FAMILIA, RENOVADA DESDE LAS RAÍCES

Anuncio
FRANCISCO CASES ANDREU
OBISPO DE CANARIAS
FAMILIA, RENOVADA DESDE LAS RAÍCES
XI Encuentro Diocesano de Familias
NOVIEMBRE 2015
liturgia, la educación cristiana de los hijos, la caridad, el servicio
a los pobres y el compromiso por la justicia y paz.
Del discurso de Benedicto XVI que cita el Papa Francisco
sacamos esta breve referencia: por lo que se refiere a estas
personas, debemos decir que la Iglesia les ama, y ellos deben ver
y sentir este amor. Me parece una gran tarea de una parroquia,
de una comunidad católica, el hacer realmente lo posible para
que sientan que son amados, aceptados, que no están «fuera»
aunque no puedan recibir la absolución y la Eucaristía: deben
ver que aun así viven plenamente en la Iglesia... Además, es muy
valioso que sientan que la Eucaristía es verdadera y participada
si realmente entran en comunión con el Cuerpo de Cristo. Aun sin
la recepción «corporal» del sacramento, podemos estar
espiritualmente unidos a Cristo en su Cuerpo... Que encuentren
realmente la posibilidad de vivir una vida de fe, con la Palabra
de Dios, con la comunión de la Iglesia y puedan ver que su
sufrimiento es un don para la Iglesia
Con la Solemnidad de la Inmaculada iniciaremos en la
Iglesia el Jubileo de la Misericordia. Por ello, quiero cerrar este
pequeño folleto de ayuda con un texto de la Catequesis que
dedicó el Santo Padre a la familia como gran gimnasio de
entrenamiento en el don y en el perdón recíproco: Las familias
cristianas pueden hacer mucho por la sociedad de hoy, y también
por la Iglesia. Por eso deseo que en el Jubileo de la misericordia
las familias redescubran el tesoro del perdón mutuo. Recemos
para que las familias sean cada vez más capaces de vivir y de
construir caminos concretos de reconciliación, donde nadie se
sienta abandonado bajo el peso de sus ofensas (Audiencia 4 de
Noviembre).
Que el Señor nos bendiga con su amor y nos llene de amor
mutuo
Francisco, Obispo
- 13 -
novios, a las parejas de hecho, a los casados en los primeros años,
a los matrimonios en riesgo, a los divorciados vueltos a casar.
Una palabra final sobre esta última cuestión: la acogida de
los divorciados vueltos a casar.
FAMILIA, RENOVADA DESDE LAS RAÍCES
XI Encuentro Diocesano de Familias
NOVIEMBRE 2015
El Santo Padre dedicó a este tema la Catequesis en la
Audiencia del 5 de agosto de este año 2015. Respetaré sus
palabras ofreciendo un resumen: "cómo ocuparnos de quienes,
tras el irreversible fracaso de su vínculo matrimonial, han
iniciado una nueva unión".
La Iglesia sabe bien que esa situación contradice el
sacramento cristiano.
La mirada de la Iglesia se nutre siempre en un corazón de
madre. Si contemplamos la nueva unión con los ojos de los hijos
pequeños, vemos aún más la urgencia de desarrollar en nuestras
comunidades una acogida real a las personas que viven dichas
situaciones.
En verdad en estas décadas ha crecido mucho la
conciencia de que es necesaria una acogida fraterna y atenta, en
el amor y en la verdad, hacia los bautizados que iniciaron una
nueva convivencia tras el fracaso del matrimonio sacramental.
En efecto, estas personas no están excomulgadas: ¡no están
excomulgadas!, y de ninguna manera se las debe tratar como
tales: ellas forman siempre parte de la Iglesia.
El Papa Benedicto XVI intervino sobre esta cuestión,
solicitando un atento discernimiento y un sabio acompañamiento
pastoral, sabiendo que no existen «recetas sencillas» (Discurso
en el VII Encuentro mundial de las familias, Fiesta de los
testimonios, Milán, 2 de junio de 2012, respuesta n. 5).
De aquí la reiterada invitación de los Pastores a
manifestar abierta y coherentemente la disponibilidad de la
comunidad a acogerlos y alentarlos, para que vivan y desarrollen
cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la
oración, la escucha de la Palabra de Dios, la participación en la
Queridos Hermanos y Amigos, queridos Matrimonios y
queridas Familias.
- 12 -
-1-
Cuando en Noviembre del año pasado escribía para el
Encuentro Diocesano nombraba los dos temas de Familia y
Evangelio como quizás los más relevantes de la vida de la Iglesia
en la actualidad. Calificaba a la Familia como vivencia gozosa y
preocupación de la comunidad cristiana, consciente de que tiene
en ella un tesoro de extraordinario valor, de extraordinario
interés para la vida de la sociedad, y juntamente con ello, un
motivo de inquietud por las tensiones, polémicas e infidelidades
que se viven en el interior de la misma comunidad, y las tensiones
y hasta ataques que sufre en el ámbito de la cultura y las
iniciativas legislativas públicas.
En aquellas fechas (en Gran Canaria celebramos el
Encuentro de Familias el 23 de Noviembre), había trascurrido tan
solo un mes de la conclusión de la Asamblea General
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos 2014 sobre el tema de
Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la
evangelización.
En el año trascurrido desde entonces las publicaciones de
obispos, teólogos, pastoralistas, y los acontecimientos
relacionados con la Familia en el ámbito eclesial se han
multiplicado notablemente. Repasamos sucintamente el capítulo
de los acontecimientos más importantes:
1.- Con fecha 15 de Agosto de 2015 el Santo Padre
Francisco publicó una Carta Apostólica en forma de Motu
proprio, MITIS IUDEX DOMINUS IESUS, El Señor Jesús, Juez
clemente, para reformar el proceso de nulidad del matrimonio. El
mismo Papa Francisco indica en esta Carta que le ha movido a su
preparación y publicación el enorme número de fieles que,
aunque deseando proveer a la propia conciencia, con mucha
frecuencia se desaniman ante las estructuras jurídicas de la
Iglesia, a causa de la distancia física o moral; por tanto, la
caridad y la misericordia exigen que la misma Iglesia como
madre se haga accesible a los hijos que se consideran separados.
El deseo de procesos más rápidos y accesibles ya lo pidió el
Sínodo de los Obispos de 2014 en su Relación final, y esta Carta
Apostólica del Santo Padre no pretende favorecer la nulidad de
los matrimonios, sino la celeridad de los procesos y, no en menor
medida, una adecuada simplificación, de modo que, a causa de
un retraso en la definición del juicio, el corazón de los fieles que
esperan la clarificación del propio estado no quede largamente
oprimido por las tinieblas de la duda.
2.- Del 22 al 27 de septiembre de 2015 se ha celebrado el
VIII Encuentro Mundial de Familias en Filadelfia, Estados
Unidos. El lema fue: EL AMOR ES NUESTRA MISIÓN: LA FAMILIA
PLENAMENTE VIVA. Convocados desde todo el mundo para
celebrar la familia, santuario de amor y vida. El Santo Padre
participó durante los dos últimos días (26 y 27) con una notable
multiplicación de encuentros e intervenciones. Pero antes de
llegar a Estados Unidos visitó Cuba en algunas jornadas muy
intensas, y celebró un Encuentro con Familias en Santiago de
Cuba. Selecciono algunos párrafos de este viaje americano, que
considero muy significativos. El primer texto es del Encuentro
con las Familias en Santiago de Cuba, 22 septiembre 2015: A
pesar de tantas dificultades como aquejan hoy a nuestras familias
en el mundo, no nos olvidemos de algo, por favor: las familias no
son un problema, son principalmente una oportunidad. Una
-2-
del año pasado, su viaje a Cuba y a Estados Unidos, y muy
particularmente las Catequesis que nos ha regalado tan
abundantemente en las Audiencias de este año. Me entusiasmé
repasándolos una y otra vez. He tardado en seleccionarlos, porque
todos me parecían apropiados. Yo animo a todas las Parroquias a
crear grupos de matrimonios, grupos de reflexión, oración y
ayuda, utilizando como material estas Catequesis del Santo Padre.
Son realmente textos muy fáciles y cercanos a la realidad, y al
mismo tiempo muy profundos, y abren a un mundo de posibles
iniciativas muy amplio.
Nuestro Encuentro Diocesano se inscribe en el contexto
del Plan Diocesano de Pastoral, que estamos lanzando en nuestras
comunidades, y que tiene como lema: LA IGLESIA DIOCESANA EN
CONVERSIÓN PASTORAL Y EN SALIDA MISIONERA. Sí, nuestras
familias necesitan encontrar el ánimo y el dinamismo de salir de
ellas mismas para entregarse a la misión tan preciosa que el Papa
Francisco les muestra: acoger, acompañar; y ambas cosas
considerando las situaciones pacíficas y las situaciones de heridas
existentes, enseñar la verdad del amor, restituir el honor social a
la fidelidad del amor, contrarrestar la desertificación comunitaria
de la ciudad moderna, hacer «doméstico» el mundo, y tantas
hermosas consignas que el Papa ve realizables por el sencillo pero
profundo testimonio del amor familiar.
Pero nuestras familias no pueden olvidar que todos
estamos afectados por el individualismo, el consumismo, y la
debilidad de los vínculos que caracterizan a nuestra cultura. Para
salir en misión es necesario realizar una conversión personal y
pastoral. Ustedes, queridas familias cristianas, pueden fortalecer
esos vínculos que les constituyen sin dejaciones ni ausencias, ni
de los padres ni de los hijos, sin exiliarse de su misión de
educadores, pero no pueden mirar sus propios hogares como
nidos refugios que les preserven de los males del exterior. Son
ustedes quienes podrán acoger y acompañar con sabiduría a los
- 11 -
jurídicas, profesionales, de ciudadanía— aparece muy racional,
formal, organizado, pero también muy «deshidratado», árido,
anónimo. A veces se vuelve insoportable. Aún queriendo ser
inclusivo en sus formas, en la realidad abandona a la soledad y
al descarte un número cada vez mayor de personas.
Por esto, la familia abre para toda la sociedad una
perspectiva mucho más humana: abre los ojos de los hijos sobre
la vida -y no solo la mirada, sino también todos los demás
sentidos- representando una visión de la relación humana
edificada sobre la libre alianza de amor. La familia introduce a
la necesidad de las uniones de fidelidad, sinceridad, confianza,
cooperación, respeto; anima a proyectar un mundo habitable y a
creer en las relaciones de confianza, también en condiciones
difíciles; enseña a honrar la palabra dada, el respeto por las
personas, el compartir los límites personales y de los demás. Y
todos somos conscientes de lo insustituible de la preocupación
familiar por los miembros más pequeños, más vulnerables, más
heridos, e incluso los más desastrosos en las conductas de su
vida. En la sociedad, quien practica estas actitudes, las ha
asimilado del espíritu familiar, no de la competición y el deseo de
autorrealización (Audiencia 7 de Octubre).
El honor a la palabra dada, la fidelidad a la promesa, no
se pueden comprar ni vender. No se pueden imponer con la
fuerza, pero tampoco custodiar sin sacrificio. Ninguna otra
escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo
hace. Ninguna ley puede imponer la belleza y la herencia de este
tesoro de la dignidad humana, si el vínculo personal entre amor y
generación no la escribe la verdad del amor en nuestra carne
(Audiencia 21 de Octubre).
oportunidad que tenemos que cuidar, proteger y acompañar. Es
una manera de decir que son una bendición... Se discute mucho
hoy sobre el futuro, sobre qué mundo queremos dejarle a
nuestros hijos, qué sociedad queremos para ellos... Dejemos un
mundo con familias. Es la mejor herencia. Dejemos un mundo
con familias... Cuidemos a nuestras familias, verdaderas escuelas
del mañana. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos espacios
de libertad. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos centros de
humanidad. El otro texto que quiero referir de ese viaje está
dirigido a los Obispos participantes en el Encuentro Mundial de
Familias de Filadelfia: Hasta hace poco, vivíamos en un contexto
social donde la afinidad entre la institución civil y el sacramento
cristiano era fuerte y compartida, coincidían sustancialmente y se
sostenían mutuamente. Ya no es así. Si tuviera que describir la
situación actual tomaría dos imágenes propias de nuestras
sociedades. Por un lado, los pequeños negocios de nuestros
barrios y, por otro, los grandes supermercados o shoppings... En
estos ya no se vende fiado, ya no se puede fiar de los demás. No
hay un vínculo personal, una relación de vecindad. La cultura
actual parece estimular a las personas a entrar en la dinámica de
no ligarse a nada ni a nadie. A no fiar ni fiarse... Lo importante
hoy parece que lo determina el consumo... Un consumo que no
genera vínculos, un consumo que va más allá de las relaciones
humanas. Los vínculos son un mero «trámite» en la satisfacción
de «mis necesidades». Lo importante deja de ser el prójimo, con
su rostro, con su historia, con sus afectos.
En este Encuentro Diocesano podrán observar que me
impliqué menos que otras veces en construir un discurso propio, y
multipliqué los textos literales del Papa Francisco. Le he seguido
muy continuamente a lo largo de todo este año, desde el Sínodo
3.- Hace muy pocas fechas, del 4 al 25 del último octubre
se ha celebrado la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo
de los Obispos con el argumento "LA VOCACIÓN Y LA MISIÓN DE LA
FAMILIA EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO". El
resultado oficial de las sesiones sinodales, la Relación final, fue
entregado al Santo Padre, que ha querido que se hiciera público, y
que muy posiblemente lo meditará para entregarnos su palabra
como Sucesor de Pedro, para confirmarnos en la fe y animar a la
- 10 -
-3-
Iglesia a vivir entregando a todos, con la vida y la palabra, el
Evangelio de la Familia. Esta Relación final está organizada en
tres partes: la primera dedicada a la escucha de la realidad de la
familia hoy, en la perspectiva de la fe, con la complejidad de sus
luces y sus sombras; la segunda presenta la mirada del Sínodo a
Cristo para repensar con renovada frescura y entusiasmo la
revelación transmitida en la fe de la Iglesia, contemplando la
familia en el proyecto de Dios; la tercera parte, considerando el
anuncio cristiano que se refiere a la Familia como una buena
noticia para todos, contempla a la familia llamada por Dios a
renovar cada vez más la propia identidad misionera.
4.- En ambos Sínodos y en el Encuentro Mundial de
Filadelfia, el Santo Padre ha desplegado un rico Magisterio con
sus múltiples intervenciones, pero, además, ha dedicado las
Audiencias de los miércoles desde el Sínodo de 2014 hasta
después de finalizado el Sínodo de 2015, a tratar sistemáticamente
el tema de la familia en más de treinta catequesis. Las distintas
relaciones personales que constituyen la familia (madre, padre,
hijo, hermano, abuelo, etc.), el matrimonio natural y la belleza del
matrimonio sacramento, la educación, el noviazgo, la vida diaria
de la familia, con sus ritmos de fiesta, trabajo y oración, y su
vulnerabilidad por la pobreza, la enfermedad, la muerte, el daño
que se pueden hacer sus miembros, los logros, las heridas, los
fracasos, la responsabilidad de la familia ante la comunidad
cristiana y su aportación a la sociedad civil del mundo, el perdón
y la convivialidad, son temas que el Papa ha ido desgranando con
la viveza, la profundidad, el cariño y el impulso con el que nos
anima continuamente. ¡Cómo me gustaría poder trasmitirles
aunque fuera una síntesis, una chispa del fuego que hay en estas
catequesis sobre la familia! Sin lenguaje ni argumentos elevados,
pero juntando vigorosamente profundidad y cercanía a la vida
real, abre el Papa Francisco un horizonte de gozo, de esperanza y
de misión a las familias cristianas, e invita a todos, a quienquiera
que se deje conmover por esta visión, independientemente del
-4-
una decisión, es un juicio, es una promesa» (Erich Fromm, El
arte de amar). Aprendemos a jugárnosla por alguien y que esto
vale la pena. (Fiesta de las Familias Filadelfia, 26 Septiembre
2015).
¿Y cuál es la aportación de la familia a la Iglesia y a la
sociedad hoy?
La sabiduría de los afectos que no se compran y no se
venden es la mejor dote del genio familiar. Precisamente en la
familia aprendemos a crecer en ese clima de sabiduría de los
afectos. Su «gramática» se aprende allí, de otra manera es muy
difícil aprenderla. Y es precisamente este el lenguaje a través del
cual Dios se hace comprender por todos.
La circulación de un estilo familiar en las relaciones
humanas es una bendición para los pueblos: vuelve a traer la
esperanza a la tierra. Una sola sonrisa milagrosamente
arrancada a la desesperación de un niño abandonado, que vuelve
a vivir, nos explica el obrar de Dios en el mundo más que mil
tratados teológicos. Un solo hombre y una sola mujer, capaces de
arriesgar y sacrificarse por un hijo de otros, y no sólo por el
propio, nos explican cosas del amor que muchos científicos ya no
comprenden.
La familia que responde a la llamada de Jesús vuelve a
entregar la dirección del mundo a la alianza del hombre y de la
mujer con Dios. Imaginemos que el timón de la historia (de la
sociedad, de la economía, de la política) se entregue —¡por fin!—
a la alianza del hombre y de la mujer, para que lo gobiernen con
la mirada dirigida a la generación que viene. Los temas de la
tierra y de la casa, de la economía y del trabajo, tocarían una
música muy distinta (Audiencia 2 Septiembre 2015).
Una mirada atenta a la vida cotidiana de los hombres y
mujeres de hoy muestra inmediatamente la necesidad que hay
por todos lados de una robusta inyección de espíritu familiar.
De hecho, el estilo de las relaciones —civiles, económicas,
-9-
Familia, Roma Plaza de San Pedro, 4 Octubre 2014). Y a los
Obispos presentes en Filadelfia decía: la familia no es para la
Iglesia principalmente una fuente de preocupación, sino la
confirmación de la bendición de Dios a la obra maestra de la
creación. Cada día, en todos los ángulos del planeta, la Iglesia
tiene razones para alegrarse con el Señor por el don de ese
pueblo numeroso de familias que, incluso en las pruebas más
duras, mantiene las promesas y conserva la fe.
El secreto de esta confianza está en su convicción
profunda de la presencia del proyecto de Dios sobre la familia en
el corazón de todos los hombres, y al mismo tiempo de la
hermosura de la aportación que la familia supone a la cultura de
hoy. Es necesario y gozoso renovar la familia desde las raíces,
como dice el lema de nuestro encuentro.
¿Cuáles son esas raíces? La familia ha nacido del corazón
de Dios. Así lo explica el Papa Francisco: Dios tenía que salir de
sí mismo para tener a quien amar fuera de sí. Y ahí Dios creó el
mundo. Dios hizo esta maravilla en la que vivimos. Pero lo más
lindo que hizo Dios –dice la Biblia– fue la familia. Creó al
hombre y a la mujer; y les entregó todo; les entregó el mundo.
Y cuando el hombre y su esposa se equivocaron y se
alejaron de Dios, Dios no los dejó solos... Dio al hombre la
muestra de amor más grande: su Hijo. ¿Y a Su Hijo dónde lo
mandó? ¿A un palacio, a una ciudad, a hacer una empresa? Lo
mandó a una familia. Dios entró al mundo en una familia.
Estamos en la fiesta de las familias. La familia tiene carta
de ciudadanía divina. ¿Está claro? La carta de ciudadanía que
tiene la familia se la dio Dios, para que en su seno creciera cada
vez más la verdad, el amor y la belleza.
Los cristianos admiramos la belleza y cada momento
familiar como el lugar donde de manera gradual aprendemos el
significado y el valor de las relaciones humanas. «Aprendemos
que amar a alguien no es meramente un sentimiento poderoso, es
-8-
pueblo, la nación o la religión a la que pertenezca, ¡póngase en
camino con nosotros! Será nuestro hermano y nuestra hermana,
sin hacer proselitismo. Caminemos juntos con esta bendición y
con este objetivo de Dios de hacernos a todos hermanos en la
vida, en un mundo que va adelante y nace precisamente de la
familia, de la unión del hombre y la mujer (Audiencia de 16 de
septiembre).
El Santo Padre no separa la visión esperanzada y gozosa
de la atenta observación de la realidad. Jesús nos enseña que la
obra maestra de Dios es la familia, y la obra maestra de la
sociedad es la familia: el hombre y la mujer que se aman. ¡Esta es
la obra maestra! Pero no deja de observar la realidad con justeza:
Hoy no parece fácil hablar del matrimonio como de una fiesta
que se renueva con el tiempo, en las diversas etapas de toda la
vida de los cónyuges. Es un hecho que las personas que se casan
son cada vez menos; esto es un hecho: los jóvenes no quieren
casarse. En muchos países, en cambio, aumenta el número de las
separaciones, mientras que el número de los hijos disminuye. La
dificultad de permanecer juntos —ya sea como pareja, que como
familia— lleva a romper los vínculos cada vez con mayor
frecuencia y rapidez, y precisamente los hijos son los primeros en
sufrir sus consecuencias. (Audiencia 29 de abril).
En los primeros días de este mes de noviembre se ha
publicado el INFORME NUPCIALIDAD Y RUPTURA EN ESPAÑA
2015, del Instituto de Política Familiar. La realidad de los datos
de este Informe es algo que todos nosotros estamos
experimentando continuamente, y así lo refiere el mismo Santo
Padre en el texto que acabamos de escuchar. Este Informe añade
la precisión del dato numérico. He aquí el resumen, con
indicaciones precisas de nuestra Comunidad de Canarias.
-5-
Cada vez se producen menos matrimonios en España.
Se ha pasado de 216.451 matrimonios en el 2000 a 158.425 en el
año 2014, lo que ha supuesto un descenso del 27%.
Crecimiento espectacular de los divorcios en España
debido a la ley del divorcio exprés. La población
separada/divorciada supera las 2.340.000 personas
Los Matrimonios son cada vez más tardíos. Los
hombres se casan más tarde que las mujeres, a los 36,9 años; las
Mujeres a los 34 años. Canarias (37,4 años), Baleares (37),
Cataluña (36,2) y la Comunidad de Madrid (35,9) son las
Comunidades Autónomas donde más tarde se casan las parejas.
La duración media de los matrimonios rotos es de 15,8
años (2014). Son los matrimonios jóvenes (entre 5 y 10 años) y
los de más de 20 años los más afectados, sumando entre ambos
grupos el 50% de las rupturas. Uno de cada 7 matrimonios que se
divorcian dura menos de 5 años.
La mayoría de los matrimonios se realizan
exclusivamente por lo Civil. Dos de cada 3 matrimonios (67,6%)
lo hacen exclusivamente por lo civil. Cataluña es la comunidad
con mayor número de matrimonios civiles, el 83,2 %, seguido de
las Islas Baleares 78,9 %, y Canarias 76,8 %.
En España se producen 67 rupturas por cada 100
matrimonios. Muy por encima de la media de la Unión Europea
(46 %). España (67 %) es, junto a Portugal (70 %), Dinamarca
(69 %) y Luxemburgo (68 %), el país de la UE28 con la mayor
tasa de ruptura por matrimonio. Canarias, donde el porcentaje de
rupturas es del 86 %, es la Comunidad con mayor tasa de
ruptura/nupcialidad.
Crecimiento
espectacular
de
la
natalidad
extramatrimonial. 4 de cada 10 nacimientos son
extramatrimoniales, superando ya la media de la Unión Europea
(39 %). Canarias, donde el 62,6 % de los niños nacen fuera del
matrimonio, es la comunidad autónoma con mayor natalidad
extramatrimonial.
Cada vez hay más parejas de hecho (1,6 millones, el
14%). Uno de cada 7 hogares de parejas es de parejas de hecho.
Las parejas españolas no tienen hijos: 4 de cada 10
parejas no tienen hijos, siendo este déficit más acentuado en las
parejas de hecho.
Se producen más de 105.800 rupturas familiares al
año, de las que más de 100.000 son divorcios (2014). Cataluña,
Canarias y la Comunidad Valenciana son las Comunidades
Autónomas con mayor tasa de Ruptura Familiar.
-6-
Es importante destacar que, teniendo el Papa la visión
realista de lo que está sucediendo, no deja de pensar en proponer
la familia como la gran esperanza para la Iglesia y para la
humanidad toda. Volvemos a la palabra esperanzada del Papa: Es
significativo cómo -incluso en la cultura individualista que
desnaturaliza y hace efímeros los vínculos- en cada nacido de
mujer permanece vivo una necesidad esencial de estabilidad, de
una puerta abierta, de alguien con quien entretejer y compartir la
historia de la vida, una historia a la cual pertenecer. La
comunión de vida asumida por los esposos, su apertura al don de
la vida, la custodia recíproca, el encuentro y la memoria de las
generaciones, el acompañamiento educativo, la transmisión de la
fe cristiana a los hijos...: con todo esto la familia continúa
siendo escuela inigualable de humanidad, contribución
indispensable a una sociedad justa y solidaria (cf. Exhort. ap.
Evangelii gaudium, 66-68) (Papa Francisco, Encuentro para la
-7-
Descargar