indica sobre la distribución del terrazgo, ni tampoco sobre la

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indica sobre la distribución del terrazgo, ni tampoco sobre la
situación en que se encontraba la propiedad territorial. Pero sí
podemos saber la tendencia a largo plazo y detectar si se han producido cambios en el proceso de concentración o de dispersión.
Del análisis del cuadro se deduce: 1.- Que aumenta la superFcie
media de las parcelas en tres de los municipios en proporciones
como en el caso de Torre Pacheco, que se aproxima a las 6.5 ha
por unidad, y 2.- Descenso generalizado de su número por propietario. En San Pedro, La Unión, San Javier y Torre Pacheco
aumenta la superficie de las parcelas y disminuye el número de
explotaciones por propietario, siendo en el último municipio citado donde se dan los cambios más significativos. De una superficie
media en 1855 de 1.9 ha se alcanzan las 7.9 ha para el siglo XX,
siendo similares los valores relativos de las parcelas que pasan de
7.8 unidades por propietarió -estructura parcelaria concentrada- a 1.3, lo que significa una dispersión de 6.5. Así, en el siglo
XIX los índices de concentración llevaban implícitos una mayor
acumulación de unidades de explotación con superficies menores.
A mediados de la actual centuria, y a pesar de la intensa fragmentación, el número de parcelas por propietario se reduce, pero
aumenta su extensión. Sin embargo, para el caso de Fuente Alamo
y Cartagena, el tamaño medio disminuye sustancialmente, lo que
parece indicar una intensificación en el proceso de fragmentación,
estando en iguales proporciones que el resto de los municipios en
lo que atañe a la relación porcentual de los propietarios.
3.3. EL PROCESO DE FRAGMENTACIÓN
TERRITORIAL
La fragmentación del terrazgo se intensificó a partir del primer tercio del siglo XX, aunque tuvo sus inicios a fines de la
anterior centuria. Los cambios se llevaron a efecto por la confluencia de unos hechos que supusieron el comienzo de la
modernización agraria en la región: expansión de nuevos cultivos, mejora de los canales de financiación agraria (mediante la
regulación de los mercados de crédito formal) y, en fin, por un
progreso en los índices de productividad. En estas circunstancias
la agricultura se convirtió en un sector rentable, donde se podían obtener beneficios a medio plazo. La disponibilidad de
255
capital en manos de las burguesías urbanas enriquecidas con la
minería ejerció una fuerte presión en el mercado de la tierra,
como se constata en la aceleración de las transacciones de bienes rústicos y en un incremento en la mercantilización. Ahora
bien, dichas transferencias intersectoriales coinciden con la crisis del subsector minero-metalúrgico40, acontecimiento que
ayuda a explicar aún más dicha tendencia.
Las vías de fragmentación territorial que me dispongo a estudiar no son exclusivas de esta comarca, sino que aparecen prácticamente en todo el Levante mediterráneo 41. El resultado será el
inicio de un proceso ininterrumpido hasta la actualidad de fragmentación del terrazgo, acompañado de otro simultáneo de concentración a través de los mecanismos de transmisión hereditaria
y de compraventa de tierras. En cualquier caso, asistimos a la consolidación de la figura del micropropietario como elemento característico de la actual centuria. La comarca del Campo de Cartagena, situada en el litoral de la región de Murcia, reúne elementos
agroclimáticos similares al resto del Levante español, participan- ^
do también a pesar de la ausencia de regadíos en dichas transformaciones. El estudio de las formas de transmisión de la propiedad
lo planteo mediante el análisis de tres bloques temáticos:
1.- Desde el punto de vista mércantil, mediante los contratos de compraventa y su incidencia en una mayor dispersión de
la propiedad, al ponerse en circulación fincas que son, a su vez,
segregaciones de unidades de explotación más extensas.
2.- Desde el punto de vista de las prácticas sucesorias y
transmisiones hereditarias. Es decir, transmisiones naturales,
biológicas e inevitables.
3.- Otras vías complementarias que por su fisonomía contractual son muy útiles para conocer la estructura parcelaria de
las propiedades. Estas transmisiones del dominio por contrato
englobarían a las donaciones con usufructo, a las gratuitas, a las
condicionales, permutas, etc. La información la he obtenido
a0 Vilar Ramírez, J.B; Egea Bruno, P(1984)
" Para Mallorca, ver el trabajo de Salvá i Tomás, P.A (1983), p. 178; en
la comarca de la Ribera del Jucar, Calatayud i Giner, S(1987), p.1 12, y para
todo el País Valenciano Romero González, J(1989), p. 47.
256
mediante.la revisión de la totalidad de las escrituras de compraventa, herencia y demás actos jurídicos de los años 1885, 1890,
1900, 1901, 1905, 1910, 1920, 1930 y 1940.
3.3.1. Compraventas
No voy a realizar un análisis de la morfología jurí.^,ica del
contrato de compraventa, puesto que esta consic^e^á ^ión quedaría fuera del objeto del estudio. Lo que sí es evidente es que esté
acto es el acuerdo más importante de los que generan obligaciones patrimoniales y el que tiene una mayor significación. En
ambientes jurídicos se le considera como el patrón o modelo de
los demás contratos, ya que lo que en realidad se transfiere no
es solamente la venta de enseres, bienes inmuebles, etc.; sino
que se transmite el dominio, y es en este concepto donde radica
el valor intrínseco de la compraventa 4z. Considero que es un
instrumento útil para el desarrollo del presente trabajo porque
ayuda a conocer la dinámica de las transacciones, las tendencias en las transmisión de las parcelas y cómo esto incide en la
fragmentación del terrazgo.
CUADRO 3.29.
ESCRITURAS DE COMPRAVENTA, DATOS GLOBALES
Años
Operaciones ( 1)
Parcelas
Hectáreas
1900
460
699
1.431
1910
1920
1930
1940
Total
393
413
365
416
2.047
728
803 ,
628
778
3.636
2.596
2.323
1.006
2.267
9.623
Notas: (1).- Total de las escrituras de compraventa de bienes nísticos durante el
año de análisis. Se excluyen otros actos como donaciones y herencias.
Fuente: A.P.N.C. Años 1900, 1910, 1920, 1930 y 1940. Elaboración propia.
De los seis años computados, he de destacar las escasas variaciones habidas entre 1900 y 1940, lo cual indi ^a una tendencia
" Badenes Gasset, R (1971)
257
sostenida en los grados de mercantilización territorial. Pero lo
que sí importa es el número total de unidades que se ponen en
circulación, ya que indica el ritmo de las transacciones. Tomando a 1900 como año base = 100, se observa cómo es en 1930
cuando caen todos los índices: operaciones 79.3, parcelas 89.8 y
superf'icie baja al 70.3. Hasta este año, y salvando algunas oscilaciones, se produce un mantenimiento con tendencia al alza,
llegando a su punto álgido entre los años 1910 y 1920. Sin
embargo, es en las dos primeras décadas cuando se registra un
mayor dinamismo que podría venir propiciado por:
1.- Los efectos de la crisis finisecular que incidieron en
un aumento de la oferta de tierras por parte de los propietarios.
2.- Porque la comarca no ha experimentado aún el definitivo hundimiento de la minería, con lo que se mantienen altas
las tasas de actividad económica y, por consiguiente, la puesta
en circulación de capitales.
3.- Por el incremento de las transferencias entre pequeños
propietarios, aparceros y arrendatarios.
La cantidad de parcelas vendidas en una sola operación
demuestra cómo el propietario se desprende habitualmente de
una sola unidad, siendo muy pocas las operaciones donde se
procede a la venta de varias fincas. Las operaciones que superan
las seis parcelas son inusuales y corresponden normalmente a
transacciones entre medianos propietarios, interviniendo un
volumen mayor de tierras. Como ejemplo a esta excepción,
muestro una compraventa de 44 unidades en 1905, ubicadas
todas ellas en la diputación de La Magdalena y valoradas en
20.000 pta, sus dimensiones eran:
CUADRO 3.30.
PARCELAS VENDIDAS EN UNA SOLA OPERACIÓN. AÑO 1905.
Parcela
258
Superficie (ha)
Parcelas
Superficie (ha)
1
2
24,3718
8,0494
23
24
0,1270
0,8384
3
4
16,0908
15,5434
25
26
0,1397
0,1676
(contina^ación del cuadro 3.30.)
Parcela
Superficie (ha)
5
6
7
7,3480
2,5200
16,1476
8
9
]0
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
Parcelas
Supert5cie (ha)
27
28
29
0,1497
0,1079
0,0838
0,4709
30
3,6893
8,0494
1,6888
6,7653
11,9268
3,4097
0,3353
0,3354
0,1270
0,0005
0,1676
0,6707
1,1040
0,6708
3l
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
3,6893
0,8038
0,0698
0,3491
0,6708
0,3913
0,5558
0,5354
1,6770
0,3354
0,9642
0,8944
1,4673
Fuente: A.P.N.C. Notario Marcos Sanz. 1905.
Teniendo en cuenta la totalidad de la operaciones registradas durante los años 1900, 1910, 1920, 1930 y 1940, veamos
ahora cuál es la estructura parcelaria de las transmisiones, cómo
la propiedad llega fragmentada al mercado de la tierra y de qué
manera se incorpora a otros patrimonios territoriales. Para esto
he subdividido la superficie en nueve categorías, ajustándome al
tamaño de las unidades mínimas de cultivo más habituales.
Es evidente que aquellas con superficies inferiores a 4 ha
representan los mayores porcentajes en los cinco años del muestreo, 1900: 89.8%, 1910: 91.5%, 1920: 93.5 %, 1930: 92.7%,
1940: 86.3%. Se puede afirmar que en estos intervalos es donde
están la mayor parte de las tierras puestas en circulación. Si es
aquí donde se localizan los porcentajes más elevados, no ocurre
lo mismo en cuanto a la supe^cie. Según esto puede señalarse
que existe un segundo mercado de parcelas más extensas, las
cuales generan un proceso paralelo de concentración territorial
constatado en todo el período. Por ejemplo, en 1910, 8 unidades
con superficies superiores a 29 ha detentaban el 70.7% del
259
CUADRO 3.31.
TIPOLOGÍA DE LAS PARCELAS VENDIDAS, 1900, 1910, 1920,
1930 Y 1940
Parcelas
Intervalos
<=
0,05 a
0,1 a
0,6 a
1 a
4 a
9 a
19 a
>= a
Total
0,05
0,1
0,6
1
4
9
19
29
29
1
2
3
Superficie
4
5
8,2
8,
5,3
7
3,3
5,8
5,8
9,1
5,0
5,7
40,7 41,7 43,9 39,8 38,0
13,1 20,0 12,6 17,9 15,0
22,0 22,6 22,6 22,3 25,0
5,2
3,2
2,4 4,2
8,3
1,8
2,5
0,6
1,8
3,3
1,2
0,5
0,9 0,9
0,7
1,0
1,4
I,0
1,4 0,4
100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
1
2
3
4
5
0,0 0,0
0,0 0,0 0,0
0,3 0,3
0,3 0,1 0,2
4,9 7,2 4,0
5,8 3,6
4,9 4,3
3,5 8,3 3,6
19,4 11,3 15,0 24,5 16,3
14,8 5,4
4,9 14,5 16,1
1,6
15,]
8,0 12,8 14,3
12,8 2,9
8,4 13,9 7,6
26,8 70,7 55,0 8,6 37,6
100,0 100,0 100,0100,0100,0
Nota: 1: 1900; 2: 1910; 3: 1920; 4: 1930; 5: 1940.
Fuente: A.P.N.C, 1900-1940. Elaboración propia.
total de las hectáreas vendidas. Lo mismo ocurre en 1920,
con 12 parcelas que abarcaban el 55% de la superficie vendida, y en 1940 donde 12 unidades suponían el 37.6% del total.
Se confirma la existencia de dos mercados de la tierra, cuyos
artífices proceden de estructuras sociales diferentes. En el
primero confluyen por igual los pequeños propietarios, los
labradores y los agricultores ". Y, en el segundo, intervienen
grandes propietarios, industriales, comerciantes y otros titulares vinculados a profesiones liberales. Quiero llamar la
atención sobre el intervalo donde se concentró la pequeña
propiedad, las comprendidas entre 0.1 ha y 0.6 ha. En todos
los años representan el más alto porcentaje, ya que se trataba
de unidades de cultivo de secano destinadas fundamentalmente a arbolado y cereal. En 1900 suponían el 40.7%, en
1910 el 41.7%, en 1920 el 43.9%, en 1930 el 39.8% y en
1940 el 38%.
43 La figura del "agricultor" viene protocolarizada a partir de 1940 en sustitución de "labrador".
260
3.3.2. Transmisiones hereditarias
Los trabajos sobre la historia de la familia han tomado
actualmente un reciente interés debido a la importante conexión con el problema de las transmisiones de los patrimonios
y, también, con los sistemas de reproducción social. Las controversias entre los especialistas tienen su epicentro en la racionalidad económica de los sistemas de transmisión, basados en
los criterios de igualdad o desigualdad que presiden los actos
de distribución de los bienes `^. Las prácticas desiguales de
transmisión territorial se basan en la recepción por parte del
hijo mayor de la totalidad de los bienes patrimoniales. Este
modelo se encuentra asociado con la noción de casa, cortijo,
mas, concepto que se aplica a un grupo doméstico y a los bienes que éste controla.
Las estrategias de alianzas van encaminadas a preservar
íntegra la herencia y, por consiguiente, las relaciones sociales de
sus miembros fluctúan siempre en torno al patrimonio nuclear.
En las zonas.donde se dan estos sistemas se caracterizan por
unas estructuras agrarias, donde la tierra apenas circula, conservando la misma morfología a través de los años. Implica apego
a la tierra y rigidez en los mecanismos de reproducción social,
aspectos que podrían incidir negativamente ante la necesidad de
una rápida y eficaz transformación de la explotación ante
coyunturas adversas. La herencia integral es un modelo asociado a sistemas de explotación directa donde la responsabilidad
organizativa del predio recae en sus propietarios, los cuales
administran las distintas fases productivas. Lo cierto es que este
sistema no es uniforme y, por tanto, depende de los contextos
geoeconómicos donde se desarrolla, adoptando diversos matices. Pero no sólo serán los entornos medioambientales y ecológicos, sino también las estructuras demográficas, -que incidirán
en la oferta de trabajo-, la influencia de las técnicas de producción, la relación entre actividades agrícolas y su complementariedad con otras no agrarias, la calidad del suelo, etc.
^ Algunas consideraciones sobre las ventajas o desventajas de los sistemas de transmisión pueden verse en la obra ya clásica de Wolf, E(1978), pp.
98- 103.
261
Si en las prácticas de transmisión integral predomina el
concepto de propiedad, en las de transmisión igualitaria prevalece el de explotación45. Es, si se quiere, un modo más pragmático de concebir el sistema agrario, al considerar a la parcela
como un elemento de producción básico, a partir del cual se
articulan las relaciones hereditarias entre generaciones. Ahora
bien, hay algo que puede actuar en contra, ocasionado precisamente por la movilidad del sistema: la dispersión. Así, en
zonas donde la propiedad nuclear se fracciona en pequeñas unidades de explotación se está más proclive a la mercantilización. A pesar de constituir unidades mínimas de cultivo y, por
consiguiente, capaces de producir excedente, se incorporan por
su reducido tamaño con más facilidad a los circuitos del mercado territorial. No obstante, esta afirmación debe matizarse, ya
que no puede hacerse extensible al resto del territorio nacional.
En el caso de Galicia y para la mayor parte del norte del país,
donde la estrecha dependencia del medio agrario y la fuerte
vinculación del campesino al mismo incide para que las unidades de explotación apenas se movilicen, estando, pues, fuera de
los circuitos del mercado. En los sistemas de herencia integral,
el padre de la familia transiiere la totalidad de su patrimonio al
hijo mayor, en la herencia igualitaria predominan los criterios
aparentemente equitativos, donde no van a tenerse en cuenta el
lugar dentro de los hijos, ni tampoco el sexo. En,ambos casos,
las normas de transmisión son el elemento fundamental porque
afectan al comportamiento económico de los herederos y, porque sirve para diseñar estrategias de actuación a largo plazo
que pueden traducirse en una mejora en la planificación del
ritmo de las inversiones, teniendo su efecto más positivo en la
reducción de costes de explotación 46. La seguridad que supone
poseer los derechos de propiedad proporciona ventajas en las
decisiones porque están respaldadas por un conocimiento de
los recursos disponibles, posibilitando desde esta perspectiva
optimizar los resultados.
Los mecanismos de transmisión igualitaria reúnen los
requisitos esenciales para que estas pautas puedan darse a
a5 Derouet, B (1989), p.185.
46 Libecap, G(1986), p. 229.
262
pesar de las distintas modalidades jurídicas que engloba. Por
ejemplo, la posibilidad de donar la propiedad durante la vida
de los padres -donaciones inter-vivos- es un modo de adelantar los derechos de posesión aunque sólo sea la nuda propiedad. Así, se transmite el libre uso, dominio y disfrute de
las tierras, anticipándose a los mecanismos de reproducción
hereditaria. Probablemente estas fórmulas de transmisión territorial -muy extendidas en la comarca del Campo de Cartagena- sea el último ciclo vital que precede a la muerte de los
padres. La teoría de los ciclos familiares se aplica a grupos
donde predomina la economía doméstica y, en consecuencia,
sus ritmos productivos dependían de la cantidad y cualidad de
la fuerza de trabajo disponible. La adopción de uno u otro sistema de transmisión hereditaria depende de la conjunción de
factores intergeneracionales que no experimentan cambios
sustanciales a pesar del transcurso del tiempo 47. Las prácticas
sucesorias que analizo a continuación responden a los modelos más difundidos en la comarca y, muy probablemente, en
el resto de la Región de Murcia 48. Las principales características de los sistemas de transmisión hereditaria más extendidos en el campo de Cartagena pueden resumirse del siguiente
modo:
" Recientemente se han publicado interesantes monografías que estudian
la evolución de los modos de transmisión territorial en diversas regiones de
España, ver los trabajos de Rowland, R(1988), pp. 72-137; Contreras, J
(1989) pp. 111-116; (1991), pp. 33-380. También es de destacaz las comunicaciones presentadas al 11 Congreso Hispano Luso Ita[iano de Demografía
Histórica celebrado en Savona (Italia) en noviembre de 1992, vol. 2,: Dubert,
I"Familia, parentesco y conflictividad familiar. Bases y mecanismos para la
reproducción social familiar en el mundo rural de la Galicia lnterior (16001850)"; Garrido, E, "La imposible igualdad. Familia y estrategias hereditarias
en la huerta de Valencia a mediados del siglo XVIII"; Mikelarena,F: "Estructuras familiares en España y en Navarra en los siglos XVIII y XIX: factores
etnoculturales, diferenciación socioeconómica y comportamientos estratégicos" y Román, C: "Transmisiones sucesoriales en la comarca del Campo de
Cartagena: el predominio de la herencia igualitaria y sus efectos en la fragmentación territorial (1885-1940)".
4e Fortes Barea, E y Andreu Torres, P(1991), pp. 179-197. Los autores
demuestran cómo ya en el siglo XVIII los sistemas de herencia igualitaria eran
los más extendidos en la región, tanto en las zonas de secano (Campo de
Lorca) como en los regadíos (Huerta de Murcia).
263
1.- Son reparticiones naturales, es decir, vienen dadas por
la tradición, y en ningún caso se plantea una actitud diferente
por parte del testador.
2.- Se especifica la relación de la sucesión, por lo que se
establece un orden que en la mayoría de los casos responde a la
proporcionalidad entre los herederos 51.
3.- Los bienes son evaluados por especialistas antes de
proceder a la partición entre las hijuelas.
4.- Veracidad en el valor real de los bienes evaluados.
5.- Predomina, en el caso de donaciones inter-vivos, el
usufructo vitalicio para los padres.
6.- Partición antes de la muerte con la intención de evitar
posibles conflictos entre las partes beneficiarias.
7.- No sólo se transmiten los bienes muebles e inmuebles,
sino también derechos agrícolas -labores, estiércoles, aguay derechos de explotación.
Contextualizado, pues, e] marco teórico donde se inscriben
estas prácticas sucesorias, procederé a su análisis a partir de
los siguientes puntos de reflexión: 1.- Desde su incidencia en
el proceso de fragmentación parcelaria, partiendo de la hipótesis en la cual el desarrollo del sistema de trasmisión igualitaria
afectó y afecta actualmente a los niveles de fragmentación de
la propiedad. 2.- Mediante el análisis de la estructura de los
bienes hereditarios en lo que afecta a los mecanismos de
reproducción patrimonial. Es decir, cuál es el origen y cuáles
son los elementos que intervienen en la multiplicación del
capital territorial.
3.3.2. l. Estructura de las prácticas sucesorias.
Las vías por donde transcurren los mecanismos de fragmentación de la propiedad son básicamente dos: las compraventas y las
herencias. Dejando a un lado otras fórmulas donde se testa
separadamente el usufructo y la nuda propiedad, e incluso se
51 En la respuesta del Cónsul de Francia de 1866 a la pregunta n° 6,
A.C.F.C, libro 6, se confirma la división patrimonial en dos partes iguales, una
para la viuda, y la otra a repartir equitativamente entre los hijos.
264
hace referencia a terceras y cuartas partes proindivisas, puede
afirmarse que las transmisiones hereditarias son un elemento
fundamental en el proceso de atomización de la propiedad agraria. Sin embargo, junto a la fragmentación parcelaria aparecen
elementos que pueden corregir esta tendencia. Como más adelante se verá, tras la distribución de los bienes entre las legítimas, se produce un efecto de concentración territorial a través
de un lento proceso de compras. Además, en el caso que la finca
fuera heredada por varios individuos, en séptimas o duodécimas
partes, donde ninguno de los herederos posee el usufructo, a la
muerte del padre se efectúa la renuncia al condominio, adjudicándosele la plena propiedad a una de las legítimas. Aunque
estas prácticas constituyen un elemento de concentración de las
tierras en la comarca, no se dieron con mucha frecuencia, ya
que los derechos de propiedad -por muy pequeños que estos
fueron- tendían a consolidarse de generación en generación, al
transmitir íntegros los bienes recibidos, más todas aquellas
agregaciones que se incorporaron a lo largo de la vida del
campesino.
A continuación me dispongo a analizar algunos ejemplos
sobre el origen y constitución del patrimonio familiar agrario,
así como acerca de las distintas estrategias que tienen como
finalidad la acumulación territorial. Veamos, en el inventario de
Antonia Pagán Barreto y de su marido José López (ver cuadro
3.32) se especifica el origen de los bienes de ambos, procedentes de sucesivas agregaciones familiares, pudiéndose observar
un comportamiento muy distinto en los procesos de acumulación. En esta ocasión, los bienes de la esposa son superiores a
los del marido, el cual respaldado por el capital territorial del
cónyuge prosigue la ampliación del mismo mediante compras
de pequeñas parcelas normalmente a otros miembros del mismo
colectivo familiar. Ésta fue la tendencia más habitual hasta la
década de los años sesenta del presente siglo, cuando la crisis de
la agricultura tradicional y la introducción de fórmulas de
explotación intensivas en capital forzaron a que las relaciones
agrarias de producción salieran fuera de los circuitos de la economía familiar, y, en consecuencia, los sistemas de transmisión
hereditaria y de administración de bienes fueran más dependientes del mercado.
265
CUADRO 3.32.
PROCESO DE ACUMULACIÓN PATRIMONIAL. DESCRIPCIÓN DE
BIENES DE ANTONIA PAGÁN BARRETO Y JOSÉ LÓPEZ. FUENTE
ALAMO, 1890
Cónyuge
Modo de adquisición
Mujer
Herencia
Herencia
Compra
Tío carnal
Hermana
Hermana
Marido
Herencia
Herencia
Compra
Compra
Compra
Compra
Compra
Madre
Padre
Primo
Cuñado
Suegro
Cuñado
Primo
Parentesco
Parcelas
ha
3
16
2
1,6
14,1
3,1
8
6
1
2
2
1
1
4,0
4,0
0,3
0,5
0,8
0,2
0,3
Fuente: A.P.N.C. Notario, Napoleón Terrer 1890. Elaboración propia
En el mismo sentido aunque con criterios de actuación más
eficientes, propiciados posiblemente por una mayor liquidez, es
la acumulación territorial que llevó a cabo María Antonia García
Invernón de Fuente Alamo. Según su inventario 5°, en 1906 percibe vía paternal 34 parcelas que sumaban 48 ha, todas ellas ubicadas en la diputación de la Pinilla. A partir de esta fecha y hasta
1920, año de su muerte, inició una serie de compras de pequeñas
parcelas, 37 en total, con una extensión de 163 ha. De las cuales
24 se encontraban en la Pinilla, 2 en la diputación de Valladolises
(Murcia) y 1 en Pozo Estrecho (Cartagena). ^Qué ha sucedido?,
no solamente ha incrementado el número de unidades de explotación, 61, sino que la superf'icie terntorial, es decir la cantidad de
tierra acumulada, lo ha hecho en un 70.6 %. De manera que un
patrimonio que tenía unos activos en capital territorial de 48 ha se
ha triplicado en el transcurso de una generación. Veamos ahora
cómo el sistema de herencia igualitaria afecta a la fragmentación
territorial, sobre todo cuando los recursos a distribuir son escasos
respecto al número de perceptores.
so A.P.N.C. Notario, M. Castaño Mendoza. 1920
266
CUADRO 3.33.
ADJUDICACIÓN DE BIENES RÚSTICOS. CARTAGENA, 1900
Hijo
Sexo
l°
V
Parcelas/ha
3,7894
6,1489
0,5590
34,6
2°
H
0,9502
3°
V
2,1241
0,3354
4°
5°
H
V
0,2797
3,3539
0,9
V
0,1677
0,9502
0,2236
11,2
6°
0,8384
0,1607
2,8508
0,2236
1,7216
2,7
0,5
0,0978
Herencia
30,3209 ha
(]00)
%
7°
8°
9°
V
H
H
10°
H
11°
V
12°
V
0,1118
3,4
8,4
3,8
10,3
6
2,7390
0,2795
9,9
2,0018
0,3354
7,7
Fuente: A.P.N.C. Notario, Marcos Sanz 1900. Elaboración propia.
La superficie total (30 ha), se ha fraccionado en unidades
pequeñas de hasta 0,1607 ha. Esta atomización es el resultado
de un sistema de transmisión igualitaria donde los herederos
perciben, si no la misma extensión superficial, sí el mismo capital. Así, los hijos que no Ilegan a la hectárea obtienen como
compensación la inclusión de una casa que incrementa el valor
real del predio. Excepto el heredero n° 4(H), donde es patente
su desventaja respecto a los demás hermanos/as, predominan
los criterios de igualdad. Por último, se observa una tendencia
favorable hacia el primogénito, puesto que recibe las mayores
parcelas y el 34.6% del total de la herencia. Las diferencias por267
centuales con el resto de los herederos se compensan por la calidad de las tierras, proximidad a puntos de riego, tipos de cultivo
e infraestructuras. Los bienes adjudicados al heredero n° 7 consisten en una finca dotada de establos, noria, árboles frutales
(naranjos y limoneros), almendros, olivos, palas, todo ello en
plena producción que contrasta con la calidad de las tierras recibidas por el primogénito, ya que de las 10,4974 ha, 3,7894 ha,
el 36 °Io son tierras montuosas e improductivas.
3.3.3. Vías complementarias de acceso a la propiedad
Con el estudio de los contratos de compraventa demostraba
cómo constituían un elemento básico para medir las tendencias
en la incorporación de nuevas parcelas. También, quedaba constatado el proceso de fragmentación territorial, el cual se repetía
con la misma intensidad y frecuencia en los inventarios postmortem. Por otra parte, se asiste durante la primera mitad del
siglo XX a procesos paralelos de dispersión-concentración que
no varían prácticamente hasta la actualidad, conservando al
parecer las mismas fórmulas jurídicas, aunque en un contexto
socioeconómico muy distinto, propiciado por la introducción
del capitalismo en la agricultura y por los efectos que ejerce la
fuerte presión de la demanda de tierras en el sector. Además de
los modelos comentados anteriormente, debo analizar otras fórmulas jurídicas que también forman parte de los modos de
transmisión territorial. De todas ellas, son las donaciones intervivos las más extendidas, aunque con diferentes denominaciones: donación gratuita, condicional, gratuita con reserva del
usufructo y anticipo de legítima. En cualquier caso, y exceptuando pequeñas matizaciones, tienen la misma estructura formal y constituyen en esencia actos de transmisión igualitaria
donde los herederos reciben la nuda propiedad, reservándose el
testador el usufructo de los bienes mientras viva 51. Junto a las
donaciones inter-vivos, hay otras fórmulas jurídicas que aunque
de menor importancia en lo que respecta a la transmisión de
bienes, sí la tienen por su incidencia en la fragmentación par51 Menéndez-Valdés Golpe, E(1966), p. 285.
268
celaria: división material de bienes, compraventas de participaciones y permutas.
El anticipo de legítima y las donaciones gratuitas son las
dos fórmulas sobre cesiones que más predominan -exceptuando a los inventarios post-mortem- durante las dos primeras
décadas del siglo XX. En el supuesto que vivan los dos cónyuges, ceden gratuitamente a sus hijos la nuda propiedad a excepción del usufructo que será vitalicio. Es decir, a la muerte de
uno ellos los bienes pasarán íntegros al viudo/a, consolidándose la nuda propiedad a la muerte de los usufructuarios. Por
lo general, el contrato se ajustaba al artículo 634 del Código
Civil de 1905, el cual permitía la reserva de fincas para que
con sus productos pudieran vivir como correspondía a sus
circunstancias.
CUADRO 3.34.
ANTICIPO DE LEGÍTIMA Y DONACIÓN GRATUITA.
TORRE PACHEC0,1905
Hijo
1°
2°
'
3°
Parentesco
Madre
Padre
Total
Madre
Padre
Padre
Total
Procedencia
Herencia
Herencia
Herencia
Herencia
Compra
ha
pta
6
5
17
1
2
12
15
3,7 ^
20,0
43,7
3,6
5,5
31,5
38,6
1.316
5.190
12.552
1.113
3.218
8.018
12.349
Parcelas
Madre
Herencia
16
22,0
6.830
Padre
Total
Totales
Compra
2
18
50
4,0
26,0
]08,3
1.200
8.030
32.931
Fuente: A.P.N.C. Notario, Marcos Sanz. 1905. Elaboración propia.
Según los datos del cuadro 3.34, se puede comprobar cómo
los cónyuges acuerdan distribuir sus bienes por partes iguales
entre sus tres hijos, buscando siempre la equidad y la proporcionalidad en la partición. A pesar de ello, se observa una pérdida
en términos relativos del menor en relación al primogénito que
269
fluctúa en torno al 36%. El acceso a la nuda propiedad proporciona la responsabilidad directa por parte del donatario y el
mantenimiento de las labores agrícolas. Este sistema es un claro
ejemplo donde la teoría de los ciclos familiares 52 actúa de elemento regulador de la explotación familiar mediante el mantenimiento de la actividad productiva. Debo llamar la atención una
vez más sobre el origen de los bienes, ya que es el padre quien
tiene la responsabilidad de incrementar el patrimonio familiar
mediante la agregación de parcelas colindantes, probablemente
de mejor calidad y que eran cedidas a los hijos mayores tal
como se ha observado en el cuadro anterior. La donación condicional conserva la herencia íntegra hasta la muerte de uno de los
cónyuges. Es un intento de mantener intactos los bienes gananciales y de introducir elementos de persuasión frente a las intenciones de los herederos de vender o de abandonar la actividad
productiva.
Ha sido mi intención mostrar cómo los sistemas sucesoriales basados en la transmisión igualitaria de la propiedad incidieron profusamente en el proceso de fragmentación territorial. La
diversidad de modelos que pueden darse en zonas donde predominan las prácticas neolocales demuestran la movilidad del sistema. Movilidad no solamente del patrimonio nuclear, sino también de los miembros que componían los hogares campesinos.
El acceso directo a los derechos de propiedad y, por consiguiente, a los medios de producción, fue la clave de una mayor autonomía e implicó, en última instancia, la creación de un nuevo
grupo doméstico. La versatilidad de los modelos de transmisión
igualitaria se tradujo en una mayor elasticidad a la hora de dar
respuestas ante coyunturas de crisis. Así es, al ser la parcela la
unidad básica de producción y en torno a la cual gira el sistema
de herencia, la respuesta por parte de los campesinos es más
rápida en la introducción de nuevos cultivos que en aquellos
lugares donde los derechos de propiedad sólo estaban reservados al primogénito. Las pocas posibilidades de acceder a la titularidad de las tierras por parte del resto de los hermanos debió
ser tenido en cuenta como un elemento inhibitorio a la hora de
responder con eficacia ante los cambios que experimentaron los
52 Chayanov, A.V (1966)
270
mercados de los productos agrarios. El resultado de todo ello
pudo ser una agricultura más dinámica, con elevadas tasas de
mercantilización territorial, pero que en ningún caso tendió a
concentrarse en pocas manos. Al contrario, el mismo sistema
jurídico basado en la transmisión igualitaria asegura precisamente la dispersión de la propiedad.
3.4. La propiedad de la tierra en el siglo XX: hacia una
dispersión territorial
En la comarca del Campo de Cartagena el sector agrario
experimentó durante el segundo decenio del siglo XX importantes transformaciones que pudieron venir propiciadas por la conjunción, entre otras, de las siguientes variables: disminución en
el precio del dinero y, por tanto, mejora en las posibilidades de
acceso al crédito agrario por parte de los campesinos; consolidación de la figura del labrador-pequeño propietario con el
acceso definitivo al pleno dominio de la tierra; introducción de
nuevos cultivos debido a la orientación de la demanda de productos de más alta elasticidad-renta; incremento de la superficie
regada mediante la explotación de los acuíferos subterráneos;
aumento de la demanda de tierras por parte de las burguesías
urbanas procedentes del subsector minero y también mercantil,
etc. En resumen, se asiste a un proceso de modernización de la
agricultura que es consecuencia de la introducción de técnicas
intensivas en capital y que tuvo como resultado más inmediato
el incremento en términos relativos de la riqueza rústica, tal
como se visualiza en la evolución de los números índices del
cuadro 3.35. No es casualidad que sean las localidades pertenecientes a la comarca las que más incrementan su riqueza rústica,
incluso por encima de Murcia y de otras localidades tradicionales del regadío murciano.
Durante el período 1900-1940 se produce, tal como he
demostrado anteriormente al analizar el ritmo de compraventas,
un doble proceso. Por un lado, disminuye el grado de concentración territorial como resultado de la desintegración de la gran
propiedad que se transfiere a la burguesía, conservando en la
mayoría de los casos sus antiguas dimensiones. Por otro lado, se
271
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