Literatura Juarense: Enrique Cortazar José Manuel García-García (Compilación y comentarios) Colección Literaria Chihuahuense / 2 Dossier publicado Inicialmente en El libro de Placeres y Nostalgias: Jesús Gardea, Ricardo Aguilar, Enrique Cortázar (2011). ———————————————————————————————— José Manuel García-García (Compilación y comentarios) ———————————————————————————————— Literatura Juarense: Enrique Cortazar ———————————————————————————————— Colección Literaria Chihuahuense / 2 Copyright © 1984, 1999, 2011, José Manuel García-García. Primera edición, 2014. Segunda edición 2015 Colección Literaria Chihuahuense / 2 New Mexico, USA. Cuidado de diseño y portada: Argovia All rights reserved. No part of this book may be used or reproduced in any manner whatsoever without written permission except in the case of brief quotations embodied in critical articles and reviews. || Reservados todos los derechos de esta edición. 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Todo lo ve bajo el prisma de la tristeza, de la depresión: los barrios de su ciudad natal, la casa de su infancia, el parque donde jugó y se enamoró, las mujeres que lo abandonaron, los amigos que han muerto; todos estos temas lo llevan a sumirse en un mundo de soledad y vacío. No hay escape: estamos ante un poeta existencial que ha elegido o ha sido elegido por la melancolía. A veces uno siente la asfixia de la soledad, el envejecimiento, la decadencia, el suicidio aplazado, las entre-visiones de la agonía y la muerte en sus textos. Y cierra uno el libro y pospone su lectura, pero luego uno vuelve porque hay en esos poemas versos-llaves que ayudan a penetrar a fondo a la carga emocional del autor. Esos versos son efectistas y efectivos. Son efectistas porque son deslumbrantes —en el sentido paciano—; son efectivos porque tiene la función de catalizadores dentro del poema: condensan un significado de lectura. Ese significado primordial que yo he elegido para entender así al poeta Cortazar. (1) José Manuel García-García Las Cruces, NM, USA Verano, 2015 5 ——————————————————————— Enrique Cortazar, la nostalgia ——————————————————————— 1. Datos generales Nombre: Enrique Cortazar Nacimiento: el 6 de mayo de 1944 en la ciudad de Chihuahua. Lugar de residencia: Ciudad de Chihuahua, Ciudad Juárez, y otras ciudades de Estados Unidos. Poemarios Mi poesía será así. Diana, 1977. Otras cosas y el otoño. Diana, 1979 La vida escribe con mala ortografía. Ediciones de Cultura Popular, 1983. Ventana abierta. Universidad Autónoma de México, 1993. Suicidio aplazado. Editorial Claves Latinoamericanas 1994. Variaciones sobre una nostalgia. UNAM 1998. Don de la noche. México: Mantis Editores, Luis Armenta Malpica, UACJ, 2014. Antologías Poemas legibles. Gobierno del Estado de Chihuahua, 1983 (antología que incluye textos de Mi poesía será así, Otras cosas y el otoño, La vida se escribe con mala ortografía. Y los poemas: «Territorio habitable» y «Acercamiento»). Mientras llega la claridad. UNAM, Colección Piedra de Fundación 1987 (antología de cuatro poetas latinoamericanos, Cortazar publicó poemas de La vida se escribe con mala ortografía). Cementerio de distancias, antología personal. Universidad Autónoma de Cd. Juárez 1998. Crepúsculo en las calles. Québec, Canadá: Écrits des Forges / Mantis Editores, 2008. Reunión personal de los siguientes poemarios: La vida escribe con mala ortografía, Ventana abierta, Suicidio aplazado, Variaciones sobre una nostalgia, y el inédito Vivir del otro lado. Con poemas traducidos al francés y al inglés. 1. Mi poesía será así Seleccioné de Mi poesía será así una serie de fragmentos siguiendo siempre dos criterios: 1) Los versos que me parecieron de buena hechura estéticamente hablando. 2) Los versos relacionados con tres temas recurrentes en Cortazar: el comentario social, las declaraciones de identidad, y el tema de la nostalgia-melancólica. (1) 7 Mi poesía será así tiene un tono declarativo pero mesurado: moderado. Los textos son de aliento largo (dos tres páginas, la mayoría) y de verso quebrado que impone un ritmo de lectura: «aquel viejo y desvencijado portón / de madera corriente / ha quedado lisiado de tanto / ser entrada y salida». (2) Dice Cortázar de Mi poesía será así: «¿Los temas de mi primera poesía? Son temas sociales, políticos, algunos amorosos. Quise hacer una poesía sencilla, sin mucho rebuscamiento. Sin culteranismos, sin preciosismos. Mi poesía era llana. Los personajes son casi todos de la ciudad de Chihuahua. El tema político es porque en esa etapa yo era militante del sindicalismo universitario. Yo estaba en la izquierda cristiana. Después vino una especie de desencanto. Esto, debido a los fracasos en la experiencia sindical. En cuanto a los escenarios, todos son casi de Chihuahua, el barrio de la Séptima, sus parque….». (3) Continúa el poeta: «He usado a menudo el recurso de proyectar aquello que uno siente por dentro, hacia una atmósfera exterior. Así, el otoño es el cúmulo de recuerdos de juventud cuando iba a Radio Universidad o a los ensayos de Teatro. El verano, la época de las vacacionistas extranjeras, cuando iba a bailar al Hotel Victoria…..Trato de proyectar esos significados y sentimientos a las cosas que me rodean… El invierno significó el ritual propio de la navidad. Todas estas estaciones o épocas están marcadas por sentimientos muy definidos, estimulantes. Sobre todo el otoño, porque era cuando yo salía a caminar en las calles frescas del otoño de mi barrio en Chihuahua. Las estaciones del año son para mí muy importantes». (4) Cortazar termina: «De Mi poesía será así, me gustan los poemas «A alguien» —el único poema de amor en ese libro—; «Santa Eulalia a las 7…», y el poema «Amén». «Santa Eulalia» le gustó mucho a Carlos Pellicer, sus comentarios fueron para mí estimulantes y contundentes». | JMGG. Entrevista a Cortazar, mayo 1998. Secciones (3)-(5) | (5) 8 En este poemario hay, aparte de los tres temas mencionados, otros que deben a futuro estudiarse: la geografía idealizada de Chihuahua, las rápidas imágenes que son percepciones instantáneas, y los elementos religiosos que aparecen entre verso y verso. Iniciemos nuestra semblanza con citas y comentarios de los textos seleccionados. (6) [A] Tema: Comentario social Cortazar escribe textos donde habla de delitos machistas, de las hambrunas de tarahumaras y de viejos pueblos mineros. Incluye poemas a guerrilleros, incluyendo uno al Ché Guevara. Es de interés particular el texto «Aún es posible», donde el poeta propone la solución a todos los problemas sociales: el amor. (1) «Nacer todos los días». «Y ahí están los hombres / solos, con el rostro terroso / y los ojos húmedos / masticando su desesperanza / en cuclillas…». Contexto: El tema es Chihuahua, su hermosa geografía y su pobreza económica representada por los indios tarahumaras que llegan a la ciudad y se sientan en las banquetas y las plazas. El texto recuerda el clásico de Alfonso Reyes «Hierbas del tarahumara». (2) «Decidió…». «Ella decidió / sonreír con el sol / por esto / todas las aves de pico ensangrentado / y alas negras / organizaron extraordinarias reuniones / y entre otros acuerdos / sostuvieron el de quemar / sus pestañas y boca / como instrumentos vitales / del delito total, machacaron sus tardes / de verdadera entrega y / por voto unánime la llamaron adúltera… / Entonces yo extendí / mi mano, / mano sencilla y callada / y la rescaté desde el fondo de su dolor». Contexto: Una mujer es acosada y acusada por la sociedad hipócrita, el poeta sale al rescate. En otro poema («Cualquier cosa»), el poeta denuncia la violación a una joven de dieciséis años. Posiblemente eran «casos» que Cortazar tuvo que tratar como Juez Menor Mixto. (3) Último ejemplo: «Aún es tiempo de juntar / aromas, frescuras, / mañanas, risas, / niños y poetas, / campesinos y locas / y en golpe de (4) 9 estado contra el pesimismo, ganancia y angustia, / hacer que triunfe lo que seguirá avanzando / hasta siempre, / lo que o muere / por elemental y primario: / el amor…». Contexto: Ante la situación de crisis social y moral, el poeta hace su máxima propuesta y apuesta existencial: el amor. [B] Tema: La identidad El tema de identidad se refiere a la autodefinición que la voz poética hace de sí misma. En Mi poesía será así, es el entorno social el que definen la postura existencial del poeta. (1) «Mi poesía será así». Este poema es el primero del libro, en él hay las siguientes lexias de identidad: 1) «Mi poesía será así: / grande y pequeña, / grande como tú o como / todo esto que rodea / la mente y los sueños… / Pequeña como una margarita / o aquella estrella». 2) «Destronaré al erudito, al resentido, / al practicante / y al dios de la sociedad de occidente… / Diré que no y también que sí, / porque todo es así… / Donde creíamos que estaba / nuestro ideal / era solo / un espejismo proyectado / por nuestros anhelos o egoísmos. / Camus tenía razón: subimos muchas veces / a la cruz para ser vistos…». Contexto: Cortazar, poeta solitario, no ha escrito un Manifiesto, apenas una propuesta de fe con principios contradictorios o ambiguos: su poesía será grande y pequeña, el poeta dirá a todo que sí y luego dirá a todo que no; luego, la voz poética declara que destronará a sus enemigos, aunque tal vez no porque los idealistas revolucionarios son en el fondo exhibicionistas. (2) «Amén». «Soy abogado por estos días, / a las 10:30 es la audiencia, / aquí el tiempo es demasiado importante, / no soy anárquico, / solo me gusta soñar…». Contexto: El poema es nostálgico; contrasta el feliz pasado con el triste presente que le tocó vivir. (3) «Algunas cosas». «Aquí estoy solo, / como viajero en la noche / interminable y eterna / voy a vivirme». Contexto: el poeta, después de definirse contra la sociedad que lo ha marcado con sus pesimismos, se declara viajero interminable. (4) 10 [C] Tema: La nostalgia El poeta recorre su barrio para encontrar las llaves a su pasado casi olvidado. Los objetos caseros lo llevan a recuperar su historia: una abuela amorosa, un jardín del recuerdo, las voces que escuchó cuando era niño y algunas de las ceremonias religiosas que él vivió alguna vez. En su caminar descubre el parque Al Paseo Bolívar, allí descubre que es su lugar mágico, el corazón de sus recuerdos infantiles. En Mi poesía será así, Enrique Cortázar encuentra un tema que será el dominante en sus futuros poemarios. (1) «Amén». 1) «En la tarde cuando caen / los ruidos sobre la mesa vacía, / donde recostado y enfermo de nostalgia / veo sólo imágenes vagas. / Recuerdos de algo tan triste / como aquel viejo plato de peltre / con cajeta de membrillo… / O a la abuela afanando sobre / sus últimas horas…». 2) «Cosas así, tan serias y vividas / que el estómago duele como / cangrejo herido…». Contexto: En esta ocasión es la soledad que hace inmensos los breves ruidos y los recuerdos casi desaparecidos. Recupera en su memoria objetos que lo llevan a recordad a una abuela y una niñez que le hace, al final de la remembranza, llorar de tristeza. (2) «Calle Séptima» (Al 2007 de la 7ª). 1) «El hogar semeja / un templo en tarde vacía, / los antiguos rezos y consejos, / sacudidas, vivencias y juegos / han quedado desvanecidos». 2) «El cuarto del fondo, / oscuro refugio / de amantes y suicidas / está invadido de telarañas / y susurros de mil confidencias». 3) «Hay regaños y fiestas, / sabores agrios y sinsabores, / rostros llenos de surcos, plagados de años, / banquetas tristes de eternidad baldía, / pero por allí, / en algún ladrillo, / debe haber algo amable también / quizá el grito de las paletas de agua, a las tres de la tarde». Contexto: El poeta evoca su hogar: en el presente es un lugar vacío, en la memoria, son voces litúrgicas y lúdicas. La nostalgia va recuperando imágenes: el ayer era de amantes y suicidas, el ahora de abandono y soledad. Pero si el poeta pone atención, escuchará en algún rincón de esa casa desolada el eco de un recuerdo lejano. (3) 11 «Mi parque. Al Paseo Bolívar». «[M]e siento tranquilamente / en la banca preferida / del primer parque de mi barrio / el Paseo Bolívar / situado entre el verano y el invierno, / e invadido de recuerdos / por todos los linderos / y aquí sostengo / envuelto en un amanecer, / reclinado con angustia de calle vieja / todo lo que fui y me trajo / lo que ahora soy y llevo conmigo». Contexto: el parque se convierte en la alegoría de sus nostalgias. Es el lugar mágico de la evocación, el punto vórtice de los recuerdos que el poeta va evocando en su tono grave y triste. El poeta concluye: «¿Quién puede haberme dado más / que mi pasado y este parque?». Si hay un corazón de la nostalgia, será, dice el poeta, éste sitio mágico. (4) 2. Otras cosas y el otoño La diferencia más importante entre Mi poesía será así y el poemario Otras cosas y el otoño es el uso de la prosopopeya o personificación de objetos o entidades abstractas (el tiempo, las estaciones del año, etc.). De hecho, Otras cosas el otoño es un poemario donde las antropomorfizaciones sirven para caracterizar los estados emocionales del poeta o subrayar su oficio de poeta (que ahora asume con mayor fe). (1) Otras cosas y el otoño tiene varios temas dominantes: el amor, la nostalgia, los comentarios sociales. Por nuestra parte, sólo elegimos aquellas lexias con el tema del tiempo y las declaraciones de identidad del poeta, —que ahora tienen mejor diseño estético por el recurso ya mencionado de la personificación—. (2) [A] Tema: Tiempo personificado «Mis sueños». «Hay días como huecos inmensos, / otros son pesados y lentos como agosto. / Viajo colgado de los meses / invadido de segundos / y al año se le caen las noches / como profundos pozos de misterio». Contexto: El poeta vive un tiempo diferente al tiempo social. Es un tiempo donde la paradoja y el caos son la norma. (1) «Hay días». 1) «Hay días prestados donde / ponemos nuestra risa en garantía / también los hay propios / son pocos / y a veces se llaman domingo. / Hay días en que uno se atreve / y dice: / hoy sí te amo». 2) «Hay días en que a uno / se le cae el sabor de los labios». (2) 12 Contexto: Similar al anterior poema, en este continúa la clasificación sentimental de los días vividos por el poeta. «El día». «[C]ayó veloz / en medio de callejones, tranvías y sueños, / sacudió a los parques heridos / e intransigente y curioso / fue hasta las camas / y se recostó en las despensas […]». Contexto: El día es descrito como un personaje que se adueña de la ciudad y entra a los dormitorios y vidas de las gentes. (3) «Un encuentro». «Con desesperación / estiramos el alma / para no dejar que se vaya / este último y fugitivo / crepúsculo. / Estamos tristes / en la sombra de las calles enfermas». Contexto: El poeta quiere detener inútilmente el momento fugaz del crepúsculo, al no lograrlo, la tristeza se apodera de él. (4) «Al otoño desde agosto». 1) «El otoño va dejando sus tristezas / envueltas en el celofán transparente / del rocío congelado». 2) «El otoño es una primavera vieja / congelada». Contexto: Estas dos lexias son muestras del excelente uso de la prosopopeya: el otoño es una tristeza visual y fría. Es una primavera envejecida. (5) «Febrero». «[D]ando tumbos de monte en monte / de cielo en suelo / de soledad en huracán / hasta quedar exhausto / agotado / tendido y doblegado / a los pies frescos / de otra primavera». Contexto: Ahora es el mes de febrero el que anda dando tumbos y cae de bruces ante la nueva primavera. La técnica empleada es similar al poema «El día» mencionado anteriormente. (6) [B] Tema: La identidad «No sé, pero...». 1) «No creo que pueda romper / el código de buenas maneras / que me dio el obispo sordo / de las mesas y los candiles / con saludos y respetos». 2) «Acepto este lugar / de sillones decentes / y calcetines lavados seriamente /de inscripción en las escuelas / y asientos numerados». 3) «Renuncio a pisar los jardines prohibidos / donde podría robar un racimo de violetas / y traerlo por la noche / a tu casa / donde tú estarás / seguramente ahora / leyendo (1) 13 a Bakunin». Contexto: Enrique Cortazar acostumbra a dedicarle cada poema a algún amigo o a algún gurú de la literatura. Pues bien, es de obvio simbolismo que este poema que tiene el tono de Credo Conservador sea dedicado a Carlos Monsiváis, el gran rebelde de la generación del sesenta y ocho. «Metales de octubre». 1) «Con cara de invierno / y suelas de adoquín / salí a comprar sandias y pipas. / Nadie bostezó a mi paso / solo una plaza / lanzó su queja de callejón y madera…». 2) «[Y]o, concesionario / del otoño / sumiso servidor del vino, / decidí quedarme callado / meditando mentiras / y contabilizando las heridas del día». Contexto: De nuevo el tono de Credo Conservador. Aquí figura el objeto emblemático del poeta: la pipa. También figuran otros signos de identidad pasiva: «sumiso servidor del vino», ser «callado» en cuanto a participaciones prácticas en la ola de rebeliones sociales de la época. (2) «Centro». 1) «Desde el centro del poema / hablo voz de olvido». 2) «Espero / en los balcones del vacío / mis versos desteñidos / por el golpe de los meses». 3) «[E]scucho / estaciones caídas / entre va(3) sijas y canteras / y recojo recuerdos / más antiguos que las calles del viento». Contexto: Este es uno de los poemas esenciales de Cortazar: está el poema como vehículo de lo olvidado, el tiempo que busca recuperar mediante la poesía —más que «tiempo» es la nostalgia de ese tiempo—, y la enumeración de objetos catalizadores de su nostálgica memoria. «Seguir». «Subo y bajo a la tienda / como un triste conserje / que desconfía de los faroles / a comprar una cerveza / para seguir escribiendo…». Contexto: Hermoso verso donde se plasma la figura del poema y su vida bohemia cotidiana. Este tipo de versos en este poemario, prefiguran su abundancia en los subsiguientes libros: versos anecdóticos y llenos de imágenes cotidianas. (4) «Salir». «Salir de la casa que nos dio el sabor / y el primer retrato / para ir a establecer nuestros sueños / en otras latitudes. / A desenterrar labios y caminos / en otros atardeceres. / A defender nuestro (5) 14 derecho de tener otoño». Contexto: Otro verso declarativo, esta vez del «derecho a tener otoño», a ser ciudadano del mundo, a vivir en otras latitudes para experimentar nuevos placeres y nuevas nostalgias (recordemos que la palabra «otoño» tiene para Cortazar el significado de nostalgia —de remembranza triste, de melancolía—). «Escribí mucho». 1) «Siempre me pregunto por que yo / resultado del invierno y la tristeza / por que a mí, / periódico rebelde de callejón y noche […]». 2) «En los últimos albergues de la noche / metí mi cuerpo (mitad hombre y mitad cementerio) / y escribí mucho para renacer un poco». El poeta se pregunta por su destino: ¿Por qué a él fue marcado por la poesía? Respuesta incluida en el poema: porque escribir en volver a vivir «un poco». El poeta es un oficiante de una doble vida: la cotidiana —la que él gusta en llamar «modesta»— y la re-creadora de un pretérito idealizado: escribir es revivir. Tal es la identidad públicamente secreta del poeta. (6) «Escribir un poema». «Escribir un poema / es subir a la cuesta del día / para alcanzar un racimo de horas». El poema como instrumento para alcanzar el tiempo vivido. Verso que reafirma el oficio del poeta, su declaración de oficio natural y cotidiano. (7) 3. La vida escribe con mala ortografía Vuelve a los temas de sus dos anteriores poemarios, aunque ahora el tratamiento va de la anécdota coloquial a la personificación utilizada en su anterior libro. (1) En el prólogo —pedido por el autor a José Emilio Pacheco— leemos: «No sé por qué Enrique Cortazar insiste en que sus libros lleven prólogo. Más inescrutable me resulta el que en esta ocasión me lo haya pedido a mí». Pacheco da cuenta de dos características de la poesía de Cortazar: 1) La vida escribe con mala ortografía, es un libro que «ha mejorado al anterior». 2) «Sus versos no se entregan al primer golpe de vista»; hay que saber leerlos. Yo agregaría que Cortazar estrena un tipo de verso efectista, que lo coloca al principio o al final del poema y se convierte en el catalizador de una idea o un tema dentro del texto. (2) 15 Cuando publicó su primer poemario, Cortazar tenía 33 años, ahora, en su tercer libro, el poeta tiene treinta y nueve años. Es un libro donde el todavía joven autor ha impostado una voz poética envejecida. Su nostalgia se vuelca hacia el pesimismo y la tristeza: suma de quejas asfixiantes, sin salidas existenciales. A partir de este poemario su poesía será así: nostálgica y melancólica —tal vez esto explique la ausencia de jóvenes lectores de la poesía de Cortazar (la generación Emos andaba en pañales)—. (3) Es un libro difícil de leer, no por su oscuridad, sino por el tono de absoluta depresión que cada verso transpira. Es un poemario de crisis existencial, de propuesta anclada en el fatalismo y la tristeza. Sin embargo tiene grandes momentos poéticos. Veamos sólo algunos de ellos: (4) [A] Recurso poético: Versos efectistas «Lenta la lluvia / encanece esta tarde de octubre. / La ciudad mas envejecida / a estas horas se ha ido». El poder de la lluvia sobre la ciudad. (1) «Otoñeció el verano». El otoño es igual a la tristeza: el verano se hace triste. (2) «Al abrir la puerta vi cómo el silencio se movía en los cuartos / llenándolos de soledad». Depresión. (3) Definiciones de morir. «Es quedarse mirando fijamente / alguna duda». «Es amnesia total que nos dejará / para siempre en el vacío». (4) El dolor existencial: «(El mes me duele / como acunar / en mis brazos / un hijo ciego)». (5) 16 Definición de la vejez: «(La vejez es un viaje hacia nosotros mismos / del que nunca regresamos)». (6) Otra definición del morir: «Como perder la costumbre de nosotros». (7) (8) El poeta existe «[D]esde el grito sin vida / que es el presente». El día se va: «y se lleva // —marea de tristes tedios— / una inmensa nave de sueños». (9) «A lo lejos / las aves / encendidas / quiebran la quietud / del mediodía /contra los indiferentes muros / del vacío». Imagen bellísima de las aves, pero luego pasa a comprobar que ese vuelo encendido le es indiferente al mundo. (10) «[P]asan nadando unas águilas / hacia las cavernas de la tarde». Las águilas son vistas en el reflejo del agua pero la tarde las atrapa. (11) «La luz de la tarde / y los cristales de la ventana / en el cansado espejo / que yace en la pared». El poeta ve la vida en la brevedad de un espejo cansado, yaciente —similar a su estado de ánimo—. (12) El poeta tiene en su colección de tristezas: «[Y] aquel adiós / que dejaste tirado / en nuestra casa / el día que no volviste». (13) El poeta observa a su mujer dormida en la luna «… que hace rato se marchó / dejó sobre la cama / su quietud brillante». (14) Mujer ausente 1: «Los días nuestros / —trozos desvelados de tu aroma, / [...] me visitan cada noche». (15) 17 Mujer ausente 2: «Alcance / el don de estremecerme / al escuchar tu pelo / (también al morder / un durazno / mi alma se conmueve». (16) Mujer ausente 3: «Ayer / regresé / a la nostalgia / y sólo / encontré / algo de ti / entre / libros / y cáscaras de fruta». (17) «El árbol esparce su luz naranja / sobre la vieja enredadera / cargada de viento y de verano». El poeta contempla el jardín y describe las bellezas que ve, sólo para sentirse absolutamente deprimido. (18) Las migajas-deseos: «Los días son migajas / y nosotros hambrientos». (19) Volver a la nada: «Tal vez será mejor / volver a ser viento / equivocado en los arbustos del enigma». (20) Definición del amor: «He comprendido que amar / es aprender a vivir rodeado de fantasmas / en el rincón solitario del momento». (21) ¿Y abandonar la melancolía? «A veces quisiera asimilarme / a la manada que pasa por afuera / ... / y salir a codearme / con los que llevan el universo en su bolsillo». (22) [B] Tema: la melancolía nostálgica «Recuerdos». «Los días saben a patio de invierno / —ruido de espectros / que golpean en la sombra. / La memoria se puebla de pétalos grises / como flores apagadas». Contexto: las imágenes dan cuenta del estado emocional del poeta y del tono recuerdosespectrales del peomario. (1) 18 «Casi la noche». «[L]os pájaros / huyen entre la lejanía y noviembre». «A lo lejos / la iglesia contempla / ser contemplada / y aquí un olor a ropero abierto / inunda la casa». Contexto: La descripción de soledad y tristeza de un pueblo donde todo se vuelve lejanía. Hasta la iglesia solitaria, parece mirase en el espejo imaginario de la tristeza. (2) «Bajo la lluvia». «Me paro en la banqueta / y me veo desde mi cuarto, / preguntándome a mi mismo: / ¿Quién será ese, allí, bajo la lluvia?—». Contexto: Puede compararse la imagen de soledad de sí mismo con la imagen anterior de aquella iglesia que se contempla solitaria sí misma. Este juego de espejos subraya un estado melancólico y de vacío. (3) «Paseo». «El viento / —mar seco— / golpea con su agua invisible / ese rostro que humedecido de recuerdos / camina por septiembre». Contexto: al viento le da una naturaleza de pasado remoto, cuando fue mar y que ahora golpea a un poeta envejecido y otoñal —triste—. (4) «Presencias». «El tedio se reparte por los lechos / destituye el calendario de la risa / y hace su refugio en las miradas...». Contexto: el poeta transfiere o »proyecta» sus emociones al mundo y a los demás. (5) «Notas para una autobiografía en tercera persona». «Ahora sólo nos queda el recuerdo / de su terca soledad / de sus deseos caídos / de su presencia de vivo ausente». Contexto: Precisa imagen de autodefinición: vivo-ausente, con deseos caídos, cargando su terca soledad. (6) «Exilio, poema II». «Pasado por el que a pesar de todo / el presente existe / y es posible respirar / y salir cada día / al trabajo, al insomnio o a la tristeza». Contexto: gracias a la melancolía el poeta puede existir en el presente. (7) 19 «Exilio, poema III». «[P]ero los años con su imprevista misión / me fueron encarcelando en este que ahora soy»; «tragándome las calles y el silencio, / ... / masticando un hambre densa / como el corazón de un moribundo». Contexto: El poeta reciente la vejez como una prisión corporal, lleno de preocupaciones y de insomnios mortales. (8) «Exilio, poema VI». 1) «[S]e dicen en los porches / cosas transparentes». 2) «...relojes antiguos y las casas / con muebles cansados, / parece como si un otoño perenne / envolviera los cuartos". Contexto: el poeta observa a la gente conversando, sus voces son «cosas transparentes». Luego observa el interior de su casa que le devuelve a su estado melancólico. (9) 4. Ventana abierta Es un poemario desigual en temas y recursos poéticos. Consta de siete partes. Las partes 1, 2, 3 y 7 forman un conjunto de textos magníficos, por este sólo hecho, Ventana abierta es el mejor poemario de Enrique Cortázar. (1) Ventana abierta tiene como tema dominante la nostalgia melancólica —en esto no hay novedades—. Desde esta ventana emocional Cortazar mira su pasado, su niñez remota; mira a sus amigos muertos o ausentes; mira a su propio yo (su identidad de poeta) y observa la geografía de los desiertos. (2) De los anteriores poemarios continúa aún el tono declarativo, algunos momentos prosopopéyicos y anecdóticos. La novedad en Ventana abierta es que Cortazar logra darle a la abstracción emotiva una concreción visual exacta. Hay otro elemento más: el uso de la palabra perfecta que une ritmo e imagen (algo que Cortazar aprendió de Paz), convertida en aforismo lírico, en verso efectista de belleza radical. Hablaré brevemente de los apartados donde Cortazar logra tales efectos poéticos. (3) 20 La parte uno: Consta de once poemas breves dedicados al tema de la «ventana abierta», es decir, al punto donde se une la mirada y el poema, el poder de observación y la palabra, el poder evocador y el instrumento que captura la vista imagen. Los poemas son de una calidad e inteligencia emotiva sorprendentes. Por ejemplo, el poema cuarto («A veces mi cuerpo … me lleva / a visitar viejas casas vacías». Este es un poema de imágenes y emociones: el feliz pesimismo de poder sufrir el gozo del desdoblamiento poético para capturar el pasado mediante su yo-otro (Oh, Baudelaire). (4) La parte dos: Es todavía más perfecta, se titula «Desierto: trozo de eternidad enarenada». Es una coreografía poética del desierto de Chihuahua. Para algunos es un poema ecológico, y lo es, pero no en el sentido de denuncia, sino en el de descripciones poéticas. Uno de los mejores poemas es el «Poema III»: «En algún pueblo / el viento / la noche / esparcen luna por las casas [… ]». Son impresiones y reflexiones enamoradas de la geografía chihuahuense. Por lo demás, esta colección cumple la promesa establecida en «Mi poesía será así» de 1977 cuando Cortazar se comprometió a escribir del «duro norte» que «lleva en su seno la aridez transparente». (5) La parte tres: Se titula «Tarde de invierno». Aunque no tiene la coherencia temática de las dos partes anteriores, podemos decir que en la mayoría de los poemas domina un tono de melancolía, de entreverar los otoños (la estación-estandarte de Cortazar) con los recuerdos, la nostalgia. Hay poemas excelentes como «Esta tarde»: «Lejos / una pareja / discute, / detiene el tiempo, / juega una entrega nueva / en el aroma de estas horas / —casi frías— / que cruzan mi casa». O el poema «Nacimiento» que juega con la inversión temporal a la manera temática de «Viaje a la semilla», de Alejo Carpentier. O el «Poema III» («Algo sobre los otoños») de imágenes poderosas: «En algún pueblo / el viento / la noche / esparcen luna por las casas […]». (6) La parte siete. Titulada «Canto a la desolación». La monotonía rítmica es compensada con un lenguaje poético aforístico y con un tema que armoniza los 14 textos que integran esta sección. Los poemas «III», «V» «VI» y «XII» muestran la plena madurez de Enri(7) 21 que Cortazar como poeta. En ellos Cortazar dice que los seres humanos hemos nacido no para vivir el presente sino para recordar el pasado. Recordarlo con dolor. Esto es así y así será siempre: está en nuestra naturaleza pues ha sido impuesto por algún dios tirano: Venimos de la nada, existimos en un presente hecho de nostalgias y al morir regresamos a la nada. Buscamos bálsamos: el amor, el erotismo, el poema, pero acabados estos pobres consuelos, dios nos espera para regresarnos a la existencia de nostalgias y melancolías. Lo que sigue es sólo una semblanza impresionista de algunos versos de Ventan abierta: [A] Recurso poético: versos efectistas Definición del desierto: «Llanura: / cementerio de distancias, / atardecer de silenciosas dignidades, / tu sencillez desnuda / redentora / nos seduce». (1) «Los coyotes / muerden de perfil a las estrellas». Imagen nocturna. (2) «[D]e esta celebración nocturna / que es el fresco de marzo / entrando por las casas». El placer de sentir el avance de la noche. (3) «El desierto se explica / a si mismo». Otro verso aforístico sobre el desierto. (4) «Vivir en el desierto / es vivirse hacia adentro / en el vacío / horizontal que nos subyuga». (5) El poeta enfermo: «(Me circunda un viento helado / de recuerdos, espejos y ventanas.)». (6) Para Cortazar la costumbre es «...la irrealidad / —se quiera o no se quiera— / al final / se nos impone». (7) 22 «Del otro lado del mundo miles de cuerpos / retoman la tarea abandonada por nosotros». La continuidad de las rutinas. (8) [B] Tema: La geografía poética de Cortazar Es una celebración religiosa del desierto norteño. La geografía posee misterios, esencias evocadoras de recuerdos, redenciones purificadoras; es en breve, el origen de todo lo que es y somos. El desierto es una oportunidad de estilo: recrear una geografía personal con un tono de reflexión, de aforismo, de poesía. (1) «Parte II Poema III». «En algún pueblo / el viento / y la noche /esparcen luna por las casas, / hacen su nido / en el silencio de los cactus, / levantan fantasmas / por el camposanto de los siglos [...]». Contexto: El poeta se imagina contemplando algún pueblo de los desiertos chihuahuenses. La noche es un ente que lleva la luz de la luna a todos los resquicios del lugar. La atmósfera del poema recuerda a los pueblos afantasmados de Juan Rulfo. (2) «Parte II Poema X». «El día se vuelve incierto / y nosotros lo llamamos / crepúsculo. / La noche es un túnel / por el cual entra la tarde / como niño sigiloso». Contexto: El poeta observa los cambios o contrastes entre los crepúsculos de la tarde, y los crepúsculos de los amaneceres. Ahora es la tarde la que «entra» a la noche. (3) «Parte II Poema XVI». «Ausente del tiempo y los secretos / el desierto es una ola suspendida / petrificado vaivén, / emblema perenne del movimiento, / informe origen de todas las especies». Contexto: Es una hermosa comparación entre la ola cambiante y efímera del mar, y la ola detenida de la arena del desierto: Geología del origen del mundo. (4) [C] Tema: Nostalgia sin fin «Parte VII: Poema I». «Sabernos poseedores / de íntimas reliquias transparentes. / No tener más /que un cúmulo de silencios y distancia». Contexto: El poeta reflexiona en torno a las ideas del libre albedrío y el destino pre-determinado; prefiere pensar que uno (1) 23 no puede elegir, que existe una especie de «alma central» a la que se unen todos los destinos. Por ello nosotros, nuestros contados recuerdos son «reliquias»; que todo lo que llevamos en nosotros son sólo contados silencios y distancias (es decir: nostalgias). «Parte VII: Poema II». «Obligados a decir las vaguedades / que mantienen la rutina de los días. / Dispuestos siempre, y a pesar de todo, / a besarnos en las sombras de los parques / tratando de atrapar la vida». Contexto: Cortazar cree, en este poema, que nos gastamos nuestro poco tiempo en seguir «atesorando todo aquello que / nos quitó la vida y sus eslabones de distancia». Por eso estamos obligados a pretender que vivimos o «tratando de atrapar la vida» que es, en realidad, la permanencia en una pura nostalgia (dolor por lo ya distante y terminado). (2) «Parte VII: Poema III». «Vivir volviendo la cara a los recuerdos / destituirlos como salvaguardas del presente / y estar pendientes de las simples cosas / dispuestas en los linderos de la tarde / donde la vida nos convoca... nos reúne». Contexto: Los primeros versos del poema son: «Levantarnos desde la soledad que nos circunda / para llegar a los demás». La vida es sólo un presente vacío o solitario. Hay un afán terco por «construir el día», pero aún en los sitios hechos para la contemplación y la reflexión está la muerte violenta. Por eso es mejor vivir para recordar. (3) «Parte VII: Poema V». «Levantarnos desde la nada / para regresar al polvo / es una historia oscura / contada sin voz a la orilla del derrumbe, / palabras que se secan como la / fría mordedura del rencor / en la hora del acoso, / como aquel que viene a recoger / el vacío y se regresa solo / con el asombro hecho polvo / entre la manos... / Contemplarnos destituidos de la eternidad / que desdeñosa nos contempla». Contexto: Es uno de los poemas de mayor pesimismo contemplativo (dentro de la serie de poemas pesimistasdeterministas de la Parte VII): Venimos de la nada, vivimos del dolor de los recuerdos y al morir volvemos a la nada. Somos seres «destituidos» de la desdeñosa «eternidad». Define a Cortazar como un neo-romántico de la nostalgia. (4) 24 «Parte VII: Poema VII». «Nada de lo vivo vive ajeno a la nostalgia, / cuando morimos la vida se refugia en otras vidas, / finalmente alcanzamos el amplio sentido de las cosas / allí donde simplemente somos otros. / La muerte, como todos los misterios, / nos inhibe, nos agobia, / ¿no será como tomarnos de un sorbo el infinito?» Contexto: son dos ideas de este poema: la vida como una nostalgia íntegra y la muerte como un «sorbo de infinito» que es el olvido. Es la continuación reflexiva del anterior poema. (5) «Parte VII: Poema IX». 1) «La desnudez nos reincorpora a otros tiempos. / Un vientre desnudo siempre piensa diferente, / dos cuerpos desnudos nada piensan / son como inmensas cicatrices buscando su bálsamo en el otro, / cuando un cuerpo encuentra otro cuerpo / la desnudez termina, / hay un paréntesis en que las pieles se aniquilan, / los cuerpos se salvan de la vida / y entran de nuevo por la puerta ancha al paraíso, / las ciudades / dejan en todas las esquinas sus mejores días, / hay un derrumbe que dispersa a Dios y al universo». 2) «Dios nos impone su presencia, dicta sus reglas, / y nos vamos solos a sufrir el pan con el pudor de nuestra frente». Contexto: el erotismo y/o el amor parecen salvar a los seres humanos de la nostalgia (ese destino divino). El abrazo desnudo es la realidad de dos cuerpos que buscan el consuelo, no piensan: reviven el paraíso. Pero luego del orgasmo, los cuerpos desnudos vuelven a aislarse, a ser ellos frente a un dios tirano que los expulsa del paraíso. (6) «Parte VII: Poema XII». 1) «Cuando no sabemos qué hacer con la mañana / y el día es un / cúmulo de vacilaciones / y no alcanzamos a saber por qué nos duele el tiempo, la camisa y las entrañas / y no entendemos por qué escribir / nos cura un poco de la muerte». 2) «[Y] hay un ruido que nos jala / de las calles a las camas / donde dormimos el duro sueño del insomnio, / y no sabemos que el viento nos rodea / con su canto de sirenas / empapando nuestros cuerpos / de pequeños trozos de sábado y domingo». Contexto: Cuando los días pasan repitiendo ese estado emocional de vacío, de dolor (de nostalgia) en el poeta, él busca otro bálsamo: escribir poesía. Pero luego todo se convierte en insomnio y depresión, aún frente a las celebraciones del fin de semana que acaban por ser sólo «cantos de sirena». (7) 25 5. Suicidio aplazado Suicidio aplazado en una continuación o prolongación de Ventana abierta: volvemos a las obsesiones y las palabras claves ya leídas en la poética de Cortazar: noche, soledad, nostalgia, ausencias, trozos de ser, insomnio, vacío, etcétera. Hay también una sobrecarga de imágenes y adjetivos en poemas fracturados entre la anécdota y el aforismo-lírico. (1) Cortazar es más conciente de los finales de sus poemas, ahora procura los «cierres» efectivos y efectistas. Tal vez «efectista» sea el mejor adjetivo para calificar este poemario. Pero es un efectismo que está al servicio de un ritmo y una forma de concluir o cerrar el poema. Recordemos que esta técnica la inició en La vida escribe con mala ortografía, aunque ahora es más trabajada. Por lo demás, en Suicidio aplazado Cortazar insiste en la inclusión de los dibujos de Cuervas que hacen del libro un diseño de distracciones y emplastos. (2) Veamos primero una breve colección de versos efectistas y luego pasaremos al comentario de uno de los temas dominantes en Suicidio aplazado. (3) [A] Recurso poético: Versos efectistas La siguiente colección consta de dieciséis versos efectistas (y efectivos). En ellos se muestran la destreza poética y la agudeza de Cortazar para el uso de la metáfora trabajada: bien lograda. (1) (2) A la noche Cortazar la llama: «tatuaje de las sombras». (3) Al ver el crepúsculo, dice: «Arde la inmensidad junto a la tarde». (4) Al insomnio lo llama el lugar: «donde no hay fondo ni certeza». 26 La agonía en: «[N]uestras miradas luchando con la nada / y la nada displicente / mirándonos sin ojos y sin cara». (5) La separación: «La vida se despide / dejando en nuestro pecho / la muda certidumbre / del polvo y sus historias». (6) La llegada del nuevo día: [E]n la distancia unos gritos infantiles / como pequeñas piedras contra el vidrio / escupen el paisaje y la mañana». (7) La ciudad recordada: «[S]us calles multiplicaron las cicatrices del fracaso, / también labraron algo de fe y de asombro». (8) La utilidad de la nostalgia: «Con la nostalgia se reconstruye / la inesperada balanza de la vida; / vuelve, aunque sea por un instante, / a tomar sentido la existencia». (9) El insomnio es para él: «[N]oche sin transparencia // atestada de vacío / por donde voy desnudo y solo / como ciego caminando en a tormenta». (10) Goza el nuevo día como: «[…] un fresco apacible como lago / levanta sus banderas frente al viento […]». (11) (12) Las estrellas son para Cortazar: «el mar de la noche». Sentimiento de lo extraño: «Despertamos y la calle y las horas / —soledad poblada / por donde transitan las sombras del día— / son una multitud taciturna / que saluda sin rostro». (13) Sentimiento de pérdida: «Hay una inmensa despedida / en bares, esquinas, iglesias y baldíos…». (14) 27 Estar con la persona amada: «[…] siento luminosas horas / como frescas rebanadas de sandía / en el fragor calcinante / de una plaza / al centro del verano». (15) En las tardes de otoños: «Alguna novia blanca sueña / aunque los jardines / pierdan sus hojas». (16) Ante la tarde hay que ensayar nuevas actitudescomportamientos: «como encender un cigarro / esperando que alguna muchacha nos rescate del silencio, / como dibujar en el lienzo de la noche / un «la quiero» del tamaño de la rueda y la fortuna». (17) «Mi alma y la noche / tienen en común, a veces, el otoño; / otras simplemente su silenciosa forma / de ambiguas certidumbres / que se mecen contra el tiempo». Comunión neorromántica. (18) [B] Tema: Razonamientos poéticos de un (no) suicida «Dentro de mí, poema I». «Dentro de mí, / desemboco en el árido pasado. / Detrás de cada hora hay polvo / y más allá una soledad en espiral / desciende densa sobe el vaho del retorno. / En cada partícula del tiempo / mi carne vive soñando su destino». Contexto: Marca la temática del libro: una declaración o simulacro de nota de un suicida. Las razones que llevan al poeta a entender que su vida no es más que un suicidio deseado, acariciado, aplazado. (1) «Dentro de mí, poema V». «A veces lloro haciendo más cierta mi existencia / viendo como se desvanece toda cordura / en la tempestad inmensa de lo incierto». Contexto: La contemplación de sí en el dolor, en la autocomplacencia de la nostalgia que lo orilla a la locura. (2) «Dentro de mí, poema VI». 1) «Soy imagen que perdió el espejo / en que se soñaba interminable». 2) «Permaneceré en la apacible terquedad de la penumbra / donde se es finalmente, esencia pura del (3) 28 olvido, / advenimiento, anhelo, condena inapelable / a la desesperanza inmóvil de lo eterno». Contexto: El primer verso es sin duda efectista, posee la propuesta Borges del espejo y el horror que se multiplican. Sólo la muerte, la «esencia pura del olvido», cancelarán esta condición terrible. Nótese el recurso del doble adjetivo: «apacible terquedad de la penumbra». «Sólo camino a cuestas». «[L]os desperdicios del otoño / desde donde veo / caer la tarde hecha pedazos / sobre amantes / que acarician con lucidez y desconfianza / lo que resta de sus cuerpos». Contexto: la vida es un constante caminar donde el suicida lleva a cuestas los «desperdicios del otoño». El poeta observa los «pedazos» del amor que se manifiestan en los parques donde los cuerpos —o lo que resta de ellos— se abrazan, se aman, ya incompletos. En este poema el pesimismo se une a la visión lúcida: a la imagen de la vida que al paso del poeta literalmente se quiebra. (4) «Adán». «Adán lloró frente al mar / atado fuertemente a su conciencia; / las aves y la tarde provocaron su primera nostalgia». Contexto: poema esencialmente efectista. El poeta imagina a su primer Adán: origen y explicación de su tanta nostalgia. Estos versos son bellísimos, memorables. (5) «Cerca de Pórtland Maine». «Abrir la puerta y salir al campo da lo mismo: afuera los fantasmas transitan sin licencia / saludando con mentiras a la aurora, / sonriendo sin labios acumulan también / desolación y desamparo». Contexto: El poeta sale a caminar, tal vez esté contento; pero luego se da cuenta que sigue rodeado de fantasmas del amanecer, portadores de una falsa felicidad que oculta «desolación y desamparo». Pronto el poeta se contagiará de esa carga de tristezas. (6) «Camino solo». «[C]amino por este barrio / atestado de domingo y soledad. / Sólo el quejido de una bicicleta / pasada perdiéndose entre calles y el calor». Contexto: es un hermoso verso anecdótico: el rechinar de una bicicleta —la imagino vieja, como el ciclista—, le (7) 29 da oportunidad al poeta rescatar en cuatro versos ese instante de sobre carga nostálgica. «Despedida». «Irnos así poblando de silencios los nombres, / tropezando con los restos / de un cuerpo que poco a poco nos deja / con nuestro equipaje de ausencia / a la entrada de un pueblo / que ya nadie visita». Contexto: El poeta vuelve a imaginarse en el momento posterior a la agonía: su cuerpo —dividido en el que ha muerto y en el que se aleja—, llega al pueblo de aquellos que acaban de morir. (8) «Orgasmo». «Sólo unos cuerpos que fabrican / espinas y miel, se concilian y lamen, / cómplices aletargados del desastre, / que inevitablemente siguen al orgasmo». Contexto: a pesar del título del poema, la atención se centra en el después-del-orgasmo: cuando todo vuelve a ser como antes: «espinas y miel» y la pareja regresa del pedazo de paraíso (diría Cortazar) a la vida cotidiana que es naufragio y «desastre». (9) «De amor». «De amor he caminado goloso al martirio, / he habitado los salones oscuros del cadalso / en medio de un gran incendio silencioso, / he vivido horas sin historia / donde todo vuela sin polvo y sin poniente». Contexto: Si recordamos que las únicas tablas de salvación existenciales en la obra de Cortazar son el amor y la poesía, entenderemos que este poema es central en sus inventario «suicida»: por seguir al amor, éste lo ha hecho mártir, centro de espectaculares hechos: incendios silenciosos, horas sin historia, ascenso sin las ataduras de lo físico y de los deberes sociales. ¿El amor aplaza la hora final de los suicidas? ¿El amor es la sin-razón que destruye la elocuencia de la muerte? (10) [C] Variaciones sobre una nostalgia Este sexto poemario de Cortazar es eco o prolongación de Ventana abierta. En general, los poemas llevan un ritmo repetitivo y no hay novedades temáticas ni estilísticas. Cortazar mismo escribió en «Posdata, poema II» lo siguiente: «Los otoños, / los barrios, el de(1) 30 sierto, / las mujeres, las tardes y el dolor. // Sigo en estos temas: / sombras permanentes de mi voz». El libro se titula, precisamente: variaciones. Variantes de una constante en la poética de Cortazar: la melancolía nostálgica iniciada desde su primer libro y convertida en tema integrador desde La vida escribe con mala ortografía. (2) En Variaciones sobre una nostalgia domina la perspectiva de una memoria triste, de un dolor por lo que (se) fue —y que ahora ya no es—. La sobrecarga de imágenes tiene una sola función: la de recuperar entre-visiones de un pasado que el poeta transfiere en palimpsesto-hologramas a su realidad cotidiana. De allí que prefiera, de nuevo, las imágenes de efectos contundentes; imágenes que se igualen a la realidad-real para superarla. Veamos algunos versos de este poemario. (3) [D] Recurso poético: Versos efectistas Al escapar de la realidad llega a la nostalgia: «Finalmente contrito y deshecho, / huyendo del futuro, / al borde del instante». (1) Estos versos tiene la misa idea al número 1: «Un mundo sin asideros / cede a cada momento / ante los embates de la nada. / Con otra voz, / avanzo acorralado / por el estruendo / de incandescentes soledades». (2) Al morir: «Salimos a la muerte, / llegamos virtuosamente arrepentidos, / con las llagas del recuerdo entre los brazos». Y en el nositio de la muerte: «Allí en es hueco / asciende luminoso el tejido verbal de los poemas»; «ahí los dioses juegan / anteponiendo sus designios a los anhelos que callamos». (3) El acto de dormir y soñar: «Duermo / sabiendo que la vida / es un profundo insomnio / que nos lleva de la mano hacia el Otro...». Y luego el paso al no-soñar y a la vigilia: «Nadie llega de visita, / la (4) 31 hora de arribar se desvanece / las hojas decrepitas guardan su senil alquimia / en la enredadera». Recuperar su casa mediante la enumeración: 1) «Aquí yacen petrificados / muebles, relojes, recuerdos y miradas». 2) O la sinestesia: «…luz olorosa a hierba que nace en el patio». (5) La percepción de la noche desde su casa: «Anoche todo fue invierno». (6) El envejecimiento de su casa: «Con los años se transforma en bazar de cosas rotas, / museo melancólico de la inutilidad». (7) Descripción de la casa mediante la enumeración (acumulación de características): «Nuestro barrio, grato felino, / huracán de golondrinas en el incendio del verano, / oasis de madreselvas entre el juego y la bondad». (8) La embriaguez de los sentidos en su sitio preferido: El parque: «Totalidad agobiante de paisaje / donde se pierden los puntos cardinales». (9) El poeta se da cuenta que esa ciudad es nueva, es ajena: «La ciudad dejo de ser nuestra, / se multiplico, / finalmente fue otra». Sentimiento de enajenación —no de locura: sí de ser robado—. (10) «No sabemos si estuvimos aquí / o fuimos memoria de algunos que se marcharon / dejando sólo su ausencia». Bellísimo verso que habla de la condición de enajenación y de sensación de haber sido él mismo un ser soñado. (11) 32 «[Y] en las calles con el paraíso bajo el brazo / camina una muchedumbre / ansiosa por llegar». Así describe el andar de la gente después del trabajo. (12) «Refugiados en la tarde / las veíamos pasar alegres y desnudas / llevando con santo egoísmo / piernas, caderas y pudor». El recuerdo de las muchachas en la ciudad de Chihuahua. (13) «Así pasaron por el parque, / me quedé viéndolas hasta que sólo fueron recuerdo, / ilusión efímera / que termina justo al empezar». La forma en que el poeta ve a las muchachas, sus efímeros deseos. (14) «Si lo pides / levantaré las lápidas del tiempo, / y el nido vuelto amanecer / será nuestro único refugio». Las promesas del amante a su amada. Excelente ejemplo de poema efectista. (15) «[D]espertando con tu paso las palabras, / descubriendo las bondades del verano…». El poeta ve a la mujer amada. (16) «Tu piel reunía / la luz y el silencio». La contemplación de su mujer. (17) «Ligera caminas / por una plaza lejana / sumergida en el cristal de tu ser». El poeta recuerda o imagina a la mujer amada. (18) «El día yace cerca de la noche». El momento en que el poeta se dispone a recordar a aquellas que han sido amadas por él. (19) Con «esperanzas ahogadas en el clavel letal del infortunio». Forma concluyente del estado emocional-reflexivo del poeta. (20) 33 «[Y] que finalmente llegaron como pájaros heridos / buscando antiguas claridades». Se refiere a las voces de la soledad que él ha escuchado y ha podido convertir en poemas. (21) [E] Tema: la melancolía nostálgica (El Yo en los lugares catalizadores de la memoria) «Yo, poema IV». «Soy abismo y sepultura, / vértigo que añora ser incendio, agua inútil, vertida en brazas que acabaron, / palabra sumergida, / putrefacción de intentos, / discurso fatigado, / sin aliento...» Contexto: El poeta declara una vez más sus características de identidad en una enumeración depresiva. (1) «Yo, IX». 1) «Salgo a mi cuerpo, paso a paso, / escucho murmullos que me siguen». 2) «Mi cuerpo ya no es albergue sino cárcel, /son demasiados los años / que me atrapan, / no es sólo la ausencia de las sirenas y su canto / es el naufragio en nuestra sangre, / el abandono que con los años va tomando cuerpo...» Contexto: El poeta como un Ulises viejo se da cuenta de que el canto de las sirenas ahora es murmullo, que su cuerpo es abandono. El salirse de su propio cuerpo es un desdoblamiento nostálgico: el yo presente y el yo pretérito. (2) «Yo, X». 1) «Lentamente doblegado / por evidencias sin retorno, / voy deletreando mi caída / en la austeridad petrificada de la tarde». 2) «camino intacto hacia ninguna parte». 3) «[P]recipitándonos — reos del aturdimiento— / a una casa como eco, a un barrio casi luz, / a una ciudad destituida / en la que se han borrado las palabras, / los caminos». Contexto: La carne envejeces, es una evidencia «sin retorno»; vuelve a la nostalgia a una casa, a un barrio a una ciudad que ya no existen porque están en la memoria adolorida. Estos tres temas: la casa, el barrio y la ciudad, serán los siguientes sub-temas de este libro de poemas. (3) «La casa, poema II». «Por esta casa pasaron largos años de polvo / desenterrando cadáveres imposibles de matar. Ahora sólo queda la tarde, / cuartos donde hay espejos / que nada reflejan / sino esta oscuridad andrajosa». «Afuera la noche reúne / los mismos insomnios, (4) 34 / los mismos aromas. / Todo naufraga impasible, distante». Contexto: La casa es un lugar envejecido, ambiente paralelo al cuerpo y las emociones que dice tener el poeta. «La casa, poema V». «Algunos rincones de la casa nos pertenecen. / Afuera, en el patio, el árbol creció con nosotros». «Hoy, aquí, / pendiente del calendario, / guardo silencio / frente a la frágil eternidad / de la penumbra». Contexto: El poeta habita una casa hecha a su medida: melancólica, en penumbras, envejecida. (5) «La casa, poema VIII». «En la cocina / nos reunía la tarde. / Allí por la ventana / el silencio de los árboles nos habla desde el patio, / se sentaba con nosotros a la mesa». Contexto: Hermoso poema basado en la personificación de la tarde y el silencio, invitados a la casa ideal del poeta nostálgico. (6) «El barrio, poema II». «Voy rumbo al barrio, / todo aguarda en la quietud del recuerdo, / escucho lejanas voces como piedras a mitad de la calle». Contexto: El poeta camina y escucha voces-piedras ¿se siente agredido? (7) «El barrio, poema IX». 1) «Barrios llenos de ángeles, / silenciosos seres que se deslizan / como seda que cae / suavemente / contra la húmeda distancia gris». 2) «[C]omo quien repite incesante / una letanía: / inventario de viejas corbatas / de zapatos / de rincones / y rumor». Contexto: El poeta camina y describe las gentes como ángeles de caminar suave como la seda. Luego se siente como un memorioso que enumera los objetos catalizadores de su memoria. (8) «La ciudad, poema II». «Por la plaza se escucha el mismo grito / de un vendedor envejecido que nada vende / sino frases y recuerdos». «De la derrumbada hojarasca renace la ultima ave del / otoño». Contexto: serie de imágenes que son instantáneas de una percepción de sincopada. (9) 35 «Posdata, poema VI». «A pesar de todo, / seguimos acumulando la desdicha, / tendiendo puentes a la nada, / escarbando en la semana / para localizar fragmentos del destino que nos ata». Contexto: el poeta se pregunta qué hacer después de reconocer su pesimismo melancólico; la respuesta es continuar siendo así. (10) 6. Don de la noche Enrique Cortazar a sus 70 años escribe con la misma nostalgia de hace 36 años, cuando publicó Otras cosa y el otoño. Por eso creo inexacta la idea de «a mayor número de recuerdos, está más cerca la muerte» (cita que el mismo Cortazar hace de Rafael Pérez Gay). Cortazar cuando recuerda, no muere; vive su esencia de poeta. (1) «Como quien se desabotona el alma / para mostrar sus cicatrices / voy recobrando la noche de aquel parque / en el que uníamos / nuestras palabras / en un profundo lenguaje / de viento y de palomas» (44). (2) Cortazar es el poeta que recuerda; siempre está recordando a través de la nostalgia que le triza el color de las tardes; siempre recordando en silencio el sabor de lo que ya no es; recordando, por ejemplo, el eco de lo que fue un día, hace mucho tiempo, un hogar, una mujer, una realidad tangible y cotidiana. «El pasado pesa / como orfandad o quimera» (18). (3) «La descubrí un día de otoño en que la tarde / navegaba silenciosa por su casa. / Reunida con ella misma / me invitó / a su risa / a sus grandes ojos / y a compartir lo que restaba del día» (46). (4) Aquello que fue es hoy sólo un trazo de palabras: evocaciones. Poemas como el dulce aroma de un cuerpo, la transparencia imaginada de una sombra. Palabras-nada que evocan el todo-ausente. (5) Tarea del poeta Cortazar: «Descubro en mis manos / recuerdos / de aquellos cuerpos» (18). (6) 36 Supongo que un poeta mira la realidad igual que todos, sólo que él enriquece esa realidad con las imágenes que impone al mundo: «(A esta hora el frío de ayer se despeña / y sin consuelo ronda los callejones)» (14). El ayer en el ahora, ¿por qué no?, como esos fantasmas que (dicen) rondan invisibles en por el mundo. (7) Si la nostalgia es el dolor por «lo ido y acabado» (Manrique dixit), la melancolía es un estado de tristeza que abarca todos los tiempos, es el presente perpetuo del dolor ante lo que fue, es y será. Temperamento que da el efecto de olor a humedad, a carcoma devorando el tiempo: «Hay un digno decaimiento / en cada mesa / en cada estante / en cada objeto / algo lejano que impone un respeto extraño / y nos obliga a callar» (28). «Olvidé / las ventanas cerradas / y hoy por la tarde / la noche / aún / seguía en la casa» (30). (8) El presente tiene el efecto polilla, la devastación del cuerpo que una vez fue sano, joven: «En estos días / ya no saludo a las muchachas / con la misma devoción» (16). «Mi lámpara está enferma / seguro que con un foco nuevo / volverá a sonreír» (28). Burlarse de sí es ya un consuelo; el patetismo es entonces la máxima fortaleza del que se sabe en las últimas horas de la vida. (9) Debemos creerle, el poeta tiene las mejores intenciones de imponer en su rostro la alegría: «Hoy me levanté / con la más sana intención / de darle por su lado / a la realidad» (30); pero la persistente melancolía seguirá devorándole el costillar de las horas y las calles: «Ese viento / que llega por la tarde / despeina / bruscamente / los botes de basura» (35); es mejor la sombra, el cobijo en la casa de nostalgias, en ese lugar donde, imagino, Enrique Cortazar sigue escribiendo su poesía. (10) 37 —————————————————————————————— ♦ Muestrario de la obra de Enrique Cortazar —————————————————————————————— A TI (De Otras cosas y el otoño) Con enajenada pasión Mi objetivo ideológico (o estratégico) eres tú. Mi táctica estos poemas estas cartas estas manos y estas ganas. Por lo demás sólo espero que las condiciones objetivas y subjetivas estén dadas. Tu militante. NO SÉ, PERO... (De Otras cosas y el otoño) No creo que pueda romper el código de buenas maneras que me dio el obispo sordo de las mesas y candiles con saludos y respetos. Quitarme los zapatos en medio del banquete escupir el vinagre o gritar pidiendo se comprenda que la salsa pica demasiado cuando el guante, en anillo y la corbata leen el discurso generoso y filantrópico sería una locura comparable a descolgar las campanas y en su lugar poner salterios y bongos. Acepto este lugar de sillones decentes y calcetines lavados seriamente de inscripción en las escuelas 39 y asientos numerados. El ruido tumultuoso del desorden psicológico lo cambio por relojes y jabones. Renuncio a pisar los jardines prohibidos donde podría robar un racimo de violetas y traerlo por la noche a tu casa donde tú estarás seguramente ahora leyendo a Bakunin. CONDECORACIÓN (De La vida escribe con mala ortografía) Entonces como héroes conquistados intercambiando medallas entre sábanas y el alba tú y yo nos condecoramos con las manos y la boca. PARTE I / POEMA IV (De Ventana abierta) A veces mi cuerpo está de sobra, se torna residuo o migaja (un ebrio dios con él juega y se divierte). A veces me lleva a visitar viejas casas vacías, a veces lo siento tan a mi lado que finalmente me resigno a seguir viviendo con él» PARTE II / POEMA III (De Ventana abierta) En algún pueblo el viento la noche esparcen luna por las casas, 40 hacen nido en el silencio de los cactus, levantan fantasmas por el camposanto de siglos, y en complicidad con cerraduras y postigos me dicen —áridos golpes de telégrafo— cosas del miedo y la distancia. PARTE III / NACIMIENTO (De Ventana abierta) Nacer, ir saliendo poco a poco de la sepultura. Volver a ser gusano, luego carne, luego pena. Nacer decrépito, demente, encorvado y con el paso lento. Subir hacia un tiempo que se pierde, caminar desde más al menos: tener menos miedo, menos naufragios, menos silencio, menos tos. Ir perdiendo datos, fechas, títulos. Llegar a la edad en que uno se vuelve como niño; no saber nada, pedirlo todo, buscar a gatas, sin palabras, balbuceante. Ignorar que bastarían sólo nueve meses y un dolor de contraparte para encontrar la otra salida, aquella por donde llegamos hace más de cuarenta años. PARTE III / POEMA IV, OCTUBRE (De Ventana abierta) Es un mes parecido a las calles solitarias cuando el fresco desciende y se nos mete en el alma. Mes hermano del desierto donde se puebla de ausencias el paisaje y las muchachas se ponen suéteres hermosos. 41 Octubre es el principio de una profunda nostalgia que por falta de mejor palabra llamamos simplemente otoño. PARTE VII / POEMA VI (De Ventana abierta) Para entrar al día son precisos la saludable risa, la lengua con que hablamos y los ojos —incendio de brisa en la mañana— con que nos devuelve su verdad el mundo. Caminar buscando la clara voz de la mañana, dispuestos a rebautizar las cosas. Desnudos tomar a cuenta propia lo que la lluvia dice, irnos sumando a los pequeños, intransferibles desenlaces cotidianos. LA TARDE (De Suicidio aplazado) Cae la tarde en la distancia. Paciente nos muestra su exilio, su vencido reino de viento y transparencia. Desciende de sombra en sombra hacia los linderos de la noche donde se origina el silencio. En el fondo de la oscuridad quedan residuos de luz prisioneros en el inquietante vuelo de luciérnagas y estrellas. (La arboleda oculta, finalmente, los destellos del día, un pobre pasa silbando una tonada parecida al verano). LA NOCHE, LA LLUVIA… (De Suicidio aplazado) La noche camina bajo la lluvia como una adolescente perdida, escucho desde su oscura humedad a mis días y su infancia; poco a poco sus palabras me configuran, me van dando sustancia, la realidad por un instante se transforma en refugio, 42 las cosas se quitan los nombres, ya no existo, soy el que pudo haber sido, en mi lugar un desvencijado camino se apaga contra la noche y la lluvia… LA CASA, POEMA VIII (De Variaciones sobre una nostalgia) En la cocina nos reunía la tarde. Allí por la ventana el silencio de los árboles nos hablaba desde el patio, se sentaba con nosotros a la mesa. La cocina fue siempre una profecía de encuentros, sus olores tenían algo de paraíso y salvación. Allí, junto al calor, con el gato por testigo tendido en su aletargada e indiferente dimensión, todo era un inmenso sí entre tazas de café. 43 —————————————————————— ♦ Contenido —————————————————————— ♦ Presentación ♦ Enrique 5| Cortazar, la nostalgia 6 | ♦ Muestrario de la obra de Enrique Cortazar: 38 | «A ti» 39 | «No sé, pero» 39 | «Condecoración» 40 | «Parte I» 40 | «Parte II» 40 | «parte III, nacimiento» 41 | «Parte III, octubre» 41 | «Parte VII» 42 | «La tarde» 42 | «La noche, la lluvia» 42 | «La casa» 43. —————————————————————————————— ♦ José Manuel García-García, publicaciones —————————————————————————————— Poesía: Piezas para un poemario (2014) El libro de las islas perdidas (2012) Guardamemorias (2005). Aforismos: Microagniciones (aforismos) (2014). Ensayo: La inmaculada concepción del humor (1995). «La cultura en la literatura de Ciudad Juárez». En Ciudad Juárez. La nombradía varia, desde sus orígenes hasta la actualidad (Tomo II; Grupo Milenio, 2012). Antologías: Ciudad Juárez, versiones de una Toma, 1911 (2011). La obra literaria de Ulises Irigoyen y José López Bermúdez (2006). Don Rómulo Escobar: Selecciones de artículos y ensayos 1896 a 1946 (2006). Paso del norte: Ciudad Juárez: Textos de su historia y su cultura, 1535 a 1899 (2005). Libros en Internet: El libro del humor subversivo (2011). El libro de los sarcasmos (2011). El libro de Placeres y Nostalgias: Jesús Gardea, Ricardo Aguilar, Enrique Cortázar (2011). Artículos/Ensayos: En diversas revistas académicas y literarias: Minerva (Corea), Quimera (España), Plural (México), Proceso (México), Revista de la Literatura Mexicana Contemporánea (UTEP Estados Unidos), La palabra y el hombre (Universidad Veracruzana), The Handbook of Latin American Studies (Library of Congress), y otras más. Editor principal: 16 libros de diversos autores. Editor principal de Armario, suplemento cultural de Semanario, Ciudad Juárez (2000-2007). Editor de diversas revistas: Noesis (UACJ), Arenas Blancas (NMSU), y otras más. Coordinador de El Taller Literario del Museo de Arte (INBA, 20002007), y el Taller Literario «Pizca a las 6:30», Las Cruces, NM, USA, a partir del 2011. Ha obtenido diversos reconocimientos y premios como académico y poeta. http://web.nmsu.edu/~jmgarcia/