1 PRESENTACION En Julio de 2009, los cronistas universitarios asisten por quinto año consecutivo al Congreso de Cronistas de Ciudades Mexicanas, A.C., el cual se llevó a cabo en la ciudad de Saltillo, Coahuila, del 15 al 17 de julio de 2009. En esta ocasión participaron 9 integrantes del Colegio de Cronistas de nuestra Universidad. En el boletín del mes de agosto de 2009, la Dirección de Identidad Universitaria da a conocer dos, de las nueve ponencias que presentaron los cronistas en dicho Congreso. 1. PERSONAJES QUE IMPULSARON A LA EDUCACIÓN EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO DESDE LA INDEPENDENCIA, REFORMA E IMPERIO DE LA M EPD MARICELA DEL CARMEN OSORIO GARCIA, CRONISTA DEL PLANTEL “IGNACIO RAMIREZ” DE LA ESCUELA PREPARATORIA. 2. MANUEL MONTAÑO: APARENTE DEFENSOR DEL FEDERALISMO MEXICANO EN 1827 DEL LIC. JOSE JAIME CASTRO RESENDIZ, CRONISTA DEL PLANTEL “CUAUHTEMOC” DE LA ESCUELA PREPARATORIA. En el boletín del mes de septiembre de 2009, la Dirección de Identidad Universitaria da a conocer otras dos, de las nueve ponencias que presentaron los cronistas en este Congreso. 1. FELIPE BERRIOZABAL (1827 – 1900) Y SU IMPETU DE PATRIOTISMO DELA M en E.S. ELENA GONZALEZ VARGAS, CRONISTA DE LA FACULTAD DE QUIMICA. Víctor Sánchez M., PROFESOR DE LA FACULTAD DE QUIMICA Y DEL ING. JOSÉ YURRIETA VALDES, DECANO DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO 2. CORONEL SILVESTRE LOPEZ TORQUEMADA DEFENSOR DE LA PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA DEL M en D. NOE JACOBO FAZ GOVEZ, CRONISTA DEL PLANTEL “SOR JUANA INES DE LA CRUZ” DE LA ESCUELA PREPARATORIA. 2 FELIPE B. BERRIOZÁBAL (1827-1900) y su ímpetu de patriotismo Elena González Vargas Víctor Sánchez M. José Yurrieta Valdés. En el Aula Magna, recinto de ceremonias inéditas e inolvidables de la Universidad Autónoma del Estado de México, brilla el pensamiento “El hombre pasa pero la obra queda” de uno de sus grandiosos López institutenses Mateos. Presidente afirmaba de que Adolfo Quien la como República México lucha incansablemente por acrecentar el respeto a la dignidad del hombre como sujeto de la justicia social, por la libertad e independencia de los pueblos y por la soberanía de los estados con todos sus atributos como el decidir libremente respecto de sus asuntos internos y externos. Colección de fotografías del área especial del Archivo Histórico del Estado de México 3 Dicho pensamiento con un matiz de investidura y de amor a la patria, bien se lo merece un personaje que participó durante la intervención norteamericana (1846-1848), la guerra de tres años o de reforma (1858-1861) y la intervención francesa de 1862, y que fue catedrático del Instituto Literario del Estado de México de siglo XIX. Una institución educativa que había adquirido su restablecimiento definitivo señalado por el decreto número 28 de 7 de noviembre de 1846,1 así como la aprobación de su Reglamento que establecía las materias a enseñarse y el nombramiento de su Director, el abogado Felipe Sánchez Solís (1816-1880).2Nos estamos refiriendo al ingeniero Felipe B. Berriozábal (1827-1900), quien impartió el primer curso de matemáticas de los estudios preparatorianos en 1848.3 Este distinguido personaje de origen zacatecano, nació el 23 de agosto de 18274. Quedó huérfano y pobre, muy joven.5 Más su espíritu de lucha por conseguir una vida digna y honorable le llevó a trabajar arduamente con economías fructíferas y a entregarse al estudio de la escuela básica, elemental o de primeras letras, a modo que le permitieron trasladarse a la ciudad de México para incorporarse de alumno del Colegio Nacional de Minería. Este colegio ofrecía los estudios preparatorios (3 años) y las carreras de Agrimensor (4 años), Ensayador (5 años), Apartador de Oro y Plata (6 años), Beneficiador de Metales (7 años), Ingeniero de Minas (9 años), Geógrafo (8 años) y Naturalista (7 años).6 1 2 3 4 5 6 Aurelio J. Venegas, El Instituto Científico y Literario del Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1984, p. 11. Colección de Decretos del Estado de México, tomo III, 1846, pp. 55-60, Archivo Histórico de área especial del Estado de México, Centro Cultural Mexiquense del Gobierno Estatal. Inocente Peñaloza García, ¿Quiénes fueron los Institutenses? Apuntes biográficos de 60 personajes del Instituto Científico y Literario del Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 2000, p. 28. Ibidem p. 28. Irineo Paz, Los hombres prominentes de México, editorial Irineo Paz, México, 1888, Archivo Histórico de área especial del Estado de México, Centro Cultural Mexiquense del Gobierno Estatal. María de la Paz Ramos Lara, Historia de la Física en México en el siglo XIX: Los casos del Colegio de Minería y la Escuela Nacional de Ingenieros, tesis de Doctor en Historia, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, 1996, p. 183. 4 Portada del libro Los Veneros de la Ciencia Mexicana. Crónica del Real Seminario de Minería (1792-1892), tomo I, Facultad de Ingeniería, UNAM, 1998 El espacio académico del Colegio Nacional de Minería se distinguía porque además de practicar el aprendizaje del conocimiento científico, también, inducía a la práctica de la disciplina en las actividades con la mira de formar el carácter del alumno. Entre las conductas prevalecientes del ambiente figuraba el amor a la patria con el valor cívico de defenderla. En 1845, los alumnos del Colegio estuvieron enterados del derrocamiento y destierro del presidente tirano como le llamaban, Antonio López de Santa Anna (1795-1877), y del llamado a la presidencia del general José Joaquín Herrera (1792-1854). A igual que una multitud de personas acomodadas y de jóvenes distinguidos, ellos estaban decididos a tomar las armas en defensa de la libertad y la patria, uno fue Felipe B. Berriozábal. Ellos, los alumnos, realizaron una petición al ministro de guerra, Pedro García Conde, que el Diario del Gobierno de la República reprodujo y entre otras cosas decía: Nuestros deseos se hubieran limitado hasta aquí si el general Santa-Anna, escuchando la voz de la razón cediera a las órdenes de los que hoy rigen por la voluntad nacional, y no nos trajera la guerra, como debemos esperarlo de su malvado carácter,… … la población entera está en el preciso caso de procurar que 5 el tirano no entre, y para ello es necesario contar con los brazos de todos los buenos mexicanos. ¡Cuánto más honroso será morir defendiendo la libertad que arrastrar después duras cadenas! Nosotros jóvenes en quienes el ardor sagrado del amor a la patria arde tanto, nuestros pechos están para oponerlos al fuego del Nerón mexicano. Nosotros, colegiales de Minería, juramos ante usted que si se cree que nuestra sangre puede ser útil al bien general, estamos dispuestos a derramarla en el campo y le suplicamos que acepte esta oferta que gustosos y con tal voluntad le hacemos a la causa común. Aprovechamos la ocasión para asegurarle las consideraciones de nuestro respeto y cariño. Próspero Goyzueta, Teodoro Castillo, Gaspar Sánchez, José Salazar Ilrregui, Juan J. Sánchez, Pablo Esparza, Felipe B. Berriozábal y otros.7 La contestación del ministro de guerra fue pronta. Agradeció su entrega a México. La petición le enorgulleció, haciéndoles saber que se recurriría a ellos cuando el gobierno se viera obligado a usar de medios extremos. El valor temerario de Berriozábal lo manifestó cuando se enteró que las tropas americanas del general Winfield Scott (1786-1866) desembarcaron en el puerto de Veracruz para dirigirse hacia la capital de la República Mexicana, en 1847; aunque el Congreso de Estados Unidos con el presidente James K. Polk (1795-1849), había declarado la guerra a México, en mayo de 1846. Entonces el alumno solicitó permiso al Colegio Nacional de Minería para dedicarse a organizar guerrillas, al igual que sus compañeros Juan Matute y Blas Múzquis.8 El espíritu de lucha del alumno Berriozábal siempre fluyó en su sangre e inteligencia, el cual lo manifestó en la batalla de agosto de 1847, en el convento de Santa María Churubusco. Entonces al ejército invasor se le 7 8 Clementina Díaz y de Ovando, Los veneros de la ciencia mexicana. Crónica del Real Seminario de Minería (1792-1892), tomo II, Facultad de Ingeniería-Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 1998, pp. 1022-1023. Ibidem p. 1073. 6 dificultó rendirse de los defensores mexicanos comandados por los generales Pedro María Anaya (1795-1854) y Manuel E. Rincón. Sobre todo, porque se les unió el contingente americano San Patricio, conformado por irlandeses. También, el haber dado la vida los jóvenes cadetes del Castillo de Chapultepec, ante el ataque del ejército estadounidense del general Winfield Scott el 13 de septiembre de 1847, fue para el alumno F. Berriozábal una tristeza y, a la vez, un orgullo de retroalimentación a su espíritu de valentía. A principios de 1847 el edificio del Colegio Nacional de Minería fue ocupado por los bandos invasores y destinado a servir de cuartel. Más las clases continuaron abiertas y se celebraron exámenes. Esto fue muestra de la eficacia de los profesores y la sorprendente instrucción de los alumnos.9 Para febrero 2 de 1848 se llegó a la paz, con la firma de su tratado en la villa de Guadalupe Hidalgo, cercana a la ciudad de México. Por el país firmó don Manuel de la Peña y Peña (1794-1854), encargado de la presidencia, con el comisionado de paz estadounidense Nicholas P. Trist (1795-1849). Para ese año 1848, Berriozábal se incorporó a los estudios de la carrera de ingeniería en agrimensura en el Colegio Nacional de Minería. Más su estrecha relación con el gobernador del Estado de México, Francisco Modesto de Olaguíbel (1806-1865), y con Ignacio Ramírez Calzada (18181879), secretario de guerra y hacienda, le llevaron a colaborar en la formación de alumnos preparatorianos del Instituto Literario de dicha entidad con la enseñanza de las matemáticas en álgebra elemental y geometría descriptiva.10 El carácter tenaz y firme de Berriozábal, también, fue observado por los catedráticos del Colegio Nacional de Minería. Con los exámenes públicos del 8 al 13 de noviembre de 1849, este alumno obtuvo el título de ingeniero en 9 10 Ibidem p. 1073. Aurelio J. Venegas, El Instituto Científico y Literario…op. cit. p. 12. 7 agrimensura. Para el 17 de noviembre recibió como otros el premio de parte del Director del Colegio, José María Tornel. En la solemne ceremonia de entrega de premios, el discurso del Director fue en testimonio de gratitud al padre de la Independencia Mexicana, Hidalgo. Discurso que tenía de trasfondo la tarea de desvanecer las calumnias propagadas por elementos conservadores de los periódicos Tiempo y Universal. También, era una invitación a los jóvenes de amar y respetar a Hidalgo, y de tener siempre presente la contribución de sangre heroica de su Colegio a la insurgencia.11 Un profesional con iniciativa en la ingeniería, como era Berriozábal, le llevó a responsabilizarse de la ratificación de los planos geográficos del Estado de México y de Tlaxcala, con el valúo de las fincas desde 1849 hasta 1852.12 Otro trabajo profesional que le reconoció el Estado de México, fue su colaboración para la desecación de los lagos de Lerma y la canalización del río mismo.13 Estos lagos para los años cincuenta de siglo XIX eran parte del paisaje panorámico o encantador, estaban cercanos a la pequeña ciudad capitalina de Toluca, y eran: (a) Chignahuapan o de Almoloya del Río; (b) Chimaleapan o Tultepec y (c) Chiconahuapan o de San Bartolo. Eran fuente de riquezas innumerables para los habitantes ribereños, al ser abasto de especies de peces como el más famoso itzamichin, ranas, ajolotes, plantas de forrajes, animales y el preciado tule para fabricar petates.14 No cabe duda que su desecación proveyó nuevas tierras de cultivo. A sus aptitudes y actitudes extraordinarias, Berriozábal, las encausó hacia su desarrollo militar. Empuñó las armas, filiándose en el partido liberal y al movimiento insurgente del plan de Ayutla, promovido por Juan N. Alvarez (1790-1867) e Ignacio Comonfort de los Ríos (1812-1863), que planteaba la 11 12 13 14 Los veneros de la ciencia mexicana…op. cit. pp. 1150-1156. Los hombres prominentes de México, op. cit. p. 76. Ibidem p.76. Marie-Dominique Sabalcagaray, “Érase una vez Chignahuacan: La primera de las tres lagunas de Lerma, en Boletín del Archivo General del Estado de México, número 9 septiembre-diciembre 1981, pp. 69-74, Archivo Histórico de área especial del Estado de México, Centro Cultural Mexiquense. 8 necesidad de hacer frente nacional para destituir al gobierno de López de Santa Anna. Plan que triunfó a mediados de 1855 con la huida del país de Santa Anna y con la designación provisional de Presidente de México a don Juan Alvarez. Él y la nueva generación de liberales civiles políticos convocaron al congreso para trabajar una nueva constitución, la de 1857, expedida el 5 de febrero y promulgada el 12 de febrero. El poder ejecutivo fue para Ignacio Comonfort y la Suprema Corte de Justicia en Benito Juárez G. Su falta de gobernabilidad y su adherencia al pronunciamiento político del conservador Felix María Zuloaga (1813-1898), el abrogar la Constitución de 1857, dio el golpe de Estado, dejando la presidencia en enero de 1858 para asumirla Zuloaga. Más los liberales reconocieron el mandato constitucional: al faltar el Presidente de la República asumirá la presidencia el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, que recaía en B. Juárez. Así es que hubo la presencia de dos presidentes. Ambas posturas ocasionaron enfrentamientos sangrientos y el generar estrategias jurídicas y políticas por quienes daban fluidez a la paz y a reinstaurar la nación. Juárez con las leyes de reforma, expedidas en Veracruz, logró que la iglesia careciera del deber de tomar parte en asuntos del Estado. También, al contar con un encargado de negocios de México en Estados Unidos, de firme lealtad, patriotismo, diplomacia, como Matías Romero Avendaño (1837-1898), propició a que el Presidente de Estados Unidos, James Buchanan (1791-1868), externara apoyo sustancial a la causa liberal juarista, a la regulación de la ambición expansionista de los sureños estadounidenses, a asumir una posición firme ante la intervención europea que se gestaba y a favorecer el tratado de McLane-Ocampo con México, firmado en Veracruz. En cambio, Zuloaga a través de Juan Nepomuceno Almonte (18031869), visualizó el rescate de las relaciones diplomáticas con España a través de la firma del tratado Mon-Almonte, para reclamar una respuesta firme y 9 legal de las convenciones pasadas avaladas por la legislación española en México de acreedores hispanos. Sin que se olvidaran las negociaciones de los representantes españoles con Francia e Inglaterra. El ingeniero Berriozábal siendo partidario de las leyes de reforma, sabía que en los ambientes sociales citadinos de México se encontraba el clero regular dedicado a concebir aspectos fundamentales de la vida moral, así como el clero secular que defendía su poder de privilegios más los intereses de la sociedad. Y que el poder civil estaba convertido en instrumento al servicio de los cuerpos eclesiástico y militar.15 Berriozábal dio respuesta de defensor al ataque de la ciudad de México, en las columnas de San Cosme, octubre de 1858, por el batallón conservador de Miguel Miramón y Tenorio (1831-1867). Estuvo bajo las órdenes del general coahuilense Miguel Blanco como teniente coronel de ingenieros.16 Fue responsable del arresto del señor obispo Espinosa en la hacienda de Jalpa de Cánovas, Guanajuato, en julio de 1860.17 También, formó parte del ejército defensor de la plaza de Guadalajara al ataque de M. Miramón, con el general en jefe Jesús González Ortega (1822-1881).18 En diciembre 9 de 1860, él participó de la defensa de la plaza de Toluca, ganada por M. Miramón y sus subalternos Negrete, Mariano Miramón (hermano de Miguel), donde fue hecho prisionero junto con Santos Degollado y Benito Gómez Farías. Sin embargo, esto fue algo simple con lo que aconteció días posteriores. Se dice “el entusiasmo de los conservadores fue de corta duración. Pocos días después apareció González Ortega en el Valle de México al frente de un numeroso ejército compuesto de las brigadas de Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Guanajuato y Jalisco. Miramón 15 16 17 18 Leopoldo Zea, El positivismo en México. Nacimiento, apogeo y decadencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1988, p. 79. Los hombres prominentes de México, op. cit. p. 77. Agustín Rivera, Anales Mexicanos. La Reforma y el Segundo Imperio, Cámara de Diputados, México, 1972, p. 62, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense. Ibídem p. 65. 10 esperanzado en batir al enemigo en detalle salió a su encuentro. Más el 22 de diciembre de 1860 Miramón ocupaba las lomas de San Miguel Calpulalpan, principió el combate a las ocho de la mañana, siendo la victoria para los constitucionalistas y Miramón con unos cuantos jefes tuvo que volver a la capital.”19 En diciembre 24 de 1860, en la noche, el ayuntamiento de la ciudad de México encargó a Berriozábal guardar el orden de esta ciudad mientras llegaba González Ortega que lo hizo en la madrugada del 25 de diciembre.20 Juárez entró triunfante a la ciudad de México enenero de 1861. Y la labor del ingeniero Berriozábal fue aquilatada por el Congreso del Estado de México, al nombrarlo su gobernador a partir del 21 de mayo de 1861.21 Inmediatamente ejerció gobierno en hacienda y guerra al dictar las providencias necesarias para sostener la Constitución de 1857, las leyes de reforma y el extinguir la guerra.22 Al enterarse del fusilamiento del michoacano Melchor Ocampo, con el Congreso estatal y bajo el decreto número 7 de 8 de junio de 1861, le declararon Benemérito del Estado de México a este mártir de la libertad;23 también, fue asentado que todas las autoridades, empleados y militares, vestirían riguroso luto por nueve días con la portación de un lazo de gasa negro en el brazo derecho.24Asimismo fue para el general toluquense Plutarco González (1813-1857) y para el guanajuatense Santos Degollado (1811-1861), quien murió en la persecución de los asesinos de M. Ocampo. El carácter firme del gobernador Berriozábal favoreció la realización de brindar retoque a la Constitución del Estado de México para el progreso de la sociedad y ponerla en armonía con los respetables preceptos constitucionales 19 20 21 22 23 24 Ibidem p. 67. Ibidem p. 68. Decretos de los Congresos Constituyente y Constitucional del Estado de México de mayo de 1861 a octubre de 1868, tomo VI, p. 7, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense. Ibidem p. 19. Ibidem p. 11. Ibidem p. 12. 11 federales. Con el decreto 34 de 31 de octubre de 1861 se expidió la nueva Constitución de la entidad de 33 artículos. A partir del 5 de noviembre el Congreso hizo la protesta de sostenerla, cumplirla y hacerla cumplir.25, 26 También, estableció el reglamento para la guardia nacional y las fuerzas de seguridad pública con los decretos número 35 y 36 de 31 de octubre de 1861. Consideraba que las diferentes medidas adoptadas para la persecución de los malhechores que infestaban las poblaciones eran ineficientes, en vista de que ellos realizaban sus atentados sin mayor obstáculo. Decía que uno de los primeros deberes de todo gobierno era el dar seguridad a los habitantes.27 Con los decretos número 37 y 38 de octubre de 1861, el atributo de conceder facultades extraordinarias al poder Ejecutivo del gobierno estatal y la Ley Orgánica Electoral de los poderes estatales respectivamente, ejerció las leyes constitucionales.28 Sabía que la pequeña ciudad provinciana de Toluca albergaba a cuatro órdenes religiosas: los franciscanos que habían llegado a evangelizar desde 1525, los carmelitas, los mercedarios y los juaninos.29 Para noviembre de 1861, Berriozábal al enterarse de la amenaza de España, Francia e Inglaterra, dijo “es probable que la nación tenga que sostener una guerra extranjera. Es un deber del Estado presentarse a sostener la nacionalidad e independencia de la República, de un modo honroso.”30 Caso fue que solicitó subsidio de guerra. Se retiró del gobierno del Estado de México y se unió a las fuerzas armadas del Cuerpo del Ejército de Oriente, acompañándose de un regimiento toluqueño. Sabía que a México se le consideraba como un país sin 25 26 27 28 29 30 Decretos de los Congresos Constituyente y Constitucional del Estado de México…op cit. p. 92. Ibídem pp. 40-68. Ibidem pp. 73-77. Ibidem 77-92. Mílada Bazant, “La desamortización”, en Historia General del Estado de México. Independencia, reforma e imperio, tomo núm. 4, Gobierno del Estado de México y El Colegio Mexiquense, A. C., 1998, p. 339. Decretos de los Congresos Constituyente y Constitucional… op. cit. pp. 108-125. 12 nacionalidad. De que Francia hizo falta de respeto al pacto del Tratado de Londres de octubre de 1861 y al de la Soledad cerca de Veracruz en febrero de 1862, a no conquistar territorio ni afectar el derecho de nación de elegir la forma de gobierno.31 El espíritu luchador de F. Berriozábal se fortaleció al enterarse, en los primeros días de enero de 1862, de la llegada de las escuadras europeas al puerto de Veracruz, y de que el Presidente Juárez haya nombrado general en jefe del ejército de oriente al general Ignacio Zaragoza (1829-1862) con sus subalternos Miguel Negrete, Antonio Alvarez, Porfirio Díaz, Juan N. Méndez, Francisco Lamadrid, Ignacio R. Alatorre, Jesús González Arratia, José María Méndez Olivares, Manuel Andrade Párraga Arriola, Mariano Escobedo y Pedro Martínez y él mismo.32 Activaban a la valentía de los defensores de la patria la Ley Juárez de los delitos contra la independencia y seguridad de la nación, y conforme a ella después fue juzgado y sentenciado Maximiliano de Habsburgo (1832- 1837). La esencia principal de ella está en los artículos 1o, 3o, 12o, 19o, 25o.33 El diálogo del ministro de relaciones exteriores, Manuel Doblado (18181865), con las tres naciones favoreció la retirada de España e Inglaterra. Más las tropas francesas permanecieron tras las intenciones de Napoleón III. A esto estaba unido el conservador Juan Nepomuceno Almonte, quien se encontraba en Europa y desembarcó en Veracruz para marzo de 1862, e inmediatamente expuso el establecimiento de una monarquía con Maximiliano de Habsburgo. Pocos días después desembarcó en el puerto de Veracruz, el conde de Lorencez, Charles Ferdinand Latrille (1814-1892), con un ejército francés. 31 32 33 Anales Mexicanos. La Reforma y el Segundo Imperio, op. cit. p. 88. Anales Mexicanos. La Reforma y el Segundo Imperio, op.cit. p. 95. Ibidem pp. 96-97. 13 Así, el gobierno de Juárez con el decreto de abril 12 de 1862, quedaron declaradas en estado de sitio todas las poblaciones que aquél las ocupara, siendo castigados como traidores los mexicanos que permanecieran en ellas y sus bienes confiscados a favor del tesoro público, salvo que hubiese motivo legalmente comprobado.34 Francia empezó el primer ataque con su ejército comandado por el conde Lorencez, en abril 19 de 1862. En las cumbres de Acultzingo, Veracruz, ganó la batalla al ejército de Zaragoza, quien se retiró a Puebla, en abril 28. Zaragoza intensificó su valor de lucha. Al arribar a Puebla, en mayo 3, procedió a dar organización a sus tropas y las exhortó a una lucha tenaz para poner en alto a México. Seleccionó las llanuras del este de la ciudad de Puebla como campo de batalla y de posición a los cerros de Guadalupe y de Loreto. Para el ingeniero F. Berriozábal estuvo la brigada de México, integrada por los batallones Fijo de Veracruz, 1o y 3o Ligero de Toluca.35 La ciudad de Puebla fue puesta en estado de sitio para el 3 de mayo. En cambio, el general Lorencez al saber de la preparación del ejército mexicano para resistirle, tomó la decisión de permanecer en el poblado del municipio Amozoc, Puebla, el 4 de mayo. Ahí se reunió con sus comandantes para formular un plan de ataque.36 A las primeras horas de luz del día 5 de mayo el ejército francés emprendió la marcha de Amozoc hacia Puebla y en las cercanías al fuerte de Guadalupe el general Lorencez dio la orden de ataque. Al observarlo el general Zaragoza, indicó se disparara un cañonazo y 34 35 36 Ibídem p. 108. A cien años del 5 de mayo de 1862, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1962, p. 120, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense. Ibidem p. 122. 14 rápidamente ordenó que la brigada del general Berriozábal se trasladase al espacio entre los fuertes, Guadalupe y Loreto, y que la fuerza de Caballería apoyase el flanco izquierdo del dispositivo. Mapa del plan de Zaragoza, en A cien años del 5 de mayo de 1862, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1962, p. 127, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense, Gobierno del Estado de México. En el ataque, el general Rojo tenía establecida su línea y dio arribo a la brigada del general Berriozábal, rápidamente acordaron establecer su línea colocándose la brigada Rojo hacia el fuerte de Loreto y entre ésta y el fuerte de Guadalupe, la de Berriozábal.37 Estrategia que llevó desencadenamiento de fuegos que sorprendieron a los atacantes, causándoles desorganización, cese en su ataque y replegándose en sus posiciones. Fue derrotado el enemigo. Así, el 5 de mayo de 1862, el general F. Berriozábal al igual que M. Negrete, J. Rojo, J. Alvarez, se unieron con su general en jefe I. Zaragoza, a una sola voz resonante y llena de júbilo LAS ARMAS NACIONALES SE CUBRIERON DE GLORIA, ante el rasgo inaudito de la falta de todo escrúpulo de honra, ante una mancha tan grande en el honor que con nada se limpia.38 En un reporte, el general Berriozábal dice “…que todos los jefes y oficiales de la brigada de mi mando se han portado brillantemente y con verdad puedo asegurar que no he notado un solo rasgo de cobardía en ninguno de ellos”.39 37 38 39 Ibídem p. 127. La reforma y la guerra de intervención… op. cit. p. 114. A cien años del 5 de mayo de 1862… op. cit. p. 179. 15 Fuerte de Guadalupe, en A cien años del 5 de mayo de 1862, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1962, p. 127, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense, Gobierno del Estado de México. También, el literato Víctor Hugo, escribió a los habitantes de Puebla “Tenéis razón en creerme con vosotros. No os hace la guerra Francia, es el imperio. Estoy con vosotros, vosotros y yo combatimos contra el imperio; vosotros en vuestra patria, yo en el desierto. Si sois vencedores, os ofrezco mi fraternidad de ciudadano, si sois vencidos, mi fraternidad de proscrito.40 Francia, tras perseverar en invadir y tomar la capital de México, reforzó su ejército con el general Federico Forey (1804-1872). En cambio, el general Zaragoza ideó un plan de fortificación de Puebla para detener al invasor el mayor tiempo posible, con nueve fuertes que rodearan la ciudad, Guadalupe, Loreto, Demócrata, Iturbe, Morelos, Hidalgo, Ingenieros, Zaragoza e Independencia.41 Zaragoza enfermó y murió el 8 de septiembre de 1862. Todos sus subalternos expresaron dolor y tristeza. Esto no impidió hacer sitio de Puebla, 40 41 Ibidem p. 431. La Reforma y la Guerra de Intervención, op. cit. p. 136. 16 que duró 62 días desde 15 de marzo de 1863, ahora con el general Jesús González Ortega (1822-1881). La línea de los fuertes Loreto-GuadalupeIndependencia recibió órdenes del general ingeniero Berriozábal.42 La serie de combates en abril de 1863 dejaron en ruina las manzanas fortificadas de la ciudad de Puebla. Los primeros días de mayo faltaron víveres en forma alarmante, exponiéndose la población civil al fuego de los invasores. Gran parte de la artillería estaba completamente inútil al faltar el parque. Así. González Ortega citó a una junta a los generales Berriozábal, Negrete, Antillón, Paz, Alatorre, Llave y Mejía, quienes después de discusiones fuertes decidieron que el general hiciera pláticas con Forey para conseguir una salida honrosa de la ciudad de Puebla.43 Forey se negó terminantemente a aceptar las pretensiones de González Ortega. El 17 de mayo de 1863 se rindieron como sus prisioneros y a no firmar un documento remitido por el ejército francés por no menoscabar la dignidad del honor militar. Las tropas francesas tomaron la capital del país en junio de 1863. Después el archiduque austrohúngaro Fernando Maximiliano de Habsburgo (1832-1867), fue declarado emperador de México, en abril de 1864. Felipe Berriozábal junto con Porfirio Díaz, siendo prisioneros de los franceses y en el trayecto hacia Veracruz, escaparon. Cada uno en regiones diferentes continuó su lucha por una nación libre y soberana. Berriozábal fue gobernador de Michoacán. Quien en 1863 por decreto puso en estado de sitio a la capital estatal mudándola a Uruapan en su lucha contra el ejército imperial francés.44 Estuvo informado del sitio que recibió el ejército francés con el mismo emperador, en Querétaro, por el batallón del general Mariano Escobedo 42 43 44 Ibidem p. 139. Ibidem p. 168. http://mapserver.inegi.org.mx/geografia/espanol/hypertext.cfm?s=geo&c=1219&e=16 17 (1826-1902), tras que el imperialista coronel Miguel López se unió al ejército liberal. Asimismo, se enteró del fusilamiento del emperador con los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía en el Cerro de las Campanas de Querétaro el 19 de junio de 1867, de acuerdo a la ley de enero de 1862. Con la declaración del Congreso de la Unión de reconocer a B. Juárez Presidente de México, 1867-1871, para Berriozábal fue motivo de fortalecer sus vínculos socioeconómicos y culturales con este gobierno federal. Posiblemente se unió a Mariano Escobedo, quien tuvo la encomienda por parte de Juárez de comandar la zona norte de México. Sin embargo, al llegar a ser Presidente de México Sebastián Lerdo de Tejada (1823-1889) por el periodo 1872-1876, Mariano Escobedo fue ministro de guerra y pueda ser que Berriozábal haya estado con él para continuar desempeñándose en la política y como defensor de la patria. Además, su identidad con el Colegio de Minería la seguía cultivando, pues, al conformarse la sociedad de alumnos, Berriozábal figuró como exalumno o egresado, participando en las comisiones auxiliares de la junta directiva de socorros, junto con Lorenzo M. Ceballos y Javier Stávoli. Dicha sociedad para fines de 1879 e inicios de 1880, expresó su desacuerdo por escrito al ministro de Justicia e Instrucción Pública y al Presidente Porfirio Díaz (1830-1915), de que la escuela de jurisprudencia no se trasladase al edificio del colegio, así como la importancia de la minería con su proyección en el porvenir del país.45 Con el ministro de guerra y marina, Francisco Naranjo (1839-1908), de la presidencia de Manuel González Flores (1833-1893), posiblemente, Berriozábal llevó unas relaciones estrechas y con el expresidente Porfirio Díaz. Asimismo pudo haber sido con el ahora secretario de guerra y marina, general Pedro Hinojosa (1822-1903), quien se desempeñó de 1884 a 1896. 45 Clementina Díaz y de Ovando, Los veneros de la ciencia mexicana. Crónica del Real Seminario de Minería (1792-1892), tomo III, Facultad de Ingeniería-UNAM, 1998, pp. 2631-2632 y 2562. 18 Felipe Berriozábal fue llamado por el Presidente Porfirio Díaz en su gobierno 1896-1900 como secretario de guerra y marina. Aunque se le presentó el camino que a toda persona le corresponde vivir, el 25 de enero de 1900 en la ciudad de México.46 Murió alguien patriota y sin miedo, con sacro fuego de la independencia nacional. 46 Los hombres prominentes de México, op. cit. p. 77. 19 CORONEL SILVESTRE LOPEZ TORQUEMADA DEFENSOR DE LA PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA M. en D. Noé Jacobo Faz Govez Cronista del Plantel “Sor Juana Inés de la Cruz” de la Escuela Preparatoria Antecedentes A 159 años de distancia de la mitad del siglo XIX, Amecameca en el Estado de México sigue deleitando y confortando el alma de sus moradores, con el canto de sus aves, ahí es donde surgieron voces de grandes poetas y dieron la pauta para la inspiración de pintores que llevaron al mundo a sus dos grandes portentos que durante miles de años han sido uno de los símbolos ecológicos de México. Así los describía en uno de sus viajes Ignacio Manuel Altamirano quien con la pluma dibujaba los paisajes del suelo mexicano en las últimas décadas del siglo XIX. “La magnifica cordillera oriental, de la que destacan majestuosos y gigantescos; el Popocatpetl y el Ixtaccihuatl*, comienza a surgir majestuoso, limitando las extensas llanuras. Desde Tenango del Aire, el camino serpentea entre arenales y sembradíos de trigo, hasta Ayapango, pueblecillo que dispersa sus casas humildes en los bordes de un riachuelo y que puede decirse que es un barrio de Ameca, algunos pasos más, y este último pueblo aparece a la vista. Pero el espectáculo, entonces, ha cambiado enteramente. Desparecieron ya los llanos polvorosos y las colinas amarillentas, los sembrados 20 simétricos y las haciendas y ranchos de aspecto triste, La temperatura desciende, un aire fresco, impregnado con los leves aromas de la vegetación alpestre, baña nuestros semblantes, es el aire de las montañas, el aire puro y sano que agita la cabellera de los pinos, que juega en los ventisqueros y que va a levantar en las llanuras de Tenango, torbellinos de arena”. Que hermoso paisaje pintado en acuarela con una pluma y un papel, que para pintar no se necesitan pinceles sino la creación susceptible del poeta. *A partir de 1994 fecha en que hizo erupción el volcán Popocatepetel, los medios de difusión (Televisión y prensa) en el Distrito Federal como una forma de gritar y vender la noticia, le perdieron el respeto a este icono de la geografía mexicana llamándolo “ Don Goyo” considerando que algunos pobladores que vivían en el Estado de Puebla, así lo conocían. Para los habitantes del Estado de México, Popocatepetl significa “montaña que humea” lo mismo que Iztaccihuatl “mujer dormida” y somos orgullosos de que así sea. Esa es la población antigua que naciera con bárbaros chichimecas totolimpanecas y en 1268 fuera fundada por Atonaltzin, (sol de agua). Su toponimia nos lleva al origen de su significado: Amaquemecan: amatl; papel, queme; el que tiene capas, mantas o camisas de papel, can; lugar, e; posesión. “Lugar de los que tienen capas o camisas de papel o de otra forma, lugar donde visten con camisas de papel. Amecameca siempre se distinguió desde su fundación por tener un cacique y una gran población, para 1871 dice Altamirano, era un villorrio alegre y modesto, y que frente a frente de los volcanes y pegado a la población, se levanta un bellísimo cerro todo revestido de vegetación, y en la cumbre del cual, hay un templo cuya cúpula se divisa entre las copas de los árboles. 21 El templo de referencia es el Sacromonte, en donde se venera al Santo cuyo nombre esta dedicado el Templo. Un Cristo en torno al cual se ha creado una gran variedad de leyendas para justificar su aparición y que han sido transmitidas de generación en generación por cientos de años. Es ahí donde meditaba acompañado de hermosas melodías de pájaros cantores Fray Martín de Valencia de Don Juan, uno de los llamados doce apóstoles (frailes) que llegaron bajo su jefatura a México para catequizar a los indios en el siglo XVI. Para el14 de noviembre de 1861, el gobierno del Estado de México decretó que todas las cabeceras de los distritos de la entidad obtuvieran el título de villa. Amecameca no era en ese entonces cabecera de distrito, sin embargo la importancia de su historia, su comercio y todo lo que ella era, aún en el ámbito de lo político y cultural, la llevaron a que se incluyera en el grupo de nuevas villas. Como podemos observar, Amecameca desde su fundación, ha sido cuna de grandes personajes de la historia universal y nacional, aquí se han forjado poetas y poetizas, pintores, escultores, sin dejar a un lado la labor académica que en los últimos años ha permitido el desarrollo de su población. Amecameca* es la cuna de Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre de pila fue Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, figura señera conocida como la Décima Musa, que se mantiene erguida sobre el pedestal que la admiración popular le ha construido para desafiar al tiempo con su imortalidad, que es a la vez intemporalidad, y de esa forma, mostrarnos con su ejemplo las raíces auténticas de la cultura mexicana. 22 Sor Juana Inés de la Cruz, es una figura excepcional de México y del mundo… a través de su vida y su obra, hemos aprendido a identificarnos con valores tan altos como la libertad de conciencia, de la que ella es ejemplo preclaro; a través de sus poemas podemos distinguir la superioridad del talento sobre la intolerancia; en su insaciable afán de saber encontramos aliento para transitar en la búsqueda de la verdad; en su extraordinaria sensibilidad, encontramos guía segura para comprender el justo valor de las elevadas creaciones del genio universal y el carácter fuerte de quien siendo mujer en el siglo XVII adelantándose a su tiempo, defendió el derecho de serlo. En ella se permite conjugar dos personalidades distintas pero coherentes. En una prevalece el espíritu rebelde de una mujer a la que no dejaron desarrollarse como ser humano, siendo capaz de enfrentarse a retos y vencer obstáculos que los otros (los hombres) le ponían para impedir su desarrollo intelectual, ya que en el siglo XVII ( 1651 – 1697) solo ellos se habían adjudicado como propiedad exclusiva el poder de la palabra oral y escrita.. “Claro honor de las mujeres, de los hombres docto ultraje que probáis que no es el sexo de la inteligencia parte ”. *Si bien Nepantla, lugar donde nace Sor Juana Inés de la Cruz actualmente pertenece al municipio de Tepetlixpa, en el siglo XVII correspondía gegráfica y políticamente a Amecameca. En la segunda, la religiosidad absorve a la persona que es capaz de ofrecer sus bienes y su vida por los demás, y no se limita a ofrecer sus servicios a la 23 orden monacal a la que pertenece, sino que va más allá de sus propias fuerzas, que en un acto de temeridad brinda a su Señor San Jerónimo. Para el siglo XIX en Amecameca destaca un frayle nacido en Tequisquiac, Edo de México y que posteriormente fuera investido como el primer obispo de la diosecis de Cuernavaca en el Estado de Morelos. Dicho fraile Don Hipólito Vera y Talonia es reconocido como un gran escritor y gran defensor de las apariciones de la Virgen de Guadalupe (1834-1898). Ignacio Manuel Altamirano lo menciona cuando al hablar de la leyenda del Señor de Sacromonte nos dice: ”Pero no existen fundamentos escritos de semejante tradición, ni en los archivos antiguos del pueblo, ni entre los vecinos; y así lo asegura mi excelente amigo y antiguo colega el Padre Vera erudito en materia de antigüedades, así como amante de la instrucción popular que el protege en su feligresía”. En Don Hipólito Vera y Talonia encontramos a un hombre que se destacó por su afán de desarrollar la cultura, a él se le debe la creación de una imprenta con la cual se editaron varios libros religiosos, a este respecto se dice: En 1871, fue nombrado vicario de Amecameca el sacerdote Fortino Hipólito Vera y Talonia, quien desarrolló obras y empresas culturales importantes. Don Hipólito Vera fundó la escuela politécnica, de la que surgieron aventajados sacerdotes, ingenieros, relojeros, pintores impresores y encuadernadores. En la parroquia de la Asunción estableció una imprenta que llamó primero “Imprenta Católica” y después “Imprenta de Colegio Católico”, por haber unido a ambas instituciones: la religiosa y la cultural. Ignacio Manuel Altamirano como ya antes se dijo, fue su gran amigo, la pintura del paisaje narrado con anterioridad se refiere precisamente a una de sus visitas al Padre Vera, que desde la ciudad e México hacia en tren saliendo de la estación de San Lázaro, con su paisaje agreste de las goteras de la gran ciudad y sus 24 desagradables olores, y en donde paso a paso comenta con la pluma su impresión de los lugares polvosos, semiáridos o húmedos y pantanosos en su caso del lago que otro fuera el orgullo de la gran Tenochtitlan, transformándose poco a poco en llanuras y bosques, que destilaban paz y tranquilidad. Se cree que estas visitas eran frecuentes, ya que estimaba en mucho la amistad que le profesaba, la quietud del lugar y tan hermosos paisajes. Se estima que no es difícil que una de sus obras “Navidad en la Montañas” fuese escrita bajo la inspiración de sus estancias en Amecameca. 25 CORONEL SILVESTRE LOPEZ TORQUEMADA DEFENSOR DE LA PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA En este espacio en donde se han y se seguirán desarrollado hombres y mujeres brillantes en la historia de Amecameca, Estado de México, cuyo origen fue el antiguo cacicazgo de los totolinpanecas quienes nunca se doblegaron ante el imperio de los mexicas o aztecas, aparece el personaje motivo de este ensayo, el Coronel Silvestre López Torquemada que al igual de muchos héroes anónimos tuvieron una visión definida en la defensa de la Patria, su biógrafa, Patricia Eli Unna Ramos, bisnieta del coronel nos dice: ¿ de donde habrá sacado mi bisabuelo a los hombres que formaron el Batallón Ocampo? Y caigo en la cuenta, los más eran de Amecameca. El coronel nace en Amecameca en 1834. Atendiendo a las formas y circunstancias de la época, el rastreo que se ha seguido para identificar el registro en donde quedo asentado su nacimiento no aparece, ya que no existen los libros que pudieran dar fe de manera oficial. Sin embargo, para mil ochocientos cincuenta y cinco, a los veintiún años, se le concede a través de la autoridad municipal una constancia de origen y vecindad (que le serviría quizá administrativamente para alcanzar nacional) en donde un grado al servir al ejercito también se indica que tiene certificadas todas sus contribuciones que por ley le corresponden y que esta inscrito en el padrón respectivo, dos de agosto de mil ochocientos cincuenta y cinco. (Anexo 1). De origen acomodado, desde muy corta edad vela por los peones que participan en la extracción de metales preciosos, especialmente el oro, mismos que son fundidos en crisoles que aun se conservan como remembranza de las épocas de bonanza por la cual pasó la familia. Su espíritu 26 guerrero lo lleva a realizar operaciones al servicio del ejercito, trasladando cargamentos en toda la zona centro oriente de la república mexicana, diversos documentos hacer constar tales actividades, como lo es el pasaporte otorgado por el Coronel Aureliano Rivera jefe de brigada, para que pasara de Texcoco al Estado de Querétaro en 1860. (Anexo 2). Si bien estos dos documentos nos muestran las primicias de las acciones en las que se ve involucrado Silvestre López Torquemada, su andar en el quehacer de la guerra lo lleva a defender a un México convulsionado por invasiones extranjeras, durante casi todo el siglo XIX, México afrontó guerras intestinas por el poder, desde la consumación de la independencia nacional, se discutía la forma de gobierno de la nueva nación llegándose al extremo de solicitar a un monarca extranjero que viniera a dirimir los conflictos sobre la forma de gobernar. Se pasó por el Plan de Casa Mata, Antonio López de Santa Anna, las corrientes liberales, la Guerra contra los Estados Unidos de América, la primera y la segunda intervenciones francesas. Es en el año de 1871 cuando le es asignado el grado de Coronel de Caballería, perteneciendo al Ejercito Constitucional Republicano. Grado otorgado por Aureliano Rivera, General en Jefe de las columnas expedicionarias del Valle de México en Monte Alto el 20 de diciembre de 1871. (Anexo 3) Un documento que nos muestra como una fotografía las actividades realizadas por el Coronel Silvestre López Torquemada de mil ochocientos cincuenta y ocho hasta mil ochocientos ochenta y dos es una constancia de servicios certificada por Francisco Leyva, General de Brigada del Ejército Permanente de la República Mexicana que señala entre otras cosas: El C. Silvestre López en su clase de comandante prestó sus servicios bajo mis órdenes contra el llamado gobierno reaccionario de Miramón, 27 desde los años de mil ochocientos cincuenta y ocho, hasta la fecha en que ocupó la capital de México el Ejercito Nacional Republicano al Mando de los Sres. Generales Jesús G. Ortega e Ignacio Zaragoza. El C. Silvestre López presto importantes servicios en la clase de Teniente Coronel del Batallón denominado “Ocampo” que perteneció a la División a mi mando en la guerra contra la intervención y el llamado Imperio desde el año de mil ochocientos sesenta y seis hasta junio de mil ochocientos sesenta y siete que se tomó la ciudad de México por el Ejercito de Oriente al Mando del Sr. General Porfirio Díaz. El General Leyva asienta que su comportamiento me consta, en todos sentidos ha sido perfectamente cumplido. Señala también que tomó parte en muchas acciones de guerra especialmente en: El sitio, asalto y toma de la Plaza de Puebla el 2 de abril de 1867 En la derrota y persecución del traidor Márquez en la Hacienda de San Lorenzo el 11 de abril e 1867 Durante el sitio a la ciudad e México por el ejercito de Oriente al mando el Gral. Porfirio Díaz. Otras órdenes giradas por Leyva que no por ser de menor envergadura tienen su importancia, nos muestran la disciplina del coronel en campaña: 1.- Recoger a las partidas sueltas que encuentre a su paso y emprender su marcha para San Pedro Actopan jurisdicción de Tlalpan, donde deben incorporarse con la brigada que está a mis órdenes, pidiendo los recursos a las autoridades de Amecameca y otras de las poblaciones que toquen a. su paso, por mi cuenta, permitiéndole en el acto emprenda su marcha aunque sea de noche, a fin de que se incorpore mañana mismo, pues interesa mucho su presencia. Dios y Libertad, camino para San Pedro, marzo 27 de 1860. Firma Leyva 28 2.- Se ordena al Comandante Silvestre López, proporcione 12 reses sacándolas donde las encuentre, para la división de operaciones del Gral. en Jefe .Jesús González Ortega. Firma F. Leyva. Atlixco, julio 9 de 1861. En cuanto a otras operaciones armadas en las que participo encontramos: El Gral. de Div. Miguel Negrete: Certifica que el Teniente Coronel de Caballería Silvestre López, estuvo en el hecho de armas entre Cholula y Atlixco en que fueron derrotados los traidores que en combinación con los franceses, amagaban a Puebla. Así como que dicho Teniente Coronel combatió a las órdenes de los CC. Grales. H. Oran y Carbajal. También certifico que el citado Tnte. Coronel, se encontró en la batalla de Tecoac el l6 de noviembre de 1876 y que iba mandando de la Columna de Lanceros, persiguiendo a Villagrán, hasta quitarle todos los pertrechos de guerra y la mulada del parque. El C. Silvestre López Incontables son los documentos que obran en poder de su biógrafa Patricia Eli Unna Ramos, su gran bonhomía lo hacía ganarse la simpatía de sus subordinados, en múltiples ocasiones los generales a cuyo mando estaba conociendo su solvencia económica recurrían a préstamos para la guerra. Ahora vemos a Silvestre López según algunos apuntes de su biógrafa: El Sr. Coronel Silvestre López de Amecameca, Edo. De México, nació en el año de 1834; sus primeros años transcurrieron combinando el estudio con los trabajos rurales. La inestabilidad política y económica que reino a lo largo del siglo XIX, debe necesariamente haber despertado inquietudes en muchos casos, como en el de nuestro personaje. Su participación en la guerra de reforma, lo acerco a próceres como Benito 29 Juárez y Melchor Ocampo, por los cuales sintió una devoción tan grande que se reflejó hasta lo último de sus días. El 7 de Diciembre de 1789, la Logia “Los Aztecas”, constituida bajo los auspicios de la Gran Logia del Valle de México, certifica que el H. Silvestre López, es maestro masón. Asentado en el poder Porfirio Díaz, desde 1877, y reinando con un anhelo vehemente de paz, toda ambición política y social, se subordinó, a esta suprema necesidad, nuestro personaje se retira a sus propiedades, dedicándose nuevamente a las labores rurales, sin abandonar las relaciones con sus antiguos compañeros y amigos partícipes de sus mismos anhelos y deberes para con la Patria; es así como una emotiva carta, firmada por los hermanos Flores Magón, Juana F. Gutiérrez de Mendoza, Juan Sarabia, Santiago de la Flor, Manuel Sarabia y la Srita. Acuña y Rosete es enviada desde Laredo Texas, solicitando su ayuda para la magna obra que realizan desde el extranjero. Narran en ella su lucha contra la dictadura, los asaltos contra los clubes liberales, los encarcelamientos ilegales, los procesos contra los periódicos independientes, la forma como se ponen al tanto del saqueo de sus bienes, el robo de sus imprentas y otros abusos; “ a usted -le dicen- en quien confiamos y a quien reconocemos como real y entusiasta partidario de nuestra causa, nos permitimos comisionarlo, para que colecte entre los buenos liberales de su conocimiento, las cantidades con que deseen y puedan contribuir para la prosecución de nuestros trabajos. Esperamos del patriotismo de usted y de sus amigos la ayuda que la causa de la libertad requiere”. Le informan además la forma de envío que requiere la cantidad reunida y le indican la dirección secreta: Sra. Antonia Méndez; 1517, E. Market, St.Laredo TEXAS, EE.UU. Muy probablemente el intercambio de correspondencia continuó, ya que en otra misiva con un membrete que dice “Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano” P.O. box 584 St. Louis, Mi., fecha en El Paso; Texas (Mayo de 30 1907): “El C. Ricardo Flores Magón, lamenta la desgracia ocurrida al Coronel, -el incendio de su casa-; no cabe duda, la fatalidad nos persigue, pero dice Ud. bien, hay que imitar al gran Ocampo”. El Sr. Flores Magón, le solicita fondos nuevamente y le expresa el deseo de ver pronto sus letras. En 1910, Don Francisco I. Madero estuvo en Amecameca. Desde la plataforma de un carro de ferrocarril pronunció un discurso contra el dictador. A partir de 1911 el movimiento armado que encabezaba en el sur, Emiliano Zapata fue ganando seguidores entre los peones de la zona. Desde 1914 y hasta 1917 Amecameca se convirtió en un importante bastión del Ejército Libertador del Sur. En 1914 los ferrocarrileros revolucionarios se adhirieron al Plan de Ayala, lo que permitió el control de las principales vías férreas. La zona de Amecameca fue controlada por las fuerzas zapatistas, de aquí se aprovisionaban de madera, alcohol, carbón, papel, alimentos y otros productos que eran enviados regularmente a los frentes de guerra. En ese marco para 1910 al estallar la revolución Don Silvestre López, ya anciano, permanece a cargo de sus labores, pero ante la usurpación de Victoriano Huerta proporciona ayuda y elementos a los revolucionarios del sur. Brindó protección además a los campesinos arrancados de sus hogares por la leva, devolviendo su libertad y a sus lugares de origen. Como consecuencia, el viernes 1º de agosto de 1913, a escasos cinco meses de la muerte de Madero y Pino Suárez, fue hecho prisionero en Amecameca por las fuerzas federales del usurpador Victoriano Huerta, representadas por 50 hombres que formaban el grupo mandado por Mier, y un capitán del 12º cuerpo rural. Se le encontraron armas, parque y papeles comprometedores por lo que a pesar de su avanzada edad (setenta y nueve años), de conocer su vida, los servicios prestados a la Patria y su investidura de regidor municipal. El día 3 de agosto fue cobardemente asesinado por soldados del ejército 31 mexicano al que él sirvió y que ahora estaban en manos de un usurpador. Se pretextó trasladarlo a Chalco para que rindiera declaración pero en un montecillo cercano al municipio de Tlalmanalco llamado el Tenhayo (pequeño volcán extinguido) se le aplicó la ley fuga (que ironía, como si en realidad pudiera escapar) por lo que su cuerpo fue cocido a balazos, acribillado por las fuerzas federales. Los rurales cumplían así con su labor de muerte. Pero su cuerpo no se manchó, sobre esas balas estaban las “honrosísimas heridas - dice su biógrafa- recibidas en el campo de batalla” algunas de ellas en lucha cuerpo a cuerpo contra el enemigo de la Patria. (Esta nota apareció en “El Independiente de la ciudad de México el día 10 de agosto de 1913, fue noticia de primera plana). En pocas ocasiones – dice su biógrafa- nos es dado mostrar ejemplos de hombres limpios de espíritu, con metas a seguir sin vacilaciones, sin afán de lucro, con conciencia clara y precisa, así fue como sirvió él a su Patria, a nuestra Patria. ¿Es mucho pedir que un pueblo conozca los meritos auténticos de uno de sus hijos? El párrafo anterior cierra con una pregunta que no puede quedar en el aire ya que los gobernantes del municipio de Amecameca hasta hace muy poco tiempo han dedicado espacio para destacar la figura de uno de sus hombres ilustres, ya que la política – así se puede entender- no se lleva con la cultura en nuestro municipio. Reconozco en Patricia Eli Umo López, bisnieta del Coronel Silvestre López Torquemada, su dedicación por rescatar información bibliográfica sobre su vida y luchar por que su presencia quede en el umbral de los hombres que han ofrendado su vida al servicio de los demás. Ahí, junto a Sor Juana Inés de la Cruz, Hipolito Vera y Talonia, Ignacio Manuel Altamirano, Laura Méndez de Cuenca, el Doctor Atl, y tantos más que han 32 nacido o que han permitido proyectar la imagen de Amecameca durante muchos años conocida como” La Perla de los Volcanes” también se mantiene erguido sobre el pedestal que la admiración popular le ha construido para desafiar al tiempo con su imortalidad, que es a la vez intemporalidad, Loor al Coronel Silvestre López Torquemada DEFENSOR DE LA PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA. “El hombre no es de donde nace sino de donde la Patria lo necesita, el Coronel Silvestre López Torquemada orgullo de Amecameca es de la Patria Mexicana, a ella le pertenece, ahora su cuerpo es cobijado por la tierra que lo vio nacer”. 47 47 Bibliografía consultada: Altamirano Ignacio M. (1884) Paisajes y Leyendas. México, Alianza Editorial, reproducción autorizada por El Instituto Nacional de Bellas Artes. Archivo Personal de la Srita. Patricia Eli Umo López Amecameca. Monografía municipal, Gobierno del Estado de México/Asociación Mexiquense de Cronistas Municipales, Toluca, 1999. López López, Horacio Alejandro et al. www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/mexico/mpios/15009a.htm 33 He de solicitar la venia de ustedes para presentar un trabajo realizado en 2004, que nos muestra una de las grandes batallas en la que participó el Coronel Silvestre López. LA OLVIDADA EPOPEYA DEL 2 DE ABRIL El General Porfirio Díaz al frente de los defensores de las instituciones republicanas, se lanzó contra las huestes imperiales entablando un encarnizado, pero victorioso combate. Hoy se cumplen .justamente (142 años) del asalto y toma de la ciudad de Puebla de los Ángeles, por las huestes del Ejército Mexicano de Oriente, a las ordenes del general oaxaqueño don Porfirio Díaz. Por tal motivo, me voy a referir, aunque sea brevemente, a ese memorable hecho de armas, que constituye una de las más brillantes páginas de nuestra historia. Fernando Maximiliano de Habsburgo, el llamado emperador de México, cuyo gobierno habíase iniciado en mil ochocientos sesenta y cuatro, se vio obligado a refugiarse en la colonial y levítica ciudad de Querétaro, en compañía de su ejército, en el que eran figuras relevantes, los generales Miguel Miramón, Tomás Mejía, Ramón Méndez y Severo del Castillo. El sitio que las tropas de la República, mandados por el general neoleonés don Mariano Escobedo, pusieron a Querétaro, principió, el 14 de marzo de mil ochocientos sesenta y siete. Cinco días antes, esto es, el 9 de marzo del mismo año, llegó con sus fuerzas el general don Porfirio Díaz a las goteras de Puebla, estableciendo su cuartel general en el cerro de San Juan; e inició su línea envolvente de la ciudad angelopolitana, defendida por las tropas imperialistas, a las órdenes del general y prefecto don Manuel María Noriega y otros jefes militares conservadores, con cien piezas de artillería bien dotadas de parque. Las fuerzas republicanas sitiadoras de Puebla que no eran suficientes para cinrcunvalar la ciudad-, fueron posesionándose, paulatinamente, de algunos puntos, entre ellos el convento de San Fernando, el barrio de La Luz, y la manzana frontera al mesón "Nobles Varones". La terrible y sangrienta lucha entre sitiadores y sitiados se prolongaba, y, el día treinta de marzo de aquel año (mil ochocientos sesenta y siete), recibió por telégrafo, don Porfirio, la noticia de que el general Imperialista Leonardo Márquez, con cerca de cuatro mil hombres y diecisiete piezas de artillería, se dirigía a Puebla, para auxiliar a los sitiados. El general Díaz, comprendiendo entonces la gravedad de la situación que se aproximaba, determinó asaltar la plaza, instruyendo convenientemente a las tropas acerca del decisivo acto bélico que habría de registrarse. 34 Los republicanos organizaron diecisiete columnas de asalto; y, tras prolongado silencio de los sitiadores (ordenado por don Porfirio), a las dos horas y cuarenta Y cinco minutos del inolvidable día dos de abril de .mil ochocientos sesenta y siete, se rompió el fuego de cañón sobre las trincheras imperialistas. El encarnizado combate que los defensores de las instituciones republicanas entablaron allá en Puebla contra las huestes imperiales, en aquella ocasión duró solamente media hora, al cabo de la cual obtuvieron resonante triunfo los soldados del general Díaz, quien desde luego se dirigió al Gobierno del ciudadano Presidente don Benito Juárez, en los siguientes términos: "Ejército Republicano. Línea de Oriente. General en Jefe.- Acabamos de tomar por asalto la plaza, El Carmen y demás puntos fortificados que el enemigo tenía en esta ciudad, quitándole un numeroso tren de artillería y un depósito abundante de parque. Don Mariano Trujeque, don Febronio Quijano y otros veinte jefes y oficiales traidores fueron hechos prisioneros y fusilados con arreglo a la ley...". Y, cabe recordar ahora que trescientos jefes y oficiales que lograron esconderse en los cerros, se rindieron al fin, ante el general Díaz, quien por cierto los perdonó y puso en libertad, juntamente con otros prisioneros que ya tenía en su poder, como puede verse por la siguiente orden: "Ejército Republicano. Línea de Oriente. General en Jefe.- En uso de las facultades de que me hallo investido por el Presidente de la República, he tenido a bien disponer: que los prisioneros hechos por el Ejército de oriente en las batallas de Miahuatlán y La Carbonera, en la ocupación de la ciudad de Oaxaca, en el asalto de esta plaza y en la rendición de los Fuertes de Guadalupe y Loreto, queden en libertad de residir en el país o en el lugar que elijan, permaneciendo por ahora bajo la vigilancia de la autoridad local y a disposición del Supremo Gobierno". "Los extranjeros que quieran residir en el país quedan sujetos a las mismas condiciones, y los que deseen salir de la República podrán hacerlo libremente". "Independencia y Reforma. Zaragoza, Abril 4 de mil ochocientos sesenta y siete (Firmado): Porfirio Díaz". El propio día que registróse el asalto y toma de la ciudad de Puebla, el héroe principal de aquella patriótica jornada dirigió a sus aguerridas huestes la siguiente proclama: "El General en Jefe del Cuerpo de Ejército de Oriente, a sus subordinados 35 vencedores en Puebla: Compañeros de armas. Quiero ser el primero en pagar tributo a vuestro heroísmo. La nación toda y la posteridad vendrán después a perpetuar vuestra gloria. Habéis escrito otra fecha memorable en la ciudad donde Zaragoza eternizó su nombre el cinco de mayo. El dos de abril de mil ochocientos sesenta y siete se registrará desde hoy en el calendario de las glorias nacionales..,, Mucho esperaba de vosotros: os he visto acudir sin armas al llamado de la Patria, para armaros en Miahuatlán y en La Carbonera, en Jalapa y en Oaxaca, con los fusiles quitados al enemigo. Habéis combatido desnudos y hambrientos, dejando a la espalda un rastro de gloria y, sin embargo, vuestras hazañas en Puebla han ido más allá de mi esperanza. Una plaza, no sin razón denominada invicta, y que los primeros soldados del mundo no pudieron tomar por asalto, ha cedido a un solo empuje de vuestro brío. La. guarnición toda y el inmenso material de guerra acopiado por el enemigo, son el trofeo de vuestra victoria. Soldados: Merecéis el bien de la Patria. La lucha que la desgarra no puede ya prolongarse. Acabáis de dar la muestra de vuestro valor irresistible. ¿Quién osará medirse con los vencedores de Puebla? La Independencia y las Instituciones públicas no vacilarán ya; está seguro de no ser conquistado ni_ oprimido el país que tiene hijos como vosotros. Intrépidos en el combate y sobrios en el uso de la victoria, habéis conquistado la - admiración de esta ciudad, por vuestro denuedo y su gratitud por vuestra disciplina. ¿Qué general no tendría orgullo en hallarse en vuestra cabeza? Mientras cuente con vosotros, se reputará invencible vuestro amigo Porfirio Díaz". Después de escuchar el maravilloso discurso del General Don Porfirio Díaz dirigido a sus soldados, para agradecerles su participación en la victoria de la Batalla del 2 de Abril; en este día dedicado a honrar la memoria de mi ilustre Bisabuelo, me pregunto si él sería tan versado y poético como Don Porfirio cuando se dirigió a sus soldados del "Batallón Ocampo", que no solo formó sino sostuvo, y que formó parte de la Epopeya del 2 de Abril ?. No lo sé, pero 36 lo que sí se, es que debe haber estado muy orgulloso de ellos. Y de nuevo me cuestiono, de donde habrá sacado mi bisabuelo a los hombres que formaron el Batallón Ocampo? Y caigo en la cuenta, los más son de Amecameca. Así que en este día dedicado a honrar la memoria de mi bisabuelo, no puedo pasar por alto al Batallón Ocampo y en memoria de mi maravilloso Bisabuelo quiero rendir tributo a aquellos héroes anónimos y olvidados, al "Batallón Ocampo" Discurso Pronunciado por: Patricia Eli Unna Ramos, Amecameca - Abril 2 de 2004 37