Boletín de los Esteros Noticias de la Reserva Natural del Iberá, Corrientes, Argentina Conservación Centro de rescate y re-cría de osos hormigueros ........................ pág. 02 Los pecaríes se asientan en la Reserva Natural Iberá ............ pág. 03 El regreso del guacamayo rojo al Iberá ............................................ pág. 04 Amenazas Invasores del Iberá .............................. pág. 06 Investigación Los tuco-tuco en el Iberá ................ pág. 08 Cultura Karai Octubre ....................................... pág. 09 Historias del Iberá Tita y el Ecotaller Timbó ................. pág. 10 Novedades La Fundación Leonardo Di Caprio se une al proceso de restauración ecológica del Iberá ............................. pág. 12 Número 26, Septiembre de 2015 Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 Conservación Centro de rescate y re-cría de osos hormigueros “Eran las 10 de la noche de un martes. Gustavo Solís, el etc), osos encontrados próximos a caminos o rutas, pero veterinario, nos avisaba que en media hora estaría lle- la historia que más se repite es la de ositos como Linda gando. No estaba solo, volvía del Norte Argentino con y como tantos otros que quedaron huérfanos luego de dos ositos hormigueros recién rescatados, una hembrita que mataran a su madre. de unos cuatro meses de la localidad de Morillo, Salta Este año nos hemos enfrentado a grandes desafíos. y un machito de tres meses de Campo Gallo, Santiago En mayo ingresó Gaia, una hembrita muy pequeña que del Estero, que se sumaban a los nueve osos ya rescata- apenas pesaba 1,1 kg cuando llegó. No tenía más de dos en lo que va del 2015.” 10 días de vida. La habían llevado a la Reserva Natural Desde el año 2007 funciona en la Estación Biológica Formosa desde donde dieron aviso para rescatarla. A su Corrientes, el Centro de Rescate de Osos Hormigueros madre… quién sabe… muy probablemente la hayan como parte del Proyecto de Reintroducción de la es- matado, ya que una cría de ese tamaño nunca andapecie en los Esteros del Iberá. Desde entonces y hasta ría sola. estos últimos ositos, Bronco y Linda, llegados el pasado Más adelante nos avisan de otro más, esta vez de 28 de julio, ingresaron ininterrumpidamente al centro origen santiagueño. El rescate no fue fácil, ya que la y de distintas procedencias y variados e inimaginables persona que la tenía se rehusaba a entregarla y muchas estados de salud un total de 79 osos: osos atropellados, veces tratan de ganar unos pesos comercializando el aniosos con heridas de distinta índole (machetes, escopetas, mal. Finalmente, luego de una larga charla, decidieron Gaia el día que llegó. En la Reserva Formosa le habían prestado un osito. 2 Luli muy decaída el día que llegó al centro de rescate. Guichi, la cuidadora, alimentando a Tomás. Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 entregarla. Es muy importante contar con paciencia la problemática de la especie para que esa misma persona se sume a nuestra lucha. Lamentablemente Luli, como la habían llamado, había sido mordida por perros y las heridas ocasionadas fueron de gravedad y solo pudo sobervivir dos días. A Gaia y a Luli le siguieron Tomás, Tuqsa, Carla, Rocío y tantos otros. Nuestros días transcurren entre estufas y mamaderas. Los osos bebés son como bebés y su alimentación y cuidado no difieren mucho de los de un humano. Mamaderas cada 3 o 4 horas, control de la Ofreciendo leche maternizada a Catí, una hembrita que llegó muy asustada. temperatura de sus recintos, pasar mucho tiempo con ellos, sacarlos a tomar sol y tratar de minimizar el estrés propio de estar sin su mamá entre tantos otros cuidados. Llegamos a dar hasta 44 mamaderas por día, todo un reto! Hoy estos ositos tienen una segunda oportunidad, y si siguen creciendo sin problemas como hasta hoy, pronto estarán listos para ser llevados a su nuevo hogar, los Esteros del Iberá! Por Alicia Delgado, bióloga, responsable del centro de rescate y re-cría de osos hormigueros de CLT. Conociéndonos… Los pecaríes se asientan en la Reserva Natural Iberá En nuestro último boletín comentamos la liberación del primer grupo de pecaríes de collar en la reserva Rincón del Socorro, situada junto a la localidad de Colonia Carlos Pellegrini. Los pecaríes son pequeños parientes de los cerdos que habitaron la región de Iberá hasta principios del siglo XX. El naturalista francés d’Orbigny— quien posiblemente nos ofrece la mejor descripción de 3 la fauna del Iberá—nos habla de grandes grupos de estos animales en la región. Estos animales eran comunes en los tipos de bosque de Corrientes: el bosque chaqueño, el espinal y la selva paranaense. Desde aquel boletín, en que hablábamos de ocho pecaríes viviendo libres en la zona, falleció una hembra a las pocas semanas. Pensamos que no supo encontrar Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 suficiente alimento en su nuevo hogar y que justo eso coincidió con los pocos días de frío de este invierno. Afortunadamente, los siete animales restantes han logrado aclimatarse bien a la zona, están aprendiendo a identificar los alimentos locales—especialmente tubérculos—y actualmente se les ve sanos y confiados en dos grupos. En uno está un macho dominante y cinco hembras, y en otra zona cercana vive un macho juvenil que optó por separarse del grupo principal. Esta primera experiencia de liberación de pecaríes nos da confianza de que se puede traer de vuelta a este animal desaparecido, por lo que esperamos seguir liberando más grupos hasta que la especie logre asentarse definitivamente en el espinal correntino. Por Ignacio Jiménez Pérez, coordinador general de los programas de recuperación de fauna amenazada y monitoreo ecológico de CLT. Pecaríes de collar en las instalaciones de cuarentena construidas en Corrientes. El regreso del guacamayo rojo al Iberá En la República Argentina se han extinguido tres especies de guacamayos en los últimos dos siglos. Dos de ellos, los más grandes y vistosos, el Guacamayo Rojo (Ara chloropterus) o ‘’guaá-pytá’’ para los guaraníes, y el Guacamayo Violáceo (Anodorhynchus glaucus) o ‘’guaáhovy’’ fueron habitantes de los campos con isletas de selva, palmares y las selvas que acompañan los ríos de la provincia de Corrientes y otros sectores del Noreste Argentino. Tal como ocurrió en otros asentamientos tempranos de colonización europea en el Caribe y Sudamerica, las 4 poblaciones de los guacamayos fueron rápidamente exterminadas. Por ejemplo, de un total de 25 especies de guacamayos, 9 están extintas. Las ocho especies de guacamayos de las islas del Caribe se extinguieron primero debido a sus pequeños tamaños poblacionales. Y luego se extinguió el Guacamayo Violaceo de nuestra región. Los guacamayos fueron desde siempre utilizados por los pueblos originarios tanto para su consumo, compañía y para ornamentos siendo las plumas de la cola muy codiciadas por su gran tamaño y colorido. Con la llegada de los europeos fueron además perseguidos Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 para enviarlos al viejo continente como mercancía, también muy codiciada, y luego sus poblaciones diezmadas no escaparon al proceso de defaunación que sufrió la provincia de Corrientes que incluyó la extinción local de otras poblaciones de grandes animales como tapires, lobo gargantilla, y el yaguareté. Hoy en día las escasas poblaciones de guacamayo rojo más cercanas a Corrientes se encuentran hacia el norte, a más de 300 kilómetros y por fuera de las áreas protegidas adecuadas que podrían sostener su viabilidad a largo plazo. Desde el punto de vista ecológico, la perdida de los guacamayos, y la de otros grandes frugívoros del monte como el muitú y el tapir, seguramente tuvo sus consecuencias sobre el funcionamiento de las islas de monte 5 o mogotes en la región. Estas islas de monte no solo tuvieron que soportar el uso extractivo de madera por parte del hombre y la presión ejercida por el ganado, sino que además, las especies de plantas con grandes frutos habrán limitado su capacidad de dispersión, impidiendo además recolonizar zonas degradadas. Con el objeto de restaurar estos procesos ecológicos, surgió el proyecto de restauración de las poblaciones de grandes frugívoros en el Iberá, donde el Guacamayo Rojo ha tomado un papel protagónico desde 2014 (ver nota en página 4 del Boletín de los Esteros 19, diciembre de 2013, en www.proyectoibera.org/download/boletines/boletin_19.pdf ). Hacia finales del año 2014 comenzamos un trabajo de coordinación entre varias instituciones, y logramos impulsar una red de cría ex-situ, sustentada por parques ecológicos, centros de custodia y zoológicos de todo el país, que mantienen individuos reproductivos de guacamayo rojo en cautividad. Los participantes de esta red se comprometieron a producir guacamayos para el proyecto de reintroducción. El Centro de Conservación de Fauna Silvestre “Aguará” de la provincia de Corrientes, es quien recibe los guacamayos que poco a poco van enviando los miembros de la red, hasta completar hoy en día los 11 individuos. En la segunda mitad de este año 2015 comenzamos la siguiente etapa de esta experiencia de restauración. La idea es instalar en el portal norte de los Esteros del Iberá una jaula de aclimatación para realizar una liberación experimental de un primer grupo de guacamayos rojos que serán monitoreados a través de la colocación de equipos de telemetría. Durante dos meses, los primeros rojos estarán en la jaula de pre-liberación, consolidando sus habilidades de vuelo y recibiendo un entrenamiento en la identificación y consumo de frutas nativas. Esperamos que pronto Corrientes abra sus puertas para el regreso de “un grande” a nuestro país, luego de 200 años de ausencia. Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 Por Igor Berkunsky y Adrián S. Di Giacomo, investigadores del CONICET, expertos en biología de la conservación de aves, y coordinadores del Proyecto de Reintroducción Experimental del Guacamayo Rojo en la provincia de Corrientes. Igor cuenta con más de 15 años de experiencia en proyectos de investigación y conservación de guacamayos y loros. Trabajó casi diez años en el Impenetrable con el Loro hablador, y actualmente coordina proyectos de conservación con loros y guacamayos junto a otras ONGs como CLT, World Parrot Trust y Aves Argentinas. Igor es además el Coordinador Regional del Grupo de Especialistas en Psitácidos de la Unión Mundial de Ornitólogos. Adrián actualmente dirige el Laboratorio de Biología de Conservación en el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL-CONICET-UNNE) en Corrientes, donde se desarrollan líneas de investigación sobre especies amenazadas del NEA. Inició su carrera en la organización Aves Argentinas donde fue Director de Conservación, y luego Director Científico, impulsando iniciativas como el Programa de Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves en Argentina (AICAs), el Programa de Becas Conservar la Argentina, y planes de acción de especies amenazadas de pastizal. Amenazas Invasores del Iberá Desde que el hombre comenzó a dispersarse a lo largo y son la provisión regular de agua de buena calidad, la ancho del globo, ha trasladado consigo especies anima- purificación del aire, la prevención de inundaciones, la les y vegetales. Algunas fueron llevadas adrede, ya que polinización, entre muchos otros. son utilizadas por nosotros como fuente de alimentos, Las especies exóticas invasoras producen también de medicinas, como medio de transporte, como mas- grandes pérdidas económicas y problemas en la salud cotas, etc. Muchas otras fueron transportadas en forma humana. Se ha estimado que las especies exóticas invaaccidental. A veces sucede que algunas de estas especies soras producen pérdidas anuales por el valor del 5% de introducidas, pueden comenzar a vivir y reproducirse la economía mundial, es decir 1,4 trillones de dólares sin intervención del hombre, escapando a su control, es- al año (240 dólares per cápita por año). En el litoral de tableciéndose en ambientes silvestres e iniciando así una Argentina, por ejemplo, fue introducido en forma acinvasión biológica. A estas especies se las conoce como cidental el mejillón cebra (oriundo de Asia), el cual se exóticas invasoras y son causantes de graves problemas ha dispersado por el río Paraná, donde invade y tapona ambientales. De hecho, se cree que su presencia es la cañerías de distribución de agua y desagües, debiéndosegunda causa de extinción de especies a nivel global y se invertir decenas de miles de pesos en su control. El se estima que la mitad de las extinciones documentadas mosquito que transmite el dengue, del cual se han dede vertebrados en tiempos históricos ha sido causada tectado numerosos casos en nuestro país, ha sido intropor la presencia de exóticas invasoras. Cuando las es- ducido desde África, de donde es también originaria la pecies nativas se extinguen y las exóticas proliferan los enfermedad. Las especies exóticas invasoras al eliminar ecosistemas comienzan a funcionar mal y ya no pueden y reemplazar a las especies nativas y al cambiar los paisaproveer con eficiencia servicios ambientales clave como jes que dieron origen a las expresiones culturales locales, 6 Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 7 producen también la pérdida de estas expresiones, las cuales van desapareciendo poco a poco. Si las especies exóticas invasoras producen gravísimos daños ambientales, económicos, en la salud humana y en la cultura, ¿por qué son escasas las iniciativas para eliminarlas?. En primer lugar, porque la mayoría de estas especies se encuentran tan bien establecidas que su erradicación es sumamente costosa y por lo tanto inviable. En los mejores casos, sólo podemos intentar reducir sus números para así, minimizar los impactos que producen. Pero también es muy cierto que no todas las personas visualizan a las exóticas invasoras como un problema y no poseen una idea de conflicto asociado a estas especies. Incluso, pueden ser valoradas desde un punto de vista social, cultural y económico. Esto es muy notorio, por ejemplo, con ciervos colorados y salmónidos en Patagonia. Por último, el control o erradicación de exóticas invasoras se lleva adelante a través del sacrificio de individuos, lo que genera reacciones de grupos defensores de los derechos animales y vegetales. En este sentido, todos los planes de control o erradicación de exóticas invasoras deben realizarse a través de métodos de remoción identificados como humanitarios, que no produzcan el sufrimiento del individuo a ser eliminado. A pesar de que el Iberá es un humedal muy extenso que posee en general un buen estado de conservación, no ha escapado al peligro de las exóticas invasoras, las cuales son cada vez más numerosas y con mayor cantidad de individuos. Entre las más problemáticas podemos citar al cerdo cimarrón (escapado de porquerizas de pequeños productores rurales), al ciervo axis (escapado de cotos de caza), al pino elliotti (asilvestrado a partir de semillas que se dispersan de las plantaciones forestales), al paraíso y la ligustrina (asilvestrados a partir de plantas ornamentales de sectores parquizados). Los cerdos cimarrones son vectores de numerosas enfermedades (muchas de ellas transmisibles al hombre y al ganado) y se ha registrado que depredan crías de especies nativas como carpinchos, venados de las pampas y ciervos de los pantanos. Los ciervos axis transmiten enfermedades a la fauna nativa y son potenciales competidores por espacio y alimento de ciervos autóctonos como las Un cerdo cimarrón, fotografía tomada con una trampa cámara. Ejemplatres cortados y ejemplares recién brotados de paraíso. Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 corzuelas y venados de las pampas. Los pinos elliotti invaden los amenazados pastizales, hogar de muchas aves en peligro de extinción (como el yetapá de collar, el tordo amarillo y los capuchinos) a los que reemplazan y hacen desaparecer. Además desecan los cursos y cuerpos de agua. Los paraísos y ligustrinas invaden las isletas de monte y selva y reemplazan a los árboles nativos, que proveen de refugio y alimento a la fauna que como consecuencia también desaparece. En las reservas privadas que The Conservation Land Trust (CLT) posee en Iberá, la restauración ambiental no sólo comprende el trabajo que se realiza para traer de vuelta a muchas de las especies que se han extinguido en los últimos cien años, sino que involucra también grandes esfuerzos para controlar o, de ser posible, erradicar a las especies exóticas invasoras que se han establecido por acción del hombre. Que este ecosistema funcione de manera saludable depende de que no falte ninguno de sus componentes, pero tampoco de que ninguno sobre. El trabajo con exóticas invasoras es arduo y depende de la constancia de las actividades de control, tanto en esfuerzo como en continuidad a lo largo del tiempo. Una batalla dura y larga que debe ser abordada. Por Sebastian Di Martino, biólogo, y Nicolás Medrano, guardaparques, a cargo del programa de control y erradicación de exóticas en las reservas de CLT en Iberá. Investigación Los tuco-tuco en el Iberá Los Esteros del Iberá constituyen uno de los humedales más grandes del mundo junto con el Pantanal Brasileño. Los humedales son ecosistemas transicionales entre ambientes terrestres y acuáticos, donde la tierra está cubierta por aguas poco profundas de manera permanente o temporaria y cuya variación está dada principalmente por las lluvias de otoño y primavera. Las comunidades que habitan humedales como el Iberá están adaptadas en mayor o menor grado a la vida en un entorno cambiante y poseen una alta variación en la composición de especies, es por esto que se considera a los humedales como “hotspot” de biodiversidad, es decir áreas que albergan a un gran número de especies. Entre dichas especies se encuentra los roedores de vida subterránea del genero Ctenomys (ctenos en griego significa peine y alude a los pelos en forma de peine que se encuentran sobre las uñas), conocidos comúnmente como tuco-tuco o anguya tutu. Presentan adaptaciones 8 a la vida bajo tierra, como miembros y garras fuertes, cola corta robusta y ojos pequeños. Son generalmente solitarios salvo durante la época de reproducción. Producen madrigueras en forma de galerías que pueden medir varios metros de largo, con un túnel y una zona de alimentación principales. Debido a su forma de vida son sumamente sensibles a las condiciones del suelo que ocupan. Sólo pueden formar pequeñas poblacionales donde el hábitat es favorable en el humedal. Por este motivo es posible encontrarlos en las zonas de mayor altura y secas conformadas predominantemente por suelos arenosos, bien aireados y con buen escurrimiento. En los últimos tiempos las áreas o parches de hábitat propicios han ido en disminución, principalmente a causa del incremento de las acciones humanas en la zona, especialmente por actividades agrícolas y forestales. Las mismas han llevado a una fragmentación y disminución progresiva del hábitat adecuado de los anguya tutu. Esta Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 pérdida, se da no solamente por el cambio efectivo de ambiente natural a artificial, sino también en el caso particular de este grupo, por las transformaciones que las actividades humanas provocan sobre las características físico-químicas del suelo. Por lo tanto cualquier alteración de las propiedades del suelo puede afectar significativamente la disponibilidad de hábitat adecuado y en consecuencia la capacidad de los individuos para moverse o vivir en él. Hemos realizado estudios que incorporan tanto datos genéticos como ambientales (climáticos y geológicos), que han indicado que la zona de los Esteros del Ibera es una región central en la distribución de hábitat adecuado para los anguya tutu desde la última glaciación hace unos 21,000 años atrás. Además proyecciones a futuro sugieren que podría permanecer estable en el tiempo de mantenerse las condiciones climáticas actuales. La perturbación de los ambientes naturales por parte de los seres humanos es considerada actualmente como una de las mayores causas de la disminución de la biodiversidad. Por los tanto, proponemos que la protección de este núcleo de hábitat estable es de suma importancia para la conservación de este grupo, que se ve afectado tanto por aumento de las actividades humanas como por la amenaza del cambio climático. Por la Dra. María Jimena Gómez Fernández. Becaria postdoctoral CONICET, realizó su tesis doctoral en demografía, genética y dinámica de las poblaciones de Ctenomys en los Esteros del Iberá. Cultura Karai Octubre El Karai Octubre es un duendecito que sale de la región guaraní , tiene su centro en Paraguay pero la creencia también existe en Corrientes, Formosa y parte del Chaco y Santa Fe. Este duende castiga a los que no supieron guardar en el invierno, con un látigo, y premia a los que tienen la olla llena el 1 de octubre, bendiciéndoles con la Espiga Dorada. Es por esto que los guaraníes recibían el mes de octubre con un delicioso guiso Yopará, para conjurar al Karai Octubre. Según la tradición, octubre es el mes en que escasean los alimentos: la mandioca, el maíz 9 y otros productos vegetales son más difíciles de conseguir en el campo. El Caraí (señor) Octubre es, según la creencia popular, un duende maléfico al cual atraen la carencia y la pobreza. Por eso, el 1 de octubre de cada año, en los hogares se hace una comida en la que se sirve un suculento Yopará, similar a un locro, pero con porotos, con la intención de conjurarlo, ya que este duende no se queda en los lugares donde hay abundancia”. Karai Octubre es un festejo Guaraní que se remonta mucho antes de la llegada de los españoles a América, cuando Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 en la época en que florecían los lapachos los guaraníes notaban que aflojaban sus reservas de alimento, ya que no había frutos que recoger en el monte y los animales estaban muy flacos por la salida del invierno, y la agricultura que hacían como ser maíz, mandioca, batata, recién se sembraban a partir de allí. En fin lo único que había por doquier era miseria. El guaraní que era un hombre muy positivo en su manera de pensar no veía mejor manera de contrarrestar esta miseria que hacer una gran comilona y danzando su Dios Tupá para que aleje la pobreza. Cuando vienen los españoles y al convivir con los guaraníes ven precisamente que al comenzar la temporada de primavera se quedaban cortos de alimentos, adoptaron esa tradición uniéndose a la gran comilona y al baile. Algunas de las costumbres de los mayores en esta época era por ejemplo levantarse bien temprano con un arreador en mano y pegar en todos los rincones de la casa diciendo “Para que se retire karai octubre de esta casa”, o bien dejar comida en la puerta de las casa para que el que pasara por allí se la llevara. De ahí que en todas las casas, cada primero de octubre, no falte el puchero bien servido. De esa forma la conciencia de toda la familia quedará tranquila por el resto del año. En cambio aquellos que se resistan y mezquinen la comida de ese día tendrán que convivir con el hambre por el resto del año. Esta tradición enseña al campesino a prever el alimento para los suyos durante los meses de “vacas flacas”, época que se inicia en octubre y que abarca los últimos meses del año. El premio es para los previsores. El castigo, para los haraganes. Fuente: www.solocorrientes.blogspot.com.ar Historias del Iberá Tita y el Eco Taller Timbo El Eco Taller Timbo es un lugar donde los niños de Colonia Carlos Pellegrini pueden aprender inglés en forma divertida y donde la curiosidad, los juegos y las actividades al aire libre son una oportunidad para conocer y pronunciar palabras en un nuevo idioma. Todo comenzó tiempo atrás cuando Tita Aldana, una joven chica de california llegó a los Esteros del Iberá para enseñar en la escuela de Estancia Rincón del Socorro. Terminado el contrato y enamorada de los esteros y de un joven guardaparques decidió quedarse 10 a vivir en Pellegrini. Con la ayuda de gente del lugar acondicionaron un rancho típico ubicado en medio de un bosque nativo al lado de la Ecoposada y montaron el Eco Taller Timbo que comenzó a funcionar bajo su dirección a principios del 2014. Tita nos cuenta que se usan muchas herramientas para aprender algo nuevo y una muy importante en los idiomas es el oído: cuando alguien habla en Inglés, que se escucha? Para ella fue muy interesante descubrir durante un Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 juego que algunos de los niños no distinguían la diferencia entre la palabra “head” (cabeza) y “hair” (pelo) o como cuando durante otra actividad que había que ver qué cosas flotaban en el agua y mencionó las cosas que iban a usar, al decir “feather” (pluma) los niños reaccionaron sorprendidos y dijeron “un padre?!!” (father) y una risa general llenó el aula. Esos son algunos de los buenos y divertidos momentos que se aprovechas para aprender las diferencias que pueden cambiar el significado de una frase o de una palabra. Como maestra está feliz de aprender cosas de los niños y con los niños, un intercambio mutuo en la enseñanza de cada día. La curiosidad y la frescura de los niños, escuchar cuando la saludan en inglés al caminar por el pueblo y saber que vuelven felices a sus hogares felices para contar lo que aprendieron, es el regalo que recibe a diario. Para Tita los niños son capaces de aprender de muchas cosas y además aprenden rápido, por eso es muy importante que tengan la oportunidad de hacerlos desde pequeños, que es mucho mas fácil que hacerlo de grande. El Ecotaller está abierto para todos los niños del pueblo. Más información en www.ecoposadadelestero.com.ar/ educacion-ambiental/ecotaller/ Niños participando del Eco Taller Timbo. 11 Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá Boletín de los Esteros Número 26, Septiembre de 2015 Novedades La Fundación Leonardo Di Caprio se une al proceso de restauración ecológica del Iberá La fundación presidida por el famoso actor y ambientalista ha elegido, entre decenas de propuestas presentadas desde todo el Globo, apoyar al proyecto de CLT en Iberá. Tal y como se comunica en la web de esa fundación: “CLT ha lanzado el mayor programa de restauración de fauna (i.e. rewilding de América para reintroducir especies en Iberá y restaurar el funcionamiento del ecosistema. La máxima meta de este programa es la reintroducción del críticamente amenazado yaguareté. Como predador tope, el yaguareté juega un rol ecológico clave. La Fundación Leonardo Di Caprio está apoyando este plan cuidadosamente diseñado por expertos mundiales para criar y eventualmente liberar yaguaretés en el paisaje de Iberá”. Más allá del apoyo financiero de esta fundación, para nosotros es un orgullo haber sido seleccionados y contar cada vez con mayor apoyo local e internacional hacia nuestro trabajo. Más información en www.leonardodicaprio.org/ reintroducing-jaguars-to-wetlands-of-argentina 12 Tobuna en el CECY. (Foto: Karina Sporring) Publicación gratuita editada por Conservation Land Trust con la colaboración de distintas ONG e instituciones que trabajan en la Reserva Natural del Iberá