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“2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-2229/16)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
De interés cultural la realización del Concierto Homenaje a Horacio
Salgán por su centésimo cumpleaños a celebrase el 15 de junio,
valorado músico, director de orquesta, prolífico compositor y emblema
del tango, concierto a efectuarse el sábado 18 de junio en la Ciudad
de Buenos Aires.
Guillermo J. Pereyra.FUNDAMENTOS
Señora Presidente:
Horacio Salgán nació el 15de junio de 1916 en Buenos Aires, en las
cercanías del Mercado del Abasto. Desde los seis años estudió piano
y música. Y como tantos otros pibes que luego hicieron su trayectoria
en el tango, ganó el primer dinero con los pantalones cortos en el cine,
ilustrando musicalmente las películas mudas.
Ya transitando el comienzo de la adolescencia recaló en un cafetín, El
Gato Negro, de Corrientes y Leandro Alem. Más tarde ingresó en la
orquesta de Juan Puey. Y fue el organista de la iglesia San Antonio,
de Villa Devoto.
A los 18 años ingresa a Radio Belgrano. Más tarde transitó Excelsior,
Prieto, Stentor, como solista e integrando los conjuntos acompañantes
de los cantores.
El jazz, la música brasileña, el folclore, todos los ritmos despertaban
su curiosidad, también los grandes nombres de la música clásica. A
los veinte años, su primer golpe de suerte, lo escuchó Roberto Firpo
que tenía el Cuarteto de la Guardia Vieja y, al mismo tiempo, la
orquesta y fue contratado. En el cuarteto, el piano lo tocaba el maestro
y en la orquesta, Horacio. Fue en esta época que realizó su primer
arreglo a pedido de Miguel Caló: el tango de Francisco Canaro, “Los
indios”. Luego integró un trío en Radio El Mundo desde el órgano,
junto a Carlos García (piano) y Bernardo Stalmann (violín).
“2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Integró la orquesta de Alberto Cima y, en un oportunidad, un músico
de jazz holandés lo escuchó tocar su tema “Choro en Fa” y lo
presentó, a fines de 1942, a la grabadora Simar, allí graba su primer
disco.
Su primera orquesta la tuvo en 1944. Al respecto, confesó: “La idea de
formarla está integrada de alguna manera a la composición. Empecé a
componer porque quería hacer un tango de una manera determinada.
No con la idea de ser compositor, sino con la de tocar tangos como a
mí me gustaba. Lo mismo sucedió con la orquesta. Como a mí me
gustaba interpretar tangos a mi manera, la única forma era teniendo mi
propio conjunto, entonces la armé. Hay gente que le gusta ser director
de orquesta, pero a mí me interesó mi vocación pianística. Sin ninguna
intención de crear nada”.
Un crítico musical francés, escribió en Le Monde, de París: “Las
orquestas dirigidas por Salgán de los años 1944 a 1957, amplían la
forma tradicional del tango, profundizan el sentido rítmico y le agregan
un toque negro, crean un nuevo tipo de tanguismo profundamente
arraigado a su música, pero receptivo a Bartok, Ravel, el jazz y la
música brasileña”.
Muchos de los componentes de sus formaciones han sido músicos
trascendentes: Marcos Madrigal, Roberto Di Filippo, Ismael Spitalnik,
Toto D’Amario, Ernesto Baffa, Leopoldo Federico (bandoneonistas);
Ramón Coronel, Holgado Barrios, Víctor Felice, Carmelo Cavalaro
(violines); Hamlet Greco (contrabajo). También, grandes cantores:
Edmundo Rivero, Carlos Bermúdez, Oscar Serpa, Héctor Insúa, Jorge
Durán y el hoy ignoto Lucio Tabárez, en la primera época y luego,
Ángel Díaz, Horacio Deval y Roberto Goyeneche. Aquella primera
orquesta estaba formada por cuatro bandoneones, cuatro violines,
viola, cello, contrabajo y piano, más la voz del cantor.
El director artístico de Radio El Mundo le dijo a Salgán que la orquesta
era rara y el cantor imposible. Y tenía razón. Ambos se habían
adelantado en el tiempo. Salgán era un músico para músicos y la voz
de Rivero parecía salir de las entrañas de la tierra. Pero los locales
tangueros lo fueron aceptando de a poco, es cierto. El conjunto se
presenta en El Germinal, El Nacional, El Marzotto, Tango Bar, el
Novelty y muchos otros. En esa primera etapa hasta 1950, no llegó al
disco. Algunos temas de su repertorio eran: “Ojos negros”, “Shusheta”,
“El Marne”, “Racing Club”, “Sueño azul”, “Trenzas”, “Sus ojos se
cerraron”, “La uruguayita Lucía”, “Margarita Gauthier”, “Rosicler”,
“Sueño querido”.
La aventura de tener orquesta propia duró hasta 1947, sin grabar ni
tener mucha repercusión popular. No obstante, su aparición, más allá
“2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” de algunos éxitos instrumentales y la presencia de Rivero, consiguió
hacer ingresar en el tango un hálito de vida distinto.
Salgán se dedicó a la composición y a la enseñanza y, en 1950,
retornó al frente de un nuevo conjunto. Ocurrió en Radio Belgrano y
tuvo buena recepción. En el año 1957, se suceden las actuaciones,
giras, numerosas presentaciones públicas y por fin los discos. El
primero con dos instrumentales: “La clavada” y “Recuerdo”. Aparte de
los vocalistas Ángel Díaz, Horacio Deval y Goyeneche cabe agregar a
Héctor Ortiz y Mario D’Elia para unos programas en Radio Splendid.
Salgán observó antes que otros, que el esplendor del tango empezaba
a palidecer. Los locales habían reducido sus presupuestos y los
conjuntos a disminuir sus componentes. Fue drástico y terminó para
siempre como conductor de sus propios conjuntos. Los apremios
económicos lo llevaron a trabajar como pianista en la confitería New
Inn, donde se encuentra con Ciriaco Ortiz y forman un dúo. Poco
después, los dueños de aquel lugar inauguraron Jamaica, en
Paraguay y San Martín, allí se conoce con el guitarrista Ubaldo De Lío.
El nuevo rubro ensambló a la perfección y despertó la admiración del
público, que pronto se tradujo en éxito. Las actuaciones se
multiplicaron y grabaron discos.
Nuevamente el azar le dio una mano. Estaban trabajando en el
restaurante del Automóvil Club, allí también se presentó otro dúo, el de
Francini con el contrabajista Rafael Ferro. Un amigo común, el
escribano Santiago Landajo, les propone unirse, se prueban de
sorpresa y el público los anima a seguir, pero faltaba un instrumento
más, el bandoneón. Ya decididos a formar un quinteto van a la
búsqueda de un instrumentista. En la confitería Richmond era habitual
la presencia de Pedro Laurenz, que iba a escucharlos. No tenía
orquesta y hacía tiempo no se lo escuchaba. Lo invitaron a tomar un
café y allí le propusieron unirse a ellos. Por primera y única vez
observaron quebrarse la habitual seriedad de Laurenz.
Así nació el Quinteto Real, que debutó a comienzos de 1960 en Radio
El Mundo con el padrinazgo de Aníbal Troilo y presentados por
Antonio Carrizo. Al año siguiente Quicho Díaz reemplaza a Rafael
Ferro. Giras permanentes, varios viajes a Japón y Europa y el ansiado
éxito que duró diez años. En forma paralela, siguió presentándose con
De Lío, acompañados al piano por Carlos García e incluso con el
agregado del folklorista Adolfo Ábalos.
En 1969, se unió a ensayar y practicar con su colega Dante Amicarelli.
Por puro placer hacen música durante cuatro años. Dante provenía del
jazz, fue pianista de Eduardo Armani y era arreglador y músico estable
de Radio Belgrano. Se abocaron a la enseñanza y fundaron un
Instituto de Estudios Musicales, también tuvieron tiempo de grabar dos
“2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” discos para el sello Philips: Dos Virtuosos del Piano y El Bosque
Mágico. Ambos contenían diversos ritmos con temas muy elaborados.
Años más tarde, a pedido de un sello japonés armó nuevamente el
quinteto con el rótulo de Nuevo Quinteto Real. Estaba compuesto por
Salgán, De Lío, Leopoldo Federico (luego reemplazado por Néstor
Marconi), Antonio Agri y Omar Murtagh.
Sus temas más importantes: “Del 1 al 5 (Días de pago)” (1944), “Don
Agustín Bardi” (1947), “Entre tango y tango” (1953), “Grillito”, “La llamó
silbando”, “Cortada de San Ignacio” (milonga), “A fuego lento”, su título
de mayor repercusión popular. Los valses: “A una mujer” y “En tu
corazón”, “Motivo de vals”, que nació de una contra melodía que
realizó durante un arreglo a “Llorarás, llorarás”, de Hugo Gutiérrez.
Cuando lo escuchó Carlos Bahr, dijo: «Ahí hay un motivo de vals.»,
finalmente le puso letra.
Como final, un brevísimo perfil de su personalidad: “En su trato
habitual es cordial y sencillo. Se muestra naturalmente espontáneo y
maneja hábilmente, un luminoso sentido de humor que le ha granjeado
simpatías de amigos y público. Ocurrente, en sus bromas sobrio y
medido. Mantiene con los demás un límite tan preciso como amable y
respetuoso”.
El sábado 18 de junio a las 21 hs, en la Usina del Arte, se realizará un
concierto homenaje por el natalicio del gran músico, director de
orquesta y compositor Horacio Salgán. La orquesta será dirigida por
los Mtros. Raúl Garello, Néstor Marconi y Juan Carlos Cuacci. Entrada
gratuita (localidades disponibles con 2 hs de anticipación) en
Caffarena 1. Esq. Pedro de Mendoza.
Por todo lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente
proyecto de declaración.
Guillermo J. Pereyra.-
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