El estilo renacentista en Benavente III.“La Torre del

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El estilo renacentista en
Benavente III.
“La Torre del Caracol”
Mª. Concepción Chaguaceda Gutiérrez
El estilo renacentista en Benavente III.
La Torre del Caracol
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………2
1.- RENACIMIENTO……………………………………………………….……..2
1.1.- CONCEPTO…………………………………………………….….…2
1.2.- EL RENACIMIENTO EN ESPAÑA……………………………...….3
2.- EL ESTILO RENACENTISTA EN BENAVENTE………………………..…..4
2.1.- LA TORRE DEL CARACOL…………………………………….…..6
3.- BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………….….7
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El estilo renacentista en Benavente III.
La Torre del Caracol
INTRODUCCIÓN.
No cabe duda que el Renacimiento presenta sus primeras y más fructíferas
manifestaciones en Italia, desde mediados del siglo XIV y durante todo el siglo
XV.
En España, la adaptación de las formas plásticas implantadas por Italia fue
lenta por la necesidad de aprender las nuevas técnicas y cambiar el gusto de la
sociedad. Fue gracias a la llegada de los artistas extranjeros y a la introducción de
modelos italianos, como en el siglo XVI la formas del Renacimiento se extienden
por nuestro país.
Nosotros hemos centrado nuestro estudio en algunas formas renacentistas
que se introducen en diferentes edificaciones de la ciudad de Benavente; localidad
perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla y León, y más concretamente a
la provincia de Zamora, que durante el siglo XVI formaría parte del desarrollo
artístico del foco castellano.
Tenemos que señalar en primer lugar la escasez de edificaciones totalmente
renacentistas encontradas, que contrasta sin embargo con la abundancia y riqueza
en cuanto a elementos renacentistas en las citadas edificaciones, aspecto este a
tener muy en cuenta pues nos encontramos en una ciudad más bien pequeña y con
una importancia relativamente escasa en la época estudiada.
Pasaremos a analizar la Torre del Caracol pertenecientes al antiguo Castillo
de los Pimentel, condes de gran importancia para la ciudad y responsables de la
aparición de la mayoría de todos estos elementos.
A pesar de todas las dificultades, ha resultado de gran interés iniciarnos en
este tipo de estudios, que esperamos sea la base para la realización de trabajos
mucho más profundos.
1.-RENACIMIENTO
1.1.-CONCEPTO
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el
Renacimiento es la acción de renacer. Época que comienza a mediados del siglo
XV, en que se despertó en Occidente vivo entusiasmo por el estudio de la
antigüedad clásica griega y latina.
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El estilo renacentista en Benavente III.
La Torre del Caracol
Como es de imaginar, cualquier otro diccionario que observemos, con
mayor o menor amplitud, viene a indicarnos las mismas ideas señaladas. Así en el
Gran Diccionario Enciclopédico de Plaza y Janés encontramos; Renacimientomovimiento de renovación, en todos los órdenes, que surgió en Europa entre 1400
y 1600. Se le dio este nombre por haberse destacado en principio su común
tendencia a resucitar los valores estéticos y espirituales de la Antigüedad clásica.
Abarca lo mismo el aspecto cultural y artístico, que el político, económico,
religioso, técnico, etc.; siempre con sentido de profunda renovación de las formas
ya exhaustas de la Edad Media. Italia fue el país en que tuvo más pronta y
cumplida manifestación.
Ambas definiciones nos acercan a un momento de cambio en todos los
ámbitos de la sociedad y que cómo no, va a afectar al mundo de las artes. Sabemos,
que a través de un período de transición, paulatinamente se pasó del arte cristiano
medieval al renacentista, que se aleja del espíritu religioso para centrarse en la
vuelta a la Naturaleza y en el amor a la belleza por sí misma, unido a un acentuado
afán de perfeccionamiento técnico. Este espíritu renacentista, originado en Italia, se
extendió pronto por toda Europa gracias al constante intercambio de artistas.
1.2.- EL RENACIMIENTO EN ESPAÑA
España no se mantiene ajena a los cambios que se están produciendo en
Europa. La introducción de las formas renacentistas en España coincide con el
momento en que se inicia la unidad política española y la curva ascensional de su
poder y su influencia europea. Las relaciones con Italia se hacen más directas,
gracias a la política de Fernando el Católico y luego el emperador Carlos V.
Lo que en España se conoce primero son los repertorios decorativos que se
difunden fácilmente a través del grabado y que pueden ser aplicados a edificios
estructuralmente góticos. La moda de lo italiano comienza pronto, pero se limita a
esos aspectos exteriores, ayudado también por la posibilidad de importar de Italia
piezas sueltas decoradas (jambas de puertas, chimeneas, fustes, capiteles de
columna, altares o sepulcros) que se van incorporando al gusto español con
lentitud.
El primer tercio del siglo XVI lo llena el llamado “plateresco”, con el
término acuñado en el siglo XVII por el sevillano Ortiz de Zúñiga, al comparar lo
menudo y rico de la decoración de este período con la labor de los plateros. Es muy
frecuente en él , el uso de paramentos almohadillados, columnatas abalaustradas
con capiteles corintios o compuestos decorados de modo fantástico, pilastras
recubiertas de rica decoración de grutescos y arcos de medio punto, aunque con
frecuencia, se usan los carpaneles de tradición aún gótica. En la enjutas de las
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La Torre del Caracol
series de arcos y en los frisos, se emplean con frecuencia los medallones con
cabezas clásicas o de fantasía. Las bóvedas son generalmente de crucería, pero las
claves se decoran con rosetas clásicas, florones pinjantes o medallones. Se usan
también las bóvedas de cañón, encasetonadas y con frecuencia se rematan los
edificios al exterior con cresterías. En general, durante el periodo plateresco y con
la excepción de algunos monumentos directamente vinculados a artistas italianos,
las proporciones
no son en modo alguno clásicas; algunos elementos
arquitectónicos (columnas, entablamentos) se utilizan con mucha libertad.
El plateresco emplea y aprovecha entre 1500 y 1530, motivos del
Quattrocento, casi cien años anteriores y el “purismo”, en el segundo tercio del
siglo XVI, adopta y desarrolla elementos bramantescos y del primer Quinquecento
con casi cincuenta años de retraso. En el último tercio del siglo XVI, que coincide
aproximadamente con el reinado de Felipe II (1558-1598) va a desarrollarse en
España un nuevo estilo de una notable personalidad y diferencia, respecto al de los
dos primeros tercios del siglo, coincidente con el gran manierismo europeo; se trata
del estilo “herreriano” o “escurialense”, es contemporáneo de Vignola o de los
discípulos de Miguel Angel, con quienes estilísticamente se relaciona. Una sola
diferencia `puede señalarse: el extremado carácter religioso del arte español que en
estos momentos, que son los inicios de la Contrarreforma, rehuye toda profanidad
y renuncia al elemento de artificiosa y sobrecargada sensualidad.
2.- EL ESTILO RENANCENTISTA EN BENAVENTE.
Benavente villa zamorana al pie de importante encrucijada de caminos, en
la confluencia de dos comarcas: La Tierra de Campos y los Valles de Vidriales y
Valverde. Repoblada por Fernando II de León, con fuero desde el año 1167, acaso
antes. Ciudad medieval murada, abundante en templos y cenobios, presidida por un
soberbio palacio-fortaleza. Ciudad de realengo hasta la segunda mitad del siglo
XIV, con fuerte organización concejil base del dominio y explotación feudal de su
tierra. Del señorío de los Pimentel desde 1398 por graciosa concesión de Enrique
III al noble portugués Juan Alonso de Pimentel1.
Para finales del siglo XV y comienzos del XVI, debemos destacar en
Benavente, la figura de don Alfonso Pimentel, quinto Conde de la ciudad,
intervendría en los delicados momentos de la llegada al trono de los Reyes
Católicos y de su sucesión, enfrentándose a los Comuneros.
Pero si en Benavente se le recuerda, es por una serie de obras que llevó a
cabo, de las que perduran el Hospital de la Piedad y la Torre del Caracol del
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HERNÁNDEZ VICENTE, Severiano: “El Concejo de Benavente en el siglo XV”. Zamora, 1986.
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castillo que él tanto engrandeció. También se le puede atribuir la construcción de la
tercera fase de la Iglesia de Santa María del Azogue, o, al menos, su comienzo. Le
sucedería Don Antonio Pimentel, que continuó con el patrocinio de estas obras2.
Todo parece indicar, que llegaron a Benavente algunos de los ecos
renacentistas que se estaban dando en España. Así, Antonio Casaseca Casaseca, al
hablar del Renacimiento en la provincia de Zamora, en su obra Castilla y León,
Zamora; indica: “Exceptuando algunas portadas de iglesias y de la arquitectura
civil de Toro, no podemos hablar en puridad de arquitectura renacentista, lo que no
es óbice para resaltar las portadas protorenacentistas de ciertas capillas de la seo o
la de comunicación con el claustro, de finales del siglo XV o comienzos del XVI,
demostrándose que la zona no permaneció ajena a la génesis del nuevo estilo,
preludio de lo que pudo ser un momento de esplendor.”
Me gustaría destacar de las palabras anteriores, aquellas donde se dice que
“la zona no permaneció ajena a la génesis del nuevo estilo”. No debemos olvidar,
que algunos autores señalan que el primer ejemplo renacentista de España lo
encontramos en Valladolid, en la decoración de la fachada del Colegio de Santa
Cruz y que precisamente en Valladolid es una ciudad que se encuentra próxima a
Benavente.
De esta relación que se establece entre el foco renacentista de Valladolid y
Benavente, a través del patrocinio de los condes surge el precoz uso del estilo
renacentista en nuestros monumentos3.
También debemos destacar que un importante arquitecto del siglo XVI,
trabajó en lugares próximos a la ciudad del Benavente; se trata de Rodrigo Gil de
Hontañón (1500-1577). Trabajó, según nos cuenta Antonio Casaseca Casaseca en
Rodrigo Gil de Hontañón, en ciudades tan cercanas como Toro, Valladolid, León,
Astorga, Salamanca, entre otras muchas zonas, que se encuentran a relativamente
poca distancia de Benavente. Muy importante, si mencionamos que Rodrigo Gil de
Hontañón junto con Pedro Machuca comparten el haber fijado un estilo claramente
renacentista.
Quizás esta proximidad supuso el conocimiento del nuevo estilo que se
estaba empleando en algunas obras realizadas en ese momento, pero quizás
también resultó básica la presencia de la familia Pimentel, condes de Benavente.
Familia poderosa y espléndida que tan en grande supo mantenerse entre la nobleza
castellana4.
2
HIDALGO MUÑOZ, Elena: “La Iglesia de Santa María del Azogue de Benavente”. Salamanca, 1995.
Ibídem, pp. 62.
4
GOMEZ MORENO, Manuel: “Catálogo Monumental de la Provincia de Zamora”, 1927. Reedición; León, 1980.
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En España se estaban viviendo momentos de mejora. La política de los
Reyes Católicos había impuesto transformaciones en la sociedad española, al
tiempo que se producía una prosperidad económica; esto se manifiesta en la
construcción de gran número de palacios en diversas ciudades pues la nobleza pasa
de rural a cortesana. Muchas catedrales son contempladas con nuevas capillas, a
muchos edificios se les añaden patios o escalinatas o nuevas fachadas. Hay nuevos
edificios civiles, como hospitales o ayuntamientos.
No sólo, la Monarquía o la Iglesia, van a encargar la realización de grandes
obras, personas pertenecientes a las clases más adineradas del momento se van a
ocupar de mandar construir esos palacios, colegios, edificios de Beneficencia que
van a ir apareciendo por la geografía española.
Así, en Benavente, tenemos que destacar, como decíamos anteriormente, a
la familia Pimentel. Gracias a ellos, y sobre todo al quinto Conde, se preocuparon
de que la ciudad se embelleciese y engrandeciese con obras tanto de carácter
religioso como civil.
2.1.- LA TORRE DEL CARACOL.
Torre del Caracol, obra excelente del quinto conde D. Alonso (Alfonso),
hacia la segunda decena del siglo XVI, según testifican su estilo híbrido de gótico,
romano y sus escudos5.
Desde tiempos de Fernando II, siglo XII, es patente la existencia de un
castillo en Benavente, que pasa a erigirse en castillo-palacio con los Pimentel en el
siglo XV.
Sáinz de Robles en su obra”Historia de los castillos de España”, página 32,
dice así:
“En su tiempo, su esplendor debió de ser fabuloso, porque uno de los viajeros
más insignes que llegaron a la corte de los Reyes Católicos, en el año 1502, Antoin de
Lalaing, señor de Montigny, lo describe de esta exaltada manera: ‘Nos mostró el conde
su casa de alto a bajo. Hay en ella dos galerías cuyos techos están completamente
tallados y dorados; los pilares son, unos de alabastro, y otros, de mármol, otros de jaspe,
y otros de piedra tallada. Junto hay una sala ancha de quince o dieciséis pies, y larga de
cuatrocientos, abierta por un costado sobre el río, hacia el camino de Galicia, la más
suntuosa que se pueda ver; en su extremo, los colmillos de elefante sostienen un arco. Se
ven allí diez o doce cámaras muy bien alhajadas, cuyos techos están perfectamente
tallados y dorados. No diré nada de la capilla; su bóveda supera a cuanto puede decirse,
5
GOMEZ MORENO, Manuel: Op. Cit.
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tallada y tan ricamente dorada y pintada, que no hay más allá...En suma, es uno de los
más exquisitos de España”.
Pues bien, toda esta grandeza se fue deteriorando, hasta que finalmente solo
permanece en pie la torre erigida por el quinto conde de Benavente en 1520, en un
estilo en el que se mezclan el gótico y el renacimiento.
Tiene torres cilíndricas en tres de sus ángulos, enmarcando miradores sobre
grandes ménsulas, cobijadas por arcos escárzanos; dichos balcones tuvieron
antepechos góticos, ahora perdidos. La heráldica, que rompe la sobriedad del muro,
es de los Pimentel y Velasco, aparece inserta en láureas, de manera que ya estamos
ante el maridaje de elementos góticos y renacentistas tan propio de aquel tiempo; lo
mismo ocurre con la cornisa de pomas.
3.- BIBLIOGRAFÍA.
CASASECA CASASECA, Antonio: “Arte Moderno y Contemporáneo” en
Castilla y León. Zamora. Madrid, 1991. pp. 125-130.
CASASECA CASASECA, Antonio: “Rodrigo Gil de Hontañon (Kascafria, 1500 –
Segovia, 1577)”. Salamanca, Junta de Castilla y León, 1988.
CHUECA GOITIA, Fernando: “Arquitectura del siglo XVI” en Ars Hispanie,
Vol. XI. MADRID, 1953.
GOMEZ MORENO, Manuel: “Catálogo Monumental de la Provincia de Zamora”,
1997. Reedición; León, 1980.
HERNÁNDEZ VIVENTE, Severiano: “El Concejo de Benavente en el siglo XV”.
Zamora, 1986.
HIDALGO MUÑOZ, Elena: “La Iglesia de Santa María del Azogue de
Benavente”. Salamanca, 1995.
MATA GUERRA, Juan Carlos de la: “Breve historia de la “Casa del Tinte”” en
Brigecio. Estudios de Benavente y sus tierras. Salamanca, 1996.
MUÑOZ MIÑANBRES, José: “Nueva historia de Benavente”. Zamora, Ediciones
Monte Casino, 1982. pp. 113-144.
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El estilo renacentista en Benavente III.
La Torre del Caracol
NIETO ALCAIDE, Víctor: “El Arte del Renacimiento”. Madrid. Historia 16. 1996.
Vol. 6. Col. “Conocer el Arte”.
VOCES JOLÍAS, José María: “Arte religioso de El Bierzo en el siglo XVI”.
Ponferrada, 1987.
V.V.A.A.: “Historia del Arte de Castilla y León. El Renacimiento y el Clasicismo”.
Valladolid, 1994.
8
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