FRANCISCO CASES ANDREU OBISPO DE CANARIAS FAMILIA, RENOVADA DESDE LAS RAÍCES XI Encuentro Diocesano de Familias NOVIEMBRE 2015 liturgia, la educación cristiana de los hijos, la caridad, el servicio a los pobres y el compromiso por la justicia y paz. Del discurso de Benedicto XVI que cita el Papa Francisco sacamos esta breve referencia: por lo que se refiere a estas personas, debemos decir que la Iglesia les ama, y ellos deben ver y sentir este amor. Me parece una gran tarea de una parroquia, de una comunidad católica, el hacer realmente lo posible para que sientan que son amados, aceptados, que no están «fuera» aunque no puedan recibir la absolución y la Eucaristía: deben ver que aun así viven plenamente en la Iglesia... Además, es muy valioso que sientan que la Eucaristía es verdadera y participada si realmente entran en comunión con el Cuerpo de Cristo. Aun sin la recepción «corporal» del sacramento, podemos estar espiritualmente unidos a Cristo en su Cuerpo... Que encuentren realmente la posibilidad de vivir una vida de fe, con la Palabra de Dios, con la comunión de la Iglesia y puedan ver que su sufrimiento es un don para la Iglesia Con la Solemnidad de la Inmaculada iniciaremos en la Iglesia el Jubileo de la Misericordia. Por ello, quiero cerrar este pequeño folleto de ayuda con un texto de la Catequesis que dedicó el Santo Padre a la familia como gran gimnasio de entrenamiento en el don y en el perdón recíproco: Las familias cristianas pueden hacer mucho por la sociedad de hoy, y también por la Iglesia. Por eso deseo que en el Jubileo de la misericordia las familias redescubran el tesoro del perdón mutuo. Recemos para que las familias sean cada vez más capaces de vivir y de construir caminos concretos de reconciliación, donde nadie se sienta abandonado bajo el peso de sus ofensas (Audiencia 4 de Noviembre). Que el Señor nos bendiga con su amor y nos llene de amor mutuo Francisco, Obispo - 13 - novios, a las parejas de hecho, a los casados en los primeros años, a los matrimonios en riesgo, a los divorciados vueltos a casar. Una palabra final sobre esta última cuestión: la acogida de los divorciados vueltos a casar. FAMILIA, RENOVADA DESDE LAS RAÍCES XI Encuentro Diocesano de Familias NOVIEMBRE 2015 El Santo Padre dedicó a este tema la Catequesis en la Audiencia del 5 de agosto de este año 2015. Respetaré sus palabras ofreciendo un resumen: "cómo ocuparnos de quienes, tras el irreversible fracaso de su vínculo matrimonial, han iniciado una nueva unión". La Iglesia sabe bien que esa situación contradice el sacramento cristiano. La mirada de la Iglesia se nutre siempre en un corazón de madre. Si contemplamos la nueva unión con los ojos de los hijos pequeños, vemos aún más la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades una acogida real a las personas que viven dichas situaciones. En verdad en estas décadas ha crecido mucho la conciencia de que es necesaria una acogida fraterna y atenta, en el amor y en la verdad, hacia los bautizados que iniciaron una nueva convivencia tras el fracaso del matrimonio sacramental. En efecto, estas personas no están excomulgadas: ¡no están excomulgadas!, y de ninguna manera se las debe tratar como tales: ellas forman siempre parte de la Iglesia. El Papa Benedicto XVI intervino sobre esta cuestión, solicitando un atento discernimiento y un sabio acompañamiento pastoral, sabiendo que no existen «recetas sencillas» (Discurso en el VII Encuentro mundial de las familias, Fiesta de los testimonios, Milán, 2 de junio de 2012, respuesta n. 5). De aquí la reiterada invitación de los Pastores a manifestar abierta y coherentemente la disponibilidad de la comunidad a acogerlos y alentarlos, para que vivan y desarrollen cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la oración, la escucha de la Palabra de Dios, la participación en la Queridos Hermanos y Amigos, queridos Matrimonios y queridas Familias. - 12 - -1- Cuando en Noviembre del año pasado escribía para el Encuentro Diocesano nombraba los dos temas de Familia y Evangelio como quizás los más relevantes de la vida de la Iglesia en la actualidad. Calificaba a la Familia como vivencia gozosa y preocupación de la comunidad cristiana, consciente de que tiene en ella un tesoro de extraordinario valor, de extraordinario interés para la vida de la sociedad, y juntamente con ello, un motivo de inquietud por las tensiones, polémicas e infidelidades que se viven en el interior de la misma comunidad, y las tensiones y hasta ataques que sufre en el ámbito de la cultura y las iniciativas legislativas públicas. En aquellas fechas (en Gran Canaria celebramos el Encuentro de Familias el 23 de Noviembre), había trascurrido tan solo un mes de la conclusión de la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos 2014 sobre el tema de Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización. En el año trascurrido desde entonces las publicaciones de obispos, teólogos, pastoralistas, y los acontecimientos relacionados con la Familia en el ámbito eclesial se han multiplicado notablemente. Repasamos sucintamente el capítulo de los acontecimientos más importantes: 1.- Con fecha 15 de Agosto de 2015 el Santo Padre Francisco publicó una Carta Apostólica en forma de Motu proprio, MITIS IUDEX DOMINUS IESUS, El Señor Jesús, Juez clemente, para reformar el proceso de nulidad del matrimonio. El mismo Papa Francisco indica en esta Carta que le ha movido a su preparación y publicación el enorme número de fieles que, aunque deseando proveer a la propia conciencia, con mucha frecuencia se desaniman ante las estructuras jurídicas de la Iglesia, a causa de la distancia física o moral; por tanto, la caridad y la misericordia exigen que la misma Iglesia como madre se haga accesible a los hijos que se consideran separados. El deseo de procesos más rápidos y accesibles ya lo pidió el Sínodo de los Obispos de 2014 en su Relación final, y esta Carta Apostólica del Santo Padre no pretende favorecer la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos y, no en menor medida, una adecuada simplificación, de modo que, a causa de un retraso en la definición del juicio, el corazón de los fieles que esperan la clarificación del propio estado no quede largamente oprimido por las tinieblas de la duda. 2.- Del 22 al 27 de septiembre de 2015 se ha celebrado el VIII Encuentro Mundial de Familias en Filadelfia, Estados Unidos. El lema fue: EL AMOR ES NUESTRA MISIÓN: LA FAMILIA PLENAMENTE VIVA. Convocados desde todo el mundo para celebrar la familia, santuario de amor y vida. El Santo Padre participó durante los dos últimos días (26 y 27) con una notable multiplicación de encuentros e intervenciones. Pero antes de llegar a Estados Unidos visitó Cuba en algunas jornadas muy intensas, y celebró un Encuentro con Familias en Santiago de Cuba. Selecciono algunos párrafos de este viaje americano, que considero muy significativos. El primer texto es del Encuentro con las Familias en Santiago de Cuba, 22 septiembre 2015: A pesar de tantas dificultades como aquejan hoy a nuestras familias en el mundo, no nos olvidemos de algo, por favor: las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad. Una -2- del año pasado, su viaje a Cuba y a Estados Unidos, y muy particularmente las Catequesis que nos ha regalado tan abundantemente en las Audiencias de este año. Me entusiasmé repasándolos una y otra vez. He tardado en seleccionarlos, porque todos me parecían apropiados. Yo animo a todas las Parroquias a crear grupos de matrimonios, grupos de reflexión, oración y ayuda, utilizando como material estas Catequesis del Santo Padre. Son realmente textos muy fáciles y cercanos a la realidad, y al mismo tiempo muy profundos, y abren a un mundo de posibles iniciativas muy amplio. Nuestro Encuentro Diocesano se inscribe en el contexto del Plan Diocesano de Pastoral, que estamos lanzando en nuestras comunidades, y que tiene como lema: LA IGLESIA DIOCESANA EN CONVERSIÓN PASTORAL Y EN SALIDA MISIONERA. Sí, nuestras familias necesitan encontrar el ánimo y el dinamismo de salir de ellas mismas para entregarse a la misión tan preciosa que el Papa Francisco les muestra: acoger, acompañar; y ambas cosas considerando las situaciones pacíficas y las situaciones de heridas existentes, enseñar la verdad del amor, restituir el honor social a la fidelidad del amor, contrarrestar la desertificación comunitaria de la ciudad moderna, hacer «doméstico» el mundo, y tantas hermosas consignas que el Papa ve realizables por el sencillo pero profundo testimonio del amor familiar. Pero nuestras familias no pueden olvidar que todos estamos afectados por el individualismo, el consumismo, y la debilidad de los vínculos que caracterizan a nuestra cultura. Para salir en misión es necesario realizar una conversión personal y pastoral. Ustedes, queridas familias cristianas, pueden fortalecer esos vínculos que les constituyen sin dejaciones ni ausencias, ni de los padres ni de los hijos, sin exiliarse de su misión de educadores, pero no pueden mirar sus propios hogares como nidos refugios que les preserven de los males del exterior. Son ustedes quienes podrán acoger y acompañar con sabiduría a los - 11 - jurídicas, profesionales, de ciudadanía— aparece muy racional, formal, organizado, pero también muy «deshidratado», árido, anónimo. A veces se vuelve insoportable. Aún queriendo ser inclusivo en sus formas, en la realidad abandona a la soledad y al descarte un número cada vez mayor de personas. Por esto, la familia abre para toda la sociedad una perspectiva mucho más humana: abre los ojos de los hijos sobre la vida -y no solo la mirada, sino también todos los demás sentidos- representando una visión de la relación humana edificada sobre la libre alianza de amor. La familia introduce a la necesidad de las uniones de fidelidad, sinceridad, confianza, cooperación, respeto; anima a proyectar un mundo habitable y a creer en las relaciones de confianza, también en condiciones difíciles; enseña a honrar la palabra dada, el respeto por las personas, el compartir los límites personales y de los demás. Y todos somos conscientes de lo insustituible de la preocupación familiar por los miembros más pequeños, más vulnerables, más heridos, e incluso los más desastrosos en las conductas de su vida. En la sociedad, quien practica estas actitudes, las ha asimilado del espíritu familiar, no de la competición y el deseo de autorrealización (Audiencia 7 de Octubre). El honor a la palabra dada, la fidelidad a la promesa, no se pueden comprar ni vender. No se pueden imponer con la fuerza, pero tampoco custodiar sin sacrificio. Ninguna otra escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo hace. Ninguna ley puede imponer la belleza y la herencia de este tesoro de la dignidad humana, si el vínculo personal entre amor y generación no la escribe la verdad del amor en nuestra carne (Audiencia 21 de Octubre). oportunidad que tenemos que cuidar, proteger y acompañar. Es una manera de decir que son una bendición... Se discute mucho hoy sobre el futuro, sobre qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos, qué sociedad queremos para ellos... Dejemos un mundo con familias. Es la mejor herencia. Dejemos un mundo con familias... Cuidemos a nuestras familias, verdaderas escuelas del mañana. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos espacios de libertad. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos centros de humanidad. El otro texto que quiero referir de ese viaje está dirigido a los Obispos participantes en el Encuentro Mundial de Familias de Filadelfia: Hasta hace poco, vivíamos en un contexto social donde la afinidad entre la institución civil y el sacramento cristiano era fuerte y compartida, coincidían sustancialmente y se sostenían mutuamente. Ya no es así. Si tuviera que describir la situación actual tomaría dos imágenes propias de nuestras sociedades. Por un lado, los pequeños negocios de nuestros barrios y, por otro, los grandes supermercados o shoppings... En estos ya no se vende fiado, ya no se puede fiar de los demás. No hay un vínculo personal, una relación de vecindad. La cultura actual parece estimular a las personas a entrar en la dinámica de no ligarse a nada ni a nadie. A no fiar ni fiarse... Lo importante hoy parece que lo determina el consumo... Un consumo que no genera vínculos, un consumo que va más allá de las relaciones humanas. Los vínculos son un mero «trámite» en la satisfacción de «mis necesidades». Lo importante deja de ser el prójimo, con su rostro, con su historia, con sus afectos. En este Encuentro Diocesano podrán observar que me impliqué menos que otras veces en construir un discurso propio, y multipliqué los textos literales del Papa Francisco. Le he seguido muy continuamente a lo largo de todo este año, desde el Sínodo 3.- Hace muy pocas fechas, del 4 al 25 del último octubre se ha celebrado la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos con el argumento "LA VOCACIÓN Y LA MISIÓN DE LA FAMILIA EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO". El resultado oficial de las sesiones sinodales, la Relación final, fue entregado al Santo Padre, que ha querido que se hiciera público, y que muy posiblemente lo meditará para entregarnos su palabra como Sucesor de Pedro, para confirmarnos en la fe y animar a la - 10 - -3- Iglesia a vivir entregando a todos, con la vida y la palabra, el Evangelio de la Familia. Esta Relación final está organizada en tres partes: la primera dedicada a la escucha de la realidad de la familia hoy, en la perspectiva de la fe, con la complejidad de sus luces y sus sombras; la segunda presenta la mirada del Sínodo a Cristo para repensar con renovada frescura y entusiasmo la revelación transmitida en la fe de la Iglesia, contemplando la familia en el proyecto de Dios; la tercera parte, considerando el anuncio cristiano que se refiere a la Familia como una buena noticia para todos, contempla a la familia llamada por Dios a renovar cada vez más la propia identidad misionera. 4.- En ambos Sínodos y en el Encuentro Mundial de Filadelfia, el Santo Padre ha desplegado un rico Magisterio con sus múltiples intervenciones, pero, además, ha dedicado las Audiencias de los miércoles desde el Sínodo de 2014 hasta después de finalizado el Sínodo de 2015, a tratar sistemáticamente el tema de la familia en más de treinta catequesis. Las distintas relaciones personales que constituyen la familia (madre, padre, hijo, hermano, abuelo, etc.), el matrimonio natural y la belleza del matrimonio sacramento, la educación, el noviazgo, la vida diaria de la familia, con sus ritmos de fiesta, trabajo y oración, y su vulnerabilidad por la pobreza, la enfermedad, la muerte, el daño que se pueden hacer sus miembros, los logros, las heridas, los fracasos, la responsabilidad de la familia ante la comunidad cristiana y su aportación a la sociedad civil del mundo, el perdón y la convivialidad, son temas que el Papa ha ido desgranando con la viveza, la profundidad, el cariño y el impulso con el que nos anima continuamente. ¡Cómo me gustaría poder trasmitirles aunque fuera una síntesis, una chispa del fuego que hay en estas catequesis sobre la familia! Sin lenguaje ni argumentos elevados, pero juntando vigorosamente profundidad y cercanía a la vida real, abre el Papa Francisco un horizonte de gozo, de esperanza y de misión a las familias cristianas, e invita a todos, a quienquiera que se deje conmover por esta visión, independientemente del -4- una decisión, es un juicio, es una promesa» (Erich Fromm, El arte de amar). Aprendemos a jugárnosla por alguien y que esto vale la pena. (Fiesta de las Familias Filadelfia, 26 Septiembre 2015). ¿Y cuál es la aportación de la familia a la Iglesia y a la sociedad hoy? La sabiduría de los afectos que no se compran y no se venden es la mejor dote del genio familiar. Precisamente en la familia aprendemos a crecer en ese clima de sabiduría de los afectos. Su «gramática» se aprende allí, de otra manera es muy difícil aprenderla. Y es precisamente este el lenguaje a través del cual Dios se hace comprender por todos. La circulación de un estilo familiar en las relaciones humanas es una bendición para los pueblos: vuelve a traer la esperanza a la tierra. Una sola sonrisa milagrosamente arrancada a la desesperación de un niño abandonado, que vuelve a vivir, nos explica el obrar de Dios en el mundo más que mil tratados teológicos. Un solo hombre y una sola mujer, capaces de arriesgar y sacrificarse por un hijo de otros, y no sólo por el propio, nos explican cosas del amor que muchos científicos ya no comprenden. La familia que responde a la llamada de Jesús vuelve a entregar la dirección del mundo a la alianza del hombre y de la mujer con Dios. Imaginemos que el timón de la historia (de la sociedad, de la economía, de la política) se entregue —¡por fin!— a la alianza del hombre y de la mujer, para que lo gobiernen con la mirada dirigida a la generación que viene. Los temas de la tierra y de la casa, de la economía y del trabajo, tocarían una música muy distinta (Audiencia 2 Septiembre 2015). Una mirada atenta a la vida cotidiana de los hombres y mujeres de hoy muestra inmediatamente la necesidad que hay por todos lados de una robusta inyección de espíritu familiar. De hecho, el estilo de las relaciones —civiles, económicas, -9- Familia, Roma Plaza de San Pedro, 4 Octubre 2014). Y a los Obispos presentes en Filadelfia decía: la familia no es para la Iglesia principalmente una fuente de preocupación, sino la confirmación de la bendición de Dios a la obra maestra de la creación. Cada día, en todos los ángulos del planeta, la Iglesia tiene razones para alegrarse con el Señor por el don de ese pueblo numeroso de familias que, incluso en las pruebas más duras, mantiene las promesas y conserva la fe. El secreto de esta confianza está en su convicción profunda de la presencia del proyecto de Dios sobre la familia en el corazón de todos los hombres, y al mismo tiempo de la hermosura de la aportación que la familia supone a la cultura de hoy. Es necesario y gozoso renovar la familia desde las raíces, como dice el lema de nuestro encuentro. ¿Cuáles son esas raíces? La familia ha nacido del corazón de Dios. Así lo explica el Papa Francisco: Dios tenía que salir de sí mismo para tener a quien amar fuera de sí. Y ahí Dios creó el mundo. Dios hizo esta maravilla en la que vivimos. Pero lo más lindo que hizo Dios –dice la Biblia– fue la familia. Creó al hombre y a la mujer; y les entregó todo; les entregó el mundo. Y cuando el hombre y su esposa se equivocaron y se alejaron de Dios, Dios no los dejó solos... Dio al hombre la muestra de amor más grande: su Hijo. ¿Y a Su Hijo dónde lo mandó? ¿A un palacio, a una ciudad, a hacer una empresa? Lo mandó a una familia. Dios entró al mundo en una familia. Estamos en la fiesta de las familias. La familia tiene carta de ciudadanía divina. ¿Está claro? La carta de ciudadanía que tiene la familia se la dio Dios, para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y la belleza. Los cristianos admiramos la belleza y cada momento familiar como el lugar donde de manera gradual aprendemos el significado y el valor de las relaciones humanas. «Aprendemos que amar a alguien no es meramente un sentimiento poderoso, es -8- pueblo, la nación o la religión a la que pertenezca, ¡póngase en camino con nosotros! Será nuestro hermano y nuestra hermana, sin hacer proselitismo. Caminemos juntos con esta bendición y con este objetivo de Dios de hacernos a todos hermanos en la vida, en un mundo que va adelante y nace precisamente de la familia, de la unión del hombre y la mujer (Audiencia de 16 de septiembre). El Santo Padre no separa la visión esperanzada y gozosa de la atenta observación de la realidad. Jesús nos enseña que la obra maestra de Dios es la familia, y la obra maestra de la sociedad es la familia: el hombre y la mujer que se aman. ¡Esta es la obra maestra! Pero no deja de observar la realidad con justeza: Hoy no parece fácil hablar del matrimonio como de una fiesta que se renueva con el tiempo, en las diversas etapas de toda la vida de los cónyuges. Es un hecho que las personas que se casan son cada vez menos; esto es un hecho: los jóvenes no quieren casarse. En muchos países, en cambio, aumenta el número de las separaciones, mientras que el número de los hijos disminuye. La dificultad de permanecer juntos —ya sea como pareja, que como familia— lleva a romper los vínculos cada vez con mayor frecuencia y rapidez, y precisamente los hijos son los primeros en sufrir sus consecuencias. (Audiencia 29 de abril). En los primeros días de este mes de noviembre se ha publicado el INFORME NUPCIALIDAD Y RUPTURA EN ESPAÑA 2015, del Instituto de Política Familiar. La realidad de los datos de este Informe es algo que todos nosotros estamos experimentando continuamente, y así lo refiere el mismo Santo Padre en el texto que acabamos de escuchar. Este Informe añade la precisión del dato numérico. He aquí el resumen, con indicaciones precisas de nuestra Comunidad de Canarias. -5- Cada vez se producen menos matrimonios en España. Se ha pasado de 216.451 matrimonios en el 2000 a 158.425 en el año 2014, lo que ha supuesto un descenso del 27%. Crecimiento espectacular de los divorcios en España debido a la ley del divorcio exprés. La población separada/divorciada supera las 2.340.000 personas Los Matrimonios son cada vez más tardíos. Los hombres se casan más tarde que las mujeres, a los 36,9 años; las Mujeres a los 34 años. Canarias (37,4 años), Baleares (37), Cataluña (36,2) y la Comunidad de Madrid (35,9) son las Comunidades Autónomas donde más tarde se casan las parejas. La duración media de los matrimonios rotos es de 15,8 años (2014). Son los matrimonios jóvenes (entre 5 y 10 años) y los de más de 20 años los más afectados, sumando entre ambos grupos el 50% de las rupturas. Uno de cada 7 matrimonios que se divorcian dura menos de 5 años. La mayoría de los matrimonios se realizan exclusivamente por lo Civil. Dos de cada 3 matrimonios (67,6%) lo hacen exclusivamente por lo civil. Cataluña es la comunidad con mayor número de matrimonios civiles, el 83,2 %, seguido de las Islas Baleares 78,9 %, y Canarias 76,8 %. En España se producen 67 rupturas por cada 100 matrimonios. Muy por encima de la media de la Unión Europea (46 %). España (67 %) es, junto a Portugal (70 %), Dinamarca (69 %) y Luxemburgo (68 %), el país de la UE28 con la mayor tasa de ruptura por matrimonio. Canarias, donde el porcentaje de rupturas es del 86 %, es la Comunidad con mayor tasa de ruptura/nupcialidad. Crecimiento espectacular de la natalidad extramatrimonial. 4 de cada 10 nacimientos son extramatrimoniales, superando ya la media de la Unión Europea (39 %). Canarias, donde el 62,6 % de los niños nacen fuera del matrimonio, es la comunidad autónoma con mayor natalidad extramatrimonial. Cada vez hay más parejas de hecho (1,6 millones, el 14%). Uno de cada 7 hogares de parejas es de parejas de hecho. Las parejas españolas no tienen hijos: 4 de cada 10 parejas no tienen hijos, siendo este déficit más acentuado en las parejas de hecho. Se producen más de 105.800 rupturas familiares al año, de las que más de 100.000 son divorcios (2014). Cataluña, Canarias y la Comunidad Valenciana son las Comunidades Autónomas con mayor tasa de Ruptura Familiar. -6- Es importante destacar que, teniendo el Papa la visión realista de lo que está sucediendo, no deja de pensar en proponer la familia como la gran esperanza para la Iglesia y para la humanidad toda. Volvemos a la palabra esperanzada del Papa: Es significativo cómo -incluso en la cultura individualista que desnaturaliza y hace efímeros los vínculos- en cada nacido de mujer permanece vivo una necesidad esencial de estabilidad, de una puerta abierta, de alguien con quien entretejer y compartir la historia de la vida, una historia a la cual pertenecer. La comunión de vida asumida por los esposos, su apertura al don de la vida, la custodia recíproca, el encuentro y la memoria de las generaciones, el acompañamiento educativo, la transmisión de la fe cristiana a los hijos...: con todo esto la familia continúa siendo escuela inigualable de humanidad, contribución indispensable a una sociedad justa y solidaria (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 66-68) (Papa Francisco, Encuentro para la -7-