Es decir que es necesario hacer evidente la utilidad social de la
norma mediante la identificación de intereses compartidos.
Así, para sostenerse, la propuesta debe identificar algunas dificultades. La dificultad
mayor para la favorabilidad podría presentarse en la reflexión que de esta se pueda
hacer en la posición original. Varios condicionantes de la posición original atajarían la
aprobación de un tipo de norma de este tipo en la situación original. Por ejemplo: el
velo de ignorancia, la igualdad, la utilidad, la elección racional. Ante esta dificultad la
propuesta de favorabilidad deberá ubicar mejor su pertinencia en el proceso de
aplicación de los principios a las instituciones. Aquellas cuatro etapas señaladas por
Rawls (Posición original, Congreso constituyente, legislación, aplicación de reglas
particulares) en las que gradualmente se levanta el velo de ignorancia y de la misma
manera se toman en cuenta factores históricos o de sociología política.
Otra gran dificultad se afronta en el límite de igualdad que exige el esquema de
libertades. Recuérdese que estas últimas no ceden ante beneficios económicos o
sociales. Sin embargo existe una posibilidad en cuanto que podría ceder si se
encuentra que la normatividad actual entra en conflicto con las normas de libertades
básicas para las negritudes. En ese sentido el argumento buscará demostrar que es
posible limitar las libertades básicas del resto de la población colombina sólo para que
la misma libertad –la de voto por elector- ayude a ajustar el sistema de una mejor
manera, como lo sugiere Rawls.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Aquí entonces las pretensiones políticas se ajustan a los principios de justicia
Rawlsianos, fundamentalmente desde el acople teórico a la propuesta al principio de
participación. Este último es una importante veta de argumentos a favor de la
favorabilidad política planteada. En este sentido las limitaciones al principio de
participación ayudan en parte a sostener la desigualdad del voto, dado que una
constitución “puede permitir desigualdades políticas”, sobre todo ante diferencias
económicas que atentan contra el principio de participación. Así, entonces, es posible
renunciar a algunas libertades “para transformar una sociedad menos afortunada en
otra en la que todas las libertades básicas puedan ser plenamente ejercidas”, y
ejercidas adicionalmente por todas las etnias que participan en un contrato social.
De esta manera, se puede considerar la posibilidad de estructurar argumentos
rawlsianos a favor de una desigualdad política. Todo en el contexto de una sociedad
democrática que considera inmutable el precepto básico del principio de participación:
un elector por voto.
Cooperación social y política:
El neo contractualismo de Rawls considera una permisa que usaremos aquí: existen
ciertas circunstancias que nos obligan a vivir juntos y cooperar. Firmamos acuerdos en
la medida en que consideramos que la prosperidad deviene de un esfuerzo cooperado.
Quizá en los aspectos económicos sea más nítida la resolución del problema. Mientras
que en lo político, visualizar un nivel cooperación –política- que trascienda lo que sería
un sistema de justicia procesal perfecta, en la que se garantiza igualdad en los
derechos y las libertades-igual voto para todos-, no es menos fácil. Para hacerlo más
legible los términos de cooperación política deben asimilar varios principios de la
cooperación económica: redistribución, eficiencia, diferencia y extensión.
Cooperar políticamente supone el derecho al voto no solo como una libertad básica,
sino como un bien primario. Un bien primario en el sentido en que la sociedad en su
conjunto considera el sufragio ciudadano como un beneficio resultado de la
cooperación social y política a través de la historia. Y una libertad básica en tanto que
garantiza el derecho a participar en las decisiones públicas. Si se reconoce que los
negros han hecho aportes a la consolidación de la democracia, entonces es posible
reconocer que la sociedad debe garantizar un mayor equilibrio en los beneficios
resultado de la cooperación social. Sí el derecho al voto se alcanzó o se consolidó con
participación de los negros, entonces puede plantearse una redistribución del
beneficio alcanzado a favor de los menos aventajados.
No se trata de un procedimiento que intenta compensar y redistribuir el beneficio al
voto restando o limitando el mismo derecho a otro tipo de ciudadano. Se trata de
encontrar un sistema en el que se encuentren instituciones justas. Un sistema en el
que el principio de diferencia unido al de eficiencia conduce a una distribución justa de
la participación política. Entonces la redistribución del beneficio del voto en
condiciones de marginalidad política buscaría equilibrar la participación política de la
población menos aventajada políticamente. Todo sin restar participación a los demás.
Sería una configuración de participación política eficiente en la medida en que es
posible que se beneficie al menos una persona con el cambio, “sin que al mismo
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
tiempo dañe a otras personas (al menos una)”. En el mismo sentido, hasta el momento
no se ha encontrado una configuración tal que mejore efectivamente las condiciones
políticas de las comunidades negras, así el costo de oportunidad del cambio es bajo y
entonces susceptible de instituirse.
Por otra parte, escribir del voto es tratar el tema de la participación política. Ello en
Rawls se traduce en una exigencia que se expresa de la siguiente manera: “este
principio exige que todos los ciudadanos tengan un mismo derecho a tomar parte y
determinar el resultado del proceso constitucional que establecen las leyes que ellos
han de obedecer”, lo que significa, elector por voto y acceso por igual al poder político
según capacidades y aptitudes. En periodos históricos estas condiciones no se han
cumplido para las comunidades negras. Como ya mencionamos la ley 70 ha intentado
desde 1993 -y en general desde la constitución de 1991- garantizar acceso equitativo al
poder político. Esta situación es la que enfrentamos principalmente con el principio de
participación que acabamos de enunciar en Rawls. La ventana para enfrentar nuestros
propósitos se abre desde las consideraciones a las diferencias económicas, la extensión
del principio de participación y los limites a la libertad.
Las diferencias económicas:
Las situaciones hipotéticas y abstracciones teóricas del autor parecieran negar en su
propuesta algunas consideraciones de tipo histórico o situaciones de sociología
política. Sin embargo John Rawls no siempre cierra la ventana a consideraciones de
este tipo. Es el caso primero de las desigualdades económicas en relación con la
participación política. El autor en su texto es plenamente conciente de que el principio
de libertad igual puede verse afectado por circunstancias que atentan contra el
principio de participación. Su respuesta es que, ante estos vicios, “los partidos políticos
han de ser independientes de los intereses privados, asignándoles ingresos suficientes
para tomar parte en el esquema constitucional”. En su formulación taxativa la solución
de Rawls no logra especificar una situación especial de desventaja política, lo hace
exclusivamente en lo económico. Nuestra adecuación de la excepción que hace Rawls
en la participación política toma dos elementos: primero, la advertencia a la
posibilidad de instituir excepciones a la igualdad política; segundo, la excepción a la
igualdad política por razones económicas. En las dos circunstancias la propuesta de
favorabilidad política es compatible.
Extensión del principio de participación
Otro filtro por donde la propuesta puede hacerse compatible con la teoría Rawlsiana
es por la extensión del principio de participación. Este último refiere “el grado en que
se restringe el procedimiento de gobierno de la mayoría por los mecanismos
constitucionales”+. En sociedades particularmente multiculturales la idea de unidad
social no basta para garantizar los excesos de las políticas de la mayoría. “Una
constitución que restringe el gobierno mayoritario por diferentes medios tradicionales
supone un “cuerpo legislativo más justo”. Así, incrementar el valor de la participación
de las minorías étnicas, en este caso las negritudes, equivale a instituir un
procedimiento lento y meditado de las acciones de las mayorías mestizas en Colombia.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
La propuesta llevada a acuerdo constitucional lo que ha de reflejar es una demora en
el ejercicio de la voluntad de las mayorías.
Limites a la libertad
Aunque la libertad sea prioritaria en todo sentido, ello no significa que sea absoluta.
Los argumentos de Rawls ceden a posibilidades históricas definidas, y pueden ser
modificadas según las circunstancias no favorables. Abiertamente en Teoría de la
Justicia Rawls nos confirma la posibilidad de una libertad política desigual: “si algunos
tienen más votos que otros, la libertad política es desigual; y lo mismo ocurre si los
votos de algunos se valoran mucho más que los de otros; o si una parte de la sociedad
no tiene derechos políticos. En muchas situaciones históricas podría justificarse una
libertad política menor”. Rawls ha sentado esta propuesta desde el inicio de su obra
Teoría de la Justicia. No es incoherente pues ha dicho antes que las libertades pueden
ser limitadas para trasformar una sociedad no muy afortunada, de manera que en un
momento dado se puedan gozar plenamente las libertades.
Lo anterior indica dos formas o requisitos al límite: primero, la relativa desigualdad a la
libertad de participación sujeta a condiciones históricas defensables, y segundo,
temporalidad. En lo primero los argumentos rawlsianos dejan a las circunstancias
históricas la posibilidad de limitar la participación. Suponemos que a partir de unos
argumentos históricas validados desde una posición constitucional y consensuada. En
lo segundo se especifica que una libertad desigual es solo tolerable en dos sentidos.
Como lo propone Rawls explícitamente: una injusticia es tolerable solo para evitar una
injusticia mayor. Y como lo inferimos nosotros de sus argumentos implícitos: debe ser
constituirse como una medida de orden temporal y transitoria, que garantice infeliz
término. En esas condiciones lo libertad de participación podría aumentarse a favor de
una minoría étnica.
La norma
Las más de las veces John Rawls asume la libertad en relación con las “restricciones
constitucionales y jurídicas”. Y más específicamente: “la libertad consiste en una
determinada estructura de instituciones, un sistema de reglas públicas que definen
derechos y deberes”. Así nuestra discusión debe abordar el problema que afrontan las
leyes y su institucionalización. Rawls entiende por institución “un sistema público de
reglas que definen cargos y posiciones con sus derechos y deberes, poderes e
inmunidades, etc. Estas reglas especifican ciertas formas de acción como permisibles,
otras como prohibidas; y establecen ciertas sanciones y garantías para cuando ocurren
violaciones a las reglas”+. Nuestra propuesta haría parte de un conjunto de normas que
constituyen una institución democrática y pluralista, insertas en un sistema adoptado
por constitución que reconoce en su artículo séptimo la diversidad étnica. Se ubica en
el seno mismo de la idea de Consenso Traslapado, pues al hundir las raíces en la
Constitución, la propuesta instituiría un procedimiento electoral para tramitar
rivalidades políticas. A partir de allí se abre el camino para una reformulación
normativa de la participación de los negros en el poder y la política. En consecuencia
una norma de favorabilidad política para etnias debe reflejar unos requisitos, un
procedimiento y una institucionalización.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Condiciones del acuerdo
Lo primero que ha de reflejar la propuesta es que es el resultado de un acuerdo
político entre facciones multiculturales. En ese supuesto, el entendido que subyace al
acuerdo de derechos diferenciados se sostiene no solamente a partir de situaciones
históricas determinadas, sino como aspira este texto a sostenerlo: teóricamente. “Esto
indica que, si queremos defender los derechos diferenciados en función de grupo, no
deberíamos basarnos exclusivamente en acuerdos históricos. Puesto que los acuerdos
históricos siempre deben ser interpretados y es inevitable actualizarlos y revisarlos,
hemos de ser capaces de basar los acuerdos históricos en una teoría de la justicia más
profunda”. Además de presentar argumentos históricos y otros teóricos, las
condiciones de un acuerdo de favorabilidad política deben cumplir con requisitos
normales del concepto de lo justo. La restricción principal que señala Rawls es que la
norma debe estar guiada por un criterio general y debe evitar lo particular. Después el
carácter público refrendado por todos quienes participan en el acuerdo. Definitivo en
tanto se instituye. Universal y ordenación impuesta en su cumplimiento.
Procedimiento
La garantía de aplicación justa de una desigualdad en el principio de igual libertad
reside tanto en el resultado como en el procedimiento de su formulación institucional.
Aun cuando no se pueda garantizar un resultado totalmente justo, el proceso en la
formulación del acuerdo de favorabilidad política debe ofrecer un mínimo de garantías
consagradas en los procesos constitucionales.
Ahora bien, no se puede escapar la consideración a la oposición del acuerdo. Habrá
quienes señalen los argumentos y los califiquen como injustos. En principio podría
afirmarse que a partir de las dos fuentes de injusticia no es correcto calificar como
injusto el acuerdo. Recordemos que en Rawls existen dos fuentes por las cuales se
produce injusticia: 1. los acuerdos difieren de las normas públicas y 2. Aunque se
ajuste a las normas el acuerdo resulta irracional. Así, el procedimiento ajustaría la
propuesta a la norma y los argumentos no resultarían irracionales, en tanto se
demuestran eficientes, consensuados y cooperadores. De esta manera “en un Estado
casi justo, tenemos normalmente el deber de obedecer leyes injustas en virtud de
nuestro deber de apoyar una constitución justa”. Finalmente, antes que una ley
injusta, la propuesta puede verse como una acción supererogatoria. Todo porque se
trata de ceder en una concesión de disparidad política en beneficio de otra persona o
de un grupo de personas.
Principales conclusiones
Una de las principales conclusiones es que la negociación por una libertad desigual no
es un juego de suma cero. Es esa condición la que posibilita en gran parte la
desigualdad. Nótese que el término refiere desigualdad y diferencia antes que menor o
mayor libertad. Lo que quiere decir que no por sumarle valor al voto del ciudadano
negro se le resta participación política al resto de los ciudadanos aptos para votar. La
propuesta alcanza un grado óptimo de eficiencia con el que Pareto estaría de acuerdo.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
De tal suerte que no se reduce la posibilidad en la participación política de nadie, pero
si se avanza en el reconocimiento y empoderamiento de una comunidad menos
aventajada política y económicamente.
Como se hizo evidente la resolución y la viabilidad de la propuesta tienen una estrecha
relación con él cuando y donde se debe asumir una institución. En este caso, las
recurrentes referencias al proceso constitucional obligan a pensar en que el espacio y
el tiempo para acordar la desigualdad política es el Congreso Constituyente. Más arriba
no es posible su asunción. Dentro de las cuatro etapas planteadas por Rawls, la más
pertinente es la mencionada, dadas las restricciones que presenta la Posición Original.
En ese sentido es posible concluir que en condiciones de Velo de Ignorancia total no
tiene lugar una explicación de desigualdad política, ya que los argumentos
sociopolíticos e históricos resultan relevantes en la discusión.
Si el objetivo de toda propuesta contractual, y en particular la rawlsiana, es alcanzar
condiciones mínimas de una sociedad bien ordenada, entonces la favorabilidad política
estaría de acuerdo con la estructura básica de dicha sociedad. Si una sociedad bien
ordenada busca incrementar al bien en sus miembros y el índice de bienestar -en una
teoría tenue del bien- está relacionado con las libertades, las oportunidades, las
riquezas, el ingreso, la confianza y el respeto, entonces la propuesta, basada en
argumentos históricos y teóricos constractualistas, apuntalaría un norte de una
sociedad pluralista bien ordenada.
Por otra parte la tendencia a la estabilidad de esta misma sociedad sería reforzada por
nuestra propuesta. Tal como la idea de un consenso traslapado lo instrumentaliza ante
los inminentes peligros surtidos de eventuales y peligrosos conflictos étnicos. En ese
sentido la propuesta acordaría con Rawls que “una concepción de justicia es más
estable que otra si el sentido de la justicia que tiende a generar es más fuerte y capaz
de vencer las inclinaciones destructoras” como puede ser un radicalismo étnico
separatista.
Discusión y Conclusiones
Ideas fuerza
Se plantea una tensión entre el enfoque de la Representatividad Política y el concepto
de participación política, ya que ésta integra en su concepción diversos elementos
relacionados con el empoderamiento, organización, recursos y representatividad en
distintos ámbitos y en distintos niveles.
En este tema se enfatiza el reconocimiento de nuestros derechos como pueblos y
comunidades afrodescendientes, cuestión esta que debe deslindarse de los partidos
políticos que ostentan el poder, para generar y profundizar espacios como pueblos y
comunidades para el logro de una incidencia política en la formulación y puesta en
marcha de las políticas públicas y del quehacer institucional.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
El tema está relacionado más a la política como instrumento de incidencia y
movilización social, que de representatividad exclusivamente, se trata de la puesta en
marcha de las políticas.
Por lo tanto hablar de participación política implica hablar de democracia
representativa y democracia participativa.
El desafío es incluir en la agenda programa de los partidos políticos, los temas
relacionados al desarrollo de los afrodescendientes, así como el fortalecimiento de las
políticas de alianzas con los grupos excluidos y las minorías.
La representación política afecta nuestras vidas de muchas formas, la descentralización
por ejemplo tiene implícitas oportunidades de incidencia pero sin una participación y
representatividad política de nuestras comunidades no afectará en los proceso de
toma de decisiones, es una oportunidad que deben aprovechar los afrodescendientes.
El gran reto del es cómo desde los líderes afrodescendientes construir una agenda
política de trabajo y accionar conjunto para poder establecer relaciones políticas con
los países iberoamericanos, con Europa y el África. En consecuencia se trata de
cambiar la forma de ver las cosas y especialmente la práctica y ejercicio de la política,
para así entender holísticamente los procesos de reivindicación étnica y racial a nivel
global.
La participación política y su representatividad son determinantes para el logro de la
incidencia por tanto es necesario tener una representación y avanzar en un
empoderamiento de los afrodescendientes como movimiento social.
Lo anterior se sustenta en el mínimo acceso de los afrodescendientes a los cargos de
elección popular y decisión esto limita las posibilidades de ser visibilizados y es una
expresión de exclusión del sistema político en el cual prevalece la democracia
representativa frente a las oportunidades y retos que ofrece una democracia cultural
participativa, en donde los grupos étnicos y otras minorías tendrían una mayor
incidencia en las decisiones políticas y programas que les afectan.
Obstáculos
Fortalecimiento organizativo de las organizaciones y asociaciones afrodescendientes
para el ejercicio pleno de los derechos y la incidencia en el diseño, implementación y
proceso de decisión de las políticas públicas.
Empoderamiento de las comunidades y pueblos afrodescendientes para la
participación efectiva en los procesos de toma de decisión a nivel local, regional,
nacional e internacional.
En este escenario el empoderamiento aparece como una necesidad imprescindible,
para tener presencia en instancias, espacios y cargos de decisión política.
Propuestas de Políticas y experiencias que se podrían replicar
Avanzar en la construcción de una agenda política programática como mecanismo y
acción de trabajo que surja del movimiento afrodescendientes en las Américas.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Elaborar un estudio con la finalidad de obtener información, sobre el comportamiento
electoral de los afrodescendientes en los distintos países de la región.
La rendición de cuentas como una exigencia que debe hacerse a los representantes
políticos dado que estos no siempre responden a intereses colectivos sino a intereses
de los partidos políticos, estos no asumen la representatividad de quienes los eligió.
Generar estrategias desde el movimiento afrodescendiente para la aplicación e
implementación de cuotas a nivel de los distintos espacios donde los
afrodescendientes están en desventaja.
Preservar y fortalecer la política de alianzas del movimiento afrodescendiente con los
movimientos sociales de derechos humanos (indígenas, migrantes, mujeres, etc.)
viendo como necesidad la conformación de una plataforma de acción de combate al
racismo y la discriminación racial en las Américas.
Propuestas de esquemas y mecanismos de cooperación
Crear programas de desarrollo
en los respectivos Ministerios y carteras
gubernamentales para los pueblos y comunidades afrodescendientes con un carácter
de acción afirmativa o discriminación positiva.
Compartir experiencias de inciden incidencia política, representatividad política y
representación con los países del Caribe ingles.
EL PODER DE LOS MEDIOS Y EL POSICIONAMIENTO DE LA DIVERSIDAD.
Objetivo: Generar recomendaciones para fortalecer el rol de los medios en la
reafirmación de la identidad cultural e imaginarios colectivos de la población
afrodescendiente en América Latina y el Caribe y la superación de la discriminación.
Emma Kamau. Periodista
Perfil: Esta keniana, licenciada en Periodismo y con una Maestría en Ciencias de la
Información de la Universidad de Navarra, (Pamplona, España), ha desarrollado su
experiencia laboral en Organismos Internacionales, el Sector Privado y diversos medios
de comunicación. Radicada en Colombia desde finales de 2005. En noviembre, 2005,
comenzó a trabajar en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), como
Especialista de Minorías Étnicas y Oficial de Reportes hasta el mes de marzo, 2008.
Intervención
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Cultura y Diversidad Cultural
Es necesario seguir revisando y profundizando en la interpretación del concepto de
diversidad cultural, desde una perspectiva pedagógica y democrática, en el marco de
las coyunturas política y económica globales, y enfrentando los conflictos que
presentan las sociedades actuales. De lo contrario, el debate sobre la diversidad
cultural podría convertirse en una forma de enmascarar la realidad.
La defensa y promoción de la diversidad cultural pasa por analizar las realidades tanto
globales como locales. Por una parte la diversidad, es una cuestión de carácter global
que implica la coexistencia de expresiones culturales diferentes que deben aprender a
enfrentar sus diferencias y conflictos desde el diálogo y la participación democrática.
Por otra parte, es un asunto de carácter local que tiende a reproducir esos mismos
desequilibrios y exclusiones, pero desde el interior de los Estados-Nación. Sin
embargo, la capacidad de gestionar las diferencias en el interior de los Estados,
regiones o localidades requiere evitar que los patrones culturales globales anulen las
expresiones culturales minoritarias o locales, de por sí más vulnerables.
Asimismo, es esencial distinguir entre la percepción de los gobiernos y la realidad
cotidiana de la ciudadanía. La adopción de políticas de promoción de una diversidad
cultural es esencialmente un asunto de gobernabilidad, pero de gran trascendencia
para los ciudadanos; por ello, la adopción de políticas públicas adecuadas en la materia
implica necesariamente una participación activa previa de la ciudadanía.
La diversidad cultural debe interpretarse como la expresión última del patrimonio
social, material e inmaterial, de los pueblos. Las sociedades necesitan este patrimonio
para recrear su pasado, interpretar su presente y proyectar su futuro hacia un mundo
con una mayor interrelación y tolerancia hacia el ‘otro’. Por ello, es fundamental
fomentar y adoptar políticas y acciones necesarias para preservar las culturas, pero
también para fomentar su ‘evolución en diferencia’, esto es, en un marco global que
requiere el respeto y la tolerancia de la diversidad existente.
Así, se pone de manifiesto la necesidad de restituir la credibilidad y la legitimidad – en
definitiva, el prestigio - de las políticas culturales requeridas para regular el equilibrio
entre las diferentes culturas. Para ello es imperativo fortalecer el debate público, la
promoción activa de la participación ciudadana y la crítica a los desequilibrios
existentes, incluyendo los medios de comunicación.
Comunicación y Diversidad Cultural
El vínculo entre comunicación y diversidad cultural se destacó en la Declaración de
Sociedad Civil en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información celebrada por las
Naciones Unidas en 2003:
"La diversidad cultural y lingüística constituye una faceta fundamental de las
sociedades de la información y la comunicación centradas en las personas. Cada
cultura tiene una dignidad y un valor que han de respetarse y protegerse. La diversidad
cultural y lingüística se basa, entre otras cosas, en la libertad de información y
expresión, y en la libertad que tiene todo el mundo de participar libremente en la vida
cultural de la comunidad, en los ámbitos local, nacional e internacional. Esta
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
participación abarca actividades realizadas tanto en calidad de usuarios como de
productores de contenido cultural. A las tecnologías de la información y la
comunicación, incluidos los medios de comunicación tradicionales, les corresponde un
cometido especialmente importante en el mantenimiento y el fomento de las culturas e
idiomas del mundo".
Es indispensable considerar la comunicación como un ámbito clave en las políticas
culturales. Hoy en día los medios de comunicación operan como instrumentos
globales. Por esta razón, resulta imprescindible realizar una revisión profunda de la
misión de los medios públicos de comunicación, especialmente considerando su
ingreso a la era digital. Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de
trabajar activamente en la supresión de las barreras existentes que impiden la
promoción de la diversidad cultural, más aún en un mundo cada vez más
interconectado. Los actuales cambios en los medios y tecnologías de comunicación
constituyen una oportunidad de transformación que debe ser potenciada. Así, se crean
oportunidades para desarrollar nuevas formas de comunicar por parte de los medios,
la aplicación de nuevas prácticas de gestión, de participación y representación desde
la pluralidad.
En definitiva, se requiere que los medios de comunicación, en sus procesos de
producción, afronten el reto de abordar la complejidad que implica la diversidad,
condición indispensable para tratar la información de manera adecuada, evitando así
trivializar o banalizar la diversidad cultural.
Esta solicitud constituye también un reto para legisladores, profesionales y académicos
que contribuyan al debate para la reformulación de políticas públicas al respecto,
desde la responsabilidad que implica abordar las necesidades sociales a partir de un
enfoque diferencial. Ante el riesgo que supone el pensamiento único, que tiende a
asociar discrepancia con amenaza, este espacio debe promover un debate que
constituya una contribución activa a la adopción de políticas democráticas de
comunicación y una cultura que favorezcan la eliminación de las barreras y
multipliquen los accesos de la diversidad cultural a los medios de comunicación.
Diversidad Cultural: Educación y Comunicación
La eliminación de las barreras a la diversidad cultural es, en sí mismo, un reto para las
políticas de educación. En este sentido, se requiere la implicación de académicos y
profesionales de la comunicación en programas educativos conjuntos, tales como la
inclusión de contenidos educativos en los medios, así como en iniciativas orientadas a
analizar críticamente el papel y el desempeño de los medios de comunicación.
Las universidades y centros de investigación tienen el deber de fomentar la
investigación crítica sobre la diversidad cultural y las cuestiones relacionadas con ésta.
Disponer de información fiable, rigurosa y contrastada, y realizar diagnósticos
contribuye a mitigar prejuicios y estereotipos con los que se asocia la diferencia y la
diversidad; al mismo tiempo, permite construir alternativas para un mundo plural que
incluya y respete las diferencias.
Es necesario que las instituciones académicas actúen decididamente en la
actualización y promoción de los estudios relacionados con las Ciencias de la
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Información y Comunicación, promoviendo enfoques de carácter sociocultural e
interdisciplinario, superando la fase actual esencialmente descriptiva e
insuficientemente sensible a la diversidad en los usos de la comunicación.
Asimismo, se recomienda impulsar estudios comparativos entre países
Iberoamericanos, comunidades, y grupos de investigación que permitan contrastar las
distintas realidades existentes y apoyarse mutuamente en el aprendizaje de procesos
que puedan constituirse en modelos para la promoción de la diversidad en los medios
de comunicación e, incluso, influir en política pública.
En este sentido, es indispensable contar con el compromiso de las autoridades para
favorecer y apoyar iniciativas que permitan el desarrollo de investigaciones y la
difusión del análisis crítico de los investigadores en espacios de opinión pública. Ello en
en el marco de un diálogo continuado entre gobiernos, industrias culturales,
profesionales de los medios de comunicación y el mundo académico.
Acceso y gestión de medios de comunicación por las comunidades
Uno de los mayores desafíos para la promoción de la interculturalidad es la
comunicación. La primera, e irrenunciable, condición de la diversidad cultural en los
medios de comunicación es la libertad de expresión.
Como ya mencioné anteriormente, el auge de la información y comunicación global
representa un peligro para la expresión de la diversidad por su tendencia a
homogeneizar. En contraposición, los medios de comunicación en las comunidades son
fundamentales para promocionar el diálogo intercultural. El reconocimiento de la
diversidad cultural exige la existencia de medios de comunicación “propios” de las
diferentes comunidades y grupos. Se debe evitar la tendencia generalizada de
reglamentar en exceso y de dificultar la existencia de medios más pequeños,
favoreciendo la expansión de los más grandes. Las políticas de comunicación deben
dar respuesta a estas necesidades.
En este sentido, se considera necesario establecer marcos jurídicos que hagan posible
el uso de los medios de comunicación por las comunidades de creadores culturales,
incluyendo las comunidades afrodescendientes y otras minorías étnicas.
Los Estados deben ejercer su papel regulador de los medios de comunicación y el uso
de los tiempos oficiales de los medios públicos para promover expresiones de la
diversidad cultural.
Asimismo, es responsabilidad de los Estados promover y diseminar la educación para
el uso de las nuevas tecnologías con el objeto de desarrollar y fortalecer capacidades
de comunicación, la gestión del conocimiento, la organización y la participación social.
Las nuevas tecnologías de la comunicación requieren ser adaptadas y orientadas a
facilitar nuevos esquemas de participación y atender las necesidades de expresión de
la enorme diversidad cultural de nuestras sociedades.
La brecha digital es una manifestación más del subdesarrollo que dificulta la
apreciación de la diversidad existente. Esta brecha se observa en el hecho de que las
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tecnologías requeridas están fuertemente concentradas en las grandes zonas urbanas,
mientras que éstas son escasamente disponibles en medios rurales para el servicio de
comunidades locales.
Medios Comunitarios
Los medios de comunicación comunitarios están orientados a desempeñar una labor
democratizadora de la sociedad; en general, están comprometidos con la defensa de
los derechos de la ciudadanía, comenzando por el derecho a pensar y expresarse
libremente.
La comunicación es un elemento fundamental en los procesos sociales y la
construcción de paz. La diseminación de propuestas surgidas de los diversos sectores
sociales de base es esencial para crear escenarios reales de resolución pacífica de
conflictos. En este sentido, la comunicación tomada como mecanismo de relación
social y expresión de las ideas y del sentir humano, se constituye en una herramienta
de gran utilidad. Con ella se transmiten conocimientos adquiridos de experiencias
individuales y colectivas que pueden servir a otros como referencia a la hora de tomar
decisiones.
Los medios de comunicación comunitarios se convierten en canales de expresión de
los sujetos sociales y políticos de las comunidades. Éstos pueden resultar de gran valor
en la medida que propicien espacios para el ejercicio de las libertades de opinión y de
expresión y generen nuevas opciones de organización comunitaria.
Estos medios surgen de las comunidades cuando éstas sienten la necesidad de dejar de
ser consumidores pasivos de información para convertirse en protagonistas,
generadores y portadores de sus culturas. En muchas comunidades, estos medios son
las únicas voces con las que cuentan para solicitar mejores condiciones de vida. Con la
tendencia creciente a la conformación de redes internacionales, estas voces pueden
ampliarse de forma significativa.
Los medios de comunicación, al igual que otros sectores sociales y económicos, se han
ido concentrando gradualmente en manos de unos pocos. Esta tendencia incide
negativamente en su oportunidad de actuar como herramientas de desarrollo social y
cultural para convertirse en estructuras funcionales sujetas al consumismo y a la
promoción de una visión única del mundo. En este sentido, los medios de
comunicación comunitarios representan una alternativa a las imposiciones del
mercado global, por su marcada vocación de justicia social y defensa de la diversidad.
Los medios de comunicación comunitarios brindan un servicio esencial para la
sociedad. No obstante, el desarrollo de éstos (en particular, la radio y la televisión
comunitarias) depende del acceso a ciertos recursos que no les están asegurados. La
capacidad de acceder a frecuencias radiales, así como la apropiación de estándares
técnicos son fundamentales para la evolución de estos medios. Por esta razón, tanto
los gobiernos como los organismos intergubernamentales deben facilitar el acceso a y
la distribución de frecuencias, así como el desarrollo de estándares técnicos
adecuados.
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Desafortunadamente, el panorama al respecto dista de ser alentador. Si bien existen
normativas internacionales que promueven el desarrollo de los medios comunitarios, a
menudo las legislaciones y políticas nacionales en los diferentes países tienden a
dificultar este desarrollo. Aunque la situación puede cambiar significativamente de un
país a otro, en general las trabas que sufren los medios comunitarios van desde
concesiones restringidas o inadecuadas frecuencias radiales, a favor de empresas de
comunicación privadas, hasta limitaciones legales para acceder a recursos financieros
e, incluso, amenazas y persecución a comunicadores comunitarios.
Afrocolombianos y Comunicación
Históricamente, las comunidades afrocolombianas han padecido los rigores de la
exclusión y la marginalidad. A pesar de su amplio potencial humano, este colectivo no
ha encontrado los espacios necesarios para contribuir de manera significativo al
desarrollo de la nación. Esta situación de marginalidad ha permeado tanto la
mentalidad de las comunidades afrocolombianas que buena parte de éstas asumen
como normal su miseria y mira el futuro con resignación.
La población de descendencia africana en Colombia ha sufrido un racismo expresado
en el desprecio extremo hacia sus tradiciones y realidades. La sutilidad con la que se
ejerce esta discriminación hacia los afrodescendientes hace que esta sea, en algunos
casos, imperceptible, sobre todo, para aquellos que no quieren ver que el racismo es
una realidad en el país, un problema social, económico y cultural que demanda una
solución inmediata.
Los afrocolombianos siguen padeciendo condiciones de atraso con respecto al resto de
la población en Colombia, con cifras que superan el 80% de necesidades básicas
insatisfechas y el 76% de pobreza extrema, frente al promedio nacional que no alcanza
el 38%.
Uno de los mayores obstáculos en los procesos de desarrollo de las comunidades
afrocolombianas está directamente relacionado con la invisibilidad general que se
aplica a las minorías en el país. Esta falta de reconocimiento impide que se conozca su
aporte al progreso de Colombia, las riquezas, su acervo cultural y las potencialidades
del entorno de los afrocolombianos.
Los medios de comunicación masivos juegan un papel determinante en proporcionar
esta situación. Los asuntos relativos a la población afrocolombiana son obviados
sistemáticamente, pese a las posibilidades establecidas por la Constitución Política de
1991.
Esta falta de reconocimiento y visibilización se agrava aún más cuando por diversas
razones los afrocolombianos desconocen su verdadera historia, sus derechos, llegando
incluso a avergonzarse de sus valores, tradiciones y hasta su condición racial.
Los medios de comunicación transmiten mensajes en los cuales los afro-descendientes
aparecen en situaciones denigrantes, nunca como modelos de comportamiento, ó
referentes positivos que desarrollen una imagen distinta a la ya tradicionalmente
peyorativa que buena parte de la población tiene con respecto a esta población.
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En los medios de comunicación falta información que enorgullezca
a los
afrocolombianos, que construya modelos para las nuevas generaciones,
desvinculándola de conceptos preconcebidos que actúen en detrimento de sus
posibilidades.
Observando la dinámica de los medios de comunicación (escritos, radiales, televisivos,
electrónicos), se puede afirmar que los periodistas afrocolombianos también han
sentido el rigor que este coyuntura genera al excluirles e invisibilizarles.
Contrasta con lo anteriormente expuesto la tendencia creciente de personas
afrocolombianas matriculadas en las facultades de comunicación social y periodismo
en diferentes universidades del país. Este fenómeno se convierte en una verdadera
oportunidad para hacerse más visibles, para que el país conozca su realidad y para que
su propia gente conozca su realidad.
En relación con los medios de comunicación propios en las zonas geográficas de
asentamiento afrocolombianos, si bien existen unos pocos, estos son utilizados como
trampolín político, sin rigor periodístico y carente de compromiso con el desarrollo de
su comunidad. Además, son esfuerzos aislados en su propósito de hacer empresa
periodística propia que generalmente mueren antes de su primer año de creación.
Los afrocolombianos necesitan desarrollar medios propios (masivos, comunitarios,
cívicos, alternativos) que se ocupen de difundir la otra visión de su realidad, de su
historia, para contribuir conjuntamente a la iniciativa de múltiples organizaciones de
construir un nuevo liderazgo afrocolombiano.
Este colectivo necesita potenciar todas las estrategias de comunicación de las
organizaciones afrocolombianas, cuyos esfuerzos a pesar de haber incrementado,
siguen desarrollándose de manera aislada, impidiendo logros significativos.
Sin embargo, diferentes esfuerzos se vienen realizando en el país desde las
comunidades, en las regiones mayoritariamente afrocolombianas, para lograr una
comunicación adecuada y efectiva para los afrocolombianos, que permita enfrentar los
graves problemas por los que atraviesan y buscar soluciones necesarias para mostrar
un país multiétnico y pluricultural.
En este sentido, se han ido desarrollando medios de comunicación propios o se ha
participado en medios de comunicación masivos y comerciales, pero visibilizando las
particularidades de las identidades afrocolombianas en las diferentes zonas. A su
manera y en su contexto, profesionales del periodismo y organizaciones han
desarrollado formatos, programas y temáticas para acceder a la información misma,
como ejercicio de un derecho consignado por la constitución de 1991 y,
explícitamente, en la Ley 70 de 1993, entre otras normas.
Diferentes experiencias de comunicación afrocolombiana se han concretado en
revistas, periódicos, boletines, programas radiales, páginas web y programas de
televisión para los canales regionales en donde se visibiliza lo propio desde otro
enfoque. Se muestran sus valores, aportes e iniciativas y se intenta cambiar la imagen
negativa reforzada durante años por los medios masivos en el imaginario e ideario
colectivos.
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Aunque estos esfuerzos son importantes, se requiere un salto cualitativo que permita
un mayor impacto en la generación de opinión tanto en las regiones como a nivel
nacional e internacional. Bogotá, como ciudad capital, ha dado ejemplo al país
expidiendo la Política Pública Afrobogotana como un espacio de acción afirmativa en
donde se incluye el derecho a la comunicación diferenciada.
Avances: Asociación de Periodistas Afrocolombianos, (APA)
La Asociación de Periodistas Afrocolombianos, APA, inicia sus primeros pasos en el año
2000, como un espacio de diálogo permanente entre los periodistas de la comunidad
negra para definir estrategias orientadas a impulsar, desde el periodismo, la
construcción de democracia y desarrollo. La APA, se constituyó legalmente el 12 de
julio de 2007, busca además, consolidarse como un foro de reflexión con capacidad de
incidir en los medios de comunicación y lograr espacios de decisión en los mismos.
Así mismo, trabaja en sensibilizar a las Facultades de Comunicación de las
universidades para que incluyan la perspectiva étnica en sus contenidos y busca
espacios de capacitación permanente y de reflexión con el objeto de encontrar
caminos de incidencia en la realidad nacional.
La APA es una organización social que propende por el ejercicio digno y eficaz del
periodismo, al tiempo que estrecha los lazos de unión entre sus miembros y entre
estos y otras organizaciones con fines similares. Como centro de pensamiento e
investigación busca, además, aportar a la consolidación de la democracia, la equidad y
la inclusión; al fortalecimiento de la población afrocolombiana y al desarrollo del país.
Una de sus principales acciones ha sido la organización del Primer Encuentro Nacional
de Periodistas Afrocolombianos, realizado en Cali, Valle del Cauca, los días 4 y 5 de
octubre de 2007, durante el cual más de 120 periodistas afrocolombianos, con
invitados internacionales y representantes de gremios, la academia y el Gobierno
Nacional se reunieron para discutir la realidad del ejercicio del periodismo
afrocolombiano y la comunicación intercultural.
Este encuentro, que contó con la presencia, entre otros, de la Ministra de
Comunicaciones, María del Rosario Guerra, fue apoyada por la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) con recursos de la Agencia de Desarrollo
Internacional de Estados Unidos (USAID), el Ministerio del Interior, Comfenalco Valle y
la Universidad Santiago de Cali.
Propuesta sobre estrategias de comunicación para la diáspora africana en las
Américas:
Durante el “Primer Encuentro Nacional de Periodistas Afrocolombianos”, organizado
por la Asociación de Periodistas Afrocolombianos (APA) en Octubre 2007, se
organizaron diversas mesas de trabajo para discutir sobre la temática
“Afrocolombianos y Comunicación.”
Entre otros, se trataron los siguientes temas de interés:
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Etnicidad y comunicación en las universidades.
Afrocolombianos y medios de comunicación masivos.
Afrocolombianos y medios de comunicación propios.
Periodistas y comunicadores Afrocolombianos.
Las recomendaciones generadas sobre estos temas que pueden ser aplicadas a la
propuesta de comunicación para la diáspora africana en las Americas son los
siguientes:
Etnicidad y comunicación en las universidades.
Realizar un estado del arte sobre la legislación existente y las políticas de
comunicación de los afro descendientes en los distintos países iberoamericanos.
Establecer alianzas con diferentes universidades en cada uno de los países para
realizar un estudio sobre la forma en que los medios de comunicación proyectan a
los afro descendientes y otras minorías étnicas a través por ejemplo, de los
observatorios de los medios de las Facultades de periodismo.
Producir un manual sobre el cubrimiento periodístico responsable del tema étnico
en los medios de comunicación masivo.
Desarrollar temas de Comunicación Intercultural.
Promover estudios de comunicación intercultural con el apoyo de universidades
que cuenten con facultades de periodismo y estudios étnicos.
Realizar convenios con universidades para diplomados en investigación y
comunicación de los afro descendientes. En Colombia, los indígenas cuenta con el
aval de la Universidad Pontificia Javeriana de la Ciudad de Cali para la entrega del
título del “Diplomado en Investigación y Comunicación Indígena.”
Afro descendientes y Medios de Comunicación Masivos
Promover el acceso de los afro descendientes y otros grupos étnicos a medios de
comunicación masivos.
Promover el papel social de los medios de comunicación masivos en el tema
étnico.
Desarrollar estrategias de formación y capacitación a periodistas y comunicadores
de medios de comunicación masivos sobre los derechos de los afro descendientes
y otros grupos étnicos.
Realizar convenios con los medios de comunicación masivos que permitan la
capacitación de comunicadores y periodistas de la diáspora africana y otros
minorías étnicas.
Promover que los medios de comunicación masivos ofrezcan pasantias a
estudiantes de la diáspora africana y otros grupos étnicos cursando estudios de
comunicación dentro de su estrategia de responsabilidad social.
Promover acciones afirmativas de los medios de comunicación masivos para
ofrecer oportunidades de empleo a periodistas afro descendientes y de otros
grupos étnicos.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Afro descendientes y medios de comunicación propios
Realizar una documentación sobre los avances y retos en las legislaciones
existentes y las políticas de comunicación de afro descendientes y otras minorías
étnicas en los diferentes países de las Américas.
Establecer los avances y retos de la creación de medios propios para los afro
descendientes y otros grupos étnicos y el rol del sector público y privado,
incluyendo un enfoque rural y urbano.
Promover y apoyar la creación y sostenibilidad de redes de medios de
comunicación de afros descendientes y otros grupos étnicos (Periodismo
alternativo, periodismo independiente y periodismo comunitario, entre otros).
Promover la creación de redes de radios comunitarias y ciudadanas de afro
descendientes y otras minorías étnicas, con el objetivo de definir propuestas
conjuntas, intercambiar y replicar las experiencias exitosas.
Fortalecer el uso, manejo y control de los medios de comunicación y de las nuevas
tecnologías de información por parte de los periodistas y comunicadores afro
descendientes y otros grupos étnicos.
Realización por parte de los Ministerios de Cultura de los países Iberoamericanos,
una sistematización de las diferentes experiencias realizadas en radio, cine,
televisión o Internet sobre los afro descendientes y otros minorías étnicas, para
disponer de un inventario de materiales que puedan ser reutilizados o utilizados en
producciones y programas propios para ser comercializados e emitidos por los
medios de comunicación.
Apoyar la producción, difusión y comercialización de productos de comunicación
realizados por los afro descendientes y otros grupos étnicos.
Estrategia con Periodistas y Comunicadores
Analizar y redefinir el papel de los comunicadores afro descendientes en el cambio
y el progreso social que contribuya al fortalecimiento de la defensa de la vida y de
sus comunidades.
Promover espacios y mecanismos de comunicación y coordinación entre los
propios comunicadores y corresponsales locales que les permitan realizar un
trabajo eficaz y articulado.
Identificar las áreas de formación periodística especializada que necesitan
periodistas afro descendientes y otras minorías étnicas y ofrecer capacitación
permanente para el óptimo desarrollo de la labor periodística.
Promover mecanismos de protección para el libre ejercicio del periodismo.
Promover y apoyar la constitución y estructuración de redes de periodistas y
comunicadores afro-descendientes en los diferentes países Iberoamericanos.
Promover y apoyar la creación de alianzas con comunicadores de otros grupos
étnicos y asociaciones de periodistas y medios de comunicación africanos y de
otros partes del mundo.
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Finalmente, apoyar la creación de un Premio para los medios de comunicación masivo
y periodistas que promueven políticas que respetan la diversidad cultural. La
propuesta de la Asociación de Periodistas Afrocolombiana (APA) consiste en crear un
Premio con el nombre de Manuel Zapata Olivella.
Recomendaciones Finales
Es necesario adoptar una estrategia clara y definida para promocionar la diversidad y para
ayudar a los medios a acometer el reto de mejorar sus niveles de diversidad, tanto en
contenidos como en instituciones mediáticas y en la empresa audiovisual;
Considerando los análisis críticos presentados por varios comunicadores y periodistas
afro descendientes y de otros grupos étnicos sobre el tratamiento del “otro” en los
medios de comunicación masivos, se solicita las instituciones académicas,
organizaciones profesionales y entes reguladores de la comunicación que mantengan
una actitud crítica y de denuncia con respecto a todos los tratos discriminatorios,
excluyentes, deformadores o simplemente simplificadores de aquellas imágenes;
Se requiere reforzar el diálogo intercultural a través de nuevas iniciativas que
aumenten la concienciación acerca de la existencia de minorías y diferentes
identidades culturales entre los profesionales de los medios de comunicación.
Asimismo se requiere promover el diálogo entre los medios de comunicación y los
representantes de esas comunidades;
Reconocer la necesidad de una alfabetización mediática y promover el desarrollo de
programas que puedan mejorar el entendimiento entre la gente, como ciudadanos, y
enseñar cómo la información, puede influenciar sus propias vidas;
Apoyar la investigación científica y el monitoreo en asuntos mediáticos, tales como la
concentración y el pluralismo de los medios, y extender el debate público sobre estos
asuntos, incluyendo la contribución de los medios de comunicación a los derechos
humanos, la libertad, la tolerancia y el diálogo intercultural;
Se propone a los Ministerios de Cultura que creen y difundan, una fuente de recursos
que recoja las experiencias más exitosas de medios y tecnologías de la comunicación
en materia de diversidad cultural. Con dicha iniciativa se pretende fomentar la difusión
de estas experiencias y constituir una red internacional de intercambios destinada a
facilitar la colaboración;
Hacer de la igualdad entre hombres y mujeres sin importar raza y credo una realidad
en los medios de comunicación de países iberoamericanos, y renovar los esfuerzos
para terminar todas las formas de discriminación.
Pedro Viveros. Comunicador Social
Perfil:Tiene estudios de maestría en Análisis de Políticas Públicas de la Université Laval,
Canadá. Comunicador Social y Periodista. Universidad de La Sabana. Actualmente es
asesor de Dattis Consultores en Comunicaciones y socio de la firma Agenda, Gestión
Institucional. Profesor en las Universidades Javeriana, Rosario y Central.
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
Intervención
¿Autenticidad: Políticamente Correcta?
Para analizar la cultura de una sociedad se hace necesario tener en consideración
algunos aspectos: los símbolos, el lenguaje, los valores, las normas y objetos
materiales. Podríamos añadir a esta gama de elementos el idioma verbal, no verbal,
patrones comerciales, religión, valores y actitudes, modales, estética e instituciones
sociales. Para otros, lo esencial de la cultura es conocer lo que se denomina como el
alma nacional, o como dirían en Italia, el Genius Loci de una población, al tener
claridad sobre ello, ¡abracadabra he ahí la cultura!
No quiero ser simplista, pero tampoco posar de erudito en un tema de tanta
importancia y valía para las sociedades modernas, por ello pretendo rescatar algunas
palabras, de las anteriores mencionadas, que harán de esta ponencia una
aproximación, bastante personal, a la comunicación y la diversidad.
Empiezo por decir que en un libro sobre Interculturalidad y Negociación escrito por un
buen amigo*, del cual saqué vasta información para esta ponencia, encontré el
siguiente dato histórico que me causó curiosidad: en 2004 murió la última mujer que
sabía hablar mushu la única lengua, de la gran variedad que aún existen en China,
utilizada por las mujeres por más de 400 años para comunicarse entre ellas de manera
que los hombres no pudieran enterarse de sus conversaciones.
A principios de los años noventa por cada persona que hablaba inglés, dos lo hacían en
mandarín. En el año 2050 el español lo hablarán el 6% de la población mundial,
mientras que el inglés caerá del 9% actual al 5%. Pero, lamento informales a los
hispanoparlantes que asisten a este encuentro que el castellano será superado por el
árabe, el hindi y el urdu- los dos anteriores idiomas de la India-.
El lenguaje es una de las palabras que más invita a comunicar. Es la esencia de la
interrelación entre los seres vivos que habitamos la tierra. Con la palabra, fundamento
del lenguaje, los hombres y mujeres de Shanghai pueden expresar que si no hablan
mandarín no serán modernos. Países como Canadá, Perú y Paraguay no podrían
demostrar el respeto a la diversidad de lenguas que perviven en estas naciones.
Filipinas, a pesar de la fuerte influencia norteamericana, no subsistiría el tagalo o el
chabacano. La lengua permite expresar las ideas sin fronteras ideológicas, raza o
religión.
El lenguaje verbal o el de los gestos invitan a conocer sociedades enteras. Los dedos
índice y pulgar cerrados en forma de círculo es la representación de éxito para los
norteamericanos, mientras que en Brasil es identificado con una vulgaridad. Llegar
tarde en Inglaterra puede echar por la borda un negocio mientras que en algunos
países de Suramérica es apenas el inicio de una buena amistad… y tal vez de un
negocio.
La necesidad de comunicarse hace que cada generación transmita a la otra sus valores
esenciales. Islamismo, individualismo, clases sociales, estado-nación, igualdad, éxito
personal, libertad, confort, democracia, capitalismo (tan aturdido por esta época),
racismo, en fin muchos otros principios tutelares de las sociedades que las lleva a
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
develar qué es bueno, malo, bello o feo para sus intereses colectivos. Esto también
comunica.
Cada país tiene su marca especial incrustada en su cultura y nacida de sus valores. Esto
los hace diferentes y únicos. Hacen que sea a través de su lenguaje como puedan
transmitir sus valores. El paso siguiente para potenciar la comunicación de una
sociedad es simbolizar lo que tiene como esencia.
En Singapur el color verde es significado de muerte. En México, cada año se celebra el
día de los muertos, época en la que los mexicanos adornan sus hogares para poder
compartir alimentos, música e incluso tequila con sus seres queridos fallecidos. En
Bolivia la hoja de coca originó movimientos indígenas que tienen por objeto central la
defensa de este vegetal. Llevar la estrella de David en un país musulmán puede ser
ofensivo. Todos los distintivos sociales permiten la representación de una cultura
regional o nacional. En Colombia, por ejemplo, convivimos muchas culturas bajo el
mismo ropaje de una bandera tricolor. Cada departamento, de los 32 que tenemos,
tiene un mundo. Somos la suma de lenguajes, valores y símbolos que nos permiten,
gracias a esta muestra de multiculturalidad, decirle al mundo que existimos. Todas las
personas son iguales, sus costumbres son las diferentes, afirmó Confucio el gran
filósofo Chino.
“In un palacete de La Mancha of wich nombre no quiero rememberarme, vivía not so
long ago uno de esos gentleman who always tienen una lanza in the rack, una buckler
antigua, a skinny caballo y un grayhound para la chase” fue la forma como el mexicano
Ilán Stavans tradujo su Quijote. Es esto ¿un culto a la obra de Cervantes? ¿Una burla?
Ninguna de las anteriores. A mi modo de ver es la intención natural de un hombre
originario de un país con ancestros españoles pero muy cerca de los Estados Unidos de
apropiar El Quijote y ello le permitió comunicar la forma como él cultiva a Cervantes,
con su herramienta única y feliz: el spanglish.
Imaginar es una de las cosas que nos hace seres diferentes. Pensar diferente nos hace
únicos en una sociedad mundial cada vez más globalizada y paradigmática. A esta
altura aparece otra de las palabras que quería compartir con ustedes: la diversidad.
Si tenemos un lenguaje, unos valores, unos símbolos y somos diferentes (auténticos
me gusta más) podemos ingresar al club de lo diverso. Busqué sinónimos en el
diccionario de mi computadora para la palabra diversidad y encontré, para mi
satisfacción, las siguientes: inconmensurable, ilimitado, inmenso, incomparable,
infinito, diverso.
Ser infinito significa tener múltiples opciones. Ser diverso entonces se traduce en ser
infinito en posibilidades de elección. En otros términos, la diversidad trae en si misma
inconmensurables oportunidades de transmitir lo que es o lo que se quiere llegar ser
como parte integral de cada ciudad, Estado, departamento o nación. No tiene límites.
Ser auténtico no es ser diferente. Ser único es encarnar un lenguaje y unos valores que
amalgamen con certeza el alma de una sociedad. La evolución de la palabra en una
sociedad no es otra cosa que el ingreso de nuevos elementos que enriquecen la
misma, no la retrasan, la hacen avanzar porque hay nuevos hechos que ingresan a la
Encuentro Iberoamericano Agenda Afrodescendiente en las Américas
convivencia diaria siempre para desarrollar las naciones y nunca para detener la
convivencia evolutiva de los seres humanos.
En la actualidad las expresiones de diversidad que difunden su autenticidad en los
medios de comunicación lo hacen, además de merecerlo por derechos legales
genuinamente ganados y otorgados, porque se han ganado el derecho a entrar en una
relación bidireccional entre aquel que en una sociedad tiene las características de
sentirse parte de la comunidad por medio de la diversidad social a la que pertenece y
quienes aspiran conocer, o reafirmar, sobre esa riqueza cultural que representa uno
u otro sector social.
En la mayoría de los países democráticos modernos el Estado otorga parte de su
espacio electromagnético para que las minorías étnicas, políticas y religiosas, entre
otras, tengan la oportunidad de exponer sus ideas a través de la televisión y la radio
públicas.
El anterior avance democrático reconocido y valorado por todos, le abrió paso al
moderno calificador cualitativo desde donde la composición más heterogénea de una
colectividad califica o descalifica una buena o mala opción mediática: el rating.
Este elemento tecnológico, en unión a la Internet y a los aparatos de
telecomunicaciones modernos, hace que cada día aquellos que desean aumentar
adeptos religiosos, políticos o raciales, tengan en cuenta que su expresión está siendo
valorada y evaluada permanentemente por unas audiencias que buscan lo autentico,
dentro de lo diverso, que genere una empatía que es, en últimas, una afirmación de su
individualidad, garantizando así su permanencia en los medios electrónicos modernos.
En otras palabras, sin el valor que implica ser autentico habría sido imposible el éxito
de un proyecto tan audaz como Black Entertainement Television (BET) el cual agrupa
las más valiosas expresiones de la cultura afroamericana en los Estados Unidos de
América.
En el Chocó, departamento del pacífico colombiano, donde los índices de pobreza son
los más elevados del país, dónde ingresar por vía terrestres es una de las odiseas más
grandes de la historia del transporte mundial, nació hace unos años un grupo musical
que mezcló ritmos rurales de esta región con hip hop alcanzando una mezcla perfecta
de lo que conocemos como música fusión: Chocquibtown.
Este hecho, auténticamente chocoano, generó una epidemia de nuevos intérpretes,
compositores y músicos en toda la región del litoral pacífico colombiano provocando
una relación directa entre un nuevo género artístico y la consecuente recuperación de
la autoestima de un pueblo afrocolombiano. Hoy en día sus canciones no solamente
están en los primeros puestos de las listas musicales de Colombia y el mundo, sino que
sus integrantes son ejemplo de vida que tienen tras de si miles de seguidores.
Los chinos ubican el futuro en la parte de atrás porque es lo desconocido, lo que no
ven; en cambio el pasado y el presente lo miran de frente porque es lo que pueden
analizar, lo que ya pasó. Para los occidentales el pasado está a nuestras espaldas,
como si las experiencias de lo ocurrido se fueran al olvido, y el mañana lo instalamos
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delante de nuestros ojos porque, según nosotros, es lo que viene. Como si lo incierto
lo pudiéramos controlar con tan solo imaginarlo.
Pero el hecho simple y llano de ser afroamericano, indígena, homosexual,
ambientalista, enólogo, deportista, o de tener intereses diversos en las sociedades no
es garantía para reclamar un espacio presencial en los medios de comunicación.
Dadme lo hechos que yo os daré el derecho reza un axioma jurídico. Para estar en la
agenda de medios es importante ir más allá del derecho. En inglés news significa
nuevo. Todo lo novedoso es noticia. Lo que permite ser distinto en el amplio universo
de expresiones que conforman el espectro de la diversidad, como la entendemos hoy,
es la autenticidad. Por esta razón, me atrevo a decir que es el derecho a ser auténticos
lo que le permite a las diversas expresiones culturales, raciales o religiosas hacer
presencia en los medios.
Ayer, lo que convocaba la reflexión de medios y diversidad, fue la lucha por el derecho
democrático a tener acceso a los medios de comunicación. Hoy, esta lucha se
concretó. Tenemos frente a nosotros una autentica oportunidad de ganar audiencia en
los medios siendo únicos e irrepetibles. Aprender de esto es lo políticamente correcto.
* Interculturalidad y Negociación. Ricardo Eastman de la Cuesta. Universidad Sergio
Arboleda, Bogotá, D.C, Colombia, 2008
Discusión y Conclusiones
Ideas principales
Lógicas de incidencia, se reconoce el poder de los medios. Es necesario trabajar con
ellos sin renunciar a los propósitos de la agenda afro, según el tipo de medios.
Los medios caricaturizan la imagen. Una manera más activa de abordar el problema es
trabajar con la población para generar auto-representaciones, ampliar la participación
de las bases sociales. Redes, redes afrodescendientes por todo el continente y con
África
Propuestas de Políticas y experiencias que se podrían replicar
Diseñar estrategias para requerimientos diferentes: hay distintos niveles de la
comunicación: medios masivos y necesidades intracomunitarias.
Difusión de políticas públicas y sus resultados. a. para comunidad afro, hacia la
sociedad, y difusión de los resultados de las políticas. Fortalecer la investigación en el
tema
El uso de los medios de comunicación podría servir para develar el racismo subliminal.
Hay que enfatizar el vinculo entre la escuela (interpretada como un adentro que
reproduce discriminación, pero también la transforma) y los medios masivos
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(interpretados como un afuera también transformador). Escuela es sitio estratégico de
cambio. Es fundamental que la escuela cambie.
Hay que generar empoderamiento, que los agentes sociales hagan su propia
comunicación. Potenciar la agencia.
Hay que normalizar la comunicación y ante todo definir los alcances que tienen los
Ministerios de Cultura, ¿Hasta dónde pueden llegar en la definición de políticas
comunicativas?
Es necesario considerar diferencias entre países: retos y elementos comunes.
Formar ciudadanos con derecho a la comunicación y, sobre todo, productores de
contenidos culturales.
Incidir sobre los imaginarios que los medios promueven. Las campañas de
sensibilización (persuasión) deben tener una alta calidad. El diseño de las mismas debe
ser precavido en el lenguaje: es necesario diseñar estrategias creativas.
El trabajo debe ser intersectorial. Alcance ministerios de cultura.
La metodología de la ONG le da al maestro herramientas para comprender la situación
y empezar a transformar. En la estrategia se busco que la comunicación no fuera
agresiva; uso del humor y la ironía. Estrategias de sensibilización. Es fundamental que
tengan alta calidad.
Obstáculos
Estrategias operativas, concretar acciones.
Actitud ante los medios masivos. Diferenciar los medios y los tipos de medios.
Definir el papel de los Ministerios.
Regulación coercitiva de los medios.
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Imágenes del Encuentro
Firma Declaración en San Basilio de Palenque.
Kei Kawabata(Japón), Maguemati Wabgou(Kenia), Doudou Diene(Senegal)
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Edouard Matoko(Congo), Paula Marcela Moreno Z.(Colombia), Dudou Diene, Juca Ferreira(Brasil)
Antonio Monteiro(Angola),Paula Marcela Moreno ,Simao Sounindola, Ana Monteiro(Angola)
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Silvia Olveira(México),Paula Marcela Moreno, Edouard Matoko, Yuri Buenaventura (Colombia)
Larry Palmer (Estados Unidos), Tianna Paschel (Estados Unidos) con algunos relatores del Encuentro
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