Artículos ¿Cómo montar mi ofrenda? Los 21 guardianes, la Isla de Janitzio y el Día de Muertos Las fotografías Post-mortem, un ritual visual a los que han partido. Itzcuintli/techichi, compañero de vida y muerte Fiesta, cultura y tradición en día de muertos en Michoacán La Muerte en el México Prehispánico Los 4 años hacia la nada y hacia lo esencial La Leyenda de la Llorona La Catrina y el Día de Muertos El pan de muerto Los Tzompantli de México- Tenochtitlan, edificios del culto a la muerte. Lección 2 Aprende Náhuatl Calaverita 1° Lugar Calaverita 2° Lugar Calaverita 3° Lugar Día de Muertos en Pomuch, Campeche. Visitas Arqueológicas de México 3 ¿Cómo montar mi ofrenda? El copal es para los indígenas lo que el incienso para los españoles. Con la fragancia que despiden, se cree, se limpia el lugar de la ofrenda de los malos espíritus para que el alma pueda entrar sin ningún riesgo. Las flores. La flor representativa de la festividad es la de cempasúchil. En el pasado se creía que esta flor tenía propiedades curativas, sin embargo ahora sólo se utiliza para adornar y aromatizar, algunas veces se deshoja para hacer caminos de pétalos que guíen al difunto del cementerio a la ofrenda, y de regreso. El petate. Se coloca ya sea para que las ánimas descansen o sobre la mesa para colocar los elementos de la ofrenda. El pan. Uno de los elementos indispensables del altar es el pan, símbolo de fraternidad reconocido como “el cuerpo de Cristo”. La ofrenda comprende una práctica sagrada en la que las dádivas se representan a través del pan, la sal, la fruta, el agua, el vino y el alimento preferido del difunto. Se pueden enriquecer según la tradición de la región, comunidad o familia e incluir otros elementos que personalicen el acto. La ofrenda es, entonces, el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria para dialogar con el recuerdo de los muertos. Un retrato. Se cree que la imagen debe permanecer escondida para que sólo pueda verse con un espejo, una manera de explicar que el difunto está pero ya no existe. Desde otro punto, la ofrenda es la fusión del viejo y el nuevo mundo que permitió la integración cultural de las costumbres europeas (flores, veladoras) y las tradiciones indígenas (copal, flor de cempasúchil y elementos naturales). Entre los elementos imprescindibles que debe contener una ofrenda están: El mole, las calaveras de azúcar, el licor, una cruz de ceniza y papel picado se colocan para que con sus aromas, colores y recuerdos se complete la mesa y escenografía en cada hogar. Fuente: La ofrenda de Día de muertos, un ritual de la memoria, Javier Macedo. El agua. Fuente de vida. Después del recorrido que han transitado las ánimas, se ofrece el líquido para mitigar su sed y fortalecer su regreso. La sal. Como elemento purificador ayuda a que el cuerpo no se corrompa y se mantenga en condiciones para su viaje de vuelta y su próxima venida. Velas/veladoras. Las velas simbolizan la luz que guía a las ánimas en su visita y de vuelta a su morada. La flama simboliza la luz, la fe y la esperanza; en el México antiguo se utilizaban rajas de ocote, las que se intercambiaron por veladoras o cirios. En la tradición indígena cada vela representa a un difunto, y su color dependerá de la condición de la familia: los cirios morados son señal de duelo. Visitas Arqueológicas de México 4 Visitas Arqueológicas de México 5 Los 21 guardianes, la Isla de Janitzio y el Día de Muertos D e acuerdo a la leyenda, en esta noche, al ocultarse el astro brillante, surgen las sombras de Mintzita, hija del Calzoncin Tizintzicha, y de Itzihuapa, hijo de Taré y heredero de Janitzio. Locamente enamorados, Mintzita y Itzihuapa no pudieron desposarse por la inesperada llegada de los conquistadores. Preso ya el Calzoncin, padre de Mintzita, por Nuño de Guzmán, quiso la princesa rescatarlo ofreciéndole un tesoro que se encontraba bajo las aguas, entre las islas de Janitzio y La Pacanda. Itzihuapa quedó convertido en el vigésimo primer guardián de la riqueza. En la noche del Día de Muertos, al lúgubre tañer de los bronces de Janitzio, despiertan todos los guardianes del tesoro y suben la empinada cuesta de la isla hasta el panteón, al cuál llegan una vez que este yace alumbrado por miles de cirios y veladoras, se embriagan con el aroma de las flores. Los dos príncipes, Mintzita e Itzihuapa, se dirigen al panteón para recibir la ofrenda de los vivos a las luces plateadas de la luna. Ahí, ambos espectros se musitan al oído palabras cariñosas y, ante las llamas inciertas de los cirios, se confunden y ocultan de las miradas indiscretas de los vivos. En tanto, las estrellas fulguran intensamente, las campanas repican y, abajo, las aguas del lago gimen como un alma en pena, recordando a los 21 seres que protegen el tesoro de los Calzoncin purépechas. Fuente: 50 leyendas purépechas, Antonio Lizaldi Bravo. Recopilado por Arvin Hernández Villaseñor. Y cuando el esforzado Itzihuapa se aprestaba a extraerlo, se vio atrapado por veinte sombras de los remeros que lo escondieron bajo las aguas y que fueron sumergidos con él. Visitas Arqueológicas de México 6 Visitas Arqueológicas de México 7 Las fotografías Post-mortem, un ritual visual a los que han partido M uchos de los rituales del duelo son acerca de los recuerdos vividos. El ritual de la producción de recuerdos no debería de pasarse por alto. Un bebé olvidado causa mucho dolor.” “La muerte para la conciencia colectiva es claramente el tránsito de la sociedad visible a la invisible” (Hertz, 1990). A principios de la mitad de 1800, una fotografía post mórtem era una forma popular de honrar y recordar a un muerto. Muchas de las fotografías eran tomadas poco después de la muerte, y se podían ver increíblemente naturales, especialmente si el fallecido estaba de pie. Las fotografías post mórtem de niños eran particularmente comunes, tal vez porque su tasa de mortalidad era muy alta durante la época Victoriana. La fotografía post-mortem, imagen del sujeto captada tras el deceso del mismo, constituye uno de los paradigmas más directos de la propia finalidad de la fotografía y del enfrentamiento del ser humano frente a la muerte desde el nacimiento del medio hasta nuestros días. En el propio acto fotográfico está implícita la necesidad paradójica de generar recuerdos visuales con los que combatir el olvido y negar la muerte, característica que por tanto poseen todas las fotografías. El origen y la aceptación de la fotografía post-mortem puede atribuirse a factores de carácter más práctico y funcional y es quizás por ello, que en la literatura sobre este tipo de imágenes no haya profundizado siempre en los factores emocionales del doliente, es decir, de quien solicita al fin y al cabo captar el retrato de su difunto, como en su uso social. Si se toma como ejemplo la primera etapa de práctica del género, son numerosos los casos en los que la familia no dispone de ningún otro retrato de la persona en vida por lo que la obtención de la fotografía post-mortem se convertía simplemente en “la fotografía”. Antes de la fotografía, a través de la pintura se representaba a los pequeños difuntos de tres maneras: como angelitos, como si estuvieran vivos y llegando al cielo. Cuando dicho formato fue sustituido por la fotografía se comenzó a retratar a niños pequeños a fin de conservar un recuerdo de su corta vida y celebrar su “partida al cielo como angelitos”. Era común que los vistieran como santos, monaguillos o como si aún estuvieran vivos, incluso son sus juguetes. Esta práctica fue conocida como “La Muerte Niña”. Los niños fallecidos o Angelitos se retrataban con los ojos cerrados, si vivieron poco tiempo y fueron bautizados, esto es, estaban libres de pecado; pero si nacieron muertos o murieron sin bautizar, se les abría los ojos para que al entrar al cielo pudieran ver la Gloria de Dios. No era extraño que los padres aparecieran junto a los niños muertos simulando estarlos arrullando. Se intentaba dar un toque espontáneo a las imágenes y mostrar las relaciones de los pequeños con familias. A veces se les retrataba con sus hermanos, hermanas o toda la familia junta. Fuente: El sujeto efímero: la fotografía como culminación dl lugar de la muerte en la imagen popular, Jesús Jiménez Varea. Visitas Arqueológicas de México 8 Visitas Arqueológicas de México 9 Itzcuintli/techichi, compañero de vida y muerte. C uando los europeos llegaron al continente americano en el siglo XVI, quedaron impresionados ante las expresiones culturales de los pueblos autóctonos y la exuberancia del entorno que habitaban. Entre las rarezas que hallaron, había una criatura a la que inicialmente confundieron con un caballo enano. Se trataba en realidad del xoloitzcuintle, un canino endémico de México y Centroamérica. “Convivía con los antiguos mexicanos de diversas culturas como compañero incondicional de su propietario, incluso después de su muerte, pues se creía que acompañaba a sus dueños a transitar el camino hacia el Mictlán -el inframundo o sitio del eterno descanso- y servía como ofrenda funeraria para sus amos”. “Los perros de esta tierra tienen cuatro nombres: llámanse chichi y itzcuintli, también xochiocóyotl y también tetlamin, y también teuízotl. Son de diversos colores hay unos negros, otros blancos, otros cenicientos, otros buros, otros castaños oscuros, otros morenos, otros pardos y otros manchados”. Visitas Arqueológicas de México 10 El término xoloitzcuintle se origina del náhuatl: xólotl, extraño, deforme, esclavo, bufón, y de la palabra itzcuintli, perro. En la mitología mexica, Xólotl era el dios de la transformación, de los gemelos o lo doble, la oscuridad nocturna, lo desconocido, lo monstruoso y la muerte; era considerado el hermano gemelo y contraparte del dios Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, quien representaba la vida, la luz y el conocimiento. Ambos dioses encarnaban un rostro antagónico del planeta Venus en su tránsito frente al Sol. Recopilado por Arvin Hernández Villaseñor. Visitas Arqueológicas Visitas Arqueológicas de México de México El Xoloitzcuintle que conocemos actualmente es primo del perro prehispánico, si vemos sus representaciones en códices o cerámica, veremos algunas diferencias, en tiempos antiguos los perros eran más pequeños de estatura y más regordetes, el Xoloitzuintle actual es más alto y fuerte, lo que se debe a la cruza genética de las tres especies de perros prehispánicos en México. El perro es un ser nocturno que conoce los caminos en la oscuridad y puede ver los espíritus, Desde la época prehispánica hasta hoy, los mayas y los nahuas creen que “los perros ven muy bien de noche a las almas que salen de los cuerpos cuando éstos duermen, por eso aúllan”. Hacían al difunto llevar consigo un perrito de pelo bermejo, y al pescuezo le ponían hilo flojo de algodón; decían que los difuntos nadaban encima del perrillo cuando pasaban un río del infierno que se nombra Chiconahuapan. Dicen que el difunto que llega a la ribera del río arriba dicho, luego mira el perro y si conoce a su amo luego se echa nadando al río, hacia la otra parte donde está su amo, y le pasa a cuestas. Para saber más: Granados Alvarado Jorge (2012), Xoloitzcuintle, compañero de vida y muerte, National Geographic, artículo páginas 15-18, México. 11 11 A los niños o angelitos se les pone dulce, chocolate y juguetes; mientras a lo difuntos adultos se les pone comida más elaborada y en su mayoría la bebida alcohólica de su preferencia, sin que pueda faltar las flores que complementan la belleza de los altares. Cada región del país posee una manera particular de celebrar a sus muertos por ello es importante conocer la diversidad de ofrendas y sus significados más cercanos. Ofrenda de Jarácuaro, Erongarícuaro, Michoacán. Pueblo indígena p’urhépechas (purépecha). Los purépechas habitan principalmente en la zona lacustre y montañosa del estado de Michoacán. Es tradición que a los difuntos que cumplen el primer año de su fallecimiento se les realice un novenario que inicia una semana antes de las fechas de todos santos. Dos días antes de concluir el novenario se sacrifica un cerdo para que la carne esté lista para el pozole que se ofrecerá el día noveno. Este día llegan los padrinos de bautizo del difunto, ellos llegan con el arco de carrizo ya adornado con flores de cempasúchil y terciopelos. Después de hacer los rezos y poner la ofrenda se come el pozole entre los asistentes para después llevar el arco al panteón. Ahí se inicia la velación que dura toda la noche hasta el amanecer. Fiesta, cultura y tradición en día de muertos en Michoacán. El día de Muertos en México es una fiesta que vale la pena vivir. Por eso desde el 2003 la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce esta tradición mexicana como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. En el calendario agrícola, la festividad de día de muertos coincide con el final del ciclo del maíz y esto se reitera de alguna manera el homenaje que se le hace a la muerte a través de ofrendas llenas de comida, donde la base es el mismo maíz. Las ofrendas forman parte fundamental de la festividad del Día de Muertos, pues es una manera de hacer que nuestros difuntos nos visiten para volver a gozar de los placeres mundanos. Así es como una vez al año, las casas mexicanas y muy en especial las de los pueblos indígenas, abren la puerta para recibir a sus antepasados. También se conoce esta festividad como los Fieles Difuntos y se divide entre los difuntos chiquitos y los adultos, pues a cada uno se le ofrendan cosas diferentes. Fuente: Noche de muertos, Animeecherikuinchekua, Benjamín Lucas Juárez. Recopilado por Arvin Hernández Villaseñor. Visitas Arqueológicas de México 12 En la casa del difunto queda el altar que dura dos días más después de la fecha 2 de noviembre, el arco floral se queda en el panteón y las frutas y panes que tenía el arco se desprenden y se llevan al altar de difunto. En Michoacán, las celebraciones comienzan desde el 31 de octubre, con la cacería del pato, actividad a punto de desaparecer por la escasez de palmípedos, pero que aún se efectúa, a la que sigue la colocación del altar de “angelitos”, el día 1º de noviembre, para concluir con las honras a los difuntos el día 2. Estos rituales se llevan a cabo principalmente en la región la custre del lago de Pátzcuaro y algunas otras comunidades purépechas. Velación de los Angelitos. Para el día 1º de noviembre se ponen ofrendas y altares a los “angelitos”, o muertos chiquitos que han dejado el mundo de los vivos. Si es su primera ofrenda, el padrino de bautizo lleva un arco, el cual será arreglado con flor de cempoalxóchitl o tiringuini-tzitziqui (en purépecha, flor amarilla) y flor de ánima, propias de esta época; asimismo, lleva dulces de azúcar con figura de ángel o de animalitos, juguetes e inclusive ropa, como parte de la ofrenda. Velación de los Muertos. Como ya dijimos, el día 2 de noviembre la ofrenda está dedicada a los difuntos grandes o adultos. La velación comienza la noche del día primero con la preparación de las ofrendas que se han de colocar en las tumbas o en los altares familiares y concluye ya entrada la mañana del día 2. Para los muertos recientes, es decir los de primera ofrenda, las honras empiezan con el novenario, que inicia nueve días antes, haciendo coincidir el último día con el de muertos; familiares y amigos allí reunidos rezan el rosario y piden por el eterno descanso del alma del difunto. Visitas Arqueológicas de México 13 La muerte en el México Prehispánico D esde siempre, las sociedades humanas han manifestado su preocupación sobre el destino de los individuos al momento de perder la vida. Cada cultura idealizo el lugar de donde sería la última morada de sus seres queridos, y por supuesto en Mesoamérica se formó una visión muy particular. Según la cosmogonía mexica, el individuo poseía tres entidades anímicas que lo relacionaban con las tres regiones que estaban dividido el universo; el tonalli que era el calor que proporcionaba el Sol a los individuos que dictaba el destino de los hombres según su fecha de nacimiento pertenecía a los cielos y residía en la cabeza, el ihiyotl se relacionaba con el inframundo residiendo en el hígado y era el que dictaba el carácter del hombre (también propiciaba las enfermedades en el individuo o podía afectar a A diferencia de otras culturas en el que sus otras personas, aún se desconocen muchas destinos después de la muerte dependía de sus cosas de su concepto) y por ultimo está el acciones en vida, en los pueblos mesoamericanos teyolia que era propiamente el alma y resi- esto no tenía importancia, ya que lo que impordía en el corazón. De este último es el que taba era la forma de morir, por lo que se crearon se conoce a detalle el destino después de la diferentes destinos según su final: el Tlalocan para los que murieron por causas relacionadas al muerte. agua, seguir los pasos del Sol para los guerreros y madres muertas en el parto, el Chichihualcuauhco para los bebes muertos donde eran amamantados mientras esperaban otra oportunidad de regresar al mundo, y el Mictlan gobernado por Mictlantecuhtli, su esposa y los demás dioses de la muerte y enfermedades donde iban a parar los que morían por causas naturales. Visitas Arqueológicas de México 14 L a participación de los dioses de la muerte en la formación del mundo fue muy variable según la cultura, es común la existencia de un antagonismo a la creación del mundo como lo que se relata en el Popol Vuh, o cuando Mictlantecuhtli impidió a Quetzalcóatl llevarse los mejores huesos de las generaciones pasadas para crear la nueva humanidad, llegándolo a matar y estropear los huesos que provocara que los defectos de las personas. Pero hay otro caso diferente relatado por los hopi, en el que su dios de la muerte Masawu fue el que ayudo a la humanidad a emerger de la tierra para entrar en la cuarta era que según su concepción es en la que vivimos. A pesar de la ausencia del mundo material, las familias le guardaban un gran respeto a sus difuntos los cuales recibían veneración con ofrendas de alimentos y flores, los cuales el alma de los muertos solo tomaban su aroma como alimento. Para conmemorar su memoria, se les asigno dos fechas para dedicarles ofrendas, el Miccailhuitontli dedicado a los muertos pequeños y el Xocotl Huetzi dedicado a los muertos mayores, ambas fechas estaban separadas por 15 días aproximadamente y se celebraban en el verano. Aquí encontramos un paralelismo con el O-bon en Japón que se celebra a sus muertos y que al igual que las celebraciones mexicas se celebra en julio o en agosto, dependiendo del calendario lunar. Con la conquista y evangelización de los indígenas, los religiosos cambiaron la fecha de ce- lebracion para el 1 y 2 de noviembre, días en los que en el calendario cristiano se le dedican a todos los Santos, con lo que se combinaron los ritos mesoamericanos con los católicos, enriqueciéndose esta tradición milenaria que sigue más viva que nunca. Federico Flores Pérez. Visitas Arqueológicas de México 15 Los 4 años hacia la nada y hacia lo esencial S i bien es cierto que las fuentes indígenas, en particular los nahuas, nos hablan de las moradas ultraterrenas: Ilhuicatl-Tonatiuh, Tlalocan-Tamoanchan, Mictlan, Chichihuacuauhco. No significa necesariamente que sean moradas definitivas, que se pasaba toda la eternidad en ellas. Las mismas fuentes nos hablan del misterio del Mictlan como el lugar de la muerte definitiva y de la desintegración del difunto, volviendo su conciencia a la nada más no así su esencia, la carga divina que posee. El paso por cada uno de los lugares del Mictlan significaban el desgaste de la conciencia del difunto hasta llegar finalmente la Ximoayan “el lugar donde están los descarnados” pues a lo largo de la travesía por los 8 lugares previos de un modo u otro se desgastaba, se destruía, se iba consumiendo el difunto, hasta que finalmente en el Chiconauhmictlampa o Chiconauhmictlan cuando finalmente llegaba allí se moría definitivamente se dejaba e existir, lo cual se reflejaba en la tierra entre los deudos como por medio de ceremonias memorando al difunto: cada veintena hasta llegar a 4 (80 días) luego al año, a los dos, a los tres y finalmente a los cuatro, llegado este tiempo se cortaban los vínculos con el difunto cuya figura pasaba a fusionarse a la de los ancestros o bien a la del héroe cultural. E l difunto, como un ser individual y consiente de su existencia dejaba de existir, pero ello no significa que se volviera a la nada todo lo que conformó. Recordemos que al ser creado el mundo los dioses dejaron parte de su ser o esencia en diversos objetos o seres que los caracterizaban en la tierra, por ejemplo Xólotl con los magueyes dobles, las plantas de maíz dobles o el axolote, las deidad dejó parte de su esencia en esos seres vivos que al morir volverán a donde nacieron a la tierra sufriendo un desgaste similar del cual la esencia del dios es lo que queda, a esto Alfredo López Austin hace llamar la “semilla-corazón”, la cual para recuperar fuerza divina debe estar en el anecúmeno por un tiempo siendo resguardada en el interior del Monte Sagrado, una vez que tiene la fuerza necesaria renacerá como otro ser vivo asociado a la deidad que lo creó (es decir que un axolote renacería en un maguey doble, por ejemplo) y esta misma condición sucedería con los hombres, el ejemplo del tránsito al Mictlan lo deja muy claro, mientras que en las otras moradas sucederían desgastamientos semejantes, por ejemplo, en el Ilhuicatl-Tonatiuh tras cuatro años los guerreros muertos acabarían de morir, de desgastarse y sus semillas-corazón tras un tiempo en el Monte Sagrado se convertirían en seres vivos asociados a Huitzilopochtli: como los son los colibríes, las mariposas o las águilas. Las mujeres muertas en parto quizá tuvieran un destino semejante, solo serían cihuateteuh por 4 años y luego de desgastarse sus semillas-corazón renacerían en otros seres asociados a Cihuacoatl-Quilaztli y los niños sacrificados a honra de Tláloc por 4 años serían tlaloqueh y luego también sus semillas-corazón renacerían de otros seres asociados a Tláloc, como el temible ahuizotl. El Monte Sagrado sería entonces el Huilohuayan “el término o paradero de todos los viandantes”, otra forma de nombrar a la región de los muertos pero la que a la par resguarda la esencia divina de la vida: las semillas-corazón. Si bien es cierto que podría recordarnos a la rueda del karma de las castas de India en la que se reencarna según un sistema de moral, la única diferencia es justamente la extinción, el degrade de la conciencia. Entre los nahuas la moral y la ética no rigen tu destino ultraterreno a como las religiones esotéricas monoteístas o las orientales sino otros factores como el designio del tonalpohualli y el modo de morir, el alma no trasciende porque para empezar el alma o la noción de tal no es una sino tripartita y con diferentes destinos a la muerte del individuo (en este caso comentaríamos el destino del teyolía, el tonalli iba a las moradas superiores y el ihíyotl a las del inframundo o se quedaba en la tierra como los temibles “aires”) eso lo describen bien las crónicas, algunos poemas de Nezahualcóyotl sobre el conocimiento de la región de los muertos y varios huehuetlahtolli. En Mesoamérica la concepción cosmogónica era enteramente cíclica, de la complementariedad de los opuestos, por tanto no es raro considerar esta forma de ver los ciclos de vida-muerte pues las mismas fuentes nos atisban al menos una parte de este proceso. Bibliografía: López Austin, Alfredo, Cuerpo Humano e Ideología, México, UNAM, 1989, p. 381 , Las razones del mito, México, Era, 2015, p. 94-97. León-Portilla, Miguel, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, México, UNAM, 2001, p. 303-305. Soustelle, Jacques, El universo de los aztecas, México, FCE, 1982, p. 142143. Sahagún, Bernardino, Historia General de las cosas de Nueva España, México, Porrúa (Sepán cuantos… 300), 1956. Gerardo Antonio Ramírez García. Visitas Arqueológicas de México 16 Visitas Arqueológicas de México 17 La Leyenda de la Llorona De acuerdo con lo que se escribe en fuentes históricas, más específicamente lo recopilado por Fray Bernardino de Sahagún, sus informantes indígenas le relataron la profunda preocupación y las angustias de Moctezuma al enterarse de la llegada de los españoles, lo cuál parecía confirmar los presagios funestos, ocho en total, que se habían presentado ante los mexicas desde diez años antes de la llegada de los españoles. Diez años antes de la llegada de los españoles a estas tierras, apareció en el cielo cosa maravillosa pero a la vez espantosa, apareció una llama de fuego muy grande y que terminaba en pico en la parte alta. Cuando el sol salía, esta llama aparecía al centro del cielo, donde el sol aparece al medio día, esto sucedió durante un año cada una de sus noches, cuando se le veía a media noche, toda la gente gritaba y se espantaba pues todos sospechaban que se trataba de un gran mal que caería sobre ellos. La sexta señal fue que de noche, el aire llevaba los lamentos en voz de una mujer que decía: “¡Oh mis hijos, ya nos perdimos!” Y otras veces decía: “¡Oh hijos míos, a dónde os llevaré?”. A partir de este relato, en la época de la Colonia se expandió la idea popular que esta mujer que lloraba y sollozaba se conocía como “la llorona”, y que seguía vagando por la Nueva España al consumarse la caída de los mexicas y la destrucción de Tenochtitlán, existen muchas variantes regionales en las que siempre, la mujer central dentro de la leyenda es el antiguo espíritu que lloró a las puertas de México-Tenochtitlán. Fuente: Historia General de las Cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagín. VisitasArqueológicas Arqueológicasde deMéxico México Visitas 18 18 Visitas Arqueológicas de México 19 La Catrina y El día de muertos L a Catrina como símbolo popular de la muerte (o uno de los símbolos dentro de toda la cosmovisión y cultura mexicana frente a la muerte) fue bautizada como tal por el muralista Diego Rivera (1886-1957), y aunque en sus obras encontramos representaciones de esta dama blanca elegante y delgada, no fue el primero en incluirla en su obra, ya que fue José Guadalupe Posada (1852-1913) el precursor de esta representación. La palabra “catrín” se utilizaba en aquel tiempo para referirse a un hombre de la aristocracia de los siglos XIX y principios del XX, bien vestido y elegante, y “catrina” era la dama que le acompañaba, de ahí que Diego Rivera le cambiara el nombre a la “Calavera Garbancera”, rebautizándola como “Catrina”, apelativo con el que se ha popularizado hasta nuestros días. La historia de La Catrina empieza durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. En estos periodos, se empezaron a popularizar textos escritos por la clase media que criticaban tanto a la situación del país como de las clases privilegiadas. Los escritos, redactados de manera burlona y acompañados de dibujos de cráneos y esqueletos se empezaron a reproducir en los periódicos llamados de combate. Las Catrinas también estuvieron acompañadas en los periódicos por las famosas calaveras. Las calaveras literarias, son composiciones en verso tradicionalmente mexicanas que en vísperas del día de muertos se suelen escribir como otra de las manifestaciones de la cultura popular para hacer burla tanto a los vivos como a los muertos, y recordar que todos nos vamos a morir. Están escritas con un lenguaje satírico o burlesco y son textos muy breves pero que reflejan todo el espíritu y festividad del mexicano frente a la muerte. Hoy en día se acostumbra que desde que los niños son pequeños, en la escuela, hagan burla o crítica de algún personaje o situación de interés general o moda con este formato. Para saber más: La Catrina: Una imagen para la eternidad, Ingrid Fugelli Gezan. Visitas Arqueológicas de México 20 Visitas Arqueológicas de México 21 El Pan de Muerto Comer ‘muertos’ es para el mexicano Los españoles elaboraban un pan un verdadero placer, se considera la de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo, antropofagia de pan y azúcar. simulando la sangre. Así surgió el pan de muerto. José Luis Curiel El pan de muerto , que es para los mexicanos un verdadero placer, tiene Monteagudo, en su libro “Azusu origen en la época de la Conquis- carados Afanes, Dulces y Panes”, comenta: “ Comer muertos es ta, inspirado por rituales prehispápara el mexicano un verdadero nicos , y hoy en día es uno de los placer, se considera la antropofacomponentes más importantes de gia de pan y azúcar . El fenómeno las ofrendas dedicadas a los Fieles Difuntos. Las poblaciones mexicanas se asimila con respeto e ironía, se desafía a la muerte, se burlan de especialmente del centro y sur del país han tenido un gusto particular ella comiéndola”. por ese pan de fiesta, pan dedicado a los difuntos que regresan a reencon- Otros historiadores han revetrarse con sus familias el 31 de octu- lado que el nacimiento de ese bre, 1 y 2 de noviembre, de acuerdo pan se basa en un rito que hacon la tradición de “Día de Muertos” cían los primeros pobladores de que se ha heredado de generación a Mesoamérica a los muertos que generación desde hace varios siglos. enterraban con sus pertenencias. S En el libro “De Nuestras Tradiciones” se narra la elaboración de un pan compuesto por semillas de amaranto molidas y tostadas, mezclado con sangre que se ofrecían en honor a Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehuetéotl. También hacían un ídolo de Huitzilopochtli de “alegría”, al que después encajaban un pico y, a manera de sacrificio, le sacaban el corazón en forma simbólica , pues el pan de amaranto era el corazón de ídolo. Luego se repartían entre el pueblo algunos pedazos del pan para compartir la divinidad. Se cree que de allí surgió el pan de muerto, el cual se fue modificando de diversas maneras hasta llegar al actual. El pan de muerto tiene un significado, el círculo que se encuentra en la parte superior del mismo es el cráneo, las canillas son los huesos y el sabor a azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos. e cree que de allí surgió el pan de muerto, el cual se fue modificando de diversas maneras hasta llegar al actual. El pan de muerto tiene un significado, el círculo que se encuentra en la parte superior del mismo es el cráneo, las canillas son los huesos y el sabor a azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos. Esos panes son clasificados de la siguiente manera: Antropomorfos, son aquellos que representan la figura humana. Zoomorfos, aquellos que tienen figura de animales como aves, conejos, perros, mariposas, alacranes y peces, entre otros. Son característicos de Tepoztlán, Mixquic e Iguala de Telolapan. Fitomorfos, son representaciones de diversos vegetales como árboles, flores, enramadas, y otros. Mitomorfos, aquellos en que la forma no se identifica como figura humana, vegetal o animal, sino que representan seres fantásticos. Fuente: La flaca vino, la flaca pasó, ¿y el pan de muerto?, ¡la flaca se lo comió!, de buena semilla, de buena cosecha. Receta: http://www.mexicodesconocido.com.mx/pan-demuerto.html Todos tienen unos cuatro o seis huesos, con o sin representación del cráneo: Azucarado (el más común y comercial en el centro del país, pan sencillo espolvoreado de azúcar) Tradicional (pan sencillo) Con ajonjolí de Puebla (pan sencillo con semillas de ajonjolí) Azucarado de la Mixteca (azúcar roja para las ofrendas) Pan de yema de Oaxaca De vainilla o naranja Con pan de chocolate (cubierto de azúcar) Con cubierta de chocolate (pan de chocolate y cubierta de chocolate) Relleno con figuras (pan azucarado relleno con calaveras, similar a la Rosca de Reyes) Figuras de muertos con adornos de vacas con leche de chocolate “El muerto al hoyo y el vivo al bollo”. Visitas Arqueológicas de México 22 Visitas Arqueológicas de México 23 Receta -1 kilo de harina. -30 gramos de levadura instantánea. -10 gramos de Maximix 40 (acelerador que se encuentra en cualquier tienda donde se venden ingredientes para panaderías). Opcional. -300 gramos de azúcar. -5 gramos de sal. -8 huevos. -100 gramos de mantequilla. -80 gramos de manteca vegetal. -200 mililitros de agua (1 taza). Preparación: Mezcla la harina con la levadura en el Maximix 40. Forma una fuente y en el centro añade la sal, el azúcar y la mantequilla. Posteriormente, agrega poco a poco los huevos, mezclando a la perfección. Agrega agua y amasa de 30 a 40 minutos o 15 minutos en la batidora con el gancho especial. Deja reposar la masa hasta que doble su tamaño. Después, dale forma a los panes, decorándolos con huesitos hechos de la misma masa o con unas figurillas que parezcan muertitos. Unos se embarran con una mezcla de huevo y agua y se espolvorean con ajonjolí, los otros se espolvorean con azúcar. Mete la pieza en el horno precalentado a 180º C, y mantenla durante 25 minutos o hasta que estén cocidos. Esto se sabe cuando al pegarles por la parte de abajo, suene hueco. Los Tzompantli de México- Tenochtitlan, Edificios del culto a la muerte E n México-Tenochtitlan existían un sinfín de edificios distribuidos a lo largo y ancho del recinto ceremonia todos ellos con diferentes funciones: administrativos, habitacionales y rituales. Fray Bernardino de Sahagún, afamado fraile franciscano, describe en su magna obra “Historia General de las Cosas de Nueva España” cada uno de ellos, contabilizando en total 78 edificios. En esta ocasión hablaremos de la serie de edificios rituales donde se espetaban las cabezas de los sacrificados: el tzompantli. Estos edificios tenían la función de exponer la cabeza de aquellos cautivos muertos en sacrificio. Después de que el cautivo era muerto en el gran Cu de Huitzilopochtli, los sacerdotes degollaban su cabeza, posteriormente era descarnizada la cabeza, vaciada la masa encefálica, los parietales eran agujerados con herramientas punzo-cortantes (probablemente navajas y cuchillos de obsidiana) y finalmente eran colocados y expuestos en hilera mediante un palo de madera de forma horizontal. De acuerdo a las crónicas, me parece interesante la descripción realizada por Fray Toribio de Benavente y Motolinia en su obra. tas, y de seiscientas en seiscientas y en algunas partes de mil en mil calaveras; y en cayéndose una de ellas ponían otras, porque valían muy barato; y en tener aquellos tendales muy llenos de aquellas cabezas mostraban ser grandes hombres de guerra y devotos sacrificadores a sus ídolos. Sin lugar a dudas, este edificio fue muy importante para los mexicas, ya que, además de ser un culto directo a la muerte, servía como una demostración del carácter y perfil belicoso y guerrero de los mexicas cuyo resultado daba para pensar dos veces antes de sublevarse a algún pueblo o gobernante sometido. Las cabezas de los que sacrificaban, especial de las tomadas en guerra, desollabanlas, y si eran señores o principales personas los así presos, desollabanlos con sus cabellos y secabanlas para guardar. De esta había muchas al principio; y si no fuera porque tenía algunas barbas, nadie juzgara si no que eran rostros de niños de cinco o seis años, y causabanlo estar, como estaban, secas y curadas. Las calaveras ponían en unos palos que tenían levantados a un lado de los templos del demonio; de esta manera: levantaban quince o veinte palos, más o menos de largo de cuatro a cinco brazas fuera de tierra, y en tierra entraba más de una braza, que eran unas vigas rollizas apartadas unas de otras cuando (como) seis pies y todas puestas en hileras, y todas aquellas vigas llenas de agujeros; tomaban las cabezas horodadas por las sienes y hacían unos sartales en otros palos delgados pequeños y ponían los palos en los agujeros que estaban hechos en las vigas que dije y así tenían de quinientas en quinienVisitas Arqueológicas de México 24 Visitas Arqueológicas de México 25 Recopilado por: Gerardo Orozco Bibliografía: Historia General de las Cosas de Nueva España. Fray Bernardino de Sahagún. Colección “Sepan Cuantos”, Edit. Porrúa. 2006. México. Historia de los Indios de la Nueva España. Fray Toribio de Benavente. Edit. Dastin, S.L. 2003. España. Lección 2 Palabras para Aprender en está segunda lección Kema Amo Amo nikmati Pantzin Inin Inon Papalotl Visitas Arqueológicas de México 26 Visitas Arqueológicas Arqueológicas de de México México Visitas Sí No No lo sé Pan Ese, esa Aquél, aquella, el, la. 27 27 Pronombres Ligados Estos pronombres siempre irán acompañados de un verbo, y en caso de hacer referencia al verbo “ser” podrán llevar un sustantivo. Ejemplo de Intransitivo Mauiltia - jugar. Ejercicio. La tercera persona del plural y del singular se escribe sólo el verbo, y en el caso del plural, luego del verbo se sufija una “-h”. Existen dos tipos de verbo los transitivos, y los intransitivos. Conjuga los verbos que se te piden (todos están escritos en la tercera persona del singular) Nemi (vivir/andar): Él/ella vive/anda. Patlani (volar): Él/ella vuela. Miki (morir): Él/ella muere Los primeros siempre hablarán de un objeto directo, y para ellos es necesario agregar una marca de objeto, que responda la pregunta ¿Qué? o ¿Quién?; y los intransitivos no necesitan de tal marca, solo se conjuga el verbo, con el pronombre ligado. Autor: Victor Gutiérrez Visitas Arqueológicas de México Visitas Arqueológicas de México 28 29 CALAVERA PARA VAM Un día común la muerte malhumorada estaba, pues hacía tiempo recorridos organizaba, y no atraía a muchas almas. La muerte entusiasmada por ser guía en el profundo Mictlán, sin nadie que la escuchara, desolada se sentía, porque el poco público solo a llorar iba. Entonces, decidió salir a despejar su mente, para ver si en las ruinas arqueológicas, una solución se hacía presente. Observando el paisaje estaba, la huesuda sentada en un basamento, cuando un par de guías y su grupo se acercaron a apreciar el monumento. La hueca mirada puso atención a los presentes: Arvin y Gerardo que dirigían el contingente. La voz fuerte de Arvin se escuchó con gran estruendo. -¡No se atrasen señores, que tenemos poco tiempo! Autor: Magally Castilla Jacuinde Corrección de estilo: Lidia Castilla Jacuinde Visitas Arqueológicas de México 30 Gerardo, para amenizar el recorrido, Dijo a viva voz; - ¡Si hoy gana el América, los pulques los disparo yo! Desesperado estaba Arvín, porque ya se hacía de tarde, pero con un cigarro y una coca, consiguió apaciguarse. Todos gritaron de contentos, y desde el fondo se escuchó: -¡Viva el pulque y el tío Gerardo! ¡Hey, oh, let´s go! Detrás de unos arbustos, salieron los niños corriendo, transparentes del susto, por una broma que Alan les había hecho. Quien dirigía la porra, era nada menos que Al estar todos reunidos, Gerardo exEnrique, conocido era por poner el desorden siem- clamó; -¡Les vamos a hacer preguntas, pre. a ver si pusieron atención! El grupo continuó caminando Karla, comiendo una torta sin advertir a la muerte que los seguía, hizo la que no escuchó, cada vez más convencida, que a sus recorridos les faltaba esa alegría. y Carlos con su cámara en mano, como un flash desapareció. A la sombra de un árbol, Para animar la participación, todos se sentaron los guías dieron regalos. menos Hugo y Sonia, -Quien responda correctamente, porque sus hijos se les extraviaron. será el afortunado. Como Sonia no los encontraba Neto, alzó la mano a la primera, se puso a cantar, para Arvin y Hugo, pero Arvin ni lo peló, que es el tepalcatero oficial. y por decir fuerte la respuesta, Tania y Marilú, los fueron a buscar, Máximo se lo llevó. mientras Gabriel imaginaba, En la segunda pregunta, la pulquería a la que iba ir a parar. el regalo se tuvo que rifar, pues aunque muchos hablaron todos contestaban mal. Visitas Arqueológicas de México 31 Al terminar, los aplausos sonaron con un gran eco, y las panzas de todos, los que ya estaban famélicos. A su paso por el pasillo cada uno en su asiento tembló, dirigiéndose a los viajeros de VAM, estás palabras pronunció; En cada zona visitada se toma foto grupal. Al grito de… ¡Sí cabemos! Que ya es costumbre escuchar. -Me sorprende que no me hayan descubierto. Desde hace horas, los he estado siguiendo. Todos reunidos caminaron al camión, donde Salvador, el chofer, los esperaba con su autobús, “El halcón”. Me agrada este grupo y sus guías en especial, y por eso este autobús se va derechito al Mictlán. Cada uno en su asiento iba con gran emoción, a comer cecina y queso, que Fernando recomendó. La muerte observaba atenta cómo todos convivían, con guadaña en mano afirmaba que al Mictlán a todos se llevaría. La muerte con gusto aceptó, pero con una condición. Que ella sería la guía, y que en su revista, le dicarían una publicación. Ahora todos pasean por el Mictlán felices, saludando a sus parientes muertos y a una que otra, deidad ilustre. Tomando selfies con Mictlantecutli, tepalcateando restos del inframundo, esperando que el “wifi” se active para subir a Facebook las fotos del otro mundo. Ipso facto los oyentes dejaron de temblar, al saber que el lugar de sus ancestros iban a visitar. Los guías se emocionaron por ir a ese sagrado lugar, aunque sabían que no habría chelas, ni “OXXO popular”. Sentados Joel y Víctor, en los lugares del final; a un lado de Kike y Jorge, vieron a la muerte pasar. Todos en mutuo acuerdo decidieron viajar, aclarándole a la muerte, que pasando día de muertos, tendrían que regresar. Uriel tomando agua de horchata de un grito la escupió, tan visible estaba la calaca, que Ale, escalofríos le dio. Autor: Magally Castilla Jacuinde Corrección de estilo: Lidia Castilla Jacuinde Karen se puso pálida y enseguida se desmayó, Sebastián su novio, del susto se vomitó. Visitas Arqueológicas de México 32 Visitas Arqueológicas de México 33 Rondando por la calle a la huesuda encontré, donde vas flaquita chula, mi atención yo le brindé. Voy tras unas almas que a mi casa llevaré, pero por irme de farra no recuerdo donde las dejé. Unos viajeros yo vi allá por Parque Victoria, una de ellas identificada como Sonia, la Cantadora. A dónde van tan contentos, sonora se oyó su voz, vamos a un largo viaje quizá sin vuelta atrás a donde nos lleve Chava ese, ése sí sabe llegar. Perdiéndose a lo lejos el camión se retiró, cubriéndose de sombras que la noche regaló. De camino hacia el Mictlán el camión se preparaba, mientras Enrique, el Tocayo, una ronda nos pasaba Gabrielito muy contento ya la ropa se quitaba, tranquilo le dijo Hugo mientras el atole derramaba. Uriel, desconcertado por aquel pequeño susto, ya nada pudo hacer mejor se murió de gusto. De chocolate el atole que a sus piernas derramó, mejor écheme una chela, no amigo de eso ya no sobró. Arvin enojado nos bajó a callar la boca, ya dejen dormir a la gente me van a meter en bronca. Salud se escuchaba anoche en la casa del mezcal el grupo traía cuerda no los podían parar. Tío Gerardo se quedó a acompañar la velada, pero también resintió la cruda por la mañana. A los fiesteros de anoche Arvin les advirtió que si temprano no estaban al panteón los mando yo. Autor: Joel Páez V. Octubre 2015 Visitas Arqueológicas de México 34 El calendario Azteca, anuncia ya días de fiesta en el Mictlán 1 y 2 de noviembre días que celebrar todos los reinos invitados están. Como pudimos algunos a comer nos alistamos, chocolate y pan de yema que con gusto disfrutamos. Oaxaca recorrimos y sus sitios disfrutamos, pero la flaca llegó con su manto a cobijarnos. Al panteón los llevaré y no podré soltarlos, por viajeros los metí y jamás podrán mirarlos. Asustados todo el mundo uno a otro se miraba, a visitas arqueológicas la flacucha se cargaba. No nos lleves le gritamos, danos tregua esta noche, prometiendo que mañana un sacrificio le dábamos. Ya de vuelta en la ciudad el camión quedó varado, que bueno que fue sueño que a la flaca nos topamos. No fue sueño dijo la Parca, ya están aquí en mi morada por borrachos y fiesteros se les acabo la plata. No pudieron viajar más a los sitios que tanto amaban, pues ahora en el Mictlán ya sus almas descansaban. Prepárense todos; gritando los Aztecas van desempolvando los trajes que usarán qué Día de Muertos está por comenzar y todos los Dioses invitados están. Totonacas, Zapotecas, Mayas, Olmecas y Mixtecas acaban de llegar, Ometeotl y Kukulkán descendiendo del cielo están Huitzilopochtli, enciende ya el copal. Quetzalcoatl se encuentra ya en el Teocalli de Tenochtitlan Xipe-Totec organizando el festín está Tlaloc y Ehécatl comienzan a tocar… El huehuetl y el Teponaztli empiezan a resonar. Tezcatlipoca anuncia ¡ya son las doce es hora de comenzar! ¡Que Día de Muertos hay que celebrar! “¡Entre flores, ofrendas, danzas y canciones Nuestras tradiciones hay que celebrar!!” Autor: Lidia Ofelia Vargas Ibañez. Visitas Arqueológicas de México 35 Día de Muertos en Pomuch, Campeche. D onde los muertos cobran vida. Cuenta la historia que en un día en el poblado llegaron unos visitantes españoles, los cuales vieron a unos nativos mayas lavando cerca de un cenote (actualmente se ubica en el centro del poblado) y entonces les preguntaron a las mujeres mayas que como se llamaba ese lugar en el que se encontraban, las mujeres pensaron que les estaban preguntando que hacían y ellas respondieron en su lengua natal que estaban lavando (Tin-Poo=lavar) y después los españoles preguntaron que que eran esos animalitos estaban cerca del cenote y a lo que ellas respondieron much( sapos) y es por eso que los españoles le pusieron el nombre de Tix-Pocmuch, y con el paso del tiempo fue llamado Poc-Much, hoy conocido Pomuch. La Villa de Pomuch, pertenece al municipio de Hecelchakan del Estado de Campeche. Sus límites territoriales son con el vecino municipio de Tenabo, la ciudad de Hecelchakan, con la Sierra madre occidental y con el pueblo de Dzodzil. Pomuch, donde los muertos no espantan, donde en lugar de tener miedo a los muertos se les venera y se les espera ansiosamente... donde los rituales mayas cobran vida y aun se conservan; donde podemos mirar a una población devota y llena de fe; ahí donde una vela encendida puede significar mucho mas que respeto, donde aun se les teme a los amiguitos del monte (aluxitos) y se les agradece; un lugar lleno de misterios y encantos. Pomuch cuenta con numerosas tradiciones y costumbres, entre ellos se encuentra el mas conocido por el mundo “ El dia de muertos”, en donde la gente se dirige a las pequeñas casitas en el cementerio para limpiar los restos óseos de sus familiares mas cercanos. DIA DE MUERTOS “Porque he de tener miedo, si los muertos no espantan, además que mas me puede hacer mi madre”, palabras de una persona limpiando los restos óseos de su madre ya fallecida en Pomuch. El día de muertos en la Villa de Pomuch se celebra el 1 y 2 de Noviembre, pero antes de esos día, la gente acostumbra ir al cementerio a limpiar los restos óseos de sus familiares cercanos y queridos, los cuales son depositados en cajitas de maderas en los osarios, llevan entre manos escobas, brochas, para hacer la limpieza de estas casitas de todos colores y tamaños. Toda la gente que realiza este ritual lo hace con mucha devoción y con mucho amor, ya que es un forma de acordarse de sus queridos que se han adelantado de nosotros y que en un futuro no muy lejano estaremos acompañandolos. El día de muertos se realizan rezos dedicados a los muertos, el primer dia, el cual es dedicado a los difuntos pequeños “pixanitoa” en el altar se acostumbra poner comida, refrescos, pero sobre todo dulces y en algunas casas se colocan los juguetes de los pequeños difuntos. El día de los grandes, en la mayoría de las casas se acostumbra a a hacer los tradicionales pibipollos, los cuales son colocados en los altares, también se pone, agua, refrescos, cigarrillos, alcohol, flores, y entre otras cosas que acostumbraba el difunto comer o tomar en la vida terrestre. Para algunos, el ritual de limpiar los huesos de los difuntos resulta extraño, pero para los habitantes de la comunidades una tradición que debe perdurar. La celebración da inicio con varias semanas de anticipación , lapso en el que las personas mayores, los abuelos y abuelas, así como los papás toman año con año el control del acontecimiento. Las abuelas comienzan los bordados sobre telas blancas utilizadas para realizar el cambio de paños de los huesos de sus ancestros, mismas que representan “la ropa” del difunto y deben ser nuevas cada año o de lo contrario no volverá. La limpieza es meticulosa e incluye el uso de escobas y brochas, además de que se cuenta con una cajita de madera para la colocación final de los restos. El aseo empieza por las extremidades inferiores y termina con el cráneo , mismo que se coloca sobre los demás huesos. Recopilado Por: Ernesto Hernández. Fuente: ~Hecelchakán: Historia, Geografía, Cultura... Mario Heberto Aranda González, Editorial: Conaculta/DGVC, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Instituto de Cultura de Campeche Lugar de edición: Hecelchakán, Campeche Año de edición: 2003. La limpieza es todo un ritual, ya que se comienza a limpiar por los huesos de las extremidades inferiores y se termina con el cráneo, que es aquel que va sobre los demás huesos. En el cementerio es curioso observar muchísimos osarios y en los cuales lo primero que vemos son los cráneos, a los cuales los rayos de sol le da un poco de luz. Visitas Arqueológicas de México 36 Visitas Arqueológicas de México 37